VALORES NEGOCIABLES Los valores negociables se caracterizan por ser susceptibles de tráfico en el mercado financiero: Acciones de Sociedades Anónimas. Es una sociedad mercantil cuyos titulares son en virtud de una participación en el capital social a través de títulos o acciones. Las acciones pueden diferenciarse entre sí por su distinto valor nominal o por los diferentes privilegios vinculados a éstas, como por ejemplo la percepción a un dividendo mínimo. Los accionistas no responden con su patrimonio personal de las deudas de la sociedad, sino únicamente hasta el monto del capital aportado. Derechos de suscripción. Es la facultad que se otorga a los titulares de acciones para adquirir de una forma preferente las nuevas acciones con respecto a los demás inversores. Cuotas participativas de cajas de ahorro. Son instrumentos financieros de renta variable que permiten a los inversionistas participar en el reparto del excedente de libre disposición de la entidad emisora. Asimismo las cuotas se pueden comprar y vender en bolsa, es decir, poseen la ventaja de ser líquidas las cuales ofrecen la posibilidad a su titular de obtener una ganancia en caso de revalorización. Obligaciones privadas. Son obligaciones o bonos, activos emitidos por empresas e instituciones y representan los préstamos que reciben de los inversores, a diferencia de las acciones no confieren derechos políticos sino económicos, el derecho a percibir los intereses pactados y la devolución de todo o parte del capital invertido en una fecha definida. Pagarés de empresa. Es un documento donde se establece el compromiso de pago de la entidad emisora a la fecha del vencimiento, es a la vez un instrumento de financiación para la entidad emisora. Los pagarés son a corto plazo. Participación en fondos de inversión. Un fondo de inversión es una sociedad de inversión colectiva en la cual los participantes reciben mayor rentabilidad por la suma de sus capitales de lo que ganarían de manera individual. Para que un valor sea verdaderamente negociable tiene las siguientes características básicas: a) Un mercado fácil con amplitud y capacidad para reducir al mínimo la cantidad de tiempo necesaria para convertirlo en efectivo y la probabilidad de pérdida en su valor, ya que si el precio de mercado que se recibe al liquidar un valor se desvía significativamente del monto invertido este no será atractivo. b) Motivos de compra: El tipo de valores negociables que se compra depende en gran medida del motivo de la compra y se basa en motivos de seguridad, de transacciones y la especulación: Recursos. Se busca con la adquisición de valores negociables una fuente de liquidez inmediata. Seguridad. Estos valores deben ser líquidos ya que se compran con fondos que son necesarios más tarde. En consecuencia protegen contra la posibilidad de no poder satisfacer demandas inesperadas de dinero. Razones por las que se tienen valores negociables para obtener rendimientos temporales y después liquidados a fin de cumplir con pagos programados. Transacciones. Estos valores negociables se mantienen con propósitos transaccionales, o sea que se espera con ellos efectuar algún pago futuro, teniendo en cuenta su convertibilidad en efectivo rápidamente. Para obtener algún rendimiento sobre estos fondos, se invierte en un valor negociable con una fecha de vencimiento que coincida con la fecha para realizar el pago presupuestado. Especulación. Los valores negociables que se retienen en ocasiones no tienen una utilización para ciertas obligaciones, se mantienen por razones especulativas, es decir, cuando se tiene dinero en exceso hasta que se haga de éste un uso apropiado, se le invierte en valores negociables o instrumentos a largo plazo. Los valores negociables otorgan resultados como mercado continuo donde se compran y venden acciones en cada momento, algunas son más vendidas que otras. Las características básicas de un mercado continuo y organizado que permiten que el mercado tenga mayor liquidez, es decir se transforman los valores en dinero en un periodo a corto de tiempo: 1. Frecuencia de ventas. La velocidad en la que cambian de dueño los valores. 2. Dispersión estrecha. Existe la diferencia entre el precio solicitado por el vendedor y ofrecido por el comprador. 3. Rentabilidad del valor negociable. Viene dada por el beneficio esperado del valor negociable. 4. Ejecución rápida. El tomar rápidamente una decisión de compra o venta se puede poner oferta en el mercado, es decir facilitan los medios y procedimientos para la compra y venta de valores. 