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Boletín OMAL
Número 29
Septiembre de 2008
− Haciendo las Américas: la aventura de Iberdrola en el Nuevo
Continente
Mikel Barba
−
Revista de prensa
OMAL
−
‘Lex mercatoria’ y derechos humanos
Juan Hernández Zubizarreta y Pedro Ramiro
Haciendo las Américas: la aventura de Iberdrola en el Nuevo Continente
Mikel Barba
OMAL
Hacer las Américas. Esa era la expresión que se utilizaba para describir las hazañas de los antiguos
aventureros vascos que emigraban a buscar fortuna en el Nuevo Continente acuciados por la falta de plata o
por el hambre. Algunos, no se sabe cómo, volvían ricos; lo que hizo que con el tiempo la expresión tomase
un halo de, digamos, empresarialidad; los jóvenes emprendedores se iban sin nada, lo arriesgaban todo y
volvían con los bolsillos llenos. Con el tiempo éste espíritu aventurero se ha ido decantando por otros
destinos. Hoy los jóvenes vascos que aspiran a una carrera brillante tienden a renunciar a las Américas y se
decantan más por Londres, Madrid o Nueva York.
La expresión sin embargo no es descartable. Quizás sí el matiz de aventura. Ya no quedan indianos;
pero sí que quedan grandes capitales que invierten en América Latina y que, como los indianos, vuelven con
los bolsillos llenos. También, como los indianos, reciben el apoyo de la corona y del gobierno y, como los
indianos, obtienen ganancias a costa de los nativos americanos. Los indianos desaparecieron de Bilbao y a
cambio dejaron un gran edificio que alberga la sede de la primera eléctrica vasca que se fue a América a
demostrarle al mundo que los americanos no saben hacer dinero.
1. EN BUSCA DE EL DORADO: LA PRESENCIA DE IBERDROLA EN AMÉRICA LATINA
Iberdrola, según pronunciamientos de la propia empresa, ha pasado de ser una empresa eléctrica líder a
nivel nacional a serlo a nivel mundial. Del puesto 19 entre las eléctricas en 2001 ha pasado al cuarto en
2007. Esta evolución se ha producido gracias al proceso de fuerte internacionalización al que se ha sometido
la empresa en los últimos años; proceso en el cual las inversiones en Latinoamérica han tenido una
importancia primordial. En los últimos años Iberdrola se ha convertido en el primer generador privado en
México y en el primer distribuidor en Brasil y Guatemala. Gran parte de los beneficios de Iberdrola en el
pasado ejercicio provienen del continente americano, donde la empresa obtiene más beneficios por euro
invertido que los que obtiene en el resto de áreas geográficas en las que opera.
Visión iberdroliana de América Latina: “con poco gano mucho”
El año 2007 parece haber sido un buen año para Iberdrola. La empresa presume de haber incrementado su
beneficio bruto de explotación en un 42,4%, y afirma que la adquisición de la compañía ScottishPower es el
principal motor de este crecimiento. Sin quitarle importancia a esta reciente inversión, veremos que la
aportación de la filial escocesa es cosa menor comparada con los beneficios provenientes de suelo
latinoamericano.
Según datos de la propia empresa1, en 2007 un 18,5% del beneficio bruto de explotación provenía
de Latinoamérica. El porcentaje del beneficio proveniente de ScottishPower, por su parte, era del 23,6%; 5
puntos mayor en términos absolutos. Sin embargo, si tenemos en cuenta la inversión realizada en
Latinoamérica y la realizada en Escocia, esos mismos datos tienen una significación considerablemente
distinta. Mientras que Iberdrola tiene un 6.94% de sus activos en Latinoamérica, de los cuales obtiene,
como hemos dicho antes, un 18,5% de su beneficio; la filial escocesa absorbe un 34,6% de los activos y
solamente aporta un 23,6% del beneficio. Estas cifras de beneficio son, además, las correspondientes al
resultado de explotación, antes de la aplicación de impuestos y del descuento de los gastos financieros. Si
tenemos en cuenta que la adquisición de ScottishPower ha supuesto un gran esfuerzo financiero para
Iberdrola, originándole un aumento de los gastos financieros del 88,3%2, los beneficios aportados por la filial
escocesa se deberían relativizar aún más.
Si comparamos cifras de inversiones y rentabilidad de las mismas por área geográfica nos
encontramos con que las inversiones en Latinoamérica son las más rentables con diferencia de la empresa
por ámbito geográfico, concentrando un 18,5% del beneficio y solo un 6,94% de la inversión. Tenemos,
pues, que Latinoamérica es para Iberdrola el maná que permite ganar mucho invirtiendo poco.
Sobre térmicas, concentración y marcos regulatorios
1
2
Iberdrola, Informe de auditoria. Cuentas anuales consolidadas.
Iberdrola, Informe de Resultados 2007.
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2
Si tuviésemos que definir la inversión energética de Iberdrola en América Latina en tres palabras no serían
una mala elección las siguientes: sucia, concentrada e hiper-lucrativa. Hemos visto que la inversión
latinoamericana de la compañía es muy lucrativa; pero debemos saber además que es también sucia,
porque se basa en las centrales térmicas para la generación y que está concentrada en unos pocos países,
los denominados de “marco regulatorio estable”.
Iberdrola opera en cinco países Latinoamericanos (México, Brasil, Bolivia, Guatemala y Chile) y tiene
presencia en diferentes negocios relacionados con el sector eléctrico (generación, distribución,
comercialización y, recientemente, también ingeniería). Como veremos, el grueso del negocio proviene de la
generación a través de centrales térmicas, la mayoría de las cuales se encuentran en México, y la
distribución, en la que Brasil destaca sobre el resto de estados.
La estrategia de inversiones ha seguido una lógica de concentración en unos pocos países, sobre
todo México y Brasil. Esto le proporciona a la empresa una mayor capacidad de influencia en lo que ellos
denominan “marco regulatorio”, que no es otra cosa que influencia en la elaboración de la legislación y en
las decisiones políticas. Cuanto mayores son las inversiones que una empresa tiene en un país, mayor es la
capacidad para influir sobre la legislación; además, el estar presente en diferentes países supone tener
diferentes equipos que negocien con las diferentes administraciones los diferentes marcos regulatorios, lo
que supone un desperdicio de recursos. Por lo tanto, la concentración de las inversiones en territorios que
tengan una administración común facilita una mayor influencia sobre las políticas de los gobiernos y las
legislaciones.
En Bolivia y Guatemala, a pesar de que el volumen de producción no es equiparable al de México o
Brasil, las actividades de la empresa son, en términos relativos al tamaño de las economías boliviana y
guatemalteca, muy importantes; por lo que la capacidad de influencia en el “marco regulatorio” tampoco
podría considerarse desdeñable.
Por otro lado, si atendemos al origen de la energía que Iberdrola produce en América Latina, el
rasgo que más destaca es que es una energía, desde el punto de vista ambiental, sucia. La casi totalidad de
la energía que produce la compañía -el 93%- proviene de centrales térmicas de ciclo combinado que, a
pesar de tener una eficiencia mayor que las de ciclo abierto, contribuyen al incremento del cambio climático
y emiten contaminantes nocivos a la atmósfera. Vemos que cuando el “marco regulatorio” no aprieta,
Iberdrola olvida su retórica verde y se decanta por lo más rentable frente a lo más limpio.
