¡ . .-..-.............--...............................=a......=:1.....r.:.:,_,""""....,::s:::z=:a:::o::Ell!::=c:a.=-o--~........................._________.._., ___.______________...,,_____,,_______,,____.,...____~--.............,.................,.,..._,...,.,......,......,.._....... _.......,,... . . . . . . . .,......................__..,.....,_______ ~-===-==-=-""""=-""""'-=l:OICl::=-oc:=c:-=m::o.....,a::::z 1 Las tutiras generaciones se postrarán ant.e una de las muestras más solresallentes de la histeria lltaarta española. Postración ganada a pulso, c:rtllando obstáculos, bwiando t.entaciones, luchando en pos de causas tan legitimas -Y tan desusad~ como el rescate de los clásicos, la conservación del Idioma o la tntatigabJe actividad universitaria. DámasoAlonsoesel hombre. Ochenta años sobre sus espaldas. Una actividad científica y humanística agotadora e inagotable, a caballo de conflictos bélicos. espirituales y culturales. Don Dámaso, hijo de la Ira hlstátca y decadent del 98, amenidad y erudlclón hechas una sola vt'tud, sin luz y taquigratos. con una memoria ¡:rodigiosa y una !roma angelical, conversó sin ¡:risas, sin caut.elas, con EL CORREO DE ANDALUCIA. Es uno de los baluartes más ftrmes de la •Generación del zr,., se consagró como genial poeta con cWjos de la Ira.. en 1944, descm-ó al indescifrable Góngora, es mJemtro de la Real Academia de la Lengua Espaf'lola desde 1948 y presidente de la misma desde hace dlez años, momento en que sucede al fallecido y amigo Ramón Merendez Pldal. La guerra no pudo con su cátedra de Fllologia Románica, aunque si consiguió endurecer y encrespar los latJdos de su alma y de su pluma. Fundó la Btbllot.eca Hlspánlca Románica ... Don Dá-. maso nunca se ha casado con nadle. Hace poco le dieron la • F• de Famoso, pero desde siem¡re tuvo la .. ¡. de Independiente. Lovemosdlctandocwsossobrepoesias en el InsUtutD de Humanidades fundado p<r Ortega, y más tarde es una de las voces que se suman en Colllure al homerutje póstumo -en 1959, veinte años después de su muerte- al amigo Antonio Machado. Poeta, tllólogo, critico Uta' ario. •Realmente no me stento satWecho de ntnguna de esas tres acttvtdades -comienza diciéndonos-. He querido hacer demasiadas cosas, cuando deb! dedicarme a una sola. Federico Garc!a Lorca siempre me reñfa amigablemente por perder el tiempo con la Filología y no dedicarme exclusivamente a la poesta•. terminada la contienda ctvU no abandoné España, lo htce por tres razones. En primer lugar, he de decir que no stento vergüenza nt desaz6n ninguna por haberme quedado en Espafla. Mis tdea3 tenían CO'nO única meta y anhelo a España, el país que me dolía profundamente por estar tan horriblemente desgarrado. En segundo lugar, yo era por entonces catedrdtico, consciente de la extstencia de una juventd que no tenia ninguna culpa de la gu,erra, que quedaba abandonada por la marcha al extra11Jero de muchas de las mejores cabezas del pensamiento y la ciencia españoles. En mt clase de Filología Romámca procuré en lo posible salvar el horrible bache de desatención cientf/ica oalor poético no puedo rebajar, aunque 1'e de decir Que $1empre me he sentido mucho mds identi/feado con el modo poétú:o de Ant.onio Machado.• Rafael Albertl es ~• m'-5 .:tual de todos estos poetas. Aeon- teci mi en tos teatrales y politicos lo tienen. COllÜDllameote cm candelero... Una eran &mistad le unJó con don Dima.so, y de heC!ho ·después de la guerra coincidt con él en que temían quedar todas esas nuevas generaciones. Y, finalmente, de los dos bandos en hlcha mi corazón no ha podido estar con ninguno, ya que en ambas partes se cometieron las mfsmas y espantosas bestialidades,.. ~n Buenos Aires y en Roma. En todos aquellos encuentros se mantuvo una recíproca cordialidad. Ahora, después de su regreso, estci un poco raro; yo lo stento.