5. Liquidez. Las características anteriores permiten que el mercado tenga mayor liquidez, es decir, se transforman los valores en dinero en un periodo corto de tiempo sin tener que castigarlos de manera significativa. El invertir en valores negociables conlleva riesgos, pero también ventajas: Los inversionistas se encuentran en capacidad de estructurar su propia cartera de inversiones integrada por diversos valores de diferentes características de plazo, liquidez, riesgo y rentabilidad. Los valores negociables permiten percibir rendimientos sobre fondos temporalmente ociosos. Un valor negociable cuenta con un mercado accesible, es decir que cuando se encuentre a la venta tenga compradores. Una amplitud de mercado determinada por la cantidad de miembros que compren los valores negociables. La profundidad de mercado caracterizada por la capacidad de absorber la compra o venta de una gran cantidad de valores. Los riesgos inherentes a la seguridad del capital deben ser bajos. Esto es la probabilidad mínima de pérdida de valor, es decir seguridad de capital que va relacionado con la volatilidad de precios. ¿Qué es la Línea de Crédito? Es un monto de dinero que el banco entrega al dueño de la cuenta corriente, para ser utilizado cuando no tiene fondos en ésta. La Línea de Crédito representa un crédito permanente para ser usado en cualquier momento y debe ser cubierto en los plazos que se indiquen en el contrato entre el cliente y el banco. De esta manera si en un momento determinado llega un cheque a cobro y el cliente no tiene fondos, el banco tomará el dinero de la línea de crédito y de esta manera se evitará el protesto del documento cobrado. Normalmente una Línea de Crédito ocasiona el pago de intereses sobre el monto que se haya utilizado, aunque dependiendo del caso, también puede originar comisiones por su utilización y por seguros asociados (por ejemplo, de desgravamen). ideicomiso es un contrato por el cual una persona física o jurídica (Fideicomitente) transmite la responsabilidad de administrar uno o más bienes a una Entidad Bancaria (Fiduciario) para cumplir una finalidad determinada en provecho de un tercero (Fiduciario) para cumplir una finalidad determinada en provecho de un tercero (Beneficiario). El Fideicomitente y el Beneficiario pueden ser la misma persona. ¿Qué es un fideicomiso? El fideicomiso es un acto jurídico, de confianza, en el que una persona entrega a otra la titularidad de unos activos para que ésta los administre en beneficio de un tercero. A continuación una breve introducción a este amplísimo tema. Definición Es el contrato de fideicomiso como el negocio Jurídico en virtud del cual una persona llamada fiduciante transfiere a título de confianza, a otra persona denominada fiduciario-, uno o más bienes (que pasan a formar el patrimonio fideicomitido) para que al vencimiento de un plazo o al cumplimiento de una condición, éste transmita la finalidad o el resultado establecido por el primero, a su favor o a favor de un tercero llamado beneficiario o fideicomisario. Partes intervinientes Fiduciante o fideicomitente: Es quien constituye el fideicomiso, transmitiendo la propiedad del bien o de los bienes al fiduciario. para que cumpla la finalidad específica del fideicomiso. Fiduciario: En general puede serlo cualquier persona. Por lo tanto pueden serlo personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras. etc. Sin embargo en el caso del fideicomiso financiero, solo podrán ofrecer sus servicios como fiduciarios, las entidades financieras sujetas a la ley respectiva o bien personas jurídicas expresamente autorizadas a tal fin. Beneficiario: Es aquel en cuyo favor se ejerce la administración de los bienes fideicomitidos. Puede ser una persona física o jurídica que puede no existir al tiempo del contrato o testamento, siempre que consten los datos que permitan su individualización futura. Se puede designar más de un beneficiario y beneficiarios sustitutos. Si el beneficiario no llegara a existir, no acepta, o renuncia, el beneficiario será el fideicomisario y en defecto de éste será el fiduciante. Fideicomisario: Es quien recibe los bienes fideicomitidos una vez extinguido el fideicomiso por cumplimiento del plazo o la condición. Ventajas Según el tipo de fideicomiso y las cláusulas pactadas se obtienen ciertas ventajas, a continuación algunas que suelen aplicar a todos o a la mayoría de los contratos de fideicomiso: Los bienes administrados son inembargables. Contabilidad y auditorías independientes. Beneficios tributarios. Puede emplearse para la realización de fines ilimitados, en tanto éstos sean lícitos. Existen cuatro factores que explican el desarrollo del fideicomiso: Enfoque comercial de la figura: Una figura que en sus fundamentos conceptuales se presenta como un