ASCE /973 Analisis de la capacidad de carga de cimentaciones superficiales A,leksandar Sedmak Vesic* RESUMEN 1.INTRODUCCION Se presenta una perspectiva moderna del problema de la capacidad de carga de cimentaciones superficiales, que incorpora las mas importantes aportaciones al conocimiento del tema. Se desarrolla un metoda tentativo para la evaluaci6n de los efectos de la com­ presibilidad del suelo y se presentan todos los valores numericos para el diseno. EI anal isis de la capacidad de carga representa un paso importante en la evaluaci6n de la estabilidad yecono­ m(a de las cimentaciones superficiales. Junto con el anal isis de asentamientos, que se realiza para asegu­ rarse de que las cimentaciones se comporten en forma satisfactoria, desde un punto de vista tanto estruc­ tural como utilitario, el c6mputo de la capacidad de carga constituye el marco basico del diseno. Aun cuando la introducci6n de criterios racionales en el diseno de cimentaciones ocurri6 hace relativamente poco dentro de la pn3ctica de la ingenierfa, el interes en el anal isis de la capacidad de carga de las cimenta­ ciones se remonta a unos cien anos, aproximada­ mente. Una breve consideraci6n del trabajo pionero en este campo, que inici6 Rankine, en 1857, se en­ cuentra en el primer tratado de mecanica de suelos de Terzaghi (ref 72). .. J. A. Jones Professor and Chairman, Departamento de Ingenieria Civil, Duke University, Durham, North Carolina. La investigaci6n moderna del problema se inici6 con el trabajo de Prandtl sobre la indentaci6n de metales (ref 60), que se extendi6 al caso de matariales sin peso y con fricci6n interna, por Reissner (ref 62), y al de simetria axial por Hencky (ref 34). Las primeras aplicaciones de estas soluciones al anal isis de cimenta­ ciones, se atribuyen a Caquot (ref 10) y a Buisman (ref 8)' Este ultimo fue autor de los primeros intentos de extender los anal isis de plasticidad a suelos con peso y sugiri6 la sobreposici6n del terminG de peso propio a los otros dos terminos de la ecuaci6n de capacidad de carga. Este metoda es prominente en el trabajo presentado casi simultaneamente por Terzaghi (ref 73), el cual ha ejercido destacada influencia en las generaciones posteriores. En la tabla 1 se presenta una lista de las contribuciones mas importantes en la materia desde 1940. 33 TABLA 1. PRINCIPALES CONTRIBUCIONES DESDE 1940 A) SOLUCION TEORICA Casos de deformaci6n plana: Sokolovskii, 1960 (ref 69) Terzaghi, 1943 (ref 73) Mizuno, 1948 (ref 51 ) Meyerhof, 1948, 1951, 1955 (refs 45 a 47) Caquot y Kerisel, 1949, 1953, 1956 (refs 11 a 13) Lundgren y Mortensen, 1953 (ref 42) Hansen, 1969 (ref 31) Casos con simetrfa axial: Ishlinskii, 1944 (ref 36) Berenzantsev, 1952 (ref 1) Mizuno, 1953 (ref 52) Shield, 1955 (ref 65) Eason & Shield, 1960 (ref 25) Cox etal, 1961 (ref 15) Cox, 1962 (ref 14) B) ESTUDIOS EXPERIMENTALES Cargas estaticas Meischeider, 1940 (ref 44) Meyerhof, 1948 (ref 45) Muhs y Kahl. 1954,1957,1961,1965 (refs 53 y 54) De Beer y Vesic, 1958 (ref 21 ) De Beer y Ladanyi, 1961 (ref 22) Brinch Hansen, 1961 (ref 30) Feda, 1961 (ref 27) L'Herminier et ai, 1961, 1965 (refs 40 y 41) Vesic, 1963, 1967 (refs 76 a 79) De Beer, 1967 (ref 20) La finalidad del presente trabajo es ofrecer, tanto al ingeniero practico como al estudiante que se inicia en la especializaci6n, una perspectiva moderna del pro­ blema, que incorpore de manera general todas las contribuciones de importancia para nuestros conoci­ mientos sobre la materia. Para no rebasar los I (mites establecidos, se restringe la presentaci6n al caso basi­ co de una cimentaci6n sobre suelo homogeneo, con una carga que actua sobre el centro ide del area en sentido vertical. Los efectos de la excentricidad e inclinaci6n de las cargas, de la inclinaci6n de la base 0 de la superficie del terreno y las condiciones de no homogeneidad en el suelo, se trataran en dos trabajos subsecuentes. 34 Cargas transitorias De Beer y Vesic, 1958 (ref 21) Cunny y Sloan, 1961 (ref 16) Selig y Mckee, 1961 (ref 64) Fisher, 1962 (ref 28) Jackson y Hadala, 1964 (ref 37) White, 1964 (ref 85) Vesic et al, 1965 (ref 82) Poplin, 1967 (ref 59) C) RESUMENES DEL ESTADO DEL ARTE Terzaghi, 1943 (ref 73) Terzaghi y Peck, 1948 :ref 74) De Beer, 1949, 1965 (refs 17 y 18) Skempton, 1951 (ref 67) Meyerhof, 1951, 1963 (refs46y49) Brinch Hansen, 1957, 1961,1970 (refs 5a 7) De Beer y Vesic, 1958 (ref 21) Lambe, 1965 (ref 39) Mello, 1969 (ref 23) Whitman, 1970 (ref 87) Hyorslev, 1970 (ref 35) D) CASOS HISTORICOS Skempton, 1942 (ref 66) Tschebotarioff, 1951 (ref 75) Peck y Bryant, 1953 (ref 58) White, 1963 (ref 86) Bjerrum y Overland, 1957 (ref 3) Nordlund y Deere, 1970 (ref 57) 2. TIPOS DE FALLA La observaci6n del comportamiento de cimentaciones indica que la falla por capacidad de carga general­ mente ocurre en forma de una rotura por corte del suelo que apoya la cimentaci6n. Se describen tres tipos principales de falla bajo las cimentaciones: falla por corte general (refs 8, lOy 13), falla por corte local (refs 21 y'73) y falla por punzonamiento (refs 21 y 761. La falla porcorte general se caracteriza por la existen­ cia de un patr6n de rotura bien definido, que consiste en una superficie de deslizamiento continuo, desde un borde de la cimentaci6n hasta la superficie del terreno (fig 1a). En condiciones de esfuerzo controlado, bajo las cuales opera la mayorra de las cimentaciones, la falla es tanto subita como catastr6fica. A menos que la rotaci6n de las zapatas no este permitida por la estructura, la falla ocurre con una inclinaci6n sustan­ cial de la cimentaci6n. En condiciones de deforma­ ci6n controlada (que ocurre, por ejemplo, cuando se trasmite la carga mediante un gato), puede observarse una marcada disminuci6n en la carga ultima, para que se produzca un movimiento de la cimentaci6n (fig 1b). Para ambos procesos de carga, se observa una tendencia al hinchamiento en el suelo adyacente a los lados de la cimentaci6n, aunque el colapso final del suelo ocurre de un solo lado. Contrasta con dicha falla la falla por punzonamiento, que se caracteriza por un patr6n de rotura que no es facilmente observable (fig 1c). AI incrementar la car­ ga, el movimiento vertical de la cimentaci6n se acom­ pana por la compresi6n del suelo inmediatamente debajo de ella. La penetraci6n subsecuente de la zapata se debe a la rotura vertical por corte alrededor de la cimentaci6n. EI suelo fuera del area de carga resiente solo m (ni mas alteraciones y casi no se obser­ van movimientos de este junto a la cimentaci6n. Se mantiene el equ ilibrio de la cimentaci6n tanto vertical como horizontal. A excepci6n de pequenos movi­ mientos bruscos de la cimentaci6n en sentido vertical, no se produce colapso visible ni inclinaci6n sustancial. Se requiere un aumento continuo de la carga vertical para mantener el movimiento de la cimentaci6n en sentido vertical. Finalmente, la falla por corte local se caracteriza por un patr6n de rotura que s610 se define ciaramente debajo de la cimentaci6n (fig 1b), Y que consiste en una cuna y superficies de deslizamiento que empiezan en los bordes de la zapata, C0mo en el caso de la rotura por corte general. Existe marcada tendencia al hinchamiento del suelo a los lados de la cimentaci6n, la compresi6n vertical debajo de la cimentaci6n es apreciable y las superficies de deslizamiento terminan en algun punto dentro de la masa de suelo. Solo en caso de un desplazamiento vertical considerable de la cimentaci6n (del orden de la mitad del ancho 0 del diametro de la zapata), puede ocurrir que estas super­ ficies lIeguen a flor de tierra. Aun asC. no se produce colapso catastr6fico ni inclinaci6n de la cimentaci6n, la cual queda hondamente empotrada, movil izando la resistencia de los estratos mas profundos del suelo; asi, la rotura por corte local tiene caracteristicas tan­ to del tipo de falla por corte general como del de punzonamiento, y representa un tipo