Leer - Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales

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Institucionalidad para la defensa
de los intereses del Estado de Chile
ante los Tribunales Internacionales y
Extranjeros
DIAGNÓSTICO Y PROPUESTAS
Fundado en 1989, el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales es una entidad
sin fines de lucro, pluralista, independiente de partidos políticos, intereses empresariales y
creencias religiosas, cuyo propósito es el estudio, análisis y debates de temas relevantes
para las relaciones internacionales de Chile
DIRECTORIO
Presidente
Hernán Felipe Errázuriz Correa
Directores
Cristián Zegers Ariztía
David Gallagher Patrickson
Sven von Appen Berhmann
Edmundo Pérez Yoma
Jorge Edwards Valdés
Secretario Ejecutivo
Mario Correa Saavedra
Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales
Institucionalidad para la
defensa de los intereses del
Estado de Chile ante los
Tribunales Internacionales
y Extranjeros
DIAGNÓSTICO Y PROPUESTAS
Editor
Arturo Marín Vicuña
Santiago de Chile
2013
1
2
ÍNDICE
Resumen y Conclusiones5
1.
Diagnóstico8
2.
Definición8
3.
Protección diplomática en reclamación de particulares
8
4.
Relevancia9
5.
Situaciones no previsibles9
6.
Situación actual: ausencia de una entidad permanente; dispersión,
descoordinación y proyectos de ley en trámite
9
7.
Conclusión preliminar14
8.
Creación de una unidad coordinadora14
9.
Recomendaciones16
Anexo I
Transcripción reunión “Defensa de los intereses de Chile ante los Tribunales
Internacionales y Extranjeros”20
Anexo II
Normas de órganos chilenos intervinientes44
Anexo III
Inventario de casos54
3
4
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Chile carece de una agencia permanente para la defensa de los intereses del Estado ante tribunales
en el exterior, incluyendo en estos a las cortes internacionales y a tribunales extranjeros ordinarios
y arbitrales.
La ausencia de una institucionalidad para estos fines coloca a Chile en una situación desmedrada
respecto de otros países que están organizados para estos fines.
La Cancillería solo atiende los juicios que comprometen la soberanía territorial ante la Corte Internacional
de Justicia de La Haya, los derivados de su personal y proveedores en el extranjero y aquellos que
afectan el comercio internacional. Esos no son los únicos litigios en el exterior a que está expuesto
el Estado.
Por delegación presidencial, el Comité de Inversiones Extranjeras se encarga de los litigios que
presenten inversionistas extranjeros, y el Ministerio de Justicia presta asesoría técnica a la Cancillería
en aquellos seguidos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Antes, ambas categorías
de juicios se radicaban en los ministerios de Economía y del Interior. No hay nada previsto para
otras demandas internacionales que arriesguen el patrimonio del Estado o de sus empresas. En
la práctica, salvo excepciones, se resuelve caso a caso sobre quién se hace cargo, pues no está
contemplada alguna repartición pública que coordine esas defensas.
La dispersión, casuística, falta de institucionalidad y de anticipación, descoordinación, discrecionalidad
y la improvisación pueden malograr e incluso desembocar en la indefensión de los intereses del
Estado, como se ha detectado en demandas internacionales sobre derechos humanos que pueden
tener consecuencias patrimoniales para el Estado.
Lo más notable es la limitada participación en estos litigios del Ministerio de Relaciones Exteriores,
salvo en asuntos de su estricta competencia, y la ausencia del Consejo de Defensa del Estado, el
servicio por excelencia encargado de la defensa judicial del fisco.
Hasta ahora estos juicios son un número relativamente reducido de casos, aunque en aumento. El
permanente acatamiento de Chile de sus compromisos internacionales y la solvencia económica
han reducido su exposición a litigios y embargos de sus activos en el exterior.
5
Sin embargo, la judicialización de las relaciones internacionales es una realidad por la globalización,
la apertura a los mercados externos, por la interpretación restrictiva de la inmunidad soberana
y la expansión de la jurisdicción de los tribunales internacionales y, consecuentemente, de las
responsabilidades internacionales de los estados.
El impacto económico, político y para las relaciones internacionales que pueden acarrear para el
Estado de Chile las demandas y sentencias en su contra por parte de tribunales extranjeros aconseja
una revisión de la organización de la defensa de los intereses del Estado ante los tribunales extranjeros
y proponer una institucionalidad para esos fines.
El Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales ha asumido este cometido considerando la
experiencia reciente de procesos en que participa el Estado de Chile en el exterior. En esta tarea
hemos convocado y contado con la valiosa colaboración del presidente del Consejo de Defensa
del Estado, del director jurídico de la Cancillería, de los fiscales del Banco Central y del Comité de
Inversiones Extranjeras, del coordinador de derechos humanos del Ministerio de Justicia, de ex
presidentes y miembros del Consejo de Defensa del Estado y de connotados juristas y profesores
de derecho. A todos ellos agradecemos sus valiosas contribuciones.
Como resultado de nuestras investigaciones, del intercambio de ideas con los asistentes a nuestros
encuentros y de las presentaciones de las reparticiones intervinientes, hemos preparado este trabajo
que describe la situación vigente, sus riesgos y sus carencias; recogimos la legislación aplicable a
las instituciones públicas que pueden intervenir en estos procesos; recopilamos los litigios más
recientes; revisamos la organización de otros países, señalamos la falta de expertos nacionales en
litigios internacionales y la ausencia de jueces chilenos en las cortes internacionales y, finalmente,
planteamos una propuesta para reorganizar tanto la coordinación de estos procesos como el
establecimiento de una agencia permanente.
La institucionalidad para la defensa de los intereses del Estado se hace también extensiva y más
necesaria debido al amparo y protección diplomática que merecen los nacionales y sus intereses
en el extranjero por medidas adoptadas por otro estado en violación de estándares mínimos del
derecho internacional relacionados con derechos de extranjeros (en materia de derechos humanos,
compensaciones por abusos masivos y sobre personas y empresas). El amparo diplomático a
inversiones nacionales en el exterior cobra especial importancia, considerando que las inversiones
chilenas en el extranjero superan los US$ 60 MM.
La solución planteada, en lo esencial, cabe dentro de la facultad reglamentaria del Presidente de
la República, encargado constitucionalmente de dirigir las relaciones internacionales de la nación.
Implica fortalecer las facultades de coordinación de la Cancillería en todos los contenciosos que se
tramiten en el exterior y que estime que puedan afectar las relaciones internacionales.
6
Mantiene en la Cancillería las responsabilidades actuales y que le son propias de la defensa de la
soberanía territorial y jurisdiccional ante las Cortes Internacionales, las provenientes de demandas
laborales y de sus proveedores locales en sus misiones en el exterior, las derivadas de tratados
internacionales relativos al comercio internacional y con facultades para intervenir en todos los
juicios que afecten las relaciones internacionales.
La responsabilidad en el resto de las demandas patrimoniales en contra del Estado que se tramiten
en el exterior y que comprometan el patrimonio del Estado y de sus empresas se propone asignarla
al Consejo de Defensa del Estado, salvo la competencia del Banco Central que, por su autonomía
constitucional, mantiene sus facultades pudiendo delegar las defensas en el Consejo. En esta tarea,
el Consejo podrá delegar en el Comité de Inversiones Extranjeras la defensa de las demandas de
inversionistas extranjeros en contra del Estado de Chile y tendrá atribuciones para participar en las
definiciones de líneas y estrategias de defensa.
La propuesta de resolver por la vía reglamentaria la actual ausencia de una agencia permanente
para estos efectos obedece a la urgencia de contar con una institucionalidad apropiada y de
controlar los crecientes y evidentes riesgos para los intereses nacionales de la falencia presente. Es
una necesidad nacional de la mayor importancia. Lo óptimo es que, seguidamente, se elabore un
proyecto de ley que fortalezca ese ordenamiento, ya sea consolidando la propuesta anterior o bien
optando, como sucede en otras naciones, en una instancia como el Consejo Nacional de Seguridad
de los Estados Unidos, o en la Secretaría de la Presidencia de la República.
Hernán Felipe Errázuriz
Presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales
Santiago, 2 de septiembre de 2013
7
1. Diagnóstico
Nuestro ordenamiento jurídico no contempla una institucionalidad o agencia permanente que
asuma y concentre la defensa de los intereses patrimoniales del Estado de Chile ante tribunales
internacionales, excepto para: las disputas territoriales, radicadas en el Ministerio de Relaciones
Exteriores (RR.EE.), con la asesoría externa que él determina según el caso.
- La globalización e inserción internacional del país y el aumento de la jurisdicción internacional,
sumados a interpretaciones más restrictivas de inmunidad soberana de los activos de los
Estados, incrementan los litigios que puedan afectarles.
- La asignación de responsabilidad a los Estados está experimentando un incremento
importante en la doctrina y en la jurisprudencia internacional.
- Los campos o áreas del derecho en que se presentan litigios son variados y diferentes,
pero se repiten (comerciales de Estado a Estado y con particulares; de inversionistas
extranjeros con el Estado; laborales y previsionales; de proveedores extranjeros; derechos
humanos; ambientales, etc.).
No se han atribuido de manera explícita facultades a alguna autoridad, diferente del
Presidente de la República, para decidir; ni se cuenta con una institucionalidad encargada
para enfrentar casos jurisdiccionales que se gestan y llevan en el exterior, comúnmente
sin anticipación. La defensa se encara caso a caso, sin previa preparación ni coordinación.
2. Definición
Se recoge el concepto de interés patrimonial en sentido amplio: no solo comercial, sino también
económico, cuya consecuencia afecte al Estado de Chile, o a su economía, sea al país en general
como al fisco propiamente tal o a órganos estatales con patrimonio propio o a empresas en que
tenga participación1.
3. Protección diplomática en reclamaciones de particulares
La institucionalidad que se disponga para la defensa de los intereses del Estado ante tribunales
internacionales y extranjeros es válida para el amparo o protección diplomática a nacionales por
medidas adoptadas por otro estado en violación de estándares mínimos del derecho internacional
relacionados con derechos de extranjeros (en materia de derechos humanos, compensaciones
por abusos masivos, y sobre personas y corporaciones). El derecho internacional contempla dicha
protección en que el Estado reemplaza o coadyuva al particular afectado. Hay debate sobre la
discrecionalidad del Estado para intervenir y sobre los alcances del agotamiento de los medios
locales, como requisito previo a su intervención, con la salvedad de que tal agotamiento en algunos
casos puede desecharse por ser inútil2.
1. El decreto ley N° 2.349, de 1978, que autoriza al Estado de Chile y a sus organismos, instituciones o empresas a sujetarse al derecho extranjero y renunciar a la
inmunidad de ejecución, define a estos en el art. 3° como “todo servicio público, institución fiscal o semifiscal, centralizada o descentralizada, empresa del Estado
y, en general, todo organismo autónomo creado por ley como, asimismo, toda empresa, sociedad o entidad pública o privada en que el Estado o sus empresas,
sociedades o instituciones, centralizadas o descentralizadas, tengan aportes de capital, representación o participación superiores al 50% del capital social”. Este
texto legal completo se incluye en el anexo II.
2. “Informe de la Asociación del Derecho Internacional sobre la Conferencia de Toronto 2006: Protección diplomática a personas y propiedad”.
8
4. Relevancia
La experiencia muestra efectos y riesgos reales de importancia, y se coligen efectos potenciales
de magnitud.
5. Situaciones no previsibles
En estas situaciones, el Estado presenta debilidades, que pueden ser definidas como carencias y que colocan
a Chile en desventaja respecto de otros estados que cuentan con una institucionalidad para estos fines:
- entidad permanente, experta en litigios internacionales;
- política de Estado, no dependiente de un gobierno;
- capacidad de anticipación, planificación, coordinación y estudios;
- estrategias y parámetros;
- capacidad de detección de inflexibilidad e ineficiencia;
- memoria, experiencias y precedentes, y
- formación de especialistas nacionales para la defensa y presencia en tribunales
en el exterior.
6. Situación actual: ausencia de una entidad permanente; dispersión,
descoordinación y proyectos de ley en trámite
Las atribuciones que tienen algunas entidades estatales para actuar y defender los intereses del
Estado son acotadas3.
6.1. Consejo de Defensa del Estado
Si bien la letra de su ley orgánica le encomienda al Consejo de Defensa del Estado (CDE) la defensa en
juicio sin distinguir entre tribunales nacionales y tribunales en el extranjero, no tiene una estructura
para atender estos litigios, y tampoco cuenta con atribuciones para coordinar entes como las
misiones de Chile en el extranjero. Por eso, en la práctica, ha estado ausente en los juicios contra
el Estado que se llevan fuera del país.
Las normas existentes tampoco implican una dedicación, en forma permanente, a los juicios en el
exterior4.
3. En el anexo II se transcriben los preceptos legales atinentes a este memorándum.
4. En “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, de la presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008, se constata que, de
los ordenamientos de trece países revisados (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica Ecuador, El Salvador, España, EE.UU, Guatemala, Panamá, Perú, Uruguay
y Venezuela), en diez de ellos sus entes de defensa litigiosa del Estado tienen normas análogas a las del CDE, en el sentido de que no especifican ante cuáles
tribunales ejercen sus facultades litigantes, en tanto en tres de ellos (Argentina, Ecuador y España) consideran expresamente la participación del respectivo
órgano en litigios en el exterior: (i) en Argentina su organismo de defensa patrimonial cuenta con un área de asistencia para la defensa arbitral, que elabora
estrategias y lineamientos para la etapa de negociación amistosa con inversionistas extranjeros y en procesos de solución de controversias derivados de la
aplicación de tratados bilaterales, y un área que representa al Estado ante el CIADI, UNCITRAL y la Cámara de Comercio Internacional; (ii) Ecuador consulta la
intervención del órgano respectivo de defensa del Estado en cualquier juicio o reclamo que se plantee en otro Estado, sin perjuicio de la representación de sus
misiones diplomáticas, y (iii) en España, la Abogacía General del Estado representa y defiende al Estado en el extranjero, explícitamente, y, en forma adicional,
menciona su injerencia ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas y la Comisión
y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
9
6.2. Ministerio de Relaciones Exteriores
El Ministerio de Relaciones Exteriores, que coordina y ejecuta la política exterior (que conduce el
Presidente de la República), tiene a su cargo las demandas territoriales ante la Corte Internacional
de Justicia y ante los paneles de la Organización Mundial de Comercio por trabas y subsidios al
intercambio. A la vez, la Cancillería ha intervenido en litigios sobre inmunidad soberana, como fueran
la extradición del ex presidente Augusto Pinochet y el caso Azeta, en que se pretendió embargar
un buque de la Armada.
Está dirigiendo, por medio de su Dirección de Personal y Desarrollo Organizacional, la defensa ante
demandas de proveedores de bienes y servicios extranjeros, y las laborales y previsionales del personal
local en sus misiones diplomáticas, con evidentes limitaciones para adoptar acuerdos extrajudiciales
(el M. de RR.EE. ha solicitado y se encuentra en trámite en la Cámara de Diputados un proyecto de
ley5 en virtud del cual, previo informe favorable del CDE, se permitirán esas transacciones en litigios
pendientes y se podrán precaver litigios eventuales en materias del trabajo).
Como se señaló, también la Dirección General de Relaciones Económicas se encarga de los casos
entre Estados ante la OMC y ante los tribunales estipulados en los Tratados de Libre Comercio 6.
Por su parte, la Dirección de Derechos Humanos de RR.EE. conduce las defensas ante la Comisión y
la Corte Interamericanas de Derechos Humanos, con la asesoría técnica del Ministerio de Justicia de
manera provisional. Sin embargo, esa Dirección carece de las facultades para recabar información
y de la coordinación necesaria, y tampoco tiene personería para intervenir en los juicios nacionales
que pueden ser recurridos al sistema de derechos humanos, falencias que se han experimentado
en los juicios que se presentan en el sistema interamericano, donde los demandantes pueden ser
personas naturales.
Atentan contra la especialización en materia de derechos humanos las destinaciones periódicas
de los funcionarios de RR.EE., con criterios más bien de asignación regional y no temáticos, aparte
de que esa materia no es propiamente diplomática, y son muy técnicos, de un área diferente, y
evidentemente litigiosos, pero que sí pueden tener implicancias en la política exterior7, consecuencias
en políticas públicas y repercusiones económicas a través de medidas cautelares que pueden
impedir emprendimientos, particularmente en las áreas mineras y energéticas, como ha ocurrido
en Brasil y Perú.
5. Mensaje N° 541-360, de 1° de marzo de 2013; también en Boletín N° 8853-10 del Congreso Nacional.
6. Actualmente, hay 22 Tratados de Libre Comercio vigentes, con 60 países, nueve de los cuales contienen normas sobre protección de inversiones. Además, hay
39 Acuerdos de Protección de Inversiones con mecanismos de solución judicial de controversias que implican la comparecencia del Estado.
7. La injerencia de RR.EE. en materias especializadas de la política exterior propiamente tal se asemeja al papel que cumple, por ejemplo, respecto de la UNESCO
(Educación), FAO (Agricultura), OMS (Salud), OIT (Trabajo y Previsión Social), etc., las cuales requieren una expedición técnica especializada y distinta.
10
6.3. Ministerio de Justicia
El apoyo técnico del Ministerio de Justicia en demandas sobre derechos humanos obedece a una
decisión político-práctica transitoria, que cesará8. Con todo, Justicia carece de facultades para dirigir
y ser activo.
El Ministerio de Justicia ha anotado que Chile tiene, comparativamente, pocos casos en derechos
humanos, pero observa que están en aumento y, a veces, el país está expuesto en la Corte Interamericana
de Derechos Humanos a “avances” o experimentos para establecer jurisprudencia siguiendo la
del tribunal europeo. Incluso, en esa Corte se está generando un contenido, un ius cogens, que no
está en los tratados ratificados, con carácter y efecto obligatorios, y que están siendo recogidos
directamente por la Corte Suprema chilena.
Hay, asimismo, una evolución interna en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, reflejada
en la modificación de sus normas reglamentarias. Antes, las demandas se resolvían en su inmensa
mayoría en la Comisión, que retenía la materia en su informe de fondo, sin pasarla a la Corte. Pero
ahora están pasando por defecto a la Corte (lo que incrementará los casos), donde los Estados
son condenados casi por definición. Además, los montos de reparación pecuniaria, desde penas
simbólicas, están aumentando drásticamente.
No siempre la legislación nacional está en sintonía con la internacional. Por eso, se requiere la
colaboración directa entre de Justicia y Cancillería (argumentos adecuados en el derecho interno
podrían tener mal resultado en tribunales en el exterior).
Otra situación relevante es la poca acuciosidad en alegar oportunamente la inadmisibilidad de
casos, omisión que ha permitido juicios que nunca debieron estar en ese Sistema Interamericano.
Falta prevención.
Se presenta la imposibilidad de llegar a acuerdos amistosos convenientes en la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, porque el CDE exige que haya una sentencia definitiva.
La implicancia del tema de derechos humanos también tiene repercusión en materias de inversiones
y de otras políticas públicas9.
Llama la atención la falta de ley que regule la tramitación del cumplimiento o ejecución de sentencias
de tribunales internacionales y extranjeros contra el Estado.
8. Se encuentra en trámite en el Senado un proyecto de ley que crea la subsecretaría de derechos humanos (Boletín N° 8207-07), la cual, una vez que entre en sus
funciones de promover los derechos humanos, dejará de prestar esta colaboración técnica de defensa en juicio a RR.EE.; solo podrá colaborar en el cumplimiento
de acuerdos amistosos y, en su caso, en la ejecución de una transacción o sentencia.
9. Entre otros, Pascua Lama, en temas de aguas, y Lonkos en materia de tierras.
11
6.4. Banco Central de Chile
El Banco Central de Chile, por su parte, está facultado legalmente para requerir la intervención del
CDE en juicios en que sea parte o tenga interés el Banco y exista un interés público comprometido.
En la práctica, dada su autonomía de rango constitucional, el Banco Central ha procedido sin la
intervención del CDE y sin coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores en sus litigios
en el exterior.
6.5. Comité de Inversiones Extranjeras
El Comité de Inversiones Extranjeras (CIE) como tal no tiene facultades expresas para ser litigante,
sino solo aquellas de denunciar delitos o infracciones de que tome conocimiento.
En 1997, se encomendó al CIE, por una orden presidencial, la coordinación de la representación del
Estado en los juicios arbitrales en materia de inversión, particularmente ante el CIADI; dados los
acuerdos de promoción y protección de inversiones, que imponen ciertos estándares de protección
y mecanismos de solución de controversias, con sujeción a principios no claramente definidos ni
acotados, como los conceptos de trato justo y equitativo. En 2004, esta coordinación pasó a una
unidad especial del Ministerio de Economía, pero se devolvió al CIE en 2011.
El CIE dispone de un programa presupuestario para contratar la defensa (liderada por abogados
extranjeros con apoyo de abogados chilenos) y para solventar costas procesales y gastos administrativos.
El CIE plantea la necesidad de unificar tanto los recursos humanos como económicos para la
defensa patrimonial del Estado. Pero observa la conveniencia de determinar si esa unificación será
de coordinación o derechamente de asunción de la defensa en juicio, en litigios que son de diversa
índole: materias civiles, laborales, previsionales, comerciales, inversiones; y ante tribunales diferentes:
locales extranjeros y tribunales internacionales.
