Como hemos ya visto, la experiencia social es fundamental para que las funciones psicológicas se organicen o reorganicen. Por lo tanto, esas funciones psicológicas deben de ser enseñadas en la escuela, aunque de manera implícita se van enseñando y se aprenden a organizar de alguna forma, pero también se deben de hacer explícitas para facilitar el aprendizaje de los educandos. Por ejemplo, en el nivel primaria y quizás parte de secundaria los profesores realizan dictado a los alumnos para transmitir información, pero en los siguientes niveles generalmente ya no se llevan libros específicos con todo el contenido escolar, entonces los alumnos deben tomar notas sobre lo que estén revisando en clases, pero a veces no lo hacen o si lo hacen, no hay siempre una homogeneidad en sus apuntes: se deberá de enseñar a realizar mejores apuntes según sus estilos de aprendizaje. El campo de las neurociencias ha realizado valiosos aportes al proceso de aprendizaje, sobre todo en cuanto a las funciones ejecutivas, mismas que veremos a lo largo de esta entrada. Dentro de los grandes autores de las neurociencias, podemos localizar a Alexander Luria quien fue un neuropsicólogo que describió cómo se organizaban las funciones psicológicas en 3 bloques funcionales: 1) el primer bloque, tono cortical, el cual tiene que ver con lo que nos permite tomar algún tipo de decisión o tiene que ver con otras funciones básicas, por ejemplo qué información sí se anotará en los apuntes y qué información no; 2) el segundo bloque, tono funcional, es la recepción e integración de la información (hacia dónde se va para entender mejor el mundo), por ejemplo de qué forma se organizará y estructurará la información en los apuntes: por título, subtítulos, notas, etc.; 3) funciones del tercer bloque funcional, donde ya tenemos información pero ahora se trata de averiguar cómo podemos organizarla para resolver una tarea específica, por ejemplo realizar un diagrama, mapa mental, dibujos, etc. que permitan entender mejor el tema. Otro aporte de la neurociencia son las funciones psicológicas, las cuales se basan en procesos, o dicho de otro modo, funcionan a través de procesos. Las funciones psicológicas nos permiten adquirir información con un paquete biológico con el que contamos aunque iremos puliendo esta adquisición con la sociedad en donde nos desarrollamos, como ya lo hemos mencionado anteriormente. Por otro lado, las funciones cognitivas sirven para elaborar esa información para así, tener conocimiento con el que trabajar, son más complejas que las funciones psicológicas generales. Las funciones psicológicas se crean de diferentes elementos (ver esquema de abajo) y todos se organizan para atender una tarea específica. Por ejemplo, en una clase podremos escuchar y observar al profesor(a), atendemos en el transcurso de la lección o al menos a lo que nos parece interesante, a la hora de tomar notas necesitamos ir memorizando lo que el profesor(a) esté diciendo para anotarlo (aún siendo memoria de corto plazo) además de organizarlos como mencionamos al inicio de la entrada, incluso podemos darnos cuenta de que algo de lo que anotamos no tiene mucha coherencia y verificamos si la información es la correcta o tendríamos que corregirla, aunque también iremos observando la forma de hablar y de moverse del profesor(a) y de los compañeros, el ejemplo motriz y actitudinal que nos transmiten en el salón de clase. Todo esto influirá en la "simple tarea" de tomar apuntes, por lo que nuevamente se recalca la importancia de hacer explícito algo que suele llevarse a cabo de forma implícita. Esquema elaborado por la Dra. Rosalía de la Vega Para clarificar un poco más el esquema anterior, resaltemos los siguientes puntos: Atención. Ésta es una de las más importantes funciones para echar a andar otras, aunque esto no quiere decir que sea la primera, pero sí es importante. Memoria. Se encuentra ligada a los procesos atencionales. La memoria lleva un proceso, donde inicialmente retiene o registra la información, posteriormente la almacena y finalmente puede evocarla o recuperarla. Es importante resaltar que lo que recordamos de los eventos es una reconstrucción de lo que pensamos sobre ello y no sobre lo que es como tal, por ejemplo podemos recordar un día de campo como el peor día de nuestras vidas porque se nos subió una cucaracha, pero en realidad fue el único evento que nos disgustó, el resto del día lo disfrutamos y en un futuro sólo recordamos aquello que nos "traumó" y no a todo el día de campo como tal. Lenguaje. Permite denominar (nombrar), comunicar, organizar (clasificar) y representar (no tenerlos presentes, poder evocar objetos ausentes). Pensamiento. Las funciones están muy ligadas a lo social, nuestro pensamiento funciona también en principios sociales. Por ejemplo si hipotéticamente se cambiaran los "papeles" de lo que se espera de las mujeres y de los hombres, seríamos quizás muy diferentes a como lo pensamos ahora: en la actualidad, de las mujeres se espera que sean chillonas, histéricas, empáticas, sensibles, etc. y de los hombres que sean valientes, fuertes, hábiles, sexuales, etc. pero si esto se rotara o se modificara, seguramente los patrones cambiarían también. Funciones ejecutivas. Permiten seleccionar, planificar, anticipar, modular o inhibir la actividad