La escuela austricaca de economía, justificación científica de la meritocracia, esta última a su vez discurso de legitimación del neo liberalismo, es una religión de salvación. Para comprender esto primero hay que saber qué es una religión de salvación. Con ese fin nos remitimos a un himno del Rig Veda, tomado del libro “Himnos del Rig veda”, de la editorial Las cuarenta. Estos himnos, corazón del hinduismo, fueron escritos entre el 1500 y el 1200 A.C. y trasmiten la unión entre los pueblo que habitaban India y la invación de las tribus indo-europeas. Estas tribus eran un conjunto de tribus con lenguajes y costumbres comunes, que con la utilización del caballo y el hierro lograron imponerse sobre los pueblos de Europa, medio oriente e India. Estas invasiones quedan retratadas en las religiones por el doble tema del padre Sol y la madre Tierra. El primero de estos se encuentra ligado a la vida nómade de estos pueblos, que veían en ese astro el fundamento de la vida, y el segundo por la principal deidad de los pueblos sedentarios y agrícolas. Si bien esta conjunción temática excede a los pueblos conquistados por los indo-europeos, pues se encuentra incluso en la cultura andina, en el caso indo-europeo tiene siempre la misma solución: el Sol domina sobre la Tierra. En esta solución particular se encuentra el germen del monoteísmo, en la medida en que el Sol señorea como ser único sobre la Tierra, y se espiritualiza en fundamento regente encontramos la gran matriz lógica de las religiones de salvación. Podemos verla en el himno a Varuna, un dios sobre el que ocurre el paso del politeísmo al monoteísmo, antropomófico y a la vez colérico y misericordioso, igual que Jehová. Transcribo las últimas dos estrofas, por brevedad, de la página 54 del libro mencionado: Oh Dios sabio, tú gobiernas todo, el cielo y la tierra. Escúchame en tu camino -------------------------------Para que yo pueda vivir suelta mis cadenas de arriba, desata las de en medio, desata las de abajo. Gobernar el cielo y la tierra significa que es el dios que reúne tanto las leyes naturales como las morales. Esa reunión de ambas en una misma instancia es absolutamente necesaria para estas religiones. La situación es más interesante todavía, esa reunión es armoniosa si se la comprende y quién siga esas leyes será beneficiario de la salvación. Como además se trata de una religión teísta, el punto de reunión es un Dios antropomórfico al que se le puede pedir, no una excepción a la ley, sino que esas leyes se ajusten a mi vida. Volviendo sobre los postulados de la escuela austriaca, estos sostienen que la libertad económica trae el progreso social, que el estado es un impedimento para esa libertad, etc. Esto se fundamenta en una rigurosidad numérica que pretende que tal verdad es una ley natural del mercado. Es decir, llevan algo hecho por los hombres al reino de la naturaleza, quien sostiene esta igualdad de las leyes no es un Dios antropomórfico, sino la ciencia. La paradoja que entre la ley natural entre la libertad de las leyes el mercado y la anti natural ley del estado, debe haber un momento que contradiga esas leyes de la naturaleza, y por lo tanto estar por fuera de las competencias de la ciencia, que sólo puede estudiar las leyes naturales; incluso de lo más artificial que puede haber, como es el mercado, se les pasa por alto. Casualmente, esa paradoja está en todas las religiones de salvación.