1 Adoración Al Santísimo Sacramento, Orando con textos del Concilio Vaticano II A.- PREPARACIÓN DE LA ADORACIÓN Materiales: Hojas de canto Custodia Ambientación: Es necesario poner las bancas o sillas de frente al altar y no alrededor. La idea es poder mirar y contemplar al Santísimo Sacramento. Conviene que las luces de la capilla estén bajas para destacar la custodia y los cirios encendidos sobre el altar. Personas: Un animador(a) Celebrante. B.- DESARROLLO DE LA ADORACIÓN HIMNO: Jesús, estoy aquí SALUDO Y PALABRAS DEL CELEBRANTE V/ La gracia y la Paz del Señor Jesucristo esté con todos ustedes R/ Y con tu Espíritu Nos hemos reunidos porque queremos contemplar a Jesús Sacramentado y preparar nuestro corazón, con Él, para ser los discípulos misioneros que nuestra Iglesia necesita. Hemos conocido al Señor, porque Él ha salido a nuestro encuentro, llamándonos por nuestro nombre. Nos reunimos para celebrarlo en la liturgia, vivirlo en la comunidad y salir al encuentro de los hermanos más necesitados. En la adoración, nos arrodillamos ante Dios porque Dios es Dios. No le pedimos nada; con la adoración no queremos alcanzar nada; ni bellos sentimientos, ni tranquilidad, ni sosiego. En la adoración no hablamos de nuestros problemas, no nos alabamos a nosotros mismos ni nos hacemos reproches; simplemente, nos arrodillamos ante Dios porque es nuestro Señor y Creador. Mi Señor y Creador. Cuando logramos entender verdaderamente qué significa ser creados por Dios, y que él nos conserve la vida en todo momento, no podemos hacer otra cosa que arrodillarnos ante él, que es nuestro Creador, y adorarlo. En la adoración, reconocemos depender completamente de Dios, y que todas las fibras de nuestro ser lo necesitan: dentro nuestro no hay nada que no hayamos 2 recibido de él, y confesamos que es nuestro Señor, la meta de nuestro anhelo. No podemos hacer otra cosa que arrodillarnos ante él en admiración y oración1. Adoremos a Jesús el Señor, en su presencia Eucarística. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO Se lleva al altar la Hostia Consagrada para ser expuesta en la Custodia. Se invita a la gente que pueda, se ponga de rodillas. Si no pueden ponerse de rodillas, que se manifiesten corporalmente de la manera que les sea más sencillo. CANTO: Jesús te adoramos MOTIVACIÓN: La Iglesia nos enseña que la oración se completa en el silencio. Hacer silencio no nos resulta fácil. Nuestra vida diaria está llena de ruido, y nos cuesta encontrarnos en el silencio. De inmediato sentimos el deseo de llenar el silencio, con sonidos, o con palabras. Después de haberle dicho a Dios todo lo que surge en nosotros, no tenemos por qué esforzarnos en buscar otras palabras. Podemos sencillamente ponernos frente a Él y callar en su presencia. Callar tiene, en este caso, un doble sentido: escuchar y fundirse en un solo ser con Dios. SILENCIO CANTO: Nada te turbe EL KERYGMA (O LA PALABRA) MOTIVACIÓN: La presencia de Jesús Sacramentado nos invita, una vez más, a vivir profundamente este momento de encuentro con Aquel que es nuestro Señor y Maestro, nuestro amigo y hermano. Hacemos oración cantando el Salmo 91 Tú que habitas al amparo del Altísimo, a la sombra del Todopoderoso, dile al Señor: mi amparo y mi refugio en ti mi Dios, yo pongo mi confianza. El te libra del lazo del cazador que busca destruirte y te cubre con sus alas y será su plumaje tu refugio. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas ni la plaga que azota a pleno sol. No podrá la desgracia dominarte ni la plaga acercarse a tu morada, pues ha dado a sus ángeles la orden de protegerte en todos tus caminos. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra; andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones. 1 Adaptación libre de Anselm Grün: La oración como encuentro. Pág. 85. 3 Pues a mí se acogió, lo libraré, lo cuidaré, pues mi Nombre conoció. Me llamará, yo le responderé y estaré con él en la desgracia. Lo salvaré y lo enalteceré. Lo saciaré de días numerosos y haré que pueda ver mi salvación, mi salvación SILENCIO: en este momento de silencio, contemplamos la experiencia de Dios en nuestra vida; y en el servicio pastoral que prestamos CANTO: Oh Cristo, Señor Jesús Lector 1: De la Constitución Apostólica Dei Verbum N° 4 En Cristo culmina la revelación Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, "últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo". Pues envió a su Hijo, es decir, al Verbo eterno, que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios; Jesucristo, pues, el Verbo hecho carne, "hombre enviado, a los hombres", "habla palabras de Dios" y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió. Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre-, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna. [Nota para el animador: como el texto es de gran profundidad espiritual, es aconsejable, en el momento de silencio a continuación, leer pausadamente las frases en negrita, para ayudar a la gente a rezar su fe] SILENCIO CANTO: Pescador de hombres (al menos el coro). LA LITURGIA O CELEBRACIÓN MOTIVACIÓN: Contemplamos al Señor Sacramento, a Dios que es Dios, que actúa en nosotros y se ha quedado con nosotros de manera plena en la Eucaristía. Canto: Amor, amor 1 Cor 11,23-26 / De la Carta de San Pablo a los Corintios Porque yo recibí del Señor lo que os transmití: que el Señor Jesús, la noche en que era entregado, tomó pan, dando gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.” Asimismo tomó el cáliz después de cenar, diciendo: “Esta copa es la nueva Alianza de mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en memoria mía.” Pues cada vez que comáis este pan y bebáis de este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga. Palabra de Dios. 4 SILENCIO: en este momento de silencio, contemplamos nuestra vida eucarística a la luz de la Palabra. CANTO: Oh Cristo, Señor Jesús SILENCIO Lector 2: De la Constitución Apostólica Sacrosanctum Concilium N° 7 Para realizar una obra tan grande, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro, "ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz", sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su fuerza en los Sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el mismo que prometió: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Mt., 18,20). Realmente, en esta obra tan grande por la que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia siempre consigo a su amadísima Esposa la Iglesia, que invoca a su Señor y por El tributa culto al Padre Eterno. Con razón, pues, se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro. SILENCIO CANTO: Tú has venido, tú volverás. LA KOINONIA O VIDA COMUNITARIA MOTIVACIÓN: El seguimiento del Señor nos impulsa a reconocer en los otros a mis propios hermanos, en virtud del bautismo. No hay dignidad más importante que la de ser hijos de Dios, y con ello, todos los hombres y mujeres son también nuestros hermanos. Canto: Dios está aquí Juan 15, 12-16/ Del Evangelio de San Juan Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. Palabra del Señor. SILENCIO: El Señor Sacramentado nos invita a ser, como Él, pan partido, comido y repartido para el mundo. CANTO: Nadie tiene mayor amor 5 Lector 3: De la Constitución Apostólica Lumen Gentium N° 1 Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el Evangelio a toda criatura (cf. Mc16,15) con la claridad de Cristo, que resplandece sobre la faz de la Iglesia. SILENCIO CANTO: La luz de Jesús ha llegado al mundo. LA DIACONÍA O SERVICIO MOTIVACIÓN: El ser discípulos y misioneros del Señor, fieles al Maestro, nos desafía constantemente a salir de nosotros mismos, encontrando en nuestros hermanos, especialmente los que sufren, los más sencillos, los pobres, el rostro mismo de Dios. Nos desafía a amar con su amor, y actuar en su nombre. Mt 25, 34-40 /Del Evangelio de San Mateo Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". Palabra del Señor SILENCIO CANTO: Ven Oh Santo Espíritu Lector 4: De la Constitución Apostólica Gadium et Spes N° 1 Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia SILENCIO ORACIÓN CANTO: Alabemos hoy al Señor 6 Nota: en caso de que la adoración se realice sin presencia de sacerdote o diácono, se puede culminar cantando el himno a continuación, o bien, No fijéis los ojos, mientras el Ministro retira la custodia) HIMNO Adoremos, reverentes, Al Señor Sacramentado, Cante el rito del presente, superior al del pasado. Nuestros ojos lo contemplan. Con filial, humilde fe. Gloria al Padre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo Al Dios Santo, uno y trino alabanza y bendición. Suba al cielo en testimonio, el incienso del amor. Amén ORACIÓN V/ Les diste Pan del cielo R/ Que contiene en sí todo deleite Oremos: Dios, que bajo este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión: Te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de su Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/ Amén Alabanzas de Desagravio Bendito seas Dios. Bendito sea su Santo Nombre… Bendito sea Jesucristo, Verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sagrado Corazón. Bendita sea su Preciosa Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la incomparable Madre de Dios, la Santísima Virgen María. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José su casto Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. 7 O bien: V/ R/ Señor de la Paz Bendito seas Señor Jesucristo, verdadero Dios Pan vivo bajado del cielo Hijo revelador del Padre Luz del mundo Cabeza del Cuerpo de la Iglesia Maestro único Pastor único Pastor bueno que das la vida por nosotros Sacerdote eterno Rey de las naciones Señor de los señores Ascendido a los cielos Sentado a la derecha del Padre Sumo sacerdote de los bienes futuros. RESERVA CANTO: Venid Exultemos