¿Son los narcotraficantes una clase que al igual de los otros poderes entra en la lucha lucha de clases? Por: Juan Sebastián Gamba Aguirre C.C. 1019131541 El presente ensayo tiene como finalidad argumentar porque los narcotraficantes conforman una clases “para si”, estableciendo un proceso productivo, modificándolo y transformándolo a través de las fuerzas productivas, posteriormente, cómo dicha clase entra en la lucha con otras. Además de cómo esta clase, intenta establecer para si, una propia ideología y sus propios aparatos de represión, y en últimas, instrumentos de poder político(represivo). Para tal efecto, es necesario en primer lugar, realizar una búsqueda por el origen de los narcotraficantes dentro de las relaciones de producción como clase. En segundo lugar, como esta clase establece el proceso productivo. En tercer lugar, como se dedican mediante las fuerzas productivas a transformar el proceso de producción, cambiando su lugar dentro de las relaciones de producción, adquiriendo un nuevo lugar dentro de las relaciones políticas e ideológicas. En cuarto lugar, evidenciar los aparatos ideológicos de dicha clase. Primero, en los 70’s los países latinoamericanos estaban sufriendo de crisis económicas que afectaban fuertemente las relaciones políticas y sociales. En Colombia, el país pasaba una crisis que no era sólo económica, sino que además se relacionaban o existían simultáneamente conjunto a otras crisis, estas son: política y social. Crisis económica producto de la inflación debido a la desbalanza comercial y la poca industrialización del país, además de la inexistencia de una reforma agraria capaz de solucionar los problemas de pobreza dentro del campo, sumado a la violencia política ocurrida durante la segunda mitad del siglo XX que tiene como efecto el desplazamiento de los campesinos. Crisis política debido a la prolongación de un sistema bipartidista cerrado, el clientelismo y la existencia de un Estado fragmentado que no era capaz de materializar la potencialidad política de sus aparatos porque éste no contaba con la capacidad para cubrir la totalidad de las necesidades de la población(entre estos, los campesinos y las clases sociales dominadas, generalmente, clases obreras y otros). Crisis social porque no hubo ni ha habido una integración en el territorio nacional, una cohesión en la sociedad civil y una mediación y/o resolución de los conflictos sociales.(Arrieta, 1991). Es en este contexto que, surge dentro de la esfera económica, particularmente, en el proceso productivo denominado contrabando, que no es más que la introducción o extracción de mercancías al o desde el territorio colombiano fuera de la intervención y el control aduanero, la clase narcotraficante. (Corte Constitucional, Sentencia c-203, 2016). Según Patricia Cardona (2007): “A partir de 1955 varios contrabandistas antioqueños que operaban a través de Panamá y el Caribe, se aventuraron en el negocio de los narcóticos. Conocían rutas seguras, tenían dinero suficiente para invertir, mantenían contactos con la mafia cubana y estaban relacionados con químicos en condiciones de ayudar en el montaje de laboratorios para producir heroína, morfina y cocaína. A expensas de la violencia política y de la dictadura militar, que constituían la principal preocupación de la opinión pública, se fueron organizando aquellos grupos para la producción de drogas alucinógenas e hicieron de Medellín su epicentro.”(Cardona Zuluaga P., Sincronía Verano, 2007). Esto quiere decir que la clase de narcotraficantes, si bien se creaba dentro del proceso productivo, no necesariamente lo hace en un proceso de desventaja respecto a la posición ocupada dentro de las relaciones de producción. De acuerdo con lo anterior, las fuerzas productivas hicieron que el proceso de producción de estas sustancias psicoactivas mejorara y se modificara en su técnica productiva. Más adelante se profundizará al respecto. En segundo lugar el proceso productivo se vio acelerado o significativo después de la segunda mitad de la década de 1970 puesto que en la zona de la Sierra Nevada de Santa Marta se empezó a plantar marihuana con fines comerciales que luego sería exportada a E.E.U.U. y otros países, hecho que fue dinamizado por las particularidades y calidad de