Amnistía Internacional REPÚBLICA DE COREA (COREA DEL SUR) CARTAS DE PRESOS Y DE SUS FAMILIARES MAYO DE 1995 Resumen Índice AI: ASA 25/10/95/s DISTR: SC/CO/GR Los grupos de Amnistía Internacional de todo el mundo están haciendo campaña en favor de los presos políticos de la República de Corea (Corea del Sur). La mayoría de estos presos políticos se encuentran recluidos en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional. Muchos de ellos están en prisión por el ejercicio pacífico de su derecho a las libertades de expresión y asociación. Los Grupos de Amnistía Internacional frecuentemente mantienen correspondencia con los presos en favor de los cuales trabajan (aunque, al parecer, algunas autoridades de prisiones restringen la correspondencia de los presos hacia y desde otros países). Este documento contiene extractos de algunas de las cartas que los miembros de Amnistía Internacional han recibido durante 1994. Muestran el inmenso apoyo y esperanza que los presos y sus familiares pueden obtener de esta correspondencia. PALABRAS CLAVE: PRESOS DE CONCIENCIA / DECLARACIONES DE LOS PRESOS1 / TORTURA/MALOS TRATOS1 / ENCARCELAMIENTO POR UN PERIODO PROLONGADO / DETENCIÓN EN RÉGIMEN DE INCOMUNICACIÓN / ESPIONAJE / CONDICIONES PENITENCIARIAS / HOMBRE/MUJER DE NEGOCIOS / ESTUDIANTES / ESCRITORES / PERSONALIDADES ACADÉMICAS / DIRECTORES / CLÉRIGOS PROTESTANTES / ACTIVISTAS DE LOS DERECHOS DE LA MUJER / SINDICALISTAS / FARMACEÚTICOS / MUJERES / ESPIONAJE / TESTIMONIOS DE BUENAS NOTICIAS / EXCARCELACIÓN / FOTOGRAFÍAS Este Informe resume un documento titulado República de Corea (Corea del Sur): Cartas de presos y de sus familiares, (Indice AI: ASA 25/10/95/s, publicado por Amnistía Internacional en mayo de 1995. Las personas que deseen más información o emprender acciones sobre este asunto deberán consultar el documento en su integridad. SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA Amnistía Internacional REPÚBLICA DE COREA (COREA DEL SUR) CARTAS DE PRESOS Y DE SUS FAMILIARES Mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s Distr: SC/CO/GR SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA REPÚBLICA DE COREA (COREA DEL SUR) CARTAS DE PRESOS Y DE SUS FAMILIARES Los grupos de Amnistía Internacional de todo el mundo están haciendo campaña en favor de los presos políticos de la República de Corea (Corea del Sur). La mayoría de estos presos políticos se encuentran recluidos en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional. Muchos de ellos están en prisión por el ejercicio pacífico de su derecho a las libertades de expresión y asociación. La Ley de Seguridad Nacional estipula la imposición de la pena capital o la cadena perpetua para aquellas personas acusadas de ser los «cabecillas» de organizaciones ampliamente definidas como «contrarias al Estado» o para los acusados de «espionaje». El término «contrarias al Estado» se presta a una amplia interpretación y los sucesivos gobiernos lo han utilizado para encarcelar a personas que sustentan ideas políticas socialistas o comunistas o cuyos puntos de vista son presuntamente similares a los del gobierno de la República Popular Demócratica de Corea (Corea del Norte). La Ley de Seguridad Nacional también estipula el encarcelamiento por un período de hasta siete años de otros miembros y simpatizantes de tales organizaciones y de aquellos que «ensalzan» o «están de parte de» Corea del Norte. En los últimos años se ha utilizado la Ley de Seguridad Nacional de forma generalizada para encarcelar a personas que visitaban Corea del Norte o se reunían con norcoreanos sin autorización del gobierno y a aquellos que establecían o se unían a organizaciones izquierdistas, presuntamente favorables a Corea del Norte. El gobierno de Corea del Sur justifica la continua utilización de la Ley de Seguridad Nacional debido a su estado actual de tensión con Corea del Norte. Amnistía Internacional, no obstante, considera que las restricciones que impone dicha Ley sobre los derechos a las libertades de expresión y asociación sobrepasan con mucho las limitaciones que permite la normativa internacional. La organización cree que una gran cantidad de presos encarcelados al amparo de esta ley