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Tesis Familia y Educación

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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
FACULTAD DE EDUCACIÓN
EDUCACIÓN DIFERENCIAL
MENCIÓN DISCAPACIDAD INTELECTUAL
FAMILIA Y EDUCACIÓN: DIFERENCIAS ENTRE LA COSMOVISIÓN
ESTATAL Y LA COSMOVISIÓN CRISTIANA
Tesis presentada a la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción
para optar al grado académico de Licenciado en Educación.
Profesor Guía: Dr. Rodrigo Pavez Cuadra
Por: Alejandra Olate Sanzana y Macarena Silva Jara
Junio
2018
Concepción
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS
Esta tesis va dirigida de manera especial a mi padre, quien marcó
profundamente 19 años de mi vida y continúa haciéndolo mediante el recuerdo
permanente de sus consejos. Agradecida de mi madre por sus incesantes oraciones
por mi vida y a ambos por enseñarme desde niña el evangelio.
A mis hermanos y familia en general, que se alegran junto conmigo por cada
logro alcanzado. Así también mi familia de la fe, a mis queridos amigos, gracias por
sus oraciones.
Agradecida de Heyisto, por motivarme y alentarme diariamente, por el apoyo
durante todo este proceso. Conmovida por toda la paciencia y el amor incondicional
recibido desde siempre.
Finalmente, agradecida de quien estableció lo anterior, a Dios, por su infinito
amor y gracia inmerecida, por darme Fe en Él. ¡Soli Deo Gloria!
Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas, a Dios sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Romanos 11:36
Gracias a Jehová, el único Dios vivo y verdadero, Él es Soberano y Fiel.
Gracias a Él por su Palabra-Ley. Gracias por Jesucristo que me salvó y por Su
Espíritu Santo que nos guía.
Gracias a mi familia, a mis hermanas Nathalie y Solange y a mí sobrino
Alonso por su amor, paciencia y apoyo, y en especial, a mi mamá, Gladys, quien me
ha amado desde que supo de mi existencia y Dios la ha usado para enseñarme
aquellos valores fundamentales, gracias también por cada día de entrega y sacrificio,
por tu ejemplo de valentía, los amo profundamente.
Gracias a mi pastor Willy, que ya está disfrutando en el cielo con Dios, por
su cariño, enseñanza y corrección, y por su ejemplo de integridad y amor por la
Palabra de Dios, por enseñarme a vivir bajo convicciones bíblicas.
Gracias a la Familia de la Fe y a mis amigos, gracias porque su amor ha sido
constante y verdadero, gracias en especial a Elías por animarme y aconsejarme, y a
Enrique, gracias por su ayuda, ánimo, y enseñanza.
1
TABLA DE CONTENIDOS
1.
INTRODUCCIÓN .................................................................................... 5
2.
PRESENTACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………..…….7
2.1
Presentación del problema. ..................................................................... 7
2.2
Planteamiento del Problema. ................................................................. 14
3.
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN…………………………………….18
3.1
Objetivo general. ................................................................................... 18
3.2
Objetivos específicos. ............................................................................ 18
4.
MARCO TEÓRICO…………………………………………...………………19
4.1
Cosmovisión Estatal. .......................................................................... 19
4.1.1 Familia..………………………………………………………………………..19
4.1.1.1 Concepto de familia. ………………………………………………………..19
4.1.1.2 Tipos de familia. ……………………..……………………………………...20
4.1.1.3 Concepto del niño. …………………………………………………………..21
4.1.1.4 Rol de la familia. …………………………………………………………….22
4.1.1.5 Familia y Educación. ………………………………………………………..23
4.1.1.6 Familia y Escuela. …………………………………………………………..25
4.1.2 Sistema Educativo Chileno. ................................................................... 28
4.1.2.1 Breve historia del Sistema Educativo chileno. …………………………...28
4.1.2.2 Concepto de educación en el Sistema Educativo chileno. ….………….45
4.1.2.3 Descripción del Sistema Educativo chileno. ……………….…………….46
4.1.2.4 Currículum. ……………………………….………………………………….53
4.1.2.5 Bases Curriculares. …………………………………………………………58
4.2
Cosmovisión Bíblica. .......................................................................... 64
4.2.1 Premisas para la postura bíblica............................................................ 64
4.2.1.1 El mito de la neutralidad. ………………………………………….………..64
4.2.1.2 El razonamiento está supeditado a la Fe. ………………………………..67
4.2.1.3 Cosmovisión Bíblica. ………………………………………………………..69
4.2.2 Familia. ………………………………………………………………………..75
2
4.2.2.1 Fundamentos. ……………………………………………………………….75
4.2.2.2 Definición de familia. …….…………………………………………………76
4.2.2.3 Concepto del Niño. …………………………………………………………80
4.2.2.4 Rol parental. …………………………………………………………………86
4.2.3 Educación, en la Cosmovisión Cristiana. ............................................... 89
4.2.3.1 Concepto de Educación Cristiana. ………………………………………..89
4.2.3.2 Propósito de la Educación Cristiana……………………………………… 90
4.2.3.3 Fundamentos de la Educación Cristiana. ………………………………..90
4.2.3.4 Institución responsable. …………………………………………………….93
4.2.3.5 El currículum cristiano. ……………………………………………………..95
5.
MARCO METODOLÓGICO………………………………………………..100
5.1
Paradigma y diseño de investigación. ................................................. 100
5.2
Procedimientos para generar el análisis de la información. ................. 101
5.3
Técnicas de análisis. ........................................................................... 102
5.4
Triangulación. ...................................................................................... 104
5.5
Validez y confiabilidad. ........................................................................ 105
6.
EXPOSICIÓN DE RESULTADOS………………...………………………107
6.1
Historia del Sistema Educativo chileno. ............................................... 107
6.2
Concepto de familia. ............................................................................ 110
6.3
Rol de la familia en la educación. ........................................................ 112
6.4
Concepto del niño................................................................................ 116
6.5
Diferencias presuposicionales entre el Estado y el cristianismo respecto a
la educación…………………………………………………………………………117
6.6
Concepto de Educación. ..................................................................... 120
6.7
Propósito de la Educación. .................................................................. 121
6.8
Institución responsable. ....................................................................... 124
6.9
El formato en que se lleva a cabo la educación. .................................. 126
6.10
El currículum. ...................................................................................... 129
7.
CONCLUSIONES................................................................................ 133
8.
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................. 139
3
RESUMEN-ABSTRACT
El presente trabajo para optar al grado de Licenciado en Educación, tiene
por objeto describir el rol de la familia en la educación desde una cosmovisión
cristiana y entender si ésta es compatible con el concepto de educación que
tiene el Sistema Educativo chileno y su escolarización. Principalmente, centrará
su atención en el desarrollo del Sistema Educativo chileno, sus fundamentos, su
currículum y el formato de escolarización en que se lleva a cabo. Además,
expondrá la postura bíblica, sus definiciones, compromisos y mandamientos
respecto a la familia y su rol en la educación. Mediante este estudio se pretende
determinar la compatibilidad o incompatibilidad del rol educativo de los padres
cristianos dentro de la escolarización entregada por el Estado.
4
1. INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia, la familia parecía tener una función clara;
era la encargada de educar a sus hijos y, la escuela, tenía el cargo de formar en
base a unos criterios preestablecidos, una serie de contenidos y conocimientos.
Entre ambas, con misiones bien diferenciadas, pretendían formar a ciudadanos
acorde a lo que la sociedad de esos tiempos consideraba como el perfil
adecuado (De León, 2011, p.3).
En el transcurso de los años, la sociedad ha manifestado variados
cambios que han afectado a las funciones de la familia y la escuela y por tanto,
se hace inevitable y necesario definir qué funciones les compete a cada una
(De León, 2011).
Por un lado, el Estado ha tomado dominio de la educación,
estableciendo los lineamientos del Sistema Educativo chileno; regula los
derechos y deberes de los integrantes de la comunidad educativa; fija los
requisitos mínimos que deberán exigirse en cada uno de los niveles de
educación parvularia, básica y media; regula el deber del Estado de velar por su
cumplimiento, y establece el proceso y los requisitos para el reconocimiento
oficial de los establecimientos e instituciones educacionales de todo nivel, con
el objetivo de tener un sistema educativo caracterizado por la equidad y calidad
de su servicio (Ministerio de Educación, 2009, p1).
Por otro lado y en consecuencia de lo anterior, con el paso de los
años, la familia se ha desligado de sus responsabilidades educativas
derivándola en la escuela (Bolívar, 2006). Los padres son colaboradores y
servidores del Sistema y no actores principales. El rol que cumple la familia es
fundamental para la educación de sus hijos, obviarlas y llevar a cabo procesos
educativos aislados a ellas no es un beneficio para los estudiantes.
5
Asimismo, los padres deberían hacer uso de su libertad para
decidir qué institución educativa escoger de manera tal que satisfaga sus
demandas, analizar el Sistema Educativo chileno y ver si éste es compatible
con la cosmovisión que ellos mismos tienen y defienden. Además, los padres
que presentan una cosmovisión cristiana (como detallaremos más adelante),
debieran profundizar en la importancia de la educación de sus hijos y de su rol
demandado por Dios.
Ante esta situación, formulamos algunas interrogantes que
permitan direccionarnos hacia las definiciones de los conceptos de familia y
educación desde dos cosmovisiones distintas: la cosmovisión promovida por el
Estado y la cosmovisión cristiana. Así también, profundizar en cuáles son sus
objetivos y metas propuestas.
El presente estudio se llevó a cabo mediante la técnica de análisis
de contenido, y puesto que se describieron los conceptos mencionados y se
logró interpretar los fenómenos concernientes a la realidad expuesta, se utilizó
el paradigma cualitativo (Hernández, 2010).
El objetivo de la presente investigación es determinar si
efectivamente existen diferencias entre la cosmovisión cristiana y estatal,
respecto al concepto de familia y educación. Para ello, se analizará el Sistema
Educativo mediante documentos formales tales como la Ley General de
Educación, Bases Curriculares, leyes, artículos, libros, entre otros.
6
2. PRESENTACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
2.1
Presentación del problema.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), dio a conocer la información
sobre el censo realizado en nuestro país el año 2017, el que arrojó como
resultado que Chile cuenta con una población de 17.574.003 de habitantes.
Cabe señalar, que en este último censo, los datos acerca de la religión que
profesan los chilenos no fueron incluidos. Por lo tanto, la última actualización
sobre esta información será tomada de los resultados del censo del año 2012,
donde la población cuantificada dio un total nacional de 16.634.603 habitantes
de los cuales los credos religiosos existentes en esa fecha se distribuyen de la
siguiente manera:
La población Católica en Chile fue de 8.695.226, le sigue
la Evangélica o Protestante con 2.145.092, religión
Testigo de Jehová: 128.338, religión Mormona: 101.456,
religión Judía: 16.284, religión Budista: 11.893, religión
Ortodoxa: 5.734, religión Musulmana: 3.288, religión Fe
Bahá: 1.555, y finalmente, Espiritualidad Indígena:
14.570, Otras religiones o credos: 14.570, Ninguna:
1.494.771, Ignorado: 138.337 (Censo, 2012, p. 15).
Teniendo presente los datos del párrafo anterior, que la religión
Evangélica conformada por un conglomerado de denominaciones representan a
la segunda mayoría del país con un 16,4% de los chilenos mayores de 15 años,
se considerará dicha colectividad para los propósitos de esta tesis. Esto, debido
a que se estima como fundamental para la presente investigación obtener
información respecto de su cosmovisión y reconocer lo importante que es para
los cristianos1 llevar una vida que refleje sus creencias.
La cosmovisión2 de quienes profesan el cristianismo, está fundamentada
en la Biblia, puesto que ella constituye su principal regla de fe, de la cual se
1
En el desarrollo de esta investigación, el concepto de cristiano se considerará
sinónimo de creyente.
2
Para efecto de esta tesis se utilizará como sinónimos los conceptos de cosmovisión
cristiana y cosmovisión bíblica.
7
desprenden los conceptos más elementales que gobiernan y dirigen sus vidas.
(Williamson, 2004).
Para la población considerada en este porcentaje, los conceptos
primordiales como: familia, rol parental y educación; son definidos desde la
Biblia, a través de la cosmovisión que ésta declara y que los cristianos asumen
como propia. A la vez, les permite examinar cada ámbito de sus vidas y
establecer parámetros para decidir qué determinaciones tomar que sean
consecuentes y estén de acuerdo a los objetivos que se han trazado en estas
áreas.
Eruditos cristianos como el Dr. Greg Bahnsen y el Dr. Gary North
concuerdan afirmando lo siguiente:
La Biblia, declara la autoridad infalible y obligatoria que
demanda compromiso con las declaraciones de su
verdad y obediencia a sus directrices morales: La
conclusión, cuando todo ha sido escuchado es: teme al
Señor y guarda Sus mandamientos, porque esto se
aplica a toda persona. Porque Dios traerá toda obra a
juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o
sea mala (Eclesiastés 12:13–14)” (Bahnsen, 2007, p.13).
Lo que la Biblia proclama es esto: Los hombres son
responsables ante Dios, pero nunca autónomos de Dios
(North, 1990, p.132).
Para los cristianos, Dios es la base de la sociedad, y a la familia le ha
sido concedido por Él, quien es el autor y creador de esta institución, el
derecho y el deber de educar a sus hijos. Respecto a la autoridad de la familia
Rushdoony se refiere de la siguiente manera:
La primera característica de la doctrina Bíblica es que a
la familia se le ve en términos de una función y origen
centrados en Dios. La familia es parte del propósito de
Dios para el hombre, y su función para la gloria de Dios y
su verdadera forma, así como también para permitirle al
hombre su autorrealización bajo Dios (Rushdoony, 1973,
p.163).
Respecto a la autoridad de los padres sobre los hijos, el Dr. Gary North
declara:
“Los
padres
poseen
la
soberanía
8
derivada,
limitada,
pero
completamente legítima, sobre sus hijos durante los años formativos” (North,
1987, p.55).
Es de destacar que la Constitución Política Chilena también aboga por
este derecho de los padres en cuanto a la educación de sus hijos, afirmando en
el Capítulo III: De los Derechos y Deberes Constitucionales, que establece en el
numeral 10º lo siguiente: “El derecho a la educación. La educación tiene por
objeto el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de su vida. Los
padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos”
(Constitución Política de la República de Chile, 1980, p.55).
Por otro lado, para los padres cristianos esta responsabilidad debe
llevarse a cabo conforme a los principios establecidos en la Biblia, los que de
forma muy clara requieren que los niños sean enseñados en todas las áreas de
sus vidas sobre la base de su cosmovisión, es decir, una educación que les
permita desarrollar un pensamiento acorde a la enseñanza y educación
entregada por sus padres; esto es, una educación cuyos pilares sean los
principios bíblicos. En palabras del Dr. Bahnsen: “El Señor ha señalado que los
padres debieran ser entrenados en lo que respecta a este mundo y, en todas
las áreas de la vida pensar los pensamientos de Dios según Su modelo y
caminar en todos Sus caminos” (Bahnsen, 2007, p.1).
Es por lo tanto, la educación una de las áreas más conflictivas para las
familias cristianas, principalmente, por la forma en la que ésta se lleva a cabo,
ya que la escolarización en Chile está regida por las leyes establecidas por el
Estado, por ende, el currículum responde a su cosmovisión, introduciendo en él
los principios e ideologías que le sean afines. Además, son ellos los que
establecen el formato en que se llevan a cabo las clases, considerando los
horarios, los tiempos de descanso, las estrategias educativas, entre otros.
Miguel González concibe la escuela como “el regalo del Estado para con su
pueblo ignorante, donde quienes detentan el poder construyen y reconstruyen
las políticas educativas” (González, 2010, p. 132).
9
Asimismo, son los responsables de elegir a las personas que consideran
idóneas para asumir los diferentes cargos dentro de la comunidad educativa,
destacando especialmente el Director, el jefe de la Unidad Técnico Pedagógica
y por supuesto, los profesores, quienes aunque lo ignoren o bien lo asuman
estarán desempeñando su labor desde la cosmovisión propia que hayan
adoptado, sea ésta conforme a la del Estado, cristiana, o bien cualquiera otra.
El documento oficial del Ministerio de Educación menciona que: “Los directivos,
en su relación con la comunidad escolar y su entorno, actúan a partir de un
sistema de creencias y un marco de valores universales, tradicionalmente
expresados en el Proyecto Educativo Institucional. Es en ese marco, que se
expresa el comportamiento de los líderes a través de “principios” que guían su
conducta “(Marco para la Buena Dirección y el Liderazgo Escolar, 2015, p.13).
Respecto a lo anterior, una parte importante de los estudiantes en el
país, son hijos de personas que sostienen una cosmovisión bíblica y, desde allí
que el asunto de la educación formal sea un tema sensible y preocupante para
estas familias, digno de analizar, puesto que en Chile, el Estado es quien
mayoritariamente asume el rol de docente.
Por otro lado, es una realidad que en la sociedad actual la familia ha
cambiado radicalmente, Bolívar lo hace notar:
La disminución de matrimonios, aumento de uniones
libres, fragilidad de las uniones con aumento de divorcios,
familias monoparentales y recompuestas, aumento de la
edad media del matrimonio, descenso brusco de la
natalidad, incremento de los nacidos fuera del
matrimonio, incorporación masiva de la mujer al trabajo
fuera del hogar con la consiguiente igualdad de estatus
entre hombre y mujer, etc (Bolívar, 2006, p.122).
Por lo anterior, la familia ha renegado voluntaria o involuntariamente,
aunque no de forma completa, de sus responsabilidades, especialmente en el
área de la educación. Al respecto, subraya Antonio Bolívar que: “En los últimos
años los padres se han desligado cada vez más del área educacional de sus
hijos derivándola en la escuela” (Bolívar, 2006, p.125).
10
El año pasado se publicaron los resultados de una encuesta realizada
por la empresa Adimark, donde se investigaba la opinión de los chilenos
respecto a la compatibilidad trabajo-familia. En ella participaron 4.800 personas
mayores de 15 años.
El artículo del diario La Tercera declara que “El sondeo detectó un alto
nivel de aprobación a la percepción de que el logro profesional implica una
importante “cuota” de la vida en familia. La creencia en la incompatibilidad
trabajo y familia es alta. Se trata de un concepto presente en todas las
generaciones, especialmente en los mayores. En el grupo entre los 55 y 64
años, el 73% está de acuerdo con esta idea. Entre los más jóvenes (14 a 24
años), la cifra baja, pero sigue siendo del 60%” (La Tercera, 2017, p.4).
Esta encuesta reafirma el hecho de que para la sociedad actual la familia
no tiene la misma importancia que para los cristianos. Que dos de cada tres
personas sostengan que es necesario sacrificar a la familia por el trabajo, refleja
el poco valor que le asignan a ésta, y explica en parte el por qué delegan su
responsabilidad como educadores principales a una institución educativa.
Otro punto a abordar, refiere a la escuela como un lugar que se arroga el
derecho de transmitir no sólo conocimientos y habilidades, sino que también,
como se expresa en las Bases Curriculares, actitudes. Y en este documento se
entiende que:
“Las actitudes son disposiciones aprendidas para
responder, de un modo favorable o no favorable, frente a
objetos, ideas o personas; incluyen componentes
afectivos, cognitivos y valorativos que inclinan a las
personas a determinados tipos de acciones” (MINEDUC,
2012, p. 16).
A simple vista, parece incluso beneficioso para los estudiantes recibir
enseñanza en esta área, pero en realidad no lo es cuando los niños que la
reciben son hijos de padres que no están de acuerdo con aquellas
disposiciones, especialmente cuando éstas están fundamentadas en valores
morales contrarios a sus propias creencias como ha sucedido en el tema de la
Identidad Sexual.
11
En relación a lo visto anteriormente, Marcela Aranda, directora del
Observatorio Legislativo Cristiano y propulsora del conocido bus de la Libertad
que estuvo en Chile el año pasado, participó de este movimiento cristiano y
conservador en defensa de los niños frente a la nueva Ley de Identidad de
Género tramitada en el Congreso, la que incluía entre otras propuestas, que los
niños tuvieran la posibilidad de escoger el sexo con el que se identifican y
cambiarlo legalmente, además de introducir este pensamiento en el currículum
mediante manuales instructivos y charlas a profesores, quienes luego debían
transmitirlas a los estudiantes.
Algunas declaraciones de Marcela Aranda en julio del año 2017 son las
siguientes:
Cuando la Constitución habla de derecho preferente de la
educación, no es que el padre elija un colegio, sino que
es el primer formador físico, social, cultural y espiritual de
sus hijos. Tenemos el derecho de heredar lo que
pensamos a nuestros hijos.
El bus viene a visibilizar la intromisión del Estado de
Chile en iniciativas de ley que quieren quitarle el derecho
preferente para educar a mis hijos.
Más allá de lo que uno pueda entender por identidad de
género, el proyecto dice que es como una persona se
sienta con respecto de sí misma, que va cambiando a
través del tiempo, y además no reconoce el sexo
biológico, sino que habla del ‘sexo asignado al nacer’
(…), lo que la ley en realidad está haciendo es generar
un derecho que se nos impone a todos los chilenos (The
Clinic, 2017, p.4).
Lejos de profundizar en el tema de la Ideología de Género (Márquez y
Laje, 2016), es de interés reflejar que el Estado influye ideológicamente a nivel
educativo, a pesar de que declara ser laico, como lo afirma la Ley 20845, en su
Artículo 1°:
Diversidad: El Sistema debe promover y respetar la
diversidad de procesos y proyectos educativos
institucionales, así como la diversidad cultural, religiosa, y
social de las familias que han elegido un proyecto diverso
y determinado, y que son atendidas por él, en
12
conformidad a la Constitución y las leyes. En los
establecimientos educacionales de propiedad o
administración del Estado se promoverá la formación
laica, esto es, respetuosa de toda expresión religiosa, y la
formación ciudadana de los estudiantes, a fin de fomentar
su participación en la sociedad (Ley 20845, 2015, p.1).
El ejemplo de la Ideología de Género que se promueve mediante el
Ministerio de Educación, dependiente del Estado, es una ideología contraria a lo
que un gran porcentaje de familias cree y sostiene. A pesar de ello, ésta se
impulsa en el ámbito educativo a través de un manual llamado: “Discriminación
en el contexto escolar, orientaciones para promover una escuela inclusiva”
(MINEDUC, 2012).
En virtud de lo anterior, los padres cristianos deberían tener el derecho
de rechazar las enseñanzas que no representen sus convicciones. Ahora, este
tema es la evidencia más contundente, pero no la única, de cómo el Sistema
Educativo es utilizado como una herramienta del Gobierno para transmitir los
principios y valores morales que ellos estimen convenientes (Perks 1992,
Rushdoony 2007, Gary North 1987).
De acuerdo a lo señalado, North menciona que: “El Estado moderno ha
declarado que es su obligación instruir a los niños. En cada instancia el Estado
ha quitado a los padres el poder para determinar el currículo y los estándares,
sustituyéndolos con empleados públicos inamovibles” (North, 1990, p.138).
En vista de lo anterior, es fundamental que los verdaderos responsables
de la educación de los niños analicen y comprendan el cumplimiento de su
labor como padres, principalmente aquellos que son cristianos para que sean
conscientes del conflicto constante en el que sus hijos están inmersos
permaneciendo durante
largas horas en la
escuela,
donde no
son
representadas sus creencias, donde son presentadas y afirmadas ideologías
contrarias a sus principios, y donde su rol como padres no permanece activo en
la ocupación que les ha sido demandada.
En consecuencia, los padres deberían escoger la forma en que desean
que les sea entregada la educación a sus hijos. Por ello es necesario analizar el
13
Sistema Educativo chileno y ver si éste es compatible con la cosmovisión que la
familia cristiana sostiene, y entonces determinar si es recomendable que se
adhieran a la educación proporcionada por la escolarización tradicional, o a
comunidades educativas, o bien, a la escuela en casa.
2.2
Planteamiento del Problema.
En su artículo titulado: “La Familia”, desarrollado desde la cosmovisión
Bíblica, el Dr. Rousas Rushdoony declara lo siguiente: “En la Biblia, la familia es
la institución básica de la sociedad, a la cual se le otorgan todos los poderes
más básicos. La familia es el gobierno básico del hombre, su mejor escuela y su
mejor iglesia. La decadencia de la familia es la decadencia de la civilización”
(Rushdoony, 1979, p.2).
Esta declaración introduce el fundamento de la cosmovisión cristiana.
Para ella, es Dios quien gobierna todo el universo y, por ende, de Él deriva toda
autoridad. De ahí que los cristianos dirijan su comportamiento a través de todo
el consejo de Dios, es decir, la Biblia, que es la Palabra de Dios. En base a este
manual los cristianos se deben dirigir, incluyendo la vida familiar y la educación.
El Dr. Gary North afirma: “La fuente del orden social es Dios. El poder
soberano de Dios sobre la creación es lo que sostiene todo; la relación entre la
ley de Dios y las bendiciones tangibles garantiza la preservación del orden
social para las sociedades que tratan de ajustarse al orden social de Dios”
(North, 1990, pp.131-132).
Esta afirmación habla de la importancia que tiene para la humanidad,
desde una cosmovisión cristiana, el considerar a Dios en todos los asuntos de
la vida, porque sólo en base a sus leyes es que se puede desarrollar una
sociedad ordenada. Por ello, cada institución e individuo que la conforma
debería definir su rol y, por ende, sus responsabilidades de acuerdo a la
Palabra de Dios. En el caso de aquellos que se presentan como cristianos, esto
es un deber, no una opción, por lo tanto, ellos se obligan voluntariamente a
estudiar y construir sus presuposiciones a partir de lo que su Dios ha
manifestado en la Biblia.
14
Respecto al rol de los padres en la familia, éstos están bien definidos, y
los hombres son responsables delante de Dios: “El hombre y la mujer fueron
creados como un equipo de trabajo. Su tarea era, y es, sojuzgar la tierra para la
gloria Dios” (North, 1990, p.134). La familia, por tanto, es la encargada
mediante los padres especialmente, de ejercer dominio sobre la creación, esto
conforme a los principios bíblicos y con el objeto principal de exaltar a su
Creador. Para ello, el hombre y la mujer deben cumplir responsabilidades
diferentes pero complementarias.
Los hijos son una bendición de Dios y además son una
herramienta de dominio, se han de hacer sacrificios por
ellos mientras son jóvenes. Se les ha de instruir
cuidadosa y continuamente en la Ley de Dios. La Biblia
dice, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere
viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6). Esto nos
lleva a una conclusión importantísima: la educación de
los hijos es la obligación moral de los padres. Ellos son
los que determinan si a sus hijos se les enseña la verdad
o no. Son responsables ante Dios por la crianza de sus
hijos. Son incluso responsables del contenido de la
enseñanza de sus hijos. Por eso es una responsabilidad
tan grande tener hijos (North, 1990, p.138).
La educación es uno de los poderes básicos dados por Dios a la familia,
pero no sólo es un poder, además es una responsabilidad delante del Creador,
por ende es Él quien define verdaderamente el concepto de educación y el rol
que los padres deben ejercer en ella.
En relación a la importancia de la cosmovisión cristiana de educación, el
Dr. Rushdoony comenta:
La definición del término educación que nos presenta el
diccionario es “la comunicación o adquisición de
conocimiento, destreza o disciplina del carácter”. De este
modo el objetivo de la educación es adiestrar a las
personas a los valores básicos de la cultura. Esta es,
ineludiblemente, una tarea religiosa. La educación
siempre ha sido una función religiosa de la sociedad y ha
estado íntimamente vinculada a su religión. Cuando un
Estado asume la responsabilidad de la educación,
arrebatándosela a la Iglesia o a los padres cristianos, con
15
esa acción el Estado no ha repudiado a todas las
religiones sino que simplemente ha destituido al
cristianismo a favor de su propia religión estatista,
generalmente una forma de humanismo. Un excelente
medio para analizar la religión de cualquier cultura es
estudiar su concepto de educación (Rushdoony, 2007,
p.3).
Es importante entonces, entender que el concepto de educación de la
religión cristiana no está definido por los filósofos actuales, los cuales no parten
del hecho de que toda educación es religiosa y que además alegan la
posibilidad de la neutralidad en ella. Ronald Nash niega esta posibilidad, y
expone:
Puesto que todo ser humano tiene algo sobre lo cual se
interesa en última instancia, se deduce entonces que
todo ser humano tiene un dios. Ningún ser humano
puede ser neutral cuando se trata de religión. Cuando un
individuo se encuentra con gente que afirma que la
educación debiese ser libre de cualquier contenido
religioso, debiese darse cuenta de que ésta no es una
afirmación religiosamente neutral. Más bien, es una
afirmación que refleja los compromisos religiosos de la
persona que la hace. Hay un sentido en el que la
educación es una actividad que es religiosa hasta la
médula. Cualquier esfuerzo de extirpar la religión de la
educación es meramente la sustitución de un conjunto de
compromisos religiosos últimos por otro (Nash, 1989,
p.2).
El concepto de educación y la forma en que ésta se lleva a cabo, está
determinado por una religión, sea la católica, la budista, la estatista u otra. En el
caso de los cristianos, por supuesto, se construye en base a lo que Dios mismo
ha expresado en su Palabra, la que sostiene requerimientos específicos, entre
los cuales destaca:
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y
amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu
alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes (Deuteronomio 6:4-7).
16
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del
Señor (Efesios 6:4).
Estos son los principios básicos que rigen la labor de los padres
cristianos; el sostener y defender su fe es su obligación, al igual que el hecho
de ser los responsables de educar a sus hijos. Su fe les demanda ejercer este
rol de forma sabia y completa.
Se hace necesario, entonces, determinar si existe compatibilidad entre
las presuposiciones de la cosmovisión cristiana y el Sistema Educativo chileno,
que les permita a los padres creyentes enviar con libertad a sus hijos a las
escuelas. Se cuestiona además, si es posible que los cristianos puedan cumplir
el mandato que Dios les ha dado en el área de la educación, enviando a sus
hijos fuera de sus casas a recibir, en promedio, siete horas de clases que están
dirigidas por personas que no sostienen su misma cosmovisión. Por último, está
la duda de si es legítimo que los hijos de padres cristianos reciban una
instrucción cuyo currículum tiene propósitos muy diferentes e incluso contrarios
a los demandados por Dios y cuya modalidad, la escolarización, tiende a la
estandarización y no a desarrollar las habilidades y dones individuales que han
sido dados por Dios a cada niño.
Todo
lo
planteado
anteriormente
propicia
nuestra
pregunta
de
investigación, la cual es expresada en los siguientes términos:
¿Qué diferencias relevantes existen desde la praxis educativa propuesta
por el Estado en su sistema de escolarización y aquella que la familia con una
cosmovisión bíblica requiere? ¿Cuáles son sus implicancias en las decisiones
educativas de los padres cristianos respecto a implementación educativa
estatal?
17
3.
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
Con la finalidad de responder a las preguntas expresadas anteriormente,
se establecen objetivos de trabajo que van a orientar el proceso de análisis de
este estudio, referido a la praxis educativa generada por el Estado y a la
cosmovisión bíblica, para determinar sus diferencias e implicancias. Los
Objetivos se plantean de la siguiente manera:
3.1 Objetivo general.
Establecer diferencias relevantes existentes en la praxis educativa
generada por el Estado en relación a aquella que la familia con una
cosmovisión bíblica requiere y sus
implicancias
en las decisiones
educativas de los padres cristianos
3.2 Objetivos específicos.

Reunir bibliografía referida a la praxis educativa por el Estado y aquella
que la familia con una cosmovisión bíblica requiere.

Seleccionar datos relevantes, tales como definiciones, documentación
legal y oficial del Sistema Educativo, como aquella que sustenta a la
cosmovisión cristiana.

Describir las características de la praxis educativa estatal y la
demandada por la familia en la cosmovisión cristiana.

Comparar las características de la cosmovisión estatal y la cosmovisión
cristiana respecto a la educación y el rol de la familia.