• Las palabras 01&1 afeetuosas, las m&1 -Ese espanto quedari preciosa y triglcameote plasmado en la obra que, en palabras del también académico de la Lengua Gomalo TorrenteBallester, es la~ representativa de toda la post¡uerra, dlJjos de la ira• i desprradas, van dlri¡idas a Federico, el trañable ..CeJJSCll'• de las preoeupacloes ftlolóJicas de don Di maso. c Era muy en amigo mfo y nos reuntamos confreuencia. Federico siempre era el centro de rtuestras atenciones porque a todos nos atraía con su gracia verdaderamente ~mea. Coincidf con él en Nueva York en el curso 1929-30,71 entterra norleamericana comparlimos momentos inolvidables en oompatUa de Ignacio Sánchez Mejías y •La ArgentinUa·. Le vi,por última vez, en el verano de 193ti, cuando nos leyó en Madrid •La Casa de Bernarda Alba•. Poco después, marchaba hacta Granada .. .• -Me pregunta usted por •Hijos de la ira•. Esta obra es consecuencia del tremendo asco que me produjo el desencadenamiento casi stmulldneo de la guerra ctva española y de la Segunda Guerra Mundial. Veta motivos para avergonzarme de la misma perlenencia a la especte humana. Es un libro de protesta, de protesta polfttca, pero no sólo pol!ttca, sino untversal, cósmtca. Tal vez por ello tuvo aquella gran acogida. También pudo colaborar el hecho de que era un tipo de literatura que contrastaba con casi todo lo que se realizaba en aquel oscurantl.!mo cultural de 1944. LA GENERACION DEL 27 -En 1944 el n:lllo ha hecho de las suyas, ha dividido las Españas y ha esparHIJOS DE LA IRA, HIJOS cido y diseminado a los españoles. Lejos queda aquel espíritu fraternal de los JóDE LA GUERRA venes poetas de la Generación del 27. En torno a una ftgura literaria, Luis de GóoTodos sabemos que es un arrepentl- &'Ol'&, en un lu&'ar concret.o, Sevilla, con la mientD gr a tul to. Perder el tiempo no ftgura . dictadura de Primo deRiveracomo fondo en el diccionario particular de Dámaso político, el colectivo poéUco mis imporAlonso. Hay unos años en la biografta del tante y nutrido de la historia literaria esacadémico partteularment.e intensos. 19Z7: pañola tomaba cuerpo. El año pasado se excursión a Sevilla de los rmemtros de la celebraron las bodas de oro de la renera• gere-aclón del Zl• para conmemorar a dón. Nunca es Inoportuno hablar de ella Góngara. 1931: Proclamación de la Se- con uno de sus participes 01&1 11etlvos. gunda República. 1936: La Ira se hace rea-La actualidad de aquella generación lld ad con la guerra el v1l. 1944: La Ira se hace es expltcable --a,/frma Ddmaso Alonso-. llta'atura merced a la cuidada pluma de Uno de los prfncipales representantes de este homtre. Hablemos un poco de todo la generacú5n, Federico Garcfa Lorca,,fue este contexto hlstáico. asesinado, y ésto siempre ha creado en su • st lJe&- e De los Poetas próximos al 98fue con e' que tuve mds trato y anústad, y cuyo derredor una aureola que ha incidido en el grupo. Federico merece por s! mfsmo la fama untversal que ha alcanzado,pero ya sabe usted que en España para que un escrttor consiga ese renombre universal es indispensable que lo asesinen. Por otro lado, ahora nos encontramos en España una serte de componentes de la Generación: Gerardo Dtego, Vicente Alel:l:andre, Jorge GuUlén, Rafael Alberli, José Bergamín. Lo que se puede llamar el núcleo de la generacú5n,junto al fallecido Pedro Salinas. La vuelta del extlio de al.gunos de estos poetas ha revitalizado aquellas fechas literarias. A don I>Amaso Alonso le aburren las disqul9Ciooessobrelale¡itlmJdad deuna EL TERMINO cESPAÑOL• NO ES OFENSIVO fecha o de otra para hablar de la l'eneración. Personalmente, se muestra 01&1 partidario de llamarla cdel 27,. por la famosa reunión de Sevllla. -Pero ya sabemos lo que pasa con todos los grupos arlfsticos: de su signtficadón primaria se pasa a progresivas ampliaciones. La critica ha ido incluyendo en el marco generacional a otra serle de autores coetdneos. Es normal. ¿Qué otra cosa hice yo cuando defend! la perlenencia de Menéndez Pfdala la Generación del 98? ¿Qué ocurre con la polémtca inserción de Unamuno en dicha generación? Lo que