Subido por Rocio Gomez

entrevista carli infancias

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Rosana Barroso entrevista a Sandra Carli en un interesante recorrido por algunos de
los problemas que se hacen presentes al historizar la infancia y analizar los tiempos
actuales desde esa mirada. El diálogo nos muestra el apasionado estudio de una
infancia que se sacraliza y se educa, pero que también guía políticas de estado y
construye pautas de consumo en el mercado, en un recorrido que destaca el lugar de
la escuela ante los avatares de una infancia atravesada por múltiples crisis.
Las identidades fluctuantes de la infancia
moderna
Entrevista a Sandra Carli
R.B.:¿Cómo surge la temática sobre Infancia para el desarrollo de sus
investigaciones?
S.C.: El tema de la infancia surge a partir de una lectura de un texto que hice sobre las
identidades infantiles, en la carrera de grado, Ciencias de la Educación. Me acuerdo
que ese texto distinguía ciertas identidades de la infancia, como la infancia
institucionalizada, la infancia escolarizada, etc. Un texto muy ligado al nivel inicial, en
realidad. En esa época trabajaba en jardines de infantes y recuerdo que me resultaba
interesante, me llamó mucho la atención.
El interés en este tópico apareció cuando empecé a trabajar en investigación, pero
inicialmente no lo trabajé, ya que estuve un año o dos años estudiando temas ligados
con el movimiento estudiantil en los años 80.
Después salió la posibilidad de presentarme a una beca y ahí empecé a explorar el
tema, del que en esos días había poca bibliografía. Había referencias de autores, pero
tenían que ver más con la historia de la pedagogía que con el tema de la infancia en si
mismo, así que fue algo azaroso en algún punto.
¿Cuáles eran las características de la infancia en la modernidad?
Pensando en el caso argentino uno piensa en la infancia en la modernidad y lo que
aparece más marcado es el impacto del proceso de escolarización, esto es, lo que
significó en la Argentina la instalación del sistema educativo y la imposición de la
obligatoriedad escolar, como fenómeno que implica toda una configuración de la
experiencia infantil muy marcada por el peso de la escuela.
Si bien fue un proceso gradual y con configuraciones distintas según el sector social,
las zonas, las regiones, los lugares, como fenómeno más general me parece que la
creación de la escuela pública en Argentina no solo modula la cultura en Argentina,
quizá hoy en crisis, sino que también produce un impacto fuerte en la modulación de
las identidades infantiles y de las modalidades de transitar la infancia.
Eso tiene que ver con el proceso moderno en Argentina, que quizá habría que
comparar con fenómenos distintos que se plantearon en otros países donde la
escolarización pública no fue tan fuerte, como por ejemplo Brasil a principios del siglo
XIX.
Entonces esas presencias de la escuela, la configuración de un tipo de sociedad más
moderna, se da en un proceso lento, donde las formas de vida rurales más
tradicionales dominaron por lo menos hasta los años 60.
En relación con la modernidad, lo que hay que mirar es el proceso de escolarización.
Una sociedad de inmigrantes, en la que los chicos puedan ingresar en un sistema
institucional que los educa: ese es el gran fenómeno de la modernidad en relación a la
infancia.
En la actualidad, si bien este fenómeno permanece como gran sistema cultural - la
escolaridad obligatoria - lo que se ha modificado es el mapa de opciones o de lugares
de esa inserción. Las formas de insertarse en este fenómeno de la escolarización,
podían ser un proceso más homogéneo al menos hasta los años 50. Lo que ha
cambiado en Argentina, entonces, es el tejido social.
Entonces, la pregunta en todo caso es la cuestión de la infancia en una sociedad
polarizada, y ahí existe un espectro de experiencias más marcado por la desigualdad,
sobre todo si se toman los índices espeluznantes de pobreza que hay en los últimos
años en el país. Y la relación infancia-modernidad está atada a otro tipo de fenómenos.
L presencia de los chicos de la calle, el aumento de la pobreza infantil, la caída del
bienestar de la infancia, la existencia de experiencias infantiles muy polares. Haciendo
una comparación entre las escuelas en la zona más pobre de la Ciudad y una escuela
de los countries, la diferencia en esas experiencias en la población infantil, y si se
toman parámetros de edad, este procedimiento muestra realidades muy antagónicas.
