El valor de la taxonomía para la biodiversidad y la agricultura Chris Lyal, Paul Kirk, David Smith y Richard Smith Dirección de los Autores: Chris Lyal, UK Global Taxonomy Initiative National Focal Point, The Natural History Museum, Cromwell Road, London SW7 5BD, UK. c.lyal@nhm.ac.uk Resumen. En todo el mundo la agricultura enfrenta desafíos bióticos, abióticos y de tipo legal. En todo esto también incide el impacto del creciente número de especies y razas de animales, plantas, hongos y microorganismos que debe ser manejado. Planificar e implementar acciones adecuadas, tanto en el ámbito agrícola como en el nacional, requiere identificar organismos con precisión para acceder a la información, aunque en los países en desarrollo numerosas especies importantes no tienen un nombre científico ni hay una buena documentación de sus usos locales o su taxonomía. Durante mucho tiempo, el mejoramiento y la adaptación de cultivos y animales al ambiente y las necesidades cambiantes dependieron de los genes de especies silvestres emparentadas. Poner en práctica una bioseguridad adecuada para la agricultura –tanto en lo nacional como en lo local– puede implicar la necesidad de obtener información biótica mundial. Los ecosistemas agrícolas y linderos sirven de receptáculos mal caracterizados de plagas, enemigos naturales, polinizadores y otros organismos perjudiciales, beneficiosos o esenciales para los ecosistemas agrícolas productivos y resilientes, y éstos últimos deben ser evaluados y supervisados por los impactos agrícolas, desde un enfoque ecosistémico. En apoyo de estas acciones, la taxonomía debe suministrar información oportuna y adecuada a quienes pueden hacer una utilización más efectiva de la misma. Esto se ve dificultado por un escaso apoyo financiero, falta de claridad acerca de los recursos necesarios y la responsabilidad en las medidas a aplicar, y malos sistemas de prestación. Las necesidades de la agricultura son cubiertas en forma inadecuada. Las políticas desarrolladas a escala mundial para lidiar con este asunto no siempre son fáciles de llevar a cabo, como tampoco su integración con otras políticas agrícolas y científicas. Las soluciones radican en lograr una mayor integración de las actividades y una mejor información que fluya entre la taxonomía, la agricultura, la investigación y las políticas, así como la provisión de infraestructura adecuada y la formación de personal. Paul Kirk, CABI, Bakeham Lane, Egham, TW20 9TY, UK David Smith, Director Biological Resources, CABI, Bakeham Lane, Egham, TW20 9TY, UK Richard Smith, Director, BioNETINTERNATIONAL Secretariat, Bakeham Lane, Egham, Surrey, TW20 9TY, UK INTRODUCCIÓN La información taxonómica va en apoyo del éxito de la agricultura. El taxonómo fundador de CAB Internacional (CABI) describió cientos de especies para dar respuesta a las necesidades de la agricultura: conocer lo que se maneja asegura un manejo exitoso. Miles de especies, variedades genéticas y genotipos revisten importancia para la agricultura, una cantidad que crece rápidamente a medida que el contexto agrícola cambia como consecuencia del cambio climático, la aplicación de productos químicos, la salinidad, los cambios de las napas de agua subterránea y la expansión de la agricultura a zonas nuevas. La producción debe maximizarse de manera sustentable y las pérdidas de cultivos minimizarse. Los agricultores responden a nuevas oportunidades para vender sus productos en el mundo; el comercio agrícola ahora abarca los cultivos alimenticios tradicionales y los nuevos, los cultivos para textiles, para biocombustibles y plantas medicinales. El manejo y el desarrollo agrícolas pueden provocar impactos negativos en la biodiversidad circundante (y en sus productos y servicios), de manera que las políticas y su puesta en práctica exigen un entendimiento profundo de la repercusión de las prácticas de manejo en ambos sistemas. La bioseguridad y la cuarentena preocupan cada vez más pues ambas exigen confianza en lo que se transporta y capacidad para