Lecciones Magistrales de Augusto Vels. ICG 2ª Ed. 2017 Instituto de Ciencias del Grafismo - AGC de España Libro Homenaje al Prof. Augusto Vels con sus Lecciones Magistrales, Ponencias y Clases inéditas Dirección-Coordinación de la obra: Francisco Viñals Carrera – Mariluz Puente Balsells Ap. 89015 – 08080 Barcelona (Spain) marfrains@hotmail.com www.grafoanalisis.com D.L.: B-109-1986 (1ª Ed. Esp. 2009 - 2ª Ed. Esp. 2017) Prohibida la reproducción total o parcial de la obra. Solo se autoriza esta difusión para uso personal y docente; en ningún caso para uso comercial o beneficio particular, empresarial o de terceros. Para reproducir partes de la obra: solicitar permiso a los Directores ( marfrains@hotmail.com ) o directamente a la familia del Prof. Augusto Vels. ÍNDICE Prólogo 7 Primera parte Lecciones, clases magistrales y artículos del Prof. Augusto Vels Psicología de los Gestos 13 El lenguaje no verbal y las emociones 39 Los colores y su interpretación 51 Interpretaciones de personalidad por el dibujo 53 Peligro de proyección en las interpretaciones 71 La ambivalencia 75 Mecanismos de defensa y escritura tipo “compensada” 81 La escritura de la juventud actual 97 Pedagogía grafopsicológica 103 Inicios de la futura grafología 111 La informática en su contribución al grafoanálisis 119 Las escuelas europeas de grafología 125 El todo es más importante que las partes 131 El enfrentamiento a la página en blanco 135 3 Los cuatro vectores en el método Vels de Grafoanálisis 159 Significado estructural de los vectores y factores 165 El sentido positivo y negativo en el método Vels de Grafoanálisis 169 El sentido vertical y horizontal en los “vectores” 175 Relación espacio-texto en Grafoanálisis 179 Las escrituras-tipo discordantes por aspectos 189 La inflación del gesto gráfico en Grafoanálisis 193 La escritura curvilínea 203 Diferencias entr “Lazo” y “Nudo” en Grafoanálisis 207 Las formas de coligamento 211 El coligamento mixto en Grafoanálisis 223 Mayúsculas en medio de las palabras 237 La escritura invertida 241 Los movimientos no materializados (gestos en el aire) 243 Teoría Vels sobre la psicología de las jambas 247 Algunas notas sobre los puntos de las ies 251 La polivalencia psicológica de un pequeño signo: los puntos en circulito 259 Algunas notas sobre los óvalos pinchados 275 4 Anotaciones sobre el ritmo natural e inversión en el grafismo 281 Observaciones sobre las asimetrías en el grafismo 285 El predominio de la “Forma” bajo el punto de vista Grafoanalítico 301 Una síntesis de los tres grandes aspectos de la onda gráfica 307 Segunda parte Testimonios en Homenaje y Memoria del Prof. Augusto Vels 311 Crónica de los Actos de Clausura y Homenaje al Prof. A.Vels en el Master de Grafoanálisis Europeo de la Universitat Autònoma de Barcelona 313 Reportaje de la familia Velasco (familia del profesor A. Vels) 327 Selección de testimonios 337 5 6 PRÓLOGO Por Francisco Viñals Carrera – Mariluz Puente Balsells La trascendencia de Augusto Vels viene determinada por la aportación de su sistema de Grafoanálisis como símbolo de la escuela española de Grafología. Con una base de inquietud y sensibilidad por el conocimiento del ser humano, descubre su vocación grafológica leyendo las obras de Matilde Ras, ésta alumna directa de Crépieux-Jamin, de Solange Pellat y del Dr. Streletski, había importado la grafología francesa a España, un hecho importante y que influyó definitivamente en la directriz de del Prof. Augusto Vels, que como todos saben es el pseudónimo de Alfonso Augusto Velasco, quien adoptó tal denominación por sugerencia del Director de “El Correo Catalán”, periódico donde colaboraba encargándose del consultorio grafológico, siendo a partir de entonces conocido popularmente como Augusto Vels, simplificación de sus nombres y apellido, y curiosamente era también la conjunción de letras con que firmaba. El maestro, obligado por las circunstancias de la Guerra Civil española, dentro de la desgracia podemos decir que tuvo la suerte de ser destinado a los servicios de sanidad, recibiendo formación médica, hasta realizar incluso la carrera de Practicante, también denominada de Asistente Técnico Sanitario (ATS), y continuando estudios en materia de psicología profunda (psicoanálisis) y tests proyectivos, en unos años donde no existía todavía la carrera de psicología y en todo caso los psicólogos se formaban en la facultad de medicina, por ejemplo en la Cátedra del Dr. Ballús con dos años intensivos de postgrado en psicología clínica, y fue precisamente allí, en el departamento de psiquiatría, donde el Prof. Augusto Vels colaboró con el Dr. Josep Miret i Monsó recién llegado de nuevo a Barcelona tras haber sufrido el exilio y acogido en Venezuela donde desarrolló un importante trabajo como catedrático universitario, una situación 7 similar a la acontecida con el Dr. Emilio Mira y López, uno de los grandes validadores de las técnicas grafológicas, gracias también a la labor actual de su hija Montserrat Mira que tan altruistamente ha colaborado con nosotros. Por otra parte, Vels en 1949 organizó un curso de Grafología en el SEU de la Universidad de Barcelona y otros cursos en diversas escuelas de directivos, y en cuanto nació la carrera de psicología, los libros de A. Vels formaron parte de la bibliografía que aparecía en los programas oficiales de la asignatura de Psicología Industrial de la Universidad de Barcelona. Cabe recordar que el libro Escritura y Personalidad en sus primeras ediciones de Editorial Miracle era uno de los textos de la colección de Antropología dirigida por el Dr. Ramón Sarró, quién también prologó su obra: El Lenguaje de la Escritura. Tal como tuvimos la oportunidad de expresar en el Homenaje que realizamos al Prof. Augusto Vels el 16 de octubre de 2009, en la Universitat Autònoma de Barcelona ante la entrañable presencia de su familia, la familia Velasco (hijos y nietos), coincidiendo con los Actos solemnes de Clausura de los cursos del Master en Grafoanálisis Europeo, su sistema de Grafoanálisis ha significado un instrumento muy beneficioso para las ciencias que tratan el comportamiento humano, ya que mediante una taxonomía descriptiva derivada y adaptada a España de los géneros y especies de la escuela francesa, se valoran los parámetros dominantes y subdominantes, para aplicar la fórmula actualmente informatizado con la ayuda de una hoja Excel, por la que se obtiene el percentil de la predominante temperamental (temperamentos hipocráticos actualizados por Vels y Periot con la ayuda del Dr. Paul Brosson, actualmente revalidados por Cloninger y Sven, que reivindican la teoría médica y clásica de los cuatro temperamentos derivados de los cuatro elementos, ahora mediante las investigaciones científicas que los corroboran mediante el estudio de los neurotransmisores) y la combinación caracterológica basada en Heymans-Le Senne (en 2009 ARIGRAF por mediación del Prof. Rafaele Caselli organizaban un seminario sobre esta tipología tan 8 pedagógica para los Grafólogos como es la de los caracteres de Heymans – Le Senne), añadiendo también en el cuadro la Actitud Vital y las Funciones Psíquicas de Jung. El método fue integrando paulativamente conceptos de la escuela italiana, suiza y alemana, llegando a incorporar los Grados de tensión-dureza del Dr. Pophal y contemplando también la Gestalt tal como se aprecia en su obra Grafología Estructural y Dinámica, pero lógicamente sin perder el orden y sentido epistemológico de los aspectos y subaspectos gráficos, y actualmente nosotros hemos revisado la descripción de parámetros para adaptarlo a una terminología más actual y añadido los conceptos del Grafo-Análisis Transaccional (Viñals & Puente), tipología grafológica derivada del innovador sistema psicoanalítico integrativo y dinámico del Dr. Eric Berne, por lo que no cabe duda que el Grafoanálisis es un sistema completo donde se recogen los conceptos más prácticos y avanzados sobre la personalidad. La fiabilidad del sistema viene garantizado no sólo por el éxito contrastado en centenares de selecciones de personal por comparación con baterías de tests de las que fueron testigos diversas multinacionales y más tarde la Banca Mas Sardá donde el Prof. Augusto Vels fue nombrado Director de Personal, sino a nivel académico por la validación que se produjo de su sistema mediante la tesis presentada en 1964 por la Dra. Mercedes Almela en el Departamento de Psicopedagogía de la Universidad de Barcelona y lógicamente por haber sido incorporado como materia dentro del Master en Grafoanálisis Europeo de la UAB. Y desde la propia grafología, dejando aparte el apoyo de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense con su amigo y discípulo Prof. Mauricio Xandró, su obra fue enseguida respaldada por profesores de la categoría del Dr. Jean Charles Gille, quien le valoró de forma destacada en sus obras; por otra parte el Prof. Vels fue adquiriendo un rápido reconocimiento internacional, siendo nombrado corresponsal de la Société Française de Graphologie y del Goupement des Graphologues Consells de France, miembro de la Academia de Artes y Letras de Paestum en Italia, y seguidamente recibió un buen número de premios y distinciones, miembro de honor de la Sociedad Belga de 9 Grafólogos y de la British Academy of Graphology, miembro de honor y corresponsal del Instituto Internacional de Investigación Grafológica Chino-Europeo en Bruselas, miembro de honor del Centro Internacional de Grafología Médica de Roma y volviendo a España, además de Presidente Fundador y de Honor de la AGC y miembro de Honor de SOESPGRAF entre otras distinguidas entidades, recibió la Medalla de Oro al Mérito Tecnológico, y como colofón a su dilatada carrera, en 1999 el Excmo. Ayuntamiento de Puerto Lumbreras, ciudad natal, dedica una calle y una sala-museo al maestro Augusto Vels, hijo predilecto de la villa. Es para nosotros una gran satisfacción el haber podido realizar este monográfico a la memoria del Prof. Vels, seleccionando y transcribiendo sus conferencias y artículos, con un apartado final de testimonios sobre su figura. Este trabajo que tan gustosamente hemos coordinado a modo de obra póstuma del maestro, viene a constituir la ratificación de nuestro agradecimiento por su aportación a la sociedad, homenaje al que se ha sumado su familia, Augusto y Jorge Velasco con sus esposas e hijos, el Master en Grafoanálisis Europeo de la UAB y una buena representación de colegas, a quienes también les damos las Gracias en mayúsculas por contribuir a la Memoria de ese gran hombre y maestro de la grafología española, el Prof. Augusto Vels. 10 PRIMERA PARTE LECCIONES, CLASES MAGISTRALES Y ARTÍCULOS DEL PROF. AUGUSTO VELS Para esta primera parte del libro hemos reunido las lecciones de psicología que preparó el Prof. Augusto Vels, que aún sin ser propiamente de grafología, se relacionan con la expresión gestual, dibujo y colores, con su visión interdisciplinar y avanzada a su tiempo, donde también se reflejan sus inquietudes por la informática y la estadística ya en aquellos años. Hemos preferido presentar en primer lugar sus lecciones de psicología práctica y de base psicoanalítica para exponer seguidamente las relacionadas con el sistema del Grafoanálisis, las cuales sirven de forma pedagógica para comprender sus conceptos y metodología, formando un complemento idóneo con la bibliografía del mismo, ya que son explicaciones que iba realizando en relación a los libros publicados, por ello pueden considerarse resúmenes de clarificación de las obras del propio maestro Don Augusto Vels. Francisco Viñals – Mariluz Puente 11 12 PSICOLOGÍA DE LOS GESTOS Apuntes del Prof. A. Vels para los directivos de la Banca Mas Sardá. Se trata de un pequeño manual que preparó el profesor Augusto Vels, siendo Director de Personal de la Banca Mas Sardá, para la formación de los directivos de la entidad. Para elaborar dichos apuntes, el profesor Vels partió básicamente de los trabajos de G. I. Nieremberg, A. Kostolany, Clement Blin, P. Heinemann y Ch. Wolff. Agradecemos al Prof. Jordi Morera Jansá su contribución facilitando las mejores muestras que hemos finalmente seleccionado pues son las que reunían mayor calidad para reproducir en este pequeño manual. Francisco Viñals – Mariluz Puente 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 EL LENGUAJE NO VERBAL Y LAS EMOCIONES Todo el mundo sabe que los gestos y actitudes del cuerpo son movimientos expresivos, generalmente inconscientes, que traducen los contenidos emocionales que acompañan nuestras acciones y reacciones. Exagerando la nota, podríamos decir que no hace falta saber inglés para entender un celuloide rancio de Charlot. Por los gestos y ademanes del gran actor cómico, sabemos lo que está ocurriendo en cada momento de la película. Dicha expresividad es también extensible al grafismo. Los gestos y actitudes del cuerpo corresponden a un mecanismo psicomotor muy complejo. Las partes móviles del cuerpo (rostro y manos, sobre todo), son extremadamente sensibles a las alteraciones emocionales y nerviosas. Por este motivo, es relativamente fácil seguir los procesos emocionales de cada persona a través de sus gestos y ademanes y muy especialmente estudiando el grafismo. Los gestos y la posición del cuerpo para los que saben observar, pueden ser una fuente directa de información de todo lo que está ocurriendo en lo más profundo de nuestra personalidad, pues esta cinemática está presente en todas nuestras actuaciones y muy notablemente en nuestros contactos con los demás. En nuestras acciones voluntarias, la atención no está puesta, generalmente, en los gestos y actitudes de nuestro cuerpo, sino en el fin que perseguimos. Los movimientos del cuerpo, en cambio, dejan al descubierto las ansias, los miedos, el egoísmo, el placer o la agresividad, etc., que acompañan nuestras actuaciones. La misma escritura constituye un valioso ejemplo. Siempre que el sujeto domine el acto de escribir, el pensamiento del que escribe está más ocupado en la intención consciente que en el control del recorrido de la pluma. 39 Por eso, en el grafismo se cuelan pequeños o grandes gestos que traducen nuestro modo auténtico de ser y de sentir, es decir, nuestro carácter1. Todo gesto y todo ademán es traductor de emoción. Pero ¿qué es la EMOCIÓN? La emoción es un cambio, más o menos brusco, de los procesos fisiológicos y psíquicos, motivado por algo que excita nuestra sensibilidad o reactividad. Este cambio modifica nuestra tonalidad afectiva, produciendo una impresión agradable o desagradable. La excitación es agradable cuando nos proporciona “placer” y desagradable o frustrante cuando produce una excitación psíquica dolorosa, repulsiva, ultrajante o peligrosa para nuestro Yo. La emotividad, junto con la “actividad” y la actitud de “retención” o “expansión” de la “resonancia afectiva”, son los principales factores del carácter, según demostraron los investigadores holandeses Heymans y Wiersma en su estadística sobre más de 3000 casos explorados. A condición de que la emotividad no rebase ciertos límites, pues lo que produce la desadaptación es el exceso de emotividad (hiperemotividad), se la puede considerar como uno de los elementos positivos de la conducta humana, ya que excita la actividad de todos los procesos físicos, psíquicos y mentales, estimulando la imaginación creadora, el entusiasmo, la curiosidad, el deseo de superación y muchos otros factores favorables. La inemotividad restringe el ardor y el interés. La mujer es, en general, más emotiva que el varón. Es interesante descubrir, en cada caso, el grado de emotividad de cada individuo y su relación con el nivel de actividad, pues, cuando no se equilibran ambos factores, se originan desadaptaciones de carácter, acompañados casi siempre de trastornos en la esfera sexual. 1 Ver Augusto Vels, Escritura y Personalidad, séptima edición, Ed. Herder, S.A. Barcelona, 1982. 40 Los “estereotipos” (modos de conducta impuestos por la educación) enseñan al ser humano a controlar sus emociones y a desenvolverse dentro de unas normas sociales convencionales. Cuando una persona es incapaz de controlar las reacciones emotivas que despiertan ciertos hechos corrientes de la vida, quiere decir esto que fracasa su capacidad de adaptación, infundiéndole cierta inestabilidad e inseguridad, por desajuste con la realidad2. Por el contrario, los sujetos que se controlan en forma excesiva (rigidez en la conducta) y no dejan ninguna válvula de expansión a sus impulsos y necesidades “moralmente mal vistas”, se convierten en tiranos de sí mismos. Estos son los escrupulosos, los puntuales, los autoritarios, los exigentes consigo mismo y con los demás, que organizan rigurosamente su vida de acuerdo con las “normas”. Desde el punto de vista psicoanalítico, tanto los sujetos inestables emocionalmente como los rígidos de conducta, traducen unas necesidades sexuales insatisfechas. Allí donde hay desadaptaciones de carácter, existen también necesidades orgánicas y psíquicas molestas o dolorosamente insatisfechas (personalidades de tipo histérico, obsesivo, angustioso, etc.). Muchos cardíacos deben su enfermedad a una defectuosa o mala adaptación en la esfera sexual, tal como han demostrado las estadísticas de Kinsey y otros investigadores de la conducta sexual y emocional humana. Según los principios conductistas, la mayor parte de los sentimientos humanos derivan, por atenuación o matización, de estas cinco emociones primarias siguientes: CÓLERA, PÁNICO, AFECTO, ALEGRÍA y DESPLACER. Así pues, de estas emociones primarias derivará todo nuestro comportamiento afectivo. Por ejemplo, de la emoción primaria AFECTO (instinto social), derivan todos los sentimientos de unión, 2 Ver término “adaptación” en el Diccionario de Grafología. Ed. Herder, Barcelona, 1983. 41 amor, convivencia, satisfacción y oblación. El afecto crea la amistad, el compañerismo, los sentimientos humanitarios, la compasión, la caridad, la ayuda, la sociabilidad, los sentimientos de comunidad, de grupo, de camarillas, etc. y lo que en psicoanálisis se denomina “oblación” (conducta altruista en que la persona sacrifica sus deseos para satisfacer los de los demás). La emoción primaria ALEGRÍA daría lugar a todos los sentimientos de satisfacción, triunfo, éxito, euforia y optimismo. La alegría es el júbilo que experimenta el ser humano cuando triunfa sobre la angustia o el temor. Este estado de exaltación del ánimo aligera el cuerpo y le confiere un movimiento de plenitud ascendente, de satisfacción jovial. Los estados de ánimo eufóricos favorecen la simpatía, la indulgencia, la bondad, la obsequiosidad, la fácil comprensión, la facultad de comunicación, las buenas relaciones entre el Yo y el Tú. Y de la emoción primaria DESPLACER o DESAGRADO nacerían los sentimientos o sensaciones de repugnancia, aversión, disgusto, pesimismo, frustración, desaliento, postergación, abandono, enfado, enojo, etc. Cuando esta emoción primaria se hace crónica en un individuo, éste va perdiendo gradualmente sus energías y gusto por la vida, lo que se debe, en un número elevado de casos, a una insuficiencia de vida sexual. LAS EMOCIONES PRIMARIAS PUEDEN DESCUBRIRSE POR LOS GESTOS O MOVIMIENTOS DEL CUERPO Como hemos dicho antes, los gestos y actitudes del cuerpo traducen, inconscientemente, el trasfondo de nuestros acontecimientos psíquicos, es decir, nuestros estados emocionales interiores. Vamos a ver ahora cómo pueden reconocerse, por los gestos, cada una de las emociones básicas: CÓLERA, PÁNICO, AFECTO, ALEGRÍA, DESPLACER o DESAGRADO. La CÓLERA es una emoción que se origina mediante un conflicto psiconervioso (frustración), producido por el choque entre el DESEO 42 PERSONAL (pulsión egoísta) y el rechazo, por injusticia, engaño, oposición o negación, que opone el entorno (obstáculos externos). La cólera es propia de sujetos apasionados, nerviosos y egocéntricos. De la emoción primaria CÓLERA deriva el instinto de agresión y destrucción, de conquista, de lucha, de invasión, de poder y superioridad. Cuando esta emoción se atenúa por efecto de la cultura, la educación, el autocontrol o la sublimación de la energía psíquica (libido), se convierte en intereses humanizados, desencadena el espíritu crítico, la iniciativa, la combatividad, la acción modificadora sobre las cosas, la innovación, el ataque a las injusticias o a todo lo defectuoso y cuanto se derive de una acción “contra” las imperfecciones del mundo que nos rodea. En sentido negativo produce la crueldad, el odio, el sadismo, la mordacidad, la crítica punzante y destructiva, la ironía malintencionada, la murmuración, el despecho, el distanciamiento, etc. a) Por tanto, los gestos que origina la CÓLERA son, por un lado, enfáticos y centrífugos (agitación, gritos, protestas, gestos de agresión, voz incontrolada y espasmódica, movimientos desenfrenados, impulsivos y bruscos de las manos y de los pies, intento de golpear, de pegar, de destruir, etc.) y, por otro, centrípetos (la agresividad se centra sobre el propio cuerpo en forma de gestos violentos de las manos, puños cerrados, compresión de la boca y de los dientes, incluso mordeduras de los labios o de las manos, golpes sobre las mejillas, etc.). b) La cólera produce hiperemia (afluencia excesiva de la sangre al cerebro) y esto hace que aumente la excitación nerviosa, que se aceleren los movimientos y se produzcan reacciones intempestivas, tales como los torrentes de insultos, los gestos agresivos, etc., a la vez que se enciende la mirada y se enrojece el rostro. c) En ciertas personas de carácter débil, es decir, con personalidad insegura (sentimientos de minusvalía), las reacciones coléricas constituyen un medio heroico de afirmación personal. 43 d) Cuando existen desarreglos endocrinos, por ejemplo, la actividad excesiva de la glándula tiroides y de las suprarrenales, o una deficiencia del sistema nervioso central, como ocurre en algunos epilépticos y en alcohólicos crónicos, los raptos de furor colérico pueden producirse al menor pretexto. La excitación propia de esta emoción primaria, que, a causa de la hiperemia, enrojece el rostro, se expresa corporalmente por la tensión muscular y nerviosa. El cerebro, al cargarse de sangre, comunica vigor a los músculos, hace brillar de furor la mirada y afirma, al propio tiempo, la voluntad. El cuerpo se mantiene erguido o encorvado hacia el agresor, los miembros se ponen rígidos, la boca se cierra en apretado gesto, los dientes rechinan o se frotan los unos con los otros, las alas de la nariz se dilatan y levantan vibrátiles y la respiración se acelera. En ocasiones, los brazos se levantan y se cierran los puños como para atacar al agresor. Otras veces, el enfurecimiento inclina al sujeto a dar golpes sobre los muebles, a tirar objetos al suelo, al tiempo que el comportamiento motor se caracteriza por expresiones frenéticas y arrebatadas que hacen que los gestos de las manos y del cuerpo sean impulsivos, desordenados, desproporcionados. En los sujetos autistas e introvertidos, los gestos de las manos son violentos y se dirigen hacia el propio cuerpo. La emoción primaria PÁNICO es una reacción de sobresalto, de inquietud, de encogimiento o paralización, provocada por un peligro imprevisto o inmediato, real o imaginario, que amenaza la existencia del sujeto. De la emoción primaria PÁNICO derivan, por instinto de defensa, todas las emociones que producen encogimiento, paralización o regresión (huida). Estas son: el miedo, el temor, las fobias, la angustia, la ansiedad, la timidez, la avaricia, el ahorro, la previsión, la prudencia, la desconfianza, la reserva, la actitud expectativa, etc. a) El miedo o pánico produce opresión, lentitud y pobreza de movimientos. Mientras que la cólera acelera y tensa el sistema nervioso y muscular, el PÁNICO disminuye la tensión normal, debilita o paraliza el riego sanguíneo del cerebro y produce el 44 efecto de palidez del rostro propio de esta emoción, que puede seguir hasta el desmayo o pérdida de conocimiento. Durante el pánico, los ojos quedan fijos, se enturbian, se paralizan y quedan absortos, angustiados y con tendencia a cerrarse. b) El efecto paralizador del pánico actúa esencialmente sobre el sistema nervioso parasimpático, sobre las vísceras y sobre la motricidad, comprimiendo, reduciendo, acortando o paralizando totalmente su actividad. Por este motivo, los sujetos miedosos o tímidos suelen padecer estreñimiento, tal como ocurre con el tipo “anal” de Freud. c) El endurecimiento de los labios y de la lengua por la paralización que produce el pánico, impide al sujeto hablar normalmente, o lo hace tartamudeando o por medio de monosílabos. Por otro lado, es frecuente también el temblor de los párpados, que, cuando queda como signo permanente en una persona, refleja su tendencia hipersensitiva (predisposición exagerada a las emociones), acompañada de complejos de ansiedad, es decir, de inseguridad y excesiva sensibilización al peligro para el Yo. d) El pánico, o las emociones derivadas de éste, como el miedo, timidez, inseguridad, etc., conduce al sujeto a la necesidad de “esconderse”, de protegerse, de vivir las cosas “en secreto”, o a la necesidad de “retirada”. Por tanto, los movimientos del cuerpo y de las manos en los sujetos propensos al miedo son los de encogimiento, retención, contención u ocultación: “Los gestos de la mano -dice la Doctora Wolff- son particularmente expresivos en el miedo. Gestos como entrecogerse las manos, retorcerlas, tamborilear con los dedos sobre un mueble, apretarse una mano contra la otra, agarrarse con la mano izquierda la muñeca derecha, etc., constituyen gestos sintomáticos de miedo, de angustia y de ansiedad. El niño angustiado suele taparse la boca con la mano, se roe las uñas o se muerde los dedos”. Frotarse el pelo o la cara con la mano, ponerse gafas oscuras para taparse los ojos, inclinar la cabeza como si se estuviera fatigado, retroceder o cerrar los pies, 45 colocarse en un rincón en los lugares públicos, tales como restaurantes, salas de conferencias, etc., son señales evidentes de miedo, timidez, angustia o inseguridad. El sujeto en quien predomina la tendencia a los sentimientos y emociones derivadas del PÁNICO refleja una mala objetivación del sentido de la vida. Sólo espera de ésta caricias y no golpes. Quiere ser tratado en todo momento como si fuera un niño de pecho, con euforia, con mimo, con deferencias especiales y atenciones esmeradas. No quiere envejecer. No quiere morir. Quiere que el mundo esté a su servicio. En otras palabras: quiere de la vida sólo las ventajas. “Su miedo a las decisiones -dice Szekely- es un miedo al riesgo, o sea, un miedo a la inseguridad”. El miedo es una lucha interna del sujeto frente a su conciencia de la propia fragilidad y debilidad13. La emoción primaria AFECTO, el sentimiento de encontrarse, de vincularse, de permanecer adherido al OBJETO4 por el placer que produce, por la alegría y satisfacción de participar, de integrarse, de formar una unión (alocentrismo, amor a los demás seres, a la Naturaleza, a la patria, al terruño, a los animales y plantas, etc.) es difícilmente analizable. Sin embargo, el “amor” puede ser estudiado a través del comportamiento, es decir, de los gestos y de la conducta. a) El AFECTO es una emoción agradable, ligada a la satisfacción de una tendencia. Decía Aristóteles que “todos los hombres tienden hacia el placer porque desean vivir”. “Esto quiere decir que el que no ama no vive”. El mismo suicidio es un fracaso del sujeto de cara a su encuentro con el placer, con el AMOR. b) Es curioso que, a pesar de las enseñanzas contenidas en todas las religiones, a pesar de que el cristianismo se base sobre todo en el AMOR y sea éste la única fuente de placer moral, espiritual y material que tenemos plenamente a nuestro alcance, sólo los animales domésticos, pongamos por caso el perro, son capaces de mostrarnos, 3 Ver Caruso: Análisis Psíquico y síntesis existencial. 4 “Objeto”, ver en el Diccionario de Grafología este término. Ed. Herder, Barcelona 1983. 46 sin excepción, el AMOR en toda su grandeza. Se ha dicho que el hombre es el único ser viviente capaz de matar por motivos ajenos a las necesidades primordiales de la vida. ¿De qué le sirve, pues, proclamarse el ser más inteligente de la creación? Pero, en fin, dejemos esta explicación a los moralistas y a los filósofos. c) Los gestos de AFECTO están estrechamente ligados a los de la alegría. Son gestos radiantes, dulces, curvilíneos, de contacto, de inclinación hacia afuera; acelerados, extensos y rítmicos, elevan el cuerpo del suelo y se dirigen hacia adelante y hacia los lados. El cuerpo, cuando está animado por sentimientos de afecto y alegría, parece ingrávido, danza en el espacio como si no le pesaran los pies. El gesto del afecto es tierno, dulce, expresa deseo de complacer, de acariciar, de besar, de ofrendar, de comprender y conceder (es posible que, por este motivo, se recurra generalmente a los banquetes o grandes comidas para facilitar las ententes políticas y comerciales, entendiendo la mesa como altar de placer). LOS GESTOS DE ALEGRÍA: Si el pánico es una emoción de retirada o de encogimiento, de contacto negativo son el medio, la ALEGRÍA constituye una emoción radiante, expansiva, sugestiva y contagiosa que, como el AFECTO -con el cual está estrechamente ligada-, tiende al acercamiento, a la unión, a la comunicación espontánea y a la afirmación de la personalidad en el medio en que se desenvuelve. a) Este goce interior está, generalmente, motivado por una reacción de sorpresa agradable, por un sentimiento de triunfo, de victoria o de liberación de una angustia, sea por el éxito de cualquier asunto, la realización de un deseo, o el resultado de una acción. b) No es raro, pues, que la ALEGRÍA despierte el optimismo, la confianza en la vida, en las personas y en el ambiente, y que, cuando el ánimo está poseído por esta emoción, todo parezca fácil, alcanzable o realizable. 47 c) En algunos casos como, por ejemplo, en la última fase de ciertos tuberculosos, se producen estados de euforia sorprendentes, seguidos de necesidades sexuales apremiantes. d) La ALEGRÍA produce un ensanchamiento y profundidad de la respiración, un aumento de la circulación sanguínea y de la vasodilatación periférica; exalta las funciones del metabolismo y las secreciones glandulares, la prodigalidad de los gestos y la sensación de volar (el vuelo en los sueños simboliza la erección). “¿Qué significa para ti estar de buen humor?”, preguntó un día Darwin a un niño. Este respondió: “Reír, hablar, abrazar, jugar...”. El niño dio una definición exacta de la ALEGRÍA. Por tanto, la ALEGRÍA se traduce, en el gesto, por la aceleración, por la expansión y el ritmo de los movimientos. La cara se ensancha, las comisuras de los labios y las cejas suben hacia arriba; los brazos se extienden y se elevan en movimientos curvos; los pies no pesan y parece que bailan o sienten el deseo de danzar; la mirada es brillante y jovial, la palabra fácil y la actitud se ve a menudo exaltada por la aceleración de los procesos psíquicos. El DESPLACER es un movimiento de rechazo, una actitud de alejamiento de la satisfacción de una necesidad. Esta necesidad puede ser física (necesidad sexual, nutritiva, motora, etc.) o psíquica (necesidad de seguridad, de estabilidad económica, de rango profesional, de superioridad, etc.). Por tanto, confesado o no, el desplacer es una frustración, una contrariedad, el obstáculo o negación de un deseo, un sentimiento de inconclusión, un complejo de inferioridad o un sentimiento interno de inseguridad. a) El DESPLACER supone, pues, un deseo frustrado, una aspiración no lograda, un fracaso del Yo ante la realidad. Supone un estado conflictivo entre las necesidades personales y las exigencias del entorno o de la propia conciencia moral del sujeto. Las necesidades, pulsiones o deseos por satisfacer, encuentran obstáculos que se oponen a su realización. Tales obstáculos pueden 48 estar representados por la familia, la sociedad, la religión, las normas educativas o un cónyuge que frustra moralmente o sexualmente al otro. Ya hemos dicho antes que allí donde se producen desadaptaciones de carácter, suele ocultarse un problema sexual latente. b) El sujeto en quien predomina el DESPLACER está siempre de mal humor, enojado, resentido, “quemado” o silencioso. Tiende a enfurecerse o contrariarse por cualquier cosa. Todo le sienta mal y está siempre presto a pensar mal o con desconfianza respecto a los demás. c) A este tipo de sujeto, el DESPLACER le inclina al recelo, a la aprensión y a la incredulidad. Le afectan, en gran manera, las cosas que se relacionan con su Yo y está siempre como “en estado de sitio”, es decir, temiendo la hostilidad de los demás. No se da cuenta de que es él mismo, con su actitud desconfiada, recelosa o de “aguafiestas”, quien provoca las reacciones negativas de los familiares o de las personas con las que convive. d) Al sujeto en quien predomina el DESPLACER es fácil reconocerle por sus aversiones, por sus críticas amargas y punzantes, por su trato desagradable, por su pesimismo (es agorero, tiende a verlo todo por los lados más desfavorables); está cargado de escrúpulos, indecisiones y dudas; exige que le dejen tranquilo y que no le pidan nada. e) La persona en la que es habitual el DESPLACER tiene una fisonomía seria, adusta y distante o indiferente; frunce constantemente las cejas; tiene los extremos de la boca (comisuras) hacia abajo; el lóbulo de la nariz cae, tapando los orificios, lo que produce arrugas transversales en la caña de este órgano. El rostro tiene una expresión de indiferencia o de dureza agresiva. Esta dureza se la otorga la tendencia a cerrar, en forma apretada, los labios, a fruncir o bajar las cejas adoptando una expresión amarga, de disgusto, de desagrado, de repulsa. El culto a la fealdad, a la 49 suciedad y a los objetos repugnantes de ciertos artistas de la nueva ola está en correlación con el desplacer, con el desagrado por los métodos coactivos de la educación y de la sociedad, a la vez que refleja en ellos un estado de regresión inconsciente a una etapa infantil. La pasividad, el abandono de sí mismo y la suciedad, la actitud contestataria, entre otras, son también las formas de protesta, o de expresión de desagrado de algunos de nuestros jóvenes. 50 LOS COLORES Y SU INTERPRETACIÓN 1 - AZUL: Indica las cualidades psicológicas relacionadas con la calma de espíritu, con el deseo de tranquilidad, con el gusto de las cosas estables, claras y bien ordenadas. La elección de este color como dominante indica la necesidad de expresión, de expansión, de comunicación con el exterior y el predominio de juicios afectivos, cualidades propias del tipo oral de Freud. Este color influye positivamente en los siguientes órganos: en la garganta, en la glándula tiroides, en los pulmones, en las cuerdas vocales y en el aparato bronquial. 2 - VERDE: Refleja la tensión constante, la firmeza en las opiniones, la resistencia a los cambios, la voluntad de perseverar en los objetos deseados, la capacidad de amar y de darse a los demás y el deseo de aumentar el propio valer. Influye en positivamente sobre el aparato circulatorio, sobre el timo y sobre el sistema inmunológico y endocrino. 3 - ROJO: Canaliza la energía en sentido activo (lucha por conseguir los "objetivos deseados" y en vencer obstáculos y dificultades). Este color, cuando es rechazado, representa la actitud de "huída", de repliegue o de renuncia ante obstáculos, problemas o dificultades. Influye sobre la base de la columna, los riñones y las glándulas supra-renales. 4 - AMARILLO: Desarrollo de la imaginación y la fantasía como cámara de compensación de los problemas emocionales no resueltos y de los "objetivos deseados" difíciles de alcanzar. Refleja la personalidad expansiva, brillante y extravertida, la viveza intelectual, la aspiración al goce en todas sus formas y el deseo de ser feliz. Este color influye sobre el plexo solar y sobre la actividad del estómago, del hígado (vesícula biliar), sobre el páncreas, el bazo y el sistema nervioso vegetativo. 51 5 - VIOLETA: Desarrollo de los sentimientos místicos o religiosos, de las fantasías mágicas y de todo cuanto es de naturaleza fascinante o espiritual. Tendencia a complacerse en lo irreal frecuentemente unida al deseo de impresionar o de estar en posesión de méritos extraordinarios para hacerse admirar, como si los deseos tuvieran que hacerse realidad. Influye sobre las capas inferiores del cerebro, sobre los ojos y los oídos y, a veces, sobre el olfato y las glándulas pituitaria y pineal. 6 - MARRÓN: Elegido, junto con el rojo, como color dominante, expresa la necesidad de relación con el otro sexo, la necesidad de satisfacciones sexuales apremiantes, de liberarse de problemas, de tener hijos y encontrar un bienestar del que, actualmente, puede estar desprovisto. Se ansía la comodidad y la seguridad, pero con un poderoso impulso de sensualidad. La elección del marrón con el rojo favorece la creatividad. El marrón, por sí solo, influye estimulando las funciones sexuales en ambos sexos y el deseo de comodidad y bienestar. Este color, rechazado (o ausente, en el caso de los pintores), señala un fuerte individualismo y un rechazo riguroso de la sexualidad y de la dependencia de un partenaire. 7 - NEGRO: Desarrolla la negación de la alegría de vivir, la no participación, los conflictos e insatisfacciones de todo tipo. Influye negativamente sobre todos los órganos controlados por el sistema nervioso neurovegetativo (corazón, aparato digestivo, hígado, páncreas, etc.) y sobre la sexualidad. 8 - GRIS: Expresa el deseo de encerrarse en sí mismo para sentirse libre de ataduras, de compromisos o de las exigencias exteriores impuestas por la sociedad. Posiblemente, algunas experiencias desagradables, el exceso de timidez, cualquier estado de agotamiento o de stress pueden inclinar al sujeto a la renuncia o desconexión de toda clase de estímulos no gratos o incómodos. Puede defenderse de este modo contra la depresión, contra el agotamiento o contra nuevas frustraciones. Sea por la causa que fuere, el gris predominante representa renuncia, deseo de protección y desconexión del mundo circundante. El gris influye en forma de stress sobre el sistema nervioso y muscular creando renuncia, desgana, deseo de soledad o de apartamiento. 52 INTERPRETACIONES DE PERSONALIDAD POR EL DIBUJO EL TRAJE O VESTIDO Y LOS ORNAMENTOS EN EL TEST DEL DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA (DFH) DE MACHOVER Un detalle importante en los DFH es el vestido o traje de las figuras. Bajo el punto de vista práctico y social, el traje o vestido tiene dos finalidades. Una es la de proteger al cuerpo contra los elementos externos (frío, calor, rozaduras, pinchazos, etc.) y la otra consiste en realzar la apariencia, destacar la propia figura, bien por vanidad o narcisismo del cuerpo, bien por deseo de hacerse valer y respetar a través de señales externas. Por esta razón, es relativamente poco frecuente que, cuando se pide a un individuo que realice el dibujo de una pareja humana, nos presente un desnudo. Generalmente, la mayor parte de figuras tienen traje o llevan vestido más o menos bien dibujado. El modo cómo esté tratada la vestimenta puede resultar ampliamente significativo, pero estudiemos, en primer lugar, los casos en que nos presentan las figuras desnudas, sin ningún tipo de ropaje. FIGURAS DESNUDAS El problema de base que suelen tener muchos sujetos al comenzar la prueba es si se les pide que dibujen la pareja humana vestida o desnuda. Algunos suelen preguntarlo al examinador, reflejando con esta pregunta, según la Dra. Romano, "una gran preocupación por su propio cuerpo. Nosotros hemos comprobado, en algunos casos, que la vacilación inicial es propia de sujetos inseguros, faltos de confianza en sí mismos y con gran sensibilización al fracaso. 53 Los desnudos, en general, tienen un carácter individualista, ausente de prejuicios, enemigo de los convencionalismos sociales y con enormes deseos de autenticidad, que pueden resultar excesivos, pues, al querer evitar las formas artificiosas y represivas, que son válidas para la vida social, la actitud puede resultar cínica, agresiva y peligrosamente revolucionaria, es decir, puede tener la intención de atacar todos los valores éticos sobre los que está montada la sociedad. Esta interpretación, que era válida en los años en que yo la escribí, ahora no es tan válida al haberse puesto de moda la exhibición del cuerpo con la minifalda, el top-less, etc. Quizá la sociedad actual intenta ser más libre, más auténtica y más sincera. De todas maneras, según la armonía del dibujo y la descripción del mismo en la historia sobre la pareja, se verá si se trata de un deseo de autenticidad y de sinceridad moderado en el que se sublima el cuerpo como expresión estética o mística, o si se trata de una exhibición audaz de tipo narcisista, o de una actitud provocadora del sujeto frente a la persona que analiza, principalmente si la analista es mujer y el sujeto analizado intenta destacar los órganos sexuales masculinos. Los niños y los adolescentes casi nunca dibujan figuras desnudas, quizá les falta ese apoyo social para definirse en el rol que les gustaría desempeñar. Los órganos genitales, especialmente los del varón, sólo aparecen en sujetos con instintos primitivos o en esquizofrénicos. Rara vez los vemos en adultos normales. Para algunos autores, no recientes, la representación de los desnudos en los DFH está reñida con las normas del decoro. Nosotros hemos observado varios casos que contradicen esta afirmación. Un desnudo estilizado, es decir, carente de exuberancias, de pliegues por adiposidad o de posturas incitantes, no puede ser visto como 54 erotizante por personas normales. En cambio, determinadas ropas o la manera de vestir a las figuras, pueden tener alto poder erotizante. "Ciertos individuos con considerable tendencia "voyeurista" en su inconsciente, pueden dibujar figuras desnudas idealizadas" (Machover). Algunos niños pequeños con preocupaciones sexuales precoces pueden dibujar figuras desnudas con los atributos genitales, o bien dibujan sus monigotes con sombreros, anunciando la tensión de su despertar fálico. Los dibujos de figuras desnudas son frecuentes, dice la Dra. Romano, en estudiantes de las Facultades de Bellas Artes. En este caso, se trata de un grupo de individuos que se debe considerar aparte, desde el punto de vista psicológico. SIGNIFICADO DE LOS VESTIDOS Y ADORNOS EN LOS DFH "Se ha discutido muchas veces -dice el Prof. Pellegrini- si los vestidos tuvieron originariamente un carácter protector, sexual u ornamental". El carácter protector habría sido un medio de defensa contra las intemperie, los animales, las piedras, las púas o pinchos de las plantas, etc. El carácter sexual obedecería a la necesidad de destacar rotundamente al macho de la hembra. El carácter ornamental tendría, como en la actualidad, la misión de "reclamo". Como dice el Prof. Pellegrini, "para muchas mujeres el vestido no esconde, sino que realza y magnifica los atractivos eróticos femeninos, convirtiéndose en el más poderoso afrodisíaco". Los vestidos femeninos tienen influencia excitante, si se insinúan los senos, las nalgas y las piernas de una manera erotógena. Los zapatos de tacón alto no sólo sobrealzan la figura, sino que dan gracilidad y elegancia a las piernas y a los movimientos del cuerpo al andar. Y no digamos lo que puede hacer un buen maquillaje y un peinado atractivo del cabello. "Todo lo bueno es caro decía una 55 dama en una "boutique", hay vestidos más baratos, pero no son bellos, no resaltan la figura". En consecuencia: Todo adorno de la figura a través del vestido expresa el gusto por la "representación social", el deseo de llamar la atención, de atraer, de impresionar a los demás. Este deseo o necesidad de "cultivar la fachada", de destacar el exterior del cuerpo, de poner en relieve la personalidad externa, puede tener, y sin duda tiene, un impacto favorable a la importancia personal, pero detrás del escaparate externo puede esconderse, a veces, una actitud poco noble, un deseo de "atrapar interés y dominar" y, a veces, un gusano que se retuerce detrás de la "apariencia externa". Hay muchas personas que necesitan compensar con adornos externos del cuerpo, las lagunas que pueden tener en cualquier área social, profesional o familiar. Y no hay duda que la imagen corporal se puede transformar y mejorar recurriendo a la ropa, al maquillaje, a las joyas u a otros adornos compensatorios, es decir, cambiando la imagen del propio cuerpo. Las personas que visten con mucho detalle o adornos los DFH suelen tener tendencias narcísico-exhibicionistas más o menos camufladas. El objetivo principal de algunas de estas personas, tanto féminas como varones, es lograr, a través de la atracción del cuerpo, del "sex-appeal", sea un gran tren de vida, sea satisfacer la vanidad de sentirse importantes y destacar entre los demás y, a veces, objetivos poco honestos. Este tipo de personas son superficialmente sociables, pues su extraversión y sociabilidad está únicamente motivada por un fuerte apetito de posesión y de dominio de la voluntad de los demás y no por un verdadero interés generoso. El sujeto que cuida mucho de su cuerpo y de su imagen física rara vez es altruista y generoso. Puede dar grandes propinas, interesarse aparentemente por los otros, pero todo eso es una comedia para ganarse el privilegio de ser atendido mejor que otros, dominar sobre su entorno 56 o, simplemente, para acallar complejos de culpabilidad a través de obras sociales, como ocurre con algunas damas de la "alta sociedad". RECARGAR LA ZONA MEDIA DE LAS FIGURAS CON DETALLES O ADORNOS Cuando se recarga la parte del tronco de las figuras, en sentido vertical, añadiendo al vestido una hilera de botones, una corbata llamativa, una cremallera o cualquier otro añadido, parece ser un indicador de alguna preocupación por el propio cuerpo o por la frecuente irrupción de sentimientos de insuficiencia relacionados con esa zona. En algunos casos, dependencia materna. La preocupación somática se evidencia aún más si la línea media donde se colocan los adornos o detalles sobre el pecho y abdomen presenta retoques. Algunos sujetos neuróticos de tipo obsesivo tienen una preocupación excesiva por su vestimenta, la cual tiene que ser perfectamente adecuada a la idea que ellos tienen de la misma, de otro modo, se sienten sumamente incómodos o desdichados. "Lo que realmente les preocupa a estos individuos -dice Fenichel-, no es su vestimenta, sino su bienestar físico que lo proyectan sobre la vestimenta. La vestimenta para estos individuos forma parte de su imagen corporal". Si las figuras están defectuosamente realizadas, desgarbadas, mal equilibradas y con desproporciones u otras anomalías, será un indicador de falta de madurez psicológica, entendiendo por inmadurez, un posible retardo en el desarrollo intelectual y afectivo del sujeto, generalmente debido a trastornos de tipo endocrino, como puede ser una hipofunción de la hipófisis o de otras glándulas, por lo que los patrones de conducta de estos individuos recuerdan la vida infantil. UNA DE LAS FIGURAS MÁS TRABAJADA Y ADORNADA QUE LA OTRA Cuando una de las figuras está mejor realizada, más cuidada en los detalles que la otra, si se trata del DFH del mismo sexo que el autor o autora del dibujo, es indicador que esta persona confía en su 57 capacidad de seducción y en la influencia que puede ejercer sobre el sexo opuesto, en cuyo caso se sobrevalora frente a su partenaire, tanto más si se trata de persona casada. Puede ser también un indicador de la tendencia al narcisismo del cuerpo, especie de psico infantilismo sexual donde el amor ha quedado fijado en el propio sujeto. A veces, ciertas personas miran con una especial ternura fotografías o imágenes propias de tiempos pasados. En esta tendencia puede verse la inclinación narcísica de tales personas que, como Narciso, viven prendadas, enamoradas de su propia figura. Cuando la figura que se cuida más es la del sexo contrario, puede verse en ese signo la admiración que el sujeto siente por las personas del sexo opuesto y tal vez el complejo de inferioridad que bloquea la comunicación abierta con el sexo admirado. Si se trata de una mujer, puede estar indicando lo mismo o que en su inconsciente desea ser varón. FIGURAS RECARGADAS CON TODA CLASE DE ADORNOS O DETALLES Hay sujetos que incluso hay que pedirles el dibujo porque no terminan nunca en su excesivo afán de perfeccionamiento. Describen con gran minuciosidad detalles del vestido, como pueden ser los botones, los pliegues del vestido, los rasgos de la cara o de cualquier otra zona del cuerpo que sea de su predilección. Este tipo de minuciosidad se da frecuentemente en sujetos afectados por neurosis obsesivas que tienden a una forma de ritual, especie de mecanismo mágico que representa, para ellos, una defensa inconsciente de riesgos o peligros para su Yo. La reiteración de detalles en los DFH se presenta también en algunos psicasténicos que temen dejar algo olvidado y se afanan por subsanar ciertos detalles para que las figuras no queden incompletas. Hay otro tipo de sujetos que hacen con amabilidad todo lo que se les pide y que 58 sienten placer por las tareas minuciosas y la repetición perfeccionista. Son sujetos apegados a sus sentimientos, a sus deseos, a sus ideas, como las garrapatas a un animal. La técnica de la entrevista y la utilización de otras pruebas proyectivas aclarará el sentido psicológico de estos DFH. DIBUJOS DONDE SE VISTEN LAS FIGURAS CON ROPAS SENCILLAS O SOBRIAS Si las figuras tienen un tamaño reducido, suelen realizar este tipo de dibujos los sujetos que reducen su campo de expansión o comunicación social, es decir, los introvertidos, bien sea por tener un impulso vital deficiente o contenido, o por sublimación de la libido en intereses intelectuales, estéticos o espirituales. También puede ser un indicador de que el sujeto se halla bajo la presión de sus lagunas interiores o de algún complejo de inferioridad. DIBUJO DE RAYAS EN LOS PANTALONES Dentro de los detalles de la vestimenta, está el caso de aquellos individuos que dibujan rayas, dobladillo o pretina a los pantalones. Puede tratarse de un buen dibujante, si el resto de la figura ha sido realizado con el mismo perfeccionamiento formal. El sujeto quiere demostrar así su eficacia en su trabajo. Pero cuando el resto de la figura no está en proporción con el perfeccionamiento que se quiere dar a esta parte del traje, se puede deducir que el sujeto quiere destacar sus cualidades masculinas en forma ostentosa (problemas profundos en relación con su virilidad); o bien desea dar una buena imagen en el amor, en el trabajo, en los deportes y en la vida social, si la figura no es rígida y tiene movimiento. DIBUJO DE CINTURONES EN LOS DFH Los cinturones y el corte, mediante rayas, en la cintura, es la expresión de una barrera fronteriza, de una división, que establece la separación entre la zona digestiva y el emplazamiento de los órganos 59 