Subido por yuliayurova

10 costumbres españolas con la comida que el mundo no entenderá jamás

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10 costumbres españolas con la comida que el
mundo no entenderá jamás
Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un pobre se hace en España.
Pero se hace al revés
27 Febrero 2017 13:32
En España nos encanta comer: cualquier ocasión es buena para sentarse a picar algo y el
placer es doble si se habla de comida mientras se come. El trillado "Spain is different"
tendría más sentido con un pequeño cambio: "Spain eats different". Ahí van las diez rarezas
de un país que ama la comida por encima de todas las cosas y que el resto del mundo
acepta con una mezcla de extrañeza y admiración:
1. Pan con todo
El pan en España es religión. Mienten los que dicen que el fútbol es el deporte nacional. Preparar
bocadillos sería más exacto. Se usa el pan como cuchara, tenedor, cuchillo y plato. Se moja en
todas las salsas y con sopas habidas y por haber, rebaña todos los platos, se usa como base para
embutidos, tortillas, carnes o pescados y hasta hay quien acompaña una ensalada o la paella con
un buen cacho de pan. Estamos seguros que existen españoles que consumen más pan que agua
al final de una semana.
2. Tiempo para desayunar: - 30 segundos
En España lo de desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un pobre se
hace. Pero al revés. El tiempo que se invierte en el desayuno suele ser prácticamente nulo y es un
grave error. Hay quién se toma el café con leche antes de salir pitando por la puerta. Y hay quien
se lo toma en el trabajo, acompañado de algún bocado dulce o salado. El resultado es un apetito
salvaje a media mañana que comporta atracones muy poco recomendados a la hora del almuerzo.
3. El secreto de la tapita gratis con la bebida
En muchas partes de España, como en la Comunidad de Madrid, siempre cae una tapita: frutos
secos, patatuelas, quesos. Y en Andalucía la tapita es más bien tapaza: raciones de guisos,
ensaladillas, embutidos o fritangas te solucionan la comida si te pides un par de cervezas.
4. La hora de cenar no existe ni existirá
En media Europa a las 20h ya han cenado. En EE.UU o el Reino Unido incluso a las 19h ya
cierran el estómago. En España la cena vive en un limbo temporal: quién sabe si hoy se cena a
las 20:30 h, a las 21 h, a las 21:30 h, a las 22 h o si has cenado fuera al salir del trabajo y te vas
directo a la cama. ¿A qué hora se cena en España? Entre las 20h y la 1 de la mañana. Es una
respuesta ambigua, pero es la pura verdad.
5. Con la paella y la tortilla no se juega
Mucho cuidado con intentar tocar un solo ingrediente de recetas tradicionales como la paella.
Que si con sofrito, que si con mariscos, que si con chorizo. Te arriesgas a las críticas más
feroces. Tres cuartos de lo mismo con la tortilla: “¿con o sin cebolla?” es la pregunta que divide
a un país. Modificar la receta original de la paella o la tortilla pueda suponer una ofensa nacional.
Se cambia de gobierno y de pareja, pero no de paella.
6. El agua “del tiempo”
Aunque por aquí los inviernos no son muy duros, a nadie le apetece beber agua helada. Así que
cuando en el bar te preguntan cómo quieres el agua, la pides “del tiempo”, o sea, sin refrigerar.
Por cierto, olvídate del vaso de agua gratis. Aquí el agua se paga (casi) siempre.
7. En la sobremesa se cierran más negocios que en la oficina
En las comidas familiares o entre amigos, lo mejor viene al terminar de comer. Estómagos
contentos y vino dentro, la conversación se relaja, café y digestivos en mano, y se puede alargar
hasta la cena y vuelta a empezar. Muchos, muchísimos negocios se cierran en una sobremesa. Lo
saben bien los empresarios con experiencia. Los restaurantes ya no saben qué hacer para acabar
con las sobremesas. Es igual que ya no sirvan cafés, que apaguen las luces o que el personal
cambie el turno. Una sobremesa es sagrada.
8. La gran mentira de la siesta después de comer
Lo de la siesta es entre un mito y un sueño idílico. Casi nadie pasa por casa a la hora de comer,
tan solo unos pocos privilegiados que pueden dormir media horita para cargar pilas antes de
volver al trabajo. La siesta se ha convertido en deporte de fin de semana y a veces se te va de las
manos y uno se despierta 4 horas más tarde. Existe la extraña sensación que la siesta es eso que
el mundo cree que hacemos los españoles cada tarde y que casi nadie hace.
9. Invitar a tus amigos por tu cumpleaños y no recibir ningún regalo
Es tu cumpleaños, montas una fiesta, te hacen regalos y todo (o casi todo) lo pagas tú. ¡Que viva
el cumpleañero! Mucho tacaño no dice nada para evitar pagar la ronda o la cena. No es broma:
hay gente que se deja un dineral invitando a los amigos a una buena cena y no recibe ni un
mísero regalo de vuelta.
10. Churros con chocolate después de una noche de fiesta
Después de cerrar 3 bares y 2 discotecas, hay una parada obligatoria: la churrería. Es el colofón
que cierra una noche de haberlo dado todo. Una capa de cacao y aceite es el mejor somnífero
para dormir como un bebé. Pero, ¿a quién se le ocurre meterse semejante dulce pesado entre
pecho y espalda tras una noche de desfase etílico? Solamente a nosotros :)
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