detectar plagas, patógenos o posibles especies exóticas invasoras. A nivel de país, la aplicación efectiva de los controles relacionados con el comercio requiere un conocimiento considerable de la biota autóctona y exótica. Todos esos elementos de la agricultura moderna exigen conocer la identidad de los organismos, sean productos, plagas, parásitos o polinizadores. Esto permite a los agricultores y organismos de gobierno seleccionar variedades y especies apropiadas, predecir el impacto de los cambios y cómo responder a ellos y manejar las cuestiones reglamentarias relacionados con el transporte transfronterizo. Las herramientas para producir y acceder a este conocimiento son taxonómicas –productos de 8 T R O P I C A L C la ciencia de descubrir, nombrar y clasificar organismos. La información taxonómica se utiliza, incluso sin saberlo, por millones de personas en agricultura, extensión, investigación, bioseguridad, cuarentena, protección de plantas, control de plagas, manejo ambiental y desarrollo y aplicación de plaguicidas. Este documento examina dónde resultan necesarias las herramientas y la información taxonómica para la agricultura y la biodiversidad agrícola, si alcanza con las que hay disponibles y qué vacíos deben llenarse. AGRICULTURA Y BIODIVERSIDAD – DÓNDE ES NECESARIA LA TAXONOMÍA Las identificaciones son fundamentales para todas las demás aplicaciones biológicas y constituyen la clave para acceder al conocimiento acumulado de cualquier organismo. Si bien este conocimiento aparece cada vez más en Internet, un cuello de botella que limita el acceso al mismo suele ser el de obtener la identificación. Las identificaciones pueden ser de especies, un nivel por encima de las especies (por ejemplo, si con eso alcanza para descartar un organismo que se sospecha es importante), o dentro de una especie (por ejemplo una variedad o patovar). A escala local, los agricultores pueden basar sus acciones en sus propias identificaciones, utilizando un “conocimiento taxonómico” local de carácter informal. Esto suele complementarse con diagnósticos brindados por los servicios de extensión. Pueden utilizarse especialistas en identificación locales o nacionales, que a su vez pueden apelar a recursos extra nacionales (Figura 1). La mayoría de las instituciones competentes a escala internacional cobran ahora por los servicios de identificación, lo que puede llegar a ser un problema para los países en desarrollo (Naumann et al. 2002). Además, pedir asesoramiento a otro país puede exigir más tiempo. La investigación taxonómica provoca cambios en los nombres a lo largo del tiempo, de manera que es posible utilizar nombres diferentes para una misma cosa y el mismo nombre para especies diferentes. Sin embargo, los agricultores, quienes O N S E R V A N C Y Espécimen colectado requiere de un nombre Decisión en la acción Sí ¿El recolector puede identificarlo? No • • • • • • • Verificación de la identificación Enviar al 1er nivel de identificadores (por ej.: tipo de extensión) Capacitación Problema resuelto Sí ¿Suficiente capacidad? No • • Sí ¿Espécimen identificado? TIEMPO No Enviar al 2o nivel de identificadores (por ej.: institución local) Sí ¿Suficiente capacidad? No • La acción surte efecto Sí Especies descritas como nuevas El equipo tiene suficiente formación El equipo cuenta con suficiente conocimiento especializado El equipo accede a herramientas de identificación adecuadas El equipo tiene acceso a una colección de referencia El equipo tiene acceso a una lista actualizada de sinónimos El equipo tiene suficiente tiempo Listas de especies • No No Enviar al 3er nivel de identificadores (por ej.: especialistas del exterior) Reseña de nombres taxonómicos, para asegurar: Estabilizar la visión y nomenclatura taxonómica más moderna Incluir todos los sinónimos, aun aquellos utilizados localmente, como “buena” especie Incluir los nombres comunes, indicando fuente e idioma. Sí ¿Espécimen identificado? ¿Espécimen identificado? Sí Sí ¿Suficiente capacidad? No ¿Suficiente capacidad? Sí