Energías renovables: nuevas tecnologías para antiguas formas de energía Publicado viernes, 9 de marzo 2018 Fac ebook Twitter LinkedIn Email Print Las fuentes de energía renovables representan el futuro de la producción eléctrica y del desarrollo sostenible. Pocos saben que la historia de estas tecnologías está relacionada con las misiones espaciales, con experimentos de principios del siglo XIX y con una larga serie de innovaciones que se mantienen en la actualidad. Cuarenta y nueve países han declarado que pretenden alimentarse al 100 % de fuentes de energía renovables antes de 2050. Para un grupo de investigadores de las universidades de Stanford, Berkeley, Berlín y Aarhus, podrían llegar a 139 los países que aspiran a este objetivo de cara a la misma fecha. ¿Energías renovables como única fuente de energía? ¿Utopía, esperanza, solución obligada u objetivo posible? Los hechos son más claros que los sueños o las ambiciones. La energía hidroeléctrica es una garantía energética en muchos países. La tecnología de las energías solar e hidroeléctrica sigue desarrollándose en términos de inversión, eficacia, competitividad y nueva capacidad instalada. La energía geotérmica se extiende en nuevos mercados y economías desarrolladas. Todas las renovables son formas de energía muy concretas que, además de tener un futuro brillante por descubrir, cuentan con una historia, a veces de siglos, que es interesante conocer. Cuando la NASA descubrió la energía solar Cuando hablamos de las formas de energía limpias definiéndolas como «nuevas» o alternativas a las fósiles, nos olvidamos de que en realidad tienen unas profundas raíces que provienen de largos recorridos de desarrollo tecnológico de varias décadas. La energía solar fotovoltaica nació a mediados del s. XX, junto con los primeros programas espaciales Había que evitar que los aparatos a bordo de los satélites dejaran de funcionar por falta de energía. La NASA experimentó a bordo del Vanguard 1 la batería solar Bell, construida en 1954 por Daryl Chapin y Calvin Fuller. Y fue todo un éxito, ya que las células funcionaron durante años. Las primeras instalaciones solares de concentración del mundo se remontan a 1981 y son «Made in Enel». En Adrano fuimos pioneros en la energía renovable con la construcción del proyecto Eurelios, que posee el récord de ser la primera central en el mundo que vertió a la red energía eléctrica producida por el sol. Más de un siglo de geotermia El primer uso industrial de los vapores geotérmicos se produjo gracias a François de Lardarel, un joven oficial francés que llegó a la Toscana con el ejército napoleónico y que experimentó la técnica ancestral de la geotermia en 1818 que sus herederos usaron para construir la primera central del mundo en 1913. “De la idea de de Larderel han nacido nuestras 35 centrales activas en la Toscana, que producen casi 6 TWh al año y satisfacen más del 30 % de las necesidades eléctricas regionales.” La evolución tecnológica y la innovación de aquella idea de principios del s. XIX es la primera página de una historia que llega hasta nuestros días en Chile, Indonesia, Alemania y los Estados Unidos donde EGP está aplicando sobre el terreno su experiencia en el sector geotérmico. Energía eólica: de Persia a los cottage escoceses Los molinos de viento, predecesores de los actuales aerogeneradores, ya existían en Persia hace unos 5000 años, pero la primera turbina eólica se remonta a 1887, realizada por el escocés James Blyth, ingeniero eléctrico y académico que inventó una para producir luz para su cottage de verano en Marykirk, convirtiéndolo en la primera vivienda en el mundo alimentada con energía renovable. La historia de la energía del viento está muy ligada además a los estudios de aeronáutica, llegando hasta nosotros con las características tres palas que ya se han convertido en la norma en la mayoría de los aerogeneradores instalados en la actualidad en todos los continentes gracias a la idea de un joven que construyó el primer ejemplar en Dinamarca en 1956. “En la actualidad, la energía eólica es una de las renovables más extendidas y competitivas, con más de 500 GW de capacidad instalada en todo el mundo y una perspectiva de crecimiento de unos 59 GW en 2018, con la promesa de contribuir de manera decisiva en la revolución verde actual en América Latina y Asia.” El agua, la innovación más antigua La energía del agua es la fuente de energía renovable más antigua y, a la vez, con más proyección de cara al futuro. Por una parte, las grandes centrales hidroeléctricas garantizan desde hace casi un siglo el porcentaje más elevado de energía limpia de muchos países y, por otro, la tecnología venidera para aprovechar el inmenso patrimonio de la energía marinaes la expresión más avanzada en la investigación en el ámbito de las nuevas formas de energía. “La energía hidroeléctrica representa en la actualidad aproximadamente un 90 % de la producción mundial de fuentes renovables y supone un 17 % del total de la capacidad instalada global.” A las grandes presas construidas ya a principios del siglo XIX – la primerísima se construyó en Canadá en 1879 en las cataratas del Niágara– se les añaden en la actualidad otras colosales gracias a los proyectos en China y en América Latina. Pero también crecen las pequeñas instalaciones de agua fluyente y los sistemas que consiguen que las centrales existentes sean cada vez más eficientes. La energía marina sea tal vez la menos conocida de las formas de energía renovables, pero según las estimaciones podría alcanzar los 71 GW de capacidad instalada en el mundo. Mareas, olas y corrientes representan un patrimonio inexplorado y presente en todo el planeta alrededor del cual están naciendo nuevas tecnologías, experimentos y proyectos piloto más o menos en todo el mundo. Hasta hace pocos años, las fuentes renovables en conjunto eran como una gota de agua en el océano de la producción energética mundial. De aquí a 2022, según el World Energy Outlook 2017, la capacidad de generación de las fuentes renovables aumentará hasta llegar al 43 % del mix energético global. Y el futuro no ha hecho más que empezar. GEOTERMICA HIDROELÉCTRICO EÓLICA INNOVACION ENERGIA RENOVABLE SOLAR