- No hay una autoridad chilena experta que centralice la defensa o la coordinación de la
defensa en litigios seguidos en el exterior.
6.6. Política de Estado, no dependiente de un gobierno
Muchas de las defensas de Chile ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos encomendadas
por el Estado lo son por la autoridad política, lo que plantea la cuestión de lealtad del abogado
litigante, que debe ser para con el Estado y no con el gobierno que lo contrató. El abogado de
Chile es abogado de parte en el juicio, por lo que debe defender sus intereses permanentes y no
necesariamente los que estime del gobierno en ejercicio o del que encargó la defensa.
- Necesidad de un sistema de defensa de los intereses patrimoniales permanentes de
Chile, que se oriente al interés de Chile como país y que no dependa de voluntades de
las autoridades políticas, sino de una estructura definida legalmente, con la flexibilidad
adecuada en las distintas áreas de discusión y jurisdicciones.
12
6.7. Planificación, coordinación y estudio
La falta de una autoridad estable impide una planificación conveniente de todos los recursos
necesarios para una defensa adecuada; la coordinación debida de los órganos estatales pertinentes;
la recopilación y clasificación de antecedentes; el seguimiento de casos y de tendencias, y la
producción de estudios y la preparación oportuna de informes.
- Debe romperse la línea de incertidumbre, de sorpresa e improvisación.
6.8. Estrategias y parámetros
El cuadro anterior, de falta de una autoridad que reúna y concentre la materia, también es un
obstáculo para el diseño oportuno de parámetros o protocolos y líneas de estudio y acción que la
experiencia indique como convenientes, y de estrategias de anticipación y de defensa.
- Una defensa oportuna requiere diseños previos de defensa (actualización de jurisprudencia,
doctrina, tendencias), sin perjuicio de su adecuación concreta al caso.
6.9. Rigidez e Ineficiencia
Solo el CDE está facultado legalmente para transigir, pero su práctica, muy asentada en el derecho
interno, exige sentencia firme, lo que obliga, para los casos en el exterior, a asumir el riesgo mayor,
al costo de prolongar juicios agotando recursos procesales, como los laborales contra embajadas
y consulados.
- La imposibilidad de llegar a acuerdo amistoso con la contraparte en un litigio ante
jurisdicciones en el exterior expone al Estado a correr el mayor riesgo y a soportar costos
mayores.
6.10. Formación de especialistas en distintas áreas de litigios en el
exterior
El país cuenta con internacionalistas experimentados, casi todos más concentrados en disputas
territoriales o entre privados. En otras áreas, en lo que interesa a la defensa patrimonial del Estado, los
internacionalistas se vinculan más al ámbito académico, pero muy pocas universidades consideran
esta disciplina.
- Es aconsejable atender a la formación de especialistas en litigios internacionales en que
esté envuelta la responsabilidad patrimonial del Estado.
- La falta de especialistas nacionales afecta también a la presencia en las cortes internacionales
de jueces chilenos10.
10. No hay un juez chileno en la Corte Internacional de Justicia desde 1955, en que terminó sus funciones el internacionalista don Alejandro Álvarez J.
13
7. Conclusión preliminar
7.1. Creación de la función
Definir la función de defensa patrimonial del Estado, sus organismos y empresas, ante jurisdicciones
internacionales o extranjeras.
Entre las responsabilidades de esta función debieran incluirse:
- Recopilar y clasificar antecedentes de casos en que Chile ha sido parte;
- Anticipar riesgos, mediante informes jurídicos para abordar posibilidades de embargos
y responsabilidades internacionales del Estado, y hacer el seguimiento de situaciones que
pudieren judicializarse contra Chile, con el objeto de prevenirlas, así como seguir casos que
pudieren ser análogos o parecidos a eventuales situaciones que nos afecten;
- Coordinar la actividad de distintos órganos del Estado que sean útiles a su defensa
patrimonial;
- Asumir la dirección y la coordinación de la defensa judicial de los intereses patrimoniales
de Chile ante jurisdicciones en el exterior, para lo cual coordine, resuelva y ejecute, y pueda
contratar a especialistas en Chile y en el exterior;
- Participar en litigios internacionales en que se vea comprometido el interés o la seguridad
nacional y las relaciones exteriores;
- Orientar sobre las necesidades de formación de especialistas, y
- Asumir la responsabilidad de rendir cuenta de estas defensas.
Las limitaciones a esta función se presentan en todos aquellos asuntos que incidan sustancialmente
en la política exterior y las relaciones internacionales de Chile, donde la injerencia y dirección de
RR.EE. es fundamental.
7.2. Determinación del órgano
Descartada la situación actual de ausencia de una institucionalidad para la defensa de los intereses
patrimoniales del Estado ante tribunales extranjeros o internacionales, así como descartada la
dispersión de órganos competentes, se divisan diversas opciones para que el Estado cuente con
un cuerpo colegiado especialista en litigios en el exterior.
8. Creación de una unidad coordinadora
8.1. Entidad nueva autónoma creada por decreto supremo
Primero, bien se puede crear, mediante decreto supremo, un cuerpo de personas, funcionarios o
no, y adscribirle una oficina estatal. Pero carecería de facultades para convocar a especialistas, y
para dirigir autónomamente los trabajos y acciones necesarias.
Este primer camino requeriría una definición sobre su vinculación con la autoridad administrativa
(Presidente de la República y Ministerios) y sobre su financiamiento.
14
Sin embargo, tiene debilidad respecto de la asignación de responsabilidades y la correspondiente
rendición y exigencia de cuentas. Además, las labores deben ser remuneradas, más aún si ellas son
permanentes, como se requiere para estos asuntos, lo que las adscribiría a un ministerio o servicio
centralizado, con el presupuesto necesario.
8.2. Ente litigante nuevo creado por ley
En segundo término, requeriría ley la atribución de la defensa patrimonial del Estado a un ente o
cuerpo permanente y nuevo.
La existencia de un órgano litigante autónomo y nuevo obedecería a que, aparte de las diferencias de
jurisdicciones que implica la defensa en el exterior, el colegio directivo del CDE importa especialidades
y orientación acentuadas en el derecho interno, que podrían distraerse. En tanto, un órgano nuevo
especializado en jurisdicciones extranjeras e internacionales debiera tener una conformación o
integración ajustada a esa condición, y lógicamente resulta menos unívoco, más variado, y con
contingencias diferentes.
En todo caso, un órgano para la defensa en litigios en el exterior tendría el límite de lo relacionado
con la misión del Ministerio de RR.EE.
8.3. Consejo de Defensa del Estado
Y, en tercer lugar, la asignación de esta función al Consejo de Defensa del Estado no requeriría de ley,
pues, a pesar de que tradicionalmente se ha concentrado en el derecho interno, posee atribuciones
para asumir estos intereses ante jurisdicciones en el exterior porque su ley orgánica no distingue
ante qué tribunales debe defender judicialmente al Estado (arts. 2, 3 y 18 números 1 y 211).
El CDE es autónomo y experto en litigios con efectos patrimoniales, dispone de infraestructura
material y tecnológica apropiada, y potencialmente de la capacidad adecuada. Ha desarrollado una
doctrina de defensa fiscal coherente, y mantiene un estricto apego a principios de representación,
como el control y secreto profesional.
Sin embargo, su tradicional dedicación exclusivamente al derecho interno requeriría una adaptación
frente al derecho internacional, que ha experimentado una tendencia muy amplia.
Históricamente, el CDE ha actuado con independencia de los intereses de los gobiernos y de los
particulares, siempre distinguiendo los intereses permanentes de Chile de aquellos cambiantes de
los gobiernos.
La asunción de la materia por el CDE requeriría la creación de una unidad nueva en él, la cual,
probablemente, quedaría bajo la tuición o supervigilancia del presidente del mismo. Necesitaría
un programa de financiamiento presupuestario suplementario.
11. Las normas pertinentes de la ley orgánica del CDE se incluyen en el anexo II.
15
8.4. Ministerio de Relaciones Exteriores
Cualquiera sea la opción que se decida, no corresponde sino asentar la función primordial de la Cancillería,
sea en la defensa de la soberanía territorial, sea en los litigios relativos al comercio internacional,
como en los correspondientes a sus misiones en el exterior y, desde luego, lo concerniente a la
coordinación en aquellas reclamaciones y juicios que comprometan las relaciones internacionales.
9. RECOMENDACIONES
9.1. Se consideran los dos pasos iniciales siguientes: uno, de parte
del Consejo de Defensa, y otro, consistente en un decreto supremo
1) Que el CDE, como órgano descentralizado y autónomo, (i) adopte un acuerdo en que
declare la necesidad de crear una unidad interna que se aboque a las funciones antes
señaladas; (ii) el CDE comunica ese acuerdo al Presidente de la República, con sus antecedentes
y fundamentos, y (iii) para cuyo financiamiento solicita crear el programa presupuestario
respectivo.
2) Un decreto supremo del Presidente de la República, con referencia a la ley orgánica
de ministerios y, en especial, a la ley orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores12, y
considerando las funciones de este concernientes a las materias involucradas, especialmente
las del art. 1° de esa ley orgánica, señale que la coordinación de la defensa en el exterior de
los intereses patrimoniales del Estado de Chile se realizará por el Ministerio por intermedio
de su Dirección General de Relaciones Económicas y de su Dirección de Asuntos Jurídicos,
dependiendo de la naturaleza de los asuntos, oficinas que, para tal efecto, se vincularán
con la repartición del Consejo de Defensa del Estado que asuma las causas respectivas,
así como, en su caso, con el Comité de Inversiones Extranjeras.
Los pasos anteriores debieran ser seguidos por la materialización de los mismos, mediante (i) la
creación de la partida presupuesta necesaria por la Dirección de Presupuesto e incluirse en el
proyecto y ley anual de presupuestos de la nación; (ii) la debida comunicación entre el Ministerio
12. Del D.F.L. N° 161, de 1978, Estatuto Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores:
“Art. 1°. El Ministerio de Relaciones Exteriores es el Departamento de Estado encargado de la planificación, dirección, coordinación ejecución, control e
información de la política exterior que formule el Presidente de la República.
En consecuencia, le corresponderá, entre otras materias, coordinar las actividades de los distintos Ministerios y Organismos Públicos en aquellos asuntos que
inciden en la política exterior e intervenir en todo lo relacionado con la determinación y demarcación de las fronteras y límites del país, así como en todas las
cuestiones que atañen a sus zonas fronterizas y a sus espacios aéreos y marítimos y a la política antártica, en general.
Art. 16°. La Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales es un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores, dependiente del
Subsecretario, cuya misión es asesorar al Ministerio en materias económicas internacionales y ejecutar la acción económica exterior.
Este organismo se regirá por su ley y reglamento, y será el sucesor legal de la Secretaría Ejecutiva para Asuntos de la ALALC.
Art. 23. A la Dirección de Asuntos Jurídicos corresponde la elaboración de informes sobre materias que competen al Ministerio de Relaciones Exteriores, tanto en
Derecho Internacional como en Derecho Interno.
Atenderá, además, las consultas que sobre aspectos jurídico-administrativos le formulen las autoridades del Ministerio.”.
16
de Relaciones Exteriores y el Consejo de Defensa del Estado para concretar la forma en que se
coordinará la defensa patrimonial, y (iii) la creación por el CDE de la respectiva unidad interna, como
nueva agencia permanente para los juicios en el exterior.
9.2. Becas y especialización en derecho internacional
Para abordar la falta de especialización en derecho internacional, se sugiere que, en el programa de
becas al exterior del Ministerio de Educación, se disponga de facilidades especiales para abogados
que obtengan ingreso a las universidades extranjeras más prestigiadas en esta materia.
A la vez, la virtual ausencia de jueces nacionales en tribunales internacionales debe ser considerada por
la Cancillería dentro de las prioridades de negociación de candidaturas en organismos internacionales.
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Institucionalidad para la
defensa de los intereses del
Estado de Chile ante los
Tribunales Internacionales
y Extranjeros
DIAGNÓSTICO Y PROPUESTAS
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ANEXO I
Transcripción reunión “Defensa de los intereses de Chile ante los
tribunales internacionales y extranjeros”
Sesión del 28 de junio de 2013
Hernán Felipe Errázuriz, presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales.
Buenos días y muchas gracias a todos por asistir y contribuir al trabajo que nos convoca.
Quiero partir introduciendo el tema y explicar el origen de esta iniciativa. A raíz de la demanda
marítima peruana ante la Corte Internacional de La Haya, en reuniones del Consejo y en el diario
El Mercurio, detectamos que Chile carecía de una agencia permanente para la defensa de los
intereses del Estado en tribunales en el exterior. El director del Consejo, Cristián Zegers, nos alentó
a investigar y plantear alternativas para solucionar esta falencia. Ese es el motivo de este encuentro
y de nuestros futuros trabajos.
Mi experiencia en y fuera del sector público y en varios litigios internacionales en que participara
directa o indirectamente, es que la defensa de los intereses nacionales ante tribunales extranjeros
se organiza en forma casuística y, en algunos casos, con gran improvisación y sin garantizar la
continuidad, debido a que no hay un sistema ni una instancia única y permanente para atender a
estos juicios.
En los dos juicios en contra del gobierno de Cuba -por no reembolso de azúcar pagada y no entregada
y por la no restitución de un crédito al Banco Central de Cuba- la defensa la asumió con éxito el
Banco Central de Chile y gracias a su autonomía pudo cobrarse más de US$ 50 millones. Recuerdo
la resistencia de nuestra diplomacia en 1990 para la ejecución forzada de la sentencia. En cambio,
fue la embajada de Chile en los Estados Unidos la que tuvo a su cargo la defensa de la demanda
para fijar derechos compensatorios a las exportaciones de cobre en 1987, y de otra demanda en la
que se embargó un avión de LAN cuando era empresa estatal. Por otra parte el gobierno de Chile
se alejó y no hubo continuidad en la demanda civil de indemnización de perjuicios interpuesta por
la Asociación de Exportadores por el embargo a la fruta proveniente de la supuesta existencia de
dos uvas envenenadas en 1988. En el caso de la defensa de los embargos del cobre, el presidente
Allende creó una comisión especial de reputados abogados del Consejo de Defensa del Estado,
entre ellos Eugenio Valenzuela Somarriva, aquí presente. Tal vez, salvo las defensas en litigios por
problemas limítrofes, siempre correctamente a cargo de la Cancillería, aquel fue el único caso bien
estructurado que contó con un sistema definido de apoyo. En el curso de las exposiciones veremos
cómo las demandas de inversionistas extranjeros en contra del Estado se radicaron en el Ministerio
de Economía y últimamente en el Comité de Inversiones Extranjeras. Asimismo, los juicios sobre
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derechos humanos ante el sistema interamericano de derechos humanos fueron radicados en el
Ministerio del Interior y ahora en el de Justicia, aunque siempre bajo la supervisión de la Cancillería.
Este preámbulo es para graficar cómo todo este cuadro se contrapone con juicios que son predecibles,
como es el caso de temas limítrofes, donde la Cancillería se presenta organizada, conoce en forma
más o menos precisa la fecha en que se va a presentar una demanda en contra del país, y donde
existe en su entorno toda una planificación y continuidad. Sin embargo, con la ampliación de la
jurisdicción internacional, las cosas han cambiado sustancialmente y han surgido riesgos inevitables
producto de la globalización. Chile así lo ha asumido con la suscripción de tratados internacionales
que reconocen competencia a tribunales extranjeros en intereses del Estado. Por de pronto, en 1978,
se dictó el decreto ley N° 2.349, sobre inmunidad de ejecución en los contratos internacionales del
sector público. Esa ley, de uso frecuente y que elaboramos en el Banco Central con la ayuda de
don Julio Philippi y Guillermo Pumpin, declara válidos los pactos destinados a sujetar al derecho y
a tribunales extranjeros los contratos internacionales relacionados con negocios que se celebren
por empresas y organismos internacionales con el Estado, sus organismos y empresas. Más adelante
hemos suscrito tratados de protección de inversiones que entregan al arbitraje internacional la
solución de las diferencias entre el Estado de Chile y los inversionistas extranjeros. A ello se suman
más de 22 tratados de libre comercio con 60 naciones que contemplan mecanismos arbitrales
para la solución de controversias comerciales. Luego han surgido derivaciones patrimoniales para
el Estado de sus obligaciones dentro del sistema de protección de los derechos humanos, también
sometidas a la jurisdicción internacional.
Es cierto que Chile, debido a la política de Estado de cumplir con todos su compromisos internacionales y
por su solvencia financiera, está meno expuesto que otros países al riesgo de demandas internacionales,
como lo ha estado Argentina por ejemplo, sometida a embargos y numerosos juicios en el exterior,
que derivaron en el embargo de su buque escuela y que le impiden a su presidenta viajar a algunos
países en su avión presidencial.
Con estos antecedentes, nos propusimos revisar los principales juicios internacionales más recientes,
aprovechando un trabajo del Consejo de Defensa del Estado, que nos facilitó el ex presidente del
Consejo de Defensa del Estado don Carlos Mackenney. Previamente a este encuentro, nos reunimos
con los cuatro representativos expositores que me seguirán, para ver la forma de abordar nuestra
inquietud sobre la ausencia de una institucionalidad en esta materia. Por mera coincidencia, en
una reunión de ex cancilleres con el Presidente Piñera para tratar la demanda boliviana, levanté la
inquietud y le informé de este proyecto, ante lo cual no solo puso atención, sino que anotó en un
cuaderno y fijó fecha para que le hiciéramos entrega de las conclusiones en los próximos 90 días.
En el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales, creemos que este es tema de importancia
para el país, y hemos tenido la suerte de encontrar una excelente colaboración tanto en el Comité
de Inversiones, como en la Cancillería, el Ministerio de Justicia y del Consejo de Defensa del Estado,
que comparten nuestra inquietud. De ahí la presencia de quienes nos acompañan en la testera esta
mañana. Debo agregar que esta inquietud no es nueva, porque la misma preocupación se tuvo,
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aun cuando no se avanzó mucho, cuando se dictó la ley sobre inmunidad soberana, el decreto
ley N° 2.349 a que me he referido. Entonces los riesgos patrimoniales de Estado los veíamos en
las empresas estatales con actividades internacionales, como Codelco, el Banco Central y el Banco
del Estado, que cuentan con cierta experiencia y flexibilidad para defenderse. Desde entonces, la
situación ha cambiado enormemente y la jurisdicción internacional es muy distinta a la que había
en esa época.
Antes de oír a nuestros expositores y de recibir la opinión de este selecto auditorio de prestigiosos
abogados y académicos que nos acompañan, quiero recalcar que hay situaciones muy claras que no
merecen cambiar los procedimientos vigentes: es el caso de la defensa soberana, no solo territorial
del país, donde la Cancillería funciona bien y está preparada; también otros casos muy especializados,
como ante la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, cuando hay que plantearse en los
paneles donde también hay una cierta especialización y una dimensión económica preponderante
que sirve en propiedad la Dirección Económica de la Cancillería. Pero hay un campo enorme que
no es tan claro para litigios en el exterior que está indefinido. Un caso discutible es el rol del Comité
de Inversiones Extranjeras en los procesos ante el CIADI.
Lo que complica, veo yo, es que en la actual institucionalidad existente en el país no hay continuidad
ni claras responsabilidades, y no se cuenta con un cuerpo jurídico permanente del Estado para estos
fines. Lo que más ha preocupado es que el Consejo de Defensa del Estado, que es un organismo
de tradición permanente, con experiencia, no se ha visto involucrado, salvo excepcionalmente,
como decía en los casos en que colaboró Eugenio Valenzuela, donde en realidad fueron consejeros
del Consejo quienes participaron, pero en general la institución como tal no tuvo ni ha tenido
participación en los juicios internacionales del Estado de Chile.
También nos preocupa la falta de internacionalistas en el país que puedan asumir estos litigios,
seguramente por la baja prioridad de las universidades por desarrollar esa disciplina y porque en las
miles de becas públicas no se ha dado preferencia para estimular la preparación de abogados en el
exterior para estos fines. Esta falencia tiene una consecuencia adicional: no tenemos jueces chilenos
en la Corte Internacional de Justicia desde 1955 cuando terminó el período de don Alejandro Álvarez,
el único magistrado chileno que se ha desempeñado en ese cargo. Chile debería tener juristas con
más presencia en los foros, práctica, academias y cortes internacionales, y menos improvisación en
la organización de la defensa de sus intereses en los tribunales extranjeros.
En fin, dicho esto, tenemos pensado intervenciones breves de los cuatro expositores invitados, que son don
Sergio Urrejola, presidente del Consejo de Defensa del Estado; el embajador Hernán Salinas, director de
Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores; don Milenko Bertrand-Galindo, asesor del Ministerio
de Justicia, y don Carlos Dettleff, fiscal del Comité de Inversiones Extranjeras, para posteriormente pasar a un
intercambio de ideas con nuestros invitados. Ofrezco la palabra a don Sergio Urrejola para iniciar la sesión.
Sergio Urrejola Monckeberg, presidente del Consejo de Defensa del Estado. Gracias, Hernán Felipe, por la
presentación. Yo creo que este es un tema de mucho interés. Es de interés porque tenemos que preguntarnos,
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dentro de las cosas que planteó el presidente, ¿quién defiende los intereses de Chile en el exterior? ¿Quién
es responsable con posterioridad del juicio que se siguió? Cuando se produce un problema, un conflicto,
¿qué autoridad es la que va resolviendo y coordinando cada uno de estos problemas? ¿Cuál es el costo?