se encuentran recluidos por expresar pacíficamente sus convicciones, sin haber utilizado la violencia ni abogado por ella. Amnistía Internacional piensa que el gobierno de Corea del Sur continúa haciendo uso de la Ley de Seguridad Nacional para encarcelar a aquellas personas a quienes sencillamente considera una amenaza potencial contra su autoridad. Los Grupos de Amnistía Internacional frecuentemente mantienen correspondencia con los presos en favor de los cuales trabajan (aunque al parecer algunas autoridades de prisiones restringen la correspondencia de los presos hacia y desde otros países). Este documento contiene extractos de algunas de las cartas que los miembros de Amnistía Internacional han recibido durante 1994. Muestran el inmenso apoyo y esperanza que los presos y sus familiares pueden obtener de esta correspondencia. Kim Song-man, preso condenado a una pena de larga duración y ex estudiante de Ciencias Políticas Kim Song-man de 37 años, está cumpliendo una condena de cadena perpetua al amparo de la Ley de Seguridad Nacional. Amnistía Internacional lo considera preso de conciencia. Amnistía Internacional, mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s 2 Índice AI: ASA 25/10/95/s Cartas de presos y de sus familiares Amnistía Internacional, mayo de 1995 Cartas de presos y de sus familiares 3 Kim Song-man estudió Física en la Univesidad de Yonsei, en Seúl, y en 1982 se inscribió en la Universidad de Western Illinois de los Estados Unidos para estudiar Ciencias Políticas. Durante su carrera se documentó extensamente sobre el sistema político de Corea del Norte y conoció a varias personas consideradas partidarias de Corea del Norte. Al regresar de Corea del Sur en junio de 1985, lo arrestaron (junto con otro compañero de estudios llamado Hwang Tae-kwon) en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional. Se le acusó de revelar secretos de Estado a funcionarios de Corea del Norte y de animar a estudiantes surcoreanos a que se comprometieran en actividades «contra el Estado». La Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional mantuvo a Kim Song-man y a Hwang Tae-kwon en régimen de incomunicación durante 60 días. Ambos declaran que fueron víctimas de torturas. En 1986, Kim Song-man fue condenado a muerte. En 1988, merced a una amnistía presidencial, se conmutó su sentencia por otra de cadena perpetua. Los Grupos de Amnistía Internacional de Bélgica, Francia, Suecia y Estados Unidos figuran entre aquellos que han hecho campañas en favor de la excarcelación de Kim Song-man. El 4 de febrero de 1994 escribió a un Grupo de Amnistía Internacional de Dinamarca, describiendo su vida en prisión: «Vivo en el primer piso de un edificio de tres plantas. No hay otros presos conmigo. Sólo hay dos hombres en el primer piso: yo y mi carcelero. Como y hago ejercicio... en soledad. Nunca puedo ver a los otros presos que viven en los otros pisos o en otros edificios. En general los reclusos hacen vida colectiva, pero yo estoy aislado y bajo estrecha vigilancia... Leyendo libros y buscando la verdad es como intento sobrellevar mi soledad y anhelo de compañía humana. Gracias por vuestra afectuosa consideración al enviarme un mensaje.» En mayo escribió a un Grupo de Bélgica: «Me entregan todos los paquetes que me envían, no importa quién lo haya hecho. Un guardia de prisiones lo abre en mi presencia. El contenido me lo entregan en el acto, con excepción de algunas cosas que los presos no podemos tener. Me alegró mucho saber que vais a seguir enviándome paquetes. Resulta extraordinariamente delicioso en mi rutina cotidiana recibir cartas o paquetes ... para mí, que me encuentro en régimen de aislamiento, son como una cuerda que me une al mundo exterior. Ellos alivian mi sentimiento de soledad.» El 27 de junio de 1994, Kim Song-man fue trasladado de la cárcel de Andong (donde se encontraba aislado) a la prisión de Taegu, donde, al parecer, sus condiciones eran mejores. Escribió: «Recibí con agradecimiento los paquetes, incluidas las acuarelas. Las acuarelas me son útiles. Un preso político, que vive en la habitación al lado de la mía, por estos días vive ensimismado en sus dibujos. Se puso fuera de sí de alegría al