EL DOCENTE COMO MEDIADOR DE LA LECTURA DE TEXTOS

Anuncio
EL DOCENTE COMO MEDIADOR DE LA LECTURA DE TEXTOS LITERARIOS
EN EL AULA
Carolina Arias Arenas
carias8@yahoo.com
Grupo Metáforas - Nodo Centro
Mesa 4. Literatura en el aula.
10-08-2012
Introducción
Leer hoy en día es una tarea que involucra a la escuela, se suele decir que si un
estudiante sabe leer, comprender e inferir puede ser exitoso. Y para ello en buena
medida, los docentes antendemos las orientaciones institucionales que proponen
abordar la lectura de textos a partir de los niveles: literal, inferencial, crítico e
intertextual (ICFES, 2007). Si bien cuando se leen textos informativos o
argumentativos éstos nos funcionan muy bien, pareciera que no son tan efectivos
cuando leemos un texto literario, e incluso en ocasiones podemos sentir que
estamos forzando el texto a que se ajuste a estos niveles; puede ocurrir por
ejemplo, que para identificar el nivel literal de un cuento lo resolvamos a través de
una actividad con la cual nuestros estudiantes deban buscar el significado de las
palabras que no entienden en el diccionario. En este caso estaríamos realizando

Docente de Lengua Castellana en la Secretaria de Educación de Bogotá. Nivel Secundaria. Licenciada en
Lingüística y Literatura. Magister en Investigación Social Interdisciplinaria, Universidad Distrital Francisco
José de Caldas. Miembro del Grupo de Reflexión Metáforas (Nodo Centro) de la Red Nacional para la
Transformación de la formación docente en Lenguaje.
una actividad que rompería con la posibilidad de abordar el lenguaje literario en su
propiedad connotativa, aquella que lo hace precisamente rico en interpretaciones.
Así que probablemente leer literatura en la escuela nos lleva a preguntarnos en
este sentido cómo se debe leer, qué textos seleccionar, y qué tipo de mediación
propiciar. La experiencia que a continuación se presenta intenta mostrar una ruta
posible de mediación de la lectura de textos literarios en el aula a partir de dos
componentes: la selección de textos y la aproximación didáctica - estética1.
La Selección de Textos
Cuando decidimos leer literatura, una pregunta que debemos resolver antes de
iniciar las actividades con nuestros estudiantes es qué leer. Sobre este aspecto no
siempre es fácil decidir porque la mayoría de las ocasiones depende de ciertas
variables que van a condicionar la selección final. Por ejemplo, saber si el libro que
escogemos está en la biblioteca escolar, si hay suficientes ejemplares, o los
chicos lo deben comprar, si se copia un fragmento del libro, o se adquiere en
préstamo, en fin, se trata de considerar el tema de acceso al libro.
En esta búsqueda el primer autor que consideré fue al catalán Jordi Sierra i
Fabra2, prolijo escritor de literatura juvenil. Antes de proponer su libro Campos de
fresas en la clase quise leerlo. En este relato Luci la joven protagonista está en
coma en un hospital después de ser víctima de una sobredosis. A simple vista el
argumento del libro con seguridad interesaría a mis estudiantes porque se trata de
un tema actual, del interés de los adolescentes; sin embargo siento que hay algo
en el lenguaje que no me gusta:
El policía no les dejó reaccionar. Su voz se hizo un poco más ruda. Solo un
poco. Nada más.
1
Esta experiencia se adelanto en la institución educativa distrital Marco Antonio Carreño Silva, ubicada en
Bogotá. El grupo de estudiantes (34 en total) está noveno grado, su edad promedio es 16 años. La secuencia
didáctica se realizó durante dos meses (marzo y abril 2012).
2
Escritor reconocido por su amplia obra, múltiples premios y por el apoyo y patrocinio de la lectura en su
Fundación Taller de Letras para Latinoamericana.
Suficiente.
Oídme: cuanto antes me lo contéis, antes podré hacer algo. Puede que os
vendieran cualquier cosa adulterada ¿entendéis? El que está noche no
acabe nadie como vuestra amiga depende de lo que ahora hagamos. Es
más si conseguimos una pastilla igual a la que tomo ella, es probable que la
ayudemos a recuperarse… (Sierra, J, 1997, p. 28).
En el anterior fragmento y como se repetirá a lo largo de la narración, se dan una
sucesión de eventos que no ofrecen al lector imágenes únicas, dejando una
sensación de que está todo dicho, es como si se impusiera un punto de vista a
través de la enseñanza que desde un comienzo persigue afanadamente
(Fundalectura, 2009). Mi segunda opción fue un fragmento de un escritor brasileño
a quien por suerte descubrí dentro de los invitados a la 25 Feria Internacional del
Libro en Bogotá. Bartolomeu Campos de Queiros, en su libro “El ojo de vidrio de
mi abuelo”. En este hermoso relato el autor nos comparte a través del protagonista
un relato en primera persona que presenta al abuelo de la infancia que todos
quisimos tener y que
imaginamos como un ser único, casi un héroe de lo
maravilloso. De este libro escogí el siguiente fragmento:
No sólo casos de almas del otro mundo sabía contar mi abuelo. Él amaba
también las historias de los ciclopes. Antes de que el sueño me abrazara,
me sentaba a su lado derecho. Él amoroso, me hablaba de esos seres
