M Machado de Rébori, Celia Sara: Casada con Jorge Lucio Rébori. Jorge era abogado y licenciado en filosofía, profesor adjunto en la cátedra de Introducción al Derecho y titular en la de Filosofía del Derecho. El día 1° de enero de 1977 fue secuestrado pocas horas después que lo fuera su esposa, Celia Sara Machado de Rébori, profesora de Filosofía y escritora, al tiempo que saquearon el departamento; esa misma noche asaltaron su estudio jurídico. De inmediato, su hermano, el ingeniero agrónomo Humberto Antonio Rebori, presentó un recurso de hábeas corpus, por lo cual fue secuestrado el día 2 de febrero de 1977, sin haber reaparecido ninguna de las tres personas hasta el momento actual. Es de destacar que los captores -que se presentaban portando ostensiblemente ametralladoras y escopetas de cañón recortadobuscaban en realidad a la hija del Dr. Rébori de su primer matrimoio, una adolescente que estaba desde seis meses antes estudiando música en la ciudad de París (Francia). Al no encontrarla, atacaron a la familia por probable «complicidad» con lo que atribuían a la joven. Jorge tenía 48 años, Celia 30. Fueron secuestrados de su casa en Olivos. No.CONADEP:3003, Decl.No:12 y No.CONADEP:4250, Decl.No:13 Madrid, José Alfredo: 27 años. Soltero. Argentino. Maestro -rural. CI No:5789963. Desaparecido el:3/2/77, No.CONADEP:3011, Decl.No:4052. Fue secuestrado de su domicilio en CAPITAL C.Post:1426. No hay testimonio de su paso por un C.C.D. Mallea, Alicia: Detenida-Desaparecida el 3/4/76. Tenía 22 años. Era docente y estudiaba derecho. Fue secuestrada de su domicilio en Capital. No hay testimonio de su paso por un campo de concentración. Manzo de Winkelmann, María Teresa (Flaca Tita): María Teresa Manzo nació el 7 de abril de 1950 en Soledad, provincia de Santa Fe. Concurrió a la escuela primaria “Mariano Moreno” en la misma localidad y la escuela secundaria la cursó en el colegio “Antonia María Verna” de Santa Fe, egresando como maestra normal. Continuó sus estudios en la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad Católica de Santa Fe. Trabajó en diversos lugares, entre ellos en Capital Federal, lugar donde fue secuestra el 30 de noviembre de 1978. Mi madre fue detenida junto conmigo y fuimos llevadas al centro clandestino “El Olimpo”, allí estuve tres días junto a ella y luego tuve la suerte de ser entregada a mis abuelos maternos, quienes viajaron a buscarme, luego de haber recibido un llamado de mi mamá. Se que mi madre fue llevada a los vuelos de la muerte en el mes de enero de 1979. Tenía 28 años Los que la conocieron a mi madre dicen que era una persona con mucho carácter que siempre lograba lo que quería, pero que además, siempre estaba haciendo cosas para la gente necesitada. Testimonio de Victoria, su hija. Maorenzic, Graciela del Valle: Docente. Detenida-Desaparecida el 21 de marzo de 1975. Tenía 31 años. Fue secuestrada en Córdoba; no hay testimonio de su paso por un CCDNo.CONADEP:3075, Decl.No:6613. Marco, Susana Antonia: 33 años. Soltera. Argentina. Docente. CI No:5129124. Desaparecida el:6/4/77, No.CONADEP:3087, Decl.No:1963. Fue secuestrada de su domicilio en CAPITAL C.Post:1431. No hay testimonio de su paso por un C.C.D. Marchetti, Américo Jorge. 33 años. Maestro. CI No:3722454. Desaparecido el:13/8/76, No.CONADEP:3081, Decl.No:4246. Fue secuestrado en la vía pública en CAPITAL C.Post:1419. No hay testimonio de su paso por un C.C.D. Jorge Marchetti fue mi maestro sólo durante unos meses ya que se incorporó al colegio Álvarez Thomas escuela 4 d. e. 16 de la calle Terrada y Nueva York, el año de su desaparición. Lo recuerdo como una persona sumamente alegre, hacía chistes, decía frases en inglés que eran incomprensibles para mí, organizaba partidos de fútbol contra otros grados de la misma escuela y era una persona sumamente querible. Del día posterior a su desaparición recuerdo los comentarios en voz baja que