de transici6n real mente. EI tipo de falla que puede esperarse en un caso par­ ticular depende de ciertos factores que han sido parcialmente investigados hasta ahora. En terminos generales, puede afirmarse que el tipo de falla depen­ de de la compresibilidad relativa del suelo en cuanto a las condiciones geometricas y de carga existentes. En un suelo practicamente incompresible, con una res is­ tencia al esfuerzo cortante finita, el tipo sera de falla por corte general. En caso contrario, si el suelo es muy compresible en relaci6n con su resistencia, el tipo de falla sera por punzonamiento. Por tanto, como 10 demuestran las refs 21 y 76, una zapata que se apoya sobre arena compacta fallara normal mente por corte general, mientras que la misma zapata sobre arena suelta fallarapor punzonamiento. Sin embargo, es importante hacer notar que el tipo de suelo no determina el tipo de falla. Por ejemplo, la zapata de referencia sobre arena compacta tambien puede fallar por punzonamiento, si se coloca a mayor profundidad (ref 76) (fig 2), 0 si la carga se aplica de manera transitoria y dinamica (refs 33, 64 y 82). Asimismo, esta cimentacion fallara por punzonamiento, si a la arena compacta sobre la que se apoya, la subyace un estrato compresible de arena suelta 0 de arcilla nor­ malmente consolidada. Igualmente, una cimentaci6n sobre arcilla saturada, normal mente consolidada, fallara por corte general si se carga de manera que no pueda ocurrir cambio de volumen; en tanto que pue­ de fallar por punzonamiento, si se carga con lentitud suficiente para permitir que todo el cambio de volu­ men se produzca en el suelo sujeto a la carga. A pesar de ser bien conocidas las diferencias entre los tipos de falla, no existen criterios numericos generales que permitan predecir el tipo de rotura que se presen­ tara. EI unico parametro racional propuesto hasta ahora para la evaluaci6n de la compresibilidad relativa de masas de suelo sujetas a cargas, es el (ndice de rigidez I, que se define as!: I, = _--.::G=:.-_ c + q tan ¢ ( 1) donde G es el m6dulo de deformaci6n tangencial, y c y.¢ son los parametros de la resistencia del suelo (refs 77 y 76). Este rndice, que aparece en las soluciones del problema de la expansi6n de cavidades dentro de un s6lido infinito, se asocia con el supuesto compor­ tamiento elastoplastico perfecto del suelo. Para tomar en cuenta tam bien la deformaci6n volumetrica media b. en la zona plastica, se ha sugerido (ref 78) que el valor dado por la ec 1 debe reducirse a I" = ~ vi" en que (2) 35 Cargo . . . . . .. . .. . .. .. . . . . . . .. . . . . .. . .. .. ....... ~ .. ..... ... . . ..... " ." . ~ . . " .. .. . .." .. .." . ' .. .. . '" " ' o +­ c Q,) E o +- 0) Falla por corte general c Q,) In « .... ... .. .. .... . . . . . . . . .. . . ...................... . .... . .. .. .. . . .. . .... .~."",,,.,,.,,,,,~ .. ~ . .. • .. . . • • .. . . .. .. ......... t .. • .. • • .. ~ Carg a .......... , .... , ... " .. ......... . ~ .....oc Q,) E b) Falla por corte local o ..... c Q.) In « .....~6.£ ..-------------- -------------~ ------------------------------ - - ---------------------------------------------------------------------- ---------------------------------- .E c Q,) E .....o c) Fa II a po r pun Z G nom i e n t 0 c Q.) In « Fig 1. F ormas de falla par capacidad de carga (ref 76) 36 Pruebas a gran profundidad O~----~----~~----~--~--~------ Falla por corte general 0/8* l~------~----~~------~--~--~----~ 2~------~------~------~----~~----~ Falla local 3~------~-----4--~~-+------~~--~ Falla por punzonomiento 4~------+-------4-------~~~---+------~ 5L-____ o ~ ______ ~ ______ ~ ______ ~ ____ 0.2 0.4 0.6 0.8 Com pocidod relotivo de 10 arena I Dr 8*:: 8 para zapatas cuadrados 0 ~ 1.0 circulores 8:: 28L/{8+L) para zopatas rectongulares Fig 2. Formas t{picas de {alia en arena (ref 76) Se sabe que el rndice de rigidez varra con el nivel de esfuerzos V las condiciones de carga. Un alto valor de 1m mayor de 250, implica de manera definitiva un suelo relativamente incompresible, mientras un valor bajo, por ejemplo de 10, implica un suelo relativa­ mente compresible. Sin embargo, en ausencia de solu­ ciones tc6ricas para un s61ido elastoplastico, la (mica manera, que no sea semiemp(rica, de predecir el tipo de falla es utilizar el indice I r . Mas adelante, al consi­ derar la influencia de la compresibilidad del suelo, se indican otras posibil idades a este respecto. En casos de falla de cimentaciones en la superficie de una masa arenosa, por corte local 0 p~r punzonamien­ to, se ha observado (ref 21) que puede presentarse una "falla inicial", que se caracteriza por una defor­ maci6n plastica subita V considerable bajo la zapata, que puede ocurrir al inicio del proceso de carga; sin embargo, para observar esta "falla in icial" es nece­ sario aplicar una carga controlada. Puesto que la mayor (a de las pruebas de carga se efectuan con gatos hidraulicos, no puede observarse esta "falla inicial" con certidumbre V, por tanto, su observaci6n es de valor practico limitado. 3. CRITERIO DE LA CARGA LIMITE DE FALLA Es evidente que la "fal/a" de una cimentaci6n se defi­ ne con claridad solo en caso de falla por corte general, en que se alcanza la carga I (mite de rotura al mismo tiempo que aparecen I{neas de deslizamiento en la superficie del suelo, V sigue el colapso de la cimenta­ ci6n con un notorio hinchamiento del suelo al lado de la zapata. En contraste, el punto crrtico en los otros dos tipos de falla (por corte local 0 por punzona­ miento), no se define con precisi6n V resulta diflcil de establecer. Un criterio versatil de la carga I (mite de falla que puede recomendarse para usos generales, es aquel que la define como el punto don de la pendiente de la curva carga-asentamiento se vuelve horizontal, 0 bien, alcan­ za un valor mlnimo constante (ref 76) (fig 1). Otro criterio de carga I (mite muV conveniente la define en el punto donde la curva log carga-Iog asentamiento cambia de pendiente (ref 20) (fig 3). Sin embargo, ambos requieren que en la prueba de carga se alcan­ cen desplazamientos considerables, de preferencia del orden de 50 por ciento del ancho de la cimentaci6n. 37 2 OJ '0' c: ~ 0 4 OJ ~ CD "­ 3: 0 ~ 6 8 10 " ............ > +­ a c: OJ E 0 c: OJ If) <.t: ", 20 /' ...' ,~ '" ~\ \: ~VFOIIO ~ ~~~ !... +- o ~ 'bo OJ 0 ~~~ S& 'lrz. 0.. c: ,,~:~ 'DI"~ .3 OJ u \ ,1\ Todas las pruebas: Arena Mol Zapata cp 3.8 em 40 I-q = 0.1 kg / em 2 < 60 1 80 100 g 1 2 4 6 8 10 20 40 60 80100 Q/Ay8 Fig 3. Criterio de carga Umite basado en las grdflcas del logaritmo del asentamiento vs el logaritmo de fa carga (ref 20) Asimismo, es preferible, desde un punto de vista prac­ tico, establecer un criterio de asentamiento critico, 0 sea, el asentamiento requerido para movilizar la carga Iimite de rotura; dicho criterio se justifica dentro de la filosofia basica del diseno de cimentaciones, que considera un asentamiento excesivo como falla de la cimentaci6n. tica, adoptar un I (mite de asentamiento critico, tal como 10 por ciento de la profundidad de la zapata. {Se ha propuesto y utilizado en muchas ocasiones el mismo I (mite para pilotes hincados a golpes, ref 79.). Por tanto, es importante establecer la magnitud de los asentamientos que se requieren para movilizar las cargas I (mites. Observaciones hechas en arcillas satu­ radas (ref 67) indican que estos asentamientos pueden ser de 3 a 7 por ciento del ancho de la zapata, aproxi­ madamente, en el caso de zapatas superficiales, aumentando hasta 15 por ciento en el caso de zapatas profundas. Para cimentaciones sobre arena, los asenta­ mientos varian de 5 a 15 por ciento en el caso de zapatas superficiales y pueden alcanzar el 25 por cien­ to para zapatas profundas (refs 20, 21, 46, 54 y 76). Parece que existe una tendencia general hacia un aumento en los asentamientos I (mites con el tamano de las zapatas (refs 18 y 20); por 10 que es aconsejable