Resulta ineludible, entonces, dilucidar cuál es la defensa de los intereses de Chile ante los organismos
y tribunales transnacionales, y fijarnos dónde está el mayor cúmulo de juicios hoy día, que de
hecho es ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, aunque existen otros juicios que
tiene el Ministerio de Relaciones en contra de distintas embajadas. Los procesos ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos son causas promovidas por chilenos que alegan violación
de sus derechos fundamentales y, por qué no decirlo desde ya, en la mayoría de estos casos, los
procesos han resultado condenatorios. La inquietud tiene sentido porque en la actual organización del
Estado no existe un organismo autónomo especializado que lo represente en las distintas instancias,
como tampoco acontece en otros casos como en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones, CIADI; en la Corte Interamericana de Justicia, en la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, en los asuntos sometidos a arbitraje internacional, y en todos los juicios
sobre asuntos laborales que tienen las embajadas donde el Consejo de Defensa del Estado no
puede coordinarse con las respectivas misiones diplomáticas porque no tiene atribuciones para ello.
En la actualidad, creo que en los procesos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se
ha comparecido a través de abogados designados por la autoridad política, lo que necesariamente
me lleva a plantear el tema de que dichos abogados, en muchas de las ocasiones, al parecer, no
son abogados del Estado, sino simplemente abogados del gobierno de turno, lo cual no es una
cuestión de poca relevancia, dado que la abogacía del Estado exige que se defiendan los intereses
del mismo más allá de las diferencias propias que puedan existir entre los diversos gobiernos. El
abogado del Estado debe ser un abogado de parte, que debe defender a su representada y, como
se señala siempre en el Consejo de Defensa, no hay causa que no pueda ser defendida de alguna
forma. Y eso creo que es muy importante porque en la abogacía particular al abogado también se
le exige que sea esencialmente abogado de parte; en cambio, en los casos que hemos tenido ante
la Corte Interamericana creo que los abogados no han sido abogados del Estado, sino abogados
que han dejado bastante que desear.
Creo que en el tema de la representación del Estado de Chile, donde no existe un órgano de Estado
con independencia de los intereses del gobierno y de los particulares que asumen las pertinentes
defensas, sería relevante y positivo que la defensa se radique expresamente en alguna organización
independiente o directamente en el Consejo de Defensa del Estado. Y ¿por qué? Porque en el ámbito
nacional el Consejo de Defensa del Estado tiene la representación del fisco, tiene la representación
de todas las políticas públicas del Presidente, de los ministros, tiene la representación del Contralor,
tiene la representación de cada una de las autoridades del país, y lo hace siempre defendiendo
esas políticas públicas con prestancia, teniendo presente que son abogados que defienden los
intereses permanentes del Estado y no de los gobiernos cambiantes. Sin embargo y más allá de los
elementos ontológicos, relacionados con la misión propia del abogado, el Consejo de Defensa ha
sabido construir una institución eficaz y eficiente en el desarrollo de las defensas de las doctrinas
fiscales, que son el resultado de una correcta combinación de factores humanos y materiales, y
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creo que el haber logrado tener una organización que se dedique y se especialice en la defensa
nos ha permitido ser exitosos. Tenemos el caso, por ejemplo, de la defensoría penal pública, que es
muy exitosa en la defensa, y ¿por qué? Porque es una Unidad que se ha especializado en defender
distintas cosas. Si mal no recuerdo, como alumno universitario no recibí instrucción relacionada
con determinados delitos, pero sí se pasaron el hurto y el robo, pero no así la receptación que es el
delito por el cual hoy día se procesa a todos quienes cometen hurto y robo. ¿Por qué la defensoría
penal pública creó eso y por qué la mayoría de las personas a las que pillan robando cosas terminan
sancionadas de ese modo? El Consejo de Defensa del Estado es exitoso porque tiene padrones
de argumento y antecedentes para defender irrestrictamente el interés del fisco, y se esmera en
mejorar en cada oportunidad. El Consejo tiene un banco de datos para sus defensas. En el caso de
los asuntos internacionales, cada vez que se ha designado un abogado distinto tiene que volver a
prepararse para el caso específico, lo cual siempre termina siendo bastante desastroso.
Creo que ser abogado litigante también es un hecho gravitante para defender debidamente los
intereses del Estado. Creo que el Consejo tiene equipos litigantes de alta especialidad, y en cada
una de las nuevas legislaciones se van creando grupos de trabajos especializados en defender
los intereses del Estado, y creo que en el ámbito internacional, si tuviéramos esa competencia,
rápidamente podríamos crear una Unidad que se dedicara a este tipo de defensas, y muy bien
coordinada.
Creo que dentro de las virtudes que tendría esto es que podríamos coordinar abiertamente las
defensas internacionales y las defensas nacionales. También hemos tenido casos en que la defensa
nacional tiene ciertos argumentos, y la defensa internacional otros. En el caso del CIADI, del diario
El Clarín, no hay duda que si hubiéramos coordinado ambas defensas, podríamos haber tenido un
resultado mejor. Creo que la designación por parte del Estado de representantes ante los tribunales
extranjeros, lo que ha hecho es que no tengamos una defensa adecuada. Revisando el trabajo
que se hizo en el Consejo de Defensa del Estado en el tiempo de don Carlos Mackenney, que hoy
nos acompaña, nos encontramos con unos 70 juicios seguidos ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, en los cuales unos 15 o 16 casos el Estado de Chile no contesta o contesta
fuera de plazo, y quiero suponer que ha sido por falta de coordinación entre los organismos del
Estado, puesto que el abogado al cual se les asignan estas causas no tiene la posibilidad de pedir
-bajo apercibimiento de alguna sanción administrativa- los antecedentes a la autoridad política,
atribución que el Consejo sí tiene. Pero tenemos otros casos. En uno de los primeros asuntos que
se llevaron al Tribunal de la Corte Internacional de Derechos Humanos la contestación se presentó
fuera de plazo y los elementos probatorios fueron extemporáneos. Los argumentos entregados por
el Estado de Chile, y cito textualmente del libro del Consejo que dice “el Estado de Chile señaló que
el gobierno no comparte la jurisprudencia de la Corte Suprema en el sentido de dar preferencia al
derecho a la honra sobre el derecho de la libertad de expresión”, y el segundo argumento que dio
Chile como demandado fue que no puede ser responsable sobre los actos realizados por el poder
judicial por ser este independiente. Yo pienso que si en algún momento algún abogado del Consejo
de Defensa del Estado tuviera lo osadía de plantear aquello, creo que su contrato terminaría ahí.
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Claro está, perdimos el juicio al día siguiente. Creo que en un juicio el no ser capaz de defender
la honra de las personas antes que la libertad de expresión, si es que esa es una causa mala para
no defenderla o perderla con dignidad, creo que deja mucho que desear, y por eso creo que este
tema que ha levantado el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales es muy importante
para tener una defensa coordinada de los intereses del Estado de Chile.
En el ámbito patrimonial, el Consejo de Defensa que represento tiene parámetros, tiene estándares,
tiene metas. En el caso de los recursos de protección, por ejemplo contra las autoridades por políticas
públicas, creo que el éxito que tenemos es cerca del 99%, y es fruto de que los abogados del Consejo
tienen preparación, dedicación, estudio, y saben defender bien al cliente que tienen por delante.
Las ventajas que tiene el Consejo de Defensa es que dispone de un cuerpo administrativo, gente
que tiene responsabilidad administrativa en las causas; el ser, asimismo, una institución colegiada
que revisa y se preocupa de las políticas sobre la base de las cuales defiende al fisco. Tiene éxito
también en cada uno de los juicios patrimoniales donde los estándares que nos fijan las empresas
y el Ministerio de Hacienda son sobre el 95% de éxito. El Consejo cumple, y cumple porque no hay
duda que una institución que tenga una preocupación especial de cómo defender a su cliente es
imbatible. Y lo vemos también en el Consejo cuando se retira algún abogado y se especializa en
demandar al fisco: el abogado empieza a tener éxito y a nosotros empieza a preocuparnos también
porque sus argumentos empiezan a ser buenos, empiezan a ser cambiantes, empieza a usar en
nuestra contra las debilidades que tenemos.
Creo que es esta una materia muy importante porque si no nos preocupamos hoy día y no la
organizamos aprovechando la iniciativa del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales
y el interés que manifestó el Presidente de la República a Hernán Felipe Errázuriz, perdemos una
oportunidad única de lograr tener una defensa adecuada para los intereses de Chile hacia delante.
Además, es muy importante que los abogados que actúen en representación de Chile sean abogados
de Estado y no abogados particulares a los que se les designe en cada caso, porque las políticas
públicas son distintas para un abogado del Estado que para un abogado político nombrado por
un gobierno de turno. He querido plantear el tema en representación del Consejo de Defensa del
Estado después de revisar el voluminoso trabajo que se hizo en el Consejo, de más de 400 páginas,
en que se analizó cada uno de los casos, donde he podido apreciar, más aún, las debilidades que
existen en el sistema por no tener una política y un organismo centralizado que coordine y que sea
responsable frente a alguien del resultado de los juicios, juicios donde se asume especialmente la
representación de Chile en el extranjero. Gracias, presidente.
Hernán Salinas Burgos, Director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En primer lugar, quiero agradecer al Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales por esta
importante iniciativa que para el Ministerio de Relaciones Exteriores es extraordinariamente relevante.
Quisiera, desde la perspectiva del Ministerio de Relaciones, dar primero el marco jurídico de nuestra
acción en la materia; en seguida, un diagnóstico de la situación actual, y para terminar, algunas
conclusiones y sugerencias.
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MARCO JURÍDICO
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 32 Nº 15° de la Constitución Política de la República,
la conducción de las relaciones internacionales del Estado corresponde al Presidente de la República.
Por otra parte, la ejecución de estas relaciones exteriores bajo la conducción del Jefe del Estado
corresponde a la Cancillería. Es así que la ley orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores entrega
a esta institución la planificación, dirección, coordinación, ejecución, control e información de la
política exterior que formula el Presidente de la República, correspondiéndole coordinar las actividades
de los distintos ministerios y organismos públicos en los asuntos que inciden en la política exterior.
Dentro de este marco, se inserta el interés y la participación de la Cancillería en las defensas respecto
de las demandas en contra de nuestro país que se puedan formular tanto ante tribunales extranjeros
como internacionales, como aquellas que Chile pueda interponer ante dichos tribunales.
No existe, en el ordenamiento jurídico nacional una norma de índole general que estipule a quién
corresponde la responsabilidad, dirección y conducción de la defensa de los procesos judiciales
existentes contra el Estado de Chile en el ámbito internacional. Sin perjuicio de ello, la propia
naturaleza y el ámbito de los respectivos procedimientos jurisdiccionales implican en ellos la necesaria
participación del Ministerio de Relaciones Exteriores. Asimismo, concerniente a la representación del
Estado de Chile, el estatuto orgánico señala que los jefes de las misiones diplomáticas dependientes
del Ministerio de Relaciones Exteriores representan al Estado ante el Estado extranjero u Organización
Internacional ante el cual se encuentran acreditados.
En cuanto a la defensa ante las respectivas instancias internacionales, habría que distinguir entre la
responsabilidad en la dirección o conducción en la defensa y la implementación de dicha labor de
defensa propiamente tal ante el tribunal extranjero o internacional de que se trate.
SITUACIÓN ACTUAL
En relación a las demandas interpuestas en contra de Chile ante tribunales extranjeros, la defensa en
general es conducida por la Cancillería, y llevada a cabo por la misión diplomática correspondiente a
través de abogados locales habilitados para tal efecto, que actúan conforme a la legislación del Estado
de que se trate. Lo expuesto es sin perjuicio de la participación y dirección técnica de ministerios o
entidades especialmente involucradas o competentes en la materia; por ejemplo, la participación
del Comité de Inversiones Extranjeras en la acción judicial, hoy suspendida, interpuesta ante los
tribunales españoles por Víctor Pey Casado en orden a obtener el cumplimiento de la sentencia
que ordena el pago de las costas dictadas por un tribunal arbitral del CIADI, Centro Internacional
de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones.
En la actualidad se encuentran en tramitación ante tribunales extranjeros varios juicios, aproximadamente
unos 23, entablados por empleados locales de nuestras embajadas en materias laborales y previsionales.
La defensa en estos juicios es dirigida por la Dirección de Personas y Desarrollo Organizacional del
Ministerio de Relaciones Exteriores, con participación de la Dirección de Asuntos Jurídicos en los
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casos más relevantes y complejos. Al respecto, debe consignarse que un problema que nosotros
tenemos en esta materia es que el Ministerio de Relaciones Exteriores no cuenta con la facultad de
transigir. Esto lo obliga a agotar, muchas veces infructuosamente, todo tipo de recursos judiciales,
y así enfrentar en materia laboral y/o previsional juicios de larga duración, debiendo incurrir en
muchos de ellos en el pago de elevadas indemnizaciones y gastos derivados de la tramitación de
los procesos judiciales y del pago de honorarios a profesionales, lo cual ciertamente podría evitarse
o reducirse a través de una transacción. Es por ello que recientemente se ha presentado un proyecto
de ley que autoriza a la Cancillería a transigir litigios pendientes y precaver litigios eventuales en
materias laborales y/o previsionales surgidos en el extranjero que afecten al Estado de Chile, previo
informe favorable del Consejo de Defensa del Estado, pudiendo delegar dicha facultad en los
correspondientes jefes de misión diplomática, jefes de misión ante Organismos Internacionales y
jefes de oficinas consulares de Chile en el exterior. Este proyecto ha sido aprobado en general por
la Cámara de Diputados en primer trámite constitucional.
En la actualidad, además de estos juicios laborales y previsionales antes indicados, el Ministerio de
Relaciones Exteriores, a través de la Dirección de Asuntos Jurídicos, ha llevado otros juicios ante
tribunales extranjeros, siendo el más relevante por su duración el de los embargos ocurridos y la
participación del gobierno de los Países Bajos, el denominado caso “Azeta”, ante los tribunales
holandeses. Este caso se encuentra terminado favorablemente para los intereses de Chile con una
sentencia reciente, de comienzos de este año, dictada por la Corte de Apelaciones de Ámsterdam,
que finalmente ratificó en forma definitiva la inmunidad de jurisdicción que ampara al Estado de
Chile. Pero este fue un juicio de una larga duración y en el cual nuestras relaciones con los Países
Bajos estuvieron especialmente afectadas. En todos estos casos, la defensa de Chile ha contado con
la asesoría de abogados extranjeros que han litigado ante los tribunales del país de la demanda,
como también en algunos de ellos hemos contado con asesoría externa de abogados nacionales.
Tratándose de acciones judiciales interpuestas ante tribunales internacionales, en general ha sido la
Cancillería la que ha llevado la conducción de las respectivas defensas y su implementación a través
de abogados nacionales y extranjeros contratados para ello. Es el caso particular de la demanda
interpuesta por Perú ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el asunto de delimitación
marítima, donde asimismo, conjuntamente con la designación de agentes y coagentes, se creó una
Unidad especial dentro de la estructura de la Cancillería para hacerse cargo de ella. Un esquema
posiblemente similar se ocupará en la defensa de Chile respecto de la demanda presentada por
Bolivia ante el mismo Tribunal de La Haya, encontrándose, como se sabe, designado el agente.
Sin perjuicio de lo expuesto, la Cancillería no ha participado, y esto creo que es un tema por la
relevancia que pueda tener en las relaciones exteriores del Estado, en los asuntos de materia de
inversión extranjera, principalmente en los tribunales arbitrales del CIADI, Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones. Solamente hemos participado tangencialmente en
el procedimiento de ejecución de estas sentencias ante tribunales nacionales extranjeros.
Por otra parte, hay un tema con las defensas de las reclamaciones ante la Comisión Interamericana de
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Derechos Humanos y las demandas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Efectivamente
aquí la defensa ha sido llevada por la Unidad de Derechos Humanos de la Cancillería, con los
problemas que ya han sido expuestos. Hoy día se cuenta con la asesoría técnica del Ministerio de
Justicia, pero al parecer, y a eso me imagino que se va a referir el representante del Ministerio de
Justicia, este es un tema que es provisional. También la Dirección General de Relaciones Económicas
Internacionales lleva todo lo que tiene que ver con los mecanismos de solución de controversias
ante la Comisión Mundial de Comercio y lo estipulado en los distintos tribunales de los Tratados
de Libre Comercio que Chile ha celebrado.
CONCLUSIONES Y PROPUESTA
La posibilidad de que el número de acciones ante tribunales extranjeros e internacionales se incremente
en el futuro, dados los efectos propios del fenómeno de la globalización e inserción internacional de
Chile, plantea la necesidad de discutir la conveniencia de crear para las controversias ante tribunales
extranjeros y determinadas controversias ante tribunales internacionales una unidad centralizada
en el Estado, que debería estar eventualmente radicada en el Consejo de Defensa del Estado para
la defensa judicial de Chile. Esta Unidad debería ser altamente especializada y conformada por
profesionales con la debida competencia, tanto en las distintas disciplinas del derecho internacional
como en las del derecho comparado. Este eventual esquema, en todo caso, debe partir de la premisa
que, tratándose de asuntos que incidan sustancialmente en la política exterior de Chile, la dirección
y responsabilidad corresponde exclusivamente al Ministerio de Relaciones Exteriores, por sus propias
funciones. Esto es así tratándose de controversias sobre cuestiones territoriales, de soberanía u
otras de relevancia similar. En este mismo sentido, debe señalarse que, en relación con otro tipo de
controversias ante tribunales extranjeros e internacionales, a la Cancillería le puede corresponder
también una labor, ya sea de coordinación o participación, dependiendo de las especificidades
técnicas de la disputa, su carácter y magnitud pecuniaria, como asimismo, y esto es muy relevante,
la importancia política y afectación de las relaciones exteriores del Estado. Muchas gracias.
Milenko Bertrand-Galindo, Coordinador de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia.
Muchas gracias al directorio y al presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales
por esta invitación. Vengo en representación del Subsecretario de Justicia, a referirme a un tema
que en verdad corresponde de manera accidental al Ministerio de Justicia, como es la defensa de los
intereses de Chile en el ámbito internacional, pues no corresponde a la competencia del Ministerio
que represento, sino de manera, como decía, práctica. Sucede que, en el año 2010, el Presidente
de la República manifestó preocupación al ver que había ciertas falencias en la defensa de los
intereses de Chile, especialmente en materia de derechos humanos. Esto llevó a que se presentara
posteriormente el proyecto de ley para crear una subsecretaría de derechos humanos y, a raíz de
ese proyecto, efectivamente se ha encomendado al Ministerio de Justicia la coordinación en esta
materia, pero esa coordinación, que voy a explicar, es una coordinación temporal. Y, efectivamente,
la subsecretaría, una vez que se transforme en ley, va a dejar de prestar esta colaboración en materia
de defensa, y es por eso que de alguna manera yo voy a coincidir con los anteriores exponentes
respecto a la necesidad de la creación de una institucionalidad que hoy día no existe.
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En primer lugar, en Chile, todo lo relacionado con derechos humanos tiene una dimensión tanto
en el sistema internacional como en el sistema interamericano. Especialmente relevante para la
defensa de Chile es el sistema interamericano, porque está la posibilidad de presentar demandas
individuales en contra el Estado de Chile, peticiones particulares. Al respecto, en Chile la defensa la
lleva la DIDEHU, que es la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería, dirección que a pesar
de la buena voluntad de sus integrantes y del trabajo que realizan tiene falencias estructurales.
La primera de ellas es que es una Dirección dentro de la jerarquía de la Cancillería muy relegada,
y por tanto carece de fuerza política incluso dentro de la propia institucionalidad del Ministerio
de Relaciones Exteriores. Mi experiencia es que, para defender a Chile en materias de derechos
humanos, es necesaria una coordinación entre distintas direcciones y entre distintos ministerios, y la
verdad es que la DIDEHU no posee esa capacidad práctica. A mí me sucedió, y me llamaba mucho
la atención cuando empecé a revisar los casos que Chile llevaba, que la Dirección de Derechos
Humanos pedía por oficio información a distintos ministerios respecto a materias que tenían que
ver con determinados casos, y esos oficios nunca fueron contestados, y a veces Chile no contestaba
simplemente porque no tenía la información, y eso evidentemente es una cosa absurda.
En segundo lugar, hay un problema de recursos. A diferencia de otras materias, como se ha señalado
aquí, existe una presencia de abogados expertos, incluso de abogados externos, que se contratan
para la defensa en materia de derechos humanos. La capacidad de personal y la capacidad técnica
son mínimas. Una vez que explique cómo el Ministerio de Justicia ha tratado de colaborar en eso, voy
a dar ejemplos prácticos de cómo efectivamente es paupérrima la defensa, y por más que tratemos
de presentar una defensa técnica estamos en una desventaja que es insuperable en algunos casos.
Y por último, hay también un problema práctico en la Dirección de Derechos Humanos, que es
un problema que de alguna manera sucede a raíz de la misma lógica de la carrera diplomática,
carrera profesional que tiene como uno de los incentivos justamente la destinación del funcionario
a distintas posiciones dentro y fuera del país, todo lo cual impide que haya una especialización
técnica de sus funcionarios. Los derechos humanos se tienden a ver como una materia más de la
diplomacia, y la verdad es que en el día de hoy las materias de derechos humanos se han vuelto
sumamente técnicas, y sucede muchas veces que los abogados que pertenecen a la Dirección
no poseen estos conocimientos técnicos porque vienen de otra especialización, o vienen de ser
asesores comerciales en otra embajada y llegan destinados a derechos humanos, y de derechos
humanos después pueden volver a ocuparse de otras materias, absolutamente distintas debido a
un criterio de asignación regional y no temático. Por tanto, esto es un problema que impide una
defensa especializada en materia de derechos humanos. ¿Por qué es esto un problema?