Resumen de los negocios de Iberdrola en América Latina
En el negocio de la generación eléctrica, el grueso de la capacidad instalada de Iberdrola se concentra en
México, donde la empresa posee una capacidad instalada de 5000MW de un total de 5554 MW en
Latinoamérica. El segundo país en importancia en cuanto a capacidad instalada es Brasil con 479 MW,
seguidas de Chile y Guatemala con una aportación marginal al total3.
La mayoría de las instalaciones de generación de la transnacional, tanto en México como en el
conjunto del continente, corresponden a térmicas de ciclo combinado. Incluso en Brasil, país con un sistema
de generación eléctrica basado en un grado altísimo en la energía hidráulica, la planta que concentra la
mayor parte de la producción de Iberdrola en el país es una térmica. Así, de la capacidad total instalada en
Latinoamérica en 2007 (5554 MW), el 93% (5153MW) corresponde a ciclos combinados de gas, el 5.5%
(307 MW) a centrales hidráulicas y el resto (93MW) a centrales de cogeneración4. Como puede apreciarse la
presencia de las renovables es, a día de hoy, nula.
Respecto a la distribución, Brasil se muestra como el país que concentra la mayoría de los casi
nueve millones de usuarios que Iberdrola tiene en Latinoamérica. En este país la empresa opera a través de
su filial Neonergia que, a través de sus participadas CELPE, COSERN y COELBA, controla el 58% del mercado
regional del nordeste de Brasil y el 7% del mercado nacional. En Guatemala, por su parte, Iberdrola controla
el 58% de la distribución a través de su filial EEGSA y participa también en el negocio de la comercialización
a través de COMEGSA y en el transporte a través de TRELEC. Por último, en Bolivia, a través de Electropaz y
de Elfeo, la transnacional controla el 37% del mercado nacional de la distribución.
Además de los dos negocios principales de Iberdrola en Latinoamérica, generación y distribución de
electricidad, la empresa posee en Chile una filial que se encarga de la distribución de aguas ESSAL y ha
participado a través de su sección de Ingeniería en proyectos como el parque eólico La Venta en México,
financiado por el Carbon Fund del Banco Mundial.
Vemos que Iberdrola está presente en diferentes negocios y en diferentes países pero que concentra
su inversión en dos países México y Brasil, y en dos negocios la generación térmica y la distribución.
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4
Página web de Iberdrola
Iberdrola, Informe de resultados 2007.
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Un futuro al acecho
En su Plan Estratégico 2008-2010 Iberdrola se fija como objetivo convertirse en un líder mundial, amplía de
forma considerable su horizonte y define América Latina como uno de sus mercados estratégicos. La
empresa reafirma su intención de aumentar notablemente las inversiones en el exterior del 25% al 70%.
América Latina, sin embargo, pierde peso en estas futuras inversiones. Del 20% de las inversiones en el
periodo 2001-2006, se espera que en el periodo 2008-2010 este porcentaje se reducirá al 4%.
Pero es complicado renunciar a un mercado que actualmente aporta a Iberdrola más del doble de
beneficios que sus inversiones en renovables. Por ello, la empresa advierte de que no descarta aumentar el
monto de inversiones previsto si se presenta la oportunidad de hacer alguna inversión interesante. Parecía
que a principios de este año esa oportunidad iba a producirse cuando el consorcio Neoenergia, filial de
Iberdrola en Brasil, se presentó como uno de los principales candidatos a adjudicarse la Compañía de
Energía de Sao Paolo CESP. Sin embargo, la privatización fue finalmente frustrada por el irrisorio precio que
estaban dispuestas a pagar las posibles adjudicatarias. Este hecho, a pesar de haberse quedado en agua de
borrajas, nos da pistas sobre el origen de la alta rentabilidad de los negocios latinoamericanos de Iberdrola:
los procesos de privatización.
2. PARTICIPANDO EN EL SAQUEO: LA ESTRATEGIA AMERICANA DE IBERDROLA
Los grandes beneficios no surgen del vacío. En América Latina, Iberdrola obtiene más beneficios que en
Europa o Estados Unidos porque opera en unas condiciones más favorables; tiene la capacidad de
apropiarse de los beneficios y de transferir los costes; bien a la administración, bien a los usuarios, bien a los
trabajadores. Los procesos de privatización, orquestados desde las grandes transnacionales y las
instituciones financieras multilaterales, abrieron el camino para que empresas como Iberdrola consiguiesen
un gran poder y unos enormes beneficios en América Latina.
El neoliberalismo como excusa
La privatización del sector eléctrico y de otros servicios es un fenómeno que se ha dado en numerosos
países desde mediados de la década de los noventa, como una de las recetas propuestas por la ortodoxia
neoliberal. Dependiendo de los países, la reforma ha adquirido diferentes formas y ha generado diferentes
grados de oposición. En América Latina, las privatizaciones se han llevado a cabo bajo el patrocinio de las
instituciones de la globalización neoliberal (FMI, Banco Mundial y Bancos regionales de desarrollo), que
aprovecharon la situación de endeudamiento de los países latinoamericanos para imponerles como condición
de renegociación de su deuda toda una serie de políticas de corte neoliberal. Estas políticas han tenido y
siguen teniendo unos impactos desastrosos para el ciudadano, sin embargo, las empresas transnacionales
europeas y estadounidenses suelen encontrar brillantes oportunidades de hacer negocio en las
privatizaciones de empresas públicas a precio de ganga y en la apertura a la lógica del beneficio de sectores
que antes eran considerados servicios públicos básicos y que muchas constituciones siguen reconociendo
como patrimonio exclusivo de la nación o del Estado.
La privatización del sector eléctrico latinoamericano es importante para las empresas energéticas
transnacionales -muchas de ellas surgidas también de procesos de privatización- por dos motivos. Primero,
es una apertura al beneficio de un sector que era ajeno al lucro por considerarse un servicio público básico y
un derecho; supone, por lo tanto, un aumento de la posibilidades de hacer negocio. Y, segundo, es un
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cambio de propiedad, de manos públicas a privadas, que genera importantes oportunidades de inversión, ya
que lo normal es que las empresas se vendan a un valor menor del que tendrían en un mercado libre.
Para poder justificar las privatizaciones como reformas que beneficiarían el interés general, se ha
recurrido a diferentes argumentos. Los más repetidos son una supuesta ineficiencia de las empresas públicas
y, relacionados con ella, un deterioro de la calidad del servicio, una falta de competencia que lleva a precios
más altos y un endeudamiento crónico del Estado por la necesidad de financiar las pérdidas de las empresas
eléctricas de propiedad pública. Estos argumentos se siguen repitiendo a pesar de que, en la práctica, se
viene demostrando que son radicalmente falsos y de que la privatización ha conducido en realidad a un
empeoramiento del servicio, un deterioro de la planificación, un aumento de las tarifas derivada de una nula
competencia y una asunción de muchos de los costes de las empresas privatizadas por parte de la
administración pública. Los ganadores han sido, una vez más, las grandes empresas eléctricas, compradoras
a precios de ganga de las empresas privatizadas y los grandes consumidores industriales de energía que ven
que las reducciones en sus tarifas se ven compensadas con el aumento de las tarifas de los más
desfavorecidos. Los perdedores; los hogares que ven cómo se incrementa el precio de la energía, que sufren
cortes de luz y abusos en los cobros; las pequeñas empresas; la administración pública que tiene que correr
con las partes no rentables del negocio, que han seguido siendo públicas; y el interés público en general,
que ve cómo los sistemas eléctricos integrados dan paso a sistemas eléctricos parcelados que ya no tienen
como objetivo suministrar un bien de primera necesidad sino ganar más dinero5.