sexuales. Esta separación o "corte" puede deberse a muchas causas, desde los simples pudores o represiones originados por principios religiosos, hoy caducos, hasta la más cruel impotencia, o el deseo de camuflar otras tendencias de tipo sexual que el sujeto piensa no serán bien vistas. Lo cierto es que este signo representa un "corte", una barrera, un impedimento y es necesario investigar, en cada caso, lo que hay detrás del muro que oculta las causas conflictivas motivantes de la escisión, del ocultamiento. En los cinturones, aparecen a veces hebillas historiadas o de fantasía. Estas hebillas representan elementos con significado social de tipo convencional. Pero al ocupar la zona umbilical, pueden estar indicando el deseo inconsciente de despegarse de la tutela de la madre. DIBUJAR GUANTES EN LAS MANOS, ADORNOS EN EL PELO O EN LOS ZAPATOS Este tipo de adornos puede reflejar la tendencia al autocontrol, al dominio de sí mismo, de los nervios y de los impactos emocionales de cara al exterior. Los zapatos con lazos y, en general, toda especie de aditamentos decorativos (guantes, horquillas, diademas, rosas en el pelo, cabellos ondulados, etc.) son señales de control emocional o de conducta elaborada. Los guantes y los zapatos bien diseñados, por ejemplo, son un indicador de que el sujeto es capaz de inhibir la agresividad de cara a los ambientes sociales. Sin embargo, cuanto menos se controla el encaje de las diversas partes de las figuras y su estructura es más grotesca, más posibilidades hay que se rompa el autocontrol a la más mínima contrariedad. COLOCACIÓN DE SOMBREROS, BOLSOS, PENDIENTES, CORBATAS, PIPAS Y OTROS ACCESORIOS EN LOS DFH Cuando las mujeres dibujan en la figura de su propio sexo pendientes, bolsos, peinetas y otros adornos, expresan con ello su femineidad, el predominio del "ánima" en su comportamiento sexual y social. Si la 60 mujer coloca objetos masculinos en la figura del hombre y no coloca elementos del "ánima" en su propia figura, puede evidenciar predominio del "ánimus". Si es el hombre el que viste a la mujer con elementos femeninos, o los coloca en su propia figura, puede ser un reflejo de homosexualidad. El narcisismo (fijación del amor en sí mismo) puede expresarse en figuras desnudas o cuidadosamente vestidas y adornadas. Si la figura correspondiente al concepto de sí mismo está desnuda y es objeto de especial atención, el narcisismo coincidirá con un carácter introvertido. Si la figura del propio sexo está cuidadosamente vestida y adornada en el varón, este signo será indicador de un narcisismo social o de indumentaria y el carácter tendrá una actitud vital extravertida. Tanto un narcisismo como otro son peculiares en individuos más o menos inmaduros e infantiles, egocéntricos y exhibicionistas. "El exhibicionista -dice W. Reich- invita a otros a que posean su cuerpo con la mirada. Es como un rodeo pasivo para llegar a los mismos fines que el masoquismo". DIBUJO DE LA CORBATA EN LOS DFH La corbata es una de las prendas que, en la figura masculina, tiene un acentuado significado sexual, del mismo modo que lo tiene el escote en los DFH femeninos. En muchos casos, la corbata en los dibujos es un medio para hacerse distinguir, para llamar la atención (coquetería del macho), propio de algunos individuos que gustan hacer "su reclamo". Por tanto, la corbata en los DFH no es sólo un adorno expresivo de nivel social. El dibujo de corbatas en las figuras suele presentarse con preferencia en adolescentes como reflejo de su despertar sexual. Sin embargo se puede presentar en todas las edades. CORBATA PEQUEÑA Puede ser un indicador de sentimientos reprimidos de inferioridad orgánica. Es frecuente que en los individuos con preocupaciones 61 sexuales, éstas queden reflejadas en los DFH y con mayor probabilidad en la corbata. DIBUJO DE BOLSILLOS EN LOS DFH Los bolsillos que se instalan en el área del vestido correspondiente al tronco o próximos a la zona de los genitales, ya sea por su situación o por su función de "guardar", de "ocultar", según algunos psicoanalistas, es un claro simbolismo de la vagina femenina y presupone un indicio de ciertas tendencias más o menos camufladas e inconscientes. Como hemos dicho anteriormente, el tronco es, simbólicamente, el receptorio o alojamiento que alberga las tendencias afectivas (región del tórax) y el área de las caderas y los muslos el punto donde se localiza el aparato genital. Por tanto, no nos debe extrañar que diversos autores, empezando por la creadora del test, Dra. Karen Machover, quieran ver en los bolsillos la tendencia a "esconder los sentimientos" y ciertos complejos de culpabilidad, entre ellos, el complejo de Edipo no liquidado, si los bolsillos se sitúan en el tórax a la altura de los senos en la figura femenina. Cuando los bolsillos van acompañados de una hilera de botones en sentido vertical y en el centro del pecho, varios autores (Machover, Andersen & Andersen, Hammer, Bell y otros) suelen ver un indicador de vinculación y dependencia a la madre. Esta dependencia genera en el adulto la inclinación a estar siempre buscando ayuda y apoyo de otras personas para tomar decisiones, para llevar a cabo alguna acción o para mantener su seguridad económica. En ciertos casos extremos, la dependencia es oral, es decir, el sujeto vive inconscientemente el deseo de volver a los brazos maternos con la boca aferrada al pezón, no ya como fuente de satisfacción intensa, sino como deseo de recuperar la seguridad, de sentirse protegido y exento de todo peligro, daño o riesgo (tendencia a la regresión). Cuando las figuras han sido realizadas por un sujeto que demuestra mucha habilidad como dibujante, este signo puede adquirir un 62 significado especial. Algunos individuos intentan disimular su torpeza saliendo del paso con bolsillos mal trazados, desnivelados, en vez de dibujar los relieves correspondientes a los senos femeninos. LOS BOLSILLOS DIBUJADOS POR ADOLESCENTES VARONES En la edad crítica, cuando los adolescentes pasan de niños a adultos y los órganos reproductores son capaces de funcionar, habiéndose desarrollado los caracteres secundarios, por ejemplo, el vello axilar, acontecimiento biológico que suele producirse alrededor de los 14 años en el varón y a los doce o trece en la mujer, aunque, en ciertos casos hay desarrollos precoces y tardíos, normalmente, en esta "edad crítica", se producen cambios mentales y emocionales muy sutiles. Este es el período en que se liquida el complejo de Edipo y donde el objeto de amor ya no es la madre, en el varón, ni el padre en la mujer. El varón se desvincula de la madre y la fémina del padre, orientando, su deseo de amor, su libido, en personas del otro sexo. Este cambio, seguido de rarezas de carácter, rebeldía, atraso en los estudios, etc. es tanto más acusado cuanta mayor es la función y mayor el tamaño de la glándula pituitaria y de las glándulas sexuales. Durante este período de pubescencia o "edad crítica", no son raros los fenómenos de la ambivalencia, decir, la inclinación por un lado hacia el antiguo "objeto" de amor (la madre o el padre) y, por otro, hacia compañeros o "ídolos" del sexo opuesto. Es entonces cuando se producen fenómenos de conducta que alarman a los padres, por ejemplo, situaciones de rebeldía, malos resultados en los estudios, rarezas de carácter, etc. Y es que los muchachos y muchachas se hallan en estado de lucha entre impulsos de aceptación y rechazo, de afirmación y negación, de amor y odio, etc. y en esta lucha interna se gasta mucha energía. Los anhelos de virilidad en el varón y las ansias de ser mujer en la fémina, entran en conflicto con la dependencia materna o paterna, o con las dos a la vez. 63 Los padres se quejan de la rebeldía de sus hijos, especialmente la madre. Y los hijos se quejan amargamente de las imposiciones y de la intransigencia de los padres, que no admiten su deseo de "ser libres", de ser "independientes" y regirse por sí mismos, entre otras cosas, porque los hijos, a esa edad, no tienen la experiencia y los medios suficientes para reclamar aquello que les va a permitir "crecer" y sentirse adultos. Estos "conflictos generacionales" suelen verse con mucha frecuencia en el dibujo de los DFH de los adolescentes y en el dibujo de bolsillos, entre otros detalles de las figuras. Cuando los bolsillos son grandes, los problemas de desadaptación y los conflictos sexuales pueden ser importantes, principalmente si los bolsillos se ubican en los pantalones. Los bolsillos grandes, por el hecho de ser un recipiente donde se puede esconder u ocultar algo y su simbolismo sexual, son a menudo un indicador de grandes sentimientos de culpabilidad, por ejemplo, de represión de deseos incestuosos. Los complejos de culpabilidad inconscientes, se manifiestan en el hecho de querer esconder u ocultar los enfrentamientos de amor y de odio, de identificación y rechazo, de atracción y repulsión hacia una misma persona. Esta persona, puede ser el padre, el hermano mayor, el profesor o el jefe. Este estado de ambivalencia en los afectos puede producir deterioros en la personalidad o desintegración de tipo esquizoide, debido a los fuertes gastos de energía en luchas interiores. La ocultación de estas tensiones psíquicas no es nunca favorable para la salud de ningún individuo. BOLSILLOS UBICADOS EN EL ÁREA DE LOS SENOS EN DFH FEMENINOS Indican, según algunos autores, privación oral y afectiva. El sujeto puede indicar en este signo la frustración infantil del "complejo de destete" (retirada de la leche materna antes del tiempo normal), lo que convierte el pecho femenino, como los bolsillos, en un órgano receptor simbólico. 64 Según sean tratados los bolsillos, éstos pueden ser un indicador de una agresión inconsciente a la mujer o a la imago de la madre; o puede indicar la identificación psico sexual con ella (complejo de Edipo). En algunos casos, los bolsillos pueden representar, simbólicamente, la vagina, por lo que, si el dibujo de la figura femenina es de un varón, las tendencias homosexuales pueden estar latentes. LOS BOTONES EN EL TRAJE O EN EL VESTIDO Los botones tienen la misión de "abrochar", de "cerrar" o "tapar" a la vista algo que se quiere ocultar. No es extraño, pues, que se les dé interpretaciones tales como: "inseguridad", "preocupación por algo interno", "ocultación de conflictos o de complejos", etc. BOTONES EN EL ÁREA DE LOS PEZONES O DEL OMBLIGO Cuando los realiza un varón, son un indicador de cierta dependencia de la madre o de necesidad de protección. El sujeto no sabe ir solo por la vida, tiene necesidad de apoyos y de protección. Sin embargo, el deseo de mendigar aprecio, el egoísmo y egocentrismo, puede inclinar a estos sujetos a la idea de tener sólo triunfos en la vida, a beneficiarse de todas las ventajas, pero sin ningún inconveniente. Muchos de estos sujetos, acostumbrados a los sobresalientes y a las matrículas de honor para merecer la aprobación y elogio de los padres, se sienten humillados, derrotados y desvalidos, si en la lucha por la vida no logran los mismos sobresalientes a que están habituados. Y es que, dominar los libros, aprender teorías, es para estos sujetos mucho más fácil que dominar la vida práctica y luchar con obstáculos, dificultades y situaciones difíciles llegadas de nuestro entorno. Este tipo de individuos necesitan el apoyo y protección de las personas de su entorno, pues se sienten inseguros fuera de su tarea y ambiente habitual. Esperan en todo momento la ayuda de los demás y 65 se sienten amargamente decepcionados si esa ayuda no les llega a la hora y en la forma deseada. Cualquier aparente rechazo o desaire hiere en extremo su "delicada sensibilidad". BOTONES EN DIBUJOS MAL LATERALIZADOS Cuando los botones coinciden en figuras donde un lado es distinto del otro, sea en tamaño o forma de estar dibujado (lateralizaciones), casi siempre son un indicador de ajuste imperfecto o defectuoso a la realidad. Posiblemente, este desajuste es debido a impulsos vitales frustrados. Estos individuos, como diría el Prof. Mira y López, "aparentando un anhelo de perfección, casi nunca alcanzable en la práctica, se vuelven escrupulosos y su conducta lleva el sello paralizante del miedo". El sentimiento de impotencia sexual o el temor a dejar en entredicho la propia virilidad, les predispone a estados frecuentes de ansiedad. Lo que asusta a tales sujetos, no es hacer las cosas mal, sino quedar mal ante los demás. Este signo se observa frecuentemente en sujetos zurdos contrariados. BOTONES EN LA LÍNEA MEDIA DEL CUERPO Varios autores han relacionado este signo con tendencias hipocondríacas, es decir, con la tendencia neurótica a estar observando constantemente el propio cuerpo en una preocupación ansiosa por la salud. El sujeto quiere ser considerado como enfermo y con este reclamo de atenciones, tanto de los médicos, como de los familiares y amigos, intenta evadirse de sus responsabilidades sin ningún sentimiento de culpabilidad y, como "persona enferma", beneficiarse de los atentos cuidados e interés que deben dispensarle los demás. BOTONES DIBUJADOS EN EL PUÑO DE LA CAMISA O EN OTRAS ÁREAS, NORMALMENTE POCO VISIBLES Se ha relacionado este signo con tendencias obsesivo compulsivas, principalmente si va seguido de arrugas o pliegues en la ropa, de bolsillos, adornos y cordones en los zapatos. El sujeto obsesivo 66 compulsivo es víctima de pensamientos persistentes y periódicos, ligados a preocupaciones ansiosas que acosan la conciencia, con ideas absurdas, sin que ésta pueda hacer nada por impedirlo. Cuando la obsesión se presenta, el sujeto se siente esclavizado por ella, a pesar de reconocer, conscientemente, lo desacertado, despreciable o incongruente de su presencia. RESUMEN SOBRE EL SIGNIFICADO DEL VESTIDO EN LAS FIGURAS Normalmente, el vestido dibujado en las figuras significa lo mismo que en las personas reales. El vestido, no sólo sirve para cubrir el cuerpo con decoro y resguardarlo de los accidentes externos y de las inclemencias del tiempo, sino que se aprovecha también, en muchos casos, para representar el "status" o importancia social que se tiene o se desearía tener. La mujer, y algunos hombres, emplean también el traje o vestido para distinguirse, para destacar sobre los demás. La elegancia es un buen medio de captación y seducción y, a la vez, suele ser también un medio de "poder y de dominación, un reclamo a la importancia personal. El vestido, pues, es como la "fachada de la personalidad", como la carta de presentación que jugamos en el exterior para hacernos valorar y admirar (también el hombre tiene su vanidad y su coquetería). El arropamiento del cuerpo con trajes o vestidos más o menos lujosos, no sólo representa lo que cada persona "quiere ser" ante los demás, la apariencia o modo cómo queremos ser vistos, sino que oculta también muchas veces las cicatrices, defectos y minusvalías del cuerpo, del mismo modo que los maquillajes y la cirugía estética ocultan las arrugas y las edades en la mujer. Ciertos vestidos femeninos están destinados, y hoy más que nunca, a ejercer una influencia erotizante (grandes escotes, minifaldas, aberturas de las piernas por los laterales hasta las caderas, senos muy 67 ajustados y erectos, gracias a la cirugía estética o a sujetadores especiales, etc.). Citamos, a este propósito lo que dice el psicólogo norteamericano Wirdwistell: «Algunas mujeres están siempre ocupadas en emitir señales constantes que indican de manera insistente el mismo slogan: "soy una mujer... soy una mujer... soy una mujer", que no exige nada del hombre que está a su lado, excepto su total atención. Estas mujeres están tan enfrascadas en el desempeño de su papel, que no tienen ningún interés real en sus compañeros. Y los hombres que las rodean están allí porque, en realidad, no les interesan las mujeres y consideran que es el lugar más seguro de la reunión. En cambio, las mujeres realmente sexuales pueden estar apartadas a un lado y con aspecto poco interesante, pero cuando hablan con un hombre que les gusta, su rostro se ilumina y hasta la postura de su cuerpo cambia y el hombre que está con ella siente de alguna manera que él la ha hecho hermosa». El dibujo del traje o del vestido, cuando expresa el deseo de aparentar socialmente, conviene fijar la atención, si el dibujo es de un varón, en el modo de tratar la americana y en el adorno de las partes altas del traje. Si se trata de una fémina, lo mismo, pues son estas zonas altas del cuerpo las que reciben más atención cuando el sujeto quiere poner su Yo en valor. En cuanto a ciertas particularidades del ropaje, como pueden ser la corbata, los botones, los bolsillos, los cinturones, etc., es algo aventurado buscar interpretaciones a estos detalles siguiendo únicamente su simbolismo psicoanalítico. Hay que tener en cuenta el conjunto de signos, lo que expresa la figura completa y el resto de pruebas aplicadas. El perfil del ejemplo que incluimos a continuación es el siguiente: Fémina, 21 años, valenciana. Estudiante F.P. 2º C.I. (cociente de inteligencia): 92 (media: 98-102) Prueba de cálculo: 7 (media: 12) 68 Escritura con poca presión y desigual en espesor y relieve, redonda, con inclinación invertida y oscilante, desligada y con fragmentaciones entre el óvalo y el hampa de las "d", descendente, extensa, vacilante y con coligamento variable (mezcla de arcos, guirnaldas y movimientos serpentinos). Altura media que va reduciéndose progresivamente, etc. Los DFH presentan variados adornos en la vestimenta de los personajes, tales como el pliegue de la falda, el collar, el bolso, los lazos de los zapatos, etc. en la figura femenina. En la figura masculina, la corbata, el cinturón con hebilla, los lazos en los zapatos y el forro de los bolsillos del pantalón saliendo al exterior en forma de pene. 69 70 PELIGRO DE PROYECCION EN LAS INTERPRETACIONES Uno de los peligros más corrientes que tiene el grafoanalista es el de proyectar, en sus interpretaciones, vivencias infantiles o procesos inconscientes, al dejarse "impactar" por determinados grafismos. El impacto puede provocar vivencias positivas o negativas que el grafoanalista puede colocar sobre el autor del grafismo que analiza. Este fenómeno de "transferencia" es mucho más frecuente en los grafólogos que no utilizan un sistema de valoración objetiva, como la grafometría y la grafoestadística de los auténticamente- llamados "grafoanalistas" (sea utilizando el Método Vels o cualquier otro que mida el grafismo con cifras objetivas). Por esta razón, es difícil que el grafológo que se guía exclusivamente por "impactos" pueda escapar al difícil problema de la "proyección" que, en muchos casos, deriva hacia las interpretaciones de tipo "mágico". A lo largo de mi experiencia y examinando estudios realizados por algunos profesionales, y sobre todo por mis alumnos, he podido comprobar que muchos conflictos infantiles, sin resolver, eran proyectados sobre los autores de los grafismos analizados. Toda interpretaci6n grafológica o grafoanalítica consiste en hacer conscientes y pasar al lenguaje común los significados inconscientes de los signos gráficos. Para que una interpretaci6n sea objetiva y eficaz, se requiere lo siguiente: disponer de los datos esencia- les de la persona a analizar (edad, Sexo, estado civil, profesión, etc.), asegurarse que el escrito o escritos son recientes y válidos para ese fin. En mi caso, utilizo un cuestionario especialmente concebido para recoger el currículum de cada sujeto y su historial profesional, pero, además, dentro de la batería de tests, incluyo al menos dos pruebas proyectivas gráficas en 71 las que cada individuo testado deja "sueltos", sin excesivo control regulador, los impulsos motores de la onda gráfica cuando relata las historias sobre los dibujos realizados; De este modo, podemos conocer su "imagen guía", el modo como el sujeto quiere que los demás le vean (parte del texto más controlada), y la imagen auténtica, sin controlo inhibiciones (en el texto de las historias o comentarios a los dibujos). Pero no basta con disponer de unos escritos adecuados, de unos datos precisos sobre el sujeto a analizar y con utilizar un sistema de análisis que someta los signos gráficos a mediciones objetivas y que nos facilite unos porcentajes sobre su nivel de extraversión-introversión, sus funciones psíquicas predominantes, su nivel de emotividad, de actividad, etc. (porcentajes que facilita el Método Vels de Grafoanálisis). Hay que evitar proyectar nuestros conflictos, sean recientes, actuales o infantiles, sobre aquellos signos gráficos que analizamos. Tenemos que evitar que el "paciente autor'" del grafismo que estamos estudiando se quede con todo lo malo que nosotros nos despojamos y que se lo arrojamos, mientras nosotros nos quedamos tan tranquilos, por habernos descargado de un lastre, que no deseamos. ¿Cómo podemos evitar el fenómeno de la "transferencia'" o "proyección de nuestras propias vivencias" en las interpretaciones? Haciéndonos un autoanálisis o psicoanalizándonos para evitar que nuestros propios negativismos los "transfiramos" o proyectemos sobre otros. En este sentido, me permito recomendar unas cuantas obras de interés general: Ana-Freud "El yo y los mecanismos de defensa", Rogers "El proceso de convertirse en persona", Karen Horney "El autoanálisis". Tanto FREUD como sus seguidores (Jung, Sullyvan, Fromm, Reich, etc.), han publicado extensos trabajos sobre el fenómeno de la proyección y la transferencia. Es recomendable que profundicemos sobre este tema. Cuando tenemos que pasar a la interpretación de cualquier grafismo, si verdaderamente somos conscientes del riesgo 72 que representa, por ejemplo, describir las cualidades caracterológicas de otro en estado represivo, o cuando tenemos un conflicto emocional sin resolver, es preferible no hacerlo, sobre todo si verdaderamente nos sentimos responsables del daño que podemos hacer proyectando lo "malo" que tenemos sobre la personalidad de un semejante. Es injusto, y poco científico, proyectar, inconscientemente, nuestras propias vivencias y conflictos, tanto más, cuanto que son "estados no aceptados" que, normalmente, arrojamos de nosotros agresivamente. Nuestro código deontológico y nuestra responsabilidad moral nos debe guiar en todo momento, si no queremos caer en el riesgo de ser injustos, destructivos o inhumanos, a la hora de hacer un psicodiagnóstico. Estamos obligados a ser buenos profesionales y a considerar que nuestra misión no debe ser nunca "destructiva", sino de ayuda. 73 74 LA AMBIVALENCIA Éste es un tema difícil, que no siempre han desarrollado los psicólogos con suficiente extensión. En síntesis, la ambivalencia supone la existencia, en la psique o en la mente, de dos afectos o apreciaciones, generalmente contradictorios, que apuntan en direcciones o fines contrarios o antagónicos. Cuando una madre, ante la trastada de un hijo, le grita con fiereza:"¡Te mataría!"... o la misma madre, ante la satisfacción que siente por su bebé, expresa su contento con una exclamación como "¡Te comería!"... estamos asistiendo a dos estados de ánimo y de conciencia distintos. En el primer caso, la madre se siente presa de una contrariedad que despierta, momentáneamente, un sentimiento de odio hacia el hijo. No lo mataría, ni le haría nada porque quiere al hijo y lo ama con pasión de madre. En el segundo caso, esta expresión canibalesca es sólo una explosión de amor, de placer, de satisfacción, derivada de la etapa oral de la madre, etapa en la que el neonato devora todo lo que encuentra a su alcance para satisfacer el placer de su instinto nutricio. El sujeto de tipo oral, como esta madre, tiende a gozar de lo que le agrada y a abandonar o evadirse de lo que no le agrada (necesidades de amor, de ternura, de consideraciones y de estima). Lo contrario que en el tipo "anal", que resiste lo que le desagrada y se coloca una especie de armadura o rigidez muscular (Reich), para protegerse contra los estímulos externos o internos desagradables. En ambos tipos de personalidad, la ambivalencia tiene distinto origen y significado Ambos casos son reacciones destructivas ambivalentes, una especie de regreso del Yo al Ello, pero una de ellas, la primera, despierta un instinto de agresión, de odio, y la otra un instinto de introyección o incorporación al Yo (canibalismo psíquico) del bebé y de sus encantos irresistibles. 75 Para comprender mejor la ambivalencia, haremos mención a la ley descubierta por Jung, según la cual, cuando la conciencia se carga energéticamente en una actitud excesiva, en el inconsciente aparece otra sobrecarga en sentido opuesto. Esto aclara el porqué son tan fieros el amor y los odios entre padres e hijos, entre los componentes de la pareja o entre personas que han mantenido o mantienen estrechas relaciones de amistad. Los sentimientos de ambivalencia justifican en los matrimonios las separaciones y divorcios, pero también justifican el por qué muchos de estos matrimonios, una vez divorciados o separados, se tratan con cierto afecto, mantienen la amistad o se vuelven a casar de nuevo. Y es que, aunque el Yo haya sido en muchos de estos casos invadido por el Ello (sentimientos de odio destructivos), cuando se atenúan o desaparecen los motivos de frustración causantes de la rotura de relaciones, el Yo recobra de nuevo parte de sus antiguos sentimientos de amor hacia su ex-pareja. Por ejemplo, cualquiera de los elementos de una pareja que se sienta frustrado por el comportamiento, no esperado, de su "partenaire" sufre los efectos de la frustración. Cuando un padre exige de su hijo una disciplina, que para este último es inaceptable y vejatoria, se produce una frustración que puede generar el odio y la rebeldía superpuestos al respeto y al amor. La ambivalencia, pues, gira siempre en torno a la frustración. Hay tantos tipos de ambivalencia como tipos de frustración. Esta última puede referirse, por ejemplo, a frustraciones biológicas (ser cojo, tuerto, débil, enfermo, impotente sexual, etc.); a frustraciones sociales (ser hijo de barrendero, gitano, negro, estar en paro, etc.); a frustraciones personales (ver que otro ocupa un puesto de trabajo que cree que le corresponde a él; saber que un nuevo empleado tiene mejor remuneración haciendo el mismo trabajo; estar dolido porque el Director no cumple determinadas promesas; tener como Jefe a otro que sabe del trabajo mucho menos, pero cobra mucho más; que se elija como presidente de una entidad al peor enemigo, 76 etc.); a frustraciones intelectuales, como pueden ser las del escritor que le rechazan una obra; el suspenso inmerecido de una asignatura; una crítica excesivamente injusta sobre cualquier trabajo intelectual, etc. Todos los casos anteriores producen sentimientos de ambivalencia. Tomemos, por ejemplo, la frustración de un enfermo. La impotencia que produce padecer una enfermedad, o la del anciano, cuya vejez le margina de determinadas actividades placenteras, genera un descontento en el que se alternan actitudes agresivas con otras de amor o tolerancia, según los momentos y la manera como se presentan las necesidades. La impotencia frente a los deseos y las necesidades crea un estado de insatisfacción más o menos permanente que genera agresividad. El viejo o el enfermo proyectan sobre las personas de su entorno un tipo de agresividad que debiera ir dirigida hacia sí mismos a causa de la frustración. Otro tipo de ambivalencia es aquél de la muchacha que quiere ingresar en la Guardia Civil. Sus padres lo consienten a regañadientes, a causa del peligro que tiene esta profesión. Ella sabe que tiene suficientes cualidades y estudios para aprobar el ingreso, pero no sabe si debe o no debe intentarlo. Se siente indecisa a causa de que hay unos aspectos de esta profesión que le atraen y otros que le disgustan. Está ante un conflicto, ante una ambivalencia. Ante el conflicto generado por la ambivalencia, podemos tomar según Rosenzweig, autor del test de las frustraciones- tres tipos de actitud: al entrar en mi coche, mi pierna roza con el ángulo inferior saliente de la chapa de la puerta y me hago una herida. Si exclamo:"¡que estúpido soy, otra vez tendré más cuidado!", esta reacción la llamaría Rosenzweig "vivencia del obstáculo". Si a continuación de sentirme el daño, doy un portazo como descarga a mi enfado, el mencionado autor considera esta reacción como "ataque o agresión al obstáculo". 77 Si después del golpe lo que hago es llevar el coche al planchista para que suavice el ánguo causante de la herida y pueda evitar que el accidente se repita, la respuesta es de "adaptación". Las respuestas de "vivencia del obstáculo" son propias de personas algo atolondradas, más bien cobardes, poco decididas o poco inteligentes. No hacen nada por arreglar las causas que motivan los pequeños o grandes incidentes. Las respuestas referidas al "ataque o agresión al obstáculo" corresponden a personas que tampoco hacen nada por resolver los incidentes, los obstáculos o problemas. Se enfadan ante cualquier fallo o fracaso, pero no buscan ningún remedio para que ese algo no vuelva a ocurrir. Finalmente, las respuestas de "adaptación" revelan el equilibrio emocional, la inteligencia madura, la sensatez y una relación relativamente natural, fácil y elástica con el ambiente exterior. En este caso, no hay ambivalencia, no hay frustración, pues existe una armonía entre los contrarios de la psique, entre lo consciente e inconsciente y entre los elementos masculino y femenino (animaanimus), el uno agrsivo (animus) y el otro complaciente y seductor (anima). Por esta razón, los sujetos extravertidos por el sentimiento y los de "carácter oral" son más adaptativos a causa de su flexibilidad y de su emotividad, menos intensiva, más panorámica, más sociable y expansiva. Cuando en estos individuos se produce una verdadera frustración, se produce en ellos una recesión o retroceso ante la realidad, cuya salida es un refugio en la fantasía (estado maníaco) o en la depresión. En los sujetos masoquistas, muy sensibles al entorno, la frustración genera un retiro hacia la "soledad melancólica" (Lowen), en la cual viven sus estados de ansiedad y ambivalencia. 78 Los sujetos con coraza o armadura, los rígidos de carácter de Reich y Lowen, son individuos que han constituido un compromiso entre los impulsos instintivos y muy especialmente las exigencias genitales y las fuerzas del Yo que pretenden dirigir, organizar, postergar o bloquear estos impulsos. Este control o dominio rígido de las pulsiones instintivas se organiza en defensa de los peligros que ven estos sujetos en la satisfacción instintiva. La ambivalencia, en estos casos, se produce de manera diferente a la de los tipos de "carácter oral". Mientras que en los sujetos de sentimiento extravertido o carácter oral, las frustraciones o estados de ambivalencia les hace apartarse de las circunstancias, hechos o personas que los provocan, los sujetos de carácter rígido mantienen la relación o contacto con las personas, hechos o situaciones que motivan la frustración. Este modo de reacción hace que estos sujetos se pongan aún más tensos y reaccionen según el grado IVb y V de tensión-dureza de Pophal. Muchos otros casos de ambivalencia son descritos por el Dr. Otto Fenichel en su obra Teoría psicoanalítica de las neurosis, como, por ejemplo, la ambivalencia de la niña frente a la madre, la ambivalencia y la necesidad de compañero, la ambivalencia y el aislamiento, la ambivalencia en las neurosis obsesivas, en la ninfomanía, en el altruismo, en la homosexualidad masculina, en la sumisión, en la depresión y un largo etc. ¿Cómo se observa la ambivalencia en el grafismo? Sencillamente, por los contrastes de la onda gráfica en todos los aspectos y subaspectos del grafismo y, esencialmente, en los contrastes de la zona media. Las escrituras-tipo "discordantes" son, en este sentido, muy significativas Casos de ambivalencia, con mayor o menor intensidad, podemos observarlos en las figuras 27, 29, 30, 31, 36, 37, 41, 42, 49, etc. de mi Diccionario de Grafología y de términos psicológicos afines. En la figura 27, la neurosis del sujeto se compensa con una actividad a "tope". No hay mejor medio para curar los conflictos y las preocupaciones que optar por una actividad intensiva que no deje tiempo 79 libre para ocupar el pensamiento en los propios complejos o problemas. Un problema o preocupación que no se alimenta por medio de la "rumia imaginativa" es algo que existe, pero que, normalmente, no crea malestar. En el caso de la figura 29, el sujeto sublima sus conflictos internos a través del ejercicio intelectual. Se trata de un guionista de cine muy conocido en los medios del séptimo arte. La figura 30 refleja un tipo de personalidad "oral" que, mediante ciertas reacciones histeroides, logra evadir los conflictos y evitar la ansiedad que toda frustración o ambivalencia produce. La figura 31 es representativa de un tipo "anal" que responde a las características del tipo, según Freud, tenacidad, escrupulosidad, orden, avaricia (placer de poseer y de retener) etc. La rigidez, la incapacidad del sujeto para renunciar a sus hábitos de percepción y pensamiento (Eysenck) hace que el sujeto mantenga sus contactos con las situaciones o las personas que motivan sus frustraciones o ambivalencias. Podríamos seguir los ejemplos hasta la saciedad, pero creo que debo dejar sitio en el Boletín para que otros colegas expongan otros temas de interés general. 80 MECANISMOS DE DEFENSA Y ESCRITURA TIPO “COMPENSADA” Recuerdo haber oído que el Dr. Marañón decía a los estudiantes del último curso de medicina, que había que tener en cuenta que, en muchos casos,. determinadas enfermedades eran una defensa del organismo frente a otras más peligrosas para la salud del paciente. Lo mismo podría decirse en el grafismo con determinados signos débiles y con la frecuencia de algunos signos de inhibición, que muchas veces podemos interpretar inadecuadamente. Por la forma como se canaliza la energía psíquica, sabemos,. por ejemplo,- que el puñetazo que alguien dirigiría a la nariz del Jefe, se descarga a posteriori sobre la propia mesa; que el temor a "sentirse en ridículo", "postergado" o "desplazado", inclina al tímido (que al fin y al cabo es un orgulloso interno) a rechazar las reuniones sociales donde él "no pinta nada",. aunque sea insistentemente invitado. Sabemos también que el mismo "afán de poder" de ciertos políticos y de otros que no lo son,. no es más que una actitud de defensa contra el miedo de la inferioridad, de no ser nadie, de no sentirse nadie. Ciertamente, los mecanismos compensatorios son sanos, si nuestras actitudes no son excesivas,. pues si compensamos,. o queremos compensar,. excesivamente nuestras lagunas, nuestros temores o deficiencias personales, caemos en la neurosis. Por eso es necesario vigilar con cuidado la forma como el sujeto, en cada caso, compensa o intenta compensar o supercompensar sus temores o deficiencias personales, su inferioridad, sus pulsiones o instintos rechazados. 81 Es raro el grafismo que no presenta signos de compensación más o menos armónicos o inarmónicos. Vamos a ver algunos casos: La hipertrofia dimensional, o desarrollo excesivo de las dimensiones, de la firma, desde la figura 1 a la 9, pone en relieve la "importancia del Yo", el deseo de estas personas de mantener una superioridad, de que el mundo gire a sus pies y de que las cosas sean únicamente como ellas las ven. Esta hipertrofia o inflación de la propia opinión y del propio valer no se ve por igual en todos estos grafismos. En unos casos se acentúa más que en otros, según el volumen de los inflamientos y sobrealzamientos de las letras. Y, en estos ejemplos, todas las letras son significativas, pues corresponden a la imagen interna que cada sujeto tiene de sí mismo, es decir, al nivel del sentimiento autoestimativo y al lugar que cada sujeto desea ocupar. Si consideramos que la compensación, bajo el punto de vista psicoanalítico, es un mecanismo de defensa que tiene como objeto una autorregulación psíquica, es decir, una búsqueda de equilibrio; cuando se excede, el equilibrio desaparece y la compensación toma vía neurótica. Esta vía conduce a esas inquietudes extremas, a ese miedo irracional que oprime el ánimo y produce la angustia y da lugar a reacciones desproporcionadas con el motivo que las provoca, ya que estas personas se sienten extremada- mente sensibilizadas ante cualquier pequeña cosa que las contraríe, respondiendo con una brusca agresividad a todo cuanto obstaculiza o frustra sus deseos. Para aclarar este aspecto psicológico sobre esas firmas, podríamos decir que "cada palabra escrita es el representación mental de una idea o de una cosa". Cuando alguien escribe, se limita a pasar a un espacio libre (en este caso el papel) la imagen que él tiene de esa cosa o idea. En el caso de la firma, la idea es la propia "autoimagen", la imagen de sí mismo, trasladada al papel. Sabemos por la teoría de la Grafología Emocional, que en Madrid tiene uno de sus más preclaros cultivadores -me refiero a D. José 82 Permuy-, que cuanta más carga afectiva tiene una palabra, si esta carga es positiva, tiende a aumentar la onda gráfica, el grafismo crece de volumen. Si la carga es negativa -y es negativa cuando la palabra escrita roza complejos o representa, inconscientemente, algo dañino o perjudicial para el Yo-, entonces disminuye el volumen, se altera la continuidad de la cohesión con inhibiciones e incluso se pueden producir retoques, olvido de letras, tachaduras, descensos en escalera, etc. En los casos que presentamos, salvo raras excepciones en los que hay algún equilibrio, por ejemplo en Gracia de Mónaco, en Sylvie Vartan (fig. 6 Y 8), en las demás firmas la inflación del Yo es evidente. En todas ellas hay una tendencia excesiva a la supercompensación, es decir, falla la autorregulación, se produce un desequilibrio. Si aplicamos en estos casos la ley descubierta por Jung según la cual "cuando la conciencia toma una actitud excesiva en un sentido, en el inconsciente presiona con la misma fuerza el signo contrario, la actitud contraria"; veremos, entonces, que todas estas personas viven bajo la angustia neurótica de una búsqueda constante de superioridad. Y esta búsqueda constante no es más que el temor a encontrarse de frente con los sentimientos latentes de inferioridad. Esto justifica la forma como reaccionan cuando algo o alguien intercepta u obstaculiza algún deseo en estas personas, alguna idea o capricho. Los mecanismos de defensa o de regulación de la energía psíquica muy bien estudiados por el Dr. Carlos Ramos- son modos con que el Yo de cada persona procura defenderse o protegerse contra ansiedades, culpabilidades, desagrados, desprestigios o peligros para el Yo, que pueden provenir del ambiente. Como sabemos, nuestra censura interna se encarga de rechazar al inconsciente todos aquellos impulsos que, por diversas causas, no debemos realizar o manifestar. Un impulso de este tipo podría ser 83 el puñetazo a la nariz del Jefe, o dejarse llevar por la atracción sexual que ejerce una mujer que no debemos desear (que puede ser, por ejemplo, la mujer de nuestro hermano). En estos casos la censura rechaza inmediatamente esos impulsos o deseos por no considerarlos realizables o permisibles. Ahora bien, el hecho de "rechazar" o reprimir no siempre supone una eliminación del problema. Generalmente muchos de los impulsos rechazados quedan arrinconados y olvidados. En cambio,- hay otros que son frecuentemente alimentados por nuevos estímulos. Por ejemplo, el Jefe sigue siendo un déspota que no atiende a razones y con el cual se entra fácilmente en conflicto; la mujer que nos atrae sexualmente sigue excitando nuestra retina y despertando nuestros deseos eróticos. ¿Qué ocurre entonces? En el caso del miedo a la inferioridad, rechazado, que vemos en las firmas que antes hemos comentado, la mayor parte de estas personas, es decir, con la excepción de Gracia de Mónaco y Sylvie Vartan, las. demás buscan la compensación a su miedo a través de un mecanismo compensatorio de signo contrario: la búsqueda desproporcionada de notoriedad, de superioridad. Observareis que las excepciones mencionadas, Grace Kelly y Sylvie Vartan, .presentan en sus firmas un cierto equilibrio regulador entre la altura y la extensión, es decir, hay un equili- i brio entre el nivel autoestimativo (altura) y el lugar que ocupan en el ambiente (extensión). Por tanto, han logrado un acuerdo armónico entre el Ello y el Yo, entre los deseos y la realidad. La verticalidad (posición del Yo frente al mundo) y la horizontalidad (expansión del Yo en el mundo). se compensan y regulan más o menos armoniosamente. En los demás casos se observa el desequilibrio que existe entre la altura (ambición) y la extensión sobre la línea de base (logros reales). Tomemos ahora otros dos ejemplos sobre el mecanismo de defensa de la "compensación": 84 La zona inferior acortada,- dextrógira y simplificada de la fig. l0 aparece "compensada" (sublimación de tendencias) en la zona superior por el desplazamiento de la energía psíquica y de la actividad a la zona superior (en la zona superior la onda gráfica adquiere la máxima amplitud: escritura-tipo "plena"). El autor del grafismo compensa sus sentimientos de inferioridad (firma descendente y más pequeña que el texto) en una actividad intelectual creativa. Se trata del grafismo del maestro Jacinto Guerrero, autor de las inspiradas zarzuelas populares: "El huésped del sevillano", "Las lagarteranas", "La rosa del azafrán", "La montería", "Los gavilanes" y muchas otras. Como hemos podido ver, el mecanismo de compensación de este grafismo es la "sublimación". Dentro de los mecanismos de defensa, la "Regresión" es un retorno a estados anteriores de evolución, tanto en lo que se refiere al pensamiento, como al instinto o pulsiones instintivas y a la afectividad. Este retorno a un comportamiento más primitivo y narcisista puede deberse a excesos de fatiga,- a "stress",- a enfermedad, a fracasos o a deterioros de la personalidad en el plano psíquico o mental (neurosis o esquizofrenia). Normalmente, la Regresión se origina cuando la vida, los acontecimientos y los demás no bastan para liberar al sujeto de las dificultades y dar satisfacción a sus necesidades y el individuo en vez de razonar debidamente, retorna a actitudes que, en su niñez,- le han valido éxito, tales como adoptar un aire de fastidio, dramatizar las cosas, simular hallarse enfermo, acusar a otros, etc. El artista presenta con frecuencia estos modos de conductas infantiles para evadirse de la realidad y de la angustia de la frustración. Lo mismo ocurre con el neurótico. Diversos tipos de regresión narcisista podemos ver en las figuras 101,102, 103, 104, 105, 106 y 107. 85 En la fig. 101, la regresión a un estadio anterior es general, se produce en los tres planos o esferas de la personalidad. La líbido es completamente "narcísica" en las pulsiones instintivas, en la vida afectiva y en la forma como se vuelve o retorna el pensamiento hacia el pasado. En la fig. 102, el narcisismo es tan fuerte que el sujeto es incapaz de salir de su egocentrismo,- si no es para poder atender sus exigencias inexorables simulando un interés por los demás que no posee. ¿Cómo va a tener interés por los demás una persona que no piensa más que en sí mismo, en su propio placer y en la satisfacción de sus propias necesidades? Todo está en contra de un des- prendimiento del afecto hacia los demás: escritura gran- de, regresiva,- anillada o jointoyée,buclada, invertida, pastosa, lenta o creciente, y cerrada a todo contacto abierto y espontáneo con el exterior. La fig. 103 nos refleja otra forma de regresión que se acentúa sobre los trazos finales de la palabra, en forma de arco hacia atrás y en el movimiento concéntrico final de las "p". La zona inferior es larga y desproporcionada en relación con las dimensiones de la zona media. Ninguno de los bucles de ascenso de la zona inferior llega a enlazarse con la letra siguiente (necesidades instintivas reprimidas). El arco defensivo y en regresión de los finales -que muchos grafólogos clásicos interpretaban como signo de acaparamiento, como signo de egoísmo-, para mí es una regresión a estadios anteriores en que esta persona no tenía tantas dificultades para satisfacer sus "deseos prohibidos". Puede ser,- a la vez, una defensa contra los propios complejos de culpabilidad. Ver también la fig. 105. En otro sentido, presenta también una regresión de la vida afectiva el grafismo de la fig. 104. Todo él son arcos regresivos en zona media y con abertura hacia abajo y hacia atrás. En mi "Diccionario de grafología" indico,- entre otras cosas,- que el "Arco" es un movimiento regresivo de tipo narcisista que tiende a ocultar impulsos rechazados por la actitud consciente. El sujeto dirige la líbido hacia el 86 Yo para salvaguardarse de objeto frente al cual elabora una conducta fingida y de ceremonial. Finalmente, las figuras 106 y 107 corresponden a tipos con complejo anal (regresiones sadoanales o sádico-anales -rememoranzas de resentimientos vengativos por cosas pasadas, en el primer caso, fig. 106-) (ver la forma que tienen las regresiones en las "f" y en las "q") Y la regresión de la fig. 107, que aún es más original, pues se trata de una cleptómana (ver los finales largos como brazos extendidos a punto de coger algo) en un grafismo realmente apretado y estrechado, en arcos (tendencia al ocultamiento o a obrar oculto), sinuosa (astucia, falsedad) combinada con la otra regresión que presenta el grafismo en las "d" (penacho muy regresivo y amplificado, en discordancia con el resto del grafismo, que señala las características esquizoides de esta persona, su falta de sentido social, su tendencia a la perversidad y una gran fantasía al servicio de esas feas virtudes). El rechazo o represión por debilidad instintual es también un mecanismo de defensa del Yo. Lo podemos ver en las fig. 109 y 110, en donde la falta de vigor vital, el bajo nivel vital de estas personas (líbido débil) les impulsa a reprimir deseos o necesidad de satisfacciones amorosas por miedo al fracaso. Podéis comprobarlo en la forma como se interrumpen las jambas,- mejor dicho, el bucle de ascenso, que es rechazado de nuevo hacia abajo en la fig. 109 y rechazadas "hacia atrás" en la fig. 110. Otro caso de compensación, mediante los mecanismos ~ defensa, es la llamada "ambivalencia", que consiste en presencia simultánea en la conciencia de sentimientos contradictorios con motivo de una misma representación o deseo. Ceder en cualquiera de los dos sentidos sería perjudicial para el Yo en el momento en que tal conflicto surge. Por eso las fuerzas antagónicas representadas por toda uno de los sentimientos contrarios tienen igual potencia y se anulan, impidiendo que el sujeto tome la decisión o partido por una 87 u otra solución. Si esta lucha interna permanece mucho tiempo acusando al sujeto, puede producirse el comportamiento neurótico. Un caso muy claro ~ ambivalencia lo podemos observar en el grafismo de la .g. 111. Puede verse en ese grafismo que no solamente varía la inclinación de la escritura dentro de las mismas palabras, sino que los movimientos "en flexión", de arriba a abajo, tienen también doble signo, como ocurre muy claramente en la palabra "hubiera" (tercera línea), donde la t" inicial presenta concavidad hacia la derecha (la presión procede de fuera, del exterior), mientras que la "b" presenta la concavidad hacia la izquierda (indicando que la presión proviene de la esfera íntima, familiar o conyugal).. Finalmente, el "negativismo" es otro de los recursos que los psicólogos colocan también dentro de los "mecanismos de defensa". Citaré dos casos, dos ejemplos: el de fig. 102 -ya estudiado- y el de la fig. 112, que vamos comentar ligeramente. El negativismo consiste en la negación de hechos o la oposición a todo cambio, a toda idea, plan o sugerencia procedente de otro o de otros. De este modo, negando, oponiéndose, contradiciendo a otros, el sujeto neurótico se defiende de su inseguridad, de un posible acaso, de un sentimiento de minusvalía o de un sentimiento o complejo de culpabilidad. El sujeto cree que, de tal manera, no muestra su incapacidad, su sumisión, fracaso o su culpabilidad. Los movimientos en diagonal, desproporcionados y violentos, de la fig. 112 en las barras de las "t", así como el trazo final de las "d" y la escritura invertida (la inclinación invertida es también una oposición al sentido normal de la marcha de la escritura), reflejan en esta onda gráfica claros signos de negativismo. Hay en el sujeto un impulso neurótico de oposición, de lucha, de rebeldía que se expresa en forma de desacuerdo con toda opinión, idea, acto o proyecto propuesto por los demás. 88 El tema de las ESCRITURAS-TIPO COMPENSADAS o de los MECANISMOS DE DEFENSA es un tema que requiere, para tratarlo en profundidad, una mayor extensión de la que en unos minutos podemos darle. Por otro lado, como muy bien dice el Dr. Carlos Ramos, son pocos los grafólogos que se han ocupado de este importante tema psicológico, pues, aparte de Annia Teillard en su obra "El alma y la escritura", de algunos grafólogos alemanes y de alguna referencia que yo mismo he hecho en mi libro "Escritura y Personalidad" y algo más en mi "Diccionario de Grafología", solamente conocemos un estudio original y encomiable sobre los "Mecanismos de defensa" en la escritura. Este trabajo fue presentado en las VII Jornadas de Grafología de la Sociedad Española de Grafología, de Mayo de 1983 por el Dr. Carlos Ramos. Bajo el punto de vista psicoanalítico, los "mecanismos de defensa", aparte de Freud, han sido tratados en profundidad por Anna Freud ("El Yo y los mecanismos de defensa". Ed. Paidos) y por Melanie Klein ("Contribución al Psicoanálisis" "Desarrollos en Psicoanálisis"). Una amplia referencia al tema puede encontrarse también en el Diccionario Psicoanalítico de Laplanche y Pontalis, editado por Labor. 