lIevar las pruebas de carga de zapatas y placas sobre suelos sueltos y compresibles a asentamientos de 25 por ciento del ancho de la zapata como m inimo, excepto cuando la carga I (mite pueda observarse a deformaciones menores. Si no se puede definir la carga Iimite con certeza, es conven iente, en la prac­ EI calculo de la carga I {mite de una cimentaci6n superficial, constituye un problema de equilibrio elas­ toplastico que puede resolverse, en principio, para los casos de deformaci6n plana y de simetria axial. La dificultad de hallar soluciones aceptables consiste en seleccionar el modelo matematico que represente el comportamiento del suelo, 0 bien conocer sus rela­ ciones constitutivas (esfuerzo-deformaci6n-tiempo). A pesar de las posibilidades existentes para resolver problemas de val ores en la frontera de este tipo, la teor(a de capacidad de carga aun es-ta I imitada casi exclusivamente a soluciones desarrolladas para el s6li­ do r(gido plastico de la teor,a clasica de la plasticidad. Como es sabido, se supone que este s6lido no muestra deformaci6n alguna antes de la falla por corte, y des­ pues de ella hay un flujo plastico a esfuerzo constan­ teo Asimismo, las posibilidades de la predicci6n te6rica de la carga I (mite, se reducen por ahora a los casos de suelos relativamente incompresibles 0 al tipo de falla por corte general. Sin embargo, en la practica 38 4. CALCULO DE LA CARGA LIMITE DE FALLA c) Se supone que el largo L es grande comparado con el ancho B de la cimentaci6n. o sea, el suelo superficial queda remplazado por una sobrecarga de distribucion uniforme q = "{ D.. AI mismo tiempo, se suponen condiciones de deforma­ cion plana. Las simplificaciones a y b, siempre conservadoras, se justifican en la mayor(a de los casos. Por 10 general, el suelo superficial carece de resistencia y se encuentra agrietado cuando la cimentaci6n se coloca por medio de excavaci6n y relleno. La simplificacion c, que equi­ vale a suponer la cimentaci6n como una franja infi­ nita de ancho B, se justifica estrictamente para LIB> 5. Las correcciones que se introducen para LIB < 5 y formas no rectangulares, se someteran a consi­ deracion posteriormente. b) c) Fig 4. EI problema de capacidad de carga de cimentaciones superjiciales. se suelen usar tambien las soluciones disponibles para suelos compresibles, con una posible reducci6n debi­ do a los efectos de la compresibilidad. Por 10 general, el problema se formula como sigue (fig 4a): Se considera una cimentacion regular de ancho B y largo L, apoyada en una masa de suelo a una profundidad D. La masa de suelo es de extension seminfinita y homogenea, tiene un peso volumetrico "{ y propiedades de resistencia 'al esfuerzo cortante definidas por una envoi vente de Mohr reCta, con caracter(sticas de resistencia e y rp, y una curva esfuer­ zo-deformaci6n Hpica de cuerpo r(gido-plastico (fig 4b). Se trata de determinar la carga maxima qo = QolBL que la cimentacion puede soportar. Para resolver este problema se admiten, generalmente, las siguientes simpl ificaciones: EI problema, formulado segun la fig 4c, se resolvio empleando los metodos de la teoria de la plasticidad. La soluci6n basica disponible (refs 60 y 62) indica que el patron de falla debe consistir en tres zonas: I, II Y III. La I es una zona de Rankine activa, que empuja una zona de Prandtl radial II en serHido late­ ral y una zona de Rankine pasiva III hacia arriba. EI limite inferior ACDE de la masa de suelo desplazada se compone de dos I (neas rectas, AC y DE, con incli­ 0 0 nacion de 45 + rp /2 y 45 - rp /2 con respecto a la horizontal, respectivamente. La forma de la curva CD, que las liga, depende del angulo rp y la relacion "{ Blq. Para 'Y Blq ~ 0 ("suelo sin peso") la curva sigue una espiral logaritmica, que degenera en. un circulo cuan­ do"{ = O. En el caso general ("{ B *- 0), la curva queda entre una espiral y un circulo, siempre que ¢:;!= O. ~ara un suelo sin fricci6n (rp = 0), la curva siempre tiene forma de circulo. Todas estas conclusiones fue­ ron confirmadas experimental mente por De Beer y Vesic (ref 21 ), y otros, aunque el angulo '" resulto un poco mas grande de 45 + rp/2, al menos para cimenta­ ciones rectangulares largas sobre arena. No se ha encontrado una solucion anal itica cerrada al problema as( formulado, y probablemente no se encontrara, excepto en casos especiales. Para un suelo sin peso ("{ = 0), Prandtl y Reissner han rlemostrado que (3) donde Nc y N q son factores de eapacidad de earga adimensionales, definidos por a) Se desprecia la resistencia al esfuerzo cortante a 10 largo de be, del suelo que actua como sobrecarga (fig 4a). b) No se toma en cuenta la friccion entre la sobre­ carga y la cimentacion a 10 largo de ad (fig 4a), ni aquella entre la sobrecarga y el suelo de apoyo a 10 largo de ab (fig 4a). (4) N c = (N q - 1) cot rp Los valores numericos de estos factores se muestran en la tabla 2. 39 TABLA 2. FACTORES DE CAPACIDAD DE CARGA Nc Nq N-y Nq/Nc tan 0 5.14 1.00 0.00 0.20 0.00 1 2 3 4 5 5.35 5.63 5.90 6.19 6.49 1.09 1.20 1.31 1.43 1.57 0.07 0.15 0.24 0.34 0.45 0.20 0.21 0.22 0.23 0.24 0.02 0.03 0.05 0.07 0.09 6 7 8 9 10 6.81 7.16 7.53 7.92 8.35 1.72 1.88 2.06 2.25 2.47 0.57 0.71 0.86 1.03 1.22 0.25 0.26 0.27 0.28 0.30 0.11 0.12 0.14 0.16 0.18 11 12 13 14 15 8.80 9.28 9.81 10.37 10.98 2.71 2.97 3.26 3.59 3.94 1.44 1.69 1.97 2.29 2.65 0.31 0.32 0.33 0.35 0.36 0.19 0.21 0.23 0.25 0.27 16 17 18 19 20 11.63 12.34 13.10 13.93 14.83 4.34 4.77 5.26 5.80 6.40 3.06 3.53 4.07 4.68 5.39 0.37 0.39 0.40 0.42 0.43 0.29 0.31 0.32 0.34 0.36 21 22 23 24 25 15.82 16.88 18.05 19.32 20.72 7.07 7.82 8.66 9.60 10.66 6.20 7.13 8.20 9.44 10.88 0.45 0.46 0.48 0.50 0.51 0.38 0.40 0.42 0.45 0.47 26 27 28 29 30 22.25 23.94 25.80 27.86 30.14 11.85 13.20 14.72 16.44 18.40 12.54 14.47 16.72 19.34 22.40 0.53 0.55 0.57 0.59 0.61 0.49 0.51 0.53 0.55 0.58 31 32 33 34 35 32.67 35.49 38.64 42.16 46.12 20.63 23.18 26.09 29.44 33.30 25.99 30.22 35.19 41.06 48.03 0.63 0.65 0.68 0.70 0.72 0.60 0.62 0.65 0.67 0.70 36 37 38 39 40 50.59 55.63 61.35 67.87 75.31 37.75 42.92 48.93 55.96 64.20 56.31 66.19 78.03 92.25 109.41 0.75 0.77 0.80 0.82 0.85 0.73 0.75 0.78 0.81 0.84 41 42 43 44 45 83.86 93.71 105.11 118.37 133.88 73.90 85.38 99.02 115.31 134.88 130.22 155.55 186.54 224.64 271.76 0.88 0.91 0.94 0.97 1.01 0.87 0.90 0.93 0.97 1.00 46 47 48 49 50 152.10 173.64 199.26 229.93 266.89 158.51 187.21 222.31 265.51 319.07 330.35 403.67 496.01 613.16 762.89 1.04 1.08 1.12 1.15 1.20 1.04 1.07 1.11 1.15 1.19 <I> 40 <I> Para un suelo no cohesivo sin sobrecarga (c 0) puede demostrarse que = = 0, q (5) donde Ny es un factor de capacidad de carga tambien adimensional, que s610 puede evaluarse numerica­ mente, y que vada considerablemente can el angulo t/I. Los valores numericos, tomados de un anal isis hecho par Caquot y Kerisel (ref 12), en que se supone que 1j; =45+ !/J/2, pueden aproximarse, can un error que deja un margen de seguridad (que no pasa el 10 par ciento para 15° <!/J< 45° ni el 5 par ciento para 20° <¢<400) par media de la expresi6n analltica N"'( 2 (Nq + 1) tan !/J (6) Los valores N",(, segun esta expresi6n, se presentan en la tabla 2. Para tad as los casas intermedios, donde c y"'( =1= 0, se combinan las ecs 3 y 5 en =1= 0, q =1= 0 (7) que se canace como la ecuaci6n de Terzaghi (refs 9 y 73). Esta superposici6n no es estrictamente correcta; sin embargo, !leva a errores que dejan un margen de segu­ ridad que no pasa de 17 a 20 par ciento para 30° <!/J<40° , y que es igual a 0 para!/J 0 (refs 32 y 42). Existe una gran variedad de soluciones de este proble­ ma. Mientras las variaciones en los valores Nc y N q que se proponen son i nsignificantes, las modifica­ ciones en los valores N"'(, que dependen en gran parte de 1j; son sustanciales, variando de la tercera parte al doble de los valores que se muestran en la tabla 2. A pesar del intenso trabajo experimental sabre este punta, el problema de la determinaci6n de los valores N"'( ha quedado sin soluci6n durante mucho tiempo, deb ida a la dificultad de seleccionar un valor repre­ sentativo para el angulo de resistencia al esfuerzo cortante!