Su tesis de doctorado se centró en los discursos acerca de la infancia en la
historia de la educación argentina entre 1880 y 1955: ¿Cuáles fueron las
principales conclusiones a las que pudo arribar?
Mi mirada sobre el tema de la infancia no tiene que ver con un enfoque que se
centre en los chicos, en las formas de apropiación y en las experiencias; sino en todo
caso de los discursos públicos, en el sentido más amplio. Los discursos especializados,
las teorías pedagógicas, es decir: tomando distintos tipos de discursos me interesa ver
qué conceptualizaciones aparecen sobre la niñez.
Después de hacer un largo recorrido aparece en una primera etapa claramente la
concepción del niño en tanto alumno, donde el discurso es muy importante, porque
hay una sistematización de la infancia por parte de Sarmiento. Tiene una visión sobre
lo que significa ese pasaje del niño en cuanto hijo y miembro de una familia, que vive
en un ámbito familiar a un niño devenido en alumno de...
Entonces, le va dando una identidad en ese proceso del pasaje de la identidad en el
ámbito escolar al de alumno, y eso modifica la identidad de ese sujeto, construyendo
otro sujeto. Construyó otro sujeto en la Argentina y lo siguió haciendo hasta hace al
menos unas décadas, como un siglo histórico más largo.
Me parece que hay ahí también un debate interesante entre las perspectivas más
positivistas de la educación y las teorías más críticas del positivismo, aparece toda
una teorización del niño, su autonomía, su libertad, la idea de los niños salvajes
dominados por las pasiones y los instintos en las miradas positivistas más clásicas. En
las concepciones espiritualistas el niño concebido como un sujeto más asociado a la
naturaleza y a la bondad. Es decir, que la tesis está más vinculada con Rousseau y ahí,
hay debates entre pedagogos en el marco del normalismo.
Si bien no es el tema político por excelencia, no es un tema en el que esa lectura se
haya hecho, si bien son textos viejos, ya leídos por otros, el tema es que volví sobre
textos clásicos con otra pregunta, para encontrar otras cosas que esos mismos textos
planteaban. Entre otras cosas los debates sobre lo que hoy llamaríamos el concepto de
infancia.
Después hay que considerar todo lo que significa el movimiento de la escuela nueva,
donde está la otra mirada en este sentido, la mirada desde cierto punto de vista, sobre
todo en las formas de posicionamiento del niño en la escena del aula, en el marco de
un discurso de democratización de las relaciones pedagógicas, de redescubrimiento del
niño. No porque la mirada sobre el niño no hubiera estado antes, no la descubre la
escuela nueva, antes estaba también. Lo que hay con la escuela nueva es una
experimentación mayor con esas formas de posicionamiento en relación al adulto, en
el marco de una relación con la pedagogía.
Bueno, ahí aparecen también las discusiones en los años 30´ en torno al
nacionalismo, pensar la relación entre infancia y nación en el marco de entre guerras,
donde el niño está observado desde una perspectiva si se quiere más internacional, la
discusión tiene que ver con el lugar de las nuevas generaciones en los proyectos más
nacionales. Y hay una emergencia de miradas nuevas que condensan el peronismo de
una forma particular, que es lo que uno mira desde una visión más política: pensar lo
que significan las nuevas generaciones dentro de un proyecto nacional y cómo la
educación no se piensa con la utilidad inmediata de escolarización y de alfabetización,
sino con una mirada de más largo plazo. Entonces, ahí uno ya puede empezar a hablar
de políticas de infancia porque el peronismo tuvo, o delineó ciertas políticas específicas
de la infancia.
¿Cuáles son las características particulares que tuvieron los infantes durante
el peronismo? ¿Cómo era la formación desde las escuelas y cómo era la visión
en los medios de comunicación?
