[Date] Universidad Autonoma de San Luis Potosi Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades Análisis espacial y funcional a través de las áreas de actividad en dos estructuras del sitio de La Montesita, Aguascalientes. TESIS PROFESIONAL Para obtener el título de Licenciado en Arqueología Presenta: Miriam Selene Campos Martínez Directores de Tesis Dr. Gilberto Pérez Roldán Dr. Niklas Schulze Asesores Dr. Agustín Ortiz Butrón Dr. M. A. Nicolás Caretta Febrero 2017 UASLP · LJniversidad Awtónoma de San Luis Potosí ~· i< ..._. ~ ~· FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES EGRESADO: CAMPOS MARTÍNEZ MIRIAM SELENE TITULO DE TESIS: "An~lisis espacial y funcional a través de Por la presente tenemos a bien comunicar austed que, después de revisar el trabajo cuyo título aparece al margen, cada uno de nosotros, miembros def Comité de Tesis, emitimos nuestro dictamen aprobatorio, considerando que dicho trabajo reúne los requisitos académicos necesarios para presentar el examen profesional correspondiente las áreas de actividad en dos estructuras del sitio de La Montesita, Aguascalientes" ATENTAMENTE "SIEMPRE AUTÓNOMA, POR MI PATRIA EDUCARÉ" San Luis Potosí, S.L.P. a 02 de Febrero de 2017 Nombre de los asesores: Clave 0186018 Generación 2010 Año (ingreso-egreso) . 2010-2015 /cY Depto. Control Escolar FCSyH A El Alumno Firma de aceptación del trabajo escrito. Fecha A esa gran señora, mi madre Agradecimientos A lo largo del proceso de elaboración de este trabajo conté con el apoyo de muchas personas que de una u otra manera hicieron posible la culminación de la investigación. Comienzo agradeciendo a todos los maestros que formaron parte de mi educación en estos cinco años de camino. Al Dr. Gilberto Pérez, quien desde los primeros semestres de la licenciatura tuvo disponibilidad de tiempo, me dio su voto de confianza y me ha apoyado en todas las actividades profesionales. Sin tu manera de pensar no se hubiera podido realizar esta tesis. Al Dr. Niklas Schulze, por las charlas que tuvieron lugar en campo o en su cubículo porque, aunque este tema no es de sus favoritos, me mostro su apoyo en cada momento de la investigación. Al Dr. Agustín Ortiz, por aceptar asesorar este trabajo, por facilitarme bibliografía y por ayudarme con las interpretaciones de los resultados. Siempre es un placer conversar contigo. Al Dr. Luis Barba y a la Red de Ciencias Aplicadas a la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, por el apoyo en la estancia realizada en el IIA. A Rocío y Mauricio por apoyarme en el laboratorio y asesorándome con los resultados. Rocío gracias por esa batalla ganada contra los fosfatos. Mauricio gracias por contagiarme tu dedicación y emoción. A los compañeros de la generación 2011 por su apoyo en campo y en laboratorio de materiales, sin ustedes no hubiera podido con tanto material. A mí madre por haberme apoyado en cada decisión y momento aun cuando se trataba de moler tierra, sin ti no sería la persona que soy, gracias por tu ejemplo. Manuel por esas largas desveladas de pláticas arqueológicas acerca de bienes de prestigio o sobre áreas de actividad, por ayudarme a resolver cualquier complicación y por esas reconstrucciones. No podría terminar sin agradecer a esos dos excelentes señores Ernesto Barrientos Campos, Ernesto Barrientos Peralta y a sus familiares porque hasta en los últimos momentos de las excavaciones a las 5 de la tarde estaban alegres de ayudar y nos contagiaban con su entusiasmo. Contenido Agradecimientos .............................................................................. i 1. Introducción ...............................................................................7 1.1 Marco teórico ........................................................................8 2. Antecedentes ........................................................................... 14 2.1 Investigación arqueológica en Aguascalientes .......................... 14 2.2 Marco geográfico .................................................................. 20 2.3 Investigación arqueológica en La Montesita ............................. 25 2.4 Estudios de caso de análisis químicos ...................................... 38 3. Metodología ............................................................................. 49 3.1 Registro de campo y muestreo ............................................... 51 3.1.1 Registro topográfico de la excavación ................................. 51 3.1.2 Registro fotogramétrico 3D ............................................... 52 3.1.3 Muestreo sistemático de suelo ........................................... 53 3.2 Análisis de gabinete .............................................................. 57 3.2.1 Material cerámico y lítico .................................................. 57 3.2.2. Muestras de suelo ........................................................... 61 3.2.2.1 Fosfatos .................................................................... 62 3.2.2.2 Carbonatos ............................................................... 64 3.2.2.3 Residuos proteicos ..................................................... 64 3.2.2.4 Ácidos grasos ............................................................ 66 3.2.2.5 Carbohidratos ............................................................ 67 3.2.2.6 Potencial de hidrógeno (pH) ........................................ 69 3.2.2.7 Color ........................................................................ 70 3.2.3 Realización de mapas ....................................................... 70 3.2.4 Realización de gráficas ..................................................... 73 4. Resultados ............................................................................... 74 4.1 Descripción arquitectónica ..................................................... 74 4.2 Material ............................................................................... 80 4.3 Distribución química ............................................................. 97 5. Interpretación de los resultados y comentarios finales ................. 112 1 5.1 Áreas de actividad identificadas ............................................ 113 5.2 Reconstrucción hipotética .................................................... 118 5.3 Comentarios finales ............................................................ 121 6. Bibliografía ............................................................................ 127 Anexos ...................................................................................... 141 a. Listado de muestras y resultados ........................................... 141 b. Mapas de distribución con valores por muestra ........................ 140 Figuras NO. FIGURA TITULO PÁGINA FIGURA 1 FIGURA 2 Pared de varas verticales. Dibujo reconstructivo (Arellano 2014:124). Reconstrucción hipotética de una estructura del cuadrante 1 (Arellano 2014:125). 16 16 FIGURA 3 FIGURA 4 Corte transversal del sistema constructivo (Silva 2015:54). Gráfica del porcentaje de huesos con tratamiento térmico (Pérez 2015:14). 17 18 FIGURA 5 . Ejemplo de piezas asadas. A. Tibia izquierda asada de venado cola blanca. B. Mandíbula derecha asada de un perro. C. Pelvis derecha asada de una liebre. D. Mandíbula derecha asada de pecarí de collar. E. Cráneo de tuza asado. (Pérez 2015:33). 18 FIGURA 6 FIGURA 7 FIGURA 8 FIGURA 9 Mapa de ubicación del estado de Aguascalientes. Límites de la provincia fisiográfica (Pérez 2007:17). Mapa con la ubicación de los sitios arqueológicos y los ríos tributarios. Ejemplos de la flora local. A y B. Tipos de biznaga. C. Sangre de grado. D. Yuca. E. Nopal. F. Vara dulce. Mapa de ubicación del sitio arqueológico La Montesita (Pelz et al. 2014:7). Mapa edafológico del estado. Plano del recinto ceremonial de las Negritas (Macías 2009:220). Plano general del complejo arquitectónico las Negritas (Macías 2009:219). 20 20 21 22 Mapa de los sectores que dividen el sitio (Schulze y Pérez 2015:9). Áreas recorridas en cada temporada del proyecto (Schulze y Pérez 2015:10). Fotografía del entierro 1 (Pelz et al. 2013:24). Dibujo de excavación. Se puede observar la huella de posible poste y la estructura 30 (Pelz et al. 2013:11).. Dibujo final de la excavación de la U1 (Pelz et al. 2014:24). 28 28 FIGURA 10 FIGURA 11 FIGURA 12 FIGURA 13 FIGURA 14 FIGURA 15 FIGURA 16 FIGURA 17 FIGURA 18 2 23 24 26 27 30 31 32 FIGURA 19 Micrografía 10x de la cuenta de roca verde encontrada en la excavación de la U1 (Pelz et al. 2014:27). 32 FIGURA 20 Dibujo de planta final de la excavación de la U2 (Modificado de Pelz et al. 2014). 33 FIGURA 21 Dibujo de planta de la excavación de la U3 (Modificado de Pelz et al. 2014). 34 FIGURA 22 Fotografía de las diferentes alineaciones localizadas en la excavación de la U3 (Pelz et al. 2014:42). 34 FIGURA 23 FIGURA 24 FIGURA 25 FIGURA 26 FIGURA 27 FIGURA 28 Dibujo de planta de la excavación U5 (Schulze y Pérez 2015:91). Dibujo de planta de la excavación U6 (Schulze y Pérez 2016:45). Dibujo de planta debajo del empedrado (Schulze y Pérez 2016:46). Fotografía de la cista de roca U6 (Schulze y Pérez 2016:55). Plano de ubicación de las muestras (Barba y Ortiz 1992:66). Izquierda: Reconstrucción isométrica de la habitación. Derecha: Dibujo de planta y corte de la habitación (Modificado de Barba y Ortiz 1992). 35 35 36 36 38 38 FIGURA 29 Izquierda: Reconstrucción isométrica de la cocina. Derecha: Dibujo de planta y corte de la cocina (Modificado de Barba y Ortiz 1992). Distribución de los valores de fosfatos, pH y carbonatos (Modificado de Pierrebourg et al. 2000). Mapa de la casa analizada (Fernández et al.2002:499). Distribución de los valores de pH y Mg (Modificado de Fernández et al. 2002). Tabla con los promedios, máximos y mínimos de los resultados de las pruebas químicas (Ortiz y Barba 1993:650). Mapa de distribución de valores en Cobá (Barba y Pérez 2000). Distribución de pH, fosfatos, grasas y proteínas (Obregón et al. 2011:99). Dibujo de planta de La Casa de las Águilas y los elementos encontrados en excavación (Barba et al. 1996:144). 38 FIGURA 37 Reconstrucción de las actividades rituales realizadas en La Casa de las Águilas (Barba 2007:449). 46 FIGURA 38 FIGURA 39 FIGURA 40 FIGURA 41 FIGURA 42 Mapa de ubicación de las Unidades de Excavación 2 y 4. Dibujo de planta de la estructura 68. Esquina SE de la estructura 68 antes de la remoción de vegetación. Fotografía del proceso del registro topográfico con la estación total. Secuencia de pasos para la creación de un modelo fotogramétrico 3D (Dueñas 2014:36). 49 50 51 52 53 FIGURA 43 Fotografía de la toma de muestras, se puede observar algunas muestras en el lugar de obtención. 54 FIGURA 44 Botes plásticos donde se depositaron las muestras al momento de su recolección. 55 FIGURA 30 FIGURA 31 FIGURA 32 FIGURA 33 FIGURA 34 FIGURA 35 FIGURA 36 3 39 40 40 42 43 44 45 FIGURA 45 Fotografía de las bolsas que contienen la muestra de suelo después de ser molidas con la etiqueta correspondiente. 55 FIGURA 46 FIGURA 47 FIGURA 48 Mapa de ubicación de las muestras de la unidad habitacional. Fotografía del proceso de la toma de muestras con la barren. Ubicación de muestras de referencia al exterior de la unidad habitacional. 56 56 57 FIGURA 49 FIGURA 50 FIGURA 51 FIGURA 52 Formulario de la base de datos de cerámica (FCSyH). Formulario de la base de datos de lítica (FCSyH). Mortero utilizado para la molienda de las muestras. Proceso del fosfato desde su obtención hasta el análisis en laboratorio. 59 60 61 62 FIGURA 53 FIGURA 54 FIGURA 55 FIGURA 56 FIGURA 57 FIGURA 58 Fotografía del proceso para obtener los fosfatos. Fotografía del proceso de obtención e carbonatos. Fotografía del proceso de obtención de proteínas. Fotografía del proceso de obtención de grasas. Fotografía del proceso de obtención de carbohidratos. Tabla de comparación de los valores de carbohidratos (Barba et al. 2010). Comparación de los resultados de los mapas de distribución química obtenidos. A. Surfer, B. Qgis y C. Hecho manualmente. Esquema para presentar los valores de las muestras. Dibujo de planta que resalta los elementos de la estructura 67. Fotografía del Elemento 1, alineación de rocas. Fotografía de los Elementos 2, 3 y 4. Es posible observar la tapadera del elemento 4. Fotografía de los Elementos 5 y 6 ubicados a una profundidad mayor. Dibujo de planta que resalta los elementos de la estructura 68. Izquierda: Fotografía general del Elemento 8. Derecha: Fotografía con aumento en la zona del empedrado. 63 64 65 67 68 68 FIGURA 67 FIGURA 68 FIGURA 69 FIGURA 70 FIGURA 71 Fotografía del Elemento 9. Gráfica de cantidad y tipo de material. Gráfica de cantidad y forma de vasija. Gráfica de cantidad y partes anatómicas de las vasijas. Gráfica de la cantidad y tipo de borde, además muestra los tipos de labio por borde. 78 79 79 80 81 FIGURA 72 FIGURA 73 FIGURA 74 Gráfica de cantidad y color de superficie interior y exterior. Gráfica de cantidad y acabado de superficie. Fotografías de algunos materiales cerámicos. A. Figurilla antropomorfa, B. Borde y cuerpo de cajete, C. Borde revertido de olla y D. Fragmento de olla con recubrimiento. 81 82 83 FIGURA 75 Fotografía de fragmentos de una vasija monocroma roja. Izquierda: Exterior. Derecha: Interior. 83 FIGURA 76 Distribución del material cerámico CI N2 de la estructura 68. 85 FIGURA 59 FIGURA 60 FIGURA 61 FIGURA 62 FIGURA 63 FIGURA 64 FIGURA 65 FIGURA 66 4 71 72 74 75 75 76 77 78 FIGURA 77 FIGURA 78 FIGURA 79 FIGURA 80 FIGURA 81 Distribución del material cerámico CI N3 de la estructura 68. Distribución del material cerámico CI N4 de la estructura 68. Gráfica de conteo y tipo de industria lítica. Gráfica de cantidad y tipo de artefactos de lítica tallada. Fotografías de materiales de lítica pulida. A. Metate y B. Manos de metate. 86 87 88 88 90 FIGURA 82 FIGURA 83 Ejemplo del material lítico tallado. Distintas vistas del modelo 3D del fragmento de pipa. Elaborado por Dueñas 2016. 90 91 FIGURA 84 FIGURA 85 FIGURA 86 FIGURA 87 FIGURA 88 FIGURA 89 Distribución del material lítico CI N2 de la estructura 68. Distribución del material lítico CI N3 de la estructura 68. Distribución del material lítico CI N4 de la estructura 68. Distribución material lítico CI N4 de la estructura 67. Mapa de ubicación de las zonas A, B y C. Mapa de ubicación y resultados de los análisis químicos de las muestras de referencia. Los hexágonos blancos y los puntos verdes muestran la ubicación exacta de la toma de las muestras. 92 93 94 95 97 98 FIGURA 90 Gráfica de comparación de los resultados de fosfatos interior y exterior. Resultado de la escala de fosfatos obtenida. Mapa de distribución de fosfatos. Gráfica de pirámide de población de fosfatos. Se observa que la mayoría de las muestras presentan valores de 0. Mapa de distribución de carbonatos. Gráfica de pirámide de población de carbonatos. Se observa la mayoría de las muestras presentan valores de 0. Mapa de distribución de proteínas. Gráfica de pirámide de población de proteínas. Escala creada a partir de los resultados de ácidos grasos. Mapa de distribución de los ácidos grasos. Gráfica de pirámide de población de ácidos grasos. Se observa que las muestran presentan valores entre 0 y 3 principalmente. 99 FIGURA 91 FIGURA 92 FIGURA 93 FIGURA 94 FIGURA 95 FIGURA 96 FIGURA 97 FIGURA 98 FIGURA 99 FIGURA 100 100 100 101 102 103 104 105 106 106 107 FIGURA 101 FIGURA 102 FIGURA 103 Escala creada a partir de los resultados de carbohidratos. Mapa de distribución de carbohidratos. Gráfica de pirámide de población de carbohidratos. Se observa la mayoría de las muestras presentan valores altos de 4. 108 108 109 FIGURA 104 FIGURA 105 FIGURA 106 FIGURA 107 Mapa de distribución de los valores de pH. Gráfica de pirámide de población de los valores de pH. Mapa de ubicación de las áreas de actividad. Mapa que combina los residuos químicos con los materiales relacionados con la preparación de alimentos. Mapa que combina los residuos químicos con los materiales relacionados con el destazamiento y desollamiento de animales. 110 111 113 114 FIGURA 108 5 115 FIGURA 109 Mapa que combina los residuos químicos del área de consumo de alimentos. 116 FIGURA 110 FIGURA 111 Mapa que combina los residuos químicos de las áreas de circulación. Mapa que combina los residuos químicos de las áreas de nixtamalización. 117 118 FIGURA 112 Reconstrucción de las estructuras con techo plano. Elaborado por Manuel Dueñas 2017. 119 FIGURA 113 Reconstrucción de las estructuras con techo a dos aguas. Elaborado por Manuel Dueñas 2017. 119 FIGURA 114 Reconstrucción de las estructuras con techo a un agua. Elaborado por Manuel Dueñas 2017. 120 FIGURA 115 Reconstrucción de las estructuras y de las posibles actividades que se pudieron realizar. 121 FIGURA 116 Modelo digital de elevación y plano de las estructuras que se ubican en el sector B. El rectángulo rojo muestra las estructuras de interés (Rodríguez 2017). 123 Tablas NO. TABLA TABLA 1 TABLA 2 TABLA 3 TABLA 4 TITULO Valores característicos de las actividades que son posibles reconocer. (B) Bajo, (A) Alto y (-) Nulo. Tabla que muestra las condiciones del pH. Resultado de los valores químicos de las seis pruebas en la unidad habitacional. Resultados de los valores químicos de las seis pruebas al exterior (5-10 metros alrededor) de la unidad habitacional. 