Manejo de la Floración en el Cultivo de Aguacate El manejo de la floración inicia, incluso antes de que pueda observarse alguna flor en las ramas de los árboles. En aguacate, como en otros tantos frutales, el manejo de su floración es la clave para obtener elevadas producciones. Para poner en contexto la importancia que tiene el manejo de la floración, los siguientes datos pueden vislumbrarlo, ya que se menciona que un árbol de aguacate puede llegar a tener hasta un millón de flores, produciendo por cada inflorescencia de 200 a 900 flores. Se ha reportado que sólo de 1 a 3 frutos se cosechan por cada mil flores producidas. Es a partir de estos datos que puede apreciarse la gran área de oportunidad para mejorar la productividad de las huertas de aguacate mediante la aplicación adecuada de prácticas que ayuden a lograrlo. Figura 1. Cada inflorescencia llega a producir entre 200 a más de 900 flores. Fuente: Aparicio, 2017. Factores que afectan el proceso de floración y polinización Señal inductiva. Todo proceso dentro de las plantas es regulado por genes, quienes al activarse o desactivarse generan reacciones en cadena que conducen a un resultado determinado. De forma general puede mencionarse que cada uno de los genes es activado o desactivado por alguna señal, sobre todo del tipo ambiental; como puede ser el fotoperiodo o estrés abiótico. En el aguacate la falta de agua (estrés hídrico) o bajas temperaturas (estrés térmico) inhiben o bloquean la acción de un gen represor de la floración (PaFLC), el cual permanece activo de no presentarse estas condiciones. Asimismo, el exceso de carga frutal y/o la cosecha tardía de los frutos favorece que se active este gen represor. De no existir una señal que inhiba o bloque al gen PaFLC, el meristemo será vegetativo. El gen PaFLC inhibe la activación del gen PaFT, el cual anteriormente se consideraba era la hormona llamada FLORIGEN y que actualmente se sabe que es un gen ubicado en las hojas. El gen PaFT al activarse forma proteínas que se trasladan hasta el meristemo (yema) donde señalizan la activación de otros genes para que se inicie la formación de las estructuras florales. Energía. Cada actividad metabólica de las plantas requiere de energía. La forma de energía en las plantas son los carbohidratos (azúcares), por ello la disponibilidad de estos compuestos es indispensable para lograr la inducción, división, elongación y diferenciación celular dentro de los meristemos que darán lugar a las flores de aguacate, así como para la fecundación de flores, cuajado y crecimiento de los frutos. La producción de carbohidratos, así como su transporte a los puntos de interés (yema y frutos) depende de distintos factores: Nutrición. El balance nutricional es importante para garantizar el transporte de los carbohidratos a las yemas y frutos, donde el magnesio y potasio juegan un papel indispensable. Excesivas fertilizaciones potásicas pueden afectar el transporte de azúcares dado que evita la absorción de magnesio por el antagonismo que se genera. De igual manera, niveles adecuados de zinc, boro y manganeso favorecen una adecuada floración y cuajado de frutos. Demanda de carbohidratos. Los distintos órganos del árbol de aguacate ejercen cierta demanda de carbohidratos para su desarrollo y ejercen una competencia diferencial entre ellos. En este sentido, los frutos y flores son competidores primarios, mientras que la raíz es un competidor secundario. Por otro lado, los brotes vegetativos en primavera, que crecen a partir de las inflorescencias indeterminadas, suelen ser competidores primarios; sin embargo, para verano su fuerza de demanda se reduce y pasan a ser competidores secundarios (sólo en caso de que se tenga un considerable número de frutos cuajados). Las hojas de estos brotes vegetativos tardan de 38 a 45 días en producir excedentes. Esta competitividad y la necesidad de tener por más tiempo los frutos en el árbol para tener un buen precio de mercado ocasionan que se reduzca la cantidad de carbohidratos para la floración, reduciendo la cantidad de flores y de frutos cuajados para el siguiente ciclo. Los frutos recién cuajados demandan gran cantidad de carbohidratos, los cuales en su mayoría son utilizados en la transpiración, pues estos frutos tienen una alta tasa respiratoria hasta 12 semanas después de la cuaja. Figura 2. Los frutos representan la mayor competencia por carbohidratos de la floración, por lo que determinar la carga frutal es indispensable para evitar la alternancia productiva. Fuente: Fichet, 2017. Luminosidad. La luz juega un papel fundamental en la producción de carbohidratos; por lo tanto, una baja luminosidad difícilmente dará lugar a yemas reproductivas, por el contrario se tendrán yemas vegetativas con el propósito de alimentar los frutos que se tengan en el árbol u otras estructuras que lo requieran. Temperatura. La temperatura también afecta al proceso de floración, ya que bajas temperaturas pueden prolongar cada uno de los procesos fisiológicos (inducción