Especies descritas como nuevas No Especímenes voucher colectados Identificación no suministrada Figura 1. Para obtener una identificación de un espécimen. La flecha hacia abajo indica los crecientes requerimientos de tiempo. Nótese que las herramientas de identificación son ellas mismas producto de la investigación taxonómica, y más trabajo puede ser necesario para crear tales herramientas donde no existen. la productividad y el comercio agrícolas exige un diagnóstico correcto del problema, así como la identificación del organismo causante del problema (por ejemplo, un insecticida de amplio espectro podría provocar mayor daño que el problema original; los programas de control biológico requieren haber identificado con precisión el organismo a controlar). Si bien es fácil reconocer algunas plagas a partir del daño que causan, otras pueden confundirse con especies de impacto neutral o positivo. trabajan en extensión y los programas de monitoreo de la biodiversidad, sólo podrán comunicarse eficazmente si todos utilizan el mismo nombre para una entidad. La legislación sobre especies invasoras exóticas y medidas sanitarias y fitosanitarias necesita nombres que puedan ser interpretados por el personal de interceptación y bioseguridad (Smith & Lyal 2008), y la validez de los nombres aplicados a materiales de germoplasma es fundamental para evitar controversias en los casos en que se utilizan Acuerdos de Transferencia de Material conforme al Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura u otros instrumentos. Además del problema de reconocer las plagas “tradicionales”, la diversificación de cultivos y la introducción de plagas exóticas enfrentan a los productores cada vez más a organismos que les resultan desconocidos. Los problemas provocados por las especies invasoras exóticas seguramente empeorarán con el incremento exponencial del comercio mundial (Carpenter et al. 2005:378). PLAGAS, PARÁSITOS, PATÓGENOS Y PROBLEMAS La producción agrícola y el almacenamiento poscosecha están sujetos a una gran variedad de plagas, patógenos y malezas. La adopción diligente y adecuada de medidas para proteger B I O D I V E R S I T Y 9 ( 1 & 2 ) 2 0 0 8 9 Si bien la acción taxonómica clave para las plagas, patógenos y malezas frecuentemente es la identificación y estipulación del nombre correcto para resolver problemas locales (Figura 1), tal vez sea necesario dar respuestas a mayor escala. Seguramente haya que contar con programas de monitoreo, apoyados por la pericia taxonómica, las guías de identificación y los protocolos de investigación (Figura 2). Ahora es posible predecir los posibles alcances de plagas, patógenos y malezas fuera de su distribución original o bajo diferentes escenarios de cambio climático, utilizando datos relativos al lugar donde se recolectaron los especímenes y las condiciones climáticas de esos lugares. Tal sistema, inspirado en gran medida en la información y las colecciones taxonómicas, ha sido utilizado con eficacia en México para predecir la aparición de especies exóticas invasoras potencialmente perniciosas para la agricultura, y permitió al gobierno evaluar la seguridad de la introducción de organismos vivos modificados. El creciente reconocimiento de que la taxonomía –facilitada por la informática– puede brindar esas predicciones quizás impulse cada vez más el acceso a una información taxonómica adecuada. El acceso a mercados agrícolas internacionales exige el cumplimiento de reglamentaciones internacionales y nacionales. Los funcionarios encargados de la cuarentena deben poder identificar organismos interceptados y comparar identidades con listas legisladas de nombres científicos y coloquiales. El Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio utiliza normas internacionales de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, que incluye criterios para el escrutinio taxonómico. El Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias exige pruebas científicas de los futuros países exportadores y los mercados finales para sustanciar