Hay una relación nueva que coincide con el desarrollo de la radio, de la prensa en
general, de la televisión de a poco, muy reciente, que es otra relación entre políticas y
medios. Para entender la relación entre la política y los medios, uno tiene que ubicarse
entre los años 40 y 50. Antes, esa es una relación que puede analizarse en relación a
la prensa básicamente, porque muchos de los debates del siglo XIX se plantean en el
terreno de la prensa gráfica, de los grandes diarios. Pero me parece que en el
peronismo y en los grandes nacionalismos en el mundo, lo que hay es una nueva
relación funcional entre el Estado y los medios. Los medios como canales de difusión
mucho más regulados, con mayor control estatal y pensados como herramienta de
difusión, sea de adoctrinamiento, de formación o los distintos rasgos que pueda tener
en las distintas épocas. Esto se ve tanto en el comunismo, como en el peronismo,
como en los nacionalismos populares, es un elemento común.
En relación con la infancia y con la niñez lo que hay es una especie de limitación,
que uno podría pensar como políticas de infancia. Hoy es más fácil de identificar,
porque hay organismos específicos dirigidos a la niñez, en ese momento uno podía
plantear que era como un anticipo de una política más sectorial. Entran allí todas las
acciones de lo que se llamaba en ese momento el área de Acción Social, la Fundación
Eva perón, políticas destinadas a la educación y a la salud infantil, pero también
dirigidas al reparto de juguetes, a los campeonatos de fútbol, es decir: distintos tipos
de eventos y estrategias que coincidían en un lugar más protagónico del niño en la
escena política. En buena forma porque tenía que ver con una nueva forma de
construir la escena política nueva, pensando en el peronismo como una forma de
política nueva.
En el proyecto que Usted dirige en el marco de la Facultad de Ciencias
Sociales se encuentra estudiando: “Infancia, cultura y educación en las
décadas del 80 y del 90 en la Argentina”. ¿Nos podría comentar algunas de las
conclusiones a las cuáles han arribado?
Sobre este tema escribí un capítulo del libro para la editorial Paidós, que todavía no
salió. En ese libro se presentan distintas perspectivas del tema de la infancia, desde
perspectiva política, de medios, de consumo, sobre distintos temas. En ese libro
retomo este tema y lo desarrollo más las décadas de los 80 y de los 90, donde
empieza un ciclo nuevo.
Una cosa que me quedé pensando cuando hice ese texto, tiene que ver con que yo
hago una especie de recorrido en torno a tres ejes: infancia y sociedad, infancia y
educación e infancia y política. Uno tiene ya una construcción visual de lo que es la
infancia, que tiene que ver con apelar a los documentos, al propio corpus de trabajo, a
diferencia de la tesis doctoral, no son ya los documentos históricos, las fuentes del
pasado, sino que son fuentes del presente, fuentes más contemporáneas a uno. Son
los medios, la prensa que leíste, las experiencias por las que viviste, es la experiencia
del sistema por el que directamente circulaste, todo eso hace que sea una experiencia
de investigación distinta.
La otra cuestión que pensaba es que hay una construcción visual de lo que se
piensa. Lo que uno construye y tiene como visión o como conceptualización de la idea
de infancia está muy mediado por la televisión, por la prensa..., hay una cuestión muy
mediatizada que tiene un peso bastante importante. No siempre está la relación
directa planteada en el trabajo con los chicos, sino que ahí está pesando en mi forma
de ver el tema, la construcción mediática que hay sobre el tema, sobre los niños.
Entonces, ahí hay varios fenómenos: por un lado hay un proceso de globalización de
la infancia y del concepto de infancia en particular, de la experiencia infantil. Hay un
cambio del imaginario infantil, en los 80´ y 90´, con el cambio en la cultura infantil de
lo que significó la expansión televisiva, de la televisión por cable, la publicidad para
chicos y todo lo que eso impacta sobre la vida cotidiana. También que los medios traen
una construcción más globalizada de la imagen del niño, casi universalizada, entonces
hay un fenómeno que tiene que ver con el impacto de la globalización sobre las
identidades infantiles.
Hay otro fenómeno que surge al mismo tiempo, que es contemporáneo, tiene que
ver con el impacto de la polarización social sobre la población infantil, porque cambió
el tejido social de la Argentina, entonces las formas de vivir en la década del 90´, para
cada sector social son absolutamente disímiles. Entonces, si la globalización de la
infancia, te permite leer ciertos elementos comunes que tienen que ver con el impacto
de la oferta del medio, de los medios sobre el consumo infantil, desde esta perspectiva
lo que ves es que las formas de apropiación son muy desiguales.
