OTRO MODELO PARA LA AGRICULTURA Jacques Berthelot Le Monde Diplomatique Abril 2001 RESUMEN Como consecuencia de la crisis, la mayoría de los ciudadanos europeos esperan una reforma profunda de la PAC. Debe debatirse el contenido de esta reforma para que no quede condicionado exclusivamente por las negociaciones en la OMC (Conferencia ministerial noviembre 2001 QUATAR), bajo las presiones para una apertura total de los mercados mundiales. Debe fijarse un mandato preciso a la CE que hablará en nombre de los quince. En la OMC, las discusiones sobre el nuevo acuerdo agrícola han entrado en su fase activa. La CE pretende utilizar las concesiones europeas sobre la PAC como moneda de cambio para el relanzamiento de un Ciclo del Milenio completo (superando el fiasco de Seattle), durante la Conferencia Ministerial que se reunirá en noviembre de 2001 en Quatar. Su objetivo: abrir los mercados mundiales a las actividades que realmente cuentan para el PIB europeo. Los primeros interesados en la liberación de la Pac son las grandes empresas y los grandes distribuidores. Por otro lado, la Comisión negocia actualmente unos acuerdos bilaterales de libre cambio con muchos países del sur (Mercosur y Chile, países mediterráneos, países ACP) después de la decisión “todo excepto las armas” adoptada el 16-12-01 a favor de los PMA. A esto se añaden las negociaciones de ampliación a los PECOS. • • • Hay amplio consenso sobre los objetivos de la nueva PAC: Mayor garantía Seguridad Alimentaria Multifuncionalidad ( diversas funciones de la agricultura: conservación del medio ambiente, mantenimiento del empleo rural, aprovechamiento del territorio, bienestar animal) Desarrollo sostenible Sin embargo, hay grandes diferencias sobre los medios para alcanzar estos objetivos. Tres estrategias según las fuerzas sociales implicadas: • • • Mantenimiento de statu quo Global-ecologista Campesino-ciudadana Estrategia de mantenimiento del statu quo. Corresponde a los acuerdos de Berlín de marzo 99 (Agenda 2000) Es defendida por la Comisión Europea ante la OMC, con el aval de los sindicatos mayoritarios y otros sectores del complejo agroindustrial. Pretende preservar un “modelo agrícola europeo” y defiende (en teoría) la multifuncionalidad de la agricultura. Sin embargo, pretende (es una contradicción) mantener la “vocación exportadora” de la agricultura europea. En las negociaciones de la OMC la postura de la Comisión es la siguiente: • • • • Ofrece una reducción de la protección a las importaciones y una reducción de las restituciones a la exportación A cambio pide una reducción paralela de las ayudas encubiertas a la exportación en otros países Ofrece una reducción de la ayudas “emparejadas” (una mejor traducción es “acopladas”, para seguir con la terminología al uso) (vinculadas al nivel de producción o de los precios) que tienen un efecto directo sobre la producción. Exige a cambio el mantenimiento hasta más allá del 2003 de las ayudas directas parcialmente acopladas (vinculadas a niveles pasados de producción, pero que necesitan una producción actual para percibirlas) que está incluso dispuesta a aumentar, exigiendo que los agricultores produzcan más para cobrarlas. Se considera que esto será aceptado por los Estados Unidos porque éstos han triplicado sus ayudas acopladas (emparejadas) La Comisión considera que los acuerdos de Berlín presentan un margen de maniobra para reorientar las ayudas hacia una agricultura menos intensiva (ecocondicionalidad), así como para distribuirlas mejor (modulación). Sin embargo, hasta ahora, la ecocondicionalidad apenas ha sido aplicada y la modulación según el tamaño de las explotaciones ha sido aplicada muy tímidamente (sólo en Francia y en RU). Si fuese necesario, la Comisión propondrá modificar los Reglamentos del acuerdo de Berlín para transferir una parte de las ayudas a las grandes explotaciones hacia el Desarrollo Rural que sólo percibe el 10% del presupuesto agrícola. (fuerte oposición del FNSEA francés, que no acepta la modulación). Sigue siendo un modelo muy productivista y sólo acepta un poco de “Agricultura Razonada” (se refiere a lo que en España se llama Agricultura Integrada”) que reducirá los efectos negativos sobre el medio ambiente. Cuenta con el dumping encubierto de las ayudas directas para seguir accediendo a los mercados internacionales. Objetivo a largo plazo de la Comisión Europea: “Puesto que sólo las explotaciones que alcancen un grado mínimo de competitividad internacional sobrevivirán... en los mercados liberalizados a largo plazo... un objetivo clave de la PAC debería ser contribuir a la competitividad internacional de un núcleo de explotaciones comerciales en las zonas más adaptadas de Europa” (Comisión Europea Febrero 2000), es decir, algunas docenas de megaexplotaciones altamente tecnificadas, empleando una centena de miles de activos frente a los 7 millones actuales. Estrategia del mundial-ecologismo o global-ecologismo Se trata de una estrategia Hiperliberal, en la medida en que pretende alinear los precios agrícolas interiores con los precios internacionales, si bien es verdad que propone también una intervención pública para remunerar las atenciones de los agricultores