En primer término, Chile es efectivamente uno de los países ante el sistema interamericano que
tienen menos causas. De alguna manera, Chile es uno de los países que tienen una jurisprudencia
más benigna en relación con países que tienen cientos de causas. Sin embargo esto está cambiando.
Efectivamente, hay que tomar ciertas precauciones importantes. En primer lugar, es cierto que Chile
tiene pocas causas, pero también es cierto que, a nivel de la Corte Interamericana, Chile ha sido en
alguna manera un poco un conejillo de Indias en ciertas materias donde el sistema interamericano
cree generar jurisprudencia bajo la lógica de seguir la jurisprudencia del tribunal europeo. De hecho,
29
los jueces de la Corte Interamericana están mirando las resoluciones de ese tribunal, y Chile ha
sido un país muchas veces seleccionado para poder generar esa jurisprudencia a nivel de sistema.
Una jurisprudencia que además tiene ciertos desafíos, incluso más allá de los temas más fríamente
fiscales, y me voy a referir también incluso a temas de soberanía.
Hoy día en materia de derechos humanos, a pesar de que Chile no ha ratificado el Protocolo de San
Salvador, sí se extienden de todas maneras cada día más a materias de derechos de segunda y tercera
generación, por tanto derecho socioeconómico. En el sistema interamericano, especialmente los
jueces de la Corte, son jueces que han desarrollado doctrinas que desafían bastante los principios del
derecho internacional clásico, al menos bajo lo que ha sido la delegación de soberanía. Por ejemplo,
el principio evolutivo de los derechos humanos, que jueces como Cançado Trindade o la misma jueza
chilena Cecilia Medina han interpuesto, son principios que les permiten a ellos generar contenido
que no existe en los tratados que el propio país firma, y van incluyendo algunas categorías que
efectivamente el país no ha ratificado soberanamente, lo que efectivamente abre una puerta donde
la legislación interna cada día puede verse más desafiada desde el sistema interamericano. Además,
con la lógica de generar también un ius cogens en normas de derechos humanos, efectivamente el
sistema interamericano ha hecho cosas que el sistema europeo jamás ha hecho, como por ejemplo
introducir declaraciones de derechos humanos o tratados no ratificados como normas obligatorias
para los países, y esto no solo a nivel de condena internacional, también hay que tener presente
que tribunales chilenos cada día más recogen esta doctrina. Hoy día algunos jueces de la Corte
Suprema, que tienen muchos años de permanencia, recogen de manera directa estas sentencias
de los tribunales internacionales, y por tanto, efectivamente, ahí hay un tema importante que hoy
día no tiene un tratamiento dedicado.
Además del problema de soberanía, en términos fiscales es lo que de alguna manera nos convoca,
la defensa de los intereses del Estado y del fisco. Hay que tener claro que las últimas reformas del
sistema, especialmente la última reforma del reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, van hacer que Chile tenga muchísimas más causas a nivel de la Corte. Antiguamente,
la lógica era que las causas solo excepcionalmente pasaban de la Comisión a la Corte. Siempre
hubo una pugna de poder entre la Comisión y Corte. La Comisión tendía a retener las causas en
su informe de fondo, y después su revisión del cumplimiento, sin pasarlas a la Corte. Hoy día, por
defecto, las causas pasan a la Corte, y hay que tener claro que en la Corte, excepto en dos casos,
todos los casos los pierden los Estados por definición. No se gana en la Corte, y eso va a significar
que Chile hoy día tenga 80 o más causas en el sistema. Este número va a aumentar muchísimo, y
a nivel de Corte hay hoy día dos causas vigentes, pero esto va a crecer exponencialmente en los
próximos años.
También, a nivel pecuniario, hay que tener en claro que los montos de reparación de las causas han
aumentado de manera drástica. El sistema interamericano siempre ha sido un sistema que no ha
sido por principio un sistema indemnizatorio propiamente tal, y las reparaciones en general han
sido bastante simbólicas, especialmente en años pasados cuando las materias eran básicamente
de impunidad o condena a crímenes de lesa humanidad. Generalmente el sistema valoraba la
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percepción penal y dictaba más bien una condena diplomática simbólica, y los montos, por ejemplo,
por indemnizaciones por muerte eran 10 mil dólares, que era obviamente simbólico. Hoy día,
cuando el sistema ha dejado muchas de estas causas para tomar otras relacionadas con derechos
socioeconómicos u otras materias de no discriminación, estos montos han aumentado de manera
exponencial, y no es raro ver sentencias que al Estado le significan desembolsos de 80 mil, 100
mil dólares, aproximadamente. El último caso de Chile con sentencia es el caso de la jueza Karen
Atala. Efectivamente, más allá de los gastos anexos, en términos de pago fueron aproximadamente
72 mil dólares, mucho menos que lo que la contraparte además ha solicitado. Estas peticiones no
solo se extienden a recursos directamente relacionados al pago; también hay muchas veces la
obligación de otros tipos de prestaciones que también significan un desafío, incluso por la falta de
una ley de cumplimiento de sentencia. La sentencia en caso de Loncos, por ejemplo, que es una
sentencia que va a ser próxima -de hecho hoy día tenemos que enviar el último escrito antes de
pasar luego a esperar la sentencia-, probablemente va a implicar también la obligación de entregar
tierras como modo de reparación, lo que efectivamente es una complicación, pues legalmente no
hay una manera de hacerlo porque nos saltaríamos las normas de entrega de tierras que el propio
sistema interno dispone al efecto. De una manera indirecta, también, afecta al fisco el problema de
lo que hoy día estamos viendo en el caso de Pascua Lama y otros respecto a inversión extranjera.
Por eso, y un punto simplemente que después voy no sé si a disentir, pero sí a poner una salvedad
a la exposición anterior y probablemente también a la del Comité de Inversiones, es que, si bien
se necesita una especialidad técnica, también se necesita una lógica de litigación estratégica que
implique una coordinación mucho mayor entre los distintos organismos. Por ejemplo, en materia
de inversión, nosotros, desde los derechos humanos, podemos predecir, como decía el presidente
del Consejo Chileno, con años de antelación, causas que luego van a ser temas de inversión, y hoy
día no hay ningún conocimiento mutuo entre ambos estamentos, y efectivamente se generan
problemas que pueden precaverse y pueden solucionarse. Hoy día no existe ese diálogo.
Otro problema central que se advirtió aquí es que Chile efectiva e históricamente no se defendía ante
el sistema interamericano en la mayoría de las causas, no alegando, por ejemplo, la admisibilidad de
las mismas. Efectivamente, el sistema interamericano -dado que comenzó a operar en un momento
en que los Estados eran, por decirlo de alguna manera, infractores internacionalmente, al no ser
gobiernos democráticos o si lo eran, eran reacios al propio sistema- asumía que los países no eran
capaces de garantizar judicialmente los derechos y, por lo tanto, ni siquiera se revisaba si efectivamente
los países habían agotado los recursos internos, asumiendo por otra parte que, aunque se hubieran
agotado estos recursos, eran meramente una formalidad y no había una capacidad verdadera de
protección del derecho a nivel interno; por tanto, se acogía inmediatamente a tramitación el caso.
La verdad es que, en los Estados democráticos actuales, eso es una infracción directa a los principios
de subsidiariedad que tiene el sistema. Sin embargo, sigue siendo la lógica del sistema de la Comisión
el acoger los casos inmediatamente, y Chile, al no alegar la admisibilidad, incorporó efectivamente
muchísimos casos al sistema que ni siquiera tendrían que existir en el mismo sistema, y el problema
de esto es que, una vez que hay un informe de admisibilidad, el caso no se puede retirar. Hoy día
tenemos casos, por ejemplo como el de Pascua Lama, que no debiera jamás haber llegado al sistema,
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y de hecho la Comisión a nivel personal lo reconoce, pero el caso ya está, y de hecho, si esto pasa
a la Corte, esta ni siquiera considera criterios de admisibilidad. Ellos fallan en justicia y desde ese
punto de vista para ellos es una mera formalidad que simplemente no van a atender. Por tanto, la
defensa tiene que ser una defensa preventiva mucho más rigurosa.
Como señalaba, el diagnóstico de estos problemas que se presentaban a nivel de la Dirección hizo
que se le solicitara al Ministerio de Justicia una colaboración técnica en la defensa de Chile. Esta
colaboración ha tenido dos dimensiones. Una primera dimensión, de coordinación para empoderar
efectivamente la materia de derecho humano y permitir que haya una colaboración más directa de
los distintos ministerios, y que los distintos ministerios presten a su vez información requerida y los
recursos necesarios cuando se trata de temas específicos. Y también poder capacitar gente experta
en derecho humano internacional para que asuman en la defensa de contenido, que de alguna
manera la Dirección no está capacitada por falta de especialidad, natural, de alguna manera, por la
naturaleza de la carrera diplomática. Esto efectivamente, creo yo, nos ha llevado a ciertos resultados
exitosos a pesar de todo lo que se pueda decir. Por ejemplo, en el caso de la jueza Karen Atala, el
que no se haya pedido la modificación de la legislación es algo que en verdad no lo suponía nadie.
Chile ha tenido, en efecto, durante estos últimos años, un trabajo importante de relacionar la
estrategia de defensa con la estrategia diplomática. Chile hoy día es uno de los países que más se
han manifestado como defensores de la Comisión ante las reformas que los países del Alba, como
Ecuador y Venezuela, querían implementar para limitar las facultades de la Comisión, especialmente
en materia que a ellos les interesan, libertad de expresión, por ejemplo. En ese papel de protector
del sistema, Chile efectivamente ha logrado un nivel de trabajo de cercanía a la Comisión, cercanía
que rinde efectos. Chile es un país que lamentablemente tiene siempre una lógica muy jurídica, de
una defensa meramente formal, que muchas veces no es eficiente. A mí me sucedió. Estuve varios
meses en la Comisión y me consta que a veces la contraparte ni siquiera lee los escritos del Estado,
y sucede que de alguna manera la contraparte tiene 20 años de ventaja respecto a los Estados. Por
ejemplo, en materia indígena, que es una de las materias que más desarrollo van a tener, y que están
teniendo en el sistema, quienes presentan las demandas son los mismos que están en la Comisión.
Un ejemplo es el ciudadano chileno José Aylwin, que ha hecho un trabajo muy notable de educar
gente que después entra a la Comisión y a la Corte, y hoy día quienes ven las causas que él presenta
son sus ex alumnos, de donde el Estado de Chile tiene un punto de partida muy desventajoso, y
por eso es importante esta tarea diplomática donde efectivamente logramos un diálogo también
a nivel personal. Hoy día el nuevo secretario de la Comisión es un secretario que efectivamente es
mucho más llano a conversar con el Estado, y por tanto lo que se le pide no es que nos favorezca,
sino que plantee la discusión a nivel jurídico y no en un paso previo de prejuicio simplemente a la
postura del Estado, por el hecho de ser el Estado.
Si bien ha habido algunos adelantos, como es el caso de haber podido lograr algunos acuerdos
amistosos, sigue habiendo varios problemas graves respecto a los acuerdos amistosos en el sistema.
Tal como explicaba que la Cancillería tiene problemas serios respecto a los juicios laborales y como
de alguna manera hay un absurdo por no poder transigir, terminan teniendo juicios muy largos y
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pagando los montos máximos. Bueno, el sistema interamericano en la Comisión está pensado como
una primera instancia, y no es jurisdiccional, cuya lógica sería llegar a acuerdos amistosos, llegar a
una situación donde no hubiera un informe de fondo. De hecho, Chile muchas veces ha estado a
punto de llegar a algunos acuerdos amistosos que implican tal vez algún monto de dinero también,
pero el Consejo de Defensa del Estado no lo permite porque legalmente tampoco se permite que
Chile entregue ningún pago si no es cuando hay una sentencia definitiva de la Corte Interamericana,
y esto ha hecho que los acuerdos amistosos se caigan, y tenemos que esperar informes de fondo y
esperar que se tramite todo el juicio hasta que la Corte nos condene, y recién ahí podemos pagar,
lo que efectivamente es un despropósito porque los montos van a ser mayores, además del daño
político y los años de juicio innecesarios.
En el mismo sentido, el tema de recursos sigue siendo un tema grave. Esta coordinación que presenta
el Ministerio de Justicia es una coordinación que implica una institucionalidad nueva todavía y, por
tanto, la verdad es que hemos tenido problemas serios para poder presentar muchas veces una
defensa sólida como quisiéramos. En varios de estos últimos casos, hemos visto que la contraparte
se apoya mucho, por ejemplo, en las universidades para presentar peritajes e informes de amicus
curias, y el Estado de Chile no tiene capacidad de pago para contrarrestarlos, y la verdad es que
hay muchos casos donde tenemos argumentos y queremos presentarlos. Un ejemplo: a mí me ha
tocado hablar con expertos que están dispuestos a colaborar y, finalmente, hay que llamarlos y
decirles que nos disculpen porque no podemos pedirles su informe dado que no tenemos cómo
pagarles. Y no sucede solo con los informes, sino también con peritos a quienes no podemos
pagarles el viaje, y por lo tanto no podemos llevarlos a que expongan ante la Comisión o ante la
Corte porque no se dispone de fondos. Ningún ministerio cubre esto, y de hecho en los últimos
casos lo que se hace es que, de alguna manera, cada ministerio trate de financiar a sus agentes que
llevan el caso. Sucede lo mismo respecto a la contratación de abogados externos. Efectivamente
hay muchos países que sí contratan abogados expertos, y Chile no tiene tal capacidad. Hay materias
que son propiamente de derechos humanos, y creo que técnicamente podemos dar cuenta de
ello, pues junto a la Cancillería hacemos un buen trabajo, pero hay otras materias muy específicas y
muchas veces quisiéramos más ayuda. Yo acabo de defender un recurso de nulidad penal -recurso
que se adecua al derecho de recurso establecido en la convención americana- en el juicio Lonco,
y la verdad es que yo no soy ningún experto en derecho penal, y esa es precisamente la razón del
recurso. El ministerio se contactó con varios abogados expertos, y finalmente no pudimos contratar
a ninguno de esos abogados, y no pudimos tener su ayuda en esa materia.
La nueva Subsecretaría de Derechos Humanos, como proyecto, va a solucionar algunos de estos temas,
pero hay otros que no. La Subsecretaría de Derechos Humanos se concebía como una subsecretaría
que tenía entre sus funciones la defensa técnica de Chile en materia de derechos humanos. Así se
presentó el proyecto. Sin embargo, hubo cierto rechazo de parte de la Cancillería a ese enunciado,
porque ellos efectivamente tienen la representación internacional de Chile, y eso sumado a que
muchos expertos que fueron a las Comisiones de Constitución y de Derechos Humanos del Congreso
hicieron ver que la subsecretaría tenía una cierta complejidad de bipolaridad, entendiendo que
su función es más bien la promoción del derecho humano, en tanto esta función de defensa del
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Estado que se le asignaba le era de alguna manera incompatible. Por tanto, lo que hoy día hay y
el proyecto que tenemos esperanza de que efectivamente se transforme en ley, sostiene que esta
subsecretaría lo que va a hacer es prestar ayuda técnica, pero ayuda técnica que se refiera más bien
al cumplimiento de sentencia, al cumplimiento de acuerdos amistosos, pero no a la defensa. La
subsecretaría va a ayudar en muchas cosas, se va a poder llegar a más acuerdos amistosos a través
de una mayor coordinación. También se va a poner en conocimiento, a través de un Comité de
Ministros para Derechos Humanos, las situaciones de derechos humanos, y eso efectivamente va
a tener una lógica preventiva muy importante. Pero propiamente defensa técnica no va a realizar
la subsecretaría y, por tanto, incluso, esta solución actual va a dejar de existir en ese momento.
Soluciones posibles para la defensa de Chile en materia de derechos humanos que yo veo. Primero
y como una solución más inmediata, una vez que la subsecretaría exista y por tanto dejemos de
dar esta colaboración directa con Cancillería, es que la Dirección Jurídica de Cancillería también
pueda tener un rol directo en la materia. De alguna manera la Dirección de Derechos Humanos ha
sido exitosa en su rol diplomático, pero, insisto, falta un rol de defensa técnica que tal vez podría ser
apoyado por la Dirección Jurídica que tiene esa capacidad técnica mayor. Una segunda posibilidad
es que efectivamente el Consejo de Defensa del Estado también se haga parte en la defensa de
Chile, con la salvedad, como decía antes, de que tendría que ser una Unidad especializada del
Consejo de Defensa del Estado, que cooperara bajo una lógica ciertamente distinta. Muchos de
los argumentos que el Consejo de Defensa del Estado usa en sus casos tienen que ver con la
legislación interna, y la legislación nacional no está en sintonía con la legislación internacional,
y muchas veces serían argumentos que probablemente nos harían perder el juicio. Hay todo un
nivel de diplomacia y de lenguaje que es necesario manejar, y por eso es que es tan necesaria la
cooperación directa con Cancillería. Hay un punto de equilibrio que no se ha logrado entre una
experiencia diplomática y una defensa técnica. No es ni una ni otra. Yo no estoy de acuerdo que
derechos humanos sea como otras materias donde haya que defenderlo todo. Efectivamente, en
esa negociación, especialmente si entendemos esta primera instancia cuasi-jurisdiccional, podemos
evitarle a Chile muchos problemas, y por último está la necesidad cierta de una coordinación y de
una litigación estratégica para Chile.
La materia de derecho humano no es hoy día una materia aparte del resto de las materias; no es una
materia que se pueda encasillar. Hoy día el concepto de derecho humano es un concepto que tanto
se ha validado en la discusión internacional que incluso en otros regímenes y en otras discusiones
surgen materias de derechos humanos. El concepto norteamericano del class action suit -que de
alguna manera induce a la confrontación de regímenes jurídicos- está muy presente, y por eso hoy
día, por ejemplo, la materia de inversión está incomunicada con la materia de derechos humanos,
y eso es un error. Es un error porque cada día se presentan estos conflictos, y la estrategia de la
contraparte es buscar justamente la sede donde tenga mejores posibilidades, y bajo esa lógica la
defensa del Estado también tendría que poder tener claridad de cuáles son los escenarios posibles
y que son muchas veces jurisdicciones distintas.
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Este es un tanto el diagnóstico que tenemos, y efectivamente apoyamos de alguna manera la impresión
del resto de los exponentes en cuanto a que falta una institucionalidad técnica que efectivamente
pudiera tener una defensa continua, institucionalidad que no dependiera de voluntades, sino de
una estructura legal. Muchas gracias.
Carlos Dettleff, Fiscal del Comité de Inversiones Extranjeras. El Comité de Inversiones Extranjeras
tiene la coordinación de toda la representación del Estado en los juicios arbitrales en materia de
inversión. ¿Cuáles son los juicios en que ha intervenido, cuál es la singularidad que tiene la defensa en
materia de inversiones ante los tribunales que están llamados a conocerlas? ¿Qué posición adoptar?
En la década de los 90, Chile comienza a firmar una serie de acuerdos de promoción y protección
de inversiones. Estos acuerdos contemplan ciertos estándares que obligan al Estado a cumplir
determinadas normas de protección en favor del inversionista extranjero, y a contemplar asimismo un
mecanismo de solución de controversias, en la mayoría de los casos a través del Centro Internacional
de Arbitraje sobre Diferencias Relativas de Inversiones, el CIADI, institución creada al amparo del
Banco Mundial. Como consecuencia de estos acuerdos, en noviembre del año 1997, se presenta la
primera demanda en contra de Chile, que es el caso Pey, al cual me voy a referir con posterioridad.
A raíz de esta demanda, surge una orden presidencial, emanada del presidente Eduardo Frei R-T., al
Comité de Inversiones Extranjeras, a través de un oficio que comunicó la decisión de encomendar al
Comité de Inversiones la tarea de coordinar la defensa del gobierno de Chile en asuntos vinculados
a inversiones extranjeras. Y la misma orden señala que dicha coordinación no implica la defensa
del Estado en controversias suscitadas ante tribunales nacionales. Y es así cómo entra el Comité
de Inversiones a batallar en el tema de defensa de Chile en materia de inversiones. Este primer
período dura hasta que, en el año 2004, pasa la coordinación a una unidad del Ministerio de
Economía. Creo que, y esto es una opinión personal tal vez compartida por muchos, que fue esta
la primera demanda en contra de Chile en donde se cometen una serie de errores, tal vez por falta
de experiencia, y cuya defensa tenemos que asumir a través de la designación de árbitros propios
de un juicio, defensa que va a ser una mochila que tendremos permanentemente en este primer
caso. Pero así como llega al Comité, en el año 2004, se va al Ministerio de Economía, donde se crea
una unidad especial. Pero en el año 2011 vuelve nuevamente al Comité de Inversiones Extrajeras.
¿De qué se trata realmente?