y diferenciación floral, brotación de las yemas florales, cuaje y crecimiento de frutos). Asimismo, las bajas temperaturas ocasionan a menudo la producción de frutos partenocárpicos (sin semilla), lo cual decrece la producción. Además, se ha cuantificado que cuando se tienen temperaturas por debajo de los 15 ºC o por encima de los 40 ºC, la tasa de fotosíntesis neta es de sólo un 33 % de la observada cuando las temperaturas son las adecuadas; con lo cual, puede concluirse que la temperatura afecta directamente en la producción de carbohidratos. Morfología floral. El aguacate tiene una flor hermafrodita con dicogamia protoginia con complementariedad sincronizada diariamente. Esta condición ocasiona que la apertura de la estructura femenina (estigma) y masculina (anteras) no estén sincronizadas simultáneamente, sobre todo en condiciones templadas o frías, donde la apertura diferida es más acentuada que en condiciones más cálidas en donde incluso se puede llegar a tener un traslape que conlleva a la autopolinización. Es de destacarse que existen dos tipos de floración en aguacate, clasificándose como tipo A y tipo B a los distintos cultivares que existen (Cuadro 1). Cuadro 1. Cultivares de aguacate de acuerdo al tipo de floración. Fuente: Fichet, 2017. Floración tipo A Floración tipo B Hass Bacon Gwen Edranol Esther Zutano Nabal Fuerte Prácticas para manejo de la floración A través de distintas investigaciones y reportes han quedado de manifiesto algunas de las prácticas que favorecen o mejoran la floración y cuajado de frutos. Entender el fundamento de cada una de ellas es necesario para realizarlas en el momento y forma más adecuados. Anillado. El anillado consiste en solo una incisión en la corteza de la rama sin desprenderla. Esta práctica se hace sobre todo cuando se sabe que se tendrá una baja floración y con ello evitar una excesiva floración que desgaste al árbol. Entre los meses de octubre a noviembre (abril-mayo en el Hemisferio Sur) se realiza el anillado o rayado en algunas ramas preseleccionadas y no en todas para evitar acentuar la alternancia de producción. Con esto aseguramos una mejor redistribución de carbohidratos a las yemas de estas ramas, mejorando su inducción y diferenciación floral, así como el posterior cuaje de frutos. Las ramas anilladas deben ser asperjadas con citocininas antes de que florezcan, durante la etapa de coliflor y nuevamente cuando se tengan los primeros frutos cuajados para evitar alguna clorosis y la senescencia del follaje, mejorando la tasa fotosintética de las hojas. Poda de producción. Realizada hacia finales de verano y principios de otoño, entre los meses de septiembre y octubre (febrero-marzo en el Hemisferio Sur) en ramas que no serán anilladas para generar un crecimiento débil en otoño. Esta poda dirigida favorece el crecimiento de ramas laterales, y el crecimiento de las mismas no es tan fuerte como en primavera. A estas mismas ramas se les puede aplicar un inhibidor de giberelinas, cuando tienen aproximadamente de unos 20 a 30 cm de longitud en el mes de octubre. El objetivo principal es mejorar la inducción y diferenciación floral de estas ramas. Reguladores de crecimiento Inhibidor de giberelinas. Reduce largo de entrenudos de nuevos crecimientos, además de inducir la floración en las Figura 3. Con la poda de producción se yemas al reducir el efecto bloqueador de la inducción y obtienen crecimientos de brotes poco diferenciación floral que ejercen las giberelinas. Los vigorosos y que ofrecen mayor número triazoles, como el uniconazol, además de inhibir a las de yemas potencialmente florales. giberelinas ayudan a reducir el efecto de especies reactivas Fuente: Fichet, 2017. de oxígeno, evitan la degradación de la clorofila, mejorando la tasa fotosintética del árbol. La aplicación de uniconazol se realiza en el mes de octubre a una concentración de entre 0.5 a 1 %, dependiendo del vigor del crecimiento de las ramas que crecen después de la poda de producción. Citocininas. Las citocininas favorecen la floración, aunque el mecanismo mediante el cual lo realizan aún no es claro. De igual manera, las citocininas favorecen la ramificación o brotación lateral de las yemas, y su acción es bloqueada por las giberelinas. Además, se ha comprobado que el tamaño del fruto está determinado más por el número de células que por el tamaño de las mismas, por lo cual la aplicación de citocininas es lo mejor. También mejoran el cuaje de frutos y retrasan la senescencia de las hojas, mejorando la carga frutal (número de frutos). Los momentos de aplicación son durante el estado de coliflor de la yema y cuando se tienen los primeros frutos cuajados antes de la primer caída natural de frutos. Los productos que pueden utilizarse son benciladenina a razón de 60 ppm o CPPU en una concentración de 5.0 a 7.5 ppm. Micronutrientes. Es bien conocido el papel que desempeñan algunos micronutrientes sobre el proceso de floración y polinización de las mismas flores. En aguacate se hace hincapié