El movimiento del Taki Onkoy Fue un movimiento religioso y político que surgió en 1565, año en el que se desarrollaba la resistencia indígena contra la conquista española. Fue un movimiento religioso y político que surgió en 1565, año en el que se desarrollaba la resistencia indígena contra la conquista española. El Taki Onkoy, que significa “enfermedad de la danza o el canto”, empezó en Ayacucho y luego se extendió al Cusco y a Lima, hasta que fue reprimido por el cristianismo en 1572. Su nombre viene de la creencia de que las huacas (lugares sagrados), enojadas por la expansión del cristianismo, se posesionaban de los indígenas, haciéndolos bailar y anunciar el regreso de la religión andina. Su objetivo principal era restaurar el culto a las huacas, las antiguas ceremonias de bailes (taquis), los sacrificios de llamas y el culto secreto a las conopas o amuletos de piedra. Este movimiento se propagó secretamente durante la resistencia indígena liderada por el inca Titu Cusi Yupanqui quien, según cuenta la historia, impulsó este movimiento. La gran oleada espiritual fue encabezada por los tarpuntaes (sacerdotes incaicos), que anunciaban la resurrección de las huacas y el regreso del reinado del Inca. GUERRA RELIGIOSA Estos decían que Francisco Pizarro tuvo éxito al conquistar Cajamarca gracias a la victoria de su Dios cristiano sobre las huacas. Ahora estas se han fortalecido y estaban listas para vencerlo y expulsar a los invasores. El Taki Onkoy fue liderado por Juan Chocne, acompañado de dos mujeres que se hacían llamar Santa María y María Magdalena, figuras del cristianismo. Todos ellos fueron reprimidos durante el proceso de extirpación de creencias y cultos de la religión andina en 1572. Pese a ello, la reconquista sobrevivió y algunos seguidores del Taki Onkoy continuaron con sus cultos andinos a escondidas. Hoy su tradición es continuada por muchos “dansaq” o danzantes de tijeras.