El Comité administra un programa presupuestario creado especialmente por la Dirección de Presupuesto
del Ministerio de Hacienda, con lo cual nosotros hacemos la contratación de abogados, pagamos el
tribunal, los costos de los litigios, y toda función de carácter administrativo. Obviamente, hacemos
una lectura de todos los escritos que se presentan al tribunal, hacemos algunos comentarios y
coordinamos especialmente todo lo que es la defensa, defensa que está liderada por un estudio
jurídico extranjero con la ayuda y apoyo de un estudio jurídico nacional.
De esa forma, se han visto los siguientes casos: el primero fue el caso MTD, inversión de Malasia en
Chile. La defensa de Chile en este caso estuvo en su momento a cargo del estudio White and Case,
de Washington D.C., Estados Unidos. La contraparte local estuvo a cargo de don Francisco Illanes,
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del estudio Cariola. MTD demandó a Chile por 30 millones de dólares, y Chile fue condenado a
pagar 5 millones 900 mil dólares por haber faltado al trato justo y equitativo hacia el inversionista.
Nuestro país pidió la nulidad, y finalmente la nulidad no fue acogida en el año 2007, y en octubre del
año 2008 se pagan 8 millones 600 mil dólares, aproximadamente, por concepto de indemnización.
Después viene un segundo caso, que fue el de la Sociedad Anónima Eduardo Vieira. Esta era una
empresa pesquera, Concar, que se establece en Puerto Williams, que se queda sin cuota de pesca, y
demanda al Estado por expropiación indirecta, y aquí el tribunal se declaró incompetente. Eduardo
Vieira pidió la nulidad del fallo de incompetencia, nulidad que no fue acogida. La demanda fue hecha
por alrededor de 22 millones y medio de dólares, y el caso fue llevado por el estudio norteamericano
Arnold and Porter y en Chile se contó con la asesoría del Estudio Álvarez, Hinzpeter.
Luego tenemos el caso de Víctor Pey. Este caso es un desastre, en mi opinión personal, porque es
una mentira de principio a fin, y desgraciadamente, mientras Joan Garcés camine por este mundo,
vamos a tener que soportar sus continuas demandas. El señor Pey demandó originalmente por 515
millones de dólares, elevó después su demanda a 795 millones de dólares, se dictó sentencia el
año 2008, donde al Estado de Chile se le condena a pagar 10 millones y fracción, más, según dice
la sentencia, al pago de parte de las costas. Nos condenan más en costas que a ellos; por tanto,
tenemos que devolverles cierta cantidad de dinero y gastos por dos millones de dólares. Son en
total 10 millones y fracción en indemnización y 3 millones 400 mil dólares por concepto de costas
y gastos. El Estado decide pedir la nulidad de esta sentencia. El fallo de nulidad salió en diciembre
del año pasado, acogiendo la nulidad de la indemnización; pero, cuidado, no fue una sentencia
buena para Chile, porque nos libera de pagar los 10 millones y fracción, pero desgraciadamente
esa sentencia reconoce, y aquí vienen las particularidades que tienen los tribunales internaciones a
los cuales me voy a referir después, reconoce que don Víctor Pey y la Fundación Presidente Allende
tenían el derecho a demandar, o sea, reconoce a Víctor Pey su condición de ciudadano español, y
no de chileno como realmente lo es. Reconoce que era propietario de las acciones, y por eso tenía
el derecho a demandar, pero sabemos que, de acuerdo a nuestra legislación, no lo era y sabemos
también que él nunca pudo probar la propiedad, y por algo los verdaderos propietarios del diario
fueron indemnizados por el Estado chileno. La sentencia declara, además, que el Estado violó el
artículo 4º del APPIS -Acuerdo para la Promoción y Protección de Inversiones entre Chile y Españahabiendo faltado a un trato justo y equitativo respecto al inversionista, o sea, le reconoce la calidad
de inversionista, le reconoce el locus standi para poder demandar, y además establece que Chile
violó el acuerdo y deja a firme las costas y gastos que había que pagarle. Eso hizo que Joan Garcés
demandara ejecutivamente al Estado ante un tribunal interno español, cosa que puede hacer. La
sentencia dictada en función de la convención de Washington puede ser ejecutada en cualquier
Estado parte de la convención; por tanto, nos demandó rápidamente y tuvimos que defendernos de
la demanda a partir del mes de enero, pues de hecho él le escribió al Presidente de la República el
día 28 de diciembre pidiendo el pago, y a las dos semanas después presenta una demanda ejecutiva
en España. Tuvimos que contratar un estudio de abogados para defendernos en España, pero al
mismo tiempo el Estado de Chile interpone un recurso ante el CIADI, Centro Internacional de Arbitraje
sobre Diferencias Relativas de Inversiones, para aclarar la sentencia del 2012, puesto que no se hace
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referencia a si procede o no procede, hasta cuánto es la extensión de los intereses que la sentencia
2008 señalaba. Ese recurso está todavía pendiente. Chile pagó, pidió al CIADI que estableciera cuánto
era la cifra no disputada para demostrar que el Estado cumple con los fallos; se le pagó hace unos
días atrás la cifra no disputada, el capital si pudiéramos pensar, no lo que estamos discutiendo, los
intereses a la Fundación Presidente Allende que es propietaria del 90% del derecho litigioso, lo demás
para don Víctor Pey. Y ahora el 18 de junio Joan Garcés ha presentado un nuevo requerimiento de
arbitraje fundado en esa sentencia que reconoce todas estas condiciones y violación del Estado
de Chile, y está pidiendo una indemnización de 150 millones de dólares. No ha sido registrada
todavía. En su solicitud ya nombró al árbitro, nombra al señor Philippe Sands, quien es profesor de
derecho internacional, conocido profesor, no activo en materia de inversiones, asesor, además, del
gobierno boliviano en su actual demanda contra Chile. Joan Garcés lo propone como árbitro, y
bueno, creo que nos vamos a ver envueltos desgraciadamente en un nuevo arbitraje en este caso.
Respecto a la idea de unificar o descentralizar lo que es la defensa y coordinación de Chile en juicios
internacionales, creo que es una idea que uno no puede descartar. En el Comité de Inversiones,
pensamos que puede ser una buena idea. Así se unifica tanto el recurso humano como el de
carácter económico, pero sí hay que tener cierto cuidado si lo que estamos pensando hacer es una
unidad de coordinación o una unidad que asuma la defensa en juicios, juicios que son de diversa
índole. Estamos hablando de materia civil y de materias laborales, estamos hablando de materias
comerciales, de materia de inversiones, estamos hablando de materia de derechos humanos, y
además en diferentes tipos de tribunales, porque recordemos que estamos hablando de tribunales
de jurisdicción extranjera, o sea, tribunales locales en otros países, pero también en tribunales
internacionales.
Los tribunales internacionales son bastante complejos, y aquí reivindico lo que el presidente de este
Consejo Chileno señaló al comenzar esta reunión acerca de la necesidad de formar gente experta
en derecho internacional. El derecho internacional es absolutamente distinto en su origen, en su
aplicación y en su sanción. Y no sé, Marisol (Peña) y Hernán (Salinas), yo estudié en la Universidad
Católica, donde cursábamos un año de derecho internacional público, y creo que ahora el ramo
de derecho internacional se imparte en un semestre. Y por ahí creo que hubo unos años donde
el ramo era optativo, o sea, hasta en la Universidad Católica pueden haber pasado dos o tres
generaciones que no estudiaron derecho internacional público o que no lo tomaron. Por lo menos
nosotros todavía en la Universidad de Chile lo tenemos como un ramo anual, en un semestre
común y en un semestre obligatorio, pero donde los alumnos toman solución de controversias
en materia de derechos humanos; por lo menos pasan un año. Los tribunales internacionales son
complejos. ¿Por qué? Porque muchas veces la solución es meta jurídica. Nosotros estamos muy
acostumbrados a que ante el tribunal nacional vamos a alegar la norma, pero ante esa norma los
tribunales internacionales son muchos más laxos y a veces cuesta encontrar la norma que vamos
a aplicar, y donde los jueces además tienen la gran tentación, y quizás la tendríamos nosotros
también, de crear derecho. Si dictada la sentencia no podemos recurrir a ninguna parte, no hay
quién la revoque, y el caso Pey es para analizarlo. Este es un señor que es chileno, absolutamente,
y un tribunal extranjero le reconoce la nacionalidad española, y no la chilena, fundada en una
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renuncia, renuncia que la Constitución nuestra no reconoce, una pérdida de la nacionalidad que
en la Constitución del 25 no se reconocía al momento cuando él la hace y que él mismo lo señala
al tribunal:” fíjense que las causales de pérdida de nacionalidad que establece la Constitución son
meramente ejemplares, es una lista, digamos no taxativa”; habría otras. Por Dios, entonces, fíjense
que él no es propietario porque tiene un contrato privado de transferencias de acciones que él
llama pacto estéril, pero nunca se transfirieron las acciones en el registro de accionistas, y son otras
personas las propietarias. La Superintendencia de Valores tiene registrados a otros accionistas, pero
él dice, mire, sabe qué, ese requisito que pide la ley chilena es una formalidad, pero la transferencia
efectiva de la propiedad sí se produjo y, por tanto, él es propietario. El tribunal dice que no se va
a pronunciar respecto a la propiedad porque realmente es un hecho que queda temporalmente
fuera de la aplicación del acuerdo. A él le indemnizan en 10 millones de dólares por la propiedad de
una máquina, de la cual alegó propiedad ante un tribunal interno que nunca dictó sentencia, y por
tanto es una indemnización de denegación de justicia, pero nos salvamos de que no se pronunciara
respecto del resto, porque esos 10 millones hubieran sido muchos más por una razón temporal,
pero el tribunal le reconoció la propiedad. Entonces, los tribunales internacionales son complejos
porque hay elementos de política, muchas veces hay elementos de poder. Si ustedes vieran cuando
Chile recusó al tribunal arbitral en el CIADI, la defensa y la contestación a esa recusación que hace
Mohamed Bedjaoui, persona que fue miembro y presidente de la Corte Internacional de Justicia.
Estamos hablando de una persona con un pedigree bastante importante en derecho internacional.
Él hace una defensa de carácter político y dice que esta era la forma de poder indemnizar a las
personas que durante la dictadura perdieron su propiedad. No estábamos discutiendo eso, estábamos
discutiendo si el señor era propietario y si es que era español para poder demandar. Entonces hay
elementos que hay que tomar en cuenta.
¿Qué pensamos nosotros en el Comité? ¿Cómo se llevan actualmente -no me quiero referir al
primer momento-, cómo se llevan actualmente los casos? Se llevan efectivamente por un estudio
norteamericano que se llama Arnold and Porter, que tiene una práctica jurídica importante. Ellos
llevan por lo menos 4 o 5 juicios simultáneamente, y quizás tienen una historia de haber llevado
15 a la vez. Por tanto, el conocimiento de la jurisprudencia que tienen, de la secretaría y de la gente
que trabaja es tremendo. Ese conocimiento es imposible que nosotros algún día podamos adquirirlo
acá. Esto lo lleva un equipo extranjero y se lleva siempre con la necesaria ayuda de un equipo de
abogados nacionales. Para el caso de Víctor Pey es el estudio de don Jorge Carey. Creemos que es
la forma de poder hacerlo, creemos que independientemente de quién coordine, que puede ser
una unidad única, y creemos que sería muy bueno, el tema de un estudio extranjero especializado
junto con la ayuda de un estudio nacional, es algo que nos ha dado y nos da un buen resultado,
y que debería continuar así porque la especialidad en materia de inversiones es muy grande,
extremadamente grande. Y en segundo lugar, la conflictividad es baja y esperamos que sea baja,
pero tener contratado un grupo experto en la materia donde puede que pase mucho tiempo sin
que se ocupen de algo no se contrapone con que exista una unidad especializada en el país que
trabaje para el ministerio.
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En el Comité de Inversiones trabaja gente dedicada a la administración, que lleva la administración
del Comité para hacer pagos y lo demás, pero en lo que a revisión de documentos se refiere es el
vicepresidente quien se ocupa de ello con mi ayuda. Este esquema da buen resultado. Los juicios ante
tribunales extranjeros son juicios muy complejos y hay que tener gente con probada experiencia,
profesionales al día, que conozcan además el procedimiento externo. No creemos que pueda el
Estado o incluso oficinas nacionales, por competentes que sean, liderar por sí mismas y propiamente
la defensa externa. Si creáramos una institución que tuviera la coordinación de todo sería muy
provechoso, y alcanzaría lo que Milenko Bertrand-Galindo hablaba acerca de la coordinación en
materia de derechos humanos, que cada vez tiene más incidencia en cualquier actividad de carácter
económico. Ahora bien, si se mantiene el esquema que existe, hay también que generar el mecanismo
o los protocolos necesarios para mantener una absoluta neutralidad y transparencia en el momento
que tenga que elegirse quiénes serán los abogados que van a actuar, especialmente cuando uno
tiene que contratar abogados extranjeros, estudios con especialidad en asuntos internacionales.
Nuestra idea es que exista una unidad que lleve y tenga el conocimiento de todo lo que se está
haciendo para evitar estancos separados. En materia de inversiones, creemos que es necesario
mantener la defensa o que lideren la defensa estudios que estén dedicados especialmente al tema.
Y termino con un aviso. Primero, las reivindicaciones acerca de la necesidad de formar gente en
derecho internacional, y lo repito, el derecho internacional es totalmente distinto al derecho interno.
Segundo, una materia que también es bastante importante: cuidado en lo que nos estemos obligando
internacionalmente, cuidado porque, cuando nos obligamos, generamos responsabilidad y, después,
si no cumplimos los Acuerdos de Promoción de Protección de Inversiones, nos obligamos a unos
estándares de protección, uno de los cuales se llama trato justo y equitativo, que hasta el día de
hoy nadie sabe lo que significa. Alguna vez me dediqué a preguntarles a quienes negociaron los
acuerdos si sabían a qué estaban obligando al país cuando celebraban esos acuerdos y me decían
“yo me obligo a seguridad plena y trato justo y equitativo”, agregando que nunca se levantó el tema,
y si revisamos la jurisprudencia del día de hoy del CIADI, uno de los temas más complejos y donde
no hay ningún tipo de unicidad es justamente en aquello del trato justo y equitativo. La evolución
en materia de inversiones y la creatividad de muchas de las personas que forman estos tribunales
han hecho, por ejemplo, que al día de hoy, cuando nosotros hablamos de inversión extranjera, ni
siquiera estemos hablando necesariamente de transferencia de capital. Hay sentencias del CIADI,
dos, SVS, Superintendencia de Valores y Seguros contra Pakistán y Filipinas, por ejemplo, donde los
tribunales consideraron que una cantidad de dinero puesta a disposición del Estado y que se ejecutaba
en el extranjero tenía calidad de inversión extranjera. En el caso específico, era una empresa que
prestaba servicios de inspección de pre-embarque en puertos europeos para las exportaciones a
Filipinas y a Pakistán, y se consideró que esas empresas eran inversionistas extranjeros, aun cuando
no existía en este caso transferencia alguna de capital a Pakistán, ni transferencia tampoco de
capital alguno a Filipinas. Sin embargo se consideró que era un inversionista extranjero porque la
empresa estaba prestando un servicio a esos países y estaba, objetivamente, a disposición de ellos
un determinado capital destinado al desarrollo de esa actividad. En estas materias, o se evoluciona
muy rápido o hay que estar asesorado por gente muy especializada y que esté al día y dedicada
continuamente en ello. Gracias.
39
Hernán Felipe Errázuriz, presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales.
Junto con agradecer a los expositores las magníficas e interesantes exposiciones, quisiera adelantar
algunas conclusiones, para luego proceder a un intercambio de ideas.
La primera conclusión, creo que es evidente el considerable aumento en la jurisdicción internacional
que tiene que ver con dos factores: la ampliación de los derechos sociales y la globalización de
los negocios. Y lo segundo, la evidencia de que carecemos de una institucionalidad que facilite
la defensa de los intereses de Chile en los tribunales extranjeros y que evite algunas situaciones
de indefensión. Aquí se ha sostenido que se han producido casos en que el Estado ni siquiera
se ha defendido, hay una descoordinación enorme, faltan los medios, ausencia de profesionales
especializados, conflictos de intereses, improvisación y falta de seguimiento. Finalmente hay dos
instituciones que parecen tener un papel muy importante: el Consejo de Defensa del Estado, que
cuenta con autonomía y profesionales calificados para estas defensas y que por el momento no
juega ningún rol, y la Cancillería, a la que obviamente le competen estos asuntos en cuanto afectan
las relaciones internacionales. Así como en el Código Orgánico de Tribunales tenemos una norma
expresa que dice que cuando un proceso judicial interno impacta las relaciones internacionales, la
Cancillería puede pedir un Ministro en Visita e intervenir en representación del Estado, que puede
hacerse presente a través de la Cancillería o del Consejo de Defensa del Estado. Con mayor razón
debería contarse con arreglos semejantes y con una institucionalidad permanente en las demandas
ante tribunales extranjeros. Hay temas de inversiones extranjeras, como lo han explicado aquí,
que son esencialmente patrimoniales, y hay contrataciones del Estado y de sus empresas que
pueden significar responsabilidades que se juzguen y persigan en el extranjero. Tenemos casos muy
especializados de derechos humanos que aquí se han nombrado, y que crean conflictos de intereses
en una repartición que debe velar por los derechos humanos y a la vez defender las infracciones.
Digamos que también son responsabilidad del Estado los temas ambientales que requieren una
defensa extremadamente especializada.
Todo esto tiene que revisarse y mirarse de una manera muy distinta a la que estamos viviendo hoy.
La pregunta que intentaremos responder es cómo plantear una organización de estas defensas,
que están diseminadas en distintas reparticiones, sin coordinación y escasos medios.
Ministra Marisol Peña, Ministra del Tribunal Constitucional. Yo creo que tenemos que agradecer
la invitación a esta importantísima reunión. En verdad yo no tengo una pregunta, sino tres comentarios
que hacer en relación con las exposiciones y también con tu introducción inicial.
La primera es que yo creo que es evidente la necesidad de la creación de un organismo especializado.
Lo que quiero enfatizar es lo que yo he observado desde mi experiencia como profesora de derecho
internacional, más que nada. Y lo primero que me parece importante destacar es algo que estuvo
en la intervención inicial de Hernán Felipe, que es la capacidad de prevención, porque una cosa
es la capacidad del Estado de reaccionar frente a esta serie de recursos, acciones o demandas
que se intentan contra el Estado, pero me parece que, desde el punto de vista de la capacidad de
40
prevención, hay que poner un acento importante en que esa unidad, cualquiera que fuese y donde
quiera que estuviera radicada, tiene que ser una unidad de estudio muy importante para analizar
los importantísimos cambios que se están produciendo en algunas materias y de los cuales hay que
hacerse cargo en los juicios. Por ejemplo, en materia de subjetividad internacional, me pregunto
cuántos en Chile saben por ejemplo que en el caso Gelman versus Uruguay, llevado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en febrero del 2011, prácticamente se le asigna ya cierta
subjetividad internacional desde el punto de vista pasivo a la sociedad civil. Porque resulta que ese
fallo dice que, aunque la sociedad uruguaya haya ratificado por plebiscito dos leyes de amnistía, ese
acto de la sociedad uruguaya viola normas de la convención americana de derechos humanos. Hay
aquí, pues, un cambio importantísimo en materia de subjetividad internacional que hay que tener
presente para futuros enjuiciamientos que puedan involucrar a nuestro país. Lo mismo puede decirse
de la jurisprudencia del Tribunal del Mar, por poner un ejemplo. No sé en cuántos casos, si es que los
hay, ha estado Chile comprometido ante el tribunal de Hamburgo, pero resulta que en ese tribunal hay
una jurisprudencia importantísima hoy día en materia de captura de buques mercantes que conecta
asuntos que son comerciales con elementos fundamentales del derecho internacional de los derechos
humanos. Por ejemplo, el juzgamiento dentro de un plazo razonable. Entonces, me parece, primero, de
la más alta importancia la capacidad de prevención radicada en una unidad de estudio muy potente.
En segundo lugar me pregunto, y no lo he escuchado que lo esté haciendo el Estado de Chile,
respecto del impacto de ciertas sentencias de políticas públicas y del accionar de los órganos del
Estado, y lo pregunto a propósito de uno de los casos del CIADI que precisamente es el caso de los
malayos, porque ahí uno de los argumentos de la condena contra Chile fue, justamente, que todos
los permisos que se habían otorgado a los malayos para la construcción de su proyecto inmobiliario
en la localidad de Pirque en Santiago, no habían estado debidamente informados por el hecho de
que el lugar donde se pretendía emplazar esa construcción no era un lugar que, de acuerdo al plan
regulador de la comuna de Pirque, permitiera el desarrollo de un proyecto de urbanización. Bueno,
ahí evidentemente hay una falla a nivel de la municipalidad, hay fallas de los órganos del Estado,
que efectivamente pueden asumirse como lecciones a nivel de política pública o de, como digo,
la actividad futura de los órganos del Estado que parece importante tener presente. Y por último,
un tercer punto, que me imagino que la Cancillería lo está coordinando, pero tal vez es importante
escuchar en esta materia. Sabemos que en virtud de los distintos pactos internacionales estamos
obligados a emitir informes, informes como Estado, y voy a mencionar un caso en el cual en algún
minuto me pidieron opinión, informe relacionado con la convención de la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, en el cual actúa activamente, por supuesto, el Servicio
Nacional de la Mujer. ¿Hasta qué punto esos informes son debidamente internalizados, seguidos y
coordinados para los efectos de las defensas judiciales? Por qué, y con esto termino, por qué, por
ejemplo, en el caso Atala, la Corte Interamericana de Derechos Humanos construyó pretorianamente
un concepto de no discriminación arbitraria que no estaba en la convención. Así lo dijo tomando
varios pactos, uno de ellos la convención de eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer. Pregunta ¿Cuando el Estado de Chile contesta judicialmente en el proceso, tiene
en cuenta lo que ya hemos dicho en los informes? Porque no podría, parece evidente pensarlo, no
podría haber una contradicción entre lo que se está diciendo oficialmente a través de los informes
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de los Comités de los Pactos y lo que luego se está respondiendo en las defensas judiciales. Ese
era mi punto. Gracias.