los reclamos relativos a la presencia o ausencia de especies controladas. Cuando se afirma la presencia de una especie, esto debe ser sustentado por pruebas de especímenes huéspedes, cultivos y otras colecciones biológicas enfermas. Si un país exportador puede proporcionar registros precisos que validen afirmaciones relativas a la situación de una plaga y su existencia, es posible procesar rápidamente las ofertas para acceder a mercados agrícolas internacionales. Por el contrario, cuando no se dispone de esos datos, las demoras resultantes conducen a la pérdida de oportunidades comerciales (Evans et al. 2002; Naumann et al. 2002). TAXONOMÍA, LA CLAVE PARA LA INFORMACIÓN SOBRE ORGANISMOS ÚTILES Los agricultores se han beneficiado de la biodiversidad desde las primeras especies domesticadas. Se utilizan genes de parientes silvestres para aumentar la resistencia a plagas, patógenos y malezas y a factores abióticos (por ejemplo, escasez de agua e incremento de la salinidad), para mejorar el sabor, la apariencia y el tiempo de almacenamiento, así como para aumentar el contenido de proteína y vitamina (Anon 2003). Entre las estrategias propuestas para los parientes silvestres figuran los inventarios nacionales, regionales o mundiales (Kell et al. 2005; Brehm et al. 2007; Heywood et al. 2007) de especies y genotipos. Todo esto necesita aportes taxonómicos: identificar, 10 T R O P I C A L C controlar los nombres, reconciliar las diferencias entre los datos y establecer distribuciones utilizando colecciones y bibliografía. Brehm et al. (2007) señaló que en su recopilación de inventario tuvo dificultades con la “falta de alineación” taxonómica entre diferentes fuentes y la naturaleza dispersa de la bibliografía biológica. Para poder compartir información se necesitan normas aceptadas; para los parientes silvestres de los cultivos están las de la base de datos Euro+Med PlantBase y de la Red de Información de Recursos de Germoplasma, ambas construidas por o con taxonomistas. Es posible fomentar la presencia de los enemigos naturales de plagas, patógenos y malezas utilizando ambientes o plantas adecuadas dentro del ecosistema agrícola (por ejemplo el sistema “push-pull” del Centro Internacional de Investigación sobre la Fisiología de los Insectos y sobre la Ecología/ICIPE: http://www.push-pull.net/), o la inclusión de ecosistemas receptáculos naturales o semi naturales, tales como los setos que rodean los campos en el Reino Unido. El manejo de ecosistemas peri-agrícolas exige el monitoreo de los enemigos naturales y otras especies importantes para el funcionamiento del ecosistema; los sistemas de monitoreo requieren aportes taxonómicos (Figura 2). El biocontrol apunta a plagas que tienen una determinada gama de enemigos. Puede llegar a ser necesario realizar un trabajo taxonómico detallado para establecer la identidad de las plagas y, a partir de eso, su línea nativa (a menudo accesible sólo a partir de especímenes en colecciones). La deducción a partir de los enemigos de especies relacionadas puede arrojar luz sobre los enemigos naturales (por ejemplo, Loiácono et al.); para éstos podría ser necesario, antes de su introducción, realizar un estudio taxonómico detallado para establecer su identidad y el rango del huésped (por ejemplo, Lyal 2003). Debido a que con el biocontrol las plagas se eliminan con carácter permanente, algunos de los beneficios son el ahorro que resulta de reducir las pérdidas de la producción y eliminar la necesidad de realizar controles periódicos; cuando se lo contrapone a los costos que ocasiona encontrar, seleccionar e introducir agentes de control biológico, el biocontrol tiene beneficios impresionantes para la relación costo-beneficio. La importancia de la taxonomía para el biocontrol y el valor económico de obtener la identificación correcta del agente de la plaga y del control es obvia (por ejemplo, Knapp y Haas 2007). Los polinizadores de cultivos están disminuyendo a escala mundial, en especial las abejas (Klein et al. 2007). En algunas