ya me parece un poco exagerado es aJiT· mar, como se ha dicho por ah!, que Ernesto Giménez Caballero formó parle de nuestro grupo poético. Todo es muy relattvo. Tome usted no ya una generación, sino un guste, el barroco. Nace con la arquitectura, y sucestvamente se va a tr desplazando a la literatura, a la pintura, a la mústca, a la ftlosQ/Ca, al mtsmo ser humano. ALBERT! ESTA UN POCO . RARO -Al¡uoa tesb circula por el mundo Uterarlo en la que se viene a afirmar el car6cter candaluclsta.. de la Generación del 27: evoc.clóo de Góorora, poeta cordobés; reunJóo en Sevilla, sln¡ular afecto estético por Juan Ramón Jiména, onubense, y papel premlnente jugado por Lorca, granadino, y Albertl, &'adltano. La cuestión es muy discutible, según Dimaso Alonso, madrileño. -En rigor, sólo se puede mantener esa qfirmacú5n respecto a Alberlt y Lorca, ambos poetas untversale& pero vinculados siempre a su mds tnmediato entorno geogr(j/ico y humano. Por mera círcuns- tancia natalicia, se puede hablar del andalucismo de Vicente Aleixandre, que de hecho tnmortalizó a aquella tterra en uno de sus poemas mdshermosos, .. Ctudaddel paraíso•. Pero lo cierto es que Aleixandre vive en Madrid desde su adolescencia, que Pedro Saltnas es madrileño, Jorge Guillén es vallisoletano y Gerardo I>ie{lo-Poeta i7l1ustamente olvtdado antes y ahora.- es de Santander. Era una generación plurlrregional, con un Alberli y un Lorca que llevaban su estandarle andaluz en la. entrafla de su literatura, y stn olvidar el intimo contacto con Andalucía mantenido por otros autores que prcicttcamente se pueden considerar de la generación, como Emilio Prados, Manuel Altolagu1rre o José Moreno Villa. Los recuerdos se van acumulando en la convers11eión. Su amistad fue muy eordial con todos sus compañeros de &'eDeraclón. Nos habla Jll'imero de dos poetas sevillanos, Alelxaodre y Cemuda. -Con Aletxandre entablé amistad en 1917, una amistad siempre perseverante. Fui yo quien lo introdujo en los ambientes poéticos previos al •27,.. Mí gran admiraciónpor supoesfa ha quedado constatada en una serle de arl!culos en que di mijutcio entusiasta sol:lre al.gunas de sus obras, como •Espadas como labios•, •Sombra , del paraíso ... ". De la afectividad pasamos a la tlbiaa para babi ar de Luis Cemuda. -Sf no lo he mencionado antes es porque, al menos en los momentos fundacionales de la generación, no participó con el mismo grado de inti1ajdad efecttva y estética que nos unió a los demcis. Mis relaciones con élfueron muy cambiantes. A veces me atacó y nunca llegamos a tener una verdadera amistad. El .maestro.. de todos aquellos poetas l\Je el Premio Nobel Juan ·Ramún Jlmé- SI Dimuo Alomo sólo tuera poeta. la Y.ltreYista y a se podía dar por terminada 'ero en él se hacen compatibles la intuición literaria con la mtouciosldad y pre~ión ftlolópca; lejos de los galardones y ~tertulias, Dimuo Alonso se ha entregado de una forma casi moo»tlca al estµdlo sistemjdeo de la etl molo&'ia de esta Q aquella palabra, a las formas adquiridas por el español que se habla en esta riduclda porción del mapL Trabajo meuos acradecldo. Treinta años ftjando, U mplando y dando esplendor desde su sillón de llCadémlco. En temas que, al margen de su lndudatile Interés, saeleo resultar 6ridos, este Pierre Carie de I• letras españolas hace alarde de una amenidad y de un sentido del lmmor poco frecuente en tanta torre ~e marftl Intelectual. Oírle hablar de las 'artlcularidades lln¡uistlcas de este dlai,.cto, de los múltlplesslnóoJmos de aquel mJno, de I• barbaridades g'l'amatlc• que cometemos los que escribimos en periódicos, es, como se dice en el carta callejero, una auténtica cg'osada... El eriodlsta pasa a hacer las veces de _,.