Cuaderno de campo. Flora y vegetación canaria. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Introducción al cuaderno de campo. Este cuaderno de campo forma parte de las prácticas de la asignatura Flora y vegetación canaria, optativa de 4º curso de la Licenciatura de Biología de la Universidad de La Laguna. Su elaboración se ha basado fundamentalmente en las notas de campo tomadas durante las cinco excursiones realizadas en dicha asignatura por distintos ecosistemas en la isla de Tenerife. También se ha utilizado cierta bibliografía. Este cuaderno está estructurado como un diario de las excursiones realizadas. Para cada excursión está descrito el lugar, la vegetación de la zona y una muestra de las especies vegetales encontradas durante el recorrido. Las cinco excursiones realizadas son: 1. 2. 3. 4. 5. Reserva Natural Especial Montaña Roja, El Médano (27 de Marzo de 2000). Sabinar de Afur, Anaga (24 de Abril de 2000). Monte de Las Mercedes, Anaga (8 de Mayo de 2000). Pinar de La Esperanza y Las Cañadas del Teide (22 de Mayo de 2000). Barranquera de Valle de Guerra (Excursión de la asignatura geobotánica, 13 de Marzo de 2000). El cuaderno ha sido realizado por Miguel Ángel Vilela García, que cursó la asginatura Flora y Vegetación Canaria durante el segundo cuatrimestre del curso 1999/2000, como asignatura de libre elección en la licenciatura de Matemáticas. Dirección de correo electrónico: miguev@teleline.es © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Montaña Roja, El Médano. Excursión realizada el 27 de Marzo de 2000 a la Reserva Natural Especial Montaña Roja, en el municipio de Granadilla de Abona. Descripción del lugar. Nos encontramos en la playa del Médano, dentro de la Reserva Natural Especial de Montaña Roja. Esta reserva engloba el cono volcánico de Montaña Roja y los campos de arena circundantes. Gracias a una buena estación metereológica, situada en el aeropuerto Reina Sofía, sabemos que en esta zona la temperatura media es de 21.4 ºC, la precipitación media anual es de 132 l/m2, el índice ombrotérmico es Io = 0.52 y el índice de termicidad compensado es I tc = 558. Con estos datos bioclimáticos vemos que esta zona está en el piso bioclimático inframediterráneo desértico árido. Zonas arenosas. La vegetación potencial climatófila de este lugar es el tabaibal dulce costero (Periploco laevigatae Euphorbietum balsamiferae). sin embargo en los suelos arenosos de las playas encontramos vegetación edafófila, concretamente vegetación sabulícola adaptada a vivir sobre sustrato arenoso, que difiere de la vegetación climatófila. En Tenerife las comunidades vegetales de suelos arenosos tienen la característica de ser fragmentarias , lo que significa que las comunidades se presentan de forma incompleta, y finícolas , es decir que se encuentran en el extremo de su distribución. Otra característica de estas comunidades vegetales es que presentan plantas distintas en las zonas llanas que en las zonas de acumulación de arena. Adem´s estas acumulaciones de arena las suelen producir las propias plantas, que se filan firmemente al suelo arenoso e impiden el paso de la arena transportada por el viento. El medio arenoso tiene unas características especiales que condicionan el crecimiento vegetal. La movilidad del sustrato dificulat el enraizamiento de las plantas y hace que éstas desarrollen fuertes raices de amplio desarrollo horizontal o con rizomas o estolones para fijar el suelo sobre el que se asientan. Además la salinidad del suelo es muy elevada debido al agua que se filtra desde el mar. Otro factor considerable que actúa sobre la vegetación de terrenos arenosos es el efecto traumático producido por el constante golpeteo de las partículas de arena que son lanzadas por el viento sobre la superficie de las plantas. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Un rasgo característico de las dunas en Canarias (debido a los factores mecionados, entre otros) es el hecho de que las dunas con monoespecíficas u oligoespecíficas, es decir que están dominadas por una única especie vegetal o muy pocas. Una formación vegetal común de las zonas arenosas de Canarias es la dominada por Traganun moquinii , que presenta una configuración de dunas producidas por acumulación de arena sobre los ejemplares de dicha especie dominante. La fotografía que aparece al principio de esta página muestra esta configuración de dunas asociadas a las plantas. La flora que encontrarmos en esta zona está compuesta fundamentalmente por plantas nitrófilas, entre las que dominan Launaea arborescens (leñosa propia de zonas degradadas), Zigophyllum fontanesii (con amplia valencia ecológica) y Traganum moquinii (caracteriza los montículos consolidados de arena). Encontrarmos también Schizogyne sericea, Atriplex glauca var. ifniensis, Lotus glaucus y Policarpea nivea. En las playas contaminadas y en los bordes de playas nitrofilizadas es característico encontrar Cakile maritima, y en las llanuras de la franja infralitoral domina Zimodosea nodosa . En las zonas arenosas más llanas y venteadas encontramos la comunidad Euphorbio paraliasi - Cyperetum capitali , dominada por Euphorbia parallias acompañada de Polygonum maritimum. Cono de Montaña Roja. Caminando en dirección al cono volcánico de Montaña Roja abandonamos la zona arenosa y entramos en un terreno rocoso con algo de sustrato arcilloso. En las partes más bajas del cono encontramos plantas herbáceas nitrófilas como Mesembryanthemum crystallinum y Mesembryanthemum nodiflorum, acompañadas de plantas del cinturón halófilo costero de