¿Considerar o no la Eutanasia en Chile? Para comenzar, la definición de eutanasia según la revista médica de Chile, es aquel procedimiento voluntario, intencionado, estudiado y consciente que realiza un médico para acelerar la muerte de un paciente terminal de algún padecimiento incurable; a solicitud consciente, estudiada y deliberada del enfermo o familiares, quienes, plenamente enterados de que no existe tratamiento curativo para la dolencia, le solicitan al médico que la realice sobre el paciente para así dar fin con el dolor y sufrimiento intolerable e intratable. Por otra parte la OMS, define la eutanasia como “acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente”. Relacionando ambas definiciones, se considera la condición general del paciente, como así mismo su conciencia y la intervención médica. De esta forma, el paciente ¿debería o no tener el derecho de elegir su propio futuro o destino?. Un individuo tiene durante toda su vida la libertad de decidir, con la única condición de no afectar a terceros ni a la sociedad, que no es el caso al ser una decisión personal. Sin embargo esta decisión tiene aspectos religiosos, donde hay algunos que se oponen a este procedimiento, al calificarlo, en algunos casos, como “suicidio”. Por lo tanto la sociedad debiese tener un marco legal para permitir este acto, ya que se debe legislar para todo tipo de individuo, por encima de creencias. Finalmente, en nuestra opinión por lo antes dicho, las personas afectadas deben ejercer su libertad hasta el fin de sus días siendo protegidos por la ley. En Chile, gran parte de la población está a favor de una legalización general de la eutanasia. Por lo cual, los legisladores debiesen acatar las peticiones de la sociedad y representarlos de la mejor forma posible. Respaldando esto, presentamos una encuesta realizada por Cadem que fue realizada en el año 2018, donde se establece que hay un acuerdo de casi un 70% de la comunidad en la aplicación de la eutanasia; “Así lo revela un nuevo sondeo de Plaza Pública Cadem, realizado entre el miércoles 7 y viernes 9 de la semana pasada. Así, de entre los 731 casos encuestados (514 vía telefónica y 217 en entrevistas directas), un 68% se mostró a favor de la eutanasia.” Al no estar legalizada la aplicación de la eutanasia, un importante número de personas enfermas, se ve afectada no solo físicamente, sino que psicológicamente al tener que convivir con las consecuencias de su enfermedad diagnosticada, ya sea dolor insoportable, alguna condición psiquiátrica (como la demencia, Alzheimer, entre otras) o movimientos involuntarios. Debido a esto, personas a las que se les negó esta práctica, han decidido tomar medidas por su propia cuenta, tales como el suicidio. En consiguiente, lo anterior viola el derecho a la decisión de las personas sobre su propio destino y cuerpo. Tal es el caso de Valentina Maureira de 14 años, quien sufrió de Fibrosis Quística desde los 8 años, razón por la cual le solicitó a la presidenta Michelle Bachelet autorización para que se le practicara la eutanasia. “Estoy cansada de vivir con esta enfermedad y ella (la Presidenta) me puede autorizar la inyección para quedarme dormida para siempre”, dijo a través de un video publicado y viralizado a través de su cuenta de Facebook. Valentina intentó cometer suicidio luego del rechazo a la petición, lo cual fue un intento frustrado. Finalmente, un jueves 14 de Mayo murió sin ser asistida, al igual como había ocurrido anteriormente con su hermano mayor. En definitiva, tomando en consideración la opinión de los ciudadanos, junto con los derechos de las personas y la salud mental, independiente de su religión, capacidad o condición, todos tenemos la libertad de elegir en todo ámbito, incluyendo la decisión de recibir una muerte digna, lo cual es un derecho que se debiese respetar. Por esto, nuestra tesis debería ser reflexionada para poder empatizar con las personas involucradas en este debate.