La entrada de las células inmunitarias innata en el SNC Varias quimiocinas juegan un papel en el reclutamiento de células inmunes, incluyendo natural killer (NK) las células, los neutrófilos y los monocitos. Las células NK son linfocitos citotóxicos, que destruyen células a través de la apoptosis mediada por granzima y perforina. Las células NK expresan receptores de quimioquinas, incluyendo varios CCR4, CCR7, CXCR4, y CX3CR1 y juegan un papel importante en la respuesta inmune contra las células tumorales e infectadas por virus. Los estudios que utilizan el modelo de EAE indican que CX3CR1 es necesario para el tráfico de células NK reguladores en el SNC, que controlan la gravedad de la enfermedad. De acuerdo con esto, CX3CR1-deficiencia se asoció recientemente con aumento de la severidad de la enfermedad en la uveítis autoinmune experimental. En contraste, el reclutamiento de neutrófilos en el sistema nervioso central en la configuración de la EAE se asocia con empeoramiento de la enfermedad, porque promueven la infiltración de leucocitos y la desmielinización. Los neutrófilos tradicionalmente asociados con el aclaramiento de los patógenos, expresan CXCR1 y CXCR2, que a los que se unen CXCL1 y CXCL2, respectivamente. Estudios recientes identifican las señales moleculares involucradas en el reclutamiento de neutrófilos: indican que Th17 expresado por la infiltración de células T CD4 + media la expresión en el SNC de CXCL1 y CXCL2, que son necesarios para los sistemas CNS neutrófilos el reclutamiento y la inducción de la EAE. Crónica sobre-expresión de la citoquina inflamatoria IL-1β en el sistema nervioso central, sistema que utiliza un modelo de ratón transgénico llevado a ruptura de la BHE, la expresión de CCL2 del hipocampo, y la infiltración de leucocitos, incluyendo las células T, macrófagos, neutrófilos y DCS. Tomados en conjunto varios resultados de diferentes estudios sepuede concluir que la IL-1β es un potente estímulo para la infiltración de leucocitos en el SNC, incluyendo el reclutamiento de neutrófilos. Sin embargo la expresión de IL-1β por sí sola no es suficiente para inducir la inflamación o degeneración neuronal. Dentro del SNC, la microglia actúan como la principal forma de defensa inmune y comparten muchas características fenotípicas y funcionales con los macrófagos periféricos. En muchas patologías del SNC, incluyendo la neuroinflamación, la microglía altera su morfología y el fenotipo y proliferan rápidamente, es un fenómeno denominado microgliosis. Aunque la respuesta de la microglía a la inflamación del SNC ha sido bien caracterizado, el origen de estas células no se conoce. Muchos estudios se han basado en quimeras(que se cree posible perono lo es) de la médula ósea, producidos por la irradiación de los ratones para matar las células del huésped de la médula ósea y la inyección de células marcadas de la médula ósea de un donante no irradiado. Un inconveniente de estos estudios es que la inyección de células de médula ósea en el circulación periférica puede dar lugar a la presencia no fisiológica de los precursores hematopoyéticos dentro de la circulación. Además, la irradiación se ha demostrado que conduce a la inducción de citoquinas inflamatorias y ruptura de la BHE, que puede permitir la entrada de células hematopoyéticas que de otro modo quedarían excluidos del sistema nervioso central. Además, no hubo células GFP positivos en el parénquima del SNC en modelos agudos y crónicos de microgliosis sistema nervioso central, lo que indica que las células de microglia son capaces de llevar a cabo una rápida y sostenida auto-renovación. Estos autores demostraron que la irradiación del destinatario parabiosis, pero no el de los donantes, no induce la infiltración de células hematopoyéticas periféricas en el SNC. Los resultados de este estudio sugieren que la presencia de derivados de donantes las células microgliales en el SNC receptores parénquima reportado en estudios anteriores de la médula ósea quimera puede resultar de la no fisiológico introducción de células de la médula ósea progenitoras en la circulación periférica, junto con la irradiación craneal. Mildner et al. investigó el papel de la radioterapia en los huesos estudios quimera utilizando un enfoque radiación dirigido por el cual los ratones recibieron selectiva de cuerpo radiación que salvó la cabeza [165]. Poblaciones microgliales en estos ratones protegidas excluidos macrófagos de sangre periférica obtenidos en condiciones normales, así como durante la fase aguda microgliosis y de la neuroinflamación crónica (con cuprizone inducida por el cuerpo calloso desmielinización). En conjunto, los estudios realizados por Ajami et al. y Mildner et al. demostrar que SNC la irradiación es necesario pero no suficiente para permitir que las células mieloides en la periferia de cruzar la BHE en el SNC y residir en parénquima microglia. Finalmente, en la médula ósea irradiada las quimeras y los experimentos de transferencia adoptiva identificados monocitos periféricos expresar Ly-6C y CCR2 como ser preferentemente reclutados para el sistema nervioso central durante el microgliosis y la inflamación. Los autores identifican esta subpoblación de monocitos como el precursor directo de macrófagos del parénquima con la morfología de la microglia en el cerebro adulto, lo que sugiere que estos Las células pueden utilizarse como vehículos para introducir genes terapéuticos o de otros a través de la BBB para el SNC.