roca, como Frankenia capitata y Limonium pectinatum . Al subir al cono de lapilli de Montaña Roja salimos del ambiente litoral y nos encontramos en el tabaibal dulce costero, presentándose aquí la vegetación climatófila aunque en su faceta halófila debido a la influencia del mar (maresía). El viento que azota constantemente las laderas del cono obliga a la vegetación a presentar formas achaparradas con escaso crecimiento vertical. En esta zona baja del cono encontramos dominancia de Euphorbia balsamifera , acompañada de Salsola divaricata, Lycium intricatum, Launaea arborescens, Zigophyllum fontanesii, Limonium pectinatum y una especie poco común que sólo se presenta en lugares aislados: Gymnocarpos decander . Esta vegetación se mezcla además con el cinturón halófilo costero de roca. Otras especies presentes en esta zona son Aizoon canariensis, Fagonia cretica, Launaea nudicaulis, Mesembryanthemum crystallinum y Forsskaolea angustifolia. En los barranquillos creados por la erosión existe una mayor humedad edáfica, la cual se manifiesta por la presencia de Plocama pendula en los cauces de estos barranquillos. Aquí encontramos también herbáceas perennes como Cenchrus cilianis , Hyparrhenia hirta y Tetrapogon villosum ; así como Astydamia latifolia en el cauce de algún barranquillo especialmente salino. En esta zona del cono más próxima al mar la vegetación que encontramos es Launaeo arborescentis - Schizogynetum sericeae. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. En otra zona del cono, antiguamente cultivada con tomates, domina localmente Salsola divaricata, los ejemplares de Euphorbia balsamifera adquieren mayor desarrollo vertical y aparecen algunos ejemplares de Euphorbia canariensis , aunque estos últimos se encuentran en bastante mal estado. La presencia de Euphorbia canariensis no es corriente dentro del tabaibal dulce costero, y su presencia en esta zona nos dice que existe una mayor humedad edáfica. Por otro lado la presencia de Opuntia dillenii sirve de bioindicador del bioclima árido. Otras especies presentes en esta ladera del cono son Seseli webbii, Senecio ¿flabus/glaucus?, Volutaria canariensis y Patellifolia patelaris. En una playa de arena al Sur del cono quedan restos muy atropizados de tarajales, con dominancia de Tamarix canariensis . Dicha comunidad se denomina Atriplici ifniensis - Tamaricetum canariensis. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Sabinar de Afur, Anaga. Excursión realizada el 24 de Abril de 2000 al sabinar de Afur, en el municipio de La Laguna. Descripción del lugar. El sabinar de Afur se encuentra en unas laderas del barranco de Afur, cuyo nombre se debe al asentamiento humano llamado Casas de Afur, que se encuentra en este barranco. Nos encontramos aquí dentro del Parque Rural de Anaga, perteneciente a la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. Este parque abarca gran parte del macizo de Anaga, una de las partes emergidas más antiguas de la isla. Debido a la relaitvamente grande antigüedad geológica de este territorio no se encuentran montañas, sino profundos barrancos excavados por la erosión desde hace unos seis millones de años. La configuración orográfica de este macizo se caracteriza por una clara dorsal central que lo divide en dos vertientes claramente diferenciadas, la Norte y la Sur. La irregular orografía de este lugar hace que la climatología del mismo sea tremendamente variable, ocasionando que la vegetación se adapte a ello, hasta el punto que bioclimáticamente en esta zona la irregularidad de la orografía es el factor más importante. En este parque rural conviven natura y cultura, con una población mayoritariamente dedicada al "turismo de fin de semana", gente que vive y trabaja en las ciudades y durante los fines de semana explota en esta zona recursos tales como casas o huertas propias. La mejor forma de conservar este lugar es mantener un grado de antropización integrado en el medio. Aquí la temperatura media anual es de 18º C y las precipitaciones anuales superan los 300 l/m 2 . El piso bioclimático correspondiente a este lugar es el termomediterráneo seco xérico. Vegetación de zonas secas. Este lugar está en el dominio de los bosques de medianías, con árboles solitarios distrubuidos abiertamente. Sin embargo, en algunas laderas donde el suelo no alcanza el desarrollo suficiente para esta vegetación se instala la vegetación xerófita más resistente del piso inferior, en este caso el tabaibal cardonal. Por otra parte, en los cauces de barrancos donde se produce acumulación de suelo por el transporte de materiales de erosión puede entrar parte de la vegetación del piso superior. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. A todas estas comunidades se suma además una rica vegetación rupícola consituida fundamentalmente por especies del género Aeonium, tales como Aeonium urbicum, Aeonium canariensis, Aeonium lindleyi y Aeonium tabulaeforme En esta zona abundan terrazas de cultivo abandonadas, que constituyen un claro ejemplo de terrenos antropizados. En estos terrenos suelen instalarse la comunidad Echio - Galactition tomentosae con dominancia de Echium plantagineum , Galactites tomentosa y presencia de Kleinia neriifolia , Aspalthium bituminosum, Foeniculum vulgare, Rapistrum rugosum, Asphodelus ramosus ssp. distalis, Achyranthes argentea, Torilis nodosa, Lolium multiflorum, Sonchus oleraceus y Bidens pilosa Es estos terrenos aparece también la invasora Opuntia ficus-indica , Solanum vespertilio y dos especies indicadoras del alto grado de antropización: Artemisia thuscula y Rumex lunaria. En los cauces de barrancos el suelo tiene más humedad y alcanza un mayor desarrollo, y en estas condiciones más favorables que las de su entorno se instalan especies de pisos superiores, tales como Salix canariensis, Arundo donax y Scirpus holoschoenus formando pequeñas comunidades riparias. En las paredes rocosas de los barrancos domina Aeonium lindleyi y otras especies de su mismo género. Las laderas secas están dominadas por una comunidad llamada cerrillar, caracterizada por Hyparrhenia hirta , Cenchrus cirialis , Aristida adscensionis ssp. coerulescens , Tricholaena teneriffae y Rhynchelytrum repens. Vegetación de zonas subhúmedas. Al cambiar de la vertiente Sureste a la Noroeste de una ladera, dejamos el dominio del pastizal seco (cerrillar) y entramos en el dominio del pastizal húmedo, donde abundan más las plantas de la comunidad Echio - Galactition tomentosae . En la ladera situada al otro lado del barranco afluente del barranco de Afur, podemos ver el sabinar de Afur, un bosquete abierto de Juniperus turbinata ssp. canariensis . En los caballetes de las laderas, donde el agua permanece poco tiempo en el suelo, se instala Euphorbia canariensis , más propia del piso de vegetación inferior. Por otra parte, en las pequeñas zonas orientadas al Norte y con mayor humedad entra el fayal-brezal. En las rocas de las paredes, las fisuras más pequeñas están colonizadas por especies del género Monanthes , que aquí sustituye a Aeonium. En estos pastizales húmedos encontramos Lavandula canariensis, Lavandula buchii, Lavandula stoechas, Origanum virens, Micromeria varia, Euphorbia obtusifolia var. wildpretii, Rubia fruticosa y Aichryson laxum. En la roca descarnada es común encontrar Plantago arborescens El sabinar de Afur es una formación boscosa abierta de medianías, relativamente joven (unos 50 años), que se ha salvado de ser talado para aprovechar la madera por su localización aislada (de difícil acceso) y alejada de los asentamientos humanos. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. La especie dominante en este bosque es la sabina (Juniperus turbinata ssp. canariensis), con algunas intrusiones de Euphorbia canariensis en las zonas donde el suelo es más seco y pobre. En el bosque de sabinas abundan las enredaderas que se aferran a las plantas de sabina (con mayor porte) y las aprovechan como soporte para su desarrollo. Entre estas encontramos Jasminum odoratissimum, Asparagus umbellatus, Paronyquia canariensis, Daucus carota, Hypericum canariensis, Rhamnus crenulata y Tamus edulis. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Monte de Las Mercedes, Anaga. Excursión realizada el 8 de Mayo de 2000 al Las Vueltas de Taganana, en el municipio de Santa Cruz de Tenerife. Descripción del lugar. El recorrido comienza en la casa forestal de Las Vueltas de Taganana, situada a 882 m.s.n.m.; en una zona de laurisilva o monteverde, formación vegetal que es importantísima desde todos los puntos de vista. El origen de la laurisilva (bosque de laurel) se remonta a los bosques subtropicales que ocupaban la cuenca del mediterráneo en el Terciario, que con motivo de un enfriamiento de la temperatura global del planeta resultó desplazado hacia el Sur, quedando actualmente reducido a una vegetación relicta en la que tan sólo perviven algunas de las especies, pues muchas perecieron en el desplazamiento. La laurisilva se establece en las laderas Norte que alcanzan la altitud suficiente para que el alisio húmedo del NorOeste produzca nieblas al chocar con las laderas. Estas nieblas atenún la sequedad del verano mediterráneo y aunque no aportan una gran cantidad de agua, sí tienen un importante efecto de parasol y disminuyen la evapotranspiración. La riqueza florística del monteverde o laurisilva es bien grande, pudiendo encontrar hasta 15 ó 20 especies arbóreas diferentes en un espacio relativamente reducido, si bien el sotobosque no adquiere un desarrollo importante debido a que la densidad del bosque de laurisilva es muy elevada, los árboles conviven con las copas tocándose entre sí y dando lugar a un interior oscuro en el que pocas especies vasculares pueden desarrollarse por la poca luz que reciben, con lo que dominan los helechos, líquenes y briófitos. Sólo en algunos claros del bosque pueden prosperar especies de menor porte que las arbóreas. Altitudinalmente se distinguen en la laurisilva tres comunidades de vegetación potencial climatófila: una formación de laurisilva seca (), la laurisilva más comnún (Lauro-Persea indica), una comunidad de crestas venteadas (Ericetum-platycodon) y una comunidad edafohigrófila (Latidium-...). Además de las formaciones arbóreas del monteverde existen comunidades de crasuláceas que dominan los roquedos y una comunidad de sustitución muy común que se instala en las zonas de laurisilva degrada: el fayal-brezal. Existen también otras comunidades vegetales que se establecen en los márgenes del monteverde, como son una orla seca de leguminosas (Telino-Adenocapus, una orla húmeda espinosa (zarzas, rubias, etc.) propia de los cauces (Rubio-rubion) y una etapa de herbáceas perennes (Pericalis, flores de Mayo, etc.) © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. La vegetación de laurisilva puede moverse en varios pisos bioclimáticos, pero sobretodo se sitúa entre el piso termomediterráneo o mesomediterráneo, subhúmedo y húmedo pluviestacional. Flora de la vegetación potencial: laurisilva. Al comienzo de la excursión nos encontramos en un claro junto a la carretera en el que podemos observar varias