ver las acuarelas. Las compartiré con él. Os agradezco mucho el envío de paquetes." Kim song-man también expresó su agradecimiento a los Miembros de Amnistía Internacional de los Estados Unidos: «A las instituciones extranjeras de derechos humanos como Amnistía Internacional, y a las personas de mi país y extranjeras que intentaron salvar mi vida, desde el fondo del corazón Amnistía Internacional, mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s 4 Cartas de presos y de sus familiares les estoy muy agradecido y nunca podré agradecerles lo suficiente.» El 30 de abril de 1993, el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, en su decisión 28/1993, declaró que la detención de Kim Song-man era arbitraria y que contravenía los artículos 5, 9, 19 y 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y los artículos 7, 9, 14, 19 y 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. El Grupo de Trabajo pidió al gobierno de la República de Corea que tomara las medidas necesarias para remediar la situación con el fin de ponerla en consonancia con las normas y principios incorporados a la Declaración Universal de Derechos Humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Yang Dong-hwa, preso que cumple una condena de larga duración y ex estudiante Junto con Kim Song-man, el preso de conciencia Yang Dong-hwa también fue detenido al amparo de la Ley de Seguridad Nacional y acusado de espionaje para Corea del Norte. Fue detenido el 2 de junio de 1985, tras una estancia de dos años en la Universidad de Western Illinois y una visita no autorizada de una semana a Corea del Norte. Después de su detención con arreglo a la Ley de Seguridad Nacional, lo mantuvieron en régimen de incomunicación hasta el 5 de agosto, período durante el cual, según manifiesta, lo golpearon repetidas veces y lo sometieron a una intensa presión psicológica para hacerlo «confesar». Los que le interrogaban lo acusaron de haber recibido adiestramiento en actividades de espionaje en Corea del Norte y de trabajar para aquel país revelando información secreta a su regreso a Corea del Sur. Posteriormente Yang Ding-hwa manifestó que lo habían obligado a hacer «confesiones» falsas mediante torturas. Yang Dong-hwa fue acusado ante el Tribunal del Distrito de Seúl. Tanto él como otros acusados en este caso declararon que los intimidaron para que no designaran a sus abogados. Dos abogados de oficio se hicieron cargo de su representación. La mayor parte del tiempo los presos dirigieron su propia defensa. Yang Dong-hwa fue condenado a muerte en 1986 (la sentencia se conmutó por la cadena perpetua en 1988). Amnistía Internacional lo adoptó como preso de conciencia, y asignó su caso a Grupos de Amnistía Internacional de Noruega y del Reino de los Países Bajos. En 1994, Yan Don-hwa escribió a un miembro del Grupo holandés: «No tengo palabras suficientes para agradecerte a ti a y a todos los miembros de tu grupo que continuéis enviando cartas para hacerme saber que «no se me ha olvidado». Vuestra carta, que demuestra un profundo sentimiento de amistad, me ha conmovido de una manera que no se puede expresar con palabras» Yu Chong-sik, preso que cumple una condena larga y ex hombre de negocios Índice AI: ASA 25/10/95/s Amnistía Internacional, mayo de 1995 Cartas de presos y de sus familiares 5 Yu Chong-sik, preso de conciencia de 55 años, está cumpliendo una condena de cadena perpetua y ya lleva 20 años en prisión. Nacido en Japón, Yu Chong-sik vivió allí hasta los cinco años, cuando su familia se trasladó a la ciudad de Pusan, en Corea del Sur. Asistió a la Universidad de Seúl y luego, a principios de la década de los 60, fue a Japón a estudiar Agricultura en las Universidades de Tokio y Nihon. Volvió a Corea del Sur en 1970, donde se casó y tuvo dos hijos. En marzo de 1975 lo detuvieron en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional, acusado de haber recibido adiestramiento en actividades de espionaje cuando visitó Corea del Norte, hacía ya varios años. Yu Chong-sik rechaza estas acusaciones alegando que, aunque es cierto que visitó Corea del Norte un par de veces cuando residía en Japón, había hecho estos viajes simplemente movido por la curiosidad. La