Contenido MANEJO Y CONSERVACION DEL ECOSISTEMA CATIVAL es una publicación de la Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal - CONIF y PIZANO S.A. T.P.R. No.526 Presidenta CONIF María Teresa Motta Tello Personal Técnico Convenio CONIF-PIZANO 1981-1997 Apoyo general a las Investigaciones por CONIF Ingenieros Forestales Luis Jairo Silva Herrera Luis Fernando Jara Navarro Hugo Martínez Higuera Alberto Leguízamo Barbosa Leonidas Rodríguez Ricardo Linares Prieto Luis Enrique Vega González Hans Caicedo Amador Luis Guillermo Suárez Alirio Bernal Tecnológos Forestales Angélico Mena Alipio Chaverra Israel Vides Apoyo general a las Investigaciones por PIZANO Ignacio Piñeros Alfredo Moreno Villarraga Saúl Buriticá Cifuentes Alvaro Villamizar Miguel Rodríguez Diagramación y Textos Doris Stella Liscano Quevedo Resumen / Summary 3 IAspectos Generales Origen y Distribución Geográfica Requerimientos Ambientales Generales Gremios de Especies Utilización de Especies 5 5 5 7 10 Bases Ecológicas Condiciones y Recursos Ecología de las Poblaciones 13 13 16 Organización y Dinámica Sucesional Catival Clímax A2 Catival Intervenido - 21 años Postaprovechamiento Catival Intervenido - 16 años Postaprovechamiento Catival Intervenido - 10 años Postaprovechamiento Catival Intervenido - 5 años Postaprovechamiento Catival Intervenido - 3 años Postaprovechamiento Catival Intervenido - menos de 1 año Postaprovechamiento Diagnóstico de la Regeneración Natural Conclusiones Recomendaciones 20 20 22 25 30 33 35 Manejo del Catival Secundario Introducción Experiencias y Resultados Crecimiento y Productividad Crecimientos en Catival Primario Crecimientos en Catival Secundario Anexo: Antecedentes y Características del Método Malayo 54 54 56 57 58 61 Manejo del Catival Clímax 89 38 42 51 56 91 Anexo: Antecedentes y Características del Método Malayo 109 Bibliografía 115 Se autoriza su reproducción citando la fuente Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 3 Resumen / Summary El documento muestra el estado del arte sobre el conocimiento científico y técnico del ecosistema catival (Prioretum); presenta resultados y propuestas en el marco de tres temas principales sobre este recurso natural: 1) características generales del ecosistema; 2) bases ecológicas para su silvicultura; 3) bases silviculturales para su utilización sostenible, con base en 16 años de investigaciones de campo realizadas en el Proyecto para el Manejo del Catival en el marco del convenio CONIF-PIZANO S.A. En la primera sección de las características generales del ecosistema, se presenta un panorama global de las condiciones físicas y biológicas del bosque de cativo (Prioria copaifera), de su importancia biológica y socioeconómica para Colombia y la comunidad internacional, de su estado actual (a 1998) y sus perspectivas futuras. Los temas en los cuales se realizan los aportes más novedosos, relevantes e importantes son los de bases ecológicas y los de bases silviculturales, en los se que se han tratado de conjugar y aplicar la investigación en términos prácticos al aprovechamiento y el manejo; además que, sobre bases científicas y técnicas reales hacen el enlace biodiversidad-utilización del bosque-ordenación forestal. A partir de las mismas se reúnen los insumos para poder concretar una Ordenación Sostenible del ecosistema catival; algunos de cuyos aspectos pueden, incluso, extenderse a otros bosques tropicales. Se presentan resultados acerca de composición, estructura, dinámica y crecimientos del Prioretum, en DAP y Area Basal, tanto en bosque clímax como en varios estados sucesionales postaprovechamiento industrial; se indica el proceso natural de reconstrucción y se demuestra como, a partir de la observación de unas pautas a las Técnicas de Cosecha se conserva y mejora la condición silvicultural del catival residual para su manejo y aprovechamiento sostenible. Así mismo se aprecian los diferentes efectos de la cosecha de madera sobre el biotopo y la biocenosis del Catival clímax, proponiendo pautas para su aprovechamiento. En la parte de ecología aplicada al manejo silvicultural se aborda el estudio de los mutualismos, con estudio de algunos casos de Fauna Asociada al Catival. Igualmente se analiza el rol del aprovechamiento forestal con respecto los recursos y condiciones del ecosistema catival, con énfasis en la edafología y la radicación solar y sus pautas de manejo para minimizar los efectos negativos de la silvicultura y el aprovechamiento sobre la posibilidad de conservación del bosque. Otro aspecto incluido es el referente a la ecología de las poblaciones, en el cual se procura analizar la Tabla de Vida del cativo (Prioria copaifera), especialmente en cuanto a Tasas de Reclutamiento, Tiempos de Paso y Crecimiento de la regeneración natural temprana. Se trata lo referente a los Gremios Ecológicos y se hace una primera clasificación de las principales especies del catival con respecto a los mismos. Se concluye que, después de analizar la dinámica sucesional del catival en diferentes etapas postaprovechamiento, el inicio de una intervención silvicultural posterior a la primera cosecha del bosque, debe considerar el estado estructural particular de la masa forestal un crecimiento, conocer el objetivo de manejo, para así tomar las decisiones silviculturales que se ajusten al objetivo de producción deseado; la masa residual depende de la intensidad del aprovechamiento y la condición de la masa residual. En el campo de la silvicultura, se presentan resultados muy importantes sobre tratamientos y prácticas aplicadas a la recuperación para la producción de los cativales de segundo crecimiento, originados a partir del aprovechamiento industrial. Los resultados indican la favorable respuesta del bosque a la aplicación de cortas de liberación y de refinamiento, tanto en incremento de la productividad (crecimientos y Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 4 Aspectos Generales regeneración deseable) como en la homogeneización de la población de Prioria copaifera para conducir un manejo y aprovechamiento sostenido del recurso. Como herramienta útil para el manejo sostenible se analizan la importancia y los resultados del diagnóstico de la regeneración natural, mediante el método malayo. Igualmente se delinea, preliminarmente, lo que puede ser un modelo de Ruta para el Manejo de los Cativales, Clímax y Secundarios. También se anotan los elementos condicionantes y los otros planes y acciones requeridos para complementar un manejo integrado, en lo legal, lo social y lo económico, de los bosques de cativo de Colombia. Based on 16 years of a collaborative forest research project between CONIF and PIZANO the state of the art about scientific and technical knowledge of tropical catival (Prioretum) ecosystem was compiled. In this publication, results and directions are emphasized on the following three main aspects: a) General characteristics of the catival ecosystem; b) the ecological bases for its silvicultural management; and c) the silvicultural bases for its sustainable utilization. First section presents a global view of the biological and physical conditions as well as the biologic and economic importance; besides, the actual condition and future perspectives of the catival ecosystem for Colombian and international forestry community. The ecological and silvicultural bases are considered the most important, relevant and novelty contributions by which practical aspects of management and utilization were organized. Based on that, the elements for sustainable management were identified and some of them can probably be extended to other tropical forests. Solid results about forest composition, structure and dynamic, DBH and basal area increment are presented for climax and different catival secondary stands. The natural process of rebuilding forest conditions is demonstrated from the observation of some basic guides to improve harvesting techniques which can improve the silvicultural condition of the residual catival for its sustainable management. It is also proposed an improved harvesting method based on actual harvesting system and on the effects of forest harvesting operations on biotopo and biocenosis of the climax catival. In the section of applied ecology to silvicultural management a mutualisms analysis was made by mentioning some studies where fauna is associated to catival ecosystem. In addition, the role of the forest exploitation was analyzed with reference to the conditions and resources of the catival ecosystem emphasized on soils and solar radiation - and those management guides that minimize the negative effects of the silvicultural and harvesting operations related to the possibilities for the forest conservation. The catival population ecology is discussed, and the cativo species life table is analyzed in aspects such as recruitment rate, investments and growing of the initial natural regeneration. A first classification of the catival main species was made, considering ecological groups. After having analyzed the catival dynamic at different post-harvesting stages It was concluded that silvicultural interventions should not be initiated if a clear management objetive is stated so that silvicultural intervention will depend of the forest structure and the forest product for wich the silvicultural management is planned. Very important results about treatments and practices applied to recover the production of the catival secondary forests originated from industrial harvesting were found. Results indicate favorable response to liberation cuts and refinement practices either to improve the catival productivity (desirable growing and regeneration) or to homogenize Prioria copaifera population so that a sustainable management can be conducted. Results from a diagnostic study of the natural regeneration by malaysian method were analyzed. Similarly a preliminary management route model for secondary and climax catival forests it is proposed. Also the conditional elements and the plans and actions required to implement an integral management considering legal, social and economic aspects are annotated. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 5 Aspectos Generales En forma común y genérica, suele llamarse "Catival" a una comunidad vegetal cuya especie predominante es el árbol de cativo (Prioria copaifera Grisebach), razón por la cual se le denomina Prioretum.El término "Catival" se aplica a un sistema ecológico más amplio, "la Asociación" formada por un conjunto típico de organismos interrelacionados que viven bajo factores ambientales definidos, ocupando un área específica, y cuyo componente vegetal se caracteriza por una comunidad forestal denominada Bosque de Cativo. El Bosque de Cativo es considerado único entre las comunidades tropicales, por su relativa homogeneidad, adecuada estructura, capacidad de regeneración, facilidad de manejo, apreciable crecimiento volumétrico, productividad anual en biomasa, extensión y disponibilidad de aprovechamiento. Origen y distribución geográfica El hábitat natural del Catival incluye a Jamaica, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia, aunque en los dos últimos países existen las mejores reservas. En Colombia se ubica en las llanuras aluviales de los ríos Atrato y León y sus afluentes, en la Cuenca del Golfo de Urabá al noroeste del país. De las 363.000 hectáreas que en Colombia estaban cubiertas aproximadamente por bosques clímax de Cativo, no intervenido por el hombre, se estima que en ese estado quedan aproximadamente 100.000 ha. Además, existe entre 100.000 y 150.000 hectáreas cubiertas de bosque entresacado por la explotación de maderas o por bosques de segundo crecimiento en regeneración en la superficie restante se ha cambiado el uso de la tierra principalmente por la fuerte presión que ha ejercido la colonización espontánea. La zonificación de los suelos de la asociación catival, indica que el 56% debe dedicarse a la actividad forestal, el 25% a sistemas agroforestales y el 19% a la agricultura y/o pastoreo. Requerimientos ambientales generales Suelos Los suelos del Catival se caracterizan por originarse a partir de materiales de origen marino (sedimentos), ricos en materiales calcáreos y elementos alcalinoférreos depositados desde el Juratriásico hasta el Mioceno. Poseen texturas que varían de finas a medias, estructuras blocosas, pobremente drenados, profundidad efectiva media, hidromórficos, pegajosos, plásticos y grises. Son suelos de mediana a buena fertilidad, con adecuadas cantidades de calcio, magnesio y potasio, pH entre 5,5 y 6,5, bajo contenido de fósforo asimilable, en general son suelos minerales con bajo contenido de materia orgánica. S on suelos poco evolucionados, en su mayoría Inceptisoles (Tropaquets y Eutropepts) y Entisoles (Tropaquents, Tropofluvents y Fluvaquents). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Aspectos Generales 6 Clima En Colombia el Catival se ubica en las llanuras aluviales de los ríos Atrato, León y sus afluentes, en la zonas de vida bosque húmedo tropical (bh-T), bosque muy húmedo tropical (bmh-T) y bosque muy húmedo premontano transición cálido (Bmh-PM) esta última en el piso basal tropical, pero determinada no por la altitud de relieve sino por la conjunción de factores de humedad relativa y nubosidad . La distribución de las áreas del catival por zonas de vida, muestra que el 48% se encuentra en el bosque húmedo tropical, 36% en el bosque muy húmedo premontano transición cálido y 16% restante en el bosque muy húmedo tropical. En el Cuadro 1 se presenta un inventario de las áreas primarias de Catival por zonas de vida. Comunidades vegetales La sucesión vegetal, analizada desde el litoral costero hacia el interior del continente, presenta la siguiente secuencia de comunidades, hasta llegar a la consolidación de las poblaciones de Cativo en bosque clímax: a. Comunidad de manglar, pobre y solo en fajas estrechas, en la cual las especies más frecuentes son: mangle negro (Avicenia nitida Jacq), mangle blanco (Laguncularia racemosa), piñuelo (Conocarpus erecta) y a veces el búcaro (Erythrina fusca). Asociación hídrica, donde se mezclan arracacho (Mothichardia arborecens), lechuga de agua (Pistia striatiotes) y palma pangana (Raphia taedigera). b. Comunidad panganal, sobre suelos histosólicos en la que con mayor frecuencia se halla la palma pangana, especie que se asocia con Euterpe cuatrecasana y el búcaro, con una mezcla rala de árboles de bajo porte y mal conformados (por la limitante del sustrato edáfico) de las especies roble (Tabebuia rosea), palma noli (Elacis melanococa), sapotolongo (Pachira acuatica), guácimo colorado (Luehea seemannii), jigua (Nectandra sp.), balso (Ochroma lagopus), higuera (Ficus spp.), cativo (Prioria copaifera) y machare (Simphonia globulifera). c. El Catival, donde la deposición de arcillas es mayor y donde ocurren inundaciones periódicas de agua dulce, en los paisajes de vega casi continuamente inundadas (A1), Terraza baja periódicamente inundada (A2) y Terraza baja ocasionalmente inundada (A3) progresa una densa comunidad arbórea donde predomina el Cativo. En el Catival clímax existen asociaciones y consociaciones vegetales siempre dominadas por P. copaiferae. En el Prioretum A1 predominan consociaciones, con preponderancia del cativo en más del 50%. En los cativales A2 y A3, son más comunes las asociaciones, con dominancia de P. copaiferae pero en menos del 50%, unida a otra especie también de alto peso ecológico, bien sea el caracolí, el olleto o el choibá, entre otros. El catival debe considerarse como un "continum" en el que pueden identificarse "transiciones" debidas a las variaciones fisiograficas y otras características de sitio que influyen en la complejidad del ecosistema. La presencia de consociaciones y asociaciones en el Catival está relacionada con la calidad de sitio forestal. Es así como el Catival A2 ofrece una calidad del sitio mejor que A1 y Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival CUADRO 1. 7 RESUMEN DEL INVENTARIO AREAS PRIMARIAS DE LA ASOCIACION CATIVAL EN COLOMBIA EXTENSION (ha) BOSQUE HUMEDO TROPICAL (bh-T) Lecho mayor - Vegas (A1) Terraza plana inundable (A2) Terraza inclinada inundable (A2) Abanico aluvial (A3) 28.000 53.000 6.000 86.000 SUBTOTAL 173.000 BOSQUE MUY HUMEDO PREMONTANO TRANSICION CALIDA (bmh-PMV) Lecho mayor Terraza baja inundable (A2) Abanico aluvial (A3) SUBTOTAL 41.000 63.000 26.000 130.000 BOSQUE MUY HUMEDO TROPICAL (bhm-T) Lecho mayor - Vegas (A1) 60.000 SUBTOTAL 60.000 AREA TOTAL 363.000 Nota: Cálculos con error de precisión de más o menos el 3%. Fuente: Tomado de Linares R. (1988). Ao para el desarrollo del cativo y muchas otras especies vegetales por lo cual la disponibilidad de número de especies y volúmenes aprovechables es relativamente mayor; junto con el A3 ocupan las áreas sobre las que se ejerce mayor presión para establecer cultivos transitorios y cambiar el uso de la tierra. En contraposición, en Ao y en A1 la población de cativo es significativamente mayor aunque con menor desarrollo individual (fustes delgados y producción de biomasa/individuo comparativamente baja). Gremios de especies Las especies arbóreas del catival conforman 4 gremios: cada uno reúne especies de similares características biológicas y ecológicas, que comparten patrones de regeneración natural, potencial de crecimiento, propiedades de la madera y tipos de usos: Heliófitas Efímeras, Heliófitas Durables, Esciófitas Parciales y Escrófitas Totales (Finegan, 1993). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 8 Aspectos Generales Heliofitas Efímeras (HE). Intolerantes a la sombra, de crecimiento rápido y vida corta, (promedio 10 a 15 años). Juegan un papel clave en la colonización de sitios abiertos, están bien adaptadas a esta situación; tienen producción precoz y generan gran cantidad de semillas, muchas de las cuales se mantienen vivas en el “banco de semillas” . Poseen alta capacidad fotosintética (en condiciones de buena luminosidad), que les permite un crecimiento rápido; asignan alta cantidad de recursos a la producción de follaje, frutos y semillas. Como consecuencia de esta estrategia biológica, las HE tienen madera liviana, suave y poco resistente; su ciclo de aprovechamiento y manejo es corto y más eficiente en sitios abiertos más o menos extensos. Silviculturalmente, la mayoría son especies con pocas posibilidades de proyección industrial o comercial, a excepción de Ochroma lagopus (balso). Heliofitas durables (HD). Intolerantes a la sombra, de crecimiento rápido y ciclo de vida relativamente largo. Su estrategia biológica es similar a la de las HE, en términos menos extremos. Poseen mayores dimensiones y vida relativamente más larga que las HE. Facultadas para poblar más sitios que las HE, tanto sitios abiertos claros extensos o pequeños, pero no tan rápido como éstas; se apropian de dichos sitios después que las efímeras desaparecen, estableciéndose por un período de tiempo mucho más largo. Su capacidad fotosintética es intermedia, aunque en condiciones de sombra es baja; de crecimiento rápido, su patrón de asignación de recursos le otorga una capacidad de crecimiento diamétrico de hasta 2 y 3 cm/año. El patrón de reproducción puede ser precoz en condiciones favorables (sucesión secundaria), en tanto que en condiciones desfavorables (sucesión primaria) la reproducción queda suprimida hasta que el árbol establece su copa en el dosel superior. De los cuatro gremios, es el que presenta principalmente dispersión anemófila de semillas. Tienen semillas de tamaño variable (pequeñas a grandes), generalmente con pocas reservas y con cotiledones fotosintéticos, de vida corta; y no se les halla fácilmente en el banco de semillas del suelo, pero sus plántulas son capaces de sobrevivir un año, a veces más, bajo la sombra y de responder favorablemente cuando aparecen claros en el bosque. La madera de las HD es de medianamente liviana a moderadamente pesadas (peso específico anhídro entre 0,30 y 0,45); la combinación de rápido crecimiento y de madera con aceptables características tecnológicas hace de las especies de este gremio interesantes para el comercio y la industria. Esciofitas parciales (EP). Tolerantes a la sombra en las etapas tempranas de su desarrollo, pero requieren elevadas tasas de iluminación para pasar de las etapas intermedias a la madurez. Soportan la sombra pero no la requieren y aumentan el crecimiento si se abre el dosel del bosque permitiendo mayor ingreso de luz solar. Su aparato fotosintético se satura a bajos niveles de radiación, aunque tienen la capacidad de incrementar su crecimiento al aumentar la radiación, adaptándose a cambios de RAFA: radiación fotosintética activa que es absorbida por las plantas del 1% en el sotobosque y hasta el 20% en un claro nuevo. El ciclo de vida es centenario (100 o más años), pues destina sus recursos principalmente a conformar estructuras más sólidas y duraderas que las de las heliófitas, sobre todo madera y corteza. Las especies de este gremio presentan maderas que van de pesadas a muy pesadas (peso específico de 0,45 a 0,90). Sus semillas son de tamaño mediano a grande, por lo cual la dispersión se hace por corrientes de agua o por animales, principalmente mamíferos. Los cotiledones se adaptan para almacenar grandes reservas alimenticias y permanecen con la plántula durante sus primeras etapas de vida para soportar Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival CUADRO 2. 9 GREMIO DE ALGUNAS ESPECIES ARBOREAS DEL PRIORETUM NOMBRE COMUN NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA GREMIO * Bálsamo Bambudo Camajón Caracolí Cauchillo Cedro macho Chagará Guamo Hobo Indio pelado Lechito Paco Roble, flormorado Yaya Myroxylum balsamum Pterocarpus officinalis Jacq. Sterculia apetala (Jacq.) Kortz. Anacardium excelsum (Bert. & B.) Castilloa elastica Cerv. Cedrela sp. Trichilla martiana C.D.C. Inga spp. Spondias mombin L. Bursera simarouba (L) Sangent Sapium caudatum Pittier Cespedecia macrophyla Seem Tabebuia rosea (Bertol) D.C. Unonopsis pittieri Sofford Papilonaceae Papilonaceae Sterculiaceae Anacardiaceae Moraceae Meliaceae Meliaceae Mimosaceae Anacardiaceae Burseraceae Euphorbiaceae Ochnaceae Bignoniaceae Annonaceae HD HD HD HD HD HD HD HD HD HD HD HD HD HD Balso Yarumo Zurrumbo a Guayuyo Ochroma lagopus Cecropia membranacea Trecul. Trema micrantha (L.) Blume Bombacoceae Cecropiaceae Ulmaceae HE HE HE Caidita Cativo Donguandú Dormilón Guasco Guino Mangle duro Olleto Paco grias Virola Nectandra sp. Prioria copaifera Griseb. Brosimum alcastrum Sw. Pentaclethra macroloba (Willd.) K. Eschweilera garagarae Pitter Carapa guianensis Aubl. Cynometra martiana Lecythis tuyrana Pittier Gustavia superba (H.B.K) Berg. Virola sebifera Lauraceae Caesalpinaceae Moraceae Mimosaceae Lecythidaceae Meliaceae Caesalpinaceae Lecythidaceae Lecythidaceae Myristicaceae EP EP EP EP EP EP EP EP EP EP Caimito Caimitón Caimo Chrysophyllum caimito Chrysophylum sp. Pouteria caimito (R. & P) R. Sapotaceae Sapotaceae Sapotaceae ET ET ET * HE = Heliófita Efimera HD = Heliófita Durable EP = Esciófita Parcial E = Esciófita Total condiciones adversas, como la sombra o el suelo inundado (caso típico de P. copaifera). Muchas especies tienen germinación epigeal (P. copaifera, Virola sebifera, Otoba gracilipes, Brosimun spp.) y con la notable disponibilidad de reservas alcanzan crecimientos impresionantes en la etapa de brinzal (ejemplo: P. copaifera y C. guianensis); en algunas los cotiledones permanecen dentro de la testa, probablemente como protección contra los depredadores. Muchas EP tienen semillas apetecidas por la fauna silvestre, especialmente los roedores, que llegan a consumir cantidades significativas (C. guianensis), lo que sirve como mecanismo de dispersión, pues en épocas de abundancia ciertos animales, como la guagua (Agouti paca), transportan y entierran estas semillas; algunas escapan del consumo logrando germinar y así ayu- Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 10 Aspectos Generales dan a la repoblación del catival. Para la silvicultura es fundamental entender que las semillas de las EP poco toleran ambientes de alta temperatura y suelo seco de modo que, a menos que estén enterradas, se ven limitadas para colonizar grandes claros o sitios expuestos a plena exposición. Esciofitas totales (ET). Requieren sombra y no tienen la capacidad de aumentar significativamente su crecimiento con la apertura del dosel. Muchos de los aspectos de biología y ecología de las EP son válidos también para las esciófitas totales. El número de especies ET es menor que el de EP siendo típica en el catival Pouteria caimito (caimito). Utilización de especies Las especies del catival se demandan primordialmente para usos madereros y las más apetecidas son: cativo, güino, Virola spp. y olleto; ocasionalmente canime, caracolí, hobo y cocuelo. Una clasificación general de las especies del bosque de cativo, según su grado de demanda, sus usos y el nivel de participación en la producción de materia prima, sería: comerciales, potenciales y sin uso conocido. Especies Comerciales. Denominadas así por su buena aceptación en el mercado, el alto volumen por hectárea y/o la localización en áreas relativamente accesibles. (Cuadro 3). Existen otras especies que, ante el agotamiento de aquellas tradicionales como las anteriores, han sido incorporadas al mercado. Tienen algunas características tecnológicas menos deseables que las primeras, presentan volúmenes medios a bajos o su ubicación es de acceso difícil (Cuadro 4). Especies con poco o ningún uso conocido. Las especies del Cuadro 5 presentan bajos volúmenes por unidad de superficie y acceso restringido para su explotación, por lo cual su aprovechamiento resulta antitécnico o antieconómico. Volúmenes Totales y Comerciales. Según el Mapa de Bosques de Colombia (IGAC-INDERENACONIF, 1984), el catival tiene un volumen total/ha promedio de 123,63 m3 y un volumen medio aprovechable de cerca de 46.92 m3, para todas las especies a partir de la clase diamétrica IV (40 cm o más). Un inventario del bosque catival, en la región del Alto Tumaradocito, encontró que tan sólo 4 especies, de 97 inventariadas, eran comerciales, siendo el cativo la especie más abundante (8,61% de la población total), el 25% del volumen total era comercial y estaba conformado por el 10% de los árboles totales (con diámetro superior a 60 cm). En un inventario de un catival A2 y A2 transición al A3 en bosque intervenido con anterioridad, se encontró que el 35% del volumen era comercial (69% de cativo) de los cuales un 70% era aprovechable (20 m3/ha). En el Cuadro 6 se presenta un balance de los promedios de existencias maderables en el bosque de cativo, estimados a finales de los años ochenta, de acuerdo con inventarios realizados por compañías madereras en los ríos Atrato y León. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 11 CUADRO 3. ESPECIES ARBOREAS DE MAYOR DEMANDA COMERCIAL NOMBRE USOS Cativo chapas (albura), tablero aglomerado; (duramen): 90% construcción (madera aserrada) y otros (10%) Güino chapas (70%), muebles (20%), construcción y otros (10%) Virola spp chapas (65%), muebles (30%) Roble (5%) Fuente: Linares R. (1988). CUADRO 4. ESPECIES ARBOREAS DE DEMANDA COMERCIAL MEDIA ALTA NOMBRE Cocuelo Hobo Caracolí Olleto Canime Caidita Camajón Ceiba bonga Ceiba amarilla USOS Chapas (70% ), construcción, otros (30%) Chapas (30%), construcción, otros (70%) Chapas (10%) embarcaciones (50%), construcción (40%) Construcción, cercas Construcción, cercas Muebles (60%), construcción (40%) Embarcaciones Ernbarcaciones Embarcaciones (20%) Fuente: Linares R. (1988). CUADRO 5. ESPECIES ARBOREAS DE DEMANDA COMERCIAL BAJA O NULA NOMBRE COMUN NOMBRE CIENTIFICO Arroz con coco Bambudo Caimito Cauchillo Cacahuillo Cadillo Carrá Chagarrá Choibá Corcho Guasco Mangleduro Aserrín Tamarindo Trúntago, taná N.N. Andira inermis Pterocarpus officinalis Chrysophyllum cainito Castilla tunu Herrania grandiflora Sloanea pica-pica Huberodendon patinoi Cuatr. Guarea sp. Dypterix oleifera Apeiba Tibourbou Eschweilera sp. Cynometra martiana Pentaclethra macroloba Uribea tamarindoides Vitex columbiensis Warszewiczia coccinea FAMILIA Fabaceae Fabaceae Sapotaceae Moraceae Sterculiaceae Elacocarpaceae Bombacaceae Lecythidaceae Fabaceae Tiliaceae Lecythidaceae Caesalpiniaceae Mimosaceae Fabaceae Verbenaceae Rubiaceae Fuente: Linares R. (1988). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Aspectos Generales 12 CUADRO 6. CARACTERISTICAS MADERABLES DEL BOSQUE DE CATIVO POR HECTAREA VARIABLES A1 TIPO DE BOSQUE A2 No. total de árboles 250 200 No. de árboles / cativo 150 90 No. de árboles / güino 3 8 No. de árboles / MYRISTICACEAE 2 5 Volumen total (M3) diámetro mayor 10 cm 255 220 Volumen comercial (m3) diámetro mayor 10 cm 165 105 (47%) Volumen potencial (m3) diámetro mayor 10 cm 50 40 (17%) Volumen indeseable (m3) 40 75 (36%) Volumen cativo (m3) Volumen aprovechable diámetro mayor 60 cm 70 115 (70%) 80 (76%) Volumen aprovechable/Volumen comercial (%) 70% 76% Volumen aprovechable/Volumen total (%) 45% 36% Fuente: Linares R. (1988). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 13 Bases Ecológicas Para el manejo forestal sostenible es importante conocer las funciones y los niveles de las condiciones y los recursos en el bosque, los requerimientos que de ellos hacen sus comunidades, poblaciones e individuos (vegetales y animales) para interactuar, funcionar y sobrevivir. Las condiciones son factores abióticos del ambiente que no son utilizados por los organismos y que varían en el tiempo y el espacio (temperatura, pH, humedad relativa y humedad del suelo). Según los gradientes de éstas, las plantas y los animales adoptan estrategias. Los recursos son factores que sí emplean los organismos, bien sea para formar biomasa o para realizar procesos vitales (agua, suelo, aire, nutrientes, materia orgánica y radiación solar, entre otros). Condiciones y Recursos La Temperatura. En las áreas del Catival en el norte del Chocó las temperaturas altas (media mensual menor de 24 oC) se mantienen relativamente constantes a lo largo del año, con fluctuaciones máximas de 5 oC para una temperatura media anual de 26,5 oC. Según Etherington (1982), a nivel de la comunidad vegetal el bosque de Cativo mantendría dos temperaturas: una en el dosel superior donde las hojas, como órganos de asimilación mantienen casi siempre una temperatura mayor a la ambiental; y otra, a nivel del suelo, donde es más baja que la ambiental, allí los renuevos de las plantas y el suelo se mantienen en un ambiente fresco pero garantizando la producción fotosintética y un nivel de humedad favorable para su funcionamiento. En los grandes claros del catival, por la abrupta elevación de la temperatura, se causan efectos negativos sobre la regeneración natural, como la disminución de la tasa fotosintética y, en casos extremos, la muerte de aquellas especies que no tienen los mecanismos para daptarse a esta condición (p. ej: Esciófitas totales o Esciófitas parciales). El inicio de la floración está vinculado con la presencia de temperaturas bajas o la disminución abrupta del promedio mensual (Whitmore, 1984). Según los estudios de fenología realizados por CONIF durante diez años (1982 a 1992) en la zona de La Balsa, Riosucio, Chocó, efectivamente hay coincidencia entre la iniciación de la formación de botones florales (octubre-noviembre-diciembre) y la disminución de la temperatura durante los mismos meses. La Humedad. Las zonas de Catival se caracterizan por presentar un régimen monomodal de precipitaciones. El balance hídrico indica que en los cativales del río León y del norte del Atrato se registra entre 1 y 2 meses ecosecos (que de un sector a otro se ubican entre enero y marzo); es decir, que durante la mayor parte del año se presenta suficiente disponibilidad de agua para las plantas y que hay un período corto de déficit, indispensable para los procesos fenológicos y de producción de la regeneración natural. Entre marzo y diciembre las precipitaciones superan a la evapotranspiración, en tanto que entre enero y febrero sucede lo contrario (déficit en la saturación del suelo); hacia la cuenca media del río Atrato no se presentan meses ecosecos. Debido a estas razones en el catival predominan los árboles Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 14 Bases Ecológicas perennifolios, con mezcla de caducifolios, y la vegetación pertenece a la Hydrophytia, selva húmeda tropical semidecidua. Este bosque depende de los regímenes hídricos y tolera condiciones extremas de humedad con prolongadas y fuertes inundaciones aluviales; el régimen de lluvias es determinante para que su vegetación presente variaciones en la fisionomía y la estructura. Su densidad aumenta de una zona a otra, correlativamente con el incremento de la precipitación, alcanzando los valores máximos hacia las zonas con precipitación mayor a 4.000 mm/año y estabilizándose hacia los 8.000. El pH y la humedad del suelo. Por los severos regímenes hídricos y la marcada presencia de texturas arcillosas en los horizontes minerales, el drenaje es pobre o lento; ésto implica bajas tasas de difusión del oxígeno y el CO2 alrededor de los sistemas radiculares y de los organismos de la microflora y la microfauna del suelo. La abundancia de materia orgánica, en proceso de descomposición, así como la abundancia de lluvias que lavan permanente los suelos, dan lugar a la acidez con alta solubilidad de cationes potencialmente tóxicos de aluminio, hierro y manganeso, inclusive. Estas circunstancias son más evidentes en los cativales Ao y A1; la dominancia de P. copaifera se debe precisamente a que es una de las especies mejor adaptadas a condiciones anaeróbicas y a la limitada disponibilidad de nutrientes. En los Cativales A2 y A3 dichas condiciones son menos severas, de modo que el Cativo disminuye su dominancia, aunque la mejor calidad de sitio le permite alcanzar mejor desarrollo individual. La radiación solar. Las áreas de catival están sometidas a menos de 1.500 horas anuales de brillo solar, con tendencia a disminuir hacia el centro y el sur del Chocó. El bosque de Cativo recibe la luz solar de dos maneras: Directa, la menor parte, y Difusa, la mayor; esto debido a la barrera que representa la densa y casi permanente nubosidad en la zona del Atrato Truandó. Está adaptado a la luz difusa, que se origina, dentro de la comunidad vegetal, por la intercepción de la luz solar por hojas, ramas y tallos, sobre todo en los árboles de los estratos superior e intermedio. De esto se colige que P. copaifera juega un papel determinante en dicho fenómeno, habida cuenta que es la especie de mayor abundancia y expansión horizontal en el dosel del catival. La distribución de la luz difusa dentro del bosque conlleva consecuencias ecológicas muy importantes para el ecosistema: sólo una fracción de la radiación solar difusa es absorbida por las hojas de las plantas, la denominada radiación fotosintéticamente activa (RAFA) y se constituye en un recurso para las plantas. El resto de radiación, que no corresponde a RAFA, es luz transmitida a otras partes del bosque por el follaje, pero su calidad cualitativa y cuantitativa es menor (tiene menos RAFA), e incide más que todo sobre las plantas y árboles de los estratos intermedio e inferior y sobre las plantas del sotobosque y del piso, que están sombreadas por otras; y como su tasa fotosintética es más baja que las del dosel superior, adoptan estrategias adecuadas a las variaciones de disponibilidad de radiación. La intensidad de RAFA disminuye paulatinamente desde el 100%, a 58 m de altura del dosel superior, hasta el 25%, a 47 m. Este 25% se mantiene hasta los 30 m en el dosel intermedio denso y después hay una disminución logarítmica hasta llegar al 5%, a los 20 m y al 2% a los 10 m; por último, es menos del 1% para la altura entre el piso y 5 m. Según (Baumgartner y Brunig, 1980; citados por Finegan, 1993). Para el catival el modelo es el mismo, aunque los valores pueden variar y estudios al respecto no se han realizado. Como los valores de RAFA que llegan al sotobosque son muy bajos para la mayoría de las plantas, para la regeneración natural de los árboles de cativo, caracolí (Anacardium excelsum), olleto Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 15 (Lecythis tuyrana) y otras heliófitas durables o esciófitas parciales, hay una compensación con otras entradas de luz, especialmente por los “sunflecks” (pequeñas entradas de luz directa) que llegan al piso a través de los espacios entre plantas, según la estructura y los pequeños claros del bosque. Las variaciones de radiación pueden ser sistemáticas o no sistemáticas (Beadle, et al. (1985); las sistemáticas (o predecibles) se deben a los ritmos climáticos, por ejemplo cuando en el lapso enero-marzo se incrementan las horas de brillo solar y por tanto la disponibilidad de radiación. En los momentos de mayor radiación y temperatura, como las épocas de “verano” y en las horas del cenit, los árboles disminuyen la tasa fotosintética, cambio metabólico posiblemente ligado a la producción estacional de frutos y semillas. Las no sistemáticas (o impredecibles) corresponden a aquellas originadas aleatoriamente por el crecimiento de otros árboles y plantas competidores, así como a los gradientes introducidos por la apertura del dosel a través del aprovechamiento maderero o el manejo silvicultural. Lo anterior explica las estrategias biológicas adoptadas por las especies del catival, según los gradientes de iluminación dentro del bosque; como el caso de las especies que para su óptimo crecimiento y desarrollo requieren un hábitat abierto y un alto grado de iluminación solar (heliofitismo) o las que requieren o soportan sombra (esciofitismo), con una gama de rangos intermedios; estrategias vitales para el manejo del ecosistema. Varias especies típicas y de mayor interés comercial del catival son del gremio de las Esciófitas Parciales (toleran la sombra en las primeras etapas de vida, pero requieren un elevado grado de iluminación para pasar de las etapas juveniles a la madurez), como P. copaifera (cativo), los géneros Virola, Otoba e Iryanthera (otobos, cuángares y virola), C. guianensis (güino) y Lecythis tuyrana. Estos principios ecológicos de los bosques revisten suma importancia para el aprovechamiento y manejo del bosque de catival. Por ejemplo, en las operaciones de cosecha al abrir el dosel abruptamente las especies herbáceas y sufrútices del sotobosque, al abrir las plántulas de la regeneración natural temprana y los fustales remanentes con hojas de sombra se ven sometidos a un intempestivo y elevado incremento en la exposición solar, ocasionando pérdidas de población vegetal por mortalidad, así como retraso en crecimiento y desarrollo, por el estrés fisiológico inducido; el mayor efecto de la apertura de claros en el bosque radica en que la intensidad lumínica en ellos se incrementa proporcionalmente con su tamaño; además que el efecto no es unilateral sino que también implica cambios en el microclima, pues se incrementan la temperatura del suelo y la evapotranspiración; así, el tamaño de los claros ocasionados en el aprovechamiento del catival debería ser regulada para no modificar significativamente las condiciones ambientales. Tener en cuenta y aplicar estos principios abre la posibilidad de sostener su productividad biológica y económica (sostenibilidad forestal). El Agua. Las especies arbóreas de mayor vitalidad en el catival están genéticamente adaptadas a condiciones extremas de disponibilidad de agua; utilizan sólo una pequeña parte de ella, para la fotosíntesis, y el excedente es transpirado a través de su abundante estructura de estomas foliares; la abundante transpiración les sirve de termo-regulador de sus tejidos. Si la tasa de transpiración disminuyera drásticamente, por restricciones en la disponibilidad natural de agua en el suelo del catival, habría un colapso y la planta moriría por estrés o se retardaría en su crecimiento y desarrollo. Este aspecto es importante para establecer pautas de manejo, principalmente por los efectos que se puedan originar por la apertura de vías de transporte fluvial (canales) y por el daño causado en las ramas y la copa de árboles circunvecinos por los árboles aprovechados. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 16 Bases Ecológicas Los Nutrientes. No se ha estudiado cómo es la demanda de nutrientes por las especies ni cómo funciona el reciclaje de nutrientes en el catival. El ciclaje de nutrientes en los bosques tropicales sufre fuertes disturbios a través de la quema del suelo y de la extracción y remoción de grandes cantidades de biomasa por el aprovechamiento forestal. En el primer caso el funcionamiento del suelo y la disponibilidad de nutrientes se desequilibra para la regeneración postcosecha, los arboles remanentes y las plantas no maderables; la disposición de residuos, que se descomponen lentamente en los primeros años, aparentemente acelera la tasa de crecimiento de los árboles, por un temporal incremento de nutrientes en el suelo. Esta situación es mas crítica cuando se elimina el bosque natural para la agricultura migratoria, en donde los procesos de desbalance de nutrientes en el suelo son irreversibles. El Nitrógeno Mineral. Es uno de los elementos claves para la salud y vitalidad del bosque. En el catival sin disturbio, la mineralización del nitrógeno es gradual y está equilibrada con las necesidades vegetales; como ya se explicó, la radiación que llega al suelo es relativamente baja, además que la temperatura es fresca y el suelo mantiene su humedad natural. Pero el incremento de la radiación por la sobreexposición del suelo, con la consecuente pérdida de humedad, aumenta significativamente la tasa de mineralización del nitrógeno orgánico acumulado en el mulch, aumentando su disponibilidad por un corto plazo aunque también se disminuye hacia el mediano y largo plazo. El régimen de humedad del suelo forestal cuando se hacen drenajes, como en el aprovechamiento del catival, la rápida disminución del contenido de agua se traduce en pérdida de la hidromorfia, lo que incrementa la tasa de oxidación de la hojarasca y demás tipos de materia orgánica del horizonte superior; esto sucede típicamente en suelos de “swap”, como los bosques de Dipterocarpaceae del Sudeste Asiático, lo cual puede extenderse a los bosques de guandal,manglar y catival. A escala macroespacial, la mayor variación edáfica en la consociación Prioretum se da respecto a las posiciones fisiográficas, según el grado de consolidación de los sedimentos y la mayor o menor influencia de aguas fluviales de desborde, según los paisajes de vegas altas y bajas y de terrazas (A o, A1, A2 y A3). Los cambios en el contenido de nutrientes del suelo no es determinante en las variaciones fitosociológicas del Catival; los cambios florísticos se deben más a las variaciones en las propiedades físicas de suelo; también los cambios en el régimen de drenaje pueden introducir modificaciones a la composición florística y la estructura. En términos prácticos, cuando se elimina una parte o la totalidad de la cobertura arbórea o se drena el suelo, por ejemplo en el aprovechamiento forestal o en el establecimiento de cultivos transitorios, se origina un disturbio en el funcionamiento y la nutrición de la población forestal, poniendo en riesgo la productividad del ecosistema de catival. De todas estas situaciones se concluye que el mayor esfuerzo para el manejo sostenible del catival radica en buscar el punto de equilibrio entre su utilización y su conservación, bajo la condición de causar el menor desequilibrio ecológico que sea posible, conciliando los intereses económicos y sociales con los del ecosistema. Ecología de las poblaciones Las poblaciones del bosque y su dinámica son fenómenos complejos, producto de un largo proceso de evolución natural, cuya culminación es una cierta forma de organización, funcionamiento e interrelación de los componentes; los cambios introducidos por factores exógenos producen cambios que alteran ra- Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 17 dicalmente ese modelo natural. Conocer dichos aspectos y entender en qué grado y de qué manera su utilización y manejo los afectan es primordial dentro de los objetivos de conservación y aprovechamiento sostenible. El balance de la población. Consiste en determinar el número y la densidad de individuos vegetales en cada etapa sucesional y en cada tipo de comunidad, por especie y por clase de tamaño, con base en las tasas de reclutamiento y las tasas de mortalidad. El conocimiento de la demografía del bosque permite establecer pautas el sobre manejo y el aprovechamiento del catival ya que proporciona información para planificar volúmenes y áreas basales de incremento en el tiempo y de corta cíclica, así como para conocer cuantitativamente a las poblaciones que se desea conducir hacia una cosecha futura. Sin este insumo biológico no es factible manejar el bosque sin comprometer gravemente su conservación in situ. Reclutamiento se aplica al fenómeno del nacimiento o ingreso de nuevos individuos a una población en un período dado (como los renuevos de cativo originados de la cosecha de semillas de una época del año), y cada individuo nuevo se llama recluta; la Mortalidad es más evidente. Cohorte es el grupo de cativos (u otra especie) de una misma cosecha o de una misma edad; la población de árboles del catival está conformada por los supervivientes de un conjunto de cohortes; para el manejo silvicultural y para planificar el aprovechamiento del catival es imprescindible conocer cuántos individuos de cada cohorte, por especie aprovechable, se tienen al final de un período de tiempo dado como, por ejemplo, el ciclo de corta o el ciclo de rotación del bosque. Cada población del catival tiene un patrón específico en este sentido. Igual sucede con el Ciclo de Vida de las especies, al menos de las vegetales aprovechadas, tanto en los aspectos cuantitativos como en los cualitativos, pero su determinación es difícil en las especies con ciclos de vida largos, como los árboles. Para el Catival este nivel de información aún es deficiente, lo que puede ser obstáculo para el manejo sostenible y debería ser importante motivo de investigación. El ciclo de vida de las especies vegetales económicamente más importantes del catival corresponde a una de estas categorías: 1) Reproducción reiterada episódica: para las especies cuyos episodios de reproducción (floración, fructificación y germinación) muestran un alta correlación con la estación más seca; ejemplo: Tabebuia rosea y Ochroma lagopus; parece ser la categoría más común de los árboles, posiblemente el cativo pertenece a este grupo. 2) Reproducción reiterada continua que, además de algunos árboles, también la presentan muchas parásitas. Sobre el balance de población, para el catival se citan dos esfuerzos, rigurosos y consistentes. En el primero Linares y Martínez (1991) precisaron algunas de las características del ciclo de vida del conjunto de especies arbóreas mediante un ensayo de campo con mediciones mensuales durante dos años en catival A1 y A2. Se encontró que la regeneración natural presenta una alta tasa anual de reclutamiento, con valores significativamente mayores en el catival A2, y en ambos tipos de bosque es considerada satisfactoria para asegurar la reposición “in situ” de la población. En su composición florística y en la estructura predominan, con tendencia a la homogeneidad, el cativo seguido del caracolí (Anacardium excelsum). La época de mayor tasa de natalidad coincide con la finalización de las fenofases de floración y fructificación de las especies arbóreas y con el advenimiento de la etapa lluviosa. La fase de mayor mortalidad de brinzales R (renuevos) y de mayor crecimiento longitudinal de los sobrevivientes, coincide con la época de mayor inundación en el bosque, particularmente en el catival A1. Se demostró que la selección natural es intensa y que de la abundante natalidad (hasta 12.700 renuevos por ha/año) sólo un 2% llega a la fase de fustales jóvenes (alrededor de 10 cm de diámetro), entre 30 y 50 árboles por hectárea. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 18 Bases Ecológicas Montero y Córdoba (1996), abordaron el estudio de una población de P. copaifera estableciendo la Tabla de Vida. En él se indica que de una cosecha de 30.490 semillas/ha hubo una “natalidad neta” del 1.5% (aproximadamente 450 plántulas sobrevivientes y establecidas). De las pérdidas, el 18% (casi 5.500) fueron abortos; aunque hubo una tendencia de mayor tendencia de abortos en los árboles de mayor número de semillas producidas, fenómeno que aún no se sabe si está controlado por factores endógenos de la especie o por condiciones ambientales. Los resultados indicarían que la tasa de natalidad no depende tanto de la cantidad de semillas de cativo producidas en el bosque , sino de la calidad del sitio para su germinación. El aprovechamiento de una cantidad adecuada de plantas en el catival, para cosechas futuras, comprende el desarrollo sincronizado de los técnicos de aprovechamiento y del manejo posterior de la Regeneración Natural. La mayor tasa de mortalidad de la especie se presenta en la etapa de brinzales y las mayores causas son la competencia por condiciones y factores del sitio de agrupamiento de la semilla; la especie sufre un autoraleo fuerte, propio de la competencia intraespecífica, cuando los arbolitos se hallan en el cambio de categoría de tamaño de brinzales R (menor de 0.30 cm de altura a la de brinzal U1 (entre 0.30 y 1.50 m de altura). Otro trabajo (Tamayo, 1991) encontró que la mayor depredación de semillas es realizada por tres especies de insectos: Eubulus sp. (Curculionidae), Ectomielois ceratonie (Pyralidae) y un microhimenóptero no determinado que, a su vez, se comportan como vectores de hongos. Su mayor ataque se presenta en la etapa de predispersión (sin caer del árbol), se trata de un mecanismo natural, pero que parece ser el de mayor incidencia en la pérdida de viabilidad de semillas en el catival. Los roedores consumen la semilla pero en cantidad poco significativa. La producción de las cerca de 30.000 semillas/ ha sucede entre diciembre (final de la época lluviosa) y mayo (inicio de la época lluviosa) (ibid.). Los estudios fenológicos de CONIF, durante 12 años consecutivos indican que dicha cuantía de producción de semillas varía de año a año. El volumen de la cosecha de semilla es independiente del tamaño del árbol, tanto del fuste como de la copa; el árbol de cativo alcanza su tamaño reproductivo a partir de los 40 cm de DAP y 30 m de altura (Montero y Córdoba,1995). La temporada más favorable para la germinación y la sobrevivencia y el desarrollo de los renuevos es entre el final de las lluvias y el inicio del “verano”; en el intermedio de la época más seca (febrero a marzo) las condiciones del suelo son poco propicias para la germinación que, efectivamente, disminuye y ocurren considerables pérdidas por depredación. Al final de la época seca y el inicio de las lluvias (abril y mayo) la germinación es favorable. El estudio de Tamayo sugiere que el cohorte originado en esta última fase sufre alta mortalidad ya que “no habrá tiempo suficiente para arraigar o desarrollar una plántula con la altura suficiente para rebasar el tope del agua. El nivel de las aguas alcanza un metro en promedio después de 5 a 6 semanas...”; otros ensayos (CONIF, 1991) plantean que dicho nivel de inundación y su velocidad no son el promedio sino casos extremos. La rápida tasa de crecimiento de los renuevos de cativo y su sobrevivencia a la época de máximas lluvias e inundaciones se debe al alto contenido de reservas nutritivas en su semilla, incluso alcanzando tasas máximas de crecimiento de 1 m/mes altura; lo que es corroborado en trabajos de CONIF (Archivo Técnico T -5) sobre germinación en el campo y vivero. Esto significa que si bien la profundidad del agua es una condición que opera como gradiente ambiental para el establecimiento de la especie, el efecto de pérdidas debe asociarse también a otras condiciones y factores del ecosistema, no sólo al nivel de la inundación. El grado de inundación es limitante importante para la regeneración del cativo cuando hay disturbios en el suelo, como en el caso de las huellas de los tractores o por los sitios de arrastre de trozas, que aumentan el grado, velocidad y temporalidad del Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 19 encharcamiento afectando el patrón normal de natalidad de la especie. Una alta mortalidad de cada cohorte de cativo se debe a la competencia intraespecífica propia de las gregarias; competencia que, a la vez, está regulada con la producción gradual y no sincrónica de las semillas. En términos prácticos para el aprovechamiento y del manejo, estos aspectos significan que minimizar el impacto de las operaciones de aprovechamiento sobre el suelo, y conservar árboles portagranos que suministre una suficiente cantidad de brinzales. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 20 Organización y Dinámica Sucesional Para el aprovechamiento y el manejo silvicultural sostenibles del catival es necesario conocer su organización social y su dinámica, tanto en estado clímax como en las diferentes etapas de reconstrucción luego de la cosecha de productos. Se requiere diagnosticar tres indicadores: la composición florística, la estructura y la dinámica sucesional. La complejidad y naturaleza del catival exigen también su comprensión sistémica y el conocimiento de su Riqueza y Diversidad. En esta sección se recopila y analiza la organización del catival A2 en las sucesiones clímax y 21, 16, 10, 5, 3 y 0 años postaprovechamiento industrial. Como el objetivo de este trabajo consiste en tener herramientas ecológicas para planificar y ejecutar el manejo y la utilización sostenible de los Cativales, es importante analizar la organización de varios de sus estados sucesionales, según varias edades de aprovechamiento y, supuestamente, representativas de varias edades sucesionales. Para este caso ha sido posible recopilar y analizar estudios referentes a la organización de la comunidad vegetal en edades sucesionales de 0 (cero), 5 (cinco), 16 (dieciseis) y 21 (veintiún) años. Este enfoque es fundamental pues se considera que el futuro de la conservación, la utilización y el manejo del Prioretum recae en los llamados Cativales Secundarios y Cativales Primarios Intervenidos, aún más que en los Cativales Clímax. Catival clímax A2 Composición florística y estructura Vegetación con DAP > 10 cm. Este tipo de vegetación se caracteriza por una relativa riqueza florística de especies arbóreas, en contraposición con la característica monotípica de este bosque en torno al cativo (Prioria copaifera). Se registraron 235 individuos, pertenecientes a 42 especies de 25 familias; predominando Lecythidaceae (Eschweilera garagarae; Gustavia nana; Gustavia superba; Lecythis turiana y Lecythis sp.) y Meliaceae (Carapa guianensis; Trichilia martiana y Cedrela sp).; de rango medio aparecen Anacardiaceae; Apocynaceae; Arecaceae; Moraceae y Caesalpinaceae; de baja importancia se registran Annonaceae; Boraginaceae; Bombacaceae; Combretaceae; Mimosaceae y Lauraceae, cada una con una sola especie. Hay pocas especies arbóreas, cada una con gran número de individuos; entre éstas se destacan Prioria copaifera (100 ind./ha, seguida de Tabebuia rosea (roble) y Carapa guianensis (güino) con 13 cada una, Cocoloba miliansii. (guaraguao) con 10, Castilloa elástica con 8, Gustavia nana y Pterocarpus officinalis con 7 cada una y Tabernaemontana chocoensis, Brosimun alicastrum y Trichilia martiana con 5 cada una; estas familias agrupan el 71.5% de individuos encontrados. Siete especies agrupan el 90.7% del área basal y 35 sólo el 9.3%; P. copaifera es la primera con el 77.0% (31.38 m2/ha) del área basal del bosque, seguida de Lecythis. tuyrana, Castilloa elastica, Anacardium excelsum, Terminalia lucida, Carapa guianensis y Pterocarpus officinalis. Según el IVIS (Indice de Valor de Importancia Simplificado), P. copaifera es la especie de mayor peso ecológico (119/300); luego están Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 21 L. tuyrana, C. guianensis; T. rosea y C. elastica; estas cinco especies suman el 78.3% del IVIS y dominan el bosque no intervenido. Coccoloba willimsii; Gustavia nana; Tabernaemontana chocoensis; Brosimun alicastrum; Thrichilia martiana y Anacardium excelsum suman el 7.6% y tienen valor medio. Posoqueria latifolia; Hirtella racemosa; Aspidosperma sp; Pouteria caimito; Herrania pulcherrima; Cespedecia macrophylla; y las Arecaceae Geonoma oxicarpa y Astrocaryum standleyanum, entre otras, tienen muy baja importancia ecológica. Vegetación con DAP 1 a 10 cm. Se encuentran 32 familias botánicas con 57 especies. Las de mayor presencia fueron Rubiaceae (Condominea; Gonzalogumia y Pentagonia), Annonaceae (Guatteria sp., Guatteria tanduzii, Malmea anomala; Oxandra sp. y Rollinia mucosa), Mimosaceae (gén. Inga, especies semialata; sapindoides; edulis y psittacorum); Piperaceae es menos importante pero bien representada (gén. Piper, novogranatense; multiplinervium; reticulatum y umbraculum). Otras familias de menor número de especies pero importantes fueron Moraceae (Castilloa elastica, C. tunu y Maquira costarricana); Lecythidaceae (Eschweilera garagarae; Gustavia superba y L. tuyrana). Otras familias con buen número de especies son Urticaceae; Solanaceae; Polygonaceae; Meliaceae; Euphorbiaceae; Mecaceae y Apocynaceae. Se reportaron 494 individuos de 57 especies, destacándose Tabernaemontana chocoensis (48 ind./ ha), Piper reticulatum (46), Castilla elastica (42), Coccoloba williamsii; Camaedorea tepejilote y Urera sp. Por su dominancia se destacan Guatteria tanduzii; Gustavia superba y Schweilera garagarae (abarcan el 35% del IVIS). El restante 65% lo suman 53 especies de peso ecológico bajo a muy bajo. La regeneración de brinzales y latizales es relativamente escasa. Vegetación con DAP < 1 cm. Presenta alta diversidad en gran cantidad de taxas y variedad de formas botánicas (lianas, hierbas, bejucos, plantas del piso, arbolitos, arbustos y palmas). Se reportaron 19.914 ind./ha de 80 especies; predominan “Baba de zaino” Dieffenbachia longispatha (9.212) muy agresiva distribuyéndose extensamente sobre el piso formando grupos dominantes, Heliconia brachiantha (3.134) ocupa grandes áreas abiertas del catival y posee hábito gregario; la “Pita” Aechmea magdalenense (1.952) es de comportamiento similar a Dieffenbachia e inhibe el desarrollo de otro tipo de vegetación. Además, abundan los helechos, como “H. hurtado” Tectaria incisa (128) Dryopteridoidea; “H. arroyo” Pteris propingua Agardn. (50) Polipidiaceae; y “H. mena” Tectaria draconoptera Copel (124) Dryopteridoidea. También Selaginellas (550) como la “Oreja de mula” Philodendron podophyllum. En la regeneración arbórea abundan P. copaifera (2.028 brinzales/ha), localizada en sitios con significativa apertura de claros, C. elastica (548) y Bactris paula Bailey (88). Organización general En la vegetación mayor de 1 cm de diámetro se registraron 80 especies de 37 familias, dominando Rubiaceae; Annonaceae; Monaceae; Lecythidaceae; Piperaceae; Mimosaceae; Arecaceae; Apocynaceae; Chrysobalanaceae; Meliaceae y Papilionaceae. un poco menos Lauraceae; Combretaceae; Sapindaceae; Tiliaceae y Clusiaceae. P. copaifera registró un área basal de 41.7 m≤/ha, equivalente al 75.6% del total de la del bosque y es la especie de mayor peso ecológico con un 44.9% del IVI total, ratificándose la tendencia del ecosistema a la homogeneidad específica. De importancia media a baja aparecen C. elastica Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 22 Organización y Dinámica Sucesional y Tabernaemontana chocoensis, Piper reticulatum, C. williansii, L. tuyrana y Carapa guianensis (entre el 3 y el 4% cada una); las dos últimas debido al grosor del fuste y a que ocupan el dosel superior. De bajo peso ecológico son: Tetrathylacium jonansemi, Quararibea asterolepsis, Trema micrantha y Urera sp. El cociente de mezcla en la vegetación de diámetro > 1 cm fue de 1:9, con un Indice de ShannonWeaver (H) de 5.243; equivalente a una alta diversidad del ecosistema. Para la Riqueza Florística se empleó el método Area-Especie; se hallaron 85 especies 2.500 m≤, incluyendo la vegetación baja; y a partir de 1.700 m2, la curva incluye al 92% de las especies, indicativo de una notable riqueza florística. Verticalmente hay 3 estratos, dos superiores continuos y uno inferior separado de los dos primeros. En el más superior se agrupan las especies dominantes, con árboles de hasta 40 m de altura y copas de diámetro >15 m fuertemente condensadas, con alta dominancia de P. copaifera y L. tuyrana (DAP >100 cm), fustes en su mayoría rectos y con buenas características morfológicas, esporádicamente cubiertos por lianas de hasta de 35 cm de diámetro, como el “bejuco chocho” (Entada sp.) y el “Bejuco Don Guandú” (Uncaria racemosa). En el piso subsiguiente hay escasos árboles intermedios de altura <30 m, sin formar una gruesa faja árboles con vegetación asociada hasta los 20 m de altura, de pocas raíces fúlcreas o contrafuertes, hecho curioso, que en cambio es una característica común de la vegetación cliófila intermedia y baja. El piso inferior es de 15 m de altura, dominado por Arecaceae. El sotobosque está muy poblado, principalmente por Aechmea magdalenae; Dieffenbachia longispatha y Heliconia brachiantha. Abunda la regeneración natural de C. elastica;Tabernaemontana chocoensis y P. copaifera, mezclada conSelaginella arthritica; Anthurium anorianun, Ischnosiphon sp. y Piper reticulatum y helechos como Pteris propingua;Tectaria draconoptera y Polybotrya sp. La vegetación conformada por hierbas y bejucos representa a 73 especies, lo que acentúa la biodiversidad del catival. Existen claros debidos a la caída de grandes troncos y ramas, esporádicos y localizados. En el piso hay gran acumulación de detritos con activa transformación de la materia orgánica, mezclados con la red radicular, notoriamente pivotante. Escasos árboles muertos en píe pero corpulentos y conformando enclaves de hojarasca y detritos. Catival intervenido - 21 años postaprovechamiento El estudio del catival intervenido fue realizado ininterrumpidamente por el Convenio CONIF-PIZANO desde 1981 hasta 1997, mediante el desarrollo de 8 ensayos de campo en bosques remanentes del aprovechamiento, principalmente sobre regeneración natural, estructura, dinámica y manejo. Las principales características se resumen a continuación. Composición florística y estructura Vegetación DAP > = 10 cm. En este tipo de vegetación se registraron 382 individuos de 86 especies y 39 familias; siendo la mejor representada Annonaceae (Guatteria sp.; Guatteria tanduzii; Oxandra panamensis; Oxandra sp; Rollinia mucosa y Unonopsis sp.) seguida de Moraceae (Brosimun alicastrum; C. elastica ; C. tunu; Clarisia racemosa; Pseudolmedia laevigata. y Sorocea aff. Hensi, Meliaceae (C. guianensis.; Cedrela sp.; Trichilia martiana;T. poeppizii. y T. quadrijuga, Mimosaceae (Inga psittacorum; I. edulis, I. sapindoides, I. semialata; C. martius y Pentaclethra macroloba) y, de gran importancia, Papilionaceae Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 23 (Dipteryx panamensis; Dussia sp.; Myroxylum balsamum; Pterocarpus officinalis y Uribea tamarindoides). De ellas, 32 presentan cada una menos de 3 especies. También el número de individuos por especie es bajo y sólo 9 especies tienen más de 10 individuos/ha. Las 10 especies más abundantes fueron P. copaifera (con 18 individuos), “Vela” (Rubiaceae N.N.) con 18, Swartzia pinnata y Pouteria caimito, con 15 cada una, C. guianensis, con 13, y C. elastica con 12, Pentaclethra macroloba con 11, y Aspidosperma sp., B. alicastrum. y Triplaris americana, cada una con 10. Estas10 especies representan el 34.6% de la abundancia, mientras que, en contraste, las otra 76 componen el 65.5%, incluso una buena parte con menos de 10 individuos por hectárea. Anacardium excelsum, especie residual del aprovechamiento, tiene el mayor área basal (7,72 m2/ha); le siguen P. copaifera (2.77) y Dipteryx panamensis (2.32), L. tuyrana (1.59); Hirtella racemosa (1.57); C. guianensis (1.37); C. elastica (1.23) y Neea delicatula (1.31). Según su importancia hay tres grupos de especies: el de alto peso ecológico conformado por A. excelsum (22,9% del IVIS), y P. copaifera (12.7%) con alta abundancia y dominancia. El de peso medio formado por Dypterix panamensis (7.4%) con árboles pero de gran porte, Carapa guianensis (7.3%), C. elastica (6.7%) y Neea delicatula (6.1%). El tercero, de peso bajo, formado por Pentaclethra macroloba; Pouteria caimito; Aspidosperma sp; Chrysophyllum sp; una Rubiaceae (N.N.) y L. tuyrana (5 al 6%). Estas 12 especies reúnen el mayor peso ecológico (47.6% del IVIS); en tanto que las otras 74 especies suman el 52.4%. Vegetación DAP > 1 cm y < 10 cm. Este grupo de vegetación consta de palmas, árboles juveniles y arbustos de 93 especies pertenecientes a 39 familias (alta diversidad). Se destacan Annonaceae (Guatteria chocoensis; G. tanduzii; Malmea anomala; Oxandra panamensis; Oxandra sp; Rollinia mucosa y Unonopsis gracilis), Mimosaceae (Inga psittacorum; I. edulis; I. saffordiana; I. sapindoides, I. semialata y P. macroloba), Moraceae (Brosimum alicastrum; B. guianense; C. elastica; C. tunu; Pseudolmedia. laevigata y Sorocea affinis), Lecythidaceae (Eschweilera garagarae; Grias cauliflora; Gustavia nana; G. superba y L. tuyrana), Meliaceae (C. guianensis; Cedrela sp; Trichillia martiana; T. poeppigii y T. quadrijuga). Las Palmas participan de modo importante (Bactris maraja; B. paula; Crysophila kalbreyeri; Geonoma oxicarpa y Socratea exorrhiza). Fueron registrados 1.726 ind./ha, de 93 especies correspondientes a 39 familias. Por su abundancia se destacan: Sloanea sp. (7.9% del total), Bactris maraja (6.26%), Clavija mezzii (5.3%), Castilloa tunu 80 (4.6%), Gustavia superba (4.2%) y P. copaifera (3.6%); 28 conforman el 72.5% del total de la población, mientras que las 65 especies restantes conforman el 27.5%. Por dominancia sobresalen Gustavia superba (7.4% del área basal total), Sloanea sp. (7.1%) y C. tunu (5.5%). Según peso ecológico, las de mayor valor son: Sloanea sp. (7.46% del IVIS Total), Gustavia superba (5.8%), Bactris maraja (5.1%), Castilloa tunu (5.1%), Clavija Mezzii (4.16%), estas cinco de abundante población, y P. copaifera (3.6%). De peso medio aparecen “amarillo” (N.N.); Trichillia poeppigii; “vela” (Rubiaceae N.N.); P. caimito; P. laevigata; G. nana y E. garagarae; que suman el 17.5%. De peso bajo se registran 80 especies que suman el 51.2%. Además, el 86% de las especies tienen pocos individuos, cada uno de escasa área basal. Vegetación DAP < 1 cm. Como en el clímax, este grupo es el de más alta biodiversidad. Constituido por bejucos, hierbas, herbáceas, rastreras, brinzales, arbustos, aráceas y vegetación inferior; líquenes y musgos. Se registraron 15.924 ind./ha de 118 especies; por abundancia se destacan: C. elastica (4.906 Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 24 Organización y Dinámica Sucesional ind. /ha) y “Selaginella” Selaginella arthritica Aiston (2.214) de población localizada pero muy abundante. Entre la regeneración natural temprana arbórea sobresalen: Quararibea asterolepsis (574 ind./ha), Dypterix. panamensis (274), Gustavia superba (168), Inga semialata (180), Oxandra sp. (306), Pouteria caimito (192), Hirtella racemosa (200) y Posoqueria latifolia (288). De menor abundancia, P. copaifera (60), Rheedia madruno (74) y Trichilia poeppigii (138). Es notable el papel ecológico de las palmas: en el estrato bajo se destacan Astrocaryum malibo (374 palmas/ha), Geonoma oxicarpa (326) y Chamaedorea sp. (250), distribuidas uniformemente y frecuentes en el piso; de menor presencia son Socratea exorrhiza (62), Crysophila kalbreyeri (20) y Bactris maraja (56). También son importantes los bejucos: “Bejuco tortugo” Hippocratea sp. (586 ind./ha), “B. hombresolo” Paullinia sp. (106) y Cortada sp. (escaso pero con estructuras de hasta 35 cm de diámetro). Igualmente habitan los helechos: Tectaria incisa “helecho hurtado” (400 ind/ha), Asplenium delitescens “helecho clavellino” (346), Diplazium gradifolum “H. moreno” (466); Tectaria draconoptera “H. mena” (132), Pteris propingua “helecho arroyo” (42) y Adiantum tetraphyllum “helecho porrancho” (44). Otras especies de este estrato, menos abundantes, son: Diettenbachia oerstedii y D. longispatha, Heliconia brachianta y H. imbricata (platanillo cansamuchacho); H. atratensis (platanillo lengüevaca), Crinum enebescens (lirio); Calathea insigne (hoja taza) y Campelia zanonia (chicoria). Organización general Sin incluir hierbas, bejucos y vegetación inferior, se registran 118 especies de 48 familias (2.108 individuos). Con muchas especies: Annonaceae (Guatteria chocoensis; G. tanduzii; Malmea anomala; Oxandra panamensis; Oxandra sp.; Rollinia. mucosa; Unonopsis gracilis) y Moraceae (Brosimun alicastrum; B. guianense; Castilloa elastica; C. tunu; Clarisia racemosa; Pseudolmedia. laevigata y Sorocea affinis). Importantes, pero de menos especies: Mimosaceae (Inga psittacorum; I. edulis; I. saffordiana, I. sapindoides, I. semialata y Pentaclethra. macroloba), Rubiaceae (Condaminea sp.; Gonzalagunia sp.; Macaonia acuminata; Pentagonia brachyotis y Posoqueria latifolia), Arecaceae, de amplia cobertura (Astrocaryum standleyanum, Bactris maraja y B. paula, Crysophila kalbryeri; Geonoma oxicarpa y Socratea exorrhiza). De ellas, 37 presentan sólo de una a tres especies. De mayor abundancia relativa: Bactris maraja (5.1% del IVIS total) Clavija mezzii (4.4%), Castilloa tunu (4.2%) y P. copaifera (3.8%). De abundancia media: vela (Rubiaceae N.N.), Oxandra sp.; Pouteria caimito; Pseudolmedia laevigata, Trichilia poeppigii y Rinorea viridifolia. De abundancia muy baja: Bursera simarouba, Cordia panamensis, Posoqueria latifolia, Parmentiera stenocarpa y Luehea seemannii. Por Area Basal -AB- dominan: Anacardium excelsum (20.8%) con pocos individuos corpulentos remanentes de la explotación y Dipteryx panamensis (6.3%), C. guianensis (3.7%) e Hirtella racemosa (4.2%). Por peso ecológico sobresalen: A. excelsum (10.5% del total del IVIS), P. copaifera, abundante y de alta AB (5.8%), Sloanea sp. (3.6%), D. panamensis (3.4%) y Bactris maraja (2.7%). Las más importantes son 15 especies que suman el 48.7% del total del IVIS, mientras que otras 103 aportan el 51.3%. El cociente de mezcla es 1:17 (a pesar de su alta diversidad, este catival está evolucionando a la homogeneidad, con caracteristicas de ecosistema secundario tardío). El Indice de Shannon-Weaver (H) es de 5.707, indicador de alta diversidad florística (1.208 individuos de 118 especies). La Riqueza Florística, exceptuando briófitos, analizada mediante la curva especieárea (2.500 m2), señala que en 1.700 m≤ se reúne el 93.0% del total de las especies muestreadas (área mínima de expresión biológica del ecosistema). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 25 Es importante la cantidad de pequeños claros en evolución; producidos por la caída, natural o antrópica, de plantas de gran tamaño, con troncos y ramas aún en descomposición. La disposición de las frondas de las palmas les permite actuar como canales recolectores de los detritos (hojarasca). Los árboles presentan raíces fúlcreas y, a veces, contrafuertes. Las lianas proliferan sobre el piso, con presencia típica de aguijones bien desarrollados. Proliferan las Arecaceae Astrocaryum malibo y Chamaedorea sp., los Pteridofitos (helechos) como Displazium grandifolium; Cycloptesis semicordata; Pteris propingua y Asplenium delitescens, así como las herbáceas Philodendron venezuelense; Anthunum panduriforme; A anorianum; A. clavigerum y los bejucos Monstera acuminata y Habenuna bractescens. También la regeneración natural arbórea de C. elastica; P. copaifera; Pouteria caimito e Inga semialata. Se reportaan especies herbáceas indicadoras de ambientes húmedos, como Selaginela onceps y Piper multiplinervium. El estrato superior está formado por esporádicos árboles del pasado, que no sufrieron impactos del aprovechamiento, de altura > 30 m; el estrato subyacente lo conforman especímenes de entre 15 y 30 m, con copas iniciando contacto (dosel intermedio); debajo hay un estrato de 8 a 15 m de altura, biológicamente significativo, constituido por palmas, árboles bajos y árboles en etapas intermedias de desarrollo; en el piso abundan palmas, arbustos y brinzales y latizos de los árboles dominantes y codominantes. Las palmas ofrecen mucha competencia en las zonas media y baja por la gran cobertura horizontal de sus frondas. Catival intervenido - 16 años de postaprovechamiento En 1993 CONIF evaluó un catival tipo A2 que había sido aprovechado en 1977, por una empresa productora de tríplex, mediante un ensayo de campo de 6 años de duración (1982 a 1987). El estudio se hizo general, no por grupos de tamaño, y sólo para vegetación arbórea. Las características principales se resumen a continuación. Riqueza y Diversidad Florística Para este tipo de bosque se reportaron 68 especies de 26 familias; Caesalpinaceae y Fabaceae con 5 y 4 géneros cada una, seguidas de Annonaceae, Lecythidaceae, Mimosaceae y Moraceae (3 gén. cada una). Sólo 21 especies se encontraban simultáneamente en las categorías de tamaño brinzal, latizal y fustal, dominan caracolí, cativo, guasco, pacó y dormilón. En total se hallaron 53 especies en el estado de brinzal, 52 en latizal y 27 en fustal; la participación de las palmas fue casi nula. La importancia ecológica de las especies más abundantes de la regeneración natural se muestra en el Cuadro 7. El caracolí y cativo suman más del 40% de la población total; güino y virola participan poco. Pero caracolí, guasco, pacó, guamos y cativo abarcan más del 60% la población. La producción máxima de brinzales, incluido cativo, ocurrió cada dos años, mientras que la de latizales fue más o menos constante, con valores mínimos en los años 15 y 16, como se aprecia en el Cuadro 8. Se encontraron 27 especies en el estado de fustal; su importancia ecológica se resume en el Cuadro 9. El 88% del peso ecológico lo suman 9 especies. Entre estas se destaca el cativo (44% del total), abundante y con árboles de buen porte; están poco representadas güino (5%) y virola, el caracolí alcanza Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 26 CUADRO 7. ESPECIES DEL CATIVAL A2, 16 AÑOS DESPUES DE APROVECHADO Y ESTADOS DE SU REGENERACION FAMILIA NOMBRE CIENTIFICO NOMBRE VULGAR 1. 2. Acanthaceae Anacardiaceae 3. Annonaceae 4. 5. Bignoniaceae Bombacaceae 6. 7. Burseraceae Caesalpinaceae Trichantera gigantea Anacardium excelsum Spondias spp Unonopsis pittieri Malmea anomala Xylopia sp. Tabebuia rosea Pachira acuatica Quararibea asterolepis Bursera simaruba Copaifera panamensis Cynometra martiana Prioria copaifer Swartzia sp. Nacedero Caracolí Hobo Yaya Cargadero Escobillo Roble Salero Bolinillo Indio desnudo Canime Mangleduro Cativo Cucharo Hueso Castillo Tapaliso Madoño-Machare Lechito Arroz con coco Chocho Banbudo Tamarindo Coronillo Caidita Cocuelo Guasco Pacó Algodoncillo Guino Chagará Aserrín Guamo Dormilón Lechero Cauchillo Yarumo Sangre gallo Cordoncillo Guaraguau Carbonero Borojó Caimito Cacahuillo Camajón Zurrumbo Ananzú Cedro 8. Chrysobalanaceae 9. Clusiaceae 10. Euphorbiaceae 11. Fabaceae 12. Flacourtiaceae 13. Lauraceae 14. Lecythidaceae 15. Malvaceae 16. Meliaceae 17. Mimosaceae 18. Moraceae 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. Myrisicaceae Piperaceae Polygonaceae Rosaceae Rubiaceae Sapotaceae Sterculiaceae 26. Ulmaceae 27. Desconocidas Couepia sp. Licania arborea Rheedia edulis Sapium caydataum Andira inermis Ormosia sp. Pterocarpus officinalis Uribea tamarindoides Hasseltia floribunda Nectandra sp. Couroupita darienensis Eschweilera sp. Grias cauliflora Thespesia populnea Carapa guianensis Trichilia quadrijuga Enterolobium cyclocarpum Inga spp. Pentaclethra macroloba Batocarpus costarricensis Castilla tunu Cecropia spp Trianthera ulei Piper sp. Coccoloba sp. Licania arborea Chrysophyllum caimito Herrania purpurea Sterculia apetala Trema sp. BRINZAL LATIZAL X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X FUSTAL X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Continúa... Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 27 CUADRO 7. ESPECIES DEL CATIVAL A2, 16 AÑOS DESPUES DE APROVECHADO Y ESTADOS DE SU REGENERACION (Continuación) FAMILIA NOMBRE CIENTIFICO NOMBRE VULGAR 27. Desconocidas BRINZAL LATIZAL Clavellino Colero Cuero e’sapo Guanábano Guayuyo Gurrupi Granadillo Limoncillo Mamauno Muerto e’risa Murciélago Ocumé Púnula Sauco Tirarete Tortugo Urticaria Vela Zanca e’mula X X X X X X X X X X X X X X X X X X X TOTAL ESPECIES 53 FUSTAL X X X X X X X 52 27 Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. CUADRO 8. DENSIDAD/HA DE LA REGENERACION NATURAL TEMPRANA DEL CATIVAL A2 A LOS 16 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO Brinzales Latizales Fustales % NOMBRE ESPECIE R U1 U2 E 1A TOTAL ESPEC. Anacardium excelsum Carapa guianensis Cynometra martiana Eschweilera sp Grias cauliflora Inga sp Pentaclethra macroloba Prioria copaifera Pterocarpus officinalis Sapium caudatum Virola Unonopsis pittieri Otras 190 63 27 3 17 33 10 47 170 13 3 43 53 67 3 240 90 17 194 7 7 3 7 3 3 10 70 13 10 17 10 30 16 73 1 13 30 40 3 1 1 30 360 27 33 160 93 147 6 263 149 1 27 1 414 21.4 1.6 1.9 9.5 5.5 8.7 0.003 15.6 8.8 0.001 1.6 0.001 24.6 R : Renuevo (h < 0 .3 m); U1 : Brinzal (0.3 m < h < 1.5 m); U2 : Latizal bajo (1.5 m < h < 3.0 m) E : Latizal establecido (h > 3.0 m y d < 50 cm); 1A : Latizal alto (5 cm < d < 10 cm) Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 28 CUADRO 9. POBLACION DE REGENERACION NATURAL TEMPRANA DEL CATIVAL RESIDUAL A2 EN SEIS EDADES SUCESIONALES TAMAÑO/ESPECIE EDAD SUCESIONAL 11 12 13 14 15 16 años BRINZALES Anacardium excelsum (N) (%) 400 19.1 127 15.9 0.00 470 37.8 450 18.2 360 28.1 Cynometra martiana (N) (%) 83 23.1 33 20.1 50 2.5 7 38.8 24 19.1 3 28.3 Grias cauliflora (N) (%) 330 38.9 43 25.5 206 12.7 47 42.2 134 24.6 80 34.5 Prioria copaifera (N) (%) 584 66.9 303 63.5 136 79.8 94 49.7 111.6 69.6 257 54.6 Pterocarpus officinalis (N) (%) 66.9 63.5 33 81.5 250 69.8 214 78.3 123 64.1 TOTAL ESPECIES (N) (%) 20.93 100 797 100 2024 100 1243 100 2476 100 1283 100 Anacardium excelsum (N) (%) 0.00 0.00 0.00 0.00 3 0.7 0.00 Cynometra martiana N) (%) 20 20 13 37 13 10 Grias cauliflora (N) (%) 20 13.9 10 17.1 60 28.4 33 13.2 7 5.6 13 5.8 Prioria copaifera (N) (%) 20 20.8 26 32.0 16 34.6 107 33.4 3 6.3 3 6.6 Pterocarpus officinalis (N) (%) 13 46.2 13 39.4 34.6 24 37.9 6.3 6.6 TOTAL ESPECIES (N) (%) 288 100 175 100 257 100 530 100 414 100 394 100 LATIZALES N : Número de plántulas por hectárea % : Porcentaje acumulado de las especies por año de medición Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 29 CUADRO 10. ESTRUCTURA DE LA VEGETACION DEL CATIVAL A2, 16 AÑOS POSAPROVECHAMIENTO (DIAMETROS > 10 CM) Especie d (cm) Aa (%) Ar Fa (%) Fr (m ≤) Da (%) Dr IVI IVIS 1.3 2.295 16.4 18.87 17.58 7.65 G IP (m≤/ha) (m ≤) A. excelsum 171.0 11.2 0.03 C. guianensis 19.1 44.7 0.13 5.6 0.117 0.8 11.11 5.55 0.39 0.11 Cecropia spp 36.1 22.4 0.07 3.00 0.207 1.5 6.82 3.83 0.69 0.09 C. martiana 18.2 910.6 0.27 11.5 0.263 1.8 24.01 12.46 0.88 0.62 Eschweilera sp 13.5 1 1.18 0.03 1.28 0.01 0.10 2.56 1.27 0.05 0.05 G. cauliflora 19.6 10 11.76 0.2 8.55 0.3 2.07 22.38 13.83 0.96 0.02 Inga sp 21.5 4 4.71 0.1 5.56 0.2 1.18 11.45 5.89 0.55 0.03 P. macroloba 16.7 4 4.71 0.1 5.56 0.01 0.66 10.93 5.37 0.31 0.00 P. copaifera 58.3 24 28.24 0.6 24.36 9.3 66.23 118.83 94.46 30.87 8.32 P. officinalis 24.6 9 10.59 0.2 9.83 0.5 3.86 24.28 14.44 1.80 0.32 S. caudatum 35.2 3 3.53 0.09 3.85 0.3 2.30 9.68 5.83 1.07 0.22 Virola 11.9 1 1.18 0.03 1.28 0.01 0.08 2.54 1.25 0.04 0.01 U. pittieri 16.8 1 1.18 0.03 1.28 0.02 0.16 2.62 1.33 0.07 0.00 73 85.88 97.25 266.04 183.13 45.33 10.25 18.6 12 0.385 33.96 16.87 1.28 2.34 100.00 13.984 100.00 300.00 200.00 4.61 10.82 SUBTOTAL Otras especies TOTALES 85 100.00 1.94 82.91 13.599 14.12 0.40 17.09 2.75 1.00 0.57 d: Diámetro promedio con corteza; Aa: abundancia absoluta (número de árboles); Ar: abundancia relativa. Fa: Frecuencia absoluta; Fr: frecuencia relativa; Da: dominancia absoluta; Dr: dominancia relativa. IVI: Indice de valor de importancia (Dr + Fr +Ar); IVIs: índice de valor de importancia simplificado (Dr + Ar). G: Area basal por hectárea; IP: Incremento periódico (1982-1987). Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. alto peso ecológico con muy pocos individuos pero de grandes dimensiones (esta especie no es aprovechada). Por familias, Caesalpinaceae lleva el 48% del peso ecológico, mientras que Fabaceae, Lecythidaceae y Anarcadiaceae suman el 25%; otras 22 familias alcanzan solo el 27%. Por abundancia, Caesalpinaceae reúne el 39% de la regeneración, seguida de Lecythidaceae (13%), Fabaceae (12%) y Mimosaceae (9%). Tendencia similar ocurre para la dominancia. El AB total es de 35.8 m≤/ha, superior al rango óptimo promedio (19-23 m≤/ha) para bosques tropicales. La variación de la regeneración (densidad y composición) y de la estructura diamétrica durante varios años no es significativa, como se aprecia en los Cuadros 8 y 9. Más del 70% de la población se encuentra en la clase > de 60 cm, parte de la cual es remanente del aprovechamiento industrial: la distribución de valores de AB en las clases diamétricas de10 a 60 cm es Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 30 muy pobre (menor a 3 m2/ha). En cuanto a la distribución del volumen, este estado sucesional sigue un patrón semejante al relacionado para el área basal. Para DAP > 10 cm el Indice de Similaridad Florística de Sorensen es del 27 y el 54%, que indica una relativa heterogeneidad en composición florística; y que es inferior al del clímax; el Cociente de Mezcla (CM) es de 1:3,5 (mezcla intensa de especies); para brinzales el cociente es 1:12 (mayor homogeneidad) y para latizales de 1:3. Catival intervenido - 10 años postaprovechamiento Este tipo de vegetación se analizó con base en tres ensayos de campo que CONIF desarrolló desde 1989 (Archivo Técnico Estación “La Balsa”), cuyos aspectos principales se resumen así: Brinzales y Latizales La población de brinzales comprende 10.700 ind./ha aproximadamente, similar que para el catival 0 años; sin embargo, P. copaifera abarca el14.3%, el doble que en dicha edad, caracolí es la especie predominante (30.4%), casi igual que en catival 0 años. Los géneros Gustavia y Grias (pacós) también son importantes (8.7%), similar que en catival 0 años; en contraste aparece una nueva e importante regeneración de la familia Lecythidaceae (especialmente Eschweilwera) que conforman el 11.5% del total de brinzales. Aquí es mucho menor la participación de heliófitas efímeras y heliófitas tardías (Cecropia spp. conforma sólo el 0.003% de la población). Los latizales se han reducido a la mitad, respecto al año 0. El CUADRO 11. NUMERO DE ARBOLES/HA DE ALGUNAS ESPECIES DEL CATIVAL A2 EN SEIS EDADES POSTAPROVECHAMIENTO ESPECIE 11 Edad postaprovechamiento (años) 12 13 14 15 16 Anacardium excelsum (N) (%) 333 1.1 333 0.9 333 1.0 333 1.1 333 1.1 333 1.1 Cynometra martiana (N) (%) 43 16.6 47 14.6 47 16.3 30 12.5 30 12.2 30 11.5 Grias cauliflora (N) (%) 33 28.5 33 24.9 40 29.3 33 25.1 33 24.4 33 23.0 Prioria copaifera (N) (%) 70 53.8 73 45.5 73 53.1 73 52.9 70 50.4 79 50.5 Pterocarpus officinalis (N) (%) 26 3.2 23 52.2 27 61.9 23 61.6 30 61.5 30 61.0 TOTAL ESPECIES (N) (%) 277 100.00 343 100.00 307 100.00 263 100.00 270 100.00 287 100.00 N : Número de árboles por hectárea; % : Distribución porcentual acumulada por año de medición Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 31 CUADRO 12. DISTRIBUCION DEL NUMERO DE ARBOLES POR CLASES DE DIAMETRO EN EL CATIVAL A2; 11 Y 16 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO EDAD / ESPECIE CLASE DIAMETRICA (cm) 10-20 20-30 30-40 40-50 50-60 >60 TOTAL 11 AÑOS Anacardium excelsum (N) (%) - - - - - 3 100,0 3 Cynometra martiana (N) (%) 20 46,5 20 93,0 3 100,0 - - - 43 Grias cauliflora (N) (%) 20 60,6 13 100,0 - - - - 33 Prioria copaifera (N) (%) 20 28,6 7 38,6 3 42,9 10 57,2 3 61,4 27 100,0 70 Pterocarpus officinalis (N) (%) 13 50,0 3 61,54 7 88,5 3 100,00 - - 26 TOTAL ESPECIES (N) (%) 137 49,5 67 73,7 27 83,4 13 88,1 3 89,2 30 100,0 277 Anacardium excelsum (N) (%) - - - - - 3 100,0 3 Cynometra martiana (N) (%) 20 66,7 10 100,0 - - - - 30 Grias cauliflora (N) (%) 20 60,67 13 100,00 - - - - 33 Prioria copaifera (N) (%) 23 29,11 7 37,97 3 41,77 10 54,43 3 58,23 33 100,00 79 Pterocarpus officinalis (N) (%) 13 43,33 7 66,66 7 89,99 100,00 3 - 30 TOTAL ESPECIES (N) (%) 133 46,34 63 68,29 27 77,7 20 84,67 7 87,11 37 100,00 287 16 AÑOS N : Número de árboles por hectárea %: Distribución porcentual acumulada por especie Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 32 CUADRO 13. AREA BASAL/HA (m2) POR CLASES DIAMETRICAS A LOS 11 Y 16 AÑOS POSTEXPLOTACION DE UN CATIVAL A2 EDAD / ESPECIE CLASE DIAMETRICA (cm) 15 25 35 45 55 >60 TOTAL 11 AÑOS Anacardium excelsum (G) (%) - - - - - 5,89 100,00 5,89 Cynometra martiana (G) (%) 0,31 20,67 0,90 80,67 0,29 100,00 - - - 1,50 Grias cauliflora (G) (%) 0,35 60,61 0,59 100,00 - - - - 0,94 Prioria copaifera (G) (%) 0,30 1,33 0,31 2,90 0,36 4,3 1,64 11,57 0,82 15,21 19,12 100,00 22,55 Pterocarpus officinalis (G) (%) 0,28 18,79 0,21 32,88 0,49 65,77 0,50 100,00 - - 0,48 TOTAL ESPECIES (G) (%) 2,35 6,57 2,99 14,92 2,48 21,84 2,14 27,82 82,00 30,11 25,01 100,00 35,79 Anacardium excelsum (G) (%) - - - - - 7,65 100,00 7,65 Cynometra martiana (G) (%) 0,32 36,36 0,56 100,00 - - - - 0,88 Grias cauliflora (G) (%) 0,36 37,5 0,60 100,00 - - - - 0,96 Prioria copaifera (G) (%) 0,38 1,23 0,37 2,43 0,27 3,30 1,66 8,68 0,73 11,04 27,46 100,00 30,87 Pterocarpus officinalis (G) (%) 0,22 12,22 0,23 25,00 0,65 61,11 100,00 0,70 - 1,80 TOTAL ESPECIES (G) (%) 2,18 4,68 2,82 10,73 2,47 16,03 2,60 21,61 1,43 24,68 35,11 100,00 46,61 16 AÑOS G: Area basal (m2 /ha) N: Distribución porcentual acumulada por especie Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 33 cativo tiene poca presencia pues conforma sólo el 0.82%; las especies más abundantes son: Gustavia y Grias (10.7% del total), Inga spp.(10.5%); Sterculia apetala (10.3%), Eschweilera (6.6%), Cynometra martiana (4.11%); se halló abundante producción de brinzales, mas no de latizales, de A. excelsum. Fustales Fueron registrados 242 fustales/ha; cativo es la especie más abundante (20.7%), una buena parte remanente del bosque primario, con DAP promedio de 42 cm; le siguen las heliófitas Trema micrantha (19%)y Cecropia spp. (9.2%), establecidas en grandes claros originados por la cosecha maderera; después vienen especies del clíma: Gustavia y Grias (9.8%), Inga spp. (8.4%), Anacardium (3.3%) y Eschweilera (2.4%). En este tamaño P. copaifera tiene el mayor peso ecológico (IVIS 73.9/300); seguida de Anacardium (58.9) y Lecythis tuyrana de alto peso ecológico por sus árboles maduros remanentes del aprovechamiento. La distribución diamétrica de 51 árb./ha de cativo hallados, 37 tenían menos de 50 cm de DAP, y todas las especies presentaron una distribución diamétrica típica o normal. Catival intervenido - 5 años postaprovechamiento Esta vegetación registra un Coeficiente de Mezcla de 1:32 (tendencia a una relativa homogeneidad); la abundancia de P. copaifera y de géneros Cecropia spp. y Trema mictantha es menor que a los 3 y 0 años CUADRO 14. ALGUNAS CARACTERISTICAS FITOSOCIOLOGICAS DEL CATIVAL 5 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO PARAMETRO PARCELA A Indice de Diversidad de Shannon y Waever B C 3,80 3,92 3,10 1.504 1.880 2.404 1:32 1:35 1:57 Número de Especies Vegetacion diám. > 1 cm 46 53 42 Número de Familias Vegetacion diám. > 1 cm 25 26 21 7.704 6.500 2.100 12 21 12 Número de Individuos/ha diám. > 1 cm Cociente de Mezcla Número de Individuos diám. diám. < de 1 cm a) Regeneración Temprana b) Número de Familias en la Vegetacion diám. < de 1cm Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 34 CUADRO 15. VOLUMEN COMERCIAL/HA POR CLASE DIAMETRICA DE LAS PRINCIPALES ESPECIES DE UN CATIVAL A2 A LOS 16 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO ESPECIE CLASE DIAMETRICA (cm) 15 25 35 45 55 >60 TOTAL Anacardium excelsum (V) (%) - - Cynometra martiana (V) (%) 1,80 37,42 3,01 100,00 4,81 Grias cauliflora (V) (%) 1,41 28,89 3,47 100,00 4,88 Prioria copaifera (V) (%) 2,07 0,50 2,95 1,22 2,48 1,82 13,75 6,37 8,41 8,41 377,39 100,00 412,05 Pterocarpus officinalis (V) (%) 1,25 8,15 2,22 22,62 6,16 62,78 - 5,71 100,00 - 15,34 TOTAL ESPECIES (V) (%) 14,36 2,55 20,92 6,26 29,30 11,46 34,30 17,54 21,29 21,32 463,25 100,00 563,82 - - - 3 100,00 3 V : Volumen comercial por hectárea õ%: Distribución porcentual acumulada por especie Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. postaprovechamiento. En la Riqueza Florística se destacan Cecropia peltata (9.4% del IVIS) de alta abundancia y distribución irregular; Inga spp. (6,2%), Schweilera spp. (5.7%), ambas con alto número de individuos y Prioria copaifera (5,3%) con alta AB. Menos importantes son Castilloa elastica, Ficus insipida, Spondias mombin y Lecythis tuyrana, cada una con el 3 a 4%. El 62.4% del IVIS lo representan 17 especies y el 37.6% otras 38. Fueron registrados 3.363 brinzales/ha, el 18.8% de Gustavia y Grias, el 12.6% deAnacardium excelsum, el 6.9% de Lecythis tuyrana, y el 5.9% de Prioria copaifera; las existencias de brinzales son bajas (el 30% respecto a otras edades) debido posiblemente a la proliferación de Heliconias, que impiden el desarrollo de otras especies. Se encontraron 1.796 latizales/ha, similar que el bosque cero años; predominando Cecropia membranaceae (25.6% del IVI), Gustavia y Grias (8.7% de los individuos). Prioria copaifera tiene a esta edad poco peso ecológico y participa con un 7.5 %, seguida de Lecythis tuyrana y Anacardium excelsum. Por su parte se encontraron 160 fustales/ha, de Cecropia membranaceae (27.6%), Prioria copaifera (16.7), Cynometra longifolia (9%), Gustavia superba, Grias cauliflora y Anacardium excelsum. La vegetación arbórea más importante es la siguiente: Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 35 Catival intervenido - 3 años postaprovechamiento El Coeficiente de Mezcla es de 1:13 (diámetro >1 centímetro de diámetro; similar que en el bosque de 5 años, por la abundancia de especies heliófitas efímeras y de cativos residuales. En la Riqueza Florística fueron halladas 43 especies de 25 familias (riqueza florística relativamente baja comparada con la del clímax). Dominan Anacardiaceae, Moraceae, Lecythidaceae y Caesalpinaceae. (Cuadro 16). Las familias mejor representadas fueron Anacardiaceae, Caesalpinaceae y Lecythidadeae. El análisis conjuto para todas las categorías de tamaño señala las siguientes 10 especies más importantes. De esas 10 especies fueron hallados 1.552 ind./ha (DAP > 1 cm) que abarcan el 72,6% del IVI total. Las de mayor peso ecológico son Anacardium excelsum (20)% (pocos fustes residuales de gran tamaño), Inga edulis (11.2%), Cecropia peltata (10,2%) y Schweilera sp. (9,8). Un poco menos importantes son Pterocarpus officinales, Grias cauliflora, Cynometra martiana y Prioria copaifera Spondias mombin y Trichilia cuadrijuga. Todas estas especies son dominantes en la estructura del catival clímax pero, para la etapa de 5 años, ocupan posiciones sociológicas secundarias. Otras 33 especies suman el 27,5%. Prioria copaifera es la especie de mayor abundancia de brinzales y latizales en esta etapa, localizada sobre todo en claros. (Cuadros 17 y 18). La Estructura Diamétrica indica que existe una relación inversa (a menor diámetro mayor número de individuos y viceversa). La J invertida demuestra que aún existe un relativo equilibrio en el sitio. FIGURA 1. CATEGORIA DIAMETRICA VS. NUMERO DE INDIVIDUOS EN CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO 350 315 NUMERO DE INDIVIDUOS 300 250 200 180 150 100 52 31 50 18 0 1.00-3.50 3.50-7.00 7.01-10.00 10.01-25.00 25.01-50.00 2 > 50.00 CATEGORIAS DIAMETRICAS (cm) Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. La relación de Categorías Diamétricas vs. Area Basal muestra la tendencia de una relación directa entre el diametro y el área basal, es decir, a mayor diámetro mayor área basal, esta relación forma la curva en forma típica de J, señal también de un relativo equilibrio estructural. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 36 CUADRO 16. PRINCIPALES ESPECIES ARBOREAS DEL CATIVAL A2 A LOS 5 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO NOMBRE COMUN Carbonero Hueso Madroño Cedro Macho Caimito Ceiba Cuángare Castaño Yarumo Balso Guamo Pacó Grias Aserrín Charagá Laurel Caracolí Hobo Varasanta Cativo Olleto Paco Gustavia Zurrumbo Pantano Lechero Bambudo Castilla Andira Banco/Pumula Periquito Abrojo Mangle Duro Virola Trúntago Lechito Guácimo Camajón Ceiba Pentandra Irisol Vara de león Fruta de icotea Guanabanillo N.N Guayabillo NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA Licania arborea Slonea sp . Rheedia edulis P.&.T. Tapirira meryantha Pouteria sp. Ceiba pentandra Otoba sp. Cecropia peltata Ochroma lagopus S.W. Inga sp. Grias cauliflora L . Parkia sp. Trichilia quadrijuga Nectandra reticulata R&P Anacardium excelsum Skeel . Spondias mombin Tiplaris cumingiana H.B.K. Prioria copaifera Griseb . Lecythis tuyrana Pittier. Gustavia superba H.B.K.&Be . Trema micranta L. Hyeronima laxiflora Batocarpus costaricensis S&W Pterocarpus officinalis Castilla elastica Cerv . Andira enermis(W.Wright.) Sterculia sp. N.N. Dialium guianense Cynometra martiana H&M Trianten ulei Vitex columbiensis Pittier. Sapium caudatum Pittier . Leuchea seemanii T.&.P. Sterculia apetala Jacq. Ceiba pentandra N.N Terminalia amazonica N.N. Rollinia mucosa Rosaceae Eleocarpaceae Clusiaceae Anacardiaceae Sapotaceae Bombacaceae Mirysticaceae Moraceae Bombacaceae Mimosaceae Lecythidaceae Mimosaceae Anacardiaceae Lauraceae Anacardiaceae Anacardiaceae Poligonaceae Caesalpinaceae Lecythidaceae Lecythidaceae Ulmaceae Euphorbiaceae Moraceae Fabaceae Moraceae Fabaceae Sterculiaceae Terminalia chiriquensis Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Caesalpinaceae Caesalpinaceae Mirysticaceae Verbenaceae Euphorbiaceae Tiliaceae Sterculiaceae Bombacaceae Combretaceae Anonaceae Lauraceae Combretaceae Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 37 CUADRO 17. PRINCIPALES ESPECIES ARBOREAS DEL CATIVAL A2 - 3 AÑOS DE APROVECHAMIENTO NOMBRE COMUN NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA Prioria copaifera Griseb Pouteria sp Licania platypus Cespedesia macrophylum Cativo Caimo Carbonero Paco Caesalpinaceae Sapotaceae Rosaceae Ochnaceae Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. CUADRO 18. ESPECIES QUE PARTICIPAN CON EL MAYOR PESO ECOLOGICO EN LA ASOCIACION CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO NOMBRE COMUN NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA Anacardium excelsum Skeel Trichilia quadrijuga Spondias mombin Prioria copaifera Griseb. Cynometra martiana H&M Pterocarpus officinalis Schweilera sp. Grias cauliflora L. Inga sp. Cecropia peltata Caracolí Charagá Hobo Cativo Mangle duro Bambudo Guasco Pacó grias Guamo Yarumo Anacardiaceae Anacardiaceae Anacardiaceae Caesalpinaceae Caesalpinaceae Fabaceae Lecythidaceae Lecythidaceae Mimosaceae Moraceae Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. FIGURA 2. CATEGORIA DIAMETRICA VS. AREA BASAL EN CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO 4.7 5 AREA BASAL (m2) 4 3 2 1.1 1 0.7 0.3 0.2 0 1.00-3.500 3.51-7.00 7.01-10.00 10.01-25.00 25.01-50.00 > 50.10 CATEGORIA DIAMETRICA (cm) Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 38 La relación Categorías Diamétricas vs. Alturas muestra dos picos, correspondientes a dos máximas alturas promedios de 28 y 27 metros repectivamente; comportamiento debido, posiblemente, a la incidencia de los árboles remanentes y de los que se elongan tras la apertura de claros. FIGURA 3. RELACION DE CLASE DIAMETRICA VS. ALTURA EN CATIVAL 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO PROMEDIOS DE ALTURA (m) 30 25 20 15 10 5 0 1.00-3.50 3.51-7.00 7.01-10.0 10.01-25.00 25.01-50.00 > 50.10 RANGOS DIAMETRICOS (cm) Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Catival intervenido - menos de 1 año postaprovechamiento Catival Tipo A2 Las especies mas típicas de este tipo de catival se resumen en el Cuadro 19. Luego de 6 a 8 meses del aprovechamiento, la Riqueza Florística muestra la presencia de 22 especies de 14 familias (se estima pobreza) El CM es 1:5,5 (fuerte tendencia a la hetereogeneidad). En la Estructura, según el IVI, 12 especies son las más importantes. Se destacan: Cecropia peltata (27.4% del IVI) por una alta población, Grias cauliflora (9.9%), Tiplaris cumingiana (8.7%) y Spondias mombin (7.2%). De mediana importancia son: Nectandra reticulata (6.9%), Prioria copaifera (5.7%) y Pterocarpus officinales (5,5%) Tapirira mycrantha (4.4%), Aspidosperma marcgravianum (4.2%) y Rheedia edulis (3.4%). De baja importancia ecológica son Clavija mezzii y Trichilia quadrijuga. La relación Categorías diamétricas vs. Número de árboles muestra una curva con tendencia de “J” inve rtida, con un pico en el rango 7 a 25 centímetros, debido a la afluencia de un mayor número de árboles en dicha categoría de tamaño, remanentes del aprovechamiento. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 39 CUADRO 19. ESPECIES DE MAYOR IMPORTANCIA ECOLOGICA DEL CATIVAL A2 - 3 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO NOMBRE COMUN ABUND. ABUND. ABSOLUTA RELATIVA FREC. RELATIVA DOMINACIA RELATIVA IVI/300 IVI % ABUND. FUSTAL ABUND. LATIZAL ABUND. BRINZAL 3 3 4 25 50 50 600 1.525 Caracolí Guamo Yarumo Guasco Bambudo Pacó Grias Mangle Duro Cativo Hobo Charagá Otras especies 11 95 88 72 25 36 7 13 24 17 169 1,98 17,1 15,84 12,96 4,5 6,48 1,26 2,34 4,32 3,06 30,16 3,7 10,16 9,24 9,24 5,54 4,62 3,7 3,7 2,77 4,62 42,71 54,65 6,28 6,72 4,19 3,57 0,38 5,78 2,98 1,78 1,16 12,51 60,33 33,54 31,8 26,39 13,61 11,48 10,74 9,02 8,87 8,84 85,88 20,09 11,17 10,59 9,79 4,53 3,82 3,58 3 2,96 2,94 27,54 1 9 8 92 84 72 24 36 4 8 24 16 160 TOTALES 557 100 100 100 300 100 29 528 1 3 5 50 50 250 450 Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. La curva Categorías Vegetales Vs. Areas Basales presenta concentracion de áreas basales en el rango de 7 a 50 cm, debido a la afluencia de árboles remanentes del aprovechamiento; esto es buena señal, pues los árboles de este grupo serán los sustitutos de los ya cosechados y/o de los sobremaduros. Según la relación Categorías diámetricas Vs. Alturas (promedios de 3,38 hasta 20,20 m) las variables diámetro y altura están directamente correlacionada (a mayor diámetro mayor altura y viceversa). FIGURA 4. DISTRIBUCION POR CATEGORIAS DIAMETRICAS EN CATIVAL A2 AL AÑO POSTAPROVECHAMIENTO 140 139 NUMERO INDIVIDUOS 120 100 80 79 60 50 30 40 20 5 0 1.00-3.50 3.51-7.00 7.01-10.0 10.01-25.0 25.01-50.0 > 50.1 CATEGORIAS DIAMETRICAS Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 40 CUADRO 20. ESPECIES ARBOREAS DEL CATIVAL A2; MENOS DE 1 AÑO POSTAPROVECHAMIENTO INDUSTRIAL NOMBRE COMUN Charagá Hobo Chuculero Resbalamono Cativo Mangle Duro Madroño Algodoncillo Pantano Bambudo Hormigo Guasco Pacó Gustavia Mano de Guagua Higuerón Yarumo Guamo Cuero de Cerdo Varasanta Miel Quemada Fruta Icotea NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA Trichilia quadrijuga Spondias mombin Aspidosperma marcgravianum Bursera simarouba Prioria copaifera Griseb. Cynometra martiana H&M Rheedia edulis P.&.T. Croton killiapanus Hyeronima laxiflora Pterocarpus officinalis Lunania parvifolia Schweleira sp. Gustavia superba H.B.K.&Be. Guarea goudotiana Ficus insipida Wild. Cecropia peltata Inga sp. Coccoloba densiflora Mart. Tiplaris cunningiana H.B.K. Guazuma sp No determinada Anacardiaceae Anacardiaceae Apocynaceae Burseraceae Caesalpinaceae Caesalpinaceae Clusiaceae Euphorbiaceae Euphorbiaceae Fabaceae Flacourtiaceae Lecythidaceae Lecythidaceae Meliaceae Moraceae Moraceae Mimosaceae Polygonaceae Polygonaceae Sterculiaceae Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. FIGURA 5. CLASE DIAMETRICA VS. AREA BASAL CATIVAL A2 POSTAPROVECHAMIENTO 0 AÑOS 1.60 1.5 AREA BASAL (m) 1.40 1.20 1.00 0.80 0.60 0.42 0.40 0.20 0.18 0.10 0.3 0.17 0.00 1.00-3.50 3.51-7.00 7.01-10.0 10.01-25.0 25.01-50.0 CATEGORIAS DIAMETRICAS (cm) Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. > 50.1 Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 41 CUADRO 21. ESPECIES ARBOREAS DE MAYOR PESO ECOLOGICO EN EL CATIVAL A2 MENOS DE UN AÑO DE POSTAPROVECHAMIENTO NOMBRE ABUND. COMUN ABUND. ABSOLUTA RELATIVA Yarumo Pacó grias Varasanta Hobo Laurel Cativo Bambudo Cedro macho Chuculero Madroño Guevo Tigre Charagá Otras especies FREC. DOMINACIA RELATIVA RELATIVA IVI IVI % ABUND. ABUND. ABUND. FUSTAL LATIZAL BRINZAL 68 44 30 31 28 13 7 12 13 9 8 8 36 22,15 14,33 9,77 10,1 9,12 4,23 2,28 3,91 4,23 2,93 2,61 2,61 11,73 3,88 8,77 7,02 3,51 8,77 5,26 7,02 3,51 5,26 5,26 3,51 1,75 36,48 50,88 4,6 7,06 6,73 1,4 6,48 6,25 5,03 2,22 1,37 0,83 1,64 5,51 76,91 27,7 23,85 20,34 19,29 15,97 15,55 12,45 11,71 9,56 6,95 6 34,71 27,37 9,86 8,49 7,24 6,87 5,68 5,53 4,43 4,17 3,4 2,47 2,14 12,35 44 4 24 44 28 28 28 12 4 12 12 8 8 8 32 307 100 100 100 300 100 59 248 2 3 1 3 1 1 75 50 125 Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. FIGURA 6. CLASE DIAMETRICA VS. ALTURA CATIVAL POSTAPROVECHAMIENTO 0 AÑOS PROMEDIO ALTURA (m) 25 20 15 10 5 0 1.00-3.50 3.51-7.00 7.01-10.0 10.01-25.0 25.01-50.0 > 50.1 CATEGORIAS DIAMETRICAS (cm) Fuente: Proyecto Catival Conif-Pizano; Archivo Técnico T-5 Conif. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 42 Asociaciones y consociaciones del ecosistema Catival La aplicación de estos dos conceptos, para el uso y el manejo sostenible, se fundamenta en que cada forma de asociación o de consociación implica significativas diferencias ecológicas que sensibilizan los planes de silvicultura y aprovechamiento, al igual que los planes de conservación de la biodiversidad; como éstos planes no son recetas para aplicar indiscriminadamente, se requiere flexibilizarlos y adecuarlos según cada caso y, por lo tanto, tener un conocimiento cartográfico, biológico, físico y silvicultural específico para cada una de las formas de agrupación de las comunidades vegetales del catival. Así, cuando se pretenda inciar el manejo o el aprovechamiento, es requisito vital determinar cuál o cuáles consociaciones florísticas existen en el área de bosques objeto del caso. Con base en las anteriores consideraciones, para el manejo forestal sustentable deberán tener prioridad los Cativales Ao y A1. Diagnóstico de la regeneración natural A continuación se presentan los resultados de cuatro diagnósticos realizados en cuatro estados sucesionales del Catival (11 años, 8 años y 3 meses de postaprovechamiento, y un bosque climax) los cuales indican la pertinencia, oportunidad y necesidad de su realización y, por lo tanto, de abordar el manejo silvicultural. Igualmente, sirven para caracterizar al catival en tres estados de silvigénesis, corroborar los aspectos discutidos y establecer elementos de comparación acerca de la Condición y la Aptitud Silvicultural del Bosque de Segundo Crecimiento. Estos estudios se abordaron siguiendo la metodología del Método Malayo, la cual se describe detalladamente en el Anexo de este documento. Diagnóstico de un Catival secundario de edad 11 años postaprovechamiento Este estudio se realizó en un catival residual A1, explotado entre 1971 y 1972; el catival primario fue explotado aprovechando los árboles con diámetros superiores a 60 centímetros. Está ubicado en la finca del señor Pérez, a lo largo del caño “El Tigre”, en el río León, confluencia del “Caño Tigre”; se efectuó un muestreo 10x10 metros (ML 1/2); de hecho el objetivo del diagnóstico fue tener la información para desarrollar un ensayo de campo sobre manejo silvicultural del catival residual y respuesta del bosque a los tratamientos. Debido a este objetivo y a que su condición silvicultural es mucho más compleja y avanzada, se requiere un análisis a fondo como lo señalan los siguientes resultados y su análisis: • Grupos de Especies: (veáse página 51) • Indice de Existencias: I.E. Grupos A + B: I.E. Grupo A: • 75% (muy satisfactorio) 55% (satisfactorio) Distribución de líderes en clases de Posición de Copas (PC). (Véase página 51) Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 43 GRUPO A: PRIORIDAD 1 2 3 4 5 6 SIMBOLO NOMBRE COMUN NOMBRE CIENTIFICO CA GU VI DI RO LE Cativo Güino Nuánamo Cuángare Roble Lechero-Sande Prioria copaifera Carapa guianensis Virola sp. Dialyanthera spp. (hoy Otoba) Tabebuia rosea Brosimum utile CO HO MA CR AC PM Cocuelo Hobo Machare-Tometo Caracolí Aceite María Peinemono-Corcho Couroupita darienensis Spondias mombin Symphonia globulifera Anacardium excelsum Calophyllum mariae Apeiba aspera GRUPO B: 1 2 3 4 5 6 CLASES DE POSICION DE COPA GRUPOS A+B A • No. Líderes Frecuencias (%) No. Líderes Frecuencias (%) 5 4 3 2 1 3 38 3 50 2 25 1 17 2 25 0 0% 1 13 2 33 0 0 0 0 TOTAL 8 100 6 100 Distribución de líderes por Clases de Tamaño (CT). CLASES DE TAMAÑO GRUPOS A+B A No. Líderes Frecuencias (%) No. Líderes Frecuencias (%) E 1A 1 12,5 1 17 0 0 1 77 1B 2 25 0 0 2 2 25 1 17 3 0 0 0 0 4 1 12,5 1 167 5 6 1 1 12,5 12,5 1 1 17 17 TOTAL 8 100 6 100 Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 44 • Distribución de líderes por Clases de Calidad de Copa (QC). CLASES DE CALIDAD DE COPA GRUPOS A+B A • No. Líderes Frecuencias (%) No. Líderes Frecuencias (%) 5 4 3 2 1 0 0 0 0 5 62,5 4 67 3 37,5 2 33 0 0 0 0 0 0 0 0 TOTAL 8 100 6 100 Distribución de líderes por Competencia de Copas (CC). CLASES DE CALIDAD DE COPA GRUPOS A+B A No. Líderes Frecuencias (%) No. Líderes Frecuencias (%) LL CI DI 3 37,5 3 50 3 37,5 1 17 2 25 2 33 TOTAL 8 100 6 100 LL: Copa totalmente emergente CI: Copa que compite con un indeseable DI: Copa dominada por la de un indeseable • Distribución por Clases de Competencia de líanas sobre Líderes (CL). CLASES DE CL SOBRE LIDERES GRUPOS A+B A 0 No. Líderes Frecuencias (%) No. Líderes Frecuencias (%) 0 : Sin lianas C : Pocas lianas 3 37,5 2 33,3 C 2 25 1 16,7 CC CCC 3 37,5 3 50 0 0 0 0 TOTAL 8 100 6 100 CC : Lianas abundantes con daño visible CCC: Presencia de lianas estranguladoras Análisis y aplicación de los resultados • Indice de existencias y categoría de tamaño. Los índices son satisfactorios, principalmente a nivel del conjunto de doce (12) especies deseables, pudiéndose dirigir los tratamientos silviculturales en beneficio de las deseables líderes y substitutas de clases 1A y superiores. Apriori, las deseables de clases R, U y E no deberían recibir asistencia específica, considerando que más del 60% de las líderes de clases 1 A y superiores se encuentran en la clase 4 de calidad de copas. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 45 • Calidad de copa y competencia de copas. Más del 30% de las especies líderes pertenecen a la clase 3 de calidad de copas y más y del 50% de las líderes sufren competencia por parte de indeseables (ver frecuencias en las clases CI y DI), por lo tanto, es urgente realizar una liberación de copas de líderes mediante eliminación (envenenamiento) de las indeseables competidoras más próximas a las deseables, por lo menos de las deseables que no sean de clase LL. El 85% de las copas se consideran perfectas y de buena forma. El 22% de los árboles líderes del grupo A no tienen competencia de copas, el 28% tienen competencia de un deseable, lo cual significa que el 50% no requieren liberación. En general, se deben realizar liberaciones suaves orientadas a quitar la competencia de los árboles de menor tamaño que están dominados o que están compitiendo con indeseables. El 64% de los árboles tienen la copa expuesta a la luz, en contacto lateral con otras; ocupando el estrato superior; el 11% son líderes absolutos con la copa totalmente emergente y expuesta; el 25% restante tienen la copa sólo parcialmente expuesta, con competencia y contacto lateral y superior, por lo cual debe realizarse una liberación de sus copas. • Competencia de lianas. La competencia por lianas es escasa, por lo cual no se necesita una liberación intensa. Se observa un valor del 50% en la clase “cc”, por lo que, se deberían aprovechar las labores de liberación, mencionada en el párrafo anterior. • Distribución diamétrica. La distribución de clases diamétricas es normal, el 50% de la población lo conforman los árboles de las clases de 10 a 25 cm de DAP y el resto las clases de 26 hasta 70 cm. • Población por hectárea. El número de árboles por hectárea para las especies del grupo A es de 630, en promedio, para DAP > 10 cm. • Area basal por hectárea. El Area Basal promedio por hectárea 50,03 m2 para las especies del grupo A, lo cual se considera bastante bueno, teniendo en cuenta que el área basal de un bosque no intervenido de cativo es de en promedio una cifra similar si co... el diámetro mínimo de cortabilidad en el aprovechamiento industrial. Diagnóstico de un catival secundario de edad 8 años postaprovechamiento El bosque objeto del diagnóstico se encuentra localizado en el caño denominado El Tigre en la finca de propiedad del señor Junco, en el río León. El catival primario fue explotado en 1975, época en la cual se aprovecharon árboles con diámetros superiores a 60 centímetros. Las parcelas instaladas tienen las siguientes características: tamaño 60 x 100 metros con una faja de borde de 30 metros alrededor. Se instalaron 3 parcelas, dos de ellas unidas para formar una parcela de 60 x 200 metros. Se realizó muestreo ML1/2; cada parcela se subdividió en fajas de 10 x 100 metros: La intensidad de muestreo fue del 100%. Los resultados y análisis fueron los siguientes: Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 46 • Grupos de Especies: GRUPO A: PRIORIDAD 1 2 3 4 5 6 SIMBOLO NOMBRE COMUN NOMBRE CIENTIFICO CA GU VI DI RO LE Cativo Güino Nuánamo Cuángare Roble Lechero-Sande Prioria copaifera Carapa guianensis Virola sp. Dialyanthera spp. (hoy Otoba) Tabebuia rosea Brosimum utile CO HO MA CR AC PM Cocuelo Hobo Machare-Tometo Caracolí Aceite María Peinemono-Corcho Couroupita darienensis Spondias mombin Symphonia globulifera Anacardium excelsum Calophyllum mariae Apeiba aspera GRUPO B: 1 2 3 4 5 6 • Indice de Existencias y Clases de Tamaño. Los índices de establecimiento promedios son de 75% para los grupos A+B y de estos el 54% corresponde a las especies del grupo A, que se consideran satisfactorios. Se consideran estos valores muy satisfactorios para garantizar un rendimiento sostenido del bosque. En lo referente al grupo A, el 70% de los líderes corresponden a Cativo. Los tratamientos silviculturales (liberación, refinamiento) que se realicen, deben dar prioridad absoluta a las especies del grupo A, por lo menos en lo que se refiere a individuos con calidad de copa igual o superior a 4. Según los resultados del inventario las clases de tamaño predominantes son de 1A, 1B, 2,3, y 4, por lo cual los recursos tanto humanos como económicos deben concentrarse en ellos. (Cuadro 24). Se halló que un 90% de la regeneración natural temprana se encuentra en el estado U1 y U2 y la mayoría pertenece a la especie Cativo. • Distribución por especie. En lo que se refiere a las especies del grupo A, 71% de las líderes son cativos. Considerando las especies de los dos grupos, A y B, 51% de todos los líderes existentes en las muestras son cativos o sea de la especie mas procurada en toda la región. El conjunto de líderes del grupo B corresponde solamente a 27,6% de todos los líderes inventariados (grupo A+ B). En el grupo B, los líderes inventariados presentan la siguiente distribución por especie (Cuadro 25). El hobo domina la subpoblación de líderes del grupo B: su madera es de muy bajo valor, pero produce frutas que localmente se comen. Se debía, por lo tanto, definir la utilización industrial de las especies de este grupo, para determinar el tratamiento. Se podría haber enfocado un manejo de esta especie con tal fin. Por lo tanto, antes de definir los tratamientos en lo que se refiere a las Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival CUADRO 24 47 PROMEDIO DE LOS ARBOLES ENCONTRADOS AGRUPADOS EN LAS CLASES DE TAMAÑO Y EL INDICE DE ESTABLECIMIENTO CLASES DE TAMAÑO 1A 1B 2 3 4 1 4 3 1 3 4 1 1 1 2 4 1 2 4 3 2 1 2 1 2 1 3 1 2 1 3 2 1 SUMA 1A 1B 2 3 4 : : : : : 21 1 1 2 1 4 1 1 3 3 3 1 2 1 2 1 1 34 28 6 7 8 A B A+B 1 55 60 70 40 50 60 80 50 60 10 50 30 60 70 50 40 70 60 30 20 0 40 30 10 10 30 10 10 30 20 30 30 10 50 10 10 85 80 70 80 80 70 90 80 70 20 80 50 90 100 60 90 80 70 2 54% 21% 75% 3 1 2 1 2 1 1 1 2 1 1 1 3 3 1 1 1 21 5 IE (%) GRUPOS SPP. 3 1 2 1 5 1 1 3 1 18 5 Comprendida entre 5 y 9,9 cm de DAP Comprendida entre 10 y 14,9 cm de DAP Comprendida entre 15 y 24,9 cm de DAP Comprendida entre 25 y 34,9 cm de DAP Comprendida entre 35 y 44,9 cm de DAP 1 1 1 1 4 5 6 7 8 1 : : : : Comprendida entre 45 y 54,9 cm de DAP Comprendida entre 55 y 64,9 cm de DAP Comprendida entre 65 y 74,9 cm de DAP Comprendida entre 75 y 84,9 cm de DAP especies del grupo B, se requería consultar a los dueños del sitio, si les interesan los frutos de hobo se mantendría los hobos líderes que no compiten con los cativos y otras especies del grupa A. Si en este caso no les interesan los frutos de hobo, se consideran especies prioritarias del grupo B a caracolí, aceite maría y macharé (individuos con QC igual o superior a 4). • Competencia de Copas. Como puede observarse el 30% de los árboles de Cativo se encuentran dominados por indeseables y el 19% están compitiendo con indeseables, por lo cual el trabajo de liberación y envenenamiento se debe concentrar sobre el 50% de la población de árboles deseables. Tan solo el 13% de los árboles del grupo A tienen una copa sin competencia. (Cuadro 26). • Calidad de Copa. Se halló que la calidad de las copas supera el 80% de todas las líderes, tan solo en la competencia un 50% aproximadamente está compitiendo y siendo dominados por indeseables. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 48 CUADRO 25. DISTRIBUCION POR ESPECIES DE LOS LIDERES INVENTARIADOS ESPECIE No. ARBOLES PORCENTAJE Hobo (Spondias mombin) Machare (Symphonia globulifera) Caracolí (Anacardium excelsum) Aceite maría (Calophyllum mariae) Cocuelo (Lecythis sp.) 25 10 1 1 1 66.0 26.0 2.6 2.6 2.6 TOTALES 38 100 CUADRO 26. CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS DE UN CATIVAL CLIMAX A1 LL CD 2 5 1 1 1 5 3 1 1 1 5 1 2 1 1 1 3 3 2 ∑ 17 13 1 5 1 1 2 2 1 4 DI 1 1 1 1 5 1 2 3 3 1 3 1 1 1 3 3 2 5 2 2 3 41 30 1 3 2 1 3 2 4 1 33 25 26 19 17 13 LL: Copa totalmente emergente CI: Copa que compite con un indeseable DI: Copa dominada por la de un indeseable Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 1 1 1 1 DD 2 1 1 1 1 1 1 1 2 % CI CD: Copa que compite con la de un deseable DD: Copa dominada por la de un deseable Conservación y Manejo del Ecosistema Catival • 49 Distribución Diamétrica de un Catival Clímax A1 CUADRO 27. DISTRIBUCION POR CLASES DE DIAMETRO Spp. (1) (2) 1A 1B 2 3 4 5 6+ TOTAL CA a b 3 1.6 9 5.0 11 6.1 16 8.9 18 10.0 5 2.8 7 3.9 69 38.3 VI a b 9 5.0 5 2.8 7 3.9 2 1.1 23 12.7 RO a b 2 1.1 1 0.6 1 0.6 4 2.3 GU a b 1 0.6 TOTAL a b 15 8.3 1 0.6 15 10.3 18 10.0 19 10.6 18 10.0 5 2.8 7 3.9 97 53.9 CA : cativo (Prioria copaifera) VI ; Nuánamo (Virola spp) GU : guino (Carapa guianensis) RO : roble (Tabebuia rosea) (1) Especies deseables, grupo A (2) a = número de individuos encontrados en el área total acumulado de las muestras (1,8 ha) b = número calculado de individuos por ha. • Indice de existencias y categoría de tamaño. Teniendo en cuenta la distribución y abundancia de las especies deseables por categorías de tamaño de los análisis de CONIF, se concluye que en lo referente a las especies del grupo A, los recursos financieros y humanos disponibles para un manejo silvicultural deben concentrarse para promover la liberación y el desarrollo de las líderes de las clases 2, 3, 4, 5, y > 6. Debido a la abundancia de líderes y sustitutivos de las clases 1A y 4 encontradas en el muestreo de 1/2 cadena, los tratamientos se harán para estas categorías, no prestándole atención a la regeneración natural de categorías ya que esta categoría de latizales se beneficiará indirectamente con los tratamientos a las clases mayores. Además, los tratamientos silviculturales (liberación, refinamiento, etc.) darán absoluta prioridad a las especies del grupo A, al menos en lo que se refiere a individuos con calidad de copa igual o superior a 4. Como la regeneración natural de las especies deseables (principalmente cativo) en las clases R, U y E era bastante abundante, en ese momento no se debía gastar recursos financieros para promoverlas. Al efectuar cortas de liberación y de refinamiento se deberá cuidar a este grupo de tamaño, pues tales tratamientos pueden damnificarlas. • Calidad de copa y competencia de copas. Según los resultados deberá realizarse liberaciones por envenenamiento de aquellos árboles que compiten y dominan a los líderes, los cuales corresponden a cerca del 30% de la población de deseables. • Competencia por palmas, platanillos y lianas. No se presenta abundancia de lianas por lo que no se deberán limpiar demasiado los árboles. En cuanto a la competencia por especies menores se Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 50 destacan el platanillo y palmas tanto grandes como pequeñas, pero en poca cantidad, por lo que no presenta problemas para el crecimiento de los líderes. • Distribución diamétrica. La distribución de clases diamétricas es normal, conformando el 60% de la población los árboles de las clases de 10 a 20 cm de DAP y el resto las clases hasta 70 cm y más. • Población por hectárea. El número de árboles por hectárea para las especies del grupo A es de 570, en promedio, para DAP > 10 cm. Con los datos así obtenidos se conoce qué cantidad de árboles y lianas deben cortarse o envenenarse y la cantidad de mano de obra utilizada para la liberación de los árboles deseables. Diagnóstico de un catival (Clímax) En un Catival A1 de la zona La Balsa, propiedad de la familia Mosquera, se tomó un bosque testigo al cual se le hizo un muestreo ML 1/2 cuyos resultados fueron: • Indice de existencia I.E. GRUPO A I.E. GRUPO A+B CT : 1B PC : 5 QC : 5 CC : LL = = = = = = 1 (100%) Muy satisfactorio 1 (100%) ídem. 20%; 2 = 12,5%; 3 = 17,5%; 4 = 10%; 5 = 20%; 6 0 10%; 8 = 10% 65%; 4 = 35%; 25%; 4 = 75% 55%; CD = 30%; DD = 15% Estas variables indican una excelente situación silvicultural con fines de manejo; sin embargo, la primera labor de manejo silvicultural para estos bosques clímax consiste en hacer el aprovechamiento mejorado tal como se propuso en el próximo capítulo, especialmente en cuanto a las operaciones de cosecha, lo cual permitirá obtener un bosque secundario con buena condición o que se recupere muy pronto para emprender el manejo postcosecha. Diagnóstico de un Catival a los 3 meses postaprovechamiento A los pocos meses de la explotación industrial con el método usado el diagnóstico arrojó los siguientes resultados: I.E. GRUPO A I.E. GRUPO A+B CT : 1B PC : 5 QC : 4 CC : LL Proyecto CONIF-PIZANO S.A. = = = = = = 0,2 (20%) Muy deficiente 2 (20%) ídem. 10%; 5 = 10% 10%; 4 = 10% 20% 55%; CD = 30%; DD = 15% Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 51 Como se aprecia, los resultados son totalmente contrastantes con los del bosque clímax. Este bosque no debe ser sometido a intervención silvicultural inmediatamente. Es un caso en el cual se propone dejar que la silvigénesis avance de 8 a 10 años para tener un bosque regenerado aceptablemente y con una condición tal que sea factible la inversión de esfuerzos y recursos. De acuerdo con los resultados de diagnóstico en otras edades iniciales de reconstrucción se comprobó que la regeneración natural en bosques de mas de 5 años de explotados es abundante y garantiza la cobertura y supremacía de Catival. Pero, como ya se dijo, el tiempo para alcanzar una aptitud silvicultural es necesariamente más largo, debido principalmente a la competencia inicial de árboles indeseables que no dejan crecer rápidamente a las especies económicamente más valiosas. En gran parte ésto es ocasionado por la falta de una técnica de aprovechamiento surgida de un análisis previo de la regeneración natural, época de fructificación y estudio de daños causados a los árboles remanentes, lo cual se discute en la sección de manejo de cativales clímax o vírgenes. En todos los casos anteriores de diagnóstico de cativales de segundo crecimiento, hubo casos en que, a pesar de su probada aptitud para el manejo, algunas zonas o manchas tenían muy bajo índice existencias de regeneración natural, por lo cual se recomendó hacer un enriquecimiento de las mismas; es decir plantación dentro del bosque; para el efecto se emplearon las especies güino y Cativo; se produjo material en el vivero y se plantaron los arbolitos bajo el dosel superior, en líneas dirigidas de oriente a occidente separadas entre sí por 7 metros y dentro de cada una de las cuales se sembró una plántula cada 3 metros. Para resaltar la importancia del Diagnóstico del Bosque de Cativo con fines del manejo, cabe decir que en ocasiones se ha pretendido iniciar el manejo de los bosques naturales sin diagnosticar el estado de la RN, así como también se ha retomando estudios de otras zonas en ecosistemas diferentes, asumiendo su presunta “similitud”, todo lo cual ha causado fracasos repetidos. Puede decirse que el diagnóstico de la RN equivale al imprescindible diagnóstico que el médico hace al paciente para tratarlo y formularlo exitosamente. Por último, hay que recalcar que las prescripciones silviculturales originadas del diagnóstico del bosque residual no constituyen de por sí un sistema de manejo; éste se irá construyendo y ajustando a través de la investigación, la experimentación y la consolidación o el cambio de los objetivos iniciales del manejo. Sin embargo, para el caso del catival cultivado “in situ” con fines de la producción de materia prima industrial, la silvicultura estará orientada a la obtención de un bosque lo más homogéneo, ordenado y productivo posible, en donde se hallan conjugado en equilibrio la participación comunitaria, el manejo técnico adecuado, la minimización de los costos de inversión y la maximización de la rentabilidad económica. Conclusiones ❏ En el catival A2, después de 21 años de aprovechado, las especies más importantes del bosque clímax han recuperado buena parte de su estatus fitosociológico y están ocupando posiciones estratégicas dentro de la organización del ecosistema, a su vez, otras están en el proceso de ganar Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Organización y Dinámica Sucesional 52 espacios típicos para su establecimiento. También, se infiere que a esta edad postaprovechamiento el bosque está finalizando su etapa más dinámica de reconstrucción y que se puede estar iniciando su proceso de homeostasis. La condición de este catival de 21 años no es adecuada para realizar una cosecha de madera de cativo, sande, virola o güino; su condición para iniciar tratamientos o manejo silvicultural tampoco es adecuada pues requeriría una intensiva aplicación de capital, trabajo y tecnología. Ya se ha pasado el momento de hacer manejo silvicultural para obtener un catival orientado a la producción; la etapa de desarrollo del bosque para hacerlo debe ser de una edad anterior a 21 años postaprovechamiento. Ahora, si el enfoque de un análisis es para sólo conservación del ecosistema, la conclusión es que al cabo de este tiempo la reconstrucción del bosque ha sido bastante favorable y que la incidencia del aprovechamiento en el largo plazo es mucho menos negativa que parece recién que éste se ha llevado a cabo. ❏ En el catival A2, 16 años postaprovechamiento ocurre algo silviculturalmente importante: el peso ecológico (IVIS) del cativo se incrementa al pasar de una edad sucesional a otra, lo cual es favorable para enfocar los trabajos de manejo hacia ella, con fines de la producción. También se destaca la dominancia total de especies heliófitas durables y esciófitas parciales, hecho que indica que el bosque ya se encuentra en un estado de sucesión avanzado. La abundancia de la regeneración de brinzales y latizales de las especies comerciales garantiza el abastecimiento continuo de plántulas para la producción, las cuales deben ser estimuladas y asistidas para promover su desarrollo y disminuir las tasas naturales de mortalidad. Casi todas las especies de mayor interés para el aprovechamiento y el manejo pertenecen a las familias dominantes en esta etapa sucesional del catival (ej. Caesalpiniaceae). A los 16 años postaprovechamiento se registra una hetereogenización en la composición florística del catival A2, la cual es contraproducente para hacer manejo silvicultural y procurar, a través de éste, una relativa homogenización del bosque en cuanto a la composición en especies para la producción. La estructura diamétrica a los16 años es relativamente similar a la del catival no intervenido. Todos los indicadores ecológicos del catival A2 -16 años, antes descritos, señalan que es también una edad-etapa tardía para iniciar un eventual manejo silvicultural en bosques residuales del aprovechamiento, con base en los mismos elementos críticos descritos para el caso de catival de 21 años postaprovechamiento. ❏ A los 10 años postaprovechamiento el catival posee características suficientes para iniciar el manejo silvicultural. La población de heliófitas efímeras ha empezado a descender y ha pérdido rápida y gradualmente su importancia ecológica, en comparación con la sucesión de 5 y 0 años, indicar de que el dosel se está cerrando nuevamente. Igualmente, que el bosque ha terminado la parte más activa de su recontrucción dinámica, iniciando la vuelta al equilibrio dinámico. Por lo tanto, se han empezado a dar las condiciones y los recursos para el establecimiento y el mejor desarrollo de las especies del gremio de las esciófitas parciales, como el caso del cativo, que son las de mayor interés para el manejo silvicultural. En otras palabras, a los 10 años postaprovechamiento el catival inicia la sucesión secundaria tardía y presenta la condición silvicultural mínima para iniciar la aplicación de tratamientos silviculturales (ver ítem de manejo de cativales residuales secundarios de este documento). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 53 ❏ Se confirma que a los 5 años postaprovechamiento, la cantidad y la calidad de la regeneración natural deseable del catival son menores que a los10, 16 y 21 años. Existe una población de árboles correspondientes en su mayoría a especies de valor económico actual restringido, aunque sin desconocer sus potenciales valores ecológicos. La composición e importancia de brinzales y latizales de especies deseables (cativo, güino, virola, sande, etc.) determinan una indeseable condición silvicultural para iniciar un proceso de manejo; igual se infiere a partir de los datos de fustales. Sucesionalmente, a los 5 años postaprovechamiento el catival se halla en una etapa muy dinámica de su reconstrucción del bosque (fase de sucesión secundaria temprana), no siendo aún apto para el manejo silvicultural sostenible, el cual es factible pero a una edad más avanzada. ❏ La cosecha selectiva deja una serie de árboles de tamaños superiores e inferiores a los límites diamétricos de corta, que junto con la regeneración nueva en los claros generados en el catival originan una mezcla de arreglos estructurales con diferentes microfases sucesionales dentro del ecosistema. En los claros provocados por el aprovechamiento se desarrollan especies que determinan cierta dominancia transitoria como la especies heliófitas efímeras (tipo Cecropia peltata), pero que paulatinamente disminuyen hasta casi desaparecer (ver sucesión 10 años postaprovechamiento). Las poblaciones de brinzal, latizal y fustal joven de especies arbóreas deseables son consideradas insuficientes en términos de su potencial de reserva como reemplazo de las poblaciones de mayor tamaño; además, se considera que están aún compitiendo por lograr establecerse y superar la etapa crítica de sobrevivencia, debido a que el sitio está influenciado por fuertes factores abióticos limitantes como los períodos secos fuertes y prolongados, sumado a las quemas causadas por el hombre, junto con los períodos de lluvias y posterior inundación, que se prolonga hasta 9 meses al año; a lo que se le suman los desequilibrios introducidos por las operaciones de cosecha. Por todas estas razones, la iniciación de un manejo silvicultural a los 3 años postaprovechamiento no es aún factible ni razonable. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 54 Manejo del Catival Secundario Manejo del Catival Secundario Introducción Se denomina Catival Residual de Segundo Crecimiento aquel bosque que ha sido intervenido mediante cortas selectivas (según diámetro comercial y especie) por el aprovechamiento forestal o por la acción de la colonización espontánea. En las zonas del Bajo Atrato y el Bajo río León se encuentran mosaicos selváticos conformados por áreas de bosques que a manera de cronounidades fueron alteradas y abiertas parcialmente por la corta selectiva del cativo y otras especies comerciales, de edad postcosecha variable, desde1 hasta 30 y más años. Las proyecciones sobre existencias de bosques de Cativo para uso industrial en Colombia se estima que en los próximos 5 a 10 años podría producirse un virtual agotamiento de las áreas primarias para aprovechamiento . Entonces, la alternativa viable para mantener una producción sostenible del catival radica en el manejo de las grandes extensiones de bosques en regeneración después de la intervención pretérita por el aprovechamiento o por la colonización espontánea; el cual se convierte en estrategia vital para asegurar en el mediano y largo plazo la conservación del ecosistema, asegurar el abastecimiento de materias primas forestales, maderables y no maderables al país y, simultáneamente contribuir a la generación de beneficios tangibles e intangibles para la región de Urabá. Los diferentes aspectos de manejo de estos bosques de segundo crecimiento, que a continuación se proponen, están orientados principalmente a la asistencia y la conducción de la regeneración natural con el fin de obtener bosques relativamente uniformizados factibles de ser cosechados nuevamente y de manera persistente a través de intervenciones técnicas basadas en su capacidad biológica de recuperación y producción; y que en lugar de esperar años que requiere el proceso natural de recuperación, el hombre pueda intervenir para acortarlo significativamente y orientar el bosque a metas de producción prefijadas. El manejo se plantea para la producción de maderas de interés industrial, pero es evidente que, cuando existan otras alternativas económicamente viables, se podrá plantear y proponer un plan de manejo para otros productos, por ejemplo para la obtención de frutos silvestres o de plantas ornamentales. Cada Catival de segundo crecimiento presenta una condición silvicultural particular dependiendo principalmente de la edad postintervención. Según ésta, la silvigénesis (proceso mediante el cual se construye naturalmente el bosque) mostrará diferentes fases de desarrollo en mayor o menor grado de progresión a cada una de las cuales le es específica una estructura y una composición florística, como lo indican los resultados relacionados en las secciones anteriores. La información sobre fitosociología en cada una de dichas fases señala la existencia de un proceso inicial de rápida reconstrucción en el cual es evidente y marcado el estadío dinámico del catival durante los primeros 7 a 10 años de sucesión, en el cual la salida de energía es menor que la entrada pues ésta se está acumulando en forma de biomasa nueva y se caracteriza por la ausencia de estratos y la presencia continua de individuos. Posteriormente se observa que el ritmo de la reconstrucción es más lento y, como lo muestra la fitosociología a los 21 años postaprovechamiento, empieza a haber un acercamiento al estadío de homeostasis, en el que se tiende a un balance entre las salidas y entradas de energía y se identifican estratos, en virtud de que algunos individuos ya han alcanzado un nivel de desarrollo adecuado. En el estadío dinámico del catival explotado se presenta toda la secuencia de desarrollo del compo- Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 55 nente vegetal en los claros inducidos por la cosecha: inicialmente la colonización por parte de especies pioneras (Cecropia, Trema, Ochroma y Heliconia) durante los primeros 3 a 5 años en los cuales alcanzan el auge presentando la mayor abundancia y frecuencia el bosque; al final de su auge y ha aparecido bajo ellos regeneración de especies heliófitas durables típicas del catival como Xylopia, Inga (hasta 6 especies), Castilloa, Tabebuia, Guarea (hasta 4 especies), Trichilia, Triplaris, Bursera, Anacardium y Apeiba, entre las más conspicuas, cuyo esplendor en los claros va hasta el año 7 u 8 de sucesión, paralelamente con el auge y dominancia de estas heliófitas durables empieza a tomar importancia ecológica la regeneración de brinzales y latizales de las especies esciófitas parciales como el Cativo, Mangleduro (Cynometra martiana y otra), hueso (Rheedia), pacó (Gustavia, Grias), canime (Copaifera), entre otras. Cuando la competencia entre las heliófitas durables se ha acentuado y su población ha perdido la importancia ecológica inicial, entonces empieza el auge de la regeneración temprana de las especies esciófitas parciales y totales, con abundancia de latizales establecidos y fustales 1A (10 a 15 cm de DAP) de las mismas, es decir una población de especies típicas del clímax en inicio de maduración y consolidándose como las de mayor importancia ecológica dentro del catival. Con los anteriores sucesos, en un período estimado de 10 a 12 años se tiene un ecosistema forestal constituido por dos conjuntos de poblaciones de diferente edad y estructura: un primer conjunto lo conforman los árboles remanentes del aprovechamiento (brinzales, latizales y fustales de todas las especies), el cual es de naturaleza marcadamente disetánea y cuyas especies más abundantes y representativas son del gremio esciófitas parciales y totales; más un segundo conjunto proveniente de la regeneración postaprovechamiento el cual, aunque corresponde a diferentes cosechas episódicas del estadío dinámico, se puede considerar como relativamente coetánea y cuyas especies más importantes son de los gremios heliófitas durables (la menor parte) y esciófitas parciales (la mayor parte), como es el caso del Cativo. Todas estas consideraciones son pertinentes en razón a que existe una fase en la cual la intervención silvícola del catival es oportuna, según su estado dinámico, y rentable, en términos biológicos y económicos porque se logra respuesta positiva del bosque a las prácticas y métodos silvícolas aplicados; redundando, por lo tanto, en resultados positivos sobre crecimientos, comportamiento, producción y capacidad de cosecha de bienes por parte del conjunto de selva objeto del manejo forestal. La experiencia y los resultados de las investigaciones realizadas por CONIF, así como los argumentos ecosistémicos antes expuestos, demuestran que, al menos preliminarmente, la fase adecuada para iniciar la aplicación de prácticas silvícolas en un catival es a los 8 ó 10 años después de su aprovechamiento industrial, según el método actual de cosecha y teniendo como objetivo la producción es necesario indicar que la sucesión que transcurre luego del aprovechamiento depende de la intensidad de este a que fue sometido el bosque primario. Dependiendo del objetivo que se desee para la masa residual en el futuro, así mismo se decidirá el tipo de intervenciones silviculturales que contribuyan a conducir la masa forestal o las especies deseadas para el producto deseado. Estas intervenciones se hacen para procurar un producto forestal específico, de manera industrial. Obviamente si el objetivo es la conservación la mejor opción es el desarrollo del bosque mismo. Se considera que cuando la sucesión esté cerca del final de la fase dinámica es cuando se pueden efectuar las intervenciones silviculturales, ya que de hacerlo en la plenitud del estadío dinámico, cuando hay un vigoroso proceso de reconstrucción, se podría retroceder la sucesión a fases dinámicas y homeostáticas anteriores, en detrimento de la eficacia y la rentabilidad de las inversiones técnicas y económicas de un plan silvicultural y de prontitud de los resultados biológicos y de producción que, de por sí, son de largo plazo. Dicha fase puede ser ajustada con el avance del conocimiento pero esta pauta, de por sí, es un gran avance en el manejo de este recurso vegetal. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 56 Manejo del Catival Secundario La importancia del potencial y las existencias de la regeneración para el manejo del Catival secundario son dependientes de la fase de silvigénesis en la que se halle el catival secundario. Sin embargo, conocerlas es indispensable para proceder a planificar y delinear su plan silvicultural, lo cual es posible mediante la aplicación de la herramienta conocida como Diagnóstico de la Regeneración Natural. Diferentes estudios en tal sentido fueron realizados por CONIF en el Catival. Aunque actualmente se ha evolucionado a métodos más prácticos y sencillos, es este caso siempre fue empleado el Método Malayo para Diagnóstico de la Regeneración Natural (véase Anexo de este capítulo), uno de los más tradicionales y que, particularmente, se considera apropiado para el catival, habida cuenta que fue desarrollado en el bosque de Dipterocarpaceae, ecosistema tropical que posee muchas afinidades ecológicas y de utilización con respecto al Prioretum. Experiencias y resultados sobre tratamientos silvícolas en el catival CONIF desarrolló un ensayo específico, para evaluar la respuesta del catival residual a la aplicación de tratamientos silviculturales. El ensayo se realizó en el río León (zona del Caño Tigre), con réplica en dos sitos y en el Bajo Atrato (zona de “La Balsa”), con réplica en un sitio. Se evaluaron en los tres sitios los siguientes tratamientos: a) Cortas de liberación y refinamiento, b) Enriquecimiento en fajas, c) Bosque sin Tratamientos (Testigo). Los tratamientos silviculturales efectuados, en cuanto a tipo, intensidad y población objeto de las mismas, se aplicaron con base en los resultados de los referidos diagnósticos de regeneración natural. La base técnica y metodológica y los procedimientos de las prácticas y labores efectuadas es, en gran medida, la misma que ha servido para elaborar las recomendaciones anteriores sobre tratamientos Silviculturales para el manejo del Catival secundario. Fueron tomadas observaciones y mediciones anuales, durante 5 años consecutivos de 1984 a 1989, sobre diámetro y se hicieron inventarios anuales de regeneración natural. De manera que se puede hablar de resultados en cativales bajo manejo silvicultural a los 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 años postaprovechamiento. En cuanto a la estructura y dinámica de la regeneración natural, el resultado principal es que siempre hubo la cantidad y calidad suficientes de regeneración temprana de especies deseables, con tasas de reclutamiento adecuadas para obtener poblaciones cronológicamente sostenibles, siempre con dominancia de Prioria copaifera; y con una ligera tendencia en los años 4 y 5 a disminuir la abundancia de la regeneración de especies no deseadas para el manejo. La regeneración deseable producida en el manejo se incorporó siempre al “stock” de existencias del bosques conformada por los fustales de líderes y sustitutos de la reserva de árboles bajo manejo identificados en los inventarios de diagnóstico. En cuanto al crecimiento, este aspecto es tratado en el ítem subsiguiente, pero también mostró resultados muy promisorios. En síntesis, en catival A1 la respuesta inicial del bosque a los tratamientos silviculturales es muy favorable y, según estos, preliminarmente puede decirse que el manejo silvicultural del catival es viable en los aspectos biológico y técnico. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 57 Crecimientos y productividad en el catival secundario Antecedentes • Que el manejo, como ya se discutió ampliamente, deberá enfocarse principalmente hacia los cativales tipo A1, consociación con tendencia monoespecífica del Cativo. • Que el Cativo es la especie de mayor interés para el aprovechamiento de materia prima industrial. No obstante, si los intereses son por otro de tipo de productos y especies de madera, una propuesta de plan de manejo en tales circunstancias deberá analizar y tener en cuenta el crecimiento de las especies a cultivar y cosechar. Varios trabajos sobre crecimiento del Cativo habían sido realizados por investigadores y especialistas pero con ciertas limitaciones, como las siguientes: • Las observaciones y mediciones fueron realizadas para períodos muy cortos o puntuales (sólo 1 año ó 2 observaciones-mediciones, por ejemplo). • Las mediciones abarcaron una muestra relativamente pequeña de árboles de cativo. • Generalmente sólo se hicieron mediciones y cálculos para cativales sin intervención o sin información sobre intervenciones pretéritas u otras similares. • Los estudios realizados en bosques con intervención, no precisaron el tipo y el tiempo de la intervención. • Los estudios no incluyeron categorías diamétricas y calcularon crecimientos promedios para toda la población, lo cual no es buen insumo para el manejo. Después de 16 años del proyecto CONIF-PIZANO S.A., se considera que se pueden realizar importantísimos y novedosos aportes al conocimiento en este sentido, debido a las siguientes fortalezas: • Se tienen datos de poblaciones representativas en cuanto a número de individuos. • Se disponen de registros de períodos largos que, sumado a lo anterior, permiten realizar inferencias matemáticas y proyecciones con cierta confiabilidad. • Por primera vez, se conoce el crecimiento en área basal y en diámetro (DAP) tanto en cativales sin aprovechamiento como en bosques intervenidos por aprovechamiento, actual y mejorado, con seguimiento de varios años. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 58 • También, por primera vez, se conocen dichos crecimientos en cativales sin manejo y con manejo silvicultural, con seguimiento de varios años. Lo anterior, sin embargo, no significa que este conocimiento sea perfecto ni que haya llegado a su último estado de avance. Por el contrario, se requiere ahondar en su análisis y seguimiento. En el Cuadro 28 se presenta un consolidado de los diferentes resultados de crecimientos en diámetro y área basal, obtenidos del desarrollo de las diferentes investigaciones de CONIF-PIZANO S.A. en el bosque natural de cativo A1, el cual sirve de base para los análisis subsiguientes. Crecimientos en Catival primario sin aprovechamiento y postaprovechamiento En catival primario sin aprovechamiento, que es en donde se han realizado la mayor parte de los estudios epidométricos, conocer los crecimientos no tiene mayor utilidad práctica; la mayor importancia puede ser la de utilizarlos como referente para las investigaciones de manejo silvicultural y de comportamiento de los cativales residuales del aprovechamiento. En todos los cativales, tanto vírgenes como aprovechados y manejados o sin manejo, el crecimiento del cativo por categorías diamétricas tiene la siguiente tendencia: en las categorías inferiores de fustales entre 1A y 2A (de 10 a 20 cm) el crecimiento es lento; en catival sin intervención el incremento medio anual de DAP fluctúa entre 0,23 y 0,48 cm; sin embargo, en los cativales residuales, durante los siguientes 6 años postaprovechamiento esta tasa se incrementa y va de 0,95 a 1,10 cm, en aprovechamiento industrial actual, o de 0,79 a 0,91 cm bajo aprovechamiento mejorado; Posteriormente se encuentra la población que posee diámetro de 20 a 40 cm que, en todos los estados y tratamientos es la que presenta las mayores tasas de crecimiento; y que, además, es la que mejor responde con respecto a este parámetro a las liberaciones, bien sea por aprovechamiento del catival primario o por manejo del secundario. Las tasas de crecimiento en las categorías de hasta 59,9 cm son considerables, aunque menos altas que para las categorías antes explicadas; se observa que a partir del rango entre 50 y 60 cm empieza a ver un decrecimiento en los incrementos medios anuales; aunque también son mayores en los estados de catival aprovechado y de catival manejado. Es evidente que en el catival residual que fue explotado con el método actual los crecimientos diamétricos (por árbol) son mayores que en el catival con aprovechamiento dirigido y, lógicamente, muy superiores que en el catival sin aprovechamiento. Sin embargo, el número de cativos remanentes es superior y el estado silvicultural mejor en el aprovechamiento dirigido que en el actual. En cuanto al área basal, el IMA es ligeramente mayor en el bosque sin aprovechar que en el aprovechado con método actual y aún mayor que en el de aprovechamiento dirigido; pero en el aprovechamiento dirigido la tasa de crecimiento en área basal para la población de cativo es significativamente mayor que en el aprovechamiento actual; esto se debe a que en el actual la cantidad de árboles sobrevivientes es menor que en el dirigido. (Cuadros 29 y 30). También, se observó la tendencia que en los tres primeros años postaprovechamiento todas las tasas de crecimiento en área basal y en diámetro son altas y hacia el año 6 son menores; es decir, que con el avance de la reconstrucción del ecosistema las tasas de crecimiento tienden a estabilizarse; ésto es Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 59 CUADRO 28. CRECIMIENTOS DEL CATIVAL A1 EN VARIOS ESTADOS DE INTERVENCION POR METODOS DE APROVECHAMIENTO Y DE MANEJO SILVICULTURAL VARIABLES UNID. BOSQUE PRIMARIO SIN APROVECH. (6 años) BOSQUE APROVECH. METODO ACTUAL (6 años) BOSQUE APROVECH. METODO DIRIGIDO (6 años) BOSQUE SECUNDARIO SIN MANEJO (5 años) BOSQUE SECUNDARIO CON MANEJO (5 años) Crecimiento en DAP de Prioria copaifera (Cativo) • Clase diámetro 10-19,9 cm IMA 0,23 0,95 0,79 0,35 0,56 • “ “ 20-29,9 cm cm 0,48 1,22 0,91 0,52 1,12 • “ “ 30-39,9 cm 0,83 1,10 1,17 0,78 1,24 • “ “ 40-49,9 cm 0,78 0,68 1,28 0,95 1,10 • “ “ 50-59,9 cm 1,23 1,00 0,80 0,99 1,09 • “ “ 60-69,9 cm 1,13 - - 0,35 1,10 • “ “ 70-79,9 cm 0,95 - 0,85 • “ “ > 80 cm 1,00 - - Crecimiento en Area Basal/ha de la población de Cativo (árboles de D.AP > 10 cm) • A los 3 años postcosecha IMA 2,02 0,93 1,56 1,96 2,94 • A los 6 años postcosecha m2 1,46 0,83 1,01 durante 5 durante 5 1,64 0,88 1,25 años de manejo años de manejo 2,19 2,15 1,65 2,34 3,25 1,70 0,89 1,15 durante 5 durante 5 1,82 1,20 1,46 años de manejo años de manejo (spp. deseables) (spp. deseables) • Promedio de 6 años poscosecha Crecimiento Area Basal/ha (m2 ) de todas las especies arbóreas • A los 3 años postcosecha • A los 6 años postcosecha • Promedio de 6 años postcosecha IMA m 2 Fuente: Proyecto CONIF-PIZANO. Elaborado con base en la información del Archivo Técnico CONIF (T-5) Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 60 CRECIMIENTO EN AREA BASAL (m2) DE Prioria copaifera EN BOSQUE A1 SEGUN CUADRO 29. TRES ESTADOS DE INTERVENCION POR APROVECHAMIENTO METODO DE AB/ha AB/ha AB/ha AB/ha CCA AB CCA AB CCA AB CCA AB Bosque virgen (Testigo) 70,805 77,453 74,447 76,127 2,024 1,493 1,461 1,640 Aprovechamiento 32,001 32,929 33,925 34.964 0,928 0,920 0,831 0,889 22,233 23,570 25,082 26,336 1,337 1,563 1,010 1,246 APROVECHAMIENTO industrial actual Aprovechamiento industrial mejorado AB: Area basal m 2 CCA: Crecimiento corriente anual Fuente: Cálculos de CONIF CUADRO 30. CLASE DIAMETRICA 1 2 3 4 5 6 7 8 AB/ha: Area basal por hectárea; m IMA: Incremento medio anual CRECIMIENTO DIAMETRICO DE Prioria copaifera EN BOSQUE A1 BAJO TRES ESTADOS DE INTERVENCION POR APROVECHAMIENTO* TIPO DE APROVECHAMIENTO INTERVALO DE CLASE (cm) No. ARB.** IMA-DAP cm*** No. ARB. IMA-DAP cm No. ARB. IMA-DAP cm 10.0-19.9 20.0-29.9 30.0-39.9 40.0-49.9 50.0-59.9 60.0-69.9 70.0-79.9 80 o más cm 50 28 15 10 16 5 4 5 0.23 0.48 0.83 0.78 1.23 1.13 0.95 1.00 15 13 9 4 3 0 5 0 0.79 0.91 1.17 1.28 0.8 0.85 - 10 18 12 9 5 0 0 0 0.95 1.22 1.10 0.68 1.00 - BOSQUE VIRGEN (Testigo) APROVECH. DIRIGIDO APROVECH. ACTUAL * El aprovechamiento fue realizado en 1981, año en el cual se instalaron las parcelas de observación; se anotan los promedios de registros de tres años consecutivos de mediciones (1984 a 1987). ** No. árbol : el número de árboles medidos en cada categoría diamétrica durante los 3 años *** IMA-DAP: incremento medio anual en dia´metro por árbol, medido a 1.30 m de altura sobre el suelo fundamental bajo la perspectiva del manejo sostenible, pues en el momento en que dichas tasas lleguen a su punto mínimo deberá aplicarse tratamientos silviculturales para reactivar y maximizar la producción biológica y económica (productos). Las altas diferencias de crecimiento diamétrico y en área basal, entre bosque sin aprovechamiento y bosque aprovechado, según el anterior cuadro, se explican entre otros, por dos factores principales: Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 61 • La corta y cosecha implican una entresaca que libera a la población remanente de la competencia por luz, nutrientes etc., se aumenta el espacio entre árboles y, de este modo, se “mejoran” las condiciones de desarrollo para los individuos. Sin embargo, debe haber un punto de equilibrio entre crecimiento diamétrico y número de árboles por hectárea para disponer de un área basal mínima de equilibrio para la producción. • El aprovechamiento origina una repentina y abundante cantidad de materia orgánica vegetal, constituida por desechos vegetales, principalmente, y animales; ésto origina una alta disponibilidad de nutrientes y recursos para la población vegetal sobreviviente, aunque transitoria por los primeros años de reconstrucción del catival. Crecimiento en catival secundario con manejo y sin manejo silvicultural Como se aprecia en el Cuadro 28 - Resumen de Crecimientos, las diferencias de crecimiento de DAP y de Area Basal, entre catival sin y con manejo silvicultural, son positivas a favor del bosque con manejo; en éste último los individuos de cativo de las categorías de diámetro entre 10 y 19,9 cm crecen al año entre un 50 y un 60% más que los del catival sin manejo; los de 20 a 39,9 cm entre 60 y 87% más; y del 20 al 30% para los del grupo de 40 a 60 cm, en promedio. Esto significa que en el bosque con manejo silvicultural inicial P. copaifera llega a duplicar, o más, su tasa de crecimiento diamétrico, con respecto al bosque sin tratamiento. En cuanto al crecimiento en Area Basal, en el bosque secundario con tratamientos también son superiores los incrementos medios anuales; es así como para todas las especies deseables la sumatoria de crecimientos/año en área basal asciende a 3,25 m2 y para el sólo cativo (que en A1 constituye del 70 al 80% de la población deseable) asciende a 2,94 m2 para el total de especies, contra “sólo” 2,34 y 1,96 m2 respectivamente. En conclusión, las diferencias de crecimiento diamétrico tanto para Prioria copaifera como para las especies deseables, entre bosque con manejo y sin manejo son significativamente diferentes. En el catival A1 con manejo, para todas las categorías diamétricas comprendidas entre 10 y 64,9 cm los incrementos medios anuales fueron mayores en catival con tratamientos silvícolas que en el testigo. Por lo analizado sobre el crecimiento en bosque residual cosechado con diferentes métodos (6 años postcosecha), en bosque con tratamientos silviculturales (5 años de manejo) y en los testigos (virgen sin explotar y secundario sin manejo), la tendencia del crecimiento del cativo y las demás especies es que sea lento en las primeras etapas de vida (niñez y primera juventud ó 10 a 20 cm DAP) alto en las etapas intermedias (segunda juventud y primera madurez ó 20 a 40 cm de DAP), medio en la etapa avanzada (segunda madurez ó 40 a 60 cm) y relativamente lento en las subsiguientes etapas. Con base en los resultados del ensayo de campo se infiere que las poblaciones que mejor responden a las liberaciones y al refinamiento son las de diámetro entre 10 y 60 cm de DAP, aunque de 10 a 40 son aún mayores los resultados de crecimientos. Esto tiene que ver con la posición sociológica de los individuos y de la posición de copa en el dosel; cuando están en posiciones 4 ó 5 o en Apertura del Dosel 3 ó 2, los incrementos de crecimiento son mayores debido a las mayores disponibilidad de radiación solar, Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 62 además de la posibilidad de competir mejor con lianas y bejucos por este recurso. El éxito del manejo silvicultural consistirá básicamente en: • Regular debidamente la competencia intra e interespecífica en el bosque, sobre todo al nivel de los grupos A y B. • Que los individuos de reserva de especies deseables adquieran posiciones sociológicas importantes (posición de copa) dentro de la comunidad vegetal. • Que la apertura del dosel sea gradual y regular, preferiblemente en los grados 3 y 2 (ver parámetro "T " en el diagnóstico de la regeneración natural). Hacer un monitoreo permanente del conjunto vegetal bajo manejo para predecir y proyectar los crecimientos en diámetro y área basal y conocer la respuesta. • La eficiencia de los tratamientos silviculturales, al igual que precisar la necesidad de nuevas intervenciones silvícolas con base en la progresión de los mismos. Con respecto al crecimiento en diámetro y en área basal, la conclusión primordial es que el catival A1 responde muy favorablemente al manejo silvicultural, que fueron los explicados en sección anterior; es decir, se puede anunciar que con base en los prometedores resultados iniciales obtenidos sí es factible de adelantar positivamente el manejo de los cativales secundarios remanentes del aprovechamiento. El seguimiento de los ensayos que sirvieron de base para obtener toda esta información y el desarrollo de otros nuevos permitirán ajustar y precisar más dicha factibilidad. Relación entre la altura del árbol de cativo y su diamétro Para el estudio y manejo de los cativales tanto primarios como secundarios residuales es importante trabajar con, entre otras, dos variables: diámetro (DAP) y altura; el diámetro es relativamente fácil de medir de manera directa, lo que no sucede con la altura, debido a las circunstancias mismas de la estructura del ecosistema. De manera equivalente, a pesar de que para la silvicultura del bosque natural la variable más importante de cuantificar es el área basal (dependiente directa del diámetro), también en algunos casos es importante la altura. Generalmente se comete el error, en los bosques tropicales, de medir la altura de manera muy estimada, lo cual hace que los registros sean poco confiable y útiles, como de hecho se puede apreciar a lo largo del presente documento con base en las variables que se han utilizado y manejado. Mediante la utilización de la copiosa información obtenida por CONIF en las investigaciones ya referidas, y para subsanar las dificultades antes expuestas, se logró elaborar un modelo matemático a través del cual se puede determinar la altura de un árbol (fustal) de cativo con base en la medición de su DAP. El resultado se presenta en el Cuadro 31. Los eventuales usuarios de estas ecuaciones podrán ajustarlas con base en sus experiencias y resultados al aplicarlas. Sin embargo, se considera que así se aporta una valiosa herramienta para el estudio y el manejo sostenible del catival. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival CUADRO 31. Ht: d=x 63 ECUACIONES DE REGRESION PARA LA ESTIMACION DE LA ALTURA TOTAL DE LOS ARBOLES DE CATIVO EN FUNCIÓN DEL DAP (Bosque A1) Ht = 20.25 + 21.46 (d2) Ht= 11.88 + 31.15 d r: R2 : n: 0.83 0.70 113 r: R2 : n: 0.92 0.85 113 ∑X: ∑X2: ∑Y: ∑Y2: ∑XY: 51.60 46.37 3396.00 117140.00 2040.05 ∑X: ∑X2: ∑Y: ∑Y2: ∑XY: 65.93 51.62 3396.00 117140.00 2391.23 _ X: 6X: ‘X: 6Y: 0.46 0.4492 30.05 11.5520 X: 6X: ‘Y: 6Y: 0.58 0.34 30.05 11.5500 Altura total árbol (m) DAP (m) Elementos Técnicos para el Manejo del Catival Secundario Disponiendo de los resultados del diagnóstico de la regeneración natural y de los análisis de la vegetación, así como de los resultados sobre tratamientos silvícolas se cuenta con parte de las bases reales y relativamente confiables para empezar a delinear un Plan de Manejo Silvicultural acorde con las condiciones y el estado actual del bosque; componente que implementado con un buen manejo de los componentes financiero, administrativo y social deberá conducir al logro de los siguientes objetivos específicos del manejo. • Alcanzar un máximo en la productividad y el rendimiento del bosque, bajo el esquema de su rendimiento sostenido. • Mediante la implementación y ejecución de prácticas silviculturales como las cortas de refinamiento y liberación, obtener una masa forestal constituida principalmente por especies deseables y relativamente homogénea, que simplifique su manejo y posterior aprovechamiento. • Proporcionar, en el mediano y el largo plazo, la materia prima suficiente en cantidad y calidad para la producción industrial y de madera de aserrío. • Alcanzar los máximos niveles de eficiencia en las operaciones silvícolas para minimizar sus costos y, confrontados con el incremento de la producción forestal, ofrezcan una rentabilidad razonable a los inversionistas. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 64 • Aportar reales soluciones a los problemas sociales y económicos de los pobladores del “Bajo Atrato” y, a la vez, propender por la conservación del Catival. • Aportar al país y a la zona Pacífica herramientas para la planificación de su recurso forestal. El plan de manejo silvicultural de un catival se formula con base en alguna de las siguientes alternativas o necesidades de manejo, que se orientarán o aplicarán de acuerdo con los objetivos de producción futuros. Estímulo de la regeneración natural temprana. Puede ser requerida en dos casos posibles; el primero, cuando antes de la explotación de un catival secundario en avanzado estado de desarrollo los índices de existencias de brinzales y latizales de especies deseables es bastante bajo, con lo cual no hay garantía de una población que en el futuro sostenga la producción, en reemplazo de la población adulta que va a ser cosechada. El estímulo se hace para que se establezca suficiente regeneración temprana que garantice un aprovechamiento sostenido de futuras poblaciones bajo manejo. Se hace un inventario de diagnóstico antes de cosechar el catival; si no hay suficiente existencia de regeneración deseable se procede a estimular su establecimiento; afortunadamente los diagnósticos de cativales sin intervención han indicado una suficiente regeneración. En caso contrario, ocurre que la población actual de fustales es más que suficiente para garantizar la primera cosecha maderera pero se requiere incentivar la aparición y el establecimiento de brinzales y latizales que aseguren la persistencia del bosque a través del tiempo. Para el efecto, se requiere abrir el dosel parcialmente eliminando una parte de la cobertura actual; es importante hacer esta apertura gradualmente para evitar colapsos a la vegetación actual y/o impedir la invasión de especies pioneras, a causa de la brusca y excesiva iluminación del piso del bosque. En este caso las cortas del aprovechamiento pueden servir para abrir el dosel pero debe dosificarse y controlarse la intensidad de las cortas. Asistencia y conducción de la regeneración natural temprana. Se puede requerir cuando un catival en fase final de reconstrucción, por aspectos biológicos o de deterioro antrópico, presenta altos índices de existencias de regeneración temprana y bajos índices de fustales de especies deseables. Consiste en apoyar y ayudar a esta regeneración temprana ya establecida para conducirla a una próxima cosecha. La asistencia a la RN temprana consistirá en: • Liberarla de la competencia de especies indeseables y de congéneres que le estén ofreciendo fuerte competencia por luz, espacio, agua y nutrientes. • Liberarla del efecto de trepadoras, como lianas y bejucos estranguladores y supresoras, eliminándolas mediante la corta con machete. • Reordenarla espacialmente, replantando los brinzales de manchas compactas en los sitios donde sea pobre o no halla aparecido. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival • 65 Ralear el nuevo catival obtenido, cuando los individuos hallan alcanzado las CT de fustales 1 y 2 para estimular el crecimiento diamétrico. Para esto deben llevarse Parcelas Permanentes de Crecimiento, en las cuales, mediante mediciones periódicas de los incrementos del DAP y la Altura, se evaluarán los rendimientos y se decidirá la necesidad y la oportunidad del raleo. Manejo de la población de fustales deseables. Que será el caso más común para manejar los cativales de segundo crecimiento. Consistirá en la aplicación de una serie de tratamientos silviculturales, mediante el uso de técnicas y prácticas apropiadas, que facilitan las condiciones de desarrollo biológico y la productividad de las poblaciones de especies deseables con base en las cuales se hace la cosecha sostenida y sustentable del recurso. Los tratamientos más comunes empleados en bosques tropicales son la liberación, el refinamiento, el enriquecimiento y los raleos. El refinamiento consiste en cortas que se efectúan con el fin de homogeneizar la composición del bosque dando prioridad a las especies deseables, es necesario eliminar a los árboles de especies indeseables. La liberación también consiste en cortas, esta vez con el fin de eliminar la competencia que sufren los árboles de deseables a manejar y conducir para cosecha, de parte de otros árboles, de especies deseable o no; y como su nombre lo indica, liberarlos para que sus tasas de crecimiento y desarrollo sean mayores y, por lo tanto, puedan proporcionar en más corto tiempo los productos previstos. Dichas intervenciones están enfocadas a obtener en el mediano y largo plazo un bosque con un número suficiente y adecuado de árboles que se desarrolle pronta y satisfactoriamente, con un rendimiento óptimo de productos (trozas o bloques de madera, frutos, etc.) que revierta la inversión efectuada en el manejo. La intensidad, periodicidad, programación y costos de realizar los tratamientos silviculturales, en particular, y de desarrollar el plan de manejo, en general, varían de acuerdo con las condiciones físicas y biológicas del rodal o zona de catival objeto del plan, así como de las circunstancias sociales, económicas y legales de su región o localidad de influencia. Cortas de refinamiento El refinamiento consiste en la eliminación de las poblaciones de todos los tamaños de las especies indeseables que compiten por espacio, nutrientes y luz con las poblaciones de líderes y sustitutos de los grupos A y B, como caimitos (Pouteria), choibá (Dpteryx), guamos (Inga spp.), arroz con coco (Andira inermis) y demás. Sin embargo, esta eliminación no es al 100% pues debe tenerse en cuenta un criterio ecológico con base en lo expuesto en el funcionamiento del catival, capítulo sobre Organización y División Sucesional. Debe procurarse sólamente la eliminación de aquellos especímenes en franca competencia con la población a conducir. Hasta hace pocos años, cuando no existía tanto avance en el conocimiento ecológico y en los criterios de biodiversidad en las selvas tropicales, este tratamiento se hacía fuerte y extensivamente; sin embargo, para el futuro, el plan silvicultural debe incluir criterios de sostenibilidad ecológica, habida cuenta de los graves daños que se pueden ocasionar con estas prácticas indiscriminadas. Además que, dentro de criterios económicos y sociales, los mercados y la población humana sujeto de un proyecto de estos pueden revertir el manejo hacia el aprovechamiento de otras especies maderables de aserrío o para productos no maderables como frutos, gomas, flora ornamental, etc. De manera que siempre habrá que buscar un equilibrio entre la intensidad y el grado de las cortas de liberación del Catival, en particular, y de cualquier bosque tropical, en general. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 66 Técnicas y prácticas del refinamiento en el manejo de fustales Anillado y envenenamiento. Los árboles de 10 cm de diámetro en adelante se eliminarán con la técnica de anillado y envenenamiento. Se hace una incisión de 3 a 10 cm de ancha alrededor del tronco a una altura de 100 a 120 cm del piso; o más baja o más alta según la presencia de raíces tablares o fúlcreas en la especie y según la topografía del micrositio. La entalladura puede ser simple o compuesta (una o más incisiones). Es fundamental observar que la incisión llegue hasta el cambium para lograr su efectividad. Algunas veces se recomienda hacer la entalladura del anillado con machete o con hacha, pero esto en la práctica a gran escala no funciona por carecer de agilidad, no garantizar una correcta hechura del anillado y ser antieconómico. Ha demostrado ser muy eficiente la hechura de la entalladura empleando la motosierra en manos de un operario experto, que acate las instrucciones técnicas y al que se le halla entrenado debidamente. Si se hace este entallado muy profundo, cuando el árbol se seque puede suceder que un viento o la gravedad lo hagan caer y cause un accidente al personal o que en su caída arrastre a otros árboles deseables (Linares, 1995). Una vez abierta la incisión se aplica una mezcla de aceite quemado o ACPM con Tordón al 2 % en volumen, disuelto en agua con Triton AE o Agrimins como coadyuvantes de la solución. Esta práctica, en caso de ser adoptada, será realizada preferentemente en época de verano o de pocas lluvias (enero a marzo en el Atrato) y en horas de la mañana. Pruebas hechas por Linares,1994, en un bosque de Mangual en el río San Juan (BuenaventuraValle) en parcelas de investigación sobre el efecto de tipos de anillamiento, épocas y productos (Tordón al 2% y el 5%, ACPM, aceite quemado, Tordón disuelto en agua, Tordón disuelto en ACPM y anillado sin químico), al igual que sobre eficiencia de entalladuras simples o compuestas y sobre épocas de aplicación de los productos, indican que las especies de madera blanda mueren más rápidamente que las de madera semidura o dura, e incluso con el solo entallado y sin aplicar arboricida se han obtenido altos índices de mortalidad. Igualmente, observó que las fases lunares de cuarto creciente y luna llena pueden ser las más adecuadas para la aplicación del veneno a los árboles. Entonces la técnica de refinamiento fue cambiada de la siguiente manera: • • • Se hizo solo anillado de una entalladura a los árboles de madera muy liviana a liviana. Se hizo anillado de doble entalladura a los árboles de madera de peso medio, de todos los tamaños Se hizo anillado de doble entalladura y además se aplicó aceite quemado o ACPM a los árboles de madera pesada a muy pesada. En los ensayos de campo de CONIF en el Atrato y el río León, en 1984 se aplicó la técnica del envenenamiento para refinamiento, para lo cual se usó también el Tordón; los resultados fueron efectivos en términos del tratamiento. Pero con base en las consideraciones anteriores, la conclusión y recomendación general es que se evite al máximo el uso de agroquímicos en el manejo del catival. Para este ecosistema dichas consideraciones deben ser corroboradas mediante pruebas experimentales en el campo, con el fin de ajustarlas y establecer un sistema acorde con las cuestiones biológicas, económicas y silvícolas. Resultados del anillado y envenenamiento. En los tres casos de aplicación de sólo entalladura, los resultados fueron entre un 50 y un 40% menores que aplicando Tordón, en los primeros 12 meses; pero sólo un 20% menores que en los siguiente 24 meses; es decir, que a la final los efectos se equiparán y en cambio se hace un manejo de mayor equilibrio biológico y económico. Cuando se aplicó herbicida, Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 67 tanto en el Catival como en el mangual, entre el 50 y el 60% de los árboles tratados mostraban signos evidentes del impacto del envenenamiento y de marchar inexorablemente hacia su muerte. Los signos y síntomas típicos derivados del anillado, con o sin envenenamiento, son: • Pérdida, general o parcial, de la turgencia en los tejidos foliares, empezando por los más viejos. • Clorosis generalizada y posterior necrosis en el follaje. • Defoliación diferente a la fenotípica de cada especie. • En el tronco, necrosis del floema y la corteza viva alrededor de la entalladura. Que luego se va desplazando hacia la parte inferior del fuste. • Aguda pérdida de humedad en los tejidos leñosos y muerte del tallo, aunque en fase posterior a la del follaje y las ramas. Presencia de gomosis y cuerpos fructíferos de hongos sobre y/o alrededor de la incisión de anillado. • • Algunas especies han tratado de reponerse emitiendo, en la parte basal del árbol, “chupones” o rebrotes. El mismo autor señala que en dicho proyecto, sólo se empleó el tratamiento de Tordón 2% durante el manejo de las primeras 50 hectáreas de las 1.870 que en total fueron refinadas, con resultados netos de indiscutible efectividad; sin embargo, ante la gravedad de los conocidos efectos ambientales de las clorinas que contiene el herbicida en cuestión, probados en otros lugares del país y del mundo, y ante el elevado costo de los productos y de la mano de obra para su aplicación, se procedió a descartarlo. (ibid.) El refinamiento dirigido a las palmas. Las palmas se eliminan como parte del refinamiento pero sólo aquellos individuos que por su tamaño y posición sociológica impiden el desarrollo de la regeneración de latizales establecidos y de fustales 1A y 1B. No se debe olvidar el vital papel biológico, especialmente para la fauna, que desempeñan estas Arecaceae; también, su cobertura y densidad le asignan importantísima función ecológica en la regulación de la cantidad de luz solar que llega al sotobosque, en la conservación de la humedad del piso y en la termorregulación de la masa forestal. Antes de eliminar palmas como Astrocaryum standleyanum se puede permitir una intervención previa de lugareños, por ejemplo de los indígenas, para que las cosechen, debido a que forman parte de su cultura utilizándolas para su cestería. En conclusión, para el refinamiento no será necesario eliminar todas las palmas del catival, únicamente aquellas que verdaderamente estén compitiendo específicamente con la población valiosa para el proyecto. No hacer cortas indiscriminadas al 100%; los ensayos de Linares, ya referenciados, muestran que esto puede ser así. Reuniendo todos los anteriores elementos de juicio, para un eventual proyecto de manejo silvícola del catival se recomienda hacer un refinamiento muy selectivo, no indiscriminado, y sin el uso de herbicidas sólo de la entalladura simple o compuestas; previendo el papel ecológico o social que puedan tener las especies a eliminar. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 68 Refinamiento mediante derriba. Como práctica para el refinamiento del catival no se recomienda eliminar los fustales de gran tamaño de especies indeseables mediante la tumba o derriba, debido a tres factores: primero, que se afectaría grandemente, por daños mecánicos, a la población de deseables que se desea cultivar; segundo, porque no hay certidumbre sobre la factibilidad de mercados para las maderas pesadas obtenidas; tercero, porque se producirían cambios fuertes y abruptos en el grado de radiación solar que llega a los diferentes niveles del catival, causando degradación del ecosistema. En el caso de la presencia de especies pioneras invasoras, dadas sus menores dimensiones y densidad de la madera, sí se eliminarán de raíz cortándolos con hacha o motosierra. Sin embargo, se podría practicar esta derriba si se garantiza la realización de una corta dirigida y si existe la conveniencia económica y social de aprovechar los árboles a eliminar en el refinamiento; e incluso generalmente muchas de las especies no deseadas en el manejo de un bosque para cativo son de maderas duras y semiduras que tienen valor comercial y aplicación para construcción, muebles, etc. Ventajas y desventajas del anillado y envenenamiento. El sistema de anillado y envenenamiento ofrece algunas ventajas como herramienta para obtener el refinamiento del bosque, a saber: Ventajas • No abre bruscamente el dosel, a diferencia de la tumba de los indeseables; en efecto, debido a la paulatina muerte de los árboles, la entrada de luz al suelo y el sotobosque se gradúa con el tiempo. Esto es vital para impedir la invasión de especies pioneras y evitar estrés a la RN de especies deseables esciófitas, que en este caso son la mayoría como, por ejemplo, Prioria copaifera. • Evita daños a la RN deseable pues, al no tener que apear los troncos que en su caída ocasionan cuantiosos daños mecánicos a la población adyacente, la vegetación tratada muere en pie. • La muerte gradual y final de los árboles origina la casi total y rápida descomposición de la materia orgánica que representan, manteniendo en el bosque el ciclo de nutrientes, básico para su funcionamiento. • La inducción de un cambio gradual en la masa forestal minimiza los efectos colaterales sobre la fauna silvestre asociada. Desventajas • Si el arboricida no se maneja correctamente, puede haber una contaminación ambiental o de intoxicaciones a los operarios. • La aplicación de dosis excesivas o incompletas pueden originar problemas de sobrecostos en el manejo o de ineficiencia y pérdida de los efectos y la inversión, respectivamente. • No siempre todos los árboles se mueren, hay algunos que quedan en mal estado pero subsisten y hay que tomar medidas más drásticas. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 69 • Hay que estar alerta al impacto que en el bosque se van a causar a numerosos seres vivos, por ejemplo, xilófagos como los termites o saprófitos como algunos hongos, cuya población eventualmente se incrementará a expensas de la población forestal eliminada. • En principio se podría pensar, tal vez con ánimo ecologista, que se va a poner en peligro la supervivencia de algunas especies de la selva tropical. Técnicas y prácticas del refinamiento en el manejo de brinzales y latizales Los tratamientos silvícolas en el catival residual se orientan a favorecer el desarrollo de la población de fustales deseables; caso en el cual el refinamiento se aplica principalmente para eliminar una parte de la población de árboles de DAP > 10 cm de especies no deseadas en el rodal. Puede existir el caso de que se haga refinamiento eliminando brinzales y latizales, en el caso en que se decida estimular y dar asistencia a la regeneración natural temprana deseable. En esta circunstancia los individuos son eliminados mediante una “rocería selectiva”, cortándolos con machete y cuidando de dejar los deseables. Desde un principio se requiere eliminar al máximo dicha población, so pena de, en el término de 5 a 10 años, volver a tener un bosque mezclado; y de tal manera sufrir un atraso considerable en el manejo y perder la fuerte inversión inicial. Simultáneamente con dicha labor, hay que liberar a los arbolitos de las especies deseables de las acción de bejucos y lianas que, por el daño que causan a los arbolitos en su forma y desarrollo, han sido llamados por algunos silvicultores “La peste del bosque húmedo tropical”, término discutible pero que indica la gravedad del efecto de las trepadoras sobre los arbolitos de especies bajo manejo. Cortas de liberación Liberación de la población de fustales deseables. Consiste en eliminar los árboles deseables o no, bejucos y lianas y, en general, toda serie de vegetales del bosque que estén, física, mecánica o biológicamente, impidiendo el normal crecimiento y desarrollo de los árboles que se desea cultivar, manejar y aprovechar en un futuro. Los criterios mínimos para seleccionar la población a eliminar en las cortas de liberación, en el caso del catival, son: 1) Todos los árboles de especies deseables deben ser liberados de la competencia de las copas, los fustes o las raíces de los árboles de especies indeseables. 2) Toda presencia de plantas trepadoras, herbáceas y leñosas, sobre árboles deseables, a cultivar y manejar, debe ser eliminada hasta donde sea posible. 3) Entre dos o más individuos de especies deseables que se hallen compitiendo (grupos o matas de árboles en el bosque), la definición del grado de competencia se hace de acuerdo con el nivel de entrecruzamiento de sus copas: si no se tocan o se tocan ligeramente, no hay necesidad de liberación, pero si están muy entrecruzadas, la competencia es fuerte y, por tanto, se requiere la liberación. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 70 Manejo del Catival Secundario 4) Para decidir de entre dos árboles deseables, a cuál hay que eliminar, se escoge para dejar en pie a aquel que reúna una o varias arias de las siguientes cinco (5) condiciones: • • • • Que entre las especies deseables pertenezca al grupo A. Que tenga la superior categoría de tamaño. Que tenga las mejores calificaciones de las variables diagnósticas PC, QC y CC. Que posea las mejores características organográficas, como forma recta del fuste, el tronco la mayor parte libre de ramificaciones y sin oquedades. • Que posea el mejor estado sanitario: como vigor, sin ataque de plagas y/o enfermedades. Los métodos de eliminación de los fustales competidores es el mismo empleado y descrito en el refinamiento. Igualmente, sólo se suprimen las palmas estrictamente necesarias, aquellas que por su tamaño y cercanía realmente estén en franca competencia con árboles deseables; no se pueden anillar con motosierra, sino con hacha, debido a la resistencia al cizallamiento que posee el estípite de muchas especies; algunas tienen una densidad de madera tal que casi no responden a la acción del arboricida (por ej. Mauritia pacifica, Socratea y Astrocaryum standleyanum). De ser posible, en caso necesario se sugiere mejor derribarlas, sobre todo en aquellas especies de estípite delgado o de madera “blandas”, como en las de los géneros Euterpe y Bactris (chascarrá). Liberación de la competencia de lianas y similares. Antes del anillado, y paralelamente con la eliminación de la RN temprana indeseable, los operarios efectúan una Corta de Liberación, eliminando bejucos y lianas que se hallen estrangulando o haciendo competencia agresiva o fuerte a los líderes y sustitutos de deseables; estas lianas y bejucos también juegan un papel ecológico definitivo en el funcionamiento del catival, de modo que tampoco se recomienda su corta extensiva y al 100%. Sin embargo, es necesario, simultáneamente, eliminar también a dichas trepadoras que se hallen sobre fustales de especies a eliminar en el refinamiento, pues se requiere que sus troncos estén dispuestas para ser anilladas. El corte se hace con machete, cuando su dureza y naturaleza lo permiten, a la altura que quede al alcance del operario, cuidando de no causar heridas en la corteza del árbol. Dos cortes en bisel, uno en el pie de la trepadora, casi al nivel del suelo, y otro en la parte que se halla montada en el árbol, son suficientes para matarla. Como medida de aseguramiento, la sección dejada por el corte alto se sumerge en una solución de arboricida hasta que quede bien impregnada. Aparentemente esta labor es poco importante pero, por el contrario, en la práctica ha demostrado ser vital para el éxito del manejo; entre el 20 y el 30% de los fustales del Catival han sido encontrados afectados por ese tipo de plantas; la mayoría llegan al dosel superior buscando la luz, crean una maraña entre las ramas y copas de los árboles circunvecinos, y alcanzan diámetros de hasta 10 cm. Recomendaciones generales para el refinamiento y la liberación ❏ Tanto en la liberación como en el refinamiento se puede combinar la técnica del anillado, en unos árboles, con la de derriba, en otros. En este caso, antes de iniciar el corte hay que verificar si la copa del árbol a eliminar está amarrada a una u otra copa vecina por lianas gruesas. En este caso, la eliminación mejor se hace por anillamiento. En todos los casos en donde se aplique la derriba, no se puede damnificar a los árboles deseables o abrir claros de dimensión exagerada. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 71 ❏ Al final del refinamiento y la liberación debe quedar una población forestal regular, libre de impedimentos para aumentar su tasa de crecimiento en altura y diámetro con base en la dinamización que las prácticas silviculturales han inducido en la productividad del Catival; con poblaciones de buen vigor y perfectamente adaptada al medio, con una productividad, si no tan diversa al menos más alta en términos de productos, que la que poseía antes de la intervención. El vuelo remanente luego de las cortas de refinamiento y liberación en el deberá ser asistido periódicamente, para asegurar el efecto del los tratamientos. La frecuencia de esta asistencia se basará en los resultados de monitoreo obtenidos en parcelas permanentes que se requiere instalar dentro del catival bajo manejo y que se miden al menos cada año. ❏ La eliminación de la competencia de copas indesebles permitirá que los árboles portagranos remanentes seleccionados acrecienten su capacidad de floración y fructificación, habida cuenta del comprobado efecto de la mayor exposición de la copa a luz solar. Lo que, consecuentemente, aumentará la cosecha de semillas y la cantidad de regeneración natural. Se puede esperar que además de la población de fustales actuales, se llegue a disponer de una posibilidad mínima de 200 árboles aprovechables por ha, en un lapso de 25-30 años (DAP > 39 cm) después de iniciado el manejo silvicultural. ❏ En el estudio de campo de CONIF (BAL-RN-01-81) se halló que, 6 años después de haber realizados las cortas de refinamiento y liberación sí hubo un importante y significativo estímulo del crecimiento en área basal de la regeneración de fustales adolescentes y jóvenes bajo conducción silvicultural; sin embargo, al cabo de dicho tiempo, la competencia entre los mismos estaba llegando a un grado de intensidad que sugería la necesidad de realizar una nueva liberación; pero ésta vez debería ser de manera escalonada, tomando como criterio la variable altura y no el diámetro debido a que este catival producto del manejo presentaba una distribución regular más altimétrica que diamétrica. ❏ Parcelas de seguimiento y evaluación. Para el efecto, una vez concluidos los tratamientos de liberación se debe establecer en cada bloque o rodal de manejo una parcela permanente de rendimiento (Yield-plot), por ejemplo, de 50 m de ancho por 50 m de largo. Normalmente, una parcela permanente de rendimiento debería ser mayor; pero existen motivos económicos y operativos que no aconsejan hacerla de mayor tamaño; esta parcela se debe localizar al azar en cada rodal. Cada bloque o rodal de manejo corresponde a una superficie que ha recibido idénticos tratamientos y en la misma época (semanas). Los trabajos “mínimos” que se debe realizar periódicamente en las parcelas permanentes son: − Mediciones posibilitando calcular el área basal (m2/ha). − Mediciones posibilitando calcular futuramente el “tiempo de pasaje” de una clase de diámetro inmediatamente superior (a partir de la clase 1A, para reducir el costo, se puede limitar las mediciones a los líderes y sustitutos). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 72 − Medición de parámetros dinámicos (mortalidad causada por envenenamiento, daños causados sobre líderes y sustitutos por la caída de árboles envenenados y árboles no envenenados; mortalidad natural; evolución, entre líderes, de los valores PC (posición de copa), CT (clase de tamaño), QC (calidad de copa) y CC (competencia de copa). − Inicialmente, durante, por ejemplo, los 4 primeros años, las observaciones y mediciones en las parcelas permanentes de rendimiento se harán cada 12 meses y subsecuentemente se alargará progresivamente el intervalo entre mediciones. − Con la medición anual de los diámetros, y la altura de los árboles de cada tratamiento se podrá determinar el beneficio del manejo del bosque. Los resultados obtenidos en cada inventario del conjunto de parcelas permanentes se utilizarán para decidir: 1. Si es necesario hacer nuevos tratamientos 2. En caso positivo, determinar la naturaleza de los tratamientos y el respectivo grado de urgencia. ❏ Riesgo de tumba de árboles por el viento. Tanto para árboles anillados como no anillados, incluidos los de las poblaciones deseables, es necesario prever en el manejo las observaciones de Dubois, 1983. Quien anota que en los suelos de cativales existe un substancial riesgo de tumba de árboles adolescentes y maduros, con mayor frecuencia en el caso de árboles aislados remanentes de explotaciones anteriores o en secciones de cativales selectivamente explotados en donde las copas de los árboles adolescentes y adultos remanentes no se tocan (copas de clase LL). Donde las copas se tocan y se apoyan mutuamente no se observó índices de tumba arriba de lo regular. Las observaciones hechas en el campo (en apenas dos días) indican que el riesgo de tumba es significativamente mayor en cativales de tipo A1 (muy inundado), principalmente en los años que siguen a la explotación o en árboles residuales aislados. En áreas de tipo A2 residuales aislados se mantienen en pie. Además, parecen existir en la región visitada “pasajes preferenciales” de vientos fuertes, sometidos a mayor riesgo de tumba. Considerando que se trata de observaciones hechas en un período muy corto de tiempo, se recomienda implementar un estudio más detallado, y en forma estratificada al acaso, sobre este aspecto importante. Considerando la existencia de un riesgo de tumba, la primera liberación de copas de líderes y substitutas en las parcelas experimentales deberá ser conducida, por ejemplo: en dos etapas, con intervalo de por lo menos 12 a 18 meses entre las dos etapas. (Ensayo BAL-RN-03-83). Enriquecimiento Enriquecimiento en fajas. Como se indicó anteriormente, esta experiencia se realizó dentro de un catival con bajo índice de existencias pero bajo la cubierta de árboles del dosel intermedio y superior correspondientes a especies deseables e “indeseables” en ese momento (ensayo BAL-RN-03-83). Los Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 73 resultados mostraron que el enriquecimiento bajo un bosque con dosel de árboles de medio y alto porte, algunos de ellos portagranos (semilleros) de especies deseables, no es una práctica viable tanto en lo técnico como en lo económico; en lo técnico porque en los primeros doce meses hay una alta mortalidad de las plántulas sembradas (en algunas líneas de hasta el 90%), en tanto que los sobrevivientes mostraron crecimiento muy lento (posiblemente debido a excesiva competencia por luz); además, se requerían hasta 6 limpias por año para eliminar a las trepadoras y demás plantas del sotobosque que les competían por recursos del ecosistema; además, a los tres años ya había establecida una suficiente regeneración temprana de arbolitos deseables (brinzales y latizales), cohortes de las cosechas periódicas de semillas por parte de los portagranos remanentes, en número mucho mayor que los plantados (proporción hasta de 100 plántulas de regeneración por una plántula del enriquecimiento). En lo económico, es obvio que con base en las anteriores circunstancias técnicas los costos acarreados por producción en vivero y cuidado de las líneas de establecimiento (desyerbas y liberaciones de trepadoras) son altos, además que a la final se pierden totalmente. Resultados de las investigaciones, en el manejo del guandal del Pacífico Medio - río San Juan (Linares, 1995), son similares a los obtenidos en el Catival. Enriquecimiento en grupos densos. Los grupos densos semejan a pequeños lotes plantados como parcelas dentro de los claros del bosque o dentro de los bosques en sucesión secundaria temprana; deben establecerse en sitios libres de la competencia directa de árboles de gran tamaño, con el suficiente espacio vertical y horizontal para evitarles inconvenientes en su futuro desarrollo. Se utilizarán especies valiosas del catival de la mayor productividad y de reconocida posibilidad silvicultural. El tamaño de cada grupo denso varía de acuerdo con el área del lote a repoblar; debe estar conformado por árboles de una sola especie, empleando un distanciamiento entre plantas de 3 x 4 m, procurando orientar las líneas con sentido Este-Oeste. No es imprescindible la simetría del grupo denso, sino que hay que plantar solamente en los sitios óptimos, evitando concavidades muy inundables y puntos fangosos. La preparación del sitio se hace socolando el sotobosque, dejando la RN deseable que allí se encuentre. El sitio de cada plántula se marca con una estaca permanente pintada con esmalte de color vistoso, por ejemplo: rojo. Se requiere dar la asistencia o mantenimiento a los arbolitos luego de la plantación, al menos durante los primeros 3 años. Una de las principales causas del fracaso de la aplicación de ésta técnica, y de las líneas de enriquecimiento, en el bosque húmedo tropical ha sido la ausencia o la deficiencia de mantenimiento a los árboles; no basta con hacer la plantación, se requiere un seguimiento permanente. Dicha asistencia consiste básicamente en limpias pues la competencia dentro del bosque es amplia; sobre todo, realizar “desbejucadas” periódicas ya que la experiencia ha enseñado que las trepadoras son las plantas que más daño causan a las reforestaciones tropicales. Igualmente, manejar el concepto de requerimientos lumínico de cada especie a emplear, pues de ello depende en buena parte la posibilidad de éxito de los grupos densos y de las líneas de enriquecimiento. Con base en todas las anteriores experiencias y consideraciones, el enriquecimiento es recomendado sólo para el manejo y recuperación para la producción de los bosques secundarios producto de la agricultura migratoria en donde la tumba y quema ha eliminado el Prioretum residual que haría factible un manejo por el método de árboles portagranos. Suele encontrarse abundante regeneración temprana de especies deseables, tanto dentro del catival secundario como del clímax. Esta regeneración, que se halla en cantidad y calidad suficiente de brinzales Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 74 Manejo del Catival Secundario y latizales, se concentra en manchas, como el cativo, el güino, el sande, el machare y las Mirysticaceae, entre otras; debido a la biología de su fruto y al sistema de dispersión de semillas, de estas especies. De manera que se pueden emplear como semilleros naturales, tomar los arbolitos del bosque y trasladarlos y plantarlos en los “rastrojos” a enriquecer, guardando las precauciones técnicas del caso. Teniendo en cuenta que son especies esciófitas parciales, es fundamental regular la entrada de luz con el grado de apertura de las fajas de plantación. Raleos Los tratamientos silviculturales darán lugar a un bosque cuya población será relativamente homogénea en cuanto a tamaño y composición florística; situación mucho más factible en el Catival A1. El número de años para llegar a tal situación se desconoce pero se estima que puede ocurrir después de los 10 años de iniciada la intervención silvicultural del catival residual. La estructura diamétrica de la población deseable se semejará a la de un bosque plantado y la mayor frecuencia de árboles en las categorías diamétricas inferiores establecerá una acentuada competencia entre sí; lo que se traduce en un gradiente negativo o casi nulo del crecimiento de los árboles. Fundamentación teórica. Baskerville, citado por Linares, R., 1985, trata acerca del efecto del número de árboles por unidad de superficie sobre el crecimiento en área basal y volumen; explica que a medida que la población por hectárea, se incrementa el área basal aumentará con cada árbol sumando al total una cantidad igual de área basal hasta el momento en que los árboles empiezan a competir entre sí. Una vez que se inicia la competencia entre los individuos, y con mayor razón si se intensifica su densidad, la suma total de las áreas basales será mayor, pero el incremento del área basal individual disminuirá; finalmente, cuando el número de árboles sea excesivo, también la sumatoria total de las áreas basales se reducirá y lo mismo, obviamente, seguirá ocurriendo con el área basal/árbol. Mientras tanto, probablemente, el crecimiento en altura se acelerará pues los vegetales así responden a la competencia por obtener la luz solar. Las razones a las que obedece la reducción en el crecimiento diametral, en este caso, son: disminución de la producción fotosintética, el desbalance en la proporción Respiración/Fotosíntesis y, lo que tal vez sea la causa principal, la limitación de la disponibilidad de agua y nutrientes para cada planta, debido a la falta de desarrollo radicular. Decisión del raleo. Los anteriores elementos justifican la necesidad de regular el número de árboles de deseables mediante un raleo. Tomada la decisión de aplicarlo y justificada la realización de esta práctica silvicultural, el siguiente punto neurálgico será precisar ¿cuántos árboles eliminar? ó ¿cuál debe ser la intensidad del raleo?; la respuesta depende de varios criterios, biológicos, técnicos y económicos, los valores que para el ecosistema catival deberán ser investigados. El ideal en estos casos será tener las curvas de crecimiento y sus incrementos; tratándose de un ecosistema casi homogéneo, la regulación de la competencia mediante un ajuste de la densidad por hectárea en el eventual rodal de Prioria copaifera se alcanzará mediante la corta de una parte de la población deseable producto del manejo; y el resultado final será un rodal dinámico cuyo crecimiento y productividad se dinamizarán acortando el tiempo sobre la expectativa de futuras cosechas Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 75 Operaciones del raleo. Los árboles a ralear podrán ser apeados o anillados, dependiendo de la densidad y de las dimensiones de los especímenes; si las dimensiones lo ameritan, los árboles podrían ser cosechados observando las prescripciones del aprovechamiento mejorado, ofreciendo productos e ingresos bien a la industria o bien a los nativos. Cortas de saneamiento Durante los inventarios para el diagnóstico, dentro del bosque sin manejo, se detectó que una pequeña fracción de los árboles, sobre todo de fustales jóvenes 1A y 1B y de latizales presenta daños morfológicos y ataques fuertes de insectos (especialmente termiteros). Las deformaciones más comunes observadas fueron: bifurcaciones a baja altura y tronco torcido (1 ó 2 curvas o sinuosidades); los ataques de plagas, especialmente insectos, son poco comunes, pero a veces se observan signos en hojas y tallos de la introducción de barrenadores. Aunque en un principio no revisten gran problema para el catival y para el manejo, se recomienda eliminarlos pues los árboles así afectados tendrán poca o nula productividad; además que causarán competencia a otros árboles sanos. Esto se consigue mediante una corta de saneamiento, que se ejecuta simultáneamente con las cortas de liberación. Conclusiones y Recomendaciones ρ Se estima que, al menos en principio,las labores de liberación de lianas y bejucos, refinamiento y enriquecimiento serán suficientes para asegurar las condiciones óptimas de desarrollo de la masa forestal deseable a manejar. Que permitirá obtener en el futuro un bosque relativamente homogéneo, altamente productivo, en equilibrio sucesional y ordenado para su aprovechamiento racional y sostenido, en el espacio y el tiempo. ρ Sin embargo, es necesario iniciar un programa de investigación aplicada dentro del bosque, por ejemplo con parcelas de crecimiento, tanto en áreas con tratamientos como en áreas sin ellos, para comparar sus efectos sobre el comportamiento de los árboles, sobre todo en lo referente a incrementos en altura, área basal y volumen, para confrontarlos con las inversiones y evaluar la viabilidad técnica y económica del manejo y el proyecto. Lo mismo que para llevar registros de crecimiento que progresivamente permitan optimizar y proyectar el manejo y la productividad de la masa arbórea. A los 3 ó 5 años de haber efectuado los tratamientos recomendados, hacer un nuevo inventario de control de la RN para evaluar la bondad de los tratamientos y la respuesta del bosque. Según su resultado se formularán o no nuevos tratamientos. Lo mismo, eventualmente, habría que hacer a los 10 ó 12 años. ρ Con base en las experiencias de CONIF y las de otros países, el costo de manejo por hectárea debería ser de unos 25 jornales, aplicando 15 de ellos en los primeros 3 años. Sin embargo, los costos pueden variar y deben ser investigados y ajustados a medida que se decida iniciar un proyecto a gran escala sobre manejo del catival secundario. Las labores deben contratarse preferiblemente a destajo, pero requieren la participación de personal capacitado y cuidadoso, lo mismo que de una supervisión bastante puntual y permanente. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 76 ρ Para cada catival de segundo crecimiento remanente del aprovechamiento debe ser elaborado un plan de manejo específico, no hay un plan genérico para todos los cativales residuales, como ya se observó. Las anteriores prescripciones técnicas y tratamiento silviculturales son sólo pautas que deben ser cuantificadas, dimensionadas y temporalizadas de acuerdo con las características y las circunstancias de cada bosque de cativo. Dicho Plan, que estará contenido en un proyecto especial, será la herramienta técnica y económica que orientará la planificación y el desarrollo y la ejecución del cultivo de dicho bosque. ρ En el catival A1 la especie dominante es el Cativo que contribuye la mayoría de las veces con más del 60% del área basimétrica del bosque, a los 10 ó 12 años de la regeneración postaprovechamiento, a lo cual hay que agregar su representatividad en todas las categorías diamétricas, desde 10 cm hasta 60 cm y más. En este tipo de catival se presenta evidencia de una consociación con fuerte tendencia a la homogeneidad. En este caso, la estructura del bosque resulta muy positiva para el manejo pues las especies dominantes vienen a ser del tipo deseable. Su distribución en todas las categorías de tamaño y su densidad bastante aceptable vislumbran prometedores resultados de un eventual manejo debidamente conducido. El manejo de está consociación será mucho más sencillo, menos costoso y más productivo. Por lo tanto, se recomienda iniciar eventuales proyectos de manejo a gran escala en este ecosistema. Se recomienda realizarlos de modo que no se deteriore su capacidad regeneratriz, cuidar la apertura del dosel planificando la intensidad del aprovechamiento, por ejemplo como lo anota Neyra que no exceda del 70% de la masa forestal; y no talar la totalidad de los árboles maduros, sino dejar un mínimo, por ejemplo de 10, debidamente espaciados para que sirvan de portagranos para la reposición forestal por el sistema de Monte Alto. Si se decide, en el futuro, hacer la extracción por canales, mantener diques durante y al final del aprovechamiento con el fin de evitar la desecación del terreno, ya que así se pierde la calidad de sitio y se deteriora notablemente el ecosistema. Otros planes relacionados con el manejo del catival Plan de cortas El plan de manejo requiere disponer de un plan de cortas, que al principio puede ser difícil de obtener pues se carecerá de la información para trazarlo, como crecimientos, posibilidad, turno y ciclo de cortas. El momento más real para proponer un plan de cortas en rigor será una vez que se halla logrado la uniformización de la masa forestal bajo manejo; los primeros pasos serán: • Fijar un diámetro mínimo de cortabilidad para cosecha. • Redefinir el tipo de productos y las especies finales a obtener. • Elaborar las tablas de crecimiento en área basal y en diámetro para todo el bosque y para cada una de las especies deseables bajo cultivo “in situ”, labor en la cual será básica la información que durante los primeros años (10 ó más) se halla tomado en las Parcelas Permanentes. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 77 Plan de investigaciones Como se ha mencionado, ya se ha desarrollado una buena parte de la investigación requerida con el fin de tener las bases técnicas para el manejo del catival y fundamentar un eventual Plan de Manejo de bosques específicos. Aunque el conocimiento es relativamente bueno, aún es necesario fortalecerlo. Por ello, se recomienda darle continuidad a este tipo de trabajos. Plan de sanidad vegetal e incendios. Aunque en el trabajo de manejo del bosque húmedo tropical se cuenta mucho con el equilibrio biológico a favor, es conveniente establecer un plan de prevención y control fitosanitario; una de las medidas fundamentales es la realización de inspecciones periódicas a los lotes manejados; por ejemplo, hacerlas cada 3 meses por parte de personal entrenado y capacitado para tal fin. Se recolectará información de manera sistemática, haciendo seguimiento a eventos de aparición de síntomas o signos que, aunque en el momento no sean de gran magnitud, pueden potencializar problemas más graves. En cuanto a la prevención de incendios, estos tienen gran probabilidad de presentarse debido a las condiciones climáticas regionales y a la cultura del fuego en los grupos de colonos; el régimen superhúmedo de los suelos del catival y la abundancia de cuerpos de agua impedirían la posibilidad de avance de una eventual quema. Como ya se refirió, la ausencia de una cultura de tumba y quema de la selva favorece su permanencia. Plan de control y vigilancia. En principio un proyecto de manejo del bosque residual del catival puede resultar novedoso y, hasta cierto punto, extraño para los lugareños; generalmente están acostumbrados a ver crecer espontáneamente el bosque tropical y a entrar casi que sin limites a cualquier bosque en el que halle madera para explotar. Esa relativa libertad para “maderiar” sin restricciones de tipo legal o de tenencia de la tierra se opone a los objetivos de manejo del bosque de cativo; además, el concepto de bosque ordenado aún es desconocido para las comunidades locales. Se requiere, por lo tanto, un gran avance en el trabajo de acercamiento con la comunidad y la promoción de los objetivos y la importancia del manejo del catival; en las condiciones de finales del siglo XX, estos aspectos se constituyen en la columna vertebral para el éxito o el fracaso del manejo en cuestión. De modo que será bien importante tomar las medidas conducentes a impedir la invasión y explotación subrepticia del bosque sometido a cultivo, por ejemplo antes que la coerción se requiere concertar y participar con las comunidades de corteros. Plan de fomento de actividades productivas. Es indudable que la producción maderera no cubre todas las necesidades de los nativos, bien sea que el manejo sea a través de la silvicultura comunitaria o de la silvicultura empresarial. Por lo tanto, es conveniente iniciar algunas actividades tendientes a hacer demostración y fomento de otras actividades productivas diferentes a la silvicultura, y que propendan por mejorar su calidad de vida. Por ejemplo: zoocría, huertas caseras, cultivos agroforestales con cultivos de pancoger, cría de especies menores, etc. Por ejemplo, una actividad promisoria puede ser la cría y levante del búfalo de agua. Este rústico animal se adapta muy bien a las difíciles condiciones locales, sirve hasta para triple propósito: carne, leche y carga o arrastre; su alta productividad de carne, el notable valor nutricional de su leche (mayor que la de vaca) y su tremenda ductilidad y capacidad de trabajo, incluida la extracción de productos del bosque, lo convierten en una nueva alternativa para las regiones de influencia del bosque de cativo. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 78 Manejo del Catival Secundario Ruta lógica técnico-operativa para desarrollar el plan de manejo de un catival A manera de orientación para conceptualizar y ayudar a visualizar cual sería la ruta lógica que conduciría al desarrollo de un plan de manejo silvicultural del catival, tanto para bosque primario como para bosque residual de segundo crecimiento, se ofrece el siguiente esquema que indica los pasos, fases, actividades y conceptos que cronológica y secuencialmente se deben llevar a cabo (página siguiente). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 79 CATIVAL RESIDUAL SECUNDARIO ACTUAL Investigar condición y aptitud silvicultural de cada unidad en cada inventario (Probable entre año 8 y 10 postcosecha) - Asegurar tenencia tierra e iniciar proceso participativo Ajustar aspectos legales permisos a largo plazo Alinderar y concertar con nativos relacionados Condicionantes para iniciar el manejo RUTA LOGICA TECNICO-OPERATIVA PARA DESARROLLAR EL MANEJO DEL CATIVAL SECUNDARIO Determinar estado sucesional y factibilidad de iniciar manejo Se repite el ciclo de manejo Determinar momento inicio del manejo según estado y aptitud bosque por unidad Evaluar condición y aptitud silvicultural / unidad Evaluar diagnóstico con enfoque para manejo Determinar tratamientos a realizar, tipo e intensidad según estado cada Unidad Realizar tratamientos Monitorear efectos (inventarios de diagnóstico y de crecimientos anuales) Si una sola intervención silvícola fue suficiente: esperar turno cosecha Control de crecimientos y existencias si hay estancamiento del crecimiento y desarrollo o fuerte competencia de no deseable: hacer una nueva intervención. Turno de cosecha Cuando se decida según conveniencia económica y según existencias de productos/mercados Hacer aprovechamiento mejorado Se prepara la cosecha si los crecimientos y las existencias son favorables Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 80 Manejo del Catival Clímax Introducción Las existencias de áreas de catival primario con aptitud para la producción (accesibilidad, existencia de materia prima en volúmenes que justifiquen inversión y operatividad) son considerablemente menores comparadas con las de bosques de segundo crecimiento o en proceso de regeneración postaprovechamiento. Además se prevé que las presiones jurídicas, institucionales, sociales, científicas y de opinión ambiental desalentarán paulatinamente la explotación de los remanentes de bosque clímax. Sin embargo, la mayor actividad forestal de aprovechamiento actual por la industria forestal, se realiza en zonas de bosque clímax y, una fracción menor, en cativales de segundo crecimiento. Una gran proporción del aprovechamiento industrial ha sido mecanizado y una pequeña parte se ha realizado artesanalmente por los lugareños. En este capítulo se hace énfasis y se aborda principalmente el tema del aprovechamiento industrial. Existe un conflicto técnico, biológico y socioeconómico alrededor del Catival Clímax. En lo técnico se circunscribe, principalmente, a la forma como es aprovechado o explotado, de manera que la posibilidad futura de acceder a este recurso dependerá de las alternativas de solución que en tal sentido se proporcionen. El presente capítulo pretende aportar algunas pautas científicas y tecnológicas que permitan redireccionar un nuevo sistema o modo de cosechar este recurso; logro que en buena parte se debe a la información, los resultados y el conocimiento generado en ensayos de campo y diversos estudios en el tema del manejo de la regeneración del Catival, que durante 16 años se llevaron a cabo en los cativales de la región del Bajo río León y del Bajo río Atrato. Descripción general del aprovechamiento industrial actual En 40 años de experiencia, las industrias beneficiarias del bosque de cativo han logrado desarrollar y depurar un método de aprovechamiento con características ajustadas a las condiciones ecológicas de la zona, en concordancia con las necesidades de rendimiento operativo y económico de las actividades. Sin embargo, el ajuste a las condiciones biológicas del ecosistema fue más lento debido a la carencia de conocimiento e información. En este sentido puede valorarse y comprenderse mejor los aportes del proyecto de investigación CONIF-PIZANO y del presente documento para iniciar el camino del aprovechamiento sostenible del catival. El método actual de aprovechamiento industrial del Catival puede resumirse del siguiente modo: 1. La planeación de las operaciones que comprende: a) Mapificación y ubicación de cuarteles de aprovechamiento. b) Proyección de vías de extracción. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 81 c) Diseño de canales y zanjas. d) Determinación del personal, equipo herramientas que serán utilizadas en las labores de aprovechamiento. e) Presupuesto de la operación. 2. Construcción de infraestructura como canales de transporte de maderas y navegación, diques de regulación de caudales, campamentos, patios de apilado o botaderos y demás sitios de acopio. 3. Cosecha del bosque. Ejecución de todas las operaciones concernientes a este aspecto, como son: a) Apeo y troceo. Este se realiza con motosierra y consiste en la tumba del árbol y el desrame. Actualmente este es arrastrado al canal sin ser troceado. Los operarios que realizan estas labores devengan su ingreso, principalmente, con base en el rendimiento por labor realizada (ej., número de árboles derribados, m3 (o equivalentes) extraídos, etc). Esto hace que el factor monetario prime sobre la aplicación de prescripciones técnicas para las mismas, de ahí que no sean aplicadas debidamente; como, por ejemplo, no se le da orientación a la caída del árbol. b) Desembosque. O transporte menor. Para la extracción de la madera del bosque se están utilizando tractores FMC y KMC (de oruga) con cabrestante para levantar la troza y disminuir así la producción de surcos y la compactación del suelo. Los tractores transportan la troza desde el sitio de apeo hasta el botadero, a orillas del canal o el río, en distancias no mayores de 800 metros. Los operarios y ayudantes de los tractores también devengan una buena parte de sus ingresos con base en los rendimientos por labor o producto obtenido; lo cual redunda en que el obtener altos rendimientos prevalezca sobre el componente tecnológico en la cosecha. De manera que se aprecia movimiento desordenado de la maquinaria dentro del bosque, sin seguir siempre los carriles y líneas de extracción previamente planificadas; de modo que, al final, el piso queda sobrepisoteado, tanto en extensión como en intensidad, y la vegetación remanente a la tala es afectada con el paso de los equipos o con la corta para dar paso a los vehículos y acelerar o “facilitar” los tiempos de movimiento. c) Transporte mayor. Se realiza por flotación a través de canales que comunican con los ríos principales y posteriormente con el Golfo de Urabá, donde son cargadas las trozas en barco para transportarlas hasta Barranquilla donde son procesadas. En el sistema de flotación las trozas son arregladas en balsas en forma de “espina de pescado” o “chorizos” que son halados por remolcadores. Impactos causados por el aprovechamiento Antes de proceder a plantear una mejora o variación al método de aprovechamiento del catival, es necesario conocer y entender los efectos derivados en el ecosistema con el método actual de aprovechamiento. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 82 Una importante premisa de partida para plantear el manejo de los cativales clímax consiste en que se entienda que "el aprovechamiento de este ecosistema, como el de los demás recursos forestales, de por sí causa un impacto negativo, tanto al componente biótico como al abiótico, en los niveles de comunidades, poblaciones y especies vegetales y animales”. Sin embargo, se espera que la integración del trabajo y la participación comunitaria con la tecnología forestal y la normatividad permita minimizar los efectos indeseables de la intervención o en caso contrario, el aprovechamiento del Catival no será sostenible Otro aspecto a tener en cuenta consiste en que el aprovechamiento del bosque de Cativo tradicionalmente se ha concentrado en la cosecha de unas pocas especies vegetales maderables, en concordancia con la demanda de la industria. No obstante, también se suceden un importante y significativo número de efectos indirectos sobre la vegetación de especies no leñosas como parásitas, epifitas, musgos, líquenes y helechos, amén del conjunto de individuos de la regeneración natural de las especies arbóreas, en proceso de explotación o no, junto con la forma silvestre. El tipo de daños y su magnitud, en este segundo caso, son más difíciles de evaluar y en el país no se han hecho esfuerzos por estudiarlos; en el caso de las leñosas el impacto puede ser relativamente más fácil de medir que en las no leñosas, como lo hizo CONIF en uno de sus ensayos y en el estudio de comparación de cativales clímax y cativales 21 años postaprovechamiento. (CONIF-Pizano, 1995). Efectos sobre la vegetación 1) Daños físicos, son los causados a la vegetación circundante por los árboles apeados que en su caída arrastran árboles, arbustos, lianas y bejucos, partiéndolos o deteriorando partes de su organografía (raíces, copa, etc.). 2) Daños mecánicos a árboles y, muy especialmente, a arbustos, sufrútices, hierbas y regeneración natural temprana (brinzales y latizales - arbolitos jóvenes), causados por el movimiento de maquinaria y aditamentos (como winches, tractores y cables) dentro del bosque, o también por la acción indiscriminada de los operarios con machetes y motosierras sobre vegetación no objeto de la cosecha. Un ensayo de CONIF en el cual se midieron, entre otras cosas, los daños físicos y mecánicos en el aprovechamiento del Catival A1 mostró que entre el 30% (en aprovechamiento dirigido) y el 50% (en aprovechamiento mejorado) de los árboles mayores a 10 cm de DAP, de todas las especies asociadas al Catival, resultan afectadas por este tipo de daños (Cuadro 31). Además, en concordancia con su mayor abundancia, el mayor número de fustales afectados, alrededor del 60% eran de Cativo. Los principales daños fueron: Copa Partida (12 a 15% de los individuos afectados), Ramas Partidas (24 al 28% de los individuos), Tronco Inclinado (11 al 14%), Fuste Partido (44%) y Desraizamiento (2 al 5%). Esto significa que el daño de más incidencia que el de Fuste Partido, seguido del de Ramas Partidas, lo cual se considera muy grave pues estos afectan negativamente y de forma casi total la posibilidad de recuperación del bosque, además que este tipo de daños son irreversibles. 3) Pérdida, disminución o degradación de la regeneración natural, por incremento de las tasas de mortalidad y disminución de las tasas de natalidad, a causa de la apertura excesiva del dosel, la desaparición de árboles semilleros (en el caso de la tala intensiva) y la corta de un número excesivo de individuos. Así como por la regresión de la composición florística y de la sucesión natural. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. 7.1 1 TOTALES 78.6 11 14 1 4.5 7.1 100.0 7.1 4.5 1 22 100.0 4.5 9.1 4.5 9.1 4.5 2 1 1 2 1 54.5 10 4.5 12 1 1 100 10 1 1 2 5 100 10 10 20 50 40 3 2 1 1 1 1 3 23 2 1 2 100 7.5 5 2.5 2.5 2.5 2.5 7.5 57.5 5 2.5 5 100 1 1 6 Aprovechamiento Industrial Actual 100 Aserrín Caracolí Carbonero Cativo Cocuelo Cocuelo Guamo Guasco Guerregue Hobo Lechero Lombricero Mangle duro N.N Paco Yarumo 12 19 100 16;5 16.5 47 5 1 1 9 TOTALES 17 8 2 1 67 5 5 8 1 4 FUSTE PARTIDO No. árb/ha % 1 1 67 8 TRONCO INCLINADO No. árb/ha % 5 38 80 20 RAMAS PARTIDAS No. árb/ha % 1 7 4 1 COPA PARTIDA No. árb/ha % Cativo Cocuelo Guayuto Hobo Mangle duro Olleto Paco Yarumo TIPO DAÑO ESPECIE Aprovechamiento Industrial Dirigido 5 1 1 1 2 2 1 1 100 20 20 20 40 100 100 DESRAIZADO No. árb/ha % 91 2 3 53 2 1 7 2 1 2 2 2 2 2 5 3 43 10 2 1 1 26 1 1 ARBOLES/ESPECIE AFECTADOS CUADRO 31. DAÑOS PRODUCIDOS A LA VEGETACION ARBOREA EN DOS TIPOS DE APROVECHAMIENTO DEL CATIVAL A1; DAP > 10 CM Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 83 Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 84 Sobre la regeneración natural temprana, el mismo ensayo indicó que entre el bosque virgen (sin aprovechamiento) y el bosque aprovechado, hay diferencias dramáticas en cuanto a la composición florística y a la abundancia y la importancia ecológica de las especies que la conforman, en diferentes edades postaprovechamiento. La apertura extensiva e indiscriminada de claros posibilita el inmediato establecimiento de especies heliófitas efímeras (Ochroma, Trema y Cecropia) que llegan, entre los años 1 y 5 postaprovechamiento, a conformar el 40% de la población total de la regeneración natural; después de este tiempo, algunas de estas especies y otras del tipo heliófitas tardías (como Xilopia, Terminalia, Bursera e Inga, entran a dominar la composición y la estructura horizontal con respecto a las especies de la sucesión clímax (ejemplo Prioria, Lecythis, Andira, Rheedia, etc.). Se pasa de 15 especies que conforman la población de brinzal y latizal en el clímax a 26 a los 7 años postaprovechamiento. En cuanto a la población de fustales (árboles DAP > 10 cm), además de los daños físicos y mecánicos antes descritos, se presenta también un daño a la composición florística y a su estructura. En A1, la población por especies, por ejemplo la del Cativo, pasa de una importancia ecológica (IVI) de 254 en el clímax a sólo 82 en el bosque de edad postaprovechamiento de 3 años. La fragmentación de la comunidad vegetal origina efectos adversos a la vitalidad y salud del ecosistema. Las variaciones introducidas se consideran drásticas para el futuro de la conservación del bosque y para sostener una producción biológica y de bienes a través del manejo forestal, muy especialmente en cuanto al tiempo de reconstrucción del ecosistema y de la duración de un eventual turno para cosechar productos en el bosque bajo manejo silvicultural. Entre los efectos positivos sobre la vegetación se obtuvo que en el bosque aprovechado la tasa de crecimiento en diámetro y área basal para las especies tolerantes es significativamente mayor en el bosque después de ser aprovechado que en el estado clímax, lo cual es de alto interés para la silvicultura y el manejo de los cativales que en un futuro sean ordenados para la producción forestal. Sin embargo, aunque el efecto individual sea positivo, el efecto puede llegar a ser negativo para el conjunto de la población deseable para el manejo y el aprovechamiento (crecimiento en área basal y en volumen por hectárea) por lo cual se debe buscar un equilibrio en ambos sentidos. Efectos sobre la fauna Se carece de estudios sistemáticos al respecto, pero en general pueden ser descritos algunos efectos negativos sobre esta parte de la biota del catival: 1) Pérdida o deterioro de hábitats y fuentes alimenticias, por la eliminación de una parte de la vegetación. 2) Caza indiscriminada por parte de operarios de la explotación y de habitantes locales (colonos y nativos) mermando las poblaciones o ahuyentándolas. 3) Disminución de las poblaciones de animales, que escapan a áreas circunvecinas, al menos por un buen tiempo (aún no cuantificado) debido al ruido y las alteraciones originadas por el funcionamiento de maquinaria y equipos. 4) Altos niveles de estrés en los individuos sobrevivientes al aprovechamiento, ante la presión de la intervención. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 5) 85 Alteración de las cadenas alimentarias debido a los desequilibrios en la estructura y la dinámica de las poblaciones de animales. En cuanto al efecto sobre los elementos del biotopo, los efectos más conspicuos del aprovechamiento del catival se refieren a los cuerpos de agua y al suelo; que además de originar problemas directos a estos recursos también, de modo indirecto, impactan negativamente a la flora y la fauna. Efectos sobre el suelo Uno de los estudios más representativos en éste sentido es el de De Las Salas, G., 1994 titulado "Análisis del impacto de la apertura de canales para el transporte de madera extraída y el uso de tractores sobre el suelo de áreas aprovechadas en operación por la empresa Maderas del Darién S.A". También están el de Marín, M., 1991, Impacto en los suelos del catival por la explotación comercial del cativo (Prioria copaifera Grisebach.) y el de Villota Santacruz Ltda., 1988, Estudio de impacto ambiental de los sistemas de aprovechamiento forestal en La Balsa, Chocó, de los cuales se extrae la siguiente información sobre el tópico. 1) Efecto de las operaciones de extracción. De Las Salas explica que en otras regiones de bosque tropical está investigado y reconocido el efecto de compactación de los primeros centímetros del suelo por las operaciones de extracción de trozas; las propiedades más afectadas por el uso de bulldozeres son la densidad aparente, la capacidad de infiltración y consecuentemente la retención de humedad. La y Cummings (1979), trabajaron experimentalmente con métodos de desmonte manuales y mecánicos (uso de bulldozer) en Africa y comprobaron aumentos en la densidad aparente y en la resistencia a la penetración y, reducciones en la tasa de infiltración y en la conductividad hidráulica en los primeros10 cm. Seubert, Sánchez y Valverde (1977) en un suelo Ultisol de la Amazonia peruana hallaron efectos similares. Y es probable que en el catival suceda algo similar en el área alterada por el paso de los bulldozeres y por el arrastre de los fustes cosechados, originando alteraciones en el comportamiento hídrico del suelo (tasa de infiltración y retención de humedad principalmente), a tal grado que estos sitios se excluyen como áreas de regeneración natural. De las Salas levantó algunos transectos para el registro de la regeneración natural y a la vez evaluó el estado de los suelos muy poco tiempo después de efectuadas las operaciones de aprovechamiento. Estos eran arcillosos pesados, hasta profundidades de 60 cm, (frentes de aprovechamiento canal Zapata y canal Esteban de Balsa Y); se detectaron señales de drenaje impedido en el horizonte B (Bir, Bg), circunstancia que favorece el estacionamiento del agua y la permanencia de la napa freática por un tiempo relativamente largo. La fluctuación de la napa freática como factor limitante para la regeneración natural del cativo no fue objeto de evaluación en el estudio, aunque parece jugar un papel importante aún en sitios no compactados por el paso de las máquinas y el arrastre de trozas. Con base en su estudio se puede realizar el siguiente diagnóstico edáfico relacionado con el aprovechamiento del Catival: • La densidad aparente, la humedad volumétrica y la porosidad son los parámetros edáficos más sensibles a las alteraciones en la dinámica de agua; las cuales se originan, por una parte por la construcción de canales para el transporte de trozas y, por la otra, por el empleo de tractores de oruga para su extracción del bosque a los patios o botaderos. • Los valores de densidad aparente obtenidos sobre antiguos carriles (18 años después de aprovechado el bosque) en el área del río Tocamito a una profundidad de 20 cm, acusan un largo efecto de Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 86 la compactación provocada por el paso de tractores. Igual efecto se comprobó en áreas próximas (4-6 m) a canales abandonados. • La macroporosidad arroja valores muy bajos (5-10%) en los primeros 40 centímetros con respecto a sitios sin aprovechamiento (12-20%) o aprovechados hace 8-10 años (Canal Esteban en La Balsa), (16 a 25%). Esto significa que la macroporosidad se recupera relativamente rápido. Sin embargo, esta recuperación es más permanente en áreas de regeneración natural que en aquellas ocupadas por cultivos de pancoger y sujetas a procesos de roza y quema por la colonización espontánea. La acción benéfica de la capa de humus juega un papel importante en este aspecto como lo comprobó Marín, 1991, citado por De Las Salas (ibid.). • Acerca de la microporosidad (espacio almacenador de agua) en terrenos de Catival postaprovechamiento, se reportan varios valores: 18.7-31%, dicho autor y 15-21.6% según Ortíz (1988) en el paisaje de terraza baja encharcable (A2). La mayor diferencia entre los dos resultados coincide con valores más altos en la densidad aparente de De Las Salas (1.45-1.76 gr/cm3) con respecto al de Ortíz (0.94-1.25 gr/cm3) y al estudio de Marín (1991) (0.95-0.99 gr/cm3). Estos resultados hacen inferir que se sucede un deterioro en la estructura del suelo durante los seis años que separaron la toma de muestras en el campo entre los estudios de De Las Salas y los otros autores en referencia. Sin embargo, los datos entre sí no son del todo homologables pues los puntos de muestreo no son exactamente los mismos aunque representen los mismos paisajes fisiográficos. Altos tenores de microporosidad (22-33%) se registraron también en el área del río Tocamito (sitio Cavellino), la cual había sido aprovechada 18 años antes de la fecha del estudio en referencia (1994). Desafortunadamente no se dispuso de los valores de microporosidad antes de la intervención del bosque. • Las áreas del bosque que quedan cubiertas con materia orgánica, como residuos de la cosecha, mantiene por más tiempo y en mejor estado la microporosidad; lo que no sucede en las áreas atravesadas por carriles de movilización de los bulldozeres, en donde el efecto es marcadamente negativo. • El deterioro de la estructura puede causar saturación prolongada en el dominio de poros finos de los horizontes superiores del suelo. El mayor daño y cambio sobre ella debe atribuirse a la destrucción del bosque residual postaprovechamiento por parte de los colonos para practicar una agricultura de subsistencia, según el muestreo realizado en La Balsa por De Las Salas. • Con respecto a la profundidad efectiva y el drenaje, en algunas zonas del catival existen suelos como los Fluventic Hapludolls, reportados por Villota (1991) en el conjunto Clavellino (zona catival del interfluvio Atratro-Truandó) con excelentes propiedades físicas y desarrollo pedogenético en los cuales son notablemente mejores las condiciones de drenaje y la profundidad efectiva o zona de crecimiento radical; así como también existen muchos suelos de pobre drenaje como los Tropic Fluvaquents, reportados por De Las Salas citando a Villota, en la zona del río Tocamito. Con respecto a estas dos propiedades edafológicas se deduce que el impacto de las operaciones de aprovechamiento (apeo y extracción) es mucho menor en el bosque con tipos de suelos Fluventic Hapludolls que en los Tropic Fluvaguents. O en otras palabras, los suelos de mayor profundidad efectiva y de mejor drenaje natural sufren menos efecto negativo por las operaciones de cosecha del Catival. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival • 87 La textura, y en especial el contenido de la fracción de arena, fue analizada por Ortíz, 1988; quien encontró que en el Catival A1 sin aprovechamiento las condiciones de infiltración son más rápidas (27 cm/hora) que en el mismo bosque bajo aprovechamiento (3,4 cm/hr); en cambio, halló que en el Catival A2 la situación es al contrario; y una situación intermedia de infiltración moderada se presentó en un bosque intervenido hace 16 años. Según De Las Salas, los valores más rápidos no siempre reflejan mejores condiciones de retención de humedad en el suelo; pero al analizar los anteriores resultados puede concluirse que el suelo mejora sus propiedades físicas después del aprovechamiento, cuando se deja el bosque residual sin perturbaciones posteriores. Marín (1991) concluyó que la compactación sufrida en el suelo por la alteración de la cubierta vegetal es muy poca y que se debe principalmente a la comprensión de las partículas sólidas dentro del espacio poroso pero que, posteriormente, ocurre un reordenamiento como consecuencia de la presión ejercida en la superficie por la caída de los árboles. Todos estos resultados, como también lo dice De Las Salas, sólamente deben tomarse con el carácter de ilustrativos del comportamiento edáfico del bosque sometido a las operaciones de extracción y transporte de trozas; además que se refieren únicamente muestreos localizados, por lo cual deben ser investigados más ampliamente. 2) Efecto de los canales de transporte sobre el suelo. El efecto de los canales de transporte de trozas se manifiesta en el drenaje lateral en dos sentidos: recarga (del canal hacia adentro) y descarga (de adentro hacia el canal). El análisis del impacto de los canales debe efectuarse con base en los valores de humedad gravimétrica y textura. De Las Salas tomó muestras para su estudio, en época de lluvias, a 3,6 y 12 m de distancia de la orilla de tres canales y halló valores de humedad gravimétrica de 22 al 31%; también obtuvo datos de fracción arena de 40-70%. La saturación de humedad se encontró por encima del 50%, para todas las muestras y en todas las distancias de la orilla de los canales; esta circunstancia impidió establecer hasta qué distancia de la orilla es efectiva la influencia de los canales; el autor recomendó repetir la toma de muestras en verano. Villota (1991) halló en la zona de los ríos Tócamo y Tocamito que en suelos de perfil AC-C, masivos, gleyizados, pobremente drenados y superficiales, la tabla de agua puede ser del orden de 50 cm; que un 50% puede drenar hacia el canal en pendientes de 2 a 4% y que el restante 50% permanece semiestancado en época de lluvias; consumido por las raíces y recirculado a la atmósfera por evapotranspiración. El mismo autor, citado por De Las Salas, reporta en un catival del plano inundable de la llanura de los ríos Truandó - Chintadó la presencia de suelos de perfil A- Bw-C (Fluventic Eutropepts), jóvenes, profundos, bien drenados, medianamente estructurados, en los cuales su microtopografía plana convexa con pendientes no superiores al 2% y su buena condición de drenaje hacen que las inundaciones sean de corta duración, además que se posibilita un efecto de “recarga” del canal hacia adentro. El mismo autor encontró que en los cativales del plano inundable de la llanura de los ríos Domingodó - Partadó Atrato, los suelos están caracterizados por presentar inundación prolongada con agua freática próxima a la superficie, son poco desarrollados, de perfil A-Bw-Cg (Aeric-Fluventic-Tropaquepts) moderadamente profundos e imperfecta a pobremente drenados afectados por un hidromorfismo marcado, ocupando un Basín o cubeta cóncava o plana-cóncava; de modo que en ellos el efecto de los canales de transporte sea similar que en el primer caso. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 88 La anterior circunstancia hace que el suelo permanezca húmedo la mayor parte del tiempo cubriendo las necesidades hídricas de las raíces (agua aprovechable), con lo cual se favorece, especialmente, a la regeneración natural del bosque residual; de modo que en el aprovechamiento industrial de estos cativales las entidades que hacen la cosecha deben adoptar métodos de aprovechamiento para beneficiar al recurso de dicha ventaja. 