Displasia Cervical Se denomina displasia cervical al hallazgo de células anormales en el cuello uterino. La displasia cervical se considera posiblemente una afección previa al cáncer de cuello uterino. La displasia leve puede desaparecer por sí sola o ser el primer paso hacia el desarrollo de cáncer de cuello uterino. Es fundamental realizarse una prueba de Papanicolau todos los años a fin de detectar y controlar la displasia cervical. La displasia puede ocurrir a cualquier edad a partir de la pubertad, aunque suele ser más frecuente en mujeres de entre 25 y 35 años. ¿Cómo se diagnostican los cambios en el cuello uterino? Cuando la prueba de Papanicolau revela displasia cervical, por lo general se indica un segundo Papanicolau para confirmar el resultado del primer examen. Si se confirma la presencia de células anormales, es posible que se realice un procedimiento denominado colposcopia. La colposcopia utiliza luz intensa y un microscopio para ampliar el cuello uterino a fin de examinar el área con mayor detenimiento. El médico puede tomar una muestra, o biopsia, del tejido del cuello uterino para analizarla. Si la biopsia indica que el crecimiento de las células anormales se extiende hasta el canal del cuello uterino, posiblemente se realice una conización quirúrgica. Por medio de la conización es posible extraer una muestra de tejido en forma de cono para analizarla. Este procedimiento puede realizarse en el consultorio del médico o en un hospital. Las pruebas de Papanicolau son fundamentales para detectar y controlar la displasia en el cuello uterino. ¿Cómo se trata la displasia cervical? Debido a que la presencia de células anormales tiende a aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino en las mujeres, se recomienda extirparlas. Para ello, se puede hacer una cauterización, un procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas en inglés), una criocirugía o una cirugía con láser. La cauterización utiliza una pequeña sonda con corriente eléctrica pasando a través de ella para quemar y destruir el tejido anormal. El procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP) utiliza un fino alambre de cobre con corriente eléctrica para eliminar el área anormal del cuello uterino. En ocasiones, sin embargo, es necesario recurrir a una cirugía para extirpar el tejido anormal. La criocirugía congela las células y la cirugía con láser usa un pequeño rayo de luz para vaporizar las células anormales. Generalmente se recomienda realizar las pruebas de Papanicolau frecuentes para saber si el tratamiento tuvo éxito. Para información sobre las clases que ofrece Facey, llame al número de teléfono gratuito (866) 837-5605 NOTA: Esta información se proporciona sólo con fines educativos. No se debe considerarse un consejo médico. Por favor, consulte a su proveedor para recibir información adicional y/o atención apropiada. Rev. 1/2015 Copyright © 2015, Facey Medical Foundation