especies el éxito de la polinización aumenta si están presentes las abejas silvestres (Kremen et al. 2002). Numerosos polinizadores dependen de plantas o entornos no agrícolas y los cultivos son solamente una parte de su actividad. Para revertir el deterioro de los polinizadores, comprender sus necesidades y evaluar la importancia de determinados polinizadores para determinados cultivos, es vital que exista una identificación precisa (APIS 2003; Kwapong 2003). Los microorganismos son un componente integral de la biodiversidad agrícola. Participan de la descomposición de O N S E R V A N C Y los restos vegetales y animales, la fijación de nitrógeno, la digestión animal y la nutrición de las plantas, además de brindar una fuente importante de información genética. Las micorrizas son una asociación simbiótica entre hongos y raíces de plantas, que se encuentran tal vez en el 85% de las especies vegetales, en particular las que revisten importancia agrícola. Sin una micorriza específica, un cultivo de novel introducción puede tener bajos rendimientos. Para descubrir si hay micorrizas benéficas presentes o es necesario introducirlas, habrá que aplicar el conocimiento taxonómico. Monitoreo o estudio requerido Específico de la especie LIMITACIONES Y MEJORAS DEL SERVICIO TAXONÓMICO ¿Estandarización de técnicas de muestreo/ recolección in situ? Si bien aproximadamente 1,78 millones de especies de animales, plantas, hongos y microorganismos de todo el mundo tienen nombres formales, no ocurre lo mismo con varios otros más; en su gran mayoría, los pequeños organismos posiblemente incluyan especies claves para la agricultura (por ejemplo, cerca del 95% de la diversidad microbiana permanece sin descubrir (Hawksworth 2001). Este tema es más apremiante en los países tropicales en desarrollo donde la biodiversidad es mayor y está menos documentada. Si un taxon plaga es desconocido por la ciencia taxonómica, no podrá ser identificado hasta tanto se escriba y publique su descripción. I V E R S I La capacitación pueden brindarla las instituciones taxonómicas ¿Técnicas de muestreo/ recolección estandarizadas y adecuadas en el campo? No ¿Equipo entrenado en técnicas de muestreo? No Sí No Proceso de identificación (ver Figura 1 para su expansión) Estudio Sí Equipo entrenado en reconocimiento en campo y en laboratorio Identificación fidedigna de especímenes en las colecciones de los museos / herbarios para el futuro Análisis y resultados (con mapas de pronóstico, información señalizada y herramientas de modelos) Figura 2. Componentes taxonómicos de estudios y monitoreo de la biodiversidad. declaraciones de política del CDB tienden a ser amplias, no siempre son claras sobre la responsabilidad de garantizar la aplicación y no estipulan los mecanismos para evaluar los avances. Las colecciones biológicas sirven como fuente de datos e información y también como una herramienta necesaria para taxonomistas y otros especialistas del “Norte” y, de manera vital, en los países en desarrollo. El CDB ha reclamado mayor apoyo a las colecciones biológicas nacionales (SCBD 1998, 2000, 2002); recomendaciones similares se hacen en el sudeste asiático sobre la necesidad de evaluar los patógenos y plagas vegetales (Evans et al. 2002; Naumann et al. 2002) y por la OCDE con relación a la conservación ex situ en Centros de Recursos Biológicos adecuados (OCDE 2001). Las políticas nacionales deben apoyar las colecciones bióticas vivas y muertas guardadas en museos, herbolarios, colecciones de cultivos, jardines botánicos, etc. La información disponible en colecciones en todo el mundo es enorme, pero no vale más que el trabajo taxonómico que crea las bases para utilizarla. Actualmente se dispone de más de 140.000.000 registros digitalizados a través de la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (GBIF: http://www.gbif.org/). Una mayor digitalización de los En el Programa de Trabajo para la Iniciativa Mundial sobre Taxonomía (SCBD 2002, 2007), las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) han