Así, no se puede pensar la población infantil en términos homogéneos. Si uno
pensara una política de Estado para el conjunto de la formación infantil, sería difícil
pensarla como la pensaban en el peronismo, desde una perspectiva de totalidad: como
“la población infantil de la Nación”. Hoy es complicado, hay que pensar qué prioridades
existen, qué elementos con ciertos parámetros comunes se pueden instalar como
principio. Que todo el mundo tiene derechos, sea del sector social que sea, que tiene
que tener determinadas garantías... tiene que ser una política que sea un instrumento
para determinados temas específicos, sino el peligro es hacer una política para cada
sector, que de por si están ubicados en desigualdad.
Otro fenómeno es que explota el debate en la Argentina de la teoría pedagógica
sobre lo que es la crisis de autoridad, hubo un cambio importante en la relación entre
adultos y niños, una crisis de las formas de autoridad tradicionales. Me parece que las
teorías pedagógicas lo que hacen es poner en juego eso. Es más difícil pensar en una
escena familiar en los 90 en una casa de cualquier sector social que pensar en una
escena en los años 50, se verían grandes diferencias. Incluso ese cambio en la
asimetría de la relación entre adultos y niños impacta en el avance de cierta simetría
que trae por un lado fenómenos democratizadores pero, que por otro lado, un
fenómeno terrible: el crecimiento de la pedofília, de formas de abuso, tiene que ver
con esto y es notorio como ha crecido en las últimas décadas. Entonces, lo que puede
leerse como un fenómeno democratizado por un lado, por otro da lugar a un fenómeno
muy complejo. Es un problema que hay que leerlo desde distintos lugares.
Algo que se trabaja en muchos textos, es la figura del niño consumidor y del niño de
la calle, me parece que son figuras polares, bastante representativas que uno vivió
como experiencia, lo que significó encontrarse en la Ciudad de Buenos Aires con más
chicos en la calle, viví ese fenómeno de convertirse en un problema menor no tan
importante a constituirse como un problema muy grave. Siempre me impactó el
problema de los chicos en la calle, esto que uno veía en otros países de América Latina
y hoy se ha naturalizado.
Ha aumentado la pobreza en Argentina. Hoy la expulsión, la falta de condiciones de
vida y de trabajo de las familias explota y lleva a la familia entera a la calle, no sólo a
los chicos. Este fenómeno, en lo que respecta a la población infantil, si se toman los
datos actuales de la CTA acerca de que un 60% de la población infantil se encuentra
bajo la línea de pobreza, muestra datos espeluznantes. La mirada sobre la infancia
tiene que tener en cuenta también estos elementos, porque sino una se encuentra con
eso.
En estas décadas también uno se encuentra con el impacto de lo que son los
discursos sobre los derechos de los niños, desde la Convención que tiene impacto por
un lado en la creación de ciertos organismos, de políticas, con muchas deudas
pendientes en cuanto a los debates porque no hay una ley nacional. Porque el discurso
de la Convención se combina con una estructura estatal bastante obsoleta y que por lo
tanto hay organismos nuevos acordes a la Convención pero conviven con un montón
de organismos viejos, entonces esto da fenómenos como en la Provincia de Buenos
Aires, donde hay una política en relación a los menores que cada vez que un periodista
investiga se encuentra con cosas tremendas.
También me parece que los discursos sobre los derechos del niño, fueron el pie para
ciertos usos políticos. Buenos usos políticos, polémicos, en donde el discurso de los
derechos sirve para polemizar y discutir. Eso es más estetizante, donde los derechos
del niño son una estética más, en relación a la infancia, toda esa producción también
juega un papel.
Para cerrar, la población infantil deja de tener la utilidad que tenía para la Nación,
hace 50 o 30 años: ya no es útil, ya no tiene una utilidad política, entonces las políticas
son de contención, porque en realidad el cambio en el tejido social hace que un
importante sector de la población, no sea útil para el desarrollo del sistema. Puede
funcionar descentradamente, los chicos dejan de ser útiles para el sistema económico,
para el sistema político, tal como está configurado hoy.