especies de la orla del monteverde. Aquí encontramos Cambre strigosa, Argyranthemum broussonetii , Laurus azorica , Erica scoparia , Carex canariensis , Cedronella canariensis , Lotus dumetorum y Andryala pinnatifida formando parte de la orla del bosque. Encontramos también unas pocas plantas nitrófilas anuales adaptadas al pisoteo: Poa annua, Coronopum didimus, Cotula australida y Polycarpon tetraphyllum. A la izquierda de la casa forestal comienza la subida hacia el punto más alto del recorrido, la Cruz de Taganana (918 m.s.n.m.), y desde la entrada del camino observamos plantas del sotobosque del monteverde, como Isoplexis canariensis, Gesnuinia arborea, Hedera helix subesp. canariensis, Luzula canariensis , Phyllis nobla y Adenocarpus foliolosus . Nos adentramos en el bosque y por el camino encontramos Hypericum grandifolium, Ilex canariensis, Pteridium aquilinum y Gallium elipticum. Al llegar al punto más alto del recorrido nos encontramos en una situación de cresta venteada, donde se desarrolla un fayal-brezal de crestería ( Ilici-Ericetum platycodon ) en el que encontramos Ranunculus cortusifolius , Polystichum setiferum , Asplenium onopteris , Aicryson laxum , Viburnum tinus subesp. rigidum , Myrica faya , Teline canariensis , Prunus lusitanica subesp. hixa , Dryopteris oligodonta , Dryopteris guanchica, Blechnium spica y Woodwardia radicans. Desde la Cruz de Taganana comenzamos el descenso y salimos de la situación de crestería, lo cual se hace notar pronto en la vegetación, en la que ahora encontramos Sonchus congestus, Ixanthus viscosus, Ilex perado subesp. platycodon, Heberdenia excelsa, Semele androgyna y Pericalis palmensis, además de una especie escasa y en vías de extinción: Sambucus palmensis. Es muy característico que los árboles de la laurisilva crezcan mucho y desarrollan "chupones", brotes laterales que prosperan cuando muere el tronco principal. En situaciones de vaguada (mayor humedad edáfica) encontramos Ocotea foetenes y Cryptotaenia elegans . En cotas más bajas del bosque empieza a ser más abundante Apollonias barbujana y Persea indica , acompañados de Asparagus falax , Galium elipticum , Picconia excelsa , Sonchus congestus, Smilax canariensis, Isoplexis canariensis, Myrsine canariensis, Visnea mocanera, Rubia fruticosa subesp. periclimenum , Davallia canariensis , Adiantum canariensis , Asplenium onopteris, Pericalis tussilaginis y Thamus edulis. La cantidad de especies arbóreas y arbustivas que encontramos en este bosque es considerablemente elevada, por lo que no es fácil distinguir a veces las especies. Las especies que no se diferencian a simple vista pueden distinguirse tomando sus hojas como criterio: © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Apollonias barbujana: Sus brotes jóvenes son rojizos, característica única de esta especie. Además la parasitación de sus hojas le produce unas lesiones en forma de verrguas sumamente peculiares llamadas "agallas". Erica arborea: Como Erica scoparia pero alcanza talla arbórea. Sus hojas son más pequeñas, más claras y menos perpendiculares a los tallos. Su tacto es suave. Corola blanca o rosada clara. Erica scoparia: Como Erica arborea pero nunca alcanza talla arbórea. Sus hojas son más grandes, más oscuras y más perpendiculares a los tallos. Su tacto es duro. Corola roja oscura. Heberdenia bahamensis: Hojas alternas con borde entero, grandes sin agallas ni glándulas. Tronco blando y hojas romboidales. Ilex canariensis: Hojas alternas, grandes, sin agallas ni glándulas, ovaladas y de borde entero. Frutos rojos de unos 5 mm. Ilex perado subesp. platycodon: Como Ilex canariensis pero normalmente con espinas en los bordes de las hojas, aunque también puede encontrarse sin ellas, pero no es usual. Laurus azorica: Varios pares de glándulas a lo largo de todo el nervio central de la hoja. Hojas alternas, grandes y sin agallas. Myrica faya: Hojas alternas, lanceoladas y aserradas irregularmente. Fruto rojo, negro al madurar (comestible). Myrsine canariensis: Tienes las hojas más grandes que las demás especies, superan los 20 cm. de largo. Ocotea foetens: Hojas como Laurus azorica pero son sólo 2 ó 3 glándulas, más prominentes que en el caso de Laurus azorica. Persea indica: Hojas lanceoladas y bastante grandes, sobre los 15 a 20 cm., que toman un característico tono rojizo-anaranjado cuando están próximas a caer. Picconia excelsa: Hojas opuestas lisas, más o menos ovaladas. Prunus lusitanica subesp. hixa: Hojas alternas con borde aserrado irregularmente, corteza rugosa y hojas lisas sin glándulas, alargadas y de más de 10 cm. de largo. Visnea mocanera: Como Prunus lusitanica pero las hojas más pequeñas, de menos de 6 cm. de largo. Vegetación limítrofe de cotas bajas. Al salir del bosque de monteverde encontramos cultivos rodeados por fayal-brezal, y como vegetación de sustitución encontramos Artemisio thusculae - Rumicetum lunariae en las cotas bajas del monteverde, marcando el linde entre el moteverde y el dominio de los bosques termófilos. En los roquedos se desarrollan otras formaciones vegetaciones particulares; como las dominadas por crasuláceas en las grietas de las paredes rocosas, orlas retamoides (Teline canariensis) en derrubios de ladera y Teline palida subesp. palida endémica de los afloramientos sálicos de Anaga. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. La Esperanaza y Las Cañadas del Teide. Excursión realizada el 22 de Mayo de 2000 al La Esperanaza y Las Cañadas del Teide. Pinar de La Esperanza. En la dorsal de La Esperanza, que une la zona de La Laguna con el circo de Las Cañadas del Teide, se encuentra una gran representación del pinar canario, en el que destacan las diferencias existentes entre sus vertientes Norte y Sur. Además hay que distinguir entre las zonas de pinar natural y aquellas en las que se han realizado repoblaciones o plantaciones de pinos no autóctonos. Las zonas de repoblación o cultivo el pinar es homogéneo y bastante denso, en contraste con la heterogeneidad del pinar natural, en la que además la densidad es menor. En la vertiente Norte la densidad y la naturalidad del pinar es mayor. Lo cual se manifiesta en el típico crecimiento a lo ancho de los pinos viejos. Otra señal muy clara de que nos encontramos en la vertiente Norte del pinar es el sotobosque caracterizado por fayal-brezal con acebiño, lo que indica también que la niebla entra aquí. Es importante además la presencia de líquenes, briófitos y hongos. Lo más característico es el epifitismo de líquenes sobre las ramas de los pinos y en la cara Norte de sus troncos. La micobiota del pinar está formada por hongos micorizoides, entre ellos Las algas presentes son unicelulares y existen helechos epífitos sobre los pinos (como Davallia canariensis). Otras plantas vasculares aquí presentes son las nitrófilas que se instalan en suelos removidos o pisoteados, como es el caso de Calendula arvensis y Carduus tenuiflorus. El briófito más representativo de este pinar es Ignus cupresiforme . Entre los líquenes destacan Lobaria pulmonaria y Usnea atlantica . Encontramos un musgo acrocárpico endémico, Leocodon canariensis; y una hepática epífita, Frullania teneriffae. Inventario nº 1. Para realizar este inventario elegimos una superficie cuadrada de 20 m. de lado, con una pendiente homogégenea, que constituye una tesela alejada de la contaminación. La parcela en la que nos situamos está a unos 1275 m.s.n.m. orientada al NorEste, tiene una superficie de 400 m. 2 , una pendiente de 10º. Distinguimos dos estratos de vegetación: © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. A. El estrato arbóreo, con una cobertura vegetal de un 80 %, en el que sólo se encuentra Pinus canariensis (5). B. El estrato arbustivo, con una cobertura vegetal de un 70 %, en el que encontramos Erica arborea (3), Myrica faya (2), Ilex canariensis (2), Dafne nidius (2), Pteridium aquilinum (1), Hypericum grandifolium (+) y Galium scabrosum (+). Encontramos también algún apetitoso Canthalorus sibarius (rebozuelo) y un hongo que parece tener afinidad por los troncos quemados, Trichaptum abietinum. En la cara Sur del pinar disminuye la densidad del sotobosque, en la que algunos elemenos pierden protagonismo. Con presencia aun de Erica arborea y Myrica faya , aparecen en esta vertiente Adenocarpus foliolosus y Cistus monspeliensis En torno a los años 50 y 60 del siglo XX, se plataron eucaliptos en Canarias a modo de ensallo de cultivos forestales, lo cual produjo que las áreas utilizadas para estos cultivos no hayan vuelto a ser recuperadas por el pinar debido a que el eucalipto es un pirófito que resulta muy favorecido por los incendios forestales. También se realizaron cultivos de repoblación con Pinus radiata, que dieron como resultado unos pinares demasiado densos que ahora están siendo progresivamente aclarados mediante la realización de entresacas. La razón por la que estos pinares se han desarrollado demasiado densos es que cuando se cultivaron se pusieron más ejemplares de los necesarios en previsión de que no todos pudieran sobrevivir, pero las condiciones climáticas fueron tan favorables que prácticamente todos los ejemplares pudieron desarrollarse y la densidad del bosque resultó excesiva. Continuando en ascensión altitudinal vemos un cambio florístico a unos 1500 m.s.n.m., donde la vegetación está con otras especies como Sideritis oroteneriffae, Greenovia aurea, Cistus symphytifolius, Lotus campylocladus y Eschscholzia californica. Entramos en el Parque Natural de La Corona Forestal, que rodea todo el Parque Nacional de las Cañadas del Teide. A esta altitud empiezan a aparecer algunos elementos florísticos del piso supramediterráneo, al tiempo que desaparecen los elementos de transición con el monteverde. Encontramos ahora Chamaecytisus proliferus subesp. angustifolia, Adenocarpus foliolosus, Descurainia lemsii , Todaroa montana Adenocarpus viscosus , Erysimum scoparium , Pterocephalus lasiospermus , Andryala pinnatifida, Bystropogon canariensis y Syderitis oroteneriffae. Representativo de los briófitos en esta zona es Grimnia laevigata. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Las Cañadas del Teide. Al sobrepasar los 2200 m.s.n.m. entramos en el dominio del retamar de alta montaña, en el piso bioclimático supramediterráneo pluviestacional seco . Aquí las condiciones bioclimáticas son bastante rigurosas, con precipitaciones de 300 a 500 l/m 2 anuales, la mayoría en forma de nieve o hielo, y una temperatura media anual de 10º C. Pero en esta zona la temperatura sufre grandes cambios a lo largo del año, pudiendo alcanzarse una variación de hasta 40º C entre las temperaturas mínima y máxima anuales, lo que da a este clima un considerable caracter de continentalidad. El retamar de alte montaña es rico en endemismos, pero normalmente la casi totalidad de la cobertera vegetal está compuesta por menos de media docena de especies. Las plantas de esta formación vegetal deben adaptarse a las duras condiciones climáticas de su hábitat, para lo cual presentan adaptaciones xeromorfas, como formas redondeadas y hojas muy pequeñas o cubiertas de tomento. Las