/J en el calculo de la capacidad de carga. Ciertos autores (refs 7 y 49) hacen usa del valor !/J obtenido en pruebas de deformaci6n plana, el cual, segun elias, puede ser hasta 10 par ciento mas grande que el valor obtenido en la prueba triaxial convencio· nal. Esto contribuye a explicar los resultados de prue­ bas en placas rectangulares largas sabre la superficie del suelo; per a crea dificultades para la inierpretaci6n de los resultados de ensayes en placas circulares colo­ cadas a cierta profundidad. Sin embargo, cabe hacerse la pregunta lhasta que punta las condiciones de los elementos de suelo, a 10 largo de una superficie de deslizamiento bajo una zapata circular, se aproximan mas c. la condici6n 02 = 03 que a condiciones de deformaci6n plana? Mas peso tiene el argumento que una falla par corte en el suelo debajo de la cimentaci6n es un fen6meno de falla progresiva a niveles variables de esfuerzos (refs 18, 20 y 53). As" cuando la I (nea de desl miento ACDE en la fig 4c alcanza el punta E, empe­ zando a movilizar la maxima resistencia al esfuerzo cortante, la resistencia del suelo donde la I (nea empie­ za (punta A) estara muy par debajo de la maxima. Ademas, el nivel de esfuerzos en el punta A es mas alto que en E. Asimismo, en vista de la conocida cur­ vatura de la envolvente de Mohr a bajos niveles de esfuerzos, el angulo!/J en el punta A debe ser menor que en el E. Deben tomarse en consideraci6n estos hechos cuando se busca un valor de!/J representativo. Siguiendo estos lineamientos, De Beer ha sugerido (ref 18) que las evaluaciones de capacidad de carga deben hacerse usando las caracterfsticas de resistencia correspondientes a un esfuerzo normal promedio igual a 00 1/4 (qo + 3q) (1 sen !/J) (8) Mientras continua la discusi6n e investigaci6n de estos y otros problemas relacionados can la evaluaci6n de la capacidad de carga, existe una marcada tendencia, tanto de ingenieros practicos como de investigadores, par retener los factores de Prandtl- Reissner y de Caquot-Kerisel (tabla 2), como los mas confiables que tlenen a su disposici6n. Los factores de Terzaghi, anteriormente en usa general, aunque no muy dife­ rentes numericamente, se estan abandonando, puesto que se basan en patrones de falla obviamente equivo­ cados. 5. LOS EFECTOS DE LA FORMA DE LA CIMEN· TACION Son considerables las dificultades matematicas para lIegar a soluciones en problemas de cimentaciones no rectangulares. Hasta ahara solo se ha resuelto el caso de una zapata circular can simetrfa axial (refs 1, 14, 15, 25 y 52). Las sol uciones propuestas hacen usa de ciertas suposiciones en cuanto al comportamiento del suelo, que no se han comprobado experimentalmente ("plasticidad completa"), cuyos resultados difieren, al menos en parte, de las observaciones ex istentes (ref 32). Par tanto, el metoda de evaluaci6n del efecto de la forma de la cimentaci6n ha sid a en gran medida semiempfrico. Can base en pruebas de carga compara­ tivas en zapatas de distintas formas, incluyendo rectangulos largos, se han hecho de usa general las siguientes modificaciones a la ec 7: 41 das que siguen, propuestas por Brinch Hansen (ref 7) y validas para DIB ~ 1: (9) rqd En esta expresi6n, N c , N q y N"{ son los ya mencio­ nados factores de capacidad de carga para una cimen­ taci6n de longitud infinita, 0 para un recttmgulo largo, mientras r c, r q' y r"{ son parametros sin dimensiones lIamados factores de forma, que depen­ den tambien del angulo de resistencia al esfuerzo cor­ tante rp del suelo, y de otros parametros. Sin embargo, muchos se toman como constantes 0 simplemente como funciones de la forma geometrica de la cimenta­ ci6n. Expresiones para los factores de forma, basadas principal mente en experimentos extensivos que se lIevaron a cabo en Gante (refs 20 y 22), se presentan en la tabla 3. Los valores numericos de NqlNc y tan rp, que aparecen en estas expresiones, se encuentran en la tabla 2. 6. EL EFECTO DE LA RESISTENCIA AL ESFUER­ ZO CORTANTE DE LA SOBRECARGA Se mencion6 en el capitulo sobre el calculo de la carga I (mite de rotura, que los anal isis presentados no toman en cuenta la resistencia al esfuerzo cortante de la sobrecarga. Normalmente esto se justifica, puesto que el suelo superficial es menos resistente que el estrato cargado. Sin embargo, en algunos casos el aumento de capacidad de carga esperado, que deriva de la resistencia al esfuerzo cor .ante de la sobrecarga, es de interes y requiere evaluarse. De nuevo puede formularse el problema como el de falla por corte general de un 561 ido rigido plastico en deformaci6n plana, con la diferencia de que este se extiende arriba del nivel de la base de la cimentaci6n (fig 4a). En tal caso tampoco se ha logrado una soluci6n exacta del problem(j. Meyerhof (ref 46) y otros han propuesto soluciones aproximadas. En muchos casas se presen­ tan los resultados para el anal isis en forma de "facto­ res de profundidad': r d (refs 6 y 67), los cuales son parametros sin dimensiones, analogos a los factores de la ec 9, que indican el aumento en terminos indi­ viduales de la capacidad de carga debido a la res is­ tencia al esfuerzo cortante de la sobrecarga; sus valores pueden derivarse de las ecuaciones aproxima­ 1 + 2 tan rp (1 - sen rp)2 DIB r cd puede calcularse a partir de la siguiente ecuaci6n de correspondencia: rq (11) 1 + 0.4 DIB ( 12) 1- r - Ne tan rp q De las ecs 10 y 11, para rp red = 0: Para 018> 1, el calculo de factores de profundidad es incierto y requiere suposiciones un tanto arbitrarias sobre las condiciones de esfuerzos que rigen en el suelo de sobrecarga. La correcta interpretaci6n de los datos experimentales presenta dificultades, puesto que intervienen tanto los efectos de escala y de com­ presibilidad (que se someteran a consideraci6n en el cap(tulo siguiente). como la incertidumbre respecto a precisi6n en las condiciones de esfuerzos del suelo circundante. AI tratar de proporcionar una transici6n a cimentaciones profundas, Brinch Hansen (ref 7) ha propuesto tentativamente las ecuaciones siguientes para 018> 1: rqd = 1 + 2 tan rp (1 - sen rp)2 tan- 1 (DIB) r"{d red 1 + 0.4 tan- 1 (DIB) 42 te )q Rectangular 1 + (8IL) (NqINe ) 1 + (8IL) tan rp Circular 1 + (NqINe ) cuadrada = 0: (12a) Estas expresiones proporcionan, en combinaci6n con los factores de forma de la tabla 3, en el caso de cimentaciones muy profundas cuadradas 0 circulares TABLA 3. FACTO RES DE FORMA PARA CIMENTACIONES SUPERFICIALES 0 (lOa) =1 En combinaci6n con la ec 11, esta nos da, para rp ri Forma de la base (10) 1 + tan rp t"{ 1­ 0.4 81L 0.60 en arcilla saturada (I/> = 0), el siguiente resultado: qo ::= S.28c + q. En suelos no cohesivos, las expresiones 30° Y proporcionan qo = 3.18 qNq para I/> qo = 3.68 qNq para I/> = 45° , donde N q se deriva de la ec 4. Estos resultados concuerdan con las capaci­ dades de carga de punta observadas en pilotes hinca­ dos en arena, bajo condiciones que permitlan la deter­ minaci6n de q con cierta precisi6n (refs 78 y 79). Observese, sin embargo, que el aumento en la capaci­ dad de carga debido al "efecto de profundidad" ocurre cuando el metodo de colocaci6n de la cimen­ taci6n (hincado par golpes) da lugar a una compre­ si6n lateral importante. Existen pruebas confiables de que este efecto es casi nulo si las cimentaciones se hincan por medio de rotaci6n, 0 son enterradas y rellenadas (ref 76), 0 bien, si los estratos de la sobre­ carga sOr.! relativamente compresibles. Por tanto, no se aconseja introducir factores de profundidad en el diseno de cimentaciones. 