Las bondades de un servicio público privatizado...
Los beneficios de la privatización del sector eléctrico son obvios para las empresas eléctricas. En este sentido
no conviene olvidar que el negocio americano de Iberdrola es consecuencia de los procesos de privatización
acontecidos y aún en marcha en los países en los que opera. Hemos visto cómo los beneficios de Iberdrola
en América Latina eran muy elevados en proporción a la inversión que se había hecho en ese territorio. Esto
se debe a que, por un lado, las empresas que Iberdrola ha adquirido en los procesos de privatización le han
salido baratas; y por otro que debido a su capacidad de influencia sobre las administraciones de los países
en los que opera puede obtener contratos en condiciones ventajosas. Además muchas de las inversiones de
Iberdrola en América Latina son financiadas por los bancos regionales de desarrollo o por el Banco Mundial,
que son los agentes que han impuesto a los países latinoamericanos las políticas neoliberales como
condición a la concesión de préstamos.
a) Privatizaciones eléctricas: ¿quién da más?
Para ilustrar el descaro con el que las transnacionales, en este caso Iberdrola, adquieren empresas
privatizadas veamos el caso del reciente intento frustrado de privatización de la brasileña CESP. Esta
empresa, que es la principal generadora y distribuidora del estado de Sao Paolo y una de las mayores de
Brasil, se encontraba hasta marzo de este año inmersa en un proceso de privatización. El gobierno del
estado ya le había puesto precio a este patrimonio público, a pesar de que existía una gran oposición a la
privatización, debido a que se ha percibido que anteriores privatizaciones han tenido unos efectos adversos,
tanto en la calidad del servicio, como en los precios. La privatización se suspendió porque las posibles
adjudicatarias, entre las que se encontraba Iberdrola, no respondieron a la oferta del gobierno6. Si tenemos
en cuenta que la empresa tiene un valor de mercado de 11.500 millones de dólares y que el gobierno había
rebajado el precio hasta los 3815 millones de dólares -menos de una tercera parte-, nos podemos hacer una
idea de los precios de miseria a los que se liquidan las empresas públicas en los procesos de privatización.
Otro caso de privatización a precios de saldo es el de la compañía CELPE, también en Brasil.
Iberdrola adquirió en 200 esta planta en un proceso de privatización por 1100 millones de dólares
aproximadamente. Sólo en 2007 la planta generó unas ganancias netas de 800 millones de dólares7.
b) Contratos de Productor Externo de Energía
Por otro lado, además de adquirir empresas privatizadas, Iberdrola también tiene firmados diferentes
contratos con la administración pública mexicana bajo una modalidad conocida como Productor Externo de
Energía. A través de la firma de este tipo de contratos en México la compañía obtiene la garantía de que la
energía generada durante 25 años será adquirida por parte de la Comisión Federal de la Energía (un
organismo público) y de que el suministro de combustible correrá también a cuenta de la administración8.
5
6
7
8
Para un análisis completo de las privatizaciones eléctricas ver: Sharon Beder, Energía y Poder, Fondo de Cultura Económica, 2005.
EFE, “Fracasa la mayor privatización de Brasil en una década”, 25 de marzo de 2008.
EFECOM, “Brasil sube el 3,34% las tarifas de CELPE”, 22 de abril de 2008.
Gustavo Castro Soto, “Antecedentes de la privatización eléctrica mexicana. Alianzas con el nuevo colonialismo español”. Boletín
CIEPAC nº 309, 2002.
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5
De esta forma la empresa no asume ningún riesgo con sus inversiones; todas las posibles pérdidas,
derivadas de una escasez de combustibles, de una devaluación de la moneda o de un exceso de capacidad
generadora son asumidos por parte del Estado. Estos contratos se dan, además, en un contexto jurídico en
el que diferentes agentes sociales están denunciando que en México se está llevando a cabo un proceso de
privatización encubierta de la electricidad9.
Esta fórmula bajo la que Iberdrola opera en México, la de Productor Externo de Energía, supone un
coste importante para la CFE y, por ende, para las arcas públicas mexicanas, y puede servir como coartada
para profundizar en la privatización eléctrica en México, argumentando que la empresa pública encargada de
la distribución es deficitaria.
Vemos cómo los procesos de privatización se van realizando progresivamente, mediante una serie
de maniobras en las que los beneficios se privatizan y el sector público sigue asumiendo los costes más
importantes -en este caso en la distribución-. De esta manera se llega a la situación en la que las pérdidas
generadas en los tramos públicos del sector, que asume una parte importante de los costes de los tramos
privados, hacen que se cree una situación propicia para continuar con el proceso de privatización,
argumentando que las pérdidas provienen de supuestas ineficiencias. Una vez que toda la cadena de
producción-distribución- comercialización se halla en manos privadas, los costes se transfieren a los
pequeños usuarios finales. Este es el caso de Guatemala, Brasil y Bolivia, donde veremos que la privatización
de las distribuidoras ha llevado a un incremento importante de las tarifas de los pequeños consumidores.
El caso de Guatemala ilustra este proceso. En este país, Iberdrola se hizo con la principal
distribuidora, la EEGSA, que tenía firmados 11 contratos con productores externos. Una vez privatizada la
empresa, la estrategia que siguió Iberdrola para hacer frente a ese coste fue doble: por un lado, renegociar
los contratos con los productores externos y, por otro, transferir los costes del alto precio de la energía
adquirida a través de estos contratos a los consumidores sujetos a tarifa, es decir, hogares y pequeños
negocios10.
Este ejemplo ilustra la capacidad de las transnacionales eléctricas para transferir los costes del
negocio a terceros; en el caso de México al Estado y en el de Guatemala -también en Brasil y Bolivia- a los
consumidores finales.
c) Organismos multilaterales: financiación y condicionalidad
La privatización y la creación de un marco regulatorio propicio para las empresas no hubiera sido posible sin
la colaboración de los bancos multilaterales de desarrollo. Estos bancos prestan a los países a cambio de que
realicen una serie de reformas de corte neoliberal, entre las que se incluye la privatización; esto es lo que se
llama condicionalidad. El dinero prestado va, en ocasiones, destinado al pago de la deuda y, en otras, a la
financiación de diferentes inversiones. Otra de las ventajas que proporcionan los bancos multilaterales a las
empresas transnacionales, además de ayudarlas a elaborar un marco regulatorio favorable a través de la
condicionalidad, es que parte del dinero de los préstamos lo reciben ellas mismas para hacer sus
inversiones.
