Subido por Luis M Pereda Ramos

familias toxicas

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LAS FAMILIAS DISFUNCIONALES, COMÚNMENTE CONOCIDAS COMO FAMILIAS
TÓXICAS, SON CREADAS A TRAVÉS DE PATRONES DE COMPORTAMIENTO
DAÑINOS QUE NO RESPETAN LA INDIVIDUALIDAD DE TODOS SUS MIEMBROS.
... SEA COMO SEA, LAS FAMILIAS TÓXICAS SON TAN DIVERSAS COMO
ACTITUDES DESTRUCTIVAS EXISTEN.
4 características que definen a las
familias tóxicas
Las familias disfuncionales, comúnmente conocidas
como familias tóxicas, son creadas a través de patrones
de comportamiento dañinos que no respetan la
individualidad de todos sus miembros.
Entre otras cuestiones, es común que en estas familias
los hijos sean el blanco de agresiones psicológicas o
físicas que perjudican el desarrollo y el crecimiento
saludable de un clima afectivo y estable. Sea como
sea, las familias tóxicas son tan diversas como
actitudes destructivas existen.
No obstante, cuando se dan ciertas características
dentro de un mismo sistema familiar es posible que
estemos hablando de un ambiente de emocionalidad
ambivalente, lo cual es identificable. Pero.., ¿cuáles son
esas características? Veamos alguna de ellas…
1-La ausencia de la individualidad
Las familias tóxicas no son precisamente
especialistas en respetar el espacio vital de sus
miembros. Por ello, al final acaban convirtiendo
dinámicas afectivas libres en dinámicas afectivas
coercitivas.
Los componentes de esa familia acaban estando unidos
por obligación, no por devoción. Donde decimos unidos
se debe leer presentes. A secas. Una persona
contaminada por contactos tóxicos que merman su
individualidad acaba siendo víctima de la necesidad
de aprobación.
Esto conlleva la asunción de responsabilidades
disonantes y poco saludables. Los miembros toman
actitudes extremas de sobreprotección o de agresión, lo
cual incapacita para el desarrollo afectivo-social
saludable.
2.La sobreprotección o la desidia total
De nuevo hablamos de extremos. Como sabemos,
ninguno es bueno. Entiéndase entonces que la
sobreprotección es el polo opuesto de la autonomía
y la libertad, por lo que generagran dependencia y
daño emocional..
Las personas sobreprotectoras obtienen grandes
ganancias secundarias del exceso de cuidados, pues
así hacen dependientes a los sobreprotegidos y
mantienen controlada su vida en todos los aspectos.
Esto es, en cierto modo, sinónimo de manipulación.
En otro punto opuesto está la desidia total hacia la
crianza o el contacto emocional dentro de la familia.
Esto es casi lo mismo que hablar de abandono, una de
las grandes heridas de la infancia que persiste
cuando somos adultos.
3.La regla de “no existe aquello de lo que no se
habla”
Evadir el abordaje de un problema es una de las
características más comunes y dañinas. Estas son la
comunicación deteriorada en estado puro. En realidad la
incomunicación verbal no implica la no comunicación,
pues incluso el silencio comunica.
No hablar de los conflictos genera verdaderas bombas
emocionales. Estas bombas se hacen más grandes
con el tiempo, llegando a derrumbar todo castillo
cuando un día, de pronto, explotan. Esto conlleva la
destrucción de todo bienestar, aunque este sea puro
espejismo.
4.Falta de flexibilidad y límites difusos
La falta de flexibilidad en todos los aspectos
impacta contra la ausencia de límites saludables. Si
uno de los miembros cambia, el dramatismo de eleva a
la máxima potencia. Claramente los componentes de la
familia harán saltar todas las alarmas si alguien
comienza a quererse y a cambiar su actitud.
Los roles están establecidos por medio de reglas no
escritas, por lo que todo lo que haga peligrar el confort
familiar, provocará actitudes extremas y dramáticas.
También podemos encontrarnos con una ausencia total
y absoluta de límites, lo que produce la falta de
regulación emocional de los miembros. De nuevo
encontramos la tendencia al dramatismo, se produzca
este de manera velada o no.