las especies cultivadas además de la poca presencia del Estado (Puente, 2008). Así, Colombia fue un centro de cultivo importante de marihuana debido a la Bonanza Marimbera que es como se conoce dicho fenómeno. Debido al gran tamaño y al cambio en el lugar de producción, es decir, a las fuerzas productivas que la Bonanza llega a su fin. Sin embargo como ya existía la configuración de un mercado y unas relaciones de producción establecidas con amplia data y puesto que el colapso económico afectó a un sin fin de empresas nacionales de las que dependían las clases dominadas en las diversas regiones el origen de grupos narcotraficantes se vio inevitable y con esto no sólo el tráfico de Marihuana, sino, la modificación de la fuerzas productivas y de objeto de producción, puesto que ahora se lo hace junto a la coca y otras sustancias opiaceas debido a la facilidad y discreción del proceso productivo del transporte que le da un valor agregado y además coincide con la crisis económica que acotó a las cinco regiones del país (Dario Betancourt y García Martha, 1994). Este proceso hace que los narcotraficantes adquieran un lugar diferenciado dentro de las relaciones políticas e ideológicas debido sus grandes dividendos, representados en dinero, tierra, lujos y un gran reconocimiento social que alcanzaban en relación las clases dominadas, principalmente porque la clase dominante, en este caso, los narcotraficantes repartían dinero, objetos o favores generando en los dominados lazos de admiración y afecto, que se fidelizaban por la posibilidad de seguir obteniendo dichos beneficios.(Fuente Cardona Zuluaga). Es decir, puesto que los narcotraficantes adquieren capital debido a las relaciones de producción, y que las relaciones que la componen se manifiestan a manera de poderes de clase, estos,(la clase narcotraficante) adquieren ventaja en la presencia en las relaciones políticas e ideológica porque estas últimas relaciones consagran y legitiman los poderes de clase. Por ejemplo, en lo que respecta a las relaciones políticas, en 1982 es elegido Pablo Escobar Gaviria como representante a la cámara, con el aval de Alberto Santofimio Botero, un político reconocido. Sin embargo, más tarde es expulsado del partido al que representaba, el Partido Liberal. Gracias a lo anterior, es que se puede observar una formación social que sirve como sustrato material para consagrar y legitimar el puesto representativo que obtuvo tal narcotraficante. Tercero, tal expulsión conlleva a Escobar a fundar un movimiento cívico que defendía causas ecologistas y sociales, éste, manifestó un propuesta patriótica con tendencia populista y demagógica, amparada en una fundación sin ánimo de lucro llamada “Medellín sin tugurios”. Esta propendía servicios básicos como viviendas, escenarios recreativos y asistencias social a sectores marginados de la ciudad, hasta donde el Estado no llegaba. Tal movimiento permitió a Escobar y a sus socios un camino para hacerse conocer, respetar y querer por parte de las clases dominadas. Pero, no debe dejarse de lado el carácter populista de dicha fundación pues esta fue también una gran manera de legalizar millones de dólares mediante el lavado de activos. Otro ejemplo, es el de Carlos Lehder quién desde 1980 dirigía en Armenia el Movimiento Latino Nacional: “El movimiento Latino Nacional se presentaba como regionalista, nacionalista, latinoamericanista, bolivariano, católico, apostólico y romano, respetuoso de las costumbres y principios republicanos, no alineado, ecologista, indigenistas, partidario de la moralización, opositor furibundo a la extradición” (CROMOS. Febrero 10 de 1987. Pg. 18.) La organización programaba jornadas semanales llamadas “sábados patrióticos” donde realizaban adiestramiento militar, cursos agrícolas, de primeros auxilios, de artes marciales y dinero. Todas las actividades del movimiento eran difundidas en un periódico conocido como “Quindío Libre”. Los narcotraficantes buscaron legitimarse a través del estado mediante la participación en movimientos políticos con tintes populistas, con lo que buscaban que la opinión pública actuara en contra de la extradición, dando una imagen de beneficencia, moralidad y ciudadanía comprometida con el desarrollo económico de la nación. Incluso, llegaron