mental; monitorear tareas; selección, previsión y anticipación de objetivos. Por ejemplo, para poder lavar los platos se requieren de echar andar las funciones ejecutivas: se organizan los trastes en la tarja, se lavan con esponja y jabón, se enjuagan, se verifica si no tiene restos de jabón o de comida, de lo contrario se repite el proceso, y posteriormente se colocan en un orden en el escurridor, este proceso lo realizamos para tener una mayor eficacia en la tarea de lavar trastes. Las funciones ejecutivas también se atraviesan por lo social, ya que observamos por ejemplo a nuestros padres cómo lavaban los trastes. En cuanto a los autores de la neurociencia, Luria hablaba ya sobre las funciones ejecutivas pero se nombran como tal hasta Lezak, quien las define como "capacidades que permiten a la persona integrar exitosamente conductas independientes, con propósito y utilidad para sí mismo". En resumen hasta ahora, podríamos decir que las funciones psicológicas vienen de forma innata y nos permiten adquirir la información de nuestro entorno de una forma básica, primaria. Dichas funciones se componen de diferentes elementos como la gnosis donde percibimos de diferentes sentidos, la atención, la memoria, el pensamiento, las funciones ejecutivas, la motricidad, el lenguaje, las funciones ejecutivas y la personalidad, pero sobre todo se dan gracias a la interacción social que el sujeto tiene, ya sea de forma implícita o explícita aunque se da mayoritariamente de forma implícita, por ejemplo al observar a alguien barrer o lavar trastes se reconocen los pasos a seguir y mejorar su propia práctica. Como se mencionó hace rato, dentro de las funciones psicológicas, se encuentran las funciones ejecutivas, las cuales nos permiten llegar a una meta, lo cual implica un proceso de selección, planificación, anticipación y verificación que efectivamente nos permitan cumplir la meta seleccionada. Todo esto también se acompaña de la interacción social, por ejemplo el hecho de decidir organizar y gastar ahorros en una fiesta que en reparar la casa donde se vive porque culturalmente es más importante el reconocimiento de una chica de XV años. Es importante resaltar que todos los humanos tenemos un desarrollo cognitivo, incluso aquellos que sacan malas notas en la escuela. Sin embargo, las funciones ejecutivas pueden ser útiles para mejorar el aprendizaje de los alumnos, sobre todo aquellos con ciertas dificultades. Las dificultades de aprendizaje tienen que ver con ciertas funciones para que puedan aprender adecuadamente: lenguaje hablar bien y comprender letras, prestar atención, etc. Existen 2 posturas generales sobre las dificultades de aprendizaje: 1. La primera está totalmente relacionada con lo físico (nervioso central) y para poder decir que tienen dificultades de aprendizaje deben cumplir con 4 criterios: 1) una de las cosas que se tiene que descartar es que no tenga ningún tipo de daño físico o biológico, por ejemplo un niño puede no leer o escribir por daño en el parto, en el embarazo, etc. 2) los sujetos deben tener un contexto culturalmente rico, por ejemplo un chico que tiene dificultades para leer y escribir pero su contexto cultural es pobre, entonces si se pone en un contexto más rico podrá desarrollar estas habilidades, 3) las estrategias didácticas o pedagógicas, por ejemplo un niño con un profesor pésimo que puede cambiar de profesor y aprenderá las habilidades, 4) el sujeto deberá de tener un desarrollo emocional óptimo. Se tienen que cumplir todos los 4 puntos para decir que sí existe una dificultad de aprendizaje, sino sería un problema de aprendizaje, es decir, se necesitaría mejorar sólo un elemento como por ejemplo un desarrollo emocional óptimo. 2. La segunda postura apunta al desarrollo de estrategias específicas para un contenido específico. No hace caso de los criterios de la primer postura y apuesta a que se puede sacar de la dificultad de aprendizaje a cualquier persona utilizando ciertas estrategias que se adapten al sujeto. Cabe señalar que el proceso de aprendizaje es multifactorial, por lo que se deben de contemplar todas las relaciones que existen para que los alumnos aprendan, es decir, las condiciones (que coman bien, duerman bien, estén descansados, etc.), si hay o no daño biológico, el contexto cultural, las estrategias pedagógicas, la dinámica del grupo, etc. Una de las formas que desde la neurociencia se propone entonces trabajar a modo de mejorar el aprendizaje son las estrategias escritas (tomar notas, crear calendarios, etc.), ya que esto permite poner en evidencia lo que estaba quizás en la mente. No es lo mismo tener una organización en la mente a escribirlo y verlo escrito y/o gráficamente, ya que se reestructura, se resignifica y se re-representa. Por ejemplo, cuando se les dice a los adultos si se organizan en sus gastos económicos del mes, dicen que sí pero la mayoría sólo en la mente, pero la mente no tiene una capacidad enorme de memoria, se necesita también la ayuda de instrumentos materiales como los escritos para poder retener eso que la memoria por sí misma no puede de forma perfecta. De igual forma si se puede comunicar con otros adultos cómo se organizan en la economía, puede flexibilizar opciones y considerar una mayor gama de posibilidades que clarifiquen sus acciones presentes y futuras.