realizaban los otros maestros en el patio de la escuela y ante la pregunta de que la pasaba al maestro que no venía, la respuesta que estaba de licencia . Ya ese primer día de desaparecido, creo que se sabía lo que pasaba , no recuerdo bien , pero se comentaba que había sido levantado en un auto en una plaza del barrio y aparentemente este hecho lo habían visto varios alumnos de la escuela. Marfortt de Trod, Cecilia: Próximamente se le hace un homenaje a mi cuñada y amiga “CHECHI”, tengo en mente tantas cosas...y tan valiosas! para mi; que me cuesta escribirlas, con el temor de que quien las lee o escuche no llegue a entender lo bueno que fue conocerla; aunque por pocos años, bien dicen, que vale la calidad y no la cantidad. Quieren saber de ella..? Nació el 11 de mayo de 1950 en Villa Ballester, Provincia de Buenos Aires y se casó con Jorge el 24 de Abril de 1973, un día martes de lluvia en la Iglesia Santa Rosa de Lima al mediodía. Estaban reenamorados, se hizo un traje de novia y se puso tantos ruleros!!! ( porque le gustaban los rulos) pero ya cuando entró en la Iglesia entre la llovizna y su rebelde cabello lo tenía lacio como siempre. Hicieron la fiesta en la casa de sus papás y después se fueron de luna de miel en una Croos Country a Córdoba. Luego se fueron a vivir a Esperanza, ya que Jorge seguía con sus estudio; vivían en calle Crespo y la casa estaba llena de amigos, y la Chechi tan habilidosa en costura bordaba y enseñaba manualidades, profesión en la que se había destacado en la Escuela Industrial de Rafaela. Me acuerdo de unos trajes de novias que hizo para dos estudiantes de veterinaria. Aquí empezó su tarea comunitaria, iba a los barrios marginados (Barrio “las Latas”) a ayudar a la gente carenciada, arreglando techos, zanjas, etc. Y siguió su tarea pedagógica ya que les enseñaba a las mujeres y jovencitas a hacerse y arreglarse la ropa, a tejer y a bordar. Después lo tuvo a Mariano, para ella era el “turquito”, luego se fueron a vivir a Santa Fe, ya que en Esperanza habían comenzado enfrentamientos ideológicos con otros sectores; y después a San Nicolás, donde en el 76 quedó embarazada de Carolina. De ahí en más, todo pasó sin que sepamos demasiado de ella y de su compañero, pero en este tiempo poco tiempo que yo pude estar con ella, la conocí profundamente, conocí su generosidad, el pasar por la vida con buen humor, con alegría, siempre trabajando, para su familia y sus amigos, y para la gente que ella consideraba que necesitaban de su ayuda... También supe de su gran tristeza por no tener a Mariano con ella...las cosas estaban muy peligrosas... No es que hoy yo estoy recordando a Chechi, la recordé y la recuerdo siempre, la recuerdo cuando hago cosas que ella me enseñó (enhebrar la aguja con lana)...en estos casi 30 años que ella no está físicamente, pero en mi corazón está en un lugar especial; y sobre todo recuerdo su alegría, fuimos amigas y nos llevamos muy bien. A mi me pasaron cosas, no tan buenas a lo largo de estos años, y siempre pensé que distinto hubiese sido todo si yo hubiese tenido a mi gran amiga y cuñada Chechi. La extrañé mucho y hoy la recuerdo con gran amor. Testimonio de la cuñada Vilma Recuerdos... recuerdos ajenos que llegamos a transformar en propios para poder conocerte... para poder llegar a quererte sin verte ni escucharte. Recuerdos... recuerdos robados, robados por quienes no nos los dejaron vivir...y robados por nosotros para aferrarnos al pasado...nuestra historia. Mami Chechi creció en Rafaela, junto a sus papás Amelia y Orlando (lele) y a su hermano Alberto, quien hoy la recuerda con mucho cariño... Recuerdos como los de tía Vilma, o él tío Beto...que recuerda a su hermana con toda la chispa y la alegría de una adolescente loca por disfrutar y vivir la vida. Marquéz, Elvira Estela Era miembro de la Comisión Directiva del SINTER, profesora de Historia, trabajaba como bibliotecaria en