~umno. El insfcnepro!esCll',conla varita m6ctca de su verbo preciso y nada barro• habla con naturalldad de temas muy os. No renuncia al ri&'or científico, ~ sabe que sin comunicación y sin caacldad de hacerse entender no hay cienque val&'a. Comensamos a hablar de un tema polémico. Todo lo que lleva el sello constllonal lleva Irremediablemente a los enos dela polémica: ¿español ocast~ ano! La Constitución -después de tiras aflojas mis políticas que lln¡OísUcasa sentenciado qae cel castellana es la ncaa española oftc1al del Estado... Uno e los numerosos artículos salomónicos texto constltuclonaL ·Creo que espaol y castellano -dice Ddmaso Alonso- l ª n prdcttcamentesinónimos, y se pueden ar indistintamente uno u otro a<üetivo. la Constitución se ha aprobado la exesi6n •Castellano• por un temor a que.el .rmino .español• pudiera resullar hilente para las restantes lenguas con im, ntactón en nuestro pafs -catalcin, gao y vasco-. Personalmente no ennt ro sentido Qfensivo alguno para naie en la utuización del término cespaol•. Término que encierra una indudable erdad: que todos los que habitamos en la omunidad Espaffa nos entendemos halando en esa lengua. t El «Dstedesi. está cargado de familiaridad; no se debe intentar modificar lo que está lleno de matices afectivos,. dar que $fempre se habla de hispanoparlantes, que hay en Hispanoamérica millones de ciudadanos que se expresan en •español.. y que, a nivel internacional, la comunidad española es la comunidad que se hace entender en •español•. Babia don Di maso de las otras lenguas cespañolas•. ¿Y los dialectos? Están cobrando actualidad las teorias sobre el andalus difundidas principalmente por Vas de Soto, que ddleode la uniformidad sin~Uca y mortolórlca de dicho dialecto con el castellano, pero que reclama un respeto de sus singularidades fonéticas. Dima.so Alonso conoce bien el ..andaluz •. •Cientfltcamente, se podrla plantear el problema de si el andaluz se puede considerar como un dialecto relatWamente peculiar con respecto al castellano. Es una región lingüf.sticamente interesantísima. Región a la que le he dedicado algunos de mis estudios ... Junto con Alomo Zamora Vicente y María Josefa Caoalleda, publicó en la mejicana .Nueva Revista de Fllolo&'ia Hispiolca. un artículo sobre las vocales en el andalus de Granada. Observó un fenómeno llnp ístico consistente en la formación del plural no a base de la tradicional adición de .s.. (casa- casas), sino del manten! miento del sln¡ular pero abriendo la última vocal (Di maso Alonso pone abundantes ejemplos, fonetlsa al¡uoas de estas expresiones ccranadlaas•); SlllC& SU particular conclusión: •Es muy interesante añadir que hicimos el trabajo exclustvamente con alumnos de la Universidad de Granada, lo cual quier decir que ese rasgo no es precisamente patrimonio de las clases menos cullfvadas. sino que en realtdad alcanza a todos los ntveles de la sociedad granadina. Es absurdo concebir el andaluz como r.tna simple deformación del castellano.• RESPETAR LAS DIFERENCIAS Dimaso Alonso escribió otro trabajo sobrelacAodalueía de la e..,sonasJtuada en la confluencia del norte de Müqa. el sudoeste de Córdoba y el este de Sevilla. En los pueblos comprendidos en dicha sona el plural de las palabras terminadas en ca.. se forma abriendo dicha letra en una •e» (peseta - pesetes). ~El articulo lo escrtb! medio en serlo y medio en broma, mezclando o intentando mezclar erudición y amentdad, con la intención de animar a especialistas andaluces para que estu.dtaran las pecuUarldades de su habla. Es un campo muy poco analizado: observemos que no existe un andaluz unitario, que hay fenómenos muy localizados, como la asptraci6n de la •h•, y, sin embargo, tenemos otros rasgos andaluces que también encontramos en la mitad sur de España. Y otro tema del que no se habla mucho es de las simfUtudes fonéticas existentes entre el andaluz y el español que se habla en Latinoamérica." Es muy' tranqulllsante una de las aftr- ~ maclones que h11ee D•maso Alonso: que el Impulso que establece la Constitución-y la propia realidad del país- de las lenguas veroiculas no supone un peligro grave para la conservación del castellano. ·Al.fin y al cabo -ironiza-, sólo so- Comprende