89 90 91 92 93 94 95 96 LA ESCRITURA DE LA JUVENTUD ACTUAL (Ensayo interpretativo) En los últimos veinte años y a punto de finalizar el siglo XX, después de un período inmensamente largo de la cultura humana, irrumpe un cambio, extremadamente brusco y muy acelerado, en el que se rompen los diques normativos tradicionales para dar paso a una cultura radicalmente diferente. Son cuatro las vertientes que han generado este cambio: en lo social y laboral, el responsable es Carlos Marx; en el terreno de los planteamientos científicos, Albert Einstein; en el campo de la Psicología, Sigmund Freud y en el campo de la nueva Tecnología, Norbert Wiener. Esta evolución que rompe con la antigua cultura de modo acelerado ha hecho que los términos "evolución" y "revolución" sean sinónimos. Cualquiera que sea la postura que adoptemos con relación a esta nueva sociedad, hemos de reconocer que la única moral y las únicas leyes válidas, son hoy suministradas por la Tecnología. Esta perspectiva de la nueva sociedad, regida por la Tecnología, puede parecer aterradora, repulsiva y, con toda seguridad, para muchos, increíble. Pero está ahí, es un hecho evidente. Ortega y Gasset hablaba, en su tiempo, de la deshumanización del Arte. Hoy podemos ampliar esta deshumanización a todos los aspectos de la vida. Lo importante de esta situación actual es que las nuevas generaciones se encuentran inmersas en un laberinto de problemas, entre los que podemos mencionar la contradicción entre los hábitos culturales de los progenitores y los criterios y tendencias existentes en los jóvenes actuales. Pero, aunque estos jóvenes de hoy se muevan en un 97 ambiente de aparente libertad educativa y sin restricciones, se encuentran rodeados de un ambiente de consumismo que supera sus disponibilidades, están sometidos a difíciles planes de estudios que, una vez terminados éstos, las posibilidades de empleo no sólo son mínimas, sino muy eventuales y no siempre dentro del campo de los estudios realizados. Con estas perspectivas, ¿cómo es la escritura de la juventud actual? Hemos tomado una muestra de 18 grafismos representativos. Se ha realizado una estadística de los aspectos más dominantes en estos 18 grafismos, todos ellos correspondientes a féminas solicitantes de empleo. Los resultados son los siguientes: Predominio de la curva..............................................18 = ... 100 % Escritura grande (+ de 3 m/m)...................................17 = .... 94 % Redonda o más redonda que redondeada...................16 = .... 89 % Invertida.....................................................................12 = .... 67 % Rúbrica tachando o defendiendo el nombre..............11 = .... 61 % Espaciamiento desigual (márg. letr. palabras, líneas)10 = .... 56 % Buclada................................................................. .....10 = .... 56 % Predominio de la forma sobre el movimiento............ 9 = .... 50 % Óvalos aplastados................................................. ...... 9 = .... 50 % Letras adosadas........................................................... 9 = .... 50 % Equilibrio espacio-texto.............................................. 7 = .... 39 % 98 Menos espacio del normal entre palabras.................. 6 = .... 33 % Óvalos cerrados por abajo........................................... 6 = .... 33 % Puntos girados o recurvados...................................... 5 = .... 28 % Mayúsculas de altura oscilante................................... 5 = .... 28 % Firma tensa, segura, sin rúbrica defensiva................. 4 = .... 22 % Puntos en circulito...................................................... 4 = .... 22 % Desigualdades de inclinación..................................... 4 = .... 22 % Coligamento en arcos................................................. 6 = .... 22 % No firman.................................................................... 3 = .... 17 % El predomino de la curva en un 100 x 100 de los casos, indica las necesidades de adaptación, pero sin renuncia a la necesidad de estas jóvenes de sentirse importantes (esc. grande en la mayoría). Sin embargo, las circunstancias, o el entorno, obliga a estas personas a una cierta pasividad (grafismos más redondos que redondeados) y a una defensa silenciosa y hábil de sus necesidades de valimiento, de ternura y otras (esc. invertida, buclada, con predominio de la forma sobre el movimiento). La frecuencia de los óvalos aplastados, de las letras adosadas, de la esc. invertida, de los elementos defensivos en la firma, etc., indican que los jóvenes actuales, esencialmente las féminas en este caso, se están moviendo en un ambiente poco favorecedor, más bien frustrante y hostil. Una gran parte de la juventud femenina tiene que recurrir a la ocultación silenciosa, al disimulo, a la represión de las manifestaciones espontáneas de ternura (esc. invertida, rúbrica defensiva, óvalos 99 cerrados por la base, etc), lo que demuestra una falta de identificación entre su mundo personal y el mundo de sus progenitores y de las personas de la anterior cultura. Para la sensibilidad de los habituados a la cultura tradicional, la evolución revolucionaria de la juventud actual señala un "mal comportamiento". Y la forma cómo se comportan las nuevas generaciones es inexplicable, insensata, destructiva y hasta perversa. Por tanto, no es de extrañar que las jóvenes generaciones adopten, por un lado, una actitud "pasota", una adaptación pasiva, vegetativa, en la que ocultan, por conveniencia o por ahorrarse sufrimientos, las verdaderas ideas y aspiraciones. Únicamente se expansionan en las reuniones juveniles, en los grandes conciertos musicales, que llegan, a veces, a verdaderas desahogos delirantes en donde se desata todo lo reprimido. Qué pasará cuando estas nuevas generaciones rijan la vida social? Hay que ser optimistas. Yo quisiera creer que entraremos en una sociedad más justa, mucho más equilibrada, más respetuosa con la naturaleza y con los valores humanos y donde lo económico tal vez pase a un segundo o tercer plano. Estamos asistiendo a una mutación de las costumbres, a una nueva era que, de momento, parece estar regida por la Tecnología, pero la Tecnología, con el tiempo, y en manos de la juventud actual, puede convertirse en un medio, no en un fin. No creo que las nuevas generaciones cometan los mismos errores que las que le han precedido. Si esto ocurriera, destruirían totalmente su hábitat y yo tengo el convencimiento que no será así En otras ocasiones he llamado la atención sobre la necesidad de revisar las interpretaciones de los grafismos de las jóvenes generaciones. El entorno en que se mueve la juventud actual, está en plena mutación y requiere, por nuestra parte, un nuevo enfoque. No podemos interpretar, sin riesgo a error, los grafismos de los muchachos y muchachas menores de veinticinco años, tomando 100 como patrón de medida las cualidades morales vigentes en la sociedad que vivieron Crépieux, Klages, Pulver, Moretti y otros grandes maestros. Se hace necesario ver la escritura de los jóvenes bajo otro prisma, con una mentalidad nueva que se ajuste a sus problemas de hoy y que nos pueda orientar de cómo será el futuro, cuando estas jóvenes generaciones tengan en sus manos el destino de una nueva sociedad. 101 102 PEDAGOGÍA GRAFOPSICOLÓGICA La Grafología, en los momentos actuales, ha dado un avance gigantesco. Ya no es lo que era en tiempos pasados. Después de Michon, creador del término "Grafología" en 1871, la observación de la onda gráfica, de la escritura manuscrita, como método de análisis de la personalidad, ha ido tomando cada vez mayor relieve científico, a partir de sus grandes maestros (Crépieux-Jamin, Klages, Pulver, Saudek, Moretti y otros). Nuevos métodos de análisis permiten hoy medir, cuantitativamente, cada una de las tendencias que forman la estructura del carácter. Los avances científicos son hoy muy importantes. En Alemania, por ejemplo, después de la segunda guerra europea, la grafología se aprendía en once universidades y es muy raro el grafólogo que no es psiquiatra, psicólogo o licenciado en filosofía. En Italia se estudia en la Universidad de Urbino. En España, la Grafología se enseñó en la Cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y actualmente en la Universidad Autónoma de Barcelona. En Francia, en el año 1971 se la consideró de interés público. En Suiza no se admite ningún estudiante de Grafología que no tenga estudios superiores, y lo mismo en la mayor parte de países de Europa. Hace unos años, se creó una entidad a modo de federación europea de grafólogos profesionales que agrupa a profesionales de todos los países de la Comunidad dentro de un severo código deontológico. En todos los países de la Comunidad Europea existen sociedades o agrupaciones profesionales que garantizan la competencia científica de sus miembros, aunque algunas de estas asociaciones o agrupaciones no sean del todo serias. 103 La escritura manual, como todo lenguaje, sea hablado o escrito, tiene dos contenidos: el contenido manifiesto y el contenido latente. El contenido manifiesto es lo que decimos cuando hablamos o escribimos. Es un acto abierto, sea para sacar a luz una idea, para expresar un deseo, para dar a conocer o revelar algo a otros, para atraer la atención de los demás o para ocultar algo que no queremos confesar. El lenguaje manifiesto es siempre un acto o comunicación consciente que obedece a una intención más o menos reflexiva o controlada. El contenido latente son los gestos o automatismos inconscientes que acompañan la comunicación hablada o escrita. En este lenguaje inconsciente de nuestros gestos podemos descubrir la verdadera naturaleza del contenido manifiesto, es decir, si la comunicación se corresponde con una intención afectiva noble y espontánea o si oculta o encubre alguna actitud interna agresiva o de descontento, una intención silenciada, una actitud de defensa o una doble intención más o menos egoísta o maligna. En algunos casos, el contenido latente, los gestos que acompañan al lenguaje hablado o escrito, no son espontáneos o libres, pueden ser manipulados, fingidos o excesivamente controlados por la actitud consciente, como ocurre, por ejemplo, en las escrituras muy rígidas, muy caligrafiadas, estereotipadas, disfrazadas, etc. De todos modos, salvo en los grafismos que imitan los caracteres de imprenta (escrituras tipografiadas), que tienden a camuflar ciertas dimensiones de la "personalidad vertical", sea por deformación profesional, como puede ocurrir, por ejemplo, en los cartógrafos, rotulistas, delineantes, etc., sea por creer que con esta escritura pueden ocultar aspectos negativos, deficiencias o ineptitudes ante el grafólogo, que, por supuesto, no ocurre así, en los demás casos, la escritura corriente o cursiva, se mueve en las cuatro direcciones del espacio. 104 El acto de escribir se inicia en el margen izquierdo del papel, en el "este", dejando tras de sí el pasado, lo que ha sido, lo que ha vivido el sujeto hasta el presente. A partir de la zona inicial, la línea, más o menos segura, flexible o rígida, nos va indicando el modo como afronta y resuelve el sujeto los diversos problemas y dificultades que va encontrando en su camino hacia el margen derecho, donde, simbólicamente, se hallan los "objetivos deseados", las "metas a lograr", el futuro, el devenir, los otros... Por tanto, la marcha de izquierda a derecha de la onda gráfica nos refleja en su recorrido el modo como ha vivenciado el sujeto "las experiencias sufridas", su pasado personal y la manera como "está siendo" o "está viviendo" su presente de cara a los "objetivos que desea alcanzar". Este "presente", lo que el sujeto "está viviendo" en el momento actual, está representado en la forma como se define la onda gráfica en la zona media del grafismo. Esta marcha de este a oeste, de margen izquierdo a margen derecho del papel, está impulsada por motivaciones (impulsos, tendencias, necesidades, etc.) de dos clases: a) Motivaciones biológicas, como pueden ser la necesidad de movimiento físico, el hambre y la sed, la necesidad de aire para respirar, la sexualidad, las necesidades de cobijo, el amor a la prole, etc. y b) Otras motivaciones de orden más sublimado, como son las necesidades culturales y espirituales, el "Ideal del Yo". La intensidad o predominio de las motivaciones biológicas se descubre en el sur o zona inferior de la onda gráfica. Las motivaciones del "Ideal del Yo" se localizan en el norte o zona superior de la escritura. La forma como entran y se desarrollan, dentro de la zona media, los movimientos procedentes de arriba ("Ideal del Yo") y de abajo (necesidades biológicas y motrices), nos informa como está viviendo el sujeto, en el presente, tanto sus necesidades como sus aspiraciones y la facilidad o los obstáculos con que tropieza para conseguirlos o satisfacerlos. 105 Aclarando más las zonas donde se desarrolla la onda gráfica, diremos que toda prolongación o alargamiento de los movimientos en las zonas iniciales, nos indica la influencia que ejercen en el sujeto las experiencias pasadas, lo que ha vivido, sus recuerdos del pasado. Tales vivencias suelen condicionar, muy frecuentemente, el comportamiento actual, lo que el sujeto está viviendo en el presente. Y cuando los movimientos, en vez de avanzar normalmente hacia el margen derecho, se encogen, quedan suspendidos, se inhiben o retroceden tomando la dirección del inicio de las letras, de las palabras o de las líneas, algo ocurre en el presente que obstaculiza, sean las necesidades biológicas, sean los objetivos deseados, sean las aspiraciones del "Ideal del Yo". La zona media o centro de la onda gráfica, ocupado generalmente por las letras interiores, por las vocales y consonantes bajas (n, m, v, x, etc.) es como una vía de paso obligada para que, tanto las necesidades biológicas, como las necesidades espirituales, tengan salida al exterior. La zona media de las letras, de las palabras y de las líneas es, para los efectos psicológicos, como el centro medular de la personalidad. La zona media es a la escritura como los órganos del tórax son al organismo humano o el tronco al árbol. Nos indica, como antes hemos dicho, el modo como el sujeto "está siendo" (su comportamiento actual) o "está viviendo" en el presente sus necesidades y sus objetivos deseados. De aquí se deriva la importancia que tiene esta zona para el descubrimiento de problemas afectivos y morales relacionados con la conducta. La base de la zona media es como el diafragma (músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal) o como el suelo que separa el tronco del árbol de sus raíces. La línea de base de la zona media del grafismo es como la barrera (Freud diría "la censura") donde asienta el control crítico de los actos de cada persona, cuya función es elegir entre los impulsos más diversos aquéllos que la conciencia puede admitir, o rechazar aquellos que son peligrosos, inadecuados a la situación presente o están en desacuerdo con la conciencia ética o con las exigencias sociales o educacionales del propio sujeto. 106 La zona superior (parte de la onda gráfica que apunta al norte y que está ocupada por la parte alta de las "l, t, d, f", etc. y de las mayúsculas) corresponde, como hemos dicho, a las motivaciones del "Ideal del Yo". El "Ideal del Yo" representa la parte sublimada de los "objetivos deseados", lo que uno querría "ser" o "tener" y la conducta seguida para alcanzar este "dominio" o "superioridad" moral, profesional, cultural, social o religiosa a que aspira. El "Ideal del Yo" puede ser negativo si incorpora los aspectos punitivos, severos y prohibitivos de los padres y educadores (acción del "Super Yo") en cuyo caso, el Ideal del Yo se convierte en una consciencia que bloquea los impulsos en vez de canalizarlos y sublimarlos. La zona sur o inferior de la onda gráfica (partes bajas de las "g, j, f, y", etc.) corresponde a la esfera más biológica de la personalidad. Esta zona está en conexión con el aparato locomotor (necesidad motriz o de movimiento físico), pero también representa todas las motivaciones inspiradas por las necesidades biológicas de conservación (comida, bebida, confort corporal, etc.), las necesidades económicas (bienes tangibles), así como las necesidades de satisfacción sexual. La libido, que en el sentido psicoanalítico, es la avidez sexual, el deseo de placer erótico o de cualquier manifestación instintiva que tienda hacia la vida en lugar de hacia la muerte, puede elegir cuatro vías principales para llegar a la satisfacción indirecta: a) la "represión" (mecanismo de defensa frente a la ansiedad o la culpa) es un bloqueo de la censura que impide la entrada en la conciencia de los impulsos y deseos instintivos que podrían causar "culpa" o ansiedad y que se revela en el grafismo por la interrupción o desviación hacia la izquierda de los movimientos de ascenso de las jambas antes de llegar a la base de la zona media del grafismo. b) la "sublimación", especie de reorientación o canalización de la energía de la libido hacia otros objetivos prácticos o ideales en los cuales se descarga buena parte de la misma. Estos objetivos son muy 107 variables. Se observa en el grafismo por la simplificación dextrógira de las jambas. c) la "transformación" o sustitución de las pulsiones instintivas en su manifestación opuesta, como ocurre en los moralistas rígidos que persiguen en los demás sus propios "fantasmas inconscientes". Jambas reseguidas o amputadas en escritura más o menos rígida. d) la fijación de los deseos instintivos en sí mismo (narcisismo) que conduce a una glorificación irrealista como consecuencia de la detención neurótica del sujeto en una etapa temprana de su desarrollo. Jambas con ornamentos. En todos estos casos, estos signos aislados deben ser confirmados por la apreciación estructural de todo el conjunto gráfico. Finalmente, en el margen derecho del papel y en los finales de línea, de palabra y de letra, podemos ver la forma como aceptamos y nos creemos aceptados por nuestro entorno, sea en nuestras relaciones del Yo con el Tú, del Yo con el Otro sexo, o del Yo con el Trabajo. En esa zona del contacto con el exterior (finales de letra, de palabra y de línea), la onda gráfica expresa si tenemos fe, confianza, seguridad y optimismo en alcanzar nuestros "objetivos deseados", nuestras metas; o si, por el contrario, nos falta fe, nos movemos con precaución o desconfianza, con temor o inseguridad en nuestros contactos con nuestro mundo circundante. Hasta aquí, lo que podríamos llamar la parte poética, no nosológica, de la Grafología. Sin embargo, como toda ciencia experimental, la Grafología debe esforzarse en crear condiciones favorables para que la observación, base de toda ciencia, se vea ayudada de medios auxiliares especiales, como pueden ser instrumentos de medida y aparatos registradores, no sólo para ofrecer la fiabilidad necesaria, sino también para constituir una técnica que pueda aprenderse y no todo dependa de la creatividad intuitiva, la mayor parte de veces, difícil de enseñar. 108 Al pasar la Grafología a la Universidad, el grafólogo universitario se ha visto obligado, para hacer de la Grafología una ciencia, a someter sus observaciones a medida y cotejo con la realidad, a buscar, en el suficiente número de casos, la coincidencia psicológica de los signos, para hacer las clasificaciones estadísticas y comprobar las causas motivacionales que le van a permitir establecer los consiguientes postulados justificativos para su certidumbre en las interpretaciones. No hay ciencia donde no hay medida, donde el conocimiento cierto de las cosas, de sus principios y de sus causas, no está basado en un número suficiente de comprobaciones. El Grafoanálisis es un método que tiene la ventaja de poder ofrecer una técnica, un medio de comprobación y análisis en el que no se deja nada a merced de la impresión subjetiva. Los signos son medidos de acuerdo con unos módulos y se combinan entre sí para dar en tantos por ciento las cualidades psicológicas más estables o menos variables de cada personalidad. Partiendo de esta base, de estas cualidades más constantes o estables, que el Grafoanálisis denomina "esqueleto" de la personalidad, el grafoanalista puede revestir de carne ese "esqueleto" y darle vida confeccionando el psicodiagnóstico o retrato psicológico. El Grafoanálisis mide el grado en que intervienen en el comportamiento cada uno de los 24 vectores y factores (instintos, tendencias, motivaciones, etc.) que rigen y dirigen nuestro modo de pensar, sentir y actuar. 109 110 INICIOS DE LA FUTURA GRAFOLOGÍA Quizá por el hecho de que mi punto de partida fue la Psicología y no la Grafología, desde que publiqué mi primer libro sobre este tema en 1945, mi preocupación principal fue siempre crear algún medio que diese una mayor credibilidad científica a la Grafología. Me molestaba mucho oír frases como esta: "Me ha adivinado por completo mi carácter", o en mi empresa, cuando el Presidente de la sociedad le decía a su Secretaria: dígale a "nuestro brujo particular" que suba para que nos estudie un caso. El Presidente de la empresa donde yo ejercía de Jefe de Personal se complacía en sentirse Jefe de Tribu y presumir de tener "su brujo particular". En aquellas fechas los años cuarenta-, aún no se habían extendido mucho las empresas de selección y sólo empezaba a conocerse un poco la organización industrial iniciada por Taylor y la organización administrativa capitaneada por Fayol. Eran los comienzos que dieron lugar al nacimiento de las Ciencias Empresariales, tan en boga hoy. Para sacar la Grafología de las mancias con las que venía mezclada, en 1949 inicié un sistema de medición de los signos gráficos que llamé Grafoanálisis. En su principio, este sistema de medida era un poco rudimentario. Sólo aportaba los porcentajes existentes en cada grafismo del sentido positivo y negativo, de los cuatro temperamentos hipocráticos, en la versión del Dr. Maurice Periot, y los niveles de emotividad, de actividad y del tipo de resonancia de los tipos de Heymans-Le Senne. Posteriormente, añadí al método la actitud vital introvertida y extravertida y las funciones psíquicas, tal como figuran en mi obra Escritura y Personalidad. Finalmente, en el año 1985, cuando el método pasa a ser programa informático, le añadí los grados de tensión-dureza de Pophal. 111 El problema que planteaba mi método era la cantdad de tiempo exigido para valorar y luego para sumar columnas y hallar porcentajes. Todo esto ha quedado reducido a escaso tiempo, ya que el ordenador se encarga no sólo de sumar las valoraciones, sino también de combinar unos signos gráficos con otros para dar los porcentajes de los 24 vectores y factores de la personalidad que actualmente tiene mi "Método". Estos 24 vectores y factores forman lo que yo llamo "el esqueleto de la personalidad", es decir, constituyen, en razón de su procedencia de datos matemáticos y estadísticos, una base mucho más sólida que la que se puede obtener por simple observación y sin ningún tipo de medida de la onda gráfica. Con mi "Método del Grafoanálisis", elevado a programa informático, se puede disponer de unas bases muy fiables, dentro de la relatividad existente en toda la ciencia de la conducta humana. El Grafoanálisis opera sobre unos 240 signos ya tipificados por la mayor parte de grafólogos europeos. Estos 240 signos están agrupados dentro de los aspectos y subaspectos que he definido en Escritura y Personalidad. Forman parte también los principales gestos-tipo y las principales características que pueden adoptar la firma y la rúbrica. Cada uno de los signos observados se valora, según su desviación de los módulos, entre 1 y 10 grados y este valor se repercute horizontalmente sobre cada uno de los 24 vectores y factores, sea en sentido neutro, positivo o negativo en la medida que, estadísticamente, corresponde. De este modo, podemos conocer, por ejemplo, el tanto por ciento en que se da el sentido positivo y negativo en cualquier grafismo, el grado en que se manifiesta cada temperamento, el nivel de introversión y de extraversión, la medida en que predomina cada una de las funciones psíquicas, el nivel de emotividad, de actividad, de resonancia y cuál es el grado de tensión-dureza del carácter, que nos revelará el nivel de tendencias histeroides, obsesivo-compulsivas y esquizoides. 112 Con este "esqueleto de la personalidad", tenemos unas bases, más seguras y fiables, para poder realizar el psicodiagnóstico o retrato psicológico con el menor riesgo de error. Pero, además, separamos la Grafología de su posible contaminación con las artes mágicas, con los echadores de cartas, con la bola de cristal, los juegos de salón y otras mancias adivinatorias. Con un sistema de medición de la onda gráfica, nos situamos a nivel de cualquier otro método de investigación, pues no hay ciencia donde no hay medida y cotejo constante con la realidad. Sin duda, el ordenador no puede sustituir la labor interpretativa del grafólogo, pero puede aportar bases sólidas en las que fundamentar el psicodiagnóstico o retrato grafológico. Así lo veían también muchos de los grafólogos más destacados, entre los que puedo citar al Dr. Wittlich y a su discípulo israelita Rudy Danor, así como el Prof. Leterme en Francia, varios miembros del Instituto Moretti en Italia y otros grafólogos de formación europea en Israel (Odem, Popowski, Perry, etc.). Cada día son más numerosos los grafólogos que utilizan las computadoras para sus psicodiagnósticos. Es de esperar que dentro de unos años, quizás pocos, tengamos programas y ordenadores inteligentes que faciliten aún más la labor del grafólogo, del mismo modo que ocurre en Medicina y en otras Ciencias Naturales. Seguidamente les expongo un ejemplo de la base estructural en la aplicación del Grafoanálisis, sistema Vels: MÉTODO VELS DE GRAFOANÁLISIS: RESUMEN ESTADÍSTICO Fecha: 3/5/1991 Nombre: Fémina inglesa. 68 a. Divorciada. Decoradora. Solicitante: Estudio autorizado por la autora del grafismo. 113 Nivel de positividad Positivo : 43% Signos caracterológicos de adaptación positivos. Nivel de reacciones adecuadas. Comportamiento normal. Negativo: 57% Signos caracterológicos de adaptación negativos. Nivel de reacciones inadecuadas. Comportamiento bloqueado o agresivo. 114 Fórmula temperamental Bilioso : 22% Tendencia al control emocional y afectivo (concentración, eficacia, selectividad, organización y regularidad). Nervioso : 34% Tendencia a la inestabilidad afectiva y emocional. Movilidad, improvisación, expectación, inquietud. Sanguíneo : 34% Tendencia a la expansión afectiva y emocional (jovialidad, sociabilidad, optimismo). Acción rápida, emprendedora. Linfático : 10% Tendencia a la pasividad y estabilidad emocional. Actitud conservadora, perseverante. Método. Automatismo. Actitud vital Introversión : 42%Dominio de las ideas. Sintonía consigo mismo. Concibe mejor que realiza. Previsión, ahorro, economía. Extraversión: 58%Dominio de las situaciones externas. Sintonía con el mundo exterior. Paso rápido de la idea a la acción. Funciones psíquicas Pensamiento: 17% Análisis racional de los hechos. Más atento a la obligación y a la precisión que a la devoción. Rigor y claridad. Intuición : 31% Percepciones inconscientes inmediatas. Captación antes de conocer datos. Inspiración, inventiva, especulación. Sentimiento : 43% Juicios de agrado-desagrado. Se define en función de lo que siente. Imaginación. Poca capacidad de abstracción Percepción : 9% Juicios sobre datos sensoriales. Apreciaciones materiales y concretas. Sentido de la realidad. Juicios categóricos. 115 Caracterología Emotivo : 86% Conmoción, carga tensional, impresionabilidad. Reacción fuerte a los estímulos con más o menos pérdida de control. No-Emotivo: 14% Serenidad, calma, tranquilidad. Actitud objetiva y fría. Contemplación pasiva de los hechos. Imparcialidad. Activo de : 69% Diligencia, laboriosidad, eficacia, decisión, iniciativa. Renovación la energía para luchar contra las dificultades. No-Activo : 31% Pasividad, inercia, lentitud, apatía. Dependencia-sumisión. El sujeto no ve en la acción la solución de sus problemas. Primario : 66% Capacidad de reacción a los hechos o estímulos presentes. Reacciones vivas, e inmediatas. Decisión rápida y táctica. Secundario: 34% Reflexión antes de la acción. Capacidad para sacar conclusiones, prever, proyectar y planificar el futuro. Nivel de TENSIÓN-DUREZA, según la escala del Dr. Pophal: Grado I : 18% Actitud floja, agitada, imprecisa, desordenada. Grado II : 11% Actitud flexible, adaptativa y fácil. Espontaneidad. Grado III : 13% Actitud controlada, pero flexible, adaptada y dinámica. Grado IVa : 13% Actitud algo rígida, contenida, cautelosa y escrupulosa. Grado IVb: 16% Actitud rígida, tensa, ansiosa, obsesiva, inhibida, vacilante. Grado V : 29% Actitud crispada, atormentada, perturbada por desorden interno. NOTA: Estos "vectores" y "factores" son sólo el esqueleto de la personalidad. Para sacar conclusiones se deben combinar unos con otros. 116 DOMINANTES Y SUBDOMINANTES Dominantes Desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sobrealzada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desproporcionada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desigualdades de extensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Movida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Combinada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rápida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Original . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Altura desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cohesión desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Espontánea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Invasora en extensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Barras 't' largas y masivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inflada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rítmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En relieve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Coligamento desigual o proteiforme . . . . . . . . . . . . . Fluida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jambas impulsadas hacia abajo sin bucle . . . . . . . . Profundidad desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Masiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nutrida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desigualdades de espaciamiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . Desordenada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Márgenes ausentes o rellenos de texto . . . . . . . . . . . . 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 Subdominantes Discordante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hampas independientes con base acerada . . . . . . . . Barras 't' altas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Coligamento en segmentos de círculo . . . . . . . . . . . . Progresiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Líneas sinuosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cerrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 6 6 6 6 6 6 117 Subdominantes Discordante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Atormentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Redonda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ornada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tensión firme-suave . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Trazos terminados en arpón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Apoyada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Puntos girados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Descendente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Grande . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Coligamento serpentino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Firme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Velocidad desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inclinación oscilante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jambas cortas con base angulosa. . . . . . . . . . . . . . . . . . Anomalías en la presión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inclinada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Regresiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 5 5 5 5 5 5 4 LA INFORMÁTICA EN SU CONTRIBUCIÓN AL GRAFOANÁLISIS La informática se ha impuesto hoy en todas las ciencias, las técnicas e incluso en el arte, como medio de "ganar tiempo" y "seguridad". Esta necesidad de supercompensar nuestra inseguridad interior a través de esos monstruos de inteligencia artificial (los ordenadores electrónicos) creados por el hombre parece indicar que queremos ganar al tiempo su implacable dominio sobre la vida y sobre la muerte. Hemos logrado volar superando con creces la velocidad del sonido. A través de la televisión podemos ver con muy poca dilación de tiempo lo que está ocurriendo en los más diversos rincones de nuestro planeta. Sin embargo, "el tiempo no perdona lo que se hace sin él". A pesar de estas conquistas, a pesar de esta vertiginosa carrera contra el tiempo y de las metas ganadas, nunca hemos estado tan faltos de tiempo como ahora, pese a que hoy todo puede lograrse con una aceleración que nunca han conocido las generaciones anteriores. "Cuanto más nos apresuramos, dice Eick, menos tiempo nos queda". De todas las bocas sale la misma expresión: "¡No tengo tiempo!"5 Quizá la falta de tiempo sea una enfermedad atribuible a los efectos del crecimiento humano. La inquietud, el desasosiego, que generalmente están ligados a sentimientos de inseguridad, a incertidumbre o ansiedad que lleva al ánimo a la duda e intranquilidad respecto al propio valer o a las propias posibilidades en el tiempo y el espacio o al modo como pueden presentarse los acontecimientos, hace 5 Ver Erick & Ganger, "La falta de tiempo". Ed. Casanovas, Barcelona. 119 que intentemos llegar en un tiempo record cada vez más acelerado a la consecución de un triunfo sobre la muerte6, o sobre la inferioridad. Pero, ¿realmente logramos nuestro propósito?. Creo que no. Cuanto más corremos, menos tiempo nos queda. Para nuestros antepasados, el tren lo llevaba la máquina de vapor. Actualmente, somos nosotros los que llevamos el tren. Cuando Norbert Wiener, profesor de matemáticas en la Universidad de Harvard, publicó en 1948 su obra Cybernetics, sentó las bases de la Informática moderna. El término "Cibernética", empleado por Wiener para designar la nueva ciencia, significa, en griego, el arte de guiar, gobernar o pilotar una nave. Dentro de la política, el término empleado por el famoso matemático norteamericano significa el arte de manejar los medios para "gobernar", unido a la teoría del "poder". Desde un punto de vista relacionado con la Psicología, la Cibernética la define V.N. Pushkin como "la ciencia de los métodos de percepción, transmisión, almacenamiento, tratamiento y utilización de la información en las máquinas, organismos vivos y sus conjuntos"7. "El hombre -dice el Dr. Montserrat Esteve- no es sólo un sistema abierto porque intercambie materia y energía con el medio circundante, sino porque además intercambia información y precisamente la Psicología es la ciencia que estudia este tipo de intercambio". 6 Debe entenderse el término en un sentido figurado tal como este término es explicado por Freud. En un sentido más amplio, podríamos referirlo a la muerte de un negocio, de una empresa, de una oportunidad, de un plan, etc. 7 Ver Dr. Santiago Montserrat Esteve, "Psicología y psicopatología cibernéticas". Ed. Herder, S.A., Barcelona (obra de gran interés para Psicólogos y Grafoanalistas). 120 Para muchos investigadores, la Psicología es sólo una rama de la Cibernética, pero en la teoría de la información, agrega el Dr. Montserrat Esteve, ésta se refiere a la probabilidad o incertidumbre de un símbolo o conjunto de símbolos y no a su significado". Con esto queremos decir que aunque en todos los países se estén utilizando los ordenadores para el estudio de la psicología humana, e incluso en el último Congreso Internacional de Grafología los profesores Odem, Popowsky y otros demostraron cómo podían realizarse estudios de selección de personal, utilizando únicamente los ordenadores, nosotros aún nos sentimos un poco escépticos, aunque reconocemos la gran utilidad, facilidad y rapidez de estas máquinas de inteligencia artificial, cuando nos interesa obtener en tiempo record datos tales como: - Niveles en tantos por ciento de signos positivos y negativos - Porcentaje de signos de cada uno de los temperamentos - Nivel de introversión y extraversión - Porcentaje de signos de cada una de las funciones psíquicas - Porcentaje de emotividad, actividad, primariedad y secundariedad - Nivel de signos de los grados de Tensión-Dureza de Pophal, etc. En este sentido, el ordenador es sumamente útil y aporta una base bastante segura para la realización del estudio psicológico, siempre que los datos que demos al ordenador sean fiables o correctos. La ardua tarea de obtener a mano los distintos porcentajes de nuestro Cuadro Sinóptico de Signos quedó prácticamente reducida al tiempo empleado en pasar al ordenador los signos dominantes, subdominantes y gestos-tipo con su correspondiente valor numérico. Nuestra experiencia nos indica que cuando la clasificación y valoración de los signos es la correcta, los porcentajes que se obtienen son fiables y ayudan extraordinariamente al grafoanalista en la confección de su psicodiagnóstico. 121 En cambio, cuando la clasificación de signos no es correcta, el ordenador da resultados extraños como, por ejemplo, un 100 % de signos positivos o negativos o un 95 % de "B" o de extraversión. Nadie es positivo en un 100 %, ni bilioso en un 95 %, ni extravertido en otro tanto por ciento igual. Por tanto, el ordenador es fiable en la medida que los datos que se le dan sean fiables. Además, hay que tener en cuenta, a la hora de la interpretación de los porcentajes obtenidos, que todo ser humano es indivisible, es "individuo" y no puede ser a la vez "blanco" y "negro", o igual a otro. En casi todos los casos, la diferenciación de unos individuos a otros impide que podamos encasillar en un "tipo", "prototipo", "módulo" o "patrón" los rasgos caracterológicos obtenidos por ordenador. Es necesario que el psicólogo emplee su talento y sensibilidad para dar a cada individuo analizado el sentido y el matiz adecuado de su personalidad. Ciertamente, la función del ordenador es idéntica a la del cerebro: recibe, clasifica, almacena, elabora y emite información, pero debemos hacernos cargo de que el ordenador es una máquina sofisticada, una inteligencia artificial que carece aún de medios para poder captar sensiblemente las múltiples variedades, matices, condiciones y cualidades de la idiosincracia humana. Nuestro cerebro es capaz de una "multiprogramación" a la que todavía no han llegado los ordenadores más avanzados. En resumen: un grafoanalista con un buen programa en las manos dispondrá de grandes ventajas de tiempo y de un apoyo seguro en sus dictámenes, si los datos que da al ordenador son fiables. Pero la labor de interpretación no la puede confiar plenamente a los datos recibidos, debe elaborarlos y relacionarlos adecuadamente para hacer el psicodiagnóstico. Por lo que se refiere al empleo de los ordenadores para facilitar los psicodiagnósticos, nosotros no queremos caer ni en la actitud mental de los que basan su criterio solamente en mediciones estadísticas, en clasificaciones de la realidad a base de escalas de valores 122 cuantificados numéricamente, ni tampoco en la postura de aquellos que estiman que la realidad o la verdad no está en los números, en las estadísticas o teorías cuantificadoras, sino en la forma como se experimentan los hechos. Tanto un extremo como el otro creemos que son defectuosos cuando el objeto a juzgar es un ser humano. La naturaleza humana tiene un proceso de cambio constante y, como la lotería, escapa la mayor parte de las veces a las leyes de la posibilidad y de la frecuencia. Esto no quiere decir que no se puedan prever algunas reacciones humanas en presencia de un determinado número de estímulos. El mejor camino, como decía Ovidio, es el elegido entre dos extremos. Este es el camino que hemos elegido nosotros. Partimos de unos módulos establecidos estadísticamente y valoramos los signos gráficos de acuerdo con sus desviaciones de estos módulos utilizando 10 grados de desviación posibles. Valoramos de 6 a 10 los signos más dominantes, es decir, aquellas desviaciones que, con respecto a los módulos, son más elevadas. Por debajo de 6 quedan las escrituras-tipo y gestos-tipo subdominantes. Una vez pasados los datos al ordenador, éste nos facilita los porcentajes o niveles siguientes: - Nivel de signos positivos - Nivel de signos negativos - Nivel de cada uno de los "vectores" - Nivel de extraversión e introversión - Grado de predominio de las funciones psíquicas - Porcentaje de emotividad y no-emotividad - Nivel de actividad y de no-actividad - Porcentaje de primariedad y secundariedad - Nivel de tensión-dureza de los movimientos Tomando como base estos porcentajes o niveles que nos dan el esqueleto de la personalidad, procedemos después a crear el retrato psicológico. 123 124 LAS ESCUELAS EUROPEAS DE GRAFOLOGÍA En pocos años han proliferado una gran cantidad de escuelas de Grafología con poco rigor académico, sea por la insuficiente formación de sus profesores, sea por considerar la Grafología sólo como un medio comercial fácil. En tal sentido, un grupo de entidades encabezadas por la SFDG, el GGCF, el Instituto Moretti y otras entidades prestigiosas de Alemania, Suiza, España, Inglaterra, etc., decidieron crear un “Código Deontológico Europeo” que agrupara, únicamente, a los auténticos profesionales y a los centros de enseñanza grafológica internacionalmente acreditados. La entidad reguladora de esta selección de profesionales y de escuelas tiene su sede en Bruselas y funciona con las siglas ADEG (Asociación Deontológica Europea de Grafología), presidida anualmente por un prestigioso profesional de cada país europeo. Decía Aristóteles que toda información, todo conocimiento, entra a través de los sentidos. Esta afirmación se puede aplicar también a la enseñanza de la Grafología. Cuando decimos, por ejemplo, que una barra de “t” larga, alta, en diagonal ascendente, lanzada y puntiaguda, significa que el autor de tal gesto tiene un carácter “impaciente”, “irritable”, “agresivo”, “combativo” y “oposicionista”, a alguien puede parecerle una interpretación gratuita y sin fundamento alguno. Cualquier persona con criterio científico nos puede preguntar: ¿por qué?. Nosotros mismos podemos hacernos la misma pregunta: ¿POR QUÉ? No podemos contestar: “porque nos lo han enseñado así en la escuela” o “porque lo dicen los libros de Grafología”. Sería una respuesta poco convincente. 125 Ese porqué de esa interpretación tiene, como todas, un fundamento psicológico que puede ser explicado y aclarado: 1. Ese gesto gráfico es un movimiento impulsivo dentro de un contexto o ambiente gráfico agitado, desordenado y desproporcionado. 2. En ese ambiente gráfico predomina mucho más el movimiento (la acción motriz) sobre la forma y sobre el orden (que expresan las facultades de organización y control de la emotividad). 3. La escritura es grande, extensa, ascendente y desproporcionada (señal de una actitud vital extravertida, excitable y poco dada a respetar los semáforos sociales), es decir, pertenece a una persona de conducta poco adaptada. 4. El gesto que se interpreta está ubicado en la zona superior del grafismo, zona de expansión cerebral. El gesto es impulsivo, desproporcionado y muy puntiagudo y describe la misma dirección ascendente que la acción de dar un puñetazo a la cabeza de otro. Cualquier alumno de una escuela con alta formación grafológica y psicológica podría seguir argumentando y sacando conclusiones para alimentar el porqué. Un alumno insuficientemente formado, o se encuentra “mudo” ante un ¿por qué? o dirá algo poco convincente. La ventaja que tiene la Grafología sobre otros tests o técnicas empleadas en Psicología, es que se parte de una gráfica realizada por el propio sujeto, una gráfica que siempre podemos analizar con plena objetividad, que permite el registro de las variaciones que se operan en el individuo según las circunstancias y cambios que va viviendo y cuyas variaciones podemos medir y comprobar de acuerdo con las desviaciones que se producen en cada momento sobre los módulos establecidos estadísticamente. 126 Naturalmente, para dar una explicación científica y responder adecuadamente el porqué de cada una de las interpretaciones, el grafoanalista tiene que conocer bien los “módulos”, lo que significa el “ambiente gráfico”, conocer bien las leyes de expresión de los movimientos, el significado de las zonas y de los aspectos gráficos, pero, además, necesita unas bases amplias y profundas de Psicología, que rara vez se enseñan en las escuelas de grafología comerciales. Un grafólogo sin conocimientos profundos de Psicología es como un cirujano que opera ignorando la Anatomía y la Fisiología: puede hacer o decir verdaderos disparates. Creo que no es científico, ni correcto, que el grafólogo actúe interpretando los signos como si se tratara de un recetario de cocina. Siempre pongo el ejemplo del plátano. Algunas pseudoescuelas, y algunos libros de Grafología, explican los temas de esta materia como si describieran que un plátano es una fruta de color amarillo que tiene la forma de luna en cuarto menguante o en cuarto creciente, según desde donde se mire. Esta forma de enseñar es tan incompleta que el alumno sólo puede recoger una idea muy abstracta, y frecuentemente deforme, de lo que es el plátano, verbigracia la Grafología. En las escuelas con rigor científico, se enseña como si se diera el plátano a comer a los alumnos. De este modo, al intervenir la mayor cantidad de percepciones (vista, tacto, olfato y gusto), no hay duda que el conocimiento del fruto será concreto, completo y mucho mejor comprendido y memorizado. ¡Ah!, y cada alumno puede contestar y contestarse los porqués de todas las interpretaciones. Las escuelas que respetan el Código Deontológico de la ADEG suelen comenzar por el principio: 127 - LOS GRAFEMAS El niño, en su período de aprendizaje, empieza identificando los grafemas, las letras, como imágenes sonoras y visuales. Se le enseña la “a”, la “o”, la “i”, la “m”, etc., recurriendo a su oído y a su visión de unas figuras representativas de las letras del alfabeto. Luego intentará reproducir los grafemas con la mano haciendo intervenir su motricidad. Cuando logra con los grafemas formar palabras se conciencia de que cada palabra escrita es la representación de un objeto. El objeto ya va acompañado de una vivencia afectiva. Este objeto lo magnifica el niño cuando le resulta agradable y lo empequeñece, le agrega retoques o lo distorsiona cuando la vivencia es desagradable. Esta reacción proyectiva se demuestra cuando aplicamos al niño cualquier test proyectivo, como puede ser el test de “La familia”, el test de “El árbol y la casa” y a los adultos el test de Machover, etc. - LAS FRASES uando, mediante el aprendizaje, se logra interrelacionar unos objetos con otros, estamos ya dando un sentido, un significado a nuestra actitud con relación a los objetos. Cuando se automatiza el lenguaje escrito, cuando el pensamiento ya no está en el dibujo de las letras, sino en lo que queremos anotar o comunicar, los matices psicológicos son abundantes y el sujeto puede expresar con libertad aquello que piensa y quiere dejar constancia. En ese momento, tenemos ya en la escritura dos lenguajes: UNO es el “lenguaje consciente”, lo que el sujeto quiere anotar o comunicar. 128 OTRO es el “lenguaje inconsciente”, los gestos que acompañan al lenguaje escrito. El grafoanalista trabaja con esos dos lenguajes, aplicando al primero los principios del Psicoanálisis y la teoría de Honrot sobre las “palabras-reflejo”. Sin embargo, es en el lenguaje inconsciente, en los gestos, donde podemos actuar con más objetividad, pues al quedar los gestos “registrados” en forma de gráfica, podemos medirlos, clasificarlos y buscar su sentido psicológico aplicándoles las leyes de expresión de los movimientos, el simbolismo de las zonas, y valorar todos los signos de acuerdo con sus desviaciones sobre los “módulos” establecidos estadísticamente en cuanto a la FORMA, al ESPACIO y al MOVIMIENTO. Y aquí interviene ya la técnica grafoanalítica, que en el Instituto Moretti, en la SFDG, en la British Academy of Graphology, en otras escuelas de Alemania, Suiza, etc., y en nuestra Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España (AGC), estos estudios se enlazan con un postgrado universitario. 129 130 EL TODO ES MÁS IMPORTANTE QUE LAS PARTES Leí un interesante artículo del Dr. Corman en la "Revue de Morphopsychologie", núm. 1, Enero 1991), referido a su "Método de las sustituciones", iniciado en 1937 con la colaboración del dibujante Pazzi y con motivo de la preparación de su famoso Manuel de morphopsychologie, obra fundamental del creador de la escuela morfopsicológica. Se refiere el Dr. Corman a los cambios importantes que se operan en los retratos morfológicos cuando se les varía la boca y el mentón, por ejemplo las comisuras de la boca arqueadas hacia arriba o hacia abajo o el mentón reforzado o debilitado, sin cambiar nada del resto del rostro. Los cambios que sufren estos retratos morfológicos son extraordinariamente expresivos, pudiendo pasar de una expresión sonriente a una tristeza aguda, o de una tensión activa y viril a una atonía o debilidad física acentuadas. Se refiere también el Dr. Corman a la "percepción global del efecto Koulechov" al defender la primacía del todo sobre las partes. Relata, en este caso, el experimento llevado a cabo por el cineasta ruso Koulechov, que, sirviéndose de un primer plano (retrato de frente de cabeza y mitad del tórax), siempre la misma foto del actor Ivan Mosjoukine, logra, fusionándole al lado derecho tres escenas diferentes, hacer que el espectador capte de modo distinto la expresión del rostro. El espectador capta una expresión de ternura en el rostro del actor, cuando tiene al lado un niño con cara sonriente; capta una expresión facial de inclinación a saborear un buen menú, cuando tiene al lado una mesa con manjares y vino. Y, finalmente, cuando se le ha fusionado con una escena de un crimen (una mujer asesinada), se capta en el rostro del actor Mosjoukine la expresión de un asesino. Como hemos dicho antes, la foto del actor que Koulechov usó para su experimento es siempre la misma en los tres casos. Lo único que hizo variar fueron las tres escenas del entorno. 