¿Qué rol desempeñaba la escuela en la formación de la identidad infantil
moderna y que rol desempeña en la actualidad?
La escuela sigue siendo de maneras peores o mejores (ahí entra toda la variedad de
tipos de escuelas), y pensando en especial en la escuela pública, un lugar importante
de formación en conocimientos básicos. Me parece que sí lo es, aunque la descalifiquen
mucho con el argumento de que no lo hace bien, que no está actualizada, etc. Me
parece que los chicos aprenden en la escuela cosas que no aprenden en otro lado. Lo
veo en mi hija, veo lo que aprende en la escuela, veo que no lo aprende en otro lado,
por más que tenga acceso a Internet y a otros tipos de materiales culturales, esas
cosas solo se aprenden en la escuela.
Entonces me parece que esa valorización de los aprendizajes es importante, que la
escuela sigue cumpliendo ese rol y que lo va a seguir cumpliendo. Son aprendizajes en
los que puede haber auxiliares, puede haber formas de acceder a información que está
en otras fuentes, pero hay un acercamiento a ciertos temas y contenidos que se hacen
en el espacio de la escuela.
Es por eso que el maestro sigue teniendo un rol de importancia cultural como en
otras épocas, aunque esté en crisis, aunque tenga todas las dificultades que ya todos
le conocemos.
Es un espacio de sociabilidad importante, de relación entre pares, en especial en las
escuelas públicas donde lo bueno es la posibilidad de la mezcla social, mezcla que no
es la misma que en los 70´. Es una mezcla social que ya no es tan mezcla, que
depende de los barrios y de las zonas. Si uno pensara esa sociabilidad entre pares de
edad me parece una cuestión que sigue sucediendo, pero lo que pasa es que al haber
mayor fragmentación social, los pares son pares homogéneos, y se conoce el mundo
de los que son tus pares sociales y ¿cuánto es lo que desconocés al no haber mezcla?
Sigue siendo un espacio de sociabilidad y un espacio de aprendizaje de normas, el
tema para discutir es qué tipo de normas, como se accede a ciertas normas, como se
ordenan en la forma de convivencia, que son una especie de ley social que hace al
crecimiento del niño si se piensa que la combinación entre libertad y autoridad,
autoridad y represión. La libertad no es la no represión, se aprende a ser libre también
sujetándose, es como dice Rousseau, como plantea Freud y como plantean otros
autores.
La escuela en ese sentido trabaja como un espacio de internalización de normas,
mientras se sostiene como institución. Cuando hay procesos de desinstitucionalización
algunos de los problemas que explotan son esos: grandes ajustes entre la institución y
sus normas y las realidades de los chicos, ahí empieza a haber crisis.
Pero, en el sentido ideal, debería ser un espacio en el que uno aprende ciertas
normas, ciertos rituales, ya no en el sentido de la critica al ritual, me parece que en un
momento como el actual reivindico cierta valoración en las instituciones, de las
discusiones sobre el valor de ciertas normas, de ciertos rituales que tienen que ver con
el sentido de continuidad combinados con la experimentación, pero no como una cosa
separada de la otra.
¿Qué otros actores además de la escuela se constituyen como centrales en la
formación de la infancia?
Me parece que los medios son un actor, que tienen una forma de presencia distinta
pero, que son interlocutores, interlocutores que algunas veces dejan al chico en un
lugar pasivo, pero que proveen modelos de identidad, lenguaje, que representan
ciertas formas de valoración, ciertos deseos, ciertos intereses, el peso de los medios es
notorio.
Me parece que la experiencia de los chicos está bastante privatizada, que pasan
muchos sectores y lugares; que hacen muy difícil pensar en otro, en un otro que no
sea la escuela, ni los medios, ni los padres. Es un imaginario más abierto al mundo
pero, al mismo tiempo más cerrado.
