USO DE HIELO, VENTAJAS Y DESVENTAJAS Efectos del hielo: disminuye la circulación, la actividad metabólica y la inflamación y adormece la piel. Beneficios del hielo: disminuye el dolor, la inflamación, la hinchazón y los calambres musculares. Es mejor si se usa después de los ejercicios o de realizar actividades que producen dolor. Riesgos del hielo: el uso prolongado puede ocasionar congelación. Métodos para aplicar terapia de frío: bolsas de hielo, baño de hielo/piscina de hidromasaje, masaje con hielo. (Vea “opciones para aplicar hielo” Cuándo no usar hielo Inmediatamente después de realizar actividades físicas Si el área donde aplica el hielo está adormecida Cuando el dolor o la inflamación involucran un nervio (como el nervio cubital o “hueso de la risa”) Si el atleta tiene una disfunción simpática (una anormalidad de los nervios que controlan el flujo de sangre y las actividades de las glándulas sudoríparas) Si el atleta tiene enfermedad vascular (como mala circulación debido a pérdida de sangre, lesiones de los vasos sanguíneos, síndrome compartimental, vasculitis, coágulos de sangre y enfermedad de Raynaud) Si compromete la piel (como con una herida abierta; una herida que no ha cicatrizado; piel estirada, ampollada, quemada o delgada) Si el atleta tiene hipersensibilidad al frío, incluso urticaria inducida por el frío (urticaria de frío) Por cuánto tiempo usar el hielo Dos a 3 veces al día (mínimo); hasta una vez cada hora. La duración varía con la técnica; usualmente de 20 a 30 minutos por sesión. (Vea “opciones para aplicar hielo”). El hielo puede continuar siendo útil en el tratamiento siempre que haya dolor, inflamación, hinchazón o espasmos. No hay necesidad de cambiar a calor después de 48 horas o de alternar entre hielo y calor. Opciones para aplicar hielo 1. Las bolsas de hielo son lo mejor para colocar hielo en áreas más grandes de dolor, inflamación o espasmos (como una rodilla inflamada, moretones en los muslos, tensión muscular, tendinitis en los hombros o espasmos en el cuello o la espalda). Materiales Cubos pequeños o hielo triturado en una bolsa plástica. Bolsa de vegetales congelados (como arvejas). Paquete reutilizable de hielo comercial o “cryocuff” (hecho específicamente para terapia en frío). No use bolsas de hielo azul directamente sobre la piel; son más fríos que el agua congelada y pueden causar congelación Método Coloque sobre el área afectada por lo menos 20 minutos por sesión. Mantenga en el lugar con una toalla, banda elástica o banda térmica encogible. 2. El baño de hielo/piscina de hidromasaje se usa para reducir la inflamación en las articulaciones periféricas (como luxación del tobillo, de la muñeca o periostitis severa). Materiales Balde o tina con una mezcla de agua y hielo Método Sumerja el área afectada durante 20 a 30 minutos por sesión. No use un baño de hielo si tiene una herida abierta, sangrado o infección en la piel. 3. El masaje con hielo se usa para reducir la inflamación superficial bien localizada (por ejemplo, tendinitis de la mano, muñeca o codo; bursitis del codo o talón, quistes en los ganglios, apofisitis o irritación de la placa epifisaria). Materiales Cubos de hielo o vaso de hielo (hecha al congelar agua en un vaso de papel o poliestireno) Método Frote el hielo en patrón circular sobre la región afectada de 8 a 10 minutos por sesión. Beneficios y aplicaciones de la crioterapia La crioterapia consigue una serie de reacciones químicas dentro de nuestro organismo que favorecen la alimentación celular, así como un aumento y una mejora de la circulación sanguínea. Estos son algunos de sus beneficios Hace trabajar el músculo cardíaco aumentando sus volúmenes, sobre todo, de llenado diastólico, pero no su frecuencia cardíaca. Favorece la acción de la insulina mejorando los niveles de azúcar simple en sangre. Además, aumenta la correcta secreción de enzimas pancreáticos, como la insulina, o hepáticos, como las transaminasas. Ayuda a la circulación de sustancias gástricas y, por tanto, a su digestión estomacal, así como a la evacuación de las heces a nivel del intestino grueso. También mejora la musculatura intestinal. Favorece la absorción de sustancias alimenticias en el intestino delgado, así como la absorción de vitaminas tipo B a nivel intestinal. Mejora la circulación y el tránsito de las sustancias del sistema porta, con lo que el organismo consigue eliminar mejor sustancias tóxicas acumuladas en los tejidos blandos como los músculos, los tendones o las articulaciones. Debido a sus numerosos beneficios, la crioterapia puede tener diversas aplicaciones tanto en el mundo del deporte Crioterapia para deportistas Por lo tanto, la crioterapia está indicada para muchas personas, aunque quizá una de sus aplicaciones estrella sea en el mundo de la medicina deportiva. Esto es así porque ayuda a tratar lesiones deportivas de diferente índole, ya que está indicado para microrroturas fibrilares, tendinitis, tendinosis, sobrecargas musculares, etcétera. Además, el hecho de que mejore el músculo cardíaco, la circulación sanguínea o la eliminación de sustancias nocivas hace que el deportista pueda aumentar sus marcas y optimizar su esfuerzo tanto en los entrenamientos como en las competiciones. En el caso de los deportistas, la crioterapia también es muy útil tras una intensa sesión de ejercicio, puesto que, además de favorecer la recuperación muscular, mitiga, por ejemplo, los golpes o las agujetas Contraindicaciones de la crioterapia No obstante, la crioterapia también tiene contraindicaciones y es que no todo el mundo puede lanzarse a probarla. Jordi Riba, fisioterapeuta experto en crioterapia de CryoSalud, explica a este respecto que “esta técnica es esencialmente un acelerador del metabolismo”, así que todas aquellas personas que sufran patologías en las que el organismo (bien sea por causa congénita o secundaria) no sea capaz de mantener los mecanismos de compensación vasculares no deberán realizar esta técnica sanitaria. Por lo tanto, quedan descartados para la crioterapia pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, cualquier patología vascular grave o severa, que tengan antecedentes de tromboembolismo o que sufran el síndrome de Raynaud (alergia al frío). Asimismo, las mujeres embarazadas no deben someterse a una crioterapia.