UATX Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Criminología Resumen del libro: Ética y poder Jorge Sánchez azcona Miguel Ángel Juárez Pérez Dr. Rodolfo Ortiz Ortiz Comunicación oral y escrita 1°B Matutino 27 de agosto del 2019 En el libro Ética y poder intenta dar a comprender lo que es la esencia y el ejercicio del poder sin embargo para comprender esto tenemos que saber que lo que nosotros denominamos hombre y como su actuar de da permanente a través de una interacción con sus semejantes de igual manera lo que configura su comportamiento normativo y las instituciones que se desarrollan en cualquier comunidad y dentro de las cuales destaca de gran manera el poder político como instancia prioritaria de control social. A lo que el autor alude que la vida social es el resultado de una multiplicidad de factores que tienden a consolidar y a institucionalizar diferentes normas de comportamiento que inciden en una comunidad, partiendo del denominador común de considerar la aptitud como el impulso motivador original del hombre, y defendiéndola como; “aquella gran fuerza impulsora de lucha que existe en cada uno de nosotros que nos impide continuamente a hacernos más aptos para la vida” podemos simplificar esto como necesidades fundamentales y, por tanto, como las motivaciones básicas del actuar de las personas, son las siguientes: a) b) c) d) Necesidad de seguridad física Necesidad de seguridad emocional Necesidad de reconocimiento social (estatus) Necesidad de triunfo El ser humano es un organismo que si bien su estructura original está enraizada en una base instintiva, ha evolucionado hasta un punto en que esta ha llegado a representar un mínimo ante el condicionamiento psíquico y social al que está sujeto. Las personas por medio de este proceso han desarrollado una cualidad que los distingue de todos los demás organismos; la autoconciencia. El hombre es el único animal que tiene conciencia especifica de los fines que se propone lograr y se distingue de los seres irracionales que viven en un estado de armonía natural con su entorno, ya que vive en un proceso de adaptación y readaptación permanente en el mundo que lo rodea, en donde dedica parte de su existencia a encontrar un sentido para su propio vivir. El hombre moderno ha modificado la jerarquía de sus metas existenciales de sus necesidades y de su propia vida, manipulado principalmente por la ideología que transmiten los medios masivos de comunicación, en donde la violencia forma parte medular. La difusión de hechos verídicos como series televisivas, la impiden al espectador discernir entre lo que es realidad y lo que es fantasía. No solo es la historia de la guerra civil en Líbano o en el medio oriente o Yugoslavia sino, recordemos también las transmisiones en directo por la TV de la pasada guerra del golfo pérsico o la práctica, cada vez más común en estados unidos, de trasmitir por cable las ejecuciones de reos, y que el teleauditorio pague los derechos de evento para observar, con todo detalle, los pormenores de la ejecución: desde que el condenado ingresa al cuarto de ejecución, hasta las últimas contorsiones y espasmos de dolor que experimenta cuando es sacrificado. Las instituciones forman la unidad con que se construye el concepto de estructura social. Esta a su vez representa al conjunto de interrelaciones de las instituciones que tienen funciones objetivas similares. Podemos decir, siguiendo a Gerth y Mills, que en una sociedad destacan las siguientes estructuras preponderantes: 1. La estructura política, que se compone de las instituciones en las que los hombres adquieren, ejercen o influyen en la distribución del poder autoridad. 2. La estructura económica, consiste en los establecimientos que organizan el trabajo, los recursos y los instrumentos técnicos, con objeto de producir y distribuir bienes y servicios. 3. La estructura militar, constituida por las instituciones en las que los hombres organizan la violencia legítima y supervisan su aplicación. 4. La estructura familiar, que se compone de las que regulan y facilitan el comercio sexual legítimo, la procreación y la primera educación de los hijos. 5. La estructura religiosa integrada por los que organizan y supervisan el culto colectivo de Dios por lo general en lugares fijos y con cierta regularidad. En una sociedad al haber pluralidad de estructuras y una multiplicidad de instituciones y roles que las confirman, queda abierto un amplio campo para que no todos los individuos otorguen su apoyo ni en el mismo grado a la misma institución o estructura. El autor hace hincapié en que para estudiar el poder desde el punto de vista sociológico, es conveniente seguir la posición que algunos autores han denominado realista y, de esta forma, definir y delimitar el campo del poder frente a otras áreas del quehacer humano. Al respecto, Hans Morgenthan expone: 1. El realismo político cree que la política- como la sociedad en general- es gobernada por leyes objetivas que tienen sus raíces en la naturaleza humana. 2. El concepto del interés definido como función del poder, nos provee del eslabón entre la razón y los hechos que deben comprenderse. Una teoría realista de la política se opondrá a dos falacias populares; la preocupación por los motivos y la preocupación por preferencias ideológicas. Si la ética en forma abstracta juzga la calidad moral de los motivos humanos, la teoría política debe juzgar las cualidades políticas del intelecto, de la voluntad y de la acción. 3. El realismo político no otorga a su concepto un significado de inmutabilidad. 4. El realismo político tiene conciencia del significado moral de la acción política, así como de la inevitable tensión entre la disposición moral y los requisitos de una acción política que tenga éxito. 