Cuando uno piensa en la experiencia infantil, no ligada sólo al ámbito privado y a las
escuelas sino también al ámbito público, eso te permite que los chicos vivan en un
barrio, que vayan a la parroquia, a las distintas instituciones por las que puede pasar,
un club, esas son experiencias mucho más ricas, porque significan un intercambio con
el otro. El encierro de los chicos en su casa es un fenómeno relativamente actual, que
empieza a agravarse con los problemas de inseguridad, de los horarios de trabajo de
los padres, fenómenos que hacen que los pibes tengan que pasar mucho más tiempo
en sus casas, con menos libertad para moverse, menos posibilidades de vivir
determinados tipos de experiencias.
Entonces si tengo que pensar en otros agentes, lo primero que me pasan por la
cabeza son los medios, debería haber otros, pero me cuesta pensarlo.
¿Qué rol cumple la televisión en la formación de los niños/as?
Lo que hay es un aumento de las horas de consumo de televisión, eso lo dicen
muchos estudios de investigación: los chicos miran muchas más horas de televisión.
Eso es parte de las peleas de los padres para que miren cada vez menos televisión.
Hay un impacto de la televisión sobre la vida de los niños mucho más significativo que
en otras épocas, explicable, por distintos motivos
Me parece que hay también un fenómeno de producción de ficciones para chicos,
que empezó con Chiquititas, siguió con Floricienta y varios programas por el estilo que
hacen que también haya, cada vez más, una producción más sofisticada para el
consumo infantil, más cuidada, con una estética particular, con un cierto atractivo, etc.
que hace que haya interés en la construcción de una audiencia.
Ha habido una transformación de los programas de entretenimientos para chicos;
han vivido ciertos cambios que han generado estéticas distintas, muchas de ellas
atravesadas por la publicidad, la promoción del consumo de objetos, el desarrollo de
consumos económicos. Antes, hasta los 70´ existían programas más culturales, de los
que hoy cada vez hay menos.
Ahora hay una lógica económico-cultural que organiza los programas, que genera
una estética particular, y que incluye el consumo de bienes y la promoción de bienes
económicos.
También me parece que hay otro fenómeno que no es sólo la producción televisiva
organizada para chicos, sino la producción televisiva más general, donde algunas
investigaciones han demostrado que los niños consumen más programas generales,
como el de Tinelli, u otros programas que son comedias familiares, y que generan
mucho tiempo de mirar televisión en los niños, en una producción que no es
específicamente para chicos.
Ya los programas no están tan sectorizados y ya no se respeta el horario de
protección al menos como hace 20 años. La regulación de los espacios por parte de los
medios cambio y también el consumo que hacen de los medios las familias.
Fenómenos como la presencia de la televisión en las habitaciones, que son muy
fuertes, muy generalizados, la televisión de bajo costo, donde hay facilidades para
comprar un televisor... Los chicos tienen un televisor en sus habitaciones, y este es un
fenómeno en el que si no funciona la televisión, es una preocupación familiar, hay un
acostumbramiento, es parte de la cotidianidad.
¿Qué rol cumplen las nuevas tecnologías en la formación de los infantes?
No he investigado mucho sobre este tema, no podría opinar mucho sobre el tema.
Lo que veo es que, por un lado, es un fenómeno que sucede cada vez a más corta
edad, ya no es un fenómeno de adolescentes, sino que está más a mano de la
población infantil y genera formas de conexión nuevas, de interacción no presenciales,
que tienen una dimensión lúdica que es interesante y que también debe tener su cuota
de intrascendente. No hay que otorgarle más significación de la que tiene, es la
búsqueda de la posibilidad de conexión que permite interacciones de distinto tipo, y en
algunos casos son tan significativas como otras y ocupan tanto tiempo como las
relaciones personales, o más.
Eso por ahí no se ve tanto con los chicos, pero, se lo puede ver en otros planos,
como los laborales, donde el vínculo presencial directamente no se usa. Es un
fenómeno interesante y complicado. Me genera ambivalencia entre los aspectos
positivos y negativos de la generalización de las nuevas tecnologías y como impacta en
la cotidianeidad, en las formas de humanización. Creo que tiene aspectos negativos en
algunas relaciones y por otro lado genera nuevas formas de relación, formas de
democratización de los vínculos, revincula gente que estaba desvinculada desde hace
largo tiempo, el correo electrónico es un medio importante para eso, que de otra
manera hubiera sido más complicado.