6 PÁGINA 48 69 96 96 1. Introducción Para poder comprender a las sociedades prehispánicas es necesario que se estudie el nivel mínimo de una sociedad que la arqueología puede estudiar, que son sus unidades habitacionales. Es importante conocer las actividades que ahí se realizaban y los materiales empleados, para poder abordar el tema de conjuntos domésticos. Las investigaciones enfocadas al estudio de áreas de actividad tienen la misma importancia que los estudios regionales, ya que nos permiten tener una visión más completa de cómo era la vida cotidiana de la sociedad. La Montesita es un sitio arqueológico en el estado de Aguascalientes donde este nivel de estudio en las investigaciones no ha sido abarcado. El conocer más sobre los conjuntos domésticos del sitio nos permite conocer la vida cotidiana de la población y aclarar preguntas puntuales como, por ejemplo: sí se compartía la zona de descanso con la de trabajo, sí en el sitio se tenía una especialización del trabajo o sí cada grupo doméstico elaboraba sus artefactos. El sitio desde hace varios años ha tenido una gran cantidad de saqueo, esto deja fuera del contexto y/o destroza los restos (ya sean, arquitectónicos, cerámicos, líticos u óseos) con los que podemos obtener los datos para conocer un gran número de aspectos de los antiguos habitantes; aun así, hay contextos sellados, como las estructuras 67 y 68, donde fue posible aplicar el estudio de las áreas de actividad. Tener la información de cómo se organizaba el espacio dentro de las estructuras para las diversas actividades realizadas, nos permitirá entender la manera en que los grupos domésticos funcionaban y con mayor investigación como se articulaban con otros niveles de la sociedad. 7 El objetivo principal de esta tesis es identificar las actividades realizadas en las estructuras 67 y 68 del sitio para acercarse al modo de vida. Para cumplir con dicha meta se crearon dos objetivos específicos: 1) Delimitar y analizar los distintos espacios (abierto, cerrado o tránsito) a partir de la arquitectura y su ubicación. 2) Identificar áreas de actividad dentro y entre de las estructuras a partir del estudio de residuos de la superficie de ocupación prehispánica y la distribución de los materiales encontrados durante la excavación. Las hipótesis de trabajo son: a) Se realizaron diferentes actividades en cada una de las estructuras. b) Se realizaron por los integrantes de un mismo grupo doméstico. c) Ambas estructuras formaban una unidad habitacional. 1.1 Marco teórico Una actividad es entendida como una transformación de energía (implica mínimo una fuente de energía), que actúa sobre uno o varios materiales próximos (Schiffer 1972:157). Un área de actividad es entendida por Struever (citado por Manzanilla 1986:9) como la unidad mínima con contenido social, dentro del registro arqueológico; implica una o varias actividades estrechamente ligadas a procesos de trabajo o funciones específicas. Linda Manzanilla (1986) considera que están compuestas por la concentración y asociación de las materias primas, artefactos o desechos de instrumentos en superficies o volúmenes específicos, que revelan actividades particulares; generalmente constructivos. 8 delimitados por elementos Estas áreas de actividad son parte de un nivel de estudio específico para zonas particulares, ya sean habitacionales o rituales. Dentro de las unidades habitacionales las áreas pueden dividirse en: a) Producción, actividades como aprovisionamiento de materias primas. b) Uso y/o consumo, relacionados con la alimentación y vestimenta y el intercambio de los bienes (mercados). c) Almacenamiento, ya sea en cavidades en el terreno, construcciones aéreas o recipientes muebles. d) Evacuación, áreas de basureros y acumulación de desechos. Para identificar cualquier área de actividad hay que combinar diferentes datos: la ubicación, el contexto, las dimensiones, la forma, el contenido y la asociación de elementos (Manzanilla 1986). El estudio de áreas de actividad se puede complementar con los análisis químicos, ya que, como Barba y Lazos (2000:60) mencionan, cuando una actividad se realiza los residuos líquidos pueden derramarse y ser absorbidos por el suelo; esto crea un enriquecimiento diferencial del suelo, lo que permite distinguir diversas actividades. Además de que los componentes químicos producidos por las actividades están sujetos a reglas naturales de dirección y velocidad de movimiento haciendo posible que los componentes químicos se mantengan por mucho tiempo. Hay seis elementos que hacen posible el enriquecimiento químico diferencial del suelo según: a) Tipo de actividad que se realice. b) Continuidad, intensidad y duración de la actividad. c) Alteración de la distribución espacial de la actividad. d) Usos que se le den a un espacio. e) Tipo de abandono. 9 f) Actividades actuales (Ortiz 1990,1993). Con los análisis químicos del suelo es posible observar tres niveles de interpretación de las áreas de actividad dependiendo de las concentraciones químicas (Barba 1984): a) Necesidades cotidianas por ejemplo comer, dormir, defecar. b) Actividades pertenecientes a la comunidad, como forma en que se prepara el nixtamal y el lugar donde se realiza. c) Actividades específicas, es necesario que se estudien para poder asociarse con los residuos químicos. Casa habitación, conjuntos departamentales, arquitectura residencial, unidad residencial, unidad doméstica, son algunos de los tantos nombres que recibe la unidad habitacional. Para Morelos (1986:196) habitación es el lugar de residencia, donde vive un grupo social que está emparentado, y comparte actividades productivas y no productivas, tiene estancias más o menos constantes y hay posibilidad de que sean unidades arquitectónicas independientes o agrupaciones en zonas extensas de residencia. Estas unidades son el lugar donde se llevan a cabo dos tipos de procesos sociales; el primero es el uso y consumo de diversos productos para la subsistencia del grupo doméstico; y el otro es el de producción y la manufactura de productos. El grupo doméstico es considerado por Winter (1986) la unidad social elemental y está compuesto por los individuos que comparten un mismo espacio de alojamiento, contribuyen a la obtención de recursos y consumen alimentos; constituye el nivel intermedio entre el individuo y la sociedad. Estos grupos pueden variar de número de integrantes y pueden o no corresponder a la familia (dependiendo de cada cultura). 10 Para Wilk y Rathje (citados por Manzanilla 1986:14) el grupo doméstico es el componente social más común de la subsistencia y está compuesto por tres elementos: a) Elemento social, el número de miembros y sus relaciones. b) Elemento material, las viviendas, áreas de actividad y posesiones. c) Elemento del comportamiento, las actividades realizadas por el grupo: producción, distribución, transmisión y reproducción. Siguiendo a Schiffer (1972) los elementos forman parte de un sistema cultural y pueden dividirse en dos: los consumibles y los duraderos, ambos forman parte del contexto sistémico. Por lo general son los duraderos los que pueden llegar hasta el contexto arqueológico. Dentro del sistema cultural los elementos pueden modificarse, descomponerse, combinarse con otros, utilizarse y desecharse. En el contexto sistémico inicia la historia de vida de cualquier elemento. Los elementos duraderos en este contexto pasan por “cinco procesos: obtención (“procuramiento”), manufactura, uso, mantenimiento y desecho” (Schiffer 1972:158). Por su parte los elementos consumibles pasan por cuatro procesos: obtención, preparación, consumo y desecho. No todos los elementos necesariamente pasan por cada proceso. La basura o desecho es cuando los elementos dejan de participar en el sistema cultural y pasan al contexto arqueológico. Por lo general los desechos son elementos rotos o desgastados, pero es posible encontrar elementos sin uso o en buen estado relacionados con el abandono del sitio y se llaman basura de facto. Existe una relación entre la cantidad y calidad de elementos en el contexto arqueológico con las variables que se 11 producen cuando los ocupantes dejan el sitio o mueren sin que haya alguien que los remplace (Schiffer 1972). Existen diferentes tipos de abandono según el tiempo en que se realice: diferencial o súbito. En el abandono diferencial la cantidad de desechos de facto disminuye debido a que serán trasladados a otros sitios. Por el contrario, en el abandono súbito la cantidad de desechos de facto será mayor ya que, el sitio se abandona rápidamente y por completo; a excepción de los abandonados por catástrofes naturales (Schiffer 1972). Es necesario analizar el conjunto de los elementos encontrados en el contexto arqueológico y su localización espacial. Por ejemplo, Schiffer (1972) menciona las diferentes interpretaciones que se pueden hacer debido a la ubicación de una punta de proyectil; sí la punta se encuentra junto con lascas del mismo material se trataría del lugar de manufactura, la punta en un basurero permite ver actividades de desecho y, por último, la punta en una pared de un arroyo indica que se trata del lugar de uso. Es importante para entender el contexto arqueológico que los elementos que encontremos en él pueden ser desecho primario o secundario. El primero se trata de elementos que fueron desechados en el lugar de uso, mientras que los desechos secundarios fueron transportados para su desecho. La presente tesis está organizada en seis capítulos. En el primer capítulo se presentan los objetivos de investigación y la hipótesis. Además, se introduce al tema de las unidades habitacionales y otros conceptos que serán utilizados en el desarrollo de la investigación. En el segundo capítulo se mencionan los antecedentes arqueológicos del estado de Aguascalientes, del sitio de La Montesita, así como los trabajos realizados en diferentes lugares sobre las áreas de actividad. 12 El tercer capítulo trata de la metodología utilizada en campo como en gabinete, desde las excavaciones en el sitio hasta la presentación final de los datos. En el cuarto capítulo se presentan los resultados obtenidos de las excavaciones realizadas, los hallazgos más sobresalientes y los datos obtenidos de los análisis químicos del suelo. En el quinto capítulo se desarrollan las interpretaciones hechas a partir de los resultados obtenidos y la reconstrucción isométrica de la unidad habitacional; además se contrastará la hipótesis y se presentaran las consideraciones finales de la investigación. 13 2. Antecedentes 2.1 Investigación arqueológica en Aguascalientes Los primeros registros de sitios arqueológicos se hacen en 1928 por Moisés Herrera cuando se elabora “El cuadro sinóptico de las ruinas de la República Mexicana hasta la fecha conocidas”; para el estado de Aguascalientes, se divide en estructura arquitectónica, gruta y fortificación (Castellanos 1995). En 1939 el proyecto “Atlas arqueológico de la República Mexicana” ilustra un mapa arqueológico de Aguascalientes, en él se observan tres sitios de los cuales únicamente uno, Monte Huma, pertenece al estado (Valencia 1993). El proyecto “Recorrido para la localización de sitios de la etapa lítica por los estados de Aguascalientes, Zacatecas y Durango” fue realizado en 1986 por los investigadores Lorenzo y Mirambell; como resultado se reportaron tres sitios arqueológicos en el estado de interés: El Tepozán I y II, y Las Raíces (actualmente conocido como El Ocote) (Lorenzo y Mirambell 1986). En el mismo año se realizó un salvamento arqueológico durante la construcción de un ducto distribuidor de energéticos realizado por PEMEX en las ciudades de Zacatecas y Aguascalientes. En el informe se reportó la existencia de seis sitios: Asientos, El Chichimeco, El Chiquihuite, El Ocote, El Tepozán y Tepezalá (Sánchez y Delgadillo 1986:10). En 1991 Castellanos comenzó el proyecto “Identificación y catalogación de sitios arqueológicos en el Estado de Aguascalientes” en el marco de la investigación del Atlas Arqueológico. Se reportaron 17 sitios, además se realizaron prospecciones y excavaciones de sondeo en los 14 sitios Cerro de En medio, Cerro del Meco, Plan de Potrerillos, San Mateo y Santiago (Castellanos 1994:31). De igual manera entre 1992 y 1994 identificó nueve sitios con pintura rupestre en el estado. En 1997 se hizo el registro de la Cueva La Morita debido al hallazgo de una persona particular de dos entierros incompletos; eran de diferente tamaño uno más pequeño que otro y cada uno de ellos tenía a un costado una vasija, una decorada y de mayor tamaño que la otra. También se registraron artefactos de cerámica y lítica (Baker 1997). Desde el año 2000 hasta la fecha se han realizado investigaciones en el sitio El Ocote. La investigadora Pelz resume la información sobre el sitio: “Los trabajos de investigación en El Ocote lo caracterizan como un asentamiento participante de los patrones mesoamericanos de su tiempo; sustentado en la agricultura, la cual debió proporcionarle recursos suficientes para vivir y tal vez para intercambiar por productos u objetos utilitarios y/o suntuarios ajenos a la región (obsidiana, concha y turquesa); con una población participante de un pensamiento mágico religioso y una cosmovisión, evidentes en las representaciones gráfico rupestres, cerámicas, lapidarias y en la orientación y distribución del asentamiento; con una sociedad estratificada (las ofrendas mortuorias así lo indican)” (Pelz 2010:19). En 2003 en el marco del “Proyecto de libramiento carretero Aguascalientes Montoro – Santiago” se registraron varios posibles sitios, dentro de ellos incluido Santiago. Desde el 2004 hasta la fecha M. Nicolás Caretta trabaja en el sitio. Sobre el asentamiento comenta lo siguiente: “La parte más importante y visible del sitio se encuentra ubicada sobre la cima del cerro, nucleada en, al menos, cuatros sectores donde la parte que corresponde a los montículos mayores (incluyendo un posible juego de pelota) se encuentra separada de dos áreas de aparentes espacios habitacionales. Desde la cima del cerro se puede tener una muy buena vista a los valles en ambos lados, así como a la Sierra Fría” (Nicolás 2004:18). 15 El “Proyecto de prospección arqueológica en el Sur Occidente de Aguascalientes” fue realizado en 2005 – 2006, enfocado en el registro de sitios con pinturas rupestres y petrograbados. Se registraron los siguientes sitios: cueva La Iglesia, cueva de Los Indios, El Jaral, El Zapote y Las Cruces (González y Macías 2007). Desde el año 2012 se inició con las investigaciones del sitio arqueológico Cerro de En medio, las cuales han continuado hasta la fecha. El arqueólogo Manuel Dueñas presenta los elementos que componen al sitio: “174 elementos repartidos entre 145 estructuras rectangulares, 21 elementos circulares y 8 alineamientos, todos estos detectados en superficie” (Dueñas 2012:68). En los últimos años algunos alumnos han llevado a cabo trabajos de investigación en colaboración con el Centro de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) – Aguascalientes y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, para la realización de tesis. En 2014 Gabriela Arellano presentó un trabajo comparativo acerca de la arquitectura de bajareque en los sitios La Laguna, Tlaxcala y El Ocote, Aguascalientes. En las conclusiones acerca de El Ocote Arellano comenta que no se encontró mortero entre las rocas que componían la estructura; el apisonado se extendía 2 m a cada lado de los límites de la estructura posiblemente como áreas de trabajo; las paredes podían llegar a tener 2 m de altura y no rebasaban esa altura; las paredes eran recubiertas con una mezcla de barro, arena, desgrasante vegetal, gravilla y algunos tiestos cerámicos; para sostener las paredes y el techo se utilizaban horcones en las esquinas, y las ramas podían estar agrupadas de 3 o 4 piezas para formar las paredes (Figura 1). Por la poca información acerca de la forma de los techos Arrellano utiliza ejemplos etnográficos para la reconstrucción (Figura 2). 16 Figura 1. Pared de varas verticales. Dibujo reconstructivo (Arellano 2014:124). Figura 2. Reconstrucción hipotética de una estructura del cuadrante 1 (Arellano 2014:125). En 2015 Yesenia Silva presentó una tesis acerca del patrón de asentamiento del sitio arqueológico Santiago; en ese trabajo presenta una clasificación para las estructuras del sitio en doce tipos “1. Terrazas, 2. Plataformas, 3. Muros de contención, 4. Altares, 5. Pirámides truncadas, 17 6. Juego de pelota, 7. Rectangulares simples, 8. Cuadrangulares simples, 9. Con anexo en las esquinas, 10. Forma de T, 11. Circulares y 12. Formas irregulares” (Silva 2015), además de describir el sistema constructivo de algunas de ellas (Figura 3). Figura 3. Corte transversal del sistema constructivo (Silva 2015:54). En el mismo año Pérez analizó 2052 restos óseos de seis temporadas de excavación del sitio El Ocote. El análisis mostró que el total de las piezas “pertenecen a 5 clases, 13 órdenes, 22 familias, 22 géneros y 22 especies” (Pérez 2015:11). Entre los animales identificados se encuentran el berrendo, perro, coyote, tortuga, liebre, roedores, venado de cola blanca, ciervo, mapache, ardilla, conejo del desierto, pecarí de collar y zorro. La mayoría de los restos óseos (88%), presentan huellas de tratamiento térmico como asado, quemado y cocido (Figura 4), esto indica que “los pobladores del sitio consumían la mayor parte de la fauna encontrada” (Pérez 2015:23). Los animales que más se consumían fueron “las tortugas, venados, perros, liebres y conejos” (Pérez 2015:23) (Figura 5). 