reconocido tanto la necesidad de integrar productos taxonómicos como las necesidades de la biodiversidad agrícola. Sin embargo, las D No Sí OBSTÁCULOS Y SOLUCIONES O Consulta a instituciones taxonómicas etc. para estandarización y adecuación de técnicas y protocolos Sí ¿Equipo entrenado en técnicas de muestreo? A menudo se hace necesario recurrir a la experiencia taxonómica del exterior, porque se carece de experiencia e infraestructura locales, especialmente en los trópicos (Naumann et al. 2002; Evans et al. 2002; Wilson et al. 2003) (Figura 1). Entre los problemas figura la insuficiencia de personal capacitado con un empleo permanente, la falta de instituciones taxonómicas que cuenten con financiamiento seguro, colecciones exiguas o ausencia de colecciones de referencia nacionales y regionales, y recursos bibliográficos inadecuados (SCBD 2002; Naumann et al. 2002; Evans et al. 2002; SCBD 2007; Smith & Lyal 2008). Es necesario que exista un mayor acceso a herramientas de identificación que resulten fáciles de utilizar. Lo que más se utiliza son las publicaciones impresas, pero cada vez más se dispone de claves de identificación con abundantes imágenes y otros recursos en CD-ROM e Internet. Si bien Internet puede ofrecer soluciones, encontrarlas es problemático y generar un contenido en formas comprensibles para los usuarios que no son taxonomistas, exige tiempo y pericia (en: http:// taxonomy.icipe.org/id.html, es posible encontrar recursos para África). I No Sí Incluso para especies conocidas, no siempre es posible realizar la identificación: la información proporcionada puede ser inadecuada, el espécimen puede estar fragmentado o ser de un estadio de vida no reconocido, o puede que no haya un especialista disponible. B Específico del sitio ¿Específico de la especie o específico del siio? T Y 9 ( 1 & 2 ) 2 0 0 8 11 datos asociados con organismos importantes desde el punto de vista agrícola, brindarían un incremento masivo de potencial analítico de manera que para el manejo de especies tanto nativas como invasoras podrían utilizarse sistemas tales como los modelos de nicho ecológico (Peterson 2001). Los institutos que guardan colecciones deben ser alertados del valor que éstas tienen para la agricultura y deben ser asistidos en la priorización y realización de la digitalización de especímenes. institucionales y los criterios de investigación, quizás a través de medidas de incentivo y cambio de políticas. También podría ser necesario una “nueva” camada de gente para producir esas herramientas. Un objetivo útil en materia de políticas podría ser la elaboración de cronogramas para revisar la información taxonómica pública sobre taxones de importancia agrícola (a la manera de los mapas de plagas de CABI), así como también las proporciones de éstos ya cubiertas. La cuestión básica de la identificación está asociada con una serie de compensaciones y riesgos. El riesgo de hacer una mala identificación puede minimizarse mediante una ayuda experta pero esto aumenta los riesgos financieros y de salud de los cultivos debido a demoras. La mitigación del riesgo exige unificar capacitación y problemas. Tres elementos para esta solución son: crear capacidad, proporcionar herramientas de identificación y facilitar la comunicación con expertos extranjeros. En la identificación se utilizan cada vez más datos de secuencias de ADN. De forma creciente se utiliza una sección del gen de la Citocromo c Oxidasa 1 (CO1) –un “código de barras del ADN”– para identificar especies de animales (http://barcoding. si.edu/). Sin embargo, el código de barras del ADN todavía no funciona adecuadamente para todas las especies, y la mayoría de aquéllas para las cuales funciona todavía no está caracterizada por un código de barras. Si bien es promisoria, esta solución no se aplica y su puesta en práctica exigirá importantes costos y trabajo taxonómico. A medida que se colecten códigos de barras es necesario identificar y conservar materiales testigo (“vouchers”) fidedignos, señalando el posible