Concluir respecto de las implicancias de las diferencias entre la praxis
educativa estatal y la demandada por la familia en la cosmovisión
cristiana.
18
4.
MARCO TEÓRICO.
4.1 Cosmovisión Estatal.
A continuación se presentarán los elementos relacionados con la familia
y la educación dados por la cosmovisión del Estado.
4.1.1 Familia
4.1.1.1
Concepto de familia.
La Constitución Política de la República de Chile no define el concepto
de "familia"; no obstante, establece en el Capítulo I, en su Art. N°1º que: “La
familia es el núcleo fundamental de la sociedad” Y agrega que: “Es deber del
Estado dar protección a la familia y propender al fortalecimiento de ésta…”
(Constitución Política de la República de Chile, 1980, p.5).
Por otra parte, el Código Civil, en su Art. Nº 815, señala una descripción
de familia en relación a sus integrantes:
El uso y la habitación se limitan a las necesidades
personales del usuario o habitador. En las necesidades
personales del usuario o habitador se comprenden las de
su familia. La familia comprende al cónyuge y los hijos;
tanto los que existen al momento de la Constitución,
como los que sobrevienen después, y esto aun cuando el
usuario o el habitador no esté casado, ni haya reconocido
hijo alguno a la fecha de la Constitución. Comprende
asimismo el número de sirvientes necesarios para la
familia. Comprende, además, las personas que a la
misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa
de éstos; y a las personas a quienes éstos deben
alimentos (Código Civil, Art. N° 815, 2000, p.118).
En relación a lo anterior, debido a que no es posible encontrar una
definición general de familia en los documentos legales, variados autores han
pretendido establecerlo. Entre ellos, en materia de Derecho Civil, destacamos
los siguientes:
Un conjunto de personas unidas por el vínculo de
matrimonio, del parentesco o de la adopción” (Somarriva,
1963, p.10).
19
Aquella comunidad que, iniciada o basada en la
asociación permanente de un hombre y una mujer
destinada a la realización de los actos humanos propios
de la generación, está integrada por personas que
conviven bajo la autoridad directiva o las atribuciones de
poder concedidas a uno o más de ellas, adjuntan sus
esfuerzos para lograr el sustento propio y el desarrollo
económico del grupo y se hallan unidas por un afecto
natural, derivado de la relación de pareja o del
parentesco de sangre, el que las induce a ayudarse y
auxiliarse mutuamente” (Corral, 2005, p.21-22).
4.1.1.2
Tipos de familia.
De acuerdo a lo anterior, existen varias definiciones del concepto de
familia, así como también, diferentes modelos de familia. Se pueden clasificar
de acuerdo a su extensión y de acuerdo a su formación:
Según su extensión
Según su formación
 Familia extensa: Aquella constituida
por los progenitores, los hijos, los parientes
por consanguinidad (tanto en línea recta
como colateral) y, si existe matrimonio, los
parientes por afinidad. Un reconocimiento a
este tipo de familia lo encontramos en
el Art. Nº 815 del Código Civil.
 Familia nuclear: Aquella constituida
por los progenitores y los hijos que viven
con ellos.
 Familia
monoparental: Aquella
constituida por un solo progenitor y sus
hijos.
 Familia
ensamblada
o
reconstituida: Aquella constituida por los
progenitores, sus hijos comunes y los hijos
que tengan fruto de una unión anterior con
otra pareja.
(Quintana, 2013, p.18-19)
20
 Familia
matrimonial: Aquella que tiene
su origen en el matrimonio.
 Familia no matrimonial
o natural: aquella que tiene su
origen en una unión no
matrimonial y cuyo fundamento
puede ser sentimental, sexual o
de procreación.
 Familia
adoptiva: Aquella
que
se
origina con una sentencia
judicial que declara a una
persona como hijo adoptivo de
otro, pasando a formar familia.
4.1.1.3
Concepto del niño.
En la actualidad, las diferentes formas de enseñar y aprender insertas en
el Sistema Educativo chileno, pretenden basarse y trabajar para lograrlo en
base al enfoque constructivista.
A continuación, se presentan dos de las teorías más importantes que
describen el desarrollo cognitivo y protagonistas de dicho enfoque. Las teorías
del desarrollo cognoscitivo de Piaget y de Vygotsky:

La primera, nos permite conocer cómo el niño interpreta el mundo. La
segunda, para comprender los procesos sociales que influyen en la
adquisición de sus habilidades intelectuales.

Ambas teorías sentaron las bases psicológicas de los enfoques
constructivistas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Según los
constructivistas, el niño debe formar su propio conocimiento del mundo en
que vive. Los adultos orientan este proceso al ofrecerle estructura y apoyo.

Las teorías de Piaget y Vygotsky se centran en los cambios cualitativos del
pensamiento del niño. Piaget sostuvo que el desarrollo cognoscitivo
consistía en grandes transformaciones de la forma en que se organiza el
conocimiento. Vygotsky creía que representaba los cambios de las
herramientas culturales con las que el niño interpreta el mundo.

Piaget propuso dos principios fundamentales que rigen el desarrollo
intelectual: la organización y la adaptación. Conforme va madurando el
niño, sus esquemas del conocimiento se integran y se reorganizan creando
sistemas más complejos y adaptables al ambiente. La adaptación de los
esquemas se da a través de la asimilación y la acomodación. En el primer
proceso, el niño moldea la información para que encaje en sus estructuras
actuales del conocimiento. En el segundo proceso, modifica sus esquemas
para restaurar un estado de equilibrio. La asimilación y la acomodación
explican los cambios en la cognición de todas las edades.

La teoría de Piaget ha inspirado trascendentales reformas de los programas
de estudio y sigue influyendo mucho en la práctica pedagógica moderna.
Entre sus principales aportaciones a la educación se encuentran las ideas
21
de que a) el niño debe construir activamente el conocimiento; b) los
educadores deben ayudarle a aprender a aprender; c) las actividades de
aprendizaje deben adecuarse al nivel del desarrollo conceptual d) la
interacción con los compañeros contribuye al desarrollo cognoscitivo. La
teoría de Piaget pone de relieve la función del profesor en el proceso de
aprendizaje como organizador, colaborador, estimulador y guía.

En comparación con Piaget, Vygotsky concede más importancia a las
interacciones sociales. El conocimiento no se construye de modo individual,
sino que se construye entre dos personas. El recuerdo, la solución de
problemas, la planeación y el pensamiento abstracto tienen todo un origen
social (González, 2010, p.132).
4.1.1.4
Rol de la familia.
En el libro “Familia y Desarrollo Humano”, los autores María José
Rodrigo y Marciano Acuña presentan cuatro funciones básicas que la familia
cumple en relación a sus hijos, las cuales son:
Asegurar la supervivencia de los hijos, su sano
crecimiento y su socialización en las conductas básicas
de comunicación, diálogo y simbolización.
Aportar a sus hijos un clima de afecto y apoyo sin los
cuales el desarrollo psicológico sano no resulta posible.
El clima de afecto implica el establecimiento de
relaciones de apego, un sentimiento de relación
privilegiada y de compromiso emocional. El clima de
apoyo, respecto a la búsqueda de ayuda en situaciones
de tensión dificultad y comunicación con otros miembros
de la familia.
Aportar a los hijos la estimulación que haga de ellos
seres con capacidad para relacionarse competentemente
con su entorno físico y social, así como para responder a
las demandas y exigencias planteadas por su adaptación
al mundo en que les toca vivir.
Tomar decisiones con respecto a la apertura hacia otros
contextos educativos que van a compartir con la familia la
tarea de educación del niño o niña (Rodrigo y Acuña,
1998, p. 36-37).
22
Hace ya tiempo que se señaló que es típico de las sociedades modernas
que se produzca una profesionalización de al menos una buena parte de las
tareas de educación de los más pequeños. Los padres jóvenes no se sienten
competentes para llevar esa tarea por sí solos, tampoco confían en la
generación anterior para la realización de esa compleja tarea, y, además, la
escolarización es en estas sociedades un fenómeno obligatorio y cuya
influencia sobre niños y niñas (adolescentes y jóvenes) tiende a prolongarse
durante más y más tiempo. En su análisis de la evolución histórica de la familia
española, Reher (1996) ha mostrado cómo la función desempeñada por la
familia en el proceso de educación y socialización de los niños ha ido
disminuyendo tanto en alcance como en calidad. En paralelo a esa disminución,
se ha ido produciendo un incremento en la influencia de otras instancias de
educación y socialización, de las que la escuela, sin ser la única, es la más
visible y, con toda probabilidad, la más importante. Hasta cierto punto, los
padres eligen cuándo se incorpora el niño o la niña a un contexto educativo
extrafamiliar, a qué contextos asiste y durante cuánto tiempo. En ese sentido, la
familia actúa como llave que abre las puertas de otros contextos socializadores
complementarios (Rodrigo y Acuña, 1998, p.229).
4.1.1.5
Familia y educación.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), aprobada y
proclamada el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de las
Naciones Unidas, respecto a la educación y familia en la educación, señala lo
siguiente en su Artículo 26:
1. Toda persona tiene derecho a la educación.
La educación debe ser gratuita, al menos en
lo concerniente a la instrucción elemental y
fundamental. La instrucción elemental será
obligatoria. La instrucción técnica y
profesional habrá de ser generalizada; el
acceso a los estudios superiores será igual
para todos, en función de los méritos
respectivos.
23
2. La educación tendrá por objeto el pleno
desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la
amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el
desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de
la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a
escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos (Declaración Universal de
los Derechos Humanos, 2009, p.5).
La Declaración es importante ya que establece, por primera vez, los
derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero.
En vista de lo anterior, la educación, además de ser un derecho,
considera la presencia de los padres en ella y se desprende que la labor que
deben cumplir éstos, no solo corresponde a determinar qué tipo de educación
escogerán para sus hijos de acuerdo a sus principios e intereses, sino además,
la responsabilidad que tienen de estar involucrados y comprometidos con los
centros educativos.
Asimismo se relaciona el Artículo 26 de la presente Declaración, con el
Artículo 10°de la Constitución Política de Chile que dice lo siguiente:
10°. El derecho a la educación.
La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la
persona en las distintas etapas de su vida.
Los padres tienen el derecho preferente y el deber de
educar a sus hijos. Corresponderá al Estado otorgar
especial protección al ejercicio de este derecho.
(Constitución Política de la República de Chile, 1980).
24
4.1.1.6
Familia y escuela.
Actualmente en nuestro país, pese a que numerosos autores coinciden
en que tanto la escuela como la familia son actores importantes en la formación
integral de los estudiantes, pero en la práctica son escasas las experiencias de
procesos que se ejecuten con la participación de ambos en la escuela (Assaél,
Cerda y Rodas, 1996).
Antonio Bolívar respecto a la relación que debe darse entre la familia y la
escuela menciona que para que las familias sientan que tienen un lugar en ella,
que son parte de la misma y que el centro valora lo que ellas pueden aportar y
compartir un mismo proyecto, es necesario avanzar hacia formas de trabajo en
colaboración en todos los niveles de la vida del centro escolar. Cuando el
profesorado siente que debe asumir aisladamente la tarea educativa, sin
vínculos de articulación entre la escuela, la familia, los medios de comunicación
u otros servicios o instituciones educativas, antes que después se encontrará
ante una fuente de tensiones y desmoralización docente muy importante. De la
misma forma, cuando la familia se siente ajena al centro, alejada del mismo,
que no hay comunicación con los profesionales y que no sabe cómo ayudar a
su hijo, también termina sintiendo esa tensión y desmoralización, especialmente
si su hijo o hija se siente ante dificultades o no es feliz en el colegio (Bolívar,
2006).
El Ministerio de Educación también se refiere al tema afirmando lo
siguiente: La escuela sería más efectiva si convoca a la familia en sus procesos
(MINEDUC, 1995, p.5).
No cabe duda de que la escuela es un contexto
de gran importancia para el desarrollo infantil y, por tanto,
no puede permanecer ajena a las otras prácticas
educativas en que participan las niñas y los niños” (Vila,
1998, p. 103).
En relación a los centros educativos, éstos fueron creados para favorecer
el desarrollo de los niños y servir de apoyo y ayuda a las familias en su gran
cometido que es educar a sus hijos. Por eso, ambos agentes educativos, tienen
25
en común y en las manos un mismo objetivo: educar y formar ciudadanos
(Sosa, 2009). Bolívar concuerda afirmando lo siguiente:
Las escuelas, especialmente aquéllas que están en
contextos de desventaja, no pueden trabajar bien
aisladas de las familias y de las comunidades
respectivas. Es una evidencia establecida que, cuando
las escuelas trabajan conjuntamente con las familias para
apoyar el aprendizaje de los alumnos, estos suelen tener
éxito (Bolívar, 2006, p.5).
El concepto de alianza escuela-familia-comunidad, recoge bien el sentido
de esta responsabilidad compartida para la mejora de esta propia relación,
desde la cual las familias pasan de ser vistas como un problema y un motivo de
preocupación, a ser consideradas como una fuente de recursos, oportunidades
y apoyos, socios y aliados con intereses comunes en la defensa de una mejor
educación para todo el alumnado (Bolívar 2006). Respecto al mismo tema,
Verónica Gubbins manifiesta:
Considerados como los dos espacios socializadores más
importantes durante el desarrollo infantil, la familia y la
escuela han evolucionado históricamente de modo
independiente, con escasa interrelación pese al común
interés que las une. Sin embargo, ya hace un tiempo que
el proceso educativo comienza a evidenciar una cierta
tensión al respecto y la intuición de que una mayor
interrelación escuela-familia podría generar importantes
beneficios para ambas partes (Gubbins, 2016, p.58).
Respecto a lo anterior, Rodríguez (2007), también concuerda
afirmando que la familia es el agente de socialización más importante en la vida
de un individuo, no solo porque es el primer agente en educar, sino porque se
constituye en el nexo entre el individuo y la sociedad (Rodríguez, 2007).
Gubbins se refiere a la participación de los padres en la educación de
sus hijos diciendo:
(…) y es que, aunque existen acuerdos internacionales
que han consensuado marcos generales deseables para
los países, la realidad es que cada uno tiene sus propios
escenarios políticos, económicos y culturales. Son estos
contextos los que orientan la opción por uno u otro
26
enfoque, así como por el tipo de educación y escuela que
se necesita y a la que se aspira (Gubbins, 2016, p. 60).
Por otra parte,
la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado
internacional aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20
de noviembre de 1989, pretende reconocer y asegurar en el mundo los
derechos de los niños y
el actuar de las familias y la escuela en dicho
cumplimiento. Entre los derechos fundamentales que ésta promueve, se
destaca el derecho a la familia, declarando en su Art. N°5 que:
El gobierno debe respetar los derechos y las
responsabilidades de los padres de brindar orientación a
sus hijos, de acuerdo con sus edades” y menciona en el
Art. N° 18 que: “Los padres tienen obligaciones comunes
en lo que respecta a la crianza del niño, y el gobierno les
prestará la asistencia apropiada” (Convención sobre los
Derechos de los Niño, 1989, p. 5).
Además, esta convención destaca porque da a conocer una nueva visión sobre
la infancia, donde los niños y niñas dejan de ser vistos como propiedad de sus
padres, y pasan a ser titulares de sus propios derechos. A su vez, al aprobar la
Convención, la comunidad internacional reconoció que, a diferencia de los
adultos, las personas menores de 18 años necesitan una atención y protección
especiales. Chile ratificó este convenio internacional el 14 de agosto de 1990.
En la Convención, se articula un conjunto de derechos sobre la base de
cuatro principios fundamentales: a) la no discriminación, b) el interés superior
de la infancia; el derecho a la vida, c) la supervivencia y el desarrollo; y d) el
respeto por la opinión de los niños y niñas (Decreto N°830, 1990).
Aparte de estos derechos establecidos por la Convención, se describen
otros dos principales que son: El Derecho a la Identidad y la Familia y el
Derecho a la Educación:
27
Derecho
a la identidad y
la familia
Derecho
a la educación

A la vida, al desarrollo, la participación y a la
protección.

A tener un nombre y una nacionalidad.

A saber quiénes son sus padres y a no ser
separados de ellos.

A que el Estado garantice a sus padres la
posibilidad de cumplir con sus deberes y
derechos.

A crecer sanos física, mental y espiritualmente.

A que se respete su vida privada.

A aprender todo aquello que desarrolle al
máximo su personalidad y capacidades
intelectuales, físicas y sociales.

