La iglesia es santa. Al canonizar a ciertos fieles, es decir, a la hora de proclamar que los fieles han vivido en la fidelidad a la gracia De Dios y que han practicado heroicamente las virtudes, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad, y sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a los santos como intercesores y modelos. Según la Biblia: (cf Concilio Vaticano II, Lumen Gentium 40; 48-51). "Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia" (Exhortación Apostólica Christifideles Laici 16, 3). (Catecismo de la Iglesia Católica, número 828). Las etapas en las que se se divide el proceso de canonización son cuatro. La primera etapa de llama “Siervo de Dios” El Postulador de la Causa y el Obispo diocesano piden iniciar el proceso de canonización, y enseguida presentan a la Santa Sede un informe sobre las virtudes y la vida de la persona a canonizar, ese informe es importante ya que es la aprobación oficial para comprobar si la persona es apta desde el punto de vista moral y doctrinal, y es realizada por un censor de la Iglesia. Luego la Santa Sede, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, examina el informe anteriormente emitido, y dicta el Decreto diciendo que nada impide iniciar la Causa (Ese es llama el Decreto "Nihil obstat"). Ese decreto es la respuesta oficial de la Santa Sede a las autoridades diocesanas que han pedido iniciar el proceso canónico. Una vez obtenido el Decreto de "Nihil obstat", el Obispo diocesano dicta el Decreto de Introducción de la Causa del ahora Siervo De Dios, para ellos el Siervo De Dios es sinónimo de candidato. La segunda etapa se llama “proceso sobre la vida y las virtudes del siervo Dios.” En esta un Tribunal (que es designado por el Obispo) recibe los testimonios de las personas que conocieron al Siervo de Dios o candidato. Ese Tribunal diocesano no da sentencia alguna sino que queda reservada a la Congregación para las causas de los santos. La segunda fase es llamada “el Proceso de los escritos.” Y se produce cuando una comisión de censores (que son señalados también por el Obispo) analiza la ortodoxia de los escritos del Siervo de Dios. La tercera etapa se inicia una vez que se terminan completamente los dos procesos anteriores. El Relator de la Causa (que suele ser nombrado por la Congregación para las Causas De los Santos) elabora el documento denominado como "Positivo". En este documento se incluyen, además de los testimonios de los testigos, testimonios sobre los principales aspectos de la vida, escritos y virtudes del Siervo de Dios. La cuarta etapa es la Discusión de la "Positio". Este documento, una vez que es impreso es discutido por una Comisión de Teólogos consultores, que a su vez son nombrados por la Congregación para las Causas de los Santos. Después, en una sesión solemne de Cardenales y Obispos que se convoca, se discute el parecer de la Comisión de Teólogos. La quinta etapa es el Decreto del Santo Padre. Es decir si la Congregación para las Causas de los Santos aprueba la "Positio", el Santo Padre da luz verde y dicta el Decreto de Heroicidad de Virtudes. Y sólo entonces el que era Siervo de Dios pasa a ser considerado Venerable. En la tercera etapa del Venerable. Dentro de esta etapa, el primer paso es mostrar al "Venerable" a la comunidad como intercesor ante Dios y como modelo de vida, y para que esto pueda ser, el Postulador de la Causa debe probar ante la Congregación para las Causas de los Santos: - La fama de santidad del Venerable. Para ello lo que hace es hacer una lista con los favores y las gracias pedidos a Dios por los fieles por intermedio del Venerable. - La realización de un milagro que se atribuye a la intercesión del Venerable. El proceso de examinar este "presunto" milagro se lleva a cabo en la Diócesis donde ha sucedido el hecho y donde viven los testigos. Generalmente, el Postulador de la Causa presenta también hechos relacionados con la salud o la medicina. El Proceso de examinar el "presunto" milagro debe abarcar dos aspectos: El primero es la presencia de un hecho (o la sanación) que los científicos (y los médicos) deberán atestiguar como un hecho que va más allá de la ciencia, y el otro aspecto que sería la intercesión del Venerable Siervo de Dios en la realización de ese hecho que señalarán los testigos del caso. Y durante la segunda etapa la Congregación para las Causas de los Santos se examina el milagro presentado. Después dos médicos peritos, designados por la Congregación, examinan si las condiciones del caso merecían un estudio detallado o no, y su parecer es discutido por la Consulta médica de la Congregación para las Causas de los Santos (otros cinco médicos peritos más). El hecho extraordinario presentado por la Consulta médica es discutido siempre por el Congreso de Teólogos de