5. El realismo político se rehúsa a identificar las aspiraciones morales que gobiernan el universo. Tal como distingue también entre verdad e idolatría. 6. En lo intelectual el realismo político mantiene la autonomía de la esfera política, tal y como el economista, e abogado y el moralista mantienen la suya. Piensa en términos de interés definido como poder. 7. El realista político no ignora la existencia y aplicabilidad de normas de pensamiento distintas de las políticas; pero tiene que subordinar dichas normas a las de la política, y abandona las demás escuelas cuando imponen a la política, normas de pensamiento que son apropiada a otras esferas. Si nos atenemos a los criterios anteriores podemos decir que la política es la actividad que tiende a obtener el poder en una comunidad o a influir en su distribución. La sociedad no puede subsistir si no se organiza y estructura, desde el punto de vista político. Alguien tiene que mandar, organizar, conciliar, o, en su caso, imponerse a las diferentes voluntades de los otros miembros de la comunidad. Ese alguien es el detentador del poder. El poder, siguiendo a Weber es; “la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social, aun en contra de toda resistencia”. El hombre, a través de su evolución, ha tenido diferentes sistemas de dominación práctica, Max Weber distingue tres tipos de ideales de denominación legítima: 1. La dominación tradicional se establece cuando las personas dirigen sus creencias y su conducta por el eterno ayer, por las costumbres profundamente arraigadas y, que indican como debe ser su organización política. 2. La dominación racional, que se basa en la legalidad. La obediencia se enmarca en la ley y no en las personas. En este sistema predominan las instituciones jurídicas y el procedimiento legal para crearlas. 3. La dominación carismática, en donde la obediencia se basa en la confianza personal que se tiene en el líder. Este no tiene ataduras legales ni tradicionales en su desempeño político y es la fuerza psicológica, simbológica de su persona la que se impone. Estos tres tipos de dominación, en la realidad histórica –según Weber-, no se dan en estado de pureza, se entrelazan, pero los caracteres de alguno de ellos predominan en un determinado momento histórico, y de ah obtienen su calificación como tal. A lo largo de la historia política de la humanidad siempre ha existido una constante: la presencia de las clases dominantes, es decir, las elites que controlan el poder, grupos minoritarios que al organizarlo, configuran lo que Michelle llamo la necesaria oligarquía del poder. Se trata de minorías que siempre están vinculadas a los intereses preponderantes de su época y que ejercen un dominio sobre los medios militares, económicos, religiosos, educativos, etc., y particularmente en la época moderna, este se ejerce cobre los medios masivos de comunicación. El poder es una expresión de la vida en sociedad que despierta gran inquietud e interés no solo cuando a su estudio académico, sino por ser un espacio existencial en donde concurren las pasiones más intensas del hombre, en su búsqueda, en su ejercicio o en su sometimiento. La búsqueda del poder en una tendencia innata que viene de lo más profundo del hombre. Weber explico cómo en su origen, el capitalismo fue impulsado por esa búsqueda, que en el protestantismo se daba a través del trabajo, el ahorro y la frugalidad, como precio a pagar para ser de los selectos, de los escogidos por Dios. Maquiavelo expresaba, con la enorme agudeza que lo caracterizo, que la motivación fundamental del hombre es el amor al poder, a través del cual obtiene el reconocimiento social, la gloria. Esta ambición es una virtud que tienen los que, respondiendo a sus impulsos básicos de la búsqueda del poder, enfrentan a su destino luchando para obtenerlo, en su camino de donde solo salen triunfadores los hombres que están dominados por la perfidia, cualidad dominante en el hombre político. Este a través de su ambición busca vencer al inamistoso y siempre pérfido destino, es decir, a la fortuna. Es una lucha natural de fuerzas. Las perspectivas son iguales, porque los medios son iguales. De un lado el hombre sin Dios y que aspira al poder, fin superior terrestre, y de otro la fortuna, el destino no gobernado por ningún Dios. Por otra parte se deben desarrollar ciertos preceptos axiológicos dentro del hogar tales como: 1. El conocimiento 2. El cuidado 3. Responsabilidad 4. respeto Existe la impresión de que la clase de política en México no ha tenido la mejor escuela. Nuestros políticos han estado muy lejos de lo que el país más necesita; eficiencia y decencia. Por tanto se debe buscar que quienes se desempeñen en la vida pública tengan no la perfidia que con tanta enjundia defendía Maquiavelo como la habilidad pese del político, sino las cualidades que Max Weber atribuía a quienes hacían de la política de su vacación: “puede decirse que son tres las cualidades decisivamente importantes para el político: pasión, sentido de la responsabilidad y mensura. Pasión en el sentido de la positivistas, de entrega apasionada a una causa, al dio o al demonio que lo gobierna” Para concluir mi opinión es que el significado de poder va más allá de la definición que nos han enseñado y no es simplemente dar órdenes y conseguir su interés personal, sino todo lo contrario, elegir las mejores decisiones para el beneficio del pueblo y por otra parte pienso que la ética y el poder no pueden existir al mismo tiempo, eso es completamente una falacia o al menos que el concepto de ética cambie sin embargo si eso ocurriese ya no sería lo que nosotros consideramos como ética.