Agencia Central de Inteligencia Coreana (conocida ahora como Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional) lo interrogó durante un mes. Durante este tiempo se informa que lo mantuvieron en régimen de incomunicación y lo sometieron a torturas. No tuvo acceso a ningún abogado hasta que comenzó el juicio, y se encontraba en mal estado de salud cuando compareció ante el tribunal. Amnistía Internacional cree que lo condenaron basándose en una confesión forzada, arrancada bajo tortura. Entre los Grupos de Amnistía Internacional que mantienen correspondencia con Yu figuran los de Noruega y Alemania. En 1994 envió su agradecimiento al Grupo alemán, escribiendo desde la cárcel de Andong: «Agradezco profundamente vuestra bondad que expresa un amor humanitario que trasciende las barreras nacionales. Buena suerte y que Dios os bendiga.» Ham Ju-myong, preso condenado a una pena de larga duración y ex hombre de negocios Ham Ju-myong, de 62 años, nació en lo que hoy es Corea del Norte. Tomó partido por Corea del Norte durante la guerra de Corea (1950 -1953). Al finalizar el conflicto armado, fue a Corea del Sur, donde lo detuvieron y lo enjuiciaron. Le impusieron una condena de dos años de prisión condicional y posteriormente quedó en libertad. Entonces se estableció en Corea del Sur con su familia; pero alega que fue objeto de constante vigilancia por parte de las autoridades y que tuvo dificultades para encontrar un empleo permanente. Amnistía Internacional, mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s 6 Cartas de presos y de sus familiares El 18 de febrero de 1983, la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional lo arrestó y lo mantuvo incomunicado durante más de 60 días. Más tarde afirmó que lo habían sometido a descargas eléctricas y torturas con agua, palizas y privación de sueño. También declaró que lo habían obligado a firmar una confesión arrancada bajo tortura. Fue acusado al amparo de la Ley de Seguridad Nacional. Durante el juicio, Ham Ju-myong rechazó los cargos que se le imputaban. Llamaron a declarar a varios de sus amigos, que también habían venido de Corea del Norte durante la Guerra de Corea. Al parecer, los mantuvieron detenidos varios días antes del juicio y los obligaron a hacer declaraciones escritas testimoniando que Ham Ju-myong era comunista. Esta declaración, así como su propia confesión forzada, constituyeron las pruebas principales utilizadas para condenarlo por espionaje. Lo sentenciaron a la pena de muerte. Sin embargo, tras una apelación ante el Tribunal Supremo, le conmutaron la sentencia por otra de cadena perpetua. Durante varios años, Grupos de Canadá y Dinamarca han trabajado en su favor. El 8 de abril de 1994, el hijo de Ham Ju-myong escribió al Grupo de Canadá: «Vosotros y vuestros amigos habéis dado mucha esperanza a mi padre y a otros presos de conciencia que se encuentran en prisión. Espero que continuéis apoyando a mi padre...¡Gracias a todos vosotros, palomas de la paz!» Woo Jin-sung, estudiante de teología y religioso seglar Woo Jin-sung era una de las decenas de personas detenidas en septiembre y octubre de 1992 a causa de su presunta vinculación con una red de «espionaje» que, según afirmaron las autoridades, operaba bajo la dirección del gobierno norcoreano. A Amnistía Internacional le preocupa la posibilidad de que muchas de las personas detenidas en este caso, incluido Woo Jing-sung, fueran encarceladas por el ejercicio pacífico de su derecho a las libertades de expresión y asociación. El 13 de septiembre de 1992 fue detenido a Woo Jing-son, ministro seglar presbiteriano, cuando volvía a su casa después de un servicio religioso. Se le acusó de trasmitir secretos militares a miembros de la susodicha red de «espionaje», quienes presuntamente habían pasado la información a Corea del Norte. Al parecer, la detención de Woo Jin-sung está relacionada con un artículo que había escrito sobre sus experiencias militares, y que luego había entregado a un amigo. Amnistía Internacional tuvo conocimiento de que los presuntos secretos militares eran de hecho información pública. Posteriormente Woo Jin-sung declaró que tras el arresto había sufrido privación del sueño