la escuela Carrasco y como docente en una escuela de Granadero Baigorria. Está desaparecida desde julio de 1976. Una mañana, a fines de mayo de ese año, las fuerzas represivas rodearon la escuela Carrasco, en el barrio Alberdi, irrumpieron en ella fuertemente armados a los gritos. Rompieron a patadas la puerta de la vivienda del portero Angel, lo sacaron y se lo llevaron detenido. Al rato llegaron los chicos y muchos padres, enterados de lo ocurrido, se los llevaron de vuelta a sus casas, por miedo a que les pasara algo. Desde ese día Elvira no se presentó más a trabajar. Angel, que sufrió varios años de prisión, nos cuenta que “Elvira era una persona extraordinaria, muy dulce, muy querida por los maestros y por los chicos, y de una gran firmeza ideológica. Una compañera de escuela recuerda que “debatía con nosotras, era una gran luchadora, muy activa, pintaba las pancartas para concurrir a las marchas. En esa época estábamos organizadas gremialmente”. Eran años de grandes movilizaciones gremiales y estudiantiles. Elvira, como conducción del gremio docente, tenía estrecha relación con los sindicatos obreros del cordón industrial del norte de Rosario, con un intercambio permanente de ideas con sus dirigentes. Creía que era necesario unificar el sindicato docente con el de los porteros. Consideraba que todos eran trabajadores de la educación y que, en épocas de conflictos, se perdía fuerza, siendo la escuela una unidad, al para solo un sector de los trabajadores. Su mamá Norma cree que fue secuestrada en julio de 1976, por no tuvo más noticias de su hija. A pesar de su búsqueda no tuvo nunca respuestas y aún hoy sigue sin saber quien la secuestró, quien la asesinó, dónde están sus restos. Unos meses antes de su desaparición, la “triple A” fue a buscarla a su casa. Elvira pudo escapar y salvar su vida. Su familia preocupada, trato de esconderla en la isla, a lo que ella se negó. Como tantos otros jóvenes idealistas rechazó la posibilidad de una salvación individual. Elvira: está presente, vos y tus sueños en cada lucha docente, en cada maestro que combate la injusticia, en cada hombre y mujer que sueñan por un mundo mejor. Márquez, Luis Ernesto: Docente. Desaparecido el día 28 de octubre de 1975, No.CONADEP:9330, Decl.No:5915. Fue secuestrado en CORDOBA CBA C.Post:5000. No hay testimonio de su paso por un C.C.D. Martínez, Elsa Delia: Casada con Hernán María Ramírez Achinelli. Desaparecidos el 31/5/78. Hernán y Elsa estaban casados. Los dos tenían 40 años. Hernán era ingeniero mecánico y Elsa docente y periodista. Los dos habían estudiado en la Universidad de La Plata. La pareja fue secuestrada de su domicilio en La Plata. Durante el secuestro golpearon al perro, por lo que Elsa se lanzó sobre uno de los represores. Posiblemente a razón de esto los dos fueron muy golpeados y Elsa fue particularmente atormentada por el represor "Turco" Julián en el C.C.D. "El Banco", a donde la pareja fue llevada. Posiblemente la razón del secuestro de la pareja haya sido económica. Al secuestrarlos les hicieron firmar cheques y otros documentos y les robaron muchas de sus pertenencias. Martinez, Rocio Angela: Nacida en Gijón (Asturias) el 5 de mayo de 1945. Secuestrada en Haedo, Buenos Aires, el 13 de junio de 1976 en presencia de sus dos hijos pequeños. Era maestra. Su hermano Herminio fue deportado a España en 1975 por presiones del Ejército argentino. La noche del 13 de junio de 1976, Bárbara, de ocho años, oyó por última vez a su madre. Fue un grito lejano, amortiguado por las voces de los militares que la arrastraban fuera de su casa bonaerense. Luego siguió el silencio. Ahora, 31 años después, una comisión investigadora ha concluido su primer informe sobre los desaparecidos españoles durante la dictadura militar argentina. En ella aparecen la madre de Bárbara y 56 nombres más. Una patada en la puerta basta para entrar de golpe en la vida adulta