¿ES LA MUERTE EL FINAL DE TODO? EL FIN DE TODA LA HUMANIDAD (7 min.) EN UNA funeraria, amigos y parientes desfilan silenciosos ante el ataúd abierto para contemplar el cadáver del joven de 17 años, cuyo cuerpo el cáncer ha consumido. La madre, desolada, repite una y otra vez entre sollozos: “Tommy es más feliz ahora. Dios quería que estuviera con él en el cielo”. Eso es lo que se le ha enseñado a creer. Durante el resto de los años, mueren millones de personas alrededor del mundo. por ejemplo, en Colombia, según un artículo, la tasa de mortalidad en el año 2016 subido respecto a 2015, hasta situarse en el 6,01‰. Además, Colombia ha empeorado su situación en el ranking de tasa de mortalidad. Se ha movido del puesto 49 que ocupaba en 2015, hasta situarse en la posición 53 de dicho ranking en 2016. Antes, la mortalidad se daba por temas de violencia, enfermedades infecciosas y causas asociadas a la maternidad. Hoy dia, lo que más muertes causa en Colombia son los males crónicos como el cáncer, la hipertensión y la diabetes. La realidad de la muerte está a nuestro alrededor. Es natural que nos preguntemos si la muerte pone fin a todo. Al reflexionar sobre el ciclo natural de las plantas, Job, un siervo fiel de Jehová de tiempos antiguos, observó: “Existe esperanza hasta para un árbol. Si es cortado, todavía brota de nuevo, y su propia ramita no cesa de ser”. ¿Y el ser humano? “Si un hombre físicamente capacitado muere, ¿puede volver a vivir?”, preguntó Job Y es que, en muchas ocasiones, los intentos por consolar a alguien que ha perdido un ser querido reflejan varias creencias de que los muertos sigan viviendo en alguna parte después de la muerte. creen que la gente va al cielo o al infierno, o tienen fe en la reencarnación, o que habrá un día de juicio después de la muerte en el que Alá evaluará el comportamiento de cada persona y la enviará al paraíso o al infierno. En algunos países las creencias respecto a los muertos son una curiosa mezcolanza de tradiciones locales y la cristiandad (está en contraposición a lo que enseña la Biblia). En un país asiático, ciertas religiones combinadas dejan las puertas y ventanas abiertas de par en par cuando hay una defunción en la familia, y colocan el ataúd con los pies del fallecido en dirección a la puerta principal; y piensan que con estas medidas se le facilita la salida de la casa al espíritu, o alma, del difunto. A pesar de estas diferencias, parece que casi todas las religiones coinciden en un punto. Creen que algo dentro del hombre —llámese alma o espíritu— es inmortal y sigue viviendo tras la muerte del cuerpo. IR A LA LIBRETA 1. Pero ¿será eso cierto? ECLESIASTES 7:2 La mayoría creen que la muerte es parte del ciclo de la vida; nacer, crecer y morir; pero incluso a ellas les cuesta aceptar que ahí se acabe todo. Tenemos que concordar en que la muerte ha sido “el fin de toda la humanidad”. Entonces, ¿Qué significan estas palabras? ¿De veras es la muerte el final de todo? ¿QUE ES LA MUERTE? (7 min.) Bueno, la muerte es lo opuesto al proceso descrito en GÉNESIS 2:7. En este pasaje declara acerca de la creación del hombre. Pero ¿Dice que Jehová puso en el hombre un alma separada y distinta de su cuerpo? Eso es lo que muchas personas religiosas quisieran leer en lo que este texto dice. De hecho, la traducción bíblica por F. Torres Amat, de 1942, dice: “Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, e inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.” Al pronunciar sentencia contra Adán, Dios dijo: “Polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). Antes de que Dios lo formara del polvo del suelo y le diera vida, Adán no existía. Cuando murió, retornó a ese estado. Su castigo fue la muerte, no la transferencia a otro mundo. ¿Qué le ocurrió, entonces, a su alma? Como en la Biblia la palabra alma con frecuencia se refiere sencillamente a la persona, cuando decimos que Adán murió, estamos diciendo que el alma llamada Adán murió. Esto podría parecer extraño al que cree en la inmortalidad del alma. No obstante, la Biblia afirma: “El alma que peca... ella misma morirá” (Ezequiel 18:4) Es interesante ver la consonancia existente entre estas declaraciones bíblicas y lo que científicamente se denomina el proceso de la muerte. En la persona, por ejemplo, cuando el corazón deja de latir, la sangre cesa de transportar los nutrientes y el oxígeno a los miles de millones de células del cuerpo; al cabo de unos tres minutos comienzan a morir las células cerebrales por falta de oxígeno. La Biblia compara la muerte de un ser humano a la de un animal, pues ambas tienen el mismo resultado; en Eclesiastés 3:19,20 muestra que “cuando muere uno (es decir el ser humano), así muere la otra (o sea el animal)” y menciona que “todos van a un solo lugar”, “vuelven al polvo”, que con la muerte acaban la capacidad de comunicarse y pensar. ECLESIASTÉS 9: 5,6, 10 No están sufriendo ni experimentan ninguna clase de dolor, porque los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto”. Jesús comparó