Por poner un ejemplo, para construir el parque eólico Rio Fogo en Brasil, Iberdrola recibió
financiación de Corporación Financiera Internacional, dependiente del BM y del Banco de Desarrollo de
Brasil11. Estos bancos se encuentran entre los promotores de la privatización del sistema eléctrico brasileño
que tantos beneficios ha proporcionado a Iberdrola y parte de sus fondos provienen de dinero público. Este
proyecto se enmarca en el programa de promoción de las energías renovables del gobierno brasileño
PROINFA y ha servido a Iberdrola para obtener créditos de carbono bajo la figura Mecanismo de Desarrollo
Limpio. Sin embargo, la explotación directa de la planta parecía no contemplarse entre los objetivos de
Iberdrola que subcontrató la construcción, explotación y el mantenimiento a la empresa Wobben
Windpower. Todo ello después de haber recibido la financiación pública y los créditos de carbono.
...y los perdedores
La otra cara de la moneda son los ciudadanos usuarios del sistema eléctrico y los trabajadores de las
empresas privatizadas. Ellos son los que sufren las consecuencias negativas del gran negocio eléctrico que
algún día pasó de ser un derecho básico de los ciudadanos a ser una de las herramientas para que el gran
capital tuviese el derecho a multiplicar sus beneficios. Los consumidores sufren incrementos en las tarifas,
sobre-cobros ilegales y cortes de luz. Los trabajadores pierden por recortes de plantilla o ven empeoradas
9
10
11
En México la propiedad pública del sistema eléctrico está garantizada constitucionalmente.
Mª José Paz Antolín, “Efectos de la expansión de empresas transnacionales en el sector eléctrico en Guatemala”. Problemas de
desarrollo, Vol. 35, nº 137, 2004.
Páginas web del BNDES y de la IFC.
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6
sus condiciones laborales como consecuencia de la terciarización, la imposición de regímenes tayloristas de
vigilancia y las prácticas anti-sindicales.
Por otro lado, la privatización en pos de la entrada de las transnacionales conduce a una
descomposición del sistema eléctrico, fraccionado en diferentes unidades inconexas y, por lo tanto, en
realización de proyectos que más que al interés general responden al interés de las empresas, como es el
caso de la presa de Baguarí que Iberdrola pretende construir en Brasil.
a) Los usuarios: manipulación de precios y cortes de luz
Una de las consecuencias de la privatización para los consumidores es el aumento de tarifas. En Brasil,
donde Iberdrola opera en el negocio de la distribución a través de las filiales CELPE, COSERN y COELBA , las
tarifas eran febrero de este año un 60% más altas que en los Estados Unidos12. Según el Movimiento de
afectados por las Represas MAB, la tarifa eléctrica brasileña era en 2007 la quinta más alta del mundo13. Si
tenemos en cuenta que Brasil, gracias a su gran potencial hidroeléctrico, tiene unos costes de generación de
la energía eléctrica muy bajos se puede empezar a intuir el origen de los enormes beneficios que las
eléctricas obtienen en este país.
En Brasil las tarifas eléctricas del negocio regulado deben ser supervisadas y aprobadas por la
Agencia Nacional de la Energía Eléctrica ANEEL. Las concesionarias realizan peticiones de aumento de las
tarifas que deben justificar por los aumentos del costo de producción, inflación, etc. En este marco regulado
existen dos maneras de poder cobrar más a los usuarios finales. La primera consiste en cobrar por encima
de las tarifas oficiales. La segunda, en lograr que la ANEEL aumente las tarifas por encima de lo que que
corresponde por ley. Como veremos a continuación, Iberdrola ha sido apercibida y multada por poner en
práctica estas dos estrategias.
Veamos, primero, un caso en el que queda demostrado cómo una negociación efectiva con el
organismo regulador, la ANEEL, puede llevar a la instauración de unas tarifas por encima de lo que
correspondería legalmente. En 2005 la Justicia Federal Brasileña suspendía un aumento de las tarifas
eléctricas concedido a la compañía CELPE y lo rebajaba desde el 24,43% hasta el 7,4%14. Obligaba, así
mismo, a CELPE a reembolsar a sus clientes los sobrecobros realizados desde la entrada en vigor de las
tarifas y exponía tanto a ANEEL como a CELPE a la amenaza de ser multadas si no daban marcha atrás en el
reajuste. La justicia brasileña encontró irregularidades a la hora de justificar un aumento del 24,43%. CELPE
justificaba parte del aumento de tarifas por el elevado precio –más del doble del precio de mercado- que
paga por MW/h a la generadora Termopernambuco que le suministraba entonces un 34% de la energía.
Parece impensable, un caso desastroso de gestión empresarial, que CELPE pagase 137 reales por cada
MW/h a Termopernambuco cuando el precio de mercado era de 57 reales. El hecho deja de ser tan increíble
si tenemos en cuenta que tanto CELPE como Termopernambuco pertenecen a Iberdrola y que esos 137
reales servían para poder burlar el sistema de tarifas y exprimir al límite a los usuarios. La petición inicial de
CELPE era un aumento de las tarifas del 56,78%.
Este es un caso de sobre-tarificación lograda a través de la capacidad de influencia de la compañía
sobre el organismo regulador. En Guatemala, donde Iberdrola también opera como distribuidora, sucedió
algo parecido en 2004. La denuncia de la Procuraduría de los DDHH de que se estaba aplicando un
sobreprecio en las tarifas eléctricas concluyó con una resolución de los tribunales que dio lugar a la
devolución de los sobre cobros y a una destitución en masa de los directivos del órgano regulador, la
Comisión Nacional de la Energía Eléctrica15. Iberdrola ha sido una de las transnacionales españolas que ha
reclamado públicamente un marco regulatorio estable en América latina como requisito para invertir allá. La
declaración se hacía en alusión a los gobiernos de Bolivia y Venezuela. Se desconoce si la empresa considera
estas resoluciones de la justicia contra sus intereses en Brasil y Guatemala como una inestabilidad del marco
regulatorio.
La otra manera de cobrar más a los usuarios es incrementar las tarifas sin que el organismo
regulador lo autorice, lo que se denominan cobros indebidos. Estos pueden provenir de una doble
tarificación o del cobro de diferentes conceptos: multas, reenganches, infraestructura, etc. Las filiales de
Iberdrola en Latinoamérica utilizan habitualmente esta estrategia, lo que ha conducido a que la justicia
obligue a las empresas en diferentes ocasiones a devolver sobre-cobros o a pagar multas. Todas las filiales
de distribución de Iberdrola llevan a cabo este tipo de prácticas; han sido condenadas por ello: EEGSA en
Guatemala, Electropaz y Elfeo en Bolivia y las filiales del grupo Neoenergia en Brasil.
Las subidas de tarifas son una de las consecuencias evidentes del proceso de conversión de un
servicio público básico, garantizado generalmente como un derecho constitucional, en un negocio muy
12
13
14
15
Instituto de Desenvolvimento Estratégico do Setor Elétrico
MAB, “El precio de la luz es un robo”; Boletines CIEPAC nº 540, 2007
Tribuna da Impresa “Reajuste da Celpe cai para 7,4%”, 9 de junio de 2005.
Jorge Fuentes, “Conflicto de las tarifas eléctricas”, Nueva Época nº 626, 2004.
