El mejor regalo

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EL MEJOR REGALO
¡MI MADRE!
Don Bosco siente la ausencia del Oratorio, pero durante la
convalecencia de su enfermedad ha seguido pensando en sus
jóvenes.
¿Lo que necesitan? ¡Una familia!
Y en la familia a la madre.
A Margarita le supone romper con todo: familia, ambiente, dar
el salto a la gran ciudad, “emigrar” cuando ya es mayor.
Pero ¡es el mejor regalo de Don Bosco a sus jóvenes!
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EL MEJOR REGALO
¡MI MADRE!
Don Bosco ha estado convaleciente durante algún tiempo en la casa
de su madre, en I Becchi, aunque pronto siente la llamada de los
chicos:
 Mis chicos me necesitan.
Mamá Margarita, ya mayor, próxima a ser abuela, se resiste al
regreso de Juan a su trabajo y misión en Turín. Aún debe de terminar
de restablecerse.
Pero la contrapartida de Juan le sorprende
 ¿Querría venir conmigo a Turín?
 No me pidas eso… además ¿que podría hacer por ellos?
La respuesta inmediata de don Bosco parte de su misma
experiencia:
 Puedes hacer con ellos lo mismo que has hecho con
nosotros.
Y es que don Bosco ha comprendido que sus muchachos carecen de
un elemento fundamental de su clave educativa. Aquellos jóvenes
viven fuera de su familia y necesitan una familia. Por eso entiende
que necesitan de una madre.
La respuesta generosa de Mamá Margarita no se hace esperar. Por
eso la película nos presenta la sorpresa de los jóvenes que corren al
encuentro de don Bosco mientras les dice:
 ¿Quién ha dicho que don Bosco no está aquí?
Quizás aquellos chavales, siempre que llegaba don Bosco esperaban
un regalo. Algo bueno para ellos
 Os he traído el mejor de todos los regalos, ¡mi madre!
Una lección más de la madre a su hijo y a aquellos chavales. Una
lección de generosidad. Ser capaz de abandonar la placidez de su
vida ya tranquila de I Becchi porque ha entendido que Dios la llama a
seguir cerca de su hijo, sirviendo a una nueva familia. La del oratorio
de don Bosco.
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Imágenes
Sacar agua del pozo
Indisciplina “porque no está Don Bosco!”
¡Debería daros vergüenza!
Carrera, superando obstáculos, hacia Don Bosco
¿Nos ha traído un regalo?
Recursos y sugerencias para la propuesta y el
diálogo
Mis chicos me esperan.
Sé qué les falta a mis chicos: ¡una familia!
El Señor es quien ilumina tu camino. No yo.
Lo que has hecho siempre: criarlos, darles tu amor.
Para una educación en valores
La madre: ¡el mejor regalo!
Fidelidad: ¡Ha vuelto!
Generosidad. ¡No me pidas eso!
Sentido religioso: ¡el Señor es quien ilumina tu camino!
El valor de la vida ordinaria: “¡lo que has hecho siempre!”
Competencias de referencia
Competencia emocional visible
. Entre Margarita y su familia donde va a nacer un niño
. Entre Juan y su madre
. Entre Don Bosco y sus jóvenes
Aprender a decidir
Competencia espiritual
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EDUCACION PRIMARIA
Muchas veces, cuando encontramos a una persona que queremos
mucho, cuando llega a casa alguien que hace tiempo que no vemos,
los tíos, los abuelos, … nos sale la misma pregunta que hacen los
chavales a Don Bosco, cuando vuelve después de pasar un tiempo sin
verlos ¿Cuál es esa pregunta?
 ¿Qué me has traído? ¿Nos has traído algo?
No sé si nos han regalado algo últimamente. ¿Nos han hecho algún
regalo? ¿Sí? ¿Cuál?
Vamos a contarnos entre nosotros el regalo que hemos recibido, sea
de poco o mucho valor, ¿quién nos hizo el regalo? ¿con qué motivo?
¿por qué?
 Cuando vino…, cuando ocurrió que… cuando nos
encontramos con…
 Me dieron, me trajeron… como regalo…
 Y yo sentí… me gustó porque… me sirvió para…
 Y ahora cuando veo aquel regalo me recuerda que…
¿Por qué pensaba Don Bosco que el “mejor regalo” que podía hacer a
sus muchachos era Mamá Margarita? Alguien de vosotros ¿se
atrevería a decirle a alguien: te regalo a mi mamá? ¡Te la doy!
Pero Don Bosco no hace eso, Comparte el regalo con sus chicos.
 Mi mamá, Mamá Margarita, será, desde hoy, nuestra mamá.