7. LA INFLUENCIA DE LA COMPRESIBllIDAD Y DE LOS EFECTOS DE ESCALA Se hizo hincapie en el hecho de que todos los anal isis limite Stl basan en la suposici6n de la incompresibi­ lidad del suelo y en que deben aplicarse, estrictamen­ te hablando, solo a los casos donde se espera la falla por corte general. Se carece de metodos racionales para el anal isis de falla por capacidad de carga de los otros dos tipos, caracteristicos de los suelos compre­ sibles. Para satisfacer las necesidades imperantes en la prck­ tica, Terzaghi (ref 73) propuso el empleo de la misma ecuaci6n de capacidad de carga, con los mismos facto· res pero con caracter isticas de resistencia reducidas c * y 1/>*, definidos como sigue: c* = 0_67 c 1/>* = tan- 1 (0.67 tan (13) 1/» Con este metodo se pueden obtener resultados satis­ factorios en ciertos suelos, aunque no siempre del lado de la seguridad (ref 81). En el caso de arenas, una disminuci6n pareja de I/> es probablemente dema­ siado conservadora para falla por corte local 0 por penetraci6n. Ademas, implica un aumento brusco de la capacidad de carga en el punto de transici6n a falla por corte general, fen6meno que obviamente no ocurre jamas. De acuerdo con las observaciones hechas por el autor en zapatas pequenas, en cuatro tipos de arena, se recomienda sustituir el factor 0.67 de la ec 13 por uno de compensaci6n, que variara con la densidad relativa Dr , tal como: 0.67 + Dr - 0.750; y que deberia aplicarse sobre la extensi6n O~Dr~ 0.67 Estas recomendaciones pueden tener cierta utilidad en la practica, aunque su valor absoluto es limitado, ya que se basan en la dudosa premisa de que la com· presibilidad de un suelo bajo una variedad de condi­ ciones geometricas y de carga, se relaciona exclusi­ vamente con sus caracterlsticas de resistencia c y 1/>, es decir, la filosofla del metoda ignora la existencia de efectos de escala que no sean los expresados en la ec 7. Durante mucho tiempo se han observado, en fen6me­ nos de capacidad de carga y de empuje de tierras, efectos de escala que difieren de los que las teorias clasicas de empuje de tierras preven. Sin embargo, solo recientemente se ha lIegado a entender el origen de estos fen6menos, debido, en gran parte, a estudios de cimentaciones superficiales y profundas (refs 19, 38 y 78), Dichos estudios indican que, en cimenta­ ciones superficiales, la resistencia media al esfuerzo cortante que se moviliza a 10 largo de una I inea de deslizamiento debajo de una cimentaci6n, disminuye con el tamano de la misma. (En realidad, hay tres razones independientes para esta disminuci6n de resis­ tencia con el tamano: a) la curvatura de la envolvente de Mohr; b} falla progresiva a 10 largo de la I inea de deslizamiento, y c) la presencia de zonas 0 estratos debiles que se encuentran en todos los suelos. La aportaci6n relativa de. cada una de estas razones varIa con el tipo de suelo y el tamano de la zapata; el efecto total puede observarse en casi todos los suelos.) Los estudios mencionados tambien demues­ tran claramente que la compresibilidad relativa de los suelos, tanto con respecto a las fuerzas de gravedad como a la resistencia del suelo, aumenta con el tama­ Fio de la cimentaci6n. En vista de estos hechos, debe esperarse algun grado de disminuci6n en los valores aparentes de los facto­ res de capacidad de carga en todos los suelos. Proba­ blemente, el caso mas significativo es la disminuci6n de los valores de N r con el aumento del tamano de las zapatas superficiales sobre arena. La fig 5, tomada de la ref 18, demuestra que esta disminuci6n ha sido evidente en todos los estudios experimentales de importancia dirigidos a la soluci6n del problema de la capacidad de carga de cimentaciones superficiales. Puesto que la mas grande de las zapatas ha sido de un metro cuadrado, hay gran interes, tanto practico como te6rico, en la posibil idad de establecer si los valores de N r que aparecen en la fig 5, tienden asint6­ ticamente a un m (nimo. Estodios recientes, lIevados a cabo por el autor (ref 80), sugieren que los valores de N r para cimentacio­ 43 zapatas grandes segun la teor(a convencional. Se pos­ tula que la capacidad de carga de las zapatas grandes superficiales no puede ser mayor que la resistencia de cimentaciones profundas en el mismo suelo. (EI pos­ tulado supone que la falla de una zapata muy grande serra por punzonamiento, como aparentemente fallan nes grandes, de dimensiones arbitrarias, pueden ser menores que los que se admiten normal mente. Este punto se ilustra en la fig 6, donde se presenta una comparaci6n de las resistencias I (mites medidas de zapatas superficiales pequenas con las de cimentacio­ nes profundas, adem as de las capacidades de cargas de x 800 VGent, Yr= 1.67, t/mi 600 \ \.. \ ~j 400 200 1 ~ i ' . . ~. l-(veSiC, Yk:: 1.538 t/m 3 Meyerhof, Yk =1.70 t I~""... I i I I ·t----... ~~.-r Meyer hof, Yk 1. 70 t 1m 3 '~ I/Gent, Yk:: 1.619 t/m 3 ....~ ""'~Ollder,lr1, Yk =1.76t/m3 Yk:: 1.647 t 1m 3 x .~~'- Q.( I /' "-Vondeperre ,1950, . O-T--~--:-.:i=.~~ ~~eyerhOf " -1':.: k~~ ::ff'S ~~ Yk=~~2t/m3 rVesic, Yk :: 1.440 tIm n o o • Zapata circular o Zapata cuadrado x Zapata rectangular '~ -- --t--.:-l~- '~~I-I--I--I--o-t---_....",. ~~ ~ Gen~~:1. 509 t~m3 Meischeider, 1940 , Yk :: 1.788t/m 3 r-o!...- ---/rMeyerhof, Yk= 1.485 t/m3 - 0.01 0.02 I 0.04 0.03 _.- 1-0 -1- I 0.05 600 (I) "a. "­c: - 0.06 ..... GJ 200 foensidad relativa Dr = O. 79 Triaxial estondar = 39° I cp en 100 0.07 2 Y B , kg /cm 100 80 a. 60 0 r N .2 40 ':""'1"'"- 20 t--(Medida) E ':::J 0 u -JIf~' en ~e ~e Q) ~,~ • '\., ~-1.~ /oCb' -\ ~ Cb·~ rvt(}· ~.y undo Pi?~~ o _-;;""1_1­ -_, ...1 - ­ l.su? 0" I Tamano de f - - Tamanos usuales de zapotas Tamano del cona 'placas de holande's I -, I prueba I 1 20 40 4 6 10 2 0.2 0.4 1 2 ~ ~~~;...ut;le{ ~ o~o 4 ~~e~ .o~ a::: ~ \o<;~es'o 10 8 6 c: .....Q)en rl'e,° -1. vI V j(Supuesta) 0 ..... 0.·••",f ' . a 10 penetracion Iy R~slstencla Q) -0 0<:0 v ~e, °c.o~i,ls/ rJ i/:;'~'o ".!P ls/"ti. v,..,/5 q,~">\o" -1.~ 0 0 en I ~ ,~P.,o~~/5 Peso volum.'deo seeo .96.4 Ib/p;e' 0 c: ~~~d~~~ 400 Arena de Chattahoochee(vibrada) t 100 200 Tamano de 10 zapata ten pies Fig 6. Variaci6n de la resistencia ultima de una zapata, en funci6n de su tamana (ref 80) 44 M, hs .,v" Fig 5. Efecto del tamaifo en la capacidad de carga de cimentaciones superjiciales en arenas (ref 18) N .AA. pleada por primera vez por Skempton, Yassin y Gibson (ref 68), para los casos de cimentaciones profundas, bajo condiciones especiales. Empleando esta suposicion en combinacion con las soluciones para la expansion de cavidades en un solido elasto­ plastico formuladas por el autor (ref 77), se obtienen facto res de capacidad de carga que pueden compa­ rarse con aquellos que se presentan en las tablas 2 y 3. De esta manera, se obtiene la siguiente expresion para el factor de compresibilidad ~q: todas las cimentaciones profundas. Esto no es sor­ prendente si 5e considera el hecho ya mencionado de que la compresibilidad relativa de los suelos aumenta con el tamano de la cimentacion). En otros terminos, debe existir un I (mite superior de la capacidad de carga de todas las cimentaciones, que podr(a estar relacionado con la relacion de vacJos del suelo en el momento de la falla. Para poder hacer una evaluacion adecuada de la in­ fluencia de la compresibll idad del suelo y de los efec­ tos de escala relacionados, ser(a necesario disponer de una teor(a de la capacidad de carga basada en mode­ los mas realistas de los suelos (por ejemplo, de un solido elastoplastico). Como se carece de las solu­ ciones exactas necesarias, se propone usar la teor(a disponible basada en soluciones para un solido rigi­ do-plastico, en con junto con los factores de compre­ sibilidad ~c , analogos a los facto res ~ de la ec 9. Para formular expresiones tentativas de facto res de compresibilidad, puede suponerse que la presion I (mi­ te normal a los lados de la cuna debajo de la cimen­ tacion (AC y CB, fig 4c) es igual a la presion que se requiere para expandir una cavidad cil (ndrica, 0 en su caso esferica, dentro de la misma masa de suelo. Se ha demostrado la aceptabilidad de esta suposicion, em- ~qc {(-4.4 + 0.6 BIL) tan ¢ + = exp + [ (3.07 sen ¢) (log 1 0 21, )/ (1 + sen ¢) ] } ( 14 ) ~cc por cualquier ¢ y I, pueden derivarse de la ecua­ cion de correspondencia 11. Para ¢ = 0 se obtiene ~cc = 0.32 + 0.12 BIL + 0.60 IOg10 (15) I, Tomando en <::uenta la ec 6, puede considerarse que, para fines practicos, hc = ~qc. Obviamente, el empleo de las ecs 14 y 15 solo se justifica mientras los facto res de compresibilidad sean menores de 1. En la fig 7 se muestran los valores Ir =G/(c+q tan cp) o >-. I..JI II 0.80 I----\--~~-~-+-~-t\ o tT I..JI 'U ~ 0.60 I----~ :0 If) Q) '­ 0. E 0.40 1-------l-~-+~""*____A.