durante dos días y que los que le interrogaban lo habían golpeado. El 20 de septiembre de 1994, escribió a un corresponsal de Amnistía Internacional en Austria: Índice AI: ASA 25/10/95/s Amnistía Internacional, mayo de 1995 Cartas de presos y de sus familiares 7 «Estamos a mucho kilómetros de distancia y nunca nos hemos visto. Pero yo he podido sentir el calor y la ternura de tu corazón. Gracias.» El 29 de diciembre, escribió otra vez: «En estos días he estado recibiendo muchas cosas de ti y de tus amigos; mumerosas tarjetas de Navidad, una chaqueta y dos pares de guantes....Primero pensé escribir a cada una de las personas que me había enviado una tarjeta de Navidad. Pero ahora me doy cuenta que eso es imposible porque son innumerables! Desde que nací nunca había recibido tantas tarjetas del extranjero. ¡Es una Navidad alegre y maravillosa de verdad! ¡No sé de qué manera agradecéroslo! ¿Cómo podría pagároslo alguna vez? Te ruego que comuniques mis sentimientos de gratitud a cada uno de aquellos que no me olvidaron....» Shim Sang-duk, estudiante de Estadística En septiembre de 1992 también arrestaron a Shim Samduk, en relación con la misma presunta «red de espionaje». Shim tenía 20 años de edad y era miembro de la sección estudiantil de la Liga Patriótica, que según el gobierno de Corea del Sur era un grupo partidario de Corea del Norte. El 17 de septiembre, unos funcionarios de la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional procedieron a su detención sin mostrarle la debida orden de arresto. Según sus familiares, Shim fue víctima de malos tratos durante su interrogatorio. Sufrió privación de sueño; lo obligaron a hacer repetidos ejercicios físicos y lo golpearon mientras los que le interrogaban le instaban a que confesara haber escrito mensajes con saludos de cumpleaños al ex presidente del Corea del Norte, Kim Il Sung, y haber distribuido panfletos favorables a Corea del Norte. Lo condenaron a cuatro años de prisión por pertenecer a un grupo «contrario al Estado». En 1994, la madre de Shim Sang-duk escribió a los miembros de Amnistía Internacional del Reino de los Países Bajos: «Me conmovió tanto vuestra carta venida de tan lejos, que se me llenaron los ojos de lágrimas. La gente de mi país no muestra interés - os agradezco desde el fondo del corazón que hagáis llamamientos desde tan lejos. El Secretario General de Minkahyup (grupo de derechos humanos surcoreano), ha dado a conocer el caso de mi hijo en todo el mundo y está recibiendo muchas cartas. Estoy tan feliz que casi podría volar.» Hyon Jong-dok, ex estudiante de Química El 17 de septiembre de 1990 fue arrestado Hyon Jong-dok. Le acusaron de ser miembro de la organización «antiEstado» Sanomaeng, organización socialista creada en 1989. Sus miembros y Amnistía Internacional, mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s 8 Cartas de presos y de sus familiares simpatizantes afirman que es una asociación que simplemente aspira a que la clase obrera cuente con una representación política. Desde 1990 han arrestado a más de 200 miembros o presuntos miembros de Sanomaeng. A Hyon Jong-dok se le acusó de ser miembro del Sanomaeng. Las autoridades declararon que él y otras personas llevaron a cabo diversas actividades «contra el Estado», que incluían distribución de panfletos, publicación de documentos y preparación de un levantamiento armado. Amnistía Internacional no ha encontrado pruebas que sugieran que los miembros de Sanomaeng trabajasen en favor de un levantamiento armado, ni que fuera otra cosa más que una organización surcoreana con ideología de izquierdas. Hyong Jong-dok afirma que la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional lo sometió a torturas. Se informa que le contó a su abogado que lo habían desnudado varias veces y lo habían golpeado en la cabeza, la espalda y las piernas con palos de madera, y que le habían golpeado el pene con una regla de plástico. También declaró que lo habían privado del sueño durante tres días consecutivos. Al parecer, intentó sucidarse a causa del trato recibido. Hyon Jong-dok fue condenado a ocho años de prisión y es preso de conciencia. En 1991, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la