Santiago, 6 de febrero de 2012 Señora María Ignacia Benítez Ministra del Medio Ambiente Presente De nuestra especial consideración: En relación con el proceso de consulta pública del anteproyecto de revisión de la norma primaria de calidad del aire para material particulado respirable de 10 micrones, MP10, esta Sociedad es de la opinión que además de la derogación de la norma anual debiera considerarse, también, la derogación de la norma diaria. Ello permitiría concentrar los esfuerzos de control de la contaminación atmosférica en la fracción fina del material particulado respirable, cuya norma de calidad anual y diaria, MP2.5, entró en vigencia el 1º de enero de 2012, toda vez que la fracción gruesa es fundamentalmente de origen natural y, por lo tanto, prácticamente imposible de controlar. De acuerdo con la experiencia nacional, el haber contado con una norma diaria y anual para MP10 no ha significado ninguna mejoría en la calidad del aire, respecto de la fracción gruesa del MP10. Antes bien, los esfuerzos concretos de la autoridad ambiental se han focalizado siempre en la fracción fina, esto es, en el MP2.5. El caso de la Región Metropolitana –que desde principios de la década de los años 90 se ha sometido a diversas medidas de descontaminación del aire- es paradigmático. En efecto, en el período 1989-2007, mientras la fracción fina del MP10 se redujo en un 53%, la fracción gruesa del mismo aumentó en un 16% aproximadamente, esto es, desde 34,5 ug/m3 a 40,5 ug/m3, tal como se puede apreciar en el recuadro siguiente: ¿Cuál ha sido la razón por la que los esfuerzos de descontaminación de la autoridad ambiental se han focalizado únicamente en la fracción fina del MP10? La respuesta la podemos encontrar, para el caso de la Región Metropolitana, en el propio Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférico, PPDA, publicado en el Diario Oficial el 16 de abril de 2010. Dicho documento advierte que, revisada la composición química del MP10 se pudo constatar que el 49% del MP10 es de origen natural, es decir, no antropogénico. Esa es la razón por la cual el PPDA oficializado en abril de 2010 propone focalizar –una vez más- las medidas en la fracción fina del material particulado respirable, PM2.5, ya que sobre la fracción gruesa no hay posibilidad alguna de ejercer control, desde que es de origen fundamentalmente natural: Lo anterior tiene perfecta lógica si se considera –adicionalmente- que los problemas de calidad del aire de la Región Metropolitana por material particulado respirable se presentan únicamente en el período abril-agosto, oportunidad en la cual la fracción fina del MP10 aumenta a aproximadamente un 70%, por el uso de la leña en el sector residencial, tal como se aprecia en el recuadro siguiente: En el caso de Santiago al Sur, la derogación de la norma diaria y anual de MP10 tampoco tendrá ningún efecto real, toda vez que la fracción fina del material particulado respirable puede llegar incluso al 90%, de manera que con la norma MP2.5 es perfectamente factible controlar la contaminación atmosférica por material particulado respirable. En el Norte la participación de la fracción gruesa dentro del MP10 es aún mayor, y en su inmensa mayoría es de origen no antropogénico. Esa es la razón por la cual los planes de descontaminación que se han aprobado por la autoridad ambiental para esa zona geográfica han focalizado las medidas en la fracción fina, que es principalmente de origen antropogénico. Sin otro particular, le saluda muy atentamente, Andrés Concha Rodríguez Presidente