inmensos, que tenían apenas un ojo redondo en mitad de la frente. Algunos
decían en poesía que eran muy fuertes, capaces de construir muros con
grandes y pesadas piedras que ningún humano podría cargar. Cercaban las
ciudades para proteger los reinos. Otros decían que paseaban por los
campos pastoreando ovejas con una delicadeza aún mayor a sus fuerzas.
Conducían los animales entre sones de flauta y cantos nostálgicos.
Los ciclopes, decía él, eran hijos de Gaia y Urano, mejor dicho, hijos de la
tierra y el cielo. Vivian en Sicilia y eran amados por Zeus, el dios del
Olimpo. Fueron ellos, también, buenos herreros, quienes forjaron los rayos
de luz que se desprendían del cuerpo de Zeus.
Cuando yo me acostaba, me ponía a pensar. Si mi abuelo, un día, hiciera
un altar, no sería para santa Lucia. Él pondría en el trono a los ciclopes.
(Campos, B, 2007, p.32).
Por ser el fragmento sólo una parte del relato, puede esto convertirse en una
dificultad, ya que los estudiantes no accederán a la totalidad del texto; sin
embargo es posible apreciar cierta unidad que fundamentalmente está dada por
su lenguaje literario. El lector incursiona como lo afirma (Colomer, 2005) en la
tradición cultural, cuando la obra literaria se forma en relación con lo que ha sido
dicho por los demás. Esto lo podemos apreciar cuando resuenan un coro de voces
que nos hablan de cíclopes, seres míticos, dioses griegos. Está entonces, lo
narrado como parte de una tradición, pero al mismo tiempo surge un lenguaje que
dotado de simbolismo nos habla de lugares y personajes de manera novedosa e
insospechada (Fundalectura, 2009).
Una semana después quise seguir indagando el tema de los ciclopes y encontré
un cuento del escritor colombiano Santiago Londoño Vélez, en su Libro de los
monstruos buenos, allí aparece una historia titulada la Metamorfosis del señor don
ciclope. Una versión moderna y divertida de un Ciclope que es transformado por el
amor “lo cierto del caso es que ayer sin darse cuenta, el señor don Cíclope había
mirado a Martina Galatea cuando colgaba la ropa para secarla al sol y en cuestión
de instantes se había enamorado de ella”. Los libros para niños y jóvenes
conmueven y divierten al lector, el tema del amor resulta de mucho interés porque
se acerca a uno de los temas clásicos en la literatura, siempre actuales y aún
más en la adolescencia debido a las experiencias del primer amor.
La Aproximación Didáctica - Estética
Cómo leer los textos y para qué leerlos son preguntas que centran el tipo de
mediación del docente en el aula. En mi caso estas preguntas se abordan a partir
del enfoque
hermenéutico analizado por Hernández, J y Pachón, T (2012)
quienes a su vez retoman a Rodríguez (2006) los tres momentos del interpretar.
Primero el lector se dispone a disfrutar o a padecerlo el textos, luego a
comprenderlo y por último a hacerlo expresable, recogiendo su impresión
sentimental y la experiencia comprensiva.
La disposición estética a la lectura de los textos seleccionados sin que se haya
tratado de una secuencia lineal, en ocasiones con saltos inesperados entre un
texto y otro, estuvo dada por tres actividades previas a las lecturas que tuvieron la
intención de evocar en los estudiantes recuerdos, ideas, emociones acerca de los
Ciclopes:
a. Los estudiantes consultaron y cortaron una imagen de un Ciclope que luego
debían traer a la clase.
b. Les propuse que se vendaran un ojo en sus casas y que experimentaran si
se veía diferente
c. Narre de manera oral del episodio de la Odisea de Homero cuando Ulises
enfrenta a Polifemo, ellos, agregan algunos datos, de la consulta que
hicieron, y luego les hablé del amor no correspondido de Galatea hacia
Polifemo. Mencioné la pintura de Rafael que representa a la ninfa Galatea.
El momento de la Comprensión se abordó a través de actividades de lectura
compartida. Según Solé (1992) éstas permiten al lector durante la lectura: formular
predicciones, plantearse preguntas y aclarar dudas acerca del texto. A medida que
se leen lo textos, por lo general en voz alta, se pueden hacer pausas para
conversar sobre los hechos narrados, los estudiantes hacen predicciones sobre
los que entienden, luego pueden verificarlas, con una segunda lectura o
contrastándolas con las de otros compañeros. El momento de la comprensión
también se da cuando se ha terminado de leer y se quiere fijar la atención en
aspectos peculiares que aun no se han observado, se trata de aquellas preguntas
especiales (Chambers, 2007) que el docente encuentra relevantes y ha preparado
de antemano. Por ejemplo, después de haber leído los dos textos seleccionados
planteé las siguientes preguntas:
¿Qué situaciones narradas en el cuento son retomadas del mito griego?
¿Qué situaciones narradas en el cuento son creadas por el escritor?
Con estas preguntas intenté observar hasta qué punto los estudiantes podrían
reconocer aspectos tradicionales del mito y hasta dónde podrían identificar los que
fueron recreados por el escritor, es decir aquellos que resultaron novedosos.
SITUACIONES RETOMADAS DEL MITO