vínculo entre la pérdida de capacitación taxonómica tradicional y la mala identificación del material de origen (Bridge et al. 2004). Actualmente, la capacidad taxonómica en todo el mundo resulta insuficiente para colmar las necesidades y, en muchos países, se está reduciendo (SCBD 2007); es necesario aumentarla y mantenerla. Las necesidades en materia de capacidad incluyen la formación de personal y la prestación de las herramientas necesarias: microscopios, bibliotecas, colecciones de referencia, computadoras. La capacidad se construye de manera más efectiva mediante la cooperación y la unificación de recursos a través de asociaciones de cooperación técnica de instituciones nacionales o regionales comprometidas (King 2001; SCBD 2002; OECD 2007), tal vez en última instancia vinculadas al establecimiento de un centro mundial y virtual de recursos biológicos. Las redes aprovechan más el uso de recursos limitados facilitando la comunicación, incrementando el bagaje de experiencia, evitando la duplicación de esfuerzos y coordinando los esfuerzos actuales en materia de formación, creación de colecciones y utilización de tecnología. La comunicación entre los miembros de las redes supondrá un intercambio de imágenes y el acceso a bibliografía digitalizada a través de Internet, lo cual exige computadoras, programas y anchos de banda apropiados. Sin embargo, numerosas instituciones vinculadas entre sí en redes podrían tener un impacto mayor en las problemáticas agrícolas si tuvieran el mandato de comprometerse con los agricultores y responder a sus necesidades. Las políticas y la legislación también deben facilitar la transferencia transfronteriza de especímenes biológicos. Para ser efectivas, las herramientas de identificación deben ser adaptadas de manera que permitan a los usuarios identificar rápidamente los organismos que revisten mayor interés dentro de su contexto (por ejemplo, biota del suelo, plagas de un cultivo único, especies exóticas invasoras, tipo de daño). Sin embargo, las agendas académicas de investigación taxonómica tienden a centrarse más en taxones (o grupos taxa) que en grupos funcionales; las claves de las descripciones e identificación de especies tienen más posibilidades de aparecer en revistas eruditas que en guías de uso. Para cambiar esta situación es necesario alterar los indicadores de resultados 12 T R O P I C A L C Una capacidad local insuficiente viene acompañada de costos para las identificaciones, que no pueden suprimirse fácilmente. Las presiones económicas pueden exigir el pago de tarifas, ya que brindar identificaciones le cuesta dinero a alguien. Algunas instituciones han tenido que suspender ese servicio debido a la ausencia de un modelo económico sustentable. Se necesitan nuevos modelos financieros, tal vez incorporando el modelo de ayuda bilateral de mercado Plant Clinics, liderado por Global Plant Clinic, o la red gratuita electrónica del Pacífico, Pestnet, que a lo largo de 7 años ha recibido y respondido más de 5.000 consultas por correo electrónico. Sin embargo, puede argumentarse que algunas de las preguntas dirigidas a Pestnet deberían haber estado cubiertas por la financiación de los proyectos de los cuales forma parte, y algunas respuestas son de empleados de instituciones que normalmente cobrarían. Hay iniciativas como el Catálogo de la Vida (Catalogue of Life, una sociedad entre Species 2000 e ITIS) y GBIF, que hicieron una recopilación de nombres de especies a partir del trabajo de taxónomos de todo el mundo. Aún quedan retos importantes, por ejemplo, realizar un mapa de las diferentes opiniones taxonómicas y de nombres científicos y vernáculos de diferentes idiomas que representan distintas taxonomías locales. Es necesario mejorar la divulgación de la información y enfocarse en ella (Lyal 2004). Internet constituirá inevitablemente una vía importante, si bien en numerosas economías agrícolas de países en desarrollo existen limitaciones en materia de equipos caros, experiencia técnica y ancho de banda, que limitan la