L a familia González estaba muy feliz con el nacimiento de su primogénito. David vino a agregar alegría extra al nuevo matrimonio, era un niño muy amado por sus padres, toda la atención familiar era para él. Cuando David cumplió dos años su mamá dio a luz a su hermano Elías, el embarazo se había desarrollado sin ningún problema, David estaba expectante ante la llegada de su hermanito, su papá lo llevó a visitarlo al hospital para conocerlo, luego regresó a casa con sus padres, pero su hermano tuvo que quedarse unos días más en el hospital para tener los cuidados médicos especializados debido a que el cordón umbilical se le había enredado en el cuello, ocasionándole falta de oxígeno y a consecuencia de eso, una parálisis cerebral. Para muchas familias, el nacimiento de un hijo representa una gran alegría. Desde el momento en que se confirma el embarazo los padres comienzan a generar expectati- Es importante comprender que sin importar que sus padres les expliquen que algún hermano requiere mayor atención debido a sus condiciones diferentes, y aun cuando parezca que lo aceptan, los niños no logran entender tal situación a su temprana edad vas sobre el nuevo integrante familiar; se entusiasman al hablar sobre la elección del nombre, la decoración de su cuarto y el futuro del niño. Cuando se recibe la noticia de que un hijo nace con capacidades diferentes, el sistema familiar se desestabiliza si los padres no están preparados emocionalmente para afrontar la situación. INTERRUPCIÓN DE UN PROCESO Con el paso de los días, David empezó a cambiar su comportamiento. Sin comprender qué estaba sucedien- do, dejó de recibir de una manera abrupta toda la atención que tenía por parte de su mamá, quien tenía que dedicarse de tiempo completo a Elías por la necesidad de cuidado especial que demandaba el bebé. Sin darse cuenta, la disminución significativa de atención y afecto comenzó a generar en David una herida emocional profunda, que tendría efectos negativos en su vida adulta, ya que le impediría consolidar un vínculo afectivo seguro con una pareja. Según la teoría del psicólogo, psiquiatra y psicoanalista John Bowlby, el apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres. La SIGLO NUE V O • 11