aunque sólo se tengan ocho años. El estruendo de la madera que revienta, producido una noche de invierno austral de hace tres décadas, le bastó a Bárbara García para tomar, en cuestión de segundos, su primera gran decisión: salvar a su hermano de cuatro años a toda costa aunque fuera saltando por la ventana. "Pero la ventana estaba atorada... y sólo éramos un par de niños asustados", recuerda ahora mientras observa una foto en la que aparece una joven sonriente en una playa de Mar del Plata. La chica sostiene en sus rodillas a una niña regordeta. La niña es ella, y la mujer, su madre, Rocío Martínez, el objetivo de los militares argentinos que asaltaron su casa de la localidad bonaerense de Haedo aquella lejana noche del 13 de junio de 1976. Desde su habitación, abrazada a su hermano y tapados con una manta, Bárbara la oyó gritar... y luego, nada. Una escena repetida una y otra vez en los miles de casos de ciudadanos secuestrados por la dictadura militar argentina (1976-1983) de los que hasta hoy no ha habido noticia. En el secuestro y desaparición de Rocío Martínez hay un matiz que la hace especial a ojos de las autoridades españolas: había nacido en Gijón y era ciudadana española. Desde hace dos años funciona en Argentina una Unidad Especial de Investigación sobre españoles desaparecidos. Formada por forenses especializados, investigadores de la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina, la Comisión Nacional de Desaparecidos, la Embajada de España y asociaciones de españoles desaparecidos, ha logrado, en apenas 24 meses, que la lista de víctimas españolas pase de 36 a 57 casos oficiales, aunque sus responsables advierten de que "hay otros cientos de ellos pendientes de ser investigados". La formación de este equipo es un caso único, ya que Argentina no ha formado ninguna unidad similar con otros países. Si la recuperación de la memoria histórica es una tarea complicada en cualquier circunstancia, las dificultades se multiplican en el caso de Argentina, donde, hasta junio de 2005, todas las investigaciones judiciales estaban paralizadas por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, aprobadas en los primeros años de democracia, donde hasta el año pasado los servicios de espionaje militar ni siquiera tenían que informar al ministro de Defensa y donde, todavía hoy, los archivos militares permanecen cerrados a los investigadores. A pesar de los años transcurridos, del dolor marcado en los rostros y de la razón que dicta que los seres queridos no volverán, el no saber dónde están deja un resquicio, casi inconfesable, a la esperanza, tal y como apunta Bárbara García mirando el rostro sonriente de su madre: "Sé que parece una locura, o algo ingenuo, pero en el fondo, en el fondo, sigo esperando que aparezca viva". Martinelli de Oliva, Laura Susana: Nació el 21-01-53 en Ramos Mejía, Pcia. de Buenos Aires. Hija de Alberto Martinelli y de Emilia Cleofé Aquino. Hermana de Beatriz (fallecida), Pablo Alberto (asesinado por la dictadura), Nora Mercedes, Luis Felipe y Leonardo. Casada con Carlos Alberto Oliva, quién aún se encuentra desaparecido. Realizó la carrera de Psicología en la Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. Fue maestra de la Escuela Municipal Nº2 “Intendente Clemente Cayrol”, Mar del Plata, Pcia. de Buenos Aires. Fue detenida el 05-0876 en Mar del Plata y fusilada en la madrugada del viernes 31-12-76, en proximidades del barrio Villa Rosario de Bahía Blanca, en un “enfrentamiento” según informa el comunicado del Comando del Vº Cuerpo de Ejército. Las autoridades policiales y militares a cargo de esa zona y responsables de su asesinato son el Subcomisario Félix A. Alais, 2º Jefe de la Delegación Bahía Blanca de la Policía Federal Argentina, el Tje Coronel Ferreti del Comando del Vº Cuerpo de Ejército y Tte. Boto de la Armada Argentina. Martini de Abur, Bibiana: Bibiana era maestra. El 11.11.76 