en tres micronutrientes, los cuales son zinc, boro y manganeso. La aplicación de estos nutrientes puede realizarse vía foliar o al suelo. Polinización. Gracias a la dicogamia que presentan las flores de aguacate, los cultivares son clasificados de acuerdo al tipo de floración A y B (Cuadro 1). El aguacate ‘Hass’ es un cultivar con dicogamia tipo A y en este caso el árbol que se deberá utilizar como polinizante debe tener una dicogamia tipo B, por ejemplo ‘Bacon’ o ‘Fuerte’. Es importante aclarar que el cultivar empleado como polinizante no debe de ser menos del 11 % del número total de árboles, siempre procurando que los arboles de ‘Hass’ estén en contacto con alguna rama del árbol polinizante. El empleo de polinizadores, como las abejas, es importante para una adecuada polinización de las flores. Suelen utilizarse de 4 a 6 grupos de colmenas y separadas por no más de 50 m por hectárea. Esquema de manejo Para ejemplificar el esquema de manejo, se tomará en cuenta un árbol con cuatro ramas primarias; sin embargo el esquema puede realizarse para arboles con más ramas. Año 1. Se anilla la rama 1 entre octubre y noviembre. Antes de anillar la rama 1, las ramas 2, 3 y 4 son podadas entre finales de verano o inicios de otoño (agosto-septiembre) para favorecer un crecimiento débil. Asimismo se asperjan inhibidores de giberelinas en las ramas 2, 3 y 4 cuando los brotes alcanzan entre 20 a 30 cm. Previo a que las yemas florales (estado de coliflor) de la rama 1 broten en primavera, se asperja citocininas y una segunda aplicación cuando se tengan los primeros frutos cuajados (antes de la primera caída natural de frutos). Asimismo, en primavera se pueden aplicar micronutrientes como zinc, manganeso y boro en todo el árbol. Las ramas 2, 3 y 4 aunque producen frutos estos no llegan a compararse con el número de frutos en la rama 1. Figura 4. Esquema sobre la distribución de polinizantes en un huerto de aguacate. H=Hass; B=Bacon. Fuente: Fichet, 2017. Año 2. Las ramas 3 y 4 se podan entre finales de verano a inicios de otoño y se aplica un inhibidor de giberelinas cuando estos crecimientos de otoño tengan de 20 a 30 cm. En este año la rama 2 se anilla entre los meses de octubre y noviembre, la cual nos dará la mayor floración de la primavera siguiente. Antes de que broten las yemas florales (estado de coliflor) en primavera, al igual que en el año 1, se asperjan citocininas sobre la rama 2 y una segunda aplicación al tener los primeros frutos cuajados. Por otro lado, la rama 1 no se toca y se cosechan sus frutos en primavera. Posteriormente a la cosecha se poda la rama 1 en caso de que se encuentre muy debilitada y se deja recuperando todo el año, de lo contrario no se poda y se deja sin labor alguna. En primavera también pueden aplicarse zinc, boro y manganeso. Año 3. Para este año las ramas 1 y 4 se podan entre finales de verano a inicios de otoño, aplicándole un inhibidor de giberelinas cuando los brotes que surgen a partir de esta tienen entre 20 a 30 cm. En este año, la rama 3 es anillada entre los meses de octubre y noviembre. En primavera la rama 3 es asperjada con citocininas antes de que broten sus yemas florales (estado de coliflor) y posteriormente una segunda vez al tener los primeros frutos cuajados. En primavera de este año se cosechan los frutos de la rama 2 y al igual que la rama 1 en el año 2, se podará o no dependiendo si esta se encuentra debilitada y se dejará este año recuperándose. De igual manera, en primavera se pueden aplicar micronutrientes como el zinc, boro y manganeso. Año 4. Ahora las ramas 1 y 2 son las que se podan entre finales de verano e inicios de otoño, y a las cuales se le aplica un inhibidor de giberelinas cuando los brotes de otoño alcanzan de 20 a 30 cm. La rama 4 se anilla entre octubre y noviembre. En primavera la rama 4 es asperjada con citocininas en dos ocasiones (en estado de coliflor y al tener los primeros frutos cuajados) y se cosechan los frutos de la rama 3, así como aplicar boro, manganeso y zinc. Después de la cosecha se poda la rama 3, sólo si está debilitada; en caso contrario se deja sin labor para que se recupere para el año siguiente. Para el año 5 se repite el esquema del año 1, para el año 6 se repite el del año 2 y así subsecuentemente. Se conforma un ciclo que busca uniformizar la producción año tras año, evitando con ello la alternancia productiva del aguacate. Es importante resaltar el anillado no debe volver a realizarse en la misma rama por al menos 3 años para evitar un agotamiento en sus reservas. Cita correcta de este artículo INTAGRI. 2018. Manejo de la Floración en el Cultivo de Aguacate. Serie Frutales. Núm. 42. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 6 p. Fuentes consultadas - Fichet, L. T. 2017. Manejo de la Floración en Aguacate. Curso Internacional del Aguacate. Intagri. México. - Díaz, M. D. H. 2002. Fisiología de Árboles Frutales. AGT editor S.A. Distrito Federal, México. 390 p. - Agustí, M. 2010. Fruticultura. Mundi-Prensa. España. 507 p.