cuestión de la Tortura planteó el caso de Hyon Jong-dok al gobierno surcoreano. En su respuesta del 14 de noviembre de 1991, el gobierno manifestaba que Hyong Jong-dok «confesó tras haberle sido presentadas diversas pruebas». El gobierno desestimó la queja sobre las torturas que había sufrido la víctima. Los miembros de Amnistía Internacional de Italia, de los Países Bajos y de Australia han estado trabajando activamente en favor de la excarcelación de Hyon Jong-dok. En enero de 1994, una persona que escribió a Hyong repondiendo a una campaña de envío de tarjetas de saludos organizada por Amnistía Internacional, recibió esta respuesta: «Mi nombre es Hyon Jong-dok. Trabajé en favor de los intereses laborales y por la reunificación de mi país. Pero el gobierno coreano me envió a la cárcel por ese motivo. Gracias por tu tarjeta La leí con gran placer. Estoy contento de conocerte. No sé nada sobre tu país. Espero conocer tu país. ¿Querrías enseñárme? Hwang Suk-yong, escritor Hwang Suk-yong, de 52 años, es un escritor muy conocido y popular que ha escrito más de 20 novelas y ensayos. En 1987 se estableció y se convirtió en director ejecutivo de la Asociación de Escritores para la Literatura Nacional, y un año después fundó la Federación Artística Nacionalista de Corea. Bajo su dirección dichas organizaciones crearon comités para preparar encuentros entre escritores y artistas de las dos Coreas. Índice AI: ASA 25/10/95/s Amnistía Internacional, mayo de 1995 Cartas de presos y de sus familiares 9 En 1989 Hwang realizó una visita no autorizada a Corea del Norte, donde se reunió con el presidente norcoreano Kim Il-sung y otros funcionarios. Su viaje tuvo carácter público y recibió una considerable atención de los medios de comunicación. Posteriormente justificó su visita como un intento de superar las divisiones entre Corea del Norte y Corea del Sur. Debido a que varias personas que habían realizado visitas no autorizadas a Corea del Norte en 1989 fueron encarceladas en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional al regresar a Corea del Sur, Hwang Suk-yong se exilió en el extranjero; primero en Alemania y posteriormente en los Estados Unidos. En 1993, tras la elección del presidente Kim Young-sam, que prometió una «nueva Corea» más libre y democrática, Hwang decidió volver a su propio país con el propósito de participar en el movimiento de reforma. Sabiendo que se enfrentaba a un posible encarcelamiento, antes de abandonar los Estados Unidos hizo una declaración pública, en la que afirmaba: «Aunque yo no reconozco la Ley de Seguridad Nacional en mi conciencia, espero ser la última víctima que se castiga en virtud de esta ley, y que mi castigo sirva como justificación al pueblo para su abolición» El 27 de abril de 1993, Hwang Suk-yong llegó al aeropuerto de Kimpo en Seúl, y de inmediato la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional procedió a su arresto, que duró 20 días. Durante este tiempo fue objeto de largos interrogatorios, amenazas y privación del sueño. Luego lo trasladaron al Centro de Detención de Seúl, donde el fiscal lo sometió a nuevos interrogatorios, que duraron 30 días. Fué acusado con arreglo a varios artículos de la Ley de Seguridad Nacional: por organizar y participar en una organización «contraria al Estado», y por visitar Corea del Norte y recibir instrucciones de aquel país. También se le acusó de haber recibido fondos de Corea del Norte a modo de honorarios «operativos». Hwang rechazó estas acusaciones y afirmó que el dinero que había recibido de Corea del Norte eran honorarios percibidos en concepto de derechos de autor por autorizar la realización de una película basada en su libro Jangkilsan, una de sus obras más conocidas. En octubre de 1993, el Tribunal Supremo de Seúl condenó a Hwang Suk-yong a ocho años de prisión. Tras una serie de apelaciones, su condena fue reducida a siete años. Es un preso de conciencia. El 4 de abril de 1994, la esposa de Hwang Suk-yong envió el siguiente mensaje de su esposo al Secretariado Internacional agradeciendo a Amnistía Internacional los esfuerzos realizados en su favor: «Me gustaría expresar mi sincera gratitud por el apoyo que vosotros y