18 Figura 4. Gráfica del porcentaje de huesos con tratamiento térmico (Pérez 2015:14). Figura 5. Ejemplo de piezas asadas. A. Tibia izquierda asada de venado cola blanca. B. Mandíbula derecha asada de un perro. C. Pelvis derecha asada de una liebre. D. Mandíbula derecha asada de pecarí de collar. E. Cráneo de tuza asado (Pérez 2015:33). 19 Otro trabajo de investigación acerca del sitio El Ocote es el realizado por Sara Palomo, en él trata las prácticas funerarias de la población prehispánica del sitio. En su investigación hace notar que la posición del cuerpo del muerto era importante, que probablemente utilizaban el bulto funerario, se prefería enterrar en el área habitacional, y los niños y adolescentes se encontraron con ofrendas más ricas (Palomo 2015). En 2016 Claudia Martínez presenta una investigación sobre restos óseos de infantes de los sitios El Ocote y La Montesita; los resultados obtenidos mostraron que los habitantes tenían problemas de salud y nutrición. Las conclusiones de la investigación fueron las diferencias existentes en los contextos mortuorios entre los individuos clasificados como infantes, pero de edades diferentes. (Martínez 2016). En el mismo año Alma López presentó una clasificación tecnológica y morfológica de los artefactos de lítica tallada del sitio La Montesita. Los resultados obtenidos indicaron que “la producción de los [artefactos] se ha dado principalmente a nivel local/doméstico” (López 2016:158). 2.2 Marco geográfico El área de interés se encuentra en el estado de Aguascalientes, el cual se ubica en la región centro-norte del país (Figura 6). Dicho estado se sitúa entre los meridianos 101°53’09’’ y 103°00’51’’ de longitud oeste y entre los paralelos 21°28’03’’ y 22°28’06’’ de latitud norte. Su superficie es de 5 680 km2 que representa el 0.3% del total del territorio mexicano. Aguascalientes se ubica dentro de dos provincias fisiográficas al este la sierra Madre Occidental; y al oeste la Mesa Central también llamada ‘Altiplano Mexicano’ o ‘Altiplano Norteño’. En esta última provincia se ubica el asentamiento prehispánico de interés; esta provincia “está delimitada por los dos grandes sistemas montañosos, al este la sierra 20 Madre Oriental y al oeste la sierra Madre Occidental, y se divide a su vez en varias sub-provincias” (Figura 7) (Pérez 2007:7). Figura 6. Mapa de ubicación del estado de Aguascalientes. Figura 7. Límites de la provincia fisiográfica (Pérez 2007:17). 21 Sobre la hidrología del estado se conoce que está dividida en dos regiones: la primera de ellas Lerma-Chapala-Santiago y la segunda llamada El Salado, siendo está ultima la de menor extensión. Las corrientes del estado escurren de norte a sur hasta el río Verde Grande y Juchipila (Valencia 1992) (Figura 8). Figura 8. Mapa con la ubicación de los sitios arqueológicos y los ríos tributarios. La región está caracterizada en una gran parte por una vegetación de bosque desértico espinoso (Figura 9). La vegetación se compone principalmente Mammilaria por biznaga magninamm), (Echinocactus cardenche sp., Ferocactus (Cylindropuntia histrix, imbricata), huizache (Acacia shaffnerii), lechuguilla (Agave stricta, Dasylirion miquihuanensis), mezquite (Prosopis laevigata), nopal cardón (Opuntia streptacantha), nopal duraznillo (Opuntia leucotricha), nopal tapón (Opuntia robusta), pasto (Aristida sp., Bouteloua sp.), sangre de grado 22 (Croton sp.), vara dulce (Eysenhardtia polystachya) y yuca (Yucca sp.) como mencionan Valencia (1992) y Pérez (2007). Figura 9.Ejemplos de la flora local. A y B. Tipos de biznaga. C. Sangre de grado. D. Yuca. E. Nopal. F. Vara dulce. Castellanos (1991) y Pérez (2007) reportan que entre la fauna más común se encuentran (Salamandra), lagartija alacrán (Centruroides (Sceloporus sp.), salamandra mentovarius), chirrionera (Masticophis flagellum), serpiente de cascabel (Crotalus molussus), águila (Aquila sp.), codorniz (Coturnix moctezumae), halcón de las praderas (Falco mexicanus), zopilote (Coragyps atratus), gato montés (Lynx rufus), puma (Puma sp.), coyote (Canis latrans), zorro gris (Urocyon cinereoargenteus), tejón (Taxidea taxus), mapache (Procyon sp.), pecarí de collar (Pecari tajacu), venado cola blanca (Odocoileus virginianus), 23 ardilla (Sciurus aureogaster), rata de campo (Dipodomys ordii), liebre (Lepus californicus) y conejo (Sylvilagus floridanus). La zona de estudio se localiza en el municipio de Asientos en el borde este del estado de Aguascalientes, que colinda con el estado de Jalisco. El sitio está ubicado en el ejido de Las Negritas y lo más probable es que su extensión continúe hasta el ejido vecino de Los Campos. El sitio se ubica en la parte sur del cerro de San Antonio y al oeste del cerro de La Mesa; sus coordenadas UTM son al noreste E 204500, N 2433600, y al sureste E 207200, N 2433100 (Figura 10). Figura 10. Mapa de ubicación del sitio arqueológico La Montesita (Pelz et al. 2014:7). En Asientos los suelos son de tipo aluvial y derivados de rocas ígneas extrusivas ácidas o metamórficas. Castellanos menciona los tipos de rocas que más predominan en el estado (Figura 11): 24 “… son las rocas ígneas extrusivas ácidas (riolitas y tobas); le siguen en importancia las rocas sedimentarias de origen continental (areniscas y conglomerados) del cretácico (calizas, calizas-lutitas y areniscas-lutitas). Las rocas ígneas intrusivas están íntimamente ligadas con la mineralización deformando y mineralizando a las rocas sedimentarias en la zona de Asientos y Tepezalá, los depósitos aluviales del cuaternario aparecen rellenando los principales valles del estado” (Castellanos 1991:3). Figura 11. Mapa edafológico del estado. 2.3 Investigación arqueológica en La Montesita En el sitio de La Montesita existen pocas investigaciones arqueológicas. Los primeros trabajos fueron realizados desde 1992 hasta 1994 por el arqueólogo Daniel Valencia. El proyecto se titulaba “Identificación, catalogación y conservación de sitios con pintura rupestre en el estado de Aguascalientes” (Castellanos 1994). Valencia informó sobre el saqueo que 25 era llevado a cabo en el sitio. La Montesita se clasificó como un asentamiento cercano a pintura rupestre. Con las primeras observaciones del sitio en 1992, se plantearon otras temporadas de campo. En la primera descripción del asentamiento prehispánico, Valencia (1993:12) comenta que se encuentra ubicado en una ladera con 10 o 12 montículos, construidos de piedra, con una planta circular y rectangular, de altura baja. Por el material encontrado en superficie, así como el material de colecciones privadas concluye que el sitio tuvo un amplio rango de ocupación, desde el Clásico medio o tardío hasta la época colonial. En la segunda descripción, Valencia (1994:45) menciona que el sitio se encuentra compuesto por 20 montículos pequeños de poca altura, que han sido saqueados. Considera que la planta general era de forma circular, construidos de tierra y rocas, realizando terrazas en el terreno; de esta información tiene duda, debido a la floraturbación y al saqueo que presentan. Gente de los alrededores cuenta con distintas piezas arqueológicas del sitio, “… entre éstas destacan puntas de proyectil, raspadores de espiga, cajetes de cerámica y partes de figurillas. Este sitio puede ser considerado el más grande dentro del estado de Aguascalientes” (Valencia 1994:45). Se identificaron los siguientes tipos cerámicos en el sitio: Rojo sobre bayo, Negro esgrafiado, Rojo pulido y negativo; este último tipo, en el estado de Aguascalientes únicamente fue localizado en la Montesita y apareció por primera vez en la cuenca de México. La distribución de estos tipos de material (a excepción del negativo) abarca el Bajío, Occidente y el Norte de Mesoamérica, y está temporalidades (Valencia 1994). 26 concentrada en diferentes En el 2009 Macías presenta su investigación acerca de fortificaciones prehispánicas en donde al sitio de La Montesita lo llama las Negritas y lo clasifica dentro de la categoría de sitio habitacional ceremonial defensivo. Describe que hay un recinto ceremonial (Figura 12) conformado por una “plataforma de baja altura y sobre ella se asientan dos montículos, uno de ellos tiene adosada una escalinata que conduce hacia el este y junto con otra plataforma rodean un patio” (Macías 2009:218), además de otros cuatro montículos y 37 estructuras; todo esto localizado en la parte alta de la mesa y solo hay un acceso a esta zona que está restringido por tres muros (Macías 2009) (Figura 13). Figura 12. Plano del recinto ceremonial de las Negritas (Macías 2009:220). 27 Figura 13. Plano general del complejo arquitectónico las Negritas (Macías 2009:219). Las siguientes investigaciones en el sitio son a partir del 2011, a cargo de Niklas Schulze y Gilberto Pérez, con el convenio realizado por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades (FCSyH) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y el centro INAH Aguascalientes. Se ha realizado investigación y salvamento arqueológico a lo largo de cinco temporadas de tres semanas cada una. Profesores y alumnos de la UASLP han realizado prospecciones, excavaciones y análisis de los materiales hallados en los trabajos de campo. El sitio se dividió en cuadrantes de 50x50 m y cinco sectores para facilitar los trabajos (Figura 14). Los sectores se dividieron con respecto a las divisiones topográficas y la presencia de diversos vestigios arqueológicos. 28 Figura 14. Mapa de los sectores que dividen el sitio (Schulze y Pérez 2015:9). Prospección En cada temporada realizada desde el convenio INAH-UASLP, se hizo prospección en las diferentes zonas del sitio y en algunas temporadas levantamientos topográficos. El resultado es el registro de los vestigios arqueológicos en cada uno de los sectores y la recolección de material (Figura 15). Figura 15. Áreas recorridas en cada temporada del proyecto (Schulze y Pérez 2015:10). 29 Temporada I se realizó en 2011. Se hizo la prospección en el sector A, donde se recolectaron 1,954 piezas de cerámica y 804 piezas de lítica, y se hizo el reconocimiento inicial el sitio (Pelz et al. 2013). Temporada II se realizó en 2012. Se hizo prospección en los sectores C y D, se recolectaron 4,271 piezas de cerámica, 1,338 piezas de lítica y 125 fragmentos de hueso. Además, se comenzó a obtener la topografía del sitio, con lo que se pudo identificar una posible terraza (Pelz et al. 2013). Temporada III se realizó en 2013. Se hizo prospección del sector B, donde se recolectaron 426 piezas de cerámica y 390 piezas de lítica (Pelz et al. 2014). Temporada IV se realizó en 2014. Se hizo prospección de los sectores E, C y D, se recolectaron 244 piezas de cerámica, 217 piezas de lítica y 23 fragmentos de hueso y el levantamiento topográfico del cuadrante X20 para identificar con mayor claridad las estructuras. Además, se realizó “una verificación en campo con un GPS de precisión de las ubicaciones de las estructuras” (Schulze y Pérez 2015:2). Temporada V se realizó en 2015. Se hizo prospección extensiva en las zonas circundantes al cerro de La Montesita, para poder delimitar la extensión del sitio arqueológico. Se recolectaron 628 piezas de cerámica y 592 piezas de lítica (Schulze y Pérez 2016). Excavación En cuatro temporadas se ha realizado excavación en el sitio. Temporada I. Se realizó excavación de una unidad en el sector A, cuadrante AF20. Los hallazgos fueron dos entierros de infantes (Figura 30 16), la estructura 30 y una posible huella de poste (Figura 17) (Pelz et al. 2013). Temporada III. Se realizaron tres excavaciones U1, U2 y U3. La U1 se localizó en el sector D, cuadrante W20. Fue una cala O-E de 4x1 m (Figura 18). Se recolectaron 148 piezas de cerámica, 105 piezas de lítica y 60 fragmentos de hueso; los hallazgos más relevantes fueron un fragmento de obsidiana que posiblemente está trabajado y un fragmento de cuenta de piedra verde (Figura 19). La U2 se localizó en el sector B, cuadrante AC22. Fue una excavación extensiva de 19 m2 (Figura 20). recolectaron Se 315 piezas de cerámica, 133 piezas de lítica, 10 fragmentos material de orgánico (posiblemente carbón) y además se tomaron 73 muestras de suelo para análisis químico para lograr identificar áreas de actividad. La U3 se localizó en el sector D, cuadrante U19. Fue una excavación Figura 16. Fotografía del entierro 1 (Pelz et al. 2013:24). 31 extensiva de 11 m2 (Figura 21). Se recolectaron 113 piezas de cerámica y 92 piezas de lítica; los hallazgos más relevantes son una punta de proyectil y varias alienaciones (Figura 22) (Pelz et al. 2014). Temporada IV. Se realizaron dos excavaciones U4 y U5. La U4 se localiza en el sector B, cuadrante AC22, se retomará más adelante en este texto y la U5 se localizó en el sector D, cuadrante X20, donde en total se excavaron 15 m2 (Figura 23). Se recolectaron 237 piezas de cerámica y 117 piezas de lítica (Schulze y Pérez 2015). Temporada V. Se realizó una excavación U6, se localiza en el cuadrante L20. Se excavaron 41 m2 (Figura 24). En la estructura excavada se identificó un empedrado y una cista de roca debajo del empedrado (Figura 25, 26), además se tomaron 168 muestras de suelo (Schulze y Pérez 2016). Figura 17. Dibujo de excavación. Se puede observar la posible huella de poste y la estructura 30 (Pelz et al. 2013:11). 32 Figura 18. Dibujo final de la excavación de la U1 (Pelz et al. 2014:24). Figura 19. Micrografía 10x de la cuenta de roca verde encontrada en la excavación de la U1 (Pelz et al. 2014:27). 33 Figura 20. Dibujo de planta final de la excavación de la U2 (Modificado de Pelz et al. 2014). 34 Figura 21. Dibujo de planta de la excavación de la U3 (Modificado de Pelz et al. 2014). Figura 22. Fotografía de las diferentes alineaciones localizadas en la excavación de la U3 (Pelz et al. 2014:42). 35 Figura 23. Dibujo de planta de la excavación U5 (Schulze y Pérez 2015:91). Figura 24. Dibujo de planta de la excavación U6 (Schulze y Pérez 2016:45). 36 Figura 25. Dibujo de planta debajo del empedrado (Schulze y Pérez 2016:46). Figura 26. Fotografía de la cista de roca U6 (Schulze y Pérez 2016:55). 37 2.4 Estudios de caso de análisis químicos El uso del análisis químico de suelos en la arqueología mexicana inicia en 1965; a partir de 1978 el Laboratorio de Prospección Arqueológica del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha realizado diversos estudios de caso, desde entonces han sido varios los sitios donde se realizaron, principalmente en el área Maya y en el centro de México. Uno de los primeros acercamientos en los análisis químicos fue el etnoarqueológico, que ha sido utilizado en un intento de “relacionar el origen de las concentraciones químicas de cualquier compuesto con una actividad específica y el espacio donde tuvo lugar” (Bernal 2005:118); estas investigaciones han permitido una comparación y confirmación de los resultados arrojados de los estudios arqueológicos. Un trabajo que combina los análisis químicos con la etnografía es el realizado en San Vicente Xiloxochitla, Tlaxcala. Se eligió una casa asentada sobre toba volcánica, construida de adobe, que no contaba con drenaje, tenía una ocupación continua de ochenta años y las actividades que los habitantes realizaban eran muy tradicionales. Se tomaron 80 muestras a lo largo de la vivienda interna y externamente (Figura 27), se les aplicaron pruebas para la determinación de color, carbonatos, pH, fosfatos, calcio, hierro, albúmina, ácidos grasos y carbohidratos; el resultado fue la identificación de actividades domésticas. Con los resultados de las pruebas se realizó una comparación de los patrones en la distribución química del suelo y las actividades que habían sido observadas por los investigadores (Barba y Ortiz 1992) (Figura 28, 29). 38 Figura 27. Plano de ubicación de las muestras (Barba y Ortiz 1992:66). Figura 28. Izquierda: Reconstrucción isométrica de la habitación. Derecha: Dibujo de planta y corte de la habitación (Modificado de Barba y Ortiz 1992). Figura 29. Izquierda: Reconstrucción isométrica de la cocina. Derecha: Dibujo de planta y corte de la cocina (Modificado de Barba y Ortiz 1992). 39 Una investigación similar es la realizada en Muxucuxcab, Yucatán, en el 2000. En el marco de la investigación se realizaron entrevistas acerca del uso del espacio en casas actuales, en comunidades alrededor del sitio; la unidad habitacional excavada tenía treinta años de abandono. Se tomaron 420 muestras al interior y exterior de la vivienda, se analizaron la cantidad de fosfatos, carbonatos y el nivel de pH. Fue posible identificar diferentes ocupaciones en el predio, así como corroborar químicamente las actividades mencionadas por los pobladores actuales (Pierrebourg et al. 2000) (Figura 30). Figura 30. Distribución de los valores de fosfatos, pH y carbonatos (Modificado de Pierrebourg et al. 2000). En 2002 en Q’eqchi’, Las Pozas, Guatemala, se realizó un estudio etnográfico y arqueológico en dos casas tradicionales mayas con paredes de madera, techos de palma y pisos de tierra (Figura 31). En total se tomaron 424 muestras, a las cuales se analizó el pH, la cantidad de fosfato, cationes cambiales (Ca, Mg, K y Na) y elementos metal traza (Ba, Cd, Cu, Fe, Hg, Mn, Pb y Zn). Los resultados fueron un incremento en la alcalinidad del pH por los fogones; áreas de preparación y consumo de alimentos detectadas con el aumento del fosfato; altos niveles de potasio y magnesio están asociados a los fogones y los elementos traza están 40 relacionados con el uso de materiales industriales, utensilios de metal y baterías compactada (Fernández et al. 2002) (Figura 31). Figura 31. Mapa de la casa analizada (Fernández et al. 2002:499). Figura 32. Distribución de los valores de pH y Mg (Modificado de Fernández et al. 2002). 