PROPOSITO DE ESTA MEMORIA ^N L'spaña son los aqricultores y,qanaderos morlesCos quienes con magor frecuencia, por no decir casi eachrsivarnente, rec^^rren al seyrrro de los riesqns ag•rr,colas; sus .calarios, beneficios y au,i^, gra^^ t^urte de su reducido capital, aparecera mucha•`• vece.c deperi,r/iendo dP una cosecha de trigo o de unas cabezas de ,qanado, y cua^ndo las aseg^rran ^zo persiguen, eii realidad, con•s^cquir ^uira inrlerrinizació^n rn raso de siniestro, sr.'rao la forma de •vnlver a disponer de sus elem.entos de producción ,y dc seq^rir teniendo con q2^í^ lrabajar ,r/ de qué. vivir. Para ellos, el seguro agrícola nu es, como en alqun•as olras nacione.c, u^na de tantas operaci^ones corriente.^• en eada año a•qr^fcola, pero constilu,^/e una medida de previsión. aconsejada por la pr2iden.cia ,/ el insti^ato de cnnservación. Esla ca,racteristica de Zos s^^c/uros ayricolas e^n iiuestro país permite hacer la ajir^nrccióra, ^rio siena./^re cierta en tndos los^ ramos rlel se,qriro, de que produceri. uri^ a^irracnto dc r^iqueza a la Naciór^, por euanto contrihuz/en eficazmer^te a que s2tbsistan pequeñas ex,plota ^íones e ind2^str^as que de nl.ro naodo s2icumbiríara ante un ,qrave siniestro. .Iunto a este aspecto económico, í,ntirnarne^ite li,qado a él y cora maz/or importancia, aparece el soci.al: quien ha^^a lenido ocasión. de presenciar cómo una coseciaa pró^ima a la recoleccifin ha sido arrasada en media hora ante las desesperadas mirada•s• del. a,qricultor, podrá conocer todo el dramatisrrao de un pedri.rco; pero sólo quienes por razón de sus actividades poseen una in forr^zación c.ompl,eta de los que. anua.l- ^i rrePnte rlescar•yare ^•n e/ /rais, de las corruaTCa,s qr^e anurlrtan las crecida.c rlP. r4os ,r turren,tes y de nlras c,alamidades q^ce el h.nrnbTP rco l^uPde r•nilar; quienes cunoc.en la estPla de miseria y desolacrón que dejan tras sí, y re^ínen las peticiones de au,r,ilios económicos cursadas por los damnificados, pueden apreciar la a^erdadera m,rr,qrriti^d dP estos siniestros y la eficacia del apo2/o econhnzico que Pn ta,ratns casos puede ofrecer al aqricul,toT el, seguro agricola. Ni7rguna de las pTOIPCCZO'riCS que bajo nt^iltiples jorrreas dispeiesa Pl Estado al carrrNu P.cpañol es esperada con la ansiednd ^^^ rrrihida r^ra tan crit^icus circunsta^ncias por Pl agricultnr r,o^rro la i.ndPr^eir.i:.ación de r^r^ sr.niestro; niragu^rru le ltace senlirse tan a.^'islirlo de la^ sociedad Pr^^ qr^P r^ir^P cur^ea pPrPibir el valor rlP l.o que r^a ha perdido ,y eru brr.cP de su r^ida. A pP.snT rlP eslrrs razunes, lu,c sPqrrros ayTic^rlas r_stár^ E^oco difnnc/idos en Es/^afiia. F•l rtP ^redrisco, e•n rrlaci^r^ con cl vuluryraen total dc las r.osecicas, es iri.ci?^rrificante, y utro tanlu sucede r.u^n PI, dP vi.da del ,qanado si se le co^yrrpaTa r.o7r nue.ctra Tiqrre^a ^nee^^aria; n7 furestal rro se pracl^ica apr^nas. Cuanr/o a un ay^r^cultor o yanaderu le conr^ie^rre urr se,quru, r•nn /recuPncia iqnora que éste e^ciste o cómo ha de hacerlo. 1r'n utra,c oc,a,ciunes, por errco^rrtrar excesivamente ,qravosas las prirrzas r/ue habría rle abonar, /rrefiere r,orrer un dlhur a la seguridarl dP Naqar por anticipado un i0 %, o un 1.5 `% rlel valnr dP la cusecha; muchas ^^PCes nn PncyrPntra n no hay q^r^iP^n, lP quíPra asegurar. F,l ^rroprSsito de Psta Memoria ps explicar las causn,s de estos hP.cl^os ríltineanaPntP en.url.^irrdoS y dar a conocer los datos rnás ^interesantes ^ue la P:r/^PT^iPncia ha permilido reuntir y ordenar en nuestrn iuaís, lo,^' PSt?^dro,S realizadn.c ?t consecuencias der'ivu^las, las soluciunes proyectaclas, en r^^ías de implantar•ián, r/, fin.almPntr, la, índole e impurtancia cle la protección y^ue el Eslado rl•ispensa a e,ctos .+'e,q^r^ras n trav^s del Serviciv Vacional de •Seguros dcl Campo. L l EI problema del Seguro de los riesgos agrfcolas