131 Con motivo del experimento de Koulechov, el Dr. Corman se refiere a las dos maneras de apreciar la realidad, según los individuos tengan una predominancia lógica o una predominancia intuitiva. "Los sujetos con espíritu lógico -dice el Dr. Corman- descomponen la realidad en elementos distintos para analizarla. Ellos aislarían el rostro del actor de cada una de las escenas", respondiendo al criterio cartesiano expresado en su Discurso del Método que, resumido, podríamos traducirlo más o menos de esta manera: "Si se divide cada una de las dificultades de un problema en tantas parcelas como sean posibles, será más fácil llegar a comprenderlo y resolverlo". Este postulado recuerda también el axioma militar de "divide y vencerás", al que parece que está recurriendo el astuto Hussein en la crisis del Golfo. Por el contrario -añade el Dr. Corman-, "los espíritus intuitivos ven la realidad tal cual ella es en su globalidad. Mientras que los espíritus lógicos dan toda su medida en las ciencias matemáticas y físicas, cuando se trata de estudiar la naturaleza viva, los seres vivientes, la experiencia nos muestra que si se procede a una descomposición para el análisis, como recomienda Descartes, resulta nula la capacidad para una síntesis con los diversos fragmentos". Y es que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, los seres humanos no se pueden estudiar con un criterio anatómico o matemático, como si se tratara de simples "fósiles". El ser viviente se mueve en razón de sus necesidades internas y de su entorno, evoluciona y cambia constantemente de acuerdo, no sólo con las situaciones externas, que son cambiantes, sino también con las necesidades internas, que no siempre son las mismas, lo cual escapa a los principios rígidos de las mentes cartesianas y a los criterios fijos de los anatomistas y matemáticos. Cierto que nosotros los grafoanalistas utilizamos un programa informático para extraer el esqueleto de la personalidad, lo que hay de más constante, o relativamente poco variable, en la naturaleza de los individuos analizados, pero al esqueleto resultante de nuestras mediciones de la onda gráfica hay que revestirlo de carne y darle vida, 132 es decir, hay que darle "forma y movimiento, hay que saber cómo piensa, cómo siente y cómo actúa", y esto no es una labor matemática o anatómica, sino una interpretación derivada del conjunto de datos que aporta el análisis y que sólo puede ser captada como síntesis global, enlazando unos resultados con otros y viendo la forma como se interrelacionan en su conjunto. En grafoanálisis, el "todo" es siempre más importante que las "partes", puesto que una deformación en las jambas, una manera de cerrar los óvalos, de barrar las tes o de poner los puntos de las íes, no son signos independientes o aislados del conjunto, sino "formas de movimiento" enlazadas con el conjunto de los demás signos, del mismo modo que un hígado estropeado o una cardiopatía no afectan sólo al aparato digestivo y a la circulación, sino también a todo el conjunto orgánico. Sin medida, sin clasificación y ordenamiento, no hay ciencia. Por eso el Grafoanálisis defiende los criterios de medida, estadística, clasificación y ordenamiento de los signos de acuerdo con los vectores y factores correspondientes en nuestro programa de informática. Pero, como antes hemos dicho, el ser vivo, especialmente el hombre, escapa individualmente a todo criterio matemático porque no es estático, no es un "fósil". Por tanto, el Grafoanálisis requiere el talento práctico, la experiencia, la capacidad de visión global del psicólogo para realizar el psicodiagnóstico, sin caer en la descripción de un "homúnculo" o ser artificial. Este ha sido siempre nuestro criterio frente a esos amateurs de la Grafología que operan por signos aislados, como si la Grafología fuese igual que un recetario de cocina. 133 134 EL ENFRENTAMIENTO A LA PÁGINA EN BLANCO A pesar de la simplificación que voy a manifestar y de que existen también determinadas excepciones, todo acto gráfico tiene por objeto una comunicación. Por lo tanto, un escrito es la comunicación a otro o a otros de nuestros pensamientos o ideas, de nuestras intenciones, de nuestras solicitudes o de nuestras quejas. En cada registro de movimiento realizado sobre papel, cuando escribimos, y en cada pausa o espacio en blanco que se produce, está representando gráficamente nuestro modo de sentir y de vivir la relación social. El acto de escribir lo realizamos sobre el papel siguiendo, de izquierda a derecha, una línea de base sobre la cual avanzamos dejando la huella de nuestros movimientos, de nuestros gestos, a través del tiempo y del espacio. Siguiendo esta dirección de la línea base, vamos dejando atrás el "pasado" y avanzamos hacia adelante tomando la dirección "hacia lo alto" o "hacia lo bajo" de acuerdo con la exigencia de ciertas letras. Evaluando la intensidad y la longitud de la onda gráfica en estas cuatro direcciones, veremos con frecuencia que la acción puede estar estimulada por necesidades y tendencias corporales, instintivas o inconscientes, o por necesidades de valimiento, superioridad, éxito, etc. Ahora bien, si cada línea es el camino seguido hacia un objetivo, ¿Cómo sabemos la forma que tiene cada sujeto de dar satisfacción a sus tendencias o necesidades y qué móvil estimula la acción?, o lo que es lo mismo: ¿qué tipo de conducta desarrolla el sujeto para alcanzar su objetivo, dar expansión a sus necesidades? Cuando Albert Einstein tenía cinco años, le mostró su padre una brújula de bolsillo, la misteriosa propiedad de este sencillo instrumento llamó considerablemente la atención del futuro científico; le impresionó sobre todo que, girando la caja del aparato en cualquier sentido, la aguja 135 siempre señalaba en una misma dirección. Sus conclusiones fueron que existe algo en el "ESPACIO VACIO" que atrae y hace moverse la aguja del aparato. Esta experiencia infantil influyó más tarde en sus reflexiones sobre la teoría del espacio vacío. Cuando nosotros nos encontramos ante el espacio vacío, ante el papel que va a registrar nuestras oscilaciones interiores, nuestros gestos, nuestros movimientos dentro de ese espacio, ¿hacia dónde apunta preferentemente la aguja de nuestro aparato psíquico? No podemos llamar a Einstein para que lo averigüe, ni utilizar el "girolaser", que es la versión actualizada de la brújula, pero sí podemos utilizar algo de la teoría sobre el sentido del espacio para penetrar en el conocimiento de muchos de nuestros fenómenos psíquicos. Primero, debemos examinar con atención la zona o zonas que el sujeto invade con más énfasis y luego la actitud gestual o comportamiento de la onda gráfica en el recorrido de las letras, de las palabras y de las líneas. De una manera muy simplificada, la actitud del gesto gráfico puede ser: a) De aproximación al objeto (que descubriremos en la escritura Inclinada, Ligada, Progresiva.) Ver figuras 11 y 13. b) De retroceso (equivalente a reflejos condicionados negativos y que podemos descubrir en la escritura Invertida, Desligada, Regresiva y sus derivados). Ver figura 10. c) De expansión (reconocible en la escritura Grande, Inclinada, Abierta, Extensa, Progresiva, Rápida, Lanzada, etc.). Ver fig. 16, 19 y 22. d) De contracción (que podemos detectar en la escritura Pequeña, Estrechada, Inhibida, Suspendida, Contenida, Trémula, etc.). Ver ejemplo en la fig. 23 y 17. Estas cuatro actitudes o formas de comportamiento se traducen y se observan fácilmente en la escritura y pueden servirnos de base para el estudio de la conducta, al menos en el sentido behaviorista. 136 Decía Victor Frank, grafólogo norteamericano, de origen suizo, que "la manera como un escritor comienza una carta o una línea es comparable a su forma de entrar en una habitación". Esta habitación puede estar abarrotada de gente o puede estar ocupada por una sola persona tras de una mesa de despacho. La habitación, en uno u otro caso, puede representar para el sujeto una oportunidad, que puede haber estado aguardando con esperanza o angustia. Sea cual fuere lo que represente para el escritor, esa habitación la ha de recorrer, con mayor o menor seguridad, aplomo, decisión o valentía, de un extremo a otro, y esta operación es la misma que efectúa simbólicamente en cada línea de su escritura. Por tanto, la forma como aborda o inicia el sujeto cada línea nos está indicando constantemente el estado de su espíritu, su situación emocional, si está o no seguro de sí mismo, si es tímido u osado, o si está preocupado por la idea que los demás pudieran tener de él, si teme que no van a prestarle suficiente atención o que no le van a reconocer su valía o los méritos adecuados, entre posibles ejemplos. Es muy distinta la forma de iniciar la línea, guardando distancias y haciendo prevalecer la importancia personal, que tiene la autora del grafismo número 21, dama de gran sociedad, de la forma en que lo hace el autor del grafismo número 17, aquí, la “s” Ligera, Contenida y Congestionada, así como la inflación de la mayúscula y el reinflado de la presión, coinciden en la zona pasiva, inactiva, que, unida a la pequeñez, apretamiento de las letras y algunos signos regresivos, refleja una secreta codicia, un deseo inconfesado de posesión, estrangulado por la pusilanimidad, por la timidez, pero persistente en su interior, como lo demuestra la regularidad caligráfica. Estos dos casos difieren también de la espontaneidad, soltura y gracejo con que inicia la entrada en la línea el autor del grafismo número 19, a pesar del complejo de inferioridad, más o menos compensado, que refleja la disminución de la onda gráfica en la firma. 137 Y si bien la mayúscula inicial de una carta o de una línea, refleja de alguna manera "el modo de entrar a una habitación", o lo que es lo mismo, el modo de presentar la cara a los objetivos deseados; el fin de la línea nos puede decir también mucho acerca del modo cómo salimos de la habitación o acabamos la etapa iniciada. No olvidemos tampoco que las líneas, en Grafología, reflejan las fluctuaciones del ánimo, del humor y de la voluntad, siendo termómetro directa o indirectamente relacionado con nuestros éxitos, fracasos o frustraciones en la consecución de lo que queremos ser, de lo que queremos tener, o de los objetivos deseados. Está universalmente aceptado que la escritura manuscrita es, a la vez, simbólica y gestual. Es simbólica porque sus signos gráficos tienen un origen pictográfico o pictórico en el que se reproducían imágenes de cosas existentes en la naturaleza y que con el tiempo se fueron simplificando adquiriendo valor metafórico y combinándose para reproducir los sonidos de las palabras hasta llegar al lenguaje escrito que hoy empleamos y es gestual, porque todo movimiento de la mano, intencional o inconsciente, es un gesto expresivo del cuerpo y a la vez de la psique, es decir, es un medio de comunicación de los fenómenos de la vida afectiva, volitiva y pensante de cada persona. Aún más: si tenemos en cuenta que cada palabra, sea hablada o escrita, es la representación mental de una idea, sea abstracta o concreta, o lo que es lo mismo: es la representación simbólica de un objeto, y que cada idea u objeto no tiene la misma significación y resonancia afectiva para cada persona, el modo cómo colocamos en el "espacio gráfico", en el papel, los objetos-símbolo pensados, es decir, los signos gráficos; es toda una revelación de nuestra manera de pensar, sentir y querer. Por lo tanto, para justificar la interpretación de los signos gráficos como gestos representativos, tenemos dos conceptos psicológicos y a la vez filosóficos: LA PALABRA HABLADA O ESCRITA, como imagen, como representación simbólica de una idea o de un objeto, y EL ESPACIO 138 GRAFICO (el papel donde escribimos) lo podemos considerar como una especie de "realidad vacía" dispuesta para ser ocupada. Este espacio puede equipararse con el "territorio" donde el sujeto se instala y vive, donde reproduce de manera simbólica sus ideas y sus costumbres, sus deseos, sus afectos, sus voliciones y la manera como satisface sus necesidades. Es su ámbito vital. Para el grafoanalista experimentado, resulta una revelación de nuestra manera de pensar, sentir y querer, ver el modo cómo ha colocado el sujeto en su "ámbito vital", en su territorio, es decir, en el espacio gráfico, esos objetos, esos símbolos, representativos de su conducta: ¿separa bien unos objetos de otros para que no se confundan?, ¿deja suficiente espacio entre unos y otros para que no se amontonen?, ¿aprovecha mucho el espacio disponible, o deja excesivos "vacíos" entre unos objetos y otros?, ¿coloca desordenadamente los objetos como si los lanzara sobre el papel y los amontonara unos sobre otros?, ¿o se complace en buscar una distribución estética dando un aspecto agradable a su modo de colocar los objetos? Una página donde la distribución "lógica" de letras, palabras, líneas y márgenes se realiza satisfaciendo la exigencia racional entre la forma y el orden en detrimento del "ritmo", como reflejo del núcleo central de la personalidad, de la verdadera manera de ser y de actuar, es siempre sintomático de que la inteligencia, buscando una armonía "obligada", somete la personalidad a una actitud fría, que suena a falsa, ya que en la lógica o en el raciocinio puro no se halla apenas el sentimiento liberado de ataduras y convencionalismos, de reglas y principios. El sentimiento es más libre y auténtico en las playas o en las montañas, que en las calles llenas de semáforos. Por eso soñamos con las vacaciones y los fines de semana liberadores. Por otro lado, un grafismo ordenado metódicamente, según las reglas más estrictas de la simetría y de las formas, debería ser más bello que otro más natural y espontáneo y la realidad no es así, comparemos las figuras 5 y 29, pueden ser un ejemplo; la primera se mantiene dentro de unas reglas más o menos rígidas de regularidad, la segunda, más 139 espontánea, más libre, deja ver el auténtico carácter afable y amistoso de su autor, el escritor Víctor Andresco. La impresión de belleza destaca más, por supuesto, en el grafismo de Andresco que en el anterior, donde, en todo caso, la belleza es fría, calculada, no espontánea. Cuando se deteriora gravemente el sentido de orientación en el espacio gráfico, como ocurre en el grafismo de la figura 1, las palabras y las líneas giran en todas direcciones como queriendo encontrar una salida, como si el sujeto fuera a tientas y angustiosamente en el espacio. El escritor ha perdido el sentido de la realidad, o la realidad se mezcla con sus contenidos inconscientes y no encuentra "su rumbo". Entendemos por "realidad" una serie de adaptaciones llevadas a cabo por el aparato psíquico mediante el desarrollo de las funciones conscientes, es decir, mediante la atención, la memoria, el juicio y el razonamiento. Estas funciones están encaminadas a lograr una acción concordante con el entorno del sujeto, beneficiosa para su Yo y para su integración en formas de conducta de validez colectiva. Cuando estas funciones psíquicas (atención, memoria, juicio y razonamiento) se deterioran, el sujeto se desorienta en el tiempo y en el espacio. El grafismo registra, de inmediato, esa anomalía, con los consiguientes desarreglos de orden, dimensión y dirección. Esta primera observación del ORDEN en la página, no sólo nos informa sobre la calidad de las ideas de la persona que escribe, sino también sobre sus facultades de organización y adaptación. La importancia de este aspecto gráfico me inclinó a pasarlo al primer lugar en el estudio del grafismo en mis obras y en mi método de Grafoanálisis. El reducido espacio de que se dispone en una conferencia de este tipo no me permite extenderme mucho sobre este aspecto, pero trataré algunos casos a título de ejemplo. 140 De un modo general, el orden de colocación de las palabrassímbolo, es decir, de las letras, las palabras, las líneas, los márgenes, los alineamientos de los puntos y aparte y los signos de puntuación, nos reflejan, como hemos dicho, las facultades de organización y adaptación, tanto en el trabajo como en la vida social. No debemos olvidar que la mayor parte de veces, la escritura es un mensaje, es una comunicación al exterior, a los demás y, por tanto, es una acción social. En ese sentido, vemos, por ejemplo, que en las figuras 2, 4 y 5 estas personas nos muestran un tipo de pensamiento y de conducta convencional, repetitiva, en donde siempre están presentes las reglas y normativas, los principios educacionales y sociales impuestos por el medio ambiente. Sobre todo, los sujetos de las fig. 2 y 4 no pueden despegarse de sus prejuicios, de sus posiciones previas, de sus rutinas, de sus reglas de conducta, pues ello supondría una ruptura con la seguridad, es decir, una situación de angustia. La adaptación, en este caso, es un automatismo, es pasiva. En la fig. 5, pese a la regularidad, la adaptación no es tan pasiva. Aquí juegan más los intereses y las conveniencias personales, junto a una cierta rigidez en los principios, que muchas veces compromete la adaptación expresada por el movimiento en guirnalda. En las fig. 6 y 7, el pensamiento ya no es rutinario, como hemos visto en los tres casos anteriores (el rutinario no tiene otra seguridad que la de sus hábitos y costumbres cotidianas). Por esa razón, cuando el pensamiento es original y creativo, se aparta de las formas convencionales, de la repetición y del hábito. La capacidad para sentir y expresar de un modo personal, no imitativo, ni repetitivo, a la vez que se busca un orden estético, supone la existencia en el sujeto de una sensibilidad inédita, de una imaginación que combina y crea, de una intuición que descubre más allá de lo que se ve y va más allá de lo que se siente o se experimenta; éste es el caso de los personajes de las figuras 6 y 7, el primero, un novelista y el segundo, un intelectual ensayista muy conocido, José Mª Castellet, a la edad de 22 años, cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Barcelona. 141 Pero también hay en las figuras 7, 8, 11, 12 y 13 otra particularidad muy interesante: la separación tan armoniosa entre palabras y entre líneas. En todos estos casos, veremos que la separación entre palabras, por ejemplo, en mayor o menor cuantía, excede al módulo. Esta separación, bajo el punto de vista psicológico, es como una distancia que se establece entre el Yo y el no-Yo, entre el sujeto y el objeto. Es como una evasión de la realidad cotidiana, como "la pulsión a la soledad", descrita por Zimmermann, que Freud la llamaría "pulsión de muerte", aunque no totalmente en toda su acepción. La pulsión a la soledad es como una inclinación al reposo, a la tranquilidad. El sujeto busca, mediante el alejamiento de todo aquello que constituye para él una molestia, una carga o una excitación negativa, evadirse, en la soledad, de todo lo que perturba su necesidad de satisfacción íntima, de todo lo que le obliga a retener o desviar sus pensamientos más gratos. Refiriéndose a esta necesidad de reposo o de soledad, Pascal decía que era "como un residuo del carácter sublime original del ser humano, a través del cual se encontraba la auténtica felicidad". La pareja amorosa también busca esta soledad para soñar. Es en esta “soledad” donde se amplían, animan, agudizan y elevan al máximo las fuerzas anímicas. Todo espíritu que aspira a elevarse y busca apasionadamente la ciencia, el arte o la religión, ha procurado, en todos los tiempos, la soledad y la ha loado”. Sólo un reposo que sea capaz de aislar los estímulos y los pensamientos propios de la cotidianeidad vulgar, es capaz de elevarse hacia el mundo creativo o espiritual, hacia la auténtica felicidad. Por esta razón, los sujetos creadores buscan la soledad (fig. 7, 8, 11, 12 y 13). Ahora bien, la soledad conduce también a la psicosis, pues, si bien es cierto que sin soledad no se puede crear nada importante, cuando ésta llega al "autismo", a la pérdida del sentido de la realidad, el sujeto ha caído en lo patológico. 142 Decíamos al principio, que el espacio gráfico podríamos definirlo como "una realidad vacía", como un territorio dispuesto a ser ocupado. Este "territorio" (consideramos así la hoja de papel de la cual se va a servir el escritor) tiene unos límites y también está integrado en unas direcciones y en unos elementos posturales del cuerpo, cuando éste utiliza el espacio. En este espacio son posibles las cuatro direcciones: "hacia arriba", "hacia abajo", "hacia la derecha", "hacia la izquierda" y la "profundidad", que puede observarse en el cauce que deja el instrumento utilizado para marcar los trazos. Por la propia naturaleza de la fuerza y dirección de los movimientos, hay dos direcciones que se distancian, que se alejan de la persona que escribe: "hacia la derecha" (fig. 22) y "hacia arriba" (fig. 19); y dos direcciones que se aproximan al Yo: la dirección "hacia abajo" (fig. 18) Y la dirección "hacia la izquierda" (fig. 14 y 10). Estas direcciones son indicativas, todas, de la orientación de las motivaciones y de la dirección de los intereses. Por esta razón, cuando hablamos de "territorio ocupado” refiriéndonos al espacio gráfico utilizado, no sólo tiene importancia verificar el espaciamiento entre palabras y entre líneas, para orientarnos sobre el grado de alejamiento, soledad, reposo, etc. que se puede descubrir en el grafismo, sino que interesa observar también las zonas de la escritura más desarrolladas y, sobre todo, ver qué porción o porciones de territorio ocupa la masa gráfica. El sujeto puede invadir todo el territorio o espacio disponible en un afán de exclusividad posesiva y de "dominio" (fig. 15, 18, 21 y 24); puede utilizar tímidamente una pequeña porción del territorio; por ejemplo, la superficie izquierda y alta, arrinconándose sobre el margen izquierdo y el superior (zona de la pasividad y de la retirada, del deseo y del temor); o, por el contrario, puede dejar un buen margen a la izquierda y lanzarse sobre el margen derecho con grandes zancadas del bolígrafo y avanzar con impulso fuerte y combativo 143 sobre la zona de los conflictos, de las contiendas, de los obstáculos que hay que vencer (fig. 16); o bien poner el muro convencional, o la desconfiada cerca, del que quiere aislarse en la pasividad rutinaria y metódica, en la repetición de los mismos hábitos diarios, de las mismas costumbres, pues, para alcanzar la seguridad, solamente le sirven las imágenes de archivo, la experiencia cotidiana, lo que ha adquirido fuerza de precepto y solamente la repetición de hábitos y costumbres puede dar al rutinario una garantía contra la inseguridad. En las figuras 17, 2 y 26, podemos captar esa necesidad de repetición, de uniformidad de vida. Estos sujetos escogen como bueno el modelo de perfección que impone la sociedad y los principios tradicionales. No practican una moral de evolución, sino una moral pasiva, estática, involucionada. En el grafismo de la figura 8, se observa un tipo de adaptación más bien restringido, es decir, bueno, pero limitado a ambientes íntimos o habituales. En la escritura Pequeña, Clara, Regular y Simplificada vemos los signos de introversión y la conservación de unos principios morales más o menos severos, propios de un Super-Yo que actúa vigilando la conducta e inhibiendo muchos impulsos que podrían estar en discordancia con su rol social o profesional (se trata de una religiosa muy culta, doctora en Psicopedagogía y directora de un Colegio-Instituto de segunda enseñanza). En la fig. 9, el sujeto concibe los objetos y elabora las ideas con una rigidez lineal tal, que coloca sus signos en el espacio gráfico como si se tratara de soldados en un desfile militar. La incapacidad del sujeto para renunciar a sus actitudes, a sus hábitos de percepción y de pensamiento, puede ser aquí sinónimo de un complejo de inseguridad (el sujeto sacrifica la adaptabilidad para sentirse seguro en la inflexibilidad de sus ideas, en las que encuentra una cierta estabilidad). Por otro lado, la rigidez, en la mayoría de los casos, está originada por un Yo débil frente a unas necesidades orgánicas y psíquicas molestas. En la figura 10, el sujeto vive las ideas y ve los objetos en su pensamiento a través de su sensualismo egocéntrico, narcisista y egoísta. La presión desplazada, unida a signos gráficos tan negativos 144 como escritura Regresiva, "Jointoyée" (rellenada), Invertida, Buclada, Cerrada, Grande, Apretada, etc., parecen coincidir en una conducta cotidiana (predominio de la zona media) cercana a la perversión moral. Obsérvese que no hay un solo movimiento que se dirija hacia el exterior, hacia los demás, en una actitud ofertante. Todos los movimientos convergen en el Yo y, por tanto, todos los intereses del sujeto están centrados en sí mismo, en sus necesidades y deseos. A la hora de valorar el equilibrio y ponderación en los juicios, el sentido de la medida, la apreciación de una escala de valores, el sentido equitativo, la conciencia de la responsabilidad moral, el control de la imaginación, la armonía entre el Yo y el mundo, conviene que observemos la relación existente entre las partes esenciales y secundarias de las letras. En la figura 7, se observa un claro predominio de las partes esenciales que estructuran las letras y una distribución muy armónica de letras, palabras y líneas. El autor del grafismo nos muestra con ello que tiene una idea clara, sencilla, prudente y juiciosa de sí mismo y del mundo que le rodea. Busca, ante todo, un equilibrio estético y una relación agradable. Valora y juzga las cosas atendiendo sus aspectos esenciales y sus cualidades dentro de una selectividad en que entra en juego tanto el sentido de la armonía, como el orden y la agradabilidad. El autor de la figura 18 ve los objetos supervalorando lo que representan para él o exagerando ciertos aspectos secundarios que encajan con su vanidad exhibicionista. Deforma la realidad para adaptarla a sus deseos, hincha desproporcionalmente los detalles insignificantes y la idea de sí mismo, en detrimento de lo que es verdaderamente importante y esencial. Resulta fácil interpretar en la gran ampulosidad de esos movimientos sobre la zona inferior, la presunción impertinente y ostentosa, la actitud de pedantería jactanciosa, el fantasioso engreimiento, la fatua egolatría (endiosamiento) del sujeto. Estas exageraciones en la desproporción de la escritura nos recuerdan el viejo axioma: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces". A través de esta supercompensación (toda 145 exageración es un intento de supercompensación), el sujeto nos muestra su lado oculto, es decir, su intento de olvidar su fracaso amoroso, social o profesional. Busca en la fantasía, en la irrealidad, protagonizando escenas fabulosas y singularizándose ante los demás, hallar los estímulos compensadores. Busca por vía ficticia la superioridad. El modo como avanza la onda gráfica cuando se adentra en el espacio gráfico puede ser todo un poema, una guía reveladora del modo como el sujeto se enfrenta con su mundo circundante. El impulso motor mueve la onda gráfica de una manera serena o agitada, de modo rápido o lento, retardando o acelerando el impulso inicial, es decir, llevando un ritmo pausado, tranquilo o impulsivo. Por ejemplo: en la figura 19 el sujeto avanza confiado, alegremente, con espontaneidad, con recursos imaginativos, en actitud ofertante y con cierta complacencia expansiva. Una de mis alumnas, mujer de una intuición extraordinaria, llegó a ver en este grafismo las notas musicales de una canción, sin saber que se trataba de la escritura del famoso maestro Jacinto Guerrero, autor de zarzuelas tan conocidas como "El huésped del sevillano", "Los gavilanes", "La rosa del azafrán", "Las lagarteranas" y otras no menos populares. El sujeto puede avanzar en el espacio gráfico avasalladoramente, en forma combativa, destruyendo obstáculos, invadiéndolo todo sin miramientos, reduciendo a la nada las resistencias, como podemos ver en la fig. 16 (Napoleón). Puede avanzar en línea recta, inspirado por principios rígidos, de una manera inflexible y cerrada a toda persuasión, chocando sin remisión contra todo aquello que se opone a sus ideas, a sus deseos, a sus principios políticos, morales o religiosos, como ocurre en la ya comentada fig. 9, en donde una pasión ciega y resentida oculta la debilidad del Yo. 146 Puede avanzar sobre el espacio gráfico con el temblor, la fatiga, el cansancio físico y el gesto torturado o de sufrimiento del hombre senil, pero sin renunciar a la vida, como nos lo muestra el grafismo de la fig. 20. Por el contrario, el autor del grafismo puede avanzar haciendo alarde de vitalidad, invadiendo el ambiente que lo rodea de una forma deslumbrante y lujuriosa, dejando poco sitio a los deseos y sentimientos de los demás, es decir, tratando de ocupar todo el espacio, toda la atención, todas las miradas y poner el mundo (los demás) a su servicio, como ocurre en la fig. 21, que corresponde a una opulenta dama de la alta sociedad acostumbrada al culto de sus admiradores y admiradoras. El sujeto puede avanzar con el dinamismo campechano, optimista y audaz, con el aplomo y contento de sí mismo de la fig. 22, o con la ansiedad esquizoide, tímida, reconcentrada y pusilánime de la fig. 23. Se puede recrear en las formas caligráficas con la lentitud insignificante del autor de la fig. 2, o avanzar sobre la página con el movimiento en torbellino, acusando la agitada emotividad, la riqueza esplendorosa de una imaginación ardiente, atormentada, creadora y genial, compulsiva unas veces, acariciante otras, mostrando la violencia o la dulzura del hombre insatisfecho, del hombre que se consume en su propia obra, como nos lo refleja el grafismo de Beethoven, fig. 24. El modo de avanzar sobre el papel es siempre sintomático. Y voy a dar dos ejemplos más del comportamiento de la onda gráfica en su recorrido por el espacio gráfico: Vemos cuan diferente es la agitación nerviosa, el recorrido impresionable, desigual, influenciable, lleno de contrastes y de "roturas" que representa el grafismo de Milagros Leal (la gran actriz teatral), de la monotonía, la lentitud, la redondez sin ritmo del espíritu de tortuga del grafismo que aparece como figura 26. 147 La CONTINUIDAD, que en sentido general es la unión de las partes con el todo, es importante para conocer en qué medida desbarata o no el inconsciente o la emotividad el decurso o la actividad consciente. Cuando la onda gráfica está alterada en su continuidad, algo no funciona bien en la psique del sujeto, es decir, algo perturba su actividad consciente. Dentro del marco de la CONTINUIDAD y del ORDEN (aspectos indicadores del nivel de adaptación), juega un papel importante la atención. Las teorías modernas no sólo reconocen en la atención una focalización del interés hacia un objeto interno o externo, sino que consideran también esta función como "una reacción de espera", en virtud de la tensión muscular que se produce en los procesos atencionales. Dueña del tiempo y del espacio (tiempo es equivalente aquí a "movimiento escritural"), la atención exige una absorción, una concentración, un encadenamiento o fijación en su proceso activo. Esta absorción, esta concentración la conocemos comúnmente por la frase: "no perder el hilo de las ideas". Por eso, cuando la atención se siente perturbada, cuando algún estímulo, suceso o fenómeno emocional aparece rebasando el poder de absorción, la actitud intencional consciente, el sujeto que escribe, acorralado por la acción del impulso perturbador, llega a producir los "actos fallidos", pues, su focalización sufre los efectos del "cortacircuito", se desajusta. Surgen entonces ciertos márgenes de indeterminación, de duda, de vacilación (retoque) o la onda gráfica camina con tanteos, como si andara a tientas (cambios de ritmo, de dimensión, de dirección, de inclinación, etc.), o bien se produce un bloqueo, una paralización de la acción (cortes, "lapsus de cohesión", inhibiciones en la continuidad). Algunos de estos "actos fallidos" pueden ser considerados como intentos fracasados de expansión de necesidades reprimidas, o intentos del inconsciente por descargar tensiones emocionales 148 fuertemente incómodas, cargadas de ansiedad, otras veces, las anomalías en la CONTINUIDAD pueden ser simples indicios de dificultades funcionales, es decir, puede tratarse de anomalías psicosomáticas. Así, por ejemplo, en la figura 27, la continuidad de la onda gráfica, la vemos interrumpida por roturas de cohesión (fragmentación de las letras). Se trata, en este caso, de un asmático, es decir, de una persona que tiene dificultades respiratorias y que presenta los síndromes de ansiedad propios de esta enfermedad. n cambio, en la figura 28, los bloqueos o inhibiciones de la onda gráfica se presentan en medio de las palabras, dejando espacios anormales entre las letras que componen algunas palabras. Estos cortes o interrupciones han recibido el nombre de "lapsus de cohesión" y son traductores do conflictos. Se trata, generalmente, de experiencias frustrantes, de temores o ansiedades que inciden sobre la actividad consciente bloqueando la comunicación, el mensaje escrito. Podríamos extendernos mucho más sobre el interesante campo del simbolismo del espacio y el texto en Grafología, pero tengo que dejar también que otras iniciativas de mis compañeros de la Agrupación de Grafoanalistas Consultivos completen y mejoren este modesto trabajo. 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 LOS CUATRO VECTORES EN EL METODO VELS DE GRAFOANALISIS La famosa escuela reflexológica iniciada por Paulov, Smolenski, Bykov, etc., el famoso psicólogo norteamericano James Mckeen Cattell, catedrático de Psicología de la Universidad de Pensylvania, Eysenck, Muchielli, y muchos otros psicólogos modernos se sirven de esta tipología hipocrática, más o menos revisada, de acuerdo con las más recientes investigaciones. El Doctor Maurice Periot, Profesor de Fisiología y Endocrinología de la Facultad de Medicina de Marsella, que me honró con su amistad y consejo, quiso saber cuánto había de cierto en la clasificación vectorial hipocrática. Después de una investigación seria que duró varios años, publicó los resultados en una obra cuyo título era afirmativo: "Hipócrates tenía razón". La obra de referencia fue traducida al castellano por Benjamín Jarnés, colaborador y amigo de Ortega y Gasset, y publicada por la Editorial Esculapio de México. Fue, precisamente, el Doctor Maurice Periot quien me aconsejó que utilizara la tipología hipocrática, y no otra, en mi método de Grafoanálisis, poniéndome en contacto con el grafólogo francés Paul Brosson, que había trabajado con él y del cual tomé algunas informaciones. De acuerdo con la revisión efectuada por el Dr. Periot, sostengo con él que, por mucho que evolucione la investigación fisiológica y psicológica, los seres vivientes seguirán teniendo siempre cuatro funciones primarias: a) LA NUTRIVIDAD (las células necesitan alimentarse). b) LA REPRODUCTIVIDAD (las células necesitan reproducirse). c) LA EXCITABILIDAD (las células necesitan conocer el medio que las rodea). 159 d) LA MOTILIDAD (las células necesitan moverse para alimentarse y defenderse, para actuar sobre su medio externo). Los dos primeros vectores o funciones corresponden en lenguaje psicoanalítico, al EROS o principio del placer. Las otras dos funciones (excitabilidad y motilidad) corresponden al principio de la REALIDAD y se manifiestan como instinto de muerte o TANATOS. -- Comprender que la NUTRIBILIDAD y la REPRODUCTIVIDAD pueden incluirse dentro del "principio del placer" no presenta dificultades. Placer es comer, besar, hacer el amor, etc. En cambio, identificar con el "principio de la realidad" o principio destructor o de muerte (TANATOS) a las funciones o vectores EXCITABILIDAD y MOTILIDAD, presenta mayores dificultades de comprensión, sobre todo para los no iniciados en la jerga o lenguaje psicoanalítico. Trataré de explicar esto de modo sencillo. Los instintos destructores, propios del TANATOS, instintos agresivos o de muerte. son una consecuencia del atávico instinto de matar para vivir. Aún hoy, el hombre se siente obligado -cuando no lo hace por placer de cazar- a matar a otros animales para alimentarse. Siempre ha sido así, aunque debido a la organización social, el hecho de matar a otros animales esté reservado a ciertos profesionales, bajo control oficial. Este instinto atávico subsiste en cada uno de nosotros, más o menos desarrollado. Pero la subsistencia del hombre no sólo está ligada a la necesidad de alimentarse; está también presente su necesidad de "territorialidad" para desarrollarse. Necesita un hábitat, un lugar destinado a vivir con el grupo familiar que él crea. Y este háhitat lo defiende también en forma agresiva, dando muerte, si es preciso, al intruso que intenta arrebatarle algo de su "espacio vital”. Estos instintos primitivos atávicos subsisten en el hombre y son transmitidos genéticamente, aunque los cambios del ambiente circundante los hayan arrinconado, transformado o suavizado por la acción del constante aprendizaje del individuo dentro del ambiente social y cultural en que se encuentra. 160 En principio, los instintos agresivos propios del TANATOS pueden ser exteriorizados en forma primaria (cuando la agresión es motriz o verbal: asesinar, herir físicamente, golpear, abofetear, etc.,- o humillar, atormentar, hacer crítica perversa, molestar con frases hirientes, murmurar, etc., es decir, recurriendo a un sadismo físico o moral); pero lo normal es que estos instintos agresivos tengan una expansión secundaria o sublimada, en cuyo caso, el impulso a herir físicamente o a matar puede satisfacerse en profesiones que requieren mucha iniciativa, combatividad, espíritu deportivo, audacia y voluntad emprendedora, o en profesiones tales como las de cirujano, escultor, dentista, etc. También hay que tener en cuenta que, en ciertos casos, la agresión puede estar autodirigida, como es el caso de los sujetos con tendencias masoquistas, que buscan ansiosamente el sufrimiento. En los casos de sublimación, que es cuando el instinto encuentra trabas para su expansión, la energía con- tenida puede descargarse a través de actividades "descorporeizadas" o intelectuales, como pueden ser, por ejemplo, la curiosidad investigadora, la sed de saber, la persecución de nuevas ideas o nuevos descubrimientos, el desarrollo de las facultades de crítica, la ironía, el cultivo del arte, de la literatura, de la ciencia, etc. Dentro del campo artístico y literario, nos han mostrado el TANATOS en sus distintas formas y matices agresivos autores tan relevantes como Edgar Alan Poe, Alfred Hitchock, Agata Christie,- Ibáñez Serrador, Gauguin, y una lista inacabable de grandes personajes de la Historia, de la Política, del Arte y de todas profesiones humanas. Basta con recordar las obras que han hecho populares a todos ellos. Como puede verse, sobre las derivaciones de estos vectores o instintos, tanto en su sentido normal, como psicoanalítico, podríamos hacer todo un tratado de Psicología, pero sólo nos referiremos muy brevemente a lo que afecta a estos cuatro instintos o vectores, que son los que utilizo para medir estadísticamente los signos gráficos. 161 En mi sistema, que bauticé con el nombre de GRAFOANÁLISIS, los signos gráficos están agrupados en cuatro "vectores", cada uno de los cuales representa lo que el mismo término “vector" significa: la dirección de las tendencias, instintos o necesidades en un determinado sentido. Al "vector" "L" (NUTRIVIDAD) y al "vector" "S" (REPRODUCTIVIDAD), que representan al EROS, al principio del placer, corresponden, respectivamente, las necesidades de nutrición y de reproducción, es decir, todos los placeres del cuerpo en su sentido más amplio (comer, beber, besar, acariciar, ser acariciado y todas las manifestaciones físicas del amor, de la ternura, de la amistad y de la relación con los demás objetos circundantes.).. En este sentido, el "vector" "L" ejerce la función pasiva y "S" la función activa de estos instintos, tendencias y necesidades. Creemos que el TANATOS ha quedado suficientemente explicado en el contexto anterior. Por tanto, nos vamos a referir a los dos "vectores" que lo integran: a "N", que representa la "EXCITABILIDAD o RECEF'TIVIDAD", y a "B", que determina la "MOTILIDAD o ACCION HACIA EL EXTERIOR'; y es lógico, pues todo ser viviente, no sólo necesita alimentarse y reproducirse, sino que necesita "conocer” su mundo circundante, para seleccionar el alimento que le interesa y para defenderse, sino también precisa para actuar sobre su medio ambiente para procurarse la comida, para defender su vida y espacio vital. En ambos casos, tiene al "vector" "N" que le proporciona la facultad de percibir (sensibilidad, receptividad) el mundo circundante; y al "vector" "B" que le faculta para concentrar la energía y ponerla al servicio de la acción sobre el medio externo (MOTRICIDAD). El "vector" "N" representará el aspecto pasivo del TANATOS (recepción de impresiones); el "vector" "B" será la función activa, en tanto que supone una acción sobre el medio. 162 En un sentido más amplio, "N" significará el índice de excitabilidad, de vivacidad, de inestabilidad, de irritabilidad o de miedo, ansiedad, temor, culpabilidad, etc. De todo este proceso "N" vendrán las intrigas, las maquinaciones, las murmuraciones, las insidias, la curiosidad maligna, el afán de sorprender con noticias sobrecogedoras, las estratagemas y sutilezas, las fluctuaciones, los sofisticados artilugios, las imitaciones por contraste y todo un abanico de incertidumbres, dudas, sorpresas y cosas insólitas. Por otro lado, sabemos todos que, cuando la agresividad no se descarga de modo directo y adecuado, como es el caso del "vector" "N", se acompaña casi siempre de cierto complejo de culpabilidad. Este miedo puede generar un autocastigo en forma de neurosis o de cualquier perturbación psicosomática, como pueden ser síntomas cardíacos, respiratorios, gástricos, hepáticos, etc. Muchos miedos del "N" adquieren significación corporal. Las emociones dominadas, aquellas cuya energía se canaliza de manera organizada hacia objetivos deseados por la voluntad, como es el caso del "vector" "B", cuando no producen inhibiciones en el trabajo o en la esfera sexual, es raro que generen en el organismo fases de alarma, problemas de angustia, de agotamiento o de stress. Por esta razón, los sujetos que presentan un buen índice de "B" desarrollan bien su fuerza agresiva, avanzan sobre los obstáculos sin grandes temores y pueden imponerse en sus ideas y dominar las situaciones sin repercusiones cardiovasculares u otros síntomas orgánicos. El grafoanálisis permite conocer en que medida se desarrolla en cada sujeto cada uno de estos cuatro "vectores", los cuales creo que, una vez aclarados bajo el punto de vista del psicoanálisis, no parecerán ya tan obsoletos. En mi "Diccionario de Grafología" (1), páginas 51 a 58, figura el "cuadro de signos gráficos", donde están clasificados por vectores. Espero haber contribuido, con esta modesta aclaración, a la comprensión de la importancia que, en el campo de la Psicología, tiene aún la antigua clasificación hipocrática de los temperamentos. 163 164 SIGNIFICADO ESTRUCTURAL DE LOS VECTORES Y FACTORES Hacer una síntesis del significado psicológico de cada uno de los vectores y factores no es cosa fácil. Espero que mi intento resulte útil para que el grafoanalista tenga una orientación previa sobre la que construir después el psicodiagnóstico o retrato psicológico. A continuación se describe, muy brevemente, cada uno de los 24 vectores y factores que pueden dar el "esqueleto de la personalidad" de las personas analizadas. SENTIDO POSITIVO DEL CONJUNTO GRÁFICO (ambiente gráfico). Este porcentaje concuerda, generalmente, con un grado de adaptación positivo, tanto al mundo exterior, como al mundo interior. Refleja el grado de equilibrio entre lo que el sujeto piensa, siente y quiere y las condiciones presentes en su mundo circundante. SENTIDO NEGATIVO DEL CONJUNTO GRÁFICO (ambiente gráfico). Tendencia a las reacciones inadecuadas que privan al individuo de capacidad para la solución equilibrada de sus problemas, sea por bloqueo o inhibición, sea por una agresividad que hace presumir determinados complejos psicoafectivos, es decir, la dificultad de adaptación. VECTORES SIGNIFICADO PSICOLÓGICO (Bilioso) Tendencia al control emocional y afectivo. Acumulación de cargas afectivas al servicio de la voluntad: capacidad de concentración, de organización y de regularidad. Selectividad. Eficacia en el trabajo. 165 (Nervioso) Tendencia a la inestabilidad afectiva y emocional. Movilidad en las ideas. Inquietud, expectación. Agilidad mental, improvisación. (Sanguíneo) Tendencia a la expansión afectiva y emocional (sociabilidad, jovialidad, optimismo). Necesidad de horizontes amplios. Acción rápida, emprendedora. Confianza en vencer obstáculos. (Linfático) Estabilidad emocional. Actitud pasiva, conservadora, perseverante. Seguimiento de normas y métodos. Búsqueda de la seguridad en cosas o situaciones estables, en acuerdos mutuos. Tendencia al automatismo. Actitud vital: Dominio de las ideas. Concibe mejor que realiza. Conducta controlada, seria, pensativa, inhibida. Atención concentrada, vigilante. Observación cuidadosa, escrupulosa. Reflexión. Extraversió Dominio de las situaciones externas. Conducta expansiva, espontánea, optimista, bulliciosa. Atención panorámica, dispersa. Observación superficial. Improvisación en los juicios. Corrige sus errores sobre la marcha. Funciones psíquicas: Análisis racional de los hechos. Rigor, claridad y precisión en los juicios. Resolución de problemas manejando ideas en vez de percepciones o manipu lación de objetos. Abstraer y concebir, mejor que realizar. inconscientes inmediatas. Captación, sin reflexión previa, de ideas, de hechos, de fenómenos o situaciones antes de conocer datos concretos. Inspiración, inventiva, hipótesis, especulación, creatividad. 166 basados en el agrado-desagrado que inspiran la acción de los estímulos. El sujeto se define en función de lo que siente. Tendencia a ver las cosas según sus matices expresivos y significativos (bellezafealdad, atracción-repulsión, simpatía-antipatía, etc.). El sujeto se limita a registrar las sensaciones físicas que percibe (forma, color, sonido, peso, textura, lugar que los objetos ocupan en el espacio, etc.) sin tratar de explicarse el "qué" ni el "por qué", es decir, procede por identificación y ofrece una imagen concreta y física de las cosas, de la realidad. Fórmula caracterológica Capacidad de vibración ante los estímulos. Cuando pasa cierto umbral, y se rompe el control de la función reguladora, la emotividad se convierte en sobresalto, conmoción o turbación capaz de perturbar el equilibrio psíquico y la actividad mental (pérdida del autocontrol). La emotividad debe estar compensada por la actividad. Actitud pasiva y fría. Contemplación serena, tranquila, objetiva e imparcial de los hechos. Poca viveza de respuesta a los estímulos. Inteligencia, laboriosidad, decisión e iniciativa (eficacia en la acción). Renovación de la energía para luchar contra los obstáculos o dificultades en pos de los objetivos deseados o de las metas a alcanzar. Pasividad, inercia, lentitud, apatía. El sujeto no ve en la acción la solución de sus problemas. Espera más de los demás que de sí mismo. Dependencia-sumisión. Reacciones vivas e inmediatas a los hechos o estímulos presentes. Decisión rápida y táctica. Se corrigen los errores sobre la marcha. Velocidad/Lentitud, profundidad y duración de las impresiones. Sistematización de la vida mental y desarrollo del poder de inhibición. Capacidad para prever, proyectar y planificar. 167 Los grados de tensión-dureza del Dr. Pophal Actitud floja, agitada, imprecisa, desordenada. Sugestibilidad (tendencias histeroides). Actitud flexible, adaptativa, espontánea y fácil. Actitud controlada, pero flexible, adaptada y dinámica. Actitud algo rígida, contenida, cautelosa y escrupulosa. Actitud rígida, tensa, ansiosa, obsesiva, inhibida, vacilante. Actitud crispada, atormentada, que hace al sujeto muy irritable e incapaz de controlarse y pierde con facilidad los estribos a causa de su perturbación y desorden interno. NOTA ACLARATORIA: Estos "vectores" y "factores" son sólo un "esqueleto" de la personalidad. Para sacar conclusiones se deben combinar unos con otros. 168 EL SENTIDO POSITIVO Y NEGATIVO EN EL MÉTODO VELS DE GRAFOANÁLISIS El sentido positivo y negativo y la polivalencia de los signos gráficos recoge el nivel de aprendizaje del sujeto en cuanto a la relación y adaptación de las pulsiones internas a las exigencias del mundo circundante. Dicho de otra manera, el nivel positivo nos indica en qué grado el sujeto ha aprendido a conciliar, armonizar o ajustar sus deseos, tendencias y necesidades de todo tipo frente a su mundo exterior o a las exigencias del ambiente en que se mueve. El sentido positivo se puede entender también como el grado de evolución, de madurez y de adaptación de la personalidad y el modo cómo influye y se deja influir el sujeto por el entorno. En cierto modo, el nivel positivo y su contrario tienen un cierto parentesco con el "formniveau" de Klages, con el "ritmo de base" de Roda Wieser, la "estructura vital" de Knobloch y el concepto de "armonía" e "inarmonía" de Crépieux-Jamin. Aparte del sentido positivo o negativo, hay que tener en cuenta, a la hora de interpretar los signos, el rol "reforzante", "atenuante", "modificador" o "multiplicador" que cada signo puede ejercer dentro del conjunto o ambiente gráfico en que se manifiesta. Decía el Dr. J.J. Wittenberg, en su ponencia al Congreso de Lindau (mayo de 1988), que ciertos grafólogos interpretan el grafismo por signos aislados, en forma reduccionista, en vez de hacerlo en forma "holística". Se olvidan que el todo es más importante que las partes. Sin duda, interpretar los signos aisladamente es más sencillo, cómodo y fácil que buscar la relación que puede haber de unos signos con otros y dar las interpretaciones de los mismos, de acuerdo con el ambiente gráfico o síntesis de conjunto. 169 El método Vels de Grafoanálisis ha intentado desde sus inicios en 1949 evitar el reduccionismo o sometimiento de los signos a un valor psicológico "fijo". El autor no considera la personalidad como un "fósil", ni tampoco escindida en partes aisladas o desconectadas entre sí. Esto sería como describir un "homúnculo" o ser artificial dividido en partes. Las columnas 3 y 4 del "Cuadro sinóptico de signos gráficos, vectores y factores" recogen, a través de los valores numéricos asignados, el nivel positivo y negativo del conjunto de signos. Bajo el punto de vista estadístico, deben interpretarse en sentido positivo todos los grafismos que superen el 64% (media estadística 64,4%). La media de puntos negativos aceptable es del 35,6%. Deben interpretarse en sentido negativo todos los grafismos cuyo nivel negativo (columna 4) supere el 52%. Los grafismos que quedan en la zona intermedia entre el mínimo positivo y el máximo negativo aceptable deben interpretarse en "sentido general", es decir, como tendencias que ocupan un lugar intermedio que podríamos definir como una adaptación relativa, ya que pueden girar en cualquiera de los dos sentidos. Esta es el área comprendida entre el 35,6 y el 52% de signos negativos; y entre el 52 y 64,4% de signos positivos (columna 3). La importancia de esta medición grafométrica se explica en Escritura y Personalidad, págs. 28, 29 y 30. No obstante, queremos dar aquí una explicación que demuestre la importancia que tiene en Grafoanálisis el porcentaje de signos positivos y negativos: Hemos de tener en cuenta que la vida consiste en una producción y gasto de energía constante. Para que las funciones físicas, psíquicas y mentales se muevan y desarrollen su actividad de modo sinérgico, las tensiones internas deben mantenerse dentro de ciertos límites, para 170 que sea posible "negociar" una adaptación de nuestras pulsiones (impulsos, afectos, deseos, necesidades, etc.) a las condiciones existentes en nuestro medio ambiente. Nuestro sistema de regulación de la energía, de la tensión (equivalente a la "homeoestasis" de Cannon, al "equilibrio" de Pavlov y al "principio de constancia" de Freud) actúa de manera que toda excitación emotiva, toda acumulación de energía, toda tensión, esté normalmente regulada y se mantenga dentro de un promedio o nivel óptimo. Muchos mecanismos de defensa tienen la misión de descargar parte de la energía sobrante o acumulada en el organismo mediante nuestras reacciones emotivas. Sin embargo, en los casos en que el nivel de tensión aumenta por encima del nivel óptimo de carga, o está por debajo de su nivel necesario, se rompe el ritmo natural, se rompe el equilibrio, dando lugar, en el primer caso, a los excesos, desproporciones y desbordamientos, etc. en la conducta. Del mismo modo, la insuficiente carga de tensión genera los fallos, deficiencias del carácter, como pueden ser las depresiones, los stress, la abulia, la pereza o desgana, o la falta de interés o ilusión de vivir. Cuando el descenso de energía llega a ciertos extremos, el sujeto está cercano a la muerte. La debilidad, por ejemplo, en estos casos, del aparato circulatorio, cuando éste funciona con poca tensión, da lugar a la palidez, a ese semblante color de muerte tan peculiar de los estados asténicos. Por esta razón, todo exceso o toda deficiencia en la onda gráfica tiene su encuadre en el sentido "negativo". El control consciente efectuado por un Yo sano no disminuye la tensión y la espontaneidad de las funciones psíquicas y nerviosas, ya que establece una buena coordinación entre las necesidades del Yo y las condiciones del medio ambiente para poder satisfacerlas. 