penetración del sector de los usuarios. El control de calidad se vuelve necesario pues algunas búsquedas que utilizan programas de búsqueda pueden dar resultados que pertenecen a un organismo equivocado o a objetos no bióticos con el mismo O N S E R V A N C Y nombre. Sin embargo, el trabajo actual en materia de normas e interoperabilidad dará lugar a un “corpus digital” de datos sobre biodiversidad totalmente digitalizado, que permitirá a los agentes del conocimiento “cortar y rebanar el almacén de datos” para brindar información. De la misma forma, el uso de palabras claves asociadas con datos bibliográficos (de un thesaurus bien estructurado, tal como el Thesaurus CABI) puede generar subgrupos con relativa facilidad, enfocados en temas específicos. La dicotomía tradicional entre “usuario” y “proveedor” desaparecerá de manera que los agricultores podrán aportar a la par de adquirir información. Para llevar a cabo esta idea, sin embargo, el corpus debe ser llenado con información, los taxónomos y otros especialistas deben comenzar a crear productos en el formato apropiado y no como texto sencillo, y los usuarios agrícolas y los taxónomos deben trabajar juntos para garantizar que la agricultura pueda disfrutar de toda la gama de beneficios que brinda la taxonomía. Heywood, V., A. Casas, B. Ford-Lloyd, S. Kell, y N. Maxted. 2007. Conservation and sustainable use of crop wild relatives. Agriculture, Ecosystems & Environment 121(3):245-255. Kell, S., V. Heywood, y N. Maxted. 2005. Towards a Global Strategy for Crop Wild Relative Conservation and Use. Crop Wild Relative 5:11. King, N. 2001. Overcoming the taxonomic impediment to sustainable development-BioNET-INTERNATIONAL, the Global Network for Taxonomy. Strelitzia, 12, 63-75. 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La colaboración entre el CDB (GTI), el IPPC, la FAO y otros es importante, y las declaraciones políticas a escala mundial deben replicarse a escala nacional. La implementación requerirá voluntad económica de parte de gobiernos y financiadores. Se torna imperioso realizar actividades concientizadoras para ayudar a que los directivos de alto rango y los fitocientíficos comprendan hasta qué punto la agricultura necesita del involucramiento de la taxonomía (Naumann et al. 2002; Evans et al. 2002; SCBD 2003). La taxonomía es esencial para la agricultura. Con políticas adecuadas, respaldadas por una comprensión detallada de lo que es necesario, y la voluntad de trabajar en todos los sectores y hacer la diferencia, será posible atender las necesidades. REFERENCIAS Anon. 2003. Editorial. Why are crop wild relatives important? Crop Wild Relative 1: 5. APIS. 2003. Plan of Action of the African Pollinator Initiative. http://www. fao.org/ag/AGP/AGPS/C-CAB/Castudies/pdf/apipoa.pdf (Acceso del 1/1/2008). Brehm, J. M., N. Maxted, B. V. Ford-Lloyd, y M. A. MartinsLoução. 2007. National inventories of crop wild relatives and wild harvested plants: case-study for Portugal. Crop Resources and Crop Evolution Published Online at http://www.springerlink.com/content/ a56v59k4q5632324/ (Acceso del 12/12/2007). Bridge, P.D., B.M. Spooner, y P. J. Roberts. 2004. Reliability and use of published sequence data. New Phytologist 161: 15. Carpenter, S.R., P.L. Pingali, E.M. Bennett, y M.B. Zurek, (Eds.). 2005. Ecosystems and human well-being: scenarios: findings of the Scenarios Working Group, Millennium Ecosystem Assessment. Millennium Ecosystem Assessment Series, 2. Island press. Evans, G., K.Y. Lum, y L. Murdoch. 2002. Needs assessment in taxonomy and biosystematics for plant pathogenic organisms in countries of South East Asia. A report for AusAID. (disponible en el Departamento del Encargado de la Protección Vegetal (Chief Plant Protection Officer), Ministerio de Agricultura, Pesca y Forestación, Australia, Canberra, Australia). 67 pp. Hawksworth D.L. 2001. The magnitude of fungal diversity: the 1.5 million species estimate revisited. Mycological Research 105:1422-1432. B I O D I V E R S I T Y 9 ( 1 & 2 ) 2 0 0 8 13