a reunirse en 1984 con el presidente entonces actual, López Michelsen quién de ese encuentro lográ manifestar la existencia de un plan coherente por parte de estos. Allí estos afirmaban representar a más o menos una centena de personas, que constituían un gremio organizacional cocalero con diez años de formación y que tenía nexos trasnacionales. Más no se logró ningún acuerdo debido al carácter ilegal de su proceso productivo y la presión de otros Estados como el americano con su lucha contra las drogas. Así, a través de estas relaciones político-ideológicas se puede reproducir las relaciones de poder que se conformaron con el fenómeno del narcotráfico, adquiriendo aceptación por parte del sustrato material compuesto por la clase dominada, haciendo que las relaciones de dominación/subordinación se reprodujeran y no se transformaran, porque estos narcotraficantes eran a su vez capitalistas. Y estos no buscaban realmente transformar la constitución de las estas relaciones político-ideológicas que son las dominación/subordinación sino, lograr una especie de consenso dentro de la clase dominada para salvar así a su propia clase, es decir, los narcotraficante, que por entonces se estaban empezando a ver en problemas debido a que el Gobierno estaba considerando la extradición de los traficantes. Lo que se observa a través de estos dos ejemplos son una naciente ideología mezclada con tintes demagógicos e inmediatos pero que la conforman en tanto comportan un sistema de ideas y en tanto, establece una serie de hábitos(como el consumo, la reproducción del clientelismo, la legitimación de prácticas ilegales y la reproducción de las mismas), costumbres(como el cultivo de plantas ilegales consideradas como drogas, entre otras), un modo de vida nuevo (el del narcotraficante ostentoso y derrochador). Pero también en el sentido que, como en el caso Lehder, establecen un aparato oficial de información precario, pero el hecho de que dicha clase sea consciente de eso, representa un avance en la misma lucha de clases. Por último, debido a la imposibilidad de afirmar su lucha sobre el Estado, los narcotraficantes pasaron a manifestar su lucha a través de otros aparatos ideológicos de clase. Estos son, la organización militar y el enfrentamiento desde entonces manifiesto contra el Estado, para lograr imponerse sobre este y negociar la no extradición y algunos beneficios jurídicos, como que su actividad productiva fuera reconocida dentro de él(el Estado). Así inició en el territorio colombiano, una modo de expresar los poderes de clase y las técnicas destinadas para ejercer poder sobre el Estado, a través de un aparato militar con un poder realmente efectivo evidente en: Asesinatos selectivos a políticos y otros no selectivos contra policías; pugnas contras otras organizaciones narcotraficantes que se alían con el Estado; atentados contra medios de comunicación, aeronaves, autos y/o estaciones militares y de policia. En esta aparato militar recae el ejercicio de la violencia física legítima por lo menos para esta clase(los narcotraficantes). BIBLIOGRAFÍA Arrieta, C. et al. (1991) Narcotráfico en Colombia dimensiones políticas, económicas, jurídicas e internacionales. Bogotá. Uniandes. Corte Constitucional. (2016). Sentencia C-203. Recuperado https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/listados/tematica2.jsp?subtema=32518&cadena= de: Cardona, Patricia. (2007). Los narcotraficante y su búsqueda de aceptación en la sociedad colombiana: la vía económica, la vía política, la vía violenta y la vía social. Recuperado de: http://sincronia.cucsh.udg.mx/cardona07.htm Ángela María Puente. (2008). Bonanza Marimbera https://verdadabierta.com/bonanza-marimbera-1976-1985/ 1967-1985. Recuperado de: Betancourt Darío & García Martha L. (1994). Contrabandistas, marimberos y mafiosos. Historia de la mafia colombiana (1965-1992). Recuperado de: http://culturaydroga.ucaldas.edu.co/downloads/culturaydroga12%2814%29_14.pdf Poulatnzas, Nicos (1978). Estado, Poder y Socialismo. Introducción. Siglo Ventiuno Editores. SALAZAR, Alonso. (2001) La parábola de Pablo: auge y caída de un gran capo del narcotráfico. Bogotá. Planeta. Marx, Engels y la política. En Hobsbawm (2011). Cómo cambiar el mundo. CROMOS. Enero 29 de 1987. Pg. 18.