José Antonio Viera-Gallo. Quisiera en primer lugar felicitar al Consejo Chileno porque este es
un tema muy importante donde el Estado tiene falencias serias, y me quiero referir al último
punto que acaba de decir Marisol sobre los derechos humanos. Para hacer el tema más complejo,
nosotros tenemos hoy día una institucionalidad pública en que hay organismos del Estado que
están creados para criticar al Estado, no para defenderlo, como es el caso que nos convoca en esta
oportunidad. Voy a poner dos ejemplos. El Instituto de Derechos Humanos está pensado para que
señale qué violaciones el Estado de Chile puede estar cometiendo hoy día respecto a una serie de
pactos, convenciones o legislación interna, y el Consejo para la Transparencia otro tanto respecto
de lo que pudiera ser, digamos, transparencia pública, etc. Además, el Estado de Chile -por eso lo
relaciono con lo que dijo Marisol al último-, además de estos informes a que se está obligando en
las más diversas materias, el Estado tiene que pasar un examen periódico universal cada cuatro
años ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Me tocó presidir esa delegación
en el gobierno anterior y tuve una experiencia muy curiosa y muy importante, que después yo me
di cuenta que mis colegas del gobierno no le atribuían casi importancia alguna. Porque, uno, frente
a 40 países que le hacen preguntas y teniendo al lado unas 6 o 7 ONG chilenas que están contra
el gobierno de Chile, tiene que responder de todas las materias inimaginables, y después viene
una negociación entre la delegación del país y los países que formulan las preguntas, y el país sale
bien si acepta, digamos, las observaciones. De 80 observaciones nosotros terminamos aceptando
78, salvo 2 que se referían a problemas de aborto. Pero yo me pregunto: ¿hubo algún impacto en
Chile respecto de los compromisos que asumimos en Ginebra en relación al comportamiento de
la policía en la aplicación de la ley antiterrorista en el sur? Cosa de discriminación, todo lo que uno
pueda imaginar en derechos humanos, para poder pasar ese examen, que era el primero, y ahora
al gobierno le toca pronto, no sé cuándo, pero muy pronto, pasar de nuevo. Es muy difícil coordinar
y esto terminó siendo coordinado en la Secretaría General de la Presidencia con una colaboración
grande de la Cancillería: Pero el problema va a ser para el próximo gobierno, donde vamos a tener
informes de organismos públicos chilenos contra el Estado. No solo de ONGs, porque el Estado está
construido de una manera tal que hoy día se critica al Estado desde el Estado mismo, autónomo
del gobierno. Entonces, yo solamente quiero señalar que me parece absolutamente indispensable,
al menos en materia de derechos humanos, para no hablar ahora de la litigación y todo el sistema
interamericano donde los abogados están cada día más activos, no solo por causas nobles, sino
que además se gana dinero. Yo creo que es indispensable buscar algún centro de coordinación,
pero a mi juicio debiera estar bajo la tuición de la Cancillería, pero para eso habría que potenciar
enormemente no solo la parte orgánica de la Cancillería, sino que eso estuviera también entre las
prioridades de la política exterior de Chile. No me quiero extender porque podría hablar mucho
sobre algunas de otras materias que son incluso más complejas.
Jorge Carey, representante del estudio jurídico Carey y Cía. Yo concuerdo con todo lo que
se ha dicho. Solamente quisiera recalcar un punto que me ha tocado ver con mucha nitidez en
el asunto relacionado con el diario Clarín. Y es que, de alguna manera, todos estos desastres que
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hubo al principio en este juicio y que se mencionaron anteriormente, condicionaron lo que pasó
después. En el fondo lo que el tribunal dijo es que a este demandante de 92 años que lo han tenido
12 años litigando, no podemos no darle nada, y entonces empezaron a buscar razones para tratar
de sacarse el gran obstáculo que tenían. Y el obstáculo que tenían era que al día de hoy, 2013, no
podría aplicarse retroactivamente un tratado firmado el año 1990 a algo que ocurrió en el año 1973.
Entonces sacaron esta teoría de que el señor Pey, en democracia, y no en los años noventa y tantos,
había sido tratado injustamente por Chile al denegarle justicia en un juicio anterior. O sea, se salió
completamente del tema de fondo y, basado en eso, le dio esa cifra de 10 millones de dólares. Ahora
bien, ¿cuál es el punto? Yo creo que hay que darle mucha atribución a un ente lo más autónomo
posible del gobierno de turno para que pueda transar, para que pueda pagar sin necesariamente
extinguir todos los recursos legales, que ha sido precisamente lo que nos ha penado aquí, porque
si este hubiera sido un juicio privado, cabrían negociaciones y nos habríamos evitado los costos que
vienen por delante. Y ni el gobierno de la presidenta Bachelet ni el gobierno del presidente Piñera
estimaron que podían, ni jurídicamente ni políticamente, no seguir adelante y extinguir todos los
recursos. Entonces, creo que hay que darle mucha atribución a alguien para que se atreva a tomar
decisiones políticas que implican transar un caso como este, donde es aberrante pagar a quien no es
el dueño, pero que nadie quiso hacer y hubiera sido la mejor solución para terminar con esta pesadilla.
Hernán Felipe Errázuriz, presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales.
Agradezco a todos la participación, especialmente a los expositores. No ha sido fácil. Hemos tenido
muchas reuniones de coordinación y el trabajo que han hecho los 4 panelistas es estupendo, y
espero que nos colaboren porque pensamos hacer un documento que queremos entregar al
Presidente de la República. Es una necesidad nacional de la mayor importancia. La situación actual
es absolutamente peligrosa para el país. No nos garantiza que se defiendan sus intereses como
corresponde, ya hemos visto casos en indefensión, y creo que tenemos que tener conciencia.
Cristián Zegers ha sido el motor de esta idea, a quien quiero agradecer especialmente su apoyo.
También quiero agradecer mucho a los ex presidentes del Consejo de Defensa del Estado que
nos acompañan aquí. A Carlos Mackenney especialmente, porque nos ha procurado material para
nuestros trabajos, y a mi amigo, ex consejero Eugenio Valenzuela, que tiene una experiencia valiosa,
y a todos ustedes por venir hoy día. Muchas gracias.
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ANEXO II
NORMAS DE ÓRGANOS CHILENOS INTERVINIENTES
Considera los siguientes órganos del Estado: Presidente de la República, Ministerio de Relaciones
Exteriores, Consejo de Defensa del Estado, Banco Central y Comité de Inversiones Extranjeras,
además de la ley sobre contratos internacionales del sector público.
1. Presidente de la República
Constitución Política.
Art. 24. El gobierno y la administración del Estado corresponden al Presidente de la República,
quien es el Jefe del Estado.
Art. 32. Son atribuciones especiales del Presidente de la República:
15°. Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos internacionales…
2. Ministerio de Relaciones Exteriores
D.F.L. N° 161, de 1978.
Estatuto Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores:
“Art. 1°. El Ministerio de Relaciones Exteriores es el Departamento de Estado encargado de la
planificación, dirección, coordinación ejecución, control e información de la política exterior que
formule el Presidente de la República.
En consecuencia, le corresponderá, entre otras materias, coordinar las actividades de los distintos
Ministerios y Organismos Públicos en aquellos asuntos que inciden en la política exterior e
intervenir en todo lo relacionado con la determinación y demarcación de las fronteras y límites del
país, así como en todas las cuestiones que atañen a sus zonas fronterizas y a sus espacios aéreos y
marítimos y a la política antártica, en general.
Art. 16°. La Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales es un organismo
técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores, dependiente del Subsecretario, cuya misión es
asesorar al Ministerio en materias económicas internacionales y ejecutar la acción económica
exterior.
Este organismo se regirá por su ley y reglamento, y será el sucesor legal de la Secretaría Ejecutiva
para Asuntos de la ALALC.
Art. 23º. A la Dirección de Asuntos Jurídicos corresponde la elaboración de informes sobre
materias que competen al Ministerio de Relaciones Exteriores, tanto en Derecho Internacional
como en Derecho Interno.
Atenderá, además, las consultas que sobre aspectos jurídico-administrativos le formulen las
autoridades del Ministerio.
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Art. 48°. Las Misiones Diplomáticas y las Representaciones Consulares de Chile son los órganos
de representación de la Nación en los países en que estén acreditadas, cuya función es aplicar
la política exterior del país en lo político, diplomático, consular, económico, financiero, comercial,
social, cultural, científico, técnico y de información.
Art. 49°. Los Jefes de las Misiones Diplomáticas dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores
a través del Subsecretario, son los representantes del Estado de Chile y Presidente de la República.
De ellos dependerán todos los funcionarios del Servicio Exterior que presten servicios en el país
en que estuvieren acreditados, tanto de las Misiones Diplomáticas como de las Representaciones
Consulares, con excepción de los Jefes y miembros de las Delegaciones o Representaciones
Permanentes ante Organismos Internacionales con sede en el mismo Estado, y de los Jefes y
miembros de la Misiones Técnico-Administrativas.
Los Agregados de las Fuerzas Armadas que integren las Misiones Diplomáticas de Chile en el
exterior quedarán sometidos a la autoridad de los Jefes de éstas manteniendo en todo caso la
dependencia de la respectiva institución a que pertenecen.
3. Consejo de Defensa del Estado
Ley Orgánica
(D.F.L N° 1, de 1993, del Ministerio de Hacienda, publicado en el Diario Oficial de fecha 7 de agosto
de 1993)
Título I: Del Objeto y Atribuciones
Art.1. El Consejo de Defensa del Estado es un servicio público descentralizado, dotado de
personalidad jurídica, bajo la supervigilancia directa del Presidente de la República e independiente
de los diversos Ministerios.
Los decretos supremos que se refieran al Consejo de Defensa del Estado y en que no aparezca una
vinculación con un Ministerio determinado, serán expedidos a través del Ministerio de Hacienda.
Art. 2. El Consejo de Defensa del Estado tiene por objeto, principalmente, la defensa judicial de
los intereses del Estado.
Art. 3. Las funciones del Consejo de Defensa del Estado son, sin perjuicio de las otras que le
señalen las leyes, las siguientes:
1.- La defensa del Fisco en todos los juicios y en los actos no contenciosos de cualquier
naturaleza, sin perjuicio de la que corresponda, de acuerdo con la ley, a los abogados de otros
servicios públicos.
2.- La defensa del Estado en los juicios que afecten a bienes nacionales de uso público, cuando la
defensa de estos bienes no corresponda a otros organismos.
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Le corresponderá también, el examen legal de los títulos de las propiedades fiscales, sin perjuicio
de las atribuciones que corresponden al Ministerio de Bienes Nacionales.
3.- La defensa en los juicios en que tengan algún interés los servicios de la administración
descentralizada del Estado o las entidades privadas en que el Estado tenga aporte o participación
mayoritarios, siempre que el respectivo servicio jurídico no esté en condiciones de asumir
convenientemente tal función, circunstancia que en cada caso calificará el Consejo.
4.- Ejercer la acción penal, tratándose de delitos que pudieren acarrear perjuicios económicos
para el Fisco u organismos del Estado.
El Consejo ejercerá la acción penal tratándose, especialmente, de delitos tales como malversación
o defraudación de caudales públicos y aquellos que importen sustracción, pérdida o fraude de
fondos del Fisco, organismos del Estado o de las entidades de derecho privado a las que el Estado
o sus instituciones hagan aportes o subvenciones o en las cuales tengan participación mayoritaria
o igualitaria (2).
5.- Ejercer la acción penal, tratándose de delitos cometidos en el desempeño de sus funciones o
empleos por funcionarios públicos o empleados de organismos del Estado, de la Administración
del Estado, de los gobiernos regionales, de las municipalidades, o de las instituciones o servicios
descentralizados funcional o territorialmente.
El Consejo ejercerá la acción penal tratándose, especialmente, de delitos tales como cohecho,
soborno y negociación incompatible.
6.- La supervigilancia de la conducción de la defensa de los procesos a cargo de los servicios
públicos de la Administración del Estado, de los gobiernos regionales, de las municipalidades, de
las instituciones o servicios descentralizados territorial o funcionalmente y de las entidades de
derecho privado en que el Estado o sus instituciones tengan aportes o participación mayoritarios
o igualitarios, por acuerdo del Consejo.
7.- La defensa en los recursos de protección que se interpongan en contra del Estado, los
gobiernos regionales, las municipalidades, los servicios públicos centralizados, las instituciones o
servicios descentralizados territorial o funcionalmente y las entidades de derecho privado en que
el Estado o sus instituciones tengan aportes o participación mayoritarios o igualitarios, cuando así
lo acuerde el Consejo.
Asimismo, podrá acordar asumir la defensa de los agentes públicos o empleados en contra
de los cuales se interponga el recurso de protección o hacerse parte en dichos recursos, en
representación del Estado o de la institución a quien representa o donde presta sus servicios el
funcionario o empleado recurrido, siempre que así lo acuerde el Consejo por estimarlo conveniente
para el interés o el prestigio del Estado.
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8.- La representación del Estado en todos los asuntos judiciales de naturaleza contencioso
administrativa en que la acción entablada tenga por objeto la anulación de un acto administrativo,
cuando así lo acuerde el Consejo.
9.- El ejercicio de la acción civil que nazca de los delitos en que el Consejo haya sostenido la acción
penal, cuando ello sea conveniente para el interés del Estado.
10.- La expedición de dictámenes que el Presidente de la República o los Ministerios de Estado
soliciten sobre materias jurídicas determinadas.
11.- La refrendación previa de los contratos que proyecte celebrar el Fisco, siempre que sea
necesaria a juicio del Ministro del ramo, atendido su monto y naturaleza.
Art. 6. Si alguno de los delitos a que se refiere el artículo 3° N° 4 afectare a organismos del Estado,
a los gobiernos regionales, a las municipalidades, a las instituciones o servicios descentralizados
funcional o territorialmente, o a las entidades de derecho privado a las que el Estado o sus
instituciones hagan aportes o subvenciones o en las cuales tengan participación mayoritaria o
igualitaria, el Consejo de Defensa del Estado acordará el ejercicio de la acción siempre que, en su
concepto, haya especial conveniencia en ello.
El Consejo de Defensa del Estado solo podrá interponer querella respecto de hechos constitutivos
de delitos en que las leyes requieren denuncia o querella del Servicio de Impuestos Internos,
cuando así lo solicite este Servicio.
En este caso, y en todos aquéllos en que el Consejo de Defensa del Estado ejerza la acción penal
que también corresponda a otros órganos distintos del Ministerio Público, cesará la facultad de
representación de éstos en el respectivo procedimiento.
Art. 7. El Consejo de Defensa del Estado, con el voto de las tres cuartas partes de sus miembros en
ejercicio y en sesión especialmente convocada con tal objeto, podrá acordar transacciones en
los procesos en que intervenga. En el acta de la sesión en que se adopte el acuerdo de transigir
deberá dejarse constancia de los fundamentos que se tuvieron para ello.
Del mismo modo, podrá aprobar la celebración de acuerdos reparatorios en los procedimientos
penales en que intervenga como querellante.
Podrá también, con el voto de la mayoría de los miembros en ejercicio, aceptar el pago en cuotas
de las deudas que le corresponda cobrar, aun en los casos que éstas consten en sentencias
ejecutoriadas. El Consejo fijará el número de cuotas en que se dividirá la deuda y las épocas de
pago y determinará, en el mismo acto, el reajuste y el interés con que aquélla deberá solucionarse,
pudiendo eximir de intereses, sean éstos futuros o ya devengados, al obligado, si sus facultades
económicas lo justifiquen.
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Tratándose de asuntos que afecten a los gobiernos regionales, a las municipalidades, a los servicios
descentralizados de la Administración del Estado o los organismos privados en que el Estado o
sus instituciones tengan aporte o participación mayoritarios o igualitarios, se requerirá además el
consentimiento de la entidad respectiva.
Los acuerdos a que se refieren los incisos anteriores, deberán ser aprobados por resolución del
Ministerio de Hacienda cuando se trate de sumas superiores a tres mil unidades tributarias mensuales.
Art. 8. El Consejo de Defensa del Estado tendrá la atención y defensa de las reclamaciones
tributarias, sólo ante los tribunales superiores de justicia. Por consiguiente, no le corresponderá
intervención alguna ante los tribunales establecidos en el artículo 115 del Código Tributario.
Art. 18. El Presidente de Consejo tendrá los siguientes deberes y atribuciones, sin perjuicio de los
inherentes a su calidad de Jefe de Servicio, y de los otros que le señalen las leyes:
1.- La representación judicial del Fisco en todos los procesos y asuntos que se ventilan ante los Tribunales,
cualquiera sea su naturaleza, salvo que la ley haya otorgado esa representación a otro funcionario, pero
aún en este caso y cuando lo estime conveniente el Presidente podrá asumir por sí o por medio de
apoderados la representación del Fisco, cesando entonces la que corresponda a aquel funcionario;
2.- La representación judicial del Estado, de los gobiernos regionales, de las municipalidades,
de las instituciones o servicios descentralizados territorial o funcionalmente y de las sociedades
y corporaciones de derecho privado en que el Estado o sus instituciones tengan aportes o
participación mayoritarios o igualitarios, en los casos a que se refieren los números 2 inciso 1°, 3, 4,
5, 7, 8 y 9 del artículo 3°.
3.- La dirección superior, de acuerdo con el Consejo, de la defensa de todos los asuntos
judiciales a que se refiere el artículo 3°.
4.- La de conferir la calidad de receptores judiciales a funcionarios de las Plantas Directiva, Profesional
y Técnica para que, permanentemente o en casos determinados, practiquen las actuaciones
inherentes a ese cargo en los procesos y asuntos a que se refiere el artículo 3°. En el territorio de los
abogados procuradores fiscales, la designación de receptor podrá recaer, además, en funcionarios
de la Planta Administrativa;
5.- La de encomendar a los abogados del Departamento de Defensa de la Ley de Alcoholes el
patrocinio y atención de determinados procesos o asuntos que sean de competencia del Consejo;
6.- La de encomendar a otros abogados de la Administración Pública o de las entidades
autónomas del Estado, de los servicios de la Administración descentralizada del Estado, o de las
entidades privadas en que el Estado tenga aporte o participación mayoritarios, el cuidado de
la marcha de los procesos a que se refieren los números 1, 2 inciso 1°, 3, 4 y 5 del artículo 3° y la
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práctica de los actos procesales que sean necesarios, siempre que estos procesos se tramiten en
ciudades donde el Consejo no tenga oficina y en que desempeñen sus funciones los abogados a
quienes se encomienda dicho cuidado y actuaciones.
La facultad a que se refiere el inciso anterior podrá delegarla en los abogados procuradores fiscales.
4. Banco Central
Ley N° 18.840 (1989)
Art. 22. El Presidente tendrá a su cargo la conducción de las relaciones del Banco con los poderes
públicos y con las entidades bancarias y financieras nacionales, extranjeras o internacionales. Le
corresponderá, especialmente, sin perjuicio de las demás funciones que le encomienda esta ley.
5.- Requerir, previo acuerdo del Consejo, la intervención del Consejo de Defensa del Estado en
aquellos juicios en que exista un interés público comprometido y en que sea parte o tenga interés
el Banco.
Art. 24. El Gerente General tendrá a su cargo la administración y vigilancia inmediata del Banco, de
acuerdo con las facultades conferidas e instrucciones impartidas por el Consejo. Le corresponderá
en especial.
4.- Representar judicialmente al Banco, para lo cual tendrá las facultades señaladas en el inciso
primero del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil, debiendo notificarse a él las demandas
que se entablen contra el Banco, para emplazarlo válidamente.
Sin perjuicio de lo señalado en el inciso precedente, el Gerente General podrá otorgar poderes
judiciales, con las facultades del inciso primero del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil, a
otros funcionarios del Banco o a terceros, acordando las remuneraciones de estos últimos.
El Gerente General requerirá el acuerdo del Consejo para desistirse en primera instancia de la acción
deducida, aceptar la demanda contraria, renunciar los recursos o los términos legales, transigir,
comprometer, otorgar a los árbitros facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir. No
obstante, el Consejo podrá otorgar, a otros funcionarios del Banco o a terceros, todas o algunas de
estas facultades para ser ejercidas en juicios determinados, y
Art. 25. El Fiscal será el jefe superior de la Fiscalía y de su personal. Le corresponderá especialmente:
3.- Supervisar el curso de los juicios en que el Banco sea parte…
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5. Estatuto de la Inversión Extranjera
Decreto ley N° 600 (1974)
Núm. 523.- Santiago, 3 de septiembre de 1993.Visto: Las facultades que me confiere el artículo 3° de la ley N° 19.207.
