Caso incidental 2 ¿NECESITA UN ENTRENADOR PARA HABLAR? El entrenamiento para hablar es un negocio creciente. En cierto modo, esto es sorprendente. Como ya se dijo, la comunicación es cada vez más electrónica, y parece que hace menos importante la calidad del habla de alguien. Aunque las formas electrónicas han crecido de manera exponencial, eso no significa que la comunicación oral ya no importe, en especial en ciertos trabajos. Considere el caso de Michael Snipe, presidente de Private Equities, empresa pequeña de fusiones y adquisiciones en Silicon Valley. Snipe trabajó con un entrenador de comunicaciones que le diera lo necesario para dirigir su compañía de servicios en relación con los competidores. “Si un cliente no puede determinar quién es mejor, diferente o peor, entonces entran a hablar del precio”, dice Snipe. “Y como dueño de una empresa, si sólo se conversa del precio, es tiempo perdido. En realidad lo que importa es dar el panorama de por qué se debe hacer negocios con nosotros en una forma atractiva”. Snipe pensó que un entrenador para hablar lo ayudaría a hacer lo anterior. Dicho de otra manera, usted puede tener toda la experiencia del mundo, pero si no es capaz de comunicarla con eficacia, entonces no obtendrá lo mejor de su talento. R. W. Armstrong & Associates, compañía de administración de proyectos de ingeniería con sede en Indianápolis, ha usado entrenadores del habla para refinar sus propuestas. Aunque no fue una inversión pequeña –la compañía estima que pagó entre $8,000 y $10,000 por día para capacitar a 25 empleados– la empresa cree que fue de ayuda para lograr varios contratos lucrativos. El gerente de activos, David Freeman, está de acuerdo: “volamos por todo el país para presentar en 45 minutos a un fondo de pensiones o empresa de consultoría que pueden ganar $25 millones, $50 millones o $100 millones sobre la cantidad que nos darían a administrar”, dice. “Queremos aumentar la probabilidad de que nos recuerden”. Pero, ¿qué hacen estos entrenadores? Parte de su capacitación está dirigida al discurso –cómo comunicarse con emoción, forma de usar las inflexiones de la voz, etc. – y al lenguaje corporal. Una de las áreas principales es enseñar a las personas a utilizar frases breves, hablar con golpes de voz, y a hacer pausas para que los escuchas absorban lo que se dice. Preguntas 1. ¿Qué piensa que explica el crecimiento de los entrenadores del habla en los negocios? 2. ¿Cree que es una buena inversión contratar entrenadores del habla? 3. ¿Piensa que usted se beneficiaría con un entrenador de su habla? ¿Por qué? Fuente: H. Chura, “Um, Uh, Like Call in the Speech Coach”, New York Times, 11 de enero de 2007, p. C7.