contrato de naturaleza jurídica, trasciende esta disciplina para convertirse en un negocio comercial y especialmente un negocio bancario en razón de la importancia que los bancos le han otorgado al mismo como fuente generadora de negocios. Lo anterior significa que se ha puesto el Fideicomiso al servicio de los clientes de los bancos para que éstos puedan realizar nuevos negocios valiéndose de las ventajas y versatilidad que ofrece. Finalidad por cumplir: El segundo factor es que todo fideicomiso tiene implícita necesariamente una finalidad, esto es, que todo fideicomiso se realiza por algo y para algo. En un mundo donde tantas cosas se inician y no todas llegan a su término, creer que un negocio que se ha propuesto se lleve a cabo de la manera más fiel como se le ha encarga­ do a un fiduciario, es una garantía que en vez de limitar las posibilidades de su desarrollo, lo estimula y le da un impulso renovador. Patrimonio autónomo: La conformación de un patrimonio autónomo o de afectación constituye uno de los elementos más sobresalientes del fideicomiso, que permite que los recursos puestos en fideicomiso no se confundan contable ni jurídicamente con los del propio fiduciario, ni aún con otros recursos fideicometidos que éste pudiera tener bajo su administración. El establecimiento de tantos patrimonios autónomos como fideicomisos administrados por un fiduciario, rompe con el principio clásico del derecho civil referente a “una persona, un patrimonio” y da la posibilidad de a que con éstos se puedan llevar a cabo múltiples negocios. Elasticidad de la figura: Finalmente, la enorme flexibilidad que presenta la figura del fideicomiso permite que se puedan llevar a cabo múltiples negocios de acuerdo con las necesidades de los clientes. Afirma además que un fideicomiso se asemeja a un recipiente al cual se le agrega un contenido que es puesto por el cliente, quien define sus necesidades; se asemeja también a un traje a la medida, a sus gustos y preferencias, encargándole al fiduciario efectuar una labor de gestor profesional en la administración del fideicomiso. Base histórica Betancourt (p.551), sobre el surgimiento del fideicomiso como figura jurídica en el Derecho Romano, explica que éste apareció para superar la falta de testamenti factio pasiva respecto a los legados de los peregrini, de las personae incenae y de las ciudades. Como tales encargos de confianza no revestían forma solemne, y se podían hacer no sólo en testamento o codicilo sino también de palabra. Por tanto, también se podían revocar de cualquier forma. Esa misma ausencia de forma permitía que fiduciario pudiese ser cualquier persona; el heredero testamentario o ab intestato, un legatario, otro fideicomisario, etc. Como tal encargo de confianza, no tenía acción para sancionar su incumplimiento por parte del fiduciario, hasta que Octavio Augusto encomendó su cumplimiento a los Cónsules otorgándoles para tal finalidad jurisdicción extra ordinem. El emperador Claudio (41 d. C. – 54 d. C.) creó una jurisdicción especial; la de los Pretores fideicomisarios. La aproximación del fideicomiso al legado per damnationem resultó insoslayable, y a aquel se le aplicaron todas las reglas de este, excepto el ius adcrescendi y la regula Catoniana. En el mismo siglo 1d. C. el emperador Vespasiano (69 d. C. – 79 d. C.) extendió a los fideicomisos las leyes caducarias de Octavio Augusto y la quarta Falcidia. En época del emperador Justiniano llegaron a equipararse completamente legados y fideicomisos, diferenciándose únicamente en que mientras que los legados exigían la forma testamentaria, los fideicomisos siguieron conservando su naturaleza de origen. Tipos: De inversión: Que tiene por finalidad la inversión de recursos financieros. De Garantía: Que se utiliza para garantizar algún tipo de pago o cláusula de cumplimiento. Administrativo: Se utiliza para ceder la administración personal a alguna persona natural o jurídica en cumplimiento de algún tipo de contrato. Como ya se mencionó, la gran flexibilidad de este tipo de contratos permite tener muy diversas clases. Cláusulas generales García (p.159) indica que dentro de las bases o cláusulas generales de un fideicomiso están las principales que son: Establecer quién es el fideicomitente. Que el fiduciario acepte el cargo como tal. Se puede designar al fideicomisario en ese momento o no designarlo, salvo en forma que se pueda asignar en un futuro. También se fija qué objeto y cuáles son los fines de ese fideicomiso y el plazo por el cual se constituye. ¿Qué es un Warrant? Los warrants son productos financieros derivados, en concreto son opciones negociables en forma de título valor que ofrecen