varios vehículos conduciendo unos 10 hombres armados, estacionaron frente a la casa de los padres de Claudio Adur, en el barrio de Belgrano, Capital Federal. Procedieron a tirar una bomba delante de la puerta y la iluminaron con un proyector. Por un megáfono ordenaron a sus moradores que encendieran las luces interiores y salieran con los brazos en alto. Amenazaron a u n hermano de Claudio con tomar represalias contra su padre, si no les indicaba el domicilio de aquél. Cuando se los dijo, lo esposaron y lo hicieron subir a uno de los vehículos, que llevaba un papel blanco en el ángulo superior derecho del parabrisas delantero. Resultó ser una credencial. Al llegar frente a la Comisaría 33, el Jefe ordenó a uno de sus subordinados que bajara con ese papel en la mano y los brazos en alto, para informar sobre el operativo. Inmediatamente siguieron viaje hasta el domicilio de Claudio y Bibiana, donde ingresaron con intervención del Encargado de la finca. Se llevaron a Claudio y a Bibiana, maniatados y encapuchados, mientras indicaban a su hermano que volviera a su casa sin dar vuelta la cabeza y sin detenerse. Al día siguiente, el Encargado fue citado a la Comisaría 33 donde se le hizo firmar una declaración afirmando que en el departamento allanado no había habido procedimiento alguno. Marzo, José Luis: Docente. 20 años. Desaparecido el:16/12/75, No.CONADEP:9270, Decl.No:5922. Fue secuestrado en la vía pública en CORDOBA CBA C.Post:5000. No hay testimonio de su paso por un C.C.D. Medina, Hugo Washington Hugo Medina nació en Malabrigo el 26 de noviembre de 1941, hijo de Eduardo Medina y Sara Flores. Sus padres residían en esa localidad debido a la profesión docente, directora de escuela, de doña Sara. Hasta el tercer grado de la escuela primaria lo cursará en Malabrigo, para luego continuar en la Bernardino Rivadavia. La secundaria la realizará en la escuela Normal Nº 3 “Juan b. Alberdi”, de donde egresará como maestro. En 1964 participa del inicio de los Campamentos Universitarios del Trabajo en Mendoza. 1 En 1965 esos campamentos se realizaron en Reconquista y Fortín Olmos con la presencia del Padre Llorens. En 1966 se recibe de profesor de historia en el Instituto de Profesorado de Reconquista En 1968 participando en un campamento en Salta, se pone de novio con quien sería su esposa, la mendocina María Stella Zanocco (Picki). En 1969 – 70 se radican en Tucumán y trabaja en la Secretaria de Cultura de la provincia. Un año después nace su primer hijo Diego y en 1973 el segundo llamado Raúl Sabino. En 1974, el matrimonio se traslada a Córdoba, Hugo es nombrado Inspector General de la Dirección General de la Educación para Adultos (DINEA). Fue el último año que volvió a Reconquista. En 1976 se radican en Buenos Aires. El 3 de febrero de 1978 es muerta su compañera Picki. Hugo escribe varias cartas dirigidas a sus hijos presintiendo el desenlace, el 1º de agosto del mismo año, es secuestrado, se presume que sus restos fueron enterrados en el cementerio de Avellaneda, aunque no se lo pudo identificar. “Fue insobornable y combativo en la defensa de sus ideas; solidario y humano en sus relaciones con compañeros y amigos. Supo manejarse con audacia e inteligencia en situaciones límites. Con valentía y lealtad apuntó a defender sus convicciones. Caminamos juntos la Escuela Normal y el Instituto superior del Profesorado. Compartí momentos irrepetibles, disfrutamos espacios de Verdad en inacabables discusiones sobre acción y el pensamiento, la teoría y la práctica. Aprendí mucho con Washington, lo escuchaba y respetaba. Su prédica, su dialéctica, su mensaje se dirigía al rescate de la dignidad humana. La utopía de un mundo mejor vivió en él” Hugo Nalli. Tomando del libro de Raúl Borsatti, “Solo digo Compañeros” Medina, Pedro Antonio: 1 Los campamentos universitarios de trabajo fueron una experiencia vivida por jóvenes entre los años 1964 y 