el presidente de la Academia que a nivel interno se mable de ceasJdlaoo• para dlstlnplrlo de otras len~as cespañolas.. , como pueden ser el calit.lin y el fallqo. •Pero no podemos olvi- mos tretnta y seis millones de habita¡ites, y para el año 2000 se espera que el numero de htspanoparlantes alcance la cifra de los qu1nientos millones. El aumento de las restantes lenguas de la pentn.sula, para las que deseo el mayor progreso -conste que hablo el gallego, y si no hablo el vasco no serd por las veces que he intentado aprenderlo-, teniendo en cuenta esa enorme masa de hispanoparlantes, no constUuirci ningún peUgro. Lo que no es imprevisible es un desplazamiento del EL ANDALUZ i l centro de gravedad de la lengua española a tierras americanas.• Los pellg'l'os para la conservación del patrimonio llog'llbUco -viene a afirmar el aeadémJco.- reside en el propio esp• ñol ..Pellg'l'os derivados en primer la¡ar de que las pueblos que hablan nuestra lengua son una veintena, y que si apredables son la diferencias de pronunciación entre Madrid y Méjico, no lo son menos entre la capital mejca.na y Buenos Aires... Pero eosegulda matJsa su afirmación: "Yo quiero para mi lengua la asunción de esas diferencias, el respeto y aceptación de las particularidades existentes en cualquier punto de la comunidad hispcinica. Respeto y aceptación que deben tr acompañados de un firme propósito de luchar por conservar la unidad bdsica de la lengua. Así enunciado, esto parece un poco contradtctorio. Voy a intentar poner algunos ~emplos.• LOS PERIODISTAS Y LA ESDRUJULITIS El Dimaso Alomo de los ejemplos, de las anécdotas usadas con fioalldad pedarórlca y clenti.Oca, es el mú ameno. Abandona su sitial académico y recresa a la tarima profesora!: •¿Qué parliculari· su presldeo.t&- a dar como válido el disparate. •El errtr repetido muchas veces se corwterle inexorablemente en ley ... LA ACADEMIA NECESITA BUENOS TECNICOS Una preg'Wlta inevitable a realliar a Di maso Alonso es la referente a las penpecUvas de daraclón de la lengua española. del castellano, según la acepción constltuclooaL El tema no preocupa demasiado al autor de cHljos de la Ira... •El español sefragmentaro, stn duda, pero lo haro dentro de muchfsimos siglos. Es el sino de todas las lengua3. Desapareció el lat!n, scinscTito, eslavo, griego, céltico, el mismo latín .. . Pensar que al español no le ha de ocurrir lo mismo seria profesar un optimismo anticientiftco y antillistórlco. Pero eso sucedero en una época tan lejana -que yo he llamado posthtstoriaque no nos debe preocupar en exceso. Nos debe quitar el sueño el,futuro inmediato, y todas las personas cullas que en Méjico, en Buenos Aires, en La Habana o en Madrid hablamos espanol, debemo:. hacer todo lo posible para que en este futuro lmnedialo la lengua conserve su dio.{anidad, su posibilidad de servimos para comunicar todos los matices de nuestro pensamiento y de nuestra actividad.• La lección ha terminado. Poesía, histodades se deben conseroar y fomentar? ria, cultura. g'Uerra y pn, ira y reconcllla¿De qué otras nos hemos de preservar? cióo,castellano y español, lengua y habla. Tenemos el caso del •VOS• argentino o el esdlújulas y llanas, Góog-ora y :\fachado, •ustedes• andaluz: corúugación en plural el hombre filólogo y el hombre poeta han de un verbo referldo a un su.Jeto singular, en el primer caso, y mezcla de verbo de • pasado por laconversadóo. Nos anuncia don D•maso que el año que viene dejari segunda persona y pronombre de tercera, la Presidencia de la Academia. Se queja en el segundo. Son, qué duda cabe, rasgos de la escasa atención a las necesidades gramaticalmente perlurbadores. Ha haeconómicas de este orralsmo, de Ja dlsbido incluso gramáticos argentinos que se crlmioaclóo a que se ven sometidas las han pronunciado por una eliminación del ciencias humanas en relación con todo lo •VOS•. Medida que me parece un solemne referente a la técnica y a los campos exp~ disparate. El «VOS•-como el •ustedesrl mentales físico - matemáticos. La Acarvos tenés, ustedes hacéis, por ~emploJ es demia de la Lengua sigue siendo una Isla, la expresión de la famfliarldad, de la amistad, del amor, un sonido cargado de una noticia esporádica -Carmen Conde, matices o.