a su propietario el derecho, pero no la obligación, a comprar (Call) o vender (Put) una cantidad determinada de activo (activo subyacente) a un precio fijo (precio de ejercicio o precio strike) durante un periodo de tiempo hasta una fecha predeterminada (fecha de vencimiento) a cambio del pago de un precio (prima). Características de los Warrants Un warrant, al igual que una acción, es un título valor y, como tal, no se puede vender si no se ha comprado antes, pero es totalmente negociable, es decir, se puede comprar o vender tantas veces como se quiera obteniendo el beneficio o pérdida correspondiente. Un warrant es un producto derivado, lo que significa que el warrant deriva de la existencia previa de otro activo, denominado activo subyacente. El activo subyacente puede ser cualquier tipo de activo financiero: índice, acción, tipo de interés, divisas, cestas de acciones, obligaciones, materias primas, etc. Un warrant tiene fijado desde su emisión el activo subyacente, el precio de ejercicio y el vencimiento. Al mismo tiempo, se conoce la cantidad de activo subyacente a que da derecho cada warrant, denominado “Ratio”. Al comprar un warrant se adquiere el derecho, no la obligación, a comprar o vender el activo subyacente. El precio que se paga por el warrant se denomina prima, y es lo que cuesta adquirir el derecho a comprar o vender el activo subyacente. La prima depende de varios parámetros: el precio de ejercicio, el precio del activo subyacente, la volatilidad, el tiempo a vencimiento, el tipo de interés y los dividendos. La diferencia más importante entre la inversión directa en el activo subyacente y la inversión en warrants radica en que el desembolso realizado para comprar un warrant es menor que el desembolso para adquirir el Activo Subyacente, obteniendo el mismo beneficio o pérdida. “Ejercitar” un warrant es hacer efectivo el derecho a comprar o vender el activo subyacente. Cuando se ejercita un warrant, la liquidación puede hacerse o bien por entrega física del activo subyacente contra el pago del precio de ejercicio, o bien por entrega financiera, esto es, liquidar por diferencias entre el precio de mercado del activo subyacente el día que se ejercita y el precio de ejercicio. Tipos de warrants Europeos y Americanos o o Warrants Europeos: aquellos que sólo se pueden ejercitar en la fecha de vencimiento pactada. Warrants Americanos: aquellos que pueden ejercitarse en cualquier momento de la vida del warrant hasta el vencimiento. Warrant Call Cuando un inversor decide apostar al alza y compra un warrant Call, adquiere el derecho a comprar una determinada cantidad del activo subyacente a un precio fijo (precio de ejercicio) en cualquier momento desde la fecha de compra hasta la fecha de vencimiento (si el warrant es americano) o sólo en la fecha de vencimiento (si el warrant es europeo). Warrant Put En caso contrario, cuando el inversor espera un descenso en el precio del activo subyacente entonces deberá comprar un warrant Put adquiriendo así el derecho a vender una determinada cantidad del activo subyacente a un precio fijo (precio de ejercicio) en cualquier momento desde la fecha de compra hasta la fecha de vencimiento (si el warrant es americano) o sólo en la fecha de vencimiento (si el warrant es europeo). Leasing El leasing o arrendamiento financiero es un contrato de alquiler que incorpora una opción de compra a favor del arrendatario a ejercer al final del contrato, que , por sus características, no existen dudas de que va a ser ejercida, normalmente porque el importe de la opción de compra es muy inferior al valor del bien en ese momento. No todos los contratos de alquiler con opción de compra se consideran arrendamiento financiero o leasing; es necesario que no existan dudas razonables en el momento inicial sobre el ejercicio de la opción de compra. La característica principal de estos contratos es que jurídicamente se califican como alquiler, y desde el punto de vista financiero se tratan como una compraventa, ya que se considera que el objeto final del contrato es la adquisición del bien, por lo que, si bien la propiedad jurídica del bien es del arrendador hasta el ejercicio de la opción de compra, desde el punto de vista contable, el bien aparecerá en los estados financieros del arrendatario dentro de su activo, y el arrendador lo tratará como un venta desde el momento de la firma del contrato. El tratamiento contable es similar que la compra de un bien con un préstamo, actuado el bien como garantía o colateral del préstamo. La principal dificultad de estos contratos radica no en su contabilización sino en su calificación, ya que pueden ser considerados como