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lucrativo para las empresas transnacionales. En unos contextos sociales con una enorme desigualdad y unos
niveles de pobreza elevados, esta conversión en negocio del suministro eléctrico tiene como consecuencia
que los menos favorecidos se quedan fuera del sistema. Las filiales de Iberdrola siguen una política de
cortes de luz a aquellos usuarios que no pueden pagar los recibos. Esta política, además de ser injusta, se
aplica a menudo contraviniendo la ley y es origen de multitud de denuncias.
Para cerciorarnos de que tanto los cobros indebidos como los cortes de luz son políticas activas de
las empresas y no hechos aislados fruto del error, vayamos a Pernanbuco. En este estado brasileño la filial
de Iberdrola CELPE es la compañía que más denuncias recibe y más procesos judiciales tiene abiertos. En el
periodo 2004-2006 le fueron abiertos a la compañía 17.500 procesos nuevos por cobros indebidos y cortes
de luz injustificados. La administración de justicia tuvo que tomar medidas especiales para que los juzgados
civiles no se viesen colapsados por semejante número de causas abiertas16.
Este tipo de prácticas por parte de la filiales de Iberdrola ha provocado, además de la interposición
de numerosas denuncias, un importante descontento social y protestas directas contra las compañías. En
Bolivia, las actividades de Electropaz y ELFEO han generado un rechazo tal que las poblaciones afectadas se
han organizado para pedir la nacionalización de estas empresas. En el caso de ELFEO la situación de
descontento y rechazo llegó a tal punto que el gobierno ha anunciado ya su intención de nacionalizar la
empresa mediante la compra de acciones17.
b) Los trabajadores: despidos, terciarización y políticas anti-sindicales
Otra de las vías que tienen las empresas eléctricas para aumentar el beneficio, además de aumentar los
ingresos a base de prácticas poco éticas, es la reducción de gastos. Los gastos se pueden reducir de
diferentes maneras; pero una muy común y muy acorde con las políticas neoliberales de flexibilización del
mercado laboral, es reducir los gastos de personal. Esto se consigue de dos maneras: por un lado
despidiendo trabajadores, y, por otro, empeorando las condiciones laborales de los que se quedan. Las
filiales de Iberdrola, fieles a su compromiso con la implantación del orden neoliberal en América Latina, no
han renunciado a poner en práctica estas reducciones de costes laborales.
El caso de las empresas Electropaz y ELFEO en Bolivia está bien documentado por la existencia de
un estudio reciente que analiza las consecuencias para los trabajadores de la adquisición de ambas
empresas por Iberdrola18. Una vez adquiridas estas empresas, Iberdrola procedió a dividirlas en sociedades
diferentes, descentralizando los servicios asociados a la distribución de electricidad. Así mismo, la plantilla de
la compañía se redujo hasta en un 50% sin que por ello se redujese la carga de trabajo. La dirección impuso
así mismo un régimen laboral de tipo taylorista, con una fuerte supervisión ejercida por una minoría de los
trabajadores. Además se eliminó la posibilidad de promoción, salvo en el caso de aquellos trabajadores que
se comprometiesen a no sindicarse. Según Rojas Callejas, la política de la empresa consistió en reducir el
número de trabajadores con contrato indefinido y sustituirlos por trabajadores eventuales, terciarizados en
peores condiciones laborales y sin derecho a sindicación. La reducción de personal ha llevado a que la
jornada laboral aumente notablemente, superando las 48 horas semanales y llegando incluso hasta las 60 en
algunos casos. Sin embargo, el derecho que más restricciones ha sufrido con la llegada de Iberdrola al
aparato de gestión de estas empresas es el derecho a sindicación, con la implantación de una política de
amedrentamiento de los obreros sindicados.
La actitud anti-sindical de Iberdrola no se reduce a Bolivia. En Brasil, los sindicatos vienen
denunciando que las empresas del holding Neoenergia siguen desde la privatización una estrategia de
reducciones de plantilla, terciarización y políticas anti-sindicales como los chantajes o la filmación de las
asambleas entre otros19.
c) El debilitamiento del sistema eléctrico y el impacto de nuevas infraestructuras
La privatización conduce a una pérdida de la visión de sistema de la electricidad. Al parcelarse el sistema
eléctrico y dividirse en diferentes compañías, se pierde gran parte de la capacidad de coordinación que
requiere el buen funcionamiento de la infraestructura eléctrica. El caso de Brasil ilustra perfectamente este
problema. Brasil poseía un sistema eléctrico basado en la hidroelectricidad altamente integrado que tenía la
capacidad de compensar las insuficiencias en el suministro debidos el régimen de lluvias en unos puntos con
los superávits en otros puntos. Tras el inicio de la privatización, esta integración del sistema desapareció y
se produjeron varias crisis de suministro. Lejos de verse como un motivo de marcha atrás en el proceso
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Diario de Pernambuco, “Celpe lidera processos nos juizados especiais”, 6 de julio de 2007.
El Diario, “Gobierno confirma compra de acciones de ELFEOSA”, 14 de mayo de 2008.
Bruno Rojas Callejas, Relaciones de alta tensión. Situación de los trabajadores en las empresas Electropaz y Elfeo. Centro de Estudios
para el Desarrollo Laboral y Agrario, 2006.
Comité Sindical Nacional Iberdrola, Boletín marzo 2008.
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privatizador, los partidarios de la privatización utilizaron la crisis para arremeter contra la propiedad pública
del sistema al que acusaron de ser incapaz de hacer frente a la demanda con garantías20.
Esto nos lleva al sistema actual, un sistema profundamente desintegrado por los efectos de la
privatización y la propiedad múltiple derivada del mismo. En este contexto, para garantizar el suministro se
requieren más infraestructuras por la duplicidad de las mismas, lo que ha llevado a las empresas y al
gobierno a promover la construcción de nuevas represas que han generado un importante rechazo de la
población de las zonas afectadas que ven que su entorno se destruye para que empresas extranjeras
puedan ganar más dinero.
Es el caso de la presa de Baguarí que Iberdrola construye en el estado de Minas Gerais en Brasil. La
presa ha generado la oposición de numerosos movimientos sociales, entre los que se encuentran Vía
Campesina, Movimiento de los Sin Tierra o el Movimiento de afectados por las represas MAB21. La
construcción de la represa ha estado rodeada de irregularidades. El Ministerio Publico Federal ha denunciado
que en la zona donde se va a construir la presa existen especies vegetales y animales protegidas y que esa
zona del río está sobrecargada de represas -tres en 150 km-. Por otro lado, al parecer, el órgano que
concedió la licencia, una institución del estado de Minas Gerais, no era competente para ello pues la
concesión de esta licencia está sujeta al control de los órganos de la Unión22.
Otro proyecto con participación de Iberdrola, en este caso como constructora, con fuerte oposición
fue el del parque eólico de La Venta en el estado de Oaxaca, México. En el periodo de expropiaciones, los
ejidatarios denunciaron presiones para abandonar sus tierras. Oaxaca es una de las regiones de México que
está bajo la lupa de las organizaciones de defensa de derechos humanos.
3. PIRATAS DEL CARBONO: CÓMO IBERDROLA BURLA KYOTO EN AMÉRICA LATINA
Iberdrola presume de ser una empresas verde, centra su publicidad y la venta de su imagen en el recurso a
una supuesta sensibilidad ecológica. Se jacta de ser una empresa líder a nivel mundial en energías
renovables; sin embargo, no dice que en el último año ha invertido más en generación por carbón que en
energías limpias. Tampoco nos cuenta que sus emisiones han aumentado en 2007, tanto en términos
absolutos como por KW de energía producido.
