" Tambien fueron niñ@s" Carmen Zamora

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tenteatro, el teatro de Alicia Ramos
" Tambien fueron niñ@s" Carmen Zamora
Autor Administrator
domingo, 24 de marzo de 2013
Carmen nació el 24 de marzo de 1975 en Las Palmas de Gran Canaria. Es la primera hija de Rosy y Agustín, al que perdió
hace unos años. Su hermana pequeña se llama Rosa Delia. Estudió en el Colegio Público “El Drago” en
el barrio de La Paterna. Es periodista y actualmente trabaja de Redactora en la productora que desempeña los
informativos de la televisión canaria. Soltera y sin hijos. Le encanta leer, hacer deporte (enganchada al windsurf, aunque
dice que no termina de “cazar” vela). Viajar es una de sus pasiones confesables. Hacer fotografía, el cine,
la música. También Carmen se ha atrevido con el cine y en 2010 el corto “Yo he bailado con Lolita
Pluma” que dirigió con Mariola Prestana obtuvo el premio La Mirada Womad en El Festival de Cine de Las Palmas
de Gran Canaria. En nuestro pueblo su nombre y sobre todo su voz nos suena de Canal Centro Radio que dirigía Paco
Ortiz y donde Carmen se atrevió a ponerse detrás de un micro. Cuenta Paco que Carmen vino a traer unas pizzas a la
radio, pues por aquella época ella trabajaba en el Kabila. Carmen se quedó prendada de la radio. A través de un amigo
Paco se entera del interés de ella por este medio. Y así paso Carmen a formar parte del equipo de la radio que cada
mañana tenía a los satauteñ@s al pie de la noticia. Carmen aprendió pronto -comenta Paco- pues es una mujer muy
seria, muy cercana, sencilla y sobre todo valiente. Durante unos años estuvo al frente del Gabinete de Prensa del
Ayuntamiento de Santa Brígida. Desde mi opinión personal, detrás de ese cuerpo menudo, ojos brillantes y apariencia
frágil se esconde una mujer valiente, fuerte y luchadora. Comprometida con la sociedad y la realidad que le ha tocado
vivir. Siempre dispuesta a luchar por lo que cree y a dejarse la piel en ello, Emprendedora y soñadora. Carmen siempre
tiende su mano para lo que necesites que es una hermosa forma de vivir… "Siempre iba tras una flor roja y
llegaba a casa con ella" Si te pido que hagas un viaje a tu infancia ¿qué es lo primero que se te viene a la memoria?
.Una imagen, un color, un olor, una canción…?
- Mi infancia la recuerdo rodeada de amigos. Donde quiera que estuviera, había una pandilla con la que compartir
momentos de juegos. Los vecinos de mi bloque, para los ratos libres. Los compañeros de clase, para las horas de
recreo. Los primos de la península, para los veranos. Mi memoria está llena de carreras, de risas, de gamberradas
sanas. Era más buena. Siempre, una ‘niña buena’.
- Una imagen que se me repite mucho, mi padre conduciendo. Me gustaba ver sus manos al volante desde el asiento
de atrás. Eso se traducía en aventura. Tocaba excursión, casi seguro. Día de playa o campo. ¿Un color? El rojo. Siempre
iba tras una flor roja y llegaba a casa con ella. ¿Un olor? El del eucalipto. Cuando me ponía mala con algún catarro y
tocaban sesiones de vaho, toalla incluida, sobre algún caldero con agua hervida. ¿Una canción? Me río recordándolo:
mi madre siempre cuenta que, casi antes de aprender a hablar, me puse a hacerle los coros a Lolita, con uno de sus
primeros temas. Amor, amor, amor. ¡Sin comentarios! Es lo que tiene dejarme en el parquecito sola, delante de la tele.
Cuéntame un momento muy feliz de tu infancia y uno que recuerdes con tristeza.
- No sé si mi fragilidad natural me ha ayudado a borrar los malos momentos. Como un mecanismo de defensa. Lo
cierto es que todo lo que recuerdo es feliz. Si tengo que hurgar en la memoria para encontrar un momento triste, la
muerte de mi mascota. Un pollito que era mi mejor amigo. Lo cuidaba, le daba de comer, lo paseaba por la casa
mientras observaba lo que hacía. Un día, apareció… en una postura que no me gustó nada. Fue la primera vez que
sentí que perdía una parte de mí. ¿Para dormir preferías leer o que te contaran un cuento?
- En casa no eran mucho de contar cuentos. Yo leía. Bastante. Una de esas manías que, afortunadamente, no se me
han quitado con la edad. ¿Recuerdas que fue lo primero que leíste sólo: un libro de cuentos, un tebeo, un libro de
aventuras ...? ¿Te acuerdas del título?
