EL ALEPH Jorge Luis Borges DEBOLSILLO 05/2011 Borges tenía una persona a la cual quería mucho llamada Beatriz, la cual falleció en 1929 desde entonces cada 30 de abril el día de cumpleaños de Beatriz no ha dejado de ir como un detalle grato para la familia pero recuerdos en cada retrato colgado en casa, así fue durante mucho tiempo hasta que un día llego con una botella de coñac y su primo hermano después de uno trajo revelo que estaba escribiendo algunos relatos del universo pidiéndole a Borges que si podía escribir el título de aquellos poemas, pero Borges al leer su bizarros poemas lo ignora y no hace nada, después de un tiempo Daneri le llama a Borges para tomarse un café en aquel sitio donde le presento a los dueños del café don Zunino y de Zungri al igual dueños de la casa donde vivía Daneri, la reunión era para enseñarle a las correcciones que le había cambiado a los poema, como el inicio o lagunas palabras por otras así termino aquella reunión con respectivo abrazo, no fue hasta que le volvió a llamar de nuevo Daneri a Borges porque los dueños del lugar querían demoler la casa, lo cual no quería ya que había un sitio tan importante para el donde se inspiraba para poder hacer sus poemas, importate también para Borges pues eran los recuerdos de Beatriz, así que Daneri le mostro aquel cuarto oscuro donde no se veía nada, mas que un solo deslumbrar que al ponerle atención era ese objeto cósmico del que tanto hablaba. Este cuento me fue intrigante y un poco aburrido para mi gusto o tal vez me falto leer los 12 cuentos para poder envolverme en la lectura del Aleph, me fue intrigante al ver que es lo que quería Daneri con Borges, puesto que se leía que era como un psicópata o tal vez acosador o solo era raro, pero al desenvolverla la lectura solo quería publicar sus poemas, al parte donde descubre el Aleph tan fui intrigante e imaginativa al pensar si era exactamente lo imagine con lo que realmente imagino o la idea principal del autor. Estos sucesos se ve reflejado a veces en la realidad de la vida cotidiana ya que a veces hay personas que nos dejan y no queremos dejar ir frecuentando aquellos lugares donde solíamos verlas o donde se convivan con ella, al igual que a veces dudamos de personas o de lo que nos dicen algo, pero siempre recurrimos al dicho “asta no ver no creer” y lo dejamos en segundo plano por la desconfianza de credibilidad de sus comentarios, pero cuando nos dan pruebas de que si es real nos quedamos sin palabras perplejos al ver los grandes imágenes que reflejan en las pupilas haciéndolas que se dilaten para no perder lujo de detalle.