esperadas por la sociedad, especialmente en materia de medio ambiente. Se corresponde en todos sus puntos con el objetivo a largo plazo de la Comisión que hemos citado. Conforme a los deseos de los Estados unidos, del grupo de Cairns (reúne a 15 países exportadores netos sin subvenciones, entre ellos Canadá, Australia y Nueva Zelanda) y de las instituciones internacionales, esta estrategia es defendida por las grandes compañías agroalimentarias y por la Oficina Europea de Uniones de Consumidores. Esta estrategia se caracteriza por: • Fuerte crítica al productivismo de la PAC y a su fuerte impacto sobre el medio ambiente • Se manifiesta en contra de la concentración de ayudas en las grandes explotaciones • Eliminación rápida de los derechos de aduanas y de las restituciones a la exportación. • Las ayudas deben desligarse de la producción y deben pagarse por la prestación de servicios, eventualmente por no agricultores: paisaje sin campesinos. • Alineamiento de los precios interiores con los mundiales (esto facilitará las negociaciones internacionales) • No son necesarias políticas de control de la oferta (cuotas) porque los bajos precios mundiales se encargan de la tarea. Se renuncia a cualquier tipo de control directo de la producción Esta estrategia tiene pocos apoyos entre los sindicatos mayoritarios. Esta estrategia arrastra graves errores. El peor de ellos es el alineamiento de los precios interiores con los mundiales, considerados como una norma intangible (el “valor real”), con dos corolarios también discutibles: • Se podría combatir la volatilidad de estos precios con los mercados de ventas a plazo y las ayudas a las aseguradoras agrícolas • La renta de los agricultores, de base fluctuante a merced de los precios mundiales, se aseguraría mediante un sistema estable de “ayuda personal, vitalicia y condicionada a trabajos de interés público para el espacio rural” de manera que asegure una renta suficiente a los productores. Más allá de la condena del dumping por las subvenciones a las exportaciones, esta estrategia no se preocupa apenas de las consecuencias de la PAC sobre el resto del mundo. Esta estrategia parece apoyada por los grupos verdes del PE (excepto franceses y belgas). Algunas ONGs, por desconocimiento del alcance real de los conceptos de protección, de distorsión y de desacoplamiento, y en nombre de una solidaridad norte-sur mal evaluada (entendida), aceptan suprimir las protecciones de la UE a las importaciones provenientes del sur. Una actitud incoherente con los circuitos cortos que preconizan para reducir el uso de combustibles y para garantizar el seguimiento de los productos. Estrategia de la Agricultura campesina • Agricultura campesina y ciudadana • Agricultura multifuncional • Agricultura social • Agricultura sostenible Esta estrategia está preconizada especialmente por la Coordinación Campesina Europea (CPE) (en el caso de Francia CP). Su principio básico es reconocer el derecho de cada país a la soberanía alimentaria, y especialmente a la autosuficiencia para los productos básicos, de los que forman parte los alimentos para el ganado. La protección de las importaciones es la modalidad más solidaria de apoyo a las agriculturas: es efectivamente la única accesible para los países pobres, mientras que las ayudas internas suponen un dumping todavía más perverso que las subvenciones a la exportación, puesto que son totalmente opacas para los países terceros e inatacables ante la OMC. Esta estrategia permite romper también con la “funcionarización” creciente de los agricultores (las ayudas directas representan en Francia el 94% de la renta neta en cultivos herbáceos y el 95% en carne de vacuno; en el año 2003 supondrán el 126% y el 129% (al margen de las vacas locas)) y rehabilitar los precios como la base de la renta. Sin embargo, los precios deben ser los interiores de la UE y no los del mercado mundial. Y ello por varias razones: • La extremada volatilidad de los precios internacionales paralizaría la inversión agrícola y desestabilizaría el sector agroalimentario. Los mercados de ventas a plazo no pueden estabilizar los precios más que unos meses y las aseguradoras subvencionadas cuestan muy caro a los contribuyentes norteamericanos. Los llamados precios mundiales corresponden a menos del 10% de la producción mundial de productos de base. Se trata, por otra parte, de precios de dumping, sea explícito o implícito (ayudas directas de UE y de EEUU). • Las firmas agroalimentarias, cada vez más concentradas, los manipulan a su antojo. • Los monopolios comerciales públicos continúan siendo muy numerosos, especialmente entre los “liberales” del grupo Cairns y la propia UE diferencia sus subvenciones, y por tanto los precios mundiales, según los países de destino. Los precios internos estarían asegurados por descuentos variables a la importación (y no por derechos de aduana fijos) y para un porcentaje importante de la producción de productos básicos. Varias medidas permitirían evitar la acumulación de stocks y la intensificación. El control y el reparto de las producciones, sin ayudas explícitas (al ser suprimidas las subvenciones) o implícitas. Se limitaría la extensión de las explotaciones