--4---+\:~~ o u Q) 'U o 0.201----~---+-~~~~~~~~~ +­ u o Cuadrado 0 drculo L1.. L=B O~----~--~----~----~----~ o 10 20 30 40 50 0 0 10 20 Angulo de resistencia 01 corte, Fig 7. Variaci6n del facto, de la comp,esibilidad con I, y 30 40 cp I/> 45 numericos de los factores de compresibilidad ~Cl.c para dos casos extremos, BIL = 0 franja infinita) y BIL = 1 (cuadrado). De la ec 14 puede obtenerse la magnitud del Indice de rigidez para cualquier angulo ¢ y cualquier forma de" cimentacion, a partir de la cual es necesario reducir la capacidad de carga p~r la influencia de los efectos de compresibilidad. Este (ndice de rigidez crltico se obtiene de Ir = 1/2 { exp [ (3.30-0.45 BIL) cot (45-¢/2) ] } (16) En la tabla 4 aparecen los valores numericos de los indices de rigidez criticos que corresponden a angulos diferentes de resistencia al esfuerzo cortante ¢, para los dos casos extremes BIL = 0 (franja infinita) y BIL = 1 (cuadrado). TABLA 4. VALORES DEL INDICE DE RIGIDEZ CRITICO Angulo de Ind ice de rigi dez cr (tico para resistencia al corte Cimentaci6n corrida Cimentaci6n cuadrada BIL =0 BIL 1 rJ> 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 13 18 25 37 55 89 152 283 592 1 442 4330 8 11 15 20 30 44 70 120 225 486 1 258 Toda la informacion derivada de este anal isis aproxl­ made es tentativa y, en un sentido, cualitativa p~r naturaleza. La final idad que lIevo a la publ icacion de las ecs 14 y 15 ahora, es permitir al disenador que carece de otro metodo racional, evaluar numeri­ camente el orden de magnitud de la disminucion de la capacidad de carga que puede esperarse a causa de los efectos de compresibilidad. Se espera que la evolucion de las posibilidades de anal isis del comportamiento elastoplastico de suelos por metodos numericos, tales como la tecnica del elemento finito, permita la prediccion mas precisa de los efectos de compresi­ bilidad (ref 24). 8. LA INFLUENCIA DE LA RUGOSIDAD DE LA BASE DE LA CIMENTACION Se ha sostenido en varias ocasiones que el patron de 46 falla de la solucion de Prandtl (fig 4b), con sus exten­ siones subsecuentes, requ i ere una cond icion de rugo­ sidad ideal de la base de la cimentacion. Se ha insis· tido en que la solucion de Prandtl original no satisface las ecuaciones de compatibilidad y que debe emplear­ se el patron de Hencky (ref 34) en su lugar, al menos en el caso de cimentaciones de base lisa. Este ultimo patron, usado p~r Meyerhof (ref 47) para evaluar los efectos de la lisura de las bases, sugiere que la capaci­ dad de carga de una cimentacion lisa sobre la superfi­ de de un suelo no cohesivo, debe ser solo la mitad de la capacidad de una cimentacion rugosa. Sin embargo, experimentos hechos para verificar estos conceptos (refs 2 y 21) demostraron un efecto de rugosidad en la capacidad de carga casi nulo. importante agregar que no fue posible reproducir, en el curso de las prue· bas, fa cuna doble con superficies de deslizamiento iniciandose a la mitad de la cimentacion. Se forma una sola cuna, muy parecida a la que se ilustra en la fig 4c, aun en los casos donde la cimentacion estaba dividida longitudinal mente en dos 0 mas zapatas que pod fan desplazarse lateral mente en sentidos opuestos (De Beer y Vesic, ref 21). Nadai (ref 54) informa 10 mismo de una experiencia similar en el punzonado de metales. Asimismo, los patrones usados por Hencky (ref 34) y Meyerhof (ref 47) son falsos, y no deben emplearse en el calculo de la capacidad de carga. Puede concluirse que el patron de esfuerzo y defor­ macion debajo de areas comprimidas siempre da lugar a la formacion de una sola cuna. La rugosidad de la cimentaci6n tiene poco efecto sobre la capacidad de carga, siempre que la carga externa aplicada actue en sentido vertical. 9. LA INFLUENCIA DE LA FORMA DE LA SUPERFICIE DE CONTACTO Las consideraciones anteriores se aplicaban a cimenta­ ciones con areas de contacto planas. La influencia del perfil vertical de las areas de contacto ha side investi­ gada teoricamente por Biarez, Burel y Wack (ref 2), Meyerhof (ref 48), Szechy (ref 71) y otros. Existen datos experimentales de Szechy. Los primeros dos trabajos tratan de la capacidad de carga de zapatas largas rectangulares en forma de cuna. Los resultados demuestran que hay poca diferencia entre la capaci­ dad de carga de curias y la de cimentaciones normales planas de las mismas dimensiones, mientras el angulo de base t/J (fig 4cl sea menor de 45° + ¢/2. Las cunas de angulo t/J m~s pronunciado, tienen una capacidad de carga mas grande, siempre que se haga la compa­ racion usando para 0 la profundidad de la base de la curia. EI estudio de Szechy trata de los efectos de areas de contacto curvas. No se encontraron diferen­ cias notables entre las capacidades de carga en ~reas planas y convex as. Sin embargo, una concavidad lige­ ra de las areas de contacto dio lugar a un aumento significativo de la capacidad de carga. Puede expli­ carse la diferencia, tOrTlando como D la profundidad al borde agudo de la cimentaci6n c6ncava. Se conclu­ ye que la forma del area de contacto no influye sobre la capacidad de carga, mientras se tome D como la profundidad al bord~ de la cimentaci6n y el perfil quede contenido dentro de la cuna definida por 1/1 45 + tP/2 (cuna I, fig 4c). 10. LA INFLUENCIA DE CIMEI\lTACIONES ADYACENTES Las discusiones anteriores tratan de la capacidad de carga d( una cimentaci6n aislada. Se supone en todos los anal isis que, esencialmente, la masa de suelo afec­ tada por la cimentaci6n (ACDEA, en la fig 4c) se encuentra sometida solamente a la acci6n de las fuer­ zas de gravedad y que no resiente la influencia de otra cimentaci6n. Sin embargo, en la practica se dan casos en 'que las cimentaciones se colocan a una distancia tal que sus zonas de acci6n se traslapan. Varios autores (refs 43, 70 y 84) han estudiado el problema de la interacci6n de franjas paralelas, carga­ das simultaneamente. Los resultados indican que la influencia de las cimentaciones adyacentes puede variar considerablemente con el angulo de resistencia al esfuerzo cortante tP. Para valores bajos de tP los efectos son despreciables; sin embargo, para valores de tP altos, estos parecen ser significativos, sobre todo cuando una cimentaci6n queda rodeada por otras. Debe hacerse notar, sin embargo, que estos efectos disminuyen cuando L/8 ~ 1. Ademas, la compresibi­ lidad de los suelos se reduce, y puede eliminar los efectos de interferencia, que son casi nulos en caso de falla por punzonamiento. Por tanto, no se recomienda tomar en cuenta los efectos de la interferencia en el calculo de la capacidad de carga. De todas maneras, el disenador debe estar consciente de la posibilidad de que estas se presenten en ciertas circunstancias espe­ ciales. 