Dinámicas e interacciones entre las principales especies pelágicas costeras y oceánicas de la Región Norte del Sistema de la Corriente de Humboldt entre 1966 y 2012: lecciones para el manejo pesquero en Perú Dr. Mariano Gutiérrez Torero Las especies marinas se relacionan e interactúan entre si según indicadores biológicos como por ejemplo el hábitat, alimento disponible, condiciones oceanográficas entre otros aspectos presentes en un ecosistema marino. Existe una hipótesis para la región norte del Sistema de la Corriente de Humboldt sobre dos ecosistemas el primer es el Ecosistema Peruano de Afloramiento relacionado con las Aguas Costeras Frías (ACF), hábitat para las especies pelágicas costeras y el segundo Ecosistema Oceánico Subtropical relacionado zona de transición entre las ACF y las Aguas Subtropicales Superficiales (ASS) hábitat para las especies pelágicas oceánicas. Dentro del grupo de las especies pelágicas costeras la más importante es la anchoveta mientras que en el grupo de las especies oceánicas las más importantes son el jurel, la caballa, Pota y Vinciguerria. Las especies pelágicas costeras y oceánicas presentan cambios e interacciones observadas en varias escalas de espacio y tiempo como consecuencia de variaciones en las características del hábitat, expansión y contracción de las masas de aguas características de estos dos ecosistemas. Algunas de estas variaciones han sido atribuidas a un proceso de competencia, por ejemplo, entre anchoveta y sardina, sin embargo estudios muestran que las dos especies son ecológicamente vecinas, descartándose la competencia entre ellas. En una variación de mayor escala tenemos al jurel que en cuanto a su distribución presenta una estructura metapoblacional que requiere de períodos de alta abundancia en la principal región de distribución, que se ubica en la alta mar frente a las costas de Chile, dicha población recibe el nombre de “población madre”. En estos periodos de alta abundancia dicha subpoblación migra a otras regiones (Perú) manteniéndose aisladas de la población madre por largo tiempo sin poder independizarse debido a eventos como El Niño con alta influencia en cuanto a distribución y abundancia. En las variaciones de menor escala se tiene como ejemplo la relación entre anchoveta y munida, con una interacción biológica sincrónica (comparten el mismo espacio y tiempo), ambas sometidas a la pesquería, a los depredadores superiores, entre otros aspectos que confirmarían la competencia entre estas dos especies. La importancia de la interacciones y dinámica entre las principales especies pelágicas descrito en los anteriores párrafos tiene el objetivo de proveer de elementos prácticos para un Manejo con Enfoque Ecosistémico (MEE) con el fin de introducir mejoras para gestionar las pesquerías ya no solo en base a una especie en este caso Anchoveta como lo vienen haciendo hasta la actualidad en el IMARPE, sino a la especie objetivo y las demás especies que interactúan en un mismo sub-ecosistema. Una de estas mejoras en la gestión de las pesquerías está relacionado con los problemas derivados de una relativamente alta tasa de descarte en las pesquerías, a ello se suma el problema adicional del incremento del número de embarcaciones que componen las flotas artesanal y de menor escala, a las que de momento se les permite actuar sin mayores restricciones en la zona más delicada, primeras cinco millas marinas. Una alternativa, promovida desde hace 15 años por el Imarpe, es la de incrementar las alternativas de pesca vía la diversificación hacia especies que permanecen inexplotadas. Una de esas especies inexplotadas es la vinciguerria que a la actualidad presenta una mayor biomasa y no es competencia de la anchoveta. El problema para su explotación radica en la ausencia de métodos para captura que deben ser mejorados para lograr mayores volúmenes de pesca. Otro mejora en cuanto a las especies que presentan variaciones a mayor escala como el jurel es que la hipótesis metapoblacional para el jurel, consiste en manejar las pesquerías de jurel por regiones (Perú y Chile) pues no existe un contacto frecuente entre las subpoblaciones. Sin embargo, debe existir una estrecha coordinación entre quienes ejerzan el manejo pesquero en cada región (Perú y Chile), mientras que la South Pacific Regional Fisheries Management Organization (SPRFMO u OROP) le debería corresponder proteger fuertemente la “población madre”. En la actualidad esto no sucede, y la región principal no cuenta con ningún mecanismo de protección especial (como vedas espaciales o temporales), por lo que la población y la pesquería se hallan en una condición crítica a diferencia de otras subpoblaciones. Como conclusión principal se tiene que el conocimiento de las interacciones y dinámica de las especies descritas anteriormente puede ser incorporado en la gestión pesquera a través del uso de indicadores de distribución por especies, incluyendo la sobreposición entre grupos de especies. Para ello, los cruceros científicos y otras prospecciones deben cumplir el requisito de cubrir también la zona transición o de mezcla entre las Aguas costeras frías y las aguas subtropicales superficiales. Otro indicador seria los índices acústicos que se pueden obtener a través de información de los barcos de pesca con ecosondas científicas. Finalmente, la investigación ha mostrado que las más pequeñas escalas en términos de tiempo y espacio son las más difíciles de cubrir por el alto costo que implica movilizar barcos científicos. Una alternativa viable es la de aprovechar la abundante información que usualmente es recogida por barcos de pesca, que de modo creciente se están equipando con tecnologías digitales equivalentes a las de uso científico. El uso de esta información permitiría descubrir los cambios que se dan en el ecosistema en pequeñas escalas de tiempo, que son las que a menudo modifican las previsiones realizadas.