{ectivos; creo que no se debe inla primera mujer académica; Miguel tentar mod(lü:ar en el mundo hispcintco Mlbura, el académico que nos deja; Totodo aquel rasgo especf/ico de la lengua rrente Ballester, Zamora Vicente .. que esté cargado de o,fecttvidaá. No somos una perenne desatención oftdal. Para concluir, una pregunta de cortesía. ;.Qué quienes para ello. Esas diferencias s! se deben Umar, en cambio, alli do11de la utüiescritores españoles estio en condiciones de ingresar en la actualldad en la Real zací6n de un rasgo particular no resAcademia! ponda a exigencias afectivas.• La tarea que Incumbe a la Asocl11elón de · Academias de la Lengua -Ge la que es mJembro la Real Academia Española-es ponerse de llCDt!l'do, en el momento en que un iostrumento o una idea se introduce eñ una comunJdad llnfOístlca. para desl&'narlo con la misma palabra. •A veces es verdaderamente pintoresca la multiplicidad de térmfnos que se utilizan en diversas zonas para designar un mismo obje- to.• Con g'l'&cla pero con pena, Dáma.so Alomo cita uno de estos casos de pinto- · resquismo. Birome, laplsero abollya, tapis de pasta, esferógraftado, punta - bola, ball - polnt, hall - peo, pluma cohete, pluma atómica ... Todos ellos son sinóulmos de la palabra castellana cboligrafo... Y en esas diferencias no hay afectividad nlnpna de por medio, slno falta de unanlmJdad. Los dardos critico - lingdotlcos de Dámaso Alonso tienen un destinatario preferente: el lenguaje de los periódicos y de los medios audiovl5Dales. ·La antología del error perlod!stico seria tristemente interminable·, sentencia con cierta amargura. .El pertodis~ntlnúa- tiene una gran lnOueocia a la hora de lntrodu•cir nuevas expresiones en una comunidad IÜJ&Üística. Y normalmente se suele dejar sedudr por una cpellg'l'osa Innovación... El rosario de meteduras de pata es Ju&'Osamente resumido por Dimaso Alonso: el periodista que, en Ja radiación del entierro de una personalldad conocida, repite por cuatro veces que se procedió a la ¡exhumación! del cadaver; la apropiación errónea de g-allclsmos; la propensión a la esdrujullUs: palabras como púdico, vértigo, élite, cónclave no son tales esdrújulas. Los periodistas y los sectores políticos, sociales y rellrlosos que difunden el Bror obllg-ao a la AcademJa-se lamenta A secreto agravio, secr•ta v•nl'a.nsa.. A cortés pregunta, cortés respuesta.• Como usted comprenderá -Ti.os dice a caballo de la sertedad y la sot·arro111•n'. 1 - no puedo cometer la osadía de po11erme citar nombres. Seria un gesto de iTlfideltdad profesional y una tmprudencia dada mi condición de presidente de la Acade· mia: mis opiniones serian tomadas como expresas recomendaciones. La verdad es que en España contamos hoy con doscientos o trescientos escritores que por una u otra razón podrian entrar a formar parle de la Academia. Conste que a la Academia no van exactamente Los mejores, como st ,fuera una ltsta cerrada de orden de méritos. I.a Academia. en nuestros dfas, ha de a ' «Contamos con doscientos o trescientos escritores que podrían entrar a formar parre de la Academia» 1 ser una institución de trabajadores, no una especie de capilla Uena de hornacinas ocupada por escritores excepcionales o tenidos como tales. La Academia tiene una labor muy imporlante que hacer en favor de nuestro ididoma, labor para la que a veces se necesita no tanto de grandes literatos como de buenos técnicos, pertenecientes a especialidades com.o pueden ser las lenguas cláSicas, laJUologia española, la biología o las ciencias sociales. Porque de todos esos campos se ha de nutrir el diccionario, todas esas referencias cientf/icas necesita para realizar sus reformas. • FRANCISCO CORREAL 1