11. LA INFLUENCIA DEL NIVEL FREATICO La localizaci6n del nivel freatico puede producir efec­ tos significativos en la capacidad de carga de cimenta­ ciones su perficiales. En terminos generales, la sumersi6n de suelos dara lugar a la perdida de toda cohesi6n aparente, debido a esfuerzos capilares 0 a uniones cementadas debiles. A la vez, se reducira el peso volumetrico efectivo de los suelos sumergidos, aproximadamente ala mitad del peso del mismo suelo que se encuentra arriba del nivel freatico. Asimismo, debido a la sumersi6n, los tres terminos de la ecua­ ci6n de capacidad de carga pueden sufrir una disminu­ ci6n t:onsiderable. Por esta raz6n, es de suma impor­ tancia lIevar a cabo los anal isis de capacidad de carga, suponiendo el nivel freatico mas alto posible en el lugar durante la vida prevista de la estructura. Debe evaluarse el nivel mas alto posible, tomando en cuenta la probabilidad de niveles altos debidos a una preci, pitaci6n pluvial excepcional 0 bien a inundaciones, aunque estas no figuren en la estad Istica oficial En caso de que el nivel freatico mas alto quede com· prendido dentro de Zw ~ 8, mas abajo del nivel de la cimentaci6n, el peso especifico efectivo del suelo debajo de la base de la cimentaci6n h en las ecs 50 7) debe tomarse como igual a (17) en que 'Y' es el peso especifico sumergido y 'Ym el peso espec(fico humedo, que corresponde al contenido de agua mlnimo del suelo arriba del nivel freatico (ref 47). En caso de que el nivel freatico quede permanen­ temente mas abajo de la profundidad Zw 8, 'Y debe tomarse como igual a 'Ym. Para el nivel freatico al nivel o arriba del nivel de la base de la cimentaci6n, debe usarse el peso espeC(fico su mergido, 'Y'. Estas consideraciones se basan en la suposici6n de que las fuerzas de filtraci6n que actuan sobre la estructura del suelo son despreciables. En caso de que existan filtraciones significativas en algun sentido, pueden influir sobre la capacidad de carga. Ademas, de la posible erosi6n interna del suelo (socavaciones, tubi­ ficaci6n y otros fen6menos parecidos), la fuerza de filtraci6n agrega un componente mas a las fuerzas gravitacionales. Este componente, que actua en el sentido de las I Ineas de flujo, es igual a 'Ywi, donde i es el gradiente hidraulico que provoca la filtraci6n. Puede analizarse sencillamente el efecto de la filtra­ ci6n en la capacidad de carga, suponiendo que el flujo, a traves de la zona del suelo involucrada en la falla, es paralelo y homogeneo. En tal caso, la suma vectorial del peso especifico efectivo y las fuerzas de filtraci6n aefinen tanto la direcci6n como la magni­ tud de un peso volumetrico ficticio 'Y que puede usarse en las ecs 5, 7 0 9, junto con los posibles facto res por inclinaci6n de base y por pendiente del terreno (ref 7). 12. EL EFECTO DE LA VELOCIDAD DE CARGA Todos los anal isis de capacidad de carga que se han presentado en los parrafos anteriores son para condi­ ciones de carga estatica. Se supon~, tacitamente, que la carga en la cimentaci6n (fig 4a) aumenta lenta­ mente hasta provocar la falla, a una velocidad 10 sufi­ cientemente baja para asegurar que no aparezcan efectos de viscosidad 0 de inercia. La suposici6n es valida para las condiciones que rigen en la mayoria de las cimentaciones, que soportan una cierta carga 47 muerta, y se supone que fallan a consecuencia de una sola aplicacion de carga viva, estatica, excesiva. En estas condiciones, la velocidad de la aplicacion de la carga modifica la capacidad de carga solo en la medi­ da en que puede relacionarse con la disipacion de la presion de poro que la misma aplicacion de la carga crea en el suelo. Se supone que la selecci6n de los parametros de resistencia al esfuerzo cortante c y 4>, que se i ntroducen en las ecuaciones, se hara de mane­ ra que se tome en cuenta ese efecto. (Por ejemplo, en caso de un grado de consolidaci6n del suelo muy bajo o nulo, en el momento de aplicar la carga, es razo­ nable suponer que prevalecen condiciones no drena­ das y que los ensayes no drenados proporcionaran los parametros de resistencia apropiados. Igualmente, si prevalecen condiciones drenadas al aplicar la carga, deben emplearse en el anal isis los parametros de resis­ tencia drenada.) Sin embargo, hay cimentaciones como las de las es­ tructuras disenadas para el lanzamiento de cohetes, que tienen que soportar cargas vivas altas de poca duraci6n. Las altas velocidades de deformacion, aso­ ciadas con cargas de impacto de este tipo, pueden provocar efectos de viscosidad e inercia en la masa del suelo. Los fen6menos relacionados con estas cargas se han estudiado, efectuandose la mayoria de las prue­ bas de carga en modelos de ci mentaciones apoyados sobre arena 0 arcilla (refs 33,63, 82 y 87.) Los resul­ tados de estos estudios pueden resumirse como sigue: 1) AI aumentar la velocidad de carga de aprox ima­ damente 10- 4 pulg/seg (condiciones de carga esta­ tical a 10 pulg/seg (condiciones de carga de impacto), el tipo de falla que se produce tanto en los modelos de cimentaciones en arena densa, como en los apoya­ dos sobre arcilla compacta, cambia de falla por corte general a falla por punzonamiento (ref 82). Se explica el cambio por el hecho de que los efectos de inercia en el suelo son similares a los producidos por la presion de la sobrecarga (ref 33). una disminucion en el angulo <p hasta de 2° en el caso de arenas compactas. Sin embargo, hay muchas dudas sobre 10 que puede esperarse con una arena suelta, sumergida, debido a los efectos de licuaci6n. 3) Todas las cimentaciones en arcilla compactada muestran un aumento considerable en su capacidad de carga al cambiarse la velocidad de carga, de la condici6n estatica a la de impacto. No hay infor­ macion directa sobre el comportamiento para valores intermedios de la velocidad de carga. Sin embargo, con base en las pruebas de resistencia efectuadas en muestras de arcHla a velocidades de carga variable, puede esperarse que la capacidad de carga de cimenta­ ciones en arcillas aumente con la velocidad de carga. Esta conclusion se confirma con los resultados, que demuestran que se obtiene una predicci6n aceptable no solo de la carga de limite, sino tambien del com­ portamiento carga-desplazamiento de cimentaciones pequenas sometidas a cargas transitorias, al multipli­ car los esfuerzos (0 cargas) que corresponden a un desplazamiento dado, por los factores de velocidad de deformacion apropiados (refs 37 y 58). Se definen estos ultimos como la relacion entre la resistencia a com presion simple a una veloddad de deformaci6n especifica y la misma resistencia a la velocidad de deformaci6n normal de laboratorio. En resumen, es evidente que los anal isis convencio­ nales estaticos de capacidad de carga pueden emplear­ se en caso de cimentaciones sometidas a cargas apli­ cadas a una velocidad moderada, siempre y cuando a la luz de los efectos de la velocidad de deformacion se modifiquen los parametros de resistencia c y <p que se introducen en las formu las. Las cimentaciones que se someten a cargas de impac­ to 0 cargas ciclicas, solo pueden analizarse por medio de metodos dinamicos. En la ref 63 se encuentran los detalles de este tipo de anal isis. 13. CONClUSIONES 2) Entre los mismos I (mites de velocidad de carga, 10- 4 a 10 pulg/seg, al aumentar la velocidad se produce una ligera disminuci6n inicial en la capacidad de carga de dmentaciones en arena compacta y un aumento lento pero regular, que permanece hasta el limite del intervalo. La tendencia a variadon en la capacidad de carga es analoga a la variaci6n en la resistencia al esfuerzo cortante que se ha observado en arena seca (ref 88). Desde el punto de vista prac­ tico, esto sign ifica que los analisis de la capacidad de carga estatica pueden aplicarse en los casos de cimen­ taciones sometidas a cargas a una velocidad mode­ rada, siempre y cuando se determinen los pan3metros de resistencia por medio de ensayes efectuados a la velocidad de carga apropiada. En ausencia de un equipo para ensayes de este tipo, podr(a aceptarse 48 Se ha presentado un panorama moderno del problema de la capacidad de carga de cimentaciones superfi­ dales, que incorpora no solo las aportaciones mas importantes, sino tambien las mejores soluciones disponibles y los valores numericos para los factores y coeficientes de la capacidad de carga. Se ha demostrado que las limitaciones mas signifi­ cativas de las teor(as disponibles son producto de la suposici6n basica de la incompresibilidad del suelo. Este trabajo es un intento para formular criterios racionales de compresibilidad para suelos sometidos a cargas de cimentaciones. Se ofrecen, por primera vez, tablas de "factores de compresibil idad" que pueden utilizarse en el diseno de cimentaciones apoyadas sobre suelos compresibles. 