Postgrado en Docencia Superior Curso de Sociología de la Educación Facilitadora: Dra. Elis Vergara Ensayo libre. Los nuevos arquetipos que afectan a la sociedad civil organizada en el marco de la cooperación internacional. Por: Yahir Leis Alvarado Cedula: 4-255-503 Agosto de 2019 Los nuevos arquetipos que afectan a la sociedad civil organizada en el marco de la cooperación internacional. Introducción Las organizaciones de la sociedad civil o del tercer sector, tal y como se les denomina internacionalmente en un sentido amplio, al conglomerado de las organizaciones no gubernamentales, han sufrido en nuestro país, en la región y en el mundo profundos cambios. Objetivos: Distinguir los nuevos retos a los que se enfrenta la autosostenibilidad o dependencia de las organizaciones de la sociedad civil. Esbozar las principales aristas de la llamada ‘crisis de la cooperación´. Proyectar algunas alternativas de evolución para que este sector continúe su laborante un mundo globalizado y con escenarios cada vez más cambiantes. Desarrollo: Para destacar el fenómeno de la superación del paradigma tradicional de la cooperación norte-sur es necesario abordar brevemente su historia. Entre los años setenta y ochenta existía un énfasis en el Estado y no en la sociedad civil. Era evidente el fenómeno de la estatización o el modelo keynesiano del Estado benefactor. Gran parte de la asistencia social la brindaba el Estado, el cual disponía de muchos recursos, pues recibía préstamos blandos de las instituciones financieras internacionales para programas de tipo social. En el aspecto político, había poco espacio para el desenvolvimiento de la sociedad civil. Era difícil conseguir una personería jurídica, no exclusivamente por culpa de la burocracia estatal, sino por razones de censura ideológica, ya que la aprobación de estatutos, (requisito básico) corresponde en nuestro país al Órgano Ejecutivo, ebn ese entonces subordinado a la cúpula militar. En fin, las ONG´s panameñas y latinoamericanas legítimas en forma y fondo surgidas en esta época, se caracterizaron por una marcada desconfianza hacia el Estado, por considerarlo un detractor. Surgen en este período organizaciones con ideas de cambio de tipo desarrollista, con más pensamiento, reflexión y capacidad de propuesta, que las puramente asistenciales. Aparece también toda una gama de agrupaciones, desde las ideológicamente vinculadas a la iglesia, con una posición de cambio humanista, hasta las aferradas a ideas no eclesiales (izquierda), surgidas en apoyo a las revoluciones y guerras que se suscitaban en Centroamérica. Durante el régimen militar se intentó reglamentar a las asociaciones sin fines lucrativos, con el propósito de fiscalizarlas y restringirlas. El Decreto - Ley 7 del 9 de octubre de 1989, "Por el cual se regula el derecho de asociación en general", mereció el repudio de las organizaciones, ya que a través de él se violentaban sus derechos de libertad de expresión y de asociación, al facultarse al Estado para ejercer un mayor control sobre ellas, en momentos en que el país enfrentaba una grave crisis política y económica. El decreto prohibía a las asociaciones y federaciones civiles, actividades de proselitismo y propaganda política e impedía la realización de pronunciamientos políticos y la emisión de votos de censura o aprobación a los actos oficiales. Esta norma fue derogada por el Decreto de Gabinete No. 30 del 19 de febrero de 1990. En la década de los noventa, Panamá entra en un período democrático. Surgen entonces muchas organizaciones, en primer lugar, por la simplificación de los trámites necesarios para obtener una personería jurídica, en segundo lugar, por el fin de la censura ideológica gubernamental y por último, por el hecho de que muchos profesionales y tecnócratas desplazados del poder luego de la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989, las crearon para sobrevivir al recambio político y seguir en la vida social activa, lo cual les permitió mantener nexos de carácter político. En los noventa se da también una caída de la cooperación internacional y por ende, menguaron los recursos para el Estado, por lo que correspondió al Tercer Sector un papel preponderante en lo referente al desarrollo social, aumentando su nivel de incidencia en las políticas sociales gubernamentales. Hemos de tomar en cuenta que las ONG´s tuvieron también que evolucionar al cambiar las circunstancias. En los años setenta y ochenta la visión de la sociedad era clasista (pobres – ricos o norte sur), es decir, que se entendía que había que ayudar a una clase para crear una sociedad más justa y lograr una mejor distribución de la riqueza. Con el tiempo, la visión de la realidad se volvió más pluralista y dinámica. Desenlace Las organizaciones sin fines de lucro se dieron cuenta, que la sociedad se divide también en hombres y mujeres, jóvenes y viejos, gente y no gente (biodiversidad), entendiéndose que no se puede dar un abuso de las mayorías sobre las grandes minorías, porque los derechos humanos no se computan por votos, ya que existen desde siempre y deben ser reconocidos e implementados por los Estados. En conclusión, luego de un período de antagonismo y a partir de la desaparición del régimen totalitario militar, las organizaciones del Tercer Sector panameño han debido aprender a trabajar en colaboración con el Estado coordinando con él, políticas de desarrollo social. Algunos mandatarios ven en esta dinámica de fiscalización ciudadana como una amenaza y acusan a las ONG de querer cogobernar. Las donaciones a pérdida o con escasa retroalimentación de su efectividad como paliativos de falencias sociales, han comenzado a ser un obstáculo para la obtención de nuevos fondos y las ONG contrapartes (donantes), han comenzado a financiar proyectos cuya viabilidad pueda , sino predecirse, al menos ser proyectada a través de métodos de evaluación previos, tales como el marco lógico. Pese al aumento de las ONG, luego del retorno a la democracia, siguen existiendo algunas incongruencias. Se explican así: Mientras que existen organizaciones de facto, con gran capacidad de activismo y buena convocatoria a sus actividades, existen otras que, pese a tener jurídicamente todos sus documentos en regla y su personería inscrita en el Registro Público, son solo de papel, es decir, creadas para constituirse en plataforma de acción de quienes han salido de un gobierno que les es favorable o como personas jurídicas bajo cuyo nombre se intentan abrir cuentas bancarias para preservar patrimonios, evadir impuestos o simplemente mantener un anonimato, no necesariamente delictivo, para que por motivos de seguridad, no se sepa a cuanto asciende la fortuna de sus constituyentes. Por estas razones, la reinvención de las organizaciones de la sociedad civil organizada, más que una opción, se ha constituido en su principal opción para sobrevivir.