la muerte a un sueño profundo, porque en la tumba, los muertos están inactivos, sin moverse ni sentir. Por lo tanto, no debemos tener miedo a los muertos ni tratar de complacerlos mediante ofrendas. No pueden ayudarnos ni hacernos daño, porque en la tumba “no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol”. ¿Qué es el Seol? La Encyclopædia Britannica dice que es “un lugar donde no hay dolor ni placer, castigo ni recompensa”. Este hecho nos perturba por una buena razón: fuimos hechos para vivir eternamente; a nadie le gusta o quiere morir. En el paraíso de Edén Dios colocó ante los padres terrestres de la humanidad la expectativa de vivir felizmente en perfección “hasta tiempo indefinido.” Puso ante ellos un futuro eterno con la condición de que continuaran en obediencia exenta de tacha a él. Así ‘puso el tiempo indefinido en el corazón de la humanidad.’ (Ecl. 3:11) las verdades que se analizaron en la Conmemoración anual de la muerte de Cristo nos ofrece motivos para tener esperanza; el asistir significa más que sencillamente creer en el sacrificio de Jesús. Todo cristiano tiene que aceptar el rescate y ejercer fe si quiere alcanzar la vida eterna. PORQUE LA MUERTE DE JESUS NO FUE EL FINAL DE SU VIDA (9 min.) Pero la muerte es el castigo por el pecado ROMANOS 6:23 Si Adán no hubiese desobedecido y pecado, ¿habría muerto?, o si el hombre fuera efectivamente al cielo al morir, ¿no serían el pecado y la muerte una bendición en vez de una maldición, como dice la Biblia?, por eso Jesús no cometió ningún pecado, tenía el derecho legal de seguir viviendo para siempre como ser humano. Jesús completó el gran acto de expiación después que resucitó y volvió al cielo como criatura espiritual a reunirse con su amado Padre, presentando el valor de su vida humana perfecta en sacrificio, Gracias a ese sacrificio, todos aquellos que se arrepienten sinceramente de sus pecados y se hacen discípulos de Jesús pueden gozar de una buena relación con Dios. 2 COR. 5:14,15 Esto significa que la deuda que todos teníamos con Dios por ser pecadores ha sido pagada gracias al sacrificio de Jesús, ya que pueden eliminarse las consecuencias del pecado heredado, entre ellas la muerte. IR A LA LIBRETA 2. Considerando esto, usted y yo debemos sentirnos agradecidos a dar estos pasos en respuesta amorosa y ansiosa a la provisión y la invitación bondadosa de Dios. A uno no se le pone bajo presión ni se le obliga a hacerlo. Más bien, debemos considerarlo como un privilegio magnífico Pero surge una pregunta, ¿quiere decir eso que Dios perdona a todo el mundo automáticamente? JUAN 3:36, en un diccionario, la palabra EJERCER, significa mostrar un comportamiento propio de una determinada condición; eso implica obedecer ciertas normas. Entonces ¿cabría decir que todo el mundo ejerce fe en Jesús de una manera digna como enseña la Biblia? No, solo a quienes le obedecen. Todo esto muestra que la obediencia, según se expresa en las Escrituras, depende primero de oír, es decir, recibir información o conocimiento, y luego de someterse a la voluntad, expresa tal voluntad o deseo. No obedecer es rechazar la palabra de Jehová. Por eso, continúe aprendiendo de Jehová y de Jesús, y ponga en práctica lo que aprenda. El hecho de que Jehová levantara a Jesús de entre los muertos “ha proporcionado a todos los hombres una garantía” de que vendrá el Día de Juicio de Dios y de que habrá una resurrección. LA MUERTE NO TIENE POR QUÉ SER EL FINAL (7 min.) Volvamos a la pregunta que hicimos al inicio del discurso ¿es la muerte el final de todo? Lo seria si no fuera por Dios y Jesús. A pesar de los grandes avances científicos, el ser humano no puede crear vida ni devolverla a quienes han fallecido. IR A LA LIBRETA 3. El único que puede hacerlo es Jehová. Los siervos de Dios de la antigüedad demostraron su fe en la resurrección, DANIEL 12:13 lo confirma. Él fue uno de los que ‘corrieron con aguante’, impulsado por un amor profundo a Dios. Después de revelarle mucha información respecto al futuro de los gobiernos del mundo, Jehová le envía a él estas palabras de ánimo. Jesús demostró que Dios desea resucitar a los muertos y que tiene el poder para hacerlo; en los evangelios lo muestran, el relato de Lázaro, el hijo de una viuda y la hija de Jairo. Ha pasado suficiente tiempo para que todos hayamos visto las consecuencias de desobedecer las leyes de Dios; se acerca rápidamente el día que él ha fijado para intervenir en los asuntos mundiales; y la Tierra restaurada levantara a los muertos y hará posible que la humanidad disfrute de vida eterna en la Tierra. (veamos un video cómo una hermana que está pasando una situación dolorosa, medita en la resurrección utilizando imaginación, la cual fortalecerá la esperanza de la resurrección, y como nos ayudará a nosotros) VER VIDEO 1 Si sirve a Jehová con lealtad, no solo disfrutara de innumerables bendiciones ahora, sino que al final, brindara infinitas oportunidades, de aprender más acerca de Jehová, y gozara de vida eterna con sus amados seres queridos.