Ashin Kelasa Vipassana 2014 Vipassana-Sadhana Encuentro meditativo Budismo Theravada Desde hace diez años venimos celebrando un encuentro meditativo dedicado a todos los alumnos de la formación de Sadhana. La palabra pali "Thera" significa antiguo, viejo, monje y "vada" significa palabra o doctrina. Theravada significa la "enseñanza de los antiguos". Es un placer poder contar este año con el monje Ashin Kelasa director del monasterio de Amarapura en la ciudad de Mandalay en Birmania, que es el mayor monasterio del pais y un centro de referencia mundial en cuanto al budismo theravada se refiere. Poder ofrecerle nuestro espacio y compartir sus enseñanzas es un regalo y una bellísima oportunidad. Se fundamenta en el Canon Pali o Tipitaka que es la compilación más antigua de las enseñanzas del Buda. Se conocen como "Las tres canastas" del canon pali: Vinaya Pitaka, reglas para monjes y monjas. Suttanta Pitaka, los discursos del Buda. Abhidhamma Pitaka, la enseñanza superior de la psicología y la filosofía budista. Ashin transmite la enseñanza de Buda tal y como fue en su origen y no de manera religiosa. Su discurso se basa en el estudio y práctica de la naturaleza de nuestra mente y como entenderlo para uno mismo y para nuestra vida. En su monasterio en Amarapura, cerca de Mandalay, hay 1.200 monjes. Cada año pasa ocho meses en el monasterio del bosque y cuatro en Amarapura. Sus cualidades de simplicidad y dulzura hacen que sus enseñanzas se nos hagan totalmente amigables y bellas. Pero quizás lo que más destaca es su modo apacible y relajado que se percibe como un estado de serena felicidad. 1 2 P+F El Vipassana nos recuerda lo transitorio del cuerpo y de la mente, la impermanencia, con la intención de no seguir atrapados por el egoismo y, por lo tanto, por el sufrimiento. El budismo comienza con la «iluminación» es decir, con la conciencia del cambio y de la interdependencia de todas las cosas. Esto nos llevará al "no apego". Es la imagen de esa flor que en un día surge y desaparece. Comprender esto es mejor que cien años de ceguera, decía el Buda. La «impermanencia», anicca, no debe ser aceptada sólo intelectual, emocional o devocionalmente, la debemos experimentar y comprender dentro de nosotros mismos, y con ella comprender la naturaleza ilusoria del ego y del sufrimiento, esta es la única visión lúcida que purifica la mente. Buda nos habla del amor universal, como la dimensión mental más elevada. Se refiere a una mente en la que hay compasión, bondad (o altruismo) y que busca la felicidad para todos los seres. Sin esos tres componentes el amor carece de alma, de alegría. Con ellos la vida se llena de paz y felicidad al entregarnos a los demás con compasión y llenos de ese poderoso Amor. Meditar es abrir los brazos, para alcanzar la paz y abrazar la esperanza. Es cuidar la ecología de nuestro corazón, es el principio necesario de cualquier proyecto de vida. Un Vipassana es como leer en los cielos o en los posos, no para escuchar y esperar profecías sino para ser capaces de unir allí en un instante, en un solo canto mi Sol y mi Tierra (Ama Lurra)