Toda esa propaganda, a pesar de ser falsa e hipócrita, refleja lo bien que se adapta la empresa al
nuevo contexto de una mayor sensibilidad medioambiental, una nueva regulación en materia de emisiones y
una creciente escasez de energía. En los cálculos de la empresa no se contempla una reducción de las
emisiones de CO2, en su plan estratégico se trabaja con una previsión de aumento del consumo de energía
eléctrica de un 126% para 2000-2030. Sin embargo, sí que se tienen en cuenta las consecuencias de la
aplicación de Kyoto: “Pese a la sensibilidad social , las estimaciones muestran un fuerte incremento de las
emisiones a nivel global, lo que provocará que los precios del CO2 se incrementen para revertir la
tendencia”. Como veremos, además de para ganar mucho dinero, Iberdrola utiliza América Latina para
poder cumplir con Kyoto, es decir, para poder emitir en España por encima de sus asignaciones.
La firma del Protocolo de Kyoto y la puesta en marcha en España de un programa de asignaciones
de emisiones obliga a las empresas a adaptarse a esta nueva situación. Si bien es cierto que Iberdrola se
encontraba en una situación más favorable que otras eléctricas españolas para hacer frente al desafío de
Kyoto, debido principalmente a su gran potencial en fuentes de energía “limpias” como la nuclear o las
grandes presas, esto no ha sido suficiente para cumplir sus compromisos de reducción y se ve abocada a
recurrir a los mecanismo de flexibilidad contemplados en Kyoto. Entre estos se incluyen la participación en el
fondo de carbono español patrocinado por el Banco Mundial y la puesta en marcha de proyectos para
registrarlos como Mecanismo de Desarrollo Limpio. Ambos mecanismo permiten obtener créditos de carbono
para poder emitir por encima de lo que correspondería a la empresa en ausencia de los mismos.
La poca limpieza de los Mecanismo de Desarrollo Limpio: el caso de la Hidoeléctrica Rio Las
Vacas
El polémico Mecanismo de Desarrollo Limpio se contempla en Kyoto como una forma de facilitar el
cumplimiento de los límites de emisión por parte de las empresas de los países más desarrollados. Consiste
en que estas empresas inviertan en infraestructuras que contribuyan a reducir las emisiones de carbono en
los países en desarrollo y, a cambio, reciben créditos que les permitan emitir por encima de sus
asignaciones. El mecanismo pretende también fomentar la transferencia de tecnologías limpias de los países
desarrollados a los países en desarrollo.
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Sharon Beder, Energía y Poder, Fondo de Cultura Económica, 2005.
Movimento dos Atingidos por Barragens.
Página web de la Procuraduría da República em Minas Gerais.
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La cuantía de los créditos se calcula en base a las emisiones que reduce la infraestructura
construida; por ejemplo, si se construye un parque eólico que produce 30 MW se calcularía la diferencia de
emisiones respecto a producir esos 30MW mediante un tecnología habitual en el entorno, por ejemplo una
térmica. Es requisito para poder registrar un proyecto como MDL que éste sea adicional, es decir, que no
hubiese sido construido en ausencia de esos créditos de carbono. Esto pretende evitar que se registren
como MDL proyectos que hubiesen sido construidos igualmente. Por ello los proyectos deben ser valorados
por un organismo evaluador que se cerciore de que se cumplen los requisitos.
Pero, en la práctica, el requisito de adicionalidad se está mostrando difícil de controlar. Se han
detectado malas prácticas en las auditoras encargadas de validar los proyectos MDL. Estas auditoras son
contratadas directamente por los promotores de los proyectos, por lo que su imparcialidad es cuestionable.
La mayoría de las veces se validan proyectos cuya adicionalidad es más que dudosa23. El proceso de
certificación de los MDLs se ha convertido en una importante fuente de corrupción24. Además de eso, los
países en desarrollo tienden a cargar con los gastos del proceso de certificación.
El caso de la Hidroléctrica Rio Las Vacas en Guatemala, registrada como MDL por Iberdrola, es un
ejemplo de cómo los mecanismos de flexibilidad de Kyoto se utilizan para burlar el protocolo y beneficiar a
las grandes empresas. Esta hidroeléctrica empezó a construirse en 1999 y entró en funcionamiento en 2002.
En 2003 fue condenada por la procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala por violación de los
derechos humanos y contaminación del medio ambiente por verter en dos ocasiones lodos al río Motagua y
crear sendas emergencias ambientales y de la salud. Dos años después aspiraba a ser registrada por
Iberdrola como Mecasnimo de Desarrollo Limpio.
Para empezar es cuestionable siquiera que Iberdrola estuviese en condiciones de presentar este
proyecto ante el Autoridad Nacional Designada en España, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente25,
por cuanto no es propietaria de la Hidroléctrica, sido solamente socia a través de su filial COMEGSA. Primer
punto oscuro; Iberdrola presenta para su registro como MDL una planta de la que no es propietaria y que se
construyó íntegramente con inversiones guatemaltecas.
Respecto a la adicionalidad , Patrick McCully, de International Rivers Network, ha elaborado unos
comentarios al proyecto en los que llega a la conclusión de que el proyecto no es adicional. El informe que
se presentó para el registro como MDL objetaba que existían barreras técnicas y de inversión al proyecto.
Sin embargo, la generación hidroeléctrica es común en Guatemala llegando hasta el 30% de la producción
nacional. Iberdrola y sus socios consideraron en su informe que el 30% no era una práctica común. Por otro
lado, en el 2001, dos años después de comenzada la construcción del proyecto se incluyo en los contratos
PPA una referencia a los bonos de carbono que antes no existía, es decir, al iniciarse la construcción en 1999
la idea de registrar el proyecto como MDL no aparecía en los contratos PPA de la empresa.
Parece lógico que la decisión de registrar la hidroeléctrica como MDL no fue fundamental para su
puesta en marcha; más cuando existen indicios de que ni siquiera se consideraba la posibilidad cuando se
inició la construcción en 1999. Sin embargo, la empresa AENOR; encargada de la auditoría decidió que la
Hidroeléctrica Las Vacas fuese un Mecanismo de Desarrollo Limpio. Otros proyectos registrados por
Iberdrola como MDLs en América Latina son los parques eólicos de La Ventosa en Oaxaca y Rio Fogo en
Brasil.
El fondo español de carbono y el parque eólico La Venta
Otra forma de obtener créditos de carbono es la participación en los diferentes fondos de carbono creados
por el Banco Mundial26. Mediante la participación en estos fondos las empresas invierten en el desarrollo de
energías renovables en los países en desarrollo y a cambio reciben créditos de carbono. La diferencia con los
MDLs es que las empresas colocan su inversión en un fondo del BM que es el que se encarga de hacer las
inversiones. En estos fondos, además de participar empresas, participan organismos públicos, de manera
que el dinero disponible para los proyectos es parte de origen privado y parte de origen público.