para no frenar la instalación de jóvenes, incluidos los de origen no agrícola, de los que se tiene cada vez más necesidad. Además se impondrían medidas de desintensificación a todas las explotaciones, vinculando la cría del ganado al suelo (por tanto con el abandono progresivo de la cría intensiva de ganado y de abonos (piensos?) de origen químico) y cesando inmediatamente de subvencionar los abonos de origen químico que sean fuente de contaminación (entre ellas la irrigación en zonas lluviosas) y aplicando estrictamente el principio de que quien contamina paga. Si a pesar de esas medidas de control de la oferta, se hundieran los precios internos, se aplicaría un precio de forma selectiva sólo para las explotaciones campesinas. En cambio, las ayudas de estímulo, se pagarían por activo agrario y supondrían de media un porcentaje bajo dela renta neta, y se pagarían en función de la capacidad de las explotaciones para crear empleo (y por tanto valor añadido). Se diferenciarían según las dificultades agroclimáticas (más elevadas en regiones con rendimientos inferiores), al contrario de lo que sucede con las ayudas actuales y se favorecería la gestión colectiva. Para evitar una desconexión total entre los precios interiores y los precios mundiales y para regularizar las fluctuaciones, los principales exportadores negociarían sus cuotas de mercado y coordinarían sus niveles de stocks, hasta la reducción de tierras de cultivo si fuera necesario. El establecimiento de la estrategia campesino-ciudadana, la única acorde con las esperanzas de la sociedad europea y, al mismo tiempo, solidaria con el resto del mundo, tropieza con una poderosa coalición de intereses. Agricultura ciudadana: La agricultura es una actividad demasiado seria y que ocupa demasiadas funciones para que se reserve su cogestión a un sector del sindicalismo mayoritario (en Francia la FNSEA) bajo la presión de las firmas agroalimentarias. Es imperativo asociarla a las asociaciones de defensa del medioambiente, de solidaridad internacional, de consumidores, de parados y de otros representantes locales, en resumen hacer una agricultura ciudadana. El Tratado de Niza ha rechazado colocar la PAC en el terreno de la codecisión del PE con el Consejo. OMC La política agraria tiene necesidad de una regulación internacional, aunque sólo fuera para combatir el dumping. Pero bajo su forma actual, la OMC no es la instancia adecuada, porque su objetivo no es en absoluto asegurar una alimentación suficiente en cantidad y calidad para los humanos, especialmente para los 830 millones que pasan hambre, sino obtener “reducciones progresivas sustanciales de ayuda y de protección” de los agricultores en el mundo entero. Acuerdo: “Todo menos las armas” 26 de febrero 2001: acuerdo de los quince para eliminar a partir del 05-03-01, los derechos de aduana y las restricciones cuantitativas para todas las exportaciones (salvo las armas) de los 49 países menos avanzados (PMA) (con algunos años de aplazamiento para el azúcar, el arroz y las bananas). Este acuerdo alegró mucho a algunas ONGs (estas ONGs (Oxfam del RU, Solagral en FRA, ) se alinean con las reivindicaciones unánimes de los gobiernos del sur en la OMC para una desprotección unilateral de los países del norte para las importaciones. En cambio, Vía Campesina (en la que participan el Movimiento de los SinTierra brasileño y la Coordinadora Campesina Europea en la UE) considera que la protección de las importaciones de productos alimentarios básicos, vale también para el Norte y permite al Sur asegurar mejor su autosuficiencia alimentaria). No obstante, el primer aspecto salta a la vista: la UE quiere pode3r contar con los votos de los 49 PMA para relanzar el Ciclo del Milenio en la OMC, con el fin de abrir los mercados a sus productos industriales y a sus servicios. Se trata de la misma lógica que la impulsada por EEUU con su proyecto de Zona de Librecambio de las Américas. El efecto en los PMA es también claro: el incremento de las exportaciones sólo beneficiará a las multinacionales a costa del pequeños campesinado y de la autosuficiencia alimenticia. Los intercambios agroalimentarios de los PMA son fuertemente deficitarios (2,6 millardos de $ en 1998), lo que debería comprometerles a dar prioridad a la satisfacción de las necesidades alimenticias de su población, antes que a las exportaciones. Con el “todo excepto las armas”, las exportaciones hacia los quince se harían a precio mundial, que, para el azúcar, es inferior como media, al coste de producción de todos los países. Los beneficiarios de la diferencia de precios, serán las empresas azucareras importadoras. Un librecambio agrícola con Mercosur, tendría efectos catastróficos tanto para la agricultura europea como para el pequeño campesinado y los consumidores locales. Una medida realmente benéfica para los países del sur (pero que apenas afectaría a los PMA), sería poner fin a la escalada arancelaria sobre los productos tropicales transformados con el fin de dejar a sus economías el valor añadido en las escasas industrias en las que puedan tener una ventaja comparativa. Documento de trabajo CPE para una nueva PAC (PAC nº 3), Marzo 2001 cpe@cpefarmers.com