EL DOBLE MENSAJE O DOBLE VÍNCULO EN LA COMUNICACIÓN. La teoría del doble vínculo cuya autoría corresponde al antropólogo Gregory Bateson (california, 1956) se enmarca dentro de la teoría sistémica y hace referencia a todas aquellas situaciones comunicativas en las que se reciben mensajes contradictorios. Se trata de un lenguaje esquizoide (se observa en familias de personas con esquizofrenia) y es considerado el origen psicológico de dicha enfermedad mental. El doble vínculo se produce cuando dos o más mensajes entran en contradicción. Esta contradicción lleva siempre a la equivocación en la elección, dado que elegir una supone rechazar la contraria, causando sufrimiento emocional. La contradicción puede ocurrir entre dos canales comunicativos, esto es, entre el verbal y el no verbal, por ejemplo un padre expresa a su hijo que le quiere pero a nivel gestual se muestra restrictiva afectivamente. El niño observa la contradicción entre ambos mensajes viéndose atrapado entre el mensaje de afecto y el de rechazo. Otro ejemplo podría ser el de una madre que le dice a su hijo: puedes irte con tu padre, estaré bien, mientras que su lenguaje gestual denota enfado, tristeza o decepción”, de forma que el niño siente que al irse con su padre está decepcionando o haciendo sufrir a su madre, o viceversa. Existen formas más complejas como la de la madre/padre que le dice a su hijo, “tienes que decidir por ti mismo si quieres ir con tu padre/madre o quedarte, lo que yo sienta no tiene importancia”, pero al mismo tiempo emite claras señales gestuales de desaprobación o contrariedad hacia una de las posibles elecciones de niño. El menor apresado en esta situación de doble mensaje vinculante puede llegar a desarrollar síntomas esquizofrénicos, angustia, llanto, pérdida de control, agresividad, rechazo hacia uno de los progenitores como forma de resolver el conflicto o bloqueos, psicológicos, conducta infantil, trastornos del lenguaje, etc. Para la aparición de este trastorno de la comunicación es necesario: 1.- la presencia de dos o mas (I.e. madre/padre e hijo), 2.- que la experiencia comunicativa disfuncional (doble vínculo) sea repetida al ser un tema recurrente convirtiéndose en una clara expectativa para la persona que la sufre. 3.- Un mandato primario del tipo “si no haces eso te castigaré” o “no hagas eso, o te castigaré”, de modo que el aprendizaje se basa en la “evitación del castigo”, que suele consistir en “te retiro el amor”, “expreso odio, enfado o cólera”. 4.- un mandato secundario en conflicto con el primero (primario). Abstracto y que se opone al cumplimiento del primero del tipo “haz lo que desees”, “toma tus propias decisiones”, “no hagas caso a lo que te digo”. 5.- Un mandato terciario que prohíbe a la víctima escapar del campo, esto es, del contexto comunicativo patológico. Las consecuencias del doble vínculo incluyen el desarrollo de una incapacidad en el sujeto para discriminar entre tipos lógicos cada vez que se aparezca una situación de doble vínculo. Esta situación comunicativa caracterizada por la intensidad en la relación que mantiene la víctima con el emisor del doble mensaje (padre/madre) y en la que la comunicación expresa e implica dos mensajes donde uno de ellos niega al otro, incapacita al sujeto para esclarecer mediante la propia comunicación cual es el mensaje al que ha de responder en realidad, anulándose la metacomunicación. Ignacio González Sarrió. Doctor en Psicología Jurídica. Perito judicial y forense. Miembro del Turno de Peritos Forenses del Ilustre Colegio Oficial de Psicólogos. Coordinador Grupos de Trabajo en Psicología Jurídica. http://psicolegalyforense.blogspot.com NºCol.cv06179. 696102043 Valencia.