41 Los contextos habitacionales han sido investigados en diferentes oportunidades utilizando los análisis químicos como en 1985 se inició con un proyecto en Oztoyahualco, Teotihuacan se excavaron 550 m2 y se realizó un muestreo intensivo con un total de 382 muestras, se analizaron los fosfatos, carbonatos y el pH (Figura 33). Los autores comentan que es probable que la unidad habitacional fuera habitada en un primer momento por una sola familia, que se fue expandiendo alrededor del patio. Figura 33. Tabla con los promedios, máximos y mínimos de los resultados de las pruebas químicas (Ortiz y Barba 1993:650). En 1987 donde se realizó un estudio en una casa moderna en Cobá, Quintana Roo, y con apoyo en el estudio etnográfico realizado en varias zonas del área maya. Los análisis realizados fueron los del pH, fosfatos y carbonatos, se detectaron las diferentes áreas de actividad, clasificadas según el lugar donde se ubicaban (exterior de la unidad, interior techada de la unidad e interior descubierto de la unidad) (Barba y Manzanilla 1987). Otro proyecto similar llamado Proyecto Playacar en Quintana Roo, se trató de un salvamento arqueológico donde se utilizó el estudio de unidades habitacionales; algunas de las estructuras fueron ocupadas por un largo periodo de tiempo. Se realizaron cuatro pruebas a las muestras, 42 para determinar las concentraciones de fosfatos, carbonatos, el pH y el color Munsell. Los resultados mostraron la función de las estructuras como viviendas y adoratorios familiares. Una observación que se hizo en las estructuras más antiguas es que presentaron valores más altos y zonas de contaminación química más claras. Se determinó que eso se debe a que las actividades se realizaron por más tiempo y de manera continua (Barba y Pérez 2000) (Figura 34). Figura 34. Mapa de distribución de valores en Cobá (Barba y Pérez 2000:544). En 2003 se realizó una investigación sobre las áreas de actividad en la Región Subandina de Jujuy, Argentina. En total se tomaron 61 muestras a 50 cm de separación. Los análisis químicos aplicados en este proyecto fueron los de fosfato, carbonatos y pH; se detectaron áreas de habitación, áreas de tránsito, áreas de preparación de alimentos y hornos (Ortiz 2003). 43 En 2011 se realizó un proyecto en una zona de habitación en Piedras Blancas, Colombia. Se tomaron en cuenta dos tipos de vestigios: los susceptibles de desplazamiento vertical y horizontal (cerámica, lítica y restos botánicos), y los que tienen una menor movilidad vertical y horizontal (sustancias químicas). Las pruebas que se realizaron son las siguientes: carbohidratos, residuos de ácidos grasos, residuos proteicos, fosfatos, determinación de carbonatos y pH. Con los resultados se distinguieron tres zonas: las que combinan todas las sustancias buscadas con cerámica, lítica y restos botánicos; las que solo mostraron ácidos grasos y residuos proteicos; y las que solo tienen una sustancia o ninguna de ellas (Obregón et al. 2011) (Figura 35). Figura 35. Distribución de pH, fosfatos, grasas y proteínas (Obregón et al. 2011:99). 44 Los estudios de unidades habitacionales no han sido los únicos: También se han realizado estudios de contextos rituales como en 1992 en el Templo Mayor de Tenochtitlan, Ciudad de México, donde se realizó una investigación en la Casa de las Águilas, utilizando diferentes técnicas arqueométricas, una de ellas fue el análisis químico (Figura 36). Se determinaron la concentración de fosfatos, carbonatos, pH, albúmina, carbohidratos y ácidos grasos. Se identificaron tres áreas de actividad de mayor importancia: el altar principal, frente a las esculturas antropomorfas y frente a los braseros (Barba et al. 1998). Los resultados de albúmina indicaron que el uso de fluidos sanguíneos estaba relacionado con las esculturas de hombres vestidos de águilas y seres descarnados; los carbohidratos mostraron el uso de bebida fermentada (posiblemente pulque) y los ácidos grasos están relacionados con la utilización de resinas (Barba et al. 2000) (Figura 37). Figura 36. Dibujo de planta de La Casa de las Águilas y los elementos encontrados en excavación (Barba et al. 1996:144). 45 Figura 37. Reconstrucción de las actividades rituales realizadas en La Casa de las Águilas (Barba 2007:449). Con las investigaciones realizadas hasta ahora es posible reconocer y caracterizar las siguientes áreas de actividad: 1. Áreas de descanso y tránsito. Se caracterizan por contenidos bajos de residuos químicos dentro de las estructuras (Barba 1990, 2007; Barba y Lazos 2000; Manzanilla y Barba 1990). 2. Áreas de preparación de alimentos. En ellas se ubican los fogones y por lo tanto las cenizas; se identifican químicamente por el aumento del pH, niveles elevados de residuos proteicos y ácidos grasos (Barba 1991, 2007; Barba y Lazos 2000; Manzanilla y Barba 1990; Pecci 2003). Cuando se hace la preparación del nixtamal puede ser observado químicamente con el aumento de carbonatos (Barba y Ortiz 1992). 46 3. Áreas de consumo de alimentos. Se ubican cercanas al área de preparación, presentan bajos niveles de pH, altos niveles de fosfatos, ácidos grasos y residuos proteicos (Barba 1991, 2007; Barba y Lazos 2000; Manzanilla y Barba 1990; Pecci 2003). 4. Áreas de destazamiento de animales. Por lo general se ubican al exterior de las estructuras. Se caracterizan por altos niveles de ácidos grasos, residuos proteicos y fosfatos (Barba et al. 2014; Pecci 2003). 5. Áreas de tránsito. Se localizan cerca de los accesos principales y debido a la erosión tienen bajas concentraciones químicas y valores promedios de pH (Barba 2007; Barba y Lazos 2000; Barba y Ortiz 1992; Barba 1990). 6. Áreas de limpieza. Representadas por la alta concentración de ácidos grasos (Barba y Lazos 2000, Barba y Ortiz 1992). 7. Áreas rituales. Es posible detectarlas cuando se acompañan de ofrendas como comidas, bebidas y velas, ya que se identifican por altos niveles de residuos proteicos, carbohidratos y de ácidos grasos (Barba y Lazos 2000). 8. Áreas de cultivo y cría de animales. Es posible detectarlas por el aumento de fosfatos en el suelo, bajos niveles de carbonatos y un pH ácido (Barba 1990, 2007; Barba y Ortiz 1992; Manzanillas y Barba 1990). 9. Áreas funerarias. Si los cuerpos fueron colocados sobre el piso directamente y el proceso de descomposición se realizó en la misma zona, los fosfatos, carbonatos y proteínas tendrán valores altos (Barba et al. 2016). 10. Patios. Se encuentran al exterior de las estructuras y están delimitados de alguna manera, químicamente presentan los valores más altos de fosfatos debido a que los animales y la basura se mantienen al exterior de las estructuras (Barba y Lazos 2000). 47 Tabla 1. Valores característicos de las actividades. (B) Bajo, (A) Alto y (-) Nulo. Actividad Carbohidratos Ácidos Grasos PO4 Residuos Proteicos CaCO3 pH Descanso / Tránsito Preparación alimentos Destazamiento de animales Nixtamalización Consumo de alimentos Almacenamiento Limpieza Ritual Funeraria Cultivo / cría animales B B B B B - A A - A - A - A A A - - - - A - A A A A A A - B A - A A A B A A A A A - A - A - B B 48 3. Metodología Cuando se realizó la prospección en el cuadrante AC22 en el sector B, se identificaron estructuras sin saqueo; la estructura 67 se excavó durante la Temporada III. Fue una excavación extensiva de 19 m2, con diversos elementos arquitectónicos en el nivel de ocupación prehispánica. Además, para propósitos de la presente tesis, se decidió excavar la estructura 68, ubicada a 4 metros hacia el Este de la estructura 1 (Figura 38). Se realizó una excavación extensiva, cubriendo un área total de 29 m2 (Figura 39). Las retículas de ambas excavaciones fueron orientadas hacia el Norte y su tamaño inicial fue de 2x2 metros. Cada cuadro de la retícula fue denominado de manera alfanumérica: de Sur a Norte, se utilizaron números y de Oeste a Este, letras. Después de colocar la retícula, se inició a excavar en niveles métricos arbitrarios de 5 cm, para llegar al nivel de ocupación prehispánica. Estructura 67 Estructura 68 Figura 38. Mapa de ubicación de las estructuras 67 y 68. 49 Figura 39. Dibujo de planta de la estructura 68. 50 La zona seleccionada para la excavación tenía gran cantidad de vegetación, principalmente sangre de grado, diversas cactáceas y arbustos de tamaño pequeño (Figura 40). La vegetación fue removida dejando visible el área de la excavación. Figura 40. Esquina SE de la estructura 68 antes de la remoción de vegetación. 3.1 Registro de campo y muestreo 3.1.1 Registro topográfico de la excavación Para el estudio de las áreas de actividad se necesita conocer la ubicación precisa de los materiales encontrados, considerando que ésta posición nos indicará la distribución de las actividades realizadas en una zona. Con dicho objetivo en mente, cada hallazgo en la excavación se registró con la estación total antes de ser embolsado (Figura 41). Este registro permitió conocer las coordenadas con mayor precisión, rapidez y además facilitó la manipulación de datos para la elaboración de los primeros mapas de distribución de material. 51 Figura 41. Fotografía del proceso del registro topográfico con la estación total. Para registrar el material recolectado se utilizó el número consecutivo proporcionado por la estación total y se le agregó un número clave para diferenciar los tipos de material (1=cerámica, 2=lítica, 3=muestra de suelo y 4=concha o hueso). La distribución del material se registró por nivel excavado en ambas estructuras. En la estructura 67 el material se registró por cuadro de la excavación y únicamente los materiales sobresalientes tuvieron un registro independiente, por lo contrario, en la estructura 68 cada uno de los materiales se registraron por separado. 3.1.2 Registro fotogramétrico 3D Los modelos fotogramétricos 3D nos permiten “observar de manera rápida y desde diferentes perspectivas, las relaciones existentes entre unidades de excavación y sus componentes” (Dueñas 2014:24). Además, nos permiten realizar mediciones exactas desde diferentes ángulos, para la obtención de diferentes representaciones gráficas. 52 Para realizar este registro fue necesario tomar fotografías en toda el área de la excavación, por cada nivel arbitrario excavado. Cuando se identificaba un caso particular como un fogón o una concentración de material, se registraba por separado en un área de menor tamaño para tener mayor detalle. Desde la toma de fotografías se necesitan seis pasos para poder concluir el modelo fotogramétrico 3D hasta su exportación, ya sea en Modelo Digital de Elevación (MDE), ortofoto, formato ”.obj” y “.ply” (Figura 42). El software utilizado en el proceso se llama PhotoScan de AgiSoft. Figura 42. Secuencia de pasos para la creación de un modelo fotogramétrico 3D (Dueñas 2014:36). El aplicar esta técnica se logró reducir el tiempo de registró de la excavación extensiva, ya que no fue necesario hacer dibujo nivel por nivel en campo. Con estos modelos 3D se obtuvieron MDE que fueron procesados en el Sistema de Información Geográfica, Qgis. 3.1.3 Muestreo sistemático de suelo Toda actividad que se realiza queda registrada en los suelos como indicadores invisibles al ojo humano, para poder identificarlas es necesario la aplicación del análisis químico (Barba y Ortiz 1992; Ortiz 2003, 2015). 53 Al llegar al nivel de ocupación prehispánica de las estructuras se tomaron 5 gramos de muestra de suelo sistemáticamente cada 50 cm entre muestra, a una profundidad de 3 cm (Figura 43). Las muestras se recolectaron en botes de plástico, fueron sellados y se les colocó una etiqueta autoadherible con los datos de procedencia (unidad de excavación, fecha, nombre del cuadro, capa y nivel arbitrario) (Figura 44), después de su molienda fueron transferidos a bolsas de plástico (Figura 45). Todas las muestras recolectadas fueron registradas con la estación total en un mapa topográfico para tener su exacta ubicación (Figura 46). Figura 43. Fotografía de la toma de muestras, se puede observar algunas muestras en el lugar de obtención. 54 Figura 44. Botes plásticos donde se depositaron las muestras al momento de su recolección. Figura 45. Fotografía de las bolsas que contienen la muestra de suelo después de ser molidas con la etiqueta correspondiente. 55 Figura 46. Mapa de ubicación de las muestras de la unidad habitacional. Además, en la temporada V, se tomaron muestras con una barrena para completar el muestreo entre las estructuras y tener muestras de referencia sin alteración antrópica. Se tomaron 40 muestras a 4 centímetros de profundidad (Figura 47, 48). Figura 47. Fotografía del proceso de la toma de muestras con la barrena. 56 Figura 48. Ubicación de muestras de referencia al exterior de la unidad habitacional. 3.2 Análisis de gabinete 3.2.1 Material cerámico y lítico El material cerámico y lítico recolectado en las dos estructuras fue lavado y marcado con su número clave, y se analizó conforme a lo establecido en el Proyecto Arqueológico de La Montesita (PALM) (Pelz et al. 2014). Los materiales cerámicos que se clasificaron como delicados, los que presentan recubrimientos y/o decoraciones, fueron lavados con hisopos y agua-alcohol para lograr preservar la mayor cantidad de detalle. Los rasgos que se buscaban en la cerámica son: el color de la pasta y del engobe exterior e interior; motivos decorativos, las perforaciones y la forma de vasija. Para la lítica los rasgos principales 57 que se tomaron en cuenta son: tipo de lítica (pulida o tallada); materia prima y tipo de artefacto. El análisis cerámico consistió en la identificación de los rasgos significativos en cada uno de los tiestos, basándose en la literatura de comparación como el “Manual de campo 2013” de la FCSyH-UASLP (Schulze et al. en proceso), Mirambell (2005), Orton et al. (1997) y Rice (1987). El análisis de material lítico se basó en la identificación de materias primas y la clasificación en núcleo, lasca, preforma y artefacto terminado. La literatura que se utilizó fue Alcaraz (2009), Winchkler (2006), Mirambell (2005), Lazalde (1987) Santamaría (1984) y Cook (1967). Los datos de los análisis de materiales fueron guardados en una base de datos por tipo de material, creada en el programa Microsoft Access (Figura 49, 50). Cuando todos los datos estuvieron en la base de datos, fueron exportados para realizar diversas gráficas. Con el análisis de los materiales se corrigieron los mapas de distribución obtenidos en campo y se dio un nuevo orden a los puntos obtenidos con la estación total. 58 Figura 49. Formulario de la base de datos de cerámica (FCSyH). 59 Figura 50. Formulario de la base de datos de lítica (FCSyH). 60 3.2.2. Muestras de suelo En el procedimiento para los análisis químicos de los suelos se necesitan diferentes pruebas para identificar cada uno de los residuos buscados: fosfatos, carbonatos, residuos proteicos, ácidos grasos y carbohidratos. El análisis químico se realiza con técnicas analíticas semicuantitativas, las cuales nos permiten “apreciar la abundancia relativa de los residuos químicos estudiados, proporcionando datos importantes sobre el uso del espacio” (Ortiz 2015) de una manera sencilla y rápida. El procedimiento se hizo de acuerdo a la metodología establecida por el Laboratorio de Prospección Arqueológica del IIA. Todas las muestras recolectadas fueron secadas y molidas con un mortero antes de su análisis (Figura 51). A continuación, se presentan las pruebas para cada análisis. Figura 51. Mortero utilizado para la molienda de las muestras. 61 3.2.2.1 Fosfatos El fósforo existe naturalmente en el suelo en un equilibrio de fósforo inorgánico fijado y absorbido por compuestos, fósforo extraíble y fósforo orgánico. El tipo de fósforo que se necesita para la identificación de áreas de actividad es el fosfato que está presente en el ciclo del fósforo (Figura 52). “Cuando el fósforo añadido al suelo es de origen orgánico, debido a restos de plantas o animales, ocurre una descomposición y comenzará una conversión del fósforo orgánico presente en fosfatos minerales” (Barrientos 2010:13). Figura 52. Proceso del fosfato desde su obtención hasta el análisis en laboratorio. Es una prueba colorimétrica semicuantitativa que evidencia la cantidad de desechos orgánicos ricos en fósforo (Ortiz 1990). Ya que el fósforo está presente en los alimentos, tejidos, huesos y desechos humanos, se pueden identificar áreas de consumo y almacenamiento de alimentos, zonas de basurero y zonas de enterramiento (Barba y Ortiz 1992; Muñoz y Chacama 2007; Muñoz y Cruz 2005; Ortiz 2003; Pecci et al. 2010). 62 Fundamento El fosfato se extrae en un medio ácido para que reaccione con el molibdato de amonio y se obtiene fosfomolibdato de color amarillo. Este último es reducido con ácido ascórbico para formar azul de molibdeno. La intensidad en el color azul indica la cantidad de fosfatos que se encuentran en la muestra, teniendo una escala de 0 a 6 (Barba 1980; Barba et al. 1991; Ortiz 2015). Procedimiento 1) Colocar un disco de papel filtro sobre el molde de gelatina. 