171 Por el contrario, un control rígido o represivo de la energía ("armadura" de Reich), o un modo de reaccionar inmediato e impulsivo, sin el suficiente control regulador, supone siempre un desequilibrio, mayor o menor, en la tensión emocional. En el primer caso (rigidez o represión), toda fuerza expansiva o agresiva queda inmovilizada, como consecuencia del bloqueo que el sujeto ejerce sobre sus impulsos. Al frenar, reprimir o inhibir sus pulsiones, el sujeto, falto de "vibración", queda acartonado en el Super-Yo. En el segundo caso (modo de reaccionar impulsivo o desbordado), se rompe la correspondencia armónica y no es posible un buen ajuste o adapción entre los impulsos, deseos y necesidades (pulsiones) y las condiciones que ofrece el medio ambiente para su satisfacción. El sentido "positivo", en Grafoanálisis, trata de registrar en qué medida el sujeto es capaz de mantenerse en un nivel óptimo de tensión que le permita al Yo negociar un buen ajuste a la realidad circundante. Esta filosofía del sentido positivo y negativo aún podríamos explicarla de otro modo para completar su importancia y comprensión: La vida, en todo ser viviente, no es más que un proceso de combustión interna que produce energía para atender al gasto biológico y mental (funciones nutritivas, motóricas, sensoriales y mentales). El nivel de este proceso de combustión, distinto en cada individuo, no sólo depende de los alimentos8, sino también de la cantidad de oxígeno que somos capaces de absorver para regenerar los tejidos. Normalmente, en nuestro organismo y nuestra psique, hay una función encargada de regular la entrada y la salida de energía. Esta función reguladora se cuida de mantener el equilibrio entre producción y gasto. Esto supone la existencia de dos fases; una positiva de actividad y otra negativa de reposo: los estados de vigilia y sueño, por ejemplo. 8Alimento no sólo es comida y bebida, es también la satisfacción que aporta el medio ambiente: vida amorosa, vida familiar, vida social, vida profesional, la calidad del clima y del aire que se respira, etc. 172 Cualquier alteración de este ritmo natural supone un transtorno funcional, tanto en el aspecto físico (funciones fisiológicas) como psíquico (funciones medias y superiores: modo de sentir y modo de pensar). Estas alteraciones, arritmias o falta de sincronismo, se descubren en el grafismo por el desajuste o falta de concordancia en los tres grandes aspectos de la onda gráfica: forma, espacio y movimiento. Como ejemplo de un fallo en la función reguladora de la actividad, podríamos referirnos al grafismo de la figura 52 de Escritura y Personalidad. El exceso de excitación, de actividad física y psíquica pone en marcha, de forma desmedida y descontrolada, las pulsiones instintivas. Los espacios (reposo-reflexión) son desiguales e insuficientes; las formas (variables y alteradas) indican la dependencia de la emotividad en los modos de conducta; y, finalmente, el movimiento (impulsivo, violento y desproporcionado) refleja la imposibilidad de reflexionar y soportar con calma cualquier obstáculo, contrariedad, oposición o resistencia sin reaccionar en forma agresiva y combativa. Este grafismo es negativo por "exceso". Otro ejemplo que podríamos considerar negativo por defecto, es decir, por rigidez, es el de la figura 169 de Escritura y Personalidad. Los signos de inhibición (escritura pequeña, invertida, desligada, masiva, las letras desigualmente espaciadas y jambas amputadas, etc.) reflejan la acumulación de energía interna por bloqueo, por dificultad de expansión (sentimiento de impotencia) y por falta de sincronismo con su medio ambiente. El sujeto no concilia bien sus deseos y necesidades, sus apetencias, sea por su complejo de Edipo, sea por su sentimiento de impotencia con las condiciones del entorno. Intenta conservar su equilibrio interno a base de sujetar sus reacciones y reprimir sus instintos (complejo de Edipo no liquidado). Cuando se carga en exceso, cualquier nimio motivo que le contraríe, es como la gota que desborda el vaso, le sirve de estímulo para descargar, en forma desproporcionada con la causa motivante, la acumulación de energía reprimida (ver barras de las tes masivas y en diagonal). 173 Finalmente, la figura 24 de la misma obra se acerca bastante a un equilibrio de forma-espacio-movimiento, a pesar de que el freno, sobre todo en los finales de palabra, no permite totalmente la espontaneidad (escritura semiangulosa, gladiolada y algo desigual en la cohesión). Un grafismo mucho más espontáneo, flexible y ágil, podemos verlo en la figura 136 de la obra citada. Aquí, el movimiento es más elástico, fluido y rítmico. Estos dos grafismos últimos pueden ser considerados en sentido positivo. 174 EL SENTIDO VERTICAL Y HORIZONTAL EN LOS "VECTORES" Como ya hemos explicado en otras ocasiones, entendemos con el término "vector" las fuerzas pulsionales que dirigen, inconscientemente, nuestro comportamiento. Estas fuerzas pueden manifestarse en sentido "vertical" o en sentido "horizontal". Por ejemplo, la conducta temperamental o vectorial del Bilioso tiene una dirección esencialmente "vertical" y un comportamiento "autodirigido". El Bilioso es un tipo de sujeto que concentra su energía para dirigirla, primordialmente, a los objetivos que se marca a sí mismo. El Bilioso (figs. 57, 58, 59, 90 y 172 de Escritura y Personalidad), en cierto modo concordante con el tipo "anal" de Freud, posee una conciencia y una actitud de afirmación fuerte dentro de una autoimagen positiva, es decir, posee una buena autoaceptación. El Bilioso está siempre bajo el control de un vigoroso y profundo sentido del Yo (orgullo). No necesita el eco, el apoyo de los demás o el éxito exterior, para tener fe y creer en sí mismo. Como en el tipo "anal", las notas clave de la conducta del Bilioso son: la ambición, el orgullo, la concentración y retención, la firmeza, el orden, la regularidad, el sentido del ahorro, la concienciación racional en lo que dice y hace, el deseo de eficacia y el desarrollo de la voluntad y de la disciplina en sus ideas. El lado negativo del vector "B" (bilioso), está representado por el vector "N" (nervioso) (figs. 33, 125, 132, 135) que, en razón a su vulnerabilidad interna, a su fuerte influenciabilidad e inestabilidad, causadas por su vitalidad psíquica y nerviosa débil, dan un tipo de actitud "vertical" oscilante, variable, imprecisa y una autodirección polifacética, estimulada por la curiosidad, por el afán de sorprender o 175 descubrir lo insólito. El comportamiento es igualmente "anal", pero insuficientemente mantenido dados los cambios, los contrastes y las contradicciones del carácter. Por eso, los sujetos del vector "N" no llegan a alcanzar nunca por completo la meta de sus deseos y necesidades y viven casi un estado de insatisfacción permanente. Esto explica su propensión a la envidia, los celos, las intrigas, las insidias y maquinaciones de muchos de estos sujetos, cuya nota dominante es la inquietud, la aprehensión, las dudas y diferentes estados de ansiedad, tristeza, pesimismo o depresión. Los sujetos del vector "S" (sanguíneo), tienen predominantemente un tipo de expansión "horizontal", con fuerte tendencia "heterodirigida". Son sujetos que para tener fe en sí mismos y para "crecer" y "madurar", necesitan los apoyos externos, el éxito y la repercusión favorable del impacto que produce su persona y sus actos y manifestaciones en el medio exterior. Se aproximan bastante al "carácter oral" de Freud. Pero, así como en el vector "B", una nota importante del carácter es el orgullo y la tenacidad de voluntad, en el vector "S" (figs. 27, 184, 232 y 105), domina la "vanidad" y los sujetos de este vector no suelen hacer grandes esfuerzos para alcanzar lo que desean. Por esta razón, para alcanzar objetivos, sin demasiados esfuerzos, cultivan la amistad, las relaciones sociales, buscan el placer interesado que les produce ocupar el pensamiento, la atención y admiración o el interés de los demás. Les gusta ocupar puestos de resonancia social. En esta búsqueda de "representación" y de estima social, los sujetos del vector "S" intentan encontrar el apoyo emocional que sirva de soporte a sus necesidades de vida, de expansión, de calor y de afecto. Como hemos dicho antes, los sujetos del vector "S" coinciden bastante con las tendencias señaladas por Freud en el tipo "oral". Buscan los estímulos del amor (caricias, mimos, atenciones, halagos, etc.), rinden culto, más o menos superficial, a la amistad y tienden a ensanchar constantemente su esfera de relaciones. Sus sentimientos agresivos son más bien débiles. 176 Finalmente, el vector "L" (figs. 32, 118, 162 y 176) representa el lado pasivo del tipo de expansión "horizontal" y de las tendencias "heterodirigidas". Al vector "L" le importa, esencialmente, asegurarse el condumio y el bienestar propio y de los suyos. Para ello busca la seguridad en los acuerdos mutuos, en las cooperativas, en los convenios de trabajo, en los seguros y en mantener buenas relaciones con su mundo circundante. Es utilitario y convencional. Se adapta a lo que opina la mayoría. Huye de toda incomodidad y busca para su vida y para su trabajo situaciones seguras y estables. Difícilmente se mete en negocios o acepta cambios que puedan tener graves riesgos para su economía o para su propia seguridad. En el tipo "oral" pasivo, domina el instinto de conservación, tiene un tono emocional estable y un carácter tranquilo, apacible y sosegado. Nota aclaratoria: No todas las figuras indicadas son representativas de tipos "puros". Tal como demuestra el grafoanálisis, nadie es 100 x 100 positivo o negativo, ni enteramente linfático, sanguíneo, nervioso o bilioso. Todos llevamos, de origen, los cuatro vectores, en mayor o menor proporción. 177 178 RELACIÓN ESPACIO-TEXTO EN GRAFOANÁLISIS Desde que descubrí, hace más de 35 años, lo que llamé los "lapsus de cohesión", o bloqueos del impulso dinámico en el interior de las palabras, el estudio de la relación espacio-texto, o pausa-movimiento (las pausas serían "contenidos latentes"; y el movimiento gráfico, "contenidos manifiestos"), que, como sabemos, son detenciones del impulso gráfico, sea para un momento de reflexión, sea por causa de inhibición (represión de un impulso), por impedimento u obstrucción de un afecto que bloquea la comunicación a causa de la gran carga emocional que roza algún sentimiento contrariado (bloqueo), sea por cambios de actitud, por miedo, ansiedad, defensividad frente a un ambiente experimentado como hostil o por cualquier otro tipo de reacción, etc., el espacio gráfico, las pausas entre palabras o en el interior de las palabras, han constituido para mí un motivo especial de interés. Mis observaciones en este campo recibieron un fuerte apoyo cuando descubrí ciertas investigaciones realizadas por los norteamericanos en el campo de las comunicaciones no verbales. Lo que más llamó mi atención fue la investigación sobre los 11 feronomas, especie de mensajes químicos externos, emitidos por todos los seres vivientes y cuya influencia puede determinar, en cierto modo, nuestro deseo de proximidad (acercamiento) o nuestro impulso al rechazo (distanciamiento). Estos mensajes químicos externos los percibimos inconscientemente y también los emitimos nosotros hacia los demás. Toda la Psicología reciente dedicada al estudio del infante está destacando constantemente la importancia que tiene para el neonato, incluso para los primeros años, el contacto directo, piel a piel, con la madre, especialmente en lo 8 o 9 primeros meses. Estadísticamente se demostró la importancia del contacto táctil. Una observación, citada 179 por el Profesor Battgay y efectuada por el Dr. Spitz en una inclusa donde se atendían a 91 lactantes a los que prestaban asistencia cierto número de personas, cada una de las cuales se cuidaba de unos diez niños, demuestra la importancia que tiene el estímulo afectivo y el contacto piel a piel con la madre. a pesar de estar estos niños bien alimentados, en el transcurso de dos años habían muerto 34 de ellos (el 37 %). (Raymond BATTEGAY (Profesor titular de la Universidad de Basilea).- "El hambre como fenómeno patológico" (página 94). Ed. Herder, 1986. Nadie puede dudar que el lugar donde se hallaba mejor alimentado, cuidado y protegido era en el vientre de la madre. Cuando el neonato abandona el cuerpo materno, el primer impacto que recibe del mundo es la falta de protecci6n. Según Portmann, "el hombre viene al mundo en un parto fisio16gicamente prematuro" y, en comparación con otros' animales, "necesita un útero social para desarrollarse". Si el entorno no funciona adecuadamente a sus necesidades y no recibe el alimento y los cuidados y estímulos táctiles y orales necesarios, su vida quedará marcada, tanto si es en forma deficitaria, como si recibe en "exceso" las atenciones. El neonato, hasta que cumple los 8 ó 9 meses, necesita sentirse lo más próximo a su anterior estado, es decir, tiene que ir entrando muy poco a poco en el nuevo entorno. Y, por esta razón, en las primeras fases de la infancia, la madre es la única persona que puede proporcionar al bebé el placer que reclama, aunque le alimente con biberón. El calor materno, piel a piel, y su voz acariciante serán los mejores estímulos tranquilizadores que pueda recibir el bebé. He aquí por qué razón esta relación inicial, extrauterina entre madre e hijo, según la madre retire el pecho antes de tiempo o lo prolongue más de lo normal, determinará después ciertos rasgos de conducta, como el famoso complejo de destete y otras formas de comportamiento. Algunos de los presentes estarán pensando si me habré olvidado del tema. No, porque el tema empieza precisamente en el "trauma del nacimiento", en la necesidad inicial de contacto, de "proximidad", de 180 "fusión del sujeto con el objeto", o de la introyección, empatía, etc. y sus variantes. Todos los autores, sean franceses, alemanes, suizos o de cualquier otro país, parecen coincidir en que el espacio entre palabras, está relacionado con la capacidad para pensar en abstracto o con la aptitud para reflexionar y sacar conclusiones generales; también con la habilidad para sintetizar y organizar el pensamiento de manera inteligente, atendiendo el sentido global de las cuestiones y, en otros aspectos, se relaciona también con la adopción de actitudes para salvaguardar al Yo de riesgos innecesarios, adaptando el comportamiento a las situaciones del entorno y a las necesidades propias, de la colectividad o del grupo en el cual se siente integrado. Naturalmente, todos estos significados tienen su aspecto positivo y negativo, sus variaciones y matices, de acuerdo con el ritmo de base, con la originalidad o vulgaridad de las formas, con la actitud vital, con el predominio de las funciones psíquicas, el grado de rigidez, etc. Por tanto, parece clara la coincidencia entre pausa o espacio libre (pensamiento deliberante) y espacio ocupado por la onda gráfica (pensamiento en acción). La pausa puede ser más o menos larga, según la actitud pensante actúe memorizando, asociando datos o seleccionando imágenes, ordenando conceptos, etc. antes de volver de nuevo a la acción. En determinados casos, no se tratará de seleccionar y de organizar, sino de "desbloquear", liberalizar o sustituir algunos impulsos que intentaron "colarse" burlando la vigilancia de la censura. Las conclusiones a que se había llegado eran importantes. El solo hecho de saber "cómo piensa", "cómo se organiza interiormente el sujeto", "cómo adapta su ser íntimo al mundo que le rodea" es ya, por sí solo, un tema importante. Pero yo he querido añadir algo más al ya trillado estudio del movimiento y sus pausas, pues siempre me han llamado la atención esos contrastes que vemos, a veces, en ciertos grafismos donde palabras bien espaciadas se mezclan con otras excesivamente 181 espaciadas o deficientemente espaciadas, dándose a menudo los dos casos en un mismo escrito. Es frecuente descubrir, a través de esas anomalías de espaciamiento, ciertos traumas de nacimiento (madres que no han querido tener a sus hijos, madres que no han dispensado el calor adecuado a sus bebés, madres separadas, etc., etc. Pero para comprender aún mejor la importancia de esta necesidad de proximidad contrariada, que es el significado que le damos a estas anomalías de espaciamiento, es necesario que meditemos un poco más sobre otro fenómeno del cual, frecuentemente, no nos damos cuenta: De los cinco sentidos físicos, recordemos que tres de ellos requieren la proximidad de los objetos para entrar en funcionamiento; diríamos más bien que requieren un contacto directo sujeto-objeto. Estos tres sentidos son: el tacto, el gusto y el olfato, aunque en este último, la proximidad, a veces, pueda ser relativa. La vista y el oído pueden entrar en funcionamiento, es decir, pueden ejercer su función" cuando el objeto que motiva la focalización del interés está a bastante distancia del sujeto. En este sentido, recordaremos también la frecuente coincidencia de la afición a la música y a la lectura de las personas que cultivan poco las relaciones sociales, mientras que aquellos individuos que buscan la proximidad con las personas y con los objetos utilitarios, sienten predilección por los contactos físicos (relaciones personales, aficiones culinarias, gusto por las bebidas y por todos los placeres directos que pueden proporcionar al cuerpo las personas y los objetos exteriores). Se me dirá que también gozan del privilegio del tacto algunos introvertidos y, no sólo de la música, la poesía o cualquier otra manifestación intelectual. Efectivamente; el introvertido puede desarrollar el placer táctil, no sólo coleccionando sellos, mariposas u obras de arte, sino también manejando pinceles, haciendo bricolage o cualquier otra manipulación, pero no buscará de una manera utilitaria e instintiva socializada dar placer al cuerpo, hará previamente una criba, seleccionará y pondrá únicamente en valor aquello que mejor encaja con su propio criterio o su estilo de vida. 182 Los espacios vacíos entre palabras y entre líneas, a veces también entre letras (que nosotros hemos denominado "lapsus de cohesión"), pueden estar en correlación con tendencias esquizoides (ver figs. 147 y 197 de “La Selección de Personal y el Problema Humano en las Empresas” (Ed. Herder) del mismo autor). El sujeto, cuando espacia sus palabras y sus líneas más de lo normal, sobre todo con escritura pequeña, angulosa o muy ordenada y precisa, vive en la abstracción, analiza, comprueba, separa, observa lo formal, lo sólido o estable, pero en estado de quietud, fosilizado. El movimiento, el sentido expresivo, lo que significa para la vida afectiva, lo captable por intuición, se le escapa. Piensa más de lo que siente. Segrega los objetos de su significado para precisar mejor su forma, su composición, su estructuración. Este tipo de pensamiento opera por conceptos, evitando aparentemente contaminar sus juicios con apreciaciones subjetivas inspiradas en las sensaciones. Por eso, el grafismo de estos sujetos presenta rasgos estructurales de las letras claros, bien definidos, sobrios y poco o nada rápidos. Los márgenes, especialmente el de la izquierda y el superior, son cuidados y los de la derecha no llegan al borde de la hoja, notándose también aquí "espacios vacíos". Por el contrario, los sujetos con tendencias afectivas preponderantes, como los histeroides y epileptoides, presentan los signos gráficos contrarios: el desplazamiento del impulso hacia la ocupación de todo el espacio disponible. Las letras se amplifican, se ensanchan y alargan y falta el sentido de la medida en los signos accesorios o partes secundarias de las letras, barras de las "t", puntuación, márgenes, etc. En las líneas, las palabras se aproximan las unas a las otras más de lo normal, se desordenan con facilidad los márgenes y los espaciamientos entre líneas y la masa gráfica acusa más el descontrol y la espontaneidad del dinamismo gráfico. Como ejemplos, no demasiado idóneos algunos de ellos, podríamos citar las figs. 54, 55, 90 y 106-b (del "Diccionario de Grafología" (Ed. Herder) del mismo autor), aunque algunas de estas muestras conservan un grado de control en que podrían clasificarse como ambivalentes. 183 Cuando el dinamismo gráfico desborda más o menos fuertemente los controles y el sujeto invade el espacio disponible, es decir, no se producen "vacíos de espacio", sino que el impulso arrollador del gesto gráfico se salta los módulos entre palabras y entre líneas, incluso no respeta márgenes, se puede colegir que el autor de tal grafismo ve el mundo en "imágenes", no en "conceptos", es decir, utiliza muy poco la abstracción. El pensamiento, pues, es predominantemente intuitivo e inductivo, a menudo impreciso, pero lleno de vida y color, de imaginación y de creatividad práctica, es decir, intenta solucionar de inmediato, malo bien, eso es aparte, todos los problemas, dificultades o situaciones embarazosas. Normalmente tiene una adaptación rápida y capta con facilidad la parte aprovechable, útil, expresiva y significativa de cualquier valor estético, afectivo o social. Es cierto que, a veces, toma como esencial algo que es secundario, pero su pensamiento y su acción es así: actúan sobre lo inmediato por "corazonada", sin esperar la resolución lenta de un análisis teórico profundo. Según mis propias investigaciones (las estadísticas que lo confirman las daré a conocer en una próxima publicación), el espaciamiento entre palabras expresa la relación que existe entre las necesidades de proximidad y el modo como el sujeto resuelve sus conflictos con el entorno. Dicho de otro modo, la distancia entre palabras marca, con sus pequeñas o grandes oscilaciones, el nivel de "proyección" y de "introyección" existente en cada individuo. Entendemos por "INTROYECCION", en sentido psicoanalítico, la tendencia a absorber, ingerir, poseer o asimilar todo lo que es fuente de placer para el Yo. Por el contrario, la "PROYECCION" es lanzar sobre un "objeto" (1) externo todo lo que resulta una carga penosa, una culpabilidad, una apetencia desaprobada por la conciencia, etc. y que es fuente de displacer para el Yo. Mediante la introyección se satisfacen pulsiones infantiles insatisfechas, como puede ser la falta de calor o afecto en la primera 184 infancia, por parte de la madre o el padre; el hecho de haber suspendido el pecho al bebé antes de tiempo, o de haberlo prolongado excesivamente. Estos hechos condicionan en el adulto una búsqueda insaciable de placer y de estima, que justifica su "introyección". La proyección, muy frecuente en los tipos paranoicos y paranoides, supone una defensa de los propios deseos inconscientes rechazados. Estas pulsiones o deseos se desplazan sobre el inconsciente de otros o sobre un objeto exterior, es decir, el sujeto los desaloja de su inconsciente y los ve fuera de él, en otras personas, en la forma de presentarse las situaciones, en los hechos de los demás, etc.. De este modo se libera de las cargas tensionales de angustia que sus deseos inconscientes rechazados generan. El grafismo registra, como ya hemos indicado, en el espaciamiento entre palabras, las relaciones "yo-objeto" o "yo-placer", o lo que es lo mismo, dicho en otros términos, el nivel de "introyecciónproyección", por un lado, y el modo como el sujeto resuelve sus conflictos con el entorno, por el otro. Para estudiar la relación espacio-texto, no podemos prescindir de otros aspectos importantes que aporta la onda gráfica, como pueden ser la presión del trazado, con sus diversos matices, el ritmo gráfico y los movimientos "gestuales" y "posturales" del grafismo. El movimiento "gestual" es aquel que hace referencia a las partes móviles del cuerpo (cabeza, brazos y manos, piernas y pies); el movimiento "postural" se refiere a la posición de todo el cuerpo, indicado por la conjunción de todas las zonas. Por esta razón, aquellos sujetos que escriben con letras tipográficas, pretendiendo camuflarse en una zona único, toman la postura del que oculta sus lagunas, sus minusvalías, su inseguridad o sus lados más desfavorables bajo la "posa" del que quiere dar la mejor impresión de sí mismo, jugando con lo inauténtico, porque a veces le produce éxito. 185 En los movimientos "gestuales", la necesidad de proximidad puede ser más sensual que sexual (acariciar, besar, tocar, etc.). En los movimientos "posturales", la relación con el "objeto" es de fusión con él, de absorción, de posesión y viene generada por deseos sexuales, es decir, se trata de un acercamiento piel a piel que se extiende por todo el cuerpo. Debido a que estos trabajos se han realizado con baterías de tests aplicadas en los últimos cinco años, ante el temor que pudieran ser reconocidos los grafismos y los tests, evito intencionalmente poner ejemplos. Dejo a la imaginación de mis lectores, la mayor parte maestros ya en el dominio de estos temas, que desarrolleis este trabajo con nuevas investigaciones. En España no tenemos a un Crepieux-Jamin, a un Klages, a un Pulver, a un Moretti o a un Saudek, pero sabemos investigar. No fue Baldo, sino Huarte de San Juan quien primero habló de Grafología. Si fuimos los primeros, no podemos ser los últimos investigando. ALGUNOS DATOS ESTADÍSTICOS SOBRE EL ESPACIAMIENTO GRÁFICO Estos datos, muy parciales, solamente hacen referencia a la separación de palabras. Se partió de la hipótesis de una separación normal de tres óvalos, tomados de las letras "a", "o", "g", "d" minúsculas. Se hizo la prueba de muestreo sobre las líneas finales de los curriculums y sobre las historias de los tests proyectivos (Machover, Arbol y la casa, Desiderativo, etc.). El estudio se realizó sobre 322 sujetos (196 varones y 126 féminas). Con separación superior a 3 óvalos de la propia escritura... 94 29'20 % inferior a 3 óvalos de la propia escritura... 122 37'88 % 186 con desigualdades de espaciamiento - ... 56 17'39 % normal, mantenida sin rigidez - ... 12'42 % 40 normal, con tendencia a menos espacio -... 8 2'48 % normal, con tendencia a mayor separación. 2 0'62 % Media de edad de este grupo de sujetos: 32'6 años. 187 188 LAS ESCRITURAS-TIPO DISCORDANTES POR ASPECTOS En el "Cuadro sinóptico de signos gráficos" veremos con frecuencia el término "discordante" por el hecho de que este signo se puede referir a varios aspectos del grafismo. Entendemos por escritura-tipo "discordante" aquella que, en uno o más aspectos, presenta características que no concuerdan con un criterio de homogeneidad, de conformidad o de equilibrio entre las partes y el conjunto de la onda gráfica. La fig. 166 de Escritura y Personalidad presenta una grave discordancia en el aspecto Inclinación. La fig. 153, de la misma obra, es discordante en el aspecto Dirección, y la fig. 54, lo es en el aspecto Orden y Dimensión. La discordancia gráfica es propia de personas que metabolizan mal sus emociones deteriorando su adaptación en casi todas las áreas de la vida. Generalmente, se trata de sujetos con ciertos "fallos psíquicos u orgánicos" en los que las anomalías sexuales suelen estar presentes y, a veces, también la droga. Estos "fallos" suelen reducir el desarrollo de los hábitos adecuados para utilizar la propia energía de forma armónica, conciliando las pulsiones, (impulsos, deseos, necesidades, etc.) con las exigencias del mundo circundante. La "discordancia", cuando afecta a varios aspectos a la vez, puede tener un significado nefasto. Veamos las consecuencias en cada uno de los aspectos gráficos: Discordancia en la FORMA, esencialmente en el coligamento. Tanto el modo de sentir, como el modo de pensar, influyen sobre el comportamiento distorsionando, en mayor o menor grado, los hábitos de convivencia ambiental. El sujeto es dispar y contradictorio en aquello que cree, sabe o piensa, recurriendo frecuentemente a la mentira, al encubrimiento, al disimulo o la falsedad, como medio de defensa contra la impotencia o la culpabilidad. 189 Discordancia en la DIMENSIÓN. Afectan a los fallos más o menos graves en la apreciación de los juicios de valor, en las comparaciones, en la medida o proporción de las cosas juzgadas y en el sentimiento subjetivo del propio valer o del concepto autoestimativo. Discordancia en el aspecto ORDEN. Desorden más o menos importante en la organización de las ideas, del tiempo y de la actividad. La discordancia en la distribución del texto, en la disposición y en la simetría inclina al sujeto a una actividad desordenada y a la dificultad para seguir los métodos, las disciplinas de trabajo o el respeto a los semáforos sociales. Este desorden puede tener un origen temperamental o educacional. Discordancias en la PRESIÓN. Señala las alternativas entre la violencia y la vulnerabilidad (fig. 33 del Diccionario. Ver también en esta misma obra el término "Presión desigual"). Generalmente, las discordancias en la PRESIÓN tienen cierta correlación con anomalías en la esfera sexual. Discordancias en la DIRECCIÓN DE LAS LÍNEAS. Puede pensarse en una alternativa, más o menos patológica, de los estados de exaltación y abatimiento (inestabilidad anormal del ánimo, del humor y de la voluntad). Esta labilidad del ánimo (movilidad de emociones) significa que las emociones son desordenadamente variables y no tienen un control adecuado. Los cambios rápidos de una emoción a otra son frecuentes en las distonías neurovegetativas y en las manías depresivas. Este signo suele acompañar, a veces, transtornos circulatorios y respiratorios, palpitaciones, stress, insomnio, dolores de estómago y otros síntomas de perturbación en los órganos controlados por el sistema nervioso neuro-vegetativo. También puede producir síntomas psíquicos como, entre otros, la angustia flotante, el miedo al fracaso, la ansiedad neurótica, etc. Las discordancias en la RAPIDEZ. Suponen siempre estados de inquietud y de agitación nerviosa, sea por inseguridad (presión de dudas, vacilaciones) por freno o detención ante algún tipo de miedo 190 (las represiones sexuales pueden entrar en este cuadro), por complejos de culpabilidad, por fallos más o menos graves de la confianza en sí mismo por temor a poner en peligro el prestigio o la situación del yo, por querer alcanzar un grado de perfección nunca alcanzado y un largo etc. A veces, la presión de la duda sobre lo ya hecho hace que el sujeto se detenga y vuelva hacia atrás sobre la decisión tomada o sobre lo ya realizado para asegurarse que no hay fallos o errores, en cuyo caso, al reanudar de nuevo la marcha gráfica, por efecto del repicoteo de conciencia anterior, lo hace al principio más lentamente. La angustia flotante, los complejos de castración, los sentimientos de impotencia frente a la autoridad etc. suelen estar presentes en las discordancias de la rapidez cuando este signo se capta de manera notable. Las discordancias en la INCLINACIÓN. En todos los casos demuestra la existencia de ambivalencia afectiva. El sujeto se siente impulsado en direcciones opuestas. Por ejemplo, entre la atracción por el contacto directo con determinadas personas o ambientes y el rechazo de este contacto; impulso a negar lo que está interiormente deseando; el sujeto tiene una disposición a dominar pero duda entre la actitud de dominar o someterse. Juego alternativo en la conciencia de las emociones de amor-odio, afirmación-negación, simpatíarepulsión, etc. En sentido junguiano, las discordancias en la INCLINACIÓN pueden señalar una lucha intrapsíquica entre el "animus" (tendencias sexuales masculinas) y el "anima" (tendencias sexuales femeninas), que en el terreno sexual puede ser un rechazo consciente de la homosexualidad. Las discordancias en la CONTINUIDAD. En el grafismo se descubren fuertes irregularidades o distorsiones en la "cohesión", en la "orientación" (escritura progresivo-regresiva), en la "abreacción" (chocantes modalidades de abertura y cierre de las letras) y en la "regularidad". Estos contrastes en la CONTINUIDAD son siempre testigos de que algo funciona mal en la personalidad. Desde muy antiguo, las discordancias en la abertura o cierre de las letras de óvalo 191 en la zona media, especialmente cuando el giro se hace en sentido contrario a la marcha normal de la escritura y los movimientos se abren o cierran en la base, se ha interpretado este signo como tendencia a la deshonestidad, a la hipocresía, al pensar u obrar oculto. Igualmente, las jambas con desviaciones anómalas, torsiones, formas en las que se alternan el lazo y el triángulo en la misma letra (figs. 49 y 126a del Diccionario); las jambas inútilmente barradas, la estereotipia gráfica, la escritura muy regresiva y con inclinación dextrógira y otras muchas distorsiones o discordancias en la CONTINUIDAD, deben poner en guardia al analista sobre la posible falsedad, deshonestidad o inadaptación de aquellos sujetos que no dan el mínimo estadístico en el nivel de signos positivos. A la hora de catalogar la posible deshonestidad o la desadaptación de un individuo a través del grafismo, conviene tener en cuenta que es fácil confundir una escritura discordante con otra que sea sólo "desconcertante". Estas últimas corresponden, a veces, a sujetos con un historial laboral brillante, a pesar de que, bajo la estimación grafológica o grafoanalítica, corresponderían a sujetos desadaptados. En cuanto a la deshonestidad, hemos de tener siempre presente que esta degradación moral depende de tres factores: las tendencias innatas, el móvil y la oportunidad. De estos tres factores, uno puede estar latente en el individuo. Los otros dos dependen del exterior y son muy difíciles de deducir por el análisis de los gestos gráficos. 192 LA INFLACIÓN DEL GESTO GRÁFICO EN GRAFOANÁLISIS El gesto-tipo "inflación" corresponde, en principio, a un intento de expansión o liberación de ciertas tensiones internas debidas al rechazo, represión o negación de pulsiones, apetitos o deseos. La presencia perturbadora de estas tensiones, bloqueadas en el inconsciente, puede dar lugar a las llamadas "neurosis de angustia". Mediante los denominados "mecanismos de defensa” se descargan muchas tensiones psíquicas internas capaces de perturbar la conciencia y producir angustia. A través de la fantasía, del disfraz, de la deformación, del camuflaje o de la sublimación, entre otros de estos "mecanismos defensivos", se suele EVITAR que la acumulación, en el inconsciente, de estas sobrecargas o excesos de tensión desagradables, que puedan producir angustia o puedan perturbar la función de la conciencia, del Yo o del Super-Yo. A través de estos "mecanismos de defensa", se reestablece frecuentemente el equilibrio interno. También se compensan o supercompensan fallos o insuficiencias personales. Cuando la inflación se instala en el "polo pulsional de la personalidad" (jambas muy infladas, fig. 25 de Escritura y Personalidad), este gesto-tipo es la expresión gráfica de la existencia de fuertes pulsiones inconscientes rechazadas, reprimidas o negadas, que buscan, de alguna manera, su compensación o supercompensación a través de la fantasía o de la motricidad. Estas pulsiones, bloqueadas en el inconsciente, pueden ser hereditarias (innatas), o adquiridas. La inflación, en la zona del ELLO, corresponde, en este caso, a un dinamismo subterráneo de pulsiones, deseos o apetencias en conflicto con la conciencia, el Yo o el Super-Yo. 193 Dicho de otra manera, los movimientos gráficos de inflación, en la zona del ELLO, del inconsciente, suponen el intento de una expansión camuflada de contenidos psíquicos, de pulsiones (instintos, apetitos, deseos, etc.) que sostienen su revolución interior y buscan su válvula de salida, a base de desfigurar, de camuflar o de sublimar la intención de alcanzar objetivos, más o menos censurables, burlando, de alguna manera, las exigencias de la conciencia, del Yo o del Super-Yo. Estas pulsiones en la zona del ELLO están, generalmente, relacionadas con tendencias histeroides exhibicionistas, con fallos, deficiencias o perversiones en la esfera sexual, con apetitos inconfesables relacionados con el sexo y su significado afectivo (insatisfacción de los apetitos de ternura, de odio, de sadismo, etc., o con otros fuertes apetitos o deseos, difíciles de satisfacer, a causa del rechazo de que son objeto. (Ver algunos ejemplos en las figs. 25, 26, 27 y 184 de Escritura y Personalidad). Las inflaciones en la zona del ELLO (zona inferior del grafismo) pueden ser pasivas (figs. 25 y 26 de Esc. y Pers.), denotando una fantasía expansiva fantasmagórica en la que el sujeto se inviste a sí mismo de las "grandezas" más espectaculares. Se siente el héroe de su novela y está revestido de poderes sobrenaturales y de cualidades mágicas con las cuales querría asombrar a los demás mortales. Miente y fantasea sobre sí mismo sin gran transcendencia, ya que su deseo no pasa de ser un deseo pasivo compensador de sus fallos o insuficiencias. Por el contrario, cuando este gesto-tipo se instala en unas jambas más activas, cuando los movimientos de ascenso no se interrumpen y los movimientos de extensión se enlazan con la letra siguiente, cruzando, sin dificultades, la base de la zona media (zona de la censura), el sujeto suele expansionar sus tendencias exhibicionistas histeroides invadiendo y contaminando la conciencia de la realidad con contenidos del inconsciente, sin que la conciencia se aperciba. En est caso, hay que sospechar que las tendencias del ELLO distorsionan la vida normal del sujeto en forma de desfiguración, desproporción y 194 engaño, tal como suele ocurrir en ciertos casos de histerismo y paranoia. (Ver las figs. 82 y 162 del Diccionario de Grafología). Las inflaciones en la zona media, principalmente en las mayúsculas, en los óvalos de las "o" y en otras letras interiores, corresponden a compensaciones de fallos, deficiencias o insuficiencias en el sentimiento del "Sí mismo" o del Ego, que pueden distorsionar, desfigurar o deformar la realidad para adaptarla a las exigencias del "querer ser", con la consiguiente influencia o repercusión sobre la esfera cotidiana; su visión del mundo es: "Yo soy el mejor. Los demás no me importan". El sujeto "tiene la necesidad de destacar sobre los demás y ser el centro de atención", nos recuerda al tipo "Estrella" de Kunkel, ávido de admiración, de superioridad, de popularidad y fama. Esta tendencia al histrionismo la podemos ver en las figs. 43, 55, 103a y en la "o" de la firma del general Douglas Mac Arthur (fig. 250), famoso por su arrogancia y por la singularidad de sus gorras y uniformes que se hacía hacer con un diseño especial. Salvo en el caso de la fig. 250 de mi obra Escritura y Personalidad, en los demás ejemplos el signo es poco acusado. El gesto-tipo inflado en los óvalos, sobre todo en las "o", lo ha encontrado nuestro colega y gran observador J. Tutusaus, en grafismos de bajo nivel positivo correspondientes a sujetos muy dados a "meter bolas", a mentir, a embaucar, a engañar. La "bola", según el Diccionario de la lengua española, tiene un doble sentido equivalente a trola, mentira, falacia, engaño, falsedad, etc. Las inflaciones en la zona superior (figs. 37, 40, 46, 96, 99 y 132, por ejemplo), corresponden a una hipertrofia o ensanchamiento del IDEAL del YO. El sujeto intenta supercompensar sus fallos, insuficiencias o minusvalías a través de una autoimagen falsa que le induce a creer que "es superior a los demás" en algún aspecto. "Quiere ser" algo distinto a la masa. Su ideal, como el "tipo estrella" de Kunkel, es sentirse revestido de una personalidad mágica, brillante, espectacular que le distinga de sus congéneres. Este gesto-tipo es un signo muy frecuente entre los artistas y las personas que gozan de popularidad. 195 Figs. 37 (político), 40 (ver pie de la fig.), 96, 123 (ver pie), 253, etc. de Esc. y Pers. El gesto-tipo "inflado" puede instalarse también en las zonas iniciales y finales, cuyo estudio se ha tratado en extensión en mi obra Grafología estructural y dinámica (La interpretación psicológica de los signos gráficos por zonas). Cada una de estas inflaciones deben ser interpretadas en razón del conjunto del grafismo, de acuerdo con el nivel positivo o negativo, con el predominio del movimiento o de la forma y con el grado de desviación que presente cada uno de estos gestos-tipo en relación con los módulos. Podemos establecer una relación interpretativa entre los movimientos de inflación y las cuatro emociones básicas: cólera, pánico, ternura, alegría, pero esto requiere un estudio aparte que haremos en otro momento y en cuyo artículo relacionaremos las emociones básicas con los colores básicos. 196 197 198 199 200 201 202 LA ESCRITURA CURVILÍNEA Llamamos escritura curva a aquella cuyos ángulos normales en las letras adoptan una forma curvilínea, como ocurre en las figs. 14, 111b, 175 y 183A. (ver Diccionario de Grafología) Si, como está comprobado, admitimos que la escritura es, en cierto modo, una proyección gráfica del propio cuerpo, hemos de admitir también que el cuerpo de la mujer y de ciertos tipos venusianos es, en general, más curvilíneo y suave que aquél de los tipos puramente viriles, cuya morfología corporal es más angulosa y plana. Es por esta razón que el predominio de la curva en el grafismo se ha venido interpretando como un signo "venusiano", es decir, como una disposición innata al placer de agradar y seducir, de atraer, de comunicar, de lanzar mensajes cautivantes a los demás. Y, efectivamente, las actitudes complacientes y persuasivas, el "savoir-faire", la habilidad de saber decir y de saber hacer, es más propia del sujeto con morfología venusiana, que en otros tipos de morfología corporal y psíquica más viriles. La curva es un modo suave de adaptación, de comunicación atractiva, de relación complaciente, de afabilidad y comprensión, de empatía, de participación. Sincera o no, la actitud del sujeto expresa el deseo, sentido o simulado, del escritor de facilitar un buen entendimiento en un ambiente agradable, armonioso y cordial de ternura socializada. En general, el predominio de la curva puede ser un indicador de gustos refinados y artísticos, de inclinación a los goces sentimentales 203 y espirituales. Pero también puede ser un indicador de inclinaciones lúdicas y sensuales, de gusto por el lujo, por la comodidad y por el goce del cuerpo (goces alimentarios, goces sensuales y sexuales, tales como la inclinación tierna a acariciar, mimar, tocar y ser, a la vez, acariciado y mimado). El sibaritismo corporal, el narcisismo del cuerpo, puede estar interiorizado cuando el sujeto se coloca durante tiempo excesivamente largo ante el espejo para contemplarse y recrearse en sí mismo (fig. 217). Alcanza un nivel exhibicionista de tipo histeroide cuando dominan los signos de extraversión (fig. 174). En este caso, el sujeto utiliza como espejo a los demás y se contempla y recrea observando la sorpresa, el asombro o la admiración que despierta en su entorno. Bajo el punto de vista motor o de movimiento, la curva es un movimiento fácil y deslizante, que sigue, en unos casos, la dirección espontánea hacia el entorno, hacia el contacto con el "objeto", con los demás (necesidad de ternura, de comunicación, de identificación afectiva, de busca de afinidades, etc.). Pero también esta inclinación puede ser egoísta, es decir, puede deberse, solamente, a una necesidad del sujeto de sentirse centro universal de todo interés y atención, dando significado a los términos psicológicos de: egoísmo, egocentrismo, narcisismo, etc. El ángulo, su contrario, es un gesto de freno, de inhibición o rechazo de los impulsos espontáneos, es un gesto de resistencia o de defensa, de oposición combativa o de intransigencia individualista frente al entorno. Este cambio brusco de sentido en la dirección de los impulsos espontáneos, se transforma fácilmente en afirmación personal, en individualismo, en independencia y en deseo de autoridad. La curva engendra calor, unión, amor, placer, afabilidad, empatía, etc., aunque la intención sea acaparadora y egoísta. El ángulo engendra frialdad, dureza, intransigencia, combatividad, dominio, autoridad, individualidad, separación, independencia, etc., 204 aunque la intención se revista de altruismo, de hermandad o de asociación universal en defensa de algo. En la curva, podemos ver la confraternidad, la indulgencia y la dulzura, la gracia y la afabilidad indicadas por Michon, que se hermanan con la armonía y sentido estético que le atribuye Crépieux, con el esfuerzo sonriente, fácil y distendido de Saint Morand, con la adaptabilidad de Teillard, con las aptitudes para las relaciones humanas que indica Klages y con la disponibilidad a la comprensión de Moretti. Según nuestras conclusiones, la nota clave del carácter, en los sujetos en quienes predomina la curva, es la "vanidad". La nota clave del carácter, en los sujetos en quienes predomina la escritura angulosa, es el "orgullo". Ahora bien, tanto la "vanidad" como el "orgullo" tienen infinidad de matices y derivados psicológicos, como lo demuestra la gran cantidad de variaciones que presentan las escrituras curvilíneas y angulosas. (Ver los términos "orgullo" y "vanidad" en mi Diccionario). Hay dos tipos de curva, la curva redonda y lenta (figs. 14, 69C, 109, 117A y 174) y la curva oval (figs. 55, 111, 114f y 115). Si reproducimos con la mano los gestos circulares de la escritura redonda y luego los gestos en óvalo de la escritura redondeada, intentando dar la máxima velocidad a uno y otro movimiento, veremos que la mano, la muñeca y el brazo, trabajan con mayor elasticidad y facilidad y con mucho menos esfuerzo y mayor rapidez, cuando reproducimos, en el papel o en el aire, las formas ovales. En la escritura "redonda", el movimiento es de "rotación" y, en similitud con la Tierra, el sujeto gira sobre su eje, en torno a "sí mismo". En la escritura "redondeada" u oval, el movimiento es de "traslación" y el sujeto gira en torno al "objeto", del mismo modo que la Tierra gira en torno al Sol a través de un movimiento elíptico. 205 De esta conclusión simbólica, se pueden extraer multitud de significados en torno a la vinculación afectiva y a la dirección de los deseos: dirección "egocéntrica" en torno al propio cuerpo y a sus necesidades y deseos, en el caso de la escritura redonda; y dirección hacia el "objeto", si la escritura es redondeada u oval. Tanto la escritura redonda como la redondeada, tienen sus aspectos positivos y negativos. La escritura redonda es un fiel testimonio del predominio de la forma sobre el movimiento, signo propio de una emotividad tranquila, centrada en torno a sí mismo y a la conservación de la materia. El sujeto de escritura redonda se alimenta bien y no gasta más energía de la necesaria, es sibarita y comodón, tiene un carácter estable en el que se repiten los hábitos de conducta tanto en la vida familiar como social y profesional. La escritura redondeada, al ser más dinámica, es también más expresiva de las vibraciones de la vida afectiva, de donde un abanico más amplio de matices en las formas de reacción de la sensibilidad. La escritura redondeada, aporta una escala psicoestésica mucho más rica en variaciones que la escritura redonda. Tanto en los movimientos circulares (escritura redonda), como en los movimientos ovales (escritura redondeada), debemos observar con mucha atención el rol de la presión y la magnitud dimensional de la zona inferior. Hay personas muy sensuales que hacen lo posible por ocultar o disimular las apetencias del cuerpo (fig. 137 A), tratando de compensar estas apetencias en otros campos, convirtiéndose, a veces, en una especie de "verdugo de corazón de tórtola" para su partenaire, sobre todo si el acortamiento dimensional de la zona inferior va seguido de una presión desplazada. En otros casos, las jambas se alargan y robustecen en la zona inferior y al sujeto le es difícil prescindir de las excitaciones sensuales y sexuales que les provoca el contacto con el entorno, esté o no presente el "objeto". Un caso monstruoso es el del personaje de la figura 162. Este individuo ofrecía ocuparse de los maridos encarcelados durante la guerra, a cambio que las mujeres de estos presos accedieran a sus morbosos deseos sexuales. 206 DIFERENCIAS ENTRE "LAZO" Y "NUDO" EN GRAFOANÁLISIS En puro castizo español, no es lo mismo "echar el lazo" que atar a alguien con un nudo. La persona que se encuentra bajo la seducción y atracción de los ardides de alguien que le ha "echado el lazo", se puede desenlazar, si quiere, y quedar libre de la sujeción, de este cautiverio seductor de quien le hubiera atrapado con sus encantos. Este es el famoso caso de Ulises, que logró desprenderse de la atractiva Circe. Con el lazo matrimonial, aunque simbólicamente ate para toda la vida, se puede uno separar o divorciar. En cambio, no ocurre lo mismo con las personas que se sienten atadas por un nudo o por varios, sea a consecuencia de un robo, de un secuestro, de un compromiso de sangre contraído con la mafia o con cualquier otra organización de tipo terrorista. En este caso, "desnudarse", salir del "nudo", no solamente es difícil, sino que tiene un alto riesgo que, en la mayor parte de los casos, supone la muerte. El gran conquistador Alejandro Magno comprendió muy bien la situación cuando se encontró en su camino el famoso "nudo gordiano". Alejandro, hombre inteligente, no deshizo el nudo, lo atravesó con su espada. De este modo se liberó de su maleficio simbólico. Por otro lado, el lazo atrae, seduce, embelesa, encanta, cautiva mediante el arte de la coquetería, bajo el espejismo de un regalo de placer. El nudo, por el contrario, supone un ardid malintencionado que ata contranatura, contra la voluntad de quien lo sufre, es una retención e inmovilización por la fuerza y bajo los auspicios de una amenaza, y no por la pseudooferta de un placer, más o menos engañoso. 