La reconfiguración del poder mundial: los bloques de poder Grupo de los 7 Se denomina Grupo de los siete a un grupo informal de países del mundo cuyo peso político, económico y militar es tenido aún por relevante a escala global. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Además, la Unión Europea cuenta con representación política. Erróneamente y en términos desfasados, suele ser definido como el “grupo de los ocho países más industrializados del mundo”, pero la pertenencia al grupo no se basa en criterio económico alguno, sino meramente político y como reflejo de los equilibrios del poder económico en el bloque occidental durante la Guerra Fría: sus actuales miembros ni son los ocho países más industrializados (ni en peso del sector industrial en el PIB total ni en PIB industrial neto), ni los que muestran índices de desarrollo humano más alto,ni aquellos con mayor riqueza nacional,3 ni los de mayor renta per cápita, ni aquellos con un mayor producto interior bruto nominal o en términos de paridad de compra (en 2013 el conjunto del G8 representaba apenas el 37% del PIB mundial frente al 75% del G20). En todo caso, la pertenencia no sigue criterios democráticos mundiales. Los orígenes del G-7 se establecen en marzo de 1973, cuando, a petición del Secretario de Tesoro estadounidense, George Shultz, se reunieron los ministros de finanzas de Estados Unidos, Japón, Alemania Occidental, Francia y el Reino Unido. En la cumbre de 1975, en Rambouillet, Francia, se produjo la entrada de Italia y, dos años más tarde, en 1977, en la cumbre de San Juan, Puerto Rico, se unió a ellos Canadá. Tras este último se formó el G-7, que a partir de 1998, con la integración de Rusia, se denominó G-7+Rusia o G-8. Los representantes de estos ocho países se reúnen anualmente en lugares pertenecientes a alguno de los miembros en la llamada Cumbre del G7. La finalidad de estas reuniones es analizar el estado de la política y las economías internacionales e intentar aunar posiciones respecto a las decisiones que se toman en torno al sistema económico y político mundial. Rusia, a pesar de pertenecer al grupo, ha estado durante todos estos años marginada en el debate de los temas económicos y financieros del G8, al no pertenecer aún a la Organización Mundial del Comercio (OMC) por sus discrepancias con Estados Unidos, único país con el que Rusia aún no ha concluido las negociaciones comerciales bilaterales para acceder a la organización multilateral, integrada por 149 países. El 24 de marzo de 2014, Rusia es excluida del grupo tras haberse anexado la península de Crimea (envuelta en una crisis política y económica, tras las fallidas negociaciones de Ucrania con la Unión Europea), por lo cual los 7 miembros originales del grupo, reunidos en su cumbre anual en La Haya (Holanda), aplican varias sanciones económicas a Rusia y deciden su exclusión del grupo. El Grupo de los 20 es un foro de 19 países, más la Unión Europea, donde se reúnen regularmente, desde 1999, jefes de Estado (o Gobierno), gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas. Está constituido por siete de los países más industrializados —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido— (G-7), más Rusia (G-8), más once países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo, y la Unión Europea como bloque económico. Es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional. Estudia, revisa y promueve discusiones sobre temas relacionados con los países industrializados y las economías emergentes, con el objetivo de mantener la estabilidad financiera internacional, y de encargarse de temas que estén más allá del ámbito de acción de otras organizaciones de menor jerarquía. Desde 2009, el G20 ha desplazado al G-8 y al G8+5 como foro de discusión de la economía mundial. Organización Mundial de Comercio El Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, más conocido por sus siglas en inglés, GATT, fue un tratado internacional firmado el 30 de octubre de 1947. A pesar de que su texto no disponía el establecimiento de ninguna organización ni estructura institucional, de hecho se recurrió a algunas ficciones jurídicas para establecer una organización instalada en Ginebra en la que las Partes en el GATT celebraban reuniones, instituyeron órganos permanentes y formaron una estructura administrativa encabezada por un Director General. En 1986, una reunión muy importante convocada por el GATT en Punta del Este (Uruguay) aprobó una declaración en que se dispuso la iniciación de una ronda de negociaciones comerciales multilaterales, que habría de conocerse como "Ronda Uruguay", destinada a sustituir y ampliar el conjunto de acuerdos entonces en vigor sobre diversos temas de comercio internacional. La Ronda se prolongó hasta 1993 y culminó en una reunión celebrada ese año en Marrakech (Marruecos). Allí se firmó el "Acta Final" de la Ronda