arrendamientos financieros o como arrendamientos operativos. Si se considera arrendamiento financiero aparecerá en el balance de la sociedad el bien y la deuda asociada a ese bien. Si se considera operativo, no aparecerá ninguna deuda en el balance y sólo aparecerá el alquiler pagado como gasto. La norma contable establece una serie de cautelas, condiciones y presunciones de las características del contrato que llevan a calificarlo como leasing para evitar la financiación fuera de balance y que exista deuda de la sociedad que no aparezca en los estados financieros. FACTORAJE Factoraje (factoring en inglés) es una transacción en la cual una empresa vende sus cuentas por cobrar, o facturas, a una compañía financiera comercial tercera, también conocida como un "factor." Esto se hace para que la empresa pueda recibir dinero en efectivo más rápidamente de lo que lo haría si esperara 30 a 60 días para recibir el pago de sus clientes. Factoraje es a veces llamado "financiamiento de cuentas por cobrar." Los términos y la naturaleza del factoraje pueden diferir entre varias industrias y proveedores de servicios financieros. La mayoría de las empresas de factoraje compran tus facturas y te hacen un anticipo monetario dentro de un periodo de 24 horas. La cantidad del anticipo puede variar desde el 80% hasta un 95% dependiendo en la industria, los historiales de crédito de tus clientes y otros criterios. El factor también te proporciona apoyo administrativo. Una vez que obtiene pago de tus clientes, el factor te paga el balance de reserva de las facturas, menos el cargo acordado por asumir el riesgo de cobro. El beneficio del factoraje es que, en lugar de esperar uno o dos meses para el pago de tus clientes, ahora tienes dinero en mano para operar y hacer crecer tu negocio. El factoraje no es un préstamo. No hay deudas envueltas en factoraje. Los fondos no tienen restricciones, lo cual provee empresas con más flexibilidad que un préstamo bancario tradicional. Factoraje en Cinco Pasos Sencillos Tu realizas un servicio para tu cliente. Tu envías la factura a la compañía de factoraje. Tu recibes un avance en efectivo de la compañía de factoraje basado en la factura. La compañía de factoraje obtiene el pago completo de tu cliente. La compañía de factoraje te paga el resto del total de la factura, menos una cuota. ¿Cuáles Son las Ventajas del Factoraje? Hay varias razones por las que el factoraje es una herramienta muy útil para muchas empresas. La ventaja fundamental es que el factoraje le da un impulso rápido a tu flujo de efectivo. Muchas empresas de factoraje proporcionan dinero en efectivo basado en tus cuentas por cobrar dentro de un periodo de 24 horas. Esto puede solucionar problemas de flujo de efectivo a corto plazo y ayudar a impulsar el crecimiento de tu negocio. Las compañías de factoraje manejan los cobros a tus clientes, y también pueden evaluar los historiales de crédito y de pago de los mismos. Otros beneficios importantes incluyen: El factoraje puede ser personalizado y administrado de modo que proporcione el capital necesario cuando tu empresa lo necesite. El financiamiento no aparece en tu hoja de balance como deuda. El factoraje se basa en la calidad de crédito de tus clientes, no en tu propia historia de crédito o de negocio. El factoraje ofrece una línea de crédito basado en ventas, no en el valor neto de tu empresa. A diferencia de un préstamo convencional, el factoraje no tiene ningún límite en la cantidad de financiación que puedes obtener. El factoraje se alinea bien con empresas recién creadas que requieren flujo de efectivo inmediato. ¿Quién Usa el Factoraje? Empresas de todos tamaños, desde empresas unipersonales hasta empresas Fortune 500, utilizan el factoraje como una manera de aumentar su flujo de efectivo. El factoraje se extiende por todas las industrias, incluyendo camionaje, transporte, fabricación y distribución, textiles, petróleo y gas, y agencias de empleo. Las empresas utilizan el efectivo generado por el factoraje para pagar por inventario, comprar equipo nuevo, contratar empleados, ampliar operaciones - básicamente cualquier gasto envuelto en hacer negocio. El factoraje permite a empresas a tomar decisiones más rápidas y expandirse a un ritmo más rápido. ¿Cuánto Necesito Asignar al Factoraje? Depende de las necesidades comerciales específicas de tu empresa. Algunas compañías asignan al factoraje todas sus facturas, mientras que otras solamente asignan las facturas de clientes que toman más tiempo para pagar. El volumen de cuentas por cobrar que una empresa puede asignar al factoraje puede variar desde unos pocos miles de dólares a millones de dólares al mes.