A recibir educación. La enseñanza primaria
debería ser gratuita y obligatoria para todos los
niños. Todos los niños deberían tener acceso a
la enseñanza secundaria.
(Decreto N°830, 1990).
4.1.2 Sistema Educativo Chileno.
4.1.2.1
Breve historia del Sistema Educativo chileno.
La educación en Chile ha experimentado varios cambios a lo largo de su
historia. Comenzó antes de la conquista cuando era la familia la que se
encargaba de educar a los niños enseñándoles lo necesario para sobrevivir en
las circunstancias de ese tiempo, acorde a sus creencias y modo de vida. En el
siglo XVI, cuando los españoles comenzaron el periodo de la conquista, trajeron
también sus costumbres, religión y cultura y, con ello, sus conocimientos. La
educación en ese periodo fue entregada y encargada a la Iglesia, la que
asumió este desafío como una responsabilidad con la que pretendían dar a
conocer el Evangelio y traer civilidad a los habitantes del país; ésta se dedicó a
crear escuelas aún en los lugares más recónditos de Chile con el propósito
principal de enseñar sus creencias y, para ello, era fundamental la enseñanza
28
de la lectura la que, además, les aseguraba posibilidades futuras de aumentar
su conocimiento para el desarrollo del país.
En resumen, España asimiló el Renacimiento y el
Humanismo con su dimensión ético- religiosa, todo lo
cual estuvo presente en los proyectos del cardenal
Cisneros, en la acción educacional de los jesuitas y en la
expresión que dio Luis Vives a la pedagogía, fundada en
la sabia prudencia de la vida heredada de los antiguos y
sobre la verdad de la fe cristiana (Celis, 2005, p.19).
Hacia el periodo que abarca los años 1810 hasta 1830, en Chile, surge la
inquietud por la enseñanza, tras la decadencia del gobierno español. En el año
1811, después de la Primera Junta Nacional de Gobierno, Juan Egaña presenta
a Mateo de Toro Zambrano un plan sobre la misma, que pretendía establecer la
educación que convenía para hacer comunes las virtudes útiles del Estado.
El orden constitucional que surge de la independencia
tenía como horizonte el Estado Soberano, aquel que
ostenta el monopolio del origen del derecho y posee los
medios coactivos para hacerlo aplicar. Los colegios y
universidades coloniales nombraban sus autoridades y
decidían sus materias de estudio sin el filtro del Estado
(Serrano, 2012, p. 140).
Este proceso busca incansablemente que ya no sea el rey de España el
que gobierne y guíe al pueblo chileno, sino la construcción de un Estado, el que
con el fin de otorgar bienestar a los ciudadanos, termina por abarcar más poder
del que debería corresponderle.
Además, promover una enseñanza que estaría pensada para todos los
ciudadanos, conscientes del vacío que había quedado luego de que se
expulsara a los jesuitas y de la necesidad que imperaba de contar con personas
más preparadas que hicieran surgir un país desarrollado, como lo expuso don
Juan Egaña respecto de la misma “virtud irresistible de la educación y de las
leyes escritas para cambiar la naturaleza y la conciencia de los hombres” (Celis,
2005, pág. 121).
Por tanto, es en este periodo donde se crea la educación primaria y
secundaria, siendo don Camilo Henríquez junto a Juan Egaña y Manuel de
29
Salas quienes acuñaron la enseñanza republicana; sin embargo, como era de
esperar, ésta va a carecer de la organización, calidad y eficiencia que requiere,
además de la enseñanza práctica.
En agosto de 1812, don José Miguel Carrera, por decreto da inicio a la
Educación Primaria para mujeres, otorgando así la oportunidad de entregar una
educación para todos, hombres y mujeres, y no sólo para algunos privilegiados
de las clases aristocráticas.
En enero de 1813, el censo escolar de la república halló que en la capital
sólo había 7 escuelas con 664 alumnos (Aurora de Chile, N° 64) en una
población de 50.000 habitantes.
Este dato llevó al Estado a asumir con urgencia y determinación la misión
educacional como propia y, por lo tanto, dio paso a que se hiciera obligatorio
que en toda ciudad, villa y pueblo que contara desde cincuenta vecinos, debía
haber una escuela de primeras letras o -enseñanza primaria- costeada por los
propios habitantes del lugar y, en caso de no haberlos, el jefe de la provincia
respectiva debía proponer los arbitrios para su establecimiento. Disponía la
gratuidad de la enseñanza, de los textos y útiles escolares, “de tal manera que
los padres de familia por ningún concepto, sean gravados con la más mínima
contribución” (Campos, 1960, p.12).
El prócer atendió cuanto fue posible a la enseñanza
primaria y, fruto de estos desvelos, fue el Reglamento
formado por el Supremo Gobierno de acuerdo con el
Excmo. Senado para el régimen de las escuelas públicas
de todo el estado, a fin de promover la educación de los
jóvenes. Posteriormente se puso en vigencia una
disposición del Reglamento de 1813 que obligaba a los
conventos a mantener escuelas de primeras letras
(Campos 1960, p.14).
En el artículo 8 de la Constitución de 1818, se declara:
Tendrá el Senado especialísimo cuidado de fomentar en
la capital y en todas las ciudades y villas el
establecimiento de escuelas públicas, institutos y
colegios donde sea, formando el espíritu de la juventud
30
por los principios de la religión y de las ciencias
(Valencia, 1951, p. 70)
Todo el proceso de reestructuración del Instituto demostró la falta de
interés por parte de las familias ya que, “apenas 16 de los 400 padres y
apoderados, fue a informarse respecto a los cambios que éste estaba sufriendo,
respecto de su dirección, del sustento económico y del currículo que se
enseñaba” (Celis, 2005, 143).
El Decreto ordenaba que se establecieran en todos los conventos
regulares, escuelas gratuitas de primeras letras, de cuenta
de los mismos
conventos. La enseñanza era más o menos la misma que señalaba en el
decreto de 1813 (boletín, Tomo V. p. 198). Había en 1831 en Santiago 82
escuelas: 8 municipales, 7 conventuales, 3 parroquiales y 64 particulares con
3432 alumnos, 2296 varones y 1776 mujeres (Campos, 1960; Serrano, 2012).
En la Constitución de 1833, Don Mariano Egaña incorporó dos preceptos
que consagran principios fundamentales de nuestra enseñanza:
La educación pública es una atención preferente del Estado, dice en el
Artículo N° 153 y agrega en el Artículo N° 154: “Habrá una Superintendencia de
Educación pública, a cuyo cargo estará la Inspección de la Enseñanza Nacional
y su dirección bajo la autoridad del Gobierno”.
Por este motivo cuando la institución entró en vigencia, las escuelas
quedaron divididas en tres grupos: escuelas municipales, escuelas sostenidas
por el Estado nacional erario y escuelas particulares, entre ellas las
conventuales, sostenidas por las Órdenes religiosas, que estaban obligadas a
mantenerlas por la Ley de 11 de septiembre de 1830, refrendada por el Decreto
de 12 de julio de 1832 (Serrano, 2012).
Al finalizar el decenio de Prieto, las escuelas fiscales eran 54, estas se
alcanzaban por medio de una estrategia que consistía en que el Estado pagara
el sueldo del preceptor y luego reclamar para sí la dirección del respectivo
establecimiento, logrando así que los maestros estuvieran obligados a
uniformar la educación primaria, como se decía en aquella época “el Estado era
31
nacional porque era la matriz de donde debía surgir la matriz de la educación,
financiaba y dirigía la educación. (Serrano, 2012, p. 143)
Sin embargo, aún con todos los esfuerzos por aumentar el número de
escuelas, no aumentaba el número de estudiantes de la manera que se
requería. El Ministro de Educación de este periodo declara:
Por muchos esfuerzos, la apatía de muchos padres de
familia, la ignorancia… serán obstáculos poderosos con
que, por largos años, habrá que luchar para llegar a
obtener la concurrencia apetecida en las escuelas
(Serrano, 2012, pp. 143,148)
Este comentario resumía lo que para el Estado explicaba el mínimo
porcentaje de estudiantes escolarizados, ya que por la constitución familiar de
esa época y el rol particular de cada uno de los miembros de ese grupo, aún
desde una temprana edad, no se mostraba interés por asistir a la escuela. Era
más bien un problema, como se menciona en el libro Historia de la Educación:
Un hogar era fundamentalmente una unidad económica
que proveía de la subsistencia a sus miembros y las
ocupaciones que los niños realizaban eran parte esencial
de este concepto. La familia alimentaba, vestía y protegía
y era la encargada de enseñar a los infantes las
habilidades y conocimientos necesarios para sobrevivir.
La escuela, entonces significa una transformación de los
vínculos familiares y de la transmisión de aprendizaje.
Desde las familias, la escuela alteraba la rutina habitual.
Los niños eran sujetos activos en la economía doméstica
(Serrano, 2012, p. 189).
El censo de 1854 era claro al mostrar esta realidad. Apenas el 9.5% de
los niños de 7 a 15 años estaban matriculados. Por ello, en el año 1860, se
aprueba y promulga la Ley Orgánica de Instrucción Primaria, la que tenía cuatro
puntos principales:
1. Fijaba la relación proporcional entre el número de
habitantes y el número de escuelas. Ponía como requisito
el mínimo de 2000 habitantes para la creación de una
escuela.
2. La escuela pública, fiscal o municipal debía ser
gratuita.
32
3. Comprometía el financiamiento fiscal y municipal.
4. Los preceptores pasaron a ser empleados públicos
con derecho a jubilación (Ley Orgánica de Instrucción
Primaria, 1860.)
Fue necesario también, redefinir el concepto de infancia como la edad en
que los individuos eran formados, desarrollaban sus capacidades y no
trabajaban. Esto apuntaba específicamente hacia un cambio en la mentalidad
de las familias que insistían en asignar roles de trabajo doméstico a los niños, y
que les impedía ver la necesidad de procurar para sus hijos un mayor
conocimiento del que ellos podían entregarles en ese momento.
Leer y escribir no eran valores esenciales para la vida
cotidiana de las familias populares y la condición
mayormente analfabeta de la población fue observada
como barbarie. A juicio de los visitadores, la inasistencia
escolar no era tanto un problema de pobreza, sino que la
indiferencia de los padres provenía de su ignorancia
(Serrano, 2012, p. 218).
Era absolutamente complejo para los padres entender la diferencia entre
educación, definida como el proceso que prepara para la vida adulta, y
escolarización, como una institución específica de instrucción, puesto que ellos
creían que la segunda no era necesaria para poder desempeñarse
correctamente en el futuro, sino que bastaba con las herramientas que se les
entregaba en el hogar. Allí el niño adquiría los conocimientos necesarios para
contribuir a la economía familiar. Era clave por tanto, para la autoridad,
entender que la escuela primaria como lugar de aprendizaje formal fue una
novedad para las familias.
En 1856, queda fundada la sociedad de Instrucción Primaria,
extendiéndose a Valparaíso, Concepción y otras ciudades menores (Campos,
1960, p. 20).
En 1860, se publica la Ley Orgánica de Enseñanza Primaria y Normal la
que declara lo siguiente:
Establece la ley que el Estado dará instrucción primaria
gratuita a todos los que estén en condición de recibirla.
33
En todo departamento debe existir una escuela de niños
y otra de niñas por cada 2000 habitantes. Confirmaba la
Ley de 14 de septiembre de 1830, ordenando que todos
los conventos y monasterios abrirán una escuela gratuita
(Campos, 1960 p.27).
Este Reglamento tiene como propósito, disminuir los índices de
analfabetismo en nuestro país y, con ello, traer igualdad. Su vigencia se
extiende hasta los años 1920.
En este periodo “el pensamiento liberal encontró en el positivismo una
armazón filosófica. Influenció los planes y programas de estudio, presencia y
dirección del Estado” (Celis, 2005, p.194).
La jornada escolar era completa antes del siglo XX, es decir, los niños
permanecían durante todo el día en la escuela; por lo tanto, se hizo una reforma
en este sentido: pasar de una jornada completa a una media jornada continua,
vale decir, una jornada con menos horas. De esta manera, podrían
compatibilizar el trabajo con el estudio. Se establece además, la edad de 12
años para el trabajo de niños de forma legal. (Serrano, 2012, p.133).
Esto es debido a que por la precariedad y estado de
pobreza de los hogares populares, los padres no
enviaban a sus hijos a la escuela, pues que suponía
mantener a los niños fuera de la posibilidad de ser parte
activa del sostenimiento económico de la familia y su
sobrevivencia. La escuela en tal caso, impedía que los
niños pudieran realizar tales actividades, lo cual no era
beneficioso para las familias. En este periodo se admite
la idea de la miseria como la principal causa de la
abstinencia escolar (Serrano, 2012, p.116).
No era fácil forzar la obligatoriedad de la asistencia a la escuela. Es más,
se tornó prácticamente inútil, y no fue porque los padres estuvieran indiferentes
a la educación de sus hijos, sino más bien, por la imperiosa necesidad de atraer
más recursos para la familia, dados los altos índices de pobreza existentes y
porque aquéllos podían obtenerse por medio del trabajo infantil.
El censo de 1907 da a conocer que el 50% de las
personas vivía en el campo, por lo que era una tarea
difícil para los padres enviar a sus hijos a la escuela. Los
34
impedimentos radicaban principalmente en conceptos de
largas distancias, clima y el trabajo infantil necesarios
para sustentar el hogar. Además, los niños aprendían en
la labor del campo aquello que sería esencial para sus
vidas. El trabajo infantil se regula en este año, pero no se
prohíbe (Serrano, 2012, p.114).
Casi de la misma manera, el censo escolar del año 1910 dio cuenta que
los niños de los sectores populares asistían esporádicamente a la escuela, a
causa de la pobreza. En el mismo año, dirigido por el Arzobispado de Santiago,
párrocos de todo el país realizan una encuesta que diera cuenta de la condición
de vida de sus feligreses, tanto de la educación, la justicia y el alcoholismo. Es
por ello, que la pobreza adquiere un carácter nacional; “conocer esa pobreza
se tradujo no solo en un diagnóstico de la familia popular, sino que también
planteó la discusión del rol asistencial del Estado, a raíz de la discusión sobre la
escuela obligatoria”. (Serrano, 2012, p. 139).
Posteriormente a la discusión que se extendió por décadas, se aprueba
la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, promulgada el 26 de agosto de 1920,
en el gobierno del presidente Juan Luis Sanfuentes estableciéndose como Ley
N° 3654, la que garantizaba gratuidad de la educación primaria fiscal para toda
la población y establecía, a diferencia de la Ley Orgánica de 1860, su
obligatoriedad. Este principio queda estipulado en la Constitución de 1925.
Además, se solicitaba agregar una subvención: vestuario y almuerzo en zonas
rurales (Serrano, 2012, p.139).
Por ello es que la escuela se ubica en el origen del
Estado de bienestar en Chile. Fue desde fines de esa
década en adelante que el Estado modificó su oferta
escolar incluyendo beneficios asistenciales para extender
socialmente la educación (Serrano, 2012, p.141).
La enseñanza va dirigida tanto a niños como a niñas.
Dicha obligatoriedad se prolonga de 7 a 13 años de edad,
pudiendo practicarse desde los 5 años de edad y siendo
obligación escolar asistir por un periodo de al menos 4
años, iniciándola a más tardar a los 8 años de edad. La
infracción a la Ley, compete y responsabiliza a los padres
(Serrano, 2012, p.135).
35
En el año 1927, gobernando el país don Carlos Ibáñez del Campo, las
diversas instituciones educativas del Estado estaban bajo la dirección de
distintas agendas públicas, pero este mismo año, pasaron a estar a cargo del
antiguo Ministerio de Instrucción Pública, lo cual fue visto como un importante
avance.
El 30 de noviembre de este año, además, se hace un cambio de
denominación a este ministerio, llamándose ahora Ministerio de Educación. En
el vocablo anterior, que parece nominal, se escondían concepciones y
propuestas distintas sobre el proceso de formación de las nuevas generaciones.
“Instrucción” denotaba la visión tradicional de la educación como inculcación de
conocimientos, que tenía su centro en la memorización (Núñez, 1996).
Dicho cambio se produjo en un contexto de una
ambiciosa Reforma educacional. En este sentido, fue de
notar el avance de nuevos conceptos asociados a una
pedagogía activa, creciente, funcional, centrada en el
educando, cuyo interés era la formación de personas y
no sólo en la entrega y transmisión de conocimientos
(Cox, 1997, p.8).
El 10 de diciembre de 1927, se promulgó el Decreto Ley N° 7500,
declarando que la Educación era una ocupación cuya responsabilidad
pertenecía al Estado.
Fija los fundamentos y fines de la Educación:
Art.N°1: La Educación es función del Estado, quien la
ejerce por medio del Ministerio de Educación Pública.
Art.N°3: La educación tendrá por objeto favorecer el
desarrollo integral del individuo, de acuerdo con las
vocaciones que manifieste, para su máxima capacidad
productora intelectual y manual. Tendera a formar, dentro
de la cooperación v solidaridad, un conjunto social digno
y capaz de un trabajo creador (Ley N° 7500, 1927, p.1).
Pese a los avances en educación, luego de un tiempo se constató que la
Ley no era suficiente para erradicar el analfabetismo e incorporar a los niños al
Sistema: según la Asociación General de Profesores de Chile, del total de niños
36
en edad escolar, cerca del 28% estaban fuera del Sistema y más del 35% eran
analfabetos.
En seguida, en el año 1938, siendo Presidente don Pedro Aguirre Cerda,
“hubo un gran impulso del Estado a la educación, sintetizada en la frase del
propio mandatario: "Gobernar es educar". Crea más de tres mil plazas de
maestros y cientos de escuelas (Serrano, 2012).
Durante los dos últimos gobiernos, no se registran grandes cambios. Al
año siguiente, en 1953 en el segundo gobierno de don Carlos Ibáñez del
Campo se consolidó la Superintendencia de Educación Pública.
Gracias al Ministro Juan Gómez Millas y a Oscar Vera
Lamperain, se hace realidad la Superintendencia de
Educación Pública, el 3 de junio de 1953 (Decreto N°
104). Le ordena precisar los objetivos de los distintos
tipos de enseñanza y coordinar y correlacionar los
servicios para realizar, en la práctica, la unidad y la
continuidad del proceso educativo. El Decreto N° 104 le
da el carácter de organismo técnico y de planeamiento,
asesor del Ministro (Cox, 1997, p.37).
En esa época, además, “surgieron nociones como la educación
humanista,
la
enseñanza
parvularia,
la
formación
pedagógica,
el
perfeccionamiento docente, la descentralización educacional y la educación
nacional. Desde entonces puede decirse que efectivamente el Estado realizó
una planificación del sistema de educación pública” (El Ministerio de Educación
y el Estado Docente, 2006, párraf.3).
En el periodo del presidente don Eduardo Frei Montalva se mantuvo la
Constitución de 1925, la que respaldó al Estado como un Estado docente, y
además le dio la exclusividad por sobre los padres. Por ende, las reformas que
se produjeron en estos años fueron meramente de expansión del mismo
Sistema implementado. Entre ellas se destaca la extensión de la Educación
obligatoria a 8 años, además se realizó una Reforma Educacional que buscaba
expandir la escolarización con el objetivo de que fuera una herramienta cultural
y social y, además, una preparación para la vida. Por ello, se realizó también un
incremento del gasto fiscal, con el que se impulsó la construcción de escuelas,
37
capacitación a profesores, se creó la JUNAEB, un nuevo currículum que
pretendía transmitir los principios del Gobierno y que buscaba implementar una
enseñanza centrada en el desarrollo integral de la personalidad, diversificada y
común a todos (Beyer, 2000).
Luego, en el breve periodo de gobierno de don Salvador Allende, se
produjo un caos a nivel nacional, especialmente en las universidades por los
cambios que se querían realizar a la educación, siendo su propuesta más
revolucionaria la creación de la ENU, Escuela Nacional Unificada, la que
consistía básicamente en que todos los niños asistieran a un mismo Sistema,
donde se les transmitieran los principios que el Estado Docente decidió. Esto
por sobre los principios individuales de sus familias. El proyecto que fue
rechazado. Finalmente, luego del Golpe Militar, fue eliminado, junto a todo el
Sistema que se pretendía implementar en el país el que, según como lo
planteaba el Gobierno Militar y algunos sectores ciudadanos, implicaba un
predominio del pensamiento humanista y marxista (Beyer, 2000).
En el periodo de 1964-1974 la educación pública se expandió de un 69%
a un 80% gracias a la inyección de fondos ordenada por el Gobierno anterior y,
al mismo tiempo, decayó la educación privada de un 31% a 20%. Además,
también por el aumento de los recursos provistos a la Educación Superior, ésta
aumenta su matrícula de un 7% a un 17% entre el año 1967 y 1973 (Beyer,
2000).
En 1973, luego de la entrada del Gobierno Militar, el Sistema Educativo
fue analizado durante un año, para luego en 1974 exponer las Reformas que se
harían en beneficio de la ciudadanía. Todas ellas buscaban el aumento en la
calidad de la educación, puesto que los últimos 50 años habían sido sólo
efectivos en cuanto al aumento de la cobertura. Era tiempo de poner el acento
en el estándar de educación que se estaba entregando.
Este análisis reveló el excesivo centralismo que caracterizaba a la
educación chilena, lo que era motivo de preocupación porque se le culpaba de
una serie de problemas que la afectaban (Beyer, 2000, p. 653):
38
•
Baja calidad educacional y baja eficiencia, además de altos porcentajes
de repetición y deserción.
•
Bajos sueldos de los profesores, debido a que la burocracia consumía
gran parte del presupuesto.
•
Supervisión inadecuada de los administrativos de las escuelas y de los
profesores.
•
Programas de estudios rígidos o poco flexibles y no aptos para las
necesidades locales.
•
Mínima participación de la comunidad en los asuntos escolares.
Por ello bajo el principio de la libertad de enseñanza se
desarrolló un plan de trabajo que involucraba
modificaciones, inversión y, especialmente, una
organización mayor de todo el Sistema escolar. El
objetivo era descentralizar la gestión educativa y,
además, entregarles a los padres la posibilidad de elegir
los colegios de sus hijos (Beyer, 2000, p. 652).
Los elementos centrales de la Reforma de la Educación de 1980 fueron:
•
Traspaso de las escuelas fiscales a las municipalidades, para ello se
daba la opción de administración de un DAEM o una corporación
municipal.
•
Cambio en la manera de asignar los recursos: Históricamente se
asignaba a las escuelas sin otro requisito que estar funcionando, ahora
se entregarían los recursos por alumno, es decir, los ingresos de los
establecimientos dependerían de la matrícula que obtuvieran.
Estos cambios se realizaron al amparo de la nueva Constitución de 1980,
en la que se destacan dos artículos:
10°. El derecho a la educación.
La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la
persona en las distintas etapas de su vida.
Los padres tienen el derecho preferente y el deber de
educar a sus hijos. Corresponderá al Estado otorgar
especial protección al ejercicio de este derecho.
39
Para el Estado es obligatorio promover la educación
parvularia, para lo que financiará un sistema gratuito a
partir del nivel medio menor, destinado a asegurar el
acceso a éste y sus niveles superiores. El segundo nivel
de transición es obligatorio, siendo requisito para el
ingreso a la educación básica.
La educación básica y la educación media son
obligatorias, debiendo el Estado financiar un sistema
gratuito con tal objeto, destinado a asegurar el acceso a
ellas de toda la población. En el caso de la educación
media este sistema, en conformidad a la ley, se
extenderá hasta cumplir los 21 años de edad.
Corresponderá al Estado, asimismo, fomentar el
desarrollo de la educación en todos sus niveles; estimular
la investigación científica y tecnológica, la creación
artística y la protección e incremento del patrimonio
cultural de la Nación.
Es deber de la comunidad
perfeccionamiento de la educación;
contribuir
al
desarrollo
y
11°. La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir,
organizar y mantener establecimientos educacionales.
La libertad de enseñanza no tiene otras limitaciones que
las impuestas por la moral, las buenas costumbres, el
orden público y la seguridad nacional.
La enseñanza reconocida oficialmente no podrá
orientarse a propagar tendencia político partidista alguna.
Los padres tienen el derecho de escoger el
establecimiento de enseñanza para sus hijos.
(Constitución Política de la República de Chile, 1980).
Por lo tanto, esta Reforma Educacional, y sus implicancias, estaba
enfocada en que los padres, conforme a la calidad de enseñanza que ofrecieran
las escuelas fueran quienes escogieran el mejor establecimiento para sus hijos,
que se ajustara a su presupuesto, a sus principios y expectativas; lo que
además generaba una presión extra para cada establecimiento, incentivándolo
e incluso obligándolo a ser su propio supervisor para lograr resultados de
calidad que le permitieran tener una matrícula que asegurara su subsistencia,
esto debido a la competencia entre escuelas a la que apostaban las autoridades
y que se esperaba resultara en un mejor servicio.
40
“Una escuela podía contar con recursos sólo si los padres decidían
enviar a sus hijos a ese establecimiento educacional, y se pagaba
mensualmente acorde a la asistencia de los últimos tres meses” (Beyer, 2000,
p. 661). Esta subvención proveniente del Estado, es decir, pagada con los
impuestos cobrados a todos los chilenos, podía ser entregada tanto a escuelas
públicas como particulares, en diferentes valores, pero logró que muchos
padres de escasos recursos pudieran optar a una opción diferente y extra a la
ofrecida por el Estado, lo que dio resultados rápidamente. En 1986 la Educación
Particular Subvencionada había crecido cerca del millón de estudiantes,
doblando su cifra en 5 años y, por el contrario, la matrícula del Sector Público
disminuyó.
Todo el proceso de reformas en la educación, realizadas por el Gobierno
militar se selló con la promulgación de la Ley Orgánica Constitucional de
Enseñanza (LOCE), que destaca:
Una nueva definición de educación, en su artículo 2º:
La educación es el proceso permanente que abarca las
distintas etapas de la vida de las personas y que tiene
como finalidad alcanzar su desarrollo moral intelectual,
artístico, espiritual y físico mediante la transmisión y el
cultivo de valores conocimientos y destrezas enmarcados
en nuestra identidad nacional, capacitándolas para
convivir y participar en forma responsable y activa en la
comunidad (Ley N° 18.962, 1989).
Se destaca un cambio fundamental en la mirada hacia el rol en la
educación tanto de los padres como del Estado. Este último retrocede respecto
de la anterior Constitución, donde se propiciaba un Estado docente, y hace más
protagonista de este papel a quien pertenece, la familia.
La educación es un derecho de todas las personas.
Corresponde, preferentemente, a los padres de familia el
derecho y el deber de educar a sus hijos; al Estado, el
deber de otorgar especial protección al ejercicio de este
derecho: y, en general, a la comunidad, el deber de
contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la
educación (Ley N° 18.962, 1989).
41
Muestra los principios que pretenden regir la educación en su artículo 3º:
El Estado tiene, asimismo, el deber de resguardar
especialmente la libertad de enseñanza. Es deber del
Estado financiar un sistema gratuito destinado a asegurar
el acceso de la población a la enseñanza básica” (Ley N°
18.962, 1989). La libertad de enseñanza incluye el
derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos
educacionales. Además, en el artículo 4, hace una
distinción entre la educación formal o escolarización y la
educación informal la que suele ser entregada en el
núcleo familiar (Ley N° 18.962, 1989).
Los Gobiernos de la Concertación comenzando por don Patricio Aylwin,
abandonaron el principio de la competencia, haciendo cada vez más
protagonista al Estado, asumiendo más responsabilidades y entregando más
recursos, los cuales se gastaban en un número creciente estamentos públicos,
creando más burocracia y menos efectividad, además de entender la baja de
matrícula en algunas escuelas como un desafío, en vez de una razón para
cerrarla, asumiendo los gastos extras y eliminando definitivamente la posibilidad
de que la administración de ésta, por si sola, modifique su sistema para
mejorarlo (Beyer, 2000).
El presidente Eduardo Frei, en su periodo entre 1994 y 2000, mantuvo la
LOCE con sus implicancias, pero desarrolló algunas reformas que permitieron
al sistema educacional crecer, además incluir un mayor gasto fiscal. Destacan
dos medidas: la creación de un nuevo currículum en Educación Básica y Media
y haber aprobado y comenzado la implementación de la jornada escolar
completa, la que amplió considerablemente la cantidad de horas que los niños
pasan en los establecimientos, y además requirió una mayor cantidad de éstos
para absorber la demanda, el plazo límite para su implementación fue el año
2005 (Mineduc, 2004). El gasto en subvención por alumno aumentó casi 3
veces entre 1990 y 2000 pasando de $11.712 a $27.668. Respecto de los
resultados obtenidos por los estudiantes en mediciones internacionales, esto no
se muestran alentadores, como se expresa en el informe “La Educación Chilena
en el Cambio De Siglo: Políticas, Resultados y Desafíos” realizado en 2004:
42
Según el marco de PISA 2000 un alumno chileno
promedio sólo logra realizar las tareas más básicas de
matemáticas y ciencias. En matemáticas los jóvenes
generalmente pueden completar procedimientos de un
solo paso, como reproducir procesos matemáticos
básicos o hacer cálculos simples. Asimismo ellos pueden
reconocer información de un texto familiar y directo en el
cual la formulación matemática es explícita. En Ciencias
un alumno promedio puede recordar conocimientos
científicos simples como nombres, hechos, terminología o
leyes simples. También puede usar conocimiento
científico común para elaborar o evaluar conclusiones.
(MINEDUC, 2004, p.91).
En este periodo también, se creó un nuevo currículum de enseñanza
media, el que se completó en el periodo presidencial de Ricardo Lagos, al
respecto, el mismo informe mencionado explica:
La Formación general responde a las necesidades de un
proceso de formación humana integral en las condiciones
socio-culturales contemporáneas. Tales necesidades
fueron explicitadas consensualmente, a nivel político y
técnico, en términos del requerimiento de formar al
conjunto de los jóvenes del país en unas competencias
básicas, fundamentales para el crecimiento, identidad y
autoafirmación personal, para cualquier trayectoria
laboral o de estudios, y para las perspectivas de
integración cultural, política y de desarrollo del país.
Tales competencias básicas fueron categorizadas como
referidas a:
Capacidades fundamentales (de lenguaje, comunicación
y cálculo);
Disposiciones personales y sociales (referidas al
desarrollo personal, autoestima, solidaridad, trabajo en
equipo, autocontrol, integridad, capacidad de emprender
y responsabilidad individual, entre otras);
Aptitudes cognitivas (capacidades de abstracción, de
pensar en sistemas, de aprender, de innovar y crear);
y conocimientos básicos (del medio natural y social, de
las artes, de la tecnología, de la trascendencia y de sí
mismo) (MINEDUC, 2004, pp.146-147).
A pesar de todos los avances por los que se trabajó, el informe PISA
2000 muestra una baja en la calidad de la Educación en Chile; al igual que el
43
informe TIMSS en Matemáticas. Los resultados del SIMCE muestran resultados
con una gran brecha entre diferentes establecimientos. Por lo que el presidente
don Ricardo Lagos, (2000-2006), decidió enfocar su gestión en el punto de la
calidad. Para ello fijó tres medidas principales, una reforma de la Constitución
que decretó una extensión en el periodo de Educación obligatoria a 12 años,
Educación Básica y Educación Media, con el fin de generar mejores logros en
cuanto a la calidad de enseñanza brindada por las escuelas públicas, así lo
expresó en el Decreto de Educación Nº 26/05, donde se reglamentó el
Programa denominado "Proyectos de Fortalecimiento Plan de 12 años de
Escolaridad".
En el primer periodo de doña Michelle Bachelet, (2006-2010), se
promulga la Ley de Subvención Escolar Preferencial (SEP), la que pretendía
que una mayor entrega de recursos a escuelas vulnerables pudiera elevar la
calidad de enseñanza entregada. Además se promovió ampliamente la
Enseñanza Preescolar, destinando recursos a la construcción de jardines
infantiles y su implementación. Por último la gran reforma realizada por este
gobierno, fue el cambio en la Ley de Educación, luego del movimiento
estudiantil nacional que protestaba contra la búsqueda del lucro en la educación
y la falta de calidad de la enseñanza en la educación pública. Entonces, se
creó la Ley General de Enseñanza (se tratará más adelante), la que pretende
equilibrar el principio de libertad de enseñanza con el derecho a una educación
de calidad. Este nuevo marco regulatorio realmente no tiene grandes cambios
en sus principios fundamentales, aunque muestra un enfoque notorio hacia el
mejoramiento de la calidad en el proceso educativo y, para ello, permite y
propicia la creación de un Sistema de Aseguramiento de Calidad mediante el
Consejo Nacional de Educación, la Agencia de Calidad y Superintendencia de
Educación. Además la subvención por alumno alcanza los $48.079 en 2010, el
doble en 10 años.
La primera administración de don Sebastián Piñera, (2010-2014), no
realizó grandes cambios en cuanto a la legislación vigente producida por los
gobiernos anteriores; más bien, la fortaleció mediante la creación de la Ley de
44
Calidad y Equidad (Nº 20.501) la que apunta a mejorar la calidad de los
encargados municipales de la educación, de los directores de escuela, de los
profesores y, además, a aumentar las subvenciones escolares, disponiendo de
una cantidad de recursos
para todo ello. Además, promulga la Ley de
Aseguramiento de la Calidad y aumenta los recursos de la SEP. Destaca el
comienzo del proceso de creación del Decreto 83 en Educación Regular y
Especial, que apunta a la diversificación de la enseñanza en el aula, con el
propósito que los estudiantes puedan participar de las mismas clases
independiente de sus características individuales.
4.1.2.2
Concepto de educación en el Sistema Educativo chileno.
Respecto del concepto y el propósito de la educación, la Ley General de
Educación, en Artículo 2º señala que:
La educación es el proceso de aprendizaje permanente
que abarca las distintas etapas de la vida de las personas
y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo
espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y
físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores,
conocimientos y destrezas. Se enmarca en el respeto y
valoración de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz,
y de nuestra identidad nacional, capacitando a las
personas para conducir su vida en forma plena, para
convivir y participar en forma responsable, tolerante,
solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para
trabajar y contribuir al desarrollo del país. La educación
se manifiesta a través de la enseñanza formal o regular,
de la enseñanza no formal y de la educación informal
(LGE, 2009, p.1).
4.1.2.3
Descripción del Sistema Educativo chileno.
El Sistema Educativo chileno se describe de la siguiente manera en la
Ley General de Educación:
Artículo 3º.- El Sistema Educativo chileno se construye
sobre la base de los derechos garantizados en la
Constitución Política de Chile, así como en los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes y, en especial, del derecho a la educación y la
libertad de enseñanza (Ley 20370,2009, p.2).
45
La legislación actual que rige al Sistema Educativo chileno es la Ley
General de Educación (LGE). Esta ley creada el año 2009, representa el marco
para una nueva institucionalidad de la educación en Chile, derogando la Ley
Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE)(DFL Nº 1 de 2005). La LGE,
pretende corregir las falencias de la antigua ley, en respuesta a las demandas
realizadas por los estudiantes de Educación Secundaria, tras una serie de
manifestaciones denominadas como “La Revolución Pingüina” en que se
reclamaba por el lucro y la calidad de la educación entregada por el Estado.
El Sistema Educativo chileno se inspira, además, en los siguientes
principios:
a) Universalidad y educación permanente. La educación
debe estar al alcance de todas las personas a lo largo de
toda la vida.
b) Calidad de la educación. La educación debe propender a
asegurar que todos los alumnos y alumnas,
independientemente de sus condiciones y circunstancias,
alcancen los objetivos generales y los estándares de
aprendizaje que se definan en la forma que establezca la
ley.
c) Equidad del sistema educativo. El sistema propenderá a
asegurar que todos los estudiantes tengan las mismas
oportunidades de recibir una educación de calidad, con
especial atención en aquellas personas o grupos que
requieran apoyo especial.
d) Autonomía. El sistema se basa en el respeto y fomento
de la autonomía de los establecimientos educativos.
Consiste en la definición y desarrollo de sus proyectos
educativos, en el marco de las leyes que los rijan.
e) Diversidad. El sistema debe promover y respetar la
diversidad de procesos y proyectos educativos
institucionales, así como la diversidad cultural, religiosa y
social de las poblaciones que son atendidas por él.
f) Responsabilidad. Todos los actores del proceso
educativo deben cumplir sus deberes y rendir cuenta
pública cuando corresponda.
g) Participación. Los miembros de la comunidad educativa
tienen derecho a ser informados y a participar en el
proceso educativo en conformidad a la normativa vigente.
46
h) Flexibilidad. El sistema debe permitir la adecuación del
proceso a la diversidad de realidades y proyectos
educativos institucionales.
i) Transparencia. La información desagregada del conjunto
del sistema educativo, incluyendo los ingresos y gastos y
los resultados académicos debe estar a disposición de
los ciudadanos, a nivel de establecimiento, comuna,
provincia, región y país.
j) Integración. El sistema propiciará la incorporación de
alumnos de diversas condiciones sociales, étnicas,
religiosas, económicas y culturales.
k) Sustentabilidad. El sistema fomentará el respeto al medio
ambiente y el uso racional de los recursos naturales,
como expresión concreta de la solidaridad con las futuras
generaciones.
l) Interculturalidad. El sistema debe reconocer y valorar al
individuo en su especificidad cultural y de origen,
considerando su lengua, cosmovisión e historia (LGE,
2009, p.1).
En Chile, es el Estado quien dirige la educación, principalmente a través
de la escolarización. Para ello creó las siguientes instituciones: Ministerio de
Educación (en adelante MINEDUC), Sistema Nacional de Aseguramiento de la
Calidad de la Educación dado por el MINEDUC, el Consejo Nacional de la
Educación, la Agencia de la Calidad de la Educación y la Superintendencia de
la Educación (LGE, 2009, p.1). Mediante las últimas se tiene el propósito
principal de mantener los estándares de calidad en la escolarización que
permita llevar a cabo los objetivos de la educación. Sus funciones principales se
exponen a continuación:

Ministerio de Educación: Propone las Bases Curriculares, programas
de estudio y estándares de calidad, y da apoyo a los establecimientos
para su cumplimiento.

Consejo Nacional de Educación: Nueva institución creada por la LGE.
Aprueba las bases, planes y estándares de calidad concebidos por el
Ministerio. Lo componen académicos destacados, docentes,
representantes de las universidades y profesionales de la educación
designados por el Presidente de la República.
47

Agencia de Calidad de la Educación: También es una nueva
institución. Evalúa e informa sobre la calidad de los establecimientos
educacionales.

Superintendencia de Educación: Nueva institución que fiscaliza que
los establecimientos educacionales cumplan con las normas
educacionales y las cuentas públicas, cuando corresponda (LGE,
2009, p.3).
En suma, corresponde al Estado propender a asegurar la calidad de la
educación, estableciendo las condiciones necesarias para ello y verificando
permanentemente su cumplimiento; realizar supervisión, facilitar apoyo
pedagógico a los establecimientos y promover el desarrollo profesional (Ley
20370, p.3 2009). El organismo encargado de llevar a cabo este proceso, es el
MINEDUC, el que describe su misión como la siguiente:
Asegurar un Sistema Educativo inclusivo y de calidad que
contribuya a la formación integral y permanente de las
personas y al desarrollo del país, mediante la formulación
e implementación de políticas, normas y regulación,
desde la Educación Parvularia hasta la Educación
Superior.
El Sistema integrado por los establecimientos
educacionales, financiado con recursos públicos, provea
una educación gratuita y de calidad, fundada en un
proyecto educativo público laico, respetuoso y pluralista,
que permita el acceso a toda la población y que
promueva la inclusión social y la equidad (MINEDUC,
2010, pp. 2-3).
En base a lo señalado, se hace necesario detenerse en el concepto de
laico, y cómo podría este concepto afectar al Sistema Educativo chileno, y por
ende, a la educación y la familia.
En este sentido, diversos son los enfoques conceptuales y doctrinarios
que se pueden identificar en cuanto al concepto de laico. A continuación se
presenta la siguiente descripción sobre el tema:
Laico es aquel que promueve un espíritu crítico frente a
un espíritu dogmático, y por eso reivindica el derecho de
heterodoxia en cualquier campo, para sí y para los que
piensen diferente a él. Se deduce, en segundo lugar, un
principio práctico antirrepresivo: precisamente, la
48
tolerancia. Laico es aquel que considera que no existe
ningún deber — mucho menos una obligación jurídica —
de asumir determinadas creencias en torno a una
cuestión (Bovero, 2013, pp.16-17).
No obstante, es sabido que pese a que el MINEDUC afirma en su misión
que provee un proyecto educativo laico, la realidad es otra. La experta en
currículum, Jacqueline Gysling, hace referencia al currículum prescrito
afirmando lo siguiente:
En respuesta a estas demandas y al seguimiento que
había desarrollado el mismo Ministerio de Educación, el
año 2009 se inicia un ajuste curricular que buscaba
modificar el conjunto del currículum de educación básica
y media. Sin embargo, el cambio de gobierno en 2010,
que implicó pasar de una coalición política de centro
izquierda a una de derecha, deja inconcluso este trabajo.
Las autoridades entrantes no detienen la implementación
del ajuste curricular; sin embargo, inician un nuevo
proceso de modificación del currículum de ambos niveles
y de las dos modalidades de la educación media. El
proceso de cambio curricular que emprenden las nuevas
autoridades recoge la experiencia anterior pero, como es
de esperar, responde a la orientación ideológica y a la
perspectiva educacional del respectivo gobierno, de
modo que se introducen modificaciones significativas en
la orientación de algunas asignaturas. Adicionalmente,
este cambio se basa en las disposiciones curriculares de
la Ley General de Educación (LGE) aprobada el año
2009” (Gysling, 2006, p.4).
Respecto a la Libertad de Enseñanza La Ley Nº20.370, LGE, establece
en el artículo 3°:
El Sistema Educativo chileno se construye sobre la base
de los derechos garantizados en la Constitución, así
como en los tratados internacionales ratificados por Chile
y que se encuentren vigentes y, en especial, del derecho
a la educación y la libertad de enseñanza (Ley 20370,
2009, p.2).
La misma, en su Artículo 8° menciona que:
49
El Estado tiene el deber de resguardar la libertad de
enseñanza. Los padres tienen el derecho de escoger el
establecimiento de enseñanza para sus hijos.
La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir
organizar y mantener establecimientos educacionales
(LGE, 2009, p.4).
Por otro lado, en relación a la conformación del Sistema Educativo, este
permite la existencia de establecimientos Públicos y Particulares Pagados o
Subvencionados; sin embargo, estos últimos debieran desaparecer de acuerdo
a la determinación exigida por el gobierno de la Sra. Michelle Bachelet,
debiendo convertirse en alguno de los otros dos sistemas (Ley 20370, 2009).
Además, está dividido en cuatro niveles: parvulario, básico, medio y
superior, de los cuales los tres primeros son de carácter obligatorio. La mayoría
de los estudiantes en Chile cumplen con ello asistiendo a escuelas públicas y
privadas, y un pequeño porcentaje lo hace mediante comunidades educativas o
Homeschool (escuela en casa). Asimismo, el Sistema cuenta con la Educación
Especial, la cual abarca desde atención temprana, hasta los 26 años en los
centros de capacitación laboral (Ley 20370, 2009).
El segundo nivel de transición (kínder), la educación básica y la
educación media son obligatorias, debiendo el Estado financiar un sistema
gratuito destinado a asegurar el acceso a ellas de toda la población, así como
generar las condiciones para la permanencia en el mismo, de conformidad a la
ley (LGE, 2009).
Respecto a las escuelas regulares, principalmente aquellas públicas y
particular subvencionadas, cuentan con un Programa de Integración Escolar
implementado en escuelas y liceos regulares con el propósito de atender a los
niños con necesidades educativas especiales (Ley 20370, 2009, p.6-13).
En relación al tiempo en que los estudiantes deben permanecer en el
Sistema Educativo, es de un año en educación preescolar (Kinder) y de doce
años en educación básica y media.
50
El proceso escolar denomina niveles a los tramos de varios años en que
la ley divide este proceso. La LGE respecto a la trayectoria escolar dice lo
siguiente:
El nivel de Educación Básica comprende los seis
primeros años de esta trayectoria escolar y recibe a los
alumnos a partir de los seis años de edad. Es necesario
aprobar la Educación Básica para ingresar a la
Educación Media. Se denomina cursos a los tramos
cronológicos de un año en que, por razones técnicas y
administrativas, ha sido dividido el proceso escolar
(Bases Curriculares, 2013, p.24).
En cuanto a las asignaturas, la organización en ellas se considera un
recurso para favorecer la organización escolar, pero no implica un límite para
integrar diversas áreas con fines pedagógicos. La integración interdisciplinaria
favorece la comprensión profunda y la aplicación de los conocimientos. Para los
seis años de Educación Básica, se consideran nueve asignaturas obligatorias
para todos los establecimientos. Adicionalmente se contempla la asignatura de
Lengua Indígena obligatoria para establecimientos con alta densidad de
matrícula indígena (Bases Curriculares, 2013).
51
(Unidad de Currículum
Curriculares, 2018, p.2)
y
Evaluación
Vigencia
de
Dispositivos
(Unidad de Currículum
Curriculares, 2018, p.5).
y
Evaluación
Vigencia
de
Dispositivos
52
Además, la misma LGE establece una nueva estructura del ciclo escolar
redefiniendo la Educación Básica, modificando en parte sus objetivos
generales, además, le otorga una duración de seis años y fija la proporción de
tiempo de libre disposición que los instrumentos curriculares deben permitir a
los establecimientos (Bases Curriculares, 2013, p.11).
4.1.2.4
Currículum.
Félix Angulo, menciona que el concepto “currículum” es, probablemente,
uno de los más controvertidos de todos los que normalmente se encuentran en
cualquier análisis disciplinar de la educación. En dicho campo, currículum
adquiere un significado prescriptivo: “Currículum es, entonces, aquello que debe
ser llevado a cabo en las escuelas, es el plan o la planificación, por la cual se
organizan los procesos escolares de enseñanza/aprendizaje” (Angulo, 1994,
p.2). En palabras de Gimeno:
El concepto currículum y la utilización que se hace de él
aparecen ligados, desde sus comienzos, a la idea de
selección de contenidos y de orden en la clasificación de
los saberes a los que representan, que será la selección
que se considerará en la enseñanza. En términos
modernos podríamos decir que, con esa invención
unificadora por un lado, puede evitarse la arbitrariedad en
la selección de lo que se enseña en cada situación, al
tiempo que, en segundo lugar, se encauza, modela y
limita la autonomía del profesorado. Esa polivalencia se
mantiene hasta nuestro tiempo (Gimeno, 2010, p.24).
Respecto a su conformación, el mismo autor plantea que el currículum:
Determina qué contenidos se abordan y, al establecer
niveles y tipos de requerimientos para los sucesivos
grados, ordena el tiempo escolar, proporcionando los
elementos de lo que será lo que entenderemos por
progresión escolar y en qué consiste el progreso de los
sujetos en la escolaridad. Al asociar contenidos, grados y
edad de los estudiantes, el currículum es también un
regulador de las personas. Por todo eso, desde los siglos
XVI y XVII el currículum constituyó una invención decisiva
para la estructuración de lo que hoy es la escolaridad y
cómo la entendemos. La incorporación del concepto
currículum tiene lugar bajo los supuestos eficientistas de
la escolarización y de la eficiencia de la sociedad, en
53
general. Con ello se buscaba introducir un orden
intermedio basado en el establecimiento de unidades de
tiempo menores dentro de la escolaridad total: el curso
escolar, que por lo general cada estudiante debería
completar progresivamente, pero más amplias que las
clases que eran las unidades de tiempo y contenido
(Gimeno, 2010, p.23).
Gimeno también se refiere a los objetivos y menciona que:
Al ordenar el currículum se regula a la vez el contenido
(lo que se enseña y sobre lo que se aprende), se
distribuyen los tiempos de enseñar y aprender, se separa
lo que será el contenido que se considera debe quedar
dentro de él y lo que serán los contenidos externos y
hasta extraños. También se delimitan los territorios de las
asignaturas y especialidades, siendo marcadas las
referencias para componer el currículum y dirigir la
práctica de su desarrollo. En todo ello, su conjunto se
constituirá en el estándar respecto del cual se juzgará lo
que se considerará éxito o fracaso, normal o anormal,
satisfactoria o insatisfactoria que es la institución escolar,
quiénes cumplen y quiénes no lo hacen (Gimeno, 2010,
p.24).
La definición curricular respecto a la función que realiza el Ministerio de
Educación es que ordena la enseñanza en todos los establecimientos escolares
del país. Si bien es sabido que no todo el currículum se enseña y menos que
éste se aprende en su totalidad, el currículum prescrito delimita qué asignaturas
se enseñan y qué se enseña en cada una de ellas.
En el debate sobre currículum, sostenido en los últimos veinte años, un
problema particularmente sensible ha sido la extensión de éste. Si bien la
demanda levantada por los profesores es compartida, en la práctica no es fácil
determinar cuáles son
los aprendizajes nucleares (MINEDUC, 2016) o
imprescindibles (Coll y Martin, 2006).
Jacqueline Gysling, describe el camino seguido por el currículum
prescrito de educación media desde la reforma de 1998, formulando algunas
afirmaciones al respecto en un artículo publicado en agosto de 2016.
En relación a la organización curricular, Gysling dice lo siguiente:
54
La organización curricular en asignaturas fragmenta el
conocimiento, lo que ha sido disputado ampliamente por
las corrientes que buscan la integración curricular y que
defienden una aproximación al conocimiento más
experiencial y activa”. Sostiene, además, que presenta
muchas asignaturas, muchos objetivos, muchos
indicadores.
Se instaló en las Bases Curriculares de los nuevos
programas de estudio una perspectiva conductista de la
evaluación a través de indicadores. Desde esta
perspectiva se considera que el logro de un determinado
objetivo de aprendizaje es el resultado de la sumatoria de
indicadores que conforman el objetivo. Los indicadores
identifican las partes del objetivo que hay que lograr para
considerarlo alcanzado, con el efecto que en la práctica
estas “partes” se constituyen, a su vez, en objetivos de
aprendizaje que hay que enseñar. Así, los programas de
estudio desglosan cada objetivo de aprendizaje en una
variedad de indicadores, cada uno de los cuales habría
que aprender y, por ende, enseñar (Gysling, 2006, p.4).
La Fundación Educación 2020 afirma que la forma en que se desarrolla
el currículum tiene efectos negativos. Hace referencia a ello, mencionando que
Chile “ha desarrollado una sobrecarga curricular que, al estar vinculada con
una permanente medición en pruebas estandarizadas, ha distorsionado el
proceso educativo” y que además,
“se caracteriza por tener un currículum
sobresaturado e inmanejable, que deja escaso tiempo para reflexionar, pensar,
resolver problemas, u otros temas como la práctica artística o deportiva”
(Educación 2020, 2014, p.54).
Asimismo menciona que si bien hay una correcta
concepción del currículum basado en competencias, en
la práctica los profesores se ven obligados a pasar la
materia superficialmente, de manera enciclopédica, y
obligando a los alumnos a contestar facsímiles de tests
estandarizados sobre esas materias. Esto afecta tanto a
profesores como a estudiantes. Por un lado, obliga a los
docentes a impartir más del doble de horas aula que en
el promedio de la OCDE, mientras que los alumnos
tienen una carga horaria anual elevada comparada con
otros países que, sin embargo, no se traduce en mejores
55
resultados. El sistema educativo está produciendo
jóvenes a los que les cuesta pensar críticamente,
desarrollar su creatividad, expresarse oralmente y por
escrito, diseñar soluciones innovadoras, trabajar en
equipo, y pasarlo un poco mejor en la vida escolar.
(Educación 2020, 2014, p.54).
La integración curricular es decisiva si se pretende formar en
competencias complejas que exigen articular comprensiones, habilidades,
actitudes y valores. Este giro, que hoy se demanda a los sistemas
educacionales, exige una construcción curricular correspondiente y avanzar
hacia una evaluación que no solo sea formativa, sino que observe el desarrollo
de estas capacidades fundamentales (Conley, 2015).
Gysling menciona que el problema de la finalidad de los estudios se impone a
los estudiantes, los cuales deben resolver qué van a hacer después de terminar
y en este tránsito se preguntan reiteradamente ´de qué me sirve esto a mí´,
cargando la experiencia educativa de un sentido instrumental y de una
multiplicidad de estrategias sobre lo que se estudia o no se estudia, o sobre lo
que se está dispuesto o no a aprender” (Gysling, 2006, p.7).
Las ideas presentadas por la experta, permiten reflexionar que el
currículum no es perfecto, que
pudo o puede estar sujeto a diferentes
ideologías de turno y que, así como se presentó esta realidad, con mayor
probabilidad los demás agentes comprometidos con la educación, podrían estar
impartiendo sus propias ideologías, en una educación que dice ser laica.
Si bien el Estado provee de un Currículum Nacional dado por las bases
curriculares, permite que los establecimientos educacionales bajo el principio
de libertad de enseñanza puedan desarrollar los planes y programas propios
respecto a uno o más cursos de la educación básica y/o una o más asignaturas
(Decreto 439, 2012, p.1).
Respecto a los planes y programas de estudio, el Decreto 439 declara lo
siguiente en sus artículos:
Artículo 2º: Los planes y programas elaborados por el
Ministerio de Educación, y aprobados por el Consejo
56
Nacional de Educación conforme a la ley, serán
obligatorios para los establecimientos educacionales que
carezcan de planes y programas propios de estudio.
Artículo 3º: Los planes y programas de estudio que
elabore el Ministerio de Educación de acuerdo a las
bases curriculares a que se refiere el presente decreto
deberán aplicarse gradualmente en los plazos que
determine dicha Secretaría de Estado en el decreto que
los apruebe (Decreto 439,2012,p.1).
Aunque cada establecimiento cuenta con márgenes de flexibilidad para
enfatizar los aspectos de la formación que considere relevantes, pudiendo
elaborar sus propios planes y programas de estudio, la LGE dispone que los
establecimientos que crean sus programas propios, también deben construirlos
de manera que cumplan con los Objetivos de Aprendizaje de estas bases.
Estas están compuestas por habilidades, actitudes y conocimientos (Decreto
439, 2012, p.2).
La Ley General de Educación dispone un tiempo de libre disposición
para los establecimientos que sostengan Planes y Programas propios:
En orden a cautelar esta libertad de los establecimientos,
la ley establece que el cumplimiento de las Bases
Curriculares debe dejar un 30% del tiempo de la jornada
escolar completa (es decir, 11 pedagógicas) para que los
establecimientos dispongan libremente de él, ya sea para
profundizar sobre los objetivos de las Bases o para
complementarlos, según sean sus necesidades y su
proyecto educativo. Si los establecimientos deciden
utilizar los programas de estudio que proporciona el
Ministerio de Educación, igualmente pueden contar con
un 15% del tiempo de libre disposición, que pueden
destinar a los mismos efectos (Bases Curriculares, 2013,
p.24).
La Reforma Educacional en marcha, promueve principios que aportan a
la utilización del currículum y sus programas de estudio, y una implementación
que considere a la comunidad a la que el establecimiento se dirige. Estos
principios son los siguientes:


Centralidad del estudiante.
Integralidad del aprendizaje.
57




4.1.2.5
Innovaciones didácticas y metodológicas en la enseñanza.
Apoyo a la trayectoria educativa
Autonomía de la escuela.
Fomento de la participación y la comunidad educativa.
Bases curriculares.
Las Bases Curriculares, de acuerdo a la Ley General de Educación (Ley
Nº 20.370), constituyen el documento principal del Currículum Nacional y de
acuerdo a la definición proporcionada por el Ministerio de Educación es:
El Instrumento Fundamental de la Organización
Curricular. Establece cuáles son los objetivos mínimos de
aprendizaje que debe alcanzar todos los establecimientos
escolares del país en cada nivel y asignatura. El Simce,
textos escolares y programas de estudios se constituyen
a partir de ellas” (Decreto 439, 2012, p.2).
Asimismo, el documento oficial de las Bases Curriculares respecto a su
propósito señala lo siguiente:
Ofrece una base cultural común para todo el país,
mediante Objetivos de Aprendizaje establecidos para
cada curso o nivel. De esta forma, asegura que la
totalidad de los alumnos participe de una experiencia
educativa similar y se conforme un bagaje cultural
compartido que favorece la cohesión y la integración
social. A la vez, se reconoce que esta base curricular
admite ser complementada; por ende, se entrega a los
establecimientos educacionales la libertad de expresar su
diversidad, construyendo, a partir de ella, sus propuestas
propias de acuerdo a sus necesidades y a las
características de su proyecto educativo (Bases
Curriculares Educación Básica, 2012, p.16).
Las Bases Curriculares se han construido a partir de los siguientes
principios:
1. La Constitución Política y el ordenamiento jurídico de
la nación, y la concepción antropológica y ética que
orienta la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
58
2. Los principios aludidos tienen por base la convicción
fundamental de que los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos.
3. En el ejercicio de esa libertad, los individuos se
agrupan para alcanzar su pleno desarrollo y perfección.
4. La finalidad del Estado es promover el bien común,
para lo cual debe contribuir a crear las condiciones
sociales que permitan, a todos y a cada uno de los
integrantes de la comunidad nacional, su mayor
realización espiritual y material posible.
5. El derecho a la educación y la libertad de enseñanza
constituyen derechos esenciales, que emanan de la
naturaleza del hombre y que el Estado ha de asegurar y
respetar, en orden a cumplir su fin último de promover el
bien común.
6. La educación debe ofrecer a todos los niños y jóvenes
la posibilidad de desarrollarse como personas libres, con
conciencia de su propia dignidad y como sujetos de
derechos. Asimismo, tiene que contribuir a forjar en ellos
el carácter moral regido por el amor, la solidaridad, la
tolerancia, la verdad, la justicia, la belleza, el sentido de
nacionalidad y el afán de trascendencia personal (Bases
Curriculares, 2012, p.18).
El documento de Bases Curriculares se ha construido considerando las
siguientes fuentes:
1. Marco Curricular de 2009.
2. Los documentos que presentan los fundamentos
para este ajuste curricular.
3. Los estudios de implementación y cobertura
curricular en la Educación Básica y los estudios de
evaluación de aula realizados por el Ministerio de
Educación, y otros estudios recientes sobre la
realidad de la Educación Básica en Chile.
4. Los resultados de aprendizaje observados por
medio de las evaluaciones nacionales del
aprendizaje (pruebas SIMCE) y los Niveles de
Logro elaborados a partir de estas pruebas.
5. Los Mapas de Progreso del Aprendizaje,
publicados por el Ministerio de Educación entre
2008
y
2009.
Estos
son
instrumentos
dependientes del currículum.
59
6. Análisis de la experiencia internacional con
respecto al currículum escolar estatal.
7. Evaluaciones internacionales del aprendizaje
aplicadas en Chile (TIMSS, PISA, PIRLS, ICCS) y
sus marcos de evaluación.
Estas Bases se nutren, además, de diversas demandas
al currículum, concordadas por diversos actores y
organizaciones sociales (Bases Curriculares, 2012, p.20).
De acuerdo a lo declarado en la Ley General de Educación, se
establecen dos tipos de objetivos a alcanzar mediante la escolarización, los
Objetivos de Aprendizaje Transversales que se trabajan durante todo el proceso
educativo, y los Objetivos de Aprendizaje que deben aprender en las diferentes
asignaturas y en los diferentes niveles.
A continuación se dan a conocer las definiciones de los Objetivos de
Aprendizaje Transversales para todo el ciclo y Objetivos de Aprendizaje por
curso y asignatura:
Objetivos de Aprendizaje Transversales (OAT) para el
ciclo: Son aquellos que derivan de los Objetivos
Generales de la ley y se refieren al desarrollo personal y
a la conducta moral y social de los estudiantes. Por ello,
tienen un carácter más amplio y general; se considera
que atañen al nivel completo de la Educación Básica y
que su logro depende de la totalidad de los elementos
que conforman la experiencia escolar, tanto en el aula
como fuera de ella, sin que estén asociados de manera
específica a una asignatura en particular.
La relevancia de mantener unos Objetivos de Aprendizaje Transversales en las
Bases Curriculares se sustenta en los objetivos generales que establece la
LGE para la Educación Básica y Media. Esta ley define objetivos que, sin
necesidad de constituirse en una asignatura en sí mismos, aluden tanto al
desarrollo personal y social de los estudiantes como al desarrollo relacionado
con el ámbito del conocimiento y la cultura.
Las dimensiones que lo componen son las siguientes:

Dimensión física

Dimensión afectiva
60

Dimensión cognitiva

Dimensión socio-cultural

Dimensión moral

Dimensión espiritual

Proactividad y trabajo:

Tecnologías de información y comunicación (TIC)

(Bases Curriculares Educación Básica, 2012, p.30).
Objetivos de Aprendizaje (OA) por curso y asignatura:
Son objetivos que definen los aprendizajes terminales
esperables para una asignatura determinada para cada
año escolar. Los Objetivos de Aprendizaje se refieren a
habilidades, actitudes y conocimientos que buscan
favorecer el desarrollo integral de los estudiantes. Ellos
se ordenan en torno a los objetivos generales que
establece la Ley General de Educación para el ámbito del
conocimiento y la cultura, pero también se enfocan al
logro de aquellos que se refieren al ámbito personal y
social; de este modo, se busca contribuir a la formación
integral del estudiante desde cada una de las áreas de
aprendizaje involucradas. Los Objetivos de Aprendizaje
relacionan en su formulación las habilidades, los
conocimientos y las actitudes plasmados y evidencian en
forma clara y precisa cuál es el aprendizaje que el
estudiante debe lograr. Se conforma así un currículum
centrado en el aprendizaje, que declara explícitamente
cuál es el foco del quehacer educativo.

Las habilidades son capacidades para realizar
tareas y para solucionar problemas con
precisión y adaptabilidad. Una habilidad puede
desarrollarse en el ámbito intelectual,
psicomotriz, afectivo y/o social.

Los conocimientos corresponden a conceptos,
redes de conceptos e información sobre
hechos,
procesos,
procedimientos
y
operaciones. La definición contempla el
conocimiento como información (sobre objetos,
eventos, fenómenos, símbolos) y como
comprensión: la información integrada en
marcos explicativos e interpretativos mayores,
que dan base para discernimiento y juicios.
61

Las actitudes son disposiciones aprendidas
para responder, de un modo favorable o no
favorable, frente a objetos, ideas o personas;
incluyen componentes afectivos, cognitivos y
valorativos que inclinan a las personas a
determinados tipos de acciones (MINEDUC,
2012, p.12).
Los conocimientos, las habilidades y las actitudes se abordan en estas
Bases Curriculares de forma integrada. A la vez, para cada asignatura se
destaca y secuencia de manera explícita las habilidades que le son propias, y
las actitudes y los valores relacionados con aquellos Objetivos de Aprendizaje
Transversales del ciclo que se prestan especialmente para ser desarrollados en
el contexto de esa asignatura.
Además se debe destacar que el Estado introduce en el currículum otro
tipo de conocimientos que no están dados ni por los OAT ni por los objetivos de
aprendizaje, sino que se crean en forma de manuales y se instruye a todos los
funcionarios de las escuelas financiadas por el Estado a transmitirlos a la
comunidad educativa, siendo el foco principal, los niños.
Entre los manuales se destacan algunos que responden puramente a
ideologías que han sido aceptadas por el organismo estatal, pero no
necesariamente por los padres de los estudiantes. Estas ideologías responden
principalmente a temas de índole personal, como lo es la sexualidad,
enseñando sobre educación sexual, introduciendo además el concepto de
género y orientación sexual que aún no son avalados por ninguna institución
especializada en la materia.
Los manuales emanados desde el MINEDUC, que no sólo han sido
entregados a los profesionales de los establecimientos educacionales, sino que
también han sido enseñados mediante charlas, no como una mera
recomendación, sino como una obligación en la que no se ha tenido la
consideración de preguntarles a los propios padres lo que opinan. Entre esta
documentación se encuentran:

Política Nacional de Convivencia Escolar 2015/2018
62

Educación Sexual. Estrategia en sexualidad, afectividad y género.
 Oportunidades curriculares para la educación en sexualidad,
afectividad y género.
 Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays,
trans e intersex en el sistema educativo.

Programa Buen Vivir de la Sexualidad y la Reproducción.
El Ministerio de Educación chileno, entre los documentos oficiales que ha
presentado, cuenta con uno que va dirigido principalmente a los profesores y a
las diferentes instituciones educativas, el que ha sido elaborado por
profesionales del MINEDUC. En su definición detalla:
El Marco para la Buena Enseñanza (en adelante MBE),
es el documento oficial que busca entregar lineamientos
profesionales a los/as docentes de forma de guiar sus
prácticas en el aula y fuera de ella. Permite una
comprensión de criterios compartidos acerca de la buena
docencia, de forma que profesores/as, miembros de la
comunidad escolar, formadores y formadoras de
docentes, organizaciones educacionales, y la sociedad
en general puedan dialogar en torno a las prácticas
docentes que este estándar define (Propuesta
actualización del Marco para la Buena Enseñanza,
2016,p.5).
La Propuesta actualización del MBE, es el documento elaborado por el
Ministerio de Educación posterior a la revisión del Marco para la Buena
Enseñanza (2003) con propósito de orientar y propiciar una mayor vinculación
con la práctica docente. Este marco establece aquello que los profesores
chilenos deben conocer, saber hacer y ponderar para determinar su desempeño
en la sala de clases y en el establecimiento donde cada uno de ellos trabaja
(Propuesta actualización del Marco para la Buena Enseñanza, 2016).
La organización del MBE, se organiza en cuatro dominios:

Preparación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Creación de un clima propicio para el aprendizaje.

Enseñanza para el aprendizaje de todos/as los/as estudiantes.
63

Compromiso con el desarrollo profesional.
Estos principios han buscado incorporar, por una parte, lo que la
investigación nacional e internacional ha evidenciado acerca de las prácticas
docentes que impactan positivamente en los estudiantes. Además, permite a las
universidades que imparten carreras de pedagogía tener un referente para
diseñar los programas de formación inicial y desarrollo profesional (Propuesta
actualización del Marco para la Buena Enseñanza, 2016).
4.2 Cosmovisión Bíblica.
4.2.1 Premisas para la postura bíblica.
A continuación se presentan las premisas para comprender la
cosmovisión bíblica y cómo ésta determina los conceptos de familia y educación
y sus implicancias en la vida de los cristianos.
4.2.1.1
El mito de la neutralidad.
En esta época se apela a que las personas mantengan una opinión
neutral cuando tratan diversos temas,
especialmente en instituciones
educacionales donde se insta a la objetividad en la manifestación de las ideas.
Por lo cual se hace necesario detenerse en este asunto, y preguntar, si en
realidad es posible mantener una postura neutral respecto a un hecho, y sólo
entonces manifestar dicha opinión para luego argumentar. La respuesta, en
palabras simples es que esto es imposible, ya que cada persona plantea sus
ideas bajo la influencia de sus creencias, sea que ella lo asuma como tal o lo
ignore, en palabras del Dr. Norman De Jong:
La Fe o la creencia llega a ser la base para toda la
acción. El hombre actúa sobre la base de sus creencias.
Su conducta, su actitud y sus pensamientos están
determinados por su fe o creencia. Una persona actuará
sobre la base de una creencia falsa justo como actuará
vigorosamente sobre la base de una creencia verdadera
(De Jong, 2003, p. 52).
Es por tanto, una realidad el que todo ser humano ha formado un
fundamento a sus ojos sólido, sobre el cual piensa y actúa, el que le impide ser
64
neutral. Aún si se esfuerza, en todo momento sus creencias influirán en su
comportamiento total y serán el estándar sobre el cual evaluarán los hechos a
su alrededor, lo que descarta la posibilidad de la neutralidad, ésta, en palabras
de Stephen Perks es un mito, ampliamente aceptado y reclamado, pero
imposible de llevar a cabo (Perks, 1992). Y cualquier persona que exija
neutralidad en el razonamiento está siendo cualquier cosa menos neutral u
objetivo, porque está decidiendo en base a sus creencias qué opiniones son
neutrales y cuáles no, en vez de simplemente reconocer que los seres humanos
tienen un fundamento sobre el cual desarrollan su razonamiento, para luego
identificar el propio, defenderlo y desarrollar sus argumentos de forma clara.
Bahnsen comenta:
A los sistemas incrédulos se les debe presionar para
mostrar que estos deben tener una autoridad final sobre
la cual descansar si es que van a evaluar cualquier cosa
de manera objetiva e inteligible. La evaluación requiere
de un estándar. Cuando cualquier sistema le da vueltas a
verificar su autoridad final, tendrá que presuponer esa
autoridad (Banhsen, 2007, p. 114).
Es fácil reconocer que todas las personas tienen creencias medulares, a
las cuales se aferran y según las que se dirigen en los asuntos más sencillos de
la vida cotidiana, hasta los asuntos más complejos filosóficos e incluso
científicos, algunos ejemplos de aquello se pueden ver claramente en las
universidades, donde se defiende la idea de la neutralidad y la objetividad hacia
los hechos, pero evidentemente se utilizan criterios personales para las
diferentes actividades que allí se realizan, como la elección de la literatura para
las diferentes asignaturas, los temas que son o no relevantes de tratar en las
mismas, la manifestación de opiniones individuales en las temáticas que se
tratan en clases, la supuesta tolerancia a las diferentes opiniones, pero que
finalmente son coartadas si no se alinean a los objetivos planeados, y por
supuesto los libros que forman parte de la biblioteca, cuya selección claramente
responden a algún criterio.
65
Por lo tanto, se desprende de lo anterior que todas las personas, sea que
estén conscientes de ello o no, tienen un conjunto de creencias base, es decir,
una cosmovisión según la cual actúan, por ende, nuevamente, queda en
evidencia que la neutralidad es imposible. Se entiende cosmovisión según la
definición del Dr. Banhsen:
Una cosmovisión es una red de presuposiciones que no
están verificados por los procedimientos de la ciencia
natural acerca de la realidad (metafísica), del saber
(epistemología) y de la conducta (ética) en términos de la
cual, cada elemento de la experiencia humana es
relacionado e interpretado (Bahnsen, 2007, p.39).
Es necesario destacar que cada persona ha formado una cosmovisión en
base a presuposiciones, las cuales son prácticamente irrenunciables y se
definen de la siguiente manera:
Una presuposición es un supuesto elemental en el
razonamiento de alguien o en el proceso por medio del
cual las opiniones son formadas, es un compromiso
personal que se sostiene en el nivel más básico de la red
de creencias de alguien. Estas presuposiciones, sean
verdaderas o falsas, son las que poseen la más alta
autoridad en el pensamiento de alguien, y son tratadas
como las creencias menos negociables al otorgarles la
inmunidad más alta al ser revisadas (Bahnsen, 2007,
p.41).
Como enseña el Dr. Bahnsen: es conforme a ellas, que cada persona
interpreta y evalúa todos los sucesos de su vida, y en base a los cuales analiza
los temas fundamentales de la experiencia humana, tales como la naturaleza, la
estructura de la realidad, la posibilidad y el método del conocimiento, los
estándares y los universales de la moral. Además, en base a ella se escriben y
se entienden los conceptos, especialmente los más elementales como familia,
justicia, educación, etc. (Bahnsen, 2007).
4.2.1.2
El razonamiento supeditado a la Fe.
Además de afirmar que
la neutralidad es un mito, es necesario
detenerse también en las aprensiones que se tienen respecto a la fe para el
66
razonamiento y desenvolvimiento en todas las áreas de la vida, entendiendo la
fe como las creencias de una persona o como la define Berkhof: “creer
(he’’emin) enfatiza el elemento intelectual y significa la aceptación de algo como
verdadero basado en el testimonio de otro, entonces se puede también decir
que la fe es el fundamento de la cosmovisión del individuo” (De Jong, 2010,
p.46). La sociedad asume que sólo aquellas personas abiertamente religiosas
sostienen una fe, y además alegan que la fe es la cuestión que impide a las
personas ser neutrales, es decir, les impide alcanzar el conocimiento verdadero
para poder interpretar los hechos correctamente, respecto a ello Stephen Perks
explica:
Con respecto a la posesión del conocimiento, existen
solamente dos posiciones definitivas, esto es, el
conocimiento exhaustivo u omnisciencia y la ignorancia
completa. Si he de saber algo verdaderamente debo
saberlo todo exhaustivamente, de otra manera lo que sé,
o más bien lo que pienso que sé, puede ser afectado por
lo que no sé, de una manera y una medida que no puedo
saber, y así mi “conocimiento” no es conocimiento en
cualquier
sentido
apropiado
sino
meramente
especulación. Si, como un ser finito que carece de
conocimiento
exhaustivo,
he
de
saber
algo
verdaderamente, me debe ser revelado por uno que sí
conoce las cosas exhaustivamente. Sobre la base de
esta revelación, y en la medida en que mi razonamiento
sea consistente con ella, soy entonces capaz de seguir
adelante y edificar mi conocimiento y entendimiento del
universo que me rodea. Pero mi conocimiento estará
necesariamente basado sobre la fe en la validez de esta
revelación (Perks, 1992, p.18).
Contrario a lo que la sociedad en general presupone respecto de la fe,
ella está presente en el razonamiento de todo ser humano, es más, ella le
brinda ese algo “dado” que es “preteórico” que en realidad es el sistema de fe
que la persona ha adoptado, cuya revelación cree y sobre la cual construye sus
conocimientos. Al respecto Stephen Perks agrega:
La así llamada objetividad o doctrina de la neutralidad del
hombre moderno es, de hecho, una presuposición
religiosa negativa universal con respecto a la naturaleza
67
de la realidad que es sostenida y defendida solamente
por fe, pues el supuesto de que el mundo existe y que
puede ser entendido independientemente del Dios de la
Escritura no puede probarse objetivamente más de lo que
puede probarse la existencia de Dios de manera objetiva;
es un asunto de fe. La idea de que el conflicto entre el
humanismo y el cristianismo es del tipo de un hecho
versus la fe, que ha sido promovido por la clase dirigente
científica de nuestro día, es una mentira. El conflicto es,
en verdad, uno de fe versus fe (Perks, 1992, p.17).
Norman de Jong dice al respecto:
Una vez que se entiende el papel de la fe en la vida
humana, se puede interpretar correctamente la
controversia fe-razón como fe en Dios versus fe en la
habilidad racional del hombre. La razón está supeditada a
la fe y es sólo un método por el cual una persona trata de
hacer extensiones lógicas y consistentes de aquellas
ideas o aseveraciones en las cuales cree, o a las cuales
se aferra por fe (De Jong, 2003, p.26).
Esta verdad respecto a la fe es así para todo hombre en el transcurso de
la historia, tanto para el cristiano como para el no creyente. Ambos comienzan
su pensamiento con un acto de fe, ellos deciden cuáles serán las
presuposiciones en base a las cuales desarrollarán toda su vida y el no
creyente aunque no lo asuma así, mira todas las cosas desde una perspectiva
religiosa que requiere fe como fundamento.
Establecido entonces, que todo ser humano tienen un sistema de fe al
cual se aferra y cuya revelación asume como el conocimiento verdadero y que,
por lo tanto, no existe la neutralidad, afirmado además que todas las personas
poseen una cosmovisión determinada por las presuposiciones que la conforman
y en base a las cuales interpretan el mundo, lo comprenden como sistema y su
propia relación con este; es preponderante que las autoras de esta tesis
fundamenten la cosmovisión desde la cual abordarán esta investigación.
4.2.1.3
Cosmovisión Bíblica.
Resumiendo, simplemente no existe una presuposición libre y una forma
neutral para abordar el razonamiento, y cada vez que se razona en cualquier
68
tema trascendental de la vida es necesario identificar los cimientos
incuestionables en que descansan esas ideas (Van Til, 1947). Las autoras de
esta tesis declaran que la misma presupone a Dios en cada una de sus
definiciones, relaciones conceptuales y especialmente en sus conclusiones, es
decir, se desarrolla desde una cosmovisión cristiana, la cual tiene como fuente
principal la Biblia, además de libros de hombres y mujeres cuya cosmovisión es
cristiana y por ende, también sus definiciones conceptuales han sido extraídas
de ésta.
Las mentes están dominadas por un dios, si no es el Dios verdadero, el
de la Biblia, será otro, el humanismo, el relativismo, el marxismo por ejemplo, y
su cosmovisión estará determinada por ello, de ahí la importancia de la filosofía,
ya que para que una cosmovisión sea consistente debe responder a las
preguntas básicas de ésta, en los ámbitos de la metafísica, la epistemología y la
ética.
Todas las cosmovisiones que responden de diferente forma a las
preguntas fundamentales de la filosofía se arrogan el ser dueñas de la verdad.
Morales señala:
Justino Mártir quien fue el primer creyente registrado que
deseaba buscar una síntesis entre el pensamiento
cristiano y la filosofía gentil, luego de sus estudios tuvo la
convicción de que en el cristianismo está la más antigua,
verdadera y divina de las filosofías, el historiador Justo
González declara “había seguido una larga peregrinación
espiritual, yendo de doctrina en doctrina hasta que se
convenció de que el cristianismo era la verdadera
filosofía”, ya que esta muestra consistencia y coherencia
en todo su planteamiento, respondiendo de forma
contundente a las preguntas fundamentales de la vida, es
decir, resolviendo aquellos misterios como la existencia
de un ser superior, la vida eterna y el mundo de
realidades eternas, esto es que lo que permite al
individuo vivir y decidir, convicciones que no se
contradicen a sí mismas, sino que pueden guiarle para el
bien de sí mismo y de la sociedad, pero especialmente
para con Dios (Morales, 2008, p.5).
69
Para el cristiano, es el acto creativo de Dios el que le da a todos los
hechos de la realidad su propósito y significado, afirma además, que el hombre
es capaz de entender el mundo en el que vive porque él también es una parte
de esa creación racionalmente ordenada, creado a la imagen de Dios, es decir,
es su reflejo limitado y finito en conocimiento, santidad y justicia, con dominio
sobre la creación. El cristiano comienza su razonamiento con un acto de fe
consciente en el Dios de la Escritura y así declara la veracidad y la suficiencia
de la revelación divina como el mismo fundamento de su entendimiento de
todas las cosas. Stephen Perks refrenda aquello en la siguiente declaración:
Por lo tanto, para el cristiano el lugar definitivo de la
racionalidad e inteligibilidad es el Dios de la Escritura y el
hombre, por consiguiente, si ha de conocer algo
verdaderamente, debe, como creatura de Dios creado a
su imagen, “pensar los pensamientos de Dios después
de Él” para usar palabras de Cornelius Van Til (Perks,
1992, p.14).
Algunas de las verdades bíblicas que caracterizan y sostienen a la
cosmovisión cristiana son (Bahnsen, 2002, pgs.26-27):

Dios hizo todas las cosas, Él es el Creador ex
nihilo y el universo es su creación. Génesis 1:1,
Juan 1:3.

Dios hizo todas las cosas para Él, no es un dios
deísta, Él creó todo para ÉL y para su gloria.
Romanos 11:36, Colosenses 1:16.

Dios posee todas las cosas, Dios tiene derecho de
propiedad sobre todo lo que Él ha creado y Él ha
creado todas las cosas. Salmo 24:1.

Dios gobierna todas las cosas, Dios activamente
controla todas las cosas y constantemente las
dirige a Su fin sabio. Isaías 46:10, Colosenses
1:17.