Al mismo tiempo en otros planos, la cotidianeidad del mail genera un vaciamiento
de la convivencia cotidiana, del lugar del trabajo. Leí que en algunos lugares de trabajo
empezaron a pensar, porque muchas cuestiones se resolvían por mail, fuera del lugar
de trabajo, pendiéndose la relación con los colegas. Es un fenómeno que hay que
estudiar.
¿Cuáles son los aportes que hace el psicoanálisis en los estudios sobre la
infancia?
El aporte de Freud tiene que ver con pensar en ese período de la vida como un
período muy significativo para el adulto, para la constitución del sujeto, antes que
como una etapa de tránsito. Me parece que la mirada sobre la sexualidad infantil
también es un aporte que permite una mirada sobre el niño no como un ser menor, ni
como un pequeño adulto, donde la relación entre adulto y niño, en la misma persona
se replantea también.
Las relaciones entre las generaciones también se replantean, por el proceso de
identificación, por la relación con sus padres, con su grupo filial, con el estudio de los
conflictos entre padres e hijos, y creo que ahí también hay estudios que aportan
nuevas cosas.
Al mismo tiempo colocan el tema de la infancia en el terreno de la cultura, como
segunda vuelta y esto permite no solo mirar la relación entre el niño, el crecimiento, la
relación con los padres, sino que también esa escena familiar habla en un registro de
la sociedad en su conjunto. Pensar fenómenos más sociales con algunas mediaciones
teóricas de por medio, sin hacer traslados de un plano a otro demasiado bruscos.
Me parece que permite ver los modos de filiación y de relación entre las generaciones
en un plano en el marco entre padres e hijos, la relación con la cultura también.
Me sirve mucho leer psicoanálisis, me resulta muy iluminador, no leer sólo a Freud en
particular, sino leer también psicoanalistas más actuales que tienen una visión más
centrada en el tema de la cultura. Que no miran sólo la clínica, que tienen experiencia
en la clínica pero que la experiencia del individuo, de la escucha del individuo, de esa
historia única está en sus interpretaciones más generales sobre fenómenos más
grandes, más amplios.
Ese juego que es entre la escucha individual y la interpretación más general, que no
es totalizadora, interpretación sobre lo social que puede reconocer las diferencias
individuales.
¿Qué características observa en la formación de los docentes de nivel inicial?
¿Considera que se han realizado aportes significativos a partir de los
resultados de las investigaciones sobre infancia a dicha formación?
Si. Lo que me parece es que el tema de la infancia comenzó a formar parte de la
formación docente, de ese modo, me invitaron en muchas oportunidades a dar charlas,
congresos, conferencias, clases, etc.
El fenómeno que se produjo además en los últimos años (pues cuando yo empecé e
estudiar era un tema menor) fue una serie de cambios curriculares, a partir de su
incorporación en los contenidos básicos comunes, en los contenidos de la Ciudad de
Buenos Aires, el tema comenzó a formar parte de la formación docente. Los futuros
docentes habrán leído a Mariano Narodowski, han leído mis textos, es decir, que
nuestros textos son parte de la bibliografía, de su formación.
Este es un fenómeno, lo que no sé es cuánto impacto tuvo esto en las prácticas
pedagógicas. Pero sí generó un interés sobre la mirada, sobre algo que era bastante
naturalizado, que era dado como obvio y es que trabajaban con niños. T esto no vino
mal, la mirada más histórica de la cotidianidad de los que trabajan con 30 niños.
Por último, como balance de sus investigaciones y de los trabajos que realiza
en el asesoramiento de instituciones y programas ¿Propondría reformas en la
formación de los docentes de nivel inicial? ¿Cuáles?
No, ahí no tengo opinión. Lo que me parece es que estoy menos interesada en
participar en grandes capacitaciones como docente; me parece que es una etapa de
proponer, tal como dicen muchos autores, es una etapa que combine elementos de
formación con experiencias en espacios más localizados.
Los 90´ se caracterizaron por grandes capacitaciones, que permanecen por la forma
en que está armado el sistema. Es necesario un sistema de formación con especialistas
pero donde también existan espacios de intercambio de visión, de análisis, de
discusión. Eso es, creo, lo que necesita el sistema, más que contar con grandes
capacitaciones.
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