Decreto con Fuerza de Ley
El texto refundido, coordinado y sistematizado del decreto ley N° 600, de 1974, Estatuto de la
Inversión Extranjera, será el siguiente:
TÍTULO III
Del Comité de Inversiones Extranjeras
Artículo 12.- El Comité de Inversiones Extranjeras es una persona jurídica de derecho público,
funcionalmente descentralizada, con patrimonio propio, domiciliada en la ciudad de Santiago,
que se relacionará con el Presidente de la República por intermedio del Ministerio de Economía,
Fomento y Reconstrucción. Será el único organismo autorizado, en representación del Estado de
Chile, para aceptar el ingreso de capitales del exterior acogidos al presente decreto ley y para
establecer los términos y condiciones de los respectivos contratos.
El Comité actuará representado por su Presidente en los casos de que se trate de inversiones que
requieran de acuerdo del Comité, según lo dispuesto en el artículo 16°; en caso contrario, actuará
representado por su Vicepresidente Ejecutivo.
Artículo 15.- Para el cumplimiento de sus atribuciones y obligaciones, el Comité de Inversiones
Extranjeras dispondrá de una Vicepresidencia Ejecutiva, que tendrá las siguientes funciones.
a) Recibir, estudiar e informar las solicitudes de inversiones extranjeras y las demás que se presenten
a la consideración del Comité;
b) Actuar como órgano administrativo del Comité, preparando los antecedentes y estudio que requiera;
c) Cumplir funciones de información, registro, estadística y coordinación respecto de las inversiones
extranjeras;
d) Centralizar la información y el resultado del control que deban ejercer los organismos públicos
respecto de las obligaciones que contraigan los titulares de inversiones extranjeras o las empresas
en que éstos participen y denunciar ante los poderes y organismos públicos competentes, los
delitos o infracciones de que tome conocimiento;
e) Realizar y agilizar los trámites ante los diferentes organismos que deban informar o dar su
autorización previa para la aprobación de las diversas solicitudes que el Comité debe resolver y
para la debida materialización de los contratos y resoluciones correspondientes, y
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f) Investigar en Chile o en el extranjero sobre la idoneidad y seriedad de los peticionarios o
interesados.
Artículo 15 bis.- La administración de la Vicepresidencia Ejecutiva del Comité de Inversiones
Extranjeras corresponderá al Vicepresidente Ejecutivo, quien será el Jefe Superior del Servicio y
tendrá su representación legal, judicial y extrajudicial. El cargo de Vicepresidente Ejecutivo es de
la exclusiva confianza del Presidente de la República, será provisto a proposición del Comité de
Inversiones Extranjeras, y su titular ejercerá especialmente, las siguientes funciones:
6. Decreto ley N° 2.349, de 1978.
Establece normas sobre contratos internacionales para el sector público.
“Artículo 1°- Decláranse válidos los pactos destinados a sujetar al derecho extranjero los
contratos internacionales, cuyo objeto principal diga relación con negocios u operaciones de
carácter económico o financiero, celebrados o que se celebren por organismos, instituciones
o empresas internacionales o extranjeras que tengan el centro principal de sus negocios en el
extranjero, con el Estado de Chile o sus organismos, instituciones o empresas.
Son igualmente válidas las estipulaciones por las cuales se haya sometido o se sometan diferendos
derivados de tales contratos a la jurisdicción de tribunales extranjeros, incluyendo tribunales
arbitrales previstos en mecanismos de arbitraje preestablecidos o en el respectivo contrato,
como también las estipulaciones por las que se haya fijado o se fije domicilio especial y se haya
designado o se designe mandatario en el extranjero para los efectos del contrato.
Lo dispuesto en los incisos anteriores igualmente es aplicable a los actos y contratos por los cuales
el Estado de Chile o sus organismos, instituciones y empresas, hayan otorgado u otorguen, en
cualquier forma, su garantía a terceros en los contratos a que se refiere el inciso primero.
En virtud del sometimiento a la jurisdicción de un tribunal extranjero, cesará el derecho a invocar
la inmunidad de jurisdicción, a menos de estipulación expresa en contrato.
Artículo 2°- Declárase que el Estado de Chile y sus organismos, instituciones o empresas, podrán
renunciar a la inmunidad de ejecución en los contratos referidos en el artículo anterior. Con todo,
tal renuncia se entenderá limitada al cumplimiento de sentencias recaídas en litigios derivados
de contrato específico en que ella se haya convenido. Tratándose de organismos, instituciones y
empresas con personalidad jurídica distinta a la del Estado, la renuncia afectará exclusivamente los
bienes del dominio de la entidad contratante.
La renuncia pactada en los contratos a que se refiere este artículo, celebrados con anterioridad a
la vigencia de este decreto ley, se entenderá válida con las mismas limitaciones señaladas en el
inciso anterior.
Artículo 3°- Para los efectos de este decreto ley, se entenderá por organismos, instituciones y
empresas del Estado, todo servicio público, institución fiscal o semifiscal, centralizada o
51
descentralizada, empresa del Estado y, en general, todo organismo autónomo creado por
ley como, asimismo, toda empresa, sociedad o entidad pública o privada en que el Estado
o sus empresas, sociedades o instituciones, centralizadas o descentralizadas, tengan
aportes de capital, representación o participación superiores al 50% del capital social, aun
cuando se exija norma expresa para aplicarles las disposiciones legales del sector público.
Artículo 4°- Para que los contratos y estipulaciones indicados en los artículos 1° y 2° convenidos
con posterioridad a la vigencia del presente decreto ley, queden regidos por sus disposiciones,
será necesario que la sumisión al derecho extranjero o a tribunales extranjeros, el señalamiento
de domicilio, la designación de mandatario en el extranjero y la renuncia a la inmunidad de
ejecución, cuenten con la autorización del Presidente de la República, dada mediante
decreto del Ministerio de Hacienda. Se exceptúan de esta exigencia el Banco Central y el
Banco del Estado de Chile.
El Presidente de la República podrá otorgar su autorización en general a determinados
organismos, instituciones o empresas del Estado, o en particular para algunas clases de contrato.
En todo caso, esta autorización no podrá concederse por un plazo superior a un año; pero podrá
renovarse.
La autorización a que se refiere este artículo no excluye otras necesarias en razón de la naturaleza
del contrato de que se trate.
Artículo 5°- Sin perjuicio de la validez de las estipulaciones contenidas en actos o contratos ya
celebrados, no valdrá renuncia alguna en cuanto a la inmunidad de ejecución respecto de
los fondos, derechos y bienes que el Banco Central de Chile mantuviere en el extranjero,
por cuenta propia, salvo que dicha renuncia se refiera a obligaciones contraídas por dicho Banco.
Artículo 6°- No procederá renuncia alguna de inmunidad de ejecución respecto de los
bienes inmuebles y del mobiliario destinados a mantener una misión diplomática o
consular o la residencia del jefe de ellas.
No valdrá renuncia alguna de inmunidad de ejecución con respecto a bienes destinados a
fines militares, tanto aquellos que sean propiamente de carácter militar como aquellos que se
encuentren bajo el control de una autoridad militar o agencia de defensa.
Artículo 7°- Las estipulaciones contenidas en los artículos 1° y 2° no podrán pactarse en los
contratos que se celebren en conformidad al decreto ley número 600 de 13 de Julio de 1974,
y sus modificaciones.
Asimismo, no procederán en los contratos que se celebren sobre concesiones de bienes
fiscales, ni en los actos o contratos que celebren los organismos, instituciones o empresas del
Estado de Chile, cuando la legislación particular por la cual se rijan excluya en forma expresa
52
la sumisión a la ley o tribunal extranjeros, o disponga que los diferendos que de ellos deriven
deban ser sometidos a la ley chilena o a tribunales nacionales.
Artículo 8°- La designación de mandatarios especiales a que se refiere el artículo 1°
sólo podrá recaer, en el futuro, en un cónsul chileno general o particular o de distrito,
en alguna agencia u oficina de organismos, instituciones o empresas del Estado de
Chile con sede en el extranjero, o en el representante legal de dicha agencia u oficina.
Artículo 9°- Cualquier Estado extranjero y sus organismos, instituciones y empresas podrán
impetrar en Chile la inmunidad de jurisdicción y de ejecución, según el caso, en los mismos
términos y con igual amplitud e idénticas excepciones como la reconociere su propia legislación
a favor del Estado de Chile o de sus organismos, instituciones y empresas.
Artículo 10- Sustitúyese el N° 3 del artículo 245 del Código de Procedimiento Civil, por el siguiente:
“3.- Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia haya sido debidamente notificada de
la acción. Con todo, podrá ella probar que, por otros motivos, estuvo impedida de hacer valer
sus medios de defensa.”.
Artículo 11- Declárase que las operaciones de crédito con el exterior, pactadas con instituciones
o empresas bancarias o financieras, extranjeras o internacionales, han estado y estarán
sometidas, en cuanto a estipulaciones sobre intereses, comisiones, recargos, pago anticipado y
demás condiciones financieras, a las modalidades usuales imperantes en el mercado externo de
capitales, sin que les sean aplicables las disposiciones limitativas sobre la materia de la legislación
nacional.
Se presume que las condiciones contenidas en operaciones aprobadas por el Banco Central de
Chile son las imperantes en el respectivo mercado externo de capitales.”.
53
ANEXO III
INVENTARIO DE CASOS
Se incluyen asuntos que han sido o están siendo sometidos a las siguientes instancias: Corte
Internacional de Justicia de La Haya, arbitrajes internacionales especiales, Tribunal Internacional del
Derecho del Mar, Organización Mundial de Comercio, Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
relativas a Inversiones, tribunales civiles de otros países, tribunales del trabajo de otros países,
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Corte Interamericana de Derechos Humanos.
ANTE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA
1.- Reino Unido c/ Chile y Argentina1
Soberanía de islas Shetland del Sur y Tierra de O’Higgins (Graham) (península antártica).
En 1947 Gran Bretaña invitó a Chile y a Argentina a someter la controversia a la Corte. En 1956, la
Corte denegó su jurisdicción por no aceptarla Chile ni Argentina.
2.- Perú c/ Chile
En 2008, Perú demandó la definición de la delimitación marítima.
3.- Bolivia c/ Chile (2013)
Obligación de negociar acceso al océano Pacífico
ARBITRAJES INTERNACIONALES2
1. Laguna del Desierto.
En 1991, Chile y Argentina sometieron la disputa a un Tribunal Arbitral Internacional, que se constituyó
en Río de Janeiro, con 5 jueces.
En fallo de 1994, se reconoció en su mayor parte la posición argentina, por 3 votos contra 2. En
1995, se rechazó unánimemente un recurso de interpretación de Chile.
2. Canal Beagle.
El compromiso se firmó en 1971, para la reina de Inglaterra como árbitro, que contó con 5 jueces
árbitros designados por las partes.
El laudo se dictó en febrero de 1977.
Al no ser aceptado por Argentina, y sometido el asunto a mediación papal, Chile aceptó la propuesta
de Juan Pablo II en 1980; Argentina la aprobó en 1984, luego de un plebiscito.
3. Alto Palena.
En 1964, se sometió la disputa a la reina de Inglaterra, asesorada de 3 árbitros.
Se falló en 1967.
4. Plebiscito de Tacna y Arica.
Cumplimiento del Tratado de Ancón.
El Presidente de EE.UU., árbitro, resolvió en 1925 que el plebiscito debía realizarse.
1. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
2. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
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ANTE EL TRIBUNAL INTERNACIONAL DEL DERECHO DEL MAR 3
1. Chile / Comunidad Europea.
Conservación y explotación sustentable del pez espada (albacora) en alta mar adyacente a zona
económica exclusiva de Chile.
En 2001, las partes informaron que habían llegado a un acuerdo provisional, con reserva de iniciar
el procedimiento, lo que reiteraron en 2003 y 2005.
ASUNTOS COMERCIALES ANTE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO4
Casos en que Chile es demandado.
1 a 8. Salvaguardias que imponen sobretasas arancelarias. Se solicita celebración de consultas y
establecimiento de un grupo especial:
1. Salvaguardias provisionales, productos lácteos (Argentina, 2006);
2. Salvaguardias definitivas productos lácteos (Argentina, 2006);
3. Salvaguardia definitiva al azúcar (Colombia, 2001);
4. Salvaguardia definitiva al azúcar (Colombia, 2001)
5. Salvaguardias definitivas a fructosa (Argentina 2002);
6. Salvaguardias a mezclas de aceites comestibles (Argentina, 2001);
7. Sistema de bandas de precios y salvaguardias a trigo, harina de trigo, azúcar y aceites vegetales
(Guatemala, 2001), y
8. Sistema de bandas de precio y salvaguardia a determinados productos agrícolas (Argentina, 2000).
9, 11 y 12. Impuestos a las bebidas alcohólicas:
10. Comunidad Europea, EEUU, Canadá y Perú, relativos a aguardientes destiladas importadas, como
vodka, whisky, ron, gin;
11. Los mismos demandantes más México, sobre los mismos productos, y
12. EE.UU., sobre los mismos productos.
10. Comunidad Europea, sobre prohibición de Chile de descargar pez espada en puertos chilenos.
Casos en que Chile es demandante.
1. Comunidad Europea
Denominación comercial de moluscos del género petinidae (coquille Saint-Jacques, ostión) que
obliga a cambiar la denominación al “péntocle Saint-Jacques” chileno a “péntocle”, a pesar de que
no se diferencia del francés en color, tamaño, textura, aspecto ni en su utilización.
En 1996, se llegó a un acuerdo en virtud del cual el producto chileno podía ingresar con la misma
denominación que el francés.
3. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
4. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
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2. EE.UU. Derechos compensatorios al salmón chileno, 1997.
El inicio de la investigación para imponerlos no contaba con demostración suficiente.
3. EE.UU. Ley de compensación por dumping, 2000.
4. Perú. Tributación a los cigarrillos, 2001.
5. México. Importación de fósforos, 2001.
En 2004, Chile retiró su solicitud de consulta.
6. Argentina. Salvaguardia definitiva a duraznos en conserva, 2001.
En 2003, Argentina eliminó la medida.
7. Perú. Impuesto a las importaciones de frutas frescas, hortalizas, pescado, leche, té y otros productos
naturales de origen chileno, 2002.
8. Uruguay. Aplicación de impuesto específico a la primera enajenación y a la importación de
bebidas alcohólicas, jugos, agua mineral, tabaco y cigarrillos, etc., 2002.
9. Ecuador. Salvaguardia a tableros de fibra de madera de densidad media, 2003.
10. Comunidad Europea. Salvaguardia al salmón, 2005.
ANTE EL CENTRO INTERNACIONAL DE ARREGLO DE DIFERENCIAS RELATIVAS A INVERSIONES
(CIADI)5
1. Sociedad Anónima E. Vieira c/Chile.
Demanda de 2003 denuncia infracción desde 1990 del Acuerdo entre Chile y España sobre Protección
y Fomento Recíproco de Inversiones, sobre cuotas de pesca de Concar en aguas exteriores, de 1994.
Demandó indemnización por US$ 22,5 MM. En 2007, el CIADI resolvió que no tenía jurisdicción
porque el Acuerdo citado es posterior a los hechos.
2. MTD Equity Sdn, Bhd c/Chile.
En 2001, MTD Equity denunció infracción del Acuerdo entre Chile y Malasia de Protección y Fomento
Recíproco de Inversiones, de 1992 (y de los Acuerdos con Dinamarca y Croacia, por la cláusula de
nación más favorecida).
El tema fue el desarrollo de un complejo urbano o mini-ciudad en Pirque, con inversión de
US $17 MM.
El problema consistió en que Vivienda no autorizó el cambio de uso de suelo, al proyectarse la
expansión de Santiago hacia el norte, y no al sur.
En 2004, el CIADI condenó a Chile a pagar US$ 5,9 MM.
3.- Víctor Pey y Fundación Presidente Allende con Chile.
En 1998, V. Pey demandó por ser titular de las acciones del diario Clarín, que habría comprado en
1973. Cuantía inicial de US$ 515 MM, elevada después a US$ 795 MM. En 2008, se condenó al Estado a
pagar US$ 10 MM por indemnización y US$ 3,4 MM por costas y gastos. En 2012, se acogió la nulidad
y liberó a Chile del pago de la indemnización. Pero reconoció al demandante Pey su nacionalidad
5. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
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española (argumentó, inconstitucionalmente, que había renunciado a su nacionalidad chilena) y su
derecho a demandar de acuerdo al tratado con España sobre promoción y protección recíproca
de inversiones, y ha provocado que Joan Garcés demandara ejecutivamente en enero de 2013 ante
un tribunal español; además, demandó ante el CIADI por US$ 150 MM.
JUICIOS ANTE TRIBUNALES DE OTROS PAÍSES, NO LABORALES 6
1. Tribunal de Comercio del Reino Unido de Gran Bretaña
IANSA con Cubazúcar (1973-1983)
El Banco Central de Chile obtuvo la restitución de precio de venta de azúcar por US$ 8 MM.
2. Tribunal de Comercio de Zürich
Banco Central con Banco Nacional de Cuba (1981-1990)
El Banco Central de Chile obtuvo la restitución de depósito por US$ 50 MM.
3. Reino Unido de Gran Bretaña
Bow Street Magistrate
Extradición
Regina ex parte Augusto Pinochet U. (Amnesty International and others intervining).
La extradición no fue acogida.
4. Robert Carpenter c/Chile y otros.
En 2007, ante la Corte de Distrito del Este del Estado de Nueva York. A raíz de una disputa comercial,
se le sometió en 2007 a juicio penal por estafa. Una jueza chilena le negó intérprete, la renovación
de visa de trabajo, a examinar pruebas e interrogar a testigos y el derecho a deducir recursos.
Solicita indemnización de Ch$ 30 MM.
5. Florencia Gazmuri G. y Clara Guttman c/Chile.
En Tribunal de la Gran Instancia de París.
Demanda de indemnización de perjuicios por US$ 1,2 MM en 2007.
Contra el Estado, el Museo de Bellas Artes, Museo de Arte Contemporáneo, Museo de Artes Visuales
y de Justo Pastor Mellado.
Los demandados, sin autorización de los demandantes, han adquirido, reproducido, utilizado y
comentado obras del pintor Hernán Gazmuri. Las obras fueron vendidas por una de las hijas del
pintor, sin autorización.
También se demanda a la Universidad de Santiago por no incluir al pintor entre los nombres de
sus fundadores.
6. Azeta
Demanda por perjuicios (US$ 15 MM) en 1984, en Rotterdam. Fallada en primera instancia en 2005,
en rebeldía del Estado de Chile.
6. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008 .
57
Recurso de apelación de Chile, acogido en 2007.
M. de Bienes Nacionales dio en arrendamiento tierras a un italiano y a un chileno. En 1980 hubo
desacuerdo respecto del reajuste de la renta, y los arrendatarios se desistieron del contrato, que
establecía la competencia de los tribunales chilenos.
En 1983, el arrendatario cedió sus derechos a la empresa holandesa Azeta.
Azeta no instó por ejecutar el fallo entre 1985 y 1998.
En 1998, obtuvo el embargo de la cuenta corriente de la misión diplomática, levantada por gestiones
del M. de RR.EE de Holanda.
Chile se opuso a la ejecución, por inmunidad del Estado, invalidez de la cesión e inexistencia de la
promesa de venta.
Se acogió una apelación de Chile.
TRATADO PARA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS ENTRE EE.UU. Y CHILE
(TRATADO BRYAN-SUÁREZ MUJICA), DE 1914
Los respectivos gobiernos acordaron convocar a la Comisión del tratado para resolver sobre la
indemnización a las familias Letelier Morel y Moffitt por asesinatos en Washington D.C. en 1976,
que en 1992 determinó un monto de US$ 2.611.892 que se pagó ese año mediante incremento del
presupuesto de la Cancillería.
ANTE TRIBUNALES EXTRANJEROS, CAUSAS DE FUNCIONARIOS7
1. Teresa Escalona
Berlín, US$16 M, demanda laboral por despido. Sentencia de 2ª instancia favorable a Chile.
2. Arnolfo Inostroza
Mar del Plata, demanda laboral por despido, US$ 16 M.
3. Margarita Torres
Río Gallegos, diferencias por indemnizaciones.
4. Ramiro Bustos
Buenos Aires, diferencias por indemnizaciones, US$ 68 M.
5. Emilio Moya
Salta, laboral por despido, $Arg. 573 M.
6. Manuel Moreira
Rivadavia, despido por falta grave, US$ 36M.
7. Mercedes Jiménez
Sao Paulo, demanda por disminución de remuneración, US$ 61 M.
8. Marta Moreno
Sao Paulo, demanda por disminución de remuneraciones, US$ 53 M.
9. Fair Haiser
Sao Paulo, demanda por disminución de remuneraciones, US$ 47 M.
10. Jorge Montaner
Sao Paulo, demanda por disminución de remuneraciones, US$ 31 M.
7. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
58
11. Patricia Muñoz
Sao Paulo, demanda por disminución de remuneraciones, US$ 23 M.
12. Elizabeth Briginias
Sao Paulo, demanda por disminución de remuneraciones, US$ 42 M.
13. Edmundo Valdivia
Madrid, demanda por despido, € 131 M.
14. Ana María Prieto
París, despido y vacaciones, € 171 M.
15. Giovanni Ligari
Roma, despido, € 20 M.
16. Danielle Rolfe
París, deuda previsional, € 53 M.
17. Carmen Chiriboga
Roma, término laboral, € 62 M.
18. Mónica Muco
Curitiba, cónyuge de ex funcionario, cuantía pendiente.