2) Colocar 0.05 g de muestra en el papel (Figura 53). 3) Agregar gotas de la solución de molibdato de [(NH4)6Mo7O24*4H2O] amonio y ácido clorhídrico (HCl). 4) Esperar y agregar gotas de la solución de ácido ascórbico (C6H8O6) y agua destilada. 5) Esperar y agregar la solución de citrato de sodio (Na3C6H5O7) y agua destilada. Con la presencia de fosfatos aparecerá una coloración azul en el papel filtro. Figura 53. Fotografía del proceso para obtener los fosfatos. 63 3.2.2.2 Carbonatos En la naturaleza existen iones de bicarbonato formados como efecto de la solución del CO2 en agua, siendo un agente intemperizante, que libera cationes en forma de bicarbonatos (Sánchez 2005). Los carbonatos están relacionados con el trabajo de construcción con cal y con la preparación de nixtamal (Barba y Córdova 1988; Barba y Ortiz 1992; Ortiz 1990, 2003). Fundamento Es necesario hacer reaccionar el ácido clorhídrico diluido al 10% con las muestras (Figura 54). La efervescencia producida es proporcional a la cantidad de carbonatos presentes, y se valora en una escala de 0 a 6 (Barba et al. 1991; Ortiz 2015). Procedimiento 1) Colocar 0.1 g de muestra en un tubo de ensayo. 2) Verter 1 ml de HCl con una pipeta. 3) Observar la intensidad de reacción. Figura 54. Fotografía del obtención de carbonatos. proceso de 3.2.2.3 Residuos proteicos Son compuestos orgánicos que están formados por aminoácidos unidos mediante enlaces peptídicos. Las proteínas intervienen en diversos 64 procesos vitales para el ser humano (Bernal 2005). Las proteínas ayudan a la identificación de consumo y preparación de alimentos, destazamiento de animales y zonas rituales (Barba y Lazos 2000; Barba y Ortiz 1992; Muñoz y Chacama 2007; Muñoz y Cruz 2005; Pecci et al. 2010). Fundamento Se hace reaccionar los residuos proteicos con un agente altamente alcalino, que libera amoniaco gaseoso y se detecta midiendo el pH (Figura 55). La escala es de 7 a 12 y desde 8 ya indica la presencia de proteínas (Barba et al. 1991; Ortiz 2015). Procedimiento 1) Colocar 0.1 g de muestra en un tubo de ensayo. 2) Añadir óxido de calcio (CaO). 3) Verter gotas de agua. 4) Colocar de forma paralela en la boca del tubo, papel indicador universal humedecido con agua destilada. 5) Calentar el tubo de ensayo con una lámpara de alcohol. 6) Esperar de 30-60 segundos, si la muestra diera positivo se desprende amoniaco (NH3) y el papel se colorea. Figura 55. Fotografía del proceso para la obtención de proteínas. 65 7) Comparar la coloración del papel con la tabla de pH. 3.2.2.4 Ácidos grasos Conocidas también como lípidos, arqueológicamente se hace referencia a las grasas, aceites y resinas de origen natural o animal (Pecci et al. 2010). Al ser insolubles en agua, permanecen in situ en el contexto por mucho tiempo (Bernal 2005). Las grasas complementan la certeza sobre las áreas de preparación y consumo de alimentos, además áreas de limpieza, almacenes de madera y zonas rituales debido a la presencia de resinas como el copal (Barba y Lazos 2000; Barba y Ortiz 1992; Muñoz y Chacama 2007; Muñoz y Cruz 2005; Pecci et al. 2010). Fundamento La prueba se realiza por medio de una reacción de saponificación con cloroformo e hidróxido de amonio al 25% (Figura 56). La cantidad de espuma producida es proporcional a la cantidad de residuos grasos presentes. La escala es de 0 a 3 (Barba et al. 1991; Ortiz 2015). Procedimiento 1) Colocar 0.1 g de muestra en un tubo de ensaye. 2) Verter cloroformo (CHCl3). 3) En la campana de extracción, calentar el tubo hasta obtener un concentrado de 1/3 del volumen inicial. 4) Trasladar con una pipeta Pasteur el concentrado a un vidrio de reloj, colocado en un fondo negro. 66 5) Verter gotas de hidróxido de amonio (NH4OH) y registrar el tiempo. 6) Esperar y añadir gotas de peróxido de hidrógeno (H2O2). 7) Esperar 15 minutos antes de realizar la lectura para evitar falsos positivos. 8) Si la prueba diera positivo se formarán burbujas que se condensan en espuma estable. Figura 56. Fotografía del proceso de identificación de grasas. 3.2.2.5 Carbohidratos Los carbohidratos son sustancias naturales y están compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno e incluyen algunas de las moléculas más relevantes en la vida y la biosfera, como la glucosa y la celulosa. Se pueden encontrar en la madera, fibras de algodón y azúcar (Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina 2008). Los carbohidratos muestran áreas de consumo y preparación de alimentos, áreas de agricultura y zonas rituales (Barba y Ortiz 1992; Ortiz 2015). Fundamento Se hace reaccionar a los carbohidratos con fenoles en un medio ácido para producir compuestos coloridos. La intensidad en la coloración 67 rojiza es proporcional a la cantidad de carbohidratos presentes (Figura 57). Se les asigna un valor de 0 a 4 (Barba et al. 1991; Ortiz 2015). Figura 57. Fotografía del proceso de identificación de carbohidratos. Procedimiento 1) Colocar 0.2 g de muestra en un tubo de ensaye. 2) Agregar reactivo de resorcina (C6H6O2) en 500 ml de agua destilada. 3) Vaciar ácido sulfúrico (H2SO4) concentrado volumétrica. 4) Esperar 30 – 60 segundos mientras se estabiliza. 5) Comparar con la tabla de color (Figura 58). 68 con la pipeta Figura 58. Tabla de comparación de los valores de carbohidratos (Barba et al. 2010). 3.2.2.6 Potencial de hidrógeno (pH) El pH es la concentración de iones de hidrógeno activos (H+), que se da por la interacción de los componentes sólidos y líquidos. La cantidad de pH se expresa por números positivos del 0 al 14; hay tres posibles condiciones de pH: la acidez, la neutralidad y la alcalinidad (Tabla 2) (Fernández et al. 2006). Los valores muy alcalinos (mayor a 9.0) evidencian zonas de fuego y calentamiento (Barba y Lazos 2000; Ortiz 1990) debido a que la ceniza aumenta la cantidad de iones de hidroxilo en las superficies de ocupación (Trejo 2001). Tabla 2. Tabla que muestra las condiciones del pH. pH Valoración pH ≤ 5.4 Muy ácido 5.5 < pH ≤ 7.1 Ácido 7 Neutro 6.9 < pH ≤ 8.4 Alcalino pH > 8.5 Muy alcalino 69 Procedimiento 1) Colocar 0.2 g de muestra en un tubo de ensaye. 2) Agregar agua destilada. 3) Agitar y dejar reposar 1 hora. 4) Ajustar el pH-metro con las soluciones buffers. 5) Agitar la muestra nuevamente para tomar la medición. 6) Limpiar la punta del electrodo con agua destilada cuando se analicen diferentes muestras. 3.2.2.7 Color La determinación del color se realizó con las muestras secas y molidas, utilizando la tabla de color Munsell. Con el color es posible corroborar y comparar los resultados de las pruebas anteriores; por ejemplo, un color claro muestra un incremento en los carbonatos, por el contrario, un color obscuro evidenciaría zonas de calentamiento debido a pequeños residuos de carbón resultado de la combustión (Ortiz y Barba 1993). 3.2.3 Realización de mapas Teniendo la ubicación exacta de cada muestra y los resultados obtenidos de los análisis químicos se hicieron esquemas independientes por cada prueba química y fueron georreferenciados con el programa Qgis. Se probaron dos softwares diferentes para elaborar los mapas de isolíneas (Qgis y Surfer), sin embargo, por los resultados que arrojaron se decidió realizarlos a mano (Figura 59). Con los dos softwares utilizados era bastante sencillo realizar los mapas, pero no se logró llegar a un buen resultado, ya que las isolíneas no delimitaban a un grupo de valores, sino se obtenía un promedio. Por el contrario, realizar los mapas a mano permite que cada valor quede agrupado en un mismo grupo sin utilizar promedios. 70 Después se digitalizaron y se les agregaron las diferentes tonalidades con el programa Photoshop. Estos mapas que muestran la distribución química permiten la interpretación de los resultados. Para las 14 muestras que están alrededor de las estructuras se utilizará un hexágono para colocar los resultados de los análisis de cada prueba, ya que son pocas muestras y se encuentran separadas. No es posible realizar un mapa de distribución de la misma manera que en la unidad habitacional (Figura 60). 71 Figura 59. Comparación de los mapas de distribución química obtenidos. A. Surfer, B. Qgis y C. Hecho manualmente. 72 Figura 60. Esquema para presentar los valores de las muestras. 3.2.4 Realización de gráficas Se realizaron gráficas de barras y pie para mostrar algunos de los datos de los análisis cerámicos y líticos; fueron hechas con el programa Excel a partir de la información introducida en las bases de datos. Además, se realizaron gráficas de pirámide de población de una clasificación de los componentes como accesos, elementos arquitectónicos y las muestras de referencia para comparar los resultados de los análisis químicos. Estas gráficas se realizaron con el programa SPSS. A continuación, se describen la clasificación de los componentes: Acceso: Zona identificada por la arquitectura. Caja: Cista de lajas de roca. Muro: Muestras que se tomaron entre las rocas de los muros o a mínima distancia de ellos. Piso: Nivel de ocupación prehispánica. Patio: Zona ubicada entre las estructuras. Referencia: Muestras tomadas a 5 – 10 metros alrededor de las estructuras. 73 4. Resultados 4.1 Descripción arquitectónica Estructura 67 Es una estructura de planta rectangular de 3.45 x 3 metros, con un área de 11.15 m2. Los muros están conformados por rocas de diferentes tamaños; al norte y sur se puede observar la utilización de rocas con un tamaño promedio de 50 cm de ancho por 25 cm de alto, en contraste con los muros este y oeste que tienen rocas con un tamaño promedio de 20 cm de ancho por 7 cm de alto. Dentro de la estructura se identificaron elementos arquitectónicos (E) en el nivel del piso (Figura 61). E1: se trata posiblemente de una división interna con rocas similares a las de los muros este y oeste, esta alineación de rocas va de norte a sur midiendo 1.50 metros de largo (Figura 62). Los siguientes tres elementos están ubicados en el centro de la estructura formando una línea de oeste a este (Figura 63). E2: es una alineación circular posiblemente un fogón, su diámetro es de 50 cm. E3: similar al anterior es una alineación circular, pero de menor tamaño posiblemente un soporte para poste u otro fogón. E4: está conformado en total por seis lajas de rocas, cuatro formando las paredes, una formando la base y una más fungiendo como tapadera; su tamaño es 31 x 56 cm. E5 y E6: son dos cistas de tamaño similar al E4, pero se encuentran a una profundidad mayor (Figura 64). 74 Figura 61. Dibujo de planta que resalta los elementos de la estructura 67. 75 Figura 62. Fotografía del Elemento 1, alineación de rocas. Figura 63. Fotografía de los Elementos 2, 3 y 4. Es posible observar la tapadera del elemento 4. 76 Figura 64. Fotografía de los Elementos 5 y 6 ubicados a una profundidad mayor. Estructura 68 Al igual que la anterior es una estructura de planta rectangular de 6 x 3 metros con un área de 22 m2. Las rocas que conforman los muros tienen un tamaño menos variado, 50 cm de ancho por 20 cm de alto. Los elementos arquitectónicos al interior de la estructura fueron tres (Figura 65). E7: se trata de una división interna en la parte sur de la estructura. E8: es un empedrado ubicado en la parte sur de la estructura, divide el E7 en dos partes; tiene un área de 2.22 m2 con rocas de menor tamaño (Figura 66). E9: debajo del empedrado en la parte norte se localizó una cista de 30 x 28 cm (Figura 67). Debido al saqueo realizado en el lado este de la estructura no quedó huella del muro que se ubicaba en esta zona. 77 Figura 65. Dibujo de planta que resalta los elementos de la estructura 68. 78 Figura 66. Izquierda: Fotografía general del Elemento 8. Derecha: Fotografía con aumento en la zona del empedrado. Figura 67. Fotografía del Elemento 9. 79 4.2 Material En las dos unidades de excavación realizadas se recolectaron un total de 1 232 piezas de material cerámico y lítico (Figura 68). Tipo de material 25% Cerámica Lítica 75% Número total de piezas: 1233 Figura 68. Gráfica de cantidad y tipo de material. Cerámica El total de tiestos fue de 927, no se encontró ninguna pieza completa. En la estructura 68 se encontraron concentraciones de tiestos de ollas de un tamaño grande, ninguna concentración conformaba la pieza completa. La mayoría de las piezas recolectadas son ollas, seguidos por cajetes (Figura 69). Del total de las piezas el 93% corresponde a los cuerpos, el 4% corresponde a bordes y el 3% restante muestra cuello, hombro, base y otros (Figura 70). Los bores que se encontraron se clasifican en directo, evertido y revertido; los labios se clasifican en redondo, aguzado y biselado (Figura 71). El material recolectado tenía erosión en la superficie, las piezas que tienen mejor conservción son monocromas rojas, al interior la mayoría de las piezas no tienen color (Figura 72, 73). 80 Forma vasija Copa, 2, 0% Otro, 10, 1% Cajete, 205, 22% Olla, 710, 77% Cantidad total: 927 Figura 69. Gráfica de cantidad y forma de vasija. Parte anátomica Borde-cuerpo, 2, 0% Borde, 25, 4% Base, 1, 0% Cuello, 21, 3% Hombro, 3, 0% Borde-cuello, 2, 0% Cuerpo, 677, 93% Figura 70. Gráfica de cantidad y partes anatómicas de las vasijas. 81 Cantidad total: 731 Figura 71. Gráfica de la cantidad y tipo de borde, además muestra los tipos de labio por borde. Color de superficie 700 617 600 Cantidad 500 400 300 346 204 200 90 100 39 4 1 35 27 5 1 39 10 8 15 21 0 Sin engobe Café Café, Rojo Crema Crema, Naranja Naranja Negro Rojo Color Exterior Interior Cantidad total: 731 Figura 72. Gráfica de cantidad y color de superficie interior y exterior. 82 Acabado superficie 400 350 Cantidad 300 250 200 150 100 50 0 Sin acabado Alisado Bruñido Palillo Pulido Otro Acabado Exterior Interior Número total de piezas: 731 Figura 73. Gráfica de cantidad y acabado de superficie. Dentro de los materiales cerámicos lo que destaca por tener mayor tamaño y buena conservación son (Figura 74): Fragmento de vasija monocroma roja de forma ovalada con recubrimiento de arcilla al exterior (sobre el engobe), al interior la vasija presenta desgaste probablemente por el tipo de contenido que se le colocaba (Figura 75). Fragmento de vasija monocroma roja de forma esférica al interior presenta un desgaste similar a la vasija anterior. Fragmento de cajete monocromo naranja que tiene huella de exposición al fuego. Cabeza de figurilla antropomorfa de ojos rasgados, boca lineal, orejas y la nariz no la tiene presente se encuentra raspada; probablemente tenía un color naranja. Bordes evertidos y revertidos la mayoría color rojo y tienen un promedio de diámetro de 17 cm. 83 Figura 74. Fotografías de algunos materiales cerámicos. A. Figurilla antropomorfa, B. Borde y cuerpo de cajete, C. Borde revertido de olla y D. Fragmento de olla con recubrimiento. Figura 75. Fotografía de fragmentos de una vasija monocroma roja. Izquierda: Exterior. Derecha: Interior. 84 Los materiales cerámicos encontrados en la estructura 68 tenían la siguiente distribución: En el nivel 2 se localizaron fragmentos de olla y de cajete, en su mayoría de olla. Las partes anatómicas de los tiestos encontrados en mayor porcentaje eran cuerpos, seguidos por bordes y cuellos; la mayoría del material se encontró en el sector sur de la estructura (Figura 76). En el nivel 3 se localizaron mayor cantidad de tiestos de ollas que de cajetes, presentando las mismas partes anatómicas cuerpos, bordes, cuellos y agregando un hombro. De igual manera los materiales tienen mayor concentración en el sector sur de la estructura (Figura 77). En el nivel 4, al igual que en los niveles anteriormente mencionados se encontraron más tiestos de olla que de cajete. Las partes anatómicas son las mismas del nivel 3 (Figura 78). 85 Elevación BN (m) Figura 76. Distribución del material cerámico CI N2 estructura 68. 86 Elevación BN (m) Figura 77. Distribución del material cerámico Ci N3 estructura 68. 87 Elevación BN (m) Figura 78. Distribución del material cerámico Ci N4 estructura 68. 88 Lítica El total de piezas fue de 306, divididas en lítica tallada (299 piezas) y pulida (7 piezas) (Figura 79). En los materiales líticos tallados se encontraron núcleos, lascas, preformas, metate, manos de metate, raederas, raspadores y puntas de proyectil (Figura 80). Las materias primas que se identificaron fueron ignimbrita en las piezas de lítica pulida, riolita y sílex para la lítica tallada. Industria lítica Pulida, 7, 2% Tallada, 299, 98% Figura 79. Gráfica de conteo y tipo de industria lítica. Lítica tallada Punta proyectil, 2, 1% Preforma, 5, 2% Pipa, 1, 0% Raspador, 4, 1% Other, 5, 2% Núcleo, 5, 2% Lasca, 280, 93% Raedera, 2, 1% Figura 80. Gráfica de cantidad y tipo de artefactos de lítica tallada. 89 Dentro de los materiales líticos lo que destaca son los siguientes artefactos (Figura 81, 82): Metate completo de superficie de molienda abierta. Fragmentos de diferentes manos de metate de diversos tamaños y formas. Fragmento de pipa elaborada de una roca rojiza (Figura 83). Núcleos en diferente proceso de utilización, estos nos muestran el proceso de reducción después de ser obtenido el bloque de materia prima, tiene la función de proporcionar lascas (López 2016:61). Preformas de puntas de proyectil y raspadores, Preforma entendido como un esbozo que se ha iniciado a tallar, encontrado en un estado inicial de manufactura que tenía la intención de obtener un artefacto terminado (López 2016:65). Raederas de sílex, artefactos realizados sobre lascas, con retoque continuo en uno o más bordes y presenta un filo semicortante (Winchkler 2006:215). Puntas de proyectil de riolita y sílex. Raspadores, realizados sobre una lasca que tiene un retoque continuo en una de sus extremidades o en la totalidad de sus caras (López 2016:66). Todos los raspadores recolectados presentan espiga en diferentes formas y tamaños. 