3) Efectos en los carriles de extracción • Caracterización de los carriles. Son líneas establecidas por la extracción de los troncos en las labores de aprovechamiento mediante tractores de oruga que los halan; es muy importante tenerlos en cuenta por el impacto que se produce en la superficie del suelo y la vegetación; si bien progresivamente los tipos de tractores utilizados han sido cambiados por unos más livianos, más pequeños y, en general, de mejor adaptación a este tipo de labores, las evidencias empíricas, en un principio, y las científicas a partir de los estudios de CONIF, indican la evidencia de fuertes impactos y consecuencias sobre los componentes del catival. El área promedio de influencia de los carriles de movilización de bulldozeres varía entre 5 y 10 m de ancho. CONIF, 1995, realizó un estudio en el sitio Clavellino sobre un fragmento de Carril principal y en un Carril secundario, en el cual realizaron un muestreo de la vegetación en áreas de influencia de 2 x 30 m de un catival A2 explotado y que se ha recuperado, sin disturbaciones posteriores, a través de 21 años postaprovechamiento. El trabajo consistió, principalmente, en un inventario al 100% de todos los tipos de vegetación dentro de la superficie de un carril eligiendo una faja del mismo en parcelas base de (2 x 2 m) y en 15 repeticiones para un área total de 60 m2. • Caracterización Florística de los Carriles. La vegetación encontrada sustenta 72 especies aglutinadas en 32 familias y una abundancia total de 406 individuos. Esta vegetación la constituyen principalmente árboles (regeneración natural), hierbas, arbustos, enredaderas, bejucos y Arecaceae. El siguiente cuadro resume la información sobre la flora encontrada en los carriles. (Cuadro 32) La vegetación se caracteriza por ser de bajo porte, formando un estrato menor a 4 m de altura; no presenta una fuerte cobertura y, por el contrario, es frecuente la localización de individuos pero de reducida proyección octogonal; predominan los arbolitos y hierbas de bajo porte; la luz llega en muy buena proporción al piso del carril, considerándose que la mayoría de las especies encontradas son de carácter eminentemente cliófilo. La superficie del suelo está enriquecida por una no muy abundante capa de hojarasca, semillas y detritos que evidencia una tendencia a cierto desarrollo de la sucesión. Por su abundancia las especies de mayor significado son Piper multiplinervium de hábito “Bejuco” seguida de la regeneración de Castilla elástica “Arbol”; Pouteria caimito “Arbol”, además de Anthurium interruptum “enredadera”; otras especies también destacadas por su abundancia son Castilla tunu “Arborea”, Trianea sp. “Bejuco”, Inga semialata “Arborea”; Inga sapindoides “Arborea”, y Monstera sp una philodendron de hábito bejuco. Existen otras especies con 30% de la participación total (21 especies) que tienen muy poca abundancia (solo tienen un individuo) como Pterocarpus oficinalis; Chrysachlamis sp; Brownea sp; Anacardium excelsum; Inga psittacorum; Tetrathylacium johansennii; Brosimun alicatrum y las palmas Geonoma oxicarpa; Astrocaryum standieyanum; Astrocaryum malibo y Bactris paula, entre otras. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival CUADRO 32. 89 VEGETACION EN CARRILES DE EXTRACCION DE UN CATIVAL A2, 25 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO (CLAVELLINO, RIOSUCIO, CHOCO) NOMBRE COMUN Amarraboyo Araceae Araceae corazón Arracacho Bobosaino Bambudo Banco Bayoneta Bejuco Bejuco apocynaceae Bejuco clavo de agua Bejuco clusia Bejuco de la cruz Bejuco grib Bejuco peludo Bejuco tortugo Bordón Caimitón Caimo Canillón Caracolí Castilla Cauchillo Chagará Chagará Chagará Costillo acondado Costillo redondo Encumbrado Guamo Guamo cajeto Guamo churimo Guamo peludo Guamo rosario Guaraguao NOMBRE CIENTIFICO Maquira costaricana (Standl) Philodendron inaequilaterum Rhodospatha wendandii Neea delicatula Standl. Dieffenbachia oerstedli Schott Ptecarpus oficinalis Jacq. Hernandia didymantha Donn. Anthurium aff. interruptum Micania sp Forsteronia sp N.N. Chrysochlamis sp. Brownea sp Trianea sp. N.N. Hippocratea sp. Ruprechtia sp. Chrysophyllum sp. Pouteria caimito (R. & P.) Piper reticulatum L. Anacardium excelsum Castilla elastica Castilla tunu Hensl. Trichilia martiana Trichilia poeppigii Trichila quadrijuga Kunth Aspidosperma sp. Sloanea sp. Stenosolen aff. holotturia Inga edulis Mart. Inga sapindoides Inga semialata Inga soffordiana Pittier Inga aff. Psittacorum L. Uribe Coccoloba willamsii Standl. FAMILIA Moraceae Araceae Araceae Nyctaginaceae Araceae Papilonaceae Hernandiaceae Araceae Asteraceae Apocynaceae Clusiaceae Clusiaceae Solanaceae Loganiaceae Hippocrateaceae Polygonaceae Sapotaceae Sapotaceae Piperaceae Anacardiaceae Moraceae Moraceae Meliaceae Meliaceae Meliaceae Apocynaceae Elaeocarpaceae Apocynaceae Mimosaceae Mimosaceae Mimosaceae Mimosaceae Mimosaceae Polygonaceae HABITO No. H. * (cm) Arbol Enredadera Bejuco Arbol Hierba Arbol Arbol Enredadera Bejuco Bejuco Bejuco Plántula Bejuco Bejuco Bejuco Bejuco Arbolito Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbusto Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol 6 6 4 5 7 1 2 27 3 2 1 1 1 15 3 2 3 2 36 2 1 38 21 3 7 11 2 8 5 6 13 18 5 1 2 15.67 87.83 56.00 13.40 22.29 16.00 18.00 25.04 300.33 38.00 170.00 42.00 52.00 57.13 37.00 300.00 52.00 18.50 15.94 26.50 19.00 12.61 23.95 13.67 33.29 10.55 14.00 20.75 82.00 14.50 22.62 23.61 19.20 25.00 25.00 Continua... Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 90 CUADRO 32. VEGETACION EN CARRILES DE EXTRACCION DE UN CATIVAL A 2, 25 AÑOS POSTAPROVECHAMIENTO (CLAVELLINO, RIOSUCIO, CHOCO) NOMBRE COMUN Guasco Guasco Helecho clavelino Helecho moreno Hoja rayada Hoja tuga Huesito Huevo de berraco Huevo de tigre Lirio Oquendo Oreja de mula Oreja de mula Pacó gustavia Palma cortadera Palma guerregue Palma rucia Palmilla Paperamia Paperamia blanca Philodendron Piper Platanillo Platanillo lenguevaca Po Purula o mecedor Rastrera Rubiaceae Selaginela Vela rub. Virola Cansamuchacho Yaya muerto de risa Yaya sangre Zanca de mula Mil hoja *H= ALTURA NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA HABITO No. H. * (cm.) Eschweilera garagarae Pittier Guateria tanduzii Diels. Cyclopteris semicordata Diplazium grandifolum Sw. Lochroma sp. Calathea insignis Peters Tetrathylacium johansemii Standl. Tabernaemontana chocoensis Clavija mezzii Pittier Crinum enebescens Alt. Brosimum alicastrum Sw. Philodendron podophyllum Schott. Anthurium panduriforme Schott Gustavia nana Geonoma oxicarpa Mart. Astrocaryum standleyanum Bailey Astrocaryum malbo Karst. Bactris paula Balley Piper multiplinervium C. D.C. Piper scansum Trel & Yunk. Monstera sp Piper darienense C. D.C. Heliconia atratensis Heliconia brachyanta Heliconia sp Quararibea asterolepis Pitt. Marcgravia sp Indet. 2 Selaginella arthritica Alston Indet. Iryanthera ulei Unonopsis aff. gracilis Oxandra sp Oxandra panamensis R.E. Fries Acalipha diversifolia Jacq. Guapira cf. costaricana Lecythidaceae Annonaceae Polypodiaceae Polypodiaceae Solanaceae Maranthaceae Flacourtiaceae Apocynaceae Theophrastaceae Liliaceae Moraceae Araceae Araceae Lecythidaceae Arecaceae Arecaceae Arecaceae Arecaceae Piperaceae Piperaceae Arecaceae Piperaceae Heliconiaceae Heliconiaceae Heliconiaceae Bombacaceae Marcgraviaceae Rubiaceae Selaginelaceae Rubiceae Myristicaceae Annonaceae Annonaceae Annonaceae Euphorbiaceae Nyctaginaceae Arbol Arbol Hierba Hierba Arbusto Hierba Arbolito Arbolito Arbusto Hierba Arbol Bejuco Enredadera Arbol Palma Palma Palma Palma Bejuco Hierba Bejuco Hierba Hierba Hierba Hierba Arbol Enredadera Arbusto Hierba Arbolito Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol Arbol 2 2 1 3 1 1 1 1 5 1 1 2 1 2 1 1 3 1 54 2 10 2 4 2 2 1 3 4 2 1 1 6 4 1 3 3 75.00 54.50 12.00 39.00 42.00 10.00 16.00 137.00 78.00 6.00 16.00 12.00 36.00 23.50 80.00 25.00 54.33 30.00 20.91 9.00 31.20 25.00 130.50 117.50 7.50 9.00 59.33 17.75 4.50 30 55.00 19.50 46.50 10.00 16.33 6.67 No. de Individuos: 406; Proyecto CONIF-PIZANO S.A. No. de Especies: 72 Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 91 Del estudio en cuestión se concluye que aunque los carriles sustentan una cierta proporción de las especies del Catival clímax, su vegetación se considera que aún se halla en una etapa sucesional temprana; con una estructura, composición y evolución que le confieren baja condición ecológica y silvicultural al catival. Comparativamente con sitios aprovechados pero no disturbados por la maquinaria, se estima que el bosque de los carriles requiere más largos años y muchos más esfuerzos técnicos y económicos para recuperarlo con fines del manejo para la producción y la conservación. Efectos sobre la condición silvicultural del bosque Se denomina aquí “condición silvicultural del bosque” a aquel conjunto de características deseables de la biota del ecosistema forestal, especialmente de la comunidad vegetal, que viabilizan y potencializan su manejo “in situ”; de manera que respondan positivamente a la aplicación de prácticas y tratamientos silviculturales en términos de recuperación y productividad biológica expresadas como la generación sostenida de bienes económicos y servicios ambientales. La condición silvicultural del catival puede ser considerada sin aprovechamiento o después de éste. Su medición y evaluación se basa en un sin número de indicadores, de los cuales los más prácticos de cuantificar, y para los cuales la ciencia forestal posee metodologías, son: a) b) c) d) e) f) Indice de Existencias (IE), bien sea de todas las especies del bosque o sólo de aquellas de interés comercial como las maderables. Indice de existencias de las especies comerciales de Alto Interés (Grupo A). Indice de existencias de las especies maderables de Interés Potencial (Grupo B). Calidad Organográfica de los individuos o árboles de las poblaciones de interés para el aprovechamiento o el manejo; en términos de Calidad de Copa (QC), Competencia de Copas (CC), Posición de Copa (PC) y Competencia de Fustes (IR). Presencia y eficiencia de las poblaciones de animales claves para la polinización y la dispersión de las especies vegetales, especialmente de aquellas objeto del manejo. Estado cuantitativo y cualitativo de los recursos del bosque, como nutrientes, agua, radiación solar en cada compartimento, requeridos para el desarrollo exitoso de las especies, especialmente de aquellas objeto del manejo. Una de las herramientas de la silvicultura para tales fines, especialmente para evaluar parcialmente los indicadores del a) al d), es el Diagnóstico de la Regeneración Natural. En dos de los ensayos de campo de CONIF se hizo dicho diagnóstico en 1981 en un Catival A1 de La Balsa (Chocó), tanto antes como después de su aprovechamiento mediante el método industrial actual. Se empleó la metodología del Muestreo Lineal aplicado por el Malayan Uniform Sistem; (véase Anexo 1) se analizó el estado silvicultural para las especies arbóreas comerciales del Catival, como Cativo, roble , güino, virola, entre otros. Los resultados obtenidos indican que, en primer lugar, el análisis para la regeneración de fustales (árboles de DAP >10 cm), la diferencias de Indices de Existencias, que es una variable determinante para evaluar el potencial de regeneración natural, las diferencias son dramáticamente diferentes entre el Bosque Virgen (sin aprovechamiento) con I.E. de 100% y el Bosque con Aprovechamiento Industrial Actual con I.E. de apenas el 30%; también con diferencias estadísticas significativas entre estos dos estados del Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 92 catival Aunque no lo son tanto para la calidad organográfica de los mismos. En segundo lugar, el análisis de la Regeneración Natural Temprana (plántulas de las especies sujeto del manejo entre 30 y 150 cm de altura y hasta 5 cm de diámetro del tallo), mostró la misma tendencia con I.E. de 74% para las especies del grupo A y de 59,2% para el conjunto de las especies A+B y de 25,5% y 34,8, respectivamente, en el catival con aprovechamiento industrial actual. Por otra parte, en los ensayos se halló que siete y tres años, respectivamente, después del aprovechamiento industrial, la composición florística y la estructura eran diferentes al estado deseable para iniciar una conducción silvicultural, como se anotó en los ítems Prioretum intervenido 5 años postaprovechamiento y Prioretum intervenido 0 años postaprovechamiento en el Capítulo de Organización y Dinámica Sucesional. La misma situación de degradación de la condición silvicultural por el aprovechamiento actual se aprecia en los Cuadros 33, 34 y 35; como se aprecia, en el catival A2 sin aprovechamiento la regeneración temprana está constituida por un total de 36 especies, de las cuales 25 son de la sucesión clímax, en tanto que en el explotado lo está por un total de 39 de las cuales, en cambio, sólo por 20 de ellas: Pero, lo que es más importante, las especies maderables objeto de un primer manejo del catival tienen una importancia ecológica (IVI) mucho mayor en el Catival Virgen que en el aprovechado con método industrial actual; por ejemplo, el Cativo tiene un IVI de 37,1 en el primer caso, contra 4,0 en el segundo; el güino de 5,4 contra sólo 1,4; especies no deseadas para el manejo y cuya eliminación implica altos costos y demora para el manejo tienen mayor IVI en el bosque explotado que en virgen: por ejemplo el cauchillo (Castilloa) tiene 16,8 contra 8,5; el yarumo (Cecropia) 4,9 contra 1,5, el yaya (Xilopia) 13,4 contra 6,6. Todos estos casos de impacto sobre los recursos y la vegetación indican un desequilibrio en la condición silvicultural del catival, derivado del aprovechamiento industrial actual. Efectos sobre el recurso hídrico No hay información sistemática y cuantitativa al respecto, sólo existe la siguiente información empírica y cualitativa sobre el respecto: 1) Alteración de los caudales y los regímenes hídricos (flujos, reflujos e intercambios), debido a la construcción de diques, canales artificiales y desviación de cursos de agua, y generando condiciones propicias para la pérdida de calidad biológica y físico-química de la misma. 2) Vertimiento de fluídos contaminantes, como residuos de gasolina roja, ACPM, aceites lubricantes, soluciones de químicos aplicados para la preservación de las trozas, aceite quemado empleado para el funcionamiento de las motosierras y aguas servidas por consumo humano, entre otros; los cuales degradan o alteran las condiciones físicas, químicas y bióticas de las aguas, con mayor incidencia en este caso del catival en que el transporte de los productos se hace por canales artificiales, caños, quebradas, ciénagas y ríos. 3) Obstrucción y eutroficación de cuerpos de agua por la construcción de vías de extracción con diques o tapones para regular los niveles del caudal en épocas de “verano”. 4) La disposición indebida de residuos vegetales del aprovechamiento, como cortezas, puntas de troncos, ramas, troncos o trozas hundidas, en los canales artificiales, las quebradas, caños, ciénagas y ríos, que altera las condiciones biológicas, microbiológicas y físico-químicas de las aguas. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. ∑ 10 9 8 7 6 5 4 3 CA CA 5 4 4 4 3 4 4 5 3 5 4 4 4 5 5 3 5 3 5 PC 3 4 4 4 4 4 4 4 5 4 4 4 5 5 3 4 4 4 QC ll LL CD DD CD CD LL CD LL CD CD DD LL LL DD LL DD LL CC c C 0 0 C C C 0 0 C C C 0 CC C C C 2CAE (CAIB) CAE CAE CAE CAE (A1B) CAE 2CAE 100% 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 CL Te-(u) i.e VARIABLES DIAGNOSTICAS 5 3 1B CA CA 2 3 CA CA 6 CA 4 1B CA 2 CA CA 3 2 CA CA 2 6 CA 8 CA 3 CA CA 5 CA 2 CA 2 8 CA 1 CT L/S No. SUBP. 3 0 0 0 1 0 0 2 0 0 0 SAT 11 2 4 1 1 2 1 1A 10 2 1 1 1 1 1 2 1 1B 7 1 2 2 1 1 2 3 1 1 1 3 1 1 4 0 5 6 0 POBLACION POR CLASE DE Ø 0 7 1 1 8 cpb bbc bbii bbpk bbkk bbpc bbii bbii bbc bbcc OBSERVACIONES CUADRO 33. DIAGNOSTICO DE REGENERACION DE FUSTALES EN CATIVAL A1 POSTAPROVECHAMIENTO INDUSTRIAL VIRGEN 38 47 29 14 18 35 60 13 36 21.5 33 15 60 81 34 53.5 21 L/S DAP Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 93 Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 94 CUADRO 34. SUBP. No. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 DIAGNOSTICO DE REGENERACION DE FUSTALES EN CATIVAL A1 POSTAPROVECHAMIENTO INDUSTRIAL ACTUAL VARIABLES DIAGNOSTICAS POBLACION POR CLASE DE Ø OBSERVACIONES L/S CA RO CT 5 1B PC QC 5 CC CL Te-(u) 4 4 i.e SAT 1A 1B 0 0 0 1.0 0 0 0 1.0 1.0 0 3 1 3 2 1 3 1 2 1 2 30% 12 LL 0 2ROE CI O ROE 4 ∑ 2 2 3 4 5 6 7 8 bbck bbbk bbkc bbkp bbkp bbkk bkkk bkkk bbk bbk 2 1 1 2 1 1 12 3 0 0 1 0 0 1 0 Fuente: Archivo CONIF CUADRO 35. DIAGNOSTICO DE REGENERACION DE FUSTALES EN CATIVAL A1 POSTAPROVECHAMIENTO INDUSTRIAL DIRIGIDO SUBP. No. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 VARIABLES DIAGNOSTICAS L/S CA CA CT PC QC CC 4 3 5 5 4 4 LL LL CA CA CA ca 5 4 2 3 5 5 3 5 5 5 4 4 LL LL CD ll CA CA 5 4 5 5 4 4 LL LL ∑ Fuente: Archivo CONIF Proyecto CONIF-PIZANO S.A. CL Te-(u) C C 0 0 0 POBLACION POR CLASE DE Ø i.e SAT 1A 1.0 2 3 1 1 2 1 2 1 1 1.0 1.0 1.0 1B 1.0 50% 13 4 5 6 7 8 1 1 1 2 3 2 1 1 1 1 2 1 10 4 5 1 1 1 1 bbbkk bbb ccbb 1 bbb bbb bbbp bbpp 1 4 OBSERVACIONES bbbkk bbbk bbbkk 1 0 1 3 0 2 2 1 DAP L/S 0 0 0 45 41 18 26.5 53 42 Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 95 Relación entre aprovechamiento del Catival y biodiversidad En el caso del Prioretum este punto es sumamente álgido, debido a que se halla en la región del Chocó biogeográfico, considerado uno de los más importantes “hotspots” del planeta, dadas sus condiciones especiales de riqueza y diversidad biológica. Tres ejemplos ilustran la importancia de la riqueza florística de los bosques de esta provincia, entre ellos el Catival. El primero (Hammell, 1990) en la Reserva Biológica La Selva, Costa Rica, en cuyas 1.000 ha de bosque húmedo tropical primario se han encontrado 1.450 especies vegetales vasculares, de las cuales las epífitas son el grupo más numeroso, en tanto que los árboles más los arbustos constituyen menos del 50%. Los helechos son el conjunto más representado, seguido por las mocotiledóneas Orchidaceae y Araceae (familias constituidas básicamente de especies epífitas); de los 16 géneros más abundantes sólo dos contienen especies de árboles grandes: Inga y Ocotea. El segundo ejemplo (Hubbell, 1990), es el de la Reserva de Isla de Barro Colorado, Panamá, donde el número de especies herbáceas (incluidas las epífitas) es aproximadamente igual al de especies arbóreas y los grupos más importantes son Pteridófita, Orchidiaceae y Araceae. También de los 16 géneros con más especies, sólo dos son de árboles: Inga y Ficus. Y el tercer caso es el estudio ecológico del catival con énfasis en su diversidad, ya presentado en una sección anterior del presente documento. En la perspectiva de la utilización sostenible de estos bosques tan complejos, incluido por supuesto el Catival, la visión completa de la composición florística y la estructura es un elemento fundamental a aplicar. Sin embargo, y como antes se dijo, tradicionalmente se ha cometido el error de incluir en la planificación de su aprovechamiento sólo al componente arbóreo, dejando de lado a los arbustos, hierbas, epífitas, plantas inferiores, hongos, líquenes, musgos, hepáticas y demás formas vegetales, además de la fauna. Lo anterior, lleva a la conclusión que una intervención silvicultural o de aprovechamiento del ecosistema catival debe estar antecedida del conocimiento de su RIQUEZA y su DIVERSIDAD. En el caso del estudio sobre este tema realizado por CONIF, 1993, “Estudio del Catival Clímax y 21 años Postaprovechamiento con énfasis en su Biodiversidad”, fueron evaluados dos bosques de Cativo (Prioria copaifera) en la zona del Bajo Atrato (Chocó), uno en bióstasis y otro de 21 años de edad de haber sido intervenido mediante cortas selectivas para cosechar el Cativo mediante un aprovechamiento mecanizado; e incluyó todos los grupos de plantas vasculares existentes en el ecosistema. Las conclusiones más relevantes fueron que el ecosistema Catival a los 21 años postaprovechamiento tiene una estructura y composición diferentes a las del Catival clímax, como resulta obvio de dicho tipo de intervención. El estado de su diversidad para formas vegetales mayores a 1 cm de diámetro es sensiblemente diferente, pues a los 21 años sólo presenta cerca del 80% de su riqueza florística inicial y la mayor diferencia se presenta en cuanto a la abundancia y la importancia biológica de las especies del Catival clímax cuyas poblaciones se merman considerablemente. Las especies de mayor importancia ecológica en el clímax se hallan ocupando posiciones intermedias a los 21 años postaprovechamiento. Sin embargo, a nivel global, puede considerarse que tales cambios no amenazan la supervivencia del ecosistema, la integridad de sus poblaciones o la supervivencia de la mayor parte de las especies vegetales. Con fines silviculturales y de manejo para la producción, el estado de la biodiversidad del catival después del aprovechamiento se puede calificar de aceptable, al igual que la condición ecológica del bosque. Con fines de conservación y preservación de recursos genéticos la situación puede ser muy diferente; de ahí la necesidad de realizar una ordenación forestal para establecer cuáles cativales se dedicarán a la producción y el manejo, cuáles a la preservación y la conservación “in situ” o cuáles a función mixta. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 96 Hipótesis de disgénesis en el Catival relacionada con su explotación Entre los investigadores forestales, como Zobel, B. y Talbert, J., 1988 y Del Valle, J., 1993, existe la preocupación por un nuevo aspecto resultante de la intervención incontrolada de los bosques naturales, como el Catival; consistente en la probable pérdida de la variabilidad y la riqueza genética de sus especies de mayor demanda comercial e industrial. Es decir, la existencia de una erosión genética intraespecífica sobre todo en aquellas especies sometidas a una mayor presión de aprovechamiento como el Cativo, en el caso del aprovechamiento industrial, y del roble (Tabebuia rosea), el caracolí (Anacardium excelsum) y el olleto (Lecythis tuyrana), entre otras, en el caso de la explotación artesanal. A lo anterior habría que sumar un factor aún más devastador causante de pérdida de recursos genéticos; consistente en la pérdida de biodiversidad a causa de la colonización espontánea. Este proceso de pérdida genética se sucede tanto a nivel de especies como de poblaciones vegetales. Pero otra forma indirecta de degradar el ecosistema Catival sucede cuando en el aprovechamiento son eliminadas especies claves en las cadenas tróficas (por ejemplo las especies del género Ficus, vitales para la manutención de aves sobre todo en épocas de escasez de alimento). Propuesta de aprovechamiento dirigido del Catival primario Para abordar el tema del aprovechamiento del Catival es necesario tener en cuenta las siguientes premisas: a) Que las empresas forestales organizadas posean amplio conocimiento, experiencia e infraestructura sobre la tecnología del aprovechamiento del Catival. b) Que no puede desconocerse la necesidad de un punto de equilibrio entre aprovechamiento técnico/ rentabilidad de capital/oportunidad de suministro de materia prima industrial. c) Que en el corto y mediano plazo es bastante difícil cambiar radicalmente el actual sistema de aprovechamiento de este bosque. d) Que es claro que con el método actual se originan bosques de irregular condición biológica y silvicultural, que hacen más compleja la reconstrucción del ecosistema, y más lenta la recuperación del bosque para la producción. e) Que el aprovechamiento del catival está enfocado eminentemente a productos madereros. f) Que existe una altísima incidencia de explotación ilegal por parte de lugareños y madereros furtivos, lo cual no garantiza el control sobre las áreas permisionadas ni la aplicación de prescripciones técnicas acerca de las operaciones de cosecha. g) Que el diagnóstico de efectos del actual método de aprovechamiento, anteriormente expuesto, sugiere que éste debe ser mejorado. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 97 En consecuencia, como estrategia silvicultural para el manejo de los cativales no intervenidos, se propone el Mejoramiento del Método Actual de Aprovechamiento. Este aprovechamiento dirigido, sin ser el sistema ideal, se vislumbra como la posibilidad más viable ante la poca factibilidad de cambiar radicalmente el sistema actual del aprovechamiento industrial; el desembosque con globos, helicópteros o cables aéreos, y otras alternativas tecnológicas en su momento ya han sido consideradas y analizadas por algunos de los usuarios e investigadores del catival, siendo descartadas por diversos motivos. Lo más práctico y útil en el corto y mediano plazo consistiría en hacer aquellas modificaciones al actual sistema de explotación de manera que se atenúen los efectos ya descritos; sin pretender llegar a una sofistificación tecnológica, sino más bien a la introducción de sencillas variantes, recomendadas con base en los resultados de los estudios y ensayos de campo desarrollados por CONIF durante 16 años en la región del Bajo Atrato y el río León. El Aprovechamiento dirigido consistirá en el desarrollo de los siguientes puntos técnicos: • Ordenación y zonificación de los cativales de la región de Urabá. • Reconversión de las operaciones de cosecha. • Reconsideración del diámetro mínimo de cortabilidad. • Programación de la cosecha en concordancia con la fenología del ecosistema. • Determinación preaprovechamiento de la condición silvicultural. • Socialización e integralización del aprovechamiento del catival. • Investigación y desarrollo de productos no maderables. De modo general, se recomienda efectuar las siguientes actividades: ❒ Ordenación y zonificación de los cativales de la región de Urabá Establecimiento de una zona permanente de bosques de cativo. Se requiere establecer unidades regionales, con base en trabajos de zonificación e inventario, identificando áreas de catival protectoras, productoras o de uso agropecuario. En cada zona identificada como de vocación y uso forestal se definirán modelos de ordenación forestal. Como indicador de este trabajo se creará, bajo criterios legales, sociales y técnicos, una zona forestal permanente conformada por una cobertura de bosques de Cativo, la cual deberá ser delimitada y declarada por el Ministerio del Medio Ambiente y por la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Chocó -CODECHOCO. Esta zona se constituirá en el patrimonio de la región y el país, a manera de stocks o existencias de cativales, con el objetivo de asegurar y mantener la permanencia del ecosistemas y para planificar su conservación, uso y desarrollo. Este Patrimonio Forestal Permanente involucra, además de las Zonas de Catival Productoras, a áreas ambientalmente sensibles como las reservas de Catival para la protección y las áreas del sistema de Parques Nacionales (PNN “Katíos”), entre otras. Declaración de zonas de catival para la producción. Posteriormente, y dentro de la zona permanente de catival, deben ser delimitadas y creadas unas zonas de catival para la producción, a manera Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 98 de Zonas Forestales Productoras que, dadas sus condiciones ecológicas, sociales y económicas, permitan ser colocadas bajo un régimen productivo con base en la formulación y aplicación de planes generales de ordenación. Estas zonas productoras estarán constituidas tanto por cativales clímax sin intervención como por cativales de segundo crecimiento en diferente estado sucesionales. En cada zona productora se concentrarán los esfuerzos de aprovechamiento sustentable y manejo silvicultural, con la participación integrada de las empresas forestales, las comunidades locales y el Estado. Le corresponderá al Ministerio del Medio Ambiente y a CODECHOCO llevar a cabo un programa continuo y dinámico de evaluación de las coberturas de aquellas áreas que presentan superficies con bosque de cativo, así como de las que se encuentran sin cobertura boscosa. Elaboración de planes generales de ordenación para cativales productores. Una vez declaradas las ZFP de catival, CODECHOCO formulará el Plan General de Ordenación Forestal para cada una de ellas, en los cuales se presentarán de manera global las características de las zonas mediante análisis de oferta y demanda ambiental. Sobre las cuales los usuarios individuales o empresariales presentarán oferta para acceder a su uso continuado y sostenible. Una vez que un usuario ha adquirido permiso sobre una zona productora deberá elaborar, presentar y ejecutar uno o varios Planes Detallados de Ordenación (PDO) en ejecución, que tienen como característica principal un modelo de ordenación que considera subdivisiones, las cuales pueden ser Unidades de Aprovechamiento Anual ó Unidades de Manejo Silvicultural, de acuerdo con sectores de aprovechamiento anual. Su delimitación se hará con base en interpretación de fotografías aéreas u otras fuentes de información, obtenidas a través de técnicas de percepción remota. Se deben también demarcar claramente en el campo las zonas que se encuentran bajo ordenación, mediante la colocación de avisos visibles en puntos claves de los linderos de las mismas. Estas unidades deben ser definidas en un corto plazo, como condición indispensable para la puesta en marcha de un esquema coherente de aprovechamiento sostenible. Este proceso deberá contar con un fuerte énfasis de participación comunitaria y la aplicación de importantes recursos económicos, financieros y humanos, además de lo técnico. Igualmente, requiere tener en cuenta criterios de conservación de la diversidad biológica, para lo cual se hace necesario que la utilización del catival esté acompañada de planes, instrumentos y acciones tendientes a establecer y aplicar las medidas de investigación o de otra índole que se requieran para garantizar su conservación. Con estos propósitos los bosques del Catival tipo A1 presentan las mejores posibilidades de ser consideradas como zonas productoras y objeto del manejo, pues poseen las mejores características biológicas, de acceso y de existencias de Cativo, además que son las que menor presión de colonización sufren. ρ Reconversión de las operaciones de cosecha En el ensayo de campo de CONIF sobre “Estructura y Dinámica de la Regeneración Natural y Formas de Aprovechamiento del Catival”, desarrollado durante 7 años consecutivos, fue estudiada y analizada la respuesta del Catival a dos tipos de aprovechamiento: uno llamado Aprovechamiento Industrial Actual (ó Aprovechamiento actual) y otro llamado Aprovechamiento Industrial Mejorado (ó Aprovechamiento dirigido), además se les comparó con Bosque Clímax sin ntervención. Durante los siete años se hicieron consecutivamente mediciones anuales en los tres tipos de intervención del bosque. Del cual se concluyó que evidentemente la composición, estructura, produc- Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 99 tividad y condición silvicultural son significativamente mejores en el bosque sometido a un aprovechamiento dirigido que el que fue aprovechado de manera “actual o tradicional”. a. Aprovechamiento actual: es decir, el aprovechamiento industrial tal y como ha sido realizado tradicionalmente. b. Aprovechamiento dirigido: en este método se cumplieron las prescripciones técnicas sobre dirección de caída del árbol y desembosque. En el aprovechamiento dirigido la dirección de caída fue orientada buscando dos cosas: primero, minimizar los daños a la vegetación circundante y, segundo, que los árboles tumbados quedarán dispuestos en posición favorable hacia las líneas de extracción de manera que los bulldozeres tuvieran que realizar el menor número posible de movimientos para cargarlo y que, a la vez, se disminuyera su distancia de arrastre. El desembosque fue sometido a control en cuanto a que los bulldozeres procuraran desplazarse sólamente por la vías de extracción predeterminadas o que, en su defecto, afectaran con el arrastre el menor área posible del suelo dentro del bosque. En cuanto a la dirección de caída, muchas veces no se obtuvo debido a factores como presencia de vientos, inclinación natural del árbol y posición de la copa muy entrelazada con otras vecinas; se halló que, dada su experiencia, es el operador quien suele decidir la dirección de caída. Tratando de hacer el corte con dirección de caída, el rendimiento de tumba y descopado fue de 8-10 árboles/día, sensiblemente inferior al que en ese tipo de bosque comúnmente tenían los operarios, de 12 árboles. Para esta operación se empleó un equipo de un motosierrista y un ayudante, para el descope. El arrastre de desembosque para extraer las trozas se efectuó con tractor Caterpilar D6C, empleando un operador y 2 ayudantes, una vez apuntaladas las trozas con el Winche fueron arrastradas en una distancia de 1.000 - 1.200 metros, en promedio, hasta el patio o botadero y arrojadas al canal para ser embalsadas y transportadas en remolcador, como ya se dijo, procurando disturbar la menor superficie de suelo. En el desembosque corriente empleado en ese bosque la distancia máxima de arrastre era de 800 m en promedio. En el ensayo se dificultó evitar que la máquina entrara a la parcela debido a que el cable no alcanzaba a extraer las trozas que quedaban hacia la parte más interna de la parcela. En total se extrajeron 118 árboles, que arrojaron un volumen de 909,374 metros cúbicos. En cada tratamiento se midieron y evaluaron las siguientes variables: Indice de Existencias de la Regeneración Natural (IE), Estructura de la Regeneración Natural Temprana (población de Brinzales y Latizales) de las Especies Arbóreas (Indice de Valor de Importancia -IVI/200), Importancia Ecológica de las Especies Arbóreas -población de fustales- (Indice de Valor de Importancia -IVI/300), crecimiento en DAP de todas las especies arbóreas con énfasis en el Cativo, Crecimiento del bosque (Incremento Medio Anual - IMA y Crecimiento Corriente Anual - CCA- en AREA BASAL para todas las especies arbóreas y para el Cativo. Los resultados obtenidos justifican plenamente las bondades de procurar la reconversión de las labores de cosecha ya referidas; como lo muestra el Cuadro 36. Los indicadores ecológicos y silviculturales muestran significativamente la bondad de introducir las mejoras a las operaciones de cosecha, así ésto no se consiga plenamente. Pero estas mejoras no sólo son necesarias en las operaciones de extracción o desembosque y de corta, que serían las más críticas en cuanto al impacto del aprovechamiento. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 100 CUADRO 36. INDICADORES DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO EN CATIVALES APROVECHADOS INDUSTRIALMENTE VARIABLE UNIDAD BOSQUE VIRGEN APROVECH. APROVECH. ACTUAL DIRIGIDO Indice Existencias Regeneración Temprana Especies Deseables % 74 13,5 38% Indice Existencias Fustales Especies Deseables % 100 30% 50% Importancia Ecológica Cativo en población de Brinzales + Latizales - A los 6 años postcosecha n/200 102 30 35 254 89 258 145 82 152 0,23 0,48 0,83 0,78 1,23 1,13 0,95 1,00 0,95 1,22 1,10 0,68 1,00 - 0,79 0,91 1,17 1,28 0,80 0,85 - 2,02 1,46 1,64 0,93 0,83 0,88 1,56 1,01 1,25 2,19 1,70 1,82 2,15 0,89 1,20 1,65 1,15 1,46 Importancia Ecológica Cativo en población Fustales • A los 3 años poscosecha • A los 6 años poscosecha n/300 Crecimiento DAP Cativo (IMA) • Clase diámetro 10-19,9 cm • “ “ 20-29,9 cm • “ “ 30-39,9 cm • “ “ 40-49,9 cm • “ “ 50-59,9 cm • “ “ 60-69,9 cm • “ “ 70-79,9 cm • “ “ > 80 cm IMA cm Crecimiento Area Basal/ha del Cativo (árboles de DAP > 10 cm) • A los 3 años poscosecha • A los 6 años poscosecha • Promedio de 6 años poscosecha IMA m2 Crecimiento Area Basalha Total Spp. • A los 3 años poscosecha • A los 6 años poscosecha • Promedio de 6 años poscosecha IMA m2 No. Total Especies Arbóreas (6 años poscosecha) # 15 27 33 No. Arboles afectados por operaciones de cosecha # 0 86 42 Fuente: Archivo CONIF En 1995, Pizano S.A, en su documento Proyecto de Aprovechamiento Integral Sostenible con Silvicultura Comunitaria para los bosques del área de Domingodó-Truandó en el Chocó introdujo en sus planes de aprovechamiento el mejoramiento de la cosecha. Del texto extrae, literalmente, la siguiente metodología considerada viable y recomendable. ρ Método Técnico para el Apeo y Troceado “Para efectuar las operaciones de apeo de árboles se utilizarán motosierras de alta cilindrada, con espadas de 36” y peso aproximado de 1.3 kilogramos, las cuales han demostrado buen rendimiento Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 101 y bajo desperdicio por daños a la madera durante el corte. Para la organización de la tumba se analizan preliminarmente los mapas de corta elaborados como producto del inventario precortas y se seleccionan los árboles portagranos, de manera que queden distribuidos en toda el área por aprovechar. Por otra parte, se organiza el orden en que se llevará a cabo el aprovechamiento, de acuerdo con las características físicas del área. Luego se procede a marcar los árboles portagranos en el terreno, a fin de evitar que sean derribados o que sufran daños por efecto del aprovechamiento. Una vez definida el área de apeo, se procede a la tumba de los árboles por el sistema Humboldt, el cual consiste en abrir la boca a profundidad equivalente a un tercio del diámetro y en la dirección que más convenga para la caída del árbol, tratando de evitar que sufra daños o los cause a los árboles vecinos. El trabajo se realiza efectuando el primer corte en la parte más baja del tronco y el segundo en forma ascendente, con inclinación de 30° desde la patera del árbol hasta el encuentro con el primer corte, procurando obtener una cuña perfecta, la cual es retirada mediante la utilización de un hacha. Por su parte, el corte de desnuque se efectúa a la altura del primer corte de la boca, realizando primero un corte circular sobre la albura, para luego profundizar de acuerdo con la línea de caída natural del árbol y la dirección predeterminada por el motosierrista. Por último, con la ayuda de cuñas plásticas que se incrustan en el último corte, se apoya y orienta la caída del árbol. Una vez derribado el árbol se procede al desarmado del tronco, procurando obtener la mayor longitud y tratando de beneficiar ramas gruesas y rectas que, eventualmente, puedan ser utilizadas en la fabricación de tableros aglomerados, obteniendo en esta forma el aprovechamiento óptimo de cada árbol. Cada equipo de trabajo está formado por dos personas: el operador, quien se encarga de manipular la motosierra para efectuar los cortes en el árbol, y el ayudante, cuya función consiste en limpiar el árbol de bejucos y lianas, cortar los arbustos que impidan la fácil operación, construir la ruta de escape, guiar al motosierrista en la precisión de los cortes, extraer la cuña de la boca de caída, clavar las cuñas plásticas cuando sea necesario y colaborar con el operador en las labores de desamarre del fuste. Cada equipo de trabajo alcanza un rendimiento promedio de 12 árboles (72 m3 ) por día de ocho horas de trabajo, de las cuales se emplean cinco en corte y tres en mantenimiento de la motosierra. El troceado del fuste se efectúa preferentemente, cuando éste se encuentra flotando en el agua de las vías de extracción o depósitos, donde las fuerzas de tensión en la madera se distribuyen y se corre el menor riesgo de rajaduras. Durante el trocero se procura seleccionar la calidad de las trozas, corregir la torcedura de los fustes y lograr trozas más uniformes, de fácil manejo, con longitud máxima de 15 metros y mínima de seis. ρ Método Técnico para la Extracción La extracción o transporte menor consiste en el traslado del fuste desde el sitio de apeo hasta los canales o cauces naturales de agua, para lo cual la empresa cuenta con tractores de oruga. Las carrileras principales de extracción son construidas en abanico a partir del botadero y hacia el interior del bosque, en la forma más recta posible y libres de obstáculos. Por cada botadero se construyen aproximadamente cinco carriles principales, a los cuales se unen los carriles auxiliares que comunican al carril principal con el sitio de apeo de los árboles. El botadero es un área despejada aledaña al canal, con dimensiones aproximadas a 20 x 50 metros, en la que se construye un enmaderado utilizando madera rolliza, para darle mayor estabilidad a la orilla del canal; y evitar el Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 102 arrastre de sedimentos y desechos a las corrientes de agua. La distancia máxima de tiro de los tractores es de 1.500 metros y su operación básica consiste en los movimientos de entrada del tractor vacío al sitio de apeo de árboles; la recolección de las trozas para el transporte, las cuales son amarradas mediante estrobos al cable del winche del tractor; la salida del tractor cargado hacia el botadero; el descargue de las trozas en el botadero y colocación de las mismas en el canal, evitando que caigan de punta y que sufran daños en la operación. Cuando la zona en aprovechamiento se encuentra inundada, en lugar del tractor se utilizan winches montados sobre una plana con los que se arrastra la madera desde el sitio de apeo hasta el canal. Cada tractor cuenta con un operador y dos ayudantes que colaboran en las acciones de amarre y desamarre de las trozas y en el mantenimiento de la máquina y del equipo”. ρ Otras técnicas y actividades a reconvertir A través del proyecto de investigación y de los estudios especializados realizados, también se han identificado otras actividades relacionadas con la cosecha, importantes y necesarias de modificar en razón a sus efectos negativos sobre el ecosistema. Se refiere a la construcción de canales y a los botaderos. Construcción de Canales: la red de canales para el transporte de los productos del aprovechamiento es la columna vertebral del aprovechamiento. En términos pragmáticos es difícil, al menos en el corto plazo, eliminar su empleo; por lo cual la mejor solución para llegar a un aprovechamiento sostenible consiste en disminuir la densidad actual de canales, que se considera muy alta. Esto se explica porque a mayor cantidad de canales la distancia de tiro de los bulldozeres es menor y por que el costo de movilización de las trozas vía terrestre es mayor que por vía acuática. Entonces, una menor densidad de ellos significará a su vez un menor rendimiento en el transporte de los productos y por tanto un mayor costo operacional. Según la recomendación de De Las Salas, 1994, la distancia mínima entre canales paralelos debe ser de 4 km Con esto, los tractores requerirán un barrido de 2 km a cada lado del canal; pero actualmente la capacidad de tiro de estos es de máximo 1.000 m, de modo que se requerirá establecer patios de apilado intermedios. Utilización de Botaderos: estos son los sitios a orillas de los canales en los cuales los tractores depositan los fustes apeados para, allí, prepararlos para ser transportados por los remolcadores. De modo que son las áreas de bosque más disturbadas por la movilización de los tractores, aunque su extensión es bastante menor que la de los carriles o vías de extracción. Los botaderos se construyen a una distancia media aproximada de 500 metros entre uno y otro, a lo largo de los canales. Una medida beneficiosa sería, también en concordancia con lo recomendado por De Las Salas, aumentando tal distancia a, mínimo 1.000 m. La reconversión de las labores de cosecha no es suficiente para garantizar el aprovechamiento sostenible; es imprescindible ejercer un adecuado control y realizar la debida supervisión al personal para que cumpla las prescripciones técnicas; además, es posible que se requiera un replanteamiento de los sistemas de contratación, lo cual sólo es potestativo de los usuarios del bosque, por formas que disminuyan la tendencia entre los trabajadores forestales a hacer primar el rendimiento Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 103 y la utilidad por sobre los intereses del bosque. Al hacer una reconversión o ajuste a las labores de cosecha se lleva a la realidad el concepto de sostenibilidad, en cual, entre otras cosas, se requiere hacer un sacrificio de rentabilidad y rendimientos, aumentando los costos operativos en aras de aumentar la condición silvicultural y ecológica del bosque remanente; esfuerzo que debe ser compensado por retribuciones como el derecho a seguir manejando y usufructuando el bosque de segundo crecimiento, a una prima especial al precio de los productos forestales así generados, entre otros. ρ En relación con la reconsideración del diámetro mínimo de cortabilidad y las características de los árboles portagranos Existe un diámetro mínimo de corta legal para la cosecha; que, sin embargo, no está fundamentada en criterios biológicos. El concepto de diámetro mínimo se aplica básicamente con el enfoque de propender por la corta de sólamente aquellos especímenes que hallan alcanzado la madurez reproductiva y que se garantice la producción suficiente de semillas que propagen y conserven la población intervenida. Para el Cativo el diámetro mínimo legal de corta es de 40 cm del tronco a 1,30 m de altura sobre el piso (DAP); biológicamente se demostró (Montero y Córdoba, 1996) que alcanza su tamaño reproductivo cuando el tallo tiene los mismos 40 cm y a los 30 metros de altura; sin embargo, se considera que, silviculturalmente y con el objetivo de manejar el catival por el sistema de árboles portagranos, dicho diámetro es insuficiente para la producción de semillas en la cantidad y calidad requerida para hacer un manejo sostenido de la regeneración natural; es decir, que a 40 cm el cativo alcanza la edad reproductiva biológica pero no la madurez reproductiva silvicultural. Entonces, se considera que el diámetro mínima de cortabilidad debe fluctuar entre 50 y 60 cm de DAP. Por otra parte, aunque el DAP mínimo fuera de 40 cm, a las empresas industriales forestales no les es atractivo el aprovechamiento en estas dimensiones teniendo en cuenta la economía de escala del aprovechamiento y las dimensiones de la materia prima requerida según la maquinaria para la transformación; igualmente, es común que árboles relativamente jóvenes tienen madera de menores características físico-mecánicas que las de árboles más desarrollados. ρ Programación de la cosecha en concordancia con la fenología del ecosistema y de las especies El volumen de la producción de semilla es independiente de las características de tamaño del fuste y la copa del árbol; de manera que la selección del fenotipo de los árboles portagranos, que no se cortan en la cosecha sino que se dejan para la regeneración, no es una actividad crítica. Lo más importante es dejar el número suficiente de ellos y, muy especialmente, evitar que los colonos o los madereros furtivos los talen después que se ha realizado el aprovechamiento industrial. El número mínimo de árboles portagranos se puede estimar así: No. de semillas promedio/árbol/cosecha anual Natalidad Neta/Arbol Natalidad Neta/ha = = = 30.000 aprox. * 30.000 * 1,5% 450 latizales * 12.700 aprox.* Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 104 No. Arboles Semilleros /ha % de plántulas que llegan a fustales 1A Reclutamiento/año de Fustales para Manejo = = = 12.700/450 0,2% * 12.700*0,2% 28 aprox.** 25 aprox. ** * Valores hallados en los estudios de Montero y Córdoba (1994) y los ensayos de campo CONIF ** Valores Calculados. Lo anterior quiere decir que para mantener la productividad natural de regeneración del bosque se requiere dejar, en el momento del aprovechamiento, como mínimo, 28 árboles por hectárea, de DAP mayor a 40 cm; los cuales a la vez nos garantizan una producción anual de 25 fustales juveniles para hacer el manejo para la producción; asumiendo los factores de riesgo por pérdida natural y variaciones en la capacidad biológica de los árboles y las plántulas, así como agentes externos disturbadores (inundaciones en niveles anormales, vendavales etc.), dicho monto podría ajustarse en un 50%, ascendiendo entonces a 42 árboles portagranos/ha. Esta cifra, aunque aún aproximada es el primer ejercicio de cálculo de número de árboles portagranos en un bosque natural con base en información de campo. También se requiere reconsiderar las épocas de efectuar la tala; que actualmente es realizada prácticamente en todos los meses y épocas del año. Las observaciones fenológicas de CONIF indican que la máxima floración ocurre al final de la época más lluviosa (noviembre a diciembre) y que el apogeo de la fructificación coincide con la época seca sin inundaciones (enero-febrero); la mayor germinación ocurre con el inicio de la fase lluviosa (marzo-abril) y el mayor crecimiento de los renuevos con el auge de las inundaciones dentro del bosque. Esto, llevado en términos prácticos del aprovechamiento, indica pautas para que, idealmente, el catival no deba ser aprovechado en los meses que abarca el proceso de regeneración (floración hasta germinación) que abarca los meses de noviembre a febrero. Si existiera mucha inconveniencia operativa y económica, debería limitarse la cosecha en la época de floración-fructificación que comprende los meses de noviembre a enero. Consideraciones estas válidas para la región del Bajo Atrato. ρ Consideración y evaluación preaprovechamiento de la condición silvicultural del bosque Para elaborar los Planes de Aprovechamiento y Manejo que los usuarios presentan a las autoridades ambientales, se elaboran unos inventarios de regeneración natural; sin embargo su metodología y análisis no están enfocados a diagnosticar esta variable sino a presentar unos datos en frío sin proyectarlos a la factibilidad del manejo postaprovechamiento ni a la factibilidad ecológica y silvicultural del aprovechamiento. Sin embargo, a través de los diagnósticos y análisis de CONIF en parcelas de investigación, se ha estableció que por fortuna el catival, especialmente el denominado A1, suele tener una adecuada condición preaprovechamiento, relacionada con Prioria copaifera que es la especie dominante en el ecosistema y hacia la cual está orientado el mayor interés técnico y económico. Sin embargo, está situación no siempre será así, aún más cuando las extensiones de Catival primario se van reduciendo sustancialmente; y que hay una buena extensión de bosque primario no aprovechado intensivamente pero sí intervenido por colonos y madereros fortuitas. Una buena herramienta técnica para hacer el diagnóstico es el estudio de regeneración del bosque, bien sea a través de metodologías como el Muestreo Lineal del Sistema Uniforme Malayo o el Muestreo Diagnóstico de Hutchinson, entre otros. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival ρ 105 Socialización e integralización del aprovechamiento del Catival Se hace necesario fomentar entre las comunidades de lugareños el aprovechamiento comercial sostenible, tanto del Cativo como de las demás especies arbóreas con posibilidades de mercadeo; esta es la alternativa de mayor alcance en el corto plazo. Sin embargo, también se puede involucrar a la comunidad de lugareños en la cosecha y comercialización de productos no maderables como plantas medicinales, gomas, frutos silvestres, etc.; esta alternativa es por ahora menos viable debido a la carencia de estudios que identifiquen las plantas productoras, los usos de las mismas, los volúmenes de producción, las posibilidades de domesticación y manejo silvícola para cubrir altos niveles de demanda comercial etc, sin embargo, es toda una posibilidad a explorar. Esto significa un cambio en el enfoque del aprovechamiento pues requiere de un proceso participativo y de la organización comunitaria, con el apoyo técnico, económico y legal de las instituciones estatales y privadas. El aprovechamiento comunitario se complementaría con el industrial y facilitaría el mayor acceso y uso del catival por los nativos; a la vez permitiría un uso más integral del bosque, al menos a nivel especies arbóreas, teniendo en cuenta que el aprovechamiento industrial sólo cosecha 4 especies, cativo, sande (Brosimum utile), virola (Mirysticaeae) y güino (Carapa guianensis). Se trataría de un aprovechamiento no mecanizado, de tipo artesanal, empleando carrileras hechas con varas del bosque y se emplea la fuerza humana para empujar a las corrientes de agua las trozas, cuando sea este el producto a obtener; o de fuerza animal cuando se trate de madera aserrada en bloques; sin excavar canales de drenaje y empleando las corrientes naturales mediante el conocimiento de los ciclos regionales de lluvia. Si se trata de la cosecha de productos maderables por parte de las comunidades locales, hay tres posibilidades en cuanto a los bosques objeto del aprovechamiento: • Primera, que los nativos cosechen las especies que no son objeto del aprovechamiento industrial, una vez que este haya sido realizado en las áreas de permisos comerciales: este aprovechamiento sería factible en los cativales tipo A2 y A3, cuya composición florística y poco nivel de inundación permiten tales tipos de actividades. • Segunda, en áreas permisionadas sólo para extraer madera de aserrío y para chapas; en estas, además de la madera de aserrío los nativos talarían los árboles de madera de interés para la industria del tríplex (desenrollado); ellos comercializarían con las empresas la madera rolliza. También factible en bosques A2 y A3. En cativales A1 se considera poco factible el aprovechamiento comunitario debido a la escasez de madera para aserrío, la gran abundancia del cativo y la dificultad de implementar métodos artesanales por lo anegadizo del terreno y los altos niveles de inundación. Las especies de mayor interés serían: abarco (Cariniana pyriformis), las pocas veces que se le registra en el Catival; caidita (Aniba puchuri-minor), canime (Copaifera canime), caracolí (Anacardium excelsum), ceiba amarilla (Hura crepitans), higuerón (Ficus sp.), anime (Protium sp), bálsamo (Myroxilum balsamum), roble (Tabebuia rosea), olleto (Lecythis tuyrana) y para siempre (Parkia sp). El Proyecto de Aprovechamiento Integral Sostenible con silvicultura comunitaria del Area Domingodó-Truandó en el Chocó, (Pizano, 1995), de hecho plantea una propuesta válida en tal sentido, de la cual se transcriben los siguientes párrafos: Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 106 “El adecuado manejo sostenible garantizará la permanencia de los bosques siempre y cuando se logre crear una auténtica cultura del bosque. Es este principio fundamental el que propone el presente proyecto, pues sólo mediante un proceso educativo y de capacitación, establecido sobre la valoración del entorno y la autoestima ciudadana, se logrará garantizar el éxito de los procesos de silvicultura comunitaria. Este proceso implica por lo tanto la necesidad de aportar criterios para integrar la producción del bosque con la protección del mismo, es decir, establecer lineamientos simultáneos para lo económico y los social”. “...una parte significativa de la población rural, por lo general de escasos recursos, tiene como principal fuente económica el aprovechamiento de los productos del bosque. Esta utilización generalmente no es de carácter sostenible, pues ocurre sin obedecer a técnicas de ordenación y manejo, con la consiguiente degradación de la base natural, sin ningún tipo de previsión para resolver necesidades futuras. Según la FAO (1985), este problema puede resolverse mediante sistemas apropiados, con participación comunitaria y la concertación con los organismos del gobierno encargados del sector forestal, de la administración pública y de las empresas del sector maderero, dentro del esquema de sostenibilidad”. “El aprovechamiento del bosque propuesto para la comunidad ... está encaminado no sólo a utilizar las especies maderables sino otros productos florísticos, pues se trata de dar un viraje radical al sistema tradicional de manera que la comunidad de la zona, hasta ahora caracterizada por aprovechar sólo unas pocas especies forestales para fines de mercadeo, utilice otras maderas y productos varios que ofrece el bosque, tal como las especies identificadas ... como especies potencialmente comerciales junto con plantas medicinales, frutos silvestres, colorantes, aceites de palmas, especias, esencias, resinas, mieles, etc., muchos de los cuales pueden ser utilizados para el autoconsumo. Es por ésto por lo que se considera fundamental desarrollar varias líneas de investigación que generen nuevas alternativas, y que rescaten el conocimiento tradicional. Según el referido proyecto, para el aprovechamiento comunitario se requiere dinamizar los siguientes aspectos: • Establecimiento de una pequeña industria rentable asociativa de aprovechamiento y transformación. “Tradicionalmente la comunidad que aprovecha madera de la zona ha estado en desventaja económica ante los intermediarios, quienes establecen los precios de mercadeo y dimensiones de los productos, de acuerdo con la demanda y necesidades de las industrias procesadoras de madera. En estas condiciones, los productos que salen terminados son escasos, por lo cual el común denominador es la producción de madera en bruto o semielaborada, posteriormente transformada en lugares diferentes a la zona productora. La carencia de recursos económicos de la comunidad y los fletes de transporte contribuyen a que esta sea la situación más frecuente en la actualidad. Una alternativa para sortear esta situación sería el establecimiento de pequeñas industrias de aprovechamiento y transformación de la madera y talleres de carpintería manejados por la comunidad a través de formas asociativas rentables, ofreciendo, entre otras, las ventajas de reducción significativa de desperdicios, obtención de productos escuadrados y elaborados, establecimiento de precios de acuerdo con la calidad de los productos y los mercados, incremento del valor agregado, generación de empleo, aumento de los ingresos, disminución o desaparición de la intermediación,. mejoramiento de la vivienda, producción de muebles para el hogar, mejoramiento de la calidad de vida de la población, y reducción de la presión sobre el bosque. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 107 En razón de la posible factilidad técnica de este uso del Catival, la propuesta plantea que “... experiencias obtenidas pro el INDERENA con la comunidad de Nuevo Oriente, jurisdicción del municipio de Turbo en el departamento de Antioquia, demuestran que por los beneficios alcanzados, la población ha comenzado a entender la importancia ecológica y económica de los bosques. Lo novedoso de la propuesta consiste en que se desarrollará una acción simultánea, en tiempo y espacio, que permitirá optimizar la ordenación forestal, la extracción y la restauración de los bosques y su posterior manejo silvícola por parte de la comunidad organizada y capacitada para tal efecto”. • Investigación. La investigación deberá generar los insumos técnicos y científicos que son el pilar básico del manejo sostenible de los bosques por la comunidad, especialmente en técnicas adecuadas y adaptables a las condiciones culturales y económicas de sus miembros. Se detectan como áreas de interés la adaptación de especies forestales, recuperación de suelos, sistemas agroforestales, sistemas silvopastoriles, aprovechamiento sostenible del bosque, técnicas ambientalmente sanas para transformación de productos forestales, producción de artículos terminados, utilización y domesticación de especies de flora, investigación de mercados para productos no maderables del bosque. • Extensión y Capacitación. Se require una extensión forestal donde se promueva la autogestión a través del diálogo. Las estrategias varían de acuerdo con los objetivos y problemas sociales característicos de una comunidad o de una región. En cuanto a transferencia de tecnología y retroalimentación de conocimientos entre los técnicos y los nativos; se debe propender por la creación y formación del campesino silvicultor. Las comunidades se superarán en la medida en que reciban capacitación en los temas que tengan relación con el tema. La asistencia técnica está muy ligada con la capacitación, debe ser ante todo práctica, lo que exige trabajo directo de los técnicos con la población rural. Para muchos campesinos las actividades del aprovechamiento pueden ser nuevas, pero no debe desconocerse que muchos de ellos tienen experiencia en el desarrollo de trabajos similares, de modo que su ejecución no les será difícil. En la capacitación y la asistencia técnica a la comunidad se hará a través de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, UMATA, del municipio de Riosucio, la cual coordinará las actividades que se van a desarrollar contando con el apoyo de la empresa. Por último, no sobra advertir que no por tratarse de un aprovechamiento comunitario, éste puede ser efectuado por fuera de las prescripciones técnicas y de los criterios de ordenamiento, planificación, aprovechamiento, silvicultura y manejo sustentable, así como del marco normativo, legal e institucional vigente. ρ Investigación y desarrollo de productos no maderables En el catival resulta contradictorio que siendo uno de los ecosistemas más conocidos y estudiados, ubicado en zonas de alta biodiversidad, este campo sea muy poco o nada conocido. Uno de los temas prioritarios de investigación es el de los Productos No Madrables, en los campos de la etnobotánica, silvicultura y manejo, sistemas de cosecha, transformación y mercadeo. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Clímax 108 CATIVAL PRIMARIO SIN INTERVENCION - Preaprovechamiento - Asegurar tenencia tierra e iniciar proceso participativo Ajustar aspectos legales permisos a largo plazo Alinderar y concertar con nativos relacionados Determinación de Unidades de Aprovechamiento por Tipos de Bosque y por Estados Silviculturales Diagnóstico Regeneración Natural (RN) por unidad (evaluar y calificar potencial RN) Suficiente = Factible Insuficiente = No Factible por ahora Factible Aprovechamiento mejorado Cosecha Con reconversión de labores actuales Monitoreo Regeneración y Estudio Fitosociológico por unidad A los 0, 5, 8, 10 años postcosecha Determinar condición y aptitud silvicultural de cada unidad en cada inventario (probable entre 8 y 10 postcosecha Establecer estado sucesional Establecer unidades de manejo silvicultural Determinar momento inicio del manejo según estado y aptitud bosque por unidad Evaluar condición y aptitud silvicultural/unid. Evaluación diagnóstico con enfoque para manejo Determinar tratamiento a realizar, tipo e intensidad según estado cada unidad En parcelas permanentes pre-establecidas Realizar tratamientos Si una sóla intervención silvícola fue suficiente: esperar turno cosecha Monitorear efectos (inventario de diagnóstico y de crecimientos anuales Si hay estancamiento del crecimiento y desarrollo o fuerte competencia de no deseable: hacer nueva intervención Control de crecimientos y existencias Esperar turno de cosecha Hacer aprovechamiento mejorado Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Cuando se decida según conveniencia económica y existencia de productos/mercado Se repite ciclo manejo dado para el bosque Secundario Elementos ondicionantes para iniciar el manejo RUTA LOGICA TECNICO-OPERATIVA PARA MANEJAR EL CATIVAL CLIMAX Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 109 ANEXO ANTECEDENTES Y CARACTERISTICAS DEL METODO MALAYO PARA DIAGNOSTICO DEL CATIVAL Objetivo Con base en una asesoría y capacitación prestadas por el Dr. Jean Bubois a CONIF y su personal técnico adscrito al proyecto de Investigación sobre el catival en 1983, se incorporó está valiosa herramienta a las actividades experimentales de manejo silvicultural de este recurso forestal. Ha sido empleado en los bosques de Cativo sin intervención y, principalmente, en bosques de segundo crecimiento; siempre con el fin de caracterizar el potencial existente de regeneración natural (RN) desde el punto de vista cuantitativo y de su distribución espacial (concepto de existencias) y cualitativo (composición de la subpoblación de especies deseables), con el fin de disponer de elementos técnicos de juicio para establecer su condición silvicultural y planificar su manejo. Con base en la información obtenida se formularon tratamientos silviculturales con el objetivo del fomentar el establecimiento de la RN, asistir a la ya establecida favoreciendo su desarrollo y monitorear su posterior respuesta al manejo. Metodología Se basa en el muestreo lineal (ML) que emplea fajas de diferente ancho para efectos de la enumeración y captura de información primaria. Los inventarios diagnósticos por ML han sido aplicados en Amazonia por Pitt, Dubois y otros y en la región del Chocó Biogeográfico por Del Valle, Rojas, CONIF y Linares. Caracterización del ML: Las muestras se distribuyen en fajas paralelas, continuas o discontinuas con anchura definida en función del estado de desarrollo de la RN a evaluar. La disposición de las fajas es perpendicular a una línea básica, dividida en secciones de igual longitud. Los tipos de ML son: • ML 1/10: que se emplea cuando la RN es incipiente, los individuos de especies deseables dominan en las de R y U1, aunque el campo se toman las deseables desde la clase R hasta la clase E. El inventario de población se hace en fajas de dos metros de ancho, subdivididas en unidades de enumeración de dos por dos. • ML 1/4: se emplea cuando una proporción sustancial de la RN deseable está constituida por individuos de las clases E y 1A y eventualmente 1B, pero se toman en cuenta los deseables desde U1 Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 110 hasta 1B. El inventario se hace en fajas de cinco metros de ancho por longitud variable y unidades de cinco por cinco metros. • ML 1/2: utilizado cuando la RN de deseables está constituida por individuos de las clases 1A, 1B, 2 ó más. El inventario se hace en fajas de 10 metros de ancho y unidades de cinco por cinco metros. El ML1/2 fue el más utilizado para diagnosticar los cativales postaprovechamiento. Sin embargo, con fines de investigación en otros ensayos, también fueron utilizados el ML1/10 y el ML1/4. El área o compartimiento se divide en bloques de igual superficie, en el que de distribuyen dos fajas paralelas. Las unidades de enumeración se señalan con estacas de igual longitud, la faja se delimita por la abertura o señalamiento de la línea central. Determinación de los grupos de especies para el manejo Para el manejo hay que hacer grupos de especies según los siguientes criterios: valor comercial, facilidad de regeneración natural, la tendencia de la especie a formar troncos rectos, libres de ramificaciones a baja altura y copas estrechas, al igual que posean un relativo rápido crecimiento. En 1983, para el manejo de poblaciones de catival con fines de producción maderera para “playwood” las especies se clasificaron en dos grupos : • Grupo A : especies deseables de crecimiento rápido o económicamente preferidas, para la zona tenemos: cativo (CA), güino (GU) Carapa guianensis , virola (VI) Virola sp. y Otoba sp., roble (RO) Tabebuia rosea. • Grupo B : especies deseables de crecimiento más lento o económicamente de valor más restringido, como: cocuelo (CI) Couroupita darienensis, hobo (HO) Spondias mombim, Machare (MA) Symphonia globulifera, caracolí (CR) Anacardium excelsum, aceite maría (AC) Calophyllum mariae. Actualmente (1998), ante el agotamiento de varias de estas especies y los cambios en los mercados, algunas del grupo B podrían pasar al A, como machare y aceite maría. Para el aprovechamiento y manejo comunitario con el fin de producir maderas para aserrío, dicho grupo podría ampliarse con el Olleto Lecythis tuirana, Para siempre Parkia pendula, entre otras. Igualmente, Cativo y virola pasarían al Grupo B. Variables diagnósticas Que se registran en el inventario y permiten obtener información de carácter silvicultural con relación a los líderes y ciertas observaciones de orden práctico sobre el bosque, esto con el fin de conformar una base para la toma de decisiones en lo referente a intervenciones y tratamientos silviculturales. Para el diagnostico de Cativales se evaluaron las siguientes variables: Clase de Tamaño, Posición de Copa, Calidad y forma de Copa, Competencia entre Copas, Apertura del Dosel y Competencia entre Fustes. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival `a) Clase de tamaño (CT) que corresponde a la metodología de Malasia con las debidas adaptaciones al sistema métrico y se clasifican así : • • • • • • • • • b) 111 R U1 U2 E 1A 1B 2 3 4 Arboles con altura comprendida entre 0 y 30 cm de altura Comprendida entre 30 y 150 cm de altura Comprendida entre 150 y 300 cm de altura > 3 mt de altura y < 5 cm de diámetro (DAP) Comprendida entre 5 y 10 cm de DAP Comprendida entre 10 y 15 cm de DAP Comprendida entre 15 y 25 cm de DAP Comprendida entre 25 y 35 cm de DAP Comprendida entre 35 y 45 cm de DAP, etc. Posición de copas (PC) se clasifica de 1 a 5 así: • • • • • 5 4 3 2 1 Copa totalmente expuesta a la luz Copa totalmente expuesta a la luz pero en contacto con otras copas vecinas Copa parcialmente expuesta a la luz Copa totalmente cubierta, pero recibe luz lateral por discontinuidad del dosel Copa sombreada La posición de las copas es otro parámetro necesario de evaluar en el estudio diagnóstico de la RN, pues permite inferir sobre el grado de competencia de los árboles escogidos, como componentes sociológicos de una población en permanente lucha por obtener luz, agua y nutrientes que garanticen su óptimo desarrollo; el grado de posición de la copa de un árbol señala su predominio sobre los árboles vecinos o la dominancia de éstos sobre aquél. Lo cual, entonces, informará sobre la necesidad o no de liberarlos de dicha competencia para incrementar la productividad y la calidad de la RN deseada, pues de lo contrario se presentan inconvenientes para cultivar árboles sanos, vigorosos y de buenas cualidades morfológicas. c) Calidad y forma de copa (QC). Se clasifica de 5 a 1 así : • 5 • 4 • 3 • 2 • 1 Copa perfecta, forma circular y simétrica Copa buena, casi perfecta Copa tolerable, apenas satisfactoria, con defectos, capaz de recuperarse después de la liberación. Copa pobre, poca capacidad de recuperarse Copa muy pobre, volumen reducido y recuperable La calidad de copa permite analizar la calidad de los árboles, correlacionándola con su vitalidad, buena conformación y capacidad fisiológica de responder ante los tratamientos silviculturales aplicados, redundando en buenas tasas de crecimiento y desarrollo volumétrico (cantidad de madera producida por año). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 112 d) Competencia entre copas (CC). Se denomina : • • • • • LL copa totalmente emergente CI copa que compite con un indeseable CD copa que compite con la de un deseable DI copa dominada por la de un indeseable DD copa dominada por la de un deseable La competencia entre copas refleja la lucha natural entre las plantas, en este caso entre los árboles, por un espacio para tomar los nutrientes del suelo, la humedad del medio y la luz solar, factores indispensables para la formación de biomasa y por lo tanto de maderas. e) Competencia de lianas (CL), así: • • • • f) Observaciones: Se refiere a la presencia en la unidad de enumeración de: • • • • g) O sin lianas C pocas lianas CC lianas abundantes con daño visible CCC presencia de lianas estranguladoras Lianas, notadas como C, CC, CCC Arboles caídos K, KK, KKK Palmas pequeñas p, pp, ppp Platanillo b, bb, bbb Abertura del dosel (T), se clasifica como : • • • • 4 dosel cerrado 3 dosel ligeramente abierto 2 dosel fuertemente abierto 1 plena abertura El dosel es cada uno de los planos horizontales en la parte superior del bosque, conformados por el conjunto de las copas de los árboles; según su grado de apertura, se relaciona la mayor o menor cantidad de luz solar que llega al piso del bosque. Esta luz es vital para producción en RN temprana (plantas de una nueva cosecha) y para el crecimiento de los árboles de RN ya existentes. Unos árboles son semihelófitos o esciófitos (requieren de sombra cuando niños y jóvenes); otros son heliófitos (requieren plena luz solar en todas las etapas de su vida), por lo cual el grado de iluminación en el bosque afecta negativa o positivamente a unos u otros y la dinámica sucesional del bosque. Este es uno de los factores más importantes en la ecología de las comunidades forestales. Conociendo los requerimientos de las especies deseables y los valores de T, es posible decidir sobre las actividades de manejo silvicultural a emprender y permitir la creación de un entorno favorable para el crecimiento y el desarrollo de la RN. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival h) 113 Competencia entre fustes (IR), denominado como: • • • • • 5 líder sin fuste competidor en la misma unidad de enumeración 4 presencia de 1 a 2 fustes competidores 3 presencia de 3 a 5 fustes competidores 2 presencia de 3 a 10 fustes competidores 1 presencia más de 10 Los conceptos del líder (L) y sustituto (S) Líder es un árbol de especie deseable que entre los deseables alcanzan los mayores valores de CT, PC y cuyo QC no es inferior a 3. El conjunto de poblaciones específicas de Líderes conforman el grupo prioritario para ser objeto del manejo. Sustituto es un deseable que después del líder presenta las mejores características (CT, PC y QC), de tal manera que pueda sustituir al líder. Indice de existencias (IE, ie) Es el indicador de la cantidad de población de especies deseables presente en el bosque. Su magnitud es la que determina la factibilidad inicial del manejo y la necesidad de hacer tratamientos silviculturales. Se denomina i.e. cuando se aplica a una sola unidad de enumeración (2 x2, 5x5 ó 10x10 m.); I.E. cuando se aplica al promedio de toda la faja de enumeración o a toda el área de bosque diagnosticado. Al nivel ML 1/4 y 1/10: se considera que el catival está adecuadamente regenerado para iniciar el manejo si el ie alcanza un valor de 1 si existen 100 deseables de la CT R ó 10 de la CT U ó 1 de la CT E. 100 R = 10 U = E. Al nivel ML 1/2 se considera adecuadamente regenerado si se encuentra un líder deseable de la clase de tamaño 1A o CT superior al DAP aprovechable) o si se presentan 4 deseables de la CT E con características de líder. Es decir, que si 4E =1A, entonces el i.e. = 1 (100% de ocupación). El máximo valor alcanzado por el ie tanto para el grupo A como el grupo A + B es de 1. El Indice total se calcula: I.E. = Â ie x100 (índice de existencia por fajas) n (número de fajas). Procesamiento de la Información Para cualquier parámetro de diagnóstico se calcula su frecuencia, tanto para el grupo de especies A como para el grupo A + B. Con el respectivo análisis estadístico para obtener el error de muestreo el estándar y la estimación mínima confiable. (EMC). Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Manejo del Catival Secundario 114 El análisis de los resultados a) En ML 1/10: Se calcula I.E. para los grupos A, B y A+B. Si el I.E. medio es inferior al 40%, la población existente se considera insuficiente. De modo que se puede recomendar y planear una asistencia a la RN para estimular su multiplicación e incremento, así como ejecutar de plantaciones de enriquecimiento. Si el I.E. medio es superior a 30% para A y superior a 40% para A + B, existe un potencial favorable para desarrollar un nuevo vuelo mediante la asistencia a la RN. En áreas de regeneración incipiente con valores de IE satisfactorios los tratamientos se mantienen a un mínimo (limpia y refinamiento). b) En ML 1/4: que se emplea en compartimientos en vía de establecimiento, 3 a 5 años después de la abertura del dosel. Se calcula I.E. por faja y media y el EMC. Establece cuadros de frecuencia por especie o grupo para CT y los valores PC, QC, CC, IR que inciden sobre la población de líderes; ya que por razones de economía no se cuantifican los parámetros silviculturales del sustituto. Si se encuentra un I.E. de 50% para el grupo de especies A + B con I.E. para grupo A de 40% se considera satisfactorio. Si la población de líderes se encuentra dominada por especies de baja prioridad se contempla la plantación de enriquecimiento. En el caso de dominancia del conjunto U1 + U2 + E, se debe prescribir un refinamiento, una dominancia de conjunto E + 1A indica la conveniencia de tratar la RN mediante la liberación asociada con un refinamiento. Un índice alto de DI + CI indica urgencia de la liberación. Un índice alto de frecuencias de valores 1, 2 y 3 de IR indica urgencia eliminar el rodal indeseable (refinamiento). Si CL para CC + CCC es superior a 20% se debe prescribir un corta de lianas. c) En ML 1/2: que se emplea N años después de la abertura del dosel, permite obtener la siguiente información. a) Determinar si un rodal o compartimiento del bosque se puede considerar como total y exitosamente regenerado; b) Elaborar las prescripciones necesarias para dar continuidad al manejo del mismo. Los parámetros más importantes para la evaluación en la toma de decisiones son: I.E., Indice de CC que afectan los líderes; SAT y CT de los líderes. CC está conformado por la suma de las frecuencias CI π DI. IR o área basal por faja a parte de la suma de las frecuencias distribuidas por clases de diámetro. I.E. cuyo mínimo aceptable para considerar un área satisfactoriamente regenerada depende del número de deseables que formarán el rodal final, IE = 60 es un mínimo aceptable. Proyecto CONIF-PIZANO S.A. Conservación y Manejo del Ecosistema Catival 115 Bibliografía ARTEAGA, F. 1987. Modelos matemáticos para la descripción de la estructura diamétrica de varios tipos de cativales. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Tesis Ingeniería Forestal. ARROYO, M.T.K.; SQUEO, F. 1990. Relationship between plant breeding systems and pollination. En: Breeding Systems and Pollination. New York, Academic Press. pp: 205-227. Tabls., gr fs.,maps. BARNARD, R. 1950. Linear regeneration sampling. Malayan Forester (Malaysia) 13:129 -136. BLANDON L.A. 1994. Comunidad y Persistencia en el Catival. Universidad Nacional de Colombia, Fa- cultad de Ciencias Agropecuarias. Tesis de Grado. Medellín, Colombia. 1994 CATIE.1993. 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