Dios juzgará a todo hombre, como creaturas de
Dios, los seres humanos son responsables delante
de Él y con su voluntad. Eclesiastés 12:14
Por lo tanto un cristiano debería, consciente de estas verdades, rechazar
la neutralidad para hablar de cualquier tema, y en obediencia a su Creador
70
observar el mundo y todo lo que en el sucede a la luz de las Escrituras, y
respondiendo
cada una de las preguntas de la filosofía conforme a la
cosmovisión bíblica que es la que cree y promueve.
En Colosenses 2:8 se advierte a los cristianos, “Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” lo que les
demuestra que la única filosofía correcta proviene de las Escrituras.
La coherencia de la cosmovisión cristiana se hace evidente al ser capaz
de responder consistentemente a las tres áreas fundamentales de la filosofía,
metafísica, epistemología y ética, lo que se explica a continuación:
A. Metafísica.
La metafísica cristiana es revelada, es decir, esbozada en la Escritura y
fundada sobre el creador infinito y personal. Dios es la fuente de toda
posibilidad y así se establece los límites de la realidad por medio de su propia
voluntad y decreto. La revelación metafísica importante acerca del saber de
Dios incluye lo siguiente (Bahnsen, 2007, p.56):
•
Dios es sin causa y existe en sí mismo
eternamente. No hay nada antes de Dios que rinda
cuentas de Su origen y existencia (Génesis 1:1;
Deuteronomio 33:37; Isaías 45:5–6, 18; Efesios
3:19; 1 Timoteo 1:17).
•
Dios es autónomo, no necesita nada fuera del Él
mismo para prolongar Su existencia. Él es
absolutamente autosuficiente; Él sólo se auto
define (Éxodo 3:14; Juan 5:26; Hecho 17:25).
•
Dios
es
absolutamente
independiente
y
autosuficiente en pensamiento (Job 11:7; 40:1–8;
Isaías 55:8–11; Romanos 11:33–34), consejo
(Salmos 33:11; Isaías 40:12–14), voluntad (Daniel
4:35; Romanos 9:19; Efesios 1:5) y poder (Salmos
115:3; 135:6; 40:21–26).
•
Dios es el terreno fundamental de toda realidad.
Todo fuera de Dios al final se deriva de Su poder
creativo (Génesis 1:1; Éxodo 20:11; Nehemías 9:6;
Apocalipsis 4:11).
71
•
Dios es autoexistente e inmutable, eterno, trino,
supremo, soberano, omnisciente, omnipotente,
omnipresente, activo, santo, justo, verdad, fiel,
misericordioso, Dios es Señor sobre todo. (Santa
Biblia, Pink, 1964, Morales, 2008)
Por lo tanto, Dios, y sólo Dios define al mundo y a la realidad. Él es quien
ha creado el universo y sólo en Él se puede obtener una percepción correcta y
un conocimiento verdadero, este último es analizado por la epistemología.
B. Epistemología.
En la teología cristiana, la epistemología está determinada por la
revelación de Dios, es decir, que fue pensada, creada y entregada por Dios al
hombre, por medio de la cual se da a conocer a sí mismo y a su voluntad, y se
divide en tres tipos:

Revelación General:
La doctrina de la revelación general enseña que Dios se
revela a sí mismo en el orden creado (la naturaleza). Esta
es revelación creacional que se dirige al hombre como
hombre (la imagen creada de Dios, Génesis 1:26; 9:6).
Revela la existencia de Dios (Romanos 1:20), la gloria
(Salmos 19:1), el poder (Romanos 1:20), la santidad
(2:14–16) y la ira (1:18). Esta revelación es sin lugar a
dudas conocida por el hombre, por lo tanto, lo deja
moralmente responsable ante Dios. (1:20; 2:1). Esta
forma de revelación está dirigida a todo hombre (por lo
tanto, se le llama revelación “general”). Aunque la
revelación de Dios en la naturaleza no le muestra al
hombre el camino de salvación, la naturaleza trinitaria de
Dios y muchas otras verdades divinas como esta, sí
muestran sí muestran que Dios existe y que Él es
poderoso y que el hombre es responsable ante Él.
(Bahnsen, 2007, p.58).

Revelación Especial:
Dios también se revela a sí mismo de manera directa y
proposicional a la mente del hombre en la Escritura. La
revelación especial es aquella revelación que es dada al
pueblo de Dios (por consiguiente, es “especial”). Esta
viene de Dios por medio de una comunicación directa,
personal, verbal (o visual), ya sea a través de mensajeros
72
especiales dotados proféticamente o a través de registros
escritos de esos mensajeros. Como aprendemos de la
Escritura: “Ninguna profecía jamás fue hecha por un acto
de voluntad humana, sino que los hombres movidos por
el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios” (2 Pedro
1:21). “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea apto y
equipado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16–17).
La importancia de la revelación especial para la
apologética se hace sentir en que la presuposición de la
verdad de la Escritura es una pre-condición
absolutamente indispensable para la verdad, el correcto
conocimiento y la ciencia (Bahnsen, 2007, p.60).

Revelación Encarnada:
La revelación a través de la encarnación es una forma
única de la revelación especial. Cuando Cristo estuvo en
la tierra durante el primer siglo Él trajo la revelación más
alta de Dios en sí mismo. Él era literalmente Dios
caminando en la tierra, aunque protegiendo Su gloria en
una forma humana (Filipenses 2:6–8). Él sólo mostró Su
majestad
completamente
una
ocasión:
en
la
transfiguración (Mateo 17:1–2). Pedro recuerda este
evento glorioso: Porque nosotros no seguimos fábulas
artificiosas cuando les hicimos saber del poder y la
venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos
testigos oculares de Su majestad. Pues cuando Él recibió
honor y gloria de parte de Dios Padre, tal declaración
como esta le fue pronunciada, “Este es Mi Hijo amado, en
el cual tengo complacencia (2 Pedro 1:16–17)” (Bahnsen,
2007, pp.60-61).
C. Ética.
“Para el cristiano, la moralidad se fundamenta en el Dios de la Escritura
quien es justo y bueno, omnisciente, omnipresente, omnipotente, personal y
eterno creador. Su voluntad, la cual tiene sus raíces en Su ser y naturaleza, es
el estándar del hombre para lo correcto.” (Bahnsen, 2007, p.62) Debido a éstas
características de Dios, se puede asegurar que los principios morales revelados
en las Escrituras siempre son justos y siempre son relevantes para la situación
del hombre, cualquiera sea ésta. Es importante destacar que el ser humano
73
requiere de un estándar seguro, es decir, inmutable en base al cual actuar, y el
único fundamento seguro para ello es un ser que a diferencia de los humanos
sea eterno y no cambie, Dios.
D.
Argumento trascendental
Por lo tanto, como la verdadera y correcta forma de interpretar un hecho
sólo puede estar dado por quien lo creó, y según la cosmovisión cristiana, fue
Dios, el de la Biblia, se concluye que sólo se puede conocer verdaderamente el
mundo y todo lo que el involucra desde sus creencias, ya que fueron
entregadas por el mismo creador, Jehová Dios.
Además, la filosofía cristiana declara ser la antítesis de la filosofía del
mundo, y agrega a ello el argumento trascendental, este dice que el argumento
principal para defender el cristianismo es la imposibilidad de lo contrario, es
decir, presionar la antítesis, hacer que el incrédulo viva consistentemente con
sus supuestos materialistas. Lo que resultará en un intento del incrédulo por
explicar sus principios en base a presuposiciones que están en colisión, y que
por lo tanto, mostrarán su inconsistencia. Al respecto el Dr. Bahnsen menciona:
El incrédulo debe ser llevado a darse cuenta de la fuerte
diferencia entre su cosmovisión y la fe Cristiana para que
se le pueda hacer ver la completa falta de significado de
su propia perspectiva. Debes darle un empujoncito al
incrédulo para que comprenda que no puede explicar en
su cosmovisión el ser bueno, ayudar a un extraño, tener
significado y demás. Debe comprender que en resumidas
cuentas, no tiene una ley que gobierne el razonamiento,
ni previsibilidad en su sistema. Carece de significado,
propósito y valor en los fundamentos de su cosmovisión
El incrédulo no reconoce la antítesis fundamental, ni
tampoco admite su propio prejuicio. Él profesará
neutralidad, razón e inocencia. Alegará que tú
simplemente estás dando un salto de fe. Debes mostrarle
su error en este razonamiento (Bahnsen, 2007, pp. 9596).
Este argumento es relevante para esta investigación, ya que muestra la
importancia para el cristiano de vivir consistentemente en cuanto a su fe, su
cosmovisión y las presuposiciones que la conforman. Además, revelan la
74
necesidad de que la educación se conforme a una cosmovisión, en este caso la
cristiana, de otra manera está viviendo como los incrédulos, de forma
inconsistente, y por lo tanto es contrario a lo que su fe defiende.
El doctor Greg Bahnsen concluye respecto a la cosmovisión cristiana:
Debido a que el cristianismo es una visión del mundo y la
vida, tiene un enfoque definitivo del razonamiento, la
naturaleza humana, las relaciones sociales, la educación,
el entretenimiento, la política, la economía, el arte, la
industria, la medicina y cada uno de los otros aspectos de
la experiencia humana (Bahnsen, 2007, p.45).
Puesto que esta tesis apunta al rol familiar en la educación, y por ende a
las responsabilidades que los padres deben cumplir en esta área, a
continuación
se
presentarán
como
parámetros
ideales
y
definiciones
conceptuales referentes a la familia, la educación y cualquier otra temática
aquellas afines a la cosmovisión expuesta.
4.2.2 Familia.
4.2.2.1
Fundamentos.
La Cosmovisión cristiana es aquella red de presuposiciones en base a la
cual un cristiano se desarrolla y actúa en el mundo. Esta red está cimentada en
su fe en Dios y por lo tanto, responde a las verdades entregadas en la Santa
Biblia. El Dr. Greg Bahnsen explica: “La Fe cristiana es un sistema coherente de
declaraciones autónomas y verdaderas, un sistema de creencias entrelazadas
que
se
apoyan
mutuamente
rellenando
una
cosmovisión
mayor
e
independiente” (Bahnsen, 2007, p.40).
Los fundamentos de esta cosmovisión se sostienen en la Biblia. Allí es
donde el cristiano puede y debe encontrar dirección para cada área de su vida,
porque es Dios quien se la ha entregado, con el fin de que viva de una forma en
que le agrade. Al respecto, el Dr. Stephen Perks comenta:
Las Escrituras son la revelación de Dios, tanto de sí
mismo al hombre, como de su voluntad para el hombre.
Por lo tanto, ellas revelan no solamente la verdad, “lo que
75
el hombre ha de creer con respecto a Dios,” sino también
la voz de mando de Dios, “el deber que Dios requiere del
hombre” (Catecismo Menor de Westminster, Q. 3, A.).
Por consiguiente, la labor de la teología es doble: en
primer lugar, el teólogo se propone entender y comunicar
efectivamente la palabra de Dios, y en segundo, aplicar la
palabra/mandato de Dios a la situación contemporánea,
proveyendo así una base inteligible para la aplicación
práctica de la fe Cristiana (Perks, 1992, p.10).
En vista de lo anterior, no existe la neutralidad en el pensamiento y los
hechos son interpretados conforme a la cosmovisión que se sostenga, la
Cosmovisión cristiana afirma que una verdadera comprensión del mundo sólo
se puede lograr si éstos son interpretados desde la perspectiva de quien los
creó. De ahí la necesidad de que los creyentes acudan continuamente al
manual que les dejó su Creador y Sustentador del Universo, la Biblia. Stephen
Perks aclara este punto:
Las Escrituras son la base esencial y fundamental para
nuestro entendimiento de Dios y de Sus obras de
creación y providencia –en otras palabras, para nuestro
entendimiento de todas las cosas– y por lo tanto, que la
Biblia habla con autoridad final sobre todos los tópicos de
los cuales trata (Perks, 1992, p.10).
Considerando estas afirmaciones, es evidente que las definiciones aquí
tratadas serán extraídas de la Biblia, ya sea directamente o a través de autores
que la hayan estudiado y obtenido de ella los conceptos, representando
claramente la Cosmovisión que sostienen los cristianos.
4.2.2.2
Definición de Familia.
El concepto de familia nace en las siguientes declaraciones bíblicas:
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que
se mueven sobre la tierra (Génesis 1:28)
76
La familia entonces se constituye por un matrimonio entre un hombre y
una mujer, los cuales son su núcleo central y pueden o no tener descendencia,
Es el acto de voluntad, el juramento mismo con Dios, lo que sostiene la
institución familia; puede incluir a otros miembros que sean parte de su
ascendencia, familiares y otras personas con o sin lazo de consanguineidad.
Gary North reconoce que “es una unidad, que al mismo tiempo se compone de
individuos diferentes. Es tanto una como diversa.” (North, 1990, p.147).
Rushdoony menciona:
En la Escritura la familia es la institución más básica de la
sociedad, a la cual se le otorgan todos los poderes más
básicos. La familia es el gobierno básico del hombre, su
mejor escuela y su mejor iglesia. La decadencia de la
familia es la decadencia de la civilización (Rushdoony,
1979, p. 2).
El matrimonio es central en la institución de la familia, ya que son los
encargados de gobernarla conforme al pacto hecho en nombre de Dios. El
hombre y la mujer se deben amor, confianza, atención y respeto mutuos, y
especialmente, ayuda mutua, en tres aspectos: promover los intereses
personales de la familia; en el mantenimiento del orden, en la educación y el
gobierno de los hijos y en la promoción del bienestar espiritual de ambos (Sorin,
1840).
Los padres son los responsables de la crianza de sus hijos, a quienes
deben guiar conforme a los mandatos que Dios les ha entregado en su Palabra.
Son responsables ante Dios de la forma en la que llevan a cabo esta función y
darán cuentas de ello. En otras palabras, la autoridad de su gobierno es
delegada y no autónoma. Rushdoony señala: “el capullo donde un niño crece y
florece es un hogar estable, en el cual las necesidades de alimento, ropa, techo,
disciplina, educación, fe y motivación del niño se satisfacen consciente y
fielmente” (Rushdoony, 2011, p. 106). También, “La ley Bíblica coloca el poder y
la autoridad en manos de los padres, especialmente en el hombre” (Rushdoony,
2011, p. 90). Es decir, es Dios mismo quien ha puesto a los padres, como los
77
encargados exclusivos de que sus hijos tengan un desarrollo físico y espiritual
que les permita vivir conforme a la cosmovisión bíblica.
Los hijos son los sujetos susceptibles del gobierno dentro de la familia,
además, son los beneficiarios principales dentro de esta, puesto que los padres
se obligan en obediencia a Dios y debido a la responsabilidad evidente que
implica un nuevo miembro en la familia, a proveerles y satisfacer sus
necesidades, las cuales se pueden resumir en asistencia social, educativa,
económica y por supuesto, afectiva. A los hijos se les debe considerar de
acuerdo a la Palabra de Dios. Es en ella donde verdaderamente se puede
comprender cómo es el niño y qué es lo que realmente necesita. A continuación
se profundizará sobre este punto.
Para el cristiano por lo tanto, esta institución tiene características que la
distinguen El Dr. Rushdoony dice lo siguiente:
La primera característica de la familia es que se le ve en
términos de una función y origen centrados en Dios. La
familia es parte del propósito de Dios para el hombre, y
su función para la gloria de Dios en su verdadera forma,
así como también para permitirle al hombre su
autorrealización bajo Dios (Rushdoony, 2011, p. 163).
Una segunda característica de la familia es su propósito. El Dr. Gary
North lo resume de la siguiente manera: “La familia es una unidad diseñada
especialmente por Dios. Él la diseñó para extender Su soberanía visible sobre
la faz de la tierra. La familia es la principal agenda de dominio. El dominio es su
tarea principal” (North, 1990, p.136).
El rol de dominio se define, en palabras de Rushdoony, como el deber
del hombre de llevar a toda la creación bajo el orden-ley de Dios, ejerciendo
poder sobre la creación en nombre de Dios (Rushdoony, 2011). Este dominio
no implica gobernar a otros, sino mostrar por el uso y ejemplo, la eficiencia de la
Palabra de Dios aplicada a las diferentes áreas de la vida y los beneficios que
otorga a la sociedad, por lo cual, los individuos que la conforman de adherirán
voluntariamente a ella.
78
El Dr. Rushdoony agrega además, una tercera característica de la familia
respecto al dominio, puesto que no se trata de un afán egoísta y destructor, sino
que, “este ejercicio de dominio y posesión es claro en que incluye
responsabilidad y autoridad. El hombre es responsable ante Dios de su uso de
la tierra, y debe como gobernante fiel, desempeñar su llamado solo en términos
del decreto o palabra real de su Soberano” (Rushdoony, 2011, p. 164).
De acuerdo a lo anterior, la familia tiene un rol fundamental en el
desarrollo de la humanidad, el Dr. Rushdoony explica: “El significado de la
familia, pues, no se debe buscar en la procreación sino en la autoridad y la
responsabilidad centrada en Dios en términos de llamado del hombre a
subyugar la tierra y ejercer dominio sobre ella” (Rushdoony, 2011, p. 164).
En palabras simples, la familia cristiana tiene el deber de conocer
profundamente la Palabra-Ley de Dios, para así entender cómo llevar a cabo su
función en la tierra, con el propósito de que todo el mundo conozca a Dios y su
Palabra; la Biblia, y puedan creer y reconocer que la única forma de que la
sociedad se desarrolle correctamente es a través de la obediencia a éstos
principios.
Para el cristianismo la familia es sumamente importante.
En ella se
busca perpetuar una cosmovisión bien fundamentada, que impedirá el
menoscabo de las funciones de esta para con Dios y la sociedad misma,
resistiendo al deterioro que se pretende llevar a cabo por medio de las
creencias hegemónicas de la actualidad como el humanismo, relativismo o el
marxismo, quienes buscan que los hijos ya no sean de los padres, sino del
Estado, del colectivo, quitándoles a los progenitores sus derechos y deberes.
Como sostiene Agustín Laje:
La familia es, en una palabra, el núcleo de la sociedad
civil, y la sociedad civil constituye la dimensión que
resulta absorbida en regímenes totalitarios por la política,
donde ésta lo invade todo. De tal modo que está en el
Partido Comunista el interés natural de anular estos
espacios donde su intromisión no está asegurada y, al
contrario, que pueden llegar a bloquearla. Ya decía
79
Lunacharski, ministro de Educación y Cultura en 1918,
que “este pequeño centro educativo que es la familia,
esta pequeña fábrica (…) toda esa maldición (…) llegue a
ser un pasado caduco”. La Internacional Comunista
reclamaba el “reconocimiento de la maternidad como
función social. Los cuidados y la educación de los niños y
adolescentes correrán por cuenta de la sociedad”, lo que
equivale a decir, por cuenta del Partido (Márquez & Laje,
2016, p. 51).
La regla general es que las responsabilidades hacia los hijos sean
ejercidas por los progenitores. Pero en la eventualidad de que éstos se nieguen
o estén imposibilitados de tomarla, por motivos de fuerza mayor u otro, los
siguientes en asumir este deber serán la familia más próxima en sus niveles de
parentesco y cercanía emocional, en su defecto, la iglesia a través de la
institucionalidad o la acción libre y privada de los individuos cristianos. En una
nación cristianizada, si todo lo anterior falla, la sociedad civil asumirá, en última
ratio, el desafío de cuidar y velar por los niños desvalidos,
cumpliendo el
mandato de Deuteronomio 6 y Santiago 1:27.
4.2.2.3
Concepto del Niño.
Es evidente que en la Cosmovisión cristiana el concepto que se tiene del
niño está fundamentado en las Sagradas Escrituras, puesto que, como ya se ha
mostrado, es radicalmente distinto a lo que afirman otras cosmovisiones.
Entonces, el primer paso para criar correctamente un niño a los ojos de
Dios, es conocer lo que Él enseña sobre su propia creación, al respecto Jack
Fennema, en su libro “Enseñando a la niñez en el Señor”, hace una completa
descripción del niño a partir de la Biblia. Allí desarrolla cuatro verdades básicas
acerca del niño: el niño es creado por Dios, el niño es un portador de la imagen,
el niño es un pecador y el niño puede ser una nueva criatura.
Cada verdad enseñada en la Palabra de Dios ha sido puesta allí con el
fin de que los responsables comprendan cuál es su rol, a qué se enfrentan y
cuál es su objetivo. Para los padres cristianos es fundamental entender
ampliamente la concepción correcta acerca sus propios hijos, sólo de esa forma
80
podrán tomar decisiones sabias en su crianza. A continuación se explicarán
estas cuatro verdades:
A.
El niño es creado por Dios: esta declaración está dada en Génesis
1:27 cuando dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los
creó; varón y hembra los creó.” A partir de esta afirmación se desprenden
cuatro características:
a)
El niño es un ser religioso, puesto que ha sido creado por Dios, el
niño es consciente de la existencia de un ser superior, y posee un deseo
intrínseco de adorar. “Todo niño es totalmente religioso. Cada pensamiento,
palabra y acción contiene un significado religioso. Él está respondiendo en
gratitud y obediencia a su creador, o está, en esencia, adorando a otro dios”
(Fennema, 2011, p.16). Tal como se explicó anteriormente, la neutralidad no
existe, por lo tanto el niño está construyendo presuposiciones acerca de Dios,
ya sea presuposiciones fundamentadas en la Biblia y por tanto en la Fe en Dios
o bien presuposiciones paganas que le lleven a pensar y actuar conforme a un
dios falso.
b)
El niño es una criatura, el niño es dependiente y finito.
El niño no obtiene su identidad, o su condición de ser
persona, desde él mismo, de otros o de sus acciones. Él
es la corona de la creación, dotado con muchos talentos
y dones por la absoluta bondad de Dios. Una de las
implicaciones de la dependencia del hombre como
criatura es que todas las personas son vistas como
iguales ante Dios. El hombre no es el centro del universo.
El niño no es el centro de su experiencia, de su escuela o
de su hogar. No funciona para sus propios propósitos. Él
debe reconocer que hay un Dios. Han de ver hacia arriba,
hacia Dios, de una manera dependiente y en
concordancia con su condición de criaturas (Fennema,
2011, pp.18-19).
c)
El niño es alguien que es único, Dios en su sabiduría decidió crear
a cada ser humano diferente de los otros, y los diseñó de esa forma.
Cada niño es creado como alguien que es único. Cada
uno tiene talentos, características y rasgos únicos. Se
debe tener cautela contra el tratar con todos los niños de
la misma manera. Los esfuerzos destinados a crear una
81
conformidad de apariencia o de conducta deben tomar en
consideración el hecho de que cada niño ha sido creado
como alguien que es único (Fennema, 2011, p.20).
d)
El niño es un portador de la imagen de Dios, por lo tanto, ha sido
creado con un propósito, una tarea y una función que llevar a cabo y para ello le
han sido dadas las herramientas. Este asunto, debido a su relevancia, se tratará
con más profundidad a continuación.
B.
El niño es un portador de la imagen, es decir, su identidad está
sellada por completo con una naturaleza que emula a la de su Creador, y que a
la vez le compromete y le capacita para llevar a cabo las tareas que le han sido
entregadas. En el periodo de la niñez, entonces, el debería ser preparado y
entrenado conforme a estas verdades de tal manera que le permitan, de forma
responsable, cumplir su tarea en el futuro.
a)
Las tareas de un portador de la imagen: podrían resumirse como
se hace en el Catecismo Mayor de Westminster, en la primera pregunta que
dice: ¿Cuál es el fin principal y más alto del hombre?, y la respuesta es: El fin
principal y más alto del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de él para
siempre. Para lograr aquello, el esfuerzo se concentra principalmente en dos
tareas generales dadas a todos los cristianos, la gran comisión que refiere
explícitamente al deber de dar a conocer el Evangelio de Jesucristo y el
mandato de dominio o mandato cultural que habla de la ocupación del hombre
como “vicegerente a cargo de la creación de Dios. Debe cuidar de ella y no
explotarla indebidamente. Las posibilidades de la creación han de ser
maximizadas por medio del desarrollo cultural. La tarea de hombre es sacar a la
luz las riquezas de la creación y ponerlas al servicio del hombre para la gloria
de Dios” (Fennema, 2011, pp.24).
b)
Las funciones de un portador de la imagen. Estas reflejan las tres
funciones de Cristo, profeta, sacerdote y rey. La condición de profeta refleja el
conocimiento de Dios, en el caso del hombre es saber (aceptar las revelaciones
de Dios y su verdad) y luego compartir ese conocimiento con otros. El
sacerdocio refleja la reconciliación de Dios para con los pecadores, en el caso
del hombre él actúa como intercesor. Él es un mediador, un facilitador, uno que
82
se acerca una persona junto a Dios, a otra gente y a la creación. Él intenta
resolver conflictos. Es un pacificador, un sanador. El reinado refleja el gobierno
perfecto de Dios. La función real del hombre es administrar el mundo que Dios
ha creado (Fennema, 2011).
En cuanto a las funciones entregadas al hombre, Fennema hace la
siguiente observación:
“Antes de que un niño pueda funcionar correctamente
como un profeta, un sacerdote y rey, primero debe tratar
consigo mismo en cada una de estas tres áreas. Antes
de que pueda funcionar como un profeta, debe poseer
autoconocimiento. Antes de que pueda funcionar como
un sacerdote, debe poseer autoentrega. Antes de que
pueda funcionar como un rey, debe poseer autocontrol.
Todo esto debe ser obtenido del Padre, por medio del
Hijo, y por el poder del Espíritu” (Fennema, 2011, p.28).
c)
La naturaleza del niño fue creada a la imagen de Dios, esto con el
fin de que el hombre estuviera equipado para llevar a cabo las funciones y con
ello la tarea que se le entregó. “El hombre en su naturaleza refleja a Dios; es
decir, el hombre en un sentido finito, dependiente y condicionado, refleja la
verdad de que Dios es infinito, independiente y absoluto” (Fennema, 2011,
p.29). A continuación, algunos ejemplos de esas características reflectantes
dadas a los hombres, que tienen implicancias en el proceso educativo del niño:
•
El niño como una unidad: él es uno, cuerpo y alma. El niño es, de
una vez, un ser racional, emocional, espiritual, físico y social.
•
El niño es racional, “el trata de encontrar un ambiente lógico y
ordenado en el cual vivir. Sus acciones tienen propósitos mientras
establece metas para su vida y se esfuerza para alcanzar esas
metas. Posee la habilidad de pensar y entender. Posee intelecto”
(Fennema, 2011, p. 30).
•
El niño es interactivo, “el niño se haya siempre en relación. Está
en relación con Dios –una relación que bien puede haberse vuelto
completa a través de Cristo, o permaneciendo quebrantada debido
a un corazón no arrepentido. También está en relación con otros y
con la creación natural” (Fennema, 2011, p.31).
83
•
El niño es responsable, “El niño ha de conocer la verdad, y el niño
está llamado a actuar y responder basado en esa verdad. Pero no
solamente se le ha dado una tarea, una responsabilidad, también
se le ha dado la habilidad de llevar a cabo esa tarea. Como
alguien que es responsable, es capaz de responder” (Fennema,
2011, p.32). Las exigencias en cuanto a esta responsabilidad
estarán
dadas
por
la
edad
del
niño
y
su
conciencia
epistemológica.
•
El niño tiene la libertad de escoger, “el hombre es una criatura y
tiene limitaciones. El hombre debe funcionar en lo interno de una
estructura, dentro de la naturaleza que se le ha dado. Él no
obtiene libertad buscando ser Dios. No encuentra libertad a través
del estilo de vida que niegue quién es él delante de Dios.
Encuentra verdadera libertad a través de la sumisión a Jesucristo
y a las normas que se hallan en la Escritura. El concepto de
libertad centrada en la sumisión (servicio) y la estructura es una
premisa fundamental para una aproximación bíblica de la
disciplina” (Fennema, 2011, pp.33-34).
•
El niño puede ser llamado a cuentas:
El hombre es considerado responsable por los criterios
que Dios ha determinado, las normas, principios,
directrices y mandamientos que se hallan en la Escritura.
El hombre solo puede ser llamado a cuentas si es
responsable y tiene libertad para escoger. Las acciones
del hombre son intencionadas y orientadas a unas metas,
no casuales o deterministas. Es verdad que los padres y
el ambiente influencian la conducta, pero decir que
causan o determinan la conducta es negar que uno es
responsable y que tiene libertad de escoger. La gente
elige lo que va a hacer, y por lo tanto, son responsables
por esas acciones. No pueden culpar a otros (Fennema,
2011, pp.34-36).

El niño tiene conciencia moral:
84
Esto quiere decir que es capaz de valorar algo como
bueno o malo, superior o inferior, mayor o menor, con
referencia a normas o estándares. El hombre es creado
con una habilidad para discernir la diferencia entre lo
correcto y lo incorrecto. Esa es una razón clave por la
cual puede ser considerado como responsable por sus
acciones (Fennema, 2011, p. 37).

El niño es creativo:
Posee habilidades creativas en al menos tres niveles.
Primero, puede emular o crear un producto similar a
aquel que alguien más ya haya hecho. Un segundo nivel
de creatividad se encuentra en la habilidad de crear un
“nuevo” producto, algo que alguien más no haya antes
creado. Puesto que solamente Dios puede crear un
producto a partir de la nada absoluta y dado que Él es la
Fuente de toda realidad, el hombre en realidad sintetiza o
crea un producto a partir de aspectos o componentes ya
en existencia. Un tercer nivel de creatividad es el de la
estética (Fennema, 2011, p.38).
C.
El niño es un pecador:
La Escritura da fe del hecho que toda la humanidad tiene
una naturaleza pecaminosa y totalmente depravada.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá (Jer. 17:9) ... por cuanto
todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios
(Rom. 3:23). La conclusión que debe derivarse, a partir
de la Escritura, es que el hombre está esencialmente
inclinado hacia los pensamientos y acciones que son
malas o malignas (Fennema, 2011, p.41).
Los maestros y padres Cristianos han de ver a sus niños
como pecadores, poseedores de una naturaleza
pecaminosa. Pero se deben notar dos advertencias:
primero, el niño retiene su dignidad y valor como portador
de la imagen, alguien a quien se le ha asignado una tarea
por parte de su Creador; segundo, en presencia de la
restricción de Dios todas las personas pueden realizar
ciertos tipos de bien. El pecado está siendo refrenado por
Dios. Por estas razones todas las escuelas pueden ser
lugares de mutuo respeto y de orden (Fennema, 2011,
p.44).
D.
El niño puede ser una nueva criatura:
85
Todos los niños son creados por Dios. Todos los niños
portan la imagen de Dios. Todos los niños son
pecadores. Pero no todos los niños son nuevas criaturas
en Cristo. Los hombres se convierten en hijos de Dios
solo cuando colocan su fe en el acto salvador de
Jesucristo, es decir, la expiación por medio de su muerte
y la vida eterna a través de su resurrección. Una relación
personal con Dios por medio de la fe en Jesucristo es
una parte integral de la justificación por Dios y señala el
principio de la restauración de la imagen de Dios que Él
completa en el cielo (Fennema, 2011, p.46).
4.2.2.4
Rol parental.
Los hijos son de Dios, el cuál mediante la delegación de autoridad ha
designado a los padres como los responsables por sus vidas. Se deduce
entonces, que terrenalmente, los hijos son de los padres, lo que puede parecer
obvio, pero actualmente la sociedad ha olvidado esta premisa; son los padres
quienes engendran y crían a los niños, por lo tanto, ellos son la autoridad
máxima dentro de la familia y es Dios quien les ha entregado dicho mandato y
lo ha legislado en la Biblia. Allí se establece que la familia es la responsable del
niño, y ninguna otra institución, ni el estado, ni la iglesia institucional, pueden
arrogarse este derecho y deber a priori. Además, ninguna de estas
instituciones, salvo la familia, está naturalmente capacitada para alcanzar la
plenitud y la excelencia que tal labor requiere.
El objetivo que persigue la labor de los padres es el que sus hijos sean
criados como responsables ante Dios y la sociedad. Para ello, Dios mismo ha
señalado cuáles son las obligaciones de los padres. Éstos deberes, primero,
son un compromiso para con Él y luego para con sus hijos, lo que supone la
suma relevancia de cumplir este rol de forma eficiente. De no hacerlo, se
afrenta al soberano creador, lo que trae perniciosas consecuencias al niño y su
entorno. He aquí una cuestión trascendental, y es que el niño es afectado no
solo por el descuido particular hacia él, sino porque providencialmente el
decreto-ley (Deuteronomio 28) establece tal sanción al incumpliendo de la
obligación para con Dios. Por lo tanto, los padres tienen la responsabilidad de:
86

Proveer:
Los
padres
son
los
encargados
de
sostener
económicamente la vida del niño y satisfacer sus necesidades básicas de
alimentación, salud y abrigo, asegurar la viabilidad, la integridad biológica y la
supervivencia del organismo. Son las personas más idóneas para hacerlo, ya
que son sus propios hijos, no unos extraños. Esta es la razón de por qué en
toda la historia nada ha igualado la eficiencia económica mostrada por la
familia. Ella no tiene paralelo en su contribución a la estabilidad del orden
social. Bien lo explica Rushdoony en su libro Ley y Libertad:
La familia como unidad económica tiene un excelente
plan de distribución del trabajo, en el que ciertos deberes
se asignan al padre y otros a la madre y otros a los hijos.
Son deberes y derechos mutuos que se llevan a cabo
con un grado mayor de éxito que en otras instituciones, a
pesar de todos los problemas. La familia, además, puede
soportar y sobreponerse a más embates que cualquier
otra institución, ya sean desastres económicos,
desacuerdos, catástrofes y cosas parecidas (Rushdoony,
2011, p.102).
La biblia declara que el hombre que no sustente a su familia está siendo
rebelde a un mandato directo de Dios, y además demuestra ser incapaz de
gobernar con sabiduría y honor ya que si no es capaz de gobernarse a sí
mismo no será capaz de gobernar a otros.