207 El nudo, desde muy antiguo, lo utilizaron los verdugos para ahorcar o estrangular a los reos castigados a muerte. Cuando alguien dice que en cierta ocasión peligros se le puso "un nudo en la garganta", se sobrentiende que en esa circunstancia, quien sufrió ese nudo no podía articular palabra. El pánico puede generar ese tipo de nudos o de sensación de asfixia, es decir, de angustia (el término "angustia" viene de "angosto", estrecho, apretado). Por tanto, y resumiendo a lo Pero Grullo, podríamos decir que el lazo nos lleva a una situación imaginada de placer y es un estímulo dirigido al Eros. Mientras que el nudo puede ser una sorpresa inesperada que nos conduzca al pánico, a través de la sombra amenazante de Tánatos. ¿Cómo diferenciar en el grafismo los lazos de los nudos? Todo depende del conjunto o ambiente gráfico en que encontremos estos signos. Por supuesto, hemos de admitir que un lazo es un movimiento que engloba dos o más bucles. El nudo también engloba o entrelaza bucles, pero éstos participan de un ambiente gráfico negativo. Un ejemplo de lazos lo podemos ver en la figura 105 de Escritura y Personalidad, que corresponde a una dama que cuando le hice el estudio, hace más o menos 35 años, ya había enviudado tres veces. Los reinflados en la presión es posible que puedan explicar, de algún modo, de qué murieron los afortunados cónyuges de esta "Circe" moderna. Como nota curiosa, agreguemos que todos los maridos elegidos eran ricos. 208 Un ejemplo de nudos lo podemos ver en la figura 146 de Escritura y Personalidad, en los óvalos, especialmente en algunas "d". El nivel negativo de este ambiente gráfico es bastante claro. La frecuencia de esos regruesados espasmódicos de la presión nos hace pensar que esta persona puede actuar en la sombra presionando a otros para saciar sus perversos instintos (ver el extraño triángulo de la "p" de "presentes"). También podemos ver nudos en los óvalos de las "d" y en otras letras de la figura 188 de La Selección de Personal. Este grafismo pertenece a una persona que comercializaba con productos de apariencia atractiva, pero de resultados podo fiables. Su arte para vender era excelente. Su dureza y negatividad, en el caso de las reclamaciones, 209 era sorprendentemente injusta. Nunca reconocía una evidencia en las razones de protesta de los clientes. Espero que, pese a la dificultad del tema, haya quedado clara la diferencia entre "lazo" y "nudo". 210 LAS FORMAS DE COLIGAMENTO El coligamento presenta dos "formas básicas" de enlace: el ángulo y la curva. Estas formas de enlace producen varios derivados: la guirnalda, el arco, el bucle, la serpentina, el movimiento filiforme, etc., que son derivados de la curva. El triángulo, el "golpe de sable", el "golpe de látigo", el arpón, la sacudida, la semiangulosidad, etc., derivan del ángulo. (Aclaramos que tanto el "golpe de sable" como el "golpe de látigo", los consideramos como formas de enlace del hampa con la barra de la "t"). COLIGAMENTO DESIGUAL O DISCORDANTE Tipo de enlace en el que intervienen varios derivados de la curva o del ángulo caprichosamente. En la fig. 130 se alternan la guirnalda y el arco. En la fig. 140 hay ángulos y guirnaldas. En la fig. 145 se observan arcos, y movimientos serpentinos y filiformes. En la fig. 148 se alternan los arcos, los ángulos y los movimientos filiformes. Como se indica en Escritura y Personalidad, los cambios de forma o desigualdades en el coligamento tienen gran importancia por ser la zona media el punto de confluencia y la vía de expansión de las pulsiones instintivas y del ideal del Yo, así como el punto donde confluyen el pasado y el presente en su camino hacia un próximo futuro. Todos los problemas afectivos y de conducta tienen su representación gráfica en la zona media, en forma de discordancias, de alteraciones o anomalías en la forma, en la cohesión, en la dirección, la inclinación, etc. De aquí la gran cantidad de interpretaciones negativas que suelen darse a las discordancias en la zona media. 211 Para interpretar las discordancias o desigualdades en el coligamento, indicaremos brevemente, y más bien en sentido negativo, lo que indica cada una de las modalidades posibles en el coligamento: a) en ángulo: freno o bloqueo de las necesidades de ternura, frialdad, dureza, resistencia, intransigencia, resentimiento, rigidez, inflexibilidad, terquedad, etc. b) en arco: tendencia a sofocar, esconder, disimular o fingir los propios sentimientos, cambiándolos por otros inauténticos o falsos. c) en guirnalda: abertura a los estímulos externos, al modo de pensar, sentir y actuar de otros, blandura de carácter, voluntad influenciable por falta de resistencia a las presiones de los demás. Necesidad de entrega, de calor ajeno, de intercambio de afectos placenteros. Función sentir pasiva. Pereza, aversión a todo trabajo incómodo, negligencia, abandono, etc. d) en bucle: habilidad para usar ardides o artilugios en la consecución de fines camuflando las intenciones egoístas con palabras y comportamientos expresivos del deseo de agradar. Según Dettweiler, citado por Gille en su Psicología de la escritura, indica "agresividad oral que se oculta detrás de una amabilidad calculada". El sujeto presenta las cosas por su lado más favorable: engaño. e) en movimiento filiforme: tendencia a buscar excusas o pretextos para eludir todo aquello que compromete o puede generar riesgos u obligaciones, actitud evasiva, flotante, inconcreta. Tendencia a rehusar las responsabilidades. f) en serpentina: la misma interpretación que el movimiento filiforme, pero empleando la informalidad a través del sentido del humor, del chiste, de la broma. Con estas interpretaciones generales, será fácil deducir los cambios de actitud propios del coligamento mixto, discordante o desigual. Estos cambios irrazonados del carácter serán siempre motivo de 212 separaciones, divorcios o desavenencias en los matrimonios o en las relaciones entre socios que llevan un mismo negocio. El coligamento desigual rara vez puede ser positivo. Por ejemplo, en la fig. 130 vemos un coligamento donde se alternan el arco y la guirnalda en un grafismo vertical, lento, con jambas en ocho de guarismo y líneas serpentinas. Si combinamos los significados de b) y c), deduciremos que se trata de una personalidad inauténtica, blanda y con tendencias homosexuales que ocultar (jambas en ocho). La discordancia ángulo-guirnalda en la fig. 140 señala la clara desadaptación de la autora de ese grafismo por exceso de autoritarismo, de impulsividad e intransigencia. Si combinamos los significados del arco, de los movimientos serpentinos y filiformes de la fig. 145, encontraremos, igualmente, los signos de inautenticidad en el sujeto. Y así sucesivamente, siempre teniendo en cuenta el conjunto del grafismo para hallar la interpretación justa. COLIGAMENTO EN ÁNGULO Predominio del ángulo en el coligamento (figs. 28, 37 y 96). De estos tres ejemplos, el único a interpretar en sentido positivo es el de la figura 96, por el alto nivel de ritmo, claridad, firmeza, relieve y relativa flexibilidad del movimiento. El sujeto se adapta y cede por convicción, no por presión. <P> Entereza y firmeza de carácter, fuerza de resistencia a las presiones externas. El sujeto sólo cede o se adapta por convicción, por identificación. Cuando no está convencido o identificado con algo o con alguien, mantiene su individualidad, su modo particular de pensar, sentir o querer, es fiel a sí mismo, a sus principios, a las obligaciones que él mismo se impone, y tenaz en las metas que se propone conseguir. La fuerza de las ideas, de los principios y convicciones, la manera de razonar, es siempre superior a la presión 213 del sentimiento, lo que puede dar la impresión de frialdad, aún siendo una persona sensible, como ocurre en el caso de la fig. 96. <N> Actitud cerrada, intransigente, autoritaria y rígida, si la escritura es muy regular y con fuerte presión, barras de "t" fuertes y trazos iniciales rígidos y en diagonal (fig. 28). Las puntas aceradas en barras de las "t" y finales confirmarán la agresividad hacia el entorno, la oposición, la inconformidad persistente y la tendencia a imponer las propias ideas y deseos, descartando de la mente los deseos de los demás aunque sean justos o de derecho (egoísmo individualista, deshumanización esquizoide). El sujeto con tendencias esquizoides no puede concebir el mundo, las personas y las cosas de otra manera que como él las ve en su interior, no tal como se presentan en la realidad. Esta discordancia entre las representaciones mentales y la realidad externa, es lo que produce el oposicionismo, la negatividad, la desadaptación a la realidad y el atropello frecuente a los sentimientos y a las ideas de los demás. Por esta razón, tanto en la esfera familiar, social o profesional, el sujeto es un "hueso difícil de roer", difícil de aguantar por la incompatibilidad de su carácter (estrechez de conciencia y sequedad de sentimientos). Las interpretaciones clásicas de egoísmo, celos, desconfianza, tendencia a pensar mal, escrúpulo exagerado, incapacidad para sentir el dolor de la persona ajena, etc., son características psicológicas propias de las personalidades esquizoides (ver este término en el Diccionario Vels). El ángulo y el arco son a la esquizoidia lo que la guirnalda y el trazado filiforme son a la ciclotimia. El ángulo representa mitológicamente las características psicológicas de los tipos marcianos, es decir, la agresividad, la masculinidad más ruda, mientras que la curva representa las cualidades de afabilidad, ternura, buena disposición, etc. de los tipos mitológicos venusianos. COLIGAMENTO EN ARCOS La forma de enlace en las letras "m" y "n", en las mayúsculas y a veces en las hampas, se realiza mediante arcos (figs. 111b, 161, 174 y 202). Son arqueados en extremo los movimientos de las figs. 111b y 161. 214 El arco, cuando afecta a la zona superior (mayúsculas y hampas de las "d", por ejemplo), puede ser un indicador de deseo de gloria y homenaje, de deseo de veneración, de consideración y superioridad. Los arcos, desde muy antiguo, se construían para homenajear a los héroes, para premiar el valor y el éxito, la victoria sobre el enemigo, etc., de donde la denominación de "arcos del triunfo" a los monumentos que, con ese fin, existen en varias ciudades del mundo. El arco, en la zona media, es un movimiento que recuerda el acto de "tapar", de "cubrir" algo, es como "ocultar", como "no dejar ver" aquello que puede impresionar desagradablemente. Partiendo de este simbolismo, en sentido negativo, es fácil deducir que los grafismos 111b y 161 correspondan a personas con capacidad para fingir y disimular, con habilidad para elaborar actitudes y comportamientos inauténticos. <P> Reserva y discreción acentuadas, capacidad discriminativa entre lo bueno y lo malo para el Yo y la propia estima, lo que supone una evasión o huida de lo perjudicial y un seguimiento reflexivo de aquello que favorece la autoimagen y el prestigio del Yo en el exterior. El cultivo elegante de las apariencias dota al sujeto de distinción en su lenguaje y maneras. Esta actitud evidencia un deseo, íntimamente sentido, de ser respetado y admirado, de conservar un cierto prestigio en lo social y profesional, procurando, a veces, rodear de misterio ciertos aspectos de la vida privada, como podría ser el caso del autor del grafismo de la fig. 111b, que corresponde a un famoso cirujano catalán. COLIGAMENTO EN CUADROS Escritura-tipo donde la unión, en la bases de las letras, se hace mediante líneas rectas, especialmente en las "n" y "m" minúsculas (fig. 70). Suele tratarse de modelos de caligrafía femeninos enseñados en algunos colegios religiosos. Estos modelos caligráficos son todavía el recuerdo de la antigua moral educativa a base de la represión de la libido. 215 Kurka y Vian sostienen que la curva es a la libido lo que el ángulo es a la agresividad. La escritura con el coligamento en "cuadros" refleja una mala disposición hacia el amor, hacia la ternura, hacia el comportamiento amable (predominio del "animus" junguiano en el alma de la mujer). El rechazo a la ternura y la supercompensación en actitud tiránica de dominio e imposición agresiva, se puede apreciar aún más en la fig. 126B, por la aspereza y agudeza escalofriante de los triángulos en la zona inferior. ¡Y luego, que las mujeres hablen del machismo masculino! Completar estas interpretaciones con las dadas en el coligamento anguloso. COLIGAMENTO EN GUIRNALDA La guirnalda es un movimiento de enlace curvo en la base de las letras con abertura hacia arriba, visible especialmente en las "m" y "n" y en la parte inferior de las hampas (figs. 14, 16, 89A y 175). <P> Buena disposición hacia los demás, aceptación de los actos e ideas de los otros, incluso sacrificando las propias, si son más beneficiosas para las buenas relaciones o para el bien común. Con escritura grande: sociabilidad, rápida adaptación al medio ambiente, participación fácil en el grupo, en las reuniones, en la vida profesional, generosidad. Predominio de la actitud de agrado, tolerancia relativa (depende de la firmeza del grafismo y del porcentaje del vector "B"). El sujeto tiene un carácter afable, conciliante, dispuesto al diálogo y a los acuerdos mutuos, maneja y resuelve las cosas y las situaciones con naturalidad, sin miedo a equivocarse, con la confianza que obra certeramente y que su manera de actuar no provocar roces o conflictos. La sociabilidad es tanto más acusada (sentimiento extravertido) cuando la escritura es grande y la guirnalda se ensancha más de lo normal. 216 Cuando la escritura es pequeña, contenida, poco inclinada y poco dilatada (fig. 45), la adaptación al medio ambiente suele ser algo parcial, el sujeto selecciona los ambientes y las personas con las que tiene trato (sentimiento introvertido), es decir, selecciona por afinidad, según sus pensamientos e ideales, según sus razonamientos, su gusto estético, sus emociones de agrado-desagrado y sus sentimientos íntimos, en general. Por tanto, su sociabilidad es más selectiva, ya que, dada su manera de ver y sentir introvertida, busca en su entorno las afinidades electivas. La receptividad, la sensibilidad del sujeto, es una puerta abierta a toda manifestación elevada del espíritu. <N> Como hemos visto, la disposición y adaptación propia del movimiento en guirnalda, varía de acuerdo con las funciones psíquicas. Por ejemplo, una escritura en guirnalda amplia, redonda, lenta, cilíndrica o recargada de presión en la base de la zona media (figs. 117A y 137A) corresponde a sujetos con sensorialidad extravertida que se adaptan a los placeres de la vida sensual y sexual, sin regatear al cuerpo ningún goce físico. Suelen ser sujetos comodones y sibaritas, poco dados a esfuerzos sostenidos para alcanzar objetivos distantes de su epicureismo. La guirnalda en una escritura blanda o floja, sin firmeza en la presión, refleja una adaptación pasiva que cede a toda clase de estímulos y presiones procedentes del entorno y, cuando la presión externa no actúa, el sujeto se entrega a la pereza, a la indolencia, a la laxitud, como necesidad de dar descanso a su astenia, a su falta de fuerza y vigor físico y mental. El comportamiento moral del sujeto depende de la clase de presiones e influencias que recibe del exterior. La única resistencia que el individuo ofrece es la de todo ser débil: la obstinación, la terquedad, la cabezonería pasivas, rasgos que son visibles en algunos ángulos o triángulos esporádicos que aparecen en el grafismo, generalmente en las barras de las "t" (fig. 73 de Escritura y Personalidad). 217 COLIGAMENTO FILIFORME El movimiento de las letras en la zona media toma la forma de un hilo que se desenrolla; de aquí su nombre (figs. 81D, 106E, 139 y 162). La filiformidad es una simplificación de la estructura de las letras las cuales quedan inacabadas o insinuadas, pero sin que su forma sea totalmente identificable. Conviene distinguir si se trata de apuntes rápidos ocasionales o de alguna comunicación o carta dirigida a otra persona. Cuando se trata de apuntes rápidos, se ha de interpretar como escritura acelerada o precipitada, según los casos. Si se trata de una comunicación a otra persona, el sujeto pone más atención a lo que dice que a cómo lo dice. Esta manera de expresarse, puede suponer una falta de formalidad y de corrección, una falta de atención y respeto o un exceso de confianza hacia el destinatario de la carta o documento, aunque se pueda ver en esta simplificación una manera de ir rápido hacia los objetivos, saltando el sujeto los semáforos y formalidades propios de una buena educación o del respeto hacia la personalidad de otro. Por tanto, el movimiento filiforme en las cartas o comunicaciones puede equivaler a una falta de atención que puede llevar latente el deseo de evadirse de compromisos, obligaciones o concreción de la propia actitud con respecto a algo o hacia la persona a la que se envía el mensaje. De aquí el significado frecuente de disimulo, fingimiento, actitud evasiva, astucia, habilidad para escurrirse de compromisos o de obligaciones, negligencia, falsedad, etc. Es también propio de personas que tienen habilidad para insinuar, pero sin declarar claramente cual es la intención y el riesgo en que se coloca al sujeto receptor de la insinuación y el propósito de quien la emite. El sujeto, con sus intenciones más o menos astutas y maliciosas, sabe reservarse una puerta de escapatoria, de evasión o de justificación para descartar cualquier responsabilidad o perjuicio que se derive de la actuación de quien se deja seducir por la insinuación si el resultado de la misma es una trampa. 218 El coligamento filiforme puede mezclarse con ángulos, arcos y guirnaldas, en cuyo caso la vida afectiva del sujeto es problemática, está llena de desadaptaciones y de trastornos morales, posee un Yo acosado por problemas de diferente índole. Según el nivel positivo, puede tratarse de un individuo culto con ingenio y talento para diversas cosas supercompensando sus lagunas afectivas en diversos campos, como puede ser la actividad política y la diplomacia, la profesión de escritor o de psiquiatra o psicólogo. En resumen: el trazado filiforme, cuando es habitual, es una de las características del vector "N" (nervioso) y participa de las cualidades más destacadas en este temperamento: vitalidad más bien débil y fatigable, inestabilidad, curiosidad hija de una sensibilidad que vibra al menor estímulo, actitudes contradictorias, astucia, ansiedad, impresionabilidad viva y susceptible, etc. (Ver en Manual de Grafoanálisis la descripción del vector "N"). COLIGAMENTO SERPENTINO Llamamos coligamento serpentino cuando las letras, especialmente las "m" y "n" minúsculas, adoptan la forma de un trazo ondulado (figs. 58, 84 y la firma del actor cómico Jimmy Durante, fig. 114d). Tiene cierto parecido con la escritura filiforme, aunque en esta última las letras pierden con frecuencia su legibilidad y en el coligamento serpentino se pueden distinguir aun la forma de las letras y leer las palabras sin dificultad. Aparte de su instalación en la zona media, los movimientos serpentinos pueden coincidir también en las barras de las "t", y en las mayúsculas, en la zona superior, por ejemplo, el penacho de la "H" de "Hernández" en la fig. 171. <P> Flexibilidad de adaptación. Habilidad para saber estar, saber decir y saber actuar ante los demás, sin comprometer la postura o actitud a tomar. El sujeto posee una gran habilidad en el comportamiento, tiene capacidad para adaptar el sentimiento, o el pensamiento, a los momentos presentes, sin prescindir de las propias conveniencias o criterios personales. No plantea oposiciones, 219 ni inconformidad y deja las cosas "flotando" hasta que los resultados de las decisiones se hacen patentes y puede manifestar, sin miedo o sin perjuicios, su actitud o rechazo. Este comportamiento va seguido de cordialidad, simpatía o buen humor, es decir, el sujeto usa la diplomacia, la agradabilidad o el humor, para evitar tomar "una posición" o concretar de qué parte está. <N> Astucia para evadirse de las responsabilidades. Insinceridad, falsedad, hipocresía. Estos movimientos forman parte de los comportamientos desleales, generalmente propios de las personas débiles, incapaces de tomar un partido claro, concreto y contundente, de cara a decisiones, acciones o proyectos cuyos resultados pueden ser dudosos. Para la interpretación en sentido negativo, debe revisarse la presión del trazado cuidadosamente, así como la continuidad, el orden y otros aspectos estructurales del movimiento. En muchos humoristas y actores cómicos se observan los movimientos ondulantes. En resumen: El coligamento serpentino, en una escritura rápida, extensa y fluida, refleja la evasión hábil o humorística de todo compromiso o posición formal, la escapatoria frente a realidades comprometedoras, la diplomacia en el hacer y en el decir y la mentira histeroide, si el nivel positivo es bajo. Con escritura floja, lenta y con formas vulgares y signos discordantes, la tendencia a la evasión y a la mentira puede alcanzar niveles de conducta poco conformes con la honestidad. COLIGAMENTO SINUOSO El coligamento es sinuoso cuando las letras, en la zona media, presentan una estructura generalmente angulosa y a sacudidas, oscilando sobre la base sin mantenerse en la línea horizontal. Se la llama también escritura saltarina (figs. 27, 64, 96 y 203A, en oposición, por ejemplo, a la fig. 18, cuyas líneas son horizontales y las letras descansan sobre una misma base. La escritura-tipo sinuosa afecta tanto al aspecto forma como al aspecto movimiento (dirección de las líneas). 220 Esta inestabilidad del movimiento suele ser propia de los temperamentos nerviosos y excitables, cuya hipersensibilidad les inclina, por exceso de vibración emotiva, a pequeñas oscilaciones o sacudidas nerviosas que impiden mantener el impulso gráfico en una dirección horizontal estable. (P) La escritura sinuosa o saltarina refleja, según Marchesan, la "capacidad para modificar la propia iniciativa, según la oportunidad y según la fuerza o debilidad de la iniciativa ajena". La elevada cualidad receptiva de los sujetos con el coligamento sinuoso les capacita para sentir e intuir vivamente las cosas y ver en ellas multitud de matices. Esta alta sensibilidad e hiperemotividad obliga al sujeto a mantener unas relaciones suaves con los demás, a tener tacto en el trato, atenciones delicadas y servicialidad. De este modo, evita los choques dolorosos con la gente, especialmente cuando el sujeto desea algún favor o beneficio de los demás e intenta quedar bien. Talento político y diplomático, adaptación flexible y momentánea a las personas y situaciones: "savoir-faire", saber decir, ser oportuno. Este tipo de comportamiento es el único recurso activo y defensivo que tienen las personas débiles o poco dotadas de fuerza vital. (N) Predisposición a una emotividad excesiva, versátil e inconstante. Habilidad para escoger las situaciones propicias para tergiversar las cosas y sorprender (picardía, habilidad para engañar y para sacar beneficios empleando la astucia, las maquinaciones, las intrigas o los subterfugios. Los sujetos nerviosos son débiles de carácter y la debilidad no tiene otro medio de acción y defensa que la mentira, el fingimiento, la ocultación y la insinuación maliciosa, para mantener vivas las necesidades propias de las "constantes vitales". 221 222 EL COLIGAMENTO MIXTO EN GRAFOANALISIS Para comprender el "coligamento mixto", debemos partir del postulado que la zona media del grafismo es la esfera del Yo y de la conciencia que tenemos de nuestro propio ser y de las motivaciones que condicionan nuestra actitud frente a la realidad, es decir, es la esfera del presente en la que tomamos conciencia de nuestras necesidades de todo tipo y donde se concilian los conflictos nacidos de deseos o ideas incompatibles, sea con nuestro Super-Yo, sea con los condicionamientos que impone nuestro entorno. La base de la zona media, se corresponde, simbólicamente, con el diafragma (músculo que separa la caja torácica del abdomen) y con la superficie de la tierra (1). Por tanto, todo movimiento que se desarrolla por encima de esta base, está relacionado con los estados de conciencia y, por ende, las situaciones que se producen al enfrentarse los estímulos internos y externos. Los estados de conciencia pueden reflejar una adaptación más o menos armoniosa entre los contrarios, o una lucha o estado de ambivalencia en que los contrarios se disocian o entran en conflicto. En este sentido, podríamos poner un ejemplo, no muy ortodoxo, pero que nos (1) La fuerza propulsora del instinto de conservación,- se manifiesta, sobre todo en los órganos digestivos (recordemos que el estómago y el resto de órganos donde se desarrolla la digestión,.está debajo del diafragma). En cambio, las funciones respiratorias y circulatorias (relacionadas con la afectividad) y las funciones cerebrales (relacionadas con el pensamiento) se encuentran situados por encima del diafragma. Lo mismo podríamos decir de las plantas: las raíces (que en los vegetales tienen la misma misión que las funciones digestivas en el hombre) están situadas debajo de la superficie. El grado de plenitud o de desecación refleja en las plantas, la forma cómo influye en el medio ambiente. 223 Permitirá comprender la acción de las dos fuerzas principales que intervienen en la vida de los seres vivientes: la fuerza conservadora y la fuerza de expansión. La fuerza conservadora lleva al sujeto a mantener su individualidad. La fuerza expansiva le lleva a su crecimiento biológico, psíquico y espiritual. Cuando el medio ambiente es favorable al crecimiento, la onda gráfica se expansiona libremente, fluye sobre el espacio gráfico sin tropiezos ni dificultades, sin cambios bruscos, sin interrupciones anormales ni rigidez (figs. 1 y 2). Cuando el medio ambiente es hostil o desfavorable, la onda gráfica acusa detenciones, se retrae, presenta cambios bruscos (fig. 3), se ampara tras una regularidad rígida defensiva (fig. 4), marcha indecisa en la línea o contracorriente (escritura invertida y regresiva) (fig.5) o bien presenta los cambios de forma que dan lugar al "coligamento mixto" (mezcla de arcos y ángulos, de guirnaldas y, a veces, de trazos filiformes) (fig. 6). Bajo el punto de vista de la onda gráfica, el coligamento mixto es una anomalía dentro del concepto dinámico y de estructuración del movimiento gráfico. Por su emplazamiento en la zona media del grafismo (esfera de la conciencia, del Yo y del presente cotidiano), esta anomalía o desigualdad en las formas tiene gran importancia porque afecta a las cuatro direcciones del impulso gráfico: a) la de los músculos flexores (que generan los gestos de afirmación y seguridad) b) la de los músculos extensores (que canalizan el gesto hacia su expansión sublimada o elevación, hacia arriba) c) la de los movimientos en abducción (que testimonian el "avance de los impulsos hacia el exterior"), y d) la de los movimientos en aducción (que son indicadores de "retroceso"). 224 Todos los accidentes de la forma en el coligamento suponen una alteración del tren o marcha de la escritura, pues toda alteración en las formas es también alteración del movimiento. Estos cambios de forma y movimiento (desigualdades) en la zona media del grafismo, suelen reflejar la existencia de perturbaciones, de conflictos o luchas en esa esfera. Para comprender mejor la importancia psicológica de los cambios de forma y de tren de marcha en el coligamento, recordamos que el aspecto FORMA, no sólo expresa lo que hay de más constante e invariable en la conducta, sino que expresa también los "modos" de conducta. El individuo "persona", aquél que se deja llevar únicamente por su "imagen guía", por lo que él debe ser o aparentar ante los demás; aquél que siempre va vestido con la dignidad y etiqueta que requiere su rol social o profesional; aquél que tiene que dar la impresión de madurez, de. serenidad, de ponderación, de justeza en las apreciaciones, que tiene que comportarse de manera Extraordinariamente comedida y racional, que respeta todos los semáforos, todos los convencionalismos y tradiciones, todas las reglas establecidas, todas las consignas que recibe de sus superiores y cuya disciplina en el cumplimiento del deber le lleva a hacer de sí mismo un esclavo de sus compromisos, que atiende con puntualísimo rigor; aquél que es así, que es un individuo "persona" (en el sentido junguiano) , mantiene la regularidad de las formas en la escritura y se repite en su grafismo del mismo modo que se repite en sus hábitos y en su conducta. Ver figs. 4 y 7. Si la fidelidad a las formas nos refleja una cierta estanqueidad o estacionamiento del sujeto en sus hábitos, ideas y costumbres, en sus modales de conducta, un cambio irregular, una variación continua de las formas, parece lógico que esté en relación con la inestabilidad afectiva, incluso con los cambios irrazonados en la conducta. Estos son los dos extremos que puede presentar la FORMA: la regularidad, la igualdad o la monotonía, en un extremo, y la 225 irregularidad, los cambios y fluctuaciones del coligamento en otro. (Ver figs. 8 y 6) Una homogeneidad espontánea y libre dentro de un ritmo no perturbado (fig. 2) será el mejor indicio de la existencia de un equilibrio en la personalidad interna del sujeto. Por tanto, las perturbaciones del MOVIMIENTO son también, junto con las del aspecto FORMA, sintomáticas de la alteración probable que provocan las fuerzas perturbadoras en la conciencia de cualquier individuo. Como hemos visto, el predominio de la FORMA sobre el movimiento es expresivo de la tendencia a mantener la conducta elaborando la misma de acuerdo con la "imagen guía", con lo que el individuo desea comunicar de si mismo al exterior. Esta comunicación se hace sobre la base de "patrones" a seguir inspirados por el Super-Yo. Por el contrario, cuando predomina el MOVIMIENTO sobre la FORMA, cada estímulo parece un incentivo para la acción. El sujeto en quien predomina la FORMA se aferra a las circunstancias para justificar su actitud pasiva. Por el contrario, aquellos sujetos en cuyo grafismo predomina el MOVIMIENTO, parece que cada estímulo les invita a justificar con la acción su temperamento. (Figs. 9 y 10). El MOVIMIENTO, pues, está en relación con los factores dinámicos de la personalidad (temperamento, afectividad, rapidez de respuesta a los estímulos, fuerza de los impulsos, continuidad en la acción, etc.). Por tanto, las alteraciones de la FORMA en el coligamento son alteraciones en los hábitos, en la "imagen guía", en los "patrones" que el sujeto sigue para adaptarse al exterior. Las alteraciones en el M0VIMIENTO son más profundas, calan en la afectividad, en las resonancias íntimas, en la fuerza de los deseos, en la continuidad del sentimiento en relación con personas y objetos, etc. Como hemos dicho antes, las desigualdades de FORMA en el coligamento van siempre unidas a desigualdades de MOVIMIENTO. No se realiza de la misma manera ni en el mismo tiempo un ángulo y 226 una guirnalda, ni un arco y un gesto en serpentina. Cada cambio de forma supone un cambio de tren y de gestos de la mano (sugiero hacer la prueba con la propia escritura para comprobarlo, por ejemplo con la palabra "mamá"). En mi obra "Escritura y Personalidad", hablo con cierta extensión (pág. 169) de los accidentes en el Coligamento (Coligamento mixto y sus variedades). Los "lapsus de cohesión" no son ajenos a estos accidentes (ver pág. 265 de la misma obra). Si planteo de nuevo el tema, es por el incremento que en estos últimos años vengo observando sobre las anomalías en el coligamento. Para centrar de nuevo la interpretación, diremos que los conf1ictos, las luchas, los problemas en la esfera del Yo, se manifiestan con preferencia en los accidentes que presenta el grafismo en la zona media de la escritura. Todo conflicto dentro del Yo supone un gasto de energía intrapsíquica entre impulsos activados, de un lado, por la conciencia o por el Super-Yo; y del otro, por presiones externas o por fuerzas impulsadas desde el inconsciente. Los conflictos pueden estar motivados por infinidad de causas. Citaremos algunas. Por ejemplo, un complejo de Edipo no resuelto en la infancia puede más tarde convertirse en conflicto a la hora de seguir la vocación del padre. Un Yo despreciado (un despido de trabajo o el abandono del "partenaire", por ejemplo), al lastimar el orgullo personal, puede generar conflictos neuróticos. Un descalabro sentimental en que han quedado frustrados los sentimientos de amor ante el aumento de la incompatibilidad de ideas, deseos, caprichos, etc (provoquen o no la rotura de relaciones amorosas o matrimoniales), pueden generar luchas internas de una intensidad muy variada, según los casos. Un fracaso en los negocios, en los estudios, o en otros aspectos relacionados con la vida cotidiana, puede crear conflictos más o menos angustiosos. 227 Otro conflicto que observamos muy frecuentemente es el del adolescente, casi adulto, que desea ser independiente, pero que se siente aún sometido a las exigencias paternales. A veces, el Yo se encuentra en una situación en que aquello que le atrae y lo que desea evitar está ubicados en el mismo lugar, en su mismo espacio vital, y le resulta muy difícil o imposible optar por una solución. Este sería el caso, por ejemplo, del sujeto enamorado vivamente de la mujer de su Jefe, dándose la circunstancia que los tres trabajan en el mismo local. Es fácil imaginarse las luchas internas que, en ese caso, sostiene el sujeto entre el deseo y el temor (la angustia que puede producir le enamorarse apasionadamente de una mujer, que para él es tabú, puede hacer que se conduzca como si la desgracia que imagina le hubiese sucedido realmente o fatalmente fuese a sucederle). Otro tipo de conflicto muy frecuente es el de la convivencia de sujetos (lugares de trabajo, cárceles, etc.) que tienen distintas ideas, cultura, sentimientos artísticos o religiosos, etc, "indigeribles" de uno a otro. Cuando las funciones psíquicas operan separadamente porque hay disociación entre el Yo y el inconsciente, entre el pensamiento y la afectividad o entre la actividad de la conciencia y las exigencias del Super-Yo, o cuando por enfrentamiento entran en conflicto, se produce una neurosis o psiconeurosis. La coordinación normal de las funciones psíquicas sufre entonces alteraciones más o menos importantes, bien sea por su división o antagonismo. Estas alteraciones van seguidas de cierta ruina en el aparato psíquico. Podríamos comparar este estado interno como el estado de una nación que mantiene una guerra civil, sin el triunfo de ninguno de los bandos. Veamos algunos Casos: En la fig. 4 (primeras 11 líneas, las tres últimas líneas no corresponden a la misma persona), podemos apreciar la regularidad de las formas y la rigidez del grafismo. El peligro de la rigidez es que el "valor de los principios", de las reglas, del dogma, etc., no lo tienen por sí mismo, sino por la fuerza subjetiva que el sujeto les otorga. Es así como la confianza ilimitada que algunos sujetos ponen en sus 228 principios, normas, etc., camufla, ocultándola, la falta de seguridad y de confianza en sí mismos. Naturalmente, este ejemplo no es el caso, ya que esta regularidad y rigidez se presentan en un grafismo cuyo autor ha sublimado, a través de la religión, sus posibles cualidades negativas. El grafismo de la fig. 11 presenta claramente los signos de lucha o conflicto, visibles, sobre todo, en los cambios de tren, de inclinación, de dimensión, forma, etc., centrados en la zona media. Un sector muy importante del Yo se manifiesta en esas estructuras de orden regresivo brusco. Esto significa que una buena parte del Yo ha permanecido extraña a 19S progresos evolutivos del sujeto en el terreno intelectual. Esa parte del Yo a que nos referimos, al quedar marginada, al no evolucionar paralelamente al avance intelectual, ha quedado infantil y, por tanto, no sólo no participa en la esfera intelectual, sino que la combate (la derrota de su realismo afectivo parece ser el pago de la victoria lograda en el terreno intelectual). El grafismo pertenece a un intelectual con problemas afectivos. Otro caso muy particular es el de la fig. 8, que corresponde al autor de "La rebelión de las masas" y de "La deshumanización del Arte", entre otras grandes obras de nuestro tiempo. Me refiero, naturalmente, a ese genial escritor y filósofo que se llamó José Ortega y Gasset. El grafismo que aquí reproducimos acusa, en su inseguridad motriz, temblores, congestiones, imbricados en descenso, olvido de puntuación, regresión del margen izquierdo, etc., el estado interno de este hombre después de las injusticias, desengaños y frustraciones sufridas a partir de los 50 años, aproximadamente. No es éste el lugar para hacer historia, pero el envejecimiento prematuro de Ortega está claramente expresado en este atormentado grafismo. Hay que tener en cuenta que Ortega murió a los 72 años, en 1955, y el grafismo que reproducimos es bastante anterior a esta fecha. Las luchas entre el pensamiento y la afectividad se ven claramente de manifiesto en el coligamento (mezcla de guirnaldas, ángulos y arcos) y en el deterioro motriz que presenta la onda gráfica. 229 A pesar de este envejecimiento prematuro del grafismo, Ortega mantiene su capacidad de concentración en la actividad mental (grafismo concentrado), da muestras de una perfecta orientación del pensamiento en el tiempo y en el espacio (relación armónica espaciotexto) y, a pesar de los problemas que pudiera tener en sus relaciones afectivas con el entorno (coligamento mixto), el pensamiento fluye con una claridad diáfana y con la sencillez de exposición y honestidad que siempre le caracterizó (escritura clara, sencilla, sobria). El margen de la izquierda en retorno podría ser una actitud de defensa o de desconfianza frente al entorno, pero también, bajo el punto de vista psicoanalítico, este deseo de protección puede estar enlazado, inconscientemente, con el apego a la madre. Todo margen izquierdo irregular es traumático, por tanto, es reflejo de acontecimientos dolorosos para el Yo. Ortega era un hombre sensible, muy sensible, a todo cuanto afectaba a su Yo. La misma importancia con que se desarrolla la onda gráfica en la zona media del grafismo (predominio de la zona media), pone en evidencia el cuidado constante con que Ortega vigilaba su Yo, su "autoimagen", y la honestidad con que lo hacía (no hay un solo signo de confusión o intriga en su grafismo), la sencillez y la veracidad de expresión, la autenticidad, la búsqueda de una relación armónica entre el Yo y la realidad, ocupan, por entero, su pensamiento. Otra cosa es la relación entre pensamiento y afectos. En esta esfera pueden presentarse algunas disociaciones (coligamento mixto). Alteraciones en el coligamento podemos apreciar también en el grafismo correspondiente a la fig. 6, cuyo autor es Antonio García Rubio, excelente violinista y compositor, a la edad aproximada de 25 años. Los cambios de forma en el coligamento y los cambios de tren (de rapidez) son, en este caso (escritura ligera), reflejo de la gran sensibilidad de este gran músico (discípulo de Enesco de Tibaud, como violinista) y después gran compositor español, ya fallecido. Las variaciones de forma en el coligamento son aquí la expresión de ciertas dificultades de adaptación y los pronunciados arcos de los movimientos iniciales de las “m”, la aspiración del entonces joven artista, al homenaje. 230 231 232 233 234 235 236 MAYÚSCULAS EN MEDIO DE LAS PALABRAS En ciertos grafismos encontramos a veces la costumbre de intercalar letras mayúsculas en el interior de las palabras. Algunos de nuestros colegas, principalmente nuestro vicepresidente, han pedido mi opinión sobre esta particular "discordancia". Efectivamente, según mi criterio, se trata de una "discordancia" que afecta al aspecto FORMA. El número de casos que personalmente he visto, entre ellos el de Brigitte Bardot, no es cuantitativamente lo suficientemente elevado para poder hacer una estadística que nos pueda permitir unificar el significado psicológico de lo que, en términos jaminianos, podríamos definir como un "idiotismo gráfico" (término que nada tiene que ver con la oligofrenia). En los casos observados, para interpretar esta anomalía gráfica, he tenido en cuenta lo siguiente: 1.-El ambiente gráfico general y el nivel positivo-negativo. 2.-El simbolismo psicológico de las letras mayúsculas intercaladas en medio de las palabras. 3.-El grado de frecuencia y de discordancia del signo. No recuerdo si fue Michón, la baronesa de Von Unger-Sternberg o Albert de Rochetal quien dijo primero que las mayúsculas representaban el concepto que el sujeto tiene de su propio valer dentro del entorno en que se mueve y las minúsculas el modo como el sujeto que escribe se representa a los demás. Partiendo de este ingenioso simbolismo, y teniendo en cuenta el ambiente gráfico (positivo o negativo), el simbolismo de la letra o letras mayúsculas intercaladas 237 en el interior de las palabras, el volumen de las mismas, la sencillez o complicación de la forma, el grado de enlace a las letras anteriores y posteriores, etc. resulta relativamente fácil darle una interpretación a este signo. Así, por ejemplo, si el grafismo presenta deficiencias en la presión, con signos de angustia o depresión, es probable que las mayúsculas intercaladas entre minúsculas pueda tener como motivación la búsqueda de una seguridad o protección que alivie al sujeto de sus problemas o sentimientos de inseguridad, inquietud, agobio, incompletud, etc., es decir, el sujeto emplea a los demás como refugio de sus problemas existenciales. Uno de los casos estudiados por mí correspondía a una joven que había hallado refugio a sus problemas generacionales integrándose en un grupo de drogadictos cultivadores del amor libre y del cambio de pareja. Integrada en este ambiente y de un modo secreto, es decir, a espaldas de la familia, intentaba huir de sus problemas en vez de darles una solución aceptable. La familia sospechó algo extraño en sus cartas y me envió un par de ellas para analizar. Descubrí su artificial refugio y fue rescatada y puesta en tratamiento. Otro caso, que podríamos considerar parecido al de Brigitte Bardot, es el de un sujeto muy conocido dentro del ramo de las artes plásticas, que intercalaba grandes "E" mayúsculas en épsilon en las palabras. El ambiente gráfico fuertemente positivo, con gran armonía de espacio, rapidez de movimiento y fuerte relieve, dejaba entender una personalidad original, dotada de gran sentido estético, pasión por el color y por las formas, pero también dotada de un narcisismo y de una necesidad fuera de lo normal de sentir elogios admirativos. Las "E" en épsilon intercaladas de su grafismo las interpretamos como necesidad de estar rodeado de admiradores que le sirvieran de "espejo reflector" de su amplia y ambiciosa vanidad egocéntrica, extraordinariamente susceptible a toda observación o comentario crítico. 238 Letra "e" en épsilon (imitación mayúsculas) en un sujeto con tendencias narcísicas de un artista pintor. La misma o parecida interpretación podríamos aplicar al caso de Brigitte Bardot, en cuyo grafismo observamos "R" mayúsculas intercaladas en el interior de las palabras. La célebre "B.B." expresaba de este modo su necesidad de sentir la propia superioridad y hacerla patente a los demás como si quisiera decirles: "Yo soy más importante que vosotros, debéis rendirme admiración y cumplir mis deseos". Por otro lado, es necesario tener en cuenta que toda mayúscula que ocupa en medio de las palabras el puesto de una minúscula es una "discordancia" que afecta al aspecto FORMA, es como una intrusión del Yo intentando ocupar un lugar inadecuado dentro de un grupo de signos. Como tal discordancia, supone una anomalía que puede afectar al equilibrio psíquico de la persona que escribe, salvo en los casos en que la falta de cultura quite importancia a este fenómeno. El Dr. Gille-Maisani, en su obra Psicología de la Escritura, describe ampliamente el sentido psicológico de los signos discordantes. En cuanto al simbolismo de las mayúsculas, sugerimos también la lectura del tomo segundo de L'interprétation des lettres de l'alphabet dans l'écriture de la grafóloga psicoanalista Roseline Crepy. 239 Teniendo en cuenta el ambiente gráfico, el simbolismo de cada letra mayúscula y la importancia del volumen y de la forma que tenga el signo, será relativamente fácil hallar la motivación, en cada caso, de las mayúsculas que ocupan lugares que no les corresponde en el interior de las palabras, es decir, de las mayúsculas intercaladas. En los casos en que he podido hacer, directamente, la pregunta: "¿Por qué escribe letras mayúsculas donde corresponde minúsculas?", la contestación, generalmente, es que el sujeto no sabe decir por qué lo hace. Por tanto, sirve de poco, en la mayor parte de casos, tratar de obtener el significado mediante la exploración directa. 240 LA ESCRITURA INVERTIDA Decía el grafólogo alemán Meyer que la escritura "Invertida" es debida a "un reflejo condicionado negativo". Expliquemos bien esto: un reflejo condicionado no es un modo de reacción innato a un estímulo, sino un modo de reacción que tiene como origen la experiencia adquirida. Al perro de Pavlov le bastaba oir el sonido de la campanilla para que la glándula parótida del animal entrara en acción, como si tuviera la comida delante. Cuando algo o alguien ofrece un estímulo desencadenante de asociaciones inconscientes con hechos o experiencias dolorosas sufridas, principalmente en la infancia, el Yo, mediante los mecanismos cerebrales, genera una actitud de "defensa", es decir, se producen los llamados "mecanismos de defensa", ampliamente descritos por Freud y posteriormente por Ana Freud y Melanie Klein, entre otros. Los mecanismos de defensa actúan para reducir la angustia. A causa de la excitación nerviosa producida por la asociación de hechos actuales con experiencias dolorosas antiguas, los mecanismos de defensa entran en acción, aunque la relación de los estímulos presentes desencadenantes no sea directa ni similar a las experiencias antiguas. De este modo, el Yo del sujeto actúa con el hábito inconsciente de evitar golpes a sus heridas. La escritura "Invertida" entra dentro de lo que el Dr. Gille-Maisani describe como "escritura al revés" y es una clara representación del gesto de "echarse hacia atrás", es decir, se pone el cuerpo en la actitud de repeler o evitar una agresión o rechazar el contacto abierto con otros. La actitud de "acercamiento", de contacto, de ternura, inclina el cuerpo hacia el "objeto" que provoca el afecto. En el caso de la escritura Invertida, el sujeto puede participar en la vida y en los hechos de los demás por "empatía", es decir, por compresión 241 intelectual más o menos simpática, pero no por una actitud de "identificación afectiva", pues "retiene" la sensibilidad como defensa preventiva ante la posibilidad de verse decepcionado o herido. Por otro lado, esta actitud de "despegue afectivo" puede ser también una reacción inconsciente de despecho frente a amargas decepciones o frustraciones sufridas. En determinados adolescentes, la escritura Invertida unida a escritura muy Espaciada puede ser el signo de un mecanismo de defensa frente a unos placeres demasiado turbadores (me refiero a la sexualidad). En otros casos, los signos de rigidez o de tensión dura de la onda gráfica en la escritura Invertida (Fig. 204 de S.P.) será generadora de la actitud tiesa, inflexible, orgullosa y de ciertas maneras de expresión, tales como una sonrisa estereotipada o un comportamiento burlón, irónico y arrogante. En resumen: salvo en los casos de disfraz del propio grafismo, la escritura Invertida es un signo de defensa del Yo frente a vivencias del Ello más o menos dolorosas y frecuentemente olvidadas. El Yo actúa evitando todo "golpe" que pueda hacer más dolorosa la herida, del mismo modo que lo haría en el caso de una herida física en un brazo o en cualquier otro lugar expuesto a "golpes". 