y el conjunto de acuerdos sobre diversos temas, así como el "Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial del Comercio". A partir de entonces quedó convenido que las disposiciones originales del GATT se denominarían "GATT de 1947" mientras que las resultantes de sus modificaciones acordadas serían el "GATT de 1994". La Ronda Uruguay incorporó por primera vez en el "sistema multilateral de comercio" varios temas que hasta entonces habían estado excluidos de él. Los principales fueron el comercio de servicios, la agricultura, los textiles y la propiedad intelectual. En 2001 se inició la Ronda de Doha cuyo primer resultado costó doce años conseguirlo. Fueron los acuerdos de Bali de diciembre de 2013. Acuerdos: el «todo único» El sistema organizado en la OMC impone a todos sus miembros la adhesión a la totalidad de sus Acuerdos, y los países no pueden optar por aceptar solamente algunos. Esto explica la enorme complejidad de las negociaciones sobre su modificación, porque involucran forzosamente todos los acuerdos. Las ventajas que cada país obtiene, o los perjuicios que sufre, pueden compensarse en temas diferentes, y la negociación tiene que buscar un consenso general con equilibrios de extrema complejidad. La OMC y los países en desarrollo En su origen el GATT fue un tratado promovido por los principales países desarrollados, y el régimen que estableció respondía a sus intereses. En las rondas de negociaciones comerciales multilaterales anteriores a la Ronda Uruguay siempre fue notorio que las discrepancias y discusiones quedaban zanjadas una vez que se llegaba a un acuerdo entre los Estados Unidos y la Comunidad Europea. Se llegó así a un sistema multilateral que imponía el objetivo de la liberalización general del comercio (ante todo por la reducción de aranceles de aduana, subvenciones y otras medidas de "distorsión del comercio") en todos los sectores en que ello interesaba a los países desarrollados, pero exceptuaba del régimen los sectores en que esos países querían mantener sus medidas proteccionistas (la agricultura y los textiles). Las protestas de los países en desarrollo contra esta situación fueron desoídas sistemáticamente y solo comenzaron a obtener resultados concretos en la Ronda Uruguay. Su principal reclamo, de que no se exceptuara la agricultura de la liberalización del comercio, dio lugar al "Acuerdo sobre la Agricultura". Pero las medidas de liberalización que este acuerdo estableció, tachadas por sus críticos de extremadamente tímidas e insuficientes, se obtuvieron con la contrapartida de que al mismo tiempo se incorporaran en el sistema asuntos que interesaban a los países desarrollados y que nunca habían formado parte de él. Así se aprobaron también el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios y, por exigencia especial de los Estados Unidos, el referente a la propiedad intelectual (el "Acuerdo sobre los ADPIC"). Unión Europea La Unión Europea (UE) es una comunidad política de Derecho constituida en régimen de organización internacional, sui generis, nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los estados y los pueblos de Europa. Está compuesta por veintiocho estados europeos y fue establecida con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993. Con ese acto, la supraestructura «Unión Europea» aunaba y se fundaba sobre las tres Comunidades Europeas preexistentes (CECA, Euratom y CEE/CE) y les añadía la política exterior común y la cooperación judicial y policial, formando un sistema complejo conocido como «los tres pilares». Sin embargo, con la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de Lisboa, la Unión Europea sucedió, por completo aunque con ciertas particularidades, a las Comunidades Europeas y asumió con ello su personalidad jurídica única como sujeto de Derecho internacional. La Unión Europea ha desarrollado un sistema jurídico y político, el comunitario europeo, único en el mundo, que se rige por mecanismos y procedimientos de funcionamiento interno complejos, que se han extendido y evolucionado a lo largo de su historia hasta conformar, en la actualidad, un sistema híbrido de gobierno transnacional difícilmente homologable que combina elementos próximos a la cooperación multilateral, si bien fuertemente estructurada e institucionalizada, con otros de vocación netamente supranacional, regidos ambos por una dinámica de integración regional muy acentuada. La Unión Europea se rige por un sistema interno en régimen de democracia representativa. Sus instituciones son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas y el Banco Central Europeo. El Consejo Europeo ejerce funciones de orientación política general y de representación exterior, y nombra a los jefes de las altas instituciones constitucionales; el Parlamento Europeo y el Consejo ejercen la potestad legislativa en igualdad de condiciones, tomando