¿Qué es Comercio electrónico? El Comercio electrónico, también conocido como e-commerce, es la nueva forma de comprar y vender. Se trata de la compra-venta de productos o servicios a través de plataformas digitales, pudiendo ser desde páginas web hasta perfiles o cuentas en redes sociales. Es un fenómeno que se ha vuelto totalmente primordial en el siglo XXI. La mayoría de establecimientos que se dedican a la comercialización de productos y cuentan con una página web, montan también una plataforma de venta para distribuir su catálogo a través del ámbito digital y conseguir así un mayor alcance entre la audiencia. Es una nueva forma de vender, pero también una nueva forma de comprar. Ofrece un importante rango de facilidades tanto a empresas como a consumidores, lo que ha propiciado, junto con la extensión de los smartphones, que se convierta en uno de los elementos más recurrentes de todo el panorama digital en los tiempos modernos. El nacimiento del comercio electrónico Podemos confirmar que el año que nació como tal el comercio electrónico fue hacia el 1920 en los Estados Unidos dónde apareció la venta por catálogo. Este nuevo sistema de distribución fue una gran revolución en ese momento, ya que fue la primera vez que se podía comprar sin antes ver el producto. La venta por catálogo funcionaba mediante fotos ilustrativas del producto. La gran ventaja que posibilitaba este sistema comercial era que se podía vender en zonas rurales difíciles de acceder. Todo empieza en 1960 Este año se inventó en Estados Unidos una importante forma de Intercambio de Datos Electrónicos el EDI. La historia del eCommerce comienza en este año cuando Electrónic Data Interchange crea el EDI y permite a las empresas realizar transacciones electrónicas e intercambio de información comercial. Aparición de la computadora En este momento aún no habían aparecido las computadoras como tal. No fue hasta la década de los años 1970 que aparecieron las primeras relaciones comerciales que utilizaban un ordenador, pero aún ofrecían un servicio muy limitado. No fue hasta el 1980 que se modernizó el comercio por catálogo con la ayuda de la televisión con las “televentas”. La televisión proporcionó al comercio por catálogo un mayor realismo de los productos ya que podían ser exhibidos resaltando sus atributos y características más importantes. Este tipo de venta directa se hacía mediante la utilización las llamadas telefónicas y el pago se realizaba a través de las tarjetas de crédito. Creación de la WWW El 1989 fue un año decisivo para la tecnología y también para el comercio electrónico más tarde. Apareció un nuevo servicio estrella y que resultó ser la innovación más importante, la WWW o World Wide Web. La Web fue creada por el inglés Tim Berners-Lee mientras trabajaba en el CERN en Ginebra, Suiza. Este método de transmisión de información entre computadoras, cambiaría por completo la forma de comunicarse y también de comercializar. A finales de los años 90 con Internet funcionado el comercio electrónico creció como nunca antes lo había hecho. Se crearon portales exclusivamente dedicados a esta actividad – tales como eBay y Amazon, los cuales se mantienen operativos y en pleno crecimiento hasta el día de hoy. El último paso para consolidar el comercio electrónico como o entendemos nosotros fue en el año 1995 cuando los integrantes del G7/G8 crearon la iniciativa de un mercado global para pymes. Esta plataforma tenía el objetivo de aumentar el uso del E-commerce entre las empresas de todo el mundo, y funcionó. Comercio Electrónico: Tipos Comercio electrónico B2B: Las siglas B2B significan Business to Business (negocio a negocio), y es aquel en el cual la transacción comercial sólo se realiza entre empresas que operan en internet, es decir que no intervienen consumidores. En el comercio electrónico B2B existen tres modalidades: Un mercado controlado que sólo acepta vendedores en busca de compradores. Un mercado en el que el comprador busca únicamente proveedores. Un mercado en el que los intermediarios buscan que se dé un acuerdo a nivel comercial entre compradores y vendedores. Comercio electrónico B2C: Las siglas B2C significan Business to Consumer (negocio a consumidor), y es el de mayor difusión y que generalmente utilizamos. Se lleva a cabo entre un negocio o tienda virtual y una persona que se encuentra interesada en comprar un producto o adquirir un servicio. A este segmento pertenecen aquellas personas que tienen una cuenta online y clientes que adquieren sus productos. Comercio electrónico B2E: Las siglas B2E significan Business to Employee (Negocio a empleado), y se enfoca principalmente entre una empresa y sus empleados, lo que implica que sean ofertas que la propia empresa saca para sus trabajadores, directamente desde su tienda virtual o portal de Internet, y que usualmente cuenta con ofertas atractivas que ayudan a mejorar el desempeño laboral. Comercio electrónico C2C: Las siglas C2C significan Consumer to Consumer (Consumidor a consumidor), y en este tipo de comercio normalmente se encuentran personas que tienen productos que ya no utilizan y que quieren ponerlos en venta, y utilizan el comercio electrónico como medio para llevar a cabo esta transacción con otro consumidor. Aquí el consumidor final puede adquirir del consumidor primario aquellos productos que este último ya no usa, a precios mucho más bajos. Responsabilidades Respecto a la responsabilidad de los negocios online que vendan a un consumidor final dentro del sector del e-commerce, debe tenerse en cuenta que la responsabilidad depende del tipo de reclamación que haga el consumidor final. En caso de reclamación por una falta de conformidad de un producto defectuoso definido como “aquel que no ofrezca la seguridad que cabría legítimamente esperar”, la ley establece una responsabilidad solidaria tanto de la tienda online como vendedor, así como del proveedor de ésta y en última instancia, del fabricante del producto. En base a esta responsabilidad solidaria, resulta esencial que la tienda online tenga bien atado a nivel contractual con su proveedor que, en caso de recibir quejas de algún producto por este motivo, el proveedor se compromete a hacerse cargo mediante un servicio de asistencia técnica y, en última instancia, a asumir el coste de la devolución del importe pagado por el usuario. Es importante indicar que existe una presunción en la ley que establece que, si el defecto aparece dentro de los 6 primeros meses, se presume que el defecto ya existía cuando se entregó el bien, mientras que, si aparece después de 6 meses, en teoría la tienda online puede requerir (poco frecuente) al consumidor que le pruebe que esa falta de conformidad ya existía cuando se le entregó el producto. Otro aspecto relevante es tener en cuenta que si la tienda online compra sus productos a un proveedor que no tiene una empresa o establecimiento permanente dentro de la Unión Europea, entonces la tienda on-line también estaría asumiendo la responsabilidad también del fabricante. En caso de reclamación por daños causados por productos o servicios en personas o bienes ajenos, la responsabilidad es únicamente del fabricante. También debe hacerse referencia a qué responsabilidad tienen las webs de comercio electrónico cuando operan como un mero canal de publicidad de servicios que prestan otros profesionales y/o empresas que compran los usuarios en la tienda online. En este último caso, la ley señala que la responsabilidad es de quién “presta el servicio” y, por tanto, no de la tienda on-line intermediaria. No obstante, debe tenerse en cuenta que han aparecido diversas sentencias que señalan que para los casos en que el usuario haya confiado en la reputación de la tienda online intermediaria, también ésta podría llegar a asumir responsabilidad. En este sentido, siempre aconsejo que, en estos casos, la tienda online informe claramente al usuario de su role de intermediaria en el deal y de asegurarse de que el profesional que presta el servicio dispone de las licencias o permisos para ejercer la actividad que se ofrece al consumidor.