Wenceslao Varela - "Mi rancho" Escrito por Daniel Bentancor Wenceslao Varela - "Mi rancho" Acompañando el artículo anterior, dedicado al rancho, Wenceslao Varela, "tal vez el más gaucho de todos los poetas y el mejor baqueano de nuestras tradiciónes" 1/5 Wenceslao Varela - "Mi rancho" Escrito por Daniel Bentancor , al decir del Dr Raúl Iturria en su "Tratado del Folklore" , se arrimó al fogón del CDR para compartir este bello poema que tituló "Mi rancho" Él, es güeno de adentro hasta la puerta, humanitario de la puerta adentro; ajuera es otra cosa; punta y filo; hurañez madurada a sol e invierno Y no es tan chico que se diga; alcanza pa formar una cruz de trafogueros pa tender el recao, y queda cancha, pa’algun gaucho sin pago y pa mi perro Como en espera de los cuatro rumbos su puerta tiene requintao el cuero. Lo rayan nazarenas sin querencia y le dentran ventiscas y luceros. . 2/5 Wenceslao Varela - "Mi rancho" Escrito por Daniel Bentancor No tiene nada que envidiarle a naides; es puro como el niño Nazareno. Duermen en él, con pichonada y todo, cuanto vicho hay que escarva por los cerros. Pa que no se me juera con los pájaros, le planté cerca el patio un tronco seco que volvieron palenque mis baguales de tanto zamarriarlo del cabresto. Jamás, en la tirada que llevamos hermanaos, él y yo, cubrió su techo, la vergüenza de un robo; una mentira, el amor lujurioso, envidia o miedo. Nada que pueda avergonzarlo mancha la divina pobreza que hay adentro: y a él no le gusta que la luna vea las gastadas cacharpas de su dueño. Tiene a un costao del lomo una bastera de tanto y tanto jinetearlo el tiempo y por ella se cuela, cuando esparce la luna sus plumones dende el cielo. 3/5 Wenceslao Varela - "Mi rancho" Escrito por Daniel Bentancor Y a él, no le gusta. Se le va ladiando como quien a un mirón le saca el cuerpo; amontona la sombra en los rincones, y pa mancharla se la pasa al ceibo. Yo soy un convencido que mi rancho es güeno y manso, de la puerta adentro; ajuera es otra cosa - como digo -: nunca ha podido basuriarlo el viento. Y siempre con mis cosas de muchacho, cuando un negro vellón ensucéa el cielo y escriben las centellas sus mensajes; apuntalo el palenque y lo contemplo. Si lo llena de luz un rejucilo, al ver todo chorriao el firmamento del oro redetido en las alturas, tranquilo espera el sacudón del trueno. Y adonde vea balancearse el monte, sacude las plumitas del alero: se eriza todo, se estremece, tiembla, si le silban las clines al pampero. Y ansí feo como es, tiene hasta música: si a chicharra por flor se luce el ceibo en durante la siesta, por la noche, a grillo por terrón canta su alero. Con sus tacuaras fabricaron quenas zumbones mangangaces, barreneros, 4/5 Wenceslao Varela - "Mi rancho" Escrito por Daniel Bentancor pa que la brisa musiquera cante en las horas de paz, sus tristes ecos. Endulza su amargura cimarrona una pera de miel de un esquinero, y en espirales las avispas bravas le cuelgan sus violines al silencio. Alzó con la testuz de la cumbrera la constancia redonda de un hornero, pa que no se le queme la techumbre si posa la luz mala su desvelo. De tanto carroñarme las desgracias me auyentaron del pago: me juí lejos, a ver si le ponían las distancias una venda de olvido a los recuerdos. Cuando volví, me lo encontré como antes; con menos quincha, pero más agujeros. Desdentada la puerta, cáido el tuce, de guampiarlo los toros y entrar tiempo. Cuando el camino los acerque, hermanos, lleguen nomás si necesitan techo; que él, es huraño de la puerta ajuera, pero es un santo de la puerta adentro. Wenceslao Varela 5/5