En el Fondo Español del Carbono participan en Ministerio de Medio Ambiente y el de economía y
diferentes empresas, entre las que está Iberdrola. Entre los proyectos financiados por este organismo está el
parque eólico La Venta en Oaxaca del que hablamos anteriormente. La concesión para construir este parque
fue concedida a Iberdrola y Gamesa.
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Barbara Haya, “Failed Mechanism: how the CDM is subsidizing hydro power developers and harming Kyoto Protocol”. International
Rivers, 2007.
Patrick McCully, “Discredited strategy”, The Guardian, 21 de mayo de 2008.
Iberdrola presenta el proyecto ante el Gobierno en febrero de 2005.
http://carbonfinance.org/
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De esta manera, el fondo del carbono, además de servir para que las empresas obtengan créditos
de carbono para emitir por encima de sus asignaciones, también sirve para canalizar dinero público hacia
inversiones privadas; todo ello con la excusa de proteger el medio ambiente.
Conclusiones
América Latina es para las transnacionales españolas un mercado para estar al acecho. Es el mercado donde
los mega-negocios muestran su cara menos amable; donde más se contamina, donde menos se invierte en
renovables y, si se hace, es para obtener créditos de carbono; donde más se gana aportando menos; donde
los grandes negocios viven de los beneficios de la privatización a costa del bienestar de las persona de a pie;
donde las legislaciones laxas ponen en evidencia la hipocresía de la responsabilidad social corporativa;.. en
fin; donde la lógica del beneficio aparece sin disfraz ni maquillaje.
A lo largo de algunos párrafos hemos visto ejemplos de las actividades que una empresa concreta,
Iberdrola, desarrolla en América Latina. Ha llegado el momento de concluir con una recopilación breve de
todo lo dicho y escrito hasta ahora. Es interesante que cada cual saque sus propias conclusiones de lo leído
en estas páginas; yo me permito sacar las siguientes:
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La inversión de Iberdrola en Latinoamérica es altamente rentable, tiene una rentabilidad muy
superior a la de otras áreas geográficas.
El grueso de la inversión se centra en térmicas ciclos combinados contribuyendo al aumento del
cambio climático; las inversiones en renovables se utilizan para obtener créditos de carbono a través
de MDL para poder superar las emisiones asignadas en los países europeos.
Los procesos de privatización han beneficiado a las multinacionales en perjuicio de los usuarios y de
los trabajadores. Iberdrola ha obtenido contratos con los gobiernos latinoamericanos tras las
privatizaciones que le son extremadamente beneficiosos y que suponen una carga para las arcas
públicas de estos países.
Iberdrola vulnera el derecho al suministro eléctrico de los usuarios recurriendo a los cortes de luz
como medida de presión ante impagos, también ha sido condenada en numerosas ocasiones por
sobre-cobros. Iberdrola cobra tarifas altas que dejan fuera del servicio a los usuarios más
desfavorecidos.
Iberdrola vulnera derechos de los trabajadores, especialmente el derecho a la sindicación.
Iberdrola da un uso indebido a los mecanismo de flexibilidad de Kyoto; el registro de la
hidroeléctrica Las Vacas como Mecanismo de Desarrollo Limpio podría ser calificado como
fraudulento.
Iberdrola participa en proyectos energéticos que han generado un amplio rechazo de las poblaciones
afectadas y que en ocasiones se han producido en escenarios en los que los derechos políticos y
sociales sufrían restricciones, como son los casos de La Venta y La Ventosa en el estado mexicano
de Oaxaca.
Revista de prensa
OMAL
Repsol YPF cambia su imagen para ser “más argentina”: ahora se llamará sólo YPF
Fuente: Infobae
La histórica petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) dejó de utilizar la palabra Repsol y pasó a llamarse sólo
YPF, en una acción que los directivos de la empresa denominan como un “giro hacia una imagen más argentina, más
nacional”. Así, la compañía regresó a su nombre original para llamarse sólo YPF, y dejó de utilizar el nombre español que
desaparecerá de los logos de los uniformes, de la papelería comercial y de los camiones.
Cuando se fundó, fue Yacimientos Petrolíferos Fiscales y con su privatización concretada en la década del ’90
fue renombrada como Repsol YPF. La marca comercial en el país, sin embargo, siguió siendo siempre YPF, y ese es el
logo de las estaciones de servicio. “Sin embargo, los camiones, los tanques, los campos petroleros habían incorporado el
logo rojo y naranja de Repsol”, explicaron desde la empresa a la prensa. Pero el recambio no se limitó sólo al cambio de
nombre, sino que los directivos argentinos decidieron volver también a los colores de identificación que la empresa tenía
en sus inicios: celeste y blanco, como la bandera argentina.
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Fernández de la Vega: “España apoya la liberalización de Pemex”
Fuente: El País
«La vicepresidenta inició en México su viaje oficial a cuatro países iberoamericanos: “España tiene que
ser la puerta de entrada de México a Europa”. “Somos Iberoamérica y somos Europa, nuestra situación
es única”. Tras este aserto, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega,
presentaba su viaje oficial a México, República D ominicana, Haití y El Salvador mientras su avión
sobrevolaba ya el Atlántico. “España es en la medida en la que es Iberoamérica”, prosiguió, de pie en la
cabina de trabajo del Airbus 310 de las Fuerzas Armadas, ante un grupo de periodistas españoles que la
seguirán en su cuarta visita a la región para “reforzar, cada vez más, el ser ese nexo de unión entre
Europa e Iberoamérica”.
La primera escala del periplo ha sido México DF, en la capital de “un país cuyas relaciones con
España son prioritarias, privilegiadas e históricas”. Y por ello, se busca “el impulso de las relaciones
políticas y económicas. Es muy importante nuestro liderazgo con México en la región”. Unos cuantos
datos bastan para aclarar el peso español en la economía del gigante norteamericano: España es el
segundo país inversor aquí después de Estados Unidos y el número uno de la UE. Está presente en el
sector financiero (por ejemplo, el BBVA controla el 80% de los depósitos en efectivo, después de
comprar Bancomer), telecomunicaciones, turismo (es el líder en inversión con un 68% del total el año
pasado, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, y hay 21 cadenas hoteleras españolas
establecidas en terreno mexicano tras la gran explosión turística de la Riviera Maya), infraestructuras y
energía.
Dos reformas futuras, en estudio por el presidente conservador Felipe Calderón, pueden
mejorar aún más las perspectivas españolas en el país: por un lado, la reestructuración del sector
energético, que prevé el fin del monopolio estatal del petróleo: tanto las previsiones de la OCDE como
un estudio gubernamental de abril de 2008 coinciden en que para paliar la reducción de la producción
mexicana, por el agotamiento de las actuales reservas, se necesita tecnología para desarrollar nuevas
prospecciones más profundas en aguas del Golfo de México, y esa tecnología no está al alcance de
Pemex, sino de las multinacionales del negocio; el segundo hito está encarnado por otra reforma, la de
las inversiones extranjeras, que según Fernández de la Vega, está también en estudio. De esta manera,
una de las bazas de la inversión española (las telecomunicaciones), puede reforzarse. Si ya Telefónica
se quedó con el 100% de su operadora móvil, Telefónica Móviles México, de levantarse los límites,
podría intervenir en la telefonía fija, ahora prácticamente en manos de Telmex, un monopolio privado
que controla el 95% de las líneas fijas y el 79% del mercado de móviles e Internet. “El Gobierno
español ve con muy buenos ojos este proyecto”, detalló De La Vega.