vuestra organización me habéis prestado mientras he permanecido en prisión desde mi regreso a Corea del Sur, hace un año aproximadamente. Vuestro apoyo me ha dado valor para continuar luchando contra las fuerzas de la represión y para trabajar hacia una nueva visión de una Corea reunificada en nuestro tiempo». Amnistía Internacional, mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s 10 Cartas de presos y de sus familiares Ahn Jae-ku, ex profesor de matemáticas El 14 de junio de 1994, la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional y la policía detuvieron al preso de conciencia Ahn Jae-ku, de 61 años, junto con otras 22 personas por lo menos, por presuntas actividades en favor de Corea del Norte. En aplicación de la Ley de Seguridad Nacional se le acusó de formar un grupo pro Corea del Norte llamado Frente para la Salvación de la Patria (Kukukchonui) con el objeto de espiar para Corea del Norte. La Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional lo interrogó durante 20 días consecutivos, sometiéndolo a privación del sueño y a una intensa presión psicológica para hecerle firmar una «confesión». El 17 de noviembre, el fiscal pidió que se le impusiera la pena de muerte. En esa época lo obligaban a llevar esposas las 24 horas del día. El 30 de noviembre de 1994, el Tribunal Penal del Distrito de Seúl condenó a Ahn Jae-ku a cadena perpetua. El 11 de diciembre de 1994, la hija de Ahn Jae-ku escribió a unos miembros de Amnistía Internacional, describiendo la situación de su padre: «Os escribo para agradeceros en nombre de mi padre, Ahn Jae-ku, detenido en relación con el Frente para la Salvación de la Patria. Dos horas después que el fiscal pidiera la pena de muerte para mi padre, lo esposaron y lo obligaron a permanecer así las 24 horas del día. Más tarde apenas era capaz de estirar el cuerpo debido a la falta de ejercicio. No puedo evitar pensar que un trato tan duro, impuesto a un hombre de más de 60 años, prácticamente equivale a una forma de tortura que se lleva a cabo en las cárceles, con el beneplácito de las autoridades. Como vosotros bien sabéis, mi padre fue condenado a cadena perpetua el 30 de noviembre. La afectuosa preocupación que habéis mostrado hacia mi padre y otras personas involucradas en el mismo caso, ha servido de consuelo a mi familia y a otros. Mi padre me ha pedido especialmente que os haga llegar este mensaje de agradecimiento a todos vosotros, y dice que vuestra devoción y esfuerzos le han proporcionado una sensación de fortaleza. De aquí en adelante, las familias afectadas estamos decididas a unirnos y a trabajar con ahínco para revelar la verdad sobre este caso. Espero que continuéis participando y cooperando con nuestros esfuerzos. Otra vez os digo que estoy sinceramente agradecida a todos vosotros; no puedo expresar completamente en qué medida vuestra preocupación y esfuerzos han sido fuente de fortaleza y coraje para nosotros. Deseando que Amnistía Internacional continúe progresando en el futuro, pongo fin a mi carta.» Se informa que el 15 de abril de 1995, las autoridades de la cárcel de Youngdungpo, donde se encuentra recluido Ahn Jae-Ku, taparon la ventana de su celda con una lámina de acero. Amnistía Internacional escribió al Ministerio de Justicia expresando su preocupación por el hecho que a Ahn Jae-ku se le niegue el acceso a la luz del día y al aire fresco, decisión que contraviene la normativa internacional de derechos humanos. Índice AI: ASA 25/10/95/s Amnistía Internacional, mayo de 1995 Cartas de presos y de sus familiares 11 PRESOS EXCARCELADOS Kim Un-ju, activista en favor de los derechos de la mujer y estudiante Kim Un-ju, de 25 años, y su hermano Kim Sam-sok fueron detenidos en septiembre de 1993, con arreglo a la Ley de Seguridad Nacional. Se les acusó de haber mantenido contactos con un presunto grupo favorable a Corea del Norte en Japón, y de haberle revelado «secretos de Estado». Amnistía Internacional los adoptó como presos de conciencia al consider que los cargos que se les imputaban era infundados. En febrero de 1994, a Kim Un-ju se le impuso una condena condicional y quedó en libertad. Le contó a Amnistía Internacional que durante los 17 días que