la Congregación para las Causas De los Santos y por otro lado ocho teólogos estudian el nexo entre el hecho señalado por la Consulta médica y la intercesión atribuida al Siervo de Dios. Todos los antecedentes y los juicios de la Consulta Médica y del Congreso de Teólogos son estudiados y comunicados por un Cardenal (Se suele llamar Cardenal "Ponente") a los demás integrantes de la Congregación, (que son reunidos en Sesión). Luego, en Sesión solemne de los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos se da su veredicto final y discuten sobre el "milagro" y finalmente si el veredicto es positivo el Prefecto de la Congregación ordena la confección del Decreto correspondiente para ser sometido a la aprobación del Santo Padre. Una vez sometido a la aprobación del Santo Padre, si está todo correcto el Santo Padre aprueba el Decreto de Beatificación, y una vez aprobado el decreto de beatificación, (que sería la cuarta etapa) el Santo Padre determina la fecha de la ceremonia litúrgica, la quinta etapa es la Ceremonia de Beatificación en sí. La cuarta etapa “santo”. La primera fase es la aprobación de un segundo milagro, y durante la segunda etapa la Congregación para las Causas de los Santos examina este segundo milagro presentado de la misma manera que el primero. Y se requiere que este segundo hecho milagroso haya sucedido en una fecha posterior a la Beatificación para poder examinarlo la Congregación sigue los mismos pasos que para el primer milagro. Una es en la tercera fase el Santo Padre, con los antecedentes anteriores, aprueba el Decreto de Canonización. La cuarta etapa es el Consistorio Ordinario Público, el cual es convocado por el Santo Padre, donde informa a todos los Cardenales de la Iglesia y luego determina la fecha de la canonización, la última fase sería la ceremonia de la Canonización. Como dato curioso, en el año 2005, el Vaticano estableció nuevas normas más explícitas para ceremonias de beatificación, y también en octubre del ese mismo año, La Congregación para las Causas de los Santos dio a conocer unas cuatro disposiciones nuevas para las ceremonias de beatificación entre las que destaca su celebración en la diócesis y que haya promovido la causa del nuevo beato. Una vez realizadas todas estas etapas estaría completa la canonización. ¿Qué pasó el 14 de octubre de 2018? Se producido una celebración de la Misa de canonización de los siete beatos ese domingo 14 de octubre, el Papa Francisco vistió una reliquia del Obispo Mons. Óscar Romero y también parte de la indumentaria del Papa Pablo VI. Se trata del cíngulo con manchas de sangre que utilizó Mons. Óscar Romero, así como el cáliz, palio y el báculo pastoral del Beato Pablo VI. El cíngulo es un cordón o cinta de seda o de lino, que tiene una borla a cada extremo y que aparte le sirve al sacerdote u obispo para ceñirse el alba. Por otro lado, el cáliz es el recipiente utilizado por el celebrante para consagrar el vino en la Misa. El palio es un ornamento exclusivo del Papa y de los Arzobispos Metropolitanos. Es una banda de lana blanca en forma de collarín, parecida a una estola y se utiliza a modo de escapulario, está adornada con seis cruces de seda negra. Finalmente, el báculo es un cayado de pastor que los obispos portan como símbolo de su ministerio de servicio en la Iglesia y que se le entrega en su consagración. Estos son los retratos oficiales de los 7 nuevos santos La Plaza de San Pedro lució los retratos oficiales de los siete beatos que fueron canonizados ese domingo 14 de octubre por el Papa Francisco, entre ellos destacan Pablo VI y Mons. Oscar Romero. Las siete imágenes fueron colocadas entre el jueves y viernes, y en la fachada de la Basílica De San Pedro. Aunque también las mujeres tuvieron importancia en esta celebración, ya que , estuvieron también los retratos de las religiosas Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y María Caterina Kasper, del P. Vincenzo Romano y del laico Nunzio Sulprizio. Para la ceremonia del domingo se espera la presencia de miles de peregrinos provenientes de El Salvador, país natal de Mons. Romero; de Alemania, donde nació la Madre María Caterina; así como de España y Bolivia, por ser el primero el país donde nació la Madre Nazaria Ignacia, y el segundo el país donde realizó la mayor parte de su labor pastoral. Además se espera la llegada de fieles de varias partes de Italia, especialmente de las regiones de donde provienen Pablo VI, los sacerdotes Francesco Spinelli y Vincenzo Romano, y Nunzio Sulprizio. A continuación (y para más información) le dejo un enlace en el cual La Salle Virgen Del Mar rindió homenaje a sus siete mártires beatos la catedral hace aproximadamente unos 10 años. https://www.diariodealmeria.es/almeria/Salle-homenaje-martires-beatosCatedral_0_314669022.html