Estas cuatro características son pilares en los que
se sustenta el engranaje de las familias tóxicas o,
mejor dicho, de las familias disfuncionales. Tomar
conciencia de ello puede ayudarnos rescatar nuestra
individualidad y la de las personas que nos rodean.
5 claves para frenar las relaciones
tóxicas en la familia
1. Poniéndonos en el lugar del
otro: la empatía
Para frenar las relaciones tóxicas en la familia la
empatía es muy importante. Esto no significa que nos
sometamos a sus deseos y tengamos que ceder cuando
no quereros hacerlo pero sí implica mantener una
disposición a escuchar y a considerar lo que nos tienen
que decir.
Es importante que nos preparemos para aceptar la
posibilidad de no llegar a un acuerdo sobre lo que
nos pidamos. En este caso, debe existir un pacto de
respeto al desacuerdo para facilitar la convivencia. Esto
es: tú quieres algo que no es compatible con lo que yo
deseo, aceptémoslo y sigamos.
2. Respetando la intimidad, el
espacio y el tiempo de cada
relación
En este sentido debemos aceptar que el “no” sea la
respuesta y conseguir tolerar la frustración. Se suele
decir que donde hay confianza da asco pero esto es
algo que no podemos permitir, el exceso de confianza y
de intromisión da lugar a los mayores conflictos
familiares conocidos.
Como apunta Rojas Marcos:
«En las relaciones familiares se dan por hecho cosas en
las que no existe acuerdo. Si se entra sin avisar en casa
de un hijo o se hace una llamada a destiempo hay que
estar preparados para recibir una respuesta que puede
no gustarnos y que marque los límites de la relación»
3. Siendo respetuosos y
manteniendo las formas
A la hora de cuidar cualquier relación, es muy
importante que no digamos lo primero que nos
venga a la mente y que le pasemos el filtro de la
educación y el respeto. Es probable que una gran parte
de nosotros tenga un familiar cercano que se piensa
que puede decir todo cuanto le venga a la mente y que
sus percepciones y opiniones están por encima de
cualquiera.
Esto puede crear muchos conflictos por lo que es
importante que tomemos distancia en las situaciones
y pongamos límites de forma calmada, respondiendo
que lo que dice está causando dolor emocional. Es
importante que no nos dejemos comer terreno ante esta
cuestión.
4. Siendo asertivos y utilizando
las palabras mágicas
Es probable que no quieras poder, que solo
quieras libertadde acción y de expresión, para lo
cual esa persona es un gran obstáculo. Es tan simple
como manifestar un “no puedo”, un “no quiero”, un “no
estoy de acuerdo”. Es importante sentirse seguro de
uno mismo y hacer uso de nuestra capacidad de
elección.
Además, las palabras que menos puertas cierran son
“por favor” y “gracias”. Aunque estemos en familia sigue
siendo de gran importancia su uso. Expresamos
consideración y amabilidad, pues mostramos respeto
por el tiempo y el esfuerzo ante una petición o un favor.
La asertividad es una habilidad que se puede desarrollar
positivamente cuando nos encontramos en una lucha
por frenar las relaciones tóxicas en la familia
5. Siendo pacientes
Ser impaciente hace que seamos más impulsivos y,
por tanto, a ser irreflexivos en nuestras
decisiones. La capacidad de esperar y de pensar antes
de actuar es uno de los principios más importantes que
deben guiar nuestras relaciones, en especial las
familiares.
Puede ocurrir que no podamos solventar las dificultades
que acompañan a una agotadora relación familiar
tóxica, por lo que a veces se hace inevitable tomar una
decisión y asumir consecuencias que pueden ser
verdaderamente nefastas para el núcleo familiar.
Los vampiros y depredadores emocionales existen en
todas las familias y en todos los contextos, lo importante
es que sepamos identificarlos y protegernos ante ellos,
así como no dejarnos guiar por la intensidad de las
emociones pasajeras como el enfado.
Ante todo, hay que mantener la cordura y valorar
mucho la situación, teniendo en cuenta que
tenemos un límite mental y físico que no conviene
sobrepasar. Las relaciones tóxicas en la familia hoy ya
no serán un calvario porque sabremos afrontarlas
sabiamente.
LIC : ANA MARIA PEÑA COBOS
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