¿Qué quería decir Don Bosco con esto? Os he invitado a venir a mi
casa a vosotros que muchos no tenéis papá o mamá… Y Mamá
Margarita va a ser la mamá de todos nosotros! Yo la he traído porque
para y para mi hermano Antonio y para el otro hermano, José, ha sido
una mamá estupenda. Por eso quiero que ella sea mi mejor regalo
para vosotros.
¿Tu mamá, tu papa son para ti un buen regalo? Vamos a contárnoslo!
Hoy vamos a decirle a las mamás, cada uno a la suya, lo que le decía
Don Bosco a su madre… ¡Mamá, lo haces muy bien! ¡Menudo regalo
que he recibido teniéndote a ti! ¡Quiero que sigas haciendo conmigo
lo que siempre has hecho! …
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EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA
Don Bosco pide a su madre dos cosas difíciles:
 “Me vuelvo a Turín. Los chicos me necesitan…” Sé que tú me
necesitas, pero ellos son más pobres. ¡Ni siquiera tienen
madre!
 Pero no me voy solo. Te pido que vengas conmigo para ser
madre de aquellos chavales ¿Cómo? ¡haciendo lo que
siempre has hecho! Quiero compartir con ellos tu cariño,
queriéndonos y enseñándonos a querer a la gente.
Dos preguntas que rompen los planes de Mamá Margarita:
 Sigue aquí, que aun no te has recuperado del todo.
 No eso no. Yo tengo aquí mi vida. Y además qué voy yo a
darles a esos chicos?
Los cristianos tenemos una persona de referencia en cuanto se
refiere a la figura de la madre: María, la madre de Jesús. Y a ella le
ocurre casi lo mismo. Se le rompen los planes cuando empieza a
descubrir que Dios le pide algo nuevo y extraordinario. Tiene que
tomar una decisión. De hecho la Biblia nos dice:
 Ella se asustó ante el saludo del ángel.
 ¿Cómo va a ser posible si no conozco varón?
María y Mamá Margarita, cada una en su estilo aceptan la invitación:
María: Aquí está la esclava del Señor. ¡Hágase como tú quieras!
Mamá Magarita: Es Señor es quien ilumina tu camino. ¡No yo!
Y las dos, cuando ponen a Dios por delante de sus planes, se
convierten en un “regalo” para el mundo. María con vuestra misma
edad 15, 16 años, con la vida por delante y Mamá Margarita, ya casi
abuela, cuando parece que le queda poco por hacer..
Cada uno de nosotros tiene sus planes y los vamos construyendo
poco a poco. En la adolescencia nos toca ir perfilando, estudios,
trabajo, vocación, estilo de vida, etc. Pero ¿somos capaces o nos
atrevemos a dejar algún espacio a Dios en estos asuntos?
En cualquier caso, un criterio para decidir y preparar nuestros
caminos de futuro puede ser hacer de cada uno de nosotros, un
regalo para los demás. ¡Cuestión de atreverse!
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BACHILLERATO – FORMACIÓN PROFESIONAL
A lo largo de su vida, Don Bosco, va desarrollando un Proyecto con
no pocas dosis de improvisación que suponían continuos cambios,
vivir en la provisionalidad, caminar en la cuerda floja, como el
saltimbanqui de I Becchi cuando lo hacía con 9 ó 10 años.
Pero la novedad de cada día le llevaba a decidir con unos criterios
firmes que en Don Bosco y en Margarita pasaban por el querer de
Dios, las necesidades de los jóvenes y la apertura de nuevos
caminos, etc.
También en nuestra vida tenemos cerca y tendremos que caminar y
decidir sobre nuestra profesión, nuestro empleo, nuestro proyecto de
familia, el modo de vivir nuestra fe, nuestra conducta ética, moral,
política, ecológica, … ¡Son tiempos de concretar mejores criterios,
más estables, más seguros, más éticos… salvo que prefiramos que
otros decidan por nosotros.
Siempre, tendremos que correr el riesgo de decidir, aunque en la
mayoría de las veces nos invitan a decidir únicamente por
 lo que me pasa o lo que ocurre,
 lo que siento o cómo me voy a sentir en uno u otro caso,
 lo que dice la mayoría, porque si no me sentiré raro,
 lo que me dicen los que mandan para no tener líos,
 lo que pensarán de mi los demás,
es decir, decidir de forma directa o indirecta, por criterios impuestos
desde fuera.
Mamá Margarita y Don Bosco, tienen que decidir. ¿Lo más sencillo?
Seguir en casa: un nieto, la recuperación de Juan. ¡Lo más fácil y, en
cierto modo, lo más sensato! Pero, la sensatez no les basta. Juan lo
ha aprendido de su madre: necesitan criterios firmes:
 Don Bosco: los chicos, me necesitan, necesitan una familia
 Mamá Margarita: Dios ilumina los caminos ¡no nosotros! Los
chavales necesitan una familia y una madre… basta darles lo
que siempre ha hecho con sus hijos.