19. Noemí Muñoz
Burdeos, despido, € 100 M.
ANTE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS8
1.- Comisión Interamericana de Derechos Humanos (La Última Tentación de Cristo) c/Chile
En 1999, infracción a la Convención Americana de Derechos Humanos, libertad de conciencia,
pensamiento y expresión, al censurarse judicialmente la película.
Contestación de la demanda se presentó extemporáneamente, así como el anuncio de los medios
de prueba, que no presentó.
El Estado de Chile señaló que no comparte la jurisprudencia de la Corte Suprema de hacer prevalecer
el derecho al honor sobre la libertad de expresión.
En 2001, la Corte por unanimidad acogió la demanda, y ordenó pagar los gastos de los demandantes
(US$ 4 M).
2.- Palamara c/Chile
Ex oficial de Inteligencia de la Armada.
En 2004, por la prohibición en 1993 de publicación de “Ética y Servicios de Inteligencia” e incautación
de ejemplares del libro, por no solicitar autorización de la Armada (deber militar).
En 2005, la Corte Interamericana ordenó una serie de medidas, incluso legislativas y judiciales, que
debía adoptar el Estado de Chile, y lo condenó a pagar a Palamara US$ 56 M.
8. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
59
3. Marcel Claude Reyes, Sebastián Cox U., y Arturo Longton G. c/Chile
En 2005, por negativa de acceso a la información, debido a que el CIE no proporcionó información
sobre proyecto Trillium en Tierra del Fuego.
El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) se presentó como amicus curiae.
En 2005, los demandantes habían presentado un recurso de protección contra el CIE por la misma
razón, declarado inadmisible por la Corte de Apelación de Santiago y Suprema.
En 2006, la Corte acogió la demanda, y ordenó entregar los antecedentes solicitados.
4. Familia Inés Almonacid c/Chile
En 2005, se demandó por falta de investigación y sanción de ejecución extrajudicial, y falta de
reparación, en aplicación de la ley de amnistía.
En 2006, la Corte acogió la demanda en el sentido de que no debía aplicar la Ley de Amnistía, pero
no concedió indemnización, sino reembolso de US$ 10 M por gastos.
EN LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS9
Denuncias en trámite (sin informe de la comisión)
1. Guillermo Martínez Q. c/Chile
Denegación de justicia, aplicación ley de amnistía.
2. María Soledad Cisternas c/Chile
En 1998, abogada Chilena ciega, solicitó pasaje aéreo para Uruguay. LAN le exigió viajar acompañada
o con perro lazarillo. Denunció al Estado.
En 2003, se llegó a un acuerdo amistoso.
3. Marcos Jaramillo c/Chile
En 2000, fue condenado por desacato (ley seguridad del Estado) al proferir expresiones contra F.J. Errázuriz T.
4. J. L. Correa Bulo con Chile
Alega faltas al debido proceso de la comisión de ética del Poder Judicial.
5. Verónica Matus c/Chile
Por prohibición de comercialización de píldora del día después.
6. Freddy Canales y otros c/Chile
En 2001, afectados por VIH/Sida exigen terapia y prestaciones en los servicios de salud.
Se archivó.
7. Jorge Sotomayor C. c/Chile
En 2001, por detención ilegal y condena a presidio mayor. En los casos “con informe”, se lo incluye
con el número 13.
8. Juan Vergara R., c/Chile
En 2002, el alcalde de Florida (VIIIa Región), por no pago de $ 270 MM. a seis profesores, deuda
contraída en períodos anteriores, fue condenado a 15 días de cárcel prorrogables por 60 días más.
9. Fuente: “El Estado de Chile ante los Tribunales y Organismos Internacionales”, presidencia del Consejo de Defensa del Estado, mayo 2008.
60
La situación se considera superada.
9. Omar Maldonado y otros c/Chile.
En 2003, ex funcionarios de la FACh fueron declarados culpables, en 1974 y 1975, por sedición, y
condenados a prisión perpetua.
10. Vinicio Poblete c/Chile
2001, por negligencia médica en Hospital Sótero del Río.
11. Mayra Espinoza c/Chile
Alumna de un liceo en Viña del Mar por expulsión debido a conductas homosexuales.
12. Tatiana Avendaño y otras c/Chile
En 2000, oficial de Carabineros fue denunciada por conducta homosexual.
13. Miguel Millar c/Chile
Por confiscación de un bien propio durante régimen militar.
14. Leopoldo Letelier y otros c/Chile
Por exilio.
15. Juan Antonio Díaz c/Chile
Exiliado en Suecia. En 2004, solicita indemnización.
16. Guillermo Hansen C. c/Chile
Por detención en Pisagua y en motonave de la Marina (algunos meses), en 1973-74, y expulsado
posteriormente.
17. Tibor Andreas Rinier c/Chile
Por ejecución de su padre en 1973. Denuncia en 2004.
18. Epifanio Escalona C. c/Chile
Detenido algunos meses en 1973. Denuncia en 2005.
19. Patricio Suárez T. c/Chile.
En 2004, denuncia varias detenciones en régimen militar.
20. Enrique Olegario Núñez y otros c/Chile.
Miembros de Agrupación de Ex Presos Políticos de la Va región.
21. Marcel Claude c/Chile
En 2004, presentó denuncia de que el Banco Central le negó acceso a informe del Banco y CONAF
(caso número 3 ante la Corte I.).
22. Juan Chamorro Arévalo c/Chile
En 2004, por declaración de prescripción de la Corte Suprema ante una demanda de indemnización
de perjuicios acogida por la Corte de Apelaciones, basada en el desaparecimiento de su cónyuge
y de su padre en 1973.
23. Mario Melo P. c/Chile
En 2004, por desaparición de familiares, y causas declaradas prescritas.
24. Miguel Fredes G. c/Chile
Alega falta de información relativa a bioseguridad (desarrollo de organismos genéticamente modificados
o de organismos vivos modificados.
25. Mario Galetovic S. y otros c/Chile
Por infringirse su libertad de expresión.
61
26. Karen Atala e hijas c/Chile.
Por discriminación para el cuidado personal de sus tres hijas, violándose su integridad personal,
honra y dignidad con injerencias arbitrarias y abusivas en su vida privada, protección a la familia y
los derechos de los niños.
27. Juan Pimentel R. c/Chile
Peruano que alega discriminación en prestaciones de salud.
28. Giovanni Vidal V. c/Chile
Faltas al debido proceso en juicio penal.
29. Laura Mansilla c/Chile.
Por errores médicos en un hospital público de Valparaíso.
30. Alejandro Guillier c/Chile
Denunció infracciones a libertad de expresión y garantías judiciales.
31. Profesores de Chañaral c/Chile
Por remuneraciones impagas. Liquidaciones de tribunal de Chañaral arroja $ 2.000 MM.
32. Comunidad Aymara y sus miembros c/Chile.
Por privación de posesión material de aguas en vertiente y entregar derechos de aprovechamiento
a una sociedad.
33. Juan Echevarría y Mauricio Espinoza c/Chile
Por expulsión de Carabineros al ser sorprendidos manejando un vehículo en estado de ebriedad,
violándose garantías judiciales y otros derechos.
34. Comunidad Agrícola Diaguita Los Huascoaltinos c/Chile
Procedimiento en Sistema de Evaluación Ambiental de “Modificaciones Proyecto Pascua Lama”.
35. José Ruden N. c/Chile
Por incumplimiento de acuerdo entre comunidad indígena de Chiloé Weketrumao y Ministerio
Bienes Nacionales de reconocer propiedad de 6.000 hás.
36. Daniel Urrutia L. c/Chile
Juez de Garantía sancionado con amonestación escrita por criticar a otros jueces en un estudio
para un diplomado sobre derechos humanos en la Universidad de Chile.
37. Nicomedes S. Toro B. c/Chile
Detenido y asesinado en 1976. La causa está sobreseída por extinción de la responsabilidad militar.
38. Sergio Calderón B. c/Chile
En 1993 fue atropellado por un carro lanza-agua de Carabineros.
Denuncia en 2006.
39. Matías Catrileo Q. c/Chile
La Comisión investiga circunstancias de la muerte de este estudiante, y sobre los efectos en la
comunidad.
40. Comunidad Mapuche Huilliche Pepiukelén c/Chile.
Alega usurpación de tierras reconocidas a la Comunidad por merced de la corona española en 1790.
Denuncias en trámite (con informe de la Comisión)
1. Víctor Manuel Ancalaf c/Chile
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En 2004, condenado como autor de delito terrorista. Alega violación de diversos principios. Comisión
se declaró competente.
2. Juan Patricio Marileo S. y otros c/Chile
Se les siguió un juicio como autores de incendio terrorista en 2004. Además, fueron querellados
por el senador Páez por injurias y calumnias.
Alegan infracciones al debido proceso.
En 2007, Comisión se declaró competente.
3. Carlos Barahona B. c/Chile
En 2005, condenado por injurias. Comisión se declaró competente.
4. Magdalena Mercedes Navarrete y otros c/Chile
Alegan falta de garantías judiciales, al resolver los tribunales nacionales la prescripción de las
acciones civiles reparatorias en causas de detenidos desaparecidos, que no procederían en el
derecho internacional.
La defensa de Chile contestó fuera de plazo, y solicitó la incompetencia de la Comisión por reserva
que hizo Chile al ratificar la Convención.
La Comisión se declaró competente.
5. Ricardo Israel Z. c/ Chile
Denuncia en 2007. Chile no respondió ni pidió prórroga.
Alega comportamientos violatorios de la U. de Chile y el Instituto de Asuntos Públicos.
La Comisión asumió los hechos y determinó que se debe proceder a una investigación a fondo.
6. Alina Barraza C. c/ Chile
Presentada en 2003, el Estado contestó fuera de plazo, en 2005.
Alega por un detenido desaparecido en 1973; contra la prescripción civil.
En 2005, la Comisión se declaró competente.
7. Margarita Barbería M. c/Chile
Presentada en 2003, el Estado contestó fuera de plazo.
Corte suprema no le otorgó título de abogado (estudió leyes en Chile) por no tener la nacionalidad
chilena (es cubana).
En 2004, la Comisión se abocó al fondo del asunto.
8. Lucía Morales C. e hijos c/Chile
Presentada en 2003, el Estado contestó fuera de plazo. Es un caso de detenido desaparecido, igual
a los de los números 4 y 6, en que se piden reparaciones pecuniarias.
9. Lonkos Pascual Pichún P. y Aniceto Norín C. c/Chile
En 2003, condenados en un segundo juicio oral por amenaza terrorista e incendios forestales. Al
principio fueron absueltos por el tribunal de Angol, pero la Corte Suprema anuló la sentencia.
En 2006, la Comisión se abocó al asunto.
10. Mercedes Julia Huenteao B. y otros c/Chile
Solicitaron medidas precautorias contra la construcción de la Central Hidroeléctrica Ralco.
Se llegó a un acuerdo amistoso, en que el Estado se comprometió a adoptar una serie de medidas
(reconocimiento constitucional de pueblos indígenas, ratificar el Convenio N° 169 de la OIT, etc.) y
otras de índole judicial.
63
11. Leopoldo García L. c/Chile
Detenido en 1973 y exiliado en 1975.
Alega falta de reparación pecuniaria, como en los casos de los números 4, 6 y 8.
12. María Órdenes G. c/ Chile
El Estado contestó fuera de plazo.
Su marido fue ejecutado en septiembre de 1973.
Alega falta de reparación pecuniaria por aplicación de la prescripción civil.
13. Jorge A. Sotomayor C. c/Chile
Es el caso número 7 consignado en asuntos pendientes sin informe.
14. Diego Jorreto c/Chile
Alegó que no puede visitar a su hijo y que su demanda de régimen de visitas fue rechazada.
La Comisión declaró inadmisible la petición por no haberse agotado los recursos internos.
15. Cristián Sheib C. c/Chile
Alega que se le prohibió importar motos usadas. La Comisión declaró la inadmisibilidad.
16. Marcela Valdés D. c/Chile
Carabinera que recibió 15 días de arresto a pesar de ser víctima de violencia familiar de su cónyuge
oficial de carabineros, y que fue pasada a retiro, por presentar un recurso judicial.
Alega infracciones a garantías judiciales, discriminación y derechos constitucionales, desde 1994.
La Comisión se ha abocado al fondo del asunto, en 2003.
17. Marcela J. Rodríguez V. c/Chile
En 1990, recibió un disparo que la dejó parapléjica en un acto en que ella y el grupo MAPU Lautaro
mataron a 1 carabinero y 4 gendarmes al intentar rescatar a un reo (Antonioletti) desde el Hospital
Sótero del Río. Fue condenada por el tribunal militar a 20 años. Alega parcialidad en su condena.
La Comisión se abocó al fondo del asunto en 2004.
18. Gilda R. Pizarro J. y otros c/Chile
Cónyuges de suboficiales de carabineros.
Alegan discriminación y afectación de una serie de derechos económicos establecidos en una ley
de 1998, prohibiéndoles manifestarse públicamente.
La Comisión se abocó al fondo del asunto en 2003.
19. Sonia Arce E. c/Chile
Alega que preceptos del Código Civil sobre sociedad conyugal son discriminatorios.
La Comisión se abocó al fondo del asunto en 2003.
20. Víctor Améstica y otros c/Chile
Cónyuges de carabineros acusan discriminación y que sus maridos fueron pasados a retiro (1998).
La Comisión se declaró competente en 2003.
21. Mario A. Jara c/Chile
Petición del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional y la Clínica de Acciones de Interés
Público de la U. Diego Portales (1999).
Alegan lo mismo que en el caso anterior número 20.
22. Cristián D. Salí V. y otros c/Chile
En 1999 alegan objeción de conciencia frente al servicio militar obligatorio.
La Comisión concluyó que el Estado no es responsable de las infracciones a la Convención alegadas.
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23. José L. Tapia G. y otros c/Chile
Carabineros que alegan lo señalado en los casos números 18, 20 y 21 precedentes.
En 2004, la Comisión se abocó al asunto. Las partes se sometieron a un procedimiento de solución
amistosa.
24. Alejandra Matus A. c/Chile
Por publicación del Libro Negro de la Justicia, en 1999, se ordenó su detención e incautación del
libro, por denuncia del ministro S. Jordán.
La Comisión no sometió el caso a la Corte, y se recomendó una reparación.
Se gestiona una transacción.
25. Eduardo Perales M. c/Chile
Expulsado de carabineros por hacer un chiste en la situación mencionada en los casos números
18, 20 y 21 precedentes.
La Comisión se abocó al asunto de fondo.
26. Mónica Carabantes G. c/Chile
En 1998, se le negó matrícula para el año siguiente en un liceo, por estar embarazada.
Se alcanzó una solución amistosa, con la beca Presidente de la República.
27. Andrés Aylwin A. y otros c/Chile
Alega contra los senadores vitalicios.
En 1999, la Comisión se abocó al asunto, considerando que se ha violado la igualdad ante la ley.
28. Samuel Catalán L. c/Chile
En 1997, por desaparición.
En 2001, la Comisión concluyó en contra del Estado; recomendó derogar la ley de amnistía y reparar
pecuniariamente.
29. Carmelo Soria E. c/Chile
En 1976 fue secuestrado y asesinado, pero se decretó la amnistía. Era funcionario de NN.UU., afecto
al Convenio sobre Prevención y Castigo de Delitos contra Personas Internacionalmente Protegidas.
En 1996, se sobreseyó definitivamente en Chile.
El Estado solicitó considerar el contexto histórico, que la ley de amnistía es de un gobierno de facto,
y que los gobiernos democráticos solo pueden cambiar la ley dentro de las normas imperantes.
En 1999, la Comisión recomendó establecer las responsabilidades penales en un proceso legal
“debido”, derogar la amnistía y reparar económicamente.
30. Aucán Huilcamán y otros c/Chile
Acusa injusta persecución judicial desde 1992 hasta 1996, al considerarse por los tribunales ilícito
al Consejo de Todas las Tierras.
En 2002, la Comisión decidió abocarse al fondo del asunto.
31. Juan M. Contreras SM., José Alfredo Soto R. y otros c/Chile
Detenidos por un homicidio, por error judicial.
Se solucionó amistosamente.
32. Alfonso R. Chanfreau y otros c/Chile
(15 casos) Detenidos, algunos asesinados, algunos desaparecidos.
Alegan contra la amnistía.
El Estado argumentó como en el caso número 29, anterior.
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33. Francisco Martorell c/Chile
Publicó “Impunidad Diplomática”, afecto a censura previa.
La Comisión concluyó que se infringió la libertad del autor, recomendó levantar la censura.
34. Héctor M. Garay H. y otros c/Chile
En 1991, se denunció la desaparición de 70 personas.
En 1996, la Comisión determinó que el Estado es responsable, que debe derogar la ley de amnistía
y reparar económicamente.
35. Rodrigo Rojas D., Carmen G. Quintana c/Chile
Denuncia en 1986, asesinato. El Estado no contestó, pero después observó que había un juicio
penal pendiente.
En 1988, la Comisión declaró que el gobierno violó el derecho a la vida, a la integridad personal y
a la justicia, por lo que debe reparar los daños materiales y morales a las familias.
36. Gilberto M. González L. c/Chile
Denuncia de 1984. El Estado no contestó. Torturado con consecuencia de muerte.
La Comisión responsabilizó al Estado.
37. Nelson Riveros y Mario Lagos R. c/Chile
Denuncia de 1984; habían sido fusilados ese año.
La Comisión instó a determinar los culpables y sancionarlos.
38. Juan Antonio Aguirre B. c/Chile
Denuncia de 1984. En ese año fue detenido y muerto.
El Estado no contestó.
La Comisión instó a determinar los culpables y sancionarlos.
39. Jaime Insunza B. y Leopoldo Ortega R. c/Chile.
Arrestados y luego expulsados.
La Comisión determinó que se violó el derecho constitucional a permanecer en el país, y recomendó
que se deje sin efecto la prohibición de ingreso.
40. Eduardo Condeza V. c/Chile
Denuncia en 1982. El Estado contestó en 1983.
Se exilió en septiembre de 1973, en Colombia. Cuando en 1982 quiso regresar, se le prohibió el
ingreso.
La Comisión resolvió que se violó el derecho de residencia y el debido proceso.
41. Alberto Texier c/Chile
Funcionario de SERCOTEC, Corfo. Se exilió en Alemania Oriental, en 1974.
La Comisión determinó en 1981 que se violó su derecho a residencia e instó a permitir su ingreso.
42. Raúl Román López P. c/Chile
Denuncia de 1977 y reiterada en 1981. El Estado no contestó. Fue torturado.
La Comisión recomendó investigación imparcial y completa para determinar los responsables y
sancionarlos.
43. Federico R. Álvarez c/Chile
Denuncia en 1979, que el Estado nunca contestó.
Torturado y falleció en el hospital.
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La Comisión dio por cierto los hechos, y recomendó sancionar a los responsables.
44. Evelyn Krotoschiner K. c/Chile
Exiliada en 1979. El Estado no contestó.
La Comisión determinó violación del derecho de residencia e instó por permitir el ingreso.
45 y 46. Eugenio Velasco L. y Jaime Castillo V. c/Chile
Expulsados en 1976.
Denuncia en 1979. El Estado nunca contestó. La Corte determinó violación del derecho de residencia
e instó a permitir su ingreso.
47 a 66. Marya Lazo B., Inés Conejo C., Claudio Pedraza y Rosa Ferrada D., Héctor Valeria L., Sergio
Insunza B., Inés Carmona C., Víctor Soto A., Carlos Andrade V., Silvia A. Costa E., Régulo Rosson,
Antonio Arévalo S., Armin S. Luhr V., Mireya Baltra, Benjamín Teplizky L., Samuel Riquelme C., Carlos
Vasallo R., Guillermo Torres G., Manuel F. Ostornol F., Omar Leal O. y Pedro Rojas C. c/Chile
Casos de expulsión, semejantes a los anteriores.
67. Daniel Palma R. c/Chile
Detenido en 1976. Desaparecido.
La Comisión dio por ciertos los hechos, recomendó investigación completa y sancionar a los
responsables.
68. Carlos H. Contreras M. c/Chile
Detenido en 1976.
La Comisión dio por ciertos los hechos, recomendó investigación completa y sancionar a los
responsables.
69. Franklin A. Valdés c/Chile
Detenido y muerto en 1974.
La Comisión instó por una investigación completa.
70. Michel Nash, Luis H. Contreras E., Eugenio Ruiz Tagle O., Arsenio Poupín O., Freddy M. Taberna
G., Eduardo Paredes, Jorge Klein, Claudio Jiménez, Enrique Huerta, Enrique París R., Alfonso Barrios
y otros, Mario Silva I. y Absalón Wegner M. c/Chile
Detenciones y muerte.
El Estado nunca contestó.
La Comisión determinó la violación de los derechos de las víctimas, realizar investigaciones completas
y continuar las iniciadas y sancionar a los responsables.
71. Enrique París R. c/Chile
Incluido en el caso anterior.
Médico del Presidente Allende, muerto posteriormente a su detención en La Moneda.
La Comisión instó a continuar las investigaciones y sancionar a los responsables.
72. Caso 1689 (sin nombre en el informe)
Denuncia presentada en 1970. El Estado contestó en 1972.
Torturas entre 1967 y 1970.
El denunciante había sido privado de libertad. Se declaró inadmisible en el caso específico del
denunciante.
La Corte, de oficio, decidió investigar la situación de los presos políticos.
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2013
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