Amar: La familia, en especial los padres tienen el deber y el
privilegio de entregar amor a quienes Dios les ha entregado para su crianza,
este amor incluye el entregar afecto, compañía, consuelo, ayuda entre otras
acciones, esto se da de forma natural debido a la realidad de que somos seres
emocionales, cuyos sentimientos han sido dados por Dios para construir
relaciones que además de involucrar responsabilidades, entreguen apoyo,
motivación y alegría en los otros para así poder continuar unidos y cumplir los
propósitos que se les han entregado. El apoyo proporciona al organismo en
desarrollo un buen ajuste psicológico, un sentido de bienestar personal,
confianza en el mundo y competencia en las relaciones con los otros. El amor
hace que cada uno de los miembros de la familia esté dispuesto a servir al otro,
“los niños no son los únicos a quienes la familia gobierna: a los padres también.
87
A la madre la gobiernan las necesidades de su esposo y sus hijos. Al padre lo
gobierna la obligación de mantener a su familia, protegerla y darles el ejemplo y
la dirección que necesitan” (Rushdoony, 2011, p.100)

Proteger: Rushdoony lo dice de la siguiente manera:
La familia tiene la función de vigilancia y protección, los
miembros de una familia se vigilan unos a otros; se
esfuerzan por mantener a sus miembros en línea y fuera
de problemas. Los miembros de una familia no sólo se
vigilan y castigan, sino que se ayudan unos a otros en
función protectora de la cuna a la tumba (Rushdoony,
2011, p.102).
 Educar: La familia es la primera escuela del hombre, es la que le
entrega los fundamentos básicos para la vida. Dios ha delegado la autoridad de
los hijos y todo lo relativo a ellos, directamente a los padres y además les ha
mandado a ser los responsables de la educación de sus hijos, una educación
fundada en la cosmovisión bíblica. Esto se confirma en los siguientes
versículos:
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y
amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu
alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes (Deuteronomio 6:4-7).
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del
Señor (Efesios 6:4).
Al respecto el Dr. Stephen Perks afirma:
El objetivo de la educación es entonces promover la
madurez a la imagen de Dios y es la labor de los padres
Cristianos cuida al niño, moldear su carácter y
disciplinarlo en términos de los propósitos de Dios para
su vida. Es importante comprender aquí que los padres
Cristianos son responsables no sólo de proveer a sus
hijos una educación, sino que también son responsables
del tipo de educación que sus hijos reciben. La institución
ordenada por Dios responsable de la educación es la
familia (Perks, 1992, pp 41, 67).
88
4.2.3 Educación, en la Cosmovisión Cristiana.
4.2.3.1
Concepto de Educación Cristiana.
De acuerdo con el Dr. Rushdoony las presuposiciones de la educación
cristiana son (Rushdoony, 2007, pp. 20-21):

La soberanía de Dios, y la autoridad de su Palabra infalible.

El pensamiento crítico es una habilidad que todo cristiano debe poseer, y
puede florecer mucho mejor en el contexto del cristianismo bíblico que en el
contexto del humanismo autónomo. La educación cristiana necesita enfatizar el
pensamiento crítico cristiano, una crítica del hombre y de la sociedad en
términos de la fe bíblica.

La educación cristiana es, franca y honestamente, autoritaria, es decir, se
organiza en términos de la autoridad de Dios.

La educación cristiana debe afirmar siempre la ley absoluta de Dios.
Todas las esferas de la vida se hallan bajo las leyes absolutas de Dios.