1972impulsados por el Padre “Macuca” Lorena desde la Cooperativa del Barrio San Martín de Mendoza. Para poder participar era necesario estar dispuesto a trabajar en las mismas actividades de los pobladores de la zona (pobladores de zonas marginales urbanas y rurales), con sus métodos y durante las horas que ellos lo hicieran. Nació el 05-05-50 en Buenavista, Monteros, Pcia. de Tucumán. Hijo de Waldino Medina y de María de Medina. Casado con Ana María Mrad, también desaparecida. Concurrió a la Facultad de Filosofía y Letras. Era maestro en la Escuela de la Rinconada, Departamento de Monteros, Pcia. de Tucumán. Fue secuestrado y desaparecido el 07-02-75 en Simoca, pcia de Tucumán. Las autoridades militares responsables por su secuestro y asesinato son los generales Benjamín Menéndez y Antonio Bussi. Melani, Norma Hilda: Detenida-Desaparecida el 10/4/76. Tenía 30 años Era docente Fue secuestrada en la vía pública en Capital Fue vista en el SISGFD No.CONADEP:3277, Decl.No:6498 Mendiburu, Luis: Era docente. Fue asesinado por fuerzas parapoliciales el día 27 de septiembre de 1974. Mesagli, Osvaldo Raúl: 19 años. LE No:11895166. Desaparecido el:30/12/75, No.CONADEP:3317, Decl.No:6624. Fue secuestrado en CORDOBA CBA C.Post:5000. No hay testimonio de su paso por un C.C.D. Mignone, Mónica María Candelaria: El viernes 14 de mayo de 1976, a las cinco de la mañana, un grupo de hombres vestidos de particular y fuertemente armados entró en departamento de la familia Mignone, ubicado en la avenida Santa Fe 2949, piso tercero, A, en pleno centro de Buenos A ires. Dijeron pertenecer al ejército argentino y se llevaron a Mónica, según ellos por dos o tres horas, para hacerle algunas preguntas y sugiriendo que le diéramos dinero para el regreso. Desde entonces nada hemos sabido de ella. El caso de Mónica es similar al de millares de jóvenes argentinos, secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. En todos los casos, luego de la detención las autoridades negaban su part icipación. Mónica tenía 24 años cuando fue detenida. Había concluido los estudios de Psicopedagogía en la Universidad del Salvador; se desempeñaba como docente en la Universidad Nacional de Luján y era concurrente en el servicio de Psicopedagogía del hospital Piñero de la Municipalidad de Buenos Aires. Asistía igualmente a niños y jóvenes con problemas de aprendizaje. Pero la principal preocupación de Mónica estaba centrada en la labor de promoción humana en los ámbitos religiosos, sociales, educativos y laborales, que, desde hacía varios años llevaba adelante en un sector — Belén — de la villa de emergencia del Bajo Flores, donde residían miles de familias en condiciones precarias. Durante las vacaciones se trasladaba a la Patagonia para una tarea semejante en poblaciones aisladas, hogares escuelas y poblaciones indígenas. Mónica amaba las villas y el sur del país y se identificaba con las alegrías, los dolores y los problemas de sus habitantes. Mónica vivía para los demás, en una permanente y generosa actitud de servicio, olvidándose de si misma. Esta era su característica fundamental. Lo hacía con alegría, entusiasmo, esperanza y profundidad, divirtiéndose con los jóvenes y sembrando el bien a su alrededor. Ese fue su crimen. Por eso las fuerzas armadas se la llevaron detenida a la Escuela de Mecánica de la Armada para torturarla y vejarla cobardemente y sin duda arrojarla al mar. Mónica vivía a plena luz, con sus padres y hermanos, en contacto con mu ltitud de amigos y compañeros de trabajo. Los militares se la llevaron indefensa, en forma clandestina, como criminales y no ha vuelto. Monasterolo, María Elia Nació el 10 de diciembre de 1949 en San Carlos Centro. Allí vivió junto a sus padres y hermanos una infancia de pura familia, patín, teatro y guardapolvo blanco y el moñito azul que mamá le ponía siempre para ir a la escuela. Marita era una niña muy buena, dulce, muy