En síntesis: “lo que Dios quiere” y “lo que otros necesitan” ¿Nos
valen? Hoy después de muchos años comprobamos que acertaron.
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PADRES, MADRES, FAMILIAS
Los chavales de Don Bosco llegaban a Turín desde los pueblos de
alrededor y de la Región del Piamonte. La asistencia a la escuela no
era obligatoria, las familias tenían muchos más hijos. Aunque muchos
morían muy pequeños, había que salir pronto de casa, abandonar el
campo aun siendo fuente de seguridad y de supervivencia.
En aquel momento, Turín, capital del Piamonte, contaba con la Casa
Real y el Gobierno. Era una ciudad abierta a una verdadera revolución
social. Estar cerca de los centros de decisión y de poder o
aprovechar las oportunidades que ofrecía la gran ciudad, eran motivos
más que suficientes para que las familias enviasen allá a sus hijos,
incluso a partir de los 10 años. Y allí llegaban.
Era, en la práctica la misma experiencia de Don Bosco, llegado a la
ciudad desde el campo y desde una cultura agrícola, que entiende y
sintetiza con facilidad la situación de sus chavales: “Ya sé lo que
necesitan. Necesitan una familia! … Y con ella una madre.
Y aquí una decisión heroica, de Don Bosco y ¡cómo no!, de Mamá
Margarita. ¡Cambiar todo cuando ya es mayor! ¡Salir de su medio, de
la seguridad del saber lo que tiene que hacer, hacia lo desconocido y
a hacer, le dice Don Bosco, lo que siempre ha hecho con sus hijos!
Una situación que hoy se reproduce en muchos niños y jóvenes que,
rodeados de tantas cosas y comodidades en la “república” de su
casa o de su habitación, se ven carentes de una verdadera familia.
Don Bosco y Mamá Margarita se convierten en llamada a nuestras
familias. Padres y madres, ¿tendremos que revisar si vale la pena
correr el riesgo de cambiar nuestros modos de hacer, nuestro
empleo de tiempo, del dinero, de los saberes que hemos adquirido,
del prestigio, de la imagen, de nuestra realización…? ¿Por qué Dios
lo quiere? ¿Por qué nuestros hijos lo necesitan? ¿Tendremos que
renovar, más o menos a fondo, nuestro proyecto inicial de pareja, de
familia, de hijos, con el ¿qué vamos a hacer? de Mamá Margarita?
Don Bosco y Mamá Margarita, aplican dos claves: “los chicos nos
necesitan”, y “Dios es el que ilumina los caminos ¡no nosotros!” ¿Nos
valen como criterios?
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EDUCADORES, PROFESORES, ANIMADORES
La película nos muestra la importancia de una presencia. La falta de
disciplina de los chavales se interpreta como consecuencia de que
“no está Don Bosco” en casa.
De hecho, la aparición de la figura de Don Bosco, genera
inmediatamente una reacción de alegría en los chavales. Y un detalle
de familia. Los niños reciben al padre después de una larga ausencia
de enfermedad y convalecencia con una expresión familiar ¡habrá
traído algún regalo! Don Bosco no se corta: ¡el mejor regalo! Mi
madre.
Un convencimiento significativo para nosotros educadores:
 nuestros destinatarios, merecen un regalo;
 el mejor regalo que les podemos dar, nuestra fuente de vida,
la que explica el qué y el porqué de nuestro compromiso
educativo. La “madre” de nuestras decisiones y de nuestra
vocación educativa.
Y es que la labor educativa exige una función maternal, generadora de
vida para que “la tengan abundante” que diría el Maestro. Una función
que Don Bosco y Mamá Margarita concretan en una casa y una
familia como la que ellos han compartido en I Becchi para aquellos
chavales, carentes de familia y, convencidos, desde la experiencia, de
que su vida vale poco. ¡Como tantos de los nuestros!
He aquí un desafío interesante para los educadores: convertirnos en
un buen “regalo” para nuestros destinatarios, donde encontrarán no
sólo nuestros saberes compartidos, sino algo de nuestra vida y, con
ella, más motivos para descubrir las raíces y el valor de la suya.
A la hora de concretarlo, la propuesta es sencilla, hacer de nuestra
clase, grupo, aula… un espacio de “familia” visible en el cariño, las
relaciones, las actitudes, los valores de “lo que has hecho siempre”
que decía Don Bosco a mamá Margarita, demostrando, si es posible,
que también, para nosotros, es el Señor ¡quien ilumina nuestro
camino!
¡Un empeño y compromiso apasionantes!
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