Las bases del Aprendizaje CASOS PARTICULARES Las bases del aprendizaje Aprender es el proceso por el cual se adquiere una determinada información y se almacena, para poder utilizarla cuando se considera necesaria. Esta utilización puede ser mental (p. ej., el recuerdo de un acontecimiento, concepto, dato), o instrumental (p. ej., la realización manual de una tarea). En cualquier caso, el aprendizaje exige que la información sea captada a través de los sentidos; procesada y almacenada en el cerebro, y pueda después ser evocada o recordada para, finalmente, ser utilizada si se la requiere. Las bases del aprendizaje 1. Atención: mediante los sistemas que el cerebro posee para regular la atención, los objetos y acontecimientos externos (visuales, auditivos, etc.) primero evocan o llaman nuestra atención, haciendo que se orienten hacia algo concreto y se desentiendan (desengancharse) de los demás estímulos; así se está preparado para captar el mensaje que llega. En una segunda fase, si ese acontecimiento o mensaje continúan y se considera que vale la pena seguir recibiéndolos, de pone y mantiene la atención (incluso, a veces, se dice “ponemos los cinco sentidos”). Si interesa en grado superlativo, la atención se enfrasca en el objeto. Ya se puede adelantar que los intereses (motivación, afecto) van a influir decisivamente en la operatividad de la atención. Las bases del aprendizaje 1. Memoria: la memoria es un proceso que permite registrar, codificar, consolidar y almacenar la información de modo que, cuando se necesite, se pueda acceder a ella y evocarla. Es, pues, esencial para el aprendizaje. Se verá en qué grado depende de la atención que se preste. La memoria no es única sino que adopta distintas formas que dependen de estructuras cerebrales muy distintas. 2.1 La memoria sensorial que almacena información sensorial. Proceden de los receptores visuales, auditivos, etc. 2.2 La memoria de corto plazo (llamada ahora memoria de trabajo). Almacena información por desciframiento y reiteración. La repetición genera la significación. 2.3 La memoria de largo plazo (llamada ahora memoria permanente), la cual es autobiográfica y teóricaconceptual. Se subdivide en dos subsistemas. a. La memoria declarativa o explícita, que se divide en memoria episódica (almacena sucesos, eventos). Es la memoria autobiográfica. Y la memoria semántica (almacena significados, creencias a través del estudio o enseñanza). b. La memoria no declarativa o implícita. Se subdivide en dos: la memoria procedimental o motora (almacena movimientos, esquemas motores. Por ejemplo, manejar un auto). Y la memoria emocional (almacena recuerdos o eventos que han suscitado emociones; almacena experiencias dolorosas, que se pueden verter a través de interpretaciones). Fases de la memoria 1. Adquisición y fijación: un sujeto, una persona, aprende una lista de palabras, o asiste a una conferencia, o presencia un accidente o un atentado terrorista. Esa lista, esa conferencia ese accidente o ese atentado quedan fijados. La fijación es la huella o señal que toda imagen o estado psíquico deja en la concien¬cia del sujeto. Depende de varios factores: intensidad de las percepciones, intensidad de la imagen, la novedad, la atención del sujeto, que puede ser favorecida por medio de estímulos adecuados, el interés. 2. Conservación y almacenaje: la conservación exige condiciones favorables de fijación. Y para que haya conservación debe transcurrir un cierto tiempo. En este punto los estudiosos no acaban de ponerse de acuerdo. 3. Evocación: puede ser espontánea, y entonces el recuerdo aparece por sí mismo o voluntaria, entonces hay que buscarlo, perseguirlo hasta encontrarlo, bien por la asociación o siguiendo reglas mnemotécnicas más o menos complicadas. 4. Reconocimiento: consiste en traer al presente un estado de conciencia pasado, que el sujeto reconoce como pasado y como suyo. Algunos autores lo llaman evocación, nosotros lo llamaremos reconocimiento del recuerdo.