la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional la sometió a interrogatorio, repetidas veces le propinaron patadas y bofetadas y la obligaron a realizar ejercicios físicos. Durante cuatro días la privaron del sueño y la amenazaron con acosarla sexualmente. Al quedar en libertad, Kim escribió al Secretariado Internacional: «Gracias por todo lo que habéis hecho respecto a nuestro caso. Estoy segura que mi pronta excarcelación se debió a vuestros esfuerzos. Os estoy tan agradecida. Viviendo en el aislamiento de mi celda, tuve que luchar contra la terrible soledad, porque me mantenían separada de las otras personas. Durante el invierno había hasta moscas y gusanos en el retrete que estaba junto a mi celda y que despedía un hedor terrible. Tenía que comer sentada en el suelo de madera de mi celda. Los presos de conciencia todavía viven en esos ambientes inimaginables. Espero con ilusión vuestros esfuerzos futuros en favor de la excarcelación de los presos de conciencia.» El hermano de Kim, Kim Sam-sok, fue condenado a siete años de prisión, pena que se redujo a cuatro años tras una apelación. Actualmente se encuentra recluido en la cárcel de Taejon. Kim Chin-ju, farmacéutica y editora A Kim Chin-ju, farmacéutica de 38 años y presa de conciencia, también la acusaron de pertenecer a Sanomaeng y la condenaron a cuatro años de prisión en aplicación de la Ley de Seguridad Nacional por pertenecer a una organización «antiEstado». Amnistía Internacional, mayo de 1995 Índice AI: ASA 25/10/95/s 12 Cartas de presos y de sus familiares En 1978, Kim Chin-ju se graduó por la Universidad de Mujeres de Ewha y obtuvo el título de farmaceútica. Esta era su actividad antes de trabajar para Sanomaeng como editora. Tras su arresto en febrero de 1991, la sometieron a interrogatorio durante 20 días, período en que fue objeto de golpes, insultos y privación del sueño. Su esposo, Park No-hae, poeta muy conocido y dirigente de Sanomaeng, también fue detenido y se le ha condenado a cadena perpetua por crear una organización «antiEstado». Kim Chin-ju estuvo recluida en la cárcel de Hongsong y, tras el arresto de ambos, no pudo comunicarse con su marido. A principios de 1994, un Grupo de Amnistía Internacional del Reino de los Países Bajos recibió esta carta de agradecimiento del padre de Kim Chin -ju: «Hoy he recibido vuestra carta y regalo de Navidad para mi hija Chin-Ju con sentido agradecimiento. Afortunadamente mi esposa proyectaba ir a la cárcel dentro de unos días a ver a mi hija, así que en esa ocasión ella podrá llevarle vuestra carta y regalo. Mi esposa y yo estamos profundamente impresionados por las cartas y regalos que con tanto amor nos habéis enviado vosotros y vuestros amigos, y no sé como expresaros nuestra gratitud.» A Kim Chin-ju le correspondía quedar en libertad el 1 de mayo de 1995, fecha en que concluía su condena. Park Dong-su, dirigente sindicalista El 21 de junio de 1993, la Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional anunció que el 17 de junio había detenido a dos dirigentes sindicalistas, Park Dong-su y Chon In-kun. A ambos se les acusó de haber intentado visitar Corea del Norte sin contar con la autorización del gobierno; de mantener contactos con la Alianza de Toda la Nación para la Reunificación de Corea (Pomminnyon), una organización que las autoridades surcoreanas consideran favorable a Corea del Norte; y de haber visto películas norcoreanas. Amnistía Internacional los adoptó como presos de conciencia. En octubre, condenaron a Park dong-su a 18 meses de prisión. Los Grupos de Amnistía Internacional de Francia, Alemania y Suecia se encontraban entre los que hicieron campaña en favor de su puesta en libertad. El 29 de septiembre escribió a un Grupo alemán: «Los esfuerzos soberanos del pueblo de Corea pronto darán frutos de unidad. El afecto e interés de Amnistía Internacional es un gran respaldo para aquellos que luchan por la unificación. Os deseo a vosotros y a los otros miembros de Amnistía Internacional buena salud y toda clase de éxitos en vuestro trabajo.» Park Dong-su quedó en libertad en diciembre de 1994, fecha en que concluía su condena. Índice AI: ASA 25/10/95/s Amnistía Internacional, mayo de 1995