aplicada, responsable y alegra… Cuenta Nélida, su mamá. Termina la escuela secundaria en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús donde se recibe de maestra normal. Si bien no trabajo en una escuela, por vocación desarrolló esta tarea junto a otros en el barrio Santa Rosa de Lima de la ciudad de Santa Fe. A los dieciocho años se traslada a Santa Fe donde empieza a cursar sus estudios en la Facultad de Bioquímica, de la UNL. Allí comienza su militancia en la Juventud Peronista y conoce a Marcos Salvador Aguirre, con quien compartirá la militancia y la vida misma. Los casa el 17 de enero de 1973 en la parroquia Cristo Obrero el Padre Catena en una sencilla y amorosa ceremonia junto a los compañeros y la gente del barrio. El tres de marzo de 1974 nace Juan Manuel, su hijo, a quien bautiza, también el Padre Catena. Marita trabajaba en Casa de Gobierno a la mañana, estudiaba y trabajaba en el barrio por la tarde hasta entrada la noche. Marita y Marcos eran incansables, mientras tanto criaban a Juan Manuel como en una gran familia junto a la gente del barrio. Ella ayudaba a las mamás del barrio en la crianza de sus hijos, enseñaba sobre alimentación y los primeros cuidados de los niños. Vivió junto a Marco y Juan Manuel en una casa sencilla del barrio Barranquitas Oeste, al tiempo se mudan porque la casa era muy húmeda y afectaba la salud de Juan Manuel. Antes de que se produjera el golpe de Estado secuestran a su hermana Ester, que era delegada de UPCN, a quien torturan y luego dejan tirada en la calle. “…Marita y Marcos veían que la cosa se ponía fea y decidieron mudarse y llevarse a Ester…” cuenta Nélida. Entonces se mudaron a Escolar. El 29 de marzo de 1976 Ester le avisa a su mamá que Marita y Marcos habían desaparecido, también el pequeño Juan Manuel de apenas dos años. Nélida comienza entonces la búsqueda incansable que protagonizaron miles de madres y abuelas en nuestro país en aquel entonces. Por fin logra recuperar en una parroquia de Arroyo Seco a Juan Manuel. De Marita y Marcos nunca se supo más nada, a pesar de todos los esfuerzos de la familia por saber algo de ellos. Testimonio de Nélida, su mamá. Morini, Miguel Angel: Docente. Desaparecido el 22/11/75. Tenía 22 años. Fue secuestrado en Córdoba No hay testimonio de su paso por un CCD. No.CONADEP:9053, Decl.No:6623 Motto, María Elvira (Bombóm): BOMBON, LA MAESTRA QUE NO FUE OLVIDADA El homenaje a maestras desaparecidas lo realizó el Instituto Evangélico Americano, recordando de manera especial a una docente que se desempeñó en el distrito paceño. La memoria es frágil y escurridiza. A pesar de la militancia de los docentes del SUTEBA local, todavía no se confeccionó la lista de docentes desaparecidos durante la última dictadura en la región General Sarmiento. El Instituto Evangélico de José C. Paz dio un paso en el aporte a la memoria colectiva, y rescató de la historia a la maestra María Elvira Motto, conocida como Bombón por su belleza, quién se desempeñó en la escuela del barrio San Martín, a pocos metros de la cerrada fábrica Argital. La convocatoria fue realizada por la cátedra de Sociopolítica, del área Terciaria del mencionado Instituto, con la presencia de dirigentes históricos del SUTEBA local, además de dos compañeros de Bombón como lo fueron Dora Loza y Lucía Melendi. “Yo todavía me acuerdo de la carcajada de Bombón, esa risa contagiosa que a ella le hacía saltar la lágrimas, porque ella era muy alegre en todo lo que emprendía, y esa alegría era contagiosa”, recuerda Melendi. Además mencionó que una de las canciones preferidas de la maestra era “Las golondrinas”, que popularizó Eduardo Falú, y que Bombón le pedía al esposo de Melendi que la tocara con la guitarra. Militancia las 24 horas “Bombón era el reflejo de la juventud de aquélla época, que se comprometía de lleno con su trabajo, con sus alumnos, con los padres de la comunidad, y además militaba