242 LOS MOVIMIENTOS NO MATERIALIZADOS (GESTOS EN EL AIRE) Todo contacto de la pluma, lápiz o bolígrafo sobre el papel supone una conexión de nuestro mundo interno con un objeto de tipo exterior. Esta conexión con el entorno, con la realidad material (comunicación) es la acción de transmitir algo a alguien a través de los símbolos gráficos. Ahora bien, la onda gráfica no es sólo lo que apreciamos "grafiado" o como gesto impreso. Hay también movimientos o gestos trazados en el aire entre los finales de los trazos de una letra o de una palabra y el comienzo de otra letra o de otra palabra siguientes. También hay movimientos en el aire sobre una misma letra o palabra cuando se interrumpe el contacto con el papel para poner un punto o barrar una "t". Otras veces, mientras el pensamiento determina la forma de comunicar algo o busca en la memoria algún dato en relación con la idea a exponer, la mano está gesticulando, inconscientemente, por encima del papel. Estos gestos en el aire tienen su importancia, aunque no siempre es fácil descubrirlos. Fue Magdalene Ivanovic uno de los primeros en el estudio del gesto no materializado o gestos en el aire, hecho al que la mayor parte de los grafólogos clásicos no habían dado importancia, aparte de mis observaciones sobre Cohesión en "Escritura y Personalidad", en donde se recoge el significado psicológico que después se ha dado a este signo. Tal como se indica en "Escritura y Personalidad", la gráfica visible, los movimientos grafiados, constituyen un acto de contacto en la línea Yo-Tú o Yo-Objeto. En cambio, los gestos invisibles o en el aire se relacionan con la actividad interior no manifestada que, unas veces será la reflexión consciente para adecuar la comunicación a las exigencias internas y externas, otras para impedir que ciertos impulsos escapen al control de la censura. Por tanto, los movimientos 243 no grafiados suponen siempre una inhibición debida al espíiritu "reflexivo" o "represivo"en relación con los recuerdos, ideas, emociones, etc., cuya exteriorización podría no ser adecuada o conveniente para la "seguridad" del Yo, para el prestigio que se desea mantener o la imagen que se desea dar. Puede entrar, pues, en los gestos no grafiados o invisibles, tanto el deseo de un contacto noble y no conflictivo, como la intención de maniobrar u organizar la conducta en beneficio exclusivo del propio Yo (elaboración egoista e incluso falsedad en el comportamiento). De aquí la importancia de prestar la debida atención a los movimientos no grafiados o gestos en el aire. Normalmente, las pausas o espacios abiertos entre las letras, las palabras y las líneas equivalen a "silencios" para pensar, para poner en orden las propias ideas, emociones o recuerdos en un intento consciente de dar una buena imagen del Yo al exterior. Por esta razón, la escritura ligada, abierta, rápida y progresiva, con líneas y palabras poco espaciadas, es decir, con pocos "silencios", con pocas inhibiciones, corresponde a personas fácilmente participativas, de charla fluida y buena adaptación al entorno. Por el contrario, una escritura pequeña, invertida, muy espaciada entre líneas y palabras, regresiva, cerrada y pausada o lenta, refleja a personas poco expansivas, llenas de silencios y de ocultaciones y poco participativas. Los gestos no grafiados o gestos por encima del papel, no visibles, tienen una interpretación distinta en uno y otro caso. En la interpretación de los gestos en el aire debemos relacionarlos siempre con el ambiente gráfico en el cual se producen. La rapidez, la presión, la continuidad, la dimensión del trazado, etc., así como el nivel de espaciamiento entre letras, palabras y líneas y el orden del conjunto, se deberán tener en cuenta para precisar cada interpretación. La separación entre las letras en las palabras (escritura desligada o con frecuentes lapsus de cohesión) será el testimonio de una actividad 244 interior predominantemente inhibida en sus manifestaciones al exterior. Las palabras distanciadas entre si por encima de los módulos reflejarán ciertas dificultades de aproximación a la manera de pensar, sentir y actuar de los demás. Las grandes distancias entre líneas expresarán la tendencia del sujeto a prever consecuencias a largo plazo, del mismo modo que los espaciamientos entre palabras superiores a los módulos expresan el temor o previsión de acontecimientos a corto plazo cuando la dimensión del grafismo es reducida (escritura pequeña). De todos modos, estas interpretaciones, muy generalizadas, servirán sólo de base para interpretaciones más matizadas y adecuadas a cada ambiente gráfico. El ambiente gráfico es siempre el que condiciona el tipo de interpretación a realizar. Por ejemplo, una escritura rápida, abierta, progresiva, redondeada, inclinada y bien alimentada de tinta (presión nutrida) nos indicará posiblemente que la necesidad de afecto va unida al deseo de una relación humana cálida, simpática e íntima con las personas de su entorno, sobre todo si las palabras se acercan entre si. Esta relación puede tener un origen erótico-sentimental, si la presión en la zona media e inferior se recrea en los movimientos en curva. Pero si el grafismo es anguloso en zona media e inferior (el ángulo es siempre una tensión brusca y tirante), el deseo de participar con los demás, de estar en relación con los otros, puede estar marcado por la tendencia a combatir las ideas, los sentimientos o deseos del prójimo para descargar de este modo la propia insatisfacción, el propio malestar o resentimiento interior. A partir de ejemplos como estos, debe inferirse el significado que en cada grafismo pueden tener los gestos no grafiados o gestos en el aire. No aporto ejemplos de escrituras para invitar a los lectores a que realicen sus propias observaciones y determinen por si mismos dónde se encuentran gestos en el aire interesantes inevitables en todos los grafismos. Basta con observar los cortes de continuidad y ver dónde terminan habitualmente ciertas letras y en qué zona se inician las siguientes. 245 246 TEORÍA VELS SOBRE LA PSICOLOGÍA DE LAS JAMBAS El gran psicoanalista húngaro Franz Alexander, uno de los defensores más ardientes de la medicina psicosomática, en su estudio del "análisis vectorial" mantiene el criterio de que toda la actividad orgánica y de las funciones psíquicas, se puede englobar dentro de la combinación e interrelación de los tres estadios o etapas siguientes: "ingestión", "retención" y "eliminación". Si aplicamos este postulado al estudio de las jambas, podemos distinguir tres estadios o etapas en sus movimientos inconscientes: a) una etapa inicial procedente de un "estímulo", la cual representa, bajo el punto de vista orgánico y psíquico, una "carga tensional" o nivel de excitación. b) una etapa de "retención" o asimilación, que se origina cuando el movimiento gráfico cambia su sentido direccional (base de las jambas). La operación de "retención" es suave, si el movimiento de la base es curvo. La "retención" es brusca, si la base es angulosa. c) La tensión o "carga de excitación" se expansiona o se elimina de modo natural, sin rechazos ni bloqueos, si los movimientos procedentes de la base recorren su trayecto de expansión sin presentar ninguna traba, como pueden ser ángulos, triángulos, adornos innecesarios, interrupciones, desviaciones, o cualquier clase de anomalía. La teoría Vels sobre las jambas, no sólo se basa en el postulado del psicoanalista Alexander, sino que recoge también la idea de un sistema de regulación de energía, equivalente al concepto de "homeostasis" de Cannon, a la teoría de "equilibrio" de Paulov y al "principio de constancia" de Freud. (Ver en las páginas 32 y 33 del 247 "Manual de Grafoanálisis" (A.G.C. 1991) una mayor extensión sobre este tema). LAS JAMBAS o partes bajas de la "g", "j", "f", "y", etc. son los elementos gráficos más importantes a considerar en la zona inferior. Toda jamba consta de tres movimientos esenciales: a) el movimiento de flexión o de descenso, que toma la dirección hacia el propio cuerpo, en cuya presión y dimensión podremos ver el grado de tensión o carga de excitación que tienen los "estímulos" relacionados con las pulsiones instintivas. b) el movimiento de "retención" para efectuar el cambio de sentido, que se origina en la base de las jambas, el cual nos indica si la carga de excitación es asimilada, rechazada o se descarga normalmente para llegar a un equilibrio regulador o satisfacción gratificante. c) el movimiento de ascenso y extensión, dirigido hacia afuera, hacia los otros, en cuyo tramo descubrimos lo que ocurre con las cargas de energía pulsional, especialmente con la libido. Las pulsiones instintivas se descargan normalmente y se alcanza la regulación de las tensiones, si el movimiento de ascenso no se interrumpe y se liga, sin detenciones o tropiezos a la letra siguiente. Cuando los bucles, movimientos de extensión y ascenso de las jambas, presentan interrupciones, desviaciones, adornos innecesarios, complicaciones o anomalías que traban o impiden la entrada en la zona media y la unión a la letra siguiente, las cargas tensionales no llegan a tener su adecuada expansión debido a bloqueos o rechazos impuestos por la "censura", por la conciencia, el Yo o el Super-Yo. Para el estudio de la libido y demás pulsiones instintivas, se toma siempre la letra"g" minúscula como letra-reflejo más representativa. No hay que confundir las jambas con ciertos movimientos que pueden invadir anormalmente la zona inferior como expresión de fatiga, de 248 surmenage, de abatimiento o enfermedad (ver fig. 164 de Esc. y Pers.). Es sobradamente conocido que los estados de fatiga, depresión, tristeza, etc. generan la caída del cuerpo hacia abajo, del mismo modo que los estados de euforia, contento y excitación elevan el gesto y los movimientos hacia arriba. La euforia puede producir también trazos que descienden sobre la zona inferior, como es el caso de la figura 27 de Esc. y Pers., que pertenece a un sacerdote muy dinámico que organizaba bailes y fiestas para tener a la juventud de su pueblo contenta y, a la vez, controlada. Esos trazos en curva dextrógira, fuera de su lugar correspondiente, reflejan también la satisfacción vanidosa de sentirse importante y apreciado, ligando el placer pagano con su misión religiosa. En otros casos, los trazos pueden invadir indebidamente la zona inferior buscando con avaricia los bienes materiales o el dinero, como ocurre con la damita de la fig. 182 de Esc y Pers. 249 250 ALGUNAS NOTAS SOBRE LOS PUNTOS DE LAS lES Si en geometría el punto es un ente invisible e inmaterial, en lo que se refiere a la escritura, el punto se materializa, toma forma y expresa dos conceptos distintos, según su colocación: - Es una señal de "stop", de silencio, de parada, cuando se sitúa al final de una frase escrita. - Es un signo de concreción, de precisión, de exactitud, en el tiempo y en el espacio, situado encima de la letra "i". Poner un punto sobre la "i" con precisión equivale, en el terreno de la atención, al cuidado y diligencia que pone el sujeto en ejecutar las cosas bien y a su tiempo. Poner los puntos sobre las "íes", "puntualizar", en el lenguaje común es referirse a algo con exactitud, es afirmar un hecho o determinar una acción con clara precisión en los detalles. La atención es una actividad vigilante de la conciencia, consistente en poner un especial cuidado en aquello que se va a decir o hacer. Por tanto, se puede considerar que el punto de las "íes" refleja la actitud del sujeto frente a la focalización del interés y de la concreción. Cuando la atención está enfocada a un "objeto de pensamiento", el sujeto elimina todo estímulo externo o representación parásita que constituye un estorbo o perturbación a su tarea. Del tono fuerte o débil -constante o variable- de la atención, depende, en general, la precisión de los puntos de las "íes" en la escritura. También de las sacudidas inusitadas del ánimo por efecto de estímulos perturbadores externos o internos, depende la forma y colocación de los puntos. En este sentido se puede decir que el punto de la "i" es también el termómetro de la inquietud. 251 Las sacudidas con carga emotiva procedentes del exterior (enfermedades, desgracias, aflicciones, frustraciones afectivas, pérdida de la seguridad económica, etc.) llevan consigo la intranquilidad y el desasosiego es, para el punto de la "i", como la marejada, para el pequeño barco. La turbulencia del oleaje psíquico actúa sobre la atención haciendo que el punto gire sin suficiente control. Es bien sabido lo que los puntos girados expresan, que no es, precisamente, la calma y el sosiego psíquico. Pero, si bien el punto girado es el anuncio de la inquietud, el frecuente punto en forma de circulito se puede decir que es el termómetro de la obsesión narcísica, del deseo de contemplarse y de ser contemplado. Este tipo de punto reclama atención. Simboliza la insatisfacción del ser incomprendido a la vez que la obsesión se convierte en una especie de tendencia a dar vueltas en la imaginación en torno a alguna preocupación. Esta preocupación puede ser generada por la lucha, más o menos contínua, entre determinadas "creencias" y "dudas", entre necesidades y "tabúes", entre deseos y represiones, etc. Cabe, dentro de esta interpretación, la significación de tendencia a la homosexualidad con que algunos autores han querido distinguir este signo, tan frecuente en la juventud de hoy. Como se ha indicado, del tono fuerte o débil, constante o inconstante, de la atención, depende la precisión de los puntos. La atención voluntaria depende, según Luria y otros, de los lóbulos frontales. Cuando estos lóbulos se ven afectados por enfermedad, debilidad o accidentes se producen, con mayor o menor intensidad, las distracciones. Efectivamente, una tensión o tono fuerte de la atención coloca al sujeto en actitud de aplicar su entendimiento y su voluntad a la observación, consideración y acción más adecuada para llevar a cabo un objetivo o cumplimentar una obligación. Atender con precisión es fijarse, poner cuidado, estar alerta, medir, comparar, clasificar y estimar los hechos y las cosas en sus justos 252 valores. Es también actuar de manera honesta, ajustar el pensamiento a la realidad, hacer las cosas de modo que se adapten exactamente a las necesidades o normas de validez colectiva o universal. Lo contrario también es cierto. Una atención despistada o débil se registra gráficamente por la ausencia de puntos, por la colocación demasiado alta o descentrada, por la falta de vigor en la puntuación o por la caída de los puntos sobre el área de la zona media, fuera del emplazamiento adecuado. El punto puede quedar retrasado sobre el eje vertical de la letra a causa de la perplejidad del ánimo, a causa de la duda y la incertidumbre, o por la misma indecisión en presencia de sentimientos, ideas o juicios contradictorios que le impiden definirse. El sujeto puede también adelantarse a los hechos, vivir el futuro, anticiparse, tratar de coger el atajo para llegar antes, quizás en un afán de iniciativa y vanguardismo, o también por no poder frenar la impaciencia. Tenemos en estos casos los puntos adelantados el eje vertical de la letra. Aquellos que puntúan a posteriori de haber escrito toda la palabra y, para hacerlo, vuelven hacia atrás sobre el camino recorrido ("puntuación bloqueada"), suelen ser sujetos con una evolución retardada, tanto en sus ideas como en su trabajo. El sentimiento de incompletud, de inseguridad y de desvalorización, no les permite concebir la propia autonomía más que en oposición a la heteronomía, pues no llegan a concebirla en su propio valor. La dependencia frente a la autoridad de tales sujetos, su temor a ser responsables o a ser acusados de '"incapacidad les obliga a volver sobre lo hecho para comprobar, a posteriori, lo que puede faltar o puede ser "causa de descuido". El deseo de hacer las cosas bien les hace conducirse en la vida y en el trabajo con la incertidumbre pegada a la piel. Por el contrario, cuando la puntuación se realiza por sílabas o los puntos se combinan ligándose anormalmente a la letra siguiente 253 (escritura "combinada"), parece coincidir con un nivel elevado de cultura e independencia en las ideas, las cuales fluyen sin trabas o complejos perturbadores, al menos, en aquellos temas que el sujeto domina habitualmente. Aparte de la precisión en la colocación de los puntos, hay que observar también la fuerza o firmeza, el espesor de la puntuación. No es lo mismo un punto firme y preciso que un punto "congestionado" (cargado de tinta), aunque estén ambos colocados con precisión. Tampoco expresa lo mismo la posible obsesión o coquetería de un punto en circulito, que un punto en forma de "vírgula", que puede expresar una inquietante pérdida de equilibrio. Mi infortunado colega y amigo el Profesor Raymond Trillat, fallecido en Valencia cuando impartía un Curso de Grafología, decía que: "algunos individuos precisan y afirman los puntos más que el cuerpo central de la letra, lo que, según él, quiere significar que, para tales sujetos, las obligaciones contraídas son más importantes que los actos mismos. Trillat lo compara con el viajero del autobús que, ante todo, se preocupa por sacar su billete. El que olvida poner los puntos sobre las "íes" es como el viajero que se olvida comprar el billete del autobús". Enfocado el punto bajo un criterio científico, no se puede interpretar aisladamente. Es necesario cotejar el ambiente gráfico que le rodea y estudiar, caso por caso, su rol dentro de las dominantes gráficas. 254 Véanse algunos ejemplos: 255 256 Los ejemplos podrían continuarse indefinidamente. Cada punto constituye un poema y cada manera de trazarlo es un modo de expresión que refleja lo que está ocurriendo en el psiquismo del que escribe y el modo como le place o inquieta, en cada momento, su relación con el mundo exterior. 257 258 LA POLIVALENCIA PSICOLÓGICA DE UN PEQUEÑO SIGNO: LOS PUNTOS EN CIRCULITO La frecuencia con que se observa en los grafismos de la juventud actual el PUNTO EN CIRCULITO nos llevó, hace algunos años, al estudio de este curioso signo gráfico. Este singular "gesto-tipo" lo empezamos a estudiar en forma estadística en el año 1971, con ayuda de los entonces profesores del Instituto Emperador Carlos de Barcelona D. Tomás Gumi y D. José Luis Cortés. Nuestra investigación estadística, se realizó sobre 115 alumnas de Bachillerato diurno y 113 alumnas de Bachillerato nocturno. Posteriormente, se realizó también con muchachos del mismo Instituto. El "punto en circulito" lo observamos en el 22,6 % de las muchachas en edades comprendidas entre los 14 y los 17 años que estudiaban bachillerato diurno. Entre las alumnas de Bachillerato nocturno, de edades mayores comprendidas entre los 16 y 24 años, sólo encontramos el "punto en circulito" en el 8,8 %. En aquellas fechas, considerábamos muy significativo que el porcentaje de "puntos en circulito" disminuyera tanto en las alumnas de Bachillerato nocturno, pero había dos razones importantes: 1. La diferencia de edades. El punto en forma de circulito se da, preferentemente, en edades inferiores a los 30 años. 2. Las muchachas de Bachillerato diurno pertenecían a familias de cierta holgura económica y disponían de más tiempo libre para su 259 esparcimiento. En cambio, las muchachas de Bachillerato nocturno estudiaban y trabajaban al mismo tiempo, teniendo menos tiempo disponible para el ocio. Este estudio nos sirvió de tema para el Congreso Internacional de Grafología que se celebró en Buenos Aires en 1972. Pero las conclusiones a que habíamos llegado entonces, no satisfacían por entero nuestra curiosidad acerca del "punto en circulito" y, por eso, decidimos continuar la investigación. De los 6.723 exámenes completos realizados desde 1973 a candidatos de ambos sexos y en edades comprendidas entre los 16 y 45 años, el porcentaje de "puntos en circulito" hallado es del orden del 17,2%, siendo del 23,1% en los adolescentes o en personas que no han cumplido aún los 20 años. De estos adolescentes o jóvenes, el 57%, aproximadamente, son varones y el 42% féminas. Lo alarmante del caso es que, de un promedio general del 14% de “puntos en circulito" de los años 1971, 72 y 73, hemos pasado al 19,3 % en la actualidad (1998). ¿POR QUÉ ESTE AUMENTO DEL PUNTO EN CIRCULITO EN LA JUVENTUD ACTUAL? Veamos nuestras investigaciones: Para hallar el posible significado de éste GESTO-TIPO, lo primero que hemos hecho es localizar, estadísticamente, los signos gráficos comunes en los grafismos que presentan "puntos en forma de circulito". Hemos realizado nuestra investigación sobre los 220 grafismos más representativos de los 1.156 con "puntos en circulito" que tenemos en nuestros archivos. 260 Examinando estos grafismos, hemos comprobado en el 83,33% de los mismos el predominio de los movimientos en curva. La escritura tipo REDONDA destacaba en el 45% de los casos, y la escritura REDONDEADA, en el 38,33%. En cambio, la escritura claramente ANGULOSA sólo aparecía en un 11,7 % de los grafismos estudiados. Este predominio de la curva parece reflejar la predisposición de estos sujetos a "ser penetrados" o "dominados" por impresiones físicas, morales o espirituales. (Así, como el ÁNGULO es, según KURKA, una forma típicamente masculina, viril, enérgica, machista y combativa; la curva es de naturaleza femenina). Por tanto, en los grafismos estudiados, podemos deducir una predominancia del "ánima", del "alma femenina" de Jung. Por otro lado, los circulitos, generalmente cerrados o abiertos por atrás, reflejan bien sea las reminiscencias de los recuerdos maternales infantiles o, lo que es lo mismo, una regresión del pensamiento hacia contenidos emocionales de la infancia, y, por lo tanto, una cierta predisposición hacia la "no actividad", en el sentido de Heymans Le Senne. Pero sigamos con la estadística: Otro signo muy frecuente en los grafismos con "punto en circulito" es la escritura-tipo CRECIENTE, que la hemos observado en un 80% de los casos. Este signo lo interpretamos como tendencia al refugio en el "pensamiento mágico", es decir, como tendencia a dejarse llevar por factores subjetivos y emocionales. La mente, en este caso, se alimenta más de imágenes que de conceptos y choca, frecuentemente, con los criterios racionalistas y prácticos o con las opiniones convencionales de los demás. En el 78,4% de los casos, los grafismos analizados presentaban desigualdades de altura, de extensión y cohesión, signos que interpretamos como propios de la emotividad, de la inseguridad autoestimativa, de la facilidad para la frustración. El contraste que existe entre lo que el sujeto quiere, sueña o desea, y el modo como se producen exteriormente los hechos reales, traumatiza, generalmente, su ánimo. 261 Otro signo muy importante que vimos muy repetido en los grafismos con "puntos en circulito" fueron: las JAMBAS DÉBILES 0 BLOQUEADAS, que las observamos en un 75,3%. Como sabemos, la JAMBA, en su trazo descendente, es como el termómetro indicador de la fuerza de los instintos, de los deseos y de las necesidades vitales, es decir, refleja la potencialidad de la libido, la fuerza vital. Por tanto, en las JAMBAS DÉBILES o BLOQUEADAS, estos sujetos con el "punto en circulito", nos están denunciando debilidades o bloqueos de la fuerza vital, del Eros, de los impulsos y deseos que el sujeto pone en juego para imponerse y dominar lo realidad. Como consecuencia de esta debilidad o bloqueo, el sujeto se pasiviza y busca compensaciones a través del pensamiento mágico o de una actitud sumamente "empática", es decir, el sujeto elabora una conducta amable y seductora que sustituye a la imposición y al enfrentamiento. Esta forma de reacción vendrá confirmada después por la escritura-tipo ANILLADA. En el 73,3% de los casos, los movimientos gráficos eran CERRADOS, sobre todo en los óvalos (zona media), y en el 56,5% los óvalos eran "anillados". Esta observación parece expresar la dificultad de estos muchachos y muchachas para expansionar sus vivencias afectivas, sobre todo, en el entorno familiar. De ahí estos signos de ocultación de problemas y conflictos surgidos de los contactos con los demás, incluidos, naturalmente, los conflictos generacionales. Añadiremos también a esta ocultación, el significado de egocentrismo y narcisismo propio de la escritura ANILLADA y de la escritura de "Coligamento en bucle", que también la hallamos en un porcentaje del 43,3%. En un 53,4%, los grafismos estudiados sobrepasaban los 3 mm. de altura en la zona media y, en un 35%, las hampas presentaban inflamientos. El culto a sí mismo a través del pensamiento mágico y 262 la necesidad de estos jóvenes de ser valorados parece confirmarse por estos signos y por la totalidad del ambiente gráfico. Hallamos otras "escrituras-tipo" y "gestos-tipo" de menor interés estadístico tales como: Escritura en guirnalda 53,0 % Escritura buclada 43,3 % Ñ Escritura invertida 40,0 % Ñ Escritura en arcos 33,4 % Ñ Inclinada 35,0 % Ñ Retocada 33,4 % Ñ Vertical 28,8 % Ñ Poco nutrida 26,4 % Ñ Ascendente 20,0 % y, en fin, otros signos que no citamos por su poco valor estadístico. Ñ Ñ CONCLUSIONES Se ha dicho humorísticamente que las estadísticas son como las minifaldas: enseñan mucho, pero ocultan lo principal. Posiblemente esto sea verdad, y así lo parece en el caso de los PUNTOS EN CIRCULITO. No obstante, si queremos movernos en un terreno científico, la estadística es el único lenguaje positivo y convincente. De todos modos, antes de estas estadísticas, se había interpretado intuitivamente el "punto en circulito", llegándose a interpretaciones muy acertadas. Veamos algunas de éstas, tomadas de Crépieux, Klages, Pulver, R.Crepy y Roda Wieser: - Narcisismo, egocentrismo, preciosismo. - Fantasía, pensamiento mágico. - Preocupaciones eróticas o estéticas. - Tendencias homosexuales. - Tendencia a dar vueltas obsesivas en la imaginación a preocupaciones o problemas internos. - Deseo de liberarse de conflictos interiores. 263 - Retardo o dificultades de adaptación. - Sentimiento secreto de opresión, de reclusión, que atrapa al sujeto en el desaliento. - Expresión de viejos conflictos infantiles. - Deseo ávido de originalidad, muchas veces, engendrado por sentimientos de protesta o por movimientos de oposición. - Alternativas entre una reactividad afectivo-explosiva (con jambas en triángulo) y un comportamiento dulce, silencioso y tranquilo, propio de la racionalización intelectual. - Instinto corrompido y vicioso que dificulta la canalización de los impulsos hacia la vida intelectual. Hay otras muchas interpretaciones, pero hemos mencionado las más importantes. En nuestra comunicación de 1971 en el Congreso Internacional de Buenos Aires, decíamos que:"El punto en circulito, según nuestra hipótesis de entonces, parecía evidenciar el paso a la conciencia de contenidos psíquicos o impulsos inconscientes con carga emocional que colocan al sujeto en situación conflictiva consigo mismo o con el ambiente que le rodea". "Estos conflictos podían estar provocados por: caprichos, angustias, afectos contrariados, representaciones obsesivas, debilidades, vicios u otros estados de animo". Por otro lado, al ir desapareciendo en las nuevas generaciones los principios básicos "represivos", impuestos por la religión y la educación paternal y cívica (tiranía educadora de los padres, de los maestros, de los sacerdotes y de las reglas y convencionalismos sociales), la antigua "censura" freudiana se comenzó a debilitar, pasando a ser conscientes o a formar parte del pensamiento de la juventud actual muchas tendencias inconscientes largo tiempo reprimidas, bloqueadas o rechazadas en el “Ello”, en el inconsciente. Por eso observamos que, a medida que baja la tensión del “Super-Yo”, visto como "persona", aumenta la inseguridad, la insatisfacción, la angustia y el afeminamiento en la conducta del hombre y crece la virilidad en la mujer. 264 También es cierto que, a medida que se incrementa la tecnología y los bienes de consumo, el hombre es cada vez más esclavo, menos libre. Pasa con la libertad lo mismo que con el "tiempo": que cuanto más se inventa para ganarlo, menos tiempo se tiene. Es también muy coincidente, según nuestras propias observaciones, que los "puntos en circulito", que eran escasísimos en las generaciones anteriores a los años cuarenta, hayan tenido un incremento tan importante y progresivo a medida que la educación es menos "represiva" y que el nivel de vida, la holgura económica y la necesidad de libertad del adolescente han ido aumentando. En apariencia, el adolescente de hoy goza una vida más fácil, más libre, más feliz. Sin embargo, los que estudiamos a los muchachos y conocemos sus problemas estamos lejos de pensar así. El joven de hoy - y me refiero más que nada al adolescente - se encuentra anonadado por la falta de apoyo, por el abismo que le separa de los hábitos y criterios de sus progenitores y por la dificultad que encuentra para realizarse a sí mismo y alcanzar el nivel social, profesional y económico adecuado para sostener el "status" en el que viven sus padres y sus amigos. Parece justo que el joven de hoy, el muchacho de 16 ó 17 años, quiera vivir en un "status" económico parecido al de sus padres. Si su padre tiene coche, ¿por qué no él?; si sus amigos van a la discoteca, ¿por qué no puede ir él?; si sus compañeros de estudios hacen un viaje a París o Londres, ¿por qué no puede ir él también?; si los compañeros de Instituto o de Universidad van a la moda, ¿por qué no seguir la moda?; si sus compañeros de clase llegan a casa a las seis de la mañana, ¿por qué no ha de llegar a la misma hora?. Naturalmente, lograr esto, le crea conflictos generacionales, pero a base de discusiones y de protestas, el muchacho de hoy logra buena parte de libertad. Lo que ocurre es que, cuanta más libertad logra, más crece su necesidad de apoyo, de valoración y de estima. Por eso, en la medida que estos jóvenes van descubriendo las realidades 265 vitales, las insatisfacciones, la inseguridad y la conciencia de su inferioridad, se van produciendo también los dramas íntimos, la desorientación, los estados de angustia y ansiedad, es decir, la angustia vital. Muchos de los significados que recogemos en nuestro estudio sobre los "puntos en circulito" son una consecuencia de todo esto. Digamos como fin, que el "punto en circulito" es la expresión de la “angustia vital" en la juventud y, dentro de este significado y de acuerdo con el ambiente gráfico, pueden darse infinidad de interpretaciones a este signo, desde de la obsesividad circunstancial, pasando por la idealización de la “huida psicodélica”, hasta el exhibicionismo narcisista. EJEMPLOS A título de ilustración he elegido tres ejemplos. “Caso A” El primero de estos tres casos corresponde a una fémina de 18 años, soltera, de profesión administrativa. Trabaja desde los 14 años. Dice sentirse bien y contenta en su ambiente de trabajo. Nos solicita el empleo de “perforista”. Sus aficiones son la música (estudia piano) y dar clases particulares. Si pudiera cambiar de profesión elegiría la enseñanza, porque siempre le han gustado los niños y le agrada enseñarles sus conocimientos. En la entrevista nos dice que es la menor de cuatro hermanos. El padre está enfermo e inhabilitado para el trabajo. Ella tiene que ayudar con su sueldo al mantenimiento de la casa. 266 Veamos lo que nos dice el grafismo: La escritura INVERTIDA nos refiere una situación (sea familiar, social, profesional o amorosa) que produce angustia y reflejos condicionados negativos en la conducta. La vida afectiva e instintiva 267 están en posición defensiva, incluso podríamos decir que se producen estados de regresión a épocas anteriores más felices (retorno a la infancia) y, en determinados momentos, el retorno al claustro materno (jambas en posición embrionario). La escritura DESLIGADA nos confirma la tendencia a la interiorización de muchos impulsos y deseos. Expresa también el aislamiento moral, la dificultad para establecer contactos y sintonizar sus sentimientos con los de los demás. Como consecuencia, se produce un cierto retardo en la adaptación, tanto a las personas como a las nuevas situaciones. Las DESIGUALDADES DE ESPACIO Y MOVIMIENTO ponen de relieve las alternativas entre la claridad del pensamiento reflexivo y el bloqueo de la función "pensar" a causa de sus perturbaciones emotivas. También vemos en este signo las luchas entre impulsos egocéntricos y alocéntricos, entre la presión de los hechos o situaciones y su necesidad de individualidad e independencia. Sin duda, la muchacha desearía desligarse o estar libre de su cargo anormal de preocupaciones. La escritura REGRESIVA nos indica su egocentrismo, su tendencia a preocuparse más de lo normal de sus propios problemas y, a la vez, el deseo de que los demás también se ocupen de ellos. La facilidad para resentirse en presencia de obstáculos, negativas u oposiciones de los demás es evidente. Y, tal vez, esa avidez de dinero y de bienes materiales que se observa en el grafismo, esté más inspirado en un deseo de liberación de sus problemas y de independencia, que en un deseo de ayuda más eficaz a sus familiares. EL COLIGAMENTO EN ARCO Y LA ESCRITURA CERRADA son signos de desconfianza y reserva en la forma de iniciar sus contactos con los demás, de ahí la necesidad de elaborar la conducta para evitar al "pobre Yo" nuevas situaciones de dependencia, esclavitud, compromisos u obligaciones que lesionen su egocentrismo, su narcisismo y egoísmo (aptitud para la simulación y el fingimiento). No dice todo lo que siente y piensa. 268 La escritura CRECIENTE nos traduce su necesidad compensadora de refugio en el "pensamiento mágico". De este modo, se evade de una realidad que le resulta poco propicia a sus deseos, tendencias y necesidades. Las JAMBAS BLOQUEADAS Y EN POSICIÓN EMBRIONARIA expresan el bloqueo afectivo-instintivo y la tendencia inconsciente a retornar al claustro materno. También reflejan "mojigatería”, “gazmoñería" y no saber cómo responder a sus impulsos sexuales. Finalmente, LOS PUNTOS EN CIRCULITO, son aquí, en este ambiente gráfico, expresión de defensividad, angustia vital y tendencia a darle vueltas en la imaginación a problemas agobiantes, sin esperanza visible de solución. Escrituras-tipo: Invertida, desligada, inhibida, nutrida, regresiva, redonda; cerrada, creciente, coligada en arcos, descendente y con desigualdades de espacio y movimiento. Gestos-tipo: Puntos en circulito, jambas regresivas en forma embrionaria y amputadas, barras de “t” bajas. Caso “B” El caso “B” corresponde a un varón de 29 años, casado, administrativo. Nos solicita el puesto de Gestor de Banca. Cree estar capacitado para realizar la función. Su aspiración profesional es la de alcanzar el puesto de Director Comercial o de Marketing en alguna gran empresa. Sus aficiones preferidas son la música y el esquí. Empieza su curriculum indicándonos no haber conocido a su padre y lo termina lamentando la pérdida de algunos amigos, pues él da un valor primordial a la amistad. Tal vez recordar aquí el principio psicológico de Jung, según el cual, "todo niño huérfano tiene un inconsciente sádico", nos aclare un poco las razones de la pérdida de sus amigos, tanto más si prestamos atención a esa forma de "cuchillos simbólicos" que adoptan algunas de las jambas y que, incluso, aparecen a veces manchados de tinta, 269 como si fueran cuchillos sangrantes (líneas 6, 9 y 10). Pero dejemos estos simbolismos peligrosos e interpretemos algunas de las dominantes gráficas. La escritura PEOUEÑA nos refleja la reducción de la capacidad expansiva por angustia y opresión de tendencias, así como la fijación del interés en sí mismo. 270 La escritura VERTICAL expresa aquí, junto con las letras comprimidas entre ellas y los espacios anormales entre palabras, la tendencia a dominar los impulsos y subordinarlos a una actitud interior, lo que da al sujeto un aspecto externo de frialdad. Escrituras-tipo: pequeña, vertical, comprimida (apretada), cerrada, creciente, monótona, ascendente, nutrida, cohesión desigual, coligamento desigual (guirnaldas, arcos, ángulos), redonda, pausada. Gestos-tipo: puntos en circulito, letra "d" fragmentada, jambas bloqueadas, barras de las "t" de altura desigual, firma sobrealzada y distanciada del texto. Zona predominante: zona inferior. El predominio dimensional de la ZONA INFERIOR nos indica la raíz instintiva de sus impulsos. El materialismo y sadismo inconscientes presionan las actitudes del “Yo”. En el fondo de esta persona, en su manera de pensar, sentir y querer, tiene que haber instintos, tendencias e impulsos violentamente reprimidos, en razón de los ángulos de base y los bloqueos de los trazos finales de las jambas que, como hemos dicho, adoptan a veces la forma de cuchillos, es decir, son triangulares. Las escrituras CERRADA y CRECIENTE nos indican que el "pensamiento mágico" recoge y transforma, en otro tipo de expansiones, las cargas tensionales procedentes de la vida instintiva. Dicho de otro modo, muchos de sus impulsos sádicos inconscientes se descargan en ideales y aspiraciones elevadas. Estas aspiraciones son silenciosamente guardadas, aunque algunas no toman, ciertamente, el camino de la sublimación para expansionarse. Los cambios en el COLIGAMENTO (coligamento en guirnalda, arcos y ángulos) nos muestra la aguda sensibilidad a las frustraciones, acentuada por el egocentrismo paranoide indicado por los PUNTOS EN CIRCULITO y por la FIRMA SOBREALZADA y distanciada del texto. 271 Caso “C” 272 El caso "C" se trata de una fémina de 32 años, casada y con dos hijos. Fue azafata durante doce años. Está casada con un hombre 6 años más joven que ella, de carácter muy extravertido. En los primeros años de matrimonio, parece que no había mucha avenencia de caracteres. Últimamente las cosas han cambiado; se compenetra más con su esposo, pero el aspecto económico no debe marchar bien y ella quiere trabajar. La escritura GRANDE y con predominio de la ZONA MEDIA nos refleja la importancia que esta persona da al papel social. El sentimiento de sí misma, la sed de socializarse y de admiración están siempre presentes en su vida cotidiana. La escritura-tipo GRANDE refleja también una buena vitalidad. Escrituras-tipo: grande, regresiva, anillada, ligada, creciente coligamento en guirnalda buclada, pero con algunas bases angulosas, extensa, nutrida, rápida, aunque "retardada" por las regresiones, redonda, inflada; predominio zona media, desigual de inclinación. Gestos-tipo: puntos en circulito, hampas con torsiones de sufrimiento físico, barras de las "t" triangulares anudadas en la base, hampas y jambas infladas, jambas bloqueadas, hampas de cima angulosa, nudos. NOTA: El punto en circulito adopta la forma de "c” ó de "e", abierta o cerrada abajo. La escritura REGRESIVA, ANILLADA, con NUDOS y muy BUCLADA, expresa en esta persona la habilidad de trato, la “mundología”, el arte para obtener las cosas con el mínimo de esfuerzo y riesgo para ella. Sin duda, sabe embellecer e insinuar las cosas y presentarlas con unos encantos y apariencias seductoras, irreales, es decir, sobrevalorándolas y ocultando el lado negativo. El afán de "interesar", de dar satisfacción a su vanidad y a su egoísmo y el afán de hacerse admirar (coquetería) quedan bien patentes en esos ornamentos y complicaciones del grafismo. 273 La escritura LIGADA y CRECIENTE pone de relieve su facilidad de contacto, su fácil verbalización, su tendencia a exagerar y dramatizar las cosas en virtud de su deseo de provocar emoción, de causar sorpresa y lograr admiración, es decir, de cautivar. El PREDOMINIO DE LA ZONA MEDIA con DESIGUALDADES DE ALTURA Y EXTENSION confirma la necesidad de socializar su vida, de ostentar, de llenar un puesto donde ella se sienta importante, imprescindible y amada por todos (ambición de estar presente en lo social y en lo representativo). Las desigualdades de dimensión en esta zona señalan su sensibilidad a las desatenciones, al olvido de los demás. Los PUNTOS EN CIRCULITO tienen aquí una variante a considerar: están hechos en forma de "e" ó de "c" y se abren o se cierran por abajo y a la derecha. Este signo nos expresa el narcisismo y egocentrismo socializados. Las necesidades del tipo "Estrella" de Kunkel, que en cierto modo estarían emparentados con las del tipo "S" de JAENSCH y con las del " Hy" de Szondi, nos traducen, por un lado, el exhibicionismo y, por otro, la angustia ante el temor a ser olvidada o marginada. RESUMIENDO: Hemos visto tres tipos de puntos en circulito. En el caso "A", el ambiente gráfico que sirve de entorno al punto en circulito, nos muestra la frustración y angustia vital motivada por la lucha interna que sostiene la sujeto entre las obligaciones morales (atender a su familia) y el deseo inconfesado de emancipación, de liberación. En el caso "B", el sujeto da vueltas en su imaginación a una angustia vital relacionada con tendencias sádico-paranoides. En el caso "C", se refleja la preocupación narcisista y el deseo exhibicionista de “estar en vedette", de ser el centro donde confluyan todas las miradas. La angustia de ser olvidada o marginada es su principal preocupación. 274 ALGUNAS NOTAS SOBRE ÓVALOS PINCHADOS Desde hace unos años venimos observando en los grafismos de personas de ambos sexos, especialmente en edades comprendidas entre los 15 y 25 años, la tendencia a los óvalos "pinchados". La frecuencia del signo nos obligó a prestar atención al significado de este "gesto-tipo", del mismo modo que lo hemos hecho con los "puntos en circulito" y los "lapsus de cohesión", tres gestos-tipo emparentados en sentido psicológico. Para buscar una interpretación adecuada de los óvalos pinchados, nos hemos servido, a lo largo de estos años, de nuestros tests proyectivos (el test de Machover y el test del dibujo del árbol y la casa), así como de ciertas preguntas en las entrevistas a fin de aclarar el sentido psicológico de este signo. Hemos llegado a la conclusión que, del mismo modo que los "óvalos inflados" marcan la tendencia a una inflación de los contenidos anímicos relacionados con el Yo (expresión de "orgullo", según Crépieux-Jamin, y de "generosidad de corazón", según Pulver), los "óvalos pinchados" señalan, igualmente, pequeños desequilibrios relacionados con frustraciones afectivas o con una mortificación o rechazo de sentimientos o contenidos afectivos en desacuerdo con el Ideal del Yo o con la propia conciencia. El "óvalo pinchado" se expresa, simbólicamente, como una autoagresión, en razón de su final sinistrógiro y acerado que, como cola de escorpión, clava el aguijón en si mismo, mortificándose. Esta autoagresión o autocastigo no siempre nace del descontento o rechazo de sentimientos o impulsos afectivos en desacuerdo con el Ideal del Yo o con la propia conciencia. Puede ser también la expresión de una situación de pasividad, sumisión o dependencia no deseada, como hemos comprobado en varios casos de jóvenes sin empleo, dependiendo 275 de los padres o de adolescentes que sufrían las exigencias disciplinarias de padres autoritarios y frente a los cuales, como defensa, se generaban sentimientos muy agresivos desaprobados por la conciencia. Por tanto, podemos separar este tipo de autoagresión en dos formas: la agresión que nace de sentimientos o impulsos afectivos generados en el propio individuo, como puede ocurrir con los impulsos edípicos rechazados; y el desarrollo de sentimientos agresivos provocados por circunstancias externas a las cuales el sujeto se acomoda y las vive como una especie de masoquismo moral en donde el sufrimiento se acepta como un mecanismo de defensa. De todos modos, la interpretación de los óvalos pinchados dependerá siempre del ambiente gráfico en que se encuentre. Con una escritura "redonda" o en segmentos de círculo, caso "A", expresará la resignación pasiva, sin lucha, sin protesta del sujeto que se acomoda a su situación de dependencia-sumisión. Si al grafismo "redondo" (predominio de la forma sobre el movimiento) le añadimos un cierto predominio de óvalos "aplastados o en elipse acostada", barras de "t" altas y robustas y buena presión, en general la dependencia-sumisión puede ser más simulada que sincera. Si el grafismo es atormentado, como es el caso de las figs. "B" y "G", los óvalos pinchados pueden indicar el desorden interior generado por la angustia de perderlo todo. Los sacrificios y sufrimientos que el sujeto se inflige no son otra cosa que un masoquismo inconsciente, como si con el sufrimiento el sujeto intentara salvar un mínimo de si mismo (complejo de castración). El sufrimiento es utilizado por el super-Yo, en el caso del grafismo atormentado, como medio de autocastigo destinado a neutralizar los complejos de culpa para poder, de este modo, dar salida a ciertas necesidades libidinales prohibidas. Es frecuente, en muchos casos, la existencia simultánea de los óvalos aplastados, de los óvalos inflados y de los óvalos con base angulosa, entremezclándose con los óvalos pinchados. He aquí algunas estadísticas en grafismos donde sobre una muestra de cien óvalos contabilizamos estos porcentajes: 276 Grafismo "A": óvalos pinchados óvalos inflados óvalos aplastados 38 % 81 % 42 % Grafismo "B": óvalos pinchados óvalos con base angulosa 43 % 33 % Grafismo "C": óvalos pinchados óvalos rellenos óvalos inflados óvalos con base angular 41 % 54 % 40 % 16 % Grafismo "D": óvalos pinchados óvalos con base angulosa 32 % 19 % Grafismo "E": óvalos pinchados óvalos inflados óvalos con base angulosa óvalos aplastados 19 % 42 % 22 % 10 % Como hemos visto, los ambientes en los que se producen los óvalos pinchados son diferentes en todos los casos. Por ejemplo, no tienen el mismo significado los óvalos pinchados de la fig. "B" (escritura atormentada, muy espaciada y pequeña, inhibida, contorsionada, etc.) del que tienen en la fig. "E" (escritura grande, rápida, impulsada, lanzada, desigual de forma, de espacio y movimiento, etc.). En el caso "B" el sujeto oscila entre la angustia y la irritabilidad. En el caso "E" el sujeto oscila entre la agresión al exterior y la agresión esporádica a si mismo. Predomina el sadismo sobre el masoquismo. Nos habría gustado hacer un estudio más exhaustivo sobre el tema de los óvalos pinchados haciendo referencia a los datos biográficos de estas y otras personas y a sus resultados en los tests psicotécnicos y proyectivos que les fueron aplicados, especialmente los tests de la pareja humana y del árbol y la casa, pero, por razones de discreción, omitimos estos datos y comprobaciones. 277 Podemos señalar que, en el caso de óvalos pinchados en abundancia numérica, en un gran porcentaje, el tronco de los árboles presentaba "cicatrices", "ramas cortadas", sombreados y a menudo copas puntiagudas. En cuanto al dibujo de la pareja humana, vimos con frecuencia las piernas amputadas (caso "E"), las distorsiones de todo tipo y las figuras ridículamente esquematizadas o muy infantiles. Uno de los casos más extraños de óvalos pinchados es el de la fig. "C", en que el óvalo es pinchado desde la base y de manera muy complicada. Muchas letras toman la apariencia de un "culo penetrado" (ver la palabra "casa"). Me direis que es ver las cosas con excesiva imaginación, pero el martirio del "empalado" no es ningún cuento chino. La agresividad del autor no sólo se hizo patente en frecuentes signos de finales en forma de "cola de escorpión", sino que en los dibujos quedó igualmente plasmada, aunque disfrazada de diplomacia en los comentarios que realizó sobre las figuras. Termino resumiendo el tema de los óvalos pinchados: en la mayor parte de casos, el óvalo pinchado es un signo de masoquismo psíquico o moral. Cuando se complica en un ambiente donde los óvalos aparecen "rellenos", en doble anillo o con óvalos aplastados, puede tratarse de personas humildes, de apariencia insignificante, con un amor propio insatisfecho, con un desarrollo físico, psíquico o cultural deficiente que genera impotencia frente a la vida o de ciertos complejos derivados de la falta de atractivo o de satisfacciones amorosas, etc. También puede tratarse de sujetos que intentan compensar con el sufrimiento ciertos complejos de culpabilidad, como puede ser el complejo de Edipo y otros. En ciertos casos, los óvalos pinchados pueden ser el signo de sufrimiento resignado de aquellos que por comodidad o estrechez de horizontes, tienen que someterse a una dependencia-sumisión que no desean. El óvalo pinchado, como cualquier otro "gesto-tipo", debe ser relacionado con el ambiente gráfico en el cual se encuentra para darle la significación o interpretación adecuada. Está universalmente admitido que "el todo es más importante que una parte". Del mismo 278 modo que para estudiar a cualquier individuo es necesario tener en cuenta el ambiente socio-cultural en el que se mueve (influencia de los padres, de los hermanos, de los maestros, de los amigos, del medio económico, de los hobbies, etc.), el gesto-tipo, para ser interpretado adecuadamente, requiere que se le relacione con el ambiente gráfico en el cual se manifiesta. Y si se dispone de otros tests de exploración, tanto mejor. 279 280 ANOTACIONES SOBRE RITMO NATURAL E INVERSION EN EL GRAFISMO La noción de ritmo klagesiano supone, fundamentalmente, la espontaneidad, el flujo sin trabas o tropiezos del movimiento gráfico. Todo transtorno emocional supone un bloqueo, una interrupción o inhibición de los movimientos del cuerpo, pues toda perturbación emocional genera una dificultad para salir de si mismo e ir hacia los otros, hacia el mundo exterior. En el grafismo podemos reconocer con relativa facilidad los conflictos emocionales por los cortes, interrupciones (lapsus de cohesión), letras suspendidas, retoques, sacudidas, olvido de letras, desigualdades de dirección, de la inclinación, de dimensión, del coligamento, etc., que se producen en la onda gráfica. Toda señal de inhibición señala conflicto latente en el sujeto. Cuando un individuo se siente normalmente adaptado a su medio ambiente y sin importantes conflictos internos, la onda gráfica lo traduce por la espontaneidad del movimiento. Esto no quiere decir que la expansión de los impulsos, deseos, sentimientos, etc., se realice fuera de control o cauce, es decir, desordenadamente, pues la adaptación (señal de que no hay choques bruscos, ni falta de consideración a la libertad y a la personalidad de los demás, ni tampoco lesión a las normas de convivencia) supone una conducta libre dentro de un orden. Por esta razón, hablamos de sentido positivo y de buen ajuste a la realidad, cuando dentro del conjunto gráfico observamos una buena presión, rapidez, dirección, continuidad, etc., es decir, cuando todos los aspectos del grafismo están en armonía y en buena coordinación. Tanto la "rigidez" de los movimientos gráficos como la desproporción, la impulsividad y las desigualdades en los aspectos, son testimonio de una defectuosa adaptación. La rigidez, por ejemplo, es propia de aquellos 281 sujetos que contienen sus sentimientos y que son incapaces de una vibración armónica y equilibrada en su modo de expansión. Las desproporciones señalan un desajuste entre los impulsos y vivencias del sujeto y la realidad exterior (exageraciones y falsedad en los juicios). La impulsividad es un descontrol emotivo que incita a los cambios repentinos, a la excitabilidad, a la movilidad imaginativa y corporal excesiva (desasosiego molesto) y a una susceptibilidad acentuada a los estímulos externos que lleva a ejecutar actos o a emitir juicios sin demora ni reflexión. Las desigualdades, cuando son muy acentuadas, traducen las luchas internas y los desbarajustes emocionales propios de sujetos que no llegan a encontrar en si mismos y el mundo que les rodea un sistema o cauce para conducirse en la vida de manera adecuada a las propias necesidades y a las de la colectividad en la cual se encuentra. Uno de los múltiples signos de adaptación defectuosa es la escritura INVERTIDA que, como dice Mayer, "es un reflejo condicionado negativo" frente a determinadas situaciones desfavorables. La escritura invertida, como el hecho de hacer determinadas letras al revés ("à rebours"), expresa, como dice el Dr. Gille, "el inconformismo y la rebeldía del que no quiere, en despecho de haberse sentido marginado por alguna causa, hacer nada como los demás". En el fondo, esta clase de sujetos desean pertenecer a algo o a alguien, pero no pueden o no quieren admitirlo. Es la actitud, en el adulto, del niño que siente celos del hermanito e intenta hacerse valer negándose a hacer todo cuanto se le pide o se le dice. Su actitud de oposición o de protesta se produce como un intento de compensación al robo de unas caricias, mimos y atenciones que antes había gozado en exclusiva y que le duele compartir con otro, sintiéndose frustrado en su derecho de amar y ser amado. El miedo al rechazo o al ostracismo, tan frecuente en sujetos con escritura invertida y al revés, suele tener su origen en las actitudes de los padres, especialmente de la madre, cuando no vacilan en retirar el afecto o actuar de manera represiva ante el comportamiento rebelde o negativo del niño, sea en la etapa anal o como consecuencia de los celos que provoca la llegada de un hermanito. Esta forma de proceder de los padres no sólo agrava el sufrimiento del niño, sino que hace que se sienta como un 282 intruso en la esfera familiar. Los rechazos sufridos en la infancia generan en el adulto muchos sentimientos de rebeldía y una resistencia activa y persistente a la aceptación de "imperativos", bien sea frente a las normas y reglamentos o frente a personas de significado carácter autoritario. El masoquismo (rechazo de si mismo, autoacusaciones, aceptación de fracasos, resignación ante las injusticias o humillaciones, etc.) es la consecuencia de una infancia represiva, de una madre que trató con dureza al sujeto, negándole afecto y comprensión. 