90 Figura 81. Fotografías de materiales de lítica pulida. A. Metate y B. Manos de metate. Figura 82. Ejemplo del material lítico tallado. A) Núcleos B) Raederas C) Preformas de raspadores y de puntas de proyectil D) Raspadores de hocico ovalado E) Puntas de proyectil tipo Duran A y Ensor. 91 Figura 83. Distintas vistas del modelo 3D del fragmento de pipa. Elaborado por Dueñas 2016. Los materiales líticos encontrados en la estructura 68 tenían la siguiente distribución: En el nivel 2 se localizaron principalmente lascas y una esfera de lítica pulida; la mayoría del material se encontró en el sector sur de la estructura (Figura 84). En el nivel 3 se localizaron lascas y además hubo mayor diversidad de artefactos como núcleos, manos de metate, desechos de talla y obsidiana. De igual manera los materiales tienen mayor concentración en el sector sur de la estructura (Figura 85). En el nivel 4 se localizaron artefactos como núcleos, desechos de talla, lascas, manos de metate, metate, preformas, pipa, raedera, raspadores y puntas de proyectil. En este nivel el material se ubicó en la sección norte (Figura 86). Los hallazgos en la estructura 67 fueron núcleos, preforma, raspador, un fragmento de pipa, manos de matate y un metate; los materiales tuvieron una concentración desde la zona centro hacia el norte de la estructura (Figura 87). 92 Elevación BN (m) Figura 84. Distribución del material lítico CI N2 de la estructura 68. 93 Elevación BN (m) Figura 85. Distribución material lítico CI N3 de la estructura 68. 94 Elevación BN (m) Figura 86. Distribución material lítico CI N4 de la estructura 68. 95 Figura 87. Distribución material lítico CI N4 de la estructura 67. 96 4.3 Distribución química A continuación, se describirán los resultados obtenidos del análisis químico del suelo, la unidad habitacional se divide en tres zonas: ‘A’ se ubica al interior de la estructura 67, ‘B’ se ubica el interior de la estructura 68 y ‘C’ representa el exterior entre ambas estructuras (Figura 88). Ubicación de las zonas Figura 88. Mapa de ubicación de las zonas A, B y C. Los resultados de los análisis químicos mostraron que existe una modificación antrópica en la zona de las estructuras debido a que los resultados de las muestras de referencia (5 a 10 metros alejados de las estructuras) y los resultados de las muestras al interior de la unidad habitacional son diferentes. Por ejemplo, los valores de fosfatos al exterior son todos cero por el contrario al interior que se identificaron valores entre 0 y 4 (Tablas 3,4 y Figuras 89, 90). 97 Tabla 3. Resultados de los valores químicos de las seis pruebas en la unidad habitacional. Promedio Desviación estándar Mediana Moda Máximo Mínimo Proteínas Carbohidratos Fosfatos 8.49 3.70 0.88 0.56 0.45 0.95 8.50 4.00 1.00 9.00 4.00 4.00 9.50 4.00 4.00 7.00 1.00 0.00 pH 6.15 0.55 6.22 7.69 7.69 3.46 Carbonatos 0.46 0.72 0.00 2.00 2.00 0.00 Grasas 1.66 1.34 1.00 4.00 4.00 0.00 Tabla 4. Resultados de los valores químicos de las seis pruebas al exterior (5 a 10 metros alrededor) de la unidad habitacional. Promedio Desviación estándar Mediana Moda Máximo Mínimo Proteínas Carbohidratos Fosfatos 7.93 3.70 0.00 0.60 0.31 0.00 8.00 3.50 0.00 8.00 3.50 0.00 9.00 4.00 0.00 7.00 3.00 0.00 pH 5.88 0.25 5.92 5.73 6.50 5.53 Carbonatos 1.13 0.81 1.00 2.00 2.00 0.00 Grasas 1.73 1.34 2.00 3.00 4.00 0.00 Figura 89. Mapa de ubicación y resultados de los análisis químicos de las muestras de referencia. Los hexágonos blancos y los puntos verdes muestran la ubicación exacta de la toma de las muestras. 98 Resultados del análisis de fosfatos 4.50 4.00 3.50 Valor 3.00 2.50 2.00 1.50 1.00 0.50 0.00 Promedio Desviación estándar Mediana Interior Moda Máximo Mínimo Exterior Figura 90. Gráfica de comparación de los resultados de fosfatos interior y exterior. Fosfatos Los niveles de fosfatos fueron bajos en toda la unidad habitacional mostraron una escala de 0 a 4 (Figura 91). Los valores más altos en la unidad se ubican en la zona A, cerca al muro S y en el acceso; valores bajos (1 y 2) se ubican cerca del metate, en la esquina NE y en los tres elementos arquitectónicos. La ausencia de fosfatos se observa en el resto de la estructura, así como en la mayor parte de la zona C y al NW y SW de la zona B. El valor máximo en la zona B es de 3, predominando el 2 (Figura 92). La mayoría de los resultados de las muestras de los accesos se distribuyen entre los valores de 1 y 2 aunque la mediana se encuentra en 1; existe una muestra que sobrepasa este valor. En las cajas la mayoría de los resultados se encuentran en 0, pero se tienen tambien valores de 0 a 4. En el muro los valores se distribuyen entre los valores 0 y 1. En el piso el rango de las muestra se encuentra entre 0 y 2. En 99 el patio y las muestras de referencia los valores son bajos casi nulos predominando 0 (Figura 93). Figura 91. Resultado de la escala de fosfatos obtenida. Figura 92. Mapa de distribución de fosfatos. 100 Figura 93. Gráfica de pirámide de población de fosfatos. Se observa que la mayoría de las muestras presentan valores de 0. Carbonatos Como se menciona anteriormente los pisos no son estucados por lo cual los valores de carbonatos fueron bajos en toda la unidad: el valor máximo de que se presentó fue de 2 y el mínimo de 0. En la zona A existen un mayor número de valor altos, se ubican en la esquina SW y al centro de la estructura en forma diagonal de SW a NE, está parte se encuentra separada por los elementos arquitectónicos E3-E4 la cista y fogón (ambos elementos no contienen carbonatos). El otro fogón E2 presenta un valor intermedio. Por el contrario, la zona B tiene valores altos aislados, en la esquina NW, en el acceso de la estructura y en la parte N y NE del empedrado. En la zona C se observan dos concentraciones de niveles elevados SW y NW (Figura 94). 101 La mayoría de los resultados de las muestras de los accesos se distribuyen en el valor 0, aunque existe una muestra que sobrepasa este valor con 2. En las cajas la distribución de la muestra se encuetra entre 0 y 2 quedando la mayoría de los resultados en 1. En el muro, piso y patio los valores se distribuyen entre 0 y 1. El rango de las muestras de referencia se encuentra entre 1 y 2 (Figura 95). Figura 94. Mapa de distribución de carbonatos. 102 Figura 95. Gráfica de pirámide de población de carbonatos. Se observa la mayoría de las muestras presentan valores de 0. Residuos proteicos Los niveles de proteínas en la unidad son elevados teniendo como máximo 9.5 y mínimo 7. Llama la atención que en la zona A el valor mínimo es de 8 y es aquí donde se ubica el valor máximo de la unidad; las partes con valor más alto son al NE de la cista y cerca de la esquina SE. En la zona B se presenta un nivel bajo 7.5 y el resto de la estructura se encuentra principalmente entre 9 y 8.5; las partes con proteína más elevados se encuentran cerca del acceso, en la esquina NE y en la división del SE. Es posible observar a simple vista la diferencia que tiene la zona C con respecto a las otras dos, en general los valores son bajos a excepción de puntos aislados, al contrario de las otras (Figura 96). 103 La mayoría de los resultados de las muestras de los accesos se distribuyen entre los valores de 8.5 y 9 teniendo la mediana en 9. En las cajas la mayoría de los resultados se encuentran en 8, pero se tienen tambien valores de 7. En el muro y en el piso los valores se distribuyen entre los valores 8.5 y 9. En el patio los valores se encuentran en el rango de 7.5 a 8. En as muestras de referencia los valores se localizan entre 7.5 y 8, teniendo la mediana en 8 (Figura 97). Figura 96. Mapa de distribución de proteínas. 104 Figura 97. Gráfica de pirámide de población de proteínas. Ácidos grasos Los niveles de grasa que presentó la unidad son altos en la mayor parte de las zonas, teniendo un rango de 0 a 4 (Figura 98). Los valores más elevados de la zona A se encuentran en el muro N cerca del elemento E3, en el muro E antes del acceso, cercanos a la esquina SE y en el fogón. En la zona B se ubican en el muro N, parte S de la estructura, muro E y al NE del empedrado. En la zona C se tiene un solo lugar con el valor máximo y se localiza cercano a la esquina SE de la estructura 67 (Figura 99). La mayoría de los resultados de las muestras de los accesos se distribuyen entre los valores de 0 y 2 aunque la mediana se encuentra en 1. En las cajas la mayoría de los resultados se encuentran entre 0 y 1, pero se tienen tambien valores altos de 3 y 4. En el muro, piso y patio la distribución de los valores es similar entre 1 y 3, teniendo la 105 mediana en 2. En las muestras de referencia existe mayor rango de los resultados predominando 2 (Figura 100). Figura 98. Escala creada a partir de los resultados de ácidos grasos. Figura 99. Mapa de distribución de los ácidos grasos. 106 Figura 100. Gráfico de pirámide de población de ácidos grasos. Se observa que las muestran presentan valores entre 0 y 3 principalmente. Carbohidratos Los niveles de carbohidratos están muy elevados en la unidad, puede deberse a la cantidad de plantas y raíces que se encontraban en el contexto. El valor máximo fue de 4 y el mínimo de 1.5 (Figura 101). En la zona A los valores bajos estuvieron en la parte SE, esquina SW, cerca al metate, esquina NE y al este del E4. En la zona B los niveles bajos se ubican al S de la estructura y en la parte NW, donde se localizó el valor más bajo de la muestra. Por su parte en la zona C los valores en general se encuentran bajos, así que los valores a resaltar son los altos y se ubican el centro del patio y cerca del muro de la estructura 68 (Figura 102). En los accesos, muros, patios y en las muestras de referencia los valores son muy altos y se encuentran distribuidos entre 3.5 y 4. En las 107 cajas la distribución se encuentra entre 3 y 4. En el piso la mayoría de los valores son de 4, teniendo algunas muestras en 3 (Figura 103). Figura 101. Escala creada a partir de los resultados de carbohidratos. Figura 102. Mapa de distribución de carbohidratos. 108 Figura 103. Gráfica de pirámide de población de carbohidratos. Se observa la mayoría de las muestras presentan valores altos de 4. pH En general en la unidad habitacional el pH se encuentra en valores bajos, principalmente ácidos y pocos están cercanos a la neutralidad. Los valores fueron divididos en 6 grupos, el valor máximo fue de 7.51 y el mínimo de 3.46. En la zona A los valores bajos se encuentran en los elementos y cerca del acceso. En la zona B los valores fueron más elevados y se ubican en la parte SE de la estructura. Mientras que en la zona C los valores altos están hacia la parte E y un elemento aislado en el W (Figura 104). Hay que mencionar que en ninguna de las zonas los resultados obtenidos muestran indicios de cenizas. 109 La mayoría de los valores se encuentran entre 5.5 y 6.5. Los resultados de las muestras de los accesos se distribuyen entre los valores de 6 y 7; existe una muestra que se encuentra por debajo de la distribución. sobrepasa este valor. En el piso es donde se tiene mayor variación de los resultados (Figura 105). Figura 104. Mapa de distribución de los valores de pH. 110 Figura 105. Gráfica de pirámide de población de los valores de pH. 111 5. Interpretación de los resultados y comentarios finales Para lograr identificar las posibles áreas de actividad es necesario relacionar los resultados de los análisis químicos del suelo con los elementos arquitectónicos presentes y considerar el hallazgo de los materiales líticos y cerámicos, ya que es la combinación de todo el contexto arqueológico lo que nos acerca a una mejor interpretación (Barba y Manzanilla 1987). Se tomará de base los casos de estudio mencionados en los capítulos anteriores. Recordemos que la estructura 67 cuenta con seis elementos arquitectónicos, entre los que más destacan un posible fogón y la cista. Los materiales que destacan son el metate, fragmentos de manos, raspadores y raederas. Los resultados del análisis químico arrojaron valores altos en residuos proteicos, ácidos grasos, carbohidratos y fosfatos, mientras que en los carbonatos y el pH se obtuvieron valores bajos (no hay huellas de cenizas). La estructura 68 cuenta con tres elementos arquitectónicos: el empedrado, la cista y el muro sur que divide la estructura. Los materiales arqueológicos destacan la localización de un fragmento de olla en la entrada y en la esquina suroeste, manos de metate fragmentados, residuos de talla de lítica, núcleos, lascas, así como preformas e incluso objetos terminados. Los resultados del análisis químico arrojaron valores altos en los residuos proteicos, los ácidos grasos, los carbohidratos y el pH, mientras que los carbonatos y fosfatos mostraron valores bajos. A continuación, se presentan las interpretaciones preliminares a obtenidas después de unir los diferentes resultados (Figura 106). El 112 orden de la presentación va de las actividades que se identificaron con mayor certeza hacia las de menor. Figura 106. Mapa de ubicación de las áreas de actividad. 5.1 Áreas de actividad identificadas Preparación de alimentos Para poder hablar de la existencia de esta actividad el enriquecimiento químico debe de ser elevado y presentarse en los ácidos grasos, los residuos proteicos y el pH (Barba 1991, 2007; Barba y Lazos 2000; Pecci 2003). En nuestro caso de estudio lo que nos permite localizar esta área de actividad son los valores altos de residuos proteicos y de ácidos grasos, que son los más altos de la muestra, bajos niveles en los fosfatos que descartan otro tipo de actividades, además del hallazgo del metate. Como se mencionó anteriormente el E2, se consideraba un fogón, pero contrario a lo esperado el pH se encontró en niveles bajos; todas las muestras de esta área presentaron valores ácidos. Esta área 113 de actividad se identificó en la zona norte de la estructura 67 (en esta sección se encontró el metate y manos de metate), posiblemente en el E3 y en la zona noreste de la estructura 68; los materiales asociados en la estructura 68 son fragmentos de ollas y cajetes, encontrando bordes, cuellos y principalmente cuerpos (Figura 107). Figura 107. Mapa que combina los residuos químicos con los materiales relacionados con la preparación de alimentos. Destazamiento de animales Químicamente esta actividad se caracteriza por niveles altos de ácidos grasos y residuos proteicos (Barba et al. 2014; Pecci 2003). En nuestro caso de estudio no fue la excepción ya que se identificó por la gran cantidad de ácidos grasos y residuos proteicos. Los materiales asociados son raspadores y raederas que son utilizadas para “desprender la carne y el cuero de la parte ósea de la presa” (Winchkler 114 2006:215). Esta área de actividad se ubica cercana al muro este de la estructura 67 y cerca del muro sur de la estructura 68 (Figura 108); esta actividad está relacionado con la preparación de alimentos. Figura 108. Mapa que combina los residuos químicos con los materiales relacionados con el destazamiento y desollamiento de animales. Consumo de alimentos Se caracteriza por bajos niveles de pH y altos niveles en ácidos grasos, residuos proteicos y fosfatos (Barba 1991, 2007; Barba y Lazos 2000; Pecci 2003). En este caso se identificó por los valores altos de ácidos grasos, fosfatos y residuos proteicos, además de niveles bajos de pH. Otra de las características es que por lo general se ubica cercana al área de preparación de alimentos (Barba y Lazos 2000; Pecci 2003). Esta área se localiza en la sección sur de la estructura 67 (Figura 109). 115 Figura 109. Mapa que combina los residuos químicos del área de consumo de alimentos. Circulación Químicamente esta actividad se identifica por tener niveles bajos de residuos (Barba 2007; Barba y Lazos 2000; Barba 1990). En el caso de estudio se identificó por los valores químicos bajos. Además de los resultados químicos se consideró la arquitectura para hablar de esta actividad. En la estructura 68 estas áreas se localizan en una sección del muro noroeste y en el empedrado; en la estructura 67 se ubica en la sección sureste del muro, justo a la mitad de la estructura (Figura 110). 116 Figura 110. Mapa que combina los residuos químicos de las áreas de circulación. Nixtamalización Para identificar esta actividad químicamente debe de haber un aumento en los carbonatos, fosfatos y un aumento del pH (Barba y Ortiz 1992). Como se mencionó anteriormente, en nuestro caso de estudio no es posible relacionar los carbonatos con la construcción ya que no se utilizaba estuco. En el sitio arqueológico el Ocote se ha hecho el hallazgo de semillas de maíz y frijol (Pelz 2006:36, 56), por lo tanto, es posible que los carbonatos estén reflejando el proceso de nixtamalización; sin embargo, cabe la posibilidad de que muestren la huella de otra actividad todavía no identificada. Las huellas de esta actividad se ubicaron en la zona oeste del patio donde se obtuvieron los valores altos dentro de la muestra de pH y carbonatos (Figura 111). 