EL GATO DE LA SENDA Allá en tiempos muy remotos, un día de los más friolentos y lluviosos de Lima, caminaba por la senda, cuando de repente oí algo, era el maullido de un gato pequeño, el felino era de color blanco y negro, con el ojo izquierdo de color azul y el derecho de color verde, se encontraba lastimado, al parecer por el golpe de algo y muy tembloroso. Yo sólo lo observé y seguí mi camino, pero más me alejaba y el gato más maullada, entonces lo llevé conmigo a mi hogar y ese día cambió mi vida. Le puse de nombre Bowie, en honor a mi artista favorito, yo vivía solo, no tenía a nadie en mí, me encontraba en depresión hasta que Bowie llegó a mi vida. Él era un gato especial, con su cariño y compañía hizo de mis días grises a días felices. Vanessa Orihuela Villalba