Gas Natural compra Unión Fenosa
Fuente: El País
Gas Natural, compañía participada por Repsol YPF y La Caixa (algo más del 30% cada una), acordó el 30 de julio
comprar a la constructora ACS el 45,3% de la eléctrica Unión Fenosa. El precio pactado de 18,33 euros por acción, con
una prima del 15% respecto a la cotización del martes (15,94 euros), supone valorar la tercera eléctrica del país en
16.754 millones. El grupo vendedor, ACS, que anunció su intención de vender Fenosa hace apenas 15 días, ingresará
por el paquete de la eléctrica 7.588 millones. Las plusvalías, según fuentes de la constructora, rondarán los 2.000
millones de euros netos. ACS, que controla también, de forma directa e indirecta, un 12,4% de Iberdrola, ha anunciado
su intención de emplear esos recursos en consolidar su posición en la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán.
Con la decisión de compra,Gas Natural protagoniza el tercer intento de controlar una eléctrica en cinco años -lo
intentó con Iberdrola en 2003 y con Endesa en 2005-. En esta ocasión tendrá que rascarse el bolsillo. Para empezar,
paga por Fenosa 7,5 veces los beneficios operativos brutos (Ebitda) previstos para este año, cuando hace unos meses,
Enel y Acciona pagaron por Endesa seis veces el Ebitda. Y no vale el intercambio de papel, porque el vendedor, el grupo
que preside Florentino Pérez, ha exigido dinero contante y sonante.
‘Lex mercatoria’ y derechos humanos
Juan Hernández Zubizarreta y Pedro Ramiro
UPV/EHU y OMAL
Ya hay más de 400 compañías españolas con presencia en América Latina. Por eso, “lo que está pasando en
la región no se entendería sin la presencia de la empresa española, como no se puede imaginar el Santander
sin América Latina”, como afirma el director general para esa región del banco de Emilio Botín. Y es que, allí,
las multinacionales españolas disponen de una posición privilegiada, sobre todo en el sector de los servicios
destinados al mercado interior, y más de un tercio de sus ingresos anuales provienen de sus actividades en
territorio latinoamericano. Repsol YPF es la mayor transnacional petrolera de América Latina; Telefónica
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lidera el campo de las telecomunicaciones; Endesa domina el mercado de la electricidad; el Santander y el
BBVA son los dos mayores bancos de la región.
Pero la internacionalización de las empresas españolas, que ha tenido lugar en muy poco tiempo apenas una década-, ha dejado tras de sí una lista de consecuencias sociales, ambientales y culturales. Las
poblaciones afectadas responsabilizan a las compañías multinacionales del saqueo de los recursos naturales,
la privatización de los servicios públicos y la desregulación del mercado laboral. Hasta ahora, las empresas
transnacionales apenas han contribuido a solucionar las desigualdades en los países donde han realizado sus
inversiones. Por eso, no es de extrañar que en la mayor parte de los países de América Latina se haya
extendido una mala opinión sobre las corporaciones extranjeras, y especialmente de las españolas por ser
las que tienen una mayor presencia en el continente. En algunos países, los conflictos con estas empresas
han llegado a ser muy sonados: basta recordar lo que pasó cuando el Gobierno de Bolivia promulgó el
decreto de nacionalización de los hidrocarburos -que afectaba a los intereses de Repsol en aquel país-,
cuando el Rey Juan Carlos tuvo que actuar como mediador en el incidente diplomático entre Argentina y
Uruguay -por la construcción de una planta de la papelera ENCE- o la que se armó a finales del año pasado
en la Cumbre de Santiago de Chile (aquella del “¿Por qué no te callas?”) cuando se puso en duda el rol de
Unión Fenosa en Nicaragua.
En este sentido, una veintena de multinacionales europeas presentes en América Latina y el Caribe
han sido acusadas ante el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) por los impactos de sus actividades en
los países de la región. En la audiencia del TPP que tuvo lugar el pasado mes de mayo en Lima (Perú),
numerosos testigos expusieron qué ha supuesto para las poblaciones y ecosistemas de la región la presencia
de empresas como, entre otras, Repsol YPF -acusada de operar en 17 resguardos indígenas en Bolivia y de
contaminar el territorio mapuche en Argentina-, Unión Fenosa -cuestionada por su gestión del servicio
eléctrico en Colombia y Nicaragua- y los bancos Santander y BBVA, que financian, respectivamente, las
represas del río Madera (Brasil) y el proyecto gasífero de Camisea (Perú), proyectos criticados por ser
agresivos social y ambientalmente. Con todo ello, utilizando mecanismos jurídicos que cuestionan el modelo
normativo neoliberal y empleando las convenciones internacionales sobre derechos humanos, el jurado del
TPP decidió sancionar moral y éticamente a las compañías multinacionales acusadas de violaciones de los
derechos humanos.
Todo esto nos lleva a pensar cómo han de resolverse los conflictos entre las corporaciones
transnacionales y las poblaciones de América Latina: ¿son suficientes las legislaciones y tribunales
nacionales? ¿quién protege a la ciudadanía frente a los abusos de las grandes empresas?
Por un lado, la seguridad jurídica de las inversiones de las multinacionales se protege mediante una
tupida red de convenios, tratados y acuerdos que conforman un marco jurídico, político y económico en el
que las grandes corporaciones tutelan sus derechos sin contrapesos suficientes. Y es que el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos no tiene articulados sistemas jurídicos capaces de someter a las
multinacionales a control: tanto las legislaciones nacionales de los países receptores como los sistemas
universales de protección de los derechos humanos y laborales fundamentales no pueden neutralizar la
fortaleza del Derecho Comercial Global. Así, en esta nueva lex mercatoria se subordina la seguridad de los
hombres y mujeres de América Latina a los intereses de las compañías extranjeras.
Por nuestra parte, creemos que es necesario elaborar una propuesta para profundizar en los
mecanismos de control de las compañías transnacionales. Estas normas deberían articularse en torno a un
código internacional que tenga como premisa central desterrar el concepto de la voluntariedad. Y es que no
resulta justo que los derechos de las transnacionales se protejan en los tribunales internacionales de
arbitraje mientras los derechos de las mayorías sociales quedan en manos de la conciencia empresarial. Más
aún, el nuevo entramado jurídico deberá complementarse con la creación de un Tribunal Internacional para
las empresas transnacionales, encargado de tutelar y ejecutar las sentencias favorables a los intereses de las
poblaciones y equiparando la tutela de los derechos humanos a la eficacia de la que disponen los derechos
de las grandes corporaciones. Además, la creación de un Centro de Empresas Multinacionales -adherido a
Naciones Unidas y gestionado entre empresarios, gobiernos, movimientos sociales y sindicatos-, que se
encargara de analizar, investigar e inspeccionar las prácticas de las transnacionales sobre el terreno,
permitiría contrastar y evaluar la información unilateral que actualmente se recoge en las memorias de
Responsabilidad Social Corporativa de las compañías multinacionales.
Este artículo fue publicado en el diario Público el 2 de agosto de 2008.
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