"Me fijé en ti" Iba a ponerme en camino cuando ya venías Tú hacia mí. Quería yo correr hacia Ti, pera vi que corrías a encontrarte conmigo. Yo deseaba esperarte, pero supe que ya me estabas Tú esperando. Deseaba buscarte y vi que ya estabas Tú en mi búsqueda. Llegué a pensar: "¡Eh, ya te he encontrado!" pero me sentí encontrada/o por Ti. Cuando yo quería decirte: "te amo", te oí decirme: "¡cuánto te quiero!" "Me fijé en ti..." Yo quería elegirte y ya me habías elegido Tú Yo quería escribirte cuando tu carta llegó a mis manos. Deseaba vivir en ti y te descubrí viviendo en mí. Iba a pedirte perdón, pero tuve la certeza de que ya me habías perdonado. Quería ofrecerme a ti, cuando recibí el don de ti mismo entero. "Me fijé en ti..." Anhelaba ofrecerte mi amistad y recibí el regalo de la tuya. Yo quería llamarte: "Abba, Padre", y te adelantaste a decirme: "Hija mía" “Hijo mío” Yo quería desvelarte toda mi vida interior y te encontré revelándome las profundidades de tu ser. Deseaba invitarte al corazón de mi vida y recibí tu invitación a entrar en la tuya. Deseaba regocijarme de haber vuelto a ti y te sentí regocijado por mi retorno. ¡Qué suerte que siempre seas Tú el primero! "Me fijé en ti..." https://www.bidean.net/oracion_salmos_nuevos_info_cas.php?id=69 Canto de María al aceptar su vocación # # # Canto a Dios que me dio la vida, el que comenzó el Universo y lo mantiene. Y bailo ante mi Señor con alegría, sin miedo ni vergüenza, porque es el único dueño de todo lo existente. Me ha sacado del último rincón del mundo y colocado por encima de los prepotentes. Sin educación, sin nobleza, sin riqueza, sin la belleza que ostentan los famosos, soy ahora el orgullo de los humildes. Yo era una joven sencilla, dispuesta a todo. Me pidió mi voluntad y mi futuro y se lo di, por amor, a ciegas. Ahora, Él me recompensará. Sin necesidad de nadie ha transformado mi esterilidad en vida, en sabiduría mi experiencia. Ha hecho relucir en mí su humanidad que supera toda apariencia. Estaba sumida en la soledad, cuando me abandoné en sus manos tiernas y me sació de su presencia cierta. Me levantó por encima de los engreídos, de los que en su poder se alimentan. En mí decidió auxiliar al desvalido. En mí cumple sus promesas. Libera con la justicia al oprimido y colma de plenitud su vida y su futuro. Él regala todo a quien se abre a Él. Sintiendo tanta predilección y ternura que por mí ha tenido el Creador, he escuchado su susurro en la brisa y en la vida. Y poseída por su Espíritu, no me importa sufrir en el parto de su Reino de Vida. Testigos de Jesús # # # Queremos ser mensajeros de tu Palabra; danos valentía para llevarla por todos los rincones de nuestra sociedad, Señor. Queremos ser sembradores de tu Esperanza; danos perseverancia para no bajar los brazos y empezar cada día como si fuera el primer día de labranza. Queremos ser anunciadores de Buenas Nuevas; danos alegría para contagiar a otros la gratuidad de tu amor. Queremos ser una mano tendida al otro; danos compasión para sentir con tu Espíritu y actuar con sincero compromiso. Queremos ser constructores de comunidad; danos comprensión para escuchar, para fortalecer relaciones, para unir a las personas. Queremos ser peregrinos de tus caminos; estar siempre en movimiento, sin instalarnos, sedientos siempre de búsqueda y de encuentro. Muéstranos el horizonte, mantén vivas las utopías, ayúdanos a seguir adelante. Queremos ser tus testigos, Señor de la Historia; queremos mostrar con nuestra vida que Tú estás en medio de nosotros. Danos la fe madura de tantos hombres y mujeres que, a diario y sin estar en los primeros planos, hacen santo tu nombre, porque hacen presente en este mundo al Dios-con-nosotros, con su vida, su testimonio y su ejemplo de hermanos-de-todos. Me sedujiste, Señor # # # Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir. Al fin, después de tanta lucha y forcejeo, tú has vencido la resistencia de mi corazón como la luz vence la oscuridad de la noche. Me forzaste. Me violaste. ¡Siempre eres Dios! Soy el hazmerreír todo el día. Nadie entiende lo que es el amor en tu Amor. Todos se burlan de mí, como si tú me hubieras quitado la libertad del vivir. Quiero ser tu testigo, y tu Palabra se vuelve contra mí. La pronuncio y suena a hueco. Soy escarnio y burla constante y me encuentro como un hueso dislocado. He dicho en mi corazón: No volveré a hablar más de ti, no me acordaré más de tu amor desbordante. Pero es imposible. Ya no sé vivir sin tu presencia. Porque eres como un fuego ardiente que me consume. Más, Señor: he hecho esfuerzos por contenerla y no he podido. Se ríen de mí. Es un mundo diferente al tuyo. Me siento solo y perdido. Pero yo sé que tú estás conmigo. Tú, que conoces las entrañas y el corazón del hombre, sé como un soldado fuerte, dentro de mí. A veces, Señor, me he dicho: “maldito el día en que nací, el día que me parió mi madre no sea bendito”. He deseado huir, huir siempre, perderme en un mar inmenso o en un desierto infinito. Pero siempre, Señor, tú vuelves a despertarme, vuelves a seducirme, y la lucha y la tensión van dejando lugar a la experiencia de tu amor sincero. Señor, yo sé que mi corazón necesita de la medida de tu amor para ser feliz; yo sé que nada de lo que me rodea me seduce y me prende hasta llenarme de sentido. Señor, aunque me quede solo, aunque todos pasen de mí, aunque no entiendan mi decisión de ser tuyo, aunque falle y vuelva a comenzar de nuevo, aunque mis ojos sean vendados y mi boca amordazada, aunque mis pies y manos sean atados, yo seguiré siempre siendo tuyo, porque tú me has amado con amor primero. Tú me sedujiste, Señor, mi vida te pertenece. Tú me sedujiste, Señor, mi oración se siente libre