gremialmente y había hecho nexo con el gremio de los metalúrgicos y, a su vez, militaba políticamente en Montoneros. Porque en esa época la militancia era 24 horas”, explicó Dora Loza. Las tres maestras se conocieron en la ex escuela Nº 38, actual EGB Nº 7, y son muchas las anécdotas que recordaron el mares por la noche. Una de aquellas situaciones fue la toma de la escuela por parte de tres montoneros, entre los que se encontraba Lorenzo Viñas, hijo del escritor David Viñas. El hecho se produjo en 1973, antes de la masacre de Ezeiza, y el objetivo de aquélla toma fue llamar la atención sobre las pésimas condiciones edilicias del establecimiento, donde se quería instalar tres cursos en un aula, una casilla con lauchas incluidas, pero los militantes se movilizaron para que se instalaran aulas modulares para cada curso, lo que se logró en menos de una semana de toma de las instalaciones. Ya en plena democracia recordaron los gestos de las esposas de los empresarios de la fábrica de cerámica Steffani, quienes todos los años se acercaban a la escuela para regalarle golosinas y entradas a la calesita a los chicos. Algunas docentes decidieron que era indigno sacar a los chicos de las aulas para ser tratados como mendigos y que les dieran una limosna, por lo que decidieron desobedecer la orden de la directora. Cuando las mujeres estaban esperando en el patio y los chicos no salían fue Bombón quien las encaró y les dijo: “Nos parece más digno que sus esposos les aumenten el sueldo a los trabajadores, a los padres de los chicos que vienen a esta escuela y así ellos mismos les compren las golosinas, los cuadernos y las zapatillas, y no recibir limosna de manos de ustedes”. Las mujeres se alejaron indignadas en sus autos último modelo, que habían dejado estacionados en la calle de tierra. Maestras Corazón Las docentes de las escuela ponderaron la acción de los padres ponderaban la labor de los padres de los chicos y muchas veces organizaban visitas a la fábrica de ladrillos Argital, o a la empresa De Carlo, que estaba a pocas cuadras del lugar. “En aquellos días había pobreza y también desocupación, pero se vivía más dignamente, se luchaba y no había los problemas graves de marginalidad, drogadicción y desinterés que hay hoy. Había una mística, una alegría, una conciencia social distinta a la de hoy, pero no se pensaba tanto en el yo sino, más bien en el nosotros, y eso hacía que no estuviéramos solos a la hora de actuar”, dijo Lucía Melendi. Bombón, junto con Loza y Pertierra tuvieron una importante actividad gremial siendo impulsoras de la creación de la CTERA. Graciela Rodríguez, otra docente presente, recordó que cuando viajaban en colectivo, ya fuera el 176 o 740, los docentes se pasaban la voz de las reuniones gremiales en el Salón Parroquial. Eva Raquel Orificci, presente en la reunión recordó que a las salidas de las asambleas Bombón la acompañaba a esperar el colectivo 176 que iba a Del Viso, que, como en la actualidad, ofrecía un pésimo servicio y no siempre cumplía con los horarios. En 1975, apenas producido el Rodrigazo, una de las devaluaciones del peso más drásticas del siglo XX, los trabajadores de la zona Norte, convocados por la Coordinadora de Fábricas, salieron a reclamar la renuncia del Ministro de Economía, Celestino Rodrigo, y de su padrino, José López Rega. Allá fueron Motto y Loza, hasta que llegaron a la Panamericana, en el cruce con la avenida Hipólito Irigoyen, también reconocido como Fondo de la Legua, donde estaba ubicada la fábrica de Fanacoa. Las Fuerzas represivas habían impedido que las largas columnas de los trabajadores ingresaran a la Capital Federal, por lo que se improvisó un acto en Fanacoa, y los metalúrgicos con sus mamelucos descubrieron a las docentes con sus guardapolvos blancos y empezaron a vivarlas y gritarles: “¡Maestras corazón! ¡ Maestras corazón!”. Diario “La Hoja” 15 de Setiembre de 2006