Los
personajes
porque
SITUACIONES CREADAS POR EL ESCRITOR
se

de Polifemo
mencionan en el cuento, el
nombre de Ulises, Galatea y

El Cíclope usa zapatos
los
de

El Cíclope se transforma
Polifemo: Poseidón y la ninfa

La isla no aparece ni en los
padres
(dioses)
Toosa.

mapas muy antiguos.
La actividad del Cíclope en el

Galatea era humana.
cuento es cuidar ovejas, ser

El Cíclope se transforma por el
pastor.

amor.
El tema del cuento es sobre

Cíclopes.

Habla
de
Polifemo
Homero,
escritor
se
enamora
temen al Cíclope.

de
Galatea.

Los hechos metafóricos cuando
se narra cómo los animales le
griego de la Ilíada.

Galatea corresponde al amor
espejo.

La personalidad de Polifemo,
huraño, gruñón, fuerte.
El Cíclope se mira en un
El Cíclope cambia físicamente,
tendrá dos ojos.

El
Cíclope
cambiará
de
temperamento.
Hacer expresable la lectura me llevó a proponer un ejercicio de escritura que
implicó la elaboración de un Guión Creativo, redefiniendo la creatividad quise
llevarlos a una escritura que si bien tuviera en cuenta aspectos ya leídos o vistos
por ellos de manera individual o conversados en la clase, también fue importante
que ellos propusieran algunos tópicos novedosos.
Iván Mora.
Conclusiones

Cuando los docentes nos planteamos una actividad cuyo centro es la
lectura, podemos decir que entramos en el ámbito de la promoción de
lectura y que en ocasiones nos convertimos en mediadores, no solamente
con unos objetivos lúdicos como lo haría otro tipo de mediador en un
espacio de lectura más informal (biblioteca), sino que nuestros propósitos
pasan también por unas búsquedas pedagógicas y didácticas.

Leer literatura implica entonces entrar en relación con el lenguaje literario,
un lenguaje
plural, plurisignificativo por su carácter connotativo. En la
escuela esto implica sumergir a los lectores jóvenes en una experiencia
estética que los relacione directamente con lo imaginario, se trata de un
lugar de expansión a las identidades (Petit, 1999, p.76) más allá de los
modelos de la cotidianidad o de los estereotipos reforzados por los medios
de comunicación. Esta expansión conlleva una ampliación del sentido: el
Monstruo del inicio antes de leer los relatos, ya no será el mismo después
de asociarse con un Ciclope que es transformado por el amor.

La lectura de textos literarios en la escuela no puede ser un asunto dejado
al azar, los docentes debemos ser consientes que el tipo de lenguaje
literario está colmado de significados plurales y esto, ya impone un
tratamiento distinto con el tipo de actividad que propongamos a nuestros
estudiantes.
Referencias
Campos, B (2007). El ojo de vidrio de mi abuelo. Bogotá: Babel Libros.
Chambers, A (2007). Dime. Los niños, la lectura y la conversación. México: Fondo
de Cultura Económica.
Hernández, J & Pachón, T. (2012). Experiencias de lectura del texto literario con
estudiantes de segundo ciclo con un enfoque hermenéutico. Tesis de maestría no
publicada. Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá, Colombia.
ICFES (2007). Sobre las pruebas saber y de estado: una mirada a su
fundamentación y orientación de los instrumentos en lenguaje. Bogotá: ICFES.
FUNDALECTURA (2009). Cómo reconocer los buenos libros para niños y jóvenes.
Bogotá: Fundalectura.
Londoño, V (2006). Libro de los Monstruos Buenos. La metamorfosis del señor
don Cíclope. Bogotá: Fondo de Cultura Económica.
Petit, M (1999). Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. (2003). México:
Fondo de Cultura Económica.
Rodríguez, M. (2006). Hacia una comprensión fenomenológica del discurso
literario. En: Revista EnunciaciónUniversidad Distrital Francisco José de Caldas.
Bogotá.
Sierra, J (1997). Campos de fresas (2011). Madrid. Ediciones SM.
Descargar