283 284 OBSERVACIONES SOBRE LAS ASIMETRÍAS EN EL GRAFISMO La teoría de las zonas o "estratos de la personalidad" fue descrita por Klages y Hoffman en forma clara y minuciosa hace más de medio siglo. El mismo Klages, y después Pulver, la aplicaron a la Grafología, este último fusionando el simbolismo de las zonas con el Psicoanálisis. Según la teoría de Klages y de Hoffman, la psique humana está estratificada por una doble corriente energética que opera en sentido inverso la una de la otra. Las funciones correspondientes al estrato inferior aportan el dinamismo y brío de las tendencias profundas, de los impulsos, instintos, emociones y necesidades. El estrato superior, representativo de las funciones de la inteligencia, de la voluntad y de los principios y normas que rigen la conducta, actúan sobre el estrato inferior frenando, regulando, encauzando, reprimiendo o sublimando las fuerzas pulsionales. Entre ambos estratos o capas hay una zona central, que obra como amortiguador unas veces, y otras como refuerzo o modificación, según las circunstancias de una u otra corriente y según la forma como actúan las influencias procedentes del exterior. Esta zona media es el "presente" en la vida cotidiana. La actividad inferior (instintos, impulsos, emociones, necesidades, etc.) es por si misma amoral, desconoce los principios éticos o reglas que rigen la conducta social. Lo que le confiere un valor ético de rectitud, bondad, fiabilidad, etc., en el sentido social o "moral", es la forma como la actividad superior controla y dirige las fuerzas animales del ser. 285 Si tenemos en cuenta que ha de haber un cierto equilibrio sinergético o compensación armónica entre el área izquierda y derecha de la página escrita de las líneas, de las palabras y de las letras para que el sujeto se manifieste normalmente en sus funciones psíquicas, en sus tendencias, instintos, necesidades, etc., todo cuanto sea un signo de desproporción o de discordancia entre un hemisferio y otro, nos traducirá la propensión en el autor del grafismo a que se escapen a su control determinadas tensiones e impulsos instintivos, afectivos o mentales. Para localizar el área psicológica donde pueden producirse estas pérdidas de control, que pueden llegar a graves problemas de desadaptación o disociación de la personalidad, debemos recordar el sentido simbólico de cada una de las dos mitades gráficas: LA MITAD IZQUIERDA Traduce lo que inconscientemente es pasivo y femenino en el ser. El deseo de adquisición, de ganancia, de beneficio. Las intenciones o apetencias de lucro, de erotismo, el egoísmo, egocentrismo, narcisismo y los ideales del Yo. Es la esfera del pasado infantil y de la imago de la madre. Esfera de las necesidades de afecto, de ternura, de cariñosidad y de entrega. Introyección. El sentido apreciativo de la belleza; los deseos de armonía y de paz. El eclecticismo, el sentido de las proporciones, de la perspectiva, de las formas y de los matices claro-obscuros (contrastes de luz-sombra). Los dramas de la afectividad. CONSERVACIÓN. REFLEXIÓN. LA MITAD DERECHA Señala inconscientemente el lado activo y masculino del ser el instinto activo de posesión, de propiedad, de acaparamiento, de lucha por alcanzar unos objetivos. 286 La realización de las apetencias físicas, afectivas o mentales. El afán de conquista y de dominio sobre otros (incluido el dominio sexual sobre el partenaire). La autoridad. El alocentrismo, los sentimientos comunitarios o de grupo, etc. La imago del Padre. Corresponde esta esfera a la proyección del sujeto en el futuro, al devenir. La tendencia a realizar, a innovar, a luchar por construir (o destruir) algo nuevo. Apreciación dinámica del color y del movimiento. ACCIÓN. EXPRESIÓN. En el terreno del intelecto, y tal como queda expresado, la parte izquierda o hemisferio izquierdo de letras, palabras y líneas corresponde a la aptitud para apreciar, para apercibir, para reflexionar y prever, para cotejar, clasificar y concluir un juicio de valor. La parte derecha corresponde a la puesta en marcha, a la realización, al cambio, modificación o creación de nuevas cosas. Y en el terreno artístico, en el lado izquierdo se observa la aptitud para compaginar las formas con los matices de luz sombra. En el lado derecho está la aptitud para aplicar el color y el movimiento. Veamos ahora, en las páginas siguientes, algunos ejemplos prácticos de "asimetrías en el grafismo", cuyas ilustraciones han sido tomadas de mi obra Escritura y Personalidad (Ed. Herder, S.A. Provença, 388. Barcelona). Klages representaba a los estratos inferiores (zona inferior) como "un caballo a galope" y la actividad superior en forma de un jinete que sujeta fuertemente las riendas. El camino único para dar salida a las fuerzas energéticas y alcanzar los objetivos internos o externos (dar satisfacción a las tendencias, instintos, necesidades, deseos, ideales, etc.) es, como puede suponerse, la zona media o cuerpo central del grafismo. La zona media es, pues, el área de entrada de los estímulos procedentes del exterior y la puerta 287 de salida de nuestras respuestas y modos de contacto con el mundo que nos rodea. Esto explica por qué damos tanta importancia en esta área del grafismo a la cohesión de las letras, a los accidentes de la presión y de la dimensión, a las formas de abreacción y, sobre todo, a las modalidades del coligamento. Desde Klages y Pulver se ha escrito mucho sobre el simbolismo de las zonas. Si insisto sobre este tema, es por el rol que desempeñan las zonas en el caso de las asimetrías. El estudio que hoy presento sobre el tema asimetrías en el grafismo, dormía desde hace más de veinte años en un rincón de mi despacho a la espera de una oportunidad para salir a la luz, aunque más bien diría que olvidado. La importancia de las asimetrías en el grafismo Si observamos las letras, las palabras, las líneas y la misma distribución del texto en la página trazando un eje vertical imaginario que separe cada uno de estos elementos en dos mitades o áreas, veremos que, en la mayor parte de los casos, una de las dos mitades, en algunos aspectos, es diferente de la otra en mayor o menor grado. La diferencia puede manifestarse en alguno de los tres aspectos fundamentales del grafismo (forma, espacio y movimiento). A estas diferencias entre el hemisferio derecho e izquierdo del grafismo le llamamos asimetrías. En general, es raro el grafismo que no presente alguna asimetría, bien sea en el área izquierda o derecha de las letras, de las palabras, de las líneas o de la página escrita. Sin embargo, en algunos casos, estas asimetrías son extraordinariamente acusadas y sintomáticas. Caso de la figura 8 Se observará en este grafismo un incremento del desorden y de la asimetría de espacio en el área izquierda de la página. La opresión de las apetencias en este plano de las necesidades hace que se ensanchen compensatoriamente las necesidades alocéntricas (necesidades de 288 expansión, de comunicación) deterioradas por el alto grado de exageración y confusión de ideas (escritura creciente y confusa). Esta muchacha exagera sus dificultades complicando y desnaturalizando los elementos reales de sus conflictos, especialmente los de rivalidad y de competencia. De este modo intenta poner a los demás al servicio de sus deseos egoístas y de su egocentrismo. Se trata de una adolescente de dieciséis años que, compensando a sus compañeras con chocolatines y otras golosinas y dramatizando su "horror por los estudios", consigue con artilugios que los demás le resuelvan sus problemas. Caso de la figura 71 Aumento de las tendencias agresivas en el lado derecho de la página (ver cómo las líneas suben a partir de la mitad de la página con evidente aumento de la presión de los trazos y de la dimensión. Las letras se comprimen más en la zona izquierda). Los finales de palabra, algunos en diagonal, otros en maza, son menos inhibidos que en el área izquierda. El volumen de las jambas es también importante, sobre todo en la palabra "giovinezza". Obsérvese, en compensación, los tremendos arcos iniciales de la "M" de la firma y la fuerte presión de los trazos. "Los arcos se han hecho para homenajear a los héroes". La vanidad del "condottiero" y el "culto a la personalidad", tan característico de los líderes políticos de todas las tendencias, parece reflejarse en ese mimetismo gráfico de la "M", cuyo reclamo de homenaje es evidente. Por otro lado, la convergencia de la mayor 289 fuerza de los trazos sobre el área izquierda de la letra -y seguimos refiriéndonos a la "M"- parece reflejar también lo que siempre ha sido un rasgo común en todos los grandes líderes políticos (De Gaulle, Hitler, Franco, Perón, Adenauer, etc.): su vinculación históricopsicológica a etapas anteriores y su capacidad de teatralidad. Caso de la figura 121 A observar aquí que las mayúsculas del área izquierda de la página tienen mayor volumen que las del área derecha. La autora de este grafismo debe su importancia personal al rango de su familia, a su pasado familiar e histórico, muy manipulado por los medios publicitarios. Es evidente que esta dama se siente muy satisfecha con un apellido que adorna y ensalza su vanidad y que le sirve de vehículo para abrirse paso en todos los círculos sociales. Si a ello añadimos la habilidad seductora de su trato, su gran belleza, su arte para la "pose" más adecuada a cada persona y circunstancia y la elegancia y hábitos adquiridos a través de una amplia mundología, fácilmente podemos imaginarnos que no hay persona que se resista al atractivo de su personalidad. 290 Caso de la figura 119 Podemos observar que el área derecha está más equilibrada (forma, espacio y movimiento) que el área izquierda. Ver, sobre todo, el margen izquierdo y la dirección de las líneas. Se trata de un fragmento de un ensayo filosófico de Ortega y Gasset. Los que han conocido a Ortega saben con que cuidado y esmero cuidaba el famoso autor de La rebelión de las masas y de La España invertebrada (y citar ahora esta obra no es una ironía), el prestigio personal en el mundo intelectual de su época. Si, como hemos indicado antes, la zona media del grafismo es el camino único para dar entrada y salida a las necesidades y a "los instintos del Yo" (autoconservación, autoafirmación y autovaloración) esa zona en Ortega es predominante. Y supone también una forma de concienciación del Yo, incluso un buen reflejo de orgullo de la propia individuación, en el sentido junguiano del término. 291 Caso de la figura 156 Las letras muestran la asimetría en el lado izquierdo, tanto en la zona superior como en la inferior. Se ve aquí como una especie de tendencia a los "reflejos condicionados negativos". El sujeto se organiza defensivamente, tal vez como consecuencia de su sentimiento de culpabilidad, no ya por su egoísmo e inclinación al acaparamiento, sino también por querer gozar "en exclusiva" ciertas ventajas, beneficios y placeres, tanto sensuales como sexuales. 292 El instinto de nutrición, como se sabe, está íntimamente relacionado con valoraciones estéticas (el autor del grafismo es un pintor) y el instinto sexual -y en este campo el sujeto presenta algunos problemasse relaciona con el principio adleriano de poder y de dominio. En las asimetrías que pueden apreciarse en la zona inferior descubre el sujeto la esfera de sus problemas, es decir, corresponden al campo de la sexualidad. Caso de la figura 161 Las asimetrías de espacio y movimiento se producen en el área derecha de la página (ver estrechamiento de las líneas, reducción de las dimensiones y de la presión, descenso de las líneas y aumento de la ilegibilidad). Siempre es aventurado juzgar a los grandes genios partiendo de módulos establecidos para juzgar a una población normal o patológica. Sin pretender ahondar en estos signos ya estudiados por grafólogos tan eminentes como Pulver, Magnat, J.-Ch. Gille, Hegar y por el mismo Klages, es lógico deducir que la disminución del impulso expansivo en el área de la derecha, el área de contacto del Yo con el Tú, es comprensible en una persona cuya sordera, que es total a los 28 años, le obligaba a rechazar muchos contactos sociales. 293 Caso de la figura 183 Las asimetrías de esta figura, en ciertas letras, expresan el narcisismo egocéntrico del autor que rinde culto al cuerpo, a la fachada y a los intereses personales. El sensualismo de esta persona y su hábito de alargar los goces físicos para satisfacer al propio cuerpo, puede verse en el aumento de la presión en la base de la zona media y en las jambas (escritura muy reducida). 294 Caso de la figura 184 Las fantasías eróticas y la vanidad de pavo real intentan imponerse de modo exhibicionista en las asimetrías de la dimensión y de la presión. El autor de este grafismo intenta forzar la realidad con su imaginación "voyeurística" y con su violencia dominadora y explosiva (ver las potentes mazas de los finales y de las barras de las “t En el campo de la Neuropsicología, los rusos Luria, Klimkowsky, Livanov; los norteamericanos Goldstein, Lindsey, Woolsey y otros; y entre los españoles, los doctores Mena, Subirana y Ajuriaguerra, han estudiado a fondo las asimetrías de espacio, forma y movimiento de la escritura, en el caso de lesiones o trastornos cerebrales. Reproducimos aquí un grafismo de la obra del Dr. Luria, El cerebro en acción (El Dr. Luria es uno de los más famosos neuropsicólogos rusos). 295 Puede apreciarse en este grafismo la atrofia de espacio y movimiento como consecuencia de la "pérdida de la mitad izquierda del campo visual en una paciente con agnosia especial izquierda"9. El neurólogo sevillano Dr. Mena ha presentado en las III Jornadas de Grafología curiosos estudios sobre los zurdos contrariados. Caso de la figura 26 El grafismo de la figura 26 señala una asimetría sobre el área izquierda de las letras. El descontrol está en la zona de las apetencias físicas. Es indudable que hay una gran desproporción entre lo que la persona abarca (coge, agarra o sustrae: finales largos y en arpón) y lo que desea (jambas muy infladas, desproporcionadas en su hemisferio izquierdo en relación con el cuerpo de la escritura). Este desnivel entre el deseo y la realidad, 9 Dr. 296 Luria, El cerebro en acción, pág. 159. Ed. Fontanella, S.A., 1974. entre los impulsos y apetencias y lo que alcanza a poseer, pone de relieve una fuerte insatisfacción que la autora compensa desbordando la imaginación. Caso de la figura 27 En cambio, el autor del grafismo a quien corresponde la figura 27, muestra las desproporciones o asimetrías en la mitad derecha del eje de las letras. Se ve aquí la necesidad de forzar la realidad, por simpatía, mejor dicho, por necesidad empática, porque la iniciativa, el deseo de dominio personal y de liderazgo le impulsan a vencer dificultades, a comunicar entusiasmo y a combatir los obstáculos para alcanzar los deseos propios o colectivos y ganar adeptos. Este es el grafismo de un sacerdote de pueblo, muy activo y emprendedor, iniciador de diversas manifestaciones culturales, deportivas y artísticas. 297 Caso de la figura 158 Las asimetrías de las "d" y de los finales en gancho, así como el ambiente gráfico negativo de este grafismo se corresponden con una conducta de tendencia delictiva (escritura muy apretada, sinuosa, arqueada, abierta por abajo y muy regresiva). Se trata de una persona amiga de lo ajeno. A observar en el simbolismo de los trazos finales, como una especie de brazos que se extiende como queriendo apoderarse de algo. Caso de la figura 162 Doy fin a esta breve comunicación con un caso seguido muy de cerca. La persona a quien corresponde el grafismo que se encuadra en este texto me solicitó un estudio de orientación profesional en el año 1943. Su intención era confirmar sus aptitudes para la escultura y la pintura. El estudio fue positivo en este aspecto y posteriormente desarrolló con éxito los estudios de estas carreras en la Escuela Superior de Bellas Artes de Barcelona. Sin embargo, no es éste el dato curioso que ofrece este grafismo, sino que, a la vista de esas jambas débiles y como amputadas, sospeché -y así lo expresé en mi estudio- alguna dificultad en el aparato locomotor. En la entrevista posterior al estudio, confesó tener pequeñas molestias en los pies, tales como 298 "duricias" que, más o menos mensualmente, le obligaban a ponerse en manos de una callista. En los demás aspectos y por aquellas fechas su locomoción parecía normal. Doce años más tarde, empezó a sentir molestias y en 1976 se tuvo que operar por tener en estado muy avanzado una artrosis con atrofia de la cabeza del fémur y cadera. Actualmente anda con articulación ortopédica. El grafismo que aquí reproducimos fue realizado en marzo de 1946, es decir, treinta años antes de la operación y doce antes de que empezaran los síntomas físicos. Sin embargo, la grafología se anticipó más de 15 años al diagnóstico médico con radiografías. He vivido bastantes casos como este, principalmente cardiopatías, enfermedades pulmonares, renales, hepáticas, etc. En cuanto a las asimetrías también son muy interesantes los trabajos que se están realizando actualmente y que pueden dar mucha luz sobre determinadas enfermedades cerebrales. 299 300 EL PREDOMINIO DE LA "FORMA" BAJO EL PUNTO DE VISTA GRAFOANALÍTICO En varios de mis artículos anteriores he hablado del aspecto "Espacio" en el grafismo, tema muy importante, que también lo ha tratado extensamente el Dr. Gille-Maisani en las páginas 42, 43 y 44 de su obra Psicología de la Escritura, con motivo de la escritura "aireada"10. En este artículo querría tratar el aspecto "Forma", de cuyo tema existen muchos refritos, pero que, en español, hay pocos estudios serios y profundos relacionados con este aspecto de la onda gráfica. Para conducirnos en la vida, para clasificar, ordenar y definir hechos, conceptos u objetos abstractos o concretos, distinguimos normalmente dos sistemas de pensamiento: a) Uno, más espontáneo y libre, en donde el pensamiento llega a una síntesis global del conocimiento de los hechos, a base de percibir, intuitivamente, lo que hay de significativo, valioso e importante en cada cosa o situación. b) Otro sería la necesidad de analizar y estructurar, de acuerdo con la experiencia y con una escala de valores conocida, el grado de "realidad" o "veracidad" existente en cada hecho o cosa. En el primer caso, se llega fácilmente a una síntesis global, a una comprensión rápida de los objetos, de los fenómenos o de las situaciones. 10 J.-Ch. Gille-Maisani, Psicología de la Escritura, Ed. Herder, 1991. 301 En el segundo caso, el pensamiento es cauto y elige la vía de la observación, de la comparación, de la clasificación racional de esos objetos, de esos fenómenos o situaciones. Procede por análisis, no por síntesis. De acuerdo con el psicoanálisis, Freud nos diría que la "síntesis" es propia de los sujetos con una libido en progresión. Mientras que los sujetos que operan por "análisis" tendrían una libido más bien en regresión. En los primeros, en aquellos que captan la realidad de modo rápido y global, podríamos ver a sujetos en los que predomina el "Movimiento" sobre la "Forma". En los segundos, en aquellos que sienten la necesidad de estructurar, de buscar antecedentes en la experiencia, en las normas y en las escalas de valores conocidas, podríamos situar a los sujetos en cuyo grafismo predomina la "Forma" sobre el "Movimiento". El predominio del "Movimiento" en la onda gráfica favorece la actividad creativa y realizadora, incluso la rotura de los moldes convencionales o de las limitaciones impuestas por las normas y por el inmovilismo de ciertos principios que se utilizan como dogmas de fe. El predominio de la "Forma" sobre el "Movimiento" favorece la fidelidad a los principios, a esos "moldes" impuestos por la educación, por las leyes, por los criterios y normas vigentes en el ambiente social, profesional, familiar o religioso. El sujeto no puede sobrepasar los límites establecidos, los tabúes imperantes, sin sentirse invadido por la inseguridad, o por la culpabilidad o sensación de haber hecho algo malo o impropio. Cuando la "Forma" es muy predominante, el sujeto vive acartonado por un Super-Yo rígido e intransigente que le priva de la libertad de acción y de expresión natural. Vive acosado por el temor a obrar mal y a ser castigado. 302 Cuando el niño aprende a escribir, se le enseña a diferenciar las letras por la forma de las mismas para que no pueda confundir unas con otras. Se le enseña también a diferenciar lo "bueno" de lo "malo", a reconocer los valores éticos de su acción. La repetición insistente de esos valores, por parte de los padres y educadores, hace que el niño aprenda que "lo bueno" es sinónimo de "factible" y "lo malo" es sinónimo de "no factible", de algo que se debe hacer", o "no se debe tocar", por sus ulteriores consecuencias desagradables. Esto le crea secuelas de inseguridad, de culpabilidad y de temor al castigo, cuando se sale de los "tabúes" exigidos. Claro que el niño como tal puede adoptar dos posturas reaccionales: a) La del niño "dócil" (dependencia-sumisión), y b) La del niño "rebelde" (independencia, dominio, inconformismo, versatilidad, etc.) El adulto que ha vivenciado interiormente los hábitos de reacción del niño "dócil", tenderá a una conducta estable, regular, perseverante, conformista, respetuosa con todas las "normas" y "tabúes" establecidos socialmente. Será el empleado modelo, puntual, disciplinado, prudente, meticuloso, conocedor de toda política normativa de la empresa. Si es artista, será una especie de Ingres que respetará los procedimientos más académicos. Si es un científico, aplicará las leyes y métodos conocidos y, a lo sumo, perfeccionará el sistema utilizado, pero no aportará grandes innovaciones. Si se trata de un profesor de Instituto o de Universidad, difícilmente explicará o enseñará los temas de su especialidad de una manera original, imaginativa, sugestiva y versátil. Planificará sus clases de manera sistemática, detallista, repetitiva y, posiblemente, monótona. ¿Cómo puede ser original, por ejemplo, el autor de la fig. 63 del Diccionario? El predominio estereotipado de la "Forma" en la onda gráfica, indica que este sujeto tiene más presente en su mente la noción de "lo prohibido" y de "lo obligado", como base de su "conciencia del deber" y del "sentimiento de responsabilidad", que la 303 posibilidad de mejorar su vida y su rendimiento buscando nuevas formas de pensamiento y de acción. Individuos como este tienden a integrar los valores conocidos, los modos de pensamiento y de conducta socialmente aceptados. Se convierten en esclavos del "deber" y de las "obligaciones", en personas "de orden" y, a veces, en verdaderos "fariseos". En una de las obras del famoso psiquiatra Emilio Mira y López, recuerdo haber leído que "se venden más armas a las llamadas personas de orden, que a los delincuentes". Cierto que, a través de esta adaptación "formal", estos sujetos intentan escudarse tras las "reglas", "principios" y "normativas", convencidos de que su pensamiento y su conducta están a salvo de cualquier culpabilidad. Pero esta búsqueda de la "claridad de conducta" les hace incapaces de ver y pensar más allá de las limitaciones de su rutina. Repitiendo una y otra vez el mismo modo de percibir la vida, el trabajo y la relación con los demás, no sólo economizan tiempo y automatizan una serie de procesos psíquicos, sino que también alcanzan una cierta seguridad en los resultados. De este modo, evitan la ansiedad, los complejos de culpabilidad o de fracaso y los consiguientes riesgos para el Yo. A los políticos les gustaría que todo el mundo fuese así. Las leyes y tradiciones que han creado "el hábito del orden social" son erigidas por los políticos (muy especialmente por los dictadores) como arcano inmutable de toda vida comunitaria. De este modo, los gobernantes pueden conservar el poder y todas las prebendas y ventajas que éste les otorga. Desde los faraones a nuestros días, se tiende a desempolvar e invocar cosas del pasado (conmemoraciones, nombres de héroes o de grandes figuras, acontecimientos, reliquias, etc.) para reafirmar las tradiciones, para distraer la atención popular con estas ceremonias. Estos actos rememorativos permiten a los mandatarios exhibir la fuerza pública y recordar a la población el respeto que debe a las 304 autoridades que, en estos casos, se visten de gala para representar su papel y dar más realce a las normas y tradiciones, al poder y a la ley. El sujeto que "conserva" o rinde culto a la "forma" en su grafismo actúa como el político, intenta sentirse respaldado y a cubierto de toda culpa, de todo error e inseguridad. Representa su papel social, profesional o familiar buscando, en el respeto a las normas, sentirse protegido contra cualquier censura o amenaza exterior. Le parece que, siguiendo el camino de la vida, según "los indicadores sociales", se porta "bien" y está más "seguro". Naturalmente, el nivel del sentido positivo o negativo matizará el tipo de conducta y la mayor o menor "rigidez" en la compostura y en el pensamiento de los sujetos de grafismo con la "Forma" predominante. Con esta aclaración sobre el significado del predominio de la "Forma" en la onda gráfica, creo que estamos ya en condiciones de comprender las interpretaciones que se dan a las escrituras "caligráfica" y "tipográfica" en la octava edición de Escritura y Personalidad. 305 Escritura 1 y 2: Predominio de la FORMA sobre el MOVIMIENTO. Escritura 3: Predominio del MOVIMIENTO sobre la FORMA. 306 UNA SÍNTESIS DE LOS TRES GRANDES ASPECTOS DE LA ONDA GRÁFICA Podemos simplificar los ocho aspectos y dieciséis subaspectos gráficos que normalmente venimos utilizando en Grafoanálisis, recurriendo a los tres grandes aspectos (Espacio - Forma - Movimiento), descritos por Carl Gross en Alemania y posteriormente desarrollados por Robert Heiss, Hans Knobloch y por el matrimonio alemán Wilhem Mueller y Alice Enskat, entre otros. Así, por ejemplo, para la observación de los tres factores que suelen romper el equilibrio o normalidad, el ajuste a la realidad en las personas (culpabilidad, angustia-ansiedad y agresividad, tan magistralmente descritos por el Dr. Martínez Vila), basta, como veremos, tener en cuenta estos tres grandes aspectos de la onda gráfica. Para comprender, por ejemplo, la importancia del espacio en la escritura, debemos partir del hecho que la palabra es la representación mental de un objeto, sea concreto o abstracto. El espacio entre palabras, tal como indica el Dr. Gille-Maisani en Psicología de la Escritura, es equivalente a los silencios, pausas reflexivas, detención o contemplación pasiva, durante nuestros intercambios de conversación en la comunicación oral. Los grandes espacios entre líneas suelen expresar la tendencia a ver las cosas según su presente, su pasado y su futuro, es decir, ahora, a corto, medio y largo plazo. Según el Dr. Gille-Maisani, el amplio espaciamiento entre líneas corresponde a sujetos que seleccionan mucho el tipo de personas con las cuales desean intercambio, "manifiestan su deseo de contacto en un ambiente de confianza, permaneciendo silenciosos o reservados con los extraños o en público (Ver Psicología de la Escritura, págs. 42, 43 y 44.) 307 Por el contrario, el espaciamiento insuficiente entre las líneas, en una escritura, representaría la dificultad del sujeto para ver y apreciar los hechos y las cosas en sentido global o panorámico, para ver más allá espíritu poco selectivo en las relaciones con los demás. La página, en su totalidad, nos indica el modo como concilia el sujeto su mundo interior (tendencia, deseos, motivaciones, etc.) con las circunstancias y exigencias de su entorno. En esta apreciación, interviene también el gusto estético, el sentido ético y el nivel cultural y evolutivo alcanzado por el sujeto. Por la forma como cada sujeto distribuye y ordena las letras, las palabras y las líneas en la página, sacamos la conclusión de su nivel de orden, de organización y adaptación en las ideas, su precisión en los juicios, su claridad de concepto, su objetividad y su ajuste a la realidad. La manera como compagina la masa gráfica (encabezamiento, márgenes, puntos y aparte, separación de las líneas, de las palabras y de las letras) es toda una revelación en cuanto a su respeto a las normas y a los demás, en cuanto a su adaptación, más o menos rígida o espontánea, al entorno que le rodea. Por tanto, los desequilibrios que presenta, a veces, la onda gráfica en el modo como es utilizado el espacio (desigualdades en la ubicación de las letras, en la distribución del espacio entre palabras, en el espaciamiento entre líneas, en la compaginación de los márgenes y de los puntos y aparte, etc.) suelen corresponder a un desajuste del sujeto que gravita sobre su realidad interna y sobre la órbita de su relación con su mundo externo. La forma de la onda gráfica, en relación con el movimiento, nos revela los modales del comportamiento, es decir cómo es la relación Yo-Objeto (convencional, espontánea, abierta, cautelosa, suave o flexible, dura, enigmática, sincera, insincera, etc.). Los desequilibrios o anomalías en la forma son la expresión de que existen frustraciones y anomalías en la conducta. Generalmente, 308 la mayor parte de las anomalías en el aspecto forma, especialmente en el coligamento, no sólo afectan a la relación del Yo con el Tú, sino también a la relación del Yo con el otro sexo a causa de posibles trastornos en la esfera sexual. Finalmente, el movimiento es un indicador del grado de energía, del grado de tensión, flojedad, blandura, vivacidad, impulsividad, control, agitación y continuidad de nuestros impulsos, cuando manifestamos nuestras ideas, nuestros deseos y motivaciones, nuestros sentimientos o nuestros caprichos. El movimiento en la escritura expresa el modo como desarrollamos nuestra acción y el empuje o coartividad que tenemos de cara a la consecución de los deseos u objetivos deseados. Un desequilibrio en el movimiento afecta a las tres grandes esferas de la personalidad: el soma, la psique y el intelecto. Basta considerar estos tres grandes aspectos para tener una visión global o panorámica sobre el grado de energía, equilibrio y adaptación que ofrece el grafismo de cada sujeto. El Grafoanálisis tiene la ventaja que nos ofrece, a través de 24 vectores y factores, no sólo "un esqueleto" de nuestras tendencias y motivaciones, más estables, menos variables, sino también el porcentaje en que se dan cada uno de esos 24 vectores y factores de nuestra personalidad y el grado en que nos aproximamos o nos separamos de la media normal en nuestro comportamiento, es decir, el programa informático* nos da un informe fiable del grado de ajuste de cada persona a la realidad. * Hoja Excel incorporada en el Seminario de Grafoanálisis de la AGC 309 310 SEGUNDA PARTE TESTIMONIOS EN HOMENAJE Y MEMORIA DEL PROF. AUGUSTO VELS En esta segunda parte incorporamos la crónica que hemos confeccionado sobre el Homenaje al Prof. Augusto Vels, organizado desde el Master en Grafoanálisis Europeo de la Universitat Autònoma de Barcelona. Y a continuación un reportaje realizado por la propia familia del Prof. Augusto Vels (familia Velasco), así como una recopilación de testimonios por escrito que hemos ido recibiendo durante el año, agradeciendo a todos, tanto los asistentes al Acto Universitario y especialmente a la familia Velasco, como a todos y cada uno de quienes han contribuido al “Homenaje 2009 a Augusto Vels”. Por Francisco Viñals – Mariluz Puente 311 Universitat Autònoma de Barcelona Universidad Autónoma de Barcelona MASTER EN GRAFOANÁLISIS EUROPEO Dirección www.grafologiauniversitaria.com Campus de la UAB en Barcelona: Recinto en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, “Casa de Convalescència” c. San Antonio Ma Claret, 171 (esq. c. San Quintín) 08041 Barcelona Información: Tel. 93 321.57.48 e-mail: info@grafologiauniversitaria.com COMITÉ ORGANIZADOR DEL HOMENAJE AL PROF. A. VELS Directores: Francisco Viñals, Mariluz Puente, Josep Llobet Con la colaboración especial: Como participantes del acto: Familia del Prof. Augusto Vels (Augusto y Jorge Velasco Benavent, Mª Jesús Padilla Goñi, Mercedes Fillat Polo, Ignacio Velasco Padilla y Marta Velasco Fillat), Excmo. Ayuntamiento de Puerto Lumbreras (Murcia), ICG-AGC y Equipo de UAB “Casa de Convalescència”, Santiago Estaún (ponente), Dor Gauthier (ponente), Jordi Morera (ponente), Elena Soler García de Soria (ponente), Dolors Mora (ponente), Lynn Pèrez–Calvo (ayudante), Pilar Mèlich (traductora-intérprete), Mónica Gallerani (ayudante traductora-intérprete), Marisa Ibertti (ayudante traductora-intérprete), Marco Antonio Robles (ayudante), Jordi Vives (ayudante), Nuria Sánchez Lazcano - Esteve (reportaje fotográfico), 312 CRÓNICA DE LOS ACTOS DE CLAUSURA 2009 CON HOMENAJE AL PROF. AUGUSTO VELS Por Mariluz Puente y Francisco Viñals El 16 de octubre de 2009, celebrábamos en el campus Barcelona, edificio histórico UAB “Casa de Convalescència” dentro de los Actos de Clausura de los cursos de Perito Calígrafo Judicial, Peritaje Grafopsicológico, y Grafopsicólogo en Orientación Familiar y Profesional, los cuales componen el Master en Grafoanálisis Europeo, un importante Homenaje en memoria del Prof. Augusto Vels coincidiendo con el XXV Aniversario de la Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España, entidad fundada por él mismo y colaboradora de estos programas a través del Instituto de Ciencias del Grafismo. 313 El evento se iniciaba a las 5 h. de la tarde a cargo del Director Francisco Viñals Carrera, el cual dio la bienvenida a los invitados y presentó a los miembros de la tribuna presidencial: Prof. Santiago Estaún, Catedrático de 314 Psicología básica que a pesar de que está a punto de jubilarse, no quiso dejar de decir unas palabras para corresponder a la invitación que se le hizo con el fin de glosar la figura del Prof. Augusto Vels. Seguidamente el Ilmo. Sr. Don Josep Llobet Aguado, Magistrado-Juez, destacado profesor-doctor de la Facultad de Derecho de la UAB y Director en representación de la autoridades de la UAB, felicitó a los recién titulados en las tres Diplomaturas de Postgrado que componen las dos especialidades del Master en Grafoanálisis Europeo y les animó tanto como Juez en la vertiente profesional jurídica donde se hace patente la importancia de nuestros titulados en la intervención procesal, como en la vertiente académica donde se congratuló de que obtuvieran dicha titulación tan prestigiosa y por las que han alcanzado un nivel superior claramente diferenciable, al tiempo que les exhortó a no dormirse en los laureles sino seguir reciclándose para mantenerse en la práctica dentro de este privilegiado status. A continuación el Director Francisco Viñals daba paso a las exposiciones y testimonios en relación directa al Homenajeado Prof. Augusto Vels que siguiendo el orden de intervención fueron los siguientes: el Prof. Dor Alfred Gauthier de Canadá, las palabras del Sr. Alcalde Don Pedro Antonio Sánchez, de Puerto Lumbreras, el Prof. Jordi Morera Jansà, la Prof. Elena Soler García de Soria, y la Profª Mª Dolors Mora Domingo, Con la entrañable participación de la familia del Prof. Augusto Vels (los hermanos Augusto y Jorge Velasco con sus esposas respectivas e hijos) en estos Actos Académicos de la UAB. El Prof. Dor Alfred Gauthier, Miembro de Honor de la AGC y profesor honorario del ICG y profesor visitante de este programa de la UAB quien se desplazó expresamente desde Canadá para asistir a este homenaje, tuvo la indispensable ayuda de la Prof. Pilar 315 Mèlich, Vocal de la Junta de la AGC de España, quien efectuó la traducción simultánea del discurso original inglés. La Prof. Pilar Mèlich, ya tiene práctica en estas lides, pues el año pasado (10/10/08) ya efectuó este tipo de labores con motivo del Congreso Europeo de Directores de Entidades Grafológicas (con los Actos de Graduación de la actual promoción de Grafopsicólogos, Peritos Calígrafos Judiciales y Peritos Judiciales en Propiedad Intelectual e Industrial y la Reunión de los representantes de la ADEG) en el edificio histórico UAB Casa de Convalescencia. Asimismo la Prof. Pilar Mèlich ha traducido a la lengua inglesa el artículo sobre Vels, “Augusto Vels e i 25 anni dell’ AGC” que aparece colgado en la web de la AGC en la sección << Artículos y Ponencias>> y que fue escrito por Mónica Gallerani en original italiano y publicado en la revista Scritura nº 148, pp: 63-65. Podeis consultarlo aquí: http://www.grafoanalisis.com/VELS-YEAR.htm Precisamente este año Mónica Gallerani ha sido la representante española en la reunión de la ADEG (10/10709) celebrada este año en París y de la visita realizada al Museo de la Letras, ha obsequiado a la biblioteca de la AGC un ejemplar de la obra de Autografos y Manuscritos de la colección Pedro Corrêa Do Lago Cinq Siècles sur Papier, Ed. De La Martinière. 316 DISCURSO DEL PROFESOR DOR GAUTHIER EN UAB EDIFICIO HISTÓRICO “CASA COVALESCÈNCIA” HOMENAJE A AUGUSTO VELS, 16 OCTUBRE 2009 Traducción Pilar Mèlich Apreciados todos: amigos de la grafología, amigos de Augusto Vels, familiares de Augusto Vels. Es un verdadero placer y un gran honor para mí estar aquí hoy en Barcelona en la UAB para rendir homenaje al Prof. Augusto Vels y al 25 aniversario de la AGC. Como experto en historia de la Grafología, empecé hace dos años un peregrinaje grafológico para visiar los lugares de interés de todos los pioneros y maestros de la grafología. Estuve en Bolonia por Baldi y en Mondolfo y Urbino por el italiano Moretti. Estuve también en Francia para visitar el castillo de Montausier donde Michon escribió su primer libro y en donde se hizo el primer congreso internacional en 1880. Y visité Chadurie donde el trabajó originalmente con Abbot Flandrin en un pequeño seminario en 1832. Más adelante, visité los archivos de Crepieux- Jamin en Arras y encontré la casa donde nació, y también visité Rouen en donde vivió la mayor parte de su carrera grafológica. En Paris, encontré los aposentos de Moreau de la Sarthe quien reeditó el trabajo de Lavater en 1806 y del belga Hocquart, muy cerca, quien escribió su primer libro en 1811. También visité en Suiza la casa de Lavater y los aposentos de Pulver en Zurich así como el alojamiento de Klages en Kilchberg, cerca de Zurich. Debo también decir que tuve el privilegio de reunirme con el Padre Seiler en Berna muy querido por algunos miembros de su asociación. Esto fue unas pocas semanas antes de su prematura muerte. En Londres, visité los archivos de Saudek en la Universidad de Londres y también en Praga i Kolin donde nació. 317 Y ahora, estoy en Barcelona para visitar el país del Prof. Vels y de sus amigos. Esperaba poder consultar sus archivos en Puerto Lumbreras pero no pude hacerlo por razones técnicas. Supongo que será un buen pretexto para volver a su hermoso país alguna vez en el futuro... El pasado Mayo, yo estaba en Roma en la sede de la ARIGRAF para consultar los archivos de mi amigo Gille- Maisani y encontré correspondencia entre él y el Prof. Vels, además de algunas cartas de Gille a editores franceses para obtener la publicación de los libros de Vels en Francia. Leí lo que ya Gille me había dicho previamente, que consideraba en alta estima el trabajo general del Prof. Vels. En su opinión (y yo coincido con él), su libro traducido “L’écriture, refret de la personalité” fue uno de los mejores libros de grafología en Francia. Fue una lástima que el editor Mont Blanc cerrase sus puertas y no pudiese re-publicar una nueva edición revisada. Casualmente, este libro fue el primero que compré en 1966 cuando empecé mi estudio de la grafología y esta semana, durante la feria del libro de Madrid, tuve la suerte de encontrar la primera edición de 1945. Siempre es interesante comparar las diferentes ediciones de un libro y, en el caso de Vels, es mucho más obvio ver el progreso de sus investigaciones a lo largo de los años. El estaba constantemente intentando mejorar su propio método de grafoanálisis, teniendo en cuenta los métodos de autores franceses, alemanes e italianos. Esta apertura representa un mérito de su gran sentido de la síntesis. Estoy seguro de que el Prof. Vels estaría orgulloso del reciente desarrollo de la Grafología en España y especialmente de los cursos impartidos en la UAB. Entiendo que hoy es un día especial para algunos estudiantes que terminan sus cursos. Necesitamos sangre nueva en la Grafología y ustedes tienen la obligación de la excelencia en estos tiempos difíciles. Por favor, tengan en cuenta las investigaciones de todos los pioneros mientras desarrollen sus propios métodos, sus propias herramientas. Como el Prof. Vels, estén al tanto de lo que sucede en el mundo de la grafología a su alrededor y¡ desarrollen sus propios métodos! Muchas gracias y ¡¡Viva la Grafología!! 318 También el Excmo. Ayuntamiento de Puerto Lumbreras ciudad natal de Don Augusto Vels enviaba su solidaridad con el evento y aún ante la imposibilidad de lograr venir a tiempo el Sr. Alcalde Don Pedro Antonio Sánchez, nos trasmitía la alegría del consistorio en representación del pueblo, mediante unas palabras que fueron leídas por el Director Francisco Viñals y que junto a cada una de las intervenciones fueron muy aplaudidas. HOMENAJE A AUGUSTO VELS DESDE EL AYUNTAMIENTO DE PUERTO LUMBRERAS Cada vez que se homenajea a un ciudadano de cualquier villa o pueblo, se hace también a ese pueblo que le dio la luz primera. Y si al propio tiempo éste ha sido ya reconocido entre los distinguidos, podríamos aplicarle aquel adagio tan sabido por todos “miel sobre hojuelas “. Este el caso de D. Alfonso Velasco Andréu cuyo seudónimo Augusto Vels traspasó nuestras fronteras físicas y culturales. Puerto Lumbreras, su pueblo natal, le nombró Hijo Predilecto en sesión del 23 de septiembre de 1996, y a continuación dedicó una de las calles principales a la memoria de Augusto Vels. La obra del insigne maestro será expuesta de nuevo en un nuevo espacio cultural que recoja toda su obra, legado y patrimonio cientíico. Augusto Vels proundizó como humano sus estudios en la personalidad del individuo y como científico compaginó estos para ofrecernos la íntima relación que existe entre el individuo, su carácter y la escritura. Por ello, a la hora de considerar y de estimar la valoración de su trabajo, sirve de consuelo a su pueblo saberse heredero de un legado que engrosa como ningún otro su patrimonio cultural. Por tanto, al tributársele el merecido homenaje con que Barcelona quiere rememorar su aportación a la ciencia, el pueblo de Puerto lumbreras, se adhiere al mismo y se hace partícipe con su más sincero a inquebrantable agradecimiento. Pedro Antonio Sánchez Alcalde de Puerto Lumbreras. 319 El Prof. Jordi Morera Jansà, Delegado de la AGC en Levante y Comisionado para el Museo Augusto Vels, relató su encuentro con el Maestro Vels, y posteriormente trazó una semblanza grafológica del personaje, así como de sus obras. Conocí personalmente a Augusto Vels, hace más de 25 años, -explicó el Prof. Morera- en un congreso de Grafología que organizó con Mauricio Xandró y se realizó en un aula de formación de la Banca March, entidad de la que Vels era Jefe de Personal en aquel entonces. En aquellos tiempos yo era discípulo de Carles Muñoz Espinalt, genial grafólogo. Me sorprendió de Vels su espíritu científico y la modestia en su comportamiento personal. Y al actuar – señaló Morera sobre Vels - de acuerdo con unos principios éticos, a la modestia y espíritu científico que evidencia su comportamiento en las tres veces que hablé con él, se le deben añadir la tenacidad, elegancia espiritual, la sublimación instintiva hacia el campo de las ideas, la capacidad creadora con una inteligencia privilegiada de nivel superior, el humanismo, entre otras muchas cualidades que su letra armónica, en relieve, con enlaces originales, angulosa, “r” que recuerda la “v”, pequeña, simplificada, firma sin rúbrica enlazando el nombre con el apellido, “g” cuya jamba se abre hacia el enlace con la letra siguiente, “i” cuyo trazo vertical se convierte en un punto. Son rasgos grafológicos que determinan sin lugar a dudas las cualidades que enumero. He leído, estudiado y consulto frecuentemente todas sus obras, pero principalmente “Escritura y Personalidad”, “Grafología Estructural y Dinámica”, “La Selección de Personal y el Problema Humano en las Empresas” y los dos diccionarios “Diccionario de Grafología y términos Psicológicos Afines“ y su último libro diccionario de “ La A a la Z “ constituyen un tratado extenso de su célebre Grafoanálisis, rigurosamente científico, exhaustivo, que ha propulsado en España la Grafología a la categoría de Ciencia. La ciencia Grafológica, en España, le debe a Augusto Vels, mucho. Nunca los Grafólogos y Grafoanalistas le estaremos suficientemente agradecidos, concluyó el Prof. Jordi Morera. 320 Después la Prof. Elena Soler García de Soria, fundadora de la AGC de España como su hija la Profª Lynn PérezCalvo Soler hizo una breve exposición sobre su propia infancia, el encuentro con el Maestro Vels y sus enseñanzas. La Prof. Elena Soler evocó su afición por la grafología desde que era una niña, tanto es así que a los 9 años, los Reyes Magos le regalaron sus primeros libros de grafología, de la autora Matilde Ras, y desde ese momento ella de manera autodidacta iba aprendiendo e informándose. También entre risas, Elena Soler, rememoró su primer encuentro con el libro “Escritura y personalidad” de Augusto Vels, estando ella ya en Barcelona, y sus esfuerzos para localizar al autor con el fin de que le diera clases de grafología, una tarea ardúa teniendo en cuenta que buscaba a un autor extranjero, en el convencimiento de que el seudónimo era su nombre original, cuando finalmente pudo hablar con él, obtuvo un inicial “no” por respuesta, debido a la timidez natural, modestia y humildad del personaje, y sus muchas ocupaciones pues en ese momento trabajaba en la Banca Mas Sardá. Pero ella no se arredró y continuó insistiendo hasta que finalmente se organizó un pequeño grupo de seis personas que recibían clases directas de Augusto Vels. La Prof. Elena tras un alto en su discurso porque la emoción le embargaba, continuó diciendo a los alumnos y asistentes al acto: Aprender de él, es el mejor profesor, a nosotros nos inculcó el sentido del autoconocimiento, nos instaba a que aprendieramos a conocernos y a gustarnos a nosotros mismos –algo que para mí fue toda una novedad- para ello nos pasaba tests para llegar a este conocimiento personal y también saber reconocernos entre nosotros, alcanzando todo el grupo un alto nivel de autoestima. 321 También nos enseñó a trabajar de una manera positiva y científica, porque todo lo comprobaba con la realidad, todo cuanto hacía era constatable. Fue una excelente persona, a la cual yo he admirado profundamente de corazón como profesor, como Maestro. A continuación la Profª Mª Dolors Mora Domingo, Vicepresidenta 2ª de la AGC de España como ayudante de Vels en sus últimos tiempos, rememoró conmovida la figura del Maestro en su ambiente de trabajo, en un despacho rodeado de papeles, libros y documentos, sin ningún espacio libre, en el que él sorprendentemente se manejaba con gran soltura, ubicando fácilmente cada uno de ellos, incluso con su visión mermada por los años y el esfuerzo continuado. La estancia –continuó la prof. Mora- se completaba con un enorme sofá granate en el que años atrás había hecho psicoanálisis, y donde él finalmente se recostaba, se dejaba arropar por él, perdiéndose en sus pensamientos, reflexiones, y elaborando la información para proyectarla en la acción porque su curiosidad y energía no le permitían ningún momento de ocio. La Prof. Dolors Mora destacó de Vels, su gran energía, entusiasmo y la dedicación que dirigía en una sola dirección, así como sus herramientas de trabajo, el rigor, la inteligencia y una ilusión inacabable por la grafología y el psicoanálisis. A veces él mismo se lamentaba que no era una persona intuitiva, por tanto se apoyaba en la lógica, el razonamiento y la constatación. Y abundando en el análisis de la escritura manuscrita del Maestro, ya efectuado por el Prof. Jordi Morera, la Prof. Dolors Mora describió su letra y personalidad como: dinámica, progresiva, ligada y muy inflada, también gladiolada lo que daba mucha profundidad en sus consideraciones, también era muy vehemente, y muy pasional en sus afirmaciones, las barras de las “t” eran ligeramente más engrosadas pero estaban bien sujetas por su inteligencia, voluntad, bien enmarcadas dentro de un conjunto gráfico escritural de calidad y armónico, supongo –acotó Dolors- que como buen psicoanalista había trabajado todas sus problemáticas y aprendió a captar a los demás con mucha más generosidad y comprensión. Era una persona de forma natural, muy positiva, para él todo el mundo era bueno, consideraba que todas las personas tenían una parte positiva que había que potenciar. 322 Si él estuviera aquí – continuó la prof. Dolors Mora- estaría muy emocionado por vuestra ilusión y por lo que sus sucesores han conseguido, Mariluz y Francisco, por el nivel que ha alcanzado la grafología en la universidad, ya que para él era muy importante que la grafología fuera científica, y sus palabras hacia vosotros serían que avanzarais con rigor, con estudio, con ética y con comprobación, reiterandos la necesidad de conoceros a vosotros mismos, evitando las proyecciones en los trabajos. Y con especial emoción se vivió el acto de entrega de una Placa Conmemorativa a la familia de este ilustre profesor que nos precedió, artífice de la Escuela Española de Grafología, Don Augusto Vels. Los testimonios fueron también coronados por las intervenciones a cargo de los Directores del Master, Prof. Francisco Viñals y Profª Mariluz Puente, motivando a todos a seguir en la línea del Grafoanálisis del Prof. Augusto Vels, como las diversas tesis que han confirmado dichas investigaciones, dejando ratificada la validez científica de las técnicas grafológicas y su importancia en el contexto no solo académico sino también profesional (parte de sus intervenciones se han incluido en el prólogo de este libro). 323 Finalmente se dio paso a la entrega de credenciales a los recién graduados y a las 8 h. de la tarde los asistentes pasaron al Salón donde se había preparado un cocktail culminando la celebración con un brindis por la familia Velasco y profesores, en esta conmemoración de quien fue nuestro eminente fundador y Decano Prof. Augusto Vels. 324 Algunos alumnos y profesores de los programas del Master en Grafoanálisis Europeo, qusieron también dejar una dedicatoria personal en este Homenaje 325 326 REPORTAJE DE LA FAMILIA VELASCO Augusto Velasco Benavent, Jorge Velasco Benavent, Merecedes Fillat Polo, Marta Velasco Fillat, Mª Jesús Padilla Goñi e Ignacio Velasco Padilla 327 328 329 330 331 332 333 334 335 Frases escritas por el Prof. Augusto Vels, recopiladas por su familia 336 SELECCIÓN DE TESTIMONIOS 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 AGRUPACIÓN DE GRAFOANALISTAS CONSULTIVOS DE ESPAÑA Miembro de Association Déontologique Européenne de Graphologues 393 394 396