117 Figura 111. Mapa que combina los residuos químicos de las áreas de nixtamalización. Ritual Se caracteriza por la gran cantidad de carbohidratos, ácidos grasos y residuos proteicos depositados por alguna ofrenda (Barba y Lazos 2000). En nuestro caso de estudio es posible hablar de esta actividad debido a los valores altos de carbohidratos, que se encuentran más elevados al interior de las estructuras que en el patio. Esto puede deberse al consumo del pulque (Pecci et al. 2017); además existe un enriquecimiento de residuos proteicos que pueden estar relacionados con sangre. Posiblemente se ubique en el E3 de la estructura 67. 5.2 Reconstrucción hipotética A partir de los antecedentes, de los resultados de análisis químicos y análisis de materiales se propone una reconstrucción de las estructuras, así como mostrar las actividades realizadas. 118 Los muros tenían una altura máxima de 2 metros (basado en el estudio de Arellano 2014), eran construidos sobre un primer nivel de rocas de diferentes tamaños y las paredes construidas de adobe posiblemente se reutilizaba en la mezcla fragmentos pequeños de cerámica. La información con la que se cuenta de los techos es muy poca así que se presentan tres propuestas: techo plano, techos a dos aguas y techo a un agua (Figura 112, 113, 114). Figura 112. Reconstrucción de las estructuras con techo plano. Elaborado por Manuel Dueñas 2017. Figura 113. Reconstrucción de las estructuras con techo a dos aguas. Elaborado por Manuel Dueñas 2017. 119 Figura 114. Reconstrucción de las estructuras con techo a un agua. Elaborado por Manuel Dueñas 2017. El observar una posibilidad de cómo estaban las estructuras nos permite visualizar las zonas donde se estaban realizando las actividades. Se puede imaginar a la señora moliendo en una esquina de la estructura cerca del fogón y otros elementos utilizados para preparar comida; otra señora preparando y almacenando comida en vasijas; las herramientas de caza colocadas cerca de la entrada y las pieles de los animales cazados secando al sol (Figura 115). A C B D Figura 115. Reconstrucción de las estructuras y de las posibles actividades que se pudieron realizar. A: Molienda. B: Secado de pieles, relacionado al destazamiento. C: Puntas de proyectil para la caza. D: Preparación de alimentos. 120 5.3 Comentarios finales Como se ha mencionado anteriormente, el análisis químico del piso de ocupación nos provee de datos que el arqueólogo no puede observar directamente en la excavación, ya que los residuos son invisibles e intangibles. Sin embargo, con el uso de estas metodologías de investigación es posible detectar y observar las actividades humanas que dan origen a los residuos ya que son derramadas y absorbidas por las superficies y tienen un mínimo desplazamiento vertical y horizontal en el suelo a través del tiempo (Barba 2007, Ortiz 1990). Como se planteó el objetivo de esta investigación era identificar las actividades prehispánicas que fueron llevadas a cabo por los habitantes de dos estructuras del sitio arqueológico. Si bien, esta primera aproximación al estudio químico de los suelos en el sitio de La Montesita y en el estado de Aguascalientes no es muy extensivo (47 m2) nos ha permitido hablar de las actividades de subsistencia de este grupo. La arquitectura doméstica analizada no presenta algunos de los cánones mesoamericanos (patios delimitados, cuartos separados, etc.) pero si en las actividades de preparación de alimentos, pues la nixtamalización nos muestra la utilización de un alimento básico en Mesoamérica, el maíz. Los recipientes cerámicos apoyan los resultados del análisis químico debido a la mayoritaria presencia de fragmentos de olla monocroma de material utilitario que nos habla de la actividad de preparación de alimentos y posiblemente del almacenamiento de ellos, debido a que el patrón de desgaste (erosión producida al interior de la vasija cerámica) que presentan dos ollas nos indica que es posible que estuvieran almacenando un producto constantemente. 121 En la unidad analizada existe un alto enriquecimiento de residuos proteicos, ácidos grasos y carbohidratos la mayoría de las áreas destinadas a la preparación y consumo de alimentos. Aunque en las excavaciones de las estructuras de interés no se encontró hueso animal o humano, en otras partes del sitio sí, y como se mencionó anteriormente en sitios cercanos; es probable que dichos enriquecimientos se deban a la preparación de alimentos con los animales como venado de cola blanca, tortuga, perro, roedores, entre otros (Pérez 2015). Los análisis químicos realizados son “relativamente generales y no permiten individuar los residuos correspondientes a un tipo de alimento específico” (Pecci 2003:79) para poder precisar la dieta que seguían estos pobladores. Para identificar a qué componente exacto se debe dicho aumento faltaría realizar otro tipo de estudios que complementen la información y permitan esclarecer cuales áreas están siendo utilizadas para rituales y cuales otras para preparación de alimentos. La presencia y distribución de desecho de talla de lítica en el registro arqueológico, así como de los núcleos, preformas y piezas terminadas en la estructura 68 nos permiten observar que las tareas de producción de herramientas de este tipo se llevaron a cabo a nivel doméstico, tal vez para satisfacer únicamente la demanda de uso local o propia, aunque estudios más especializados podrán decirnos si el intercambio de estas piezas fue significativo entre distintos sitios de la región, o entre sedentarios y nómadas, ya que las formas de los artefactos son muy similares con las encontradas en el norte del país (Lazalde 1987). 122 Al momento de realizar las interpretaciones hubo una complicación debido a que la distribución química de las estructuras 67 y 68 no presentaba un patrón similar al arrojado por los estudios de caso realizados en el centro y sur del país. Entonces existen varias posibles explicaciones. Una de ellas es que las estructuras analizadas no forman parte de una unidad habitacional, sino tienen otro tipo de función, debido a que estas estructuras se localizan en la parte alta de la mesa, entre el único acceso a la parte alta, y el centro ceremonial del sitio (Figura 116). Es posible que en estas estructuras se estuviera preparando los alimentos de subsistencia o rituales utilizado por los pobladores del centro ceremonial. Figura 116. Modelo digital de elevación y plano de las estructuras que se ubican en el sector B. El rectángulo rojo muestra las estructuras de interés (Rodríguez 2017). De ser una unidad habitacional, observamos varias irregularidades, tal vez debido a la ubicación del sitio de la Montesita en la frontera septentrional de Mesoamérica; es posible estar 123 observando el traslape de dos modos de vida (el nómada-cazador y el sedentario-agricultor) en un mismo lugar. Los rasgos arquitectónicos y las actividades identificadas como la nixtamalización y la molienda, nos indican un modo de vida agricultor sedentario típico, no obstante, la alta cantidad de proteínas (posible producto del alto consumo de carne proveniente de la caza, si nos apegamos a las investigaciones en otros sitios cercanos) nos permiten observar que la población practicaba también practicaba esta actividad con frecuencia. También es posible una combinación de ambas interpretaciones, pues, como mencionamos anteriormente, los estudios apenas comienzan. Esta investigación alcanza su límite al poder complementar las interpretaciones que se tienen a partir de la excavación, el poder hablar sobre las posibles actividades que se realizaban dentro y fuera de las estructuras. Cada uno de los análisis químicos realizados puede ser y debería ser complementado con estudios más puntuales, que permitan obtener mayor información, por ejemplo: Muestras altas en carbohidratos. La prueba de almidones y así identificar específicamente que tipo de plantas están causando estos enriquecimientos (Ezra et al. 2015; Matos y Acosta 2016). Muestras ricas en ácidos grasos. La prueba de cromatografía de gases, esto permitirá diferenciar entre las grasas que son de origen vegetal o animal, además de identificar residuos de sustancias como resinas y aceites de otro origen (Barba et al. 2014). 124 Muestras ricas en carbonatos. La espectrometría de masas nos permitiría observar con mayor precisión. Muestras ricas en proteínas. La prueba de albuminas nos permitirá saber si se trata de sangre involucrada en la actividad, ayudándonos a saber si se realizaban actividades relacionadas a algún ritual. Muestras con fosfatos. La florescencia de rayos X nos ayudaría saber la cantidad de fosforo depositada en el suelo, dejándonos más claro que actividad está enriqueciendo el suelo. Este tipo de análisis tienen costos elevados por lo que aplicarlos a los cientos de muestras recolectadas en una excavación no es posible para la mayoría de los proyectos de investigación. Los análisis químicos nos permiten hacer una preselección a las muestras con mayor potencial para que puedan arrojar mejores resultados. Las unidades habitacionales pues, nos muestran el nivel de adaptación que estas sociedades alcanzaron, las distintas actividades que llevaron a cabo en la cotidianidad del hogar, pero también nos permiten observar las relaciones culturales que unen a este grupo con otros, así como sus diferencias. Quedaron elementos que no fue posible llegar a una interpretación precisa como son las cistas de roca (E4 y E9). Este elemento no es único en el sitio, cómo se mencionó anteriormente. En la excavación del 2015 se realizó un hallazgo similar, al igual que en otros sitios como por ejemplo en Cerro de en medio, Aguascalientes (Dueñas 2015), La Quemada, Zacatecas, Nayarit (González y Beltrán 2013; Vázquez 2011) y Tula, Hidalgo (Healan 2000). Falta mayor investigación de estos elementos arquitectónicos para saber su utilidad, 125 pues, aunque en Nayarit los elementos contenían entierros o vasijas con resto incinerados (González y Beltrán 2013; Vázquez 2011), en el caso de Tula, Cerro de en medio o la Quemada se encontraron vacíos. Los materiales cerámicos y líticos nos permiten utilizar otros análisis para comprender mejor a los grupos que los utilizaron. Por ejemplo, al material cerámico se le debería de realizar análisis químicos de la misma manera que al suelo, ya que la superficie presenta porosidad; los estudios de caso realizados arqueológicamente y experimentalmente han presentado muy buenos resultados en la identificación de usos de diferentes formas cerámicas (Acosta 2009; Méndez et al. 2012; Novillo y Esparza 2016). A los materiales líticos podría analizarse la procedencia de la obsidiana en un intento de identificar el comercio que estaba realizando el sitio (García y Acosta 2015). Sería bueno en un futuro estar realizando estudios de análisis químico del suelo de ocupación aplicado a estructuras similares dentro y fuera del sitio, con el fin de aumentar la información, poder comparar los resultados y poder realizar mejores interpretaciones sobre el pasado prehispánico de una región con tantas preguntas aun por contestar. 126 6. Bibliografía Acosta Ochoa, Guillermo 2009 Alimentos para la cueva: un estudio de residuos químicos y de microfósiles en vasijas cerámicas. Alimentazione e cultura a nell’ America inigena: archaeologia, storia e antropología:737-741. Arellano González, Gabriela Guadalupe 2014 Arquitectura de tierra: Un estudio comparativo de dos sitios prehispánicos. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Barba Pingarrón, Luis 1980 El análisis de fosfatos como herramienta de prospección y delimitación. En Memorias de la XVI Mesa Redonda de la SMA, 2:267-274. 1990 El análisis químico de pisos de unidades habitacionales para determinar sus áreas de actividad. En Etnoarqueometría, Primer Coloquio Bosch Gimpera, editado por Mari Serra y Yoko Sugiura, pp. 177-200. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México. 2007 Chemical residues in Lime Plastered archaeological floors. Geoarchaeology 22(4):439-452. Barba Pingarrón, Luis y Agustín Ortiz Butrón 1992 Análisis químico de pisos de ocupación: Un caso etnográfico en Tlaxcala, México. Latin American Antiquity 3(1):63-82. 127 Barba Pingarrón, Luis y José Luis Córdova 1988 La prueba de carbonatos en la arqueología. Una invitación a su uso. Antropológicas 2:97-100. Barba Pingarrón, Luis, Agustín Ortiz Butrón y Alessandra Pecci 2014 Los residuos químicos. Indicadores arqueológicos para entender la producción, preparación, consumo y almacenamiento de alimentos en Mesoamérica. Anales de Antropología 48(1):201-239. Barba Pingarrón, Luis, Agustín Ortiz Butrón, Jorge Blancas Vázquez, Meztli Hernández Grajales y Mauricio Obregón Cardona 2016 Residuos químicos y el contexto de enterramiento. En Estudios interdisciplinarios sobre un mamut y su contexto, editado por Luis Barba Pingarrón, pp. 81-98. Red de Ciencias Aplicadas a la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México, D. F. Barba Pingarrón, Luis, Agustín Ortiz Butrón, Karl Link, Luz Lazos y Leonardo López Luján 2000 La arquitectura sagrada y sus usos. Estudio geofísico y químico de la Casa de las Águilas, Tenochtitlan, México. En La Casa de las Águilas. Reconstrucción de un pasado. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes – Instituto Nacional de Antropología e Historia 61-70. Barba Pingarrón, Luis y Luz Lazos 2000 Chemical Analysis of Floors for the Identification of Activity Areas: A Review. Antropología y Técnica 6:59-70. 128 Barba Pingarrón, Luis, Luz Lazos, Karl Link, Agustín Ortiz Butrón, Leonardo López Luján 1998 La arqueometría en la Casa de las Águilas. Arqueología Mexicana 6(31):20-27. Barba Pingarrón, Luis y Linda Manzanilla 1987 Estudio de áreas de actividad. En Cobá Quintana Roo. Análisis de dos unidades habitacionales mayas del horizonte clásico, editado por Linda Manzanilla, pp. 69-116. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México. Barba Pingarrón, Luis y Manuel Pérez Rivas 2000 Pruebas químicas y áreas de actividad en contextos domésticos del norte del área Maya: Un análisis comparativo. Memoria del Congreso Internacional de Mayistas, Chetumal, Q. Roo. IIE Universidad Nacional Autónoma de México. Baker, Adrián 1997 Cueva La Morita, Terreros de La Labor, Calvillo, Aguascalientes. Informe. Archivo Técnico, Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia de Aguascalientes, México. Barrientos Girón, Carmela María 2010 Determinación de fosfatos en Antrosoles como indicadores de actividad humana en el sitio arqueológico El Naranjo, Ciudad de Guatemala. Tesis de licenciatura inédita, Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, Universidad de San Carlos de Guatemala, Guatemala. 129 Bernal Gutiérrez, Laura 2005 Análisis funcional de los espacios del posible palacio de Xalla, Teotihuacán: Un enfoque arqueométrico. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Castellanos Conde, Eloy 1994 Proyecto: Identificación y catalogación de sitios arqueológicos en el edo. de Aguascalientes. Informe Final (Atlas Arqueológico). Archivo Técnico del consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D.F. 1995 Sitios Arqueológicos. Aguascalientes. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D.F. Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina 2008 Bioquímica Interactiva: Carbohidratos. Documento electrónico, http://laguna.fmedic.unam.mx/~3dmolvis/carbohidrato/index.htm l, accesado el 28 de enero de 2016. Dueñas García, Manuel de Jesús 2014 Registro arqueológico en 3D mediante la fotogrametría de rango corto. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. 2015 Informe verano 2015. Proyecto arqueológico Cerro de En medio, Municipio de San José de Gracia, Aguascalientes. Archivo Técnico 130 del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Ezra Jorge, Guillermo Acosta y Víctor H. García 2015 Análisis de los granos de almidón extraídos de metates y vasijas de Xochicalco. Revista de Investigaciones Arqueométricas 2(2):1-9. Fernández, Fabián G., Richard E. Terry, Takeshi Inomata y Markus Eberl 2002 An Ethnoarchaeological Study of Chemical Residues in the Floors and Soils of Q’eqchi’ Maya Houses at Las Pozas, Guatemala. Geoarchaeology: An International Journal 17(6):487-519. García Gómez, Víctor H. y Guillermo Acosta Ochoa 2015 Análisis de procedencia de la obsidiana en el abrigo La Ceiba, Chiapas. Revista de Investigaciones Arqueométricas, 2(2):1-10. González Barajas, Lourdes y José C. Beltrán Medina 2013 Informe técnico de cistas funerarias en La Pitayera. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. González Leos, Brenda Elizabeth y Juan Ignacio Macías Quintero 2007 Proyecto de prospección arqueológica en la región Sur Occidente del estado de Aguascalientes. Informe parcial. Centro de Estudios Arqueológicos, El Colegio de Michoacán, México. Gutiérrez Sánchez, Carlos 2016 Un estudio tecnológico de la producción de artefactos de molienda. La etnoarqueología como método de análisis en la interpretación de la lítica pulida de El Ocote, Aguascalientes. Tesis de licenciatura 131 inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Healan, Dan M. 2000 Urbanism at Tula from the Perspective of Residential Archaeology. En Prehispanic Domestic Units in western Mesoamerica. Studies of the Household, Compound, and Residence. Editado por Robert Santley y Kenneth Hirt, pp. 105-119. CRC Press, Estados Unidos de Norteamérica. Lazalde, Jesús F. 1987 Puntas de proyectil del norte de México. Catálogo. Museo Regional UJED, México, D. F. López Rivera, Alma Gabriela 2016 Primeras aproximaciones al estudio de los materiales líticos tallados del sitio La Montesita, Aguascalientes. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Lorenzo, José L. y Lorena Mirambell 1986 Recorrido para la localización de sitios de la etapa lítica por los estados de Aguascalientes, Zacatecas y Durango. Informe. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D.F. Macías Quintero, Juan Ignacio 2009 Fortificaciones prehispánicas en la cuenca norte del río Verde-San Pedro. Una evaluación desde la Arqueología del Paisaje. Tesis de 132 maestría inédita en arqueología, Centro de Estudios Arqueológicos, El Colegio de Michoacán. Manzanilla Naim, Linda Rosa (editora) 1986 Unidades habitacionales mesoamericanas y sus áreas de actividad, pp. 9-17, Serie Antropológica 76. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, D.F. Manzanilla Naim, Linda Rosa y Luis Barba 1990 The study of activities in Classic households. Two case studies from Coba and Teotihuacan, Ancient Mesoamerica 1:41-49. Matos Llanes, Carlos Manuel y Guillermo Acosta Ochoa 2016 El patio, un estudio etnoarqueológico de actividades: conjunción interpretativa de análisis químicos de suelos y gránulos de almidón. Temas Antropológicos. Revista Científica de Investigaciones Regionales 38(1):41-68. Martínez Cadena, Claudia Grizel 2016 Arqueología de la infancia: Estudio de los restos óseos provenientes de los sitios El Ocote y La Montesita. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Méndez Torres, Enrique, Guillermo Acosta Ochoa y Agustín Ortiz Butrón 2012 Ritualidad y vida cotidiana: Análisis químico de vasijas domésticas en depósitos cerámicos de cuevas Zoques. En Arqueologías de la vida cotidiana: Espacios domésticos y áreas de actividad en el México antiguo y otras zonas culturales, VII Coloquio Bosch Gimpera, editado por Guillermo Acosta, pp.279-298. Instituto de 133 Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, D.F. Morelos G., Noel 1986 El concepto de unidad habitacional en el Altiplano (200 a.C. – 750 d.C.). Unidades habitacionales mesoamericanas y sus áreas de actividad, editado por Linda Manzanilla, pp. 192-220, Serie Antropológica 76. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, D.F. Muñoz O., Iván y Javier Cruz Z. 2005 El aporte de la química en estudios arqueológicos: El Pukara de San Lorenzo, Valle de Azapa, Norte de Chile. Idesia 23:21-29. Muñoz O., Iván y Juan Chacama R. Juan 2007 Áreas de actividad y arquitectura doméstica en el poblado de Pubrisa durante la influencia incaica. Estudios Atacameños: Arqueología y Antropología Surandinas 34:97-112. Nicolás Caretta, Miguel Ángel y Mario Pérez 2004 Informe de la prospección arqueológica, poligonal de protección, mapeo, diagnóstico y propuesta para la temporada 2005. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Novillo Verdugo, Miguel Ángel y Rodrigo Esparza López 2016 Análisis químico y de almidones en la determinación de usos de tinajas arqueológicas en el sitio Arqueología Iberoamericana 29:57-61. 134 Guachimontones (México). Obregón Cardona, Mauricio, Luis Barba Pingarrón, Agustín Ortiz Butrón y Liliana Gómez Londoño 2011 Transformaciones antrópicas del suelo en un lugar de habitación prehispánico en los Andes noroccidentales. TRACE 59:90-104. Ortiz Butrón, Agustín 1990 Oztoyohualco: Estudio químico de los pisos estucados de un conjunto residencial teotihuacano para determinar áreas de actividad. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. 2015 Determinación de las características de un barrio teotihuacano con arqueometría. El caso de Teopancazco. Tesis de doctorado inédita en antropología, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F. Ortiz Butrón, Agustín y Luis Barba 1993 La química en el estudio de áreas de actividad. Anatomía de un conjunto residencial teotihuacano en Oztoyahualco II Los estudios específicos, editado por Linda Manzanilla, pp. 617-660, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F. Ortiz, Gabriela 2003 La aplicación de análisis químicos para la interpretación de áreas de actividad en la región subandina de Jujuy. Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales – Universidad Nacional de Jujuy 20:291-321. 135 Palomo Govea, Sara Gabriela 2015 Prácticas funerarias de la población prehispánica de El Ocote, Aguascalientes. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Pecci, Alessandra 2003 Los alimentos y sus residuos químicos. Arqueología experimental para entender actividades prehispánicas. XXV Congreso Internacional de Americanística: 75-82. Pecci Alessandra, Agustín Ortiz y Luis Barba 2017 Los residuos químicos de la producción de pulque. Etnoarqueometría y arqueología experimental. Anales de Antropología 51:39-55. Pecci Alessandra, Agustín Ortiz Butrón, Luis Barba Pingarron y Linda R. Manzanilla Naim 2010 Distribución espacial de las actividades humanas con base en el análisis químico de los pisos de Teopancazco, Teotihuacan. VI Coloquio Pedro Bosch Gimpera. Lugar, espacio y paisaje en arqueología: Mesoamérica y otras áreas culturales, editado por Edith Ortiz Díaz, pp.447-472. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. F. Pelz Marín, Ana María 2006 Sitio arqueológico el Ocote, Aguascalientes Informes técnicos años 2000 – 2005. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. 136 2010 Proyecto de investigación arqueológica El Ocote, Aguascalientes. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Pelz Marín, Ana María, Niklas Schulze y Gilberto Pérez 2013 Primer Informe Técnico Parcial Proyecto Arqueológico La Montesita, Temporada 2012. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. 2014 Segundo Informe Técnico Parcial Proyecto Arqueológico La Montesita, Temporada 2013. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Pérez Cortés, Enrique 2007 La región del río Verde Grande y el sitio arqueológico de Buena Vista. Una aproximación a la dinámica de interacción interregional del sureste de Zacatecas durante el epiclásico. Tesis de licenciatura inédita en antropología con especialidad en arqueología, Unidad Académica de Antropología, Universidad Autónoma de Zacatecas, Zacatecas. Pérez Ríos, Ofelia Karime 2015 Fauna asociada al sitio arqueológico El Ocote en el estado de Aguascalientes. Universidad Autónoma de Aguascalientes, México. Pierrebourg, Fabienne, Luis Barba y Claudia Trejo 2000 Etnoarqueología y análisis químicos en una unidad habitacional tradicional en Muxucuxcab, Yucatán. Anales de Antropología 34:105-131. 137 Rodríguez Arcos, Laura Carolina 2017 Patrón de asentamiento del sitio La Montesita, Aguascalientes. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Sánchez Correa, Sergio A. y Rosalba Delgadillo Torres 1986 Derecho de vía gasoducto de PEMEX tramo AguascalientesZacatecas. Informe Final. Archivo Técnico del consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D.F. Sánchez Pérez, Serafín 2005 Descripción de perfiles estratigráficos en campo. Análisis físicoquímico de suelos y sedimentos. Instituto Nacional de Antropología e Historia y Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Schiffer, Michael 1972 Archaeological Context and Systemic Context. American Antiquity 37(2):156-165. Schulze, Niklas y Gilberto Pérez 2015 Tercer Informe Técnico Parcial Proyecto Arqueológico La Montesita, Temporada 2014-5. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. 2016 Cuarto Informe Técnico Parcial Proyecto Arqueológico La Montesita, Temporada 2015-2016. Archivo 138 Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Silva Rivera, Yesenia 2015 Patrón de asentamiento del sitio arqueológico Santiago, Aguascalientes. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Trejo Rodríguez, Claudia Mireya 2001 Inferencia de áreas de actividad a través de análisis químicos de sedimentos en la Cueva de las Varillas, Teotihuacan. Tesis de licenciatura inédita en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, D.F. Valencia Cruz, Daniel J. 1993 Proyecto de identificación, catalogación y conservación de sitios con pintura rupestres en el estado de Aguascalientes. Informe técnico temporada 1992. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. 1994 Proyecto de identificación, catalogación y conservación de sitios con pintura rupestres en el estado de Aguascalientes. Informe técnico temporada 1993. Archivo Técnico del Consejo de Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Vázquez del Mercado Rodríguez, Miguel 2011 Informe del reporte del recorrido del trazo carretero Jala-Vallarta del KM 27 al 54, Tepic, Nayarit. Archivo Técnico del Consejo de 139 Arqueología, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F. Winchkler, Giovanna 2006 Diccionario de uso para la descripción de objeto líticos. Documento electrónico, www.winchkler.com.ar, accesado el 25 de septiembre de 2016. Winter, Marcus C. 1986 Unidades habitacionales prehispánicas de Oaxaca. Unidades habitacionales mesoamericanas y sus áreas de actividad, editado por Linda Manzanilla, pp. 325-374, Serie Antropológica 76. Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, D.F. 140 Anexos a. Listado de muestras y resultados Muestra 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 Carbohidratos 3.00 4.00 4.00 1.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 2.50 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.00 3.50 4.00 3.50 3.00 4.00 3.50 4.00 4.00 3.50 1.50 4.00 3.50 4.00 3.00 3.00 3.00 3.50 4.00 4.00 Ácidos Grasos 0.00 1.00 3.00 0.00 3.00 4.00 2.00 3.00 4.00 3.00 3.00 0.00 1.00 0.00 1.00 1.00 3.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 0.00 2.00 0.00 4.00 2.00 0.00 1.00 2.00 0.00 3.00 1.00 0.00 1.00 2.00 Fosfatos 0.00 3.00 2.00 4.00 1.00 0.00 0.00 1.00 2.00 1.00 0.00 0.00 1.00 1.00 1.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 141 Residuos Proteicos 8.50 9.00 9.00 9.00 8.00 8.50 9.00 8.50 8.00 9.00 8.00 8.00 8.50 8.50 8.50 8.00 8.00 8.00 9.00 8.00 8.50 8.50 8.00 8.50 8.00 8.00 8.00 9.00 8.50 8.00 7.50 8.00 9.00 9.00 8.50 9.00 CaCO3 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 2.00 1.00 0.00 2.00 0.00 1.00 1.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 2.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 pH 6.19 5.88 6.93 4.18 5.02 5.96 6.96 5.67 5.79 5.47 5.82 3.35 5.01 4.95 4.63 5.18 5.15 4.56 4.84 5.89 5.82 4.01 5.72 5.37 5.47 5.48 5.45 5.54 5.48 5.32 2.74 3.63 4.99 5.43 5.24 5.55 H2O 6.91 6.60 7.65 4.90 5.74 6.68 7.15 6.39 6.51 6.19 6.54 4.07 5.73 5.67 5.35 5.90 5.87 5.28 5.56 6.61 6.54 4.73 6.44 6.09 6.19 6.20 6.17 6.26 6.20 6.04 3.46 4.35 5.71 6.15 5.96 6.27 Muestra 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 Carbohidratos 3.00 4.00 3.00 4.00 4.00 3.00 4.00 4.00 4.00 3.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.50 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 Ácidos Grasos 2.00 0.00 1.00 0.00 0.00 1.00 2.00 0.00 3.00 2.00 2.00 3.00 4.00 4.00 0.00 1.00 2.00 3.00 3.00 1.00 3.00 0.00 0.00 3.00 3.00 3.00 4.00 1.00 0.00 3.00 4.00 3.00 3.00 1.00 4.00 3.00 1.00 2.00 2.00 0.00 0.00 Fosfatos 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 1.00 2.00 1.00 1.00 2.00 2.00 2.00 2.00 2.00 1.00 3.00 2.00 1.00 1.00 1.00 0.00 1.00 1.00 2.00 2.00 1.00 1.00 1.00 2.00 1.00 1.00 2.00 1.00 1.00 2.00 2.00 0.00 2.00 1.00 142 Residuos Proteicos 9.00 8.50 8.00 8.00 9.00 8.50 8.50 9.00 9.00 8.50 8.50 8.50 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 8.50 9.00 9.00 8.00 9.00 8.50 9.00 8.50 9.00 8.50 8.50 9.00 9.00 9.00 9.00 8.50 9.00 8.50 9.00 9.00 8.50 9.00 9.00 9.00 CaCO3 0.00 0.00 1.00 1.00 0.00 2.00 0.00 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 pH 5.67 5.45 5.60 5.73 5.58 5.79 5.71 5.88 5.60 5.67 5.59 5.76 5.75 5.50 5.76 5.49 5.67 5.50 5.38 5.5 5.50 5.50 5.65 5.50 5.55 5.48 5.53 5.65 5.67 5.67 5.68 5.78 5.50 5.65 5.66 5.70 5.84 5.66 5.76 5.62 5.62 H2O 6.39 6.17 6.32 6.45 6.30 6.51 6.43 6.60 6.32 6.39 6.31 6.48 6.47 6.22 6.48 6.21 6.39 6.22 6.10 6.22 6.22 6.22 6.37 6.22 6.27 6.20 6.25 6.37 6.39 6.39 6.40 6.50 6.22 6.37 6.38 6.42 6.56 6.38 6.48 6.34 6.34 Muestra 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 Carbohidratos 3.50 4.00 3.50 4.00 3.50 4.00 3.00 4.00 4.00 3.50 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.00 4.00 4.00 3.50 3.50 3.00 4.00 4.00 4.00 3.00 3.50 3.00 4.00 4.00 3.50 3.50 3.50 3.50 Ácidos Grasos 2.00 1.00 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 2.00 0.00 3.00 1.00 0.00 1.00 3.00 2.00 3.00 3.00 2.00 3.00 3.00 4.00 3.00 3.00 1.00 1.00 1.00 0.00 1.00 1.00 2.00 1.00 2.00 4.00 1.00 3.00 1.00 1.00 1.00 4.00 0.00 Fosfatos 2.00 1.00 0.00 1.00 1.00 1.00 3.00 1.00 1.00 2.00 1.00 1.00 2.00 1.00 2.00 1.00 1.00 2.00 3.00 2.00 1.00 1.00 1.00 0.00 0.00 1.00 1.00 1.00 0.00 1.00 1.00 1.00 2.00 0.00 1.00 1.00 2.00 1.00 1.00 2.00 2.00 143 Residuos Proteicos 8.50 9.00 9.00 8.50 8.00 8.50 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 8.00 8.50 8.00 9.00 8.50 8.50 8.50 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 8.50 8.00 8.00 8.50 8.50 9.00 8.00 8.00 9.00 8.00 8.00 8.00 8.50 9.00 9.00 9.00 8.00 CaCO3 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 2.00 0.00 0.00 1.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 pH 5.56 5.45 5.60 5.62 5.81 5.77 5.92 5.47 5.49 5.20 5.27 5.49 5.55 5.53 5.49 5.63 5.44 5.47 5.05 5.63 5.54 5.46 5.76 5.42 5.53 5.50 5.81 5.87 6.02 5.84 5.53 5.72 6.25 5.51 6.97 6.79 6.58 5.81 5.90 5.66 5.76 H2O 6.28 6.17 6.32 6.34 6.53 6.49 6.64 6.19 6.21 5.92 5.99 6.21 6.27 6.25 6.21 6.35 6.16 6.19 5.77 6.35 6.26 6.18 6.48 6.14 6.25 6.22 6.53 6.59 6.74 6.56 6.25 6.44 6.97 6.23 7.69 7.51 7.30 6.53 6.62 6.38 6.48 Muestra 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 Carbohidratos 4.00 3.00 3.00 3.00 3.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.50 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.50 4.00 4.00 4.00 4.00 3.50 4.00 3.50 3.50 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 4.00 3.50 3.50 3.50 4.00 3.00 3.00 3.50 3.50 3.50 Ácidos Grasos 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 3.00 1.00 1.00 2.00 0.00 1.00 2.00 4.00 4.00 2.00 1.00 1.00 4.00 2.00 1.00 4.00 1.00 4.00 1.00 4.00 0.00 3.00 0.00 4.00 3.00 4.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 3.00 1.00 Fosfatos 0.00 1.00 2.00 3.00 3.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 0.00 0.00 2.00 1.00 1.00 0.00 1.00 1.00 1.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 2.00 4.00 4.00 3.00 0.00 0.00 0.00 0.00 144 Residuos Proteicos 9.00 8.00 8.00 8.00 9.00 9.00 9.00 7.50 9.00 8.50 8.50 8.50 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 8.50 9.00 9.00 9.00 9.00 9.00 8.50 8.50 8.00 9.00 9.00 8.50 8.50 8.50 8.00 8.00 8.00 8.50 8.50 7.50 7.50 9.00 CaCO3 0.00 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 2.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 1.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 1.00 1.00 2.00 2.00 pH 5.95 5.57 5.64 5.30 5.93 5.55 5.33 5.54 5.41 5.30 5.14 5.54 5.58 5.61 5.45 5.46 5.02 3.99 4.37 4.95 4.76 5.14 5.14 3.80 5.03 5.40 5.47 5.52 5.31 4.93 5.04 5.06 4.59 5.31 5.15 5.45 5.47 6.61 5.34 6.31 6.82 H2O 6.67 6.29 6.36 6.02 6.65 6.27 6.05 6.26 6.13 6.02 5.86 6.26 6.30 6.33 6.17 6.18 5.74 4.71 5.09 5.67 5.48 5.86 5.86 4.52 5.75 6.12 6.19 6.24 6.03 5.65 5.76 5.78 5.31 6.03 5.87 6.17 6.19 6.80 5.53 6.50 7.01 Muestra 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 Carbohidratos 3.50 4.00 3.50 4.00 4.00 3.50 3.50 4.00 4.00 3.00 4.00 3.50 3.50 3.50 3.00 3.50 3.50 4.00 3.50 3.00 3.00 3.50 4.00 4.00 4.00 3.50 4.00 3.50 3.50 3.50 3.50 3.50 4.00 4.00 4.00 Ácidos Grasos 2.00 2.00 3.00 1.00 2.00 2.00 3.00 3.00 3.00 2.00 1.00 3.00 0.00 0.00 0.00 2.00 1.00 1.00 0.00 3.00 0.00 2.00 2.00 0.00 1.00 3.00 3.00 0.00 0.00 3.00 1.00 0.00 3.00 1.00 4.00 Fosfatos 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 3.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 145 Residuos Proteicos 8.00 8.50 7.50 7.50 7.50 8.00 7.50 7.00 8.00 8.50 8.00 7.00 7.50 7.50 7.50 8.00 7.50 7.50 7.50 7.00 7.50 8.00 8.00 8.00 9.00 7.00 8.50 9.00 7.50 7.50 7.00 8.00 8.00 7.50 8.50 CaCO3 1.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 1.00 0.00 1.00 0.00 0.00 0.00 1.00 2.00 0.00 1.00 1.00 0.00 0.00 2.00 1.00 2.00 2.00 0.00 1.00 2.00 0.00 1.00 1.00 2.00 2.00 0.00 2.00 1.00 1.00 pH 6.21 5.89 5.67 6.46 5.87 5.81 6.88 6.75 5.62 5.61 5.69 5.44 5.49 7.50 5.89 7.08 6.36 5.59 5.42 5.42 5.71 5.73 5.54 5.80 5.93 5.46 5.35 5.43 5.83 5.63 5.85 5.76 5.88 5.54 6.31 H2O 6.40 6.08 5.86 6.65 6.06 6.00 7.07 6.94 5.81 5.80 5.88 5.63 5.68 7.69 6.08 7.27 6.55 5.78 5.61 5.61 5.90 5.92 5.73 5.99 6.12 5.65 5.54 5.62 6.02 5.82 6.04 5.95 6.07 5.73 6.50 Muestra 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 Carbohidratos 3.00 3.50 4.00 4.00 3.50 3.50 3.50 3.50 3.00 3.50 3.00 Ácidos Grasos 3.00 1.00 3.00 1.00 2.00 2.00 3.00 1.00 2.00 4.00 1.00 Fosfatos 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 4.00 0.00 1.00 1.00 146 Residuos Proteicos 7.50 8.00 8.50 9.50 8.00 9.00 8.50 9.00 8.50 9.50 7.00 CaCO3 0.00 2.00 1.00 2.00 2.00 2.00 2.00 0.00 2.00 0.00 2.00 pH 5.34 5.27 5.31 5.03 5.30 5.29 5.21 5.03 4.97 5.33 5.54 H2O 5.53 5.46 5.5 5.22 5.49 5.48 5.40 5.22 5.16 5.52 5.73 b. Mapas de distribución con valores por muestra 141 142 143 144 145