decisiones conjuntas; y el Banco Central Europeo dirige y aplica la política monetaria única de la zona euro. El territorio de la Unión comprende el de todos sus estados miembros, que son: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía y Suecia. El Tratado de la Unión Europea, en vigor desde 1993, prevé la creación de una unión económica y monetaria con la introducción de una moneda única (que por aquel entonces se pensaba llamar ECU). De ella formarían parte los países que cumplieran una serie de condiciones (ver Crisis griega) y se introduciría de forma gradual. La fecha inicialmente prevista se fue retrasando hasta que, finalmente, los estados miembros de la Unión Europea acordaron el 15 de diciembre de 1995 en Madrid la creación de una moneda común europea —ya bajo la denominación de "euro"— con fecha de puesta en circulación en enero del año 2002. FMI (Fondo Monetario Internacional) El Fondo Monetario Internacional o FMI es una institución internacional que en la actualidad reúne a 188 países, y cuyo papel, según sus estatutos, es «fomentar la cooperación monetaria internacional; facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional; fomentar la estabilidad cambiaria; contribuir a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrientes entre los países miembros y eliminar las restricciones cambiarias que dificulten la expansión del comercio mundial; infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporalmente y con las garantías adecuadas los recursos del Fondo, dándoles así oportunidad de que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional, para acortar la duración y aminorar el desequilibrio de sus balanzas de pagos».1 Su sede se encuentra en Washington, la capital de Estados Unidos. Críticas a la acción del FMI Sin embargo, sus políticas (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías de desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido severamente cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del ingreso y perjuicios a las políticas sociales. Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz, economista jefe del Banco Mundial de 1997 a 2000 y Premio Nobel de Economía 2001. Algunas de las políticas criticadas son: Saneamiento del presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto resulte en la disminución de los servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos. Generación de superávit primario suficiente para cubrir los compromisos de deuda externa. Eliminación de subsidios, tanto en la actividad productiva como en los servicios sociales, junto con la reducción de los aranceles. Reestructuración del sistema impositivo. Con el fin de incrementar la recaudación fiscal, ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el Impuesto al Valor Agregado) Eliminación de barreras cambiarias. El FMI en este punto es partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto. Implementación de una estructura de libre mercado en prácticamente todos los sectores de bienes y servicios, sin intervención del Estado, que sólo debe asumir un rol regulador cuando se requiera. El concepto de servicios, en la interpretación del FMI, se extiende hasta incluir áreas que tradicionalmente se interpretan como estructuras de aseguramiento de derechos fundamentales, como la educación, la salud o la previsión social. Políticas de flexibilidad laboral, entendida como la liberalización del mercado de trabajo. Estos puntos fueron centrales en las negociaciones del FMI en Latinoamérica como condicionantes al acceso de los países de la región al crédito, en los años ochenta. Se argumenta que provocaron una desaceleración de la industrialización, o desindustrialización en la mayoría de los casos. Las recesiones en varios países latinoamericanos a fines de los años noventa y crisis financieras como la de Argentina a finales de 2001, son presentadas como ejemplos del fracaso de las "recetas" del Fondo Monetario Internacional, por cuanto esos países determinaron su política económica sobre la base de recomendaciones del organismo. Troika europea Este término fue usado en la Unión Europea cuando se refería a un grupo integrado por el Ministro de Asuntos Exteriores del Estado miembro que ejerza la Presidencia del Consejo de Ministros, el Secretario General del Consejo de la Unión Europea, que también ocupó el cargo de Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), y la comisaría europea de Relaciones Exteriores. También se hace referencia a la troika que representa a la Unión Europea en las relaciones exteriores que inciden en el ámbito de la política exterior y de seguridad común (PESC). Con la ratificación de 2009 del Tratado de Lisboa, el puesto de Secretario General del Consejo fue separado del cargo de Alto Representante de la PESC, que luego asumió las responsabilidades de la comisaría europea de Relaciones Exteriores.