SEGUNDO DIA (60 km bici): En coche: (35 km ida) LUZ-SAINT-SAUVEUR (A) COL DE TOURMALET (B) SAINTE-MARIE DE CAMPAN (C) En bici: SAINTE-MARIE DE CAMPAN (C) 7 km subida por D918 PAYOLLE (H) 10 km subida (ver (a) abajo) por D113 HORQUETTE ANCIZAN (E) 13 km. bajada hasta cruce con D30 – Ancizan ANCIZAN 5 km D929 hasta ARREAU (F) 600m por D929 hasta cruce D918 12 km. Subida (ver (b) abajo) por D918 COL D’ASPIN (G) 5,5 km bajada por D918 PAYOLLE (H) 7 km bajada por D918 SAINTE-MARIE DE CAMPAN (C) (a) Subida al Horquette d’Ancizan: Descripción: Pocos puertos pirenaicos reúnen el encanto y atractivo de este casi desconocido que lleva el nombre del pueblo de Ancizan. Nuestra ruta se inicia en la llanura de la Payolle, centro turístico muy frecuentado por las gentes ávidas de gozar de la práctica del deporte en medio de la Naturaleza. Atravesamos la gran explanada en cuyo interior se alberga un apacible lago y multitud de construcciones de todo tipo, que tienen un único objetivo: servir al turismo que suele acudir en gran cantidad a disfrutar de ese lugar paradisíaco. Si hemos iniciado nuestra ruta en Ste. Marie Campan, habremos debido superar previamente casi 7 km (ver altigrafía del Aspin) que confieren a esta ascensión una dificultad extra. A partir de la entrada al bellísimo bosque del Differend y a orillas de un refrescante arroyo, la pendiente va en aumento y alguna de sus rampas alcanza ya el 10%, al poco de transitar junto a un área de pic-nic. Al abandonar la protección del pinar, el riachuelo discurre a nuestra derecha y vemos al otro lado de la ruta un monolito y una imagen de la Virgen que dan un aspecto de recogimiento y misticismo al entorno. Hemos iniciado una larga recta, con alguna rampa dura que nos obliga a redoblar nuestro esfuerzo, mientras disfrutamos de un esplendoroso valle presidido por las crestas magníficas del Arbizon. Nos acercamos a las proximidades de un refugio que se vuelve diminuto en el grandioso espectáculo y trazamos una curva de vaguada izquierda que nos permite gozar de una nueva perspectiva del puerto. Al penetrar de nuevo en lo profundo de un nuevo bosque y trazar una curva ciega a la derecha, coronamos un primer alto que nos da la posibilidad de un primer descanso de un kilómetro hasta atravesar un nuevo puente en la lugar que se denomina el Courtau de Artigou. Más vale que hayamos aprovechado bien esos escasos mil metros cuesta abajo, porque de seguido se inicia el tramo final del puerto, aún en el interior del bosque de coníferas. Cuando desaparecen los pinos un nuevo paraje, la Plagne, y un puente nos permiten contemplar los dos kilómetros finales, en los que las herraduras y las fuertes rampas van a requerir de toda nuestra experiencia, mientras las vacas continúan pastando impertérritas en las praderas del entorno. La cima se halla ubicada entre dos rocas que, como una horcada, permiten el paso apretado de la carretera, pero antes de atravesarlas no olvidemos echar la vista atrás para saborear las maravillas de esta auténtica perla de la montaña pirenaica. Y si nos lanzamos hacia la vertiente opuesta conviene que no olvidemos que para volver a Campan no tendremos más remedio que vencer a tres verdaderos colosos, el Beyrède, el Aspin por su vertiente más dura o la tremenda oposición de la propia Hourquette desde el pueblo que le cede con orgullo su nombre. Complicado dilema. (b) Subida del Col du Aspin Fuentes: Desconocidas. Conviene proveerse en Arreau. Descripción: Si bien no es tan exigente como el Tourmalet y el Aubisque, el Col du Aspin sí que reúne la dureza suficiente como para verse encuadrado en los puertos de 1ª categoría de la “grande boucle”. A la entrada en Arreau por la D-929 en dirección a la frontera española, se inicia a la derecha las primeras rampas de este puerto con dos primeros kilómetros bastante llevaderos hasta tomar una vaguada derecha donde de verdad se inicia la dureza principal de la ascensión. En el km siguiente ya nos enfrentamos a alguna rampa superior al 10%, aunque de nuevo volvemos a porcentajes asequibles. La dificultad mayor estriba en que paulatinamente y a medida que acumulamos cansancio la exigencia va en aumento desde un 5% hasta el 9% medio del octavo kilómetro, y además en un tramo de trazado rectilíneo por el flanco de la montaña cuando empezamos a divisar en lo alto el collado final. Las únicas referencias en nuestra ruta van a ser algunas cabañas y pabellones para el ganado que acostumbra a pastar en estas praderas y, para desesperación de los más débiles, nuevas rampas de dos dígitos hasta tomar una herradura derecha con un bar en el interior que da paso al tramo final de la escalada. Al trazar casi mil metros después una herradura izquierda ya daremos vista definitivamente al alto aunque todavía deberemos superar alguna rampa traicionera. Coronaremos a casi 1500 m de altitud, con un panorama espectacular sobre todo lo que hemos ascendido y en lo alto, dominante, el Pic du Midi. Y si tenemos tiempo y ganas nos podemos lanzar por la ladera opuesta hasta la estación de La Payolle.