El propósito de la educación cristiana no es académico: es religioso y
práctico. El propósito del hombre es edificar el reino de Dios.
El concepto cristiano de la educación se construye en base a las
presuposiciones mencionadas y a la tarea que le ha sido encomendada al niño
para el futuro, Sthepen Perks la define de la siguiente manera:
Una educación cristiana es una que capacita al
estudiante a pensar los pensamientos de Dios después
de Él, en cada disciplina y área de la vida, en otras
palabras una que le provee tanto el marco conceptual
basado en y consistente con la interpretación definitiva de
la realidad establecida en la Palabra de Dios y las
herramientas intelectuales para asimilar la información de
la realidad de ese marco. (Perks, 1992, p. 50).
4.2.3.2
Propósito de la Educación Cristiana.
Todo el proceso educativo se lleva a cabo con el fin de trabajar para el
ejercicio del dominio que ha sido mandatado a los cristianos, por ello Stephen
Perks señala:
89
El propósito de la educación cristiana es capacitar al niño
para crecer a la imagen de Dios en un adulto maduro,
equiparlo para tomar sus responsabilidades como el
portador de la imagen de Dios y proveerle con las
herramientas para cumplir su mandato como creación de
extender su dominio sobre la tierra como el vicegerente
de Dios (Perks, 1992, p. 50).
4.2.3.3
Fundamentos de la Educación Cristiana.
Los fundamentos que sostienen esta definición de educación y su
propósito son: que debe propender a que el niño obtenga la sabiduría bíblica y
que según las Escrituras la disciplina es la forma correcta para alcanzarla.
Referente a la sabiduría bíblica como el requisito fundamental para llevar
acabo el mandato de dominio, Stephen Perks comenta:
Se ha establecido anteriormente, que el propósito de la
educación es capacitar al hijo para que madure a la
imagen de Dios y así, equiparlo para cumplir su vocación
en la vida como vicegerente de Dios y extender su
dominio sobre la tierra. Si el hijo ha de llevar a cabo su
llamado, debe obtener sabiduría. En la Biblia, la sabiduría
es establecida como el objetivo principal de la educación:
“Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;. . . no la dejes
y ella te guardará; ámala y te conservará. Sabiduría ante
todo, adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones
adquiere inteligencia (Proverbios 4:5–7) (Perks, 1992,
p.68).
Se deduce que la sabiduría proviene de Dios y sólo se puede adquirir por
medio de un conocimiento verdadero acerca de Él y de su Palabra. Stephen
Perks continúa su exposición:
Fundamentalmente, la palabra bíblica de sabiduría reúne
tres factores: conocimiento, vida y ministerio. Es el
conocimiento, la comprensión de la perspectiva de Dios,
hecha provechosa para el diario vivir para Él y (como
parte de esto) compartida con otros y utilizada para
ministrarles.” La filosofía bíblica de la educación, por lo
tanto, abarca más que la mecánica de adquirir
conocimiento o información técnica. Su objetivo va más
allá de la “autorrealización” del hijo. Tampoco está
simplemente preocupada con capacitar al hijo para
“desempeñar una papel útil en la sociedad.” Está
interesada con adquirir sabiduría e involucra una actitud u
90
orientación en la vida de sumisión a la palabra de Dios y
un compromiso a la verdad ahí revelada. Su propósito es
capacitar al niño para cumplir su verdadero llamado en la
vida en una comunión de pacto con Dios y así, “glorificar
a Dios y disfrutarlo por siempre (Perks, 1992, p.70).
En cuanto al mandato dado por Dios a los padres de entregar esta
sabiduría bíblica por medio de la disciplina, la palabra de Dios señala este
concepto como una de las responsabilidades principales de los padres y lo dice
en Efesios 6:4 “Padres no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor”. Esta palabra deriva del griego
paideuô/paideia y puede ser traducida por disciplina o crianza, es decir, de
acuerdo a la Escritura son una misma cosa. Jack Fennema indica que “el
equivalente en hebreo en el antiguo testamento es yisscr/mûsar, que se define
como “instruir, amonestar, corregir, disciplinar, castigar”. Generalmente se
refiere a la disciplina en el sentido de enseñanza o incluso indicarle a una
persona que obedezca la ley de Dios” (Fennema, 2011, p.96). Se deduce por lo
tanto que la Biblia utiliza este término para referirse a la educación, y a la vez
este se divide en dos acciones inseparables: instruir y corregir.
La disciplina es la responsabilidad principal de los padres y en parte de
los maestros cuando los niños asisten a clases específicas en alguna escuela o
academia, este compromiso está dado por su mayor madurez, por lo que son
tenidos como más responsables que los niños en este proceso. La disciplina
bíblica se basa en la subordinación, Jack Fennema lo aclara de la siguiente
manera: “la imagen es la de los niños inmaduros e inexpertos que están siendo
dirigidos hacia la meta correcta por un maestro más maduro y experimentado,
quien se halla en autoridad sobre ellos” (Fennema, 2011, 96).
Instruir se refiere a toda la enseñanza que se entrega al niño,
principalmente el entrenamiento moral y también el académico. Los padres
comienzan esta instrucción desde que el niño nace, esta dirección o instrucción
es positiva, los adultos son quienes deben tomar la iniciativa. Los padres
principalmente y los maestros explica Fennema “han de tomar a sus hijos de la
manos y no solamente para dirigirles, sino también enseñarles de tal manera
que los niños puedan eventualmente navegar por el sendero por ellos mismos.
91
La meta es la autodisciplina, o si se quiere la Cristo-disciplina (Fennema, 2011,
p.103).
“Los maestros y los padres han de trabajar de manera intencionada,
permitiéndoles a los niños tanta libertad de elección como la que puedan
manejar responsablemente en cada nivel de crecimiento” (Fennema, 2011, p.
103). La instrucción que tiene el objetivo de transmitir la cosmovisión bíblica al
niño, se realiza principalmente a través de las palabras, principalmente
enseñanza de la Palabra de Dios y de las acciones, entendiendo por acciones
aquellas concordantes con las enseñanzas, ejemplificadas por los padres y que
luego serán imitadas por los niños, ambas son necesarias y deben ser
consistentes unas con las otras, llegando así a la verdadera sabiduría, cuyo
conocimiento incluye la práctica, el llevar a la realidad el aprendizaje
aplicándolo efectivamente en cada área de la vida.
Corregir (Escarmentar): es una disciplina correctiva que pretende
cambiar un aprendizaje contrario a los propósitos establecidos por los padres,
que además van en contra de los principios bíblicos entregados. Esta
corrección se lleva a cabo por medio de un escarmiento, que lejos de pretender
infundir miedo en el niño, busca redirigirlo hacia la conducta adecuada, el
énfasis recae en las acciones futuras. “El escarmiento es reformativo y tiene el
crecimiento personal como meta, es un medio para hacer madurar a una
persona, es hecho en amor y se enfoca en el futuro” (Fennema, 2011, p. 178).
A los padres les ha sido delegada la autoridad por parte de Dios para
corregir a sus hijos mediante el escarmiento, este debe ser llevado a cabo con
sabiduría, con propósitos espirituales, es decir, conforme a la ley. La Biblia
advierte a los padres: Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se
apresure tu alma para destruirlo (Proverbios 19:18). Es decir, el escarmiento
debe ser proporcional a la gravedad del acto pecaminoso que haya cometido el
niño, y debe comenzar con una corrección verbal y una explicación de su falta.
92
4.2.3.4
Institución responsable.
Los responsables de entregar una educación cristiana a los niños son
sus padres, a ellos se les ha dado este deber de parte de Dios. Diferentes
autores lo confirman:
Rushdoony señala: “Un aspecto fundamental del sustento que los padres
les debían al hijo es la educación en el sentido más amplio de la palabra.”
(Rushdoony, 2011, p. 182) “Se necesita más que nunca recalcar que los
mejores y más fieles educadores son los padres bajo Dios. La mejor escuela es
la familia” (Rushdoony, 2011, p. 185)
North lo explica de la siguiente manera:
Así que los padres deben a sus hijos la enseñanza. Los
padres han de entrenar a sus hijos para que sean
obedientes, pero también independientes. Han de
fomentar la madurez en sus hijos. La educación de los
hijos es la obligación moral de los padres. Ellos son los
que determinan si a sus hijos se les enseña la verdad o
no. Son responsables ante Dios por la crianza de sus
hijos. Son incluso responsables del contenido de la
enseñanza que reciben sus hijos. Por eso es una
responsabilidad tan grande tener hijos (North, 1990,
pp.138-139).
Ronald Kirk por su parte señala:
Los padres debiesen adquirir el poder y la habilidad de
educar a sus hijos. Un sistema Bíblico de educación
debiese proveerle al hogar la visión y las herramientas
necesarias para cumplir la responsabilidad paterna de
educar a la familia (Deut. 6; Efe. 6). Aunque los padres
puedan de manera correcta delegar alguna autoridad a
otros maestros, de acuerdo al principio Bíblico de
especialización (1 Cor. 12), la responsabilidad final por la
educación de los niños sigue siendo de los padres (Kirk,
2002, p.1)
Cuando los padres comprenden su responsabilidad, entienden también
que la eficiencia en el ejercicio de ésta no está asegurada al elegir una u otra
modalidad (escuela regular estatal, escuela privada, comunidad educativa,
homeschool u otra). Ellos, que entienden además el concepto de educación
bíblica, analizarán el sistema que les permita cumplir con el propósito
93
fundamental, buscarán una opción que enseñe a sus hijos a pensar como
creyentes, a formar una cosmovisión bíblica que le entregue las herramientas
para llevar a cabo el mandato de dominio.
Para el cristiano el propósito de la educación es facilitar
maduración a la imagen de Dios y el crecimiento a una
hombría verdadera y una feminidad verdadera de manera
que el hijo pueda ser capaz de cumplir su mandato como
creación en obediencia a la palabra de Dios. De aquí se
deriva que el tipo de educación que les damos a nuestros
hijos debe ser una que sea completamente fundada en la
cosmovisión Cristiana y que busque someter todas las
disciplinas a la autoridad de la palabra de Dios como es
revelada en las escrituras del Antiguo y Nuevo
Testamento. Por consiguiente el negarle a nuestros hijos
tal educación es abandonar nuestras responsabilidades
como el pueblo de Dios de pacto (Perks, 1992, pp. 6768).
La escuela es una facilidad válida disponible para los
padres, como un servicio para entrenamiento especial en
materias específicas. Pero al hacer uso del servicio
ofrecido por la escuela, los padres Cristianos se deben
asegurar de que la filosofía educativa y la práctica son
consistentes, apoyarán y alentarán la perspectiva de
pacto Cristiana que deberá gobernar la educación del
niño en todo nivel (Perks, 1992, p. 71).
Los límites en la delegación de la autoridad que les ha sido dada a los
padres, está determinada por las características de la cosmovisión que
sostenga la institución o individuo que preste el servicio educativo. Servicio que
no supone que el niño pase jornadas completas varios días a la semana en la
institución o academia, sino que se utilice como servicio educativo
complementario a la labor de los padres en aquellas disciplinas que ellos junto a
sus hijos estimen convenientes desarrollar para su especialización, el Dr.
Stephen Perks lo resume así:
Los padres son responsables por el tipo de cosmovisión
que sus hijos beben y del tipo de instrucción que reciben
en sus materias específicas. Los objetivos educativos
generales y la perspectiva, así como las disciplinas
específicas enseñadas caen dentro del área de la
responsabilidad del padre. Así es que, se dice que los
94
maestros están in loco parentis, es decir, tomando el
lugar de los padres en la educación de sus hijos. Por lo
tanto, es la responsabilidad de los padres asegurarse de
que sus hijos son educados en términos de la fe
Cristiana, no en la religión humanista y el estado de
Moloc. Dios va a requerir esto de nosotros (Perks, 1992,
p. 73).
4.2.3.5
El currículum cristiano.
El Dr. Rushdoony, en su libro “Filosofía del Currículum Cristiano”, declara
lo siguiente: “Un currículo cristiano, para ser fiel a sí mismo, debe ser cristiano
en todos los sentidos” (Ruhdoony, 2007, p.10).
Un currículum cristiano es el plan de estudios que sostiene y promueve la
Cosmovisión Bíblica. Está fielmente fundamentado en la Biblia, la que dirige
todo el quehacer educativo por medio de sus principios y mandatos; éstos son
inmutables en sí mismos por que han sido dados por Dios, pero deben ser
relacionados de tal forma a la época que sean pertinentes a ella y a sus
necesidades, haciéndolo relevante al contexto. Por último, implica el conocer
bíblico, es decir, una estrecha relación entre el intelecto, los sentimientos y la
acción del estudiante, o sea, un involucramiento total. Todo lo anterior, con el
objetivo de que el estudiante reciba la preparación que le permita glorificar a
Dios en su etapa y en el futuro.
Por lo tanto, según la definición dada, la descripción del currículum se
resume en tres conceptos, debe ser bíblico, atingente y llevar al verdadero
conocimiento.
A. Debe ser bíblico. De Jong comenta al respecto: “Puesto que la Biblia
es la única guía válida y confiable para la práctica y planificación en la
educación, se debe rechazar cualquier dirección ofrecida por parte de fuentes
antitéticas” (De Jong, 2010, p.133). El Dr. Rushdoony agrega:
La soberanía de Dios en la Educación requiere de
nosotros que reorganicemos toda la Educación en
términos de la fe y las presuposiciones bíblicas; que
afirmemos los derechos imperiales del Rey Jesús en
todas las áreas de la vida y el pensamiento, y que le
brindemos a nuestro Señor su debida obediencia en la
Iglesia, el Estado, la escuela, el hogar, la vocación, y en
95
la totalidad de la vida. Nada que sea menos que esto es
cristiano (Rushdoony, 2007, p.87).
B. Un currículum está siempre en desarrollo, con el fin de ser atingente a
la época y cultura en la que se desarrolla, al respecto Rushdoony señala:
Un currículo sólido tiene como fundamento una fe
inmutable en el Dios soberano y trino y en su Palabra
infalible, por ende reconocerá que el hombre y sus
problemas cambiarán y se desarrollarán. El área de lo
inmutable se encuentra en Dios y en la eternidad, no en
el tiempo ni el hombre.
El currículo sólido será un currículo relevante, y la
relevancia requiere dos factores, un mundo de absolutos,
y un mundo de cambio. No es suficiente aferrarse a los
absolutos de Dios: deben ser relacionados –de manera
continua y fresca– con los tiempos y sus cambios.
La relevancia es más que las asignaturas: es también
una fe que hace conexiones, establece relaciones y se
desarrolla por medio de su habilidad para unir las cosas
en relaciones significativas y útiles. Esto involucra el
elemento personal (Rushdoony, 2007, pp. 11-12).
Sólo hay un elemento que nunca debe ser quitado del currículum. “La
Biblia y la ley bíblica son básicas para cualquier currículo sólido y no pueden ser
excluidas sin evitar la anarquía educativa” (Rusdoony, 2007, p. 11). Los
contenidos adicionales que se enseñen deben ser pertinentes al contexto y
características del niño, eso determinará la profundidad y extensión de la
información entregada en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Las diferentes
materias, matemáticas, literatura, ciencias u otra serán enseñadas conforme a
lo que los padres estimen conveniente y necesario, siempre y cuando también
sean sometidas a la cosmovisión bíblica.
C. Considerando que la definición de educación cristiana señala que el
estudiante debe lograr conocer a Dios y su Palabra de tal forma que pueda
capacitarse para ejercer las tareas dadas por su Creador, Norman De Jong
señala:
Si el estudiante cristiano ha de conocer a Dios y disfrutar
de Él para siempre o ha de amar a Dios con todo su
96
corazón, alma y mente, entonces el proceso educacional
debe fomentar ese conocimiento y amor en todos y cada
uno de sus puntos. Como exhorta Deuteronomio 6 “Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes Y las atarás como una
señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus
ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus
puertas.” (vss. 7-9) (De Jong, 2010, p.141).
La definición bíblica del concepto conocer expone la necesidad del
involucramiento de la persona que está recibiendo la enseñanza, el comentario
de Jack Fennema aclara este punto:
Conocer, bíblicamente, significa saber de manera total.
Incluye tanto las obras internas del hombre y, basado en
el compromiso de corazón, la manifestación externa de
esas obras. Las palabras creencia y conocimiento tienen
en gran medida el mismo significado en la Escritura. Hay
tres aspectos interrelacionados e interdependientes en
cuanto al creer bíblico y saber bíblico. El verbo yadá,
“conocer”, significa una unificación de intelecto,
sentimiento y acción. Así cuando se usa yadá en la
Escritura, conlleva con él las tres dimensiones de
pensamiento, sentimiento y hacer o respuesta. El saber
bíblico es un acto total (Fennema, 2011, p.77).
Como el saber bíblico es un acto total, en que el individuo como unidad
es enseñado y “que la doctrina y los métodos educativos bíblicos son dignos de
confianza, en ellos se encuentra el fundamento para la vida y el aprendizaje
basado en la fe” (Kirk, 2002, p.2). Se deduce que un currículum con un enfoque
educativo bíblico produce un verdadero conocimiento, esto ya que:
Un enfoque educativo bíblico es autocorrectivo: Debido a
que el aprendizaje es esencialmente arrepentimiento
constantemente buscamos corregir nuestra visión de
Dios, del hombre y las cosas lo mismo que las prácticas
de nuestra vida, para conformarnos cada vez más a la
imagen de Cristo en pensamiento y en acción (Kirk, 2002,
p.2).
La educación Bíblica en cosmovisión es espiritual. No
asumimos ningún otro fundamento apropiado para
cualquier logro humano que no sea el temor del Señor y
97
el amor de Jesucristo” (Kirk, 2002, p.2). Es espiritual en el
sentido de que está siendo guiado por el Espíritu Santo y
por lo tanto, es conforme a la ley de Dios.
La educación Bíblica en cosmovisión es intelectual. Pablo
dijo que hemos de ser transformados – en nuestra
calidad esencial interna – por la renovación de nuestras
mentes. Un enfoque Bíblico del aprendizaje busca alinear
la cabeza y el corazón conforme a la provisión y la gracia
de Dios para el hombre (Kirk, 2002, p.3).
Una filosofía educativa Bíblica reemplaza el sistema
enfocado en el logro/fracaso de haz esto o muere. Más
bien, la fe se aplica a un proceso de crecimiento
continuo, a pesar de la habilidad innata o del logro
presente, a través de la diligencia y de una confianza
perseverante en Cristo para que produzca incremento a
su debido tiempo” (Kirk, 2002, p.3).
El currículum cristiano responde a un propósito y para llevarlo a cabo,
debe cumplir con ciertos requisitos que aseguren su fundamento en una
teología sólida, en términos de la resurrección y del llamado del hombre a
ejercer dominio y a sojuzgar la tierra. Este currículum es empleado con el fin de
que la educación sea totalmente práctica y significativa. Rushdoony describe
estos requisitos prácticos de la siguiente manera (Rushdoony, 2007):
Primero, al estudiante se le debe capacitar para crecer en el dominio de
sí mismo, para ello se utilizan las Escrituras, las que nos capacitan para
entendernos a nosotros mismos y a otros, y también para conocer a Dios, es la
herramienta básica del currículo que permite al niño tener un carácter
autodisciplinado.
Segundo, un currículo cristiano deberá capacitar al estudiante para
ejercer dominio sobre el mundo. El propósito es preparar generación tras
generación para dominar todas las áreas de la vida y del pensamiento. Se le
debe enseñar que el pueblo de Dios debe afirmar los derechos reales del Rey
Jesús sobre todas las áreas de la vida.
Tercero, la meta de la educación cristiana no puede ser el conocimiento
exhaustivo, académicamente hablando, sino, más bien el conocimiento de
principios. El cristiano debe comenzar con una abierta confesión de su fe en el
98
Dios trino de las Escrituras y Su palabra infalible y en el hecho de que “todas las
cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”
(Juan 1:3).
Cuarto, una educación cristiana instruye acerca de los oficios de Cristo,
como sacerdote, profeta y rey, y enseña que sólo a través de la fe en su obra se
puede alcanzar el conocimiento verdadero. Puesto que la neutralidad no existe
y que los efectos noéticos del pecado han dañado el razonamiento humano,
éste sólo puede ser restaurado a través del dominio de Cristo sobre la vida del
hombre.
Algunos ejemplos de un currículum cristiano pueden darse en la forma en
que se abordan las diferentes materias. A continuación, Rushdoony expone:
Comienza por la ley. “Para el cristiano, la ley no se encuentra bajo el
Estado, ni es producto del Estado sino una expresión de la santidad y orden de
Dios” (Rushdoony, 2007, p.8).
El enfoque de la historia, a diferencia del humanismo que trata esta
materia desde dentro del tiempo y se lleva a cabo por la acción del hombre, en
el cristianismo “el tiempo y la historia están determinados por igual desde toda
la eternidad por el Dios trino” (Rushdoony, 2007, p.9).
La economía debería ser incluida desde la secundaria como una esfera
independiente de la Ley, que capacite al estudiante en este asunto conforme a
lo que la Palabra Dios enseña y no el Estado.
99
5. MARCO METODOLÓGICO.
5.1
Paradigma y diseño de investigación.
El presente estudio intenta dar respuesta a la pregunta de investigación
mediante la estructura teórica dada por el Sistema Educativo chileno,
principalmente a través del currículum y su conformación, de igual modo, la
búsqueda de bibliografía que respalda la cosmovisión cristiana.
Para dilucidar esto, es necesario realizar un análisis de la cosmovisión
que sostiene y promueve el Estado chileno respecto a la familia y la educación,
debido a que es la institución principal en llevar a cabo el proceso de
escolarización en el país mediante su Sistema Educativo.
Así también, es necesario exponer la postura bíblica en el tema de la
familia y la educación que sostienen las personas con una cosmovisión cristiana
y así reflejar las diferencias y/o similitudes que ésta tenga con la impuesta por
el Estado, propendiendo a la búsqueda de un consenso, o bien, una solución
que permita a los padres cristianos ejercer el rol que sus creencias les
demandan, ya que por medio del marco teórico expuesto se visualiza una
tensión entre ambos conceptos.
En virtud de lo anterior, con el propósito de abordar eficazmente el
problema de investigación, se utilizará un modelo de investigación encuadrado
en el paradigma cualitativo debido a las características propias de nuestro
objeto de estudio. “Este modelo permite profundizar y comprender los
fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en relación
con el contexto en el que se encuentran inmersas sus experiencias”
(Hernández, 2010, p.364).
Asimismo, la meta de la investigación que utiliza el paradigma cualitativo,
es describir, comprender e interpretar los fenómenos relacionados, es
imprescindible para los propósitos de ésta investigación indagar y conocer la
teoría de los conceptos de familia y educación y sus implicancias desde las dos
cosmovisiones presentadas, la del Estado y la cristiana.
100
Para sustentar estos conceptos bajo las definiciones del Estado, se
utilizaron el Marco legal como la Constitución, La Ley General de Educación
incluidos los documentos originados en el Ministerio de Educación, como el
Marco para la Buena Enseñanza, Marco para la Buena Dirección, Currículum
Vigente y las Bases Curriculares, además de autores entendidos y reconocidos
en el tema.
Para los conceptos de
educación y familia
tratados desde una
cosmovisión cristiana, se ha considerado la Biblia, puesto que para los
creyentes, es ella la que posee la máxima autoridad legislativa, por lo tanto, los
principios, definiciones y delimitaciones de responsabilidad han sido definidos
allí. Además, se han utilizado libros de diversos autores expertos en el estudio
de las Escrituras y que sostienen también una cosmovisión cristiana, tales como
los Doctores Bahnsen, Rushdoony, Gary North, entre otros. Además del uso de
la Hermenéutica, que permite extraer las verdades insertas en el texto bíblico.
5.2 Procedimientos para generar el análisis de la información.
Considerando que esta investigación utiliza el enfoque cualitativo, se
hizo uso de diversas técnicas de recogida de información, las cuales
permitieron generar un marco teórico que da un sustento sólido para el posterior
análisis de resultados. El contenido recopilado y organizado desde dos
cosmovisiones distintas, estatal y cristiana, fue obtenido a través de la
indagación, selección, comprensión y lectura de textos entre los cuales se
encuentran libros, seminarios, artículos de revista, documentos oficiales,
documentos legales, textos informativos, manuales e instructivos.
Dado que el método cualitativo apunta a la comprensión de las ideas
manifestadas por la narración de los autores, es necesario destacar que la
información se obtuvo mediante el uso del instrumento de la comprensión y por
medio de la técnica de la lectura de textos. La cual es definida por Ruiz de la
siguiente manera:
La comprensión es aquel modo de recoger información
en el que la realidad social es entendida como un texto
contextualizado en el que puede descubrirse un sistema
101
gramatical, un soporte léxico y un conjunto de significado.
La lectura equivale a un análisis sistemático de un texto,
que es visto como un espejo o lago transparente en el
que puede verse a través de su soporte literario cuanto
en él se contiene en una forma precodificada que es
preciso comprender (Ruiz, 2009, p.76).
5.3 Técnicas de análisis.
Se ha seleccionado la técnica de análisis de contenido, puesto que es la
forma más organizada para conocer e interpretar las distintas definiciones
conceptuales que tienen relación con la educación y la familia, y también la
información expuesta acerca de las diferentes posturas. Entre las herramientas
ofrecidas por el paradigma cualitativo, el análisis de contenido es la que mejor
se ajusta
para
la finalidad de
esta
investigación,
considerando
las
características de nuestro estudio. “Esta técnica nos ofrece la posibilidad de
abordar el estudio de las ideas más que de las palabras” (Hurtado, 1998, p.
506).
Actualmente, se puede considerar el análisis de
contenido como una forma particular de análisis de
documentos. Con esta técnica, no es el estilo del texto lo
que se pretende analizar, sino las ideas expresadas en él
(López, 2002, pág. 173).
El objetivo es, por lo tanto, aplicar este método con el propósito de
realizar una comparación de las cosmovisiones que tienen dos instituciones
pertenecientes a la sociedad actual y, para ello, es necesaria la interpretación
de sus fundamentos e implicancias en la vida de los niños y en la sociedad
misma.
En el análisis de datos, la acción esencial consiste en recibir datos no
estructurados y muy variados (visuales, auditivos, textos escritos y expresiones
verbales y no verbales). Estos son principalmente narraciones de los autores y
observaciones del investigador, los que son estructurados por este último.
Para el desarrollo de la investigación, se presenta un breve recorrido por
la Historia de la Educación chilena mediante la visión de diferentes autores,
quienes entregan datos históricos relevantes, plasmados en sus libros, respecto
102
a la conformación del Sistema Educativo de nuestro país; Sol Serrano, Luis
Celis, Harriet, Campos, Harald Beyer, son algunos de los seleccionados.
Para el concepto de familia y su rol respecto de los hijos se utilizaron
documentos legales como el Código Civil y definiciones extraídas de libros
escritos por estudiosos del área, tales como Bolívar, Rodrigo y Gubbins.
En relación al Marco Legal, se consideran algunos artículos de la Ley
General de Educación, principalmente para entregar la definición del concepto
de Educación ratificada en nuestro país, como así también, aspectos
relacionadas a su conformación. Del mismo modo, respecto a lo Legal, se
contempla la Constitución Política de Chile, decretos del Código Civil, como así
también La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y la
Convención sobre los Derechos del Niño. Además, de documentos oficial del
Ministerio de Educación , tales como El Marco para la Buena Dirección y el
Liderazgo Escolar y las Bases Curriculares del Currículum Vigente.
Por otro lado,
para el desarrollo de la cosmovisión cristiana y sus
fundamentos en las definiciones de familia y educación, se utilizó como la
fuente de máxima autoridad la Biblia que es el libro sagrado para los cristianos,
en ella se encontraron múltiples referencias a los temas expuestos, lo que por
medio
del
uso
de
la
hermenéutica
permitió
extraer
los
resultados
correspondientes.
Respecto a la hermenéutica, Berkhof comenta:
Propiamente hablando, la hermenéutica es el arte de
interpretar (to hermēneuein), pero hoy se usa el término
para referirse a la teoría de este arte. La hermenéutica
es la ciencia que nos enseña los principios, métodos y
reglas de interpretación: Debemos distinguir entre la
hermenéutica general y la especial. La primera se refiere
a la interpretación de toda clase de escritos; la última a
cierta clase definida de producciones literarias, como
leyes, historia, profecía o poesía (Berkhof, 2005, pág. 2).
Por otro lado,
Martínez se refiere a la Hermenéutica como técnica
de análisis con las siguientes palabras:
103
Toda ciencia trata de desarrollar técnicas especiales para
efectuar observaciones sistemáticas y garantizar la
interpretación. De esta forma, la credibilidad de los
resultados de una investigación dependerá del nivel de
precisión terminológica, de su rigor metodológico
(adecuación del método al objeto), de la sistematización
con que se presente todo el proceso y de la actitud crítica
que la acompañe.
En la investigación tradicional siempre se ha utilizado la
hermenéutica (arte de interpretar) en un capítulo final,
generalmente titulado “interpretación de los resultados” o
“discusión de los resultados”, en donde se pregunta el
investigador qué significan en realidad esos resultados
(Martínez, 2002, p.1).
Además se utilizaron libros y artículos de autores que sostienen una
cosmovisión cristiana y que haciendo exégesis de los textos bíblicos han
interpretado todo lo referente a las temáticas de interés de éste análisis. Estos
autores tienen como su característica principal considerar a la Biblia como
inerrante e infalible. Se han considerado, entre otros a
Rousas Jhon
Rushdoony, Gary North, Greg Bahnsen, Cornelius Van Til, Stephen Perks,
Norman De Jong y Jack Fennema.
5.4 Triangulación.
Según Hernández, la teoría se construye básicamente a partir de los
datos empíricos obtenidos y analizados (Hernández, 2014, p.11). Por otra parte,
Benavides señala que la triangulación es una herramienta enriquecedora que le
confiere a un estudio rigor, profundidad, complejidad, y permite dar grados
variables de consistencia a los hallazgos. A la vez permite reducir sesgos y
aumentar la comprensión de un fenómeno (Benavides, 2005, p.118).
Luego de concluido el trabajo de recopilación de la información,
se
realizará la triangulación definida como la acción de reunión y cruce dialéctico
de toda la información pertinente al objeto de estudio surgida en una
investigación por medio de los instrumentos correspondientes (Cisterna, 2005).
104
En virtud de lo anterior, el estudio utiliza esta estrategia con el propósito
de enriquecer la investigación y proporcionar validez al desarrollo de este
proceso. Asimismo, el surgimiento de reflexiones y conclusiones a partir del
análisis de diferentes fuentes.
Para ello se han utilizado tres fuentes principales que brindarán la
confiabilidad necesaria para generar la exposición de los resultados, éstas son
el Marco Legal Chileno, los Documentos oficiales que rigen el funcionamiento
del Sistema educativo creados por el MINEDUC y la Biblia en conjunto con
libros fundamentados en ella, fruto de la hermenéutica, en que se muestra la
postura de la cosmovisión cristiana respecto de la familia y la educación.
5.5 Validez y confiabilidad.
Respecto a la necesidad de la calidad en una investigación, Hernández
comenta:
En la indagación cualitativa poseemos una mayor
riqueza, amplitud y profundidad de datos si provienen de
diferentes actores del proceso, de distintas fuentes y de
una mayor variedad de formas de recolección
(Hernández, 2014, p.417).
El entendimiento de la realidad es el propósito fundamental de la
investigación cualitativa. El enfoque cualitativo no busca el establecimiento de
generalizaciones ni de leyes universales que nos ofrece la investigación
cuantitativa, puesto que lo que se busca es la comprensión (Cortés, 1997).
En la presente investigación se pretende lograr la confiabilidad de los
resultados mediante la triangulación de fuentes metodológicas puesto que de
acuerdo a dicho método, es la responsable de proveer la objetividad
y la
calidad necesaria a los datos obtenidos.
La información recolectada de diferentes fuentes o por diferentes
investigadores, permiten mayores niveles de credibilidad. Asimismo, la validez
del análisis resalta la capacidad del investigador al intentar retratar la realidad
percibida de manera tal que sea coherente con la información recogida de
dichas fuentes.
105
Debido a la relevancia de los resultados que se pretenden obtener en
esta investigación, se hace imperante que la información expuesta y sus
resultados tengan la consistencia que le den validez y confiabilidad al lector. La
coherencia interna lógica de los resultados y la ausencia de contradicciones con
resultados de otras investigaciones o estudios bien establecidos (Galeano,
2000).
La fiabilidad y la validez son puntos clave para el momento de evaluar el
grado de veracidad que tiene un estudio. El investigador puede asegurar su
confiabilidad mediante entrenamiento y técnicas de análisis.
El contraste que se produce entre las diversas fuentes utilizadas permite
que los hallazgos producidos por
la investigación posean la legitimidad
suficiente y la eficiente comparación de los resultados posteriores.
106
6. EXPOSICIÓN DE RESULTADOS.
6.1
Historia del Sistema Educativo chileno.
El breve resumen de la historia de la educación en Chile, permite
visualizar cómo la educación pasó de ser propiamente una responsabilidad de
los padres a ser una responsabilidad del Estado, el que se autoimpuso el
cumplimiento de este rol, relegando a la familia a ejercer un rol complementario,
esto, claro, con la complicidad silenciosa de la última ante el avance de la
escolarización como el medio único y necesario para llevar a cabo el proceso
de enseñanza-aprendizaje. El Estado pasó a tener responsabilidades civiles, en
las que se incluye un Estado docente, adjudicándose el derecho y el deber de
decidir qué aprender, cómo aprender, dónde aprender y cuándo aprender.
Desde que se inició el proceso de independencia de Chile en 1810,
comenzó también la idea de transformar al país, esto por supuesto, por medio
de la educación. Egaña y Carrera, entre otros, observaron la experiencia
comparada de los países con mayor desarrollo y concluyeron que la educación
escolar era la causa principal de ese avance. Lo que, lastimosamente, no
consideraron los padres fundadores de la República Chilena, fue que antes que
la educación, situaciones particulares condicionaron el surgimiento de las
escuelas en tales países. El cristianismo y su influencia medular en las
tradiciones de tales naciones, en la conciencia familiar, eran tan fuertes que;
considerando la doctrina de “imago dei” y el sacerdocio universal, veían a los
hijos como iguales ante Dios y la ley, pero distintos a ellos en propósito. Debían
ser capacitados de maneras más precisas y completas ya que su posterior
tarea debía dar frutos más altos y perdurables que los de sus antecesores.
Vivian en lo que ellos llamaban “El reino eterno de Cristo” cuya naturaleza era
progresión y mejora constante, o lo que era lo mismo: Victoria (1Co. 15:24-25)
(“La Esperanza Puritana”, Ian Murray). De ningún modo tal conciencia religiosa
surgió de la imposición por decreto, sino más bien de los fervorosos sermones
que las iglesias institucionales ofrecían (Whitefield). Al no considerar ese punto,
los padres de la Patria, intentaron imponer la educación a través de la
107
escolarización. Ellos pretendían que sin tal causa, el cristianismo cultural, el
resultado fuera similar al comparado, lo que, a la luz de la experiencia, era y fue
imposible.
Sol Serrano en su libro de Historia de la Educación en Chile, reconoce
sin tapujos la intervención ideológica del Estado en los asuntos educativos,
llevando su propia cosmovisión a las aulas de clases, traspasando sus
principios e ideales a los estudiantes.
El orden constitucional que surge de la independencia
tenía como horizonte el Estado Soberano, aquel que
ostenta el monopolio del origen del derecho y posee los
medios coactivos para hacerlo aplicar. Los colegios y
universidades coloniales nombraban sus autoridades y
decidían sus materias de estudio sin el filtro del Estado
(Serrano, 2012, p. 140).
El asunto fue tomando fuerza, de tal forma que en el siguiente siglo, en el
año 1927 se promulgó el Decreto Ley N°7500, allí se expresan claramente las
intenciones del Estado:
Art.N°1: La Educación es función del Estado, quien la
ejerce por medio del Ministerio de Educación Pública.
Decreto que demuestra, la determinación con la que el Estado se adueñó
de un rol que históricamente había pertenecido a la familia. No le bastó con
ofrecer la posibilidad de la escolarización, sino que además, como si gozara de
poder absoluto sobre la sociedad y sus individuos, decidió ser el encargado
exclusivo de la entrega de la educación de los niños.
Luego, en el período del Presidente Eduardo Frei Montalva el Estado
decidió aumentar de 4 a 8 años el periodo obligatorio de escolarización, y
mantuvo su exclusividad en el proceso educativo de los individuos de la nación
hasta la llegada del gobierno militar, quienes en la Constitución de 1980,
reivindicaron en parte la responsabilidad educativa de los padres sobre los
hijos.
108
10°. El derecho a la educación.
La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la
persona en las distintas etapas de su vida.
Los padres tienen el derecho preferente y el deber de
educar a sus hijos. Corresponderá al Estado otorgar
especial protección al ejercicio de este derecho.
Este último cambio constitucional, devolvió en parte la libertad propia a
los padres de decidir cómo educar a sus hijos y que por lo demás, debería estar
asegurada por el simple hecho de ser los progenitores y sustentadores de los
niños.
En los años consecutivos, el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle creó la
jornada escolar completa, la que establecía el horario de clases diarias de 7
horas
en
promedio,
modalidad
que
debían
implementar
todos
los
establecimientos estatales y por ende, todos los padres debían acatar. En el
periodo del presidente Ricardo Lagos, se aumentó a 12 años el periodo
obligatorio de escolarización, esto a partir de los 6 años, y luego en el primer
periodo presidencial de Michelle Bachelet se agregó el segundo nivel de
transición a la obligatoriedad, apremiando a las familias a enviar a sus hijos
fuera de casa para ser enseñados por personas extrañas desde los 5 años.
La historia, además muestra cómo el Estado fue creando instituciones
para que éstas fueran quienes establecieran los conocimientos válidos para que
un niño se transformara en un ciudadano útil para el desarrollo del país. El
MINEDUC, es el estamento encargado de definir los objetivos a alcanzar
mediante el Sistema Educativo, junto a todas las entidades que lo
complementan se ocupa de crear un currículum, cuyo contenido, dado por los
OAT y los Objetivos de aprendizaje, es el único válido para calificar como apta a
una persona para participar en la sociedad, y cuya forma de validarlo es a
través de pruebas diseñadas por ellos mismos.
El rol del Estado ha sobrepasado ampliamente sus deberes, abarcando
el ámbito educativo. Es tal su dominio en esta área que el ciudadano común
está convencido de que el Estado debe hacerse cargo de la Educación y
109
además decidir todo lo referente a ella. Esto demuestra el buen trabajo que ha
realizado la institución estatal, que incluso ha hecho uso del propio sistema
educativo para implantar esta idea en la ciudadanía.
Los padres por su parte confían, sin cuestionar, que el Estado decidirá
mejor que ellos lo que sus hijos deben aprender y cómo lo deben aprender, lo
que es un error, en especial para aquellos que se presentan como cristianos,
porque interfiere con su propia responsabilidad, al ceder la enseñanza de una
cosmovisión que debe ser cristiana a una institución que enseña una distinta.
6.2
Concepto de familia.
Para realizar un análisis del concepto de familia desde las cosmovisiones
expuestas, estatal y cristiana, se presentan a continuación sus respectivas
definiciones.
Desde el Estado, la definición de familia es la siguiente:
El uso y la habitación se limitan a las necesidades
personales del usuario o habitador. En las necesidades
personales del usuario o habitador se comprenden las de
su familia. La familia comprende al cónyuge y los hijos;
tanto los que existen al momento de la constitución, como
los que sobrevienen después, y esto aun cuando el
usuario o el habitador no esté casado, ni haya reconocido
hijo alguno a la fecha de la constitución. Comprende
asimismo el número de sirvientes necesarios para la
familia. Comprende, además, las personas que a la
misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa
de éstos; y a las personas a quienes éstos deben
alimentos (Código Civil, Art.N°815, 2000, p.118)
No obstante, actualmente el Estado acepta como familia a los diferentes
grupos de personas que conviven en un hogar, independiente de su extensión:
familia extensa, familia nuclear, familia monoparental o familia ensamblada o
reconstituida, o de su formación: familia matrimonial, familia no matrimonial o
natural, o familia adoptiva.
En el caso del Cristianismo, el concepto de familia está dado por los
siguientes fundamentos bíblicos:
110
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que
se mueven sobre la tierra. Génesis 1:28.
La familia entonces se constituye por un matrimonio entre un hombre y
una mujer, los cuales son su núcleo central y pueden o no tener descendencia;
puede incluir a otros miembros que pueden ser parte de su ascendencia,
familiares y otras personas con o sin lazo de consanguineidad. Rushdoony
menciona: “En la Escritura la familia es la institución más básica de la sociedad,
a la cual se le otorgan todos los poderes más básicos. La familia es el gobierno
básico del hombre, su mejor escuela y su mejor iglesia. La decadencia de la
familia es la decadencia de la civilización” (Rushdoony, 1979, p. 2). Por su
puesto, este es el concepto de familia que Dios ha mandatado, pero puede
haber excepciones en el caso del fallecimiento de un cónyuge, o el divorcio,
este bajo las estrictas condiciones determinadas por la Ley Bíblica. Estos casos
de excepción, son familias disfuncionales y deben reconocerse como tales para
luego propender a la funcionalidad en su conformación.
A pesar de que las definiciones de familia parecieran ser iguales, se debe
aclarar que en el caso del Estado, ésta está definida únicamente en cuanto a la
convivencia, en cambio en el caso de la definición dada por la Biblia, está
determinada por un mandato de Dios, en que se determinan los integrantes
principales, un hombre y una mujer, y además se declara que esta
conformación va más allá de una inclinación emocional, aunque la incluye. La
cosmovisión bíblica define a la familia en términos de su propósito para con
Dios y la creación y su fortaleza reside en el juramento hecho en nombre de
Dios.
La Biblia declara que la familia tiene una función específica, la que se
resume en glorificar a Dios, es decir, obedecer a sus mandatos. El
mandamiento principal dado al individuo y por ende a la familia es el de ejercer
dominio sobre la creación, es decir, llevar toda la creación bajo la Palabra-Ley
111
de Dios, trabajando para que la Ley de Dios sea reconocida y aplicada cómo la
única válida para el desarrollo de la sociedad, con el fin de que conozcan que
para obtener un orden social, sólo existe una opción, y esa es Dios y la
aplicación de Sus principios.
6.3
Rol de la familia en la educación.
En la cosmovisión estatal la familia tiene un rol complementario respecto
de la educación, esto en comparación al rol que ejerce el Estado, en especial
mediante la escuela. Esta última es la que tiene el rol principal, relegando a la
familia y en especial a los padres a aceptar lo que el Sistema Educativo decida,
puesto que a sus ojos son ellos los más capacitados para decidir el contenido
del aprendizaje de los niños, su propósito, sus limitaciones, sus objetivos, el
cómo deben aprenderlos, en qué formato, decidiendo los niveles educativos, la
jornada, los horarios, el lugar, las estrategias, entre otros elementos.
Además, es el Estado quien, con suma arrogancia, decide el propósito
verdadero de la educación, decide también los conocimientos, habilidades y
actitudes mínimos y obligatorios a alcanzar por parte de los estudiantes,
deciden, por lo tanto, la cosmovisión con la que serán tratados aquellos
conceptos y enseñanzas seleccionadas y deciden aquellas posturas, autores,
principios que no serán tratados, respondiendo obviamente a su propio sistema
de creencias, aunque no lo asumen, asegurando ser un sistema educativo laico.
Por lo tanto, la familia, está obligada a aceptar, sin cuestionamientos, el
currículum establecido por el Estado. Aún si sus hijos están en escuelas
privadas, éstas deben cumplir con la enseñanza de los objetivos de aprendizaje
establecidos allí, si pretenden ser reconocidas como instituciones educativas y
cumplir con los estándares de promoción. La familia ni siquiera tiene la
posibilidad de hacerse cargo de forma exclusiva de la enseñanza de valores de
sus hijos, ya que estos también son tratados en las bases curriculares, y
aunque quieran hacerlo, el tiempo que les queda luego de que los niños llegan
del colegio es mínimo comparado con las horas que pasan siendo enseñados
112
por el Sistema Educativo. En resumen, la familia según el Estado cumple una
tarea inferior a la ejercida por ellos.
El Estado se pregunta por qué los padres no se involucran en el proceso
de enseñanza-aprendizaje, pero en realidad ellos mismos son la principal causa
de este comportamiento, ya que han acaparado las funciones propias de la
familia, mostrándose como la autoridad en el tema educativo y haciendo
retroceder a los padres en el rol que les corresponde.
En la cosmovisión cristiana en cambio, la familia no sólo tiene un rol
central y fundamental, además, afirma que los hijos son de los padres, lo que si
bien parece obvio, está siendo cuestionado por la sociedad, la que está
traspasando sus responsabilidades al Estado. Esta responsabilidad cobra
mayor relevancia, por el hecho de que no es autoimpuesta, sino que es Dios
quien se las ha dado y a quien deberán dar cuentas por la forma y el propósito
con el que se efectúa.
Los padres son los encargados de llevar a cabo el proceso educativo.
Tienen la responsabilidad primordial de criar a sus hijos como responsables
ante Dios y la sociedad bajo Dios, es decir, conforme a la cosmovisión cristiana,
transmitir la sabiduría bíblica necesaria para que sus hijos en el futuro puedan
ejercer dominio sobre la creación. Al respecto, Perks señala que la educación:
Está interesada en adquirir sabiduría, e involucra una
actitud u orientación en la vida de sumisión a la Palabra
de Dios y un compromiso con la verdad ahí revelada. Su
propósito es capacitar al niño para cumplir su verdadero
llamado en la vida en una comunión de pacto con Dios, y
así, glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre. (Perks,
1992, p.70)
Para hacer entrega de esta sabiduría Dios ha demandado que los padres
apliquen disciplina a sus hijos. Ésta implica la instrucción y corrección, ambas
deben servir para dirigir al niño hacia la meta y sólo pueden ejercidas
plenamente por los padres. La instrucción hace referencia a toda la enseñanza
que el niño recibe, principalmente el entrenamiento moral y el académico. La
corrección por su parte, se implementa por medio del escarmiento, cuyo fin es
113
la corrección que pretende cambiar un aprendizaje contrario a los propósito
establecidos por los padres (Fennema, 2011).
Esta educación, sólo puede ser efectuada de forma completa y correcta
si son los padres quienes personalmente la entregan. Tiene como requisito
mínimo enseñar la Biblia, a la que se pueden agregar diversas materias, todas
enseñadas desde la cosmovisión cristiana. Los padres pueden complementar la
educación que entregan a sus hijos enviándolos a academias a recibir clases
específicas de alguna asignatura de interés, esto acorde a los talentos y
habilidades dadas por Dios a cada individuo.
La escuela es una mera prestadora de servicios, no la fuente de la
educación, por ello, los padres deben cuidar de no entregar totalmente su
responsabilidad, sino procurar que la persona encargada de realizar tal clase y
entregar conocimientos al respecto y, por ende, también un conocimiento total,
sostenga la misma cosmovisión que ellos, ya que, como es sabido, el niño es
una unidad; él recibe una enseñanza que no sólo involucra contenido teóricotécnico, sino que también es valórico y sostiene una visión de Dios que debe
ser afín a la de los padres.
Se distinguen, por lo tanto, diferencias irreconciliables. Por una parte, en
la sociedad actual, es el Estado el encargado de entregar educación a través de
la escolarización, decidiendo todo lo relativo a ello, y por otro, los padres
cristianos afirman que son ellos los responsables de ejercer la labor educativa
de sus hijos personalmente y que este es un compromiso con Dios,
compromiso del cual no pueden renegar.
Los padres cristianos entran en un dilema, ya que a pesar de que existe
libertad de enseñanza, no existe libertad de currículo, es decir, igualmente sus
hijos deben cumplir con los estándares exigidos por el Estado para ser
reconocidos como ciudadanos y para ser promovidos y aceptados en la
educación superior. Esto complejiza la toma de una decisión respecto a la
educación de sus hijos, ya que, comprenden su labor en el área, pero a la vez
se ven obligados por el Estado a ejercerla de forma superficial, enviando a sus
114
hijos a una escuela, aunque ésta sea privada, o de forma incompleta a través
de homeschool, el que igual exige la rendición de evaluaciones estandarizadas
para ser reconocidos por el MINEDUC.
Agreguemos un punto importante en este tema. La acción estatal es, en
tal grado contraria a la Ley de Dios, que ha generado en las mentes de la
sociedad una perturbación en la autoconciencia epistemológica en relación a la
educación. En palabras de Bastiat: una acción
esencial del Estado es el
expolio, esto es, el robo legalizado. El hombre cree que al estar, cualquier
cuestión, desarrollada en un cuerpo legal, de manera automática y casi mística,
adquiere per se un carácter bueno, legítimo y moral. Por lo tanto, ir contra la
legislación que expolia un derecho genera en las mentes de las personas un
conflicto ético. Aun cuando la legislación sea totalmente injusta, el espíritu
humano es cauterizado y sometido a la presión de realizar un mal inexistente.
Esto pasa con la educación. El Estado realizó el expolio de esta función a los
padres de manera legal, y ahora éstos se auto-inhiben de tal responsabilidad,
creyendo que hacen un bien, cuando en realidad están siguiendo la falsa ilusión
de justicia que tal ley determina. Por lo mismo, los padres se ven presionados a
participar de la escolarización, rechazando como inválida o extrema la idea del
homeschool, cerrando la oportunidad más certera de llevar a cabo su
responsabilidad. Siendo así, el daño al gobierno familiar es incalculable.
En consecuencia resulta para los padres cristianos un tema conflictivo el
decidir qué modalidad educativa escoger para sus hijos. Por un lado se sienten
obligados a acatar lo que el Estado les propone, y por otro la Ley de Dios les
demanda el llevar a cabo una educación cimentada en la cosmovisión bíblica,
conforme a sus creencias y a su compromiso con Dios. Mismo dilema que se
presenta
continuamente
en
las
Escrituras,
donde
los
creyentes
son
coaccionados a obedecer otra entidad que no es Jehová. El caso de los
cristianos de Hechos 17:6-7 expone este conflicto. Los creyentes eran
acusados de contravenir los decretos del César (sic. Estado), teniendo por
argumento: “no tenemos otro rey sino Cristo”; por lo tanto, someterse a otra ley
era igual a someterse a otro Señor, lo que estaba en contra del primer mandato
115
del decálogo (“no tendrás dioses ajenos delante de mi”). Esta fue la clásica
disyuntiva que el pueblo de Israel tuvo a lo largo de la historia de redención.
Elías, en su oportunidad, confrontó la falta de decisión del pueblo, con estas
palabras: ¿Hasta cuándo seguirán dudando? Decidan si el SEÑOR es el Dios
verdadero, entonces síganlo a él. Pero si Baal es el Dios verdadero, entonces
sigan a Baal. La gente no respondió ni una palabra (1ero de Reyes 18:21). La
respuesta del cristiano en esta disputa debe ser concordante con Hechos 5:28,
declarado en el sagrado texto: Es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres (y sus dioses). La razón: sólo Dios es veraz y todo hombre mentiroso
(Romanos 3:4).
6.4
Concepto del niño.
El concepto de educación responde directamente al concepto que se
tenga del niño, por ello a continuación se analizan las características de este,
desde las diferentes cosmovisiones:
El concepto del niño que el Estado sostiene y que define sus metas en
educación está dado en parte por la psicología, la que ve al niño como un
individuo al que únicamente se debe satisfacer, aun cuando evidentemente no
tiene la madurez suficiente para saber qué decisiones tomar.
Las teorías en las que se sustenta el sistema educativo consideran que
el niño por sí sólo puede construir su propio proceso de aprendizaje y que el
adulto está sólo para orientar, no se le considera como alguien que deba ser un
ejemplo a imitar y mucho menos se le ve en términos de su rol correctivo. Por el
contrario, se le da más relevancia a las relaciones sociales con sus pares, ya
que supone que allí el niño obtendrá un mayor provecho de las interacciones
que establezca con sus compañeros.
En la cosmovisión cristiana, en cambio, los padres sostienen una
concepción sobre el niño que está dada por la Palabra de Dios, entre las que
destacan que el niño es creado por Dios, el niño es un portador de la imagen, el
niño es un pecador, el niño puede ser una nueva criatura.
116
Destacan especialmente entre las características del niño que este posee
dignidad por el simple hecho de haber sido creado a la imagen de Dios, es
decir, no depende de sus características individuales. Puesto que el niño fue
creado a la imagen de Dios, se entiende al niño como una unidad, que es
racional y responsable, que puede ser llamado a cuentas y que es un pecador.
Éste último punto da a entender una diferencia fundamental con la cosmovisión
estatal, donde el niño es visto especialmente desde un estado de pureza e
inocencia, neutral en cuanto al bien y al mal. Por lo anterior, al niño no se le
cuestiona en sus demandas, sino que se le ve como alguien al cual se le deben
satisfacer todas las necesidades, en cambio, el niño en la cosmovisión bíblica,
el niño debe ser visto en términos de los requerimientos de Dios y de la
sociedad bajo Dios.
Esta diferencia en los conceptos del niño, cambia la definición misma de
educación, ya que en vez de considerar al niño principalmente en términos de
sus necesidades, las que obligatoriamente deben ser satisfechas, se le
considera como un individuo con dignidad y características específicas que
además es responsable para con Dios (considerando su conciencia
epistemológica), por ende, la educación en una cosmovisión cristiana
propenderá a formar en el niño un adulto que cumpla su llamado y se le
entregarán las herramientas y por ende las exigencias que tal labor requiere,
hasta que el objetivo se cumpla.
6.5
Diferencias presuposicionales entre el Estado y el cristianismo
respecto a la educación.
La principal diferencia entre estas cosmovisiones, es que la estatal
declara ser laica y la cristiana, de forma honesta, reconoce que cree en Dios y
su Palabra, la Biblia, según la cual interpreta y dirige cada área de la vida y de
la sociedad.
El Estado proclama ser laico, asegura no estar sujeto a dogma alguno,
especialmente si se trata de creencias, es decir, pretende mostrarse como
neutro y que no tiene una postura religiosa. Como ya se demostró haciendo uso
del presuposicionalismo, todas las personas tienen una cosmovisión, la que es
117
definida como una red de presuposiciones conforme a las cuales interpreta el
mundo, a las que les asigna la más alta autoridad, y puesto que el Estado está
compuesto de personas, podemos concluir que el Estado sostiene una
cosmovisión, por ende, no puede ser laico. Además, se hace evidente que sus
acciones responden a algún dogma, actualmente se diría que es el humanismo,
en la forma del estatismo, ya que es ello lo que promueve a través de su
Sistema Educativo.
Muestra de su imposibilidad de ejercer la neutralidad se hace visible en la
facilidad con la que introduce ideologías, aun cuando éstas puedan ser
contrarias al pensamiento de un grupo de sus estudiantes, lo que suele hacerse
mediante la entrega de manuales que se adhieren y transmiten a través del
currículum, específicamente hoy, destacan aquellos relacionados al tema de la
sexualidad.
Además, puesto que cada individuo sostiene una cosmovisión según la
cual razona y se comporta, es necesario acotar que los profesores, encargados
de enseñar los objetivos trazados en el currículum también son gobernados por
una cosmovisión que puede ser afín a la del Estado o bien contraria. Por lo
tanto, inevitablemente ellos estarán también introduciendo sus pensamientos en
el proceso de enseñanza-aprendizaje. El problema es: que no hay forma de
analizar si los profesores están o no adhiriendo contenidos, o ideologías
externas a las ya establecidas por el currículum.
Respecto a la libertad de enseñanza, el Estado señala en la LGE, en su
artículo N° 11: La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir, organizar y
mantener establecimientos educacionales. Este pareciera ser un derecho
acorde a la mirada laica que supuestamente tiene el Estado hacia la educación,
pero como ya se analizó, esta postura laica es en esencia imposible de llevar a
cabo, por lo tanto, en la práctica tampoco se hace efectiva la libertad de
enseñanza. Este punto es evidente en el hecho de que a pesar de que se
permite a cualquier institución educativa, especialmente a las privadas, crear su
propio currículum, a la vez se les obliga a cumplir con la enseñanza de los
118
Objetivos de Aprendizaje establecidos en la Bases Curriculares determinadas
por el Sistema Educativo, lo que finalmente muestra que este “derecho”, es una
ilusión, y que igualmente el Estado está coartando la libertad de los padres de
enseñar a sus hijos lo que bien les parezca, acorde a sus propia cosmovisión.
Por supuesto el cristianismo sostiene una cosmovisión y es la bíblica, es
decir, reconoce que todas sus presuposiciones están bien fundamentadas en
las Sagradas Escrituras. Una cosmovisión obedece a la Fe, para los cristianos
es una Fe en Jehová el Dios de la Biblia quien es digno de obediencia.
Los cristianos debido a su compromiso con Dios, le otorgan a Su Palabra
el más alto nivel de autoridad, es ella quien ordena y dirige sus vidas y es a ella
a quien deben someterse todas las áreas de la misma. Además, toda ley o
reglamento decretados por una institución, cualquiera sea, debe ser examinado
y obedecido sólo en los términos en que esté acorde a los mandatos de Dios
dados en la Biblia.
En la cosmovisión cristiana cada concepto debe ser definido a la luz de
las Sagradas Escrituras, por lo tanto, el concepto de familia, ser humano y
educación están dados por ella. Además las diferentes instituciones
fundamentales en la sociedad, mandatadas por Dios: Individuo, Familia, Iglesia
y Gobierno Civil, tienen, determinadas en la Biblia las responsabilidades dadas
por Dios y también están definidos sus límites de actuación e intervención en la
vida del ser humano y en las otras instituciones.
De acuerdo con el Dr. Rushdoony las presuposiciones de la educación
cristiana son (Rushdoony, 2007, pp. 20-21):
La soberanía de Dios, y la autoridad de su Palabra
infalible.
El pensamiento crítico es una habilidad que todo cristiano
debe poseer, y puede florecer mucho mejor en el
contexto del cristianismo bíblico que en el contexto del
humanismo autónomo. La educación cristiana necesita
enfatizar el pensamiento crítico cristiano, una crítica del
hombre y de la sociedad en términos de la fe bíblica.
119
La educación cristiana es, franca y honestamente,
autoritaria, es decir, se organiza en términos de la
autoridad de Dios.
La educación cristiana debe afirmar siempre la ley
absoluta de Dios. Todas las esferas de la vida se hallan
bajo las leyes absolutas de Dios.
El propósito de la educación cristiana no es académico:
es religioso y práctico. El propósito del hombre es edificar
el reino de Dios.
El cristiano es honesto, él comienza reconociendo los fundamentos y
creencias sobre los cuales construirá la educación que pretende entregar a sus
hijos. En base a esto es que el creyente debe finalmente decidir la forma en la
que llevará a cabo la responsabilidad que Dios le ha entregado.
6.6
Concepto de Educación.
Respecto del concepto que sostiene el Estado por una parte y el
Cristianismo por otra, se exponen a continuación sus definiciones y las
conclusiones al respecto.
La LGE en Artículo 2º señala que:
“La educación es el proceso de aprendizaje permanente
que abarca las distintas etapas de la vida de las personas
y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo
espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y
físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores,
conocimientos y destrezas. Se enmarca en el respeto y
valoración de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz,
y de nuestra identidad nacional, capacitando a las
personas para conducir su vida en forma plena, para
convivir y participar en forma responsable, tolerante,
solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para
trabajar y contribuir al desarrollo del país” (LGE, 2009,
p.1).
En cuanto a la definición de educación desde la cosmovisión cristiana:
“Una educación cristiana es una que capacita al
estudiante a pensar los pensamientos de Dios después
de Él, en cada disciplina y área de la vida, en otras
palabras una que le provee tanto el marco conceptual
basado en y consistente con la interpretación definitiva de
la realidad establecida en la Palabra de Dios y las
120
herramientas intelectuales para asimilar la información de
la realidad de ese marco”. (Perks, 1992, p. 50).
Las diferencia conceptual dada por las distintas cosmovisiones, están
determinadas por sus presuposiciones, en cuanto al niño como tal, a la familia,
y a sus creencias.
La educación definida por el Estado ve al niño como un futuro trabajador
que aportará al desarrollo del país, ese es su objetivo. Por lo tanto, todo su
Sistema Educativo se desarrolla en pos de esta mirada, prepara al niño para
pensar de acuerdo a los principios estatales, le ve como un conjunto de áreas o
asignaturas que deben ser enseñadas de forma individual y en la misma
profundidad para todos los estudiantes, sostiene que no es relevante detectar
sus habilidades individuales y trabajarlas con mayor esfuerzo, sino, que debe
conformarse al cúmulo de conocimientos mínimos establecidos por ellos, para
que en un futuro pueda desempeñar un trabajo que aporte a los propósitos, de
nuevo, demandados por ellos mismos.
En el caso de los cristianos, su definición de educación está
fundamentada en el Dios que dice creer y en su Palabra. Por lo tanto, ya que en
esta cosmovisión se ve al niño como una unicidad y que posee dignidad por
haber sido creado a la imagen de Dios, se espera de él que se desarrolle de
forma completa conforme a los principios establecidos por Dios en su Palabra, y
que traerá como resultado a un adulto con pensamiento crítico teniendo como
estándar la Biblia y además formará a un adulto maduro, que ejerce dominio,
esto es, que cumpla el propósito para el cual ha sido llamado por Dios, lo que
estará definido por los dones y talentos que le hayan sido entregados, y que él,
con la guía de sus padres, responsablemente trabajó y desarrolló de forma
eficiente para que sirvieran a Dios y glorificaran su Nombre.
6.7
Propósito de la Educación.
La LGE en su definición de educación refleja el propósito que se
asignado a esta, el que se pretende lograr a través de la escolarización:
…capacitando a las personas para conducir su vida en
forma plena, para convivir y participar en forma
121
responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en
la comunidad, y para trabajar y contribuir al desarrollo del
país” (LGE, 2009, p.1).
Por su parte la definición de educación cristiana tiene un propósito
diferente:
“El propósito de la educación cristiana es capacitar al
niño para crecer a la imagen de Dios en un adulto
maduro, equiparlo para tomar sus responsabilidades
como el portador de la imagen de Dios y proveerle con
las herramientas para cumplir su mandato como creación
de extender su dominio sobre la tierra como el
vicegerente de Dios” (Perks, 1992, p. 50).
Para el Estado, el concepto de educación apunta únicamente a su futura
participación en la sociedad, por ende, el formato en que se lleva a cabo la
educación tiene como propósito la estandarización, es decir, formar personas
que posean los mismos conocimientos, habilidades y actitudes en las mismas
áreas y en la misma profundidad, para que puedan desempeñarse como
trabajadores y sólo de esa forma contribuir al país. No se les forma en términos
de sus propias habilidades, sino que se les obliga a pensar y desarrollarse de
acuerdo a lo que un grupo de personas, expertos, decidieron que era lo mejor
para ellos. Es además evidente que se les enseña a pensar de acuerdo al
estándar que el Estado ha establecido, lo que ellos aprueban como bueno y
justo, es lo que también enseñarán como tal. Así ha sido en el caso de la
economía por ejemplo, donde se asegura que es el mismo Estado el que debe
hacerse cargo económicamente de la salud, educación y jubilación de gran
parte de la población, asunto que no es enseñado de la misma forma por Biblia,
pero que ha llegado a ser un convencimiento general, provocando con ello una
dependencia del Estado, en vez de un interés real por emprender y sostenerse
económicamente de forma individual y ayudar a otros de manera voluntaria.
La cosmovisión cristiana ve a los niños como futuros “representantes” de
Dios en la tierra, esto en términos de su semejanza (no igualdad) a su Creador,
procura que éstos sean formados primero para pensar bíblicamente, es decir,
acorde a lo que su Dios ha determinado como correcto e incorrecto, es ese
estándar, lo primero que el niño debe aprender, y así alcanzar la madurez para
122
interpretar al mundo. Luego el niño debe ser consciente de su propósito que es
extender su dominio sobre la tierra, para ello debe reconocer cuáles son los
dones y habilidades individuales que le han sido dados por Dios, y sus padres
deben procurar entregarle las herramientas que le permitan capacitarse y
aprovecharlos al máximo, con el fin último de que pueda glorificar a Dios y
expandir su Reino por medio de ellos. El propósito de la educación cristiana es
que el niño pueda crecer dependiendo sólo de Dios, quien es la única autoridad
verdadera, y no de otras instituciones que afirman serlo. Es primordial que el
niño ejerza dominio sobre sí mismo, no sólo de su carácter, sino, también en el
desempeño de sus labores, en la administración de sus recursos y en el
desarrollo de sus relaciones, las que, gobernadas por Dios y su Palabra deben
propender a llevar el Orden-Ley de Dios a gobernar no sólo su propia vida, sino,
también la sociedad.
El propósito principal de la educación dado a los creyentes, implica
ejercer dominio sobre la creación, no gobernar a otros, sino que con su propia
vida, su enseñanza y la propagación de la Palabra-Ley de Dios puedan traer Su
Reino al desarrollo de la sociedad en cada ámbito, lo que finalmente beneficiará
a cada individuo. Esto porque la educación que transmite una cosmovisión
bíblica es considerada como una herramienta que aporta a la santificación
individual de los cristianos debido a su obediencia a la Palabra de Dios y
también a la sociedad en general, ya que la aplicación de la Ley Bíblica por
parte de las personas siempre conlleva orden a la humanidad, sus principios y
mandatos son justos, santos, coherentes y consistentes, de tal manera que
siempre que han sido obedecidos por la sociedad, ésta ha sido bendecida por
Dios.
Esto es refrendado por Max Weber en su libro “La Ética Protestante y el
Espíritu del Capitalismo”, donde comenta los avances que tuvieron los países
que fueron influenciados por los principios bíblicos aplicados en la vida de los
puritanos y por extensión en cada área de la sociedad misma. En especial
Weber habla de sus beneficios en cuanto al capitalismo y cómo hicieron crecer
económicamente a aquellos países. Los puritanos, por supuesto, proclamaban
123
a la Ley de Dios, la Biblia, como la fuente de toda autoridad y conforme a ella
dirigían todos los asuntos de su vida, incluyendo la economía y especialmente
la educación, ésta fue la herramienta para trasmitir su cosmovisión, en
obediencia a Dios. La consecuencia evidente de la aplicación de los principios
bíblicos fue la eficiencia y efectividad que se produjo en la sociedad cuando se
aplicó la Palabra de Dios en todas las áreas de desarrollo, en especial en la
economía, como destaca Weber. (Weber, 2013).
6.8
Institución responsable.
El Estado sostiene la idea de que es él mismo el responsable principal de
la educación. La familia, a pesar de que se reconoce como aquella con la
responsabilidad sobre los hijos y cuyo rol involucra su educación, a la cual
además se le asegura la libertad de decidir cómo educar a sus hijos, en la
realidad, juega un rol complementario o nulo. El Sistema Educativo chileno,
determina todo lo referente al proceso de escolarización, que debido a su
extensión en cuanto los años de obligatoriedad y a las jornadas en que se
desarrolla es el que tiene mayor influencia sobre los niños. Los padres
voluntariamente delegan gran parte de su responsabilidad en la escuela,
dándole más autoridad sobre la mente y la vida de los niños de la que debería.
En el cristianismo por su parte, el concepto de educación conforme a su
cosmovisión bíblica, apunta a una transformación del carácter, a la madurez,
conforme a los principios bíblicos y con el objetivo de formar hombres
responsables. Por ello, a los padres les ha sido dada la autoridad sobre los
hijos, delegada directamente por Dios, el cual además, les ha mandatado el
cumplir con la responsabilidad de educar a sus hijos y éstos lo entienden así.
Ellos son los indicados para ejercerla por medio de la instrucción y
amonestación cuando sea necesario, y siempre conforme a los principios
bíblicos. Además, ya que son las personas que más conocen a sus hijos, su
carácter, sus gustos e intereses, sus fortalezas y debilidades, nadie más está
mejor capacitado que ellos para entregar una educación fundamentada en la
Biblia y que incentive el desarrollo de sus dones y habilidades individuales
dadas por Dios.
124
Debido a lo anterior, se debe aclarar primero, que todo ser humano
posee libertad de decisión y acción, esto bajo su propia responsabilidad. Por lo
tanto, los padres cristianos están en completa libertad de escoger el formato y
por ende la institución donde se llevará a cabo la educación de sus hijos, para
ello, deben analizar por medio de la Palabra de Dios las opciones y escoger
bajo éste estándar, el que responda a los objetivos del mandato bíblico. Las
opciones disponibles actualmente son la escuela estatal o la privada, una
comunidad educativa, o el homeschool, además de las Academias o escuelas
particulares especializadas en diversas materias que pueden ser contratadas
para capacitar con mayor excelencia el don o habilidad individual que posea el
niño y en conjunto con sus padres haya decidido trabajar.
De ninguna manera el formato escogido puede ir en contra de los
principios fundamentales dados por Dios, es decir, debe estar cimentado en una
cosmovisión bíblica y enseñar la Palabra-Ley de Dios como el estándar y
autoridad máxima bajo la cual dirigir sus vidas y debe propender a que el niño
ejerza dominio sobre sí mismo, incluido el desarrollo de sus habilidades
individuales, para cumplir el objetivo último de glorificar a Dios con el ejercicio
de su llamado y su labor para el avance del Reino. En el caso excepcional de la
ausencia o incapacidad de los padres para realizar esta labor, la Biblia
demanda que sean sus familiares más cercanos quienes la asuman o en su
defecto la iglesia.
No obstante, como a los padres ha sido delegada por Dios, directamente
la autoridad y ordenada la responsabilidad de educar a sus hijos, y debido a las
características fundamentales en que ésta se debe ejercer, destacando el
hecho de que para que se lleve a cabo una educación bíblica, la misma debe
tener como meta la madurez a la imagen de Dios, y ésta se alcanza por medio
de la enseñanza de la sabiduría, la que sólo es posible si se aplica
correctamente la disciplina (instrucción y amonestación). Agregando a ello, que
para crecer en madurez la Biblia enseña que se debe andar con sabios, es
decir, personas mayores que posean conocimientos más profundos en cuanto a
la Palabra de Dios, que sean su ejemplo y su guía constante, además de la
125
necesidad de que el niño trabaje con mayor esfuerzo los dones y talentos que le
han sido entregados por Dios, se postula como la mejor opción para llevar a
cabo el proceso educativo de los hijos, el Homeschool, el cual brinda la libertad
para cumplir con cada una de las características de una educación bíblica. Por
lo tanto, ya que ésta labor sólo puede ser ejercida de forma completa y correcta
por los padres, en obediencia absoluta a los mandatos y el orden establecido
por Dios (Deuteronomio 6:4-7, Efesios 6:4), se propone que sean los mismos
padres quienes directamente enseñen a sus hijos. Este formato permite la
posibilidad de que los niños, además de recibir una educación bíblica, tengan la
libertad de asistir a clases particulares afines a sus habilidades e intereses
individuales que les capaciten en el uso de los mismos para la gloria de Dios y
el servicio al desarrollo de la sociedad. Para ello existen Academias y otras
instituciones que brindan servicios educativos especializados.
6.9
El formato en que se lleva a cabo la educación.
Además de la diferencia en los fundamentos de la educación en las
diferentes cosmovisiones, destacan también las diferencias en el formato en el
que se llevan a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por parte del
Estado y su Sistema Educativo:

El formato en que se lleva a cabo la educación es la
escolarización. Único formato promovido y socialmente aceptado cómo
válido (Gimeno, 2010).

Este formato implica que la cantidad de estudiantes supera las
capacidades del profesor a cargo, es decir, se hace imposible atender de
forma eficiente a las necesidades individuales de todos los niños que
participan en el aula, imposibilitando así, la excelencia.

Además, reúne grupos por edad, lo que no ayuda a su proceso de
maduración. Es sabido que para desarrollar la madurez se debe compartir
con personas con mayor experiencia que dirijan a los niños y les permitan ir
tomando decisiones bajo supervisión pero especialmente bajo el consejo
sabio, ayudando al niño a analizar las situaciones considerando la
126
perspectiva y el consejo de alguien que sabe más que él. Este proceso se
hace imposible en la escolarización, y es más perjudicial aún si se visualiza
el hecho de que el niño pasa una gran cantidad de horas en compañía de
niños que son igual o menos maduros que él.

Finalmente, promueve una actitud pasiva por parte de los niños
frente al proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que para conservar el orden
de la clase se prefiere la realización de clases expositivas por sobre las
experimentales, donde los niños están generalmente escuchando y
escribiendo, pero no realizando. Los que les lleva a preguntarse
constantemente para qué les será útil el conocimiento memorístico que
están adquiriendo.

La jornada es extenuante, numerosos son los autores que hablan
sobre el despropósito que tiene para los niños pasar tantas horas fuera de
sus casas y además sometidos a un proceso educativo que los mantiene
encerrados en una sala de clases gran parte de su jornada. Además, este
hecho impide a la familia tener una influencia mayor, ya que los estudiantes
llegan cansados a sus hogares, a veces con tareas escolares para realizar,
lo que interfiere con la labor educativa que se supone los padres deben
cumplir.

Los
medios
de
corroboración
del
aprendizaje
apuntan
principalmente hacia la memorización, el formato de la escolarización no es
esencialmente práctico, y aunque quisiera hacerlo, es muy poco probable
que lo aplique. Por el contrario, consiste en que los estudiantes pasen
alrededor de 7 horas diarias, cinco días a la semana, escuchando y viendo
clases expositivas, que no brindan la profundidad necesaria en el
conocimiento y tampoco la buscan, simplemente se dedican a enseñar una y
otra vez contenidos superficiales y sesgados que luego son evaluados, no
por su comprensión o de acuerdo al pensamiento crítico basado en un
estándar, sino por la capacidad memorística del estudiante, lo que por
supuesto no es suficiente para que el estudiante se desarrolle plenamente
como dice el propósito de la educación dado por el Estado (Gysling, 2006).
127
Por el contrario, la cosmovisión cristiana propone y recomienda que la
forma más efectiva de llevar a cabo la responsabilidad de los padres en la
educación, conforme a los principios bíblicos, es la escuela en casa y el uso de
servicios educativos externos ofrecidos por academias. Éste formato muestra
serias ventajas en comparación con el Sistema Educativo estatal.

Puesto que el seno de la familia es donde mayormente se
desarrolla de forma natural la pedagogía entre los miembros y, por lo
tanto, donde se lleva a cabo de forma efectiva la educación, los
miembros y especialmente los niños son agentes activos dentro del
proceso.

La escuela en casa es realizada por los padres, esta es una
ventaja en el sentido de que éstos podrán brindarle a sus hijos la
atención que requieren, además de la corrección que sólo puede llevarse
a cabo de forma completa y efectiva si es ejecutada por ellos, ya que
sólo a los progenitores les ha sido delegada esta autoridad por Dios. Por
lo tanto, no se verán sobrepasados por la cantidad de niños a su cargo y
además tienen la ventaja de que los niños mayores de forma innata
ayudan a los menores, agilizando el proceso de aprendizaje.

El hecho de que la escuela en casa esté formada por personas de
diferentes edades, donde los padres por supuesto son los encargados es
beneficioso para todos los miembros, en especial para los niños. Los
padres son los responsables de transmitir los conocimientos, desde la
cosmovisión bíblica, es decir, sabiduría, con sus palabras y con sus
vidas, su ejemplo será lo que mueva a los niños a alcanzar la madurez
por la que se está trabajando. La efectividad que promete este sistema
está sostenida en el hecho de que los seres humanos ha sido creados
como seres sociales que aprenden cuando ven e imitan, cuando ponen
práctica lo enseñado, esto sin duda, se logra de mejor manera en el nido
de la familia.

Respecto de la jornada, lejos de ser extenuante, es flexible, ya que
los padres deciden el horario, y además cuenta con la ventaja de que al
128
ser un grupo pequeño, el proceso educativo se produce con mayor
rapidez, esto reforzado por el hecho de que están constantemente
poniéndolo en práctica.

La mayor ventaja de la educación que se lleva a cabo en el hogar,
es que hay libertad para que el niño pueda dedicarse a aprender aquello
que esté acorde a los dones y habilidades individuales dados por Dios, lo
que realmente le interesa, y no caer en la estandarización. Para ello,
hace uso de Academias o instituciones especializadas en el área de
interés del niño de acuerdo a sus propias habilidades.

Otra de las ventajas evidentes para el desarrollo de los niños, es
que el sistema de Homeschool usado por padres cristianos respeta los
procesos de aprendizaje del estudiante, considera el ritmo y estilo
individual de éste, con el fin de involucrarlo en el proceso de enseñanzaaprendizaje sin frustrarlo, sino que, conforme a la dignidad que le ha sido
dada por Dios, se le respeta y se le atiende conforme a sus
características personales.

Respecto al proceso de evaluación, éste es intensamente práctico,
el niño entiende la utilidad que tiene para su vida, para su familia, para la
sociedad y especialmente en su responsabilidad para con Dios cada uno
de los aprendizajes que le son entregados, principalmente el pensar
conforme a los pensamientos de Dios, que le ayudarán a pensar
críticamente respeto a cada suceso en su vida.
6.10
El currículum.
El currículum generado e implementado por el Ministerio de Educación
mandatado por el Estado, es el fiel reflejo del concepto de educación que
sostiene este último. Para ello ha creado un documento, las Bases Curriculares,
que rige el proceso de aprendizaje trazando los objetivos que se pretenden
alcanzar, son utilizadas también, para transmitir a los estudiantes la
cosmovisión que afirman y denota la mendacidad declarada respecto a la
conformación laica de su Sistema Educativo.
129
En primer término, el currículum estatal olvida la unicidad del niño, y
pretende dividir el conocimiento en asignaturas, haciendo creer al niño que se
pueden adquirir enseñanzas independientes, esto en oposición a lo que afirma
la cosmovisión cristiana, la que asegura que todo conocimiento, involucra al
niño en su totalidad, es decir, lo afecta de forma integral. Además, agrega la
idea de que existe una incompatibilidad entre la razón y la fe.
En segundo lugar, el currículum estatal, lejos de promover las
capacidades individuales de sus estudiantes, busca la estandarización, es decir,
que todos posean los mismos conocimientos en las mismas áreas y en la
misma profundidad. Para ello, ha trazado objetivos de aprendizaje comunes a
todos los alumnos, los que se ven obligados a participar de todas las
asignaturas determinadas por el Sistema Educativo, forzándose a rendir de la
misma manera en todos y sintiéndose incapaces cuando en alguna de ellas no
obtienen los resultados esperados. Y peor aún es el escenario, cuando se
considera que cada uno de los estudiantes, en su unicidad ha sido dotado de
talentos y habilidades sobresalientes y particulares, las cuales si se trabajaran
con mayor esfuerzo y de manera personalizada, ciertamente sería de mayor
utilidad para la sociedad.
El currículum está en un dilema continuo: por una parte, se define como
laico y, por otra, está constantemente discriminando entre unos y otros
contenidos a enseñar (BOVERO,
2013). Es obvio que mediante la
escolarización no se pueden enseñar todos los contenidos que existen en el
mundo para las diferentes asignaturas, por lo tanto, se deben seleccionar los
contenidos a enseñar, y esta selección, se acepte o no, está determinada por la
cosmovisión de quienes hacen la selección y sus propósitos individuales. En el
caso del Sistema Educativo, es el Estado quien dirige su quehacer, por lo tanto,
es él, quien finalmente decide qué se enseña y qué no (MINEDUC, 2010).
Además, como las horas no son suficientes para profundizar en ningún
contenido, considerando el número de estudiantes, el MINEDUC se ve obligado
y, por cierto, le resulta en un beneficio el hacer entrega de visiones sesgadas de
130
los contenidos a tratar. Esto se puede ver especialmente en la asignatura de
historia, y específicamente en el periodo del Gobierno Militar, materia que
cuando es enseñada, solo hace referencia a los aspectos negativos de éste,
prácticamente no habla de los beneficios y mucho menos habla de la realidad
que se vivía en el país antes que se produjera la violenta intervención por parte
de la oposición.
El currículum coarta a quienes piensan diferente, todos aquellos cuya
línea de pensamiento difiere de la que promueve el Sistema Educativo son
obligados, por razones de la estandarización
y de la evaluación de tipo
memorística, a responder exclusivamente en términos del contenido que les ha
sido entregado. Esto, por ejemplo, puede verse en el hecho de que cuando se
enseña sobre el origen del universo no se incluyen contenidos relacionados a
Dios y al creacionismo, a pesar de que otras teorías sí son expuestas,
obligando al estudiante a responder únicamente en éstos términos, negándole
la posibilidad de plantear, como opción válida, las verdades dadas por su
creencia respecto a este tema.
El currículum además, está siendo utilizado como medio para enseñar
ideologías, esto a través de los manuales creados por el MINEDUC, los cuales
son enseñados a los profesores para luego ser traspasados a los alumnos, sin
siquiera preguntar a los padres si están de acuerdo con que sus hijos aprendan
sobre esos temas y de la forma en la que ellos lo exponen. Entre los manuales
distribuidos y propagados por el MINEDUC están: “Oportunidades para la
inclusión de las personas lesbianas, gays, trans e intersex en el sistema
educativo” y “Oportunidades curriculares para la educación en sexualidad,
afectividad y género”.
El currículum cristiano está supeditado a tres principios: que sea bíblico,
atingente a la época y que implique conocimiento verdadero, es decir, que haya
un involucramiento total por parte del niño, lo que asegura que el niño pone en
práctica lo que se le está enseñando y que le es útil, significativo y relevante.
131
El currículum cristiano da libertad a los padres para implementar el
proceso de aprendizaje y los contenidos de la forma que ellos estimen
conveniente, mientras se ajuste a los tres principios básicos antes
mencionados, permite también que se trabajen con mayor profundidad aquellos
contenidos de interés para el estudiante que le permitan desarrollar y fortalecer
sus propias habilidades.
Como se expuso con anterioridad, es fundamental y necesario que la
educación cristiana, enseñe y promueva una cosmovisión bíblica. Queda claro
que esto sólo es posible si se implementa un currículum completo que esté
fundamentado en la Biblia. No basta con una clase de religión, si en las otras
asignaturas se están enseñando conceptos e ideas contrarias. Es primordial
que el plan de estudios sea construido completamente en base a la Palabra de
Dios y que sea el estándar conforme al cual el niño desarrolle su pensamiento
crítico.
Sólo un currículum cristiano enseñará al niño a pensar bíblicamente y si
este se desarrolla de forma atingente, capacitará al niño a analizar todos los
sucesos de su vida y de la sociedad a la luz de la Palabra-Ley de Dios, lo que le
permitirá valorar cada conocimiento como significativo y relevante para su
propio desarrollo.
Debido a que el niño es una unicidad, creado a la imagen de Dios, una
propuesta de currículum cristiano siempre está implementando un conocimiento
total, este plan de estudios nunca promueve conocimientos seccionados o
sesgados, por el contrario, está diseñado de tal forma que el mismo niño
distingue y extrae conocimientos relevantes para toda su vida, le enseña a
pensar y a analizar, involucrándolo de forma completa, haciendo que entienda
la utilidad de la enseñanza para su vida y disfrutándola, ya que se imparte de tal
forma que el niño participa de él activamente, se realiza a su ritmo de
aprendizaje y conforme a sus gustos e intereses.
132
7.
CONCLUSIONES
El Estado mediante su Sistema Educativo ha tomado un rol principal en
la sociedad en cuanto a la educación. Históricamente, la educación pasó de ser
impartida absolutamente por la familia, a estar a cargo del Estado, en especial
mediante su proceso de escolarización, pero también al establecer leyes que
regulan todo lo relacionado a ella.
El hecho de que el Estado se haya adjudicado un rol docente mediante el
Sistema Educativo es indudable, puesto que ha definido el concepto de
educación y todo lo referente a ella. El Ministerio de Educación a través del
currículum nacional vigente, impone qué enseñar mediante los Objetivos de
Aprendizaje en las Bases Curriculares, los que deben ser impartidos en todas
las escuelas del país y además, los planes y programas de estudio que cada
una de las instituciones educativas proponga, deben estar en concordancia a
estas bases. Asimismo, establece el formato en que el proceso educativo debe
llevarse a cabo y, para ello, organiza y estructura la enseñanza en todos los
establecimientos educacionales del país; determinando jornadas, asignaturas,
formas adecuadas de evaluación, entre otros aspectos.
De acuerdo a los antecedentes expuestos en el Marco Teórico, el
Estado, mediante la LGE, declara en su definición ser laico; es decir, ser neutro
respecto a los diferentes dogmas, no transmitir cosmovisión alguna, aplicar la
tolerancia y respetar todas las creencias. Al respecto, haciendo uso del
presuposicionalismo se puede afirmar que aquello es imposible, los individuos
lo acepten o no, poseen y transmiten una cosmovisión y puesto que el Estado
así como el MINEDUC están formados por individuos, se hace evidente que
poseen una cosmovisión y que la transmiten solapadamente mediante las
Bases Curriculares. Asimismo, de forma más notoria mediante los manuales
adicionales que son incluidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de todos
los estudiantes que pertenecen a los establecimientos que reciben aportes
estatales (por el pago de impuestos), aun cuando ello no ha sido aprobado por
133
los padres de los mismos. Además, lo que es enseñado por los diferentes
profesores en las respectivas aulas también está influenciado por su propia
cosmovisión, resultando en la mayoría de los casos el criterio del profesor como
el que determina el énfasis de cada contenido y la manera de abordar una
determinada materia dando a conocer (o introduciendo) también su perspectiva.
El Sistema Educativo chileno muestra serias deficiencias en todos los
aspectos: sobrecarga curricular; los estudiantes son agobiados por pruebas
estandarizadas cuyos resultados a nivel nacional e internacional son
ineficientes, las jornadas de clases son extensas, se priorizan unas asignaturas
por sobre otras, no se trabajan las capacidades y talentos individuales, el
sistema propende a igualar el conocimiento general de los OA que ellos mismos
establecen, los profesores no tienen la capacidad para atender como es
necesario a todo el grupo curso, entre otras. Además del hecho evidente que no
se considera al estudiante como una unicidad que debe ser enseñada como tal,
conforme a sus talentos y habilidades individuales, sino como un futuro
trabajador al servicio de la sociedad, lo que frustra las propias capacidades del
niño.
El
Sistema
Educativo
chileno
debido
a
sus
características
y
determinaciones, indiscutiblemente transmite su propia cosmovisión y toma las
decisiones relevantes respecto al qué, cómo, cuándo, dónde y con quién
aprender; ha relegado a las familias que participan de él a un rol
complementario, donde ellos determinan y las familias aceptan. La familia
adscrita a la educación estatal, deberá acatar tales imposiciones sin
cuestionamientos, pues es aquello que demanda y sustenta la Ley chilena. En
resumen, los padres son colaboradores y servidores del Sistema y no actores
principales, es el Estado el que debe estar al servicio de los ciudadanos. Están,
por tanto, subordinados a aquello que imparte el Estado, su cosmovisión, sus
ideologías, sus metas generales, sus objetivos de aprendizaje y el formato que
ellos proporcionan.
134
En la cosmovisión cristiana la familia tiene un rol principal en la
educación. A los padres les ha sido delegada por Dios la autoridad sobre los
hijos y mandatada por Él mismo, la responsabilidad de criar a sus hijos para
que alcancen la madurez conforme a la imagen de Dios, o sea, que toda la
enseñanza esté dada por una cosmovisión bíblica que les permita capacitarse
para ejercer dominio sobre la creación, es decir, que su propia vida esté bajo la
Palabra de Dios, para luego trabajar también para que la sociedad, al ver los
beneficios que conlleva la obediencia a la Ley de Dios se adhiera
voluntariamente a la aplicación de la misma.
El Sistema Educativo actual vulnera los derechos de la familia cristiana,
ya que, si los padres hacen uso de la escuela estatal, ésta les obliga a tener un
rol complementario en la educación de sus hijos, debiendo aceptar todo lo
referente al proceso de enseñanza-aprendizaje, en especial, el hecho de que
transmiten su propia cosmovisión y que además, introducen ideologías y
principios que no son afines a los que sostiene la familia creyente. Finalmente,
los padres son relegados a un rol secundario que les obliga formar en la mente
del niño un “campo de batalla” entre la cosmovisión enseñada por la escuela
estatal y la cosmovisión que ellos sostienen.
Una educación cristiana es una que capacita al
estudiante a pensar los pensamientos de Dios después
de Él, en cada disciplina y área de la vida, cuyo propósito
es capacitar al niño para crecer a la imagen de Dios en
un adulto maduro, equiparlo para tomar sus
responsabilidades como el portador de la imagen de Dios
y proveerle con las herramientas para cumplir su
mandato como creación de extender su dominio sobre la
tierra como el vicegerente de Dios (Perks, 1992, p.50).
La educación cristiana, busca que el estudiante alcance la sabiduría
bíblica, la que requiere de disciplina también bíblica, ésta involucra instrucción y
escarmiento aplicados conforme a la Palabra de Dios. Por lo mismo, solo puede
ser llevada a cabo en una institución (escuela, comunidad educativa o
homeschool) que promueva una cosmovisión que sea absolutamente bíblica,
135
que aplique en todo el proceso de enseñanza las presuposiciones y principios
bíblicos, los promueve completamente y para la totalidad de la vida del niño.
El currículum cristiano no exige contenidos mínimos, sino más bien,
solicita que el plan de estudios que escojan los padres cumpla con los tres
principios
bíblicos
expuestos:
bíblico,
atingente
y
que
implique
un
involucramiento total por parte del estudiante. Otorgando así, libertad a los
padres para definir el currículum que enseñarán a sus hijos, mientras éste se
ajuste a los principios bíblicos mencionados.
La educación en la cosmovisión cristiana se encuentra en conflicto con la
proporcionada por el Estado. Las diferencias son irreconciliables, ya que son
radicalmente distintas en sus presuposiciones respecto a Dios, a la familia y al
concepto mismo del niño, y como resultado difieren en su concepto de
educación, en el sujeto responsable de llevarla a cabo y especialmente en el
propósito de la misma.
Las diferencias tienen consecuencias perjudiciales para la familia
cristiana, su cosmovisión y especialmente para sus hijos, puesto que: primero,
merma la autoridad y responsabilidad que les ha sido entregada por Dios a los
padres, segundo, enseña y promueve una cosmovisión distinta y opuesta a la
de la Fe bíblica, tercero, tiene propósitos distintos a los demandados por Dios
en su Palabra y cuarto, el formato en que se lleva a cabo, no propende a la
madurez, ni beneficia el desarrollo de las habilidades individuales que le han
sido dados por Dios a cada niño como lo afirma la cosmovisión cristiana. Por lo
anterior, se recomienda que los padres cristianos no hagan uso de las escuelas
del Sistema Educativo chileno financiado por el Estado (a través de los
impuestos) y propuesto por el MINEDUC.
Los padres por ser quienes detentan la autoridad sobre sus hijos poseen
libertad absoluta para escoger la modalidad educativa que deseen, la única
observación en el caso de los padres cristianos, es, que como ellos tienen un
compromiso más alto, con Dios y su Palabra, es ella la que debe dirigir el
136
quehacer educativo y todas las decisiones respectivas. Por ello, se espera que
los padres entiendan y lleven a cabo una educación verdaderamente cristiana,
donde la cosmovisión bíblica sea el fundamento y no un anexo, donde el
currículum que se enseñe cumpla con los tres principios señalados, cumpliendo
así el mandato divino de criar a los hijos según la Biblia en todas las áreas de la
vida, propendiendo a una madurez a la imagen de Dios, enseñando sabiduría
en la disciplina y amonestación del Señor.
Debido a los requerimientos de una educación cristiana, con los padres
como responsables, la cosmovisión bíblica como su fundamento y columna, la
disciplina como el método, su propósito de formar hombres y mujeres maduros
a la imagen de Dios que cumplan su llamado de ejercer dominio y promover el
avance el Reino, así también el currículum con sus tres principios
fundamentales, se postula como la forma más efectiva para llevar a cabo este
mandato de forma correcta y completa que los mismos padres se hagan cargo
de la educación de sus hijos, esto mediante el Homeschool (escuela en casa).
Formato que les permite cumplir con cada punto de una educación bíblica de
forma que obedezca y glorifique a Dios, a la vez que les otorga libertad para
trabajar con mayor esfuerzo aquellos dones y habilidades que posea el niño.
En Chile existe la libertad de enseñanza, pero esta implica que
igualmente se enseñen los OA definidos por el MINEDUC, los que serán
evaluados en las pruebas de promoción de los estudiantes, independiente de la
modalidad educativa a la que pertenezcan (escuela regular pública o privada,
comunidad educativa o escuela en casa). Por lo tanto, se considera necesario
promover la necesidad de implementación de la libertad de currículum, la que
permitiría a los padres, en especial a los cristianos, desarrollar el plan de
estudios que les parezca más conveniente para sus hijos.
Ante la pérdida del sentido bíblico de la educación que se vive
actualmente en los padres cristianos, lo que ha sido propiciado por la escaza
enseñanza brindada por la iglesias cristianas, trayendo como consecuencia que
incluso las familias cristianas están enviando tranquilamente a sus hijos a las
137
escuelas estatales, ignorando que las mismas poseen y transmiten una
cosmovisión y que la que se entrega allí no es cristiana y tampoco es laica, sino
que está transmitiendo una visión del mundo que no es bíblica y está obligando
al niño a participar de un proceso de estandarización, que no propende a la
madurez, que no trabaja las habilidades individuales y que además, no le
prepara para obedecer a Dios como la cosmovisión cristiana demanda, se hace
necesaria una reeducación de la iglesias cristianas en general. Se recomienda
que los líderes cristianos brinden la enseñanza al respecto que permita la
reeducación de los padres acerca de la responsabilidad que tienen en la
educación de sus hijos, considerando especialmente el tema de la cosmovisión
bíblica.
138
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