- Leer, en mayúsculas, que sintiera que hacía algo importante por terminar un libro ‘de verdad’, lo que
una niña a mi edad podía considerar como un libro de verdad, fue una historia de Enid Blyton: ‘Los cinco han de
resolver un enigma’. ¿De qué libro guardas un buen recuerdo y porque?
- Cualquiera de los de Tintín. Empecé a leer uno y terminé la colección completa. Me encantaba ese mundo de detective
‘por accidente’ y periodista por vocación. Historias muy bien contadas con las que, además, recorría el
mundo y le ponía nombre a países que ni sabía que existía o, viajaba a la Luna, de la misma forma que conocías áreas de
las óperas más famosas. Curioso, Hergé. Un genio. ¿Qué era lo mejor del verano?
- Los viajes. Eso de tener la mitad de la familia en la península hacía que los veranos estuvieran compartidos cada año,
entre un pueblecito a los pies de Los Picos de Europa o entre alguna de las Islas (Lanzarote y Fuerteventura,
principalmente). Un verano a cada sitio. ¿Te gustaba jugar sólo o preferías las pandillas?
- Tenía mis momentos. Si podía salir a la calle, tenía mis pandillas. Pero pasaba horas enteras jugando sola a los
‘clicks’ de playmobil. ¿Recuerdas alguno de tus juegos favoritos con los amigas?
- Me encantaba saltar a la soga y jugar al teje. Y hacer carreras alrededor del bloque. Era muy rápida y solía ganar.
Creo que me gustaba por eso. ¿Cuál es el juguete del que guardas un especial recuerdo?
- Un hipopótamo teledirigido. Podría tener cinco o seis años. Pero, lo vi en una tienda y me encantó. Casualmente, ese
año me los trajeron Los Reyes Magos. Esa misma mañana se acabaron las pilas. ¿Que te gustaba coleccionar de
niña?
- Estampas. Creo que como a casi todos los niños de mi generación. Salía una colección nueva y… ¡a por el álbum
y las primeras estampas! Además, luego ibas cambiando las que tenías y las que querías. Aunque, yo era muy mala
negociando. De los amigas de la infancia, ¿conservas algunas?
- Conservo a mi primera amiga. Nuestras madres se conocieron en el médico. Iban a una revisión. Casualmente (o no,
porque las casualidades no existen, creo) vivían en la misma calle. Ana y yo, ya de mayores, contamos la historia
diciendo que ya nos saludamos desde la barriguita de nuestras madres. Compartimos guardería juntas, colegio… Y
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ratos en vacaciones. Aún seguimos en contacto. Aunque, no nos veamos tanto como nos gustaría y la amistad se haya
ido enfriando con el tiempo. Cosas que pasan cuando te haces mayor. ¿De pequeña querías ser
como………….? (personajes reales, ficticios, cercanos,….)
- Desde que tengo uso de razón quería ser periodista. Así que, mi primer patrón a seguir, Clark Kent. ¡Qué guapo resultaba
cuando se quitaba la capa y se ponía esas gafas de pasta y llevaba el pelo tan repeinado! Luego llegaría Tintín… y
más de lo mismo. Así que, decir que la culpa de que quisiera ser periodista es de ellos, sería una miserable mentira. La
culpa la tuvo Julia Otero por ser tan buena comunicadora. ¡A mí me pilló en plena adolescencia con aquellos pelos de
punta en … ¿4x4 se llamaba el programa? ¿Cuando eras pequeña que soñabas ser de mayor?
- He pisado la pregunta con la respuesta anterior. Pero, es cierto. Siempre lo tuve claro. Me gustaba leer. Me gustaba
escribir. Y siempre dije que quería ser periodista. Mi querida amiga Ana, mi primera amiga, decía que yo sería escritora y
periodista y ella traductora, para traducir mis libros. Ahí estamos las dos. Ejerciendo. Aunque yo aún no haya terminado
ninguno de mis proyectos literarios. ¿Se han cumplido los sueños de tu infancia?
- Con creces. Aunque nunca le demos el valor real a las cosas que tenemos. Sin embargo, a medida que van pasando
los años, hecho la vista atrás y me rindo ante la evidencia. Tiene mucho mérito todo lo que he hecho. Tanto en el
plano profesional como en el personal. Te enseñan, inconscientemente, a hacer ‘grandes’ cosas. Yo, en
estos momentos, prefiero ser mejor persona, cada día. Darle valor a lo que realmente lo tiene. Y disfrutar de la vida y de
sus irrepetibles momentos. Lo que se va, no vuelve. Si pudieras volver a ser un niña ¿que tres cosas no dejarías de
hacer?
- Imposible responder a esta pregunta. Lo haría con la mentalidad de un adulto y no con la inocencia y la experiencia de
un niño. Eso es jugar con ventaja. No dejaría de ser un niño. Una niña, en este caso, con mucha ingenuidad y mucha
ilusión.
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