14. REFERENCIAS 1. Beren;antS(N, V, G" "Osesimetrichnaia zadacha teorii predel'nogo ravnovesia sypuchei sredy", Goste, dlizdat, Moskva (1952), pp 81·120 2, Biarez, J., Burel, M. y Wack, B" "Contribution a I'etude de la force portante des fondations", Procs., V International Conference on Soil Mechanics and Foundation Engineering, Vol 1, Paris (1961 L pp 603-609 3. Bjerrum, L. y Overland, A., "Foundation Failure of an Oil Tank in Fredrikstad, Norway", Procs., IV International Conference on Soil Mechanics and Foundation Engineering, Vol 1, Londres (1957), pp 287-290 4. Brinch Hansen, J., "Simpel beregning af funda­ menters baereevne Ingenieren", Vol 64, No 4 (1965). pp 95-100 5. 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Los parametros de resistencia obtenidos en pruebas no consolidadas no drenadas (rapidasl. son: C u = 2.1 ton/m2, <Pu = 0, mientras que los resultados de prue­ bas consolidadas drenadas (Ientas) son: Cd = 0.4 23°. EI modulo de deformacion del ton/m2 r.pd suelo en condiciones no drenadas es: Eu = 235 ton/m 2 y el modulo de compresion unidimensional confinada (en condiciones drenadas) se incrementa con la profundidad segun la ley Mv = 13.2 q , en que q es la sobrecarga. Condici6n (a) Peso sumergido del suelo r = 1.7 -1.0= .7 ton/m 2 = [2.5 x 7 + 0.5 x .700] = 4.6 ton/m 2 Factores de capacidad de carga (tabla 2): Nc = 5.14, N q = 1, Nr ::::: 0 Factores de forma (tabla 3): ~ c = 1 + (8/24) Sobrecarga: q (0.20)= 1.067;sq = 1 Capacidad de carga ultima (ec 9): qo = (2.1) (5.14) (1.067) + (4.6) (1.0) (1.0) 11.52 + 4.6 =;: 16.12 ton/m 2 Indice de rigidez cr(tica (ec 16): (lr)crit = ~exp { [3.30 - (0.45) (8/24) (1.00) } :=; 12 I ndice de rigidez (ec 1) I, (23.5)/2(1 + 0.5) (2.1) = 37.3> 12 La suposicion de incompresibilidad del suelo es justi­ ficada. EI valor de la capacidad de carga ultima calcu­ lado puede usarse sin reducci6n. Condici6n (b) Para = <P 23° Nc ~ c ::::: 1 + 8/24 = 18.05; N q = 8.66; N"'( 8.20 x 0.48 = 1. 16; ~ q = 1 + 8/24 x 0.42 = = 1.14; h = 1 - (0.4) 1/3 = 0.87 Esta presion es mucho menor que la que se obtiene suponiendo el suelo incompresible (73.77 ton/m 2 I y es ligeramente menor que la que resulta de tomar en cuenta la reduccion que propone Terzaghi (33.70 ton/m 2 , ec 13) Ejemplo 2 qa == .4) (18.05) (1.16) + (4.6) (8.66)(1.14) +(1/2) x x (0.7) (8) (8.20) (.87) = 8.38 = 73.77 presible) ton/m 2 T 45.41 + 19.98 (suponiendo el suelo incom­ La sobrecarga media en la zona de expansion, consi­ derada igual a la presion que se genera a una profun­ didad 812 bajo la base de la zapata, es: = Mv = [(2.5) (1.7) + (0.5 + 4.0) (0.70ll q (12.6) (7.4) = 93.24 Resolver el problema descrito en el ejemplo 1 supo­ nie[1do que la zapata se coloca a la misma profun­ didad (3 m) en un estrato de arena medianamente compacta, con peso volumetrico saturado de 1.85 ton/m 3 y peso volumetrico humedo sobre el nivel freatico de 1.6 ton/m 3 • Los resultados de pruebas triaxiales consolidadas drenadas indican que el angulo de resistencia al corte varia con el esfuerzo normal medio 0 0 de acuerdo con la ley = 7.40 tonlm2 ton 1m 2 donde <PI = 38 es el angulo de resistencia al corte para un esfuerzo normal medio de 10 ton/m 2 • En los intervalos de presion baja yalta, el m6dulo de defor­ maci6n de la arena se incrementa con el esfuerzo normal medio segun la ley E = El ~ donde EI = 3 550 ton/m 2 es el m6dulo de deformaci6n para un esfuerzo medio 01 = 10 ton/m 2 • 0 Relacion de Poisson v 0 [1 - sen (1.2 (23 ll/[2 - sen (1.2) (23 0 )] =0.35 Modulo de deformacion en condiciones drenadas: Ed = (93.24) = 58. 10 [1 - 0.35 - 2 (0.35)2 ton/m 1/( 1 - 0.35) = 2 Peso volumetrico sumergido de la arena: I ndice de rigidez crltica (I,)crit 1/2 exp {[3.30 - (0.45) (1/3)] cot [45 - 0.5 (23°)] } Soluci6n: = "'(' = 1.85 - 1 = .85 0 ton/m 3 ­ Sobrecarga: q = (2.5) (1.6) + (0.5) (.85) 59 = 4.42 ton/m 2 I ndice de rigidez real: Ir 58.1O/{ 2 (1 + 0.35) [0.4 + (7.4) (0.42)] } = 6< 59 De donde la hipotesis de incompresibilidad no se jus­ tifica Para encontrar el esfuerzo normal medio de acuerdo con la ec 8 se necesita una estimacion preliminar de la capacidad de carga. Se supone, para un analisis preliminar, que q, 34° . Factores de compresibilidad (ecs 11 y 14). Factores de capacidad de carga Nq = 29.44; N "'( = 41.06. ~ qc = Factores de forma: .~ q = 1 + 8/24 (0.67) exp { 4.4 + 0.6 (1/3)] (0.42) + [(3.07) x x (0.391) (1.09)/(1 ~cc 0.44 - (1 h = + 0.391)]}= 0.44 0.44)/(18.05) (0.42) = 0.37 ~qc=0.44 = (8.38) ton/.m 2 Capacidad de carga ultima (ec 9) x (0.87) = 158.8 + 121.5 = 280.3 ton/m 2 (0.37) + (45.41) (0.44) + + (19.28) (0.44) (0.4) 8/24 = 0.87 qo = (4.42) (29.44) (1.22) + (1/2) (0.85) (8) (41.06) x La capacidad de carga ultima sera: qo 1 1.22; = 3.1 + 19.98 + 8.79 = 31.87 Esfuerzo normal medio a 10 largo de la superficie de falla (ec 8) o = 1/4 [280.3 + (3) (4.42)] (1-0.559) = 32.4 ton/m 2 53 Nota: Suponiendo una deformacion volumetrica de 1 por ciento en la zona plastica. el indice de rigldez se reduciria (ecs. 1 y 2) a: Angulo representativo de la resistencia al corte = </> 38° - (5.5°) (0.544) EI am31 isis se repite para rp = 35° Nq = 33.3; N,,/ = 48.0; Sq = S"/ = 0.87 qo 35° Irr 1 + (1/3) (0.70) = 1.23; = 181 + 142 = 323 ton/m 2 Para verificar la suposicion de incompresibilidad. el esfuerzo normal medio en la zona de expansion se toma como el esfuerzo normal promedio a la profun­ 0 didad 8/2 bajo la zapata. Con <b = 38 para la arena en la zona "elastica" el coeficiente de empuje de tie­ rra en reposo es 1 - sen (1.2) (38 0 ) = { [ - 4.4 + (0.6)(8/24) J 0.70 + [3.07) x x (0.574) (2.18)/(1+ 0.574)J } = 0.607 La capacidad ultima de carga se reduciria a En vista del pequeno cambio en el esfuerzo normal medio. esta respuesta es aplicable a suelo incompre­ sible. Ko = 152 EI factor de compresibilidad correspondiente seria (ec 14) Sqe = S,,/e = (4.42) (33.3) (1.23) + (1/2) (0.85) (8) (48.0)(0.87) 316/[ 1 + (316) (0.01)] qo == (323) (0.607) 196 ton/m 2 Sin embargo. ya que la arena en cuestion es media­ namente compacta, la suposicion de que ocurrira una deformacion volumetrica media de 1 por ciento en la zona plastica es desfavorable. Por tanto. se considera que la capacidad de carga ultima de la zapata se acer­ ca mas al valor superior de 323 ton/m 2 (La presion permisible puede estar control ada por el maximo asentamiento tolerable) = 0.29 EI esfuerzo normal medio a la profundidad de 7 m, vale: 0= {[1 + 2 {0.29))/3} {[(2.5)(1.6) + (4.5) (0.85)]} = = 4.46 ton/m 2 Modulo de deformacion: E = (3550) J 0.446' = 2370 ton/m 2 Relacion de Poisson: v= 0.29/(1 + 0.29) = 0.23 EI angulo de resistencia al corte para la zona plastica 0 se toma nuevamente igual a 35 RECONOCIMIENTO Indice de rigidez critica (ec 16) Este trabajo esta basado en las conferencias dictadas por el autor en la Universidad Nacional Autonoma de Mexico en octubre de 1971. Una version en ingles del mismo trabajo sera publicada por la Sociedad Ameri­ cana de Ingenieros Civiles (ASCE). (Journal of the Soil Mechanics and Foundations Division, Vol 99, No SM1, enero 1973). (tr)er;t = 1/2 exp { 3.30 0.5 (35 0 )] } 0.45 x 8/24 cot [45 0 ­ = 278 Despreciando el cambio volumetrico en la zona de plastificacion, se obtiene un fndice de rigidez de: 'r = 2370/[2(1+0.23)(4.46)(0.70)] = 316> 278 Por tanto, la suposicion de incompresibilidad esta justificada. 54 EI autor agradece al profesor Daniel Resendiz, su inte­ res en la exposicion y publicacion de este trabajo y a los ingenieros Rodolfo del Castillo. Gabriel Auvinet y Jesus Alberro por su valiosa colaboracion en la traduccion del mismo.