pricipales especies que conforman la vegetación de alta montaña en Tenerife son Spartocytisus supranubius , Adenocarpus viscosus, Descurainia bourgaeana, Erysimum scoparium, Argyranthemum teneriffae, Pterocephalus lasiospermus y Nepeta teydea. Existe cierta discusión sobre el estado de conservación del retamar de Tenerife debido a que se ven gran cantidad de retamas muertas por todo la zona. Hay que considerar que antes de la declaración del Parque Nacional de Las Cañadas de Teide la vegetación de Las Cañadas fue arrasada por el intenso pastoreo, la tala para obtención de combustible y los incendios. Tras la declaración del Parque Nacional de Las Cañadas de Teide el suelo estaba enriquecido y la vegetación disparó su crecimiento, pero actualmente (algo más de medio siglo después) todas las retamas que crecieron repentinamente aquel entonces están llegando a la edad de morir, por lo que todas las retamas que se desarrollaron simultáneamente y en gran número entonces están ahora muriendo simultáneamente. Inventario nº 2. Para comprobar la pobreza florística de la vegetación de alta montaña, realizamos un inventario en una pequeña parcela de unos 50 m. 2 , a 2200 m.s.n.m. con una pendiente de 10º y una cobertera vegetal del 75 %. En esta parcela domina claramente Spartocytisus supranubius (3), acompañada de Descurainia bourgaeana (2), Pterocephalus lasiospermus (2) y Nepeta teydea. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. En el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Las Cañacas del Teide existe un jardín botánico en el que podemos observar la casi totalidad de las especies vegetales propias de Las Cañadas. En un pequeño manantial crecen Carex caldera y Mentha longifolia. Relegado a los riscos y zonas inaccesibles por los fuegos y su valor en ebanistaría, Juniperus cedrus es una cupresácea muy característica de esta zona. Encontramos en este jardín muchos elementos floríticos de la vegetación de alta montaña, como son: Echium wildpretii (de flores rojas), Echium auberianum (de flores azules), un híbrido entre los dos anteriores que presenta el porte del Echium wildpretii con la tendencia a ramificarse de Echium auberianum y flores con un tono morado intermedio entre el rojo del primero y el azul del segundo; Scrophularia glabrata , Pimpinella cumbrae , Micromeria lachnophylla , Senecio palmensis, Plantago webii, Ferula linkii, Adenocarpus foliolosus, Cheirolopus teydis, Carlina xeranthemoides, Bencomia exstipulata, Lotus campilocladus, Sideritis eriocephala, Helianthemum juliae, Cistus osbaechiaefolius, Chamaecytisus proliferus subesp. angustifolia , Aeonium spathulatum , Arrhenatherum calderae y Andryala teydensis. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Barranquera de Valle de Guerra. Excursión realizada el 13 de Marzo de 2000 a la Barranquera de Valle de Guerra, en el municipio de La Laguna. Descripción del lugar. Nos situamos en un pequeño arco costero del litoral Norte de Tenerife, en una zona de cultivos en invernaderos, por debajo de los mismos. El arco está orientado al Noroeste. La línea de costa está formada por playas de callados y algunas zonas de charcos intermareales, todo ello constituido por materiales basálticos. En la fotografía de la derecha, una vista general de esta zona costera, visto desde su extremo occidental. Este lugar es un espacio natural relativamente bien conservado, pero fuertemente amenazado por la acción del hombre y su especulación. En este espacio natural se conserva el mejor bosque de tarajales ( Tamarix canariensis ) de la isla de Tenerife. Los bosques de tarajales son una comunidad edafófila (halófila) que obtienen su desarrollo óptimo en la desembocadura de barrancos, donde se genera una zona de contacto entre el agua dulce procedente del curso del barranco y el agua salada que se filtra desde el mar. El piso bioclimático en el que nos encontramos es el inframediterráneo xérico semiárido. Vegetación potencial. La vegetación potencial de una zona es la que se encontraría en el caso de no haber sido degradada. Observando la vegetación acutal de una zona y entendiendo la suceción de las comunidades vegetales podremos imaginar la vegetación potencial de la zona. Dentro de la vegetación potencial se distinguen dos tipos, la climatófila y la edafófila. La vegetación potencial climatófila es aquella que depende de unas condiciones climáticas determinadas (temperatura, humedad del aire, precipitaciones, insolación, etc), y la vegetación potencial edafófila es la que depende de unas condiciones especiales del suelo (acidez, humedad del suelo, salinidad, etc). En este lugar la vegetación climatófila es el cardonal-tabaibal , ligado al piso bioclimático inframediterráneo xérico semidesértico en el que nos encontramos. Debido a la importante componente salina del suelo en esta zona la vegetación potencial edafófila es halófila, formada por tarajales y plantas del cinturón halófilo costero de roca. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. La vegetación potencial de este lugar está compuesta fundamentalmente por Limonium pectinatum y Frankenia ericifolia , pero resultó degradada por la acción del hombre. Tras la degradación de la vegetación potencial, se sucede una primera fase de sustitución en la que se instala en primer lugar la vegetación anual halófila, con especies nitrohalófilas como Memsembriantemum nodiflorum , Aizoon canariense, Atreplix semibaccata, Beta procumbens y Asteriscus aquaticus; y especies haloresistentes como Anagallis arvensis, Spergularia fimbriata y Marckia aurea. La gran mayoría de estas plantas son suculentas (acumulan agua en su interior) para equilibrar su presión osmótica interna, debido a que acumulan sal que captan del suelo y la maresía (spray de agua salada generado por el batir de las holas). Para poder ser las primeras en instalarse en este lugar, las plantas necesitan estar adaptadas a condiciones de salinidad muy elevada (tanto en el suelo como en el aire), es decir, deben ser especies nitrohalófilas (prefieren sustratos ricos en nitrógeno y sales) o como mínimo haloresistentes (pueden soportar condiciones de alta salinidad, pero no es óptimo para ellas). Después de esta primera etapa de sustitución se instalan especies más propias de la vegetación potencial, principalmente Astydamia latifolia, Zygophyllum fontanesii y especies del género limonium. Cerca de la orilla la vegetación edafófila puede sustituir a la vegetación climatófila pero existen solapamientos entre ambas, en los que podemos encontrar (en la zona degradada) Argyranthemum frutescens, Artemisia thuscula y Rumex lunaria formando un grupo nitrohalófilo. Las plantas nobles de la vegetación potencial climatófila (tabaibal-cardonal) son Euphorbia balsamifera y Chenopodium murale (nitrófila). La tabaiba dulce ( euphorbia balsamifera ) se instala con mayores temperaturas y mayor sequedad del aire que el cardón (euphorbia canariensis), y domina el bioclima desértico. Flora introducida. A la vegetación natural del archipiélago se suma un conjunto de especies asilvestradas introducidas por el hombre, que compiten con las especies silvestres de manera frecuentemente agresiva. Algunas de estas especies son: Opuntia dinelii, Nicotiana glauca, Ptenicetum setaceum y Datura innoxia. En las escombreras, donde la tierra a sido removida, se instalan plantas xenófitas agresivas como Ptenicetum setaceum y Nicotiana glauca. También podemos encontrar Cuscuta planiflora parasitando otras plantas. En un pequeño barranquillo por donde discurre agua cuando llueve podemos encontrar plantas introducidas hidrófilas como Arundo donax y Ricinus communis, acompañadas de tarajales. Algunas de estas plantas se introdujeron para jardinería y ronamentación, para cultivarlas o bien para el cultivo de la cochinilla. La penca bruja (Opuntia dillenii) fue empleada como planta ornamental, al igual que muchas otras cactáceas. Además posee unas púas bastante largas (varios cms.) que se utilizaban en el cultivo de la cochinilla para sujetar los saquitos de cochinilla a las pencas sobre las que se cultivaba. Recientemente se ha descubierto que su fruto es hipoglucemiante. La pitera (Agave americana) es utilizada como planta ornamental en jardinería; con las fibras de sus hojas se fabrican tejidos groseros (como tela para sacos) y su gran inflorescencia (seca) sirve para muchos fines por su tamaño y consistencia parecidas a la de un tronco. Además se utiliza como cerca natural para delimitar fincas y terrenos (pastos o cultivos), así como para marcar senderos. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Inventario nº 1. Realizamos el primer inventario de la jornada en la localidad de Valle de Guerra, en el municipio de La Laguna. Nos situamos en una ladera orientada hacia el Norte y con una pendiente aproximada de 30º, a 10 m.s.n.m. y sobre un sustrato basáltico con suelo arcilloso. Resulta evidente una notable presencia humana por la basura encontrada en esta zona, y la presencia de restos de cartuchos de escopeta señala que en esta zona se practica la caza. Para el inventario elegimos una parcela de unos 100 m2 con un 60 % de cobertera vegetal y en la que la vegetación tiene una altura media de 75 cm. La vegetación que nos encontramos es un tabaibal dulce; una subasociación del cardonal-tabaibal con ausencia de balo y situada fuera de su piso bioclimático propio. Esta comunidad, que domina los cardonales de Norte de Tenerife es una asociación Euphorbietum - balsamiferae del Periploco laevigatae - Euphorbietum canariensis. Las especies (con sus respectivos índices) características de la vegetación de esta parcela son: Euphorbia balsamifera (3), Periploca laevigata (2), Rubia fruticosa (1), Scilla haemorrhoidalis (2) y Atalanthus pinnatus (1); además de Kleinia neriifolia, otra planta característica de esta comunidad pero que no encontramos en la parcela elegida. Como especies acompañantes encontramos: Frankenia ericifolia (1), Crithmum maritimum (+), Opuntia dillenii (1), Aeonium urbicum (+) y Sonchus congestus (+). Inventario nº 2. Para el segundo inventario nos situamos a 2 m.s.n.m. en una playa de callados con un sustraro rocoso basáltico sin suelo, también en la localidad de Valle de Guerra en el municipio de La Laguna. La playa está orientada hacia el NorOeste y tiene una pendiente aproximada de 10º. Tomamos una parcela de 2 x 10 metros a lo largo de la playa, con una 30 % de cobertera vegetal y en la que la altura media de la vegetación es de 20 cm. En esta parcela situada sobre la llamada banda abiótica la vegetación edafófila domina sobre la climatófila, formando un matorral herbáceo perenne de halófilas, con un evidente dominio de Crithmum maritimum. La comunidad vegetal que nos encontramos es Frankenio - Astydamion latifoliae en fase de Crithmum maritimum . Las especies (con sus respectivos índices) encontradas en este inventario son: Crithmum maritimum (3), Frankenia ericifolia (1) y Sonchus asper (+). © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Encontramos un barranquillo encajado con paredes bastante verticales y cuevas en las mismas (veáse fotografía de la derecha), que se encuentra florísticamente enriquecido por varias especies introducidas y favorecido por el agua que se canaliza por el barranquillo. En este lugar concreto encontramos las siguientes especies introducidas: Nicotiana tabacum , Lycopersicon sculentum , Hyoscyamus albus , Miriabilis jalapa , Cardiospermum grandiflorum , Anredera cordifolia , Opuntia dillenii y Arundo donax. Inventario nº 3. Para el tercer inventario nos situamos sobre un terreno rocoso más consolidado, por encima de la llamada banda abiótica, también en la localidad de Valle de Guerra en el municipio de La Laguna. El terreno sobre el que nos encontramos, a 10 m.s.n.m., está orientado hacia el NorOeste y tiene una pendiente aproximada de 40º. El sustrato es basáltico, pero más cohesionado que en el anterior inventario y con más suelo, por lo que retiene más humedad. Para el invetario elegimos una parcela de unos 50 m2 con un 60 % de cobertera vegetal, en la que la altura media de la vegetación es de 50 cm. Las especies (con sus respectivos índices) dominantes en esta parcela son: Limonium pectinatum (3), Frankenia ericifolia (2) y Lotus glaucus (1); acompañadas de Euphorbia balsamifera (1), Argyranthemum frutescens (1) y algunas anuales como Anagallis arvensis (1), Atriplex semibaccata (+), Plantago coronopus (+) y Calendula arvensis (+) Bosque de tarajales. En esta barranquera, entre la playa y unos invernaderos, encontramos un tupido bosque de tarajales ( Tamarix canariensis ) favorecido en buena medida por el agua que se filtra desde los cultivos de los invernaderos. Este bosque, parcialmente mostrado en la fotografía de la izquierda, es tan denso que en su interior no crece casi ninguna otra especie debido a la poca luz que atraviesa la bóveda del bosque. Tan sólo en la orla y en algunos claros del bosque podemos encontrar otras plantas halófilas como: Mesembryanthemum crystallinum , Salsola divaricata , Lycopersicon sculentum , Mesembryanthemum nodiflorum , Lycium intricatum y Sonchus acaulis . En el interior del bosque se encuentran pocas especies, entre ellas Salsola divaricata ; y un hongo endémico de los tarajales: Inococus tamaricis. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Cardonal. Al salir del bosque de tarajales nos encontramos en un terreno con menos pendiente, y por consiguiente con un suelo mejor y más desarrollado. En este sustrato encontramos un cardonal, que es una vegetación más exigente en cuanto a suelo y agua. Esta comunidad vegetal tiene su desarrollo óptimo en el piso bioclimático inframediterráneo desértico semiárido, y está dominado por el cardón ( Euphorbia canariensis ). La estructura candelabriforme de esta planta dominante sirve de apoyo para diversas plantas trepadoras como Periploca laevigata , Asparagus pastorianus y Rubia fruticosa . La figura vegetal formada por el cardón y sus lianas se denomina unidad cardón y se repite por todo el archipiélado canario. Inventario nº 4. El último inventario del día lo realizamos, también en la localidad de Valle de Guerra en el municipio de La Laguna, en una ladera orientada hacia el Nor-NorOeste con una pendiente aproximada de 30º y a 25 m.s.n.m., sobre un sustrato basáltico con un suelo más desarrollado que en los anteriores inventarios. Tomamos una parcela de unos 150 m 2 , que incluye un cardón y la vegetación que lo rodea, con un 70 % de cobertera vegetal y en la que la vegetación tiene una altura media de 1.5 m. y alcanza casi los 2 m. en el caso del cardón. En esta parcela nos encontramos una comunidad vegetal de cardonal íntegro, es decir Periploco laevigatae - Euphorbietum canariensis en estado puro. Las plantas (con sus respectivos índices) características de la comunidad que enontramos en la parcela son Euphorbia canariensis (4), Periploca laevigata (1), Asparagus pastorianus (1) Rubia fruticosa (1), Kleinia neriifolia (2) y Scilla haemorrhoidalis (1). También se presentan plantas diferenciales halófilas como Lycium intricatum (1), Frankenia ericifolia (2) y Limonium pectinatum (1); acompañadas de Argyranthemum frutescens (2), Sonchus acaulis (1), Opuntia dillenii (1), Anagallis arvensis (+), Asteriscus aquaticus (+) Lamarckia aurea (+) y Salsola divaricata (1). © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000. Bibliografía empleada para el cuaderno de campo. Se ha empleado la siguiente bibliografía para complementar las las anotaciones realizadas en el campo. Bramwell, David & Zoë. Historia Natural de las Islas Canarias (Guía básica). Editorial Rueda, Madrid. 1987. Bramwell, David & Zoë . Flores Silvestres de las Islas Canarias. 2ª edición. Editorial Rueda, Madrid. 1994. Gobierno de Canarias. Guía de los Espacios Naturales Protegidos de Tenerife, 1998. Pérez de Paz, Pedro L. & Hernández Padrón, Consuelo E. . Plantas medicinales o útiles en la flora canaria. Editor Francisco Lemus. La Laguna, 1999. González Henríquez, María Nieves; Rodrigo Pérez, Julio D. & Suarez Rodríguez, Carlos. Flora y vegetación del archipiélago canario. Edirca. Octavio Rodríguez Delgado, Marcelino del Arco Aguilar, Antonio García Gallo, Juan Ramón Acobes Ginovés, Pedro Luis Pérez de Paz, Wolfredo Wildpret de la Torre. Catálogo sintaxonómico de las comunidades vegetales de plantas vasculares de la Subregión Canaria: Islas Canarias e Islas Salvajes. Materiales didácticos universitarios. Servicio de publicaciones de la Universidad de La Laguna, 1